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7/26/2019 Cervantes Judo
1/24
LA
ACTITUD
DE
CERVANTES
ANTE SUS ANTEPASADOS JUDAICOSl
Daniel
Eisenberg
Cervantes Society l fAmerim
Por
primera
vez en la vida
hablo
ante
un
pblico en gran parte
judo, en
una universidad
hebrea.
Algo de lo
que
voy
a
decir, supon-
go que ya es conocido de todos.
Al
rnislllo
tiernpo,
hay aqu personas
que saben
mucho ms
de
algunos aspectos
de esta materia que yo y
pido disculpas
por mis errores
e
insuficiencias. Algunas
cosas que
digo
o
explico sern conocidas por una parte,
o
todos, de
los
presentes: por
ejemplo, explico
qu
son
cristianos nuevos.
Pero espero
que
al
menos
algo de lo que voy a decir no sea conocido de todos.
Lo
que sigue
ha
nacido como una
conferencia vivpara. El
con-
cepto es de
Unamuno, quien dividi
a los escritores en ovparos y
vi-
vparos. Los escritores ovparos se preparan, hacen un esquema,
dise-
an la
obra
entera antes de comenzar a escribirla. Los vivparos y
en primer lugar
Unamuno
se colocara a s mismo, y
en
segundo
lu-
gar a Cervantes quijotista inferior a Unamuno. segn s te los es-
critores vivparos se ponen a escribir sin saber ms que el arranque de
Quisiera agradecer
a Santiago
Lpez
Navia y a Isabel Lozano Rellieblas por su
ayuda
en
la correccin lingstica de esta ponencia.
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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56
CERVANTES ANTE SUS ANTEPASADOS JUDAICOS
su
obra
lo que salga como dijo Unamuno. ste es el caso de mi
ponencia
cuyo
tema propuse
antes de saber
lo
que
iba
a
decir
ni
las
conclusiones
a que iba a llegar. Escog el tema
como
casi
todos
mis
temas porque me
interesaba.
Se trataba para
m
de una
cuestin
can-
dente y si
me
comprometa a hablar sobre el tema le tendra
que
de-
dicar el tiempo y la meditacin necesarios. Me he dado cuenta mien-
tras progresaba
de
que estoy
escribiendo en
el trmino
de Berceo
ventura: me he
propuesto atrevidamente
comentar la opinin de
Cervantes sobre
un
tema que
no
discuti nunca
sobre
el cual slo
hay datos
indirectos
y sobre el cual
que
yo sepa,
nadie ha
escrito.
Esta ponencia consiste en
cuatro
partes desiguales: 1. Sefarad; 2. Los
cristianos nuevos; 3. Cervantes la ms larga); y 4.
Don
Quijote; ms
una apostilla
con un
pensamiento final.
1 SEF R D
La grandeza de
la
civilizacin juda en Espaa
ser
ampliamente
conocida por
algunos
de
los presentes
pero
es relevante y no me
cons-
ta que
lo
sea
por todos
los cervantistas.
Espaa
Sefarad como
la llamaron era el centro
del
mundo
judo
de
la
cultura juda
en
lo que hoy llamamos
en un trmino que no
le conviene a Espaa la Edad Media
2
Se
fecha
desde los siglos x y
XI el mayor florecimiento de la cultura
juda desde
tiempos
bblicos.
Hubo
un
renacimiento
del
hebreo corno
lengua
literaria
y se
cornen-
z a usarlo, por prinlera vez,
para poesa
no religiosa.
Fue
entonces
cuando nacieron
la filologa, lexicografia y
ecdtica
hebraicas.
Hubo
cientficos
y filsofos
judos;
los
judos
participaban
en
el
gobierno
como
en
ninguna otra parte del mundo. No se puede elogiar dema-
siado. Espaa Sefarad, era lder del judasmo medieval mundial.
El concepto del sionismo de
aliyah
que los judos deberan volver
a su pas original tuvo su origen en aquella
cultura
judeoespaola. All
tuvo su origen
el
misticismo judo conocido como
Cabal vivo
has-
ta la fecha en varias
encarnaciones
ms recientes
de
diferentes
nom-
bres. Piensen Uds. lo que sera el judasmo
sin
sionismo
y sin misti-
cismo
y se darn alguna cuenta si
no
lo apreciaban sobradamente ya,
de
la enorme
contribucin
al judasmo
de
los sefardes.
2
Eisenberg. 20U3a
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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lJ ElSENBERG
57
Incluso
cabe
hablar de
un
estado judo en Espaa, con
un
monar
ca
judo:
la
nica ocasin
en que
nos consta
la
existencia de
un gene
ral
judo
a la
cabeza
de
un ejrcito judo,
entre los
tiempos bblicos
y
el siglo xx
para
aquellos que conocen algo de
la
historia medieval
espaola, me
reftero al
reino
zir
en
la Granada
del
siglo
Xl;
es
tema
de
una
conferencia
indita ma, Granada,
el reino de las hadas).
Entremos en territorio an ms atrevido. Segn el
historiador de
la
arquitectura Bargebuhr
3
,
los
judos granadinos intentaron recons
truir el
destruido
templo
judaico, mil aos despus
de su destruccin
en Jerusaln los
judos presentes entendern exactamente
a
qu me
reftero,
pero por
si
acaso y
para
los
que no
lo
son,
se
trataba de cons
truir, en Espaa, no un
templo judaico
sino l
templo
judaico, para
reemplazar el destruido en
Jerusaln,
lo cual tendra implicaciones na
cionales,
teolgicas
y
para
el culto . Y tambin segn Bargebuhr, lo
que ha sobrevivido de
aquella etapa
del
complejo de
la Alhambra,
aparte de los cimientos, es
la
conocida fuente de los
doce leones.
Unas
estatuas
que carecen de sentido en
un
contexto islnco,
pues
en el
arte
musulmn no se
representaban
seres vivos, ni personas ni anima
les,
slo
plantas.
Los
leones son
un
conocido
smbolo
o
icono
judai
co, y
el nmero
doce
l a s
doce
tribus bblicas-
tiene
pleno
signi
ficado para
la
nacin juda.
Hasta
la
fecha
se siguen buscando las
tribus
desaparecidas. Bsquenlas
en
l
Internet
y lo
vern.
Espaa es inslita.
Como todos
Uds.
saben, unos
restos
de
esta
civilizacin hispano
judaica,
dispersos
por
Europa y
el
norte
de
frica,
y ahora emigrados
a
Israel
en gran parte,
han
sobrevivido hasta la fecha, cinco siglos des
pus,
con
su
variedad del castellano medieval,
l
ladino
o
judezmo.
Tiene todo esto algo que
ver
con Cervantes,
siglos
despus? Espero
mostrarles que s
2.
CRISTIANOS
NUEVOS
Los cristianos
nuevos
apenas
constituyen,
hasta
hoy,
un campo
de
estudio. No
tienen revista ni
asociacin.
Es
algo como
era
Al-Andalus,
la Espaa mora, hace un siglo, cuando
no
haba sino un
especialista
3
Bargebuhr, 1968.
