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CENTRO DE INVESTIGACIÓN EN QUÍMICA APLICADA
PROGRAMA DE POSGRADO EN AGROPLASTICULTURA
RELACIÓN DE EVAPOTRANSPIRACIÓN DE CULTIVO CON LA DE REFERENCIA
EN EL CULTIVO DE TOMATE (Solanum lycopersicum) BAJO CONDICIONES DE
INVERNADERO.
TESIS
Presentada por:
ING. ELIUD ABDIEL GARCIA SOLIS
Para obtener el grado de:
MAESTRO EN CIENCIAS EN AGROPLASTICULTURA
Saltillo, Coahuila, México. Febrero del 2016
Agradecimientos
Agradecer primeramente a Dios por su gran amor y misericordia, su cuidado con mi familia y
permitirme la vida, salud y darme la fuerza a lo largo de mi carrera profesional y lograr
terminar esta nueva etapa.
A mi esposa, Mariela Sarahi Orozco Lucio, que con sus palabras y respaldo han hecho que de
lo mejor de mí, sabes decir las palabras correctas y hacerme sentir en completa tranquilidad y
me haces saber que todo estará bien, te amo “no tengo miedo a pelear las guerras de la vida,
porque tengo a la mejor guerrera como esposa”
A mi pequeña hija, Camila García Orozco, que sin lugar a duda vino a iluminar nuestro
matrimonio y nuestras vidas, gracias a Dios que nos mandó tan hermosa bendición, y tu diste ese
último empujoncito para terminar esta nueva etapa de tu papi, “te amo mi vida”.
A mis padres, Eliud García Rosas, Laura Luciana Solís Carmona, que con sus sabios consejos,
regaños y oraciones han sabido guiarme por el camino de bien y este logro más en mi vida va
dedicado a ellos, “los amo”.
A mis hermanas, Keila Berenice García Solís, Azenat Abigail García Solís y Damaris Roció
García Solís, gracias por sus consejos, regaños y sobre todo porque me hacen saber que cuento
con ustedes las amo.
A mis abuelos Francisco García Ramos, Esther Rosas Rivera, Abraham Solís (+), Manuela
Carmona, gracias por sus consejos eternamente agradecidos con ustedes porque ustedes me
forjaron para convertirme en un hombre de bien, los amo.
A mis tíos, Abraham García Rosas, Joel García Rosas, Elvira García Rosas, Rosa Rosas
Rivera, Abraham Solís Carmona, Bernabé Solís Carmona, por sus consejos y por alentarme en
mi etapa como profesionista gracias.
A mis pastores Juan Cortez Pérez y Gabriela Narváez, muchísimas gracias por todo el apoyo
brindado por cada consejo por cada desvelo por cada oración mil gracias, ustedes son como mis
segundos padres, los amo y muchas bendiciones para su familia.
A mis compañeros y amigos, grupo de Agroplásticos Generación 2013-2015, muchas gracias
por todo lo vivido les deseo lo mejor en su vida y en su carrera profesional un abrazo.
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por el apoyo económico que fue
otorgado durante el ciclo de la maestría y apoyarme para realizar mi estancia en España.
Al Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) por adoptarme y formarme como
profesionista, y permitirme ejercer profesionalmente el oficio más antiguo del hombre; la
agricultura (Génesis 2:15), y a todos los Doctores del departamento de ciencias en la
agroplásticultura, por sus clases impartidas, agradezco inmensamente al proyecto Fomix San
Luis Potosí “Generación de un modelo holístico para el manejo sustentable de cultivos
hortícolas semi-protegidos y protegidos en San Luis Potosí” clave; FMSLP-2013-C01-209337,
por la beca terminal que me otorgo.
Al Dr. Juan Plutarco Munguía López, por permitirme trabajar en el proyecto Fomix San Luis
Potosí “Generación de un modelo holístico para el manejo sustentable de cultivos hortícolas
semi-protegidos y protegidos en San Luis Potosí” clave; FMSLP-2013-C01-209337, que me ha
dejado mucho aprendizaje, por su apoyo y comprensión a lo largo de este proyecto. Agradecer
de igual manera a todos los que estuvieron involucrados en este proyecto como; MC. Eduardo
Treviño, MC. Adolfo Baylon Palomino, MC. Federico Cerna, Dr. Ossama Mounzer. Gracias
por la atención y consejos.
A Nancy Guadalupe Espinoza Pinales, Imelda Vargas Garcia y Gladys De los Santos, por su
ayuda y apoyo en los trámites correspondientes a lo largo de mi estancia en CIQA.
A mis sinodales Dr. Hugo Lira Saldívar, Dr. Marco Castillo Campohermoso, MC. Adolfo
Baylon Palomino, por su apoyo a lo largo de este proyecto y por su atención a la hora de
revisión del documento.
DEDICATORIA
Familia, amigos, y personales especiales en mi vida, no son nada más y nada menos
que un solo conjunto: seres queridos que suponen benefactores de importancia
inimaginable en mis circunstancias de humano. No podría sentirme más ameno con
la confianza puesta sobre mi persona, especialmente cuando he contado con su mejor
apoyo desde que tengo memoria.
Este nuevo logro es en gran parte gracias a ustedes; he logrado concluir con éxito un
proyecto que en un principio podría parecer tarea titánica e interminable. Quisiera
dedicar mi tesis a ustedes, personas de bien, seres que ofrecen amor, bienestar, y los
finos deleites de la vida.
Muchas gracias a aquellos seres queridos que siempre guardo en mi alma.
I
CONTENIDO
INDICE DE CUADROS ............................................................................................................................................ IV
INDICE DE FIGURAS ............................................................................................................................................... V
LISTA DE SÍMBOLOS PRINCIPALES ............................................................................................................... VII
RESUMEN................................................................................................................................................................... X
I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................... 1
II. JUSTIFICACIÓN ............................................................................................................................................... 3
III. OBJETIVOS E HIPOTESIS .............................................................................................................................. 4
III.1 OBJETIVO GENERAL ........................................................................................................................................ 4 III.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS. ................................................................................................................................ 4 III.3 HIPÓTESIS ......................................................................................................................................................... 4
IV. REVISIÓN DE LITERATURA. .............................................................................................................. 5
IV.1 HISTORIA SOBRE LA AGRICULTURA PROTEGIDA. ............................................................................................ 5 IV.2 DEFINICIÓN DE INVERNADERO. ........................................................................................................................ 6 IV.3 MANEJO DE CONDICIONES AMBIENTALES EN INVERNADERO. ........................................................................ 6
IV.3.1 Importancia de la luz para las plantas ...................................................................................................... 6 IV.3.2 Estrategias para aumentar y reducir luminosidad ................................................................................... 7 IV.3.3 Temperatura y humedad del suelo ............................................................................................................ 8 IV.3.4 Temperatura dentro del invernadero ...................................................................................................... 10 IV.3.5 Fotosíntesis y CO2 en invernadero. ......................................................................................................... 11
IV.4 IMPORTANCIA DE LA AGRICULTURA PROTEGIDA EN MÉXICO ...................................................................... 13 IV.5 ORIGEN DEL TOMATE .................................................................................................................................... 14 IV.6 TAXONOMÍA .................................................................................................................................................... 14 IV.7 DOMESTICACIÓN DEL TOMATE ...................................................................................................................... 15 IV.8 IMPORTANCIA DEL CULTIVO DE TOMATE EN EL MUNDO Y EN MÉXICO. ...................................................... 15 IV.9 REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS DEL CULTIVO DE TOMATE. ......................................................................... 18
IV.9.1 Temperatura ............................................................................................................................................ 18 IV.9.2 Humedad relativa en el cultivo de tomate............................................................................................... 19 IV.9.3 Radiación solar. ....................................................................................................................................... 21 IV.9.4 Déficit de presión de vapor (DPV). ......................................................................................................... 21
IV.10 CONSUMO DE AGUA POR EL CULTIVO DE TOMATE. ..................................................................................... 22 IV.11 PRODUCTIVIDAD DEL AGUA EN EL CULTIVO DE TOMATE ............................................................................ 22 IV.12 TIEMPO DE RIEGO ......................................................................................................................................... 23 IV.13 PROCESO DE LA EVAPOTRANSPIRACIÓN (ET). ............................................................................................ 23
IV.13.1 Evaporación. .......................................................................................................................................... 23 IV.13.2 Transpiración. ....................................................................................................................................... 25
IV.14 EVAPOTRANSPIRACIÓN Y SU IMPORTANCIA. ............................................................................................... 26 IV.15 EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO DE REFERENCIA (ETO). .................................................................. 27 IV.16 EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO BAJO CONDICIONES ESTÁNDAR (ETC) ........................................... 28 IV.17 EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO BAJO CONDICIONES NO ESTÁNDAR (ETC AJ). ................................ 28 IV.18 FACTORES QUE AFECTAN LA EVAPOTRANSPIRACIÓN (ET). ........................................................................ 29
IV.18.1 Factores climatológicos. ........................................................................................................................ 29 IV.18.2 Factores edáficos. .................................................................................................................................. 30 IV.18.3 Factores biológicos. ............................................................................................................................... 30
II
IV.18.4 Factores Fitotécnicos. ........................................................................................................................... 31 IV.19 RADIACIÓN NETA (RN). ................................................................................................................................ 32 IV.20 IMPORTANCIA DE LA RADIACIÓN NETA (RN) EN LA EVAPOTRANSPIRACIÓN .............................................. 32 IV.21 FLUJO DE CALOR EN EL SUELO (G). ............................................................................................................. 33 IV.22 MÉTODOS PARA CALCULAR LA EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA (ETO). ...................................... 34
IV.22.1 Métodos Directos. ................................................................................................................................. 35 IV.22.2 Métodos Indirectos. ............................................................................................................................... 35
IV.23 ECUACIÓN DE PENMAN-MONTEITH 1965. ................................................................................................... 36 IV.23.1 Resistencia de la cubierta vegetal (rcv). ................................................................................................. 38 IV.23.2 Resistencia aerodinámica (ra). .............................................................................................................. 39
IV.24 ECUACIÓN PENMAN-MONTEITH FAO. ........................................................................................................ 41 IV.25 EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA (ETO) ESTIMADA CON EL TANQUE EVAPORÍMETRO CLASE A... 42 IV.26 ESTIMACIÓN DEL COEFICIENTE DE CULTIVO .............................................................................................. 44 IV.27 COMPORTAMIENTO DEL COEFICIENTE DE CULTIVO (KC) .......................................................................... 45
V. MATERIALES Y METODOS ................................................................................................................... 46
V.1 LOCALIZACIÓN. ................................................................................................................................................ 46 V.2 CARACTERÍSTICAS DEL INVERNADERO. .......................................................................................................... 46 V.3 PRODUCCIÓN DE PLÁNTULA. ............................................................................................................................ 47 V.4 TRASPLANTE. ................................................................................................................................................... 48 V.5 CARACTERÍSTICAS DE LOS MATERIALES VEGETATIVOS................................................................................. 49
V.5.1 Gabriela. .................................................................................................................................................... 49 V.5.2 Gironda. .................................................................................................................................................... 50
V.6 FERTILIZACIÓN. ............................................................................................................................................... 50 V.7 RIEGOS. ............................................................................................................................................................ 50 V.8 CONTROL DE SALINIDAD Y PH. ........................................................................................................................ 51 V.9 PODAS Y TUTORADO. ........................................................................................................................................ 51 V.10 RALEO DE FRUTOS Y ELIMINACIÓN DE HOJAS. .............................................................................................. 52 V.11 POLINIZACIÓN. ............................................................................................................................................... 53 V.12 PLAGAS Y ENFERMEDADES............................................................................................................................. 53 V.13 COSECHA. ....................................................................................................................................................... 54 V.14 ANÁLISIS DE DATOS ........................................................................................................................................ 54
V.14.1 Sitio y diseño experimental. .................................................................................................................... 54 V.14.2 análisis estadístico para los datos de los dos híbridos............................................................................ 54 V14.3 análisis estadístico para los modelos 1 (P-M 1965), 2 (P-M FAO) y 3 (Clase A). ................................. 54
V.15 EQUIPO INSTALADO EN CAMPO. ..................................................................................................................... 55 V.15.1 Estación meteorológica. .......................................................................................................................... 55 V.15.2 Tanque evaporímetro clase A. ................................................................................................................ 55
V.16 VARIABLES EVALUADAS. ................................................................................................................................ 56 V.16.1 Variables fenométricas y fisiológicas. .................................................................................................... 56
Altura de planta (AP). ..................................................................................................................................................... 56 Diámetro de tallo (DIAM). .............................................................................................................................................. 56 Área foliar (AF). ............................................................................................................................................................... 57 Índice de área foliar (IAF). ............................................................................................................................................. 57 Potencial hídrico. ............................................................................................................................................................. 57
V.16.2 Variables de biomasa. ............................................................................................................................. 58 Peso seco de tallo (PST). .................................................................................................................................................. 58 Peso seco de hoja (PSH). .................................................................................................................................................. 58 Peso seco de fruto (PSF). ................................................................................................................................................. 58
V.16.4 Variables climáticas. ............................................................................................................................... 58
III
Radiación solar................................................................................................................................................................. 58 Temperatura y humedad relativa. .................................................................................................................................. 59 Velocidad y dirección del viento. .................................................................................................................................... 59
V.17 METODOLOGÍA PARA DETERMINAR LA EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA (ETO) PENMAN-
MONTEITH FAO. .................................................................................................................................................... 60 V.17.1 Calor latente de vaporización. ................................................................................................................ 60 V.17.2 Radiación neta (Rn). ............................................................................................................................... 61 V.17.3 Flujo de calor del suelo (G). ................................................................................................................... 63 V.17.4 Densidad media del aire a presión constante (ρa). ................................................................................ 64 V.17.5 Calor específico del aire (cp). .................................................................................................................. 64 V.17.6 Presión de vapor de saturación (es). ....................................................................................................... 64 V.17.7 Presión real de vapor (ea). ...................................................................................................................... 65 V.17.8 Déficit de presión de vapor (DPV). ......................................................................................................... 65 V.17.9 Pendiente de la curva de presión de saturación de vapor (Δ). ............................................................... 66 V.17.10 Constante psicométrica. ........................................................................................................................ 66 V.17.11 Presión atmosférica. ............................................................................................................................. 67 V.17.12 Resistencia de la cubierta vegetal (rcv). ................................................................................................ 67 V.17.13 Resistencia aerodinámica (ra). .............................................................................................................. 68
V.18 METODOLOGÍA PARA DETERMINAR LA EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA (ETO) CON EL TANQUE
EVAPORÍMETRO CLASE A. ...................................................................................................................................... 68 V.19 METODOLOGÍA PARA DETERMINAR LA EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA (ETO) CON LA ECUACIÓN
DE PENMAN-MONTEITH 1965. ................................................................................................................................ 70 V.19.1 Resistencia aerodinámica (ra). ................................................................................................................ 71 V.19.2 Resistencia de la cubierta vegetal (rcv). .................................................................................................. 73
V.20 RENDIMIENTO ................................................................................................................................................ 74 V.20.1 Rendimiento en peso por hibrido. ....................................................................................................................... 74
V.20.2 Rendimiento total en peso. ...................................................................................................................... 74
VI. RESULTADOS Y DISCUSION ............................................................................................................. 75
VI.1 VARIABLES FENOMÉTRICAS Y FISIOLÓGICAS. .............................................................................................. 75 VI.2 DIÁMETRO DE TALLO ..................................................................................................................................... 76 VI.3 ÁREA FOLIAR .................................................................................................................................................. 78 VI.4 ÍNDICE DE ÁREA FOLIAR ................................................................................................................................. 79 VI.5 LONGITUD DE TALLO ...................................................................................................................................... 81 VI.7 POTENCIAL HÍDRICO ...................................................................................................................................... 83 VI.6 BIOMASA ......................................................................................................................................................... 85 VI.8 VARIABLES CLIMÁTICAS ................................................................................................................................ 89 VI.9 RESULTADOS OBTENIDOS EN EL CULTIVO DE TOMATE BAJO INVERNADERO DE EVAPOTRANSPIRACIÓN DE
REFERENCIA (ETO), CON LOS MODELOS 1 (P-M 1965), 3 (CLASE A) Y 2 (P-M FAO). ........................................ 92 VI.12 RENDIMIENTO ............................................................................................................................................. 101 VI.13 USO EFICIENTE DEL AGUA. ......................................................................................................................... 103
VII. CONCLUSIONES .................................................................................................................................104
VIII. REFERENCIAS ....................................................................................................................................105
IV
INDICE DE CUADROS
CUADRO 1. PRODUCCIÓN DE TOMATE POR ESTADO AÑO 2012. SIAP-SAGARPA (2014). ........................................... 17 CUADRO 2. CLASIFICACIÓN DE MÉTODOS PARA ESTIMAR LA ET. ................................................................................. 36 CUADRO 3. VARIABLES FENOMETRICAS Y FISIOLÓGICAS DEL CULTIVO DE TOMATE BAJO CONDICIONES DE
INVERNADERO, GA = GABRIELA, GI = GIRONDA, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE, C.V = COEFICIENTE DE
VARIACIÓN. .......................................................................................................................................................... 76 CUADRO 4. POTENCIAL HÍDRICO EN LOS DOS HÍBRIDOS GA = GABRIELA Y GA = GIRONDA, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL
TRASPLANTE, C.V = COEFICIENTE DE VARIACIÓN. ............................................................................................... 84 CUADRO 5. VARIABLES DE BIOMASA EN CULTIVO DE TOMATE, GA= GABRIELA, GI= GIRONDA, PST= PESO SECO DE
TALLO, PSH= PESO SECO DE HOJA, PSF= PESO SECO DE FRUTO, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE, C.V =
COEFICIENTE DE VARIACIÓN. ................................................................................................................................ 86 CUADRO 6. PROMEDIOS MENSUALES DE LAS VARIABLES CLIMÁTICAS DURANTE TODO EL CICLO DE CULTIVO DE
TOMATE BAJO INVERNADERO CORRESPONDIENTES AL PERIODO DEL MES DE JULIO AL MES DE DICIEMBRE DEL
AÑO 2014, OBTENIDAS DE LA ESTACIÓN METEOROLÓGICA INSTALADA EN EL INVERNADERO DE TOMATE EN
RANCHO EXPERIMENTAL CIQA, T MAX = TEMPERATURA MÁXIMA, T MIN = TEMPERATURA MINIMA, T MED =
TEMPERATURA MEDIA, HR = HUMEDAD RELATIVA, DPV = DÉFICIT DE PRESIÓN DE VAPOR, RSGMED =
RADIACIÓN SOLAR GLOBAL MEDIA, RSGMAX = RADIACIÓN SOLAR MÁXIMA, RNMED = RADIACIÓN NETA MEDIA.
............................................................................................................................................................................. 89 CUADRO 7. TIEMPO DE RIEGO (MIN) EN EL CULTIVO DE TOMATE BAJO INVERNADERO, ETO = EVAPOTRANSPIRACIÓN
DE REFERENCIA, ETC = EVAPOTRANSPIRACIÓN DE CULTIVO, L/ÁREA = VOLUMEN DE AGUA. ........................... 100 CUADRO 8. RENDIMIENTO, GA = GABRIELA, GI = GIRONDA, DE TODO EL CICLO DE CULTIVO DE TOMATE BAJO
INVERNADERO CORRESPONDIENTES AL PERIODO DEL MES DE AGOSTO AL MES DE DICIEMBRE DEL AÑO 2014. . 101 CUADRO 9. USO EFICIENTE DEL AGUA EN EL CULTIVO DE TOMATE BAJO INVERNADERO. ........................................... 103
V
INDICE DE FIGURAS
FIGURA 1. SUPERFICIE, VOLUMEN DE PRODUCCIÓN Y COMERCIO ................................................................................. 17 FIGURA 2. REPRESENTACIÓN ESQUEMÁTICA DE UN ESTOMA (ALLEN ET AL., 2006). .................................................... 25 FIGURA 3. FACTORES QUE AFECTAN LA EVAPOTRANSPIRACIÓN DE REFERENCIA Y CONCEPTOS RELACIONADOS A ET
(ALLEN ET AL., 2006). .......................................................................................................................................... 26 FIGURA 4. EVAPOTRANSPIRACIÓN DEL CULTIVO DE REFERENCIA (ETO), BAJO CONDICIONES ESTÁNDAR (ETC) Y BAJO
CONDICIONES NO ESTÁNDAR (ETC AJ) (ALLEN ET AL, 2006). .............................................................................. 29 FIGURA 5. REPRESENTACIÓN SIMPLIFICADA DE LA RESISTENCIA DE LA CUBIERTA VEGETAL Y DE LA RESISTENCIA
AERODINÁMICA AL FLUJO DE VAPOR DE AGUA (ALLEN ET AL., 2006). ................................................................. 37 FIGURA 6. CARACTERÍSTICAS DEL CULTIVO HIPOTÉTICO DE REFERENCIA (ALLEN ET AL., 1998). ................................ 41 FIGURA 7. VISTA PANORÁMICA DEL CAMPO AGRÍCOLA EXPERIMENTAL (CIQA), EN RANCHO LAS ENCINAS RAMOS
ARIZPE EN EL ESTADO DE COAHUILA MUNICIPIO DE RAMOS ARIZPE. .................................................................. 46 FIGURA 8. INVERNADERO CON CORTINAS LATERALES Y CENITALES DE APERTURA MOTORIZADA A), EQUIPADO CON
CALEFACCIÓN B), PARED HÚMEDA Y EXTRACTORES C) Y EQUIPO DE FERTIRRIEGO D). ......................................... 47 FIGURA 9. PROCESO, PRODUCCIÓN DE PLÁNTULAS DE CRECIMIENTO INDETERMINADO DE LOS HÍBRIDOS GABRIELA Y
GIRONDA EN INVERNADERO DE PRODUCCIÓN DE PLÁNTULA. CIQA .................................................................... 48 FIGURA 10. TRASPLANTE DE PLÁNTULAS DE LOS HÍBRIDOS GABRIELA Y GIRONDA EN EL INVERNADERO CIQA, CAMPO
EXPERIMENTAL LAS ENCINAS RAMOS ARIZPE COAHUILA. .................................................................................. 49 FIGURA 11. PROGRAMADOR A), TORNILLO MICROMÉTRICO PARA LA MEDICIÓN DE LA EVAPORACIÓN DE TANQUE B) Y
TANQUE EVAPORÍMETRO CLASE A C). .................................................................................................................. 51 FIGURA 12. PODA A) Y TUTORADO TIPO HOLANDÉS A UN TALLO B), DURANTE TODO EL CICLO DEL CULTIVO DE
TOMATE. .............................................................................................................................................................. 52 FIGURA 13. RALEO DE FRUTOS A) Y ELIMINACIÓN DE HOJAS B), DURANTE TODO EL CICLO DEL CULTIVO DE TOMATE. 53 FIGURA 14. RECOLECCIÓN DE FRUTOS, CONTEO, PESO Y SELECCIONADO POR COLORES (RAYADO, ROSA Y ROJO). ...... 54 FIGURA 15. ESTACIÓN METEOROLÓGICA DENTRO DEL INVERNADERO DE TOMATE A) Y ESTACIÓN METEOROLÓGICA
FUERA DEL INVERNADERO B), EN CAMPO EXPERIMENTAL CIQA EN RANCHO LAS ENCINAS RAMOS ARIZPE
COAHUILA. ........................................................................................................................................................... 55 FIGURA 16. TANQUE EVAPORÍMETRO CLASE A, INSTALADO DENTRO DEL INVERNADERO EN RANCHO LAS ENCINAS
RAMOS ARIZPE COAHUILA. ................................................................................................................................. 56 FIGURA 17. EVOLUCIÓN DEL DIÁMETRO DE TALLO DE PLANTAS DE TOMATE, GA = GABRIELA, GI = GIRONDA, NS = NO
SIGNIFICATIVA, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE. ...................................................................................... 77 FIGURA 18. EVOLUCIÓN DEL ÁREA FOLIAR EN PLANTAS DE TOMATE, GA = GABRIELA, GI = GIRONDA, NS = NO
SIGNIFICATIVA, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE. ...................................................................................... 78 FIGURA 19. COMPORTAMIENTO DEL ÍNDICE DE ÁREA FOLIAR (IAF), DE LOS DOS HÍBRIDOS, GA = GABRIELA LAI 2200
( ), GI = GIRONDA LAI 2200 ( ), GA = GABRIELA ( ), GA = GIRONDA ( ), NS = NO
SIGNIFICATIVO, * = SIGNIFICANCIA, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE. ÍNDICE DE ÁREA FOLIAR CALCULADO
A PARTIR DE ÁREA FOLIAR DESTRUCTIVO. ............................................................................................................ 80 FIGURA 20. COMPORTAMIENTO DE LA LONGITUD DE TALLO DE TOMATE, GA = GABRIELA, GI = GIRONDA, NS = NO
SIGNIFICATIVA, * = SIGNIFICANCIA, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE. ....................................................... 82 FIGURA 21. COMPORTAMIENTO DEL POTENCIAL HÍDRICO EN EL CULTIVO DE TOMATE, GA = GABRIELA, GI =
GIRONDA, NS = NO SIGNIFICATIVO, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE. ........................................................ 85 FIGURA 22. ACUMULACIÓN DE MATERIA SECA DEL TALLO DE LA PLANTA DE TOMATE, GA = GABRIELA, GI =
GIRONDA, PST = PESO SECO DE TALLO, NS = NO SIGNIFICATIVO, * = SIGNIFICATIVO, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL
TRASPLANTE. ....................................................................................................................................................... 86 FIGURA 23. ACUMULACIÓN DE MATERIA SECA DE LA HOJA DE LA PLANTA DE TOMATE, GA = GABRIELA GI =
GIRONDA, PSH = PESO SECO DE HOJA, NS = NO SIGNIFICATIVA, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL TRASPLANTE. ............ 87 FIGURA 24. ACUMULACIÓN DE MATERIA SECA DEL FRUTO DE LA PLANTA DE TOMATE, GA = GABRIELA, GI =
GIRONDA, PSF = PESO SECO DE FRUTO, NS = NO SIGNIFICATIVO, * = SIGNIFICATIVO, DDT = DÍAS DESPUÉS DEL
TRASPLANTE. ....................................................................................................................................................... 87
VI
FIGURA 25. TEMPERATURA MEDIA Y HUMEDAD RELATIVA DEL CULTIVO DE TOMATE BAJO CONDICIONES DE
INVERNADERO DURANTE TODO EL CICLO VITAL DEL CULTIVO. ............................................................................ 90 FIGURA 26. CORRELACIÓN DE LOS MODELOS 1 (P-M 1965) VS 3 (CLASE A), R2 = COEFICIENTE DE DETERMINACIÓN, **
= ALTAMENTE SIGNIFICATIVO. ............................................................................................................................. 92 FIGURA 27. CORRELACIÓN DE LOS MODELOS 1 (P-M 1965) Y EL MODELO 3 (CLASE A) VS EL MODELO 2 (P-M FAO),
R2 = COEFICIENTE DE DETERMINACIÓN, ** = ALTAMENTE SIGNIFICATIVO. ........................................................... 93 FIGURA 28. TASA DE EVAPOTRANSPIRACIÓN DIARIA MEDIDA CON LA ECUACIÓN DE PENMAN-MONTEITH 1965 Y
PENMAN-MONTEITH FAO, DURANTE TODO EL CICLO DEL CULTIVO (JULIO-DICIEMBRE DEL 2014), EN EL CULTIVO
DE TOMATE BAJO CONDICIONES DE INVERNADERO. .............................................................................................. 95 FIGURA 29. TASA DE EVAPOTRANSPIRACIÓN DIARIA MEDIDA CON LA ECUACIÓN DE PENMAN-MONTEITH 1965,
PENMAN-MONTEITH FAO Y TANQUE EVAPORÍMETRO CLASE A, DURANTE TODO EL CICLO DEL CULTIVO (JULIO-
DICIEMBRE DEL 2014), EN EL CULTIVO DE TOMATE. ............................................................................................ 96 FIGURA 30. COMPORTAMIENTO DE LOS TRES MODELOS MEDIDOS EN EL CULTIVO DE TOMATE BAJO INVERNADERO
DURANTE EL CICLO DE PRODUCCIÓN. ................................................................................................................... 97 FIGURA 31. RENDIMIENTO DEL CULTIVO DE TOMATE, GA = GABRIELA, GA = GIRONDA. ......................................... 101
VII
LISTA DE SÍMBOLOS PRINCIPALES
Eo = Evaporación.
