Cesar Eslava (Abril 12-14)

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  • DOS PERSPECTIVAS DE JUSTICIA Y RECONOCIMIENTO:

    AXEL HONNETH Y JUDITH SHKLAR

    Csar Eslava Gordillo.

    INTRODUCCIN

    Han sido varios los intentos por dotar al liberalismo de un sentido moral que

    enfrente las permanentes y diversas crticas que otras corrientes de pensamiento han

    realizado. Generalmente en estas crticas se cuestiona que el modelo contractual, que

    funda la estructura bsica del liberalismo, sea una construccin racional vlida para una

    teora social y poltica. Tambin se desestima que la libertad individual deba ser el objeto

    del derecho y la igualdad el objetivo del sistema poltico. Para estos crticos no liberales

    se hace difcil la relacin entre el liberalismo, la democracia y el capitalismo y

    dependiendo de la perspectiva crtica echarn en cara la deficiencia de la libertad, de la

    democracia o de la justicia en favor de las lgicas del capital.

    Dentro del marco anterior, el concepto de reconocimiento se ha ido posicionando

    como un ncleo de reflexin filosfica y poltica, tanto para diagnosticar la crisis moral

    dentro de las sociedades liberales y democrticas, as como para apuntar a metas sociales

    que dignifiquen de forma integral la existencia de los individuos. Esta crisis moral se

    puede caracterizar por el afloramiento de sentimientos compartidos de injusticia y

    desilusin en el seno de sociedades en apariencia exitosas; una profunda sensacin de

    materializacin de la vida; banalizacin de los intereses comunes; existencia de casos de

    exclusin social, entre otras.

    El concepto de reconocimiento del que hablamos aqu es el que ha venido

    tematizando Axel Honneth y que dentro de la tradicin de la Teora Crtica contiene en su

    raz las reflexiones crticas que hizo Fichte y Hegel a los presupuestos individualistas y

    de lucha por la supervivencia que estn el origen del liberalismo. Es el reconocimiento

    de Honneth un acercamiento filosfico, social y psicolgico para comprender, asumir y

    1

  • prever las heridas morales que agobian a las personas maltratadas dentro de las

    sociedades liberales contemporneas.

    Mas no es solamente desde la Teora Crtica, el republicanismo o el neo marxismo

    que se deconstruyen las tesis liberales y se busca reformular el orden de prioridades

    sociales de las democracias actuales. Tambin habra reconstrucciones liberales, que sin

    desconocer los postulados de autonoma e individualidad, intentan demostrar que es en la

    prctica, en el ejercicio de una ciudadana responsable y en el fortalecimiento de las

    instituciones donde estn las claves para fortalecer los ideales de inclusin, equidad y

    justicia. Tal es el caso de la terica poltica Judith Skhlar, quin desde una concepcin de

    moralidad negativa, Liberalism of fear, intenta construir un liberalismo que d prioridad a

    la subsanacin de los sentimientos de injusticia que puedan albergar las personas y siente

    las bases normativas de una sociedad proclive a evitar los hechos de crueldad y

    humillacin.

    En este artculo me propongo demostrar que en la propuesta de moralidad

    negativa (algo as como establecer metas morales en sentido de evitar lo peor en vez de

    procurar lo mejor) de Judith Shklar hay un concepto de reconocimiento que parte de

    intenciones similares a las de Axel Honneth, pero que al profundizar en ellas emergen

    importantes diferencias. Estas diferencias son producto de las metodologas analticas

    seguidas por ambos autores. Retomando a Jonathan Allen, demostrar que seguir una

    perspectiva de moralidad negativa implica desarrollar anlisis ms amplios en ese

    sentido, lo cual llevar a conclusiones menos o para nada deterministas o teleolgicas.

    Finalmente elaborar una reflexin crtica en torno a cierto ideal de autorrealizacin

    plena y determinismo emocional que debilita los alcances normativos y operacionales de

    la teora del reconocimiento de Axel Honneth.

    En el primer apartado describo los rasgos principales de la teora del reconocimiento de

    Honneth; en el segundo demuestro por qu considero que en el liberalismo sin miedo de

    Shklar hay una concepcin del reconocimiento similar a la del pensador alemn. En el

    tercero critico la teora del reconocimiento desde la perspectiva de moralidad negativa e

    2

  • intento demostrar cmo el deseo de Honneth por fundamentar emprica y

    ontolgicamente su concepcin del reconocimiento debilita los alcances operacionales y

    normativos de su teora. Por ltimo presentar las conclusiones mencionando

    coincidencias y diferencias entre ambas propuestas.

    1. RECONOCIMIENTO EN AXEL HONNETH

    Honneth en Kampf Um Anerkennung (1992)1 asume la tarea de recuperar la

    concepcin de lucha por el reconocimiento que Hegel empez a elaborar en el periodo de

    Jena (1801-1807) (Cfr:Honneth, 1997:10). Honneth describe cmo Hegel ve en la

    tradicin liberal la sombra de la idea de la lucha por la supervivencia que, a su modo,

    incorporaron en el pensamiento occidental Maquiavelo y Hobbes. En respuesta cuestion

    la idea del ser singular como la categora principal de cualquier teora filosfica (Cfr:

    Honneth, 1997: 20-21) y estableci la necesidad de reflexionar filosficamente a partir

    de los lazos ticos que distinguen a los sujetos (Cfr: Honneth, 1997: 24-25).