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58
CERVANTES ANTE SUS ANTEPASADOSJUDAICOS
all y
otro
ac.
sta
es la situacin de
los que
estudian a
los cristianos
nuevos.
Con
la
decadencia
militar poltica y
econmica
de
AI-Andalus (la
Espaa musulmana) en
sus ltimos siglos
los
judos espaoles,
que
flo
recieron tanto
en ella se
trasladaron
en
gran
parte a la
Espaila cristia
na, contribuyendo
a su apogeo. Como todos
Uds.
saben,
despus de
ms
de un siglo de
discriminacin,
conflictos y conversiones forzadas
tres meses despus de la conquista de Granada, Isabel la Catlica de
cidi, al parecer segn sugerencia de su nuevo confesor Cisneros4 obli
gar
a los
judos
a
convertirse
al
cristianismo
o
abandonar el
pas.
Fue
un
acto controvertido
y
criticado, incluso por cristianos, desde
el
pri
mer momento, causa
de un
sufrimiento enorme
y visible.
Los judos
espaoles salieron
a
cualquier lugar que
los
admitiera, aunque fuera
por poco tiempo. Encontraron
la
mejor
acogida en
el
imperio oto
mano, contribuyendo a su prosperidad en el siglo XVI. El
monarca oto
mano
dijo que Espaa le mandaba sus mejores sbditos.
S constituye
un
campo de estudio lo que
pas
a estos
judos
des
terrados,
que
prosperaron en Italia
Holanda,
Salnica en lo que hoy
es
Grecia ,
y
otras ciudades.
Despus de
500
aos
se
ha levantado
l
orden
de
destierro. Creo
haber sido el primero en sugerir que, igual
que
se discute
en mi
pas
con
relacin a
los
descendientes
de
los
es
clavos
hay
que estudiar la
cuestin
de
una
indemnizacin a los des
cendientes
de estos ciudadanos
i ~ u s t m e n t e desterrados
6
. Ahora
se
permite
la
construccin
de
nuevas
sinagogas
en
Espaa
7
.
Pero en lo que
sigue, quisiera
llamar su atencin a los que no sa-
lieron
del
pas a
los
que
se
quedaron.
Se
discuten mucho
las cifras
exactas,
pero es innegable
que
muchsimos -centenares
de
miles
pro
bablemente- abandonaron su pas y muchsimos otros o t ro s
cen
tenares
de miles se quedaron.
4 Eisenberg. 1992.
s Mazower, 2005.
6 Eisenberg, 2003a.
7 El viernes pasado en el
cw
\ rk Times, hubo un artculo
sobre
una sinagoga
neoyorquina que
dejaba
de
existir
como
ha sido
el
caso
de
varias
incluida
l
de
mi
abuelo,
p r
los
cambios demogrficos
de la ciudad.
Esta sinagoga posea
seis Toras; era
lo ltimo que les quedaba, y no saba qu
hacer
con ellas a
quin
regalarlas. La
pri
mera,
segn el articulo, se fue
l sur
de Espala a
una
nueva
sinagoga
(Haberman,
20(5).
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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D EISENBERG
59
La realidad religiosa
del
siglo
XVI
que
es
el siglo
de Cervantes na-
cido
en 1547
se
suele
entender
mal.
Vaya
citar
un hecho
clave: se
dice
y se
piensa
que 1492 signific el fin del Islam y del Judasmo en
la
pennsula ibrica.
No
es
as.
El judasmo presente
por todo el pas,
se
prohibi en 1492. El
Islam,
presente
slo
en
el
Sur
y Levante,
no
se prohibira en Castilla es decir, Andaluca) hasta
1500,
y en el orien-
te
de
la
pennsula
sobrevivira
durante otros veinte
aos.
Ms
impor-
tante
es que los judos
convertidos al cristianismo
l o s
conversos-
podan quedarse
para siempre
dentro de Espaa. A
pesar del
peligro
cultural,
econmico
o social
que
conllevaban
no representaron nin-
gn peligro poltico
o
militar; no tenan
aliados
en
el
extranjero que
amenazaban o podan amenazar a
Espaa.
En
cambio los
descendientes de
los
musulmanes granadinos
soa-
ron
con su restauracin
poltica
y
pedan repetidamente al
imperio
otomano que
ayudara
a la reconquista de
Espaa.
Los musulmanes
granadinos
primero
sufrieron
un
destierro interno a
principios
de los
70,
el
que
llevaba a los padres
de Aldonza Lorenzo
a
El
Toboso, con
el cual, entre otras cosas, se
acab con la industria de
seda
en
Espaa.
Despus
por
buenos
cristianos
que
hubieran
llegado
a ser, los
moris-
cos, los
descendientes de musuhnanes fueron desterrados en
su
tota-
lidad
del pas. As
que
hubo dos
suertes diferentes para
estos dos gru-
pos
religiosos. Los
moriscos
salieron,
pero
los
marranos
los cristianos
nuevos de
origen
judo
se quedaron. Resultado
de
esta realidad
de-
mogrfica
es que hubo
a
partir del
siglo
XVI
y hasta
cierto grado en
unos
siglos anteriores
un
mayor
influjo en Espaa
de los
nuevos cris-
tianos judos
que
de los
nuevos cristianos moros.
Dicho
sea
de
paso,
no
hay
un trmino adecuado
para referirse a
los
cristianos
nuevos
de origen judo.
Para
s
mismos
nunca
usaron un
trmino propio que
yo
sepa. Existe el trmino judo anusim los for-
zados, pero no es lo mis1110 Muchos no erall conversos
porque
nun-
ca
haban
sido judos. El
trmino marranos es ofensivo, y cristianos
nuevos sugiere
que
dentro del
cristianismo cabe
hablar de
clases,
que
desde
un
punto de
vista
teolgico
es absurdo;
todos
los
cristianos
son
iguales
ante
Dios. Pero el tnnino cristianos nuevos es corriente y
til, y
no
conozco
otro
mejor.
Pronto
se
vio
que
algunos de
los
judos
convertidos
continuaban
su
culto
judo tal
como podan en
secreto.
Ha habido
bastante
estu-
dio
de
este
fenmeno muy
vigilado
por l Inquisicin
la
Inquisicin
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60
CERVANTES
ANTE SUS ANTEPASADOS JUDAICOS
s es
un campo
de estudio-- y sabemos hoy
que hubo
mucho
ms
judasmo
secreto
en
el siglo
XVI
y
en
fechas
ms
tardas
de lo
que
se
pensaba hace medio s i g l o ~ A travs del siglo
XVI hubo
una serie de
leyes
medidas
y
prcticas
para
identificar
a
los
que
todava intentaban
practicar el judasmo medidas como obligar a dejar
abiertas
las puer
tas de las casas
en
los das de fiesta judos y
obligarles
al consumo de
cerdo
carne ante la cual
los
cristianos genuinos no experimentaran
ningn
asc0
9
El
prejuicio y
hostilidad
contra los
judos
fcilmente se transfirie
ron
a los
cristianos nuevos
que continuaban
desempeando los mis
mos oficios. Se implantaron una serie de medidas legales de estatutos
llanlados
de
pureza
de sangre
para
discriminar contra esta clase
sean
las
que hayan sido
sus
verdaderas creencias
o
prcticas
religiosas. Se
prohibi su
entrada
en
universidades la prctica de ciertos oficios su
emigracin al
nuevo
mundo y un largo etctera
Igual que se
pro
dujo
en
la edad media una comunidad
cristiana
y otra juda en el
si
glo XVI haba
una
comunidad
de
cristianos viejos
y otra
de cristianos
nuevos. Hay un vnculo directo entre
las leyes
de
pureza
de
sangre
y el
antisemitismo
alemn
en
el siglo
xx.