ET = Evapotranspiración.
ETo = Evapotranspiración de Referencia.
ETc = Evapotranspiración de cultivo.
HR = Humedad Relativa.
HRmed = Humedad relativa media.
HRmax Humedad relativa máxima.
HRmin = Humedad relativa mínima.
HRprom = Humedad relativa promedio.
DPV = Déficit de Presión de Vapor.
CC = Capacidad de Campo.
PMP = Punto de Marchitez Permanente.
rcv = Resistencia de la Cubierta Vegetal.
ra = Resistencia Aerodinámica.
Δ = Pendiente de la Curva de Presión de Vapor de Saturación.
Rn = Radiación Neta.
Rsw = radiación de onda corta.
Rlw = radiación de onda larga.
Gsc = Constante solar.
dr = Distancia relativa inversa Tierra-Sol.
ωs = Ángulo de radiación a la puesta del sol.
φ = Latitud.
δ = Declinación solar.
α = Albedo o coeficiente de reflexión.
λ = Calor latente de vaporización.
Z = Elevación sobre el nivel del mar.
VIII
ε = Cociente del peso molecular de vapor de agua /aire seco.
Rso = Radiación solar calculada para un día despejado.
Ra = Radiación extraterrestre.
σ = Constante de Stefan-Boltzmann.
JD = Numero del día del año (1 de enero al 31 de diciembre).
γ = Constante psicométrica.
P = Presión atmosférica.
Entorno = Distancia desde el tanque evaporímetro hasta el área de cultivo.
RSG = Radiación solar Global.
PAR = Radiación Fotosintéticamente Activa.
UV = Radiación Ultravioleta.
G = Flujo de Calor en el Suelo.
Cp = Calor Especifico del Aire.
s = Densidad Media del Aire.
es = Presión de vapor de Saturación del Aire.
ea = Presión Actual de Vapor de Agua.
= Constante Psicométrica.
U2 = Velocidad del Viento a 2 metros de altura.
Kc = Coeficiente de Cultivo.
Kp = Coeficiente de Tanque.
Ψ = Potencial Hídrico.
DDA = Día del Año.
RSinv = Radiación Solar Dentro del Invernadero.
RSext = Radiación Solar Medida en el Exterior.
tp = Transmisividad de la Cubierta.
Kc¡ = Coeficiente de Cultivo en el Momento.
GA = Gabriela.
GI = Gironda.
IX
AF = Área Foliar.
IAF = Índice de Área Foliar.
ALT = Altura del Cultivo.
DIAM = Diámetro de Tallo.
PSH = Peso Seco de la Hoja.
PST = Peso Seco de Tallo.
PSF = Peso Seco de Fruto.
ddt = Días Después del Trasplante.
Tmax = Temperatura Máxima.
Tmed = Temperatura Media.
Tmin = Temperatura Mínima.
X
Resumen
Un buen manejo del agua empieza por la determinación más correcta posible de las necesidades
de agua del cultivo. La ecuación de Penman-Monteith (1965), es utilizada y discutida en este
trabajo como el procedimiento que nos permite medir de la manera más precisa la ETo, dato
fundamental en las actividades agrícolas y en el manejo de los recursos hídricos, se comparó el
desarrollo de dos híbridos de tomate “Gabriela” y “Gironda”, para determinar su ETo y poder
tomarlo como un cultivo de referencia. Se llevaron a cabo mediciones de las siguientes variables,
radiación solar total, velocidad y dirección del viento, radiación neta, temperatura y humedad
relativa, con la ayuda de dos estaciones meteorológicas una dentro del invernadero y otra a la
intemperie, estas variables son indispensables para la ecuación original de Penman-Monteith
(1965), la cual fue modificada en este estudio, al calcular la resistencia aerodinámica (ra) y la
resistencia de la cubierta vegetal (rcv), en el cultivo de tomate, del cual se deriva el modelo 1 (P-
M 1965), obteniendo la ETo, durante todo el ciclo del cultivo que comprendió en los meses Julio-
Diciembre del año 2014, este modelo se comparó con otros dos modelos, el segundo modelo
consistía en calcular la ETo con la misma ecuación pero modificada por la FAO en 1998
tomando como referencia un pasto hipotético modelo 2 (P-M FAO) y el tercer modelo el tanque
evaporímetro clase A, modificando su coeficiente de tanque (Kp) modelo 3 (Clase A). Los
valores de ETo, fueron de 1.9, 6.2 y 3.3 mm/día (día Juliano 219), modelo 1-3 respectivamente
con un volumen de 19 m3/ha/día, 62 m3/ha/día y 33 m3/ha/día, de acuerdo al análisis de muestras
independientes de Wilcoxon, hay diferencia significativa en los modelos lo que nos indica que el
modelo 1 (P-M 1965) fue el más preciso, seguido del modelo 3 (Clase A) y por último el modelo
2 (P-M FAO), el modelo1 (P-M 1965) comparado con el modelo 2 (P-M FAO), obtuvo un
coeficiente de determinación r2 = 0.27**, por lo tanto el modelo 2 (P-M FAO), registro valores
de ETo muy altos, al comparar el modelo 2 (P-M FAO) con el modelo 3 (Clase A), se obtuvo un
coeficiente de determinación de 0.36**, siendo el modelo 2 (P-M FAO), el que registro los
valores más altos de ETo, al comparar los modelos 1 (P-M 1965) y el 3 (Clase A), se obtuvo un
coeficiente de determinación de 0.88**, lo cual los valores fueron muy similares entre los dos
modelos, por lo tanto ambos modelos pueden ser empleados en invernadero para calcular la ETo,
siendo más preciso el modelo 1 (P-M 1965), debido a las variables medidas, como ra y rcv,
logrando un ahorro del recurso agua considerable, los híbridos “Gabriela” y “Gironda” se
comportaron de una manera muy similar durante todo el desarrollo del cultivo, por lo tanto
XI
ambos híbridos pueden ser tomados como referencia para próximos trabajos, por su perfecta
adaptación a la región del semidesierto del norte de México con altos rendimientos.
Palabras clave: agricultura protegida, tomate, ecuación Penman-Monteith, evapotranspiración.
1
I. INTRODUCCIÓN
La superficie de riego en México prácticamente no ha crecido en los últimos cuarenta años y su
infraestructura presenta deterioro que provoca serias deficiencias en la conducción y uso. No
obstante, el 60% del valor de la producción se genera en las áreas de riego, en tanto que las de
temporal cada vez están más expuesta a los efectos del cambio climático (sequías, inundaciones,
heladas, entre otros), lo que representa una limitación natural para la productividad (SAGARPA,
2013). La poca disponibilidad de agua observada en algunas presas del país en los últimos años y
la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos hacen urgente el establecimiento de estrategias
para hacer un uso racional y eficiente de este recurso. El interés económico, social y ambiental
por el agua en los diferentes componentes del ciclo hidrológico para los diversos usos, se ha
acrecentado de manera acelerada tanto en los países desarrollados como en los países en
desarrollo. Uno de los usos relevantes, particularmente en las zonas semiáridas y áridas, se refiere
al sector agropecuario que consume más del 80% del agua dulce disponible a nivel mundial; así
mismo, en México se consume el 77.8% del agua que se extrae de ríos, lagos y acuíferos
(FAO/AQUASTAT, 2006; Becerra et al., 2004).
En México, debido al acelerado crecimiento de la población, y el desarrollo de sus diversas
actividades productivas, no se han considerado los límites potenciales de sus recursos hídricos,
estadísticas del INEGI (2011), revelan que la población en la década de los 90s era de 81
millones de habitantes, en el año 2000 era de 98 millones y en 2010 era de 112 millones,
aumentando en 1.8 % anualmente. Esta situación ha ocasionado problemas de escasez de agua en
diversas regiones de México, principalmente las semiáridas. A menudo las condiciones para la
planeación y control de las condiciones micro climáticas dentro de un invernadero están referidas
a lugares como Holanda y España, por lo tanto existe poca información de las necesidades
hídricas de los cultivos en las zonas semiáridas. Una estrategia ante este problema es la
optimización del riego mediante el cálculo de las necesidades hídricas para la programación de
riegos de cultivos. La programación del riego es un proceso de decisión orientado a determinar
las cantidades de agua por aplicar y las fechas de aplicación de cada riego, para minimizar
deficiencias o excesos de humedad en el suelo que pudieran causar efectos adversos en el
crecimiento, rendimiento y calidad de los cultivos.
2
La estimación de la evapotranspiración (ET) es el primero y el paso más importante hacia el
diseño, la planificación y la gestión de los diferentes sistemas de riego, sistemas de distribución
de agua, la aplicación de agua, y las prácticas de gestión del agua (Landras et al, 2008). El uso de
la ET de los cultivos es un componente básico del ciclo hidrológico, particularmente importante
en regiones áridas y semiáridas del mundo y en las áreas tropicales donde el riego suplementario
ha empezado a crecer. La ET es el proceso mediante el cual el agua es evaporada desde el suelo y
transpirada por la planta. Desde el punto de vista de la programación del riego, la ET es
primordial, tanto en lo que se refiere a la frecuencia de la aplicación, como la cantidad de agua a
aplicar (Gurovich, 1985).
El tomate en México es una de las hortalizas que generan más divisas para el país, es el principal
producto agroalimentario de exportación de México con un valor promedio anual de $899
millones de USD, Norteamérica es su principal mercado con el 95% (Estados Unidos y Canadá).
Es el principal cultivo en invernadero en México y el mundo (Steta, 2004; Calvin y Cook, 2005;
Cook y Calvin, 2005).
La necesidad de incrementar la producción hortícola en un contexto de escasa superficie
cultivable, climas adversos y agotamiento del recurso agua, ha llevado a considerar como opción
tecnológica la producción intensiva en invernaderos (Sánchez 2004). Uno de los principales
factores que afectan el rendimiento, es la aplicación oportuna y suficiente del riego, una mala
programación de riego también promueve la presencia de enfermedades y desórdenes fisiológicos
(Adams y Ho, 1993; Peet y Willits, 1995).
3
II. JUSTIFICACIÓN
En las últimas décadas, el recurso agua se ha convertido en un recurso cada vez más escaso
debido a la mayor demanda originada por el aumento de población y el desarrollo económico. La
grave situación que enfrenta la agricultura de las zonas áridas del norte de México debido a la
baja disponibilidad de agua, la paradoja del agua en México es que para el Sur del país está el 68
% de la escorrentía total; teniendo sólo el 23 % de la población y produciendo sólo el 14 % del
producto interno bruto (PIB) y para el Norte del país se encuentra el 32 % de la escorrentía total
teniendo el 77 % de la población y produciendo el 86 % del PIB (Sánchez et al., 2008).
El tomate (Solanum Lycopersicum.) es la hortaliza más importante en muchos países del mundo.
México exporta alrededor de 1.5 millones de toneladas anuales, que representan entre el 50 y
70% del volumen de producción. En 2012, el valor de las exportaciones alcanzó más de 22 mil
mdp, lo que genera divisas para el país, más sin embargo la poca disponibilidad de agua
observada en algunas presas del país en los últimos años y la sobreexplotación de los acuíferos
subterráneos hacen urgente el establecimiento de estrategias para hacer un uso racional y
eficiente de este recurso.
Ante este problema el uso de tecnologías como la agroplásticultura nos permiten hacer un uso
más eficiente del agua, al proveer condiciones favorables para el cultivo, por ende se modifican
algunos procesos como el de transpiración y evaporación, la medición dentro del invernadero de
las variables de radiación neta (Rn), resistencia aerodinámica (ra) y de la cubierta vegetal (rcv),
nos proporcionara una medición más exacta de la evapotranspiración (ET), lo cual es un
componente primordial, tanto en lo que se refiere a la frecuencia de aplicación como la cantidad
de agua a aplicar en el invernadero (Gurovich, 1985).
4
III. OBJETIVOS E HIPOTESIS
III.1 Objetivo General
Evaluación de dos modelos para estimar la evapotranspiración de referencia (ETo), en dos
híbridos de tomate “Gabriela” y “Gironda” bajo condiciones de invernadero, comparándolos con
el modelo Penman-Monteith FAO.
III.2 Objetivos Específicos.
Comparar el modelo Penman-Monteith FAO con el modelo Penman-Monteith 1965.
Comparar el modelo Penman-Monteith FAO con el modelo Clase A.
Determinar la radiación neta (Rn), la resistencia aerodinámica (ra) y la resistencia de la cubierta
vegetal (rcv), para el cultivo de tomate en condiciones de invernadero para el cálculo de la
evapotranspiración de referencia (ETo), para la ecuación Penman-Monteith 1965.
Determinar los valores del coeficiente de tanque (Kp), para las condiciones de invernadero.
Evaluación de dos híbridos “Gabriela” y “Gironda”, para determinar la evapotranspiración de
referencia (ETo), bajo condiciones de invernadero.
III.3 Hipótesis
La evapotranspiración de referencia (ETo) será igual para los tres modelos y dos híbridos
evaluados.
5
IV. REVISIÓN DE LITERATURA.
IV.1 Historia sobre la agricultura protegida.
Los primeros intentos de la humanidad para proteger los cultivos de la intemperie de la que se
tiene noticias datan del Imperio Romano, según (Wittwer 1995). Estos consistían en banquetas
móviles de pepinos, otros cultivos hortícolas, colocadas en el exterior en los días soleados y en el
interior con condiciones atmosféricas más desfavorables. Dichas banquetas se cubrían con
láminas de mica o alabastro que hacían la función de cubierta. Parece ser que esta práctica
desaparece con el declive del imperio romano y no es hasta las postrimerías del siglo XV en que
aparecen los primeros precursores de los invernaderos, inicialmente en Inglaterra, Holanda,
Francia, Japón y China. Se tratan en un principio de cajones de madera o bambú, cubiertos por
una protección (laminada o campana) de vidrio, cultivándose una amplia variedad de verduras de
pequeños frutos.
Durante el siglo XVII ya se encuentran recintos que pueden considerarse propiamente
invernaderos pero que tienen únicamente un frontal de vidrio en forma de techo inclinado. En el
siguiente siglo existen construcciones con paredes laterales y frontal de vidrio y hacia finales del
siglo XVIII ya se dispone de toda la estructura de vidrio. Los países precursores son
principalmente Inglaterra, Holanda, Francia y en los países escandinavos hacia finales del siglo
XIX la producción comercial de cultivos se había establecido. (Antón 2004).
Hace 500 años se inició el uso de la calefacción en los invernaderos. A finales del siglo XV y
durante el XVI se usan hogueras de carbono en el suelo del invernadero. En el siglo XVII
aparecen las primeras estufas. El XVIII trae las primeras estufas con chimeneas que atraviesan el
invernadero repartiendo calor, a partir del siglo XIX se utilizan las calderas con agua caliente y
que usan como combustible carbón, hasta en nuestros días en el combustible ha sido sustituido
por gas-oíl o gas. (Vanden Mijzenberg 1980).
En 1960 Holanda tenía la mayor concentración de invernaderos con cubierta de vidrio (5,000-
6,000 ha). El desarrollo de estructuras de forzado e invernaderos pronto se expande desde Europa
6
a América. Y a partir de los años 50 comienza la expansión, principalmente en Asia y el área
Mediterránea de invernaderos con cubierta de plástico y en principio no calefactados. Los
cultivos que se realizan fundamentalmente comestibles, concentrándose en el norte de Europa los
cultivos de tipo ornamental. Actualmente, sin embargo, ha comenzado una expansión de la
floricultura también en el área Mediterránea especialmente debida a la ampliación de más
tecnología.
IV.2 Definición de invernadero.
Es una construcción agrícola de estructura metálica o madera, usada para la protección de
plantas, con cubierta de película plástica traslucida que no permite el paso de la lluvia al interior
y que tiene por objetivo producción y la simulación de las condiciones climáticas más adecuadas
para el crecimiento y desarrollo de las plantas cultivadas establecidas en su interior. El grado de
modificación climática va a depender del nivel tecnológico de los materiales empleados en su
construcción y de los equipos complementarios de climatización, calefacción, humidificación,
ventilación, abonado carbónico, iluminación artificial, etc. Esta modificación climática permite
obtener cosechas tempranas, aumentar rendimientos, cultivar fuera de época y un ahorro del
recurso agua considerable, el proceso de ET dentro del invernadero, es más fácil manipularlo, ya
que controlamos en cierta medida el riego, la humedad relativa, la radiación, la velocidad del
viento, la temperatura y la transpiración de la cubierta vegetal. En los últimos años se ha
producido una expansión de la superficie protegida, acolchados, túneles, invernaderos, a causa de
la demanda por parte del consumidor de los países desarrollados de productos frescos y
económicos a lo largo de todo el año (Antón 2004).
IV.3 Manejo de condiciones ambientales en invernadero.
IV.3.1 Importancia de la luz para las plantas
Cada especie vegetal requiere de una cantidad específica de radiación luminosa para
desarrollar la fotosíntesis y expresar su potencial productivo. Dentro de un invernadero una
cantidad excesiva de luz traerá como consecuencia temperaturas altas y baja humedad relativa, lo
7
que ocasiona un aumentando en la transpiración de las plantas y el consumo de agua. La cantidad
de iluminación, dentro de los invernaderos se pueden manejar empleando mallas sombra y
pantallas aluminizadas en lugares donde la radiación supera los 40,000 Lx, lo cual ocasiona un
estrés hídrico en la planta (Martínez, 2002).
IV.3.2 Estrategias para aumentar y reducir luminosidad
La luz promueve la apertura de estomas para que los procesos fotosintéticos dependientes
de la luz puedan ocurrir. En la mayoría de las plantas, los estomas cierran en la obscuridad, sin
embargo, los bajos niveles de luminosidad al amanecer pueden inducir la apertura de los estomas
para que el bióxido de carbono está disponible para la fotosíntesis tan pronto como la luz del sol
alcanza las hojas de las plantas. Los estomas son especialmente sensitivos a la luz azul,
predominante al amanecer. La luminosidad dentro de un invernadero debe regularse en función
de las necesidades de luz de los cultivos presentes en su interior. La intensidad fotosintética de la
mayoría de las hojas aumenta con la intensidad de luz hasta un punto de saturación en la que ya
no tiene influencia positiva y se hace independiente de la cantidad de luz. Así mismo existen
especies en las cuales la actividad fotosintética disminuye al aumentar la cantidad de luz. La
respuesta de la fotosíntesis a la luz está influenciada por otros factores ambientales, por ejemplo
la temperatura y las concentraciones de CO2 varían con el desarrollo de la planta. Las diferentes
hojas de una planta presentan intensidades netas de fotosíntesis diferentes no solo en la posición
de la hoja sobre la planta sino en relación con la edad, en parte es una consecuencia del cambio
de exposición a la luz. En el tomate la intensidad máxima de fotosíntesis neta disminuye
rápidamente con la edad de la hoja (Alpi y Tognoni, 1991). La reducción de la intensidad y
cantidad de luz dentro de los invernaderos se puede realizar mediante varios mecanismos de
sombreo, como uso de cubiertas lechosas y opacas, encalado de la cubierta, uso de mallas
sombra, uso de pantallas térmicas y uso de cortinas negras. Las mallas sombra pueden usarse
como protección directa, mediante la construcción de casas sombra o emplearse sobre la cubierta
para reflejar y retener un determinado porcentaje de luz sin aumentar la temperatura. Si la malla
sombra se coloca por debajo de la cubierta del invernadero disminuye luminosidad pero aumenta
la temperatura, esta condición puede resultar benéfica en invierno. Existen mallas sombra de
diferentes colores; blanco, negro, verde, azul, cuyo efecto en el aumento de la temperatura es
8
diferencial. Las pantallas térmicas son cubiertas de aluminio que reflejan una parte de la energía
solar y permiten que un porcentaje entre al invernadero. Al igual que las mallas sombra, las
pantallas pueden colocarse por debajo de la cubierta o en el exterior con las mismas
consecuencias (Martínez, 2002).
IV.3.3 Temperatura y humedad del suelo
La temperatura del suelo influye sobre los procesos de crecimiento y desarrollo de los
cultivos, el tiempo de germinación es mayor a bajas temperaturas y el crecimiento de las
plántulas también es más lento cuando el suelo es frio. La distribución de las raíces también se
modifica con la temperatura del suelo, en el cultivo de tomate las raíces se localizan
superficialmente en suelos fríos y profundizan más en suelos a mayor temperatura, lo que permite
un mejor aprovechamiento del agua y los nutrientes del suelo. Otros procesos que responden a la
temperatura de las raíces son la fijación simbiótica de nitrógeno y la fotosíntesis. A bajas
temperaturas del suelo, también la transpiración puede estar limitada debido a un aumento de la
viscosidad del agua. La mineralización de la materia orgánica y la respiración del suelo dependen
directamente de su temperatura, Munguía et al. (2004) encontraron en un cultivo de melón bajo
acolchado plástico que la temperatura media del suelo y del dosel vegetal fueron mayores que en
el suelo desnudo. Asimismo, la radiación neta y el flujo de calor latente y sensible fueron también
mayores, lo que produjo precocidad en el desarrollo del cultivo.
Entre las tecnologías que permiten mejorar la temperatura y humedad del suelo, el uso de
acolchado de suelo, surge como una buena alternativa, porque además de aumentar el
rendimiento, adelantar la cosecha y mejorar la calidad del producto, permite un ahorro
significativo de agua, factor que cada vez es más escaso.
Un acolchado es cualquier cobertura del suelo que actúa como barrera a la transferencia de calor
o vapor de agua. Otra función de algunos acolchados (estos vegetales fundamentalmente) es
proteger al suelo contra la erosión. Algunos tipos de acolchados pueden ser; restos de malas
hierbas, paja y restos de cosecha, acolchados artificiales (plástico, grava o arena, subproductos de
la industria) (Turney y Menge, 1994).
9
Se han realizado numerosos estudios para determinar la influencia del acolchado en la
evaporación de agua desde el suelo y en su contenido de humedad (Cook et al., 2006;
Ramakrishna et al., 2006; Yang et al., 2006). El acolchado debilita la intensidad del intercambio
turbulento entre la atmósfera y el agua del suelo, lo que reduce su evaporación (Dong y Qian,
2002). Turney y Menge (1994) concluyen que el acolchado favorece la conservación de la
humedad del suelo, disminuye la escorrentía superficial y la erosión del suelo y aumenta la
permeabilidad y la capacidad de retención de agua del suelo. Tiwari et al. (1998) muestran la
utilidad del acolchado en combinación con el riego por goteo en la conservación de la humedad
del suelo. Estas técnicas de conservación de agua en el suelo reducen el estrés hídrico entre riegos
y pueden permitir un aumento de los intervalos entre riegos sin afectar a la producción del cultivo
(Baxter, 1970). Los resultados de Zhang et al. (2008) muestran que la aplicación de acolchados
aumenta significativamente la humedad del suelo en la capa superficial (0-5 cm) en comparación
con el suelo desnudo. Chaudhry et al. (2004) indican que la tasa de infiltración de agua en el
suelo cubierto con diferentes tipos de acolchados permeables llega a aumentar en un 30% en
comparación con el suelo desnudo.
Con el acolchado plástico se forma una barrera impermeable al flujo de vapor de agua que
cambia el modelo de flujo de calor y de evaporación de agua (Tripathi y Katiyar, 1984). Este
sistema afecta directamente al microclima alrededor de la planta, así como a otros parámetros
como la humedad, la temperatura, la rugosidad, la resistencia aerodinámica y el albedo de la
superficie del suelo (Tarara y Ham, 1999) lo que resulta en una mayor uniformidad de la
humedad del suelo y en la reducción de las necesidades de agua de riego para los cultivos en
zonas con alta demanda evaporativa.
Haddad y Villagrán (1988), afirman que con el uso de acolchado plástico se logró distanciar los
riegos a una vez cada quince días, en lugares donde se regaba dos veces por semana. Por otra
parte, los plásticos oscuros, al impedir el desarrollo de malezas al no dejar pasar luz para que
realicen su proceso de fotosíntesis, se ahorra también el agua que éstas pudieran consumir.
(Robledo y Martin, 1988). En un suelo acolchado la evaporación directa de agua desde la
superficie del suelo es baja, y la transpiración representa la vía fundamental de pérdida de agua
del suelo (Hou et al., 2010).
10
Tolk et al. (1999) encontraron valores más altos del índice de área foliar (IAF) en cultivos con
acolchado plástico que en los mismos cultivos en suelo desnudo. Este resultado lo explican por la
mayor humedad en el suelo acolchado que se emplea principalmente en transpiración y por
consiguiente en un mayor crecimiento de las plantas. El aumento de la transpiración total
aumenta la producción de biomasa y el rendimiento del cultivo y mejora también la eficiencia del
uso del agua. Allen et al. (1998) indican que el acolchado plástico reduce substancialmente la
evaporación de agua y que, asociada a esta reducción, se produce un incremento en la
transpiración causado por la transferencia de calor sensible y radiante desde la superficie plástica
hacia la vegetación adyacente. Los resultados de Kadayifci et al. (2004) indican que el acolchado
redujo la ET de un cultivo de lechuga en comparación con el suelo desnudo debido a la
eliminación de la evaporación. Dicha eliminación aumenta el agua disponible para la
transpiración, de tal manera que la misma aumentó un 35% en el suelo acolchado respecto a la
del suelo desnudo. García (2008) concluye que el acolchado plástico aumenta la conductancia
estomática, transpiración y fotosíntesis de un cultivo de pimiento en un 49, 34 y 20%,
respectivamente, respecto a los valores medidos en suelo desnudo.