    Pero qu es lo que le permite a Hegel elaborar con tanta autoridad una nocin de

    reconocimiento reciproco como la base desde la cual habra que teorizar los asuntos

    filosficos y polticos? Para Hegel, la idea de lucha de todos contra todos, el estado de

    Naturaleza hobbesiano, no es el inicio sino la consecuencia de las relaciones ticas

    originales quebrantadas. La lucha hobbesiana no sera una lucha por la autoconservacin

    fsica sino un acontecimiento tico, en tanto que tiende al reconocimiento subjetivo de

    las dimensiones de la individualidad humana (Honneth,1997: 29). Lo que est en el

    origen, para Hegel, son formas elementales de reconocimiento social que l llama

    eticidad natural. Es el quebrantamiento de esas bsicas relaciones de reconocimiento,

    debido a las innumerables luchas que se suceden y que instauran un estado intermedio:

    delito, (caracterizado como un estado de desintegracin social) por el cual slo queda,

    como sentido de la existencia, el complejo ascenso a una relacin orgnica de eticidad

    pura (Honneth,1997: 29).

    1 Traduccin al castellano como La lucha por el reconocimiento, publicado en 1997 por Crtica, Grijalbo Mondadori.

    3

  • Grueso (2006) sostiene que Honneth se apoya en Hegel cuando le es til, pero

    debe superarlo cuando su metafsica arruina el potencial de teora social que hay en su

    idea de reconocimiento (Grueso, 2006: 7-8), como sucede cuando Hegel alude a una

    eticidad pura; por tanto Honneth recurre al psiclogo social y filsofo pragmtico

    George Hebert Mead en el intento de darle base emprica a las reflexiones hegelianas. De

    Mead, Honneth recoger la idea de que el comportamiento del sujeto est profundamente

    implicado con el comportamiento de los dems, pues el suceso que da conciencia de s al

    sujeto es la presencia de otro que obstaculiza la espontnea resolucin de problemas. Es

    decir, la consciencia de s es la consciencia del otro. De este modo, el yo (I) se

    desdobla en el m (me), la capacidad de percibirse desde la posicin de otros (Hernndez

    y Herzog, 2011: 20). 2

    Sin embargo, ni Hegel ni Mead le aportan los suficientes elementos a Honneth

    para constituir tales reflexiones sobre el reconocimiento en un contexto hipottico y

    fctico donde puedan ser operativos y determinar relaciones primarias de vida asociativa

    (Cfr: Calegari, 2013:55). Como consecuencia a lo anterior Honneth interpretar

    fenomenolgicamente la tipologa hegeliana (Familia, Estado y Sociedad Civil) en tres

    esferas de reconocimiento (amor, derecho y solidaridad).3

    Honneth interpreta la relacin amorosa como un proceso de reconocimiento recproco. A partir de aqu, pues se abre una va entre la teora de la lucha por el reconocimiento de Honneth y el psicoanlisis orientado segn la teora de la relacin de objeto. [] Por lo que respeta al derecho, el referente emprico resulta inherente al reconocimiento jurdico, ya que este, a partir de la transicin a las sociedades

    2 En sentido similar apunt Benveniste La consciencia de s no es posible ms que si se experimenta por contraste. No empleo yo sino dirigindome a alguien, que ser en mi alocucin un t. Es esta condicin de dilogo la que es constitutiva de la persona, pues implica en reciprocidad que me torne t en la alocucin de aquel que por su lado se designa por yo. Es aqu donde vemos un principio cuyas consecuencias deben desplegarse en todas direcciones. El lenguaje no es posible sino porque cada locutor se pone como sujeto y remite a s mismo como yo en su discurso (Benveniste,1979: 181). 3 El proyecto de Honneth es complejo y pretende abarcar varios aspectos sociales crticos. Mauro Bassaure diferencia analticamente tres mbitos diferenciados en la teora del filsofo alemn: teora social, teora de las luchas sociales y una teora crtica de la sociedad. Honneht reconoce que en su teora crtica de la sociedad existen dos versiones: teora crtica de las injusticias y una teora crtica de las patologas sociales. A su vez Bassaure, dentro de la teora crtica de las patologas sociales, ve una distincin entre una nocin de los prerrequisitos de la autorrealizacin personal y crtica relativa a una discusin sobre la racionalidad. (Cfr: Bassaure, 2011: 76)

    4

  • modernas, no puede esquivar la tarea de una aplicacin especfica a la situacin, toda vez que el derecho gana el contenido material, por un lado, y en el alcance social, por el otro. Tambin en el caso de la solidaridad, la consideracin histrica permite constatar la transformacin del concepto de honor en la categora de consideracin social o de prestigio: la lucha que la burguesa libr en la modernidad no fue solo el intento colectivo de introducir nuevos principios, sino tambin la iniciacin de un debate en torno al estatus de tales principios de valor en general (Hernndez y Herzog, 2011: 20).

    Despus del 2001, e influenciado por los trabajos de Todorov, Ignatieff y

    Margalit, comienza a desarrollar cuestiones en torno al reconocimiento desde una

    perspectiva negativa4, acudiendo a autores como Dewey, Tomasello e incluyendo

    reflexiones sobre el psicoanlisis, la invisibilidad, reificacin y la racionalidad (Cfr:

    Hernndez y Herzog, 2011: 31). De este periodo vale destacar cmo su teora del

    reconocimiento profundizar cada vez ms en la psicologa, permitindole exponer

    respuestas ontolgicas a las necesidades evidenciadas en La dinmica social del

    desprecio (1993). En el artculo mencionado, despus de elaborar su crtica al paradigma

    de la comunicacin de Habermas, Honneth anuncia la necesidad de hallar un sustrato pre-

    social donde pueda fundamentar empricamente su idea de preeminencia del

    reconocimiento. l encontrar, en los significados emocionales derivados de la

    interaccin gestual que se da entre madre e hijos, y que luego se presentar en las

    relaciones entre los adultos en la forma de intercambios o invisibilizaciones gestuales, el

    carcter pre-social y ontolgico que marca la preeminencia del reconocimiento (Cfr:

    Hernndez y Herzog, 2011: 170-176)5.