Tema
para
otra
conferen
Cia
Llegado aqu voy a dejar el
tema
de los anusim los
judos conver
tidos
a la
fuerza
o bajo
presin que
no queran
ser cristianos que si
guieron
con
el judasmo
en
el
grado
que podan.
Vamos
a
pasar
al
tema
mucho ms espinoso
de los convertidos que no
deseaban volver
al
ju
dasmo. Entre
ellos figuran
muchos
de las
generaciones
segunda ter
cera y
cuarta que
no
tenan contacto directo con
una
comunidad ju
da
tal
como haba existido
en
Espaa
hasta
1492.
stos
l o s cristianos
nuevos que no tenan
ganas
de volver al
judaslllO-
constituyen el
nuevo campo
de
estudio nacido despus
de
la Guerra
Civil Espaola
y asociado al principio
con
la figura de Amrica
Castro
refugiado
en
EE. UU.
y con sus estudiantes
norteamericanos como Gilman. Este
nuevo campo que pudiramos llamar los estudios cristianonuevos no
ha sido acogido con entusiasmo
ni
por los catlicos ni por
los
jud
os. Pero es nlUy
relevante
para Cervantes.
Amiel. 1995 citado por Childers 2004.
9 SicrofC
1960
y Gilman
1972.
Sicroff 1960.
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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D. EISENllERG 61
Lo
que se
ha
llegado a
entender
en
la
segunda
mitad
del siglo
xx
es
hasta
qu grado
los
intelectuales
y
lderes culturales
del
siglo
XVI
espaol eran descendientes
de
aquellos judos
sefardes
cultos, lecto-
res,
pensadores
e
inquietos;
slo
unos pocos, como
Alejo
Venegas
11
o
Miguel
de
Luna,
eran moriscos.
Sabemos ahora algo que no saban
nuestros padres o
abuelos en 1936:
que
eran cristianos
nuevos, des-
cendientes de
judos,
Diego de
San Pedro, Hernando
del
Pulgar,
Antonio
de
Nebrija
11
, Fernando
de Rojas, Luis Vives,
Bartolom
de
Las Casas, Francisco
de
Vitoria,
el poltico Antonio Prez, los mdicos
Andrs
de
Laguna
y
Juan
Huarte de
San Juan, Santa
Teresa de Jess,
San Juan
de
la
Cruz,
el
beato Juan
de
vila,
Fray
Luis
de Len,
su
amigo el
hebrasta Benito
Arias Montano, bibliotecario y capelln
de
Felipe
n Francisco Delicado,
Feliciano
de
Silva,Jorge
de
Montemayor,
Alonso de
Ercilla, Mateo
Alemn,
y aqu
vaya
parar, aunque podra
continuar, porque hemos
llegado a
Cervantes.Y vaya pedir
a los
his-
panistas
presentes
que piensen en qu
quedara
de
la cultura espao-
la del siglo XVI, restados estos
nombres.
Y
para
los que no
son hispa-
nistas
(algunos
de los
que
figuran en esta lista incompleta sern
conocidos
slo
por
los hispanistas
quisiera sealar
que
tenernos aqu
no slo
a
autores literarios sino
a
pensadores,
a
grandes
figuras de
la
cultura
cristiana,
hroes
del
cristianismo
en
algunos
casos, como
Santa
Teresa. Para
decirlo
con otras palabras,
una parte
importante
del
gran
florecimiento cultural que se produjo
en
la Espaa del siglo XVI es
producto
de
la
cultura antiguamente
sefard,
ahora
convertida
del
ju-
dasmo
al cristianismo. Los
escritores constituyen el grupo
de ellos
mejor
estudiado
(porque hay
muchos ms
profesores
de literatura
es-
paola, que
profesores de
historia
o
arte
o filosofa espaoles .
Mi
an-
tiguo
profesor
A.
David
Kossoff,
influido
por
la
Institucin
Libre de
Enseanza
por conducto distinto
al de Amrica
Castro
13
,
lleg a la ci-
fra
del 80
de los escritores
de
clase
media yen gran parte
los es-
critores eran de
la clase medi
que eran cristianos nuevos
l4
.
11 Eisenberg, 1983.
2 Mrquez Villanueva.
2000,
p 16.
13 A travs de su profesor de Brown University,
William
Fichter. Pero era amigo
de
Gilmall
y Albert SicrotT.
14
Kossoff. 1979.
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62
CERVANTES
ANTE SUS ANTEPASADOS
JUDAICOS
Es
como el
judasmo convertido a otra clave. Estas figuras no
eran
judas, ni queran volver
a la
religin
de
sus
ascendientes,
ni
medita-
ron mucho en ello pues
faltaban libros, faltaba quin se la
explicara
y
las
prcticas
judaicas fcilmente llevaran a la horca o a la hoguera.
Slo
los
que
manejaban
el
hebreo,
como
Fray
Luis
y
Arias Montano,
o
salieron
de Espaa,
como
Cervantes, tenan un
posible acceso
di-
recto
a textos o individuos sefardes.
Pero si
el
80% de
los escritores
de clase media es
cristianonuevo,
como
el
80%
del
Israel actual es judo, se llega a una conclusin: la
cultura
espaola
del Siglo de
Oro es
en
su mayor
parte
no toda,
pero en su mayor pa r t e un reflejo, un descendiente, un
producto
de
la cultura hispanojuda. Y cabe preguntar qu tena
en comn
toda
esta gente.
Tenan en
comn
que estudiaban, que lean mucho,
que
escriban
mucho, que valoraban la comunicacin escrita, la educacin y los li-
bros.
No
podan
tener una
educacin juda
y
libros judos, pero lean
y estudiaban
todo lo que
estaba a su
alcance. Era gente que
medita-
ba, que
miraba
lo que tena delante de
los
ojos,
y
que tena un com-
promiso
para
mejorar
el
mundo
en
cuanto pudiera
y
de
la
manera
que
pudiera. La
vida
la tomaron
en serio.
Si sta
no
es
una
cultura ju-
da
vestida de cristiana, no s lo que es\5.
Cmo
podran portarse de
una
manera ms
judaica en
un
pas en
el
cual el culto y las
costum-
bres
judas llevaron a la hoguera?