Schales, (1994) probó acolchados de polietileno negro, transparente, coextruido blanco/negro,
verde de transmisión infrarroja y fotodegradables en un cultivo de melón, encontrando que con
polietileno coextruido blanco/negro, con la superficie negra en contacto con el suelo, se obtuvo el
mayor rendimiento total. La mayor precocidad se obtuvo también con coextruido blanco/negro y
con polietileno verde de transmisión infrarroja, que superaron incluso al transparente.
IV.3.4 Temperatura dentro del invernadero
Durante el día la temperatura de las hojas de las plantas como consecuencia de la absorción
de la energía radiante del sol, puede llegar a ser unos grados más elevada que la del medio
ambiente, situación que provoca mayor consumo de agua para enfriar las células y como
consecuencia se presenta una mayor transpiración, por lo que se introducen mayor cantidad de
nutrientes a su sistema de circulación y fotosintético. Las radiaciones más importantes para la
temperatura dentro de un invernadero, son las infrarrojas cortas que pasan a través de los
materiales de recubrimiento y son absorbidas por las plantas, por el terreno y por los otros
11
materiales presentes en el invernadero, aumentando la temperatura interna e irradiando calor que
calienta el aire que está en contacto con dichos materiales (Bastida, 2006).
Dentro del invernadero el calor del aire se mueve por convección y produce la transmisión del
calor de un punto a otro, mediante desplazamiento de las partes con temperaturas altas a las zonas
con temperaturas bajas. Sin embargo los gases calientes son más ligeros y tienden a elevarse por
arriba de los gases de menos calientes. Esto implica que dentro de un invernadero el aire caliente
tiende a concentrarse en la parte alta y salir por las ventanas cenitales.
En el interior de los invernaderos se registra un gradiente de temperatura que varía de un mínimo
en la parte baja a un máximo en el techo. En la parte superior del invernadero el aire caliente
tiende a salir por efecto de una mayor presión, mientras que en la parte baja el aire frio tiende a
entrar como consecuencia de la depresión que se forma al elevarse el aire caliente.
IV.3.5 Fotosíntesis y CO2 en invernadero.
La radiación fotosintéticamente activa (PAR) interceptada por los cultivos, como fuente de
la fotosíntesis, es uno de los principales determinantes de la producción. En el invernadero este
factor depende de:
La transmisión de radiación a través de la cubierta es un parámetro sujeto a las variaciones de la
posición solar que modifican el ángulo de incidencia de la radiación sobre la cubierta a lo largo
del día y de la estación anual. La adecuación de la geometría de cubierta para mejorar el ángulo
de incidencia de la radiación es una estrategia que permite el aprovechamiento de la radiación
disponible.
La tasa de asimilación de CO2 se refiere a la velocidad de fijación de carbono en cada m2 de
superficie. Sirve como un indicador para conocer qué tan eficiente está siendo la planta para
producir metería seca, (nuevos órganos) y seguir creciendo.
Es el proceso mediante el cual las plantas usan la energía solar para transformar los nutrimentos
del suelo, el aire y el agua en azucares que les sirven para realizar sus actividades metabólicas.
12
Para esta actividad se requiere de la presencia de clorofila, sustancia presente principalmente en
las hojas; aunque se encuentra en otros órganos de color verde.
La concentración de CO2 en el invernadero, también juega un papel fundamental en la tasa de
asimilación del mismo, su efecto se puede ver con claridad. Normalmente en el ambiente hay una
concentración de CO2 de alrededor de 300 ppm, aunque esta concentración es menor dentro del
invernadero debido al consumo y limitaciones en ventilación (Lorenza y Sánchez, 2004). Por ello
es vital que se cuente con una buena área de ventilación, que favorezca las tasas de renovación de
aire. Estas concentraciones más bajas de CO2 se deben básicamente a que gran parte del carbono
atmosférico es fijado por las plantas, además de que cuando la estructura no esté bien ventilada,
el carbono capturado no es repuesto como normalmente ocurre en los sistemas a campo abierto.
Por ello, es muy importante, sobre todo durante el día, que es cuando se presenta la fotosíntesis,
que el invernadero tenga una constante renovación de aire, esto se logra propiciando un flujo de
viento continuo (pero no excesivo), mediante la apertura de cortinas y/o ventanas cenitales o
laterales. Meyer et al., (1972); Jarvis y Mansfield, (1981); Ortega, (1993); mencionan que la
concentración de CO2, afecta sensiblemente la apertura y cierre estomático. Devlin, (1980);
señala que los estomas son muy sensibles a los cambios en la concentración de CO2 abriéndose
estos ante bajos niveles de CO2 en los espacios intercelulares y cerrándose ante grandes
concentraciones. Manfield, (1965), menciona que incluso puede lograrse un cierre de los estomas
con solo echar el aliento sobre la hoja.
La concentración de CO2 juega un papel tan importante que incluso, en sistema de producción de
tomate de alta tecnología, se usa como una práctica de manejo el enriquecimiento atmosférico
con anhidro carbónico. Esta actividad no suele realizarse para invernaderos de baja tecnología o
de tecnología intermedia, pues la inversión suele ser muy elevada y no se justifica si el precio del
producto no es muy alto.
En ocasiones durante el invierno es necesario cerrar las ventanas del invernadero durante la tarde
para acumular calor y para proteger al cultivo de las bajas temperaturas nocturnas. No obstante,
esta práctica limita el flujo de aire y recuperación de CO2 durante el día. Sin embargo, en
ausencia de calefacción en ocasiones no hay otra opción para salvar a la planta de una helada. Por
13
ello es importante que en la mañana, cuando ha salido el sol y el invernadero comienza a
calentarse, se estimula la ventilación. La hora oportuna para abrir o cerrar las ventanas depende
de la época del año y de las condiciones climáticas de la zona. Por ello es importante llevar un
monitoreo constante tanto de las temperaturas del interior del invernadero como del exterior y de
ser posible de la concentración de CO2 en el interior del invernadero. En los invernaderos de
tecnología intermedia, el criterio general es que en el momento en que la temperatura exterior
llegue a 10 o 12 °C se inicie la apertura de las ventanas a una tercera parte de su apertura. Al
realizar esta actividad se inicia la ventilación del invernadero y se evacua el exceso de humedad
del interior, lo cual favorece al proceso de transpiración.
IV.4 Importancia de la agricultura protegida en México
La agricultura protegida es aquella que se realiza bajo métodos de producción que ayudan a
ejercer determinado grado de control sobre los diversos factores del medio ambiente. Permitiendo
con ello minimizar las restricciones que las malas condiciones climáticas ocasionan en los
cultivos, la producción bajo invernadero incrementa de hasta 5 veces la producción con relación a
campo abierto (tomate: 70 ton/ha vs 350 ton/ha con agricultura protegida). Produciendo todo el
año, es posible aprovechar las ventanas de mercado para obtener precios competitivos, ahorro de
agua promedio de 50%. En tomate el ahorro es de hasta 77% (en campo abierto se utilizan 89
litros por kilo producido y en hidroponía 20 L) (SAGARPA, 2012).
En el país existen alrededor de 20 mil hectáreas bajo agricultura protegida de las cuales
aproximadamente 12 mil ha son invernaderos y las otras 8 mil ha corresponden a malla sombra y
macrotúnel, el 50% de la superficie con agricultura protegida se concentra en cuatro estados:
Sinaloa (22%), baja california sur (12%) y Jalisco (10%). Los principales cultivos que se
producen bajo agricultura protegida son el tomate (70%), pimiento (16%), pepino (10%).
(SAGARPA, 2012), siendo el tomate la hortaliza más importante por su superficie sembrada y
por sus divisas generadas, una gran parte de investigaciones se han hecho con el fin de aumentar
su rendimiento, hacerlo resistente a bajas temperaturas, plagas y enfermedades, produciendo
híbridos más fuertes, destacando los híbridos Gabriela y Gironda, por sus características
excepcionales, son plantas de porte indeterminado, fuertes y vigorosas su fruto es tipo bola, su
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potencial de rendimiento es excelente y la calidad del fruto es excepcional. Se adaptan bien a
diversas condiciones climatológicas (Primavera-verano Gabriela) y (Otoño-invierno Gironda), se
pueden producir a campo abierto y bajo invernadero, son resistentes a Verticillium, Fusarium,
Nematodos y el Virus del mosaico.
IV.5 Origen del tomate
El tomate (Solanum lycopersicum) es una planta dicotiledónea perteneciente a la familia de
las Solanáceas. El centro de origen del genero lycopersicum es la región andina que hoy
comparten Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. En la actualidad todavía crecen silvestres
las diversas especies del género en algunas de esas zonas (Esquinas y Nuez, 2001; Rodríguez et
al., 2001). Fue llevado por los distintos pobladores de un extremo a otro, extendiéndose por todo
el continente (Rodríguez et al., 2001).
IV.6 Taxonomía
Reino: Plantae.
Subreino: Tracheobionta.
División: Magnoliophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Subclase: Asteridae.
Orden: Solanales.
Familia: Solanáceae.
Género: Solanum.
Especie: lycopersicum.
Nombre binomial: Solanum lycopersicum.
15
IV.7 Domesticación del tomate
El centro de domesticación del tomate ha sido controvertido; sin embargo, se cree que el origen
de su domesticación es México, porque existe mayor similitud entre cultivares Europeos y los
silvestres de México que con los de la zona andina. A la llegada de los españoles a América el
tomate estaba integrado a la cultura azteca. Además el nombre moderno tiene su origen en la
lengua náhuatl de México donde se le llamaba “tomatl” (Esquinas y Nuez, 2001, Rodríguez et al.,
2001).
Actualmente en el centro del país sigue utilizándose mayoritariamente la palabra jitomate quizás
porque los aztecas lo nombraban “xic-tomatl”, para aludir al fruto de Solanum lycopersicum
(Cruces 1990). Además, no ocurre esto en otras partes del país y del mundo. Los españoles y
portugueses difundieron al tomate por todo el mundo a través de sus colonias ultramarinas,
posteriormente contribuyeron a ello otras potencias y países (Esquinas y Nuez, 2001).
La planta es potencialmente perenne y muy sensible a las heladas, lo que determina su ciclo
anual, de distinta duración según la variedad (Rodríguez et al., 2001).
Se desarrolla bien en un amplio rango de latitudes, tipos de suelos, temperaturas, métodos de
cultivo y es moderadamente tolerante a la salinidad (Chamarro, 2001).
IV.8 Importancia del cultivo de tomate en el mundo y en México.
El tomate es uno de los cultivos hortícolas más redituables en el mundo (Hilhorst et al., 1998).
México está considerado a nivel mundial como el centro más importante de domesticación del
tomate. Esta hortaliza fue llevada a Europa en 1554, empezando a comercializarse en Estados
unidos hacia el año de 1835 (Ojo de Agua, 2007).
La producción mundial en 2010 fue de 124,548,597 toneladas, concentrándose en cuatro países:
China (33.63%), Estados Unidos (10.36%), India (9.62%) y Turquía (8.07%). México ocupo el
décimo lugar con una producción correspondiente al 2.41% del volumen total mundial
(FAOSTAT, 2011). La superficie cosechada en el mundo ha tenido modificaciones, en este
16
sentido, China ha incrementado su producción y superficie plantada; por el contrario, México ha
incrementado su producción y disminuido la superficie cosechada (FA0, 2011).
En México el tomate es considerado como la segunda especie hortícola más importante por la
superficie sembrada y como la primera por su valor de producción. A esta hortaliza se le
encuentra en los mercados durante todo el año, y se le consume tanto en fresco como procesado,
siendo una fuente rica en vitaminas y minerales (Ojo de Agua, 2007).
En México, el tomate es el cultivo hortícola de mayor importancia económica y social, por la
superficie sembrada, el volumen en el mercado nacional, y las divisas generadas. Su popularidad
se debe al aceptable sabor y su relativa facilidad para ser cultivado (Cruz, 2007). Además su
cultivo tiene las siguientes ventajas: genera empleo, debido a que requiere mucha mano de obra
desde la siembra hasta el empaque; estimula el empleo urbano proporcionando oportunidades de
negocios en aspectos como manufactura, venta de agroquímicos, maquinaria y equipo, se necesita
semilla de calidad, su exportación va en aumento, lo mismo que los precios pagados a los
productores, generando importantes cantidades de divisas; mejora la nutrición de los
consumidores, es muy versátil en su uso porque se puede consumir en fresco, cocinando, frito y
procesado industrialmente en conservas, salsas, jugos y en polvo (Cruz, 2007).
Los principales estados productores de tomate a campo abierto son Sonora, Sinaloa, Baja
California, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Morelos y San Luis Potosí
(Mondragón, 2013) (Cuadro 1), y los principales en producción en invernadero son Sonora, Baja
California y Michoacán (SIAP, 2013).
En el año 2012 el tomate generó en nuestro país 13,146 mdp, el 3.2% del valor total del sector
agrícola y participó con el 0.3% de la superficie sembrada nacional (más de 50 mil hectáreas), la
cual ha disminuido a una tasa promedio anual de 3.5% entre 2007 y 2012. Sin embargo, en vista
del incremento en el rendimiento, que pasó de 37.4 ton/ha a 51.4 ton/ha en este periodo, la
producción alcanzó en 2012 una cifra récord de 2.8 millones de toneladas SIAP-SAGARPA
(2014)
17
El país exporta alrededor de 1.5 millones de toneladas anuales, que representan entre el 50 y 70%
del volumen de producción. En 2012, el valor de las exportaciones alcanzó más de 22 mil mdp y
para 2013 se estima que alcanzó los 23 mil mdp (Figura 1). El precio de esta hortaliza depende de
la estacionalidad de la producción y de las condiciones climáticas, aunque este riesgo se atenúa
en vista de que más del 90% del volumen de producción se obtiene mediante riego.
Cuadro 1. Producción de tomate por estado año 2012. SIAP-SAGARPA (2014).
Estado Volumen Valor
Miles de toneladas Participación Mdp participación
Sinaloa 1,039.4 36.6% 3,070.4 23.4%
Baja california 189.6 6.7% 1,475.9 11.2%
Michoacán 171.0 6.0% 522.7 4.0%
Jalisco 156.7 5.5% 1,152.3 8.8%
Zacatecas 139.1 4.9% 670.1 5.1%
Baja california sur 106.9 3.8% 720.8 5.5%
Resto del país 1,035.7 36.5% 5,534.3 42.1%
Total Nacional 2,838.4 100% 13,146.4 100%
En Coahuila la superficie sembrada con el cultivo de tomate fue de 455 hectáreas, con una
producción de 44,418.79 toneladas, dando un valor de producción de $ 444,187,900.00 (SIAP,
2013).
Figura 1. Superficie, volumen de producción y
comercio
Sup. Cosechada volumen producción
Sup siniestrada exportaciones
18
En el municipio de Saltillo la superficie sembrada con el cultivo de tomate fue de 36 hectáreas,
con una producción de 3,378.79 toneladas, dando un valor de producción de $ 33,787,900.00
(SIAP, 2013).
IV.9 Requerimientos climáticos del cultivo de tomate.
El género lycopersicum es un cultivo de estación cálida, tolerante al calor y a la sequía y sensible
a las heladas. Debido a que no es tan exigente en las condiciones climáticas es cultivada en una
extensa gama de condiciones climáticas, siendo así que prospera mejor en climas secos con
temperaturas moderadas (Escalona, et al., 2009).
IV.9.1 Temperatura
La temperatura influye considerablemente sobre la magnitud de la fuerza motriz para el
movimiento del agua fuera de la planta, más que tener un efecto directo sobre los estomas,
conforme la temperatura sube, la capacidad del aire para retener humedad se incrementa de forma
considerable. La cantidad de agua no cambia, pero si la capacidad del aire para retenerla, debido
a que el aire caliente puede retener más cantidad de agua, su HR es menor y es un aire más seco,
en el caso opuesto, ya que el aire frío tiene una menor capacidad de retención de humedad, su HR
es mayor y es por lo tanto un aire más húmedo. Es decir, conteniendo la misma cantidad de agua,
un aire caliente es más seco que un aire frío. Por lo tanto, el aire caliente aumenta la fuerza motriz
para la transpiración y el aire frío la disminuye.
El desarrollo óptimo del cultivo de tomate oscila en una temperatura entre los 20-25°C durante el
día y 12-15°C durante la noche, ya que a temperaturas superiores o inferiores a estos rangos
afecta el desarrollo de la planta provocando mala fecundación. Niveles superiores a 30°C afectan
la fructificación, el desarrollo general de la planta y raíces, y por niveles inferiores a 12°C origina
problemas en el desarrollo de la planta (Paredes, 2009).
La temperatura es uno de los factores climáticos que más influye en todas las funciones vitales de
la planta desde la germinación hasta la cosecha. El crecimiento y la materia seca de la planta
19
aumentan con la temperatura de 30°C en la raíz; cuando la temperatura de la raíz es menor a los
15°C el crecimiento del brote puede disminuir drásticamente. Las flores se desarrollan más
rápidamente a una temperatura media de 20°C que a una de 16°C. Fuera del intervalo de 10 a
35°C la producción y viabilidad del polen disminuyen. Para que se produzca la germinación de
los granos de polen, es aconsejable que la temperatura este en el intervalo de 17 a 24°C, en el que
queda comprendida la de 21°C, que es la óptima. El porcentaje de granos de polen germinados se
reduce considerablemente a temperaturas fuera del intervalo de 5 a 37°C. La temperatura
nocturna óptima para el fruto se sitúa entre los 15 y 20°C (Chamarro, 2001).
La temperatura óptima para la germinación se encuentra entre los 20 y 25°C. Hay algunas
variedades que tienen la capacidad de germinar a temperaturas muy bajas (8.5 a 12°C) o muy
altas (35 a 37°C); y algunos cultivares que son capaces de germinar a temperaturas bajas, también
lo hacen a temperaturas elevadas (Chamarro, 2001; Doijode, 2001).
Durante la maduración del fruto la temperatura afecta la calidad del mismo tanto en la duración
como en el color por la formación de pigmentos, por ello es recomendable una temperatura por
debajo de los 28°C. Si la temperatura es muy alta, el fruto tendrá menos firmeza y puede padecer
estrés hídrico, ya que el sistema radical no es capaz de suministrar a las hojas el agua necesaria
para la transpiración, pues las hojas cierran sus estomas, detienen la evaporación y
consecuentemente el crecimiento (Cervantes, 2004); estas condiciones también son propicias para
que se presente la pudrición apical por deficiencia de calcio.
IV.9.2 Humedad relativa en el cultivo de tomate.
La humedad relativa dentro del invernadero interviene en varios procesos, como; el
amortiguamiento de los cambios de temperatura, el aumento o disminución de la traspiración, el
crecimiento de los tejidos, la viabilidad del polen para obtener mayor porcentaje de fecundación
del ovario de las flores y en el desarrollo de enfermedades y plagas. Cuanto más húmedo este el
ambiente, menos posibilidades existen de aumentar la evaporación y la transpiración de las
plantas, a no ser que aumente la temperatura del ambiente. A mayor temperatura dentro del
invernadero menor humedad relativa. A menor humedad relativa mayor consumo de agua.
Cuando la transpiración es intensa, como consecuencia de la falta de humedad en el ambiente o
20
por las altas temperaturas, puede ocurrir mayor concentración de sales en las partes donde se
realiza la fotosíntesis y quedar disminuida esta función (Serrano, 2002).
La humedad del aire afecta directamente el consumo de agua por las plantas y por ende las
necesidades de riego, adicionalmente si el aire está seco con baja humedad relativa, el mismo
puede absorber más agua y el gradiente de humedad en los estomas también se acentúa
produciendo un incremento de la transpiración y el agua sale de las hojas más rápido aumentando
la ET. Ambos parámetros mencionados hacen concluir que a mayor humedad del aire, las
necesidades de riego son más pequeñas y a medida que el aire está más seco las necesidades de
riego son mayores.
El cultivo de tomate requiere de un nivel de humedad relativa del ambiente (HR) de 60-70% para
optimizar su desarrollo, por el contrario si los niveles se encuentran fuera de este rango pueden
causar daños a la planta como; enfermedades en las hojas por altos niveles de (HR) (Pérez et al.,
2012).
Cuando la humedad del aire es alta la planta no produce mucha evapotranspiración (ET), tal
como se explicó en el párrafo anterior, por tal motivo no absorbe agua por la raíz y se reduce de
manera importante la absorción de nutrientes que viajan con el agua como es el caso del calcio,
por tal motivo se presenta deficiencia de calcio con el consecuente daño en la producción. Estos
síntomas se presentan a pesar de haber calcio en el suelo o sustrato.
Si bien el potasio se absorbe en forma activa por la raíz, sube a las hojas y frutos por la corriente
transpiratoria, por tal motivo cuando hay poca ET asociadas a humedad relativa alta se induce
reducción en el contenido de potasio en las hojas y frutos, con la consecuente reducción de
calibre de los frutos, todo esto a pesar de haber suficiente potasio en el suelo.
La polinización requiere que la humedad relativa se ubique en un nivel óptimo, el cual fluctúa de
especie a especie. Por ejemplo en el caso del cultivo de tomate, la humedad relativa óptima es de
60-70%, si la humedad es mayor el polen se aglomera y no viaja de la antera (órgano masculino
de la flor) al estigma (órgano femenino de la flor), si la humedad es menor el polen no se adhiere
al estigma. En los invernaderos donde se requiere hacer polinización manual es muy importante
21
estar atentos a la humedad relativa y hacer la polinización manual sólo a la hora en que la
humedad sea cercana al 70% (Paredes, 2009).
IV.9.3 Radiación solar.
La radiación promueve la apertura de estomas para que los procesos fotosintéticos
dependientes de la luz puedan ocurrir. En la mayoría de las plantas, los estomas cierran en la
obscuridad; sin embargo, los bajos niveles de luminosidad al amanecer pueden inducir la apertura
de los estomas para que el bióxido de carbono está disponible para la fotosíntesis tan pronto
como la luz del sol alcanza las hojas de las plantas. Los estomas son especialmente sensitivos a la
luz azul, predominante al amanecer.
El tomate requiere de una buena iluminación, la cual se modifica por la densidad de siembra,
sistema de poda, tutorado y prácticas culturales que optimizan la recepción de los rayos solares
(Ortiz, 2004).
El tomate es sensible a niveles de luminosidad por lo que se recomienda entre 10,000-40,000 Lx
(185-700 μmol m-2 s-1 radiación fotosintéticamente activa) con un mínimo de seis horas diarias de
luz para favorecer la floración. Si la intensidad de radiación es demasiada alta se puede producir
partiduras de frutos, golpes de sol y coloración irregular de maduración (Tialling, 2006).
IV.9.4 Déficit de presión de vapor (DPV).
DPV es la diferencia entre la cantidad de vapor de agua en el aire actual y la cantidad de
humedad que puede contener cuando está saturado con vapor de agua esa masa de aire y funciona
como indicador de potencial de condensación al cuantificar la cantidad de aire del invernadero
más cerca de un punto de saturación.
El déficit de presión de vapor es una forma útil de expresar el flujo de vapor, para la
condensación y la transpiración. El alto déficit de presión de vapor incrementa la demanda en la
transpiración, influenciando cuanta humedad es transferida desde los tejidos de las plantas hacia
el aire del invernadero. En contraste un déficit de presión de vapor muy bajo indica la proximidad
22
a llegar al punto de roció y la condensación puede perjudicar significativamente el desarrollo de
los cultivos (Prenger y Ling, 2000).
Un déficit de presión de vapor de 0.5 KPa es demasiado bajo como para causar un impacto
significativo en la transpiración y a un déficit de presión de vapor de 1.4 KPa se presenta la
resistencia estomática (estomas totalmente abiertos) así que este es el valor óptimo de déficit de
presión de vapor, mientras que un déficit de presión de vapor de 2.0 KPa se ubica en el límite
superior del rango del déficit aceptable. Si el déficit de presión de vapor es demasiado grande
mayor a 2.0 KPa, los estomas comenzaran a cerrarse en un esfuerzo de conservar agua en la hoja
y como resultado la transpiración y el movimiento de agua a través de la planta se verá
significativamente reducido (Jensen y Marlow, 2010). Respecto a los suelos, la planta desarrolla
bien en suelos fértiles, profundos y con buen drenaje (Rodríguez et al., 2001).
IV.10 Consumo de agua por el cultivo de tomate.
El riego es aplicado para evitar el déficit de estrés hídrico que reduce la producción del cultivo de
tomate. El proceso de uso del agua por el cultivo de tomate, tiene dos componentes principales:
uno debido a las perdidas por evaporación del suelo y del cultivo, usualmente llamada
evapotranspiración del cultivo (ETc) y el otro que incluye todas las perdidas resultantes de la
distribución del agua en el cultivo. Todas las aguas de riego contienen sales y conforme el agua
se evapora, las sales se concentran en el perfil del suelo y tienen que ser desplazadas debajo de la
zona radicular antes de que alcancen una concentración que limite la producción del cultivo. El
lavado de las sales se realiza por el movimiento del agua aplicada en exceso de la ETc. Por ello,
algunas pérdidas de agua son inevitables y son necesarias para mantener el balance de las sales,
sin embargo, estas pérdidas son minimizadas con métodos de riego eficientes y con un manejo
apropiado del cultivo.
IV.11 Productividad del agua en el cultivo de tomate
La utilización de las técnicas de inundación, como se venían haciendo hasta principios de los
años ochenta, utilizaban para regar una hectárea de tomate entre 7,000 y 8,000 m3 de agua y se
23
obtenía entre 70 y 80 toneladas de tomate, siendo el rendimiento de unos 100 m3 de agua por
tonelada de tomate producido, es decir, 10 kg/m3 de agua. Con la utilización de técnicas de riego
por goteo se suele aportar a una hectárea entre 6,000 y 5,000 m3 de agua para producir unas 140
toneladas de tomate con lo que el rendimiento es de 40 m3/ton, es decir, la eficiencia en el uso del
agua se eleva hasta 25 kg/m3 de agua (López-Gálvez 2000). En Holanda con cultivo en sustrato a
solución perdida, utilizando un invernadero de cristal y sistema de calefacción, la demanda
hídrica del cultivo de tomate se sitúa entre los 15 m3 ton-1. reciclando el agua se podría llegar, en
buenas condiciones de cultivo, hasta 10 m3/ton, lo que representa una reducción de 4 veces a lo
que es habitual en los cultivos más avanzados de nuestro país y 10 veces menor de lo que todavía
se viene aportando en los menos avanzados (FAO, 2006).
IV.12 Tiempo de riego
El tiempo de riego depende de la lámina de riego que se requiere aplicar y del caudal medio del
emisor, si el intervalo de riego se deja fijo durante todo el ciclo del cultivo, es necesario
considerar como variable el tiempo de riego, ya que las necesidades del cultivo son diferentes en
cada época del ciclo vegetativo (Keller y Bliesner 1990). Para establecer la programación de
riego para cierto cultivo el primer paso es conocer las necesidades de agua del mismo a lo largo
de todo su ciclo vegetativo, desde la brotacion hasta la caída de hojas. Las necesidades hídricas
de una plantación son: el agua transpirada por las plantas y la evaporada por el suelo conocido en
su conjunto como ET.