    Para finalizar esta introduccin a la teora del reconocimiento de Axel Honneth

    resaltamos cmo el filsofo alemn recurre a varios recursos argumentativos para

    4 Curiosamente Honneth rompe el tradicional desprecio de la filosofa alemana por la filosofa de tendencia no fundamentalista propia de Norteamrica, (Cfr: Joas, 1998: 94) en un movimiento intelectual que parecera significar que el filsofo alemn busca en la teora norteamericana las pruebas empricas de la teoras inspiradas por la genialidad alemana. Sin embargo, a pesar de que Honneth pareciera aprovechar muy bien los recursos empricos y postmetafsicos del pensamiento norteamericano, Grueso sealar que es por lo mismo que Honneth encuentra problemticos los planteamientos de reconocimiento de Fraser y Young. (Grueso: 2006, 10). Preguntarse hasta dnde Honneth puede sobrellevar el difcil equilibrio entre presupuestos fundamentalistas y comprobaciones prcticas para la construccin de teora normativa del reconocimiento resulta un tentador campo de anlisis que en este artculo comienzo a explorar. 5 Ms adelante nos referiremos a este punto como una apuesta especialmente arriesgada en la teora del reconocimiento de Hegel.

    5

  • demostrar cmo en la sociedad se expresa la necesidad de reconocimiento y justifica por

    qu el principio del reconocimiento debe convertirse en un objetivo social que no debe

    ser deslegitimado ni ignorado. La teora del reconocimiento, entendida como una

    descripcin fundamentada de las expectativas legtimas que tienen los seres humanos en

    las tres esferas de reconocimiento ya presentadas, permite medir la calidad de la vida

    social. La ausencia de reconocimiento tiene como consecuencia la presencia de injusticias

    y el desarrollo de patologas sociales (Cfr: Honneth, 2005: 284). En el mismo sentido,

    una persona que tenga una relacin positiva y correspondiente en el marco de los tres

    criterios de reconocimiento (el amor, el derecho y la solidaridad) podr sentirse segura de

    su dignidad o integridad.

    De acuerdo con esto, aqu integridad tambin es capaz de significar que un sujeto puede saberse apoyado por la sociedad en todo el espectro de sus relaciones prcticas consigo mismo; si participa en un mundo de vida social en el que quepa encontrar escalonado esos tres patrones de reconocimiento, sea cual sea su forma de concrecin, puede referirse a s mismo mediante los modos positivos de la autoconfianza, la autoestima y el autoaprecio (Honneth, 1992:87).

    2. RECONOCIMIENTO EN JUDITH SHKLAR?: CERCANA Y

    DISTANCIA ENTRE HONNETH Y SHKLAR

    De dos tradiciones y pocas diferentes, Judith Shklar (1928-1992) y Axel Honneth

    (1949) tienen como uno de los objetivos principales de sus reflexiones tericas

    problematizar la cuestin de las injusticias en las sociedades de finales del Siglo XX y

    comienzos del XXI. Ambos son crticos de la perspectiva de justicia distributiva. Para

    Honneth6 la preocupacin por la justicia ha girado en torno a aspectos como la equidad

    6 La comparacin entre Shklar y Honneth tiene para m un inters paralelo al de la cuestin de moralidad negativa y reconocimiento pero que en este artculo no exploro. Si bien Shklar no fue una filsofa pragmatista sino una terica poltica antifundamentalista, escptica y normativa, es por esto mismo que puede erigrsele como una buena representante de eso que Rorty llamara una liberal, burgus y posmoderna, rasgos propios de una forma pragmatista de pensar la poltica. La relacin entre la Teora Crtica y el Pragmatismo (o en su defecto, la filosofa poltica crtica norteamericana) viene siendo tematizado, especialmente porque ambos intentan despojarse de principios metafsicos e instalar una crtica social y cultural que represente un cambio en la poltica. El inters de Honneth por la psicologa del desarrollo norteamericana (preferir a Mead o Tomasello por encima de Piaget y Kohlberg es de por s sentar por una posicin terica importante) y filsofos como Dewey y a su vez el inters de un neo-pragmtico como Rorty por Heidegger muestran como ambos trayectos filosficos tienden a confluir. Creo que la ltima prueba de ese inters est en el hecho de que en el 2013 se public en alemn Liberalism

    6

  • econmica y la igual distribucin de derechos, dejando como secundarios la necesidad de

    evitar la humillacin y promover la dignidad y el respeto. Para Honneth una

    redistribucin en lo econmico y el acceso a bienes materiales no son suficientes para que

    un individuo se sienta un miembro integral de la sociedad (Cfr: Honneth, 2004: 352)7,

    siendo entonces la redistribucin econmica slo una forma especfica del

    reconocimiento (Cfr: Grueso, 2006: 2).