Se trata tambin de un grupo que sufra discriminacin,
cada
vez
ms
exagerada, una discriminacin contra la cual no
hubo
otra pro-
testa o
apelacin
que confeccionar documentacin
para
demostrar
que
no descendan de
quienes
descendan. El confesar pblicamente
y con
orgullo que eran cristianos
nuevos,
descendientes de judos, y protes-
tar
por la
discriminacin, hubiera sido un suicidio
y nadie
lo
hizo.
Vivan,
si
no
manejaban el
hebreo
o salan de
Espaa, sin
contac-
to
con
la
cultura
sefard, sin
saber lo
que
haba sido
y
hasta dnde ha-
ba
llegado. Tambin
vivieron
en
aislamiento
los unos de los otros,
15 Wh3t no doubt
was
Jewish about them
was
the
tireless
intellectual activity
and love of learning, the realistic
openness to
the
world of
material things, like eco-
nomy, management, and
productive work.
lt
is
in
this
way
that they
added to Golden
Age
Spansh culture
a
truthful, human tensenes,
which
is not Renaissance nor
Baroque, but preciously
modern
as
a delayed
echo of ther Jewish
rootS
(Mrquez
Villanueva, 2000, p 18 .
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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D E1SENBERG
63
porque
no saban lo que acabo de mantener:
que constituan los
cris
tianos
nuevos
una buena
parte
o
una
mayora de
los
intelectuales
del
pas. Y
vivan tambin en
un
ambiente de hostilidad
oficial y
rutina
ria
contra
los judos,
quienes,
segn se
recordaba
a
menudo,
haban
matado a
Cristo
y
no
le
aceptaban como
el
Mesas.
Estos cristianos
nuevos
son un
campo
de estudios
flamante,
sin
sede
y con pocos especialistas. Ha habido congresos
sobre diversos
aspec
tos de l historia
y
cultura
sefardes,
aljamiadas
y
andaluses. No
faltan
quienes estudian aspectos de
la
Edad Media
de la
Espaa
cristiana. A
lo menos
algunos, sobre
todo
en Espaa, estudian
la
desaparecida
ci
vilizacin
hispanomusulmana,
tema de
recuerdos y
leyendas
pero
en
cierto grado molesto
para los
pases
rabes actuales.
Mientras ha
ha
bido coloquios
sobre
judos espaoles y
sobre
e
ladino, que yo sepa
no ha habido nunca un coloquio, ni
siquiera
un libro dedicado a los
cristianos nuevos espaoles,
los
descendientes de judos que no dese
aban volver
al judasmo.
El
tema
no interesa
ni a los
cristianos
ni a
los
judos.
Ahora pasemos
a
Cervantes.
3. CERV NTES
Sobre
Migue
de Cervantes,
como
sobre Shakespeare,
se han dicho
y se siguen diciendo unas tonteras
vergonzosas
cuando no espeluz
nantes. Por ejemplo,
se ha
dicho m e abstengo de dar
las
referencias
a estas chapuzas- que las
obras cervantinas no son de
Cervantes, sino
de
un
ingls, y que los textos que tenemos son traducciones
del in
gls al
espaol.
Uno
ha
publicado
a
su costa
un
libro
en
el
cual
ex
plic que haba
encontrado la casa
de Diego
de Miranda, y
en
el
s
tano
hubo nada
nlenos que
una sinagoga
l6
.
Que
Cervantes
era de
Alcal
de
Henares est,
para
m, bien
docu
mentado. Quien lo apunt primero era
e
historiador Diego de
Haedo,
nombre que
pongo entre
comillas.
Me refiero
a la TopogrC fia
e historia general de Argel publicada en 1612, con e nombre
Diego
de
Haedo en la portada, pero
todos
los que
hemos
estudiado esta obra
estamos de
acuerdo en
que no la
escribi
Haedo,
un
monje benedic-
16 Hortign,
1992?
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
7/26/2019 Cervantes Judo
10/24
64 CERVANTES ANTE SUS ANTEPASADOS JUDAlCOS
tino
que jams
haba estado en Argel
7
Fue por esta
obra,
a
mediados
del
siglo
XVIII,
cuando
se
comenzaban
a
recoger
los datos biogrficos
sobre
Cervantes, que se saba que
Miguel
de Cervantes era natural
de
Alcal
de
Henares.
Con esta pista se
pudo
encontrar en Alcal su
partida de bautismo. A pesar de esta partida de bautismo y de las pa-
labras de Haedo, y
bastantes
otros documentos conocidos ahora
l8
,
hay
quienes dicen que Cervantes no naci en
Alcal
de Henares sino en
Alczar de
San
Juan. Se ha
dicho
que la tierra de
don
Quijote no es
la Mancha, a pesar de lo dicho en
el
texto cervantino, sino Sanabria,
en
la
provincia de
Zamora,
donde hay un
pueblecito
llamado
Cervantes.
All hay
otra ruta de don
Quijote.
Sobre estas tesis extravagantes les recomiendo un
artculo reciente
de
Michael McGaha
19
.
Su respuesta
es
bastante
negativa. Creo que
un
tallo
de
nosotros los cervantistas serios, y el cervantista serio es el que
haya ledo todas sus obras y lea gran parte
de lo que
se
publica sobre
l, es que no hemos
hecho
lo que McGaha: contestar a tantas tesis ab-
surdas.
Continuando con el rechazo de tesis extravagantes y absurdas, no
estoy
aqu
para decirles
que Cervantes
fuera
secretamente
un
judo,
ni
que
quisiera
ser
judo, en cuyo caso hubiera
podido quedarse
en Italia
o
en
el
imperio
otomano. Tampoco
creo que conociera
el
Talmud ni
la Cbala,
ni
que haya anagramas con
mensajes
escondidos en el tex-
to del
Quijote. Incluso
no voy a afirmar que
fuera
simpatizante del ju -
dasmo
ni
que hubiera ledo especialmente
el
Antiguo Testamento.
Sera
interesantsimo si
se pudiera demostrar que haba
ledo
el
Antiguo
Testamento y
no,
o no tanto,
l
Nuevo, o si se
estableciera convin-
centemente
que conoca algn libro
prohibido
en
la
Espaa de
su
tiempo,
como la
Biblia
de
Ferrara
y
tantos
otros. Las investigaciones
minuciosas de Ruth Fine sobre su
conocimiento
de
textos bblicos
no
lo apoyan
20
. Por mi parte,
he
reconstruido su biblioteca, y para ha-
cerlo, repas todas las referencias a
autores
y libros
en
sus obras y los
7
Eisenberg,
1996.
lB
Mientras redactaba
esta
ponencia,
apareci la
noticia de un nuevo documen-
to de 1579, relacionado con el rescate de Cervantes, y all consta que
era
de Alcal
de Henares
y su madre y su hermana
Andrea,
vecinas
de
Alcal Sez, 2005 .
19
McGaha,
Is There a Hidden
Jewish
Meaning in
Don
Quijote
7/26/2019 Cervantes Judo
11/24
D.
EISENBERG
65
anteriores estudios sobre sus conocimientos y
lecturas.