IV.13 Proceso de la evapotranspiración (ET).
IV.13.1 Evaporación.
El flujo de calor latente de evaporación del agua del suelo es un componente importante del
balance de energía superficial. El tipo y la cantidad de evaporación de la superficie del suelo es
un proceso complejo afectado por muchas de las características del suelo, la labranza y las
interacciones ambientales. La evaporación también afecta a la planta ya que dispone del
24
contenido de agua del suelo y provoca la salinización de las tierras de regadío. Se sabe que la
energía y la disponibilidad de agua dominan en gran medida el proceso de evaporación, por tanto,
en promedio estos principios generales se pueden utilizar para estimar la evaporación directa del
agua del suelo (Lal, 2004).
La evaporación es el proceso de cambio del estado del agua de líquido a la fase gaseosa. La
evaporación de un paisaje puede ocurrir a partir de dosel de las plantas, la superficie de agua
libre, o en la superficie del suelo. La evaporación del agua del suelo desnudo (es decir, en
ausencia de la vegetación) es el proceso por el cual el agua se pierde desde el suelo a la
atmósfera. Si el proceso de evaporación no se controla mediante una práctica de manejo del agua
en el suelo, una cantidad considerable de agua se puede perder de un riego o una tierra de cultivo
de temporal. Durante el período de la siembra y la germinación, la evaporación puede reducir el
contenido de agua del suelo de manera significativa y puede obstaculizar el crecimiento de la
planta (Lal, 2004).
La evaporación se produce básicamente por el aumento de la energía cinética que experimentan
las moléculas de agua cercanas a la superficie de un suelo húmedo o una masa de agua,
producido por la radiación solar, el viento y las diferencias de presión de vapor. Este aumento de
energía cinética provoca que algunas moléculas de agua sean transferidas de manera continua a la
atmosfera. Al mismo tiempo, algunas de las moléculas que ya se encuentran en la atmósfera se
condensan y regresan al cuerpo de agua (Aparicio, 1992).
La mayoría del agua se evapora de las superficies de las plantas es el agua que ha pasado a través
de la planta, entrar en las raíces, pasa a través del tejido vascular para las hojas u otros órganos y
que sale al aire circundante principalmente a través de los estómas, pero también a veces a través
de la cutícula. La evaporación del agua ha pasado a través de las plantas se llama transpiración
(Rosenberg, 1983).
25
IV.13.2 Transpiración.
(Allen, 2006), describe la transpiración
como el proceso de vaporización del agua
líquida contenida en los tejidos de la planta y
su posterior remoción hacia la atmósfera. Los
cultivos pierden agua predominantemente a
través de los estomas. Estos son pequeñas
aberturas en la hoja de la planta a través de las
cuales atraviesan los gases y el vapor de agua
de la planta hacia la atmósfera (Figura 2). El
agua, junto con algunos nutrientes, es
absorbida por las raíces y transportada a través de la planta. La vaporización ocurre dentro de la
hoja, en los espacios intercelulares, y el intercambio del vapor con la atmósfera es controlado por
la abertura estomática. Casi toda el agua absorbida del suelo se pierde por transpiración y
solamente una pequeña fracción se convierte en parte de los tejidos vegetales.
La transpiración, igual que la evaporación directa, depende del aporte de energía, del gradiente de
presión del vapor y de la velocidad del viento. Por lo tanto, la radiación, la temperatura del aire,
la humedad atmosférica y el viento también deben ser considerados en su determinación. El
contenido de agua del suelo y la capacidad del suelo de conducir el agua a las raíces también
determinan la tasa de transpiración, así como la salinidad del suelo y del agua de riego. La tasa de
transpiración también es influenciada por las características del cultivo, el medio donde se
produce y las prácticas de cultivo. Diversas clases de plantas pueden tener diversas tasas de
transpiración. Por otra parte, no solamente el tipo de cultivo, sino también su estado de
desarrollo, el medio donde se produce y su manejo, deben ser considerados al evaluar la
transpiración (Allen, 2006). Como es difícil de medir por separado la evaporación y la
transpiración, y además, en la mayor parte de los casos, lo que interesa es la cantidad total de
agua que se pierde a la atmósfera, sea del modo que sea, se consideran conjuntamente bajo el
concepto mixto de ET (Sánchez, 2010).
Figura 2. Representación esquemática de un estoma
(Allen et al., 2006).
26
IV.14 Evapotranspiración y su importancia.
La ETc según (Allen et al., 2006), representa la cantidad de agua que por el proceso de
transpiración la planta emite como vapor de agua a la atmosfera, más la cantidad de agua que se
pierde por evaporación desde la superficie del suelo. Esta cantidad de agua, debe ser satisfecha
mediante el riego. Un exceso de agua de riego supone el lavado de fertilizantes, lo que puede
acarrear problemas medioambientales por la contaminación de las aguas subterráneas, mientras
que una aportación de agua inferior a la ETc puede llegar a provocar déficit hídrico y por tanto
una reducción de la producción (Fernández et al., 2006).
La evaporación y la transpiración ocurren simultáneamente y no hay manera sencilla de distinguir
entre estos dos procesos, al utilizar acolchado plástico la taza de evaporación del suelo se ve
reducida y es mínima. Aparte de la disponibilidad de agua en los horizontes superficiales, la
evaporación de un suelo cultivado es determinada principalmente por la fracción de radiación
solar que llega a la superficie del suelo. Esta fracción disminuye a lo largo del ciclo del cultivo a
medida que el dosel del cultivo, el agua se pierde principalmente por evaporación directa del
suelo, pero con el desarrollo del cultivo y finalmente cuando este cubre totalmente el suelo, la
transpiración se convierte en el proceso principal. En el momento de la siembra, casi el 100% de
la ET ocurre en forma de evaporación, mientras que cuando la cobertura vegetal es completa, más
del 90% de la ET ocurre como transpiración. La ET se expresa normalmente en milímetros (mm)
por unidad de tiempo. Esta unidad expresa la
cantidad de agua perdida de una superficie
cultivada en unidades de altura de agua. La unidad
de tiempo puede ser una hora, día, 10 días, mes o
incluso un periodo completo de cultivo o un año.
Como una hectárea tiene una superficie de 10, 000
m2 y 1 milímetro es igual a 0.001 m, una pérdida
de 1 mm dia-1 es equivalente 10 m3 ha-1 dia-1
(Allen et al., 1998).
(Allen et al., 1997), mencionan que el concepto de
ET incluye tres diferentes definiciones:
Figura 3. Factores que afectan la evapotranspiración
de referencia y conceptos relacionados a ET (Allen et al.,
2006).
27
evapotranspiración de referencia (ETo), evapotranspiración del cultivo bajo condiciones estándar
(ETc), y evapotranspiración del cultivo bajo condiciones no estándar (ETc aj) (Figura 3). La ETo
es un parámetro relacionado con el clima que expresa el poder evaporante de la atmosfera. La
ETc se refiere a la ET en condiciones óptimas presentes en parcelas con un excelente manejo y
adecuado aporte de agua y que logra máxima producción de acuerdo a las condiciones climáticas.
La ETc aj requiere generalmente una corrección, cuando no existe un manejo optimo y se
presentan limitantes ambientales que afectan el crecimiento del cultivo y que restringen la ET, es
decir, bajo condiciones no estándar del cultivo.
IV.15 Evapotranspiración del cultivo de referencia (ETo).
La ETo se define como la tasa de ET de una cubierta vegetal de referencia en óptimas
condiciones de crecimiento y bajo suministro adecuado de agua. La cubierta vegetal es un cultivo
hipotético de pasto, con una altura asumida de 0.12 m, con una resistencia superficial fija de 70 s
m-1 y un albedo de 0.23. La superficie de referencia es muy similar a una superficie extensa de
pasto verde, bien regada, de altura uniforme, creciendo activamente y dando sombra totalmente al
suelo. La resistencia superficial fija de 70 s m-1 implica un suelo moderadamente seco que recibe
riego con una frecuencia semanal aproximadamente (Allen et al, 2006).
El concepto de ETo se introdujo para estudiar la demanda de ET de la atmosfera,
independientemente del tipo y desarrollo del cultivo, y de las prácticas de manejo. Debido a que
hay una abundante disponibilidad de agua en la superficie de ETo, los factores del suelo no tienen
ningún efecto sobre la ETo. El relacionar la ET a una superficie específica permite contar con una
referencia a la cual se puede relacionar la ET de otras superficies. Además se elimina la
necesidad de definir un nivel de ET para cada cultivo y periodo de crecimiento. Se pueden
comparar valores medidos o estimado de la ETo en diferentes localidades o en diferentes épocas
del año, debido a que se hace referencia a la ETo bajo la misma superficie de referencia. Los
únicos factores que afectan la ETo son los parámetros climáticos. Por lo tanto, la ETo es también
un parámetro climático que puede ser calculado a partir de datos meteorológicos. La ETo expresa
el poder evaporante de la atmosfera en una localidad y época del año específicas, y no considera
ni las características del cultivo, ni los factores del suelo.
28
IV.16 Evapotranspiración del cultivo bajo condiciones estándar (ETc)
La ETc se refiere a la evapotranspiración de cualquier cultivo cuando se encuentra exento de
enfermedades, con buena fertilización y que se desarrolla en parcelas amplias, bajo óptimas
condiciones de suelo y agua, y que alcanza la máxima producción de acuerdo a las condiciones
climáticas reinantes (Allen et al, 2006).
La cantidad de agua requerida para compensar la pérdida por ETc se define como necesidades de
agua del cultivo. A pesar de que los valores de la ETc y de las necesidades de agua del cultivo
son idénticos, sus definiciones conceptuales son diferentes. Las necesidades de agua del cultivo
se refieren a la cantidad de agua que necesita ser proporcionada al cultivo como riego o
precipitación, mientras que la ETc se refiere a la cantidad de agua perdida a través de la ET. La
necesidad de riego básicamente representa la diferencia entre la necesidad de agua del cultivo y la
precipitación efectiva. El requerimiento de agua de riego también incluye agua adicional para el
lavado de sales, y para compensar la falta de uniformidad en la aplicación de agua.
IV.17 Evapotranspiración del cultivo bajo condiciones no estándar (ETc aj).
La (ETc aj) se refiere a la evapotranspiración de cultivos que crecen bajo condiciones
ambientales y de manejo diferentes de las condiciones estándar. Bajo condiciones de campo, la
evapotranspiración real del cultivo puede desviarse de ETc debido a condiciones no óptimas
como son la presencia de plagas y enfermedades, salinidad del suelo, baja fertilidad del suelo y
limitación o exceso de agua. Esto puede resultar en un reducido crecimiento de las plantas, menor
densidad de plantas y así reducir la tasa de ET por debajo de los valores de la ETc (Allen et al,
2006)
La ETc aj se calcula utilizando un coeficiente de estrés hídrico Ks o ajustando Kc a todos los
otros tipos de condiciones de estrés y limitaciones ambientales en la ETc. En la (Figura 4), se
muestra gráficamente los conceptos de ET.
29
IV.18 Factores que afectan la evapotranspiración (ET).
Sánchez (2001) menciona que la ET es un fenómeno complejo afectado por varios factores, por
una parte las condiciones ambientales imperantes en el momento en que se desea cuantificar su
intensidad, las cuales se pueden agrupar bajo el concepto de factores climáticos, o meteorológicos
según el caso; pero también son muy importantes las relativas a las características de la
vegetación que cubre el suelo, dado que cada vegetal tiene requerimientos hídricos distintos, con
lo cual la tasa de transpiración será diferente según la planta.
IV.18.1 Factores climatológicos.
La radiación incidente en un cultivo es la fuerza motriz del proceso de la ET, se particiona
entre calor sensible (H) y calor latente (LE). Si el cultivo está bien abastecido de agua, una
fracción grande de la radiación neta (Rn) se disipa como calor latente para evaporar el agua. En
trabajos sobre la ET, se suele considerar la radiación en sus distintas acepciones, la radiación neta
(Rn), la radiación solar global (RSG) y la radiación solar extraterrestre o máxima teórica. (Rsext).
Figura 4. Evapotranspiración del cultivo de referencia (ETo), bajo condiciones estándar (ETc) y bajo
condiciones no estándar (ETc aj) (Allen et al, 2006).
30
Para que la evaporación tenga lugar, es necesario que haya una diferencia de tensión de vapor de
agua, entre la superficie evaporante y el aire que la rodea, igualmente, la cantidad de agua
transpirada está gobernada por la diferencia de tensión de vapor de agua en el espacio entre el
estoma de la planta y la atmosfera. El déficit de saturación está muy influido por la humedad
relativa y temperatura del aire, planta y suelo.
El viento actúa como agente transportador del vapor de agua, mezclando las capas con mayor
contenido del mismo con otras que poseen menor cantidad, favoreciendo la difusión y alejando
por tanto el vapor de las proximidades de la superficie evaporante, con lo cual se evita que las
capas próximas a la cubierta vegetal queden pronto saturadas y cese por consiguiente la ET.
IV.18.2 Factores edáficos.
Influyen principalmente en el contenido de humedad del suelo y a la facilidad por parte de
éste para cederla, es decir, la transmisibilidad del agua a la superficie evaporante. Los factores
tales como salinidad o baja fertilidad del suelo, uso limitado de fertilizantes, presencia de
horizontes duros o impenetrables en el suelo, ausencia de control de enfermedades y de parásitos
y el mal manejo del suelo pueden limitar el desarrollo del cultivo y reducir la ET. El efecto del
contenido en agua en el suelo sobre la ET está determinado primeramente por la magnitud del
déficit hídrico y por el tipo de suelo. Por otra parte, demasiada agua en el suelo dará lugar a la
saturación de este lo cual puede dañar el sistema radicular de la planta y reducir su capacidad de
extraer agua del suelo por la inhibición de la respiración. (Allen et al, 2006).
IV.18.3 Factores biológicos.
Cuando el cultivo crece y va cubriendo el suelo, la tasa de ET aumenta como consecuencia
del incremento del índice del área foliar y de altura de las plantas. El efecto de la altura del
cultivo en la ET, esta implícitamente considerado en las definiciones de ETo y la ETc, al referirse
ambas a una masa vegetal verde que cubre íntegramente en terreno y de reducida altura. Con un
criterio estrictamente físico, el aumento de altura del cultivo afecta al intercambio de energía y a
31
la capacidad de almacenar y transmitir calor, a consecuencia del creciente espesor de la masa
vegetativa. Además, contrariamente a lo que ocurre con la evaporación de una superficie libre de
agua, en la cual el área es constante, la superficie de transpiración de una planta se modifica
constantemente con su crecimiento. El tipo de cultivo, la variedad y la etapa de desarrollo deben
ser considerados cuando se evalúa la evapotranspiración de cultivos que se desarrollan en áreas
grandes y bien manejadas. Las diferencias en resistencia a la transpiración, la altura del cultivo, la
rugosidad del cultivo, el reflejo, la cobertura del suelo y las características radiculares del cultivo
dan lugar a diferentes niveles de ET en diversos tipos de cultivos aunque se encuentren bajo
condiciones ambientales idénticas (Allen et al, 2006).
La ET, esta así mismo regulada por el mecanismo de apertura de los estomas, que controlan en
gran parte el volumen de transferencia de vapor de agua entre los tejidos vegetales y el aire. Los
estomas constituyen la resistencia principal al flujo de evaporación de agua por las hojas y al
mismo tiempo la puerta de entrada del CO2 atmosférico.
IV.18.4 Factores Fitotécnicos.
Los efectos de la densidad poblacional sobre la ET, son similares a los del grado de
cobertura o sombreado del terreno por cultivo. La acción de los nematodos y enfermedades
criptogámicas influyen sobre la eficiencia del uso del agua por los cultivos y, en consecuencia,
sobre el proceso de la ET como, el empleo de mallas de sombreado en invernaderos, la
asociación de cultivos de conformación conveniente así como el hecho de recurrir a plantas de
sombra reduce la radiación excesiva. Las láminas de plástico flexible, tan extendidas con la
técnica de acolchado, son efectivas para reducir la ET, si bien los resultados de su aplicación
dependen del grado de recubrimiento del suelo y del porcentaje de cubierta vegetal. La técnica de
enarenado no es sino un acolchado de arena, con la ventaja de su aireación.
En la ETc, repercute en el método de riego si el sistema está bien diseñado y un correcto manejo,
pero no en el caso de riegos aéreos de alta frecuencia o cuando la cubierta del suelo es baja, se
han señalado reducciones en la ET cuando el sistema de riego es por goteo solamente en el caso
de cultivos poco densos y de plantaciones arbóreas jóvenes.
32
IV.19 Radiación neta (Rn).
La Rn es una medida de energía disponible en la superficie de una cubierta vegetal después de
haber realizado la diferencia entre el total de flujos de la radiación ejemplo.
(EC 1)
Rsw y Rlw son los componentes de onda corta y los componentes de onda larga y las flechas
denotan la dirección del flujo, expresada generalmente en unidades de Watts por el metro
cuadrado (Wm-2). (Mesarch, 1999).
La importancia de este parámetro radica en que se ha demostrado que esta es la principal fuente
de energía disponible para lograr que ocurra la apertura estomática y por ende la ET. Esto
siempre y cuando, la planta se encuentre en óptimas condiciones de humedad, ya que de lo
contrario se produce un déficit hídrico que involucra un cierre estomático (Barcelo et al., 1988;
Ortega, 1993).
IV.20 Importancia de la radiación neta (Rn) en la evapotranspiración
Actualmente, la ETc es cuantificada usando la ETo, la cual es ajustada para cada período
fenológico por un coeficiente de cultivo (Kc) (Jensen et al, 1990), (Allen et al, 1998). Por otro
lado, recientes investigaciones han indicado que el modelo de Penman-Monteith (1965) puede ser
usado para estimar en forma directa el consumo de agua de los cultivos, sin necesidad de utilizar
la ETo y el Kc (Kjelgaard et al, 1994); (Farahani y Bausch, 1995); (Rana et al, 1997). En Chile,
(Ortega- Farias et al, 2000a) implementaron una metodología basada en la ecuación de Penman-
Monteith 1965, para estimar directamente el consumo de agua de un cultivo de tomate (Solanum
Lycopersicum.) industrial usando estaciones meteorológicas automáticas (EMA) que miden
variables climáticas (temperatura del aire, humedad relativa, velocidad del viento, y radiación
solar) en intervalos de tiempo menores a 1 hora. Sin embargo, para estimar directamente la ETc,
la ecuación Penman-Monteith 1965 requiere mediciones simultáneas del flujo del calor del suelo
(G) y Rn, siendo esta última variable la fuerza motriz de los intercambios energéticos que ocurren
33
sobre y dentro de la cubierta vegetal del cultivo. Por esta razón, el flujo de Rn es la principal
variable de entrada en la ecuación Penman-Monteith 1965 y puede llegar a representar entre un
50 y 60 % de la ETc en climas húmedos y subhúmedos, respectivamente (Jensen et al, 1990).
IV.21 Flujo de calor en el suelo (G).
Mesearch, (1999) menciona que el flujo de calor en el suelo, algunas veces es ignorado porque su
magnitud frecuentemente es muy pequeña y las variaciones estaciónales son por lo general cero,
sin embargo el flujo de calor en el suelo frecuentemente puede consumir del 5 al 15 % de la
energía proveniente de la radiación neta. De esta manera el flujo de calor en el suelo es un
parámetro importante para medir. Con el propósito de evaluar el flujo de calor en el suelo en la
superficie es necesario evaluar el flujo de calor latente y el flujo de calor sensible. El flujo de
calor en el suelo en la superficie es difícil medir pero se estima en base a mediciones de flujo de
calor en el suelo a una determinada profundidad y conociendo ciertas propiedades físicas del
suelo. El flujo del calor del suelo, es la energía que se utiliza para calentar el suelo. Tiene valores
positivos cuando el suelo se calienta y negativos cuando el suelo se enfría. Aunque el flujo
calórico del suelo es pequeño comparado con la Rn y puede ser no considerado con frecuencia, la
cantidad de energía ganada o perdida por el suelo en este proceso teóricamente debe restarse o
agregarse a Rn para estimar la ET. La superficie del suelo intercepta energía en forma de
radiación solar (onda corta) y radiación atmosférica (onda larga), y emite radiación de onda larga
a una tasa gobernada por la temperatura del suelo. El balance de estos procesos, conocido como
radiación neta (Davies e Idso, 1979), es de signo positivo durante las horas del día, y de signo
negativo durante la noche. La energía de radiación neta es almacenada en el suelo como calor,
utilizada por los procesos biológicos, disipada como calor por convección, o disipada como calor
latente a través de la vaporación de agua desde el suelo (Rosenberg et al, 1983). La evaporación
es el proceso que consume la mayor cantidad de energía, mientras que en condiciones secas, la
mayor parte de la energía de radiación neta es utilizada para calentar el suelo y el aire adyacente
(Ross et al., 1985) y es posteriormente perdida como radiación nocturna hacia la atmósfera.
Como consecuencia, la temperatura del suelo es inferior y menos variable en suelo húmedo que
en suelo seco (Hanks, 1992).
34
Munguía et al, (2004.), en investigaciones realizadas de Relación entre los componentes del
balance de energía y la resistencia estomática en el cultivo de melón bajo acolchado plástico
encontró que Los valores del G mostraron un comportamiento ligeramente variable durante el
desarrollo del cultivo en la sección acolchada, y con mayor variabilidad en la no acolchada. En el
tratamiento acolchado se registraron los valores más altos de G, aunque la variación entre el valor
máximo y mínimo de esta variable (58%) fue similar para ambos tratamientos. Anadranistakis,
(1997) Menciona que algunos métodos para estimar la ET como el de Penman-Monteih requieren
del conocimiento de la energía disponible expresada por la diferencia entre la Rn y el flujo de
calor en el suelo en algunos casos el flujo de calor en el suelo se considera cero o una porción de
la radiación neta cambios en el desarrollo del cultivo y su índice de área foliar son los que
determinan la magnitud de flujo de calor en el suelo estableciéndose una relación entre flujo de
calor en el suelo y radiación neta además del índice de área foliar (IAF) atendiendo también las
variaciones en el régimen del contenido de humedad del suelo, con el valor de índice de área
foliar cercano a cero, la relación G y Rn tiende a tomar un valor de 0.43 más sin embargo para
valores mayores de IAF la relación de G y Rn se aproxima a su límite con un valor de 0.1.
IV.22 Métodos para calcular la evapotranspiración de referencia (ETo).
A causa de la gran dificultad que existe en la medida directa de la ET, se han desarrollado
numerosos modelos para estimar esta magnitud. Algunos de ellos son muy realistas físicamente,
pero a expensas de una gran complejidad: necesitan demasiadas medidas o estimaciones de
parámetros, que hacen que éstos sean de difícil aplicación. Por otra parte, hay ecuaciones que
sólo precisan datos meteorológicos, habitualmente disponibles, pero que fueron derivadas
haciendo suposiciones que limitan significativamente la aplicación de las mismas (Sánchez,
2008). En la medida en que se considere simultáneamente el mayor número de factores
intervinientes, mejor será el conocimiento del funcionamiento del proceso de ET y
consecuentemente también su determinación. Efectivamente, este aspecto permite establecer
ciertas diferencias entre los métodos actualmente utilizados para determinar la ET. Algunos
consideran las condiciones reales del ambiente y del momento en que se quiere dimensionar la
magnitud del proceso; otros, en cambio, sólo toman en cuenta algunas de ellas (Sánchez, 2001).
35
Desde este punto de vista se puede hablar de tres grandes categorías de métodos: por una parte,
los métodos que se pueden denominar de medición o directos, por otra, los métodos de
estimación o indirectos (Castillo, 2001).
IV.22.1 Métodos Directos.
Una forma para medir la ET con precisión, es la utilización de los lisímetros; que son
bloques de suelo aislados, donde se controla su nivel de humedad. El lisímetro se ha utilizado
como método de referencia a la hora de calibrar los distintos métodos de estimación de la ET.
Hay diferentes tipos de lisímetros, los lisímetros de pesada son los más utilizados y de mayor
precisión. El método de balance de agua en el suelo permite estimar la ET en un periodo de
tiempo determinado a partir de las entradas y salidas de agua, en donde se involucra le
precipitación, la cantidad de agua aportada por el riego, la variación del contenido de agua en el
suelo, la escorrentía superficial y el drenaje fuera de la zona radicular. La precisión del método
depende principalmente del método que se utilice para cuantificar cada uno de los componentes
del balance.
IV.22.2 Métodos Indirectos.
Estos métodos se basan en la utilización de fórmulas para realizar estimaciones de la
capacidad evaporativa de un ambiente determinado a partir de datos obtenidos en una estación
meteorológica. Estas ecuaciones predicen la ETo. Es importante destacar que estos métodos se
basan únicamente en el efecto del clima (de las condiciones meteorológicas) sobre la tasa de ET.
Dentro de los métodos climatológicos se encuentran los métodos basados en la temperatura del
aire, los cuales estiman la tasa de ETo a partir de la temperatura del aire únicamente. Otros
métodos están basados en la radiación, en las cuales la ETo está relacionada directamente con la
radiación solar. La ETo se estima a partir de un coeficiente de tanque, que se establece para
diferentes condiciones de ubicación del tanque y condiciones meteorológicas. Este método se ha
utilizado ampliamente por su fácil instalación y simplicidad, como se muestra a continuación en
la clasificación de los métodos de estimación de la ETo dada por Pruitt (1986).
36
Cuadro 2. Clasificación de métodos para estimar la ET.
Métodos altamente empíricos
Thornthwaite, 1948
Fórmula original de Blaney-Criddle, 1950
SCS Blaney-Criddle, 1970
Blaney-Criddle (FAO24)
Atmómetros
Métodos empírico-teóricos
Makkink, 1957
Jensen-Haise, 1963, 1974
Método de radiación (FAO24), 1977
Tanque evaporímetro
Métodos teórico-empíricos Penman, 1948, 1952
Métodos teóricos
Técnica del balance de energía – Relación de
Bowen
Ecuación de Penman-Monteith
Correlación de turbulencia (Eddy correlation)
IV.23 Ecuación de Penman-Monteith 1965.
Para el riego de cultivos en invernadero se han desarrollado modelos simples de transpiración (de
Villele 1974; de Graaf and van den Ende 1981), basados en la relación entre transpiración y
radiación solar, sin embargo está relación varía con la especie, estado de desarrollo, ciclo de
cultivo, condiciones climáticas y manejo agronómico del cultivo así como las técnicas de
producción (mallasombra, túnel, invernadero etc.) Por el contrario, los modelos de transpiración
(Stanghellini 1987; Jolliet and Bailey 1992; Baille et al. 1994; Montero et al. 2001; Medrano et
al. 2005) desarrollados a partir del modelo Penman-Monteith (1965), han tenido un uso limitado
ya que la información sobre la resistencia aerodinámica y de la cubierta vegetal es muy limitada.