    Shklar, por su lado, le da ms valor a los principios de justicia distributiva en el

    orden de lo econmico; incluso proponiendo que en el marco de una sociedad liberal el

    recibir un sueldo por el trabajo realizado y el derecho a elegir y ser elegido constituiran

    lo elementos imprescindibles para que alguien sea considerado un ciudadano. Para el

    contexto estadounidense, Shklar define que la ciudadana no se concibe como una manera

    de agentividad o empoderamiento, sino como una posicin pblica en el marco de una

    sociedad jerarquizada, y si bien tal idea de posicin pblica es conflictiva dentro del

    credo democrtico, una persona que no tenga acceso a estas condiciones elementales de

    ganar y votar se sentir deshonrada, no solamente desposeda y pobre8 (Cfr:

    Shklar, 1989: 388-389). Sin embargo, encuentra a su vez que una rigurosidad excesiva,

    en la forma en que desde los modelos normativos de justicia se define lo que es lo justo,

    invisibiliza los reclamos de personas que se han sentido tratadas injustamente (Cfr:

    Shklar, 2010: 52): En su forma ms simple, este modelo normal de justicia sostiene que toda sociedad est gobernada por reglas. La ms primordial de estas reglas establece el estatuto y los derechos de los miembros de la sociedad poltica. Se trata de la

  • distributiva>>, y las reglas que propone son justas slo si se corresponden con las creencias ticas ms bsicas de la sociedad. () De modo ms abstracto, el ethos fundamental de un sistema de gobierno puede ser y de hecho ha sido presentado como un acuerdo o como el conjunto de sus tradiciones, ideologa y religin civil. (Shklar, 2010: 50).

    La perspectiva crtica de ambos autores frente al modelo redistributivo y las

    teoras normativas hacen que busquen en descripciones y situaciones de la realidad los

    elementos que justifican, que tanto la teora crtica de Honneth como el liberalismo sin

    miedo de Shklar, contengan una reflexin sobre las emociones y percepciones subjetivas,

    para de esa forma ampliar nuestro conocimiento sobre las injusticias. En el caso de

    Honneth son las manifestaciones de humillacin y las percepciones de injusticia que

    expresan los individuos las que permiten caracterizar los grados de desprecio social que

    soportan las personas. Esta idea de reconocer y reflexionar sobre la injusticia es opuesta a

    la presuncin de Horkheimer segn la cual la pertenencia al proletariado presupona la

    directa apropiacin de un sentimiento de injusticia debido a los estragos del capitalismo.

    (Cfr: Honneth, 2009: 257-258); y a la de Habermas, segn la cual, a partir de un proceso

    de racionalizacin comunicativa del mundo de la vida, los sujetos pueden desarrollar su

    proceso emancipador; es decir, una interaccin bajo las condiciones de una

    comunicacin libre de dominacin. Segn Honneth, en esta expectativa habermasiana de

    razn comunicativa ya estaran incluidas las transformaciones de un proceso socializador

    que significa un detrimento de lo que podemos considerar como sus expectativas

    morales, [segn Habermas] su moral point of view (Cfr: Honneth. 2009: 260). Por lo

    anterior es que Honneth profundiza el alcance de su teora de reconocimiento en una

    ontologa primaria, desde la cual es posible reconocer que el sufrimiento no pasa

    necesariamente por lo lingstico ni por lo social, sino que tambin,

    cualquier lesin de los presupuestos normativos de la interaccin habr de plasmarse de manera directa en los sentimientos morales de los participantes: pues como la experiencia del reconocimiento social representa una condicin de la que depende la evolucin de la identidad del hombre en general, su ausencia, es decir, el desprecio, conlleva necesariamente la sensacin de una inminente prdida de personalidad (Honneth, 2009: 262).

    Para Honneth las sensaciones de injusticia y el sufrimiento que producen no son

    slo rastreables en el lenguaje, sino que es necesario reconocer que las mismas se traducen

    8

  • en expresiones no necesariamente lingsticas, pues siendo la necesidad de reconocimiento

    un factor que se manifiesta desde antes de la socializacin formal, es necesario entender

    que el reconocimiento mutuo es una accin que implica tambin la gestualidad espontnea,

    incluso desde antes de que sepamos las caractersticas de quin es el objeto de la

    gesticulacin. De all que Honneth plantee que el reconocimiento precede al conocimiento.

    (Honneth, 2011: 180).

    Shklar comparte con Honneth el inters por la psicologa; aunque su perspectiva es

    diferente, pues ella prefiere reflexiones elaboradas desde la psicologa moral y menos

    desde la investigacin emprica propia de la psicologa del desarrollo. Sin embargo, parece

    coincidir con esta perspectiva desarrollista de Honneth cuando decide tomarse en serio la

    reflexin de Rousseau acerca del carcter cuasi natural de las percepciones de injusticia9.

    Para el filsofo de Ginebra la injusticia es una disposicin humana universal, una

    emocin social imperecedera y un fenmeno polticamente significativo (Shklar: 2010,

    145). Es esta misma capacidad humana de sentir dolor lo que podra despertar nuestros

    sentimientos de compasin y poner la reflexin sobre la injusticia en un lugar de

    preeminencia social. Instalando a Rousseau como uno de los gestores del pensamiento

    crtico, resultan entonces coincidentes las reflexiones del ginebrino con las del joven

    Hegel. Si para Rousseau en una sociedad radicalmente desigual, el resultado ms

    probable de las normas ser alentar la conducta ilegal de los desposedos y sus

    explotadores (Shklar: 2010, 146) puede conjeturarse que Hegel remite el origen del

    delito a un estado incompleto de reconocimiento (Honneth, 1993: 32).

    9 Bernard Yack encuentra que Shklar propone tres vas diferentes para poner la injusticia en el primer lugar de nuestras preocupaciones: Injusticia como va negativa, la injusticia como fenmeno primario y la injusticia como un medio para la preservacin del pluralismo moral, sosteniendo que la apuesta importante de Shklar es la tercera. Encuentra dbil la primera va negativa de Shklar, pues para que sta fuera completa debe implicar la comprensin de la contraparte inicialmente negada, en este caso la justicia. Al Shklar, segn, Yack, proponer que la injusticia deba entenderse como un fenmeno independiente y particular de las apreciaciones generales sobre la justicia, estara cayendo en un vaco conceptual. Nosotros creemos que la llamada de atencin de Yack sobre el desequilibro conceptual de Shklar, es razonable. Sin embargo, un detallado anlisis de la propuesta contenida En los rostros de la injusticia permite entender que la independencia del fenmeno de la injusticia se debe a que este tiene unas peculiaridades sociales, psicolgicas y culturales que son muy difciles de prever en un grandilocuente concepto de justicia; no obstante Shklar nunca niega la necesidad del mantenimiento de unos conceptos generales de justicia y de las instituciones que se hagan cargo de su cumplimiento (Yack, 1999).

