CARMONA PATRIMONIO ABIERTO

HISTORIA SANTA ANA

Su origen se remonta a las postrimerías del S.XV, gracias a los devotos desvelos de Juan Mateos Castaño y Marina de la Vega, su mujer, quienes en calidad de fundadores lo confiaron al orden de pre-dicadores, que por aquellas fechas mostraron sus deseos de abrir una casa en Carmona.

Durante la invasión francesa fue cerrada al culto para preservar su rico patrimonio. Sin embargo, poco después sería la desamortización de Men-dizábal la encargada de acabar con él, y lo que fue peor, con el propio edificio. Posteriormente, se hizo cargo de su custodia el Ayuntamiento de Carmona, y fue cedida en 1977 a la Hermandad del Santo Entierro hasta 2006.

Por desgracia, la mayor parte de los altares y de-más objetos de culto se repartieron, a raíz de los sucesos de julio de 1936, por diversos puntos de la diócesis. Hay que mencionar el altar salomónico del prebisterio, atribuido a Simón de Pineda, que con sus santos dominicos sirvió para componer el altar de la Asunción de Cantillana, o el de una igle-sia de Almargen (Málaga). Las tallas de mayor de-voción pasaron a San Pedro como la Virgen del Rosario, que se puede contemplar allí.

IGLESIA DE SANTA ANA

Calle Santa Ana, s/n

HISTORIA SAN FRANCISCO

Perteneciente a la orden franciscana, el Convento de San Sebastián (los restos se pueden ver a la derecha del recinto) remonta su origen en el S.XV. Aún se conservan restos de su arquitectura, inclui-dos en los de la Iglesia. Su patrimonio fue maltrata-do durante el saqueo de los franceses, y quedó abandonado a su suerte a raíz de la exclaustración, circunstancia que lo redujo a ruinas.

No obstante, quedan la sacristía, con artesonado del S.XVI, la cabecera del templo, con cubierta de casetones sobre pechinas con escayolas, la capilla de San Sebastián, con bóveda de arista y el su-puesto camarín de la Virgen de las Angustias.

IGLESIA DE SAN FRANCISCO

Calle San Francisco, s/n

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En 1968 se iniciaron las obras de reconstrucción de la capilla, logrando reabrirla al culto el miércoles de ceniza del 13 de febrero de 1971. El Altar Mayor es neoclásico y está integrado por diversos elementos de comienzos del S.XIX procedentes de la Capilla Sacramental de El Salvador. En él, aparece el mis-terio procesional (Miércoles Santo), compuesto por el Sagrado Descendimiento, del imaginero local Antonio Eslava Rubio (1943), y Nuestra Señora de las Angustias, de Antonio Castillo Lastrucci (1963).

En el costado de la epístola hay un tabernáculo del S.XIX con una efigie dieciochesca de San Isidro Labrador traída de Santa María. En el retablo del evangelio, se encuentra Jesús Cautivo de Belén, obra anónima de comienzos de 1700.

ARQUITECTURA SANTA ANA

La Iglesia, de estilo gótico-mudéjar, está situada en la calle Santa Ana. Cuenta con un trazado de acuerdo con una sencilla planta de cruz latina y está cubierta al modo gótico, con bóvedas de ter-celetes y cuatripartitas, próximas a 1500, igual que la ojiva ciega de los pies y que los pilares de la vie-ja portería, mientras el cañón con lunetos de la na-ve obedece a una reforma posterior (S.XVIII), ya que tras el Terremoto de Lisboa de 1755 la Iglesia quedó bastante maltrecha.

Mucho más reciente es el camarín de la Virgen del Rosario. De él se conserva la arquitectura: planta elíptica sobre pechinas, decorada con yesería de tipo plano y tarjas con las mariologías.

De otro lado, la grandiosa embocadura a modo de retablo, coronada por un relieve con la batalla de Lepanto, se ejecutó en el período rococó, por un maestro próximo al estilo de Cayetano de Acosta, y se doró en 1790.

El artesonado del coro, del S.XVI, está formado por una rica cubierta de crucería, que antecede el cuer-po de la Iglesia. También hay unas columnas de crucería del mismo siglo.

Puerta Ojival Exterior de la Iglesia de Santa Ana

Fachada Principal de la Iglesia de Santa Ana

Dependencias de la Hermandad del Descendimiento de fondo, fachada del antiguo Convento de San Sebastián

INTERIOR SAN FRANCISCO

El Altar Mayor es de estilo neoclásico y de un solo cuerpo. Está partido en tres calles, que se dividen a su vez por columnas lisas y de capitel corintio. El retablo está policromado con imitaciones al mármol de diversos colores (marrones y verdes) y con par-tes doradas en oro fino.

De estas tres calles, la central está terminada en arco de medio punto y en ella se encuentra el mis-terio del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor y en las laterales se ubica Nuestra Señora y Madre de las Angustias y San Sebastián.

En el ático del retablo hay unos rayos, que origina-riamente tendrían un Espíritu Santo en su centro. Sobre la pared frontal se sitúan tres preciosos cua-dros: uno de ellos es un retrato de fray Juan Lasso de la Vega de mediados del S.XVIII; otro es una Magdalena Penitente, igualmente de autor anónimo de finales del S.XVIII, y el tercero, la Virgen María revestida con el hábito de Terciaria Franciscana.