En 1948, Penman combinó el balance energético con el método de la transferencia de masa y
derivó una ecuación para calcular la evaporación de una superficie abierta de agua a partir de
37
datos climáticos estándar de horas sol, temperatura, humedad atmosférica y velocidad de viento,
esta fórmula fue, modificada en 1965 por Monteith y denominada fórmula de Penman-Monteith
1965, esta ecuación se destaca por tener una mayor transparencia en cuanto a los fenómenos
físicos involucrados, al contener explícitamente dos términos que aportan claridad en este
aspecto: el balance de radiación (radiación neta) y balance aerodinámico (viento y humedad), por
lo que este método requiere los parámetros temperatura, humedad, velocidad del viento y
radiación. La modificación del método de Penman realizada por Monteith introduce el concepto
de resistencia aerodinámica, para reemplazar la función empírica en la ecuación de Penman,
permitiendo definir condiciones más aproximadas al régimen aerodinámico de los cultivos
(Doorenbos y Pruitt, 1976). Ha tenido una relevancia extraordinaria en las investigaciones sobre
balance energético, balance hídrico, requerimientos de agua, programas de irrigación, entre otras
aplicaciones, desplazando la diversidad de formulaciones utilizadas para estimar la ET.
Simultáneamente, el término evapotranspiración potencial, (ETp), es reemplazado por el de, ETo.
Entre las investigaciones que traen tales cambios se destacan las realizadas por la FAO (Food and
Agriculture Organization of the United Nations), la ASCE (American Society of Civil Engineers,
USA). Las principales fórmulas que se utilizaban para estimar la ET fueron comparadas con
mediciones lisimétricas en campos experimentales, concluyendo que la ecuación de Penman-
Monteith 1965, estimaba la ETo con el menor error, y de esos estudios, surgieron modificaciones
que mejoraron el enfoque de Penman-Monteith 1965, así como el concepto de ETo. Este método
conocido como combinado fue desarrollado posteriormente por muchos investigadores y
ampliado a las superficies cultivadas por medio de la introducción de factores de resistencia. La
nomenclatura sobre resistencia distingue entre la resistencia aerodinámica y la resistencia de la
cubierta vegetal (Figura 5).
Figura 5. Representación simplificada de la resistencia de la cubierta vegetal y de la resistencia
aerodinámica al flujo de vapor de agua (Allen et al., 2006).
rcv
38
(EC 2)
Donde:
Calor Latente de Vaporización (MJ kg-1).
Rn= Flujo de la Radiación neta en superficie (Wm-2).
G= Flujo térmico del suelo (Wm-2).
= Densidad atmosférica (Kg m-3).
cp= Calor específico del aire húmedo (J (kg*°C)-1).
(ea-ed)= Déficit de Presión de Vapor (KPa).
rc= Resistencia de la cubierta vegetal (s m-1).
ra= Resistencia aerodinámica (s m-1).
Pendiente de la Curva de Presión de Vapor (KPa ºC-1).
= Constante Psicométrica (KPa ºC-1).
Referencias: Monteith (1965).
IV.23.1 Resistencia de la cubierta vegetal (rcv).
La resistencia de la cubierta vegetal, es la resistencia que opone la cubierta vegetal a la
transferencia de vapor de agua y representa el valor promedio de la resistencia estomática de las
hojas individuales, para un cultivo que cubre completamente el suelo (Monteith y Unsworth,
1990). Es por eso la importancia de analizar los factores que afectan la resistencia estomática
fundamental para comprender el comportamiento de la rcv.
Se ha observado que el viento contribuye a disminuir la temperatura foliar, produciendo un
descenso del déficit de presión de vapor (DPV) en la capa límite de la hoja, y consecuentemente
reduciendo la tasa transpiratoria (Takashi et al., 1997). Estudios realizados con especies de
regiones desérticas, alpinas y subalpinas han mostrado que la capa límite ejerce una fuerte
39
influencia sobre el intercambio de calor entre la hoja y la atmósfera circundante (Smith & Geller,
1980). Experiencias realizadas por Martin et al (1999). En Abies amabilis mostraron que la
resistencia de la capa límite a pesar de ser pequeña, aun en el caso de vientos de reducida
velocidad y en períodos de calma, en comparación con la que puede alcanzar la resistencia
estomática, resulta suficiente para determinar una temperatura foliar substancialmente mayor que
la del aire cuando la irradiancia es alta y la velocidad del viento es reducida. De acuerdo con
Woolley (1961) el viento puede influenciar la forma en la cual la hoja pierde energía debido a su
influencia de la capa límite sobre la transpiración al remover el aire saturado de humedad de la
superficie foliar. Por otra parte, se ha indicado que un incremento de la temperatura foliar puede
disminuir la resistencia de la capa límite debido a que produce un efecto ascensional del aire que
rodea la hoja (buoyancy effects) (Kitano et al., 1995).
El viento afecta positivamente la absorción de CO2 al incrementar su turbulencia en la vecindad
de la superficie foliar, aumentando de esta manera la conductancia de la capa límite. Este
aumento de la turbulencia es debido a la rugosidad producida por las nervaduras y las
condiciones aerodinámicas de las hojas. Por otro lado, el viento al producir el movimiento de las
hojas puede contribuir a aumentar la conductancia de la capa límite, y de esta manera a
incrementar el flujo de CO2 al interior de la hoja (de Langre, 2008). Kitaya et al. (2004)
observaron en plántulas de tomate que la insuficiencia del movimiento del aire alrededor de las
plantas disminuye la tasa fotosintética y la transpiración al disminuir la difusión de gases debido
a la resistencia de la capa límite, la tasa fotosintética bajo una velocidad del aire de 0.4 m s-1 fue
1.3 veces superior que a 0.1 ms-1. Estos resultados muestran la importancia de controlar el
movimiento del aire en las experiencias en las cuales se determina la tasa de fotosíntesis.
IV.23.2 Resistencia aerodinámica (ra).
La resistencia aerodinámica (ra), es la resistencia del aire al flujo de gases a nivel de la hoja
o cubierta vegetal, desde la superficie de esta, a una altura de referencia. Esta depende de la
velocidad del viento y de la arquitectura de la cubierta vegetal (Allen et al., 1989; Ortega, 1993;
Brutsaert y Stiriker, 1979).
40
La ecuación se restringe a condiciones neutras de estabilidad, es decir, condiciones en las que la
temperatura, la presión atmosférica, y la distribución de la velocidad del viento siguen
condiciones casi adiabáticas (sin intercambio de calor). El uso de la ecuación para períodos cortos
(horarios o menores) podría requerir la inclusión de correcciones de estabilidad. Sin embargo, al
predecir la ETo en la superficie de referencia bien regada, el intercambio de calor es pequeño, y
por lo tanto normalmente no se requiere la corrección para la estabilidad. Muchos estudios han
explorado la naturaleza del régimen del viento en el dosel de las plantas. Las alturas de
desplazamiento cero y las longitudes de rugosidad tienen que ser consideradas cuando la
superficie está cubierta por vegetación. Los factores dependen de la altura del cultivo y de su
arquitectura.
Maidment (1992), señala que la resistencia aerodinámica es inversamente proporcional a la
velocidad del viento y depende de la altura de la cubierta vegetal, por lo que el intercambió
aerodinámico de cultivos altos es más eficiente que en cultivos bajos. Respecto de la
transpiración se ha observado también una interacción de la temperatura foliar con el viento: un
aumento de su velocidad tendería a disminuir la transpiración cuando la pérdida de calor latente
es mayor que la de calor sensible (Grace, 1977); a medida que la velocidad del viento aumenta, la
hoja se enfría y la diferencia de presión de vapor entre el interior de la hoja y la atmósfera se
reduce produciendo una disminución de la tasa transpiratoria (Sena Gomes & Kozlowski, 1989).
También Woolley (1961) ha observado en maíz que la masa de aire aportada por el viento en
contacto con la hoja puede estimular la transpiración debido a la remoción del aire saturado
situado en su vecindad y también por el efecto directo sobre la temperatura foliar. Además, este
autor señala otras acciones del viento que pueden incrementar la tasa transpiratoria: disminución
de la presión del aire a sotavento de la hoja; ventilación de los espacios intercelulares,
produciendo pasaje de aire a través de la lámina en las especies anfiestomáticas; doblado de la
lámina por el viento lo cual causa la compresión de los espacios intercelulares y por consiguiente
el bombeo del aire saturado de humedad fuera de la cavidad subestomática. Drake et al. (1970)
han observado en hojas de Xantium strumarium que a temperaturas superiores a 35°C el viento
produce un significativo incremento de la transpiración.
41
Por otra parte, el viento puede producir la disminución de la tasa fotosintética debido a los
cambios en la radiación disponible cuando el ángulo foliar es alterado por efecto del viento y por
consiguiente el ángulo de incidencia de la radiación respecto de la lámina foliar resulta
modificado. El viento puede también reducir el área foliar efectiva al causar el agrupamiento de
las hojas (Vogel, 1989).
IV.24 Ecuación Penman-Monteith FAO.
Una gran cantidad de ecuaciones empíricas o semi-empiricas se han desarrollado para determinar
la ETc o ETo utilizando datos meteorológicos. Algunos de los métodos son solamente válidos
para condiciones climáticas y agronómicas específicas y no se pueden aplicar bajo condiciones
diferentes de las que fueron desarrolladas originalmente.
La FAO da a conocer en 1998 la ecuación de Penman-Monteith 1965 ajustada. Es allí donde se
indican las recomendaciones más
adecuadas sobre la estimación de la ETo
y el uso de la fórmula Penman-Monteith
FAO, que se denominará Penman-
Monteith FAO, para indicar que se
refiere a la fórmula de Penman-
Monteith con los ajustes de la FAO y
publicada en 1998. En esta publicación
está el concepto de ETo, tal como se
utiliza actualmente, es decir, la ET desde
una superficie de un cultivo hipotético de 0.12 m de altura, 70 sm-1 de resistencia y 0.23 de
albedo, la cual se asemeja a una superficie extensa de grama verde, de altura uniforme, en
crecimiento y sin limitaciones de agua (Figura 6) (Allen et al., 1998).
La ETc bajo condiciones estándar se determina utilizando los coeficientes de cultivo (Kc) que
relacionan la ETc con la ETo. Esta ecuación determina la ET de la superficie hipotética de
referencia y proporciona un valor estándar con el cual se puede comparar la ETo en diversos
periodos del año o en otras regiones así como también puede relacionarse con la ET de otros
cultivos. No obstante, esta ecuación requiere de datos meteorológicos que muchas veces no están
.
Figura 6. Características del cultivo hipotético de
referencia (Allen et al., 1998).
42
disponibles para su uso. Por ello se opta por otras metodologías que aunque no son tan precisas
presentan una correlación muy grande con la metodología FAO Penman-Monteith.
(EC 3)
Donde:
Rn = Radiación neta en la superficie del cultivo (MJ m-2 día-1).
G = Flujo del calor de suelo (MJ m-2 día-1).
T = Temperatura media del aire a 2 m de altura (°C).
u2 = Velocidad del viento a 2 m de altura (m s-1).
es = Presión de vapor de saturación (KPa).
ea = Presión real de vapor (KPa).
es - ea = Déficit de presión de vapor (KPa).
Δ = Pendiente de la curva de presión de vapor (KPa °C-1).
γ = Constante psicométrica (KPa °C-1).
IV.25 Evapotranspiración de referencia (ETo) estimada con el tanque evaporímetro clase
A.
El método FAO Penman-Monteith se mantiene como el método estándar único para el cómputo
de la ETo de datos meteorológicos. Sin embargo la evaporación de una superficie libre de agua,
proporciona un índice del efecto integrado de la radiación, la temperatura del aire, la humedad del
aire y del viento en la ET. Sin embargo, diferencias entre la superficie del agua y las superficies
cultivadas producen diferencias significativas entre la perdida de agua de una superficie libre de
agua y una superficie cultivada. El tanque ha probado su valor práctico y ha sido utilizado con
éxito para estimar la ETo observando la perdida por evaporación de una superficie de agua y
aplicando coeficientes empíricos para relacionar la evaporación del tanque con ETo.
43
El tanque evaporímetro clase A esta construido de fibra de vidrio, de 120.7 cm de diámetro y de
25 cm de profundidad, expuesto y montado sobre un marco de madera construido de tal forma
que deje circular el aire libremente por debajo del tanque (Aguilera y Martínez, 1996).
Doorenbos y Pruit (1977) proponen un método para la estimación de la ETo a partir de los datos
medidos de evaporación de una lámina libre de agua en el tanque clase A. la ecuación
correspondiente, toma la forma siguiente:
(EC 4)
ETo=Kp * Eo
Donde:
ETo = Evapotranspiración de referencia (mm/día)
Eo = Evaporación del tanque clase A (mm/día)
Kp = Coeficiente del tanque (adim)
El coeficiente del tanque (Kp) está en función de la humedad relativa ambiental, del recorrido del
viento tomado a dos metros sobre el nivel del terreno y de la distancia en metros desde el tanque
hasta el extremo de la cubierta sobre la que se ubica. Los valores de Kp fluctúan alrededor de
0.80 por considerar que hay diferencias significativas en la perdida de agua de una superficie
libre en comparación a la de un cultivo, siendo mayor en la superficie libre que en la del cultivo,
el establecimiento de este modelo tanque evaporímetro clase A, en invernadero se logra gracias al
Kp, ya que este factor nos permite caracterizar y modificar nuestro Kp para las nuevas
condiciones microambiéntales. El almacenaje de calor dentro del tanque puede ser apreciable y
puede causar una significativa evaporación durante la noche mientras que la mayoría de los
cultivos transpira solamente durante el día. También se distinguen diferencias en la turbulencia,
temperatura y humedad del aire que se encuentran inmediatamente sobre estas dos superficies. La
transferencia de calor a través de las paredes del tanque también afecta el balance energético
(Allen et al., 1998).
44
IV.26 Estimación del coeficiente de cultivo
El coeficiente de cultivo (Kc) integra los efectos de tres características primarias que diferencian
un cultivo de una pradera de gramíneas: altura de cultivo, resistencia y albedo de la superficie
suelo-cultivo. Es decir, los valores de Kc dependen, sobretodo, del cultivo y su manejo. El Kc es
un coeficiente que expresa la diferencia entre la evapotranspiración de la superficie cultivada ETc
y la superficie del pasto de referencia ETo (Allen et al., 1998). Además, depende de las
condiciones climáticas, de la disponibilidad de agua en el suelo del estado sanitario del cultivo,
de las técnicas culturales aplicadas y, especialmente sobre la primera etapa de crecimiento, de la
frecuencia de lluvias o riego (Doorenbos y Pruitt, 1974 y 1987). La mayor parte de los métodos
que se utilizan para el cálculo de los coeficientes del cultivo parten de la relación entre la ETo del
cultivo y la ETc, es decir, ETc = ETo x Kc; despejando el Kc de la expresión anterior:
(EC 5)
Kc = ETc/ETo
Según Jensen (1974) los coeficientes Kc se basan fundamentalmente en mediciones de la ET
efectuadas mediante técnicas de balance hídrico en el suelo, que son menos precisas que las
obtenidas con lisímetros. Estos coeficientes son válidos para condiciones “medias”, que incluyen
técnicas culturales normales y condiciones hídricas en el suelo también comunes y que no
requieren corrección alguna. Wrigth (1982) da a conocer datos de coeficiente de cultivo
obtenidos mediante mediciones con lisímetros. El término que utiliza para referirse a ellos es el
de “basal crop coefficients” y aconseja utilizarlo cuando no existe evaporación desde la superficie
del terreno y las disponibilidades hídricas del suelo no limitan la ET.
Los valores de Kc han sido determinados experimentalmente para numerosos cultivos hortícolas
bajo invernadero. La ETo y la ETc se midieron mediante balance de agua en lisímetros ubicados
en dos invernaderos, uno sembrado de gramíneas perenes, donde se midió la ETo, y otro con
suelo en arenado, donde se midió la ETc. Los valores de Kc a lo largo del ciclo del cultivo como:
ETc = ETo x Kc (Fernandez et al., 2001).
45
IV.27 Comportamiento del coeficiente de cultivo (Kc)
Los valores de Kc aumentan a medida que lo hace el índice de área foliar y la cobertura del suelo
por parte del cultivo. A medida que el cultivo avanza en su ciclo biológico y empieza la
senescencia foliar los valores de Kc decrecen además aumenta cuando se riega o llueve, si bien
esto ocurre entre los 2 o 3 días siguientes, en una cantidad que es función del agua que se
almacena en el suelo y del porcentaje de sombreado del cultivo.
Posteriormente el Kc decrece a valores que dependen del grado de sombreo del terreno y de la
disponibilidad de agua en el suelo para el cultivo. La evolución del coeficiente del cultivo en el
tiempo es conocida como la curva de los Kc del cultivo, representada matemáticamente por la
formula polinomial (George, 1998).
Diversas escalas se utilizan como referencia para representar la evolución en el tiempo de los
valores del coeficiente de cultivo, entre las más importantes se encuentran los días transcurridos
entre dos cortes sucesivos de cultivos de alfalfa. El porcentaje de los días desde la siembra o
plantación hasta la cobertura total del terreno y a la ETo acumulada.
46
Figura 7. Vista panorámica del campo agrícola experimental (CIQA), en Rancho Las Encinas
Ramos Arizpe en el estado de Coahuila municipio de Ramos Arizpe.
V. MATERIALES Y METODOS
V.1 Localización.
La investigación se realizó en el campo agrícola experimental (CIQA) en el Rancho Las Encinas
Ramos Arizpe, Coahuila, México. Ubicado en las coordenadas 25° 39´ 16” latitud Norte, 101°
06´46.5” longitud Oeste, a una altitud de 1330 msnm, del Departamento de Plásticos en la
Agricultura del Centro de Investigación en Química Aplicada. (Figura 7).
V.2 Características del invernadero.
El invernadero utilizado en este experimento tiene un área de 287 m2, el área útil es de 201 m2,
con un sistema de ventilación a través de cortinas laterales y cenitales de apertura motorizada con
cubierta de polietileno, pabellón de entrada con doble puerta de seguridad (2 x 2m), puerta de
maquinaria y un sistema de control de clima que incluye sistema de calefacción, sistema de
enfriamiento (pared húmeda y dos extractores) y un equipo de fertirriego (Figura 8).
. Ramos Arizpe
47
V.3 Producción de plántula.
La siembra se realizó en charolas de poliestireno de 200 cavidades, con dimensiones de 60 x 34
cm, el día 22 de Abril del 2014 en invernadero de CIQA. Se utilizó como sustrato peat-moss para
la germinación, se humedeció hasta el punto de escurrimiento colocando una semilla por cavidad,
la semilla se depositó a una profundidad de 0.5 cm, se taparon con una capa de peat-moss,
aplicando un riego muy ligero. Se estibaron las charolas, cubriéndolas con un plástico negro
durante cuatro días para conservar la humedad del sustrato y favorecer la germinación,
posteriormente se destaparon y se distribuyeron en los bancales del invernadero de propagación
(Figura 9). Los riegos se aplicaron diario por la mañana y tarde. El agua contenía solución
nutritiva al 50% de la solución de Steiner. Durante el crecimiento de las plántulas, se realizaron 3
Figura 8. Invernadero con cortinas laterales y cenitales de apertura motorizada a), equipado con
calefacción b), pared húmeda y extractores c) y equipo de fertirriego d).
a) b) c)
c) d)
48
aplicaciones preventivas contra enfermedades, a base de productos químicos como Previcur a una
dosis de 1 mL/L.
V.4 Trasplante.
El trasplante se realizó el 30 de mayo del 2014, a 39 días después de la siembra, dos días antes de
esta práctica se aplicaron tres riegos pesados al suelo para minimizar el contenido de sales y
mantener la humedad en el suelo para el trasplante. Se abrió el suelo con una estaca de madera de
un diámetro de 5 cm. Las características de las plántulas trasplantadas eran; altura aproximada de
20 cm con un promedio de cuatro a cinco pares de hojas verdaderas, cepellón y apariencia sana.
Esta labor se efectuó cuidando que la raíz quedara vertical y el cuello de la plántula a nivel del
suelo, el marco de plantación fue en camas de 1.80 m de ancho con 21 m de largo cubiertas con
acolchado plástico coextruido blanco/negro, se trasplanto a una separación de 30 cm entre
plantas y de 30 cm entre líneas de plantas, al momento del trasplante las raíces fueron
sumergidas en una solución de Captan como medida preventiva para el ataque de hongos y
bacterias (Figura 10). La densidad de población promedio fue de 3.3 plantas/m2 dando un total de
665 plantas. El sistema de riego fue por goteo, con 2 cintas regantes por cama colocadas
superficialmente, cada cinta de riego marca Toro aquatraxx que, tiene goteros separados a 20 cm,
con un gasto de 1.06 LPH a una presión 8 PSI, el suelo fue cubierto con Ground Cover para
Figura 9. Proceso, producción de plántulas de crecimiento indeterminado de los híbridos
Gabriela y Gironda en invernadero de producción de plántula. CIQA
49
evitar el crecimiento de malezas, tres días después se aplicó una solución de Confidor
(Imidacloprid), 1 mL/L, para protegerlas de posibles daños ocasionados por mosquita blanca.
V.5 Características de los materiales vegetativos.
Se utilizaron dos híbridos de tomate (Solanum lycopersicum.) de crecimiento indeterminado:
“Gabriela” y “Gironda”.
V.5.1 Gabriela.
Gabriela es una planta de porte indeterminado, fuerte y vigorosa fruto tipo bola. Su
potencial de rendimiento es excelente y la calidad del fruto es excepcional. Gabriela se adapta
bien a diversas condiciones climatológicas, se puede producir a campo abierto y bajo
invernadero, especialmente primavera-verano. Gabriela tiene un alto porcentaje de
comercialización debido a su larga vida de anaquel. Gabriela es altamente resistente a
Verticillium, Fusarium, nematodos y virus del mosaico del tomate.
Figura 10. Trasplante de plántulas de los híbridos Gabriela y Gironda en el invernadero CIQA,
campo experimental Las Encinas Ramos Arizpe Coahuila.
50
V.5.2 Gironda.
Gironda es una planta de porte indeterminado, fuerte y vigorosa fruto tipo bola. Alta
capacidad de producción, con madurez a cosecha intermedia, apta para cultivos de invernadero o
casa sombra, ciclo de otoño-invierno. No presenta hombros verdes, sus formas son redondas y
altas, su color a maduración es rojo intenso con excelente cierre apical. Peso individual superior a
los 220 gramos con larga vida de anaquel. Resistencias: ToMV/Va/Vd.
V.6 Fertilización.
La solución nutritiva utilizada, se originó a partir de la solución descrita por Steiner (1961). La
preparación se realizó en cuatro depósitos de 1,100 L concentrada diez veces, en el deposito uno
se preparó con nitrato de calcio, en el depósito dos se preparó con nitrato de potasio, fosfato
mono potásico y nitrato de amonio, en el tercer deposito se preparó con micro elementos (Fe, Mn,
B, Zinc, Cu, Mo) y en el cuarto deposito el ácido nítrico. El pH se ajustó a 6.0 y se midió
conductividad eléctrica. En las primeras dos semanas se aplicó una solución nutritiva al 75%,
posteriormente a la tercer semana se incrementó al 100%.
V.7 Riegos.
Para la aplicación de riegos se utilizó el equipo Fertikit y el programador NMC-PROL para la
programación de riegos, para obtener los tiempos de riego se consideró la evaporación del día
anterior en base al tanque evaporímetro clase A, obteniendo la evapotranspiración de referencia
(ETo), ETo = (Eo x Kp) y luego la ETc = (Eto x Kc) obteniendo el volumen a aplicar y el tiempo
de riego para cada día (Figura 11).
51
V.8 Control de salinidad y pH.
Con la finalidad de evitar la acumulación de solidos salinos en el suelo se realizaron mediciones
de pH y de conductividad eléctrica (CE) de la solución nutritiva con la ayuda de un medidor
combo de pH y CE modelo Waterproof de la marca HANNA. La conductividad eléctrica del
agua de riego se mantuvo en 2.1 a 2.5 dSm-1 y el pH en el rango de 5.5 a 6.5. El control de estas
variables así como sus muestreos se realizaron cada tercer día durante todo el ciclo del cultivo.
V.9 Podas y tutorado.
Las plantas se condujeron a un solo tallo, para esto se eliminaron los brotes axilares del tallo
principal durante todo el ciclo del cultivo, esta práctica se hizo manualmente y se inició a los 20
días después del trasplante (la eliminación de los brotes fue conforme iban apareciendo). Con el
objetivo de guiar a la planta de tomate con un solo tallo y mantener el tallo de la planta de tomate
en una posición erguida y lograr un mejor manejo sanitario se realizó el tutorado, este consiste en
colocar en la parte superior del invernadero dos hileras de alambre galvanizado sujetadas sobre la
base de un marco metálico existente, mismos que sirvieron de soporte para afianzar los cordones
de rafia amarrados sobre el tallo de la planta (debajo de la primera hoja), dándole dos a tres
Figura 11. Programador a), tornillo micrométrico para la medición de la evaporación de tanque
b) y Tanque evaporímetro clase A c).
a) b) c)
52
vueltas en espiral hacia arriba para fijarlo al alambre señalado a una altura aproximada de 3 m
(Figura 12).
V.10 Raleo de frutos y eliminación de hojas.
Se realizó una poda de frutos (raleo de racimos) con la finalidad de obtener racimos con frutos
uniformes y de mayor diámetro, dejando cinco frutos por racimo, esta práctica se realizó durante
toda la etapa del cultivo. Además se realizó una poda de hojas intermedias a partir de los 60 ddt
para tener producciones homogéneas de buena calidad con frutos de tamaños uniformes y mayor
diámetro, esta práctica consistía en eliminar hojas entre racimos cuajados totalmente, dejando una
hoja en la parte superior y otra por la parte inferior del racimo (Figura 13).
Figura 12. Poda a) y tutorado tipo Holandés a un tallo b), durante todo el ciclo del cultivo de
tomate.
a) b)
53
V.11 Polinización.
Para favorecer la polinización y amarre de los frutos, por la mañana diariamente se movían las
plantas golpeando los tutores con un tubo de cloruro de polivinilo, provocando la vibración en las
flores de las plantas.
V.12 Plagas y enfermedades.
Se hicieron aplicaciones preventivas contra enfermedades fungosas a base de myclobutanil,
mancozeb y captan a una dosis de 1mL/L. Las plantas presentaron síntomas de un mosaico, lo
que indico la presencia de virosis (afectando en un 10%), por lo que se procedió a eliminar las
plantas afectadas. Así mismo hubo presencia de Alternaría, para ello se aplicó Mancozeb a una
dosis de 19 gr/94.5 m2. Así mismo hubo incidencia de cenicilla para su control se aplicó
Myclobutanil a una dosis de 2.15 gr/94.5 m2. Así mismo hubo incidencia de mosquita blanca para
su control se empleó Imidacloprid a una dosis de 1mL/L.