    9

  • Desde esta reflexin comparativa de ambos autores encontramos varias

    coincidencias. Ambos parten de una reflexin de la justicia desde la injusticia; ambos son

    crticos, a su manera, de la justicia redistributiva; ambos consideran que la percepcin de

    injusticia es pre-social y es una condicin humana generalizable. Sumado a lo anterior, y

    en el nimo de demostrar que en la moralidad negativa de Shklar habra una concepcin

    del reconocimiento con algunas de las caractersticas del tematizado por Honneth,

    examinemos la siguiente cita:

    () el miedo y la ira implican reacciones fisiolgicas conocidas, que los animales sienten no menos que nosotros. Qu es lo que pone en marcha el sentido de la injusticia, aparte de la pura frustracin que tambin sienten los animales cuando se les niega algo que generalmente consiguen? La mejor hiptesis es que, desde el comienzo de nuestras vidas, aprendemos de las experiencias de otros a base de hacer comparaciones y de formarnos una idea de lo que deberamos esperar bajo determinados estndares, sean los imprecisos que sean. Por encima de todo, reconocemos la diferencia entre expectativas socialmente vlidas, meras fantasas y esperanzas infundadas. (Shklar, 2010: 149).

    En esta cita advertimos cmo se establece el carcter pre-social de la percepcin

    de injusticia, pero a su vez determina cmo la racionalizacin que permite caracterizar lo

    injusto de lo que no es injusto pasa por un proceso socializador que construye sus

    estndares. Sin la caracterizacin de tres esferas del reconocimiento que hace Honneth,

    encontramos cmo en Shklar existe un anlisis similar. Aludiendo a los escenarios de lo

    emocional y del derecho, Shklar afirma que las personas siempre tienen expectativas

    frente a las otras y esperan un tratamiento de equidad por parte de los funcionarios

    pblicos, fidelidad de los amigos y entrega de determinados bienes y servicios de

    aquellos a quienes se los hemos pagado. Nos sentimos traicionados y no slo molestos,

    cuando estas expectativas no son cumplidas (Shklar, 2010: 149). Estos sentimientos de

    traicin y frustracin son para Shklar, en muchos casos, producto de la incapacidad de

    funcionarios y ciudadanos de cumplir con responsabilidad el rol que la vida en

    comunidad exige. Esta incapacidad se debe a deplorables condiciones psicolgicas y

    sociales individuales, caracterizadas como vicios en su Ordinary Vices (1994), y que

    tienen una fuerte incidencia en el mantenimiento aceptable de una sociedad moderna y

    democrtica. Estos vicios ordinarios son la crueldad, la hipocresa, el esnobismo, la

    venganza y la misantropa. Si bien Shklar no menciona en Los rostros de la injusticia

    10

  • tales vicios, s muestra cmo son ciertas actitudes acomodadas, perezosas,

    autocomplacientes y autojustificativas las que incrementan la percepcin de injusticia en

    una sociedad.

    En este apartado establec algunos puntos coincidentes entre el liberalismo de

    moralidad negativa de Judith Shklar y la Teora del reconocimiento de Axel Honneth

    desde sus perspectivas de la injusticia. Para terminar quiero poner en relacin cmo esta

    preocupacin por la injusticia tiene juego en el campo del derecho y lo poltico para

    Honneth y Shklar.

    Para Honneth, es la esfera del derecho la que tendra alguna posibilidad

    procedimental, pues la relacin jurdica permite [] una generalizacin del medio del

    reconocimiento que le es propio en dos direcciones: una expansin del contenido y otra

    social de los derechos. A travs del derecho se logran establecer los contenidos

    materiales con los que de manera progresiva consiguen consideracin jurdica las

    diferencias de oportunidades individuales para la realizacin de las libertades

    garantizadas intersubjetivamente (Honneth, 1992: 85). En el otro sentido, una

    concepcin del reconocimiento implcita en el derecho hace que se ample el porcentaje

    de grupos e individuos a los que les son reconocidos los mismos derechos que a los

    dems miembros de la comunidad.10 Es por esto que el dao en la esfera de derecho es

    el no reconocimiento de la capacidad moral del sujeto de hacerse cargo de sus actos como

    sujeto autnomo digno de derechos y deberes (Tello, 2011: 48). Deseo marcar en este

    punto la importancia de la dimensin del derecho en la teora del reconocimiento, pues es

    aqu donde, segn Tello, () se fundan los criterios universales desde los cuales se

    puede establecer lo igual y lo diferente. Esto a su vez reafirmar o crear el tipo de

    valoracin social que reciben personas o grupos (Tello, 2011: 55). Para Honneth, la

    imposibilidad de determinar definitivamente los criterios que constituyen los derechos y

    10 De esta forma, mientras la esfera del derecho es universal, la esfera de la valoracin social es particularista y contextual; es particularista no en el mismo sentido que la esfera del amor, donde la pertenencia de los sujetos a sta es slo respeto a su grupo de referencia, sino que es particularista en el sentido de que aqu lo que se reconoce son las particularidades del sujeto, lo que hace que una persona se diferencie de otra. Tello reclama que Honneth no explica de buena forma cmo las esferas del reconocimiento se relacionan entre s, pero a su vez reconoce que esta teora del reconocimiento es una obra en construccin.(Tello: 2011, 49)

    11

  • las condiciones que definen qu es una persona legal, abre la posibilidad desde esta

    apertura estructural para retar las formas de marginacin y exclusin, permitiendo ser

    cada vez ms precisos e inclusivos (Cfr: McNay, 2008: 273). Al establecerse en esta

    esfera del derecho los criterios de lo que socialmente es valorable, innegablemente habra

    una relacin con la esfera de la solidaridad, que es en donde los individuos buscan

    sentirse gratificados y reconocidos como miembros colaborativos e importantes de la

    sociedad (Cfr: Tello, 2011: 55) (Cfr: McNay, 2008; 271).