Los nicos
li
bros
que pude
identificar
con
una
relativa
seguridad
como
lecturas
cervantinas que no estaban libremente a la
venta
en la Espaa de su
tiempo
eran autores italianos,
Ariosto por
ejemplo, y
tericos
italianos
sobre
el amor
21
.
Ahora
bien, son
posibles muchas cosas. Es posible que su maestro
Lpez
de
Hoyos
todava conservara en
secreto,
pues haban sido
re
cogidos, libros de Erasmo en espaol. Si el maestro los tena Iacilmente
los
leera Miguel, o se los
llevara
cuando su
maestro
se
muriera, en
los aos 80. Y la
Biblia
de Ferrara, en
espaol,
tericamente es posi
ble
que
la manejara en Italia o Argel o despus, como artculo de con
trabando, en Madrid. Pero con los datos que tenemos y estoy se
guro
de que no los
tenemos todos,
y
no me sorprenderan
nuevos
descubrimientos relevantes en
la m te r i no me
parece
probable
que
tuviera
contacto con tales libros,
prohibidsimos en
la Espaa
de
su tiempo. Los nicos
libros judos
con los
cuales
se ve claramente
que
Cervantes
tuvo contacto, eran la Biblia, el
decir
el Antiguo Testa
mento, en latn, y los ilogos e amor de
Len
Hebreo,
obra
que ley
en
italiano
y
con
cuyo traductor,
el
Inca
Garcilaso,
sin
duda
hablara
22 .
Segn
el
ttulo de esta
ponencia,
lo que s puedo afirmar, y es
mu
cho e incomoda a bastante
gente
y acaso a algunos de
los
presentes,
es que
Cervantes
era
descendiente de judos por los dos
lados.
Segn
Francisco
Mrquez Villanueva, su ascendencia judaica es incuestiona
ble2J. Pero Anthony
Close
la cuestiona, y dice Canavaggio que no
hay prueba decisiva24, y aun si la hubiera, no tiene
mucha
impor
tancia. Canavaggio es el mximo bigrafo de nuestros das, y el tema
le tiene
sin
cuidad0
s
No est documentado, y aun si lo
estuviera,
no
significara mucho. Si pudiramos probar que Cervantes fuera
ju-
21 Eisenberg, 2001 y 2002.
Eisenberg, 2003b.
23 Comentario oral durante el debate tras su presentacin "La cuestin de judas
mo
de Cervantes
en
el
coloquio One More
Crossroads:
Don Quijote at
Four
Hundred. Boston University, 16
abril
2005, en e cual tambin
afirm
que tres ge
neraciones de la familia de
Cervantes estaban
involucradas en la prostitucin,
un tipo
de concubinato extendido y tolerado.
24
Canavaggio, 1992,
p 29.
25 Cervantes
s'est-il
voulu le dfenseur des valeurs tablis? A-t-il t, au contrai
re,
en
dsaccord avec le
ton
de son poque? Quels qu'aient t ses choix, prtendre
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
7/26/2019 Cervantes Judo
12/24
66 CERVANTES ANTE SUS ANTEPASA])OS JUDAICOS
do, importara?2( Tengo aqu una cita en este sentido, tomada de
una
resea de Alison
Weber
publicada
en
el
mismo
nmero
de
Cervantes
que el
ensayo
de McGaha. (Est
reseando
a
Rosa
Rossi.):
Hay ra
zones
vlidas
para
especular que Cervantes puede haber sido
m onverso
y
su stira,
en
El retablo
de
las maravillas,
de la obsesin por la
pureza de
sangre, es una
de
las ms convincentes. Tambin escribe
Weber: El prejuicio contra los conversos era
real
en la
poca
de
Cervantes, pero fue
errtico
y con grandes
variaciones
10cales17.
Para entender el prejuicio
contra
los conversos en aquella frase, va
mos
a traducirla a
otra
clave: El prejuicio contra
mujeres fue
real en
el siglo XIX,
pero fue
errtico y con grandes variaciones locales. Cierto
tambin.
Pero
no me consta
que
ninguna mujer
actual preferira
vi
vir
bajo aquellas
condiciones
paternalistas decimonnicas. Ser cristia
no nuevo, corno
ser
nlujer
en el
siglo
XIX, era ser
ciudadano de
se
gunda clase.
Algo
puede ser cierto
aun
sin
estar
documentado
o probado.
Sobre
este tema podra dar toda
una
conferencia de tema
filosfico.
Creemos
estar
aqu
en esta sala, pero cmo
lo
probamos y documentamos?
Cmo
sabemos
que
no
estamos
en
la
canla
soando?
Hay
pruebas
documentales de
la ascendencia judaica de algunas fi
guras anteriores a Cervantes,
de
unas fechas ms telnpranas del siglo
XVI. Pero en
fechas tardas,
dada
la
documentacin
fraudulenta
que
circulaba,
es muy dificil.
El bigrafo que
se limite a lo
documentado
no cumple con
su deber, y los
documentos,
y desde luego los pre
sentados
para demostrar
su
pureza de
sangre
hacia
1569
pueden
con
tener errores, lnentiras u Oluisiones
. Dejernos de considerar
su
as-
qu'ils lui ont
t
dicts par son appartenance a un
clste
revient a
tombcr dans
le
pie
ge d'un
dterminisme sommaire
(Canavaggio, 1 itl6, p. 22).Y all Canavaggio
lo
deja.
26
If we could
prove that Cervantes was
1
Jew,
would
it
matter' (traduccin
ma; Finello, 1 i9tl, p. 44, citado por
Quintero, 2 ) JO,
p. 166).
27
Weber, 2004, pp. 262-263. There are sorne
valid
reasons for specuIating that
Cervantes may
have
been
a
converso h i s devastating
sati ,
of purity of bIood ob
sessions in El retablo de las maravillas
being
one
of
the
most
convincing, to
my
mind
1 . . 1
Prejudicc
against
w wersos
was real
in Cervantes'
day, but it was
erra
tic
and the
re were enormous local variations
(traduccin
y cursiva mas).
lH La documentacin de
su
limpieza de sangre preparada en 1569
es
completa
mente
superficial (Astrana
Marin,
1948-195tl, 2, pp.
228-230).
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
7/26/2019 Cervantes Judo
13/24
D. EISENflERG
67
cendencia judaica
COlno un defecto o
mancha
cuyo
reconocimiento
los que le estudiamos estamos obligados a rechazar.
Estoy
conlpletanlente convencido de
que
Cervantes
tena ascen
dientes judaicos. A dems de la burla
de
los cristianos
viejos en
El
re
tablo de las maravillas a que se refera Weber, lo demuestran sin lu
gar a dudas las profesiones de sus padres y abuelos paternos -padre
cirujano,
abuelo
licenciado, bisabuelo
trapero.
Tambin es muy llama
tiva la escasez
de
informacin
sobre
l
familia
de
su madre, el nom
bre
de cuyo
padre el
abuelo materno
de
Cervantes - se i g n o r a ~ 9
En esta
materia,
la falta de documentos es siempre sospechosa. Mientras
la
conversin de
los
ascendientes paternos de Cervantes
remonta
al
menos a la primera
mitad
del siglo xv, l
de
sus
ascendientes
mater
nos
puede haber
sido ms
reciente.