Figura 13. Raleo de frutos a) y eliminación de hojas b), durante todo el ciclo del cultivo de
tomate.
a) b)
54
V.13 Cosecha.
Se realizó manualmente en cada racimo, (conforme maduraban los frutos) el primer corte se llevó
acabo a los 70 ddt para todas las repeticiones. (Figura 14).
V.14 Análisis de datos
V.14.1 Sitio y diseño experimental.
El Sitio experimental consistió en dos tratamientos “Gabriela” y “Gironda” con cuatro
repeticiones cada una con un diseño experimental de bloques al azar.
V.14.2 análisis estadístico para los datos de los dos híbridos.
Para el análisis de datos se utilizó el Software estadístico InfoStat versión 2008.
V14.3 análisis estadístico para los modelos 1 (P-M 1965), 2 (P-M FAO) y 3 (Clase A).
Se utilizó el análisis de muestras independientes de Wilcoxon.
Figura 14. Recolección de frutos, conteo, peso y seleccionado por colores (rayado, rosa y rojo).
55
V.15 Equipo instalado en campo.
V.15.1 Estación meteorológica.
Se instaló una estación de observación meteorológica dentro del invernadero, para calcular
la ETo con el modelo 1 (P-M 1965) y otra fuera para calcular la ETo, en base al modelo 2 (P-M
FAO), se recopilaron los datos cada 30 segundos y fueron almacenados en promedios de 30
minutos en un datalogger modelo CR-23X de la marca Campbell Scientific, Logan Utah. USA.
El cual una vez por mes se recopilaban los datos, (Figura 15).
V.15.2 Tanque evaporímetro clase A.
Se instaló un tanque evaporímetro clase “A” para obtener la evaporación y calcular la ETo
(ETo= Eo x Kp) en una forma más directa en el centro del invernadero sobre una estructura de
a) b)
Figura 15. Estación meteorológica dentro del invernadero de tomate a) y estación meteorológica
fuera del invernadero b), en campo experimental CIQA en Rancho Las Encinas Ramos Arizpe
Coahuila.
56
Figura 16. Tanque evaporímetro clase A, instalado dentro del invernadero en Rancho Las
Encinas Ramos Arizpe Coahuila.
madera a 15 cm del suelo; cuyas dimensiones fueron un diámetro de 120.7 cm y una altura de 25
cm (Figura 16).
V.16 Variables evaluadas.
V.16.1 Variables fenométricas y fisiológicas.
Altura de planta (AP).
Se midió con un flexómetro, se consideró la longitud de tallo desde el nivel del suelo hasta
la parte superior de la planta. Se realizaron 5 mediciones durante todo el experimento.
Diámetro de tallo (DIAM).
Se tomó como punto de referencia para medir el grosor del tallo mediante un vernier el
primer entrenudo de la planta que se ubica debajo de la primera inflorescencia.
57
Área foliar (AF).
Se realizaron 5 mediciones en los dos tratamientos durante la investigación, utilizando el
equipo (integrador digital de área foliar LI-COR modelo LI-3100A).
Índice de área foliar (IAF).
Se realizaron mediciones en los dos híbridos para conocer su índice de área foliar, para
compararlas con el método de área foliar destructivo, se utilizó el equipo LAI-2200 haciendo 5
mediciones en los dos tratamientos durante el desarrollo del cultivo.
Potencial hídrico.
Un aspecto importante de las relaciones hídricas es la descripción del movimiento del agua
a través del suelo, entrada del agua a las raíces, movimiento del agua a través de la planta y salida
de ésta a la atmósfera. Se realizaron 5 mediciones en los dos tratamientos durante el desarrollo
del experimento, utilizando el equipo cámara de presión Scholander modelo 3115 portable marca
SoilMoisture Equipament Corp. California USA. La cámara de presión es el método más simple
y rápido (se necesitan aproximadamente 5 min/muestra: Kirkham, 2005), y quizás el único
método práctico en condiciones de campo, para estimar el potencial hídrico de las hojas, El tejido
se debe encontrar en condiciones de equilibrio de potencial hídrico para efectuar una estimación
adecuada de su potencial hídrico promedio, Fulton et al. (2001) Informaron que la cobertura de
una hoja en la planta con una bolsa reflexiva, impermeable al agua asegura que se alcancen
condiciones de equilibrio entre la hoja que no está transpirando y el tallo, se eligieron al azar 2
plantas por repetición de cada hibrido las cuales se cubrieron con papel aluminio por 1 hora antes
de empezar con la medición.
58
V.16.2 Variables de biomasa.
Peso seco de tallo (PST).
Para esta variable se cosecharon 2 plantas por repetición de cada hibrido dando un total de
16 plantas, las cuales fueron secadas en una estufa a 72°C por 72 horas, una vez secas las
muestras se pesaron y se cuantificaron.
Peso seco de hoja (PSH).
En las mismas 16 plantas y con el procedimiento anterior utilizado para PST se obtuvo el
peso seco de hoja por planta.
Peso seco de fruto (PSF).
En las mimas 16 plantas y con el procedimiento anterior utilizado para PSH se obtuvo el
peso seco del fruto por planta.
V.16.4 Variables climáticas.
Radiación solar.
Se evaluaron dentro y fuera del invernadero las siguientes variables de radiación:
Radiación total solar (RSG), radiación par (PAR) y radiación neta (Rn), con la ayuda de los
sensores: Piranometro marca LI-COR modelo LI-200, Quantum marca Apogee modelo SQ-225,
NR-Lite Net Radiometer Campbell Scientific. Durante todo el desarrollo del cultivo, los
sensores se ubicaron a una altura de 3 metros, orientados norte-sur, la frecuencia de muestreo de
los diferentes sensores fue cada 30 segundos y fueron almacenados en promedios de 30 minutos
en un datalogger modelo CR-23X de la marca Campbell Scientific, Logan Utah. USA. El cual
59
una vez por mes se recopilaban los datos los cuales serán usados para determinar la ET de
acuerdo a la ecuación de Penman Monteith.
Temperatura y humedad relativa.
Se evaluó las variables de temperatura y humedad relativa dentro y fuera del invernadero
con el sensor vaisela modelo HMP60 marca Campbell Scientific, durante todo el desarrollo del
cultivo, estas variables son fundamentales en el desarrollo del cultivo, de ellas depende la
transpiración del cultivo y evaporación del suelo, por lo que es de suma importancia la medición
de estas y mantenerlas en valores óptimos y por consiguiente una ET uniforme, la frecuencia de
muestreo de datos fue cada 30 segundos y fueron almacenados en promedios de 30 minutos en un
datalogger modelo CR-23X de la marca Campbell Scientific, Logan Utah. USA. El cual una vez
por mes se recopilaban los datos los cuales serán usados para determinar la ET.
Velocidad y dirección del viento.
Se avaluaron las variables de velocidad y dirección del viento dentro del invernadero con el
equipo wind sentry modelo 03002 marca Campbell Scientific, durante todo el desarrollo del
cultivo, estas variables son claves para modificar la fórmula de Penman-Monteith 1965, ya que se
utilizan en las fórmulas de resistencia aerodinámica (ra) y resistencia de la cubierta vegetal (rcv)
descritas más adelante, la frecuencia de muestreo de datos fue cada 30 segundos y fueron
almacenados en promedios de 30 minutos en un datalogger modelo CR-23X marca Campbell
Scientific, Logan Utah. USA. El cual una vez por mes se recopilaban los datos los cuales serán
usados para determinar la ET.
60
V.17 Metodología para determinar la evapotranspiración de referencia (ETo) Penman-
Monteith FAO.
(EC 6)
Donde:
Rn = Radiación neta en la superficie del cultivo (MJ m-2 día-1).
G = Flujo del calor de suelo (MJ m-2 día-1).
T = Temperatura media del aire a 2 m de altura (°C).
u2 = Velocidad del viento a 2 m de altura (m s-1).
es = Presión de vapor de saturación (KPa).
ea = Presión real de vapor (KPa).
es - ea = Déficit de presión de vapor (KPa).
Δ = Pendiente de la curva de presión de vapor (KPa °C-1).
γ = Constante psicométrica (KPa °C-1).
V.17.1 Calor latente de vaporización.
El calor latente de vaporización, (λ), expresa la energía requerida para cambiar una masa de
unidad de agua líquida a vapor de agua bajo presión y temperatura constantes. El valor del calor
latente de vaporización varía en función de la temperatura. Cuanto más elevada sea la
temperatura, menos energía será requerida. Como λ varía levemente dentro de rangos de
temperaturas normales, se considera un valor constante de 2.45 MJ kg-1 para la simplificación de
la ecuación de FAO Penman-Monteith. Este valor corresponde al calor latente de vaporización a
una temperatura del aire de alrededor de 20 °C.
61
Rn y G se constituyen en la energía disponible por unidad de área y se expresan en MJ m-2 día-1.
Para convertir las unidades de energía de radiación a alturas equivalentes de agua (mm), el calor
latente de vaporización, (λ), es utilizado como factor de conversión (1/λ = 0.408).
V.17.2 Radiación neta (Rn).
La Rn, es la diferencia entre la radiación entrante y saliente de longitudes de onda cortas y
largas. Es el equilibrio entre la energía absorbida, reflejada y emitida por la superficie terrestre o
la diferencia de la radiación de onda corta entrante neta (Rsw) y la radiación de onda larga saliente
neta (Rlw).
(EC 7)
Rn Rsw Rlw
Donde:
Rsw = Radiación neta de onda corta (MJ m-2 día -1), (Ecuación 8).
Rlw = Radiación neta de onda larga (MJ m-2 día -1), (Ecuación 9).
(EC 8)
Rsw = (1-α)Rs0.77Rs
Donde:
Rsw = Radiación solar medida (MJ m-2 día -1).
α = Albedo o coeficiente de reflexión 0.23 (para un cultivo hipotético de referencia de Pasto).
(EC 9)
Donde:
σ = Constante de Stefan-Boltzmann (4.903*10-9 MJ K-4 m -2 día -1).
lw
62
Ta = Temperatura del aire (°K).
ea = Presión de vapor actual (KPa).
Rso = Radiación solar calculada para un día despejado (MJ m-2 día -1), (Ecuación 10).
(EC 10)
Rso = (0.75+2*10-5*z)Ra
Donde:
Z = Elevación de la estación sobre el nivel del mar (m).
Ra = Radiación extraterrestre (MJ m-2 día -1), (Ecuación 11).
(EC 11)
Donde:
Gsc = Constante solar (0.0820 MJ m-2 s-1).
dr = Distancia relativa inversa Tierra-Sol, (Ecuación 12).
ωs = Ángulo de radiación a la puesta del sol, (Ecuación 14) .
φ = Latitud (rad).
δ = Declinación solar (rad), (Ecuación 13).
63
La latitud, (φ) expresada en radianes es positiva para el hemisferio norte y negativa para el
hemisferio sur.
(EC 12)
(EC 13)
(EC 14)
Donde:
JD = Numero del día del año (1 de enero al 31 de diciembre).
V.17.3 Flujo de calor del suelo (G).
Es la energía que se utiliza para calentar el suelo G, tiene valores positivos cuando el suelo
se calienta y negativos cuando el suelo se enfría. Aunque el flujo calórico del suelo es pequeño
comparado con Rn y puede ser no considerado con frecuencia, la cantidad de energía ganada o
perdida por el suelo en este proceso teóricamente debe restarse o agregarse a Rn para estimar la
ET.
(EC 15)
G = 0.10*Rn
64
V.17.4 Densidad media del aire a presión constante (ρa).
(EC 16)
Donde:
ρa = Densidad media del aire a presión constante (Kg m-3).
P =Presión atmosférica (KPa).
ea = Presión real de vapor (KPa).
Ta = Temperatura del aire (°C).
V.17.5 Calor específico del aire (cp).
El calor específico es la cantidad de energía requerida para aumentar la temperatura de una
unidad de masa de aire en 1° C a presión constante. Su valor depende de la composición del aire,
fundamentalmente de su humedad. Para condiciones atmosféricas medias se puede utilizar el
valor cp = 1.013*10-3 MJ kg-1 K -1.
V.17.6 Presión de vapor de saturación (es).
La presión de saturación de vapor puede ser calculada en función de la temperatura del aire,
pues depende de ella. La relación entre ambas variables se expresa como:
(EC 17)
65
Donde:
es(Ta) = Presión de saturación de vapor a la temperatura del aire (KPa).
Ta= Temperatura del aire (°C).
V.17.7 Presión real de vapor (ea).
La presión real de vapor se puede también derivar de la humedad relativa.
(EC 18)
Donde:
HRmedia = Es la humedad relativa media, definida como el promedio entre la
HRmax y HRmin.
V.17.8 Déficit de presión de vapor (DPV).
El déficit de presión de vapor es la diferencia entre la presión de saturación de vapor (es) y
la presión real de vapor (ea) durante un determinado periodo.
(EC 19)
(es - ea)
66
V.17.9 Pendiente de la curva de presión de saturación de vapor (Δ).
Para el cálculo de ET, se requiere calcular la pendiente de la relación entre la presión de
saturación de vapor y la temperatura, (Δ). La pendiente de la curva a una temperatura dada se da
por:
(EC 20)
Donde:
Δ = pendiente de la curva de la presión de saturación de vapor a la temperatura del aire T (KPa
°C-1).
T = temperatura del aire (°C).
V.17.10 Constante psicométrica.
Es una función principal de la presión atmosférica y el calor de vaporización y puede ser
estimada de la siguiente forma:
(EC 21)
Donde:
γ = Constante psicométrica (KPa °C-1).
P = Presión atmosférica (KPa).
.
.
.
.
67
λ = Calor latente de vaporización, 2.45 (MJ kg-1).
cp = Calor especifico a presión constante, 1.013 * 10-3 (MJ kg-1 °C-1).
ε = Cociente del peso molecular de vapor de agua /aire seco = 0.622.
V.17.11 Presión atmosférica.
La presión atmosférica, (P), es la presión ejercida por el peso de la atmosfera terrestre. La
evaporación en altitudes elevadas ocurre en parte gracias a la baja presión atmosférica que se
expresa con la constante psicométrica. Este efecto es, sin embargo, pequeño y en los
procedimientos del cálculo, el valor medio para una localidad es suficiente. Para calcular P puede
emplearse una simplificación de la ley de los gases ideales, a una temperatura atmosférica
estándar de 20°C:
(EC 22)
Donde:
P = Presión atmosférica (KPa).
Z = Elevación sobre el nivel del mar (m).
V.17.12 Resistencia de la cubierta vegetal (rcv).
Describe la resistencia al flujo de vapor a través del cultivo transpirante y de la superficie
evaporante de suelo. Y asume un valor constante según el método FAO Penman-Monteith de 70 s
m-1 para las condiciones de pasto como referencia.
.
.
.
68
V.17.13 Resistencia aerodinámica (ra).
Es la transferencia de calor y de vapor de agua desde la superficie evaporante hacia el aire
que se encuentra sobre la planta. Y está dada por la siguiente ecuación:
(EC 23)
Donde:
u2 = Velocidad del viento (m s-1) a 2 m de altura sobre la superficie del suelo.
(EC 24)
(1 + rcv/ra) = (1 + 0.34 u2)
V.18 Metodología para determinar la evapotranspiración de referencia (ETo) con el tanque
evaporímetro clase A.
La tasa evaporativa de los tanques de evaporación llenos de agua puede ser fácilmente obtenida.
En ausencia de lluvia, la cantidad de agua evaporada durante un período (mm día-1) corresponde
a la disminución de la altura de agua en el tanque en ese período. Los tanques proporcionan una
medida del efecto integrado de la radiación, viento, temperatura y humedad sobre el proceso
evaporativo de una superficie abierta de agua.
Doorenbos y Pruit (1977) proponen un método para la estimación de la ETo, a partir de los datos
medidos de evaporación de una lámina libre de agua en el tanque evaporímetro clase A. la
ecuación correspondiente, toma la forma siguiente:
(EC 25)
ETo = Kp * Eo
69
Donde:
ETo = Evapotranspiración de referencia (mm/día).
Eo = Evaporación del tanque clase A (mm/día).
Kp = Coeficiente del tanque (adim).
El coeficiente del tanque está en función de la humedad relativa ambiental, del recorrido del
viento tomado a dos metros sobre el nivel del terreno y de la distancia en metros desde el tanque
hasta el extremo de la cubierta sobre la que se ubica, la ecuación es la siguiente descrita por Allen
y Pruitt (1991).
(EC 26)
Kp = 0.108-0.000331*U2+0.0422*ln(entorno)+0.1434*ln(HRprom)-
0.000631*[(ln(entorno))]2*ln(HRprom)
Donde:
Entorno = Distancia desde el tanque evaporímetro hasta el área de cultivo (m).
HRprom = Humedad relativa promedio (%).
U2 = Velocidad diaria promedio del viento a 2 m de altura (m s-1).
La toma de datos se realizó diario por la mañana, en el tanque evaporímetro clase A, en el cual se
reponía el agua cada semana durante todo el ciclo del cultivo de tomate, se tenían tensiómetros
para monitorear el contenido de humedad del suelo, en base a este método se programaron los
riegos.
70
V.19 Metodología para determinar la evapotranspiración de referencia (ETo) con la
ecuación de Penman-Monteith 1965.
La ecuación Penman-Monteith 1965, requiere de mediciones simultáneas de temperatura del aire,
humedad relativa, velocidad del viento y radiación solar. Estas variables climáticas pueden ser
registradas a través del uso de estaciones meteorológicas.
(EC 27)
Donde:
Calor Latente de Vaporización (MJ kg-1).
Pendiente de la Curva de Presión de Vapor (KPa ºC-1).
Rn = Flujo de la Radiación neta en superficie (Wm-2).
G = Flujo térmico del suelo (Wm-2).
= Densidad atmosférica (Kg m-3).
cp = Calor específico del aire húmedo (J(Kg*°C)-1).
(ea-ed) = Déficit de Presión de Vapor (KPa).
rc = Resistencia de la cubierta vegetal (s m-1).
ra = Resistencia aerodinámica (s m-1).
= Constante Psicométrica (KPa ºC-1).
Monteith (1965).
Se instaló una estación meteorológica dentro del invernadero y otra fuera, para mediar las
diferentes variables como radiación neta, radiación solar, temperatura y humedad del aire,
velocidad y dirección del viento, indispensables para modificar la ecuación original de Penman-
Monteith 1965 y obtener la ETo para esas condiciones de cultivo de tomate bajo condiciones de
invernadero en la zona del semidesierto de Coahuila.
71
Radiación total solar (RSG) se midió con el sensor Piranometro marca LI-COR modelo LI-200,
la radiación neta (Rn), se midió con la ayuda del sensor, Quantum marca Apogee modelo SQ-
225, la temperatura y humedad del aire (T), (HR), se midió con el sensor vaisela modelo HMP60
marca Campbell Scientific, y la dirección y velocidad del viento se midió con el equipo wind
sentry modelo 03002 marca Campbell Scientific, estas dos variables dirección y velocidad del
viento, son el punto clave para poder medir nuestras variables de resistencia aerodinámica (ra) y
resistencia de la cubierta vegetal (rcv).
Durante todo el desarrollo del cultivo, la frecuencia de muestreo de datos de los diferentes
sensores fue cada 30 segundos y fueron almacenados en promedios de 30 minutos en un
datalogger modelo CR-23X de la marca Campbell Scientific, Logan Utah. USA. El cual una vez
por mes se recopilaban los datos los cuales serán usados para determinar la ET de acuerdo a la
ecuación de Penman Monteith 1965.
Las variables flujo de calor de suelo, calor latente de vaporización, constante psicométrica,
pendiente de la curva de presión de vapor, calor especifico del aire y déficit de presión de vapor
se calcularon de acuerdo a lo descrito con anterioridad para la ecuación de Penman-Monteith
FAO. La resistencia superficial y aerodinámica son específicas para cada cultivo es por eso la
importancia de conocer estas variables para el cálculo oportuno y preciso de la ET en cultivo de
tomate bajo condiciones de invernadero en la zona del semidesierto, su metodología se presenta a
continuación.
V.19.1 Resistencia aerodinámica (ra).
Es la resistencia del aire al flujo de vapor de agua desde la superficie de la cubierta vegetal
a la altura de medición de la temperatura, humedad relativa y velocidad del viento. Este
parámetro se puede expresar como (Jensen et al.,1990):
(EC 28)
72
Donde;
ra = Resistencia aerodinámica. (s m-1).
Z = Altura de referencia (m).
Zom = Altura de rugosidad aerodinámica al movimiento del aire (m).
Zov = Altura de rugosidad aerodinámica al movimiento de calor y vapor de agua (m).
d = Altura de desplazamiento del plano de referencia aerodinámico (m).
K = Constante de Von Karman (0.412).
V = Velocidad del viento (m s-1).
Para una amplia gama de cultivos, la altura de desplazamiento cero, d (m), y la transferencia del
momento que gobierna la longitud de la rugosidad, zom (m), se pueden estimar de la altura del
cultivo h (m), por medio de las siguientes ecuaciones:
(EC 29)
d= 0.67*hc
(EC 30)
Zom= 0.123* Altura de cultivo (hc).
La longitud de la rugosidad que gobierna la transferencia de calor y vapor, zov (m), se puede
aproximar por:
(EC 31)
Zov= 0.1*Zom.
73
V.19.2 Resistencia de la cubierta vegetal (rcv).
Es la resistencia que opone la cubierta vegetal a la transferencia de vapor de agua y
representa el valor promedio de las resistencias estomáticas de las hojas individuales, para un
cultivo que cubre parcial o completamente el suelo, y se expresa por la siguiente formula:
(EC 32)
rcv =𝛒𝐬∗𝐂𝐩∗𝐃𝐏𝐕
𝚫∗(𝐑𝐧−𝐆)
Donde:
ρs = Densidad media del aire a presión constante (Kg m-3).
Cp = Calor especifico del aire (J (Kg*°C)-1).
DPV = déficit de presión de vapor (KPa).
Δ = Pendiente de la curva de presión de vapor de saturación (KPa°C-1).
Rn = Radiación neta (Wm-2).
G = Flujo del calor en el suelo (Wm-2).
Se determinó la ETo, para los tres modelos durante todo el ciclo de cultivo obteniendo la ETo
diaria, para el cultivo de tomate bajo condiciones de invernadero.
Al obtener los medidas reales de las variables (ra) y (rcv) del cultivo de tomate bajo condiciones
de invernadero, fueron usados en la fórmula original de Penman-Monteith 1965, teniendo una
formula modificada, modelo 1 (P-M 1965), calculando la ETo para ese ambiente, posteriormente
se compararon con la ETo, calculada con la misma ecuación tomando en cuenta un pasto
hipotético modelo 2 (P-M FAO), y comparándola con la evapotranspiración de referencia ETo
del tanque evaporímetro clase A, modelo 3 (Clase A).
74
V.20 Rendimiento
V.20.1 Rendimiento en peso por hibrido.
Para la cuantificación de esta variable se sumaron todos los pesos de los frutos obtenidos de
cada hibrido.
V.20.2 Rendimiento total en peso.
Para esta variable se sumaron todos los pesos de los frutos de los dos híbridos, tomando en
cuenta bordos.
75
VI. RESULTADOS Y DISCUSION
El estudio de los modelos de ET realizado en el Campo Experimental (CIQA) ubicado en Rancho
Las Encinas Ramos Arizpe Coahuila, muestra las variables climáticas y los resultados de la ETo,
los cuales se muestran a continuación con las diferentes variables Fenométricas y Fisiológicas de
los híbridos Gabriela y Gironda, para comparar el desarrollo del cultivo, analizados
estadísticamente.
VI.1 Variables Fenométricas y Fisiológicas.
El crecimiento de las plantas se logra a través de la división celular, alargamiento y
diferenciación, que implica eventos fisiológicos, genéticos, ecológicos, morfológicos y
microclimáticos (Vázquez, 2012), en el (Cuadro 3), se observa el comportamiento de las
diferentes variables evaluadas en las plantas de tomate bajo condiciones de invernadero en
Rancho experimental Las Encinas Ramos Arizpe Coahuila. Para las variables área foliar (AF) e
índice de área foliar (IAF) no se encontraron diferencias significativas entre los híbridos, más si
se encontró diferencia significativa en la variable altura de planta (ALT), no siendo así para las
variables diámetro de tallo (DIAM), peso seco de la hoja (PSH), sin embargo se encontró
diferencia significativa en las variables peso seco de tallo (PST) y peso seco de fruto (PSF). De
acuerdo a los resultados obtenidos en este trabajo, estas variables fueron modificados por el
hibrido en particular debido a sus propias características y no por el ambiente ya que ambos
tratamientos se encontraban bajo las mismas condiciones climáticas.
76
Cuadro 3. Variables fenometricas y fisiológicas del cultivo de tomate bajo condiciones de
invernadero, GA = Gabriela, GI = Gironda, ddt = días después del trasplante, C.V = coeficiente
de variación.
Hibrido variable Variables Fenometricas y Fisiológicas.
98 ddt 118 ddt 139 ddt 159 ddt 193 ddt GA Diámetro
(mm)
14.44 a 13.68 a 12.29 a 18.13 a 15.64 a
GI 14.05 a 15.11 a 12.84 a 15.92 a 15.75 a
C.V (%). 4.34 5.88 12.34 8.12 9.03
GA Área foliar
(m2)
1.10 a 1.06 a 0.82 a 1.38 a 0.93 a
GI 1.27 a 1.16 a 1.09 a 1.40 a 1.04 a
C.V (%). 12.81 14.50 16.30 12.90 12.55
GA IAF
Destructivo
3.62 a 3.51 a 2.70 a 4.54 a 3.07 a
GI 4.19 a 3.82 a 3.58 a 4.61 a 3.43 a
C.V (%). 12.81 14.50 16.30 12.90 12.55
GA IAF No
destructivo
4.11 a 2.58 a 2.36 a 2.23 a -
GI 4.85 a 2.83 a 2.35 a 1.80 b -
C.V (%). 8.11 12.79 10.47 5.99 -
GA Altura (m)
2.36 a 3.12 a 3.45 a 4.35 a 4.72 a
GI 1.85 a 2.61 a 2.79 a 3.49 b 4.04 b
C.V (%) 2.92 5.09 13.03 5.03 3.59
Medias de las variables en las columnas, con una letra común no son significativamente
diferentes (p > 0.05)
VI.2 Diámetro de tallo
El diámetro de tallo influye de manera significativa en el rendimiento, ya que como lo
mencionaron Stevenson y Merters (1980), Esau (1976) y Adams (1982) el tallo es un órgano de
sostén, translocación de agua, nutrimentos y asimilados, de arquitectura y de almacén, funciones
de gran importancia en la productividad de los cultivos. Leperen et al. (2003), menciona que el
estrés hídrico causado por una mala distribución del xilema provoca la abscisión de frutos, esto
refuerza la importancia de tener un tallo en buenas condiciones y de buen diámetro.