    Por su parte Shklar se afilia al liberalismo por su firme conviccin en la necesidad

    de proteger a las personas contra las manifestaciones de crueldad, injusticia y miedo, y

    por eso considera prudente mantener una frontera que separe lo pblico de lo privado. Sin

    embargo, ve en las posibilidades de asociacin voluntaria, ms que un ejercicio grupal de

    cooperacin con un fin particular la capacidad de convertirse en unidades significativas

    de poder e influencia social que pueden contrarrestar, o al menos modificar, las

    aserciones de otros agentes organizados, tanto voluntarios como gubernamentales (Cfr:

    Shklar, 1993: 34). Otro aspecto fundamental en el liberalismo sin miedo es su respaldo a

    la proteccin de la propiedad legalmente constituida, pero a diferencia de considerarla un

    derecho natural, ve en ello un propsito pblico que es la dispersin del poder. Para la

    autora, el xito de una sociedad que logre evitar que la sospecha normal hacia el Estado

    se traduzca en miedo latente y posteriormente en terror, est en la capacidad de tener

    buenos procedimientos de justicia y control social (Cfr: Shklar, 1993: 34). Parte de estos

    buenos procedimientos recaen en el rol de los funcionarios pblicos y los ciudadanos.

    Contrario a las crticas sobre el individuo liberal, como sujeto pasivo, apoltico,

    desvinculado, egosta, que se han hecho perspectivas crticas contra el liberalismo, para

    Shklar un individuo consecuente con los principios del liberalismo sin miedo tendra un

    matiz totalmente contrario.11 Para ella la forma de tramitar el conflicto entre las

    11 No puede negarse que la experiencia de la poltica de acuerdo con procedimientos justos y el gobierno de la ley educa efectivamente de manera indirecta a los ciudadanos, aun cuando no es se su propsito declarado, el cual es puramente poltico. Los hbitos de paciencia, moderacin, respeto por las demandas de los dems y cautela constituyen formas de disciplina social que no slo son totalmente compatibles con la libertad personal sino que estimulan caractersticas sociales y personalmente valiosas. Esto debe enfatizarse, no implica que el Estado liberal pueda tener alguna vez un gobierno educativo que apunte a crear tipos especficos de carcter y ponga en vigor sus propias creencias. Nunca puede tener una intencin didctica de ese modo exclusivo e inherentemente autoritario. El liberalismo, como vimos, tuvo su inicio precisamente en

    12

  • demandas de injusticia y la justicia normativizada es el fortalecimiento de un sistema de

    efectiva y continua participacin ciudadana en que nadie pierda ni gane todo el tiempo

    (Cfr: Shklar, 2010: 193) entendiendo que () las demandas de rectitud procedimental

    en el voto, la actividad legislativa y la judicial no son cosas psicolgicamente vacas

    (Shklar, 2010: 198). Sin embargo, como se expuso al inicio, leyes justamente concebidas

    y administradas pueden ser la fuente de percepciones de injusticia (Cfr: Shklar, 2010:

    199). Es ante la inevitabilidad de la injusticia que la nica forma de garantizar una

    sociedad decente12 es donde el sistema jurdico sea maleable y transformable ante los

    reclamos y demandas de injusticia. Cualesquiera decisiones que tomemos sern, no

    obstante, injustas a menos que consideremos a plena luz las perspectivas de las vctimas y

    otorguemos a sus voces debido peso (Shklar, 2010: 200).

    Descritas las coincidencias de los modelos de Honneth y Shklar y que en mi

    concepto permiten distinguir un concepto de reconocimiento en Shklar, proceder a

    analizar las consecuencias, para la teora del reconocimiento de Axel Honneth, de no

    persistir en un enfoque de moralidad negativa.

    3. CRTICAS A LA TEORA DEL RECONOCIMIENTO DE AXEL

    HONNETH DESDE UNA PERSPECTIVA DE MORALIDAD NEGATIVA

    Para Allen (2001) las aproximaciones de moralidad negativa (denuncia de la

    explotacin, dominacin, poder e injusticia) han sido tomadas por el marxismo, la teora

    crtica y el posmodernismo. Sin embargo, partir de estas aproximaciones implica varias

    decisiones de mtodo que, de no tomarlas, tendrn repercusiones conceptuales

    importantes. Pero en s cul es la diferencia entre una aproximacin normativa desde la

    moralidad negativa y otra desde la moralidad positiva? Cuando Avishai Margalit presenta

    su Sociedad decente, establece a grandes rasgos la particularidad de su enfoque de

    perspectiva negativa. Para l habra tres razones: una moral, otra lgica y una ltima de

    el objetivo de oponerse al Estado educativo. Sin embargo, ningn sistema de gobierno, ningn sistema de procedimientos legales y ningn sistema de educacin pblica carecen de efectos psicolgicos, y el liberalismo no tiene razn alguna para disculparse por las inclinaciones y los hbitos que esa justicia de procedimientos y ese gobierno responsable probablemente estimulen (Shklar, 1993: 36). 12 Uso el trmino acuado por Avishai Margalit (1996) en La Sociedad decente.