Lo
demuestran tambin
las profesiones de Miguel: recaudar im
puestos
no lo haca ningn
cristiano
viejo. Comisario o comprador,
tenedor
de
libros, contable, pequeo comerciante en su etapa sevilla
na
3
,
todo
nos
lleva
a l lnisl1la conclusin. Lo denluestra tanlbin
el
ataque que recibi
en el soneto en
la carta del real de porte,
el
in
sulto cuyo recibo pag, segn cuenta
la
Adjunta
al
Parnaso:
No s si eres, Cervantes. co-
ni c-
[coo ni culo],
slo digo que
es
Lope Apolo, y t
frisn de su carroza, y puerco en pie.
Para
que no
escribieses,
orden
fue
del cielo, que mancases en
Corf.
Hablaste buey; pero dixiste m.
citado en Eisenberg, 1984).
Llamarle puerco es
sin
duda una
alusin
religiosa,
como
lo es
tambin el
ataque
a su virilidad.
y si
esto
no es suficiente, si se quiere una cdula
de
identidad que
le identifique
como cristiano nuevo,
lo
siento mucho
pero
tales do
cumentos no existen para nadie. Cervantes nlismo
no
lo cornenta
nun
ca de forma directa. No
esperemos
que
nos
diga algo como
siendo
cristiano nuevo, y a mucha honra, pienso
lo
siguiente.
Nadie en todo
el Siglo
de Oro
se identific abiertamente como cristiano nuevo.
Pun-
29
Mungua, 1995,
p
17.
JO
Segn Mrquez Villanueva, en
el debate
que
sigui
a Eisenberg en prensa).
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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14/24
68
CERVANTES
ANTE SUS
ANTEPASADOS
JUDAICOS
too No tengo nada
ms
que
decir.
Los que no
quieren
verlo no lo ve-
rn, diga lo
que
diga. Es
uno
de
los
problemas
que
ms
afectan
a los
estudios
cervantinos. Hace
falta que se
diga
y se comente en las bio-
grafias
de
Cervantes.
No
ha
habido ninguna
biografia
seria
que in-
corpore plenamente esta realidad
3
La segunda implicacin del ttulo de esta ponencia
la
actitud de
Cervantes
hacia
sus
antepasados
juda icos es
que
Cervantes saba que
los
tena: saba que era cristiano nuevo.
Tampoco s
cmo documen-
tarlo;
Cervantes no lo
comenta
nunca. Nadie
en
Espaa comentaba
tal ascendencia; si
uno crea que
sus bisabuelos haban sido judos, la
tarea
era ocultar
este hecho
y
enterrar
la
noticia. Pero tambin
creo
inevitable que Cervantes saba
que
era cristiano nuevo.
Para entender
a Cervantes, tenemos
que
leer
entre lneas
e
inter-
pretar los silencios. Un ejemplo: Cervantes
no habla mucho de Roma,
cuando los
peregrinos
llegan all
hacia
el final del
Persiles Para lo que
Roma era,
la
descripcin
es
muy parca,
comparada con
el
tratamien-
to
cervantino de otras
ciudades.
La
conclusin
que
sale es
que
Cervantes estaba molesto
con la
opulencia de
la
capital del catolicis-
mo.
Si se
pusiera
a
comentar
Roma
segn pudiera, habra
dicho
co-
sas
peligrosas para
l y
que no servan
a su
propsito.
ensalzar
el ma-
trimonio cristiano.
Otro
ejemplo:
Cervantes
nunca
critica a
Coln,
pero s nos da a
Sancho listo
para
vender a sus sbditos
como
esclavos.
Un
tercer ejem-
plo: aunque
tena a su
hermana Luisa
en
un
convento
carmelita, de
la
cual
lleg a
ser
priora,
apenas
se
mencionan
las rdenes
monsticas
en sus obras.
Pero
s tenemos la Casa de
Monipodio
en Sevilla
llena
de
religiosidad superficial,
donde los
criminales
pasan
un
noviciado y
se cambian de nombre. Los religiosos dice
don
Quijote,
con
toda
paz y
sosiego,
piden al
cielo el bien de
la
tierra, pero
los
soldados
y
caballeros
ponemos en ejecucin lo
que
ellos piden
r, 13,
p. 151?2
pa r a
la
poca,
un
comentario atrevido.
Tambin, en
el
fragmento que creo ser de las Semanas del jardn:
dice
Selanio que no puede meter
la
mano ni alargar
la
lengua
a los
3 La de Alfredo Alvar 2004) es creo la primera se le presenta como cristiano
nuevo. Le
agradezco a su
hennano
Carlos Alvar esta
noticia.
32 Eisenberg, [19BBj 1989, p 154. A partir de aqu todas las citas de on
Quijote
corresponden
a la ms reciente edicin de Francisco Rico
2005) y
solo se indicar
el libro el
captulo
y el nmero de pgina.
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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15/24
n EISENBERG
69
hombres dedicados al servicio y culto divino,
que
dstos y de la
per
feccin de
su
vida
y
ventura
no
puedo,
debo ni
quiero
tratan)33.
Aqu
otro ejemplo: la nica iglesia
en on Quijote
es la de El
Toboso. La encuentran de
noche,
en
la
oscuridad;
don
Quijote y
Sancho topan con
ella.
Con
la iglesia hemos dado
dice don Quijote
II, 9, p. 759).
Nos dice
algo
la oscuridad en que se
encuentra
la
ni
ca iglesia
en Don Quijote
Quera
Cervantes que
los
lectores
discre
tos
sacramos
de esta oscuridad una conclusin? Me
atrevo
a opinar
que s.Ya que Cervantes nunca comenta su linaje, se
concluye
que sa
ba
que sus
antepasados
haban
sido
judos.
Y este hecho le
afect?
Fue algo ms
que
una entre varias
face
tas de
su
ser? Tiene
que
haberle afectado. A
cualquiera le iba
a afec
tar el formar parte de una clase
sujeta
a
discriminacin,
y el tener que
negar, como problemtica
o
vergonzosa,
una parte de su identidad.
No me
gusta mencionar en
un
contexto
cervantino el
problenu
de
la escondida identidad
homosexual,
pero
no
he podido encontrar me
jor
ejemplo. Es de
nuestros
das
que
los
homosexuales
pueden dejar
de
ser
las
personas que no son.
Pueden afirmar pblicamente,
con
or
gullo
y sin
temor
de
represalias, al
menos
en
algunas partes
de algu
nos
pases, su
identidad
sexual. De ellos mismos sabemos cunto les
costara
psquicamente
el
tener
que
negar quines eran, de tener que
vivir
con
la
mscara
de heterosexualidad.
Ahora
bien,
respecto a la actitud de
Cervantes
sobre sus antepasa
dos
judaicos, no
se puede saber directamente
ni con
toda
seguridad
lo
que
est
dentro
de la
cabeza
de uno, principio
que
el
mismo on
Quijote
nos ensea.