De acuerdo con el análisis de varianza en este trabajo no se encontraron diferencias significativas
entre los dos híbridos para la variable diámetro de tallo, los híbridos mostraron valores de 14. 84
mm en caso “Gabriela” y de 14.73 mm “Gironda”, Gaona y Juárez (2005), señalan diámetros de
14.90 mm para planta de tomate tipo bola, lo cual gracias al buen manejo agronómico, adecuada
fertilización y condiciones ambientales favorables se obtuvo un diámetro dentro del rango y
aceptable.
77
El diámetro de tallo del cultivo de tomate bajo condiciones de invernadero puede llegar hasta los
25 mm, de tal forma que a mayor diámetro incrementa el número de frutos y en consecuencia el
rendimiento, como lo sustenta (Moorby, 1981), menciona que una mayor área de parénquima
implica mayor reserva de asimilados que pueden ser utilizados en el fruto en crecimiento, asi
como una mayor área de xilema posibilita un mayor transporte de agua y nutrientes a los órganos
reproductivos.
Sin embargo, el tallo y sus diferentes tejidos se pueden ver afectados por factores ambientales
como radiación, temperatura, transpiración y de manejo agronómico, las temperaturas (30°C)
propician el crecimiento de tallos delgados (Folquer, 1976), de igual forma se pueden ver
afectados por la intensidad de la radiacion, luminosidad baja dan lugar a tallos delgados y débiles.
Otro factor importante que puede modificar el diámetro de tallo es la densidad de plantación,
teniéndose que mayor densidad, menor diámetro de tallo, reflejándose también en las áreas de los
diferentes tejidos (Sánchez, 1997). Para este trabajo la densidad de siembra fue de 3.3 plantas por
metro cuadrado, obteniendo con esto un diámetro de tallo de 14.84 y 14.73 Gabriela y Gironda
respectivamente.
Figura 17. Evolución del diámetro de tallo de plantas de tomate, GA = Gabriela,
GI = Gironda, ns = no significativa, ddt = días después del trasplante.
d d t
Dia
me
tro
(m
m)
0
0
2
4
6
8
1 0
1 2
1 4
1 6
1 8
2 0
G A
G I
9 8 1 1 8 1 3 9 1 5 9 1 9 3
n s n s
n s
n s
n s
78
VI.3 Área foliar
Es bien conocido que la magnitud del área foliar define la capacidad de la cubierta vegetal para
interceptar la radiación fotosintéticamente activa, la cual es fuente primaria de energía utilizada
por las plantas para la fabricación de tejidos y elaboración de compuestos alimenticios, (Warnock
et al., 2006). En general, una alta productividad requiere una intercepción adecuada que
aproveche al máximo la radiación solar incidente. (Herbet, 2004).
El área foliar y el índice de área foliar es un parámetro ampliamente estudiados por la
ecofisiología de cultivos. Se han utilizado varios métodos para su determinación, que pueden
clasificarse en destructivos y no destructivos, tanto directos como indirectos.
En el presente trabajo se observa que el hibrido Gironda tuvo un incremento mayor de área foliar
que el hibrido Gabriela desde el inicio de las mediciones a los 98 ddt hasta culminar el
experimento a los 193 ddt, esto debido al comportamiento del hibrido con el microclima del
invernadero y a sus características propias del hibrido, manteniéndose durante todo el ciclo del
cultivo, esto da como resultado una mayor actividad fotosintética, ya que el comportamiento de
respuesta de la materia seca a incrementos de densidad de población depende en gran medida del
área foliar (Rodríguez, 2000), y a su vez según Jarma et al. (1999), las plantas con mayor área
foliar y ambiente favorable, son capaces de utilizar mejor la energía solar con una fotosíntesis
más eficiente, y una transpiración uniforme.
Figura 18. Evolución del Área Foliar en plantas de tomate, GA = Gabriela,
GI = Gironda, ns = no significativa, ddt = días después del trasplante.
d d t
Are
a F
oli
ar
(m2)
0
0 .0
0 .2
0 .4
0 .6
0 .8
1 .0
1 .2
1 .4
1 .6
G A
G I
9 8 1 1 8 1 3 9 1 5 9 1 9 3
n s
n sn s
n s
n s
79
Para los dos tratamientos la mayor área foliar se presentó a los 159 ddt (Figura 18), en este
periodo también se observó los máximos valores en el número de hojas. Esta situación es
favorable para un mejor crecimiento y desarrollo del cultivo, el cual contribuye a obtener más
altos rendimientos debido al paso de agua y nutrientes por el proceso de transpiración, ya que a
medida que se desarrolla la planta de tomate, las hojas se vuelven más complejas y por lo tanto
más funcionales. El estado de la planta a la última medición de área foliar, tenía una apariencia
sana libre de plagas y enfermedades y en condiciones climáticas favorables es por eso que el área
foliar no muestra una tendencia a decrecer, manteniéndose casi igual durante todo el ciclo de
cultivo, debido a que la planta de tomate se mantuvo a 2.5 m de altura, buena manejo agronómico
de la poda a lo largo del ciclo de cultivo, este manejo agronómico adecuado nos ayudó a tener
una taza evapotranspirativa uniforme debido a la correcta ventilación del aire por las plantas,
Orgaz et al., (2005), demostraron que los valores de los coeficientes de cultivo (Kc) determinados
para cultivos bajo invernadero fueron superiores a los del cultivo al aire libre, debido a que las
diferencias en el manejo (podas, tutorado, deshoje, etc.), densidad de siembra, disminución de la
radiación solar y velocidad del viento influyen en la altura, arquitectura y distribución del área
foliar, y en las propiedades aerodinámicas del cultivo.
VI.4 Índice de área foliar
El índice de área foliar indica la relación entre el área foliar total y el área de suelo cubierta por
las plantas, o sea la densidad del follaje. Este índice de área foliar describe las dimensiones del
sistema transpirativo de una comunidad vegetal o planta, siendo por lo tanto el principal factor a
determinar en la productividad de un cultivo. Por ejemplo, un valor de IAF = 4, indicaría que
sobre 1 m2 de suelo hay 4 m2 de hojas, potencialmente perdiendo agua y nutrientes por el proceso
de transpiración.
Estudios realizados en Colombia para evaluar el crecimiento del cultivo de tomate observaron
que los valores más altos de IAF se dieron a partir de 105 días después de trasplante (ddt),
(Barraza, et al., 2004).
80
Figura 19. Comportamiento del índice de área foliar (IAF), de los dos híbridos, GA =
Gabriela LAI 2200 ( ), GI = Gironda LAI 2200 ( ), Ga = Gabriela ( ), GA =
Gironda ( ), ns = no significativo, * = significancia, ddt = días después del trasplante.
Índice de Área Foliar calculado a partir de área foliar destructivo.
d d t
Ind
ice
de
Are
a F
oli
ar
0
0 .0
0 .5
1 .0
1 .5
2 .0
2 .5
3 .0
3 .5
4 .0
4 .5
5 .0
5 .5
GA
G I
9 8 1 1 8 1 3 9 1 5 9
n s
n s
n s
n s
a *
GA
G I
b
De acuerdo al análisis de varianza en este trabajo no se encontraron diferencias significativas de
la variable índice de área foliar más sin embargo tuvieron un gran efecto sobre los híbridos
evaluados calculada con el sensor LAI-2200, para los dos híbridos durante todo el ciclo del
cultivo como se aprecia en la (Figura 19), más sin embargo en esta misma figura se observa, la
diferencia que hubo de esta variable al ser comparada con el dato medido a partir de área foliar
destructivo, ya que se muestra el comportamiento del Índice de Área Foliar durante todo el ciclo
vital del cultivo donde se aprecia que se mantuvo casi constante desde el día 98 ddt cuando se
inició con las mediciones hasta la última medición el día 159 ddt, donde las plantas de tomate
tenían una apariencia sana, libre de plagas y enfermedades con una altura de 2.5 m en la etapa de
producción, es por eso que el índice de área foliar para esta última medición aun no empezaba a
decrecer como lo marcan algunos autores al finalizar el ciclo del cultivo. (Barraza, et al., 2004).
Se puede apreciar que los híbridos aprovecharon la radiación presente por lo cual se manifiesta
fisiológicamente en una mayor tasa de translocación de fotoasimilados hacia los puntos de
demanda, que para el caso del cultivo del tomate son principalmente los frutos.
Esto se encuentra ligado con lo descrito por Fogg (1967) y Gómez et al. (1999) en el sentido de
que la cantidad de fotosíntesis que una planta realiza depende, además de la superficie de la hoja
81
u otros órganos fotosintéticos que posea, del índice de área foliar, es decir del área de los limbos
foliares sobre la unidad de superficie del suelo.
Las plantas de tomate desarrolladas en espacios cerrados con baja radiación presentan una mayor
área foliar que plantas expuestas a radiación solar total (Paez, et al., 2000).
Si se mantiene el índice de área foliar en el valor optimo (3.5 a 4.5 m2) la planta realiza una
captación de radiación más efectiva y una transpiración uniforme, más sin embargo si los valores
de índice de área foliar llegan a sobrepasar este valor optimo la productividad puede decaer esto
debido por el excesivo gasto energético que demanda la respiración y por la mala utilización de la
luz en las hojas inferiores ya que estarían sombreadas, pues dejan de recibir la luz necesaria y
pierden el balance de carbono y cuando esto sucede el índice de área foliar comienza a decrecer
(Cayón, 1992).
Como se muestra en la (Figura 19), a los 159 ddt en el hibrido Gabriela donde se aprecia un valor
de (4.54 m2), y en el hibrido Gironda con un valor de (4.61 m2), estos valores se mantienen en el
límite del valor óptimo de índice de área foliar, por lo cual no se aprecia una disminución del
índice de área foliar de acuerdo con lo reportado con (Cayón, 1992).
VI.5 Longitud de tallo
De acuerdo al análisis de varianza en este trabajo se encontraron diferencias significativas para la
variable longitud de tallo en los dos híbridos, en la (Figura 20), se muestra la evolución del
crecimiento de la planta durante todo el ciclo vital del cultivo. Es notable la diferencia que hay,
en relación del primer muestreo que se hizo a los 98 ddt y el último que fue a los 193 ddt, al igual
se nota una diferencia entre los híbridos donde vemos que el hibrido Gabriela tuvo una mayor
longitud de tallo, a diferencia del hibrido Gironda, los híbridos se mantuvieron bajo buenas
condiciones ambientales así como buen manejo agronómico, la diferenciación entre híbridos se
debió a las características individuales de cada uno de ellos.
82
En lo que refiere a la longitud de la planta, una mayor longitud causa mayor número de hojas y
de clorofila (Rodríguez et al., 1998). El incremento en el número de hojas aumenta la fotosíntesis
total, lo que provoca un mayor peso de fruto y con esto mejor rendimiento. La presión de turgor
es muy importante para la elongación de las células, ya que ésta provee el manejo de la fuerza
para un crecimiento irreversible de las células (Hsiao y Xu, 2000); es así como las diferencias en
la presión de turgor resultan en un área foliar (AF) menor para plantas cultivadas bajo estrés
hídrico, comparadas con aquéllas bien irrigadas, por lo que una disminución en el (AF) y un
cierre de estomas originan un menor crecimiento en la altura de las plantas, la ventilación ayuda
al proceso de transpiración de la planta, trayendo como beneficio el enfriamiento del invernadero
en las horas más críticas del día, (Schoffl et al. 1999) menciona que el aumento de la temperatura
más allá del límite de tolerancia para el cultivo de tomate en un periodo de tiempo determinado,
causa daños irreversibles, a nivel celular en cuestión de minutos, conduciendo a un colapso en la
organización celular que incide en el crecimiento y en el desarrollo de las plantas.
Según Santos (2003), menciona que a los 93 ddt la altura máxima fue de 2.48 m con el tomate
tipo Roma cv. Llanero de crecimiento indeterminado, si se compara esta altura con la obtenida
por el hibrido Gabriela, este tratamiento obtuvo una altura menor 2.36 m. Sin embargo, este
resultado sobrepasa al obtenido por Gaona y Juárez (2005) quienes obtuvieron plantas de 2.21 m
Figura 20. Comportamiento de la longitud de tallo de tomate, GA =
Gabriela, GI = Gironda, ns = no significativa, * = significancia, ddt = días
después del trasplante.
d d t
Alt
ura
(m
)
0
0 .0
0 .5
1 .0
1 .5
2 .0
2 .5
3 .0
3 .5
4 .0
4 .5
5 .0
5 .5
GA
G I
9 8 1 1 8 1 3 9 1 5 9 1 9 3
n s
n s
n s
a *
b
a *
b
83
de altura en las variedades tipo bola GC41598 y Caimán, a los 93 ddt, la altura de la planta
modifica el microclima del invernadero debido al proceso de transpiración y evaporación que se
dan dentro del invernadero, la medición oportuna y diaria de las diferentes variables climáticas,
nos ayudó a tener el cultivo en buenas condiciones, ya que la altura fue un factor importante para
la medición de la resistencia de la cubierta vegetal y aerodinámica del cultivo.
Rodríguez (2000) comenta que al incrementar la densidad de población, se producen plantas más
largas, mientras que Favaro y Pilatti (1997), mencionan que las plantas de tomate sembradas a
mayor densidad, originan en sus estratos inferiores una mayor proporción de luz rojo lejano (730
nm). Este hecho afecta la actividad del fitocromo que se expresa por un incremento en la longitud
de los entrenudos y por consiguiente la altura de la planta, en nuestro estudio la altura de planta
se mantuvo a 2.5 metros, cuando sobrepasaba esta altura se bajaba planta manteniéndola en una
altura constante, teniendo en cuenta que los híbridos de tomate utilizados en la presente
investigación es de tipo indeterminado, Chamarro (1995) menciona que en los cultivares
indeterminados el tallo principal crece en forma continua con inflorescencias internodales
laterales cada 3 hojas, pudiendo crecer hasta 10 m por año, hasta donde la planta sea capaz de
transportar los nutrientes y soluciones desde el suelo hasta la última hoja.
En general, hojas con temperaturas superiores a la del aire y bajo condiciones de alta irradiancia,
aunados a un aumento en la velocidad del viento tenderían a disminuir la transpiración cuando la
pérdida de calor latente es más grande que la de calor sensible y viceversa (Grace, 1977); de
acuerdo con esto, un incremento en la transpiración como resultado de una alta temperatura foliar
y consecuentemente un mayor gradiente de presión de vapor hoja-aire, puede ser observado en
condiciones de baja velocidad del viento y alta irradiancia. A medida que la velocidad del viento
aumenta, la hoja se enfría y la diferencia de presión de vapor se reduce al igual que la tasa
transpiratoria, como ha sido observado frecuentemente (Dixon & Grace, 1984; Sena Gomes &
Kozlowski, 1989).
VI.7 Potencial hídrico
La capacidad de las moléculas de agua para moverse en un sistema particular depende de su
energía libre. La magnitud más empleada para expresar y medir el estado de energía libre del
84
agua es el potencial hídrico (ψ). El potencial hídrico integra todas las variables que determinan el
estado hídrico de la planta (riego, pluviometría, textura del suelo, demanda evaporativa, etc.). Es
un parámetro fisiológico que indica el balance entre flujos de absorción y de transpiración de
agua por medio de la energía necesaria para extraer el agua contenida en los tejidos foliares
(Albuquerque, 1993). Puede expresarse en unidades de energía por unidades de masa o volumen,
la unidad más usada y aceptada por el sistema internacional es el megapascal (MPa = 10 bares)
aunque en el pasado reciente también se han utilizado la atmosfera y el bar (1 bar = 0.987 atm).
En este trabajo las mediciones de potencial hídrico se presentan en el (Cuadro 4). Se realizaron 5
mediciones que comprenden la etapa de cosecha (día juliano 262, 279 y 290), e inicio de la etapa
de senescencia (día juliano 310 y 344). Su comportamiento a lo largo del desarrollo del cultivo
fue variable, sin embargo se encontró dentro del rango óptimo (0.3 a 0.5 MPa), sin afectar al
proceso de evapotranspiración, y los cambios que la evapotranspiración sufriera solo fueran de
las variables climáticas del invernadero.
Se observó que para los días 262, 279, 290, 310 y 344 no existe diferencia significativa entre
híbridos de acuerdo al análisis de varianza. Para los días 279 y 310 los valores de contenido de
humedad fueron altos esto se debió ya que el riego fue aplicado antes de hacer la medición tal y
como se representa en la (Figura 21).
Cuadro 4. Potencial hídrico en los dos híbridos GA = Gabriela y GA = Gironda, ddt = días
después del trasplante, C.V = coeficiente de variación.
Potencial hídrico Mpa
Día juliano 112 ddt 129 ddt 140 ddt 160 ddt 194 ddt
Híbridos Potencial hídr. Potencial hídr. Potencial hídr. Potencial hídr. Potencial hídr.
GA -0.72 a -0.14 a -0.52 a -0.11 a -0.32 a
GI -0.73 a -0.09 a -0.58 a -0.15 a -0.32 a
C.V (%) 13.30 15.77 8.47 30.21 25.49
Medias de las variables en las columnas, con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0.05)
El agua presente en los suelos está adherida por grandes presiones negativas, por otro lado,
cuando los suelos están bien provistos de agua es suficiente una muy débil succión para separar
una mínima cantidad de ella. El potencial hídrico para el día 262 presento valores más negativos
en los híbridos Gabriela y Gironda llegando a valores de -0.72, -0.73 MPa respectivamente en
estos días se obtuvieron valores de HR de 52% y un DPV de 1.1 KPa, en comparación con los
días 279 y 310, las condiciones fueron una Humedad Relativa de 54 y 89 % DPV 0.8 KPa
85
respectivamente, observando los valores del potencial hídrico obtenidos en este trabajo, además
de que un potencial hídrico se encuentra influido por las condiciones climáticas del momento en
que se realice la medición (Naor, 1998; Williams y Araujo, 2002). Sin embargo el valor obtenido
en el día 290 y 344 que es un valor de -0.5 y -0.3 MPa Gabriela y Gironda respectivamente, se
encuentra dentro del rango ya que los valores de potencial hídrico para las hortalizas se
encuentran en el rango de -0.5 a -0.3 MPa.
VI.6 Biomasa
El rendimiento de un cultivo viene dado por la capacidad de acumular biomasa (materia seca) en
los órganos que se destinan a la cosecha y un incremento proporcional de la biomasa destinada a
estos órganos garantiza un incremento del rendimiento. Así, la distribución de materia seca entre
los diferentes órganos de la planta tiene un papel fundamental en la producción de un cultivo. La
humedad de los tejidos se excluye de los estudios de crecimiento debido a que es la masa seca la
que usualmente determina la importancia económica de un producto agrícola (Taiz y Zeiger,
2000; Werner y Leiher, 2005).
La materia seca en los diferentes órganos de la planta de tomate durante su desarrollo fenológico,
fue estadísticamente diferente., como se muestra a continuación en el (Cuadro 5).
ns
ns
ns
ns
ns
-0.8-0.8-0.7-0.7-0.6-0.6-0.5-0.5-0.4-0.4-0.3-0.3-0.2-0.2-0.1-0.10.0
(112 ddt) (129 ddt) (140 ddt) (160 ddt) (194 ddt)
Po
ten
cial
Hid
rico
(M
Pa)
Dias despues de trasplante
GA GI
Figura 21. Comportamiento del potencial Hídrico en el cultivo de tomate, GA =
Gabriela, GI = Gironda, ns = no significativo, ddt = días después del trasplante.
86
Cuadro 5. Variables de biomasa en cultivo de tomate, GA= Gabriela, GI= Gironda, PST= Peso
seco de tallo, PSH= Peso seco de hoja, PSF= Peso seco de fruto, ddt = días después del
trasplante, C.V = coeficiente de variación.
Hibrido Variable Variables de biomasa
98 ddt 118 ddt 139 ddt 159 ddt 193 ddt GA
PST (gr) 48.38 a 60.01 a 72.80 a 134.09 a 115.78 a
GI 34.13 b 59.06 a 101.37 a 87.10 b 85.75 a
C.V (%) 6.66 11.37 13.29 13.54 14.58
GA PSH (gr)
62.88 a 67.08 a 68.27 a 101.16 a 72.58 a
GI 63.63 a 77.47 a 98.06 a 92.11 a 71.24 a
C.V (%) 12.67 13.61 13.46 18.22 16.44
GA PSF (gr)
41.54 a 24.70 b 40.70 a 33.93 a 45.50 a
GI 21.99 b 34.34 a 39.36 a 29.65 a 46.30 a
C.V (%) 10.54 10.32 8.50 16.26 14.24
Medias de las variables en las columnas, con una letra común no son significativamente
diferentes (p > 0.05)
Los híbridos Gabriela y Gironda se comportaron de una manera muy similar y las pequeñas
variaciones que hubo entre estos dos tratamientos se debió a las características de cada hibrido,
ya que estaban bajo las mismas condiciones climáticas.
Se encontraron diferencias significativas en la variable peso seco de tallo a los 98 ddt y 159 ddt
como se muestra en la (Figura 22), no se encontró diferencia significativa para la variable peso
seco de hoja como se muestra en la (Figura 23), sin embargo se encontró diferencia significativa
para la variable peso seco de fruto en el día 98 ddt y 118 ddt como se muestra en la (Figura 24).
Figura 22. Acumulación de materia seca del tallo de la planta
de tomate, GA = Gabriela, GI = Gironda, PST = Peso seco de
tallo, ns = no significativo, * = significativo, ddt = días
después del trasplante.
d d t
PS
T (
gr)
0
0
2 0
4 0
6 0
8 0
1 0 0
1 2 0
1 4 0
1 6 0
GA
G I
9 8 1 1 8 1 3 9 1 5 9 1 9 3
n s
n s
n s
a *
b
a *
b
87
Figura 23. Acumulación de materia seca de la hoja de la planta
de tomate, GA = Gabriela GI = Gironda, PSH = Peso seco de
hoja, ns = no significativa, ddt = días después del trasplante.
Figura 24. Acumulación de materia seca del fruto de la planta de
tomate, GA = Gabriela, GI = Gironda, PSF = Peso seco de fruto,
ns = no significativo, * = significativo, ddt = días después del
trasplante.
d d t
PS
H (
gr)
0
0
2 0
4 0
6 0
8 0
1 0 0
1 2 0
GA
G I
9 8 1 1 8 1 3 9 1 5 9 1 9 3
n sn s
n s
n s
n s
d d t
PS
F (
gr)
0
0
5
1 0
1 5
2 0
2 5
3 0
3 5
4 0
4 5
5 0
GA
G I
9 8 1 1 8 1 3 9 1 5 9 1 9 3
a *
b
n s
n s
a *
b
n s
88
Los datos reportados para la variable materia seca total no presentaron diferencias estadísticas
significativas donde el hibrido Gabriela tiene un valor de 299.8 gr/m2 y Gironda un valor de
285.31 gr/m2. Al respecto Tanaka y Kyuma (1992), reportaron producciones de 134 y 280 gr/m2
para los genotipos G2 y G3, valores menores a los reportados en este experimento, donde las
labores agronómicas y factores climáticos afectan el crecimiento del cultivo.
A través de su modelo de simulación dinámica del crecimiento y desarrollo de un cultivo de
tomate, Heuvelink (1999) demostró que la radiación global incidente, la concentración de CO2, el
área foliar específica y la edad de las hojas tienen una gran influencia sobre la tasa de crecimiento
del cultivo, debido a la tasa de transpiración uniforme beneficiada por estos factores.
Los trabajos llevados a cabo en USA y Francia, han demostrado que la concentración de CO2 en
el aire que rodea a las plantas con acolchado plástico, es de 2 a 6 veces mayor que cuando no hay
acolchado, favoreciendo al proceso de evapotranspiración. Este fenómeno es el resultado de la
producción de CO2, ligado a la descomposición de materiales orgánicos en el suelo y de su
concentración en la zona de cultivo, puesto que el CO2 se mueve hacia arriba, a través de los
agujeros hechos en el acolchado. Esta es otra razón por la que las plantas en acolchado plástico
tienen una tasa de crecimiento superior.
El aire es la única fuente de CO2 para las plantas y su contenido no excede el 0.03% (300 ppm).
Para producir 10 gramos de materia seca/m2/día. Se sabe que la velocidad de crecimiento de la
planta de tomate decrece abruptamente cuando la concentración mínima de CO2 desciende por
debajo de 300 ppm y además la mayoría de los cultivos producen mucho más cuando la
concentración de CO2 disponible excede este nivel (Brady y Weil, 2004).
Por otro lado Andriolo et al. (2003) estudiaron el crecimiento de plantas de tomate de
invernaderos sometidas a niveles de salinidad y durante las estaciones de primavera y otoño.
Ellos encontraron que el desarrollo y crecimiento resulto ser diferente entre estaciones, resultando
una mayor acumulación de biomasa durante la primavera en relación al cultivo de otoño. Estos y
otros estudios (Andriolo y Falcao, 2000), refuerzan la premisa de desarrollar tecnología de
producción de cultivos para cada región en particular (Etchevers, 1997).
89
VI.8 Variables climáticas
Las variables climáticas descritas a continuación como se muestra en el (Cuadro 6), fueron
tomadas dentro del invernadero gracias a la estación meteorológica instalada dentro del mismo,
las mayores temperaturas se tuvieron en el mes de Julio y Agosto llegando hasta los 31.8 °C
como máximo y los meses de menor temperatura Noviembre y Diciembre de hasta 6.5 °C,
manteniéndose una media de 24.2 °C, temperatura óptima para el buen desarrollo del cultivo de
tomate bajo invernadero, la HR más alta se registró el mes de Diciembre con 77%, siendo el mes
de Julio con menor HR de 59%, como se muestra en la (Figura 25). El DPV más alto se registró
en el mes de Julio con un valor de 1.10 KPa, siendo el mes de Diciembre el valor más bajo de
0.46 KPa, la radiación solar es de suma importancia en nuestra investigación, ya que es la fuente
de energía para llevar diversos procesos como la fotosíntesis, transpiración, evaporación,
determinantes en el proceso de evapotranspiración. Las características ópticas de un invernadero
modifica significativamente la calidad de la radiación, afectando a los cultivos principalmente en
cuanto a la eficiencia del uso de la radiación y en la fotomorfogénesis (Baille, 1998). Lo cual
Yang et al. (1990) lo afirma en un estudio realizado en cultivo de calabacita en invernadero
donde calcularon la resistencia estomática y encontraron que ésta se relaciona exponencialmente
con la radiación solar. En este trabajo como se mencionó con anterioridad se tenían sensores
dentro del invernadero lo cual registró la radiación solar total (RSG), dando valores de 443.8
(W/m2) en el mes de Julio y valores de 169.8 (W/m2) en el mes de Diciembre.
Cuadro 6. Promedios mensuales de las variables climáticas durante todo el ciclo de cultivo de
tomate bajo invernadero correspondientes al periodo del mes de Julio al mes de Diciembre del
año 2014, obtenidas de la estación meteorológica instalada en el invernadero de tomate en
Rancho experimental CIQA, T max = temperatura máxima, T min = temperatura minima, T med
= temperatura media, HR = humedad relativa, DPV = déficit de presión de vapor, RSGmed =
radiación solar global media, RSGmax = radiación solar máxima, Rnmed = radiación neta media.