    13

  • carcter cognitivo. La razn moral es que existe una gran diferencia entre erradicar el mal

    y promover el bien, siendo ms importante evitar el dolor que crear las condiciones de

    bienestar integral. Por tanto, es ms prioritario eliminar la humillacin que ofrecer

    respeto. La razn lgica se basa en la distincin entre los objetivos que se pueden

    lograr directa e inteligentemente y aquellos que son esencialmente productos laterales y

    no se pueden lograr directamente (Margalit, 1997: 17). La razn cognitiva consiste en

    que es ms fcil identificar las conductas humillantes que las respetuosas, de la misma

    manera que es ms fcil identificar la enfermedad que la salud (Margalit, 1997: 17).

    Con estos tres criterios Margalit justifica su objetivo de sentar las condiciones sociales

    para construir una sociedad decente, definida como aquella donde las instituciones no

    humillan a las personas, contrapuesta a una sociedad civilizada, que es aquella donde las

    personas no se humillan entre s. (Cfr: Margalit, 1997: 15). Veremos ms adelante cmo

    Honneth apuntara ms a una idea de sociedad civilizada, segn la tipologa de Margalit.

    Honneth se ha inscrito conscientemente en esta corriente de autores que parten

    desde una perspectiva negativa, pues para l es tericamente aconsejable comenzar

    siempre con fenmenos negativos, para encontrar un acceso a los presupuestos

    normativos correspondientes (Honneth, 2011: 42). A pesar de ello y del reconocimiento

    positivo que les hace a autores como Bloch, Margalit, e incluso a Shklar, veremos cmo

    Honneth no sigue la perspectiva de moralidad negativa, ms all de una intencin por

    explicar cmo se manifiesta socialmente la falta de reconocimiento, para desde all

    explorar y proponer las condiciones de su teora de intenciones normativas. Las razones

    de no profundizar en esta perspectiva de moralidad negativa se pueden entrever en su

    crtica a Ernst Bloch; condicionadas, pienso, al remanente teleolgico que conserva de

    Hegel.

    En este apartado final demostrar que el problema de no profundizar en la

    perspectiva de moralidad negativa, ms la insistencia en fundamentar empricamente su

    preeminencia del reconocimiento como un rasgo comn, hacen que la teora del

    reconocimiento de Honneth borde los linderos de una idea de eticidad pura hegeliana,

    debilitando los alcances operativos y formales que el autor alemn espera de la misma.

    14

  • Allen seala que la gran mayora de autores que parten desde perspectivas

    negativas han fallado en comprender con profundidad y explcitamente la significacin

    social, cultural y psicolgica de las experiencias de dominacin, crueldad y sufrimiento;

    ellos no logran reconocer cmo estas experiencias tienen eco en la formacin de las ideas

    polticas, y en las valoraciones sociales, tal como lo denunciara Isaiah Berlin. Segn

    Allen, autores como Shklar y Margalit, desde una perspectiva de moralidad negativa han

    logrado construir propuestas normativas donde las condiciones de la crueldad y el mal no

    se toman como meros efectos de un paradigma poltico equivocado, sino como

    enfermedades sociales que hay que explorar y anatomizar para enfrentarse a ellas con

    recursos institucionales y sociales concretos (Cfr: Allen, 2001: 339-340).

    Esta reflexin acerca de las caractersticas sociales, culturales y psicolgicas del

    mal es lo que no reconoce Honneth cuando critica la propuesta de Ernst Bloch

    consignada en Derecho natural y dignidad humana (1961). Bloch intenta conectar la

    tradicin del derecho natural a la construccin de las utopas sociales; sin embargo l

    caracteriza tales utopas en sentido negativo, por ejemplo, la eliminacin de la miseria

    humana. Bloch basa su utopa en una razn escptica y negativa basada en que la

    naturaleza humana es indeterminable. Para Allen, en Bloch logramos reconocer dos

    situaciones: a) una moralidad negativa es autnoma de una moralidad positiva, y b) el

    contenido de las ideas morales puede ser solamente especificado negativamente, en el

    sentido de cules de ellas son las que se desean combatir o evitar (Cfr: Allen, 2001: 342).

    Sin embargo, Honneth, en su intento de demostrar que en Bloch habra una concepcin

    de reconocimiento, sostiene que en l prima un punto de vista moral positivo.

    Para Honneth, aproximarse a una nocin de dignidad humana puede solamente

    percibirse identificando formas lesivas y de irrespeto que implican que los seres humanos

    en un sentido moral se afectan entre s, y por tanto dependen de formas de

    reconocimiento intersubjetivo. Las formas de degradacin y humillacin no solamente

    son dainas porque limitan la accin o hieren fsicamente, sino porque subvierten en las

    vctimas el sentido positivo de s mismo (self). (Allen, 2010: 342). Esta conciencia

    15

  • positiva de s mismo es lo que define la nocin de integridad, que para Honneth se

    manifiesta como integralidad fsica, auto respeto y auto estima. Honneth concluye que

    Bloch en realidad asume una teora normativa del reconocimiento, que al contrario de lo

    que espera Bloch, s presupone una nocin positiva de integridad personal dependiente

    del respeto de los otros (Allen, 2010: 342). Honneth revela el carcter positivo que hay

    en la moralidad negativa de Bloch y sugiere la imposibilidad de una perspectiva negativa

    pura. En este sentido la crtica de Honneth a Bloch es similar a la de Walzer a Shklar.

    (Cfr: Allen, 2001: 344).