Pero podemos examinar
lo que
escribi: cmo
presenta a los
judos en
sus obras. Cervantes
retrata
a los
judos fuera
de
Espaa,
sobre
todo en
sus comedias y novelas de ambiente
turco.
Los presenta lns
que
nada
conlO comerciantes, cosa que Cervantes
mismo
era. El tratamiento ms extenso, donde hay un personaje sin
otro nombre
que ~ u d o ,
es
en Los
baos de
A ~ r . : e ,
y es all,
en Argel,
donde Cervantes s puede
haber
tenido
contacto
directo con
judos.
Tambin hubiera podido conocerlos
en
Italia, pero
en
sus
obras
ape
nas
hay
judos en
aquel
pas).
Vemos en Los
baIlas de
rgeL cunto
saba Cervantes de la religin
y
costurnbres judas.
7/26/2019 Cervantes Judo
16/24
70
CERVANTES ANTE SUS ANTEPASADOS
JUDAICOS
limpieza;
es la
palabra turca para prisin).
Cervantes saba
que un ju -
do
no
poda
trabajar
los
sbados,
y el
personaje
judo
dice
que no
lo
hara aunque le maten.
A Cervantes
siempre le gustaba que
la gente
tomara sus
compromisos
en serio. Tampoco el judo puede
guisar
en
el
sbado.
Se ve en
esta
obra que
Cervantes
saba
que los judos
varones es-
tn circuncidados,
que l
palabra
trefe se usaba
para designar
lo que
no se poda comer y que los judos usaban el falso singular Da, para
evitar
lo que
para
ellos es
el
politesmo
cristiano,
supuestamente
re-
flejado
en
la
s
fmal
de
la palabra Dios.
Cmo
lleg Cervantes a sa -
ber
que los sefardes dijeron
Da
y no
Dios?
Por hablar con ellos o
con personas que
los conocan.
Tambin vemos en Los baos e Argel cmo
el
judo
es
vctima
de
malos
tratos del
sacristn
cristiano, de robos: incluso del robo
de
su
hijo. En esta
obra,
Cervantes
trata
al
judo de
una manera
bastante
fa-
vorable.
No es
personaje negativo
o
criticable. Le
trata
mejor, con ms
comprensin, que
su contemporneo Shakespeare.
Otro detalle que
revela
bien
cunto conoca Cervantes de los ju -
dos
figura
en
el
captulo
9
de
la
Primera
Parte
del
on
Quijote
El
personaje Cervantes relata el descubrimiento del manuscrito de Cide
Hamete, a la venta
en
Toledo
como papel
viejo. Nos
dice
que
lo
com-
pr, y pag a
un morisco aljamiado
para que
lo tradujera
al
castella-
no.
Al
mismo
tiempo, dice
que se podra hallar en Toledo
un traduc-
tor de mejor y ms
antigua
lengua 1,9, p. 118). Como ocurre tantas
veces con Cervantes,
unas
pocas
palabras
suyas evidentemente esco-
gidas con cuidado y
sentido, revelan mucho.
En
primer lugar, que
ha-
ba personas en
Toledo a fines
del
siglo
XVI que
conocan el hebreo.
Cmo
Cervantes supo que exista esta gente es
un misterio.
No se ha
discutido. En
segundo lugar,
que
la
lengua hebrea
es
ms
vieja
que
el
rabe. No s si un historiador de las lenguas semticas apoyara esta
valoracin. Lo que
es indudable es que los libros
sagrados del hebreo,
que dieron al hebreo
bblico
l forma en que lo conocemos,
son muy
anteriores al Corn, que fij la
lengua
rabe en su forma clsica y a
los textos preislmicos conocidos. En
todo
caso el
ser
el hebreo
an-
terior l
rabe
es algo que podra
saber
un espai10l culto
de
la poca
de Cervantes,
aunque
me
gustara
mucho
saber de
quin
o
de
qu
-
bro Cervantes recibi este dato.
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
7/26/2019 Cervantes Judo
17/24
IJ EISENBERC. 7
Por ltimo, tambin
segn estas
palabras,
la
lengua hebrea
es
me
jor
que
la
arbiga.
No
nos explica
en qu
sentido
es
mejor, ni
hay,
que yo
sepa,
ningn lingista moderno
que
mantenga
esta
posicin.
l
contrario,
los
que hablan el
rabe siempre
han ensalzado
ms su
lengua
que
los que
hablan hebreo.
La lengua rabe
tiene
mayor
papel
en
la
cultura
rabe
que
el
hebreo
tiene en
la
cultura hebrea, en
la
cual
la lengua
con ms
tradicin y personalidad es el
dish.
dish quiere
decir
No
lo
sabemos. Pero
s
COllS
ta que Cervantes no
slo
el
personaje
Cervantes, sino Cervantes el
u to r tuvo
una
opinin
sobre
el
tema,
y el
hebreo para
l
era
una
lengua
excelente.
Es otro pequeo detalle que revela que Cervantes
saba
nls de lo que muchas veces pensamos.
Hay
un paralelo moderno
que
creo
tiL Gran parte
de los
israel
es
llegaron,
o sus
padres
o
abuelos llegaron, de
otros
pases.
Lo
mismo
en
Estados Unidos la gran mayora de los
judos
norteamericanos
son
descendientes de inmigrantes relativamente recientes.
Es
mi
pro
pio
caso.
Mis abuelos paternos
vinieron
de
una COluarca
llamada
Galicia
-Galitsia,
diran
ellos- ,
una regin fronteriza
que
cambi de
manos
varias
veces durante el
siglo
xx. Cuando ellos emigraron,
a
principios del
siglo
xx, era parte
del
imperio
austraco;
mi madre en
contr
los documentos
de
ciudadana de
sus
suegros,
por
los cuales
renunciaban a
su ciudadana
y
en
una raya
est
escrito a nlano aus-
triaca.
Galicia
hoyes parte de
Ucrania.
y
qu
s yo, y qu saba
mi padre
de Galicia?
Muy
poco,
yeso
sin
estar prohibido nada. N o
nos
interesaba Galicia,
y a
mis
abuelos
no
les
gustaba
recordarla. Contestaron
a
preguntas,
eso
s,
pero
era todo
lo contrario de recuerdos amenos. Ni l
pas, ni la gente
que no emi
gr eran tema de
discusin. Todos los que
se quedaron all haban
nluerto, externlinados
por
los nazis.
Este nlundo era parte
del pasado
y
no haba razn para no
dejarlo en
el
pasado.
Desde la
perspectiva de
los hijos y nietos, se trata
de
una
decisin
que
tOlu
otra gente, de otra generacin, por motivos mal
documen
tados
y
medio olvidados.
Y
ms
todava
en
la
Espaa
de los
siglos
XVI
y XVII,
cuando
faltaba informacin
sobre
las
conversiones
forzadas, los
sufrimientos
y
vejaciones
que
haban
experimentado
los
conversos
y
seguan
experimentando los
cristianos
nuevos.