Mes T max
°C
T min
°C
T med
°C HR %
DPV
Kpa
RSGmed
W/m2
RSGmax
W/m2
RSGmed
MJ/m2/día
Rnmed
MJ/m2/día
Julio 31.8 17.4 24.2 59 1.10 181.0 443.8 9.72 0.91
Agosto 31.3 17.3 23.4 63 0.95 178.8 449.7 9.41 1.05
Septiembre 28.7 17 21.9 73 0.67 143.1 320.0 7.18 0.96
Octubre 32.7 12.8 21.2 64 0.85 170.3 354.0 8.02 0.94
Noviembre 29.4 6.5 15.3 70 0.52 92.1 209.3 4.36 0.53
Diciembre 31.4 9.7 17.2 77 0.46 67.3 169.8 3.14 0.40
90
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
10
12
14
16
18
20
22
24
26
Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
Hu
me
dad
Re
lati
va (
%)
Tem
pe
ratu
ra (°
C)
Meses del año 2014
Tmed °C HR %
Figura 25. Temperatura media y humedad relativa del cultivo de tomate bajo
condiciones de invernadero durante todo el ciclo vital del cultivo.
La temperatura es un factor determinante en la actividad metabólica, crecimiento y desarrollo del
cultivo de tomate. Verlodt (1990), establece un umbral de las temperaturas mínimas nocturnas
entre 15-18.5 °C, por debajo de estas se necesita incorporar calor al cultivo de tomate. Otros
actores marcan temperaturas de 12 °C como límite nocturno tal es el caso de Van Vooren y
Challa (1981) y Zabeltitz (1992). La temperatura óptima para el crecimiento y desarrollo de
tomate se sitúa entre 18 y 25 °C según lo establecido por (Heuvelink y Dorais, 2005). El aumento
de temperatura en el aire facilita la evaporación ya que, en primer lugar crea una convección
térmica ascendente, que facilita la aireación de la superficie del líquido, y por otra parte la
presión de vapor de saturación es más alta.
Jolliet y Bailey (1992), estudiaron el control del clima en un invernadero, respecto al efecto de las
variables meteorológicas, encontraron que en un cultivo joven (índice de área foliar, IAF = 0.56),
un incremento en la radiación solar de 1 MJ m-2 día-1 provocó un incremento en la transpiración
de 0.09 mm día-1, un incremento en el déficit de presión de vapor de 0.1 KPa (disminución de 4%
en la humedad relativa a 20° C) causó un incremento de solo 0.013 mm día-1 en la transpiración,
y una velocidad del viento de 1 m s-1 generó un incrementó de 0.13 mm día-1 en la transpiración.
Para un cultivo maduro (IAF = 3.5) reportaron que la radiación tuvo un efecto un poco mayor que
para un cultivo joven (un incremento de 1 MJ m-2 provocó un incremento de 0.14 mm día-1 en la
transpiración), pero el efecto de déficit de presión de vapor fue mucho mayor (un incremento de
91
0.1 KPa en el déficit de presión de vapor generó un incremento de 0.24 mm día-1 en la
transpiración) que para un cultivo joven. Concluyeron que la tasa de transpiración se incrementó
con la radiación solar, el déficit de presión de vapor y la velocidad del viento. Las altas
temperaturas producen desórdenes fisiológicos en los frutos como la reducción del cuajado así
como la Humedad Relativa alta afecta a la polinización ya que causa el apelmazamiento de el
polen y hace imposible el proceso de fecundación, como lo menciona Sato et al. (2000), indican
que la liberación del polen y su viabilidad pueden ser los factores más determinantes en el
cuajado de fruto a altas temperaturas. Otras alteraciones producidas por la temperatura elevada
son la formación de frutos partenocárpicos, la maduración prematura del fruto, o la maduración
desigual caracterizada por la presencia de zonas verdes sobre la pared del fruto y de zonas
suberosas oscuras bajo la piel que se asocia a niveles bajos de radiación contrastando con
temperaturas excesivas (FAO, 1988). La calidad del fruto es muy sensible a las altas
temperaturas. Cuando se superan los 26-30 ºC se observan alteraciones en diversos parámetros de
calidad como el color del fruto de tomate, la textura y las características organolépticas. (Adams
et al., 2001; Muholland et al., 2003; Saltveit, 2005; Fleisher et al., 2006). Por lo tanto, el control
de la temperatura en el invernadero basada en los niveles de consigna que determinan los frutos
de buena calidad durante la fase generativa es fundamental para mejorar la productividad. La
ausencia de control climático en invernaderos del noreste de Coahuila produce variaciones diarias
de la Humedad Relativa. Es común en estas regiones semidesérticas pasar en un mismo día desde
el punto de roció a una Humedad Relativa del 30% o de un Déficit de Presión de Vapor de 0.2
KPa durante la noche a valores superiores a 3 KPa al medio día, es por eso la importancia de este
estudio de conocer los valores de radiación que se dan dentro del invernadero. El Índice de Área
Foliar es bajo por lo tanto también su capacidad de disipar el calor a través de la transpiración
(Lorenzo et al., 2003). A medida que aumenta el índice de área foliar, el DPV del ambiente se
sitúa dentro de unos valores más bajos y por tanto menos estresantes. En el invernadero la
principal fuente de vapor de agua es la transpiración de cultivo. Las condiciones de alta demanda
evaporativa pueden originar desequilibrio hídrico en las plantas, cuando la demanda hídrica del
ambiente supera la absorción de agua por el sistema radicular, si este es incapaz de abastecer las
exigencias ambientales. Este efecto, se agudiza y puede llegar a ser drástico cuando el sistema
radicular está mermado por variaciones en la distribución de asimilados, como se ha descrito para
el cultivo de tomate (Hurd, 1978).
92
VI.9 Resultados obtenidos en el cultivo de tomate bajo invernadero de evapotranspiración
de referencia (ETo), con los modelos 1 (P-M 1965), 3 (Clase A) y 2 (P-M FAO).
Al obtener los valores reales de (ra) y (rcv) para un cultivo de tomate bajo condiciones de
invernadero en una zona del semidesierto Coahuilense, fueron introducidos a la fórmula de
Penman-Monteith (1965), teniendo una formula modificada, calculando la ETo, para
posteriormente compararla con la ETo, calculada con la ecuación Penman-Monteith FAO y
Tanque evaporímetro clase A.
A continuación se muestran los resultados obtenidos donde se puede observar que a lo largo del
ciclo de cultivo de tomate bajo invernadero, los valores diarios de ETo, medida por los modelos 1
(P-M 1965) y el 3 (Clase A) muestran un coeficiente de determinación de r2 = 0.88**
significativo estadísticamente de acuerdo al análisis de muestras independientes de Wilcoxon
(Figura 26), el modelo 2 (P-M FAO) vs 3 (Clase A) mostraron un coeficiente de determinación
de r2 = 0.36**, y el modelo 2 (P-M FAO) vs 1 P-M 1965) un coeficiente de determinación de r2 =
0.27** (Figura 27), donde el mejor modelo para calcular ET fue el modelo 1 (P-M 1965),
seguido por el modelo 3 (Clase A) y por último el modelo 2 (P-M FAO).
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
3.5
4.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 3.5
Mo
de
lo 3
(C
lase
A)
(mm
)
Modelo 1 (P-M 1965) (mm)
3 (Clase A) vs 1 (P-M 1965)
r2= 0.88**
Figura 26. Correlación de los modelos 1 (P-M 1965) vs 3 (Clase A),
r2 = coeficiente de determinación, ** = altamente significativo.
93
Entre el modelo 1 (P-M 1965) y 2 (P-M FAO) (Figura 28) se observa que el modelo 2 (P-M
FAO) obtuvo los valores más altos de ETo, durante todo el ciclo del cultivo manteniéndose en
valores elevados, lo que nos causa un sobre exceso de riego en el cultivo de tomate, ocasionando
una pérdida del recurso agua esencial en estas zonas semiáridas del país donde el recurso agua es
escaso.
En la (Figura 29), se observa que los valores de los modelos 1 (P-M 1965) y 3 (Clase A) se
comportaron de una manera similar en comparación del modelo 2 (P-M FAO), sin embargo
siendo más eficiente el modelo 1 P-M (1965), debido a los factores medidos in situ dentro del
invernadero, como la radiación neta, velocidad del viento, temperatura, humedad relativa y
gracias a las técnicas de la agroplásticultura, como lo es el invernadero que nos puede reducir la
evapotranspiración hasta un 70% combinado con las labores agronómicas del cultivo y la técnica
de acolchado de suelo que nos permite que el suelo guarde más humedad disminuyendo la
evaporación, haciendo más eficiente el uso del agua.
Mo
de
lo 2
(P
-M F
A0
) (m
m)
2 (P-M FAO) vs 1 (P-M 1965) y 3 (Clase A)
Lineal (Modelo 1 (P-M 1965)) Lineal (Modelo 3 (Clase A))
r2= 0.27 **
Figura 27. Correlación de los modelos 1 (P-M 1965) y el modelo
3 (Clase A) vs el modelo 2 (P-M FAO), r2 = coeficiente de
determinación, ** = altamente significativo.
r2 = 0.36**
94
Los valores totales en este estudio mostraron una diferencia de 0.7 mm/día, del modelo 3 (Clase
A) en comparación del modelo 1 (P-M 1965), lo que nos representa un aporte de agua de 7
m3/ha/día, utilizando el modelo 3 (Clase A), y una diferencia de 1.8 mm/día, para el modelo 2 (P-
M FAO), respecto a los otros modelos, lo que representa un volumen de agua de 18 m3/ha/día, lo
cual ocasionaría un sobre exceso de riego en el cultivo de tomate lo cual muchas de las veces
ocasiona pérdidas en el rendimiento debido a los diversos factores que acarrea el uso en exceso
de agua como enfermedades fungosas, falta de oxígeno en la zona radical, alta humedad relativa
ocasionando una disminución en la transpiración, afectando el proceso de evapotranspiración .
95
0.00.51.01.52.02.53.03.54.04.55.05.56.06.5
12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31
Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO)
Julio
-0.50.10.71.31.92.53.13.74.34.95.56.16.7
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10111213141516171819202122232425262728293031
Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO)
Agosto
-0.10.40.91.41.92.42.93.43.94.44.95.45.96.4
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO)
Septiembre
-0.30.20.71.21.72.22.73.23.74.24.75.25.76.26.7
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10111213141516171819202122232425262728293031
Evp
otr
ansp
irac
ión
(m
m)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO)
Octubre
0.00.51.01.52.02.53.03.54.04.55.05.5
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO)
Noviembre
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
3.5
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO)Diciembre
Figura 28. Tasa de evapotranspiración diaria medida con la ecuación de Penman-Monteith 1965 y Penman-Monteith FAO, durante
todo el ciclo del cultivo (Julio-Diciembre del 2014), en el cultivo de tomate bajo condiciones de invernadero.
Resultados obtenidos de ETo, con la ecuación Penman-Monteith (FAO) y Penman-Monteith (1965.)
96
Figura 29. Tasa de evapotranspiración diaria medida con la ecuación de Penman-Monteith 1965, Penman-Monteith FAO y tanque
Evaporímetro clase A, durante todo el ciclo del cultivo (Julio-Diciembre del 2014), en el cultivo de tomate.
Resultados obtenidos en tomate de ETo de Tanque evaporímetro (clase A), Penman-Monteith (FAO) y Penman-Monteith (1965).
0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
7.0
12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
DiasModelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO) Modelo 3 (Clase A)
Julio
0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
7.0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10111213141516171819202122232425262728293031
Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
DiasModelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO) Modelo 3 (Clase A)
Agosto
0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
7.0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10111213141516171819202122232425262728293031
Evp
otr
ansp
irac
ión
(m
m)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO) Modelo 3 (Clase A)
Octubre
0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
7.0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO) Modelo 3 (Clase A)
Septiembre
0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
5.0
6.0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
DiasModelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO) Modelo 3 (Clase A)
Noviembre
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
3.0
3.5
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17Evap
otr
ansp
irac
ión
(mm
)
Dias
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO) Modelo 3 (Clase A)
Diciembre
97
Figura 30. Comportamiento de los tres modelos medidos en el
cultivo de tomate bajo invernadero durante el ciclo de producción.
En la (Figura 30), se muestra la variación mensual de los modelos evaluados a lo largo del
desarrollo del cultivo. En los primeros meses que corresponden a Julio, Agosto, Septiembre y
octubre vemos claramente como la ETo va en ascenso debido a la mayor demanda en estos
meses, comenzando a decrecer para los meses de Noviembre y Diciembre con un promedio de
2.1 mm/día modelo (1 P-M 1965), 3.8 mm/día modelo 2 (P-M FAO) y 2.6 mm/día modelo 3
(Clase A).
La ETo máxima calculado con el modelo 3 (Clase A), en este experimento fue de 3.3 mm/día (día
juliano 219) equivalente a un volumen de agua evapotranspirado de 33 m3/ha para este mismo día
la ETo calculado con el modelo 1 (P-M 1965), tuvo un valor de 1.9 mm/día equivalente a un
volumen de agua evapotranspirado por el cultivo de 19 m3/ha teniendo un ahorro de 14 m3/ha, en
comparación del modelo 3 (Clase A), gracias al cálculo preciso, confiable y explícito a un cultivo
de tomate bajo condiciones de invernadero en zona semidesértica del norte de Coahuila, estos
resultados comparados con los valores calculados con el modelo 2 (P-M FAO) en el mismo día
nos da un valor de 6.2 mm/día equivalente a un volumen de agua evapotranspirado de 62 m3/ha,
lo cual de acuerdo a lo observado en nuestro estudio se sugiere implementar el método 1 (P-M
1965) en comparación a tomar el valor de ETo haciendo referencia a un pasto hipotético modelo
2 (P-M FAO). Esto debido a que el cultivo de tomate bajo invernadero lo modifican otros
parámetros microclimáticos, además que la fisiología y fenología del cultivo son muy diferentes.
El modelo 3 (Clase A) bajo condiciones de invernadero, nos da valores similares al modelo 1 (P-
0.000.501.001.502.002.503.003.504.004.505.00
Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
Evap
otr
ansp
irac
ión
de
re
fere
nci
a (E
To)
(mm
)
Meses del año (2014)
Modelo 1 (P-M 1965) Modelo 2 (P-M FAO) Modelo 3 (Clase A)
98
M 1965) con una diferencia de 0.5 a 0.7 mm/día, lo que nos indica, que el uso del tanque
evaporímetro clase A es confiable y es un método más factible para el productor de mediana
tecnología teniendo con esto se logra un ahorro considerable del recurso agua que es fundamental
en estas zonas del estado, sin embargo se debe seguir investigando sobre el coeficiente de tanque
(Kp), dentro del invernadero y ajustarlo en cada ciclo del cultivo en relación a los factores
ambientales así como a la morfología y fenología de la planta. Estos valores pueden tomarse
como valores de referencia para la planificación del sistema de riego en lo relativo a la
disponibilidad de agua (Van der Gulik, 1999), y también para considerarlo como un valor en que
se limita la saturación de la zona radicular y se minimice la cantidad de agua que se pueda drenar
por debajo de la zona radicular activa (Hartz, 1995).
La técnica del tanque evaporímetro clase A es bien conocida en el mundo dado que es el método
más simple y barato para estimar la ET (Amayreh, 1995). Los tanques evaporímetros son una
parte integral en la mayoría de las estaciones climatológicas agrícolas (Allen et al., 2006). De
acuerdo a los valores obtenidos en nuestro estudio de los modelos utilizados como lo fue el 1 (P-
M 1965) y 3 (Clase A), tenemos valores que oscilan entre 1 a 3 mm/día, estos datos son similares
a los reportados por (Fernández M.D, 2010), ya que el menciona valores de 1 a 3 mm/día, en un
invernadero del sureste de España, donde las condiciones climáticas son muy similares a la
región del norte de Coahuila.
La comparación de los valores medidos diarios de ETo medida con el modelo 1 (P-M 1965)
frente a los modelos calculados como es 3 (Clase A) y el 2 (P-M FAO). Indican que el método
Penman-monteith (1965) modificando variables del componente aerodinámico (ra y rcv), fue el
mejor. La falta de precisión del modelo 2 (P-M FAO) está asociada con el cálculo de la
resistencia aerodinámica (ra) y resistencia de la cubierta vegetal (rcv), ya que asumen esos valores
constantes para todo el año, tomando como referencia un pasto hipotético.
Gracias al valor medido de la ETo, se podrán hacer programación de riegos más apegados al
cultivo y tener un ahorro de agua significativo en los próximos trabajos, la lámina de riego
aplicada en base al tanque evaporímetro clase A, tuvo un valor promedio de 1.5 – 2.1 mm/día en
los meses de Julio, Agosto, Septiembre y Octubre, teniendo volúmenes de agua de 21 m3/ha/día,
y en los meses de menor demanda como fue Noviembre y Diciembre se aplicó una lámina de 0.8
– 1.4 mm/día, equivalente a un volumen de 14 m3/ha/día . Estos valores son similares con lo
99
reportado por Obreza et al. (1996), ya que el menciona valores de 15 - 29 m3/ha/día en
invernadero. Sin embargo nuestro ahorro de agua se debió a al uso de acolchado plástico en
nuestro estudio, gracias a las ventajas que este aporta como una mayor acumulación de humedad
y control en el suelo, modificando la radiación neta de la superficie del cultivo y el flujo de calor
del suelo, así como la eliminación de maleza que llegan a competir con nuestro cultivo por
nutrientes y agua siendo este el factor más importante en nuestro estudio.
A continuación se muestra el tiempo de riego aplicado en el cultivo de tomate bajo condiciones
de invernadero, de acuerdo al tanque evaporímetro clase A, para los meses de Julio, Agosto,
Septiembre y gran parte de Octubre, se aprecia los valores más altos de tiempo de riego debido a
una tasa de ET alta ocasionada por la alta radiación en estos meses, no siendo así para los meses
de Noviembre y Diciembre donde vemos una notable disminución de la radiación por lo tanto
también disminuye la ET como consecuencia baja demanda de agua, como se muestra en el
(Cuadro 7).
100
Cuadro 7. Tiempo de riego (min) en el cultivo de tomate bajo invernadero, ETo =
Evapotranspiración de referencia, ETc = Evapotranspiración de cultivo, L/Área = volumen de
agua.
Mes Semanas ETo (mm) ETc/m2 L/Área
(94.5 m2)
Tiempo de
riego (min)
Julio
1 - - - -
2 1.8 2.0 192 11
3 1.9 2.1 198 12
4 2.1 2.3 222 13
Agosto
1 2.3 2.5 235 14
2 2.1 2.3 218 13
3 2.1 2.3 221 13
4 2.6 2.9 273 16
Septiembre
1 2.5 2.8 261 16
2 2.5 2.7 257 15
3 2.9 3.2 298 18
4 2.4 2.6 248 15
Octubre
1 3.5 3.8 360 21
2 3.2 3.6 337 20
3 2.2 2.5 233 14
4 2.8 3.0 286 17
Noviembre
1 1.8 1.9 182 11
2 1.4 1.5 144 9
3 1.5 1.6 152 9
4 1.6 1.7 163 10
Diciembre
1 1.4 1.6 150 9
2 1.1 1.2 114 7
3 1.3 1.5 139 8
4 - - - -
101
VI.12 Rendimiento
La productividad del tomate depende en gran parte del nivel tecnológico del invernadero y de las
prácticas de manejo y dentro de estas la correcta elección del hibrido es primordial. El hibrido a
escoger debe adaptarse al tipo de infraestructura, resistente a desordenes fisiológicos y frutos con
buen comportamiento en pos cosecha (Berenguer, 2003). También debe buscarse la resistencia a
enfermedades y plagas (Maklad et al., 1996 y Pilowsky et al, 1996).
Durante el tiempo de estudio se realizaron un total de 12 cortes de fruto, en los cuales el cultivo
acumulo un rendimiento de 15.67 kg/m2, en el caso hibrido Gabriela y un rendimiento de 11.37
kg/m2 para el hibrido Gironda (Cuadro 8), en el cual de acuerdo al análisis estadístico hubo
diferencia significativa entre híbridos.
Cuadro 8. Rendimiento, GA = Gabriela, GI = Gironda, de todo el ciclo de cultivo de tomate bajo
invernadero correspondientes al periodo del mes de Agosto al mes de Diciembre del año 2014.
Híbridos Rendimiento (kg/m2)
GA 15.67 a
GI 11.37 b
C.V (%) 3.37
Medias de las variables en las columnas, con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0.05)
Figura 31. Rendimiento del cultivo de tomate, GA = Gabriela, GA =
Gironda.
a
b
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
GA GI
Re
nd
imie
nto
Kg/
m2
Hibridos
102
El hibrido Gabriela supera lo reportado por Carrillo y Jiménez (2001) en donde obtuvieron
rendimientos de 14.37 Kg/m2 del hibrido Gabriela en una investigación realizada bajo las mismas
condiciones de igual manera superan los resultados reportados por Castilla (2001) el cual obtuvo
15 Kg/m2 en la región de Almería, España. El rendimiento de tomate en invernadero se relaciona
directamente con la cantidad de radiación solar total interceptada por el cultivo a lo largo de su
ciclo (Papadopoulos y Pararajasingham, 1997), provocando el sombreado una reducción en el
tamaño del fruto y en la acumulación de azúcares. El incremento mayor en el peso medio del
fruto ocurre cuando se aumenta la radiación desde el establecimiento del fruto hasta el estado
verde maduro, es decir durante el período de máximo crecimiento. Cockshull et al. (1992)
señalan para este cultivo una relación directa entre el rendimiento acumulado y la radiación solar
acumulada, registrando valores de 20.1 gramos fruto fresco MJ-1 de radiación solar incidente en
las primeras 14 semanas y de 26.5 gramos fruto fresco MJ-1 durante el resto del ciclo. En
Holanda, De Koning (1989) obtuvo una eficiencia en el uso de la radiación de 20.7 gramos fruto
fresco MJ-1. Valores de radiación total diaria en torno a 0.85 MJ m-2 son los umbrales
considerados mínimos para la floración y el cuajado, siendo preferible mayor iluminación en
menor período de tiempo que iluminaciones más débiles durante más tiempo (Nuez, 1995). La
densidad de plantación y la conducción y el manejo del cultivo deben dirigirse a optimizar la
intercepción de radiación. Por otra parte, Van de Vooren et al., (1986) explica que a partir de un
determinado nivel de densidad de siembra, la producción por planta disminuye y la producción
por unidad de superficie crece, un nuevo incremento de densidad permite alcanzar la cosecha
máxima, mientras que excesivas densidades hacen bajar la cosecha.
Zarate (2007), reporta valores de 5.38 Kg/planta, en un promedio de 18 cortes, estos resultados
difieren con los obtenidos en nuestro estudio, presentando valores de 4.7 y 3.4 Kg/planta
Gabriela y Gironda respectivamente, sin embargo en nuestro estudio el tiempo de cosecha fue de
cuatro meses y medio con un promedio de 12 cortes, por lo que se obtuvieron aceptables
resultados estimando hasta 156.7 toneladas por hectárea para el hibrido Gabriela y 113.7
toneladas por hectárea del hibrido Gironda.
103
VI.13 Uso eficiente del agua.
La “eficiencia en el uso del agua (EUA)” o “productividad del agua (PA)” es la relación existente
entre la biomasa presente en un cultivo por unidad de agua utilizada por éste en un determinado
momento (Álvarez, 2011). Los resultados obtenidos en nuestra investigación se presentan a
continuación en el (Cuadro 9).
Cuadro 9. Uso eficiente del agua en el cultivo de tomate bajo invernadero.
Hibrido Rendimiento kg/m2 Uso eficiente del agua (EUA)
Kg/m3
Gabriela 15.67 29.6
Gironda 11.37 21.5
Fernández y Camacho (2005) reportan que el uso eficiente del agua de tomate en invernadero es
de (35 kg/m3), en comparación con la producción a campo abierto, que es de (10-18 kg/ m3), este
valor es mayor a los obtenidos en nuestro estudio, sin embargo, tomando en cuenta que en
nuestro estudio el periodo de cosecha fue de cuatro meses con 12 cortes, en comparación con el
mencionado por Fernández y Camacho (2005), donde el periodo de cosecha fue de seis meses
con 18 cortes, el uso eficiente del agua en nuestro estudio se encuentra por la media para un
invernadero de mediana tecnología, tal y como lo reporta (López-Gálvez 2000) con una
eficiencia del 25 kg/m3 de agua. Las cifras anteriores muestran un notable incremento en la
productividad del agua al pasar de campo abierto a invernaderos. Las necesidades de agua de los
cultivos bajo invernadero son menores que los cultivos a campo abierto. En regiones con alta
radiación solar, un invernadero de plástico puede reducir el uso del agua en un cultivo en 30%
(FAO, 1991). Sin embargo, en Almería, España, se reduce el uso del agua entre 40-50% debido a
la disminución en la radiación solar y el viento (Fernández y Camacho, 2005). Por otro lado,
Antón et al. (2003) mencionan que la evapotranspiración en invernadero se reduce un 70%
respecto a la del aire libre. En Holanda, Stanghellini (2010) reporta valores de (EUA) en tomate
de 45 kg/m3 en un invernadero de alta tecnología. A medida que se introduce tecnología más
avanzada dentro del invernadero, se incrementa la eficiencia en el uso del agua.
104
VII. CONCLUSIONES
De acuerdo a los modelos evaluados se concluye que el modelo 1 (P-M 1965), es el más preciso
para calcular ETo, debido a la resistencia aerodinámica (ra) y resistencia de la cubierta vegetal
(rcv), medidos dentro del invernadero en un cultivo de tomate, el cual puede ser utilizado como
referencia en próximos trabajos, con el modelo 2 (P-M FAO), se obtienen valores de ETo muy
elevados por lo tanto no es recomendable utilizar su metodología, los resultados obtenidos de
radiación neta (Rn), es menor dentro del invernadero que la obtenida fuera del invernadero.
De acuerdo a los modelos evaluados el modelo 3 (Clase A), es confiable y recomendado, para
calcular la evapotranspiración de referencia (ETo), por su fácil instalación y manejo, tomando
siempre en cuenta el coeficiente de tanque (Kp) a la hora de su instalación, ya que de esto
depende la correcta medición de la ET.
Los resultados obtenidos en este estudio, representan las bases para la programación de riegos y
pueden ser empleadas en futuros trabajos, evitando las limitaciones o excesos de agua en el
cultivo, mejorando el uso eficiente del agua.
De acuerdo a los resultados obtenidos en los híbridos Gabriela y Gironda a lo largo del ciclo vital
del cultivo, se aprecia que se comportaron de una manera muy similar, por lo tanto se concluye
que ambos híbridos se adaptan perfectamente a la región del semidesierto del norte de México
con altos rendimientos.
105
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