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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72 CERVANTES ANTE SUS ANTEPASADOS JUDAICOS
No podemos
hablar del pensamiento
de
Cervantes como algo fijo
durante
toda
su vida,
que tuviera
las
mismas
opiniones
a los
sesenta
aos
que
a los
veinte. Hacia
el
fmal de
su
vida, despus
de
unos vein-
te aos en la Espaa de
Felipe II rey que
slo
menciona
en
el sone-
to escrito a su muerte, su compromiso cristiano es cada
vez
rns
no-
table, y sus antepasados son cada vez
ms
remotos.
Es cuando
entr
en la Orden Tercera de San
Francisco.
El judo Zabuln y su mujer,
que envenena
a
Auristela en el
libro
cuarto de Persiles y SigislIlunda
los
presenta mucho ms
negativamente
que se presenta al annimo
judo
de
os
baos
e
Argel.
Creo que
todos
estamos de
acuerdo
en
que
Persiles y Sigismllnda
sea la
que
sea
su confusa cronologa
de com-
posicin, es posterior a
Los baos e Argel.
4.
LA
LTIMA PARTE. D O N QUIJOTE.
He
dejado para el
final
otro
ejemplo
de
un
silencio
elocuente.
Sancho
declara tres veces que cristiano viejo s y 1,21, p. 255; 1 47,
p.
598;
II
3,
p.
710)
y
que tiene
cuatro
dedos
de
enjundia
de
cris-
tiano viejo II,
4
p. 721). Al principio de la Segunda Parte aade
que
si
Cide
Hamete
haba
dicho
lo
contrario en
la
Primera
Parte,
nos
haban de or los sordos II, 3, p.
710). Sancho
tambin se proclama
enemigo
mortal
de
los
judos II,
8,
p.
751).
Don
Quijote
no dice ninguna de estas cosas. Y de
este
silencio se
saca
una
conclusin. Si
don Quijote fuera
cristiano
viejo,
lo
hubiera
dicho
tambin. Ya
que
se calla,
no
es cristiano
viejo;
es
cristiano
nue-
vo.
Tampoco es,
como
Sancho,
enemigo mortal
de los
judos.
Voy
a
repetirlo,
porque
creo que
es la
conclusin
ms
importante
que
ha
salido
de
esta ponencia vivpara, aunque Amrico
Castro lo
haya
dicho
de
pasada
34
. Don Quijote, smbolo espaol,
es, como
Cervantes, cristiano
nuevo,
descendiente de judos.
Es una ms de
las
oposiciones entre
los
dos
personajes
principales de la
obra. Sancho
es
gordo, don
Quijote
flaco;
Sancho
est
casado
y
don Quijote soltero;
Sancho
es
codicioso
y
don Quijote liberal; Sancho
es cobarde y
don
Quijote
valiente. De
la
misma
manera,
Sancho
es
cristiano
viejo y
don
Quijote
cristiano nuevo.
34
Snchez, 1995, p. 26.
CERVANTES Y LAS RELIGIONES. Daniel EISENBERG. La actitud de Cervantes ante sus antepasados judaicos
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D EISENBERG
73
y no slo eso, y aqu se
abre
una ventanilla a estas tensiones de
otra
poca. Sancho
es
cristiano
viejo
pero segn
su
seor
es
mal cris-
tiano que no pone
en
l
prctica
lo que su fe le
indica 1, 21). Por
decirlo de
otra manera los
cristianos viejos no
son tan
buenos cris-
tianos
como los
nuevos. Una actitud
perdonen que lo
diga
juda ves-
tida
de cristiana.
Otra oposicin: Sancho dice que siempre creo firme
y
verdade-
ramente
en [... ] todo aquello
que
tiene y cree la Santa Iglesia Catlica
Romana II, 8 p. 751).
Don
Quijote
no dice tal cosa; me
atrevo
a
afIrmar que don
Quijote
como Cervantes
tampoco
creyera en
todo
aquello que
tiene
y
cree la Santa
Iglesia
Catlica
Romana. En
cam-
bio dice don Quijote lector escptico que respet[a] y ador[a] [a la
Iglesial como
catlico
y fiel cristiano
que
soy I, 19, p. 225).
5. APOSTILLA
y
con
Cervantes cristiano nuevo y especialmente
con
don
Quijote
cristiano
nuevo
les voy a dejar. Pero les
dejo
con una reflexin una
apostilla,
algo
que meditar.
Todos
los
cervantistas presentes hemos visto
reproducida muchas
veces la portada
de
la primera edicin de Don QuUote en la calle en
diciembre de 1604 con
fecha
de
1605
35
. Para los que no la
han
vis-
to, es fcil hallarla.
Hay
facsnliles, se
reproduce
en
muchas ediciones
modernas en facsmiles y en lnea. En estas ediciones
impresas
por
Juan de
la
Cuesta t r e s
de la primera parte y
una de
la segunda-
aparece su
escudete y
en
l hay
una cita
de la Biblia: Post tenebras spe-
r
lucem.
Despus
de
las tinieblas,
espero
la luz.
Se trata
de un ver-
so del Libro de Job y
el
tema
del Libro de Job es el sufrimiento un
sufrimiento
enorme inaguantable
terrible
pero
real debido
a un
mo-
tivo
divino
porque Dios lo ha querido aunque
no
lo entendamos.
El
de Job es un sufrimiento aunque no lo pareciera en el momento con
sentido.
Ahora bien
Cervantes
no tuvo nada que ver
con
el
escudete
de
Juan de
la
Cuesta.
Pero
figura en
cada
ejemplar de
las
primeras edi-
ciones de
DOl1
Quijofe de
las
Novelas
ejemplares y de Persiles y
35
Rico 1996.
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74 CERVANTES ANTE SUS ANTEPASADOS JUDAICOS
Sigisrnurtda. Cabe preguntarse por
qu escogi alguien este
ver5o.
El
mismo
versculo
aparece en portadas de Madrigal
y
otros impresores
a partir de 1550.
16
.
Pero
alguien lo us por primera vez, y otros deci-
dieron usar este
n1ismo
escudete,
que
se tena
que
encargar repetidas
veces, porque se
gastaba existen bastantes
variedades
de
este
escude-
te .
Costaba
algo el usarlo.
Cul
es el enorme sufrimiento que bla-
sonan
estos
impresores,
el sufrimiento inaguantable,
semejante l
de
Job,
que motiv la seleccin de este
verso
y no
otro?
Segn lo que
he dicho, ya adivinan
Uds.
lo que creo que es: es
por
lo
que
tenan
que
sufrir los
cristianos nuevos. M e recuerda a la cita del cristiano
nuevo Fernando de Rojas al final de
Celesti/la
in hac lachrymarulll
valle), en
este
valle de lgrimas.
As
que
les dejo con la historia de un cristiano nuevo,
descendiente
de judos,
escrita por
otro
cristiano
nuevo, descendiente
de
judos,
y
con
el
libro
de Job en la portada.
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