    Michael Walzer (1996) en On Negative Politics sugiere que el liberalismo sin miedo de

    Judith Shklar no solamente evita la crueldad y la injusticia sino que tambin defiende

    modelos ideales de vida. Como hemos descrito, el liberalismo sin miedo no sugiere una

    negacin total del sistema de leyes y normas, y, ms an, el modelo que Shklar presenta

    requiere de unos comportamientos y actitudes que solamente pueden ser descritos en

    clave positiva. Como lo cuestiona Walzer, para que una propuesta en clave negativa sea

    consecuente no debera sugerir ninguna accin, y, por lo contrario, la propuesta de Shklar

    propone acciones de orden cvico, lo cual supondra una contradiccin metodolgica.

    Para Walzer es entonces claro que una poltica que pretenda ser muralla ante los embistes

    de la crueldad tiene que apoyarse en valores positivos que se transmiten en la educacin,

    la cultura y la poltica, pues "antes de ser temerosos de una forma liberal, nosotros

    debemos aprender qu significa ser liberal (Walzer, 1996: 19). Para Walzer un

    liberalismo negativo como propuesta slo puede ser reactivo, pero para la constitucin de

    una poltica el liberalismo no debe ni metodolgicamente puede negarse una cualidad

    positiva, pues finalmente toda negacin incluye una afirmacin y no encargarse de esa

    afirmacin crea un vaci conceptual.13

    13 Walzer llama la atencin cuando encuentra que el mismo liberalismo negativo de Shklar pone lmites al liberalismo sustantivo. Al Shklar erigir la evitacin del miedo como la prioridad de la poltica, lo que est sugiriendo es un control de las libertades para asegurar las libertades y el bienestar de los miembros ms dbiles de la sociedad. Lo anterior inevitablemente la pone en camino de la libertad positiva. Para Walzer entonces es claro que el temor que nos transmite Shklar hacia las instancias del poder es un sentimiento compartido, ms una poltica del poder no debera motivarse por el miedo sino tambin por la capacidad que tengamos de usar el poder de diferentes formas, as como lo ha sugerido Shklar en American Citizenship en cuanto a la preservacin del empleo y el derecho al voto universal (Cfr: Walzer, 1996:19).

    16

  • Una perspectiva de moralidad negativa es simplemente una reaccin retrica

    contra los modelos normativos formales? Su funcin es meramente una excusa temtica

    para acceder desde un polo opuesto a sus correspondientes presupuestos normativos

    positivos, tal como afirma Honneth?

    La respuesta es negativa. Como afirma Allen, la moralidad negativa nos permite

    identificar las prioridades morales, pero a su vez nos posibilita entender el alcance de las

    mismas para una aplicacin poltica (Cfr: Allen, 2001: 344). l reconoce que las crticas a

    Shklar pueden tener fundamento al suponer que su perspectiva negativa compromete

    mucho ms que solamente una defensa de la seguridad fsica, pues en tal caso Hobbes ya

    hubiese resuelto todo con la instauracin del Leviatn. An seran ms correctas en el

    caso de Bloch, en cuanto que lo que el filsofo alemn trata de evitar es la degradacin y

    que, por lo tanto, como seala Honneth, lo que se requiere es una nocin de dignidad que

    incluya la necesidad humana de reconocimiento; Pero no se sigue de esto que una

    moralidad negativa es simplemente incluida en una moralidad positiva y que puede ser

    dispensada por filsofos morales o tericos polticos sin ninguna prdida14 (Allen, 2001:

    345).

    La moralidad negativa permite mucho ms que identificar males y patologas y

    proponer acciones e ideales compensatorios. Sin un anlisis extenso de las implicaciones

    del mal tendramos una visin deficiente de las pasiones y metas humanas, pues la

    moralidad negativa permite hacer una anatoma de los vicios y de los males que a su vez

    complementan nuestro entendimiento de las virtudes y las metas positivas (Cfr: Allen,

    2001: 346). La moralidad negativa educa y es un apoyo para la sensibilidad moral y

    poltica, en el sentido de

    (1) Da atencin explcita a las disposiciones y experiencias negativas para obtener un mejor entendimiento de sus dinmicas y relaciones con los ideales morales positivos, (2) intenta entender y dar luz al sistema de distribucin de males que existe en cualquier sociedad dada, y (3) reconoce la importancia de identificar y responder a la perspectiva de las vctimas de los males sociales. Propone un modo de pensar acerca de la moralidad que es realstico, es sensitivo a la experiencia, y provee una profundidad analtica a la elaboracin de conceptos positivos, ideales y decisiones

    14 But it does not follow from this that negative morality is simply included in positive morality and could be dispensed with by moral philosophers or political theorists without loss (Allen,2001: 345)

    17

  • procedimentales que la mayora de los tericos polticos y morales contemporneos consideran de su incumbencia. Finalmente, esto no significa solamente reflexin o anlisis. Prioridades morales son identificadas, juicios hechos y cursos de accin propuestos (Allen, 2001: 349-350).15

    Habiendo expuesto las caractersticas de la moralidad negativa y esbozado las

    consecuencias conceptuales de no profundizar en las posibilidades descriptivas y

    normativas que permite, pasar a demostrar en un problema concreto cmo la teora del

    reconocimiento de Honneth se ve debilitada, especialmente si se tiene en cuenta su

    propsito de ofrecer una teora del reconocimiento de alcances normativos y traducible en

    transformaciones sociales de emancipacin, en el sentido tradicional de la teora crtica.

    La teora del reconocimiento de Honneth, que se construye a partir de una

    preocupacin actualizada por aspectos como la humillacin, la injusticia y el desprecio

    social, procura subsanar el dficit sociolgico de la Escuela de Frankfurt. Sin embargo,

    su intencin por demostrar como un miembro de la sociedad solo es integrado en ella

    gracias a mecanismos de reconocimiento mutuo, pero que estos resultan tan

    controvertidos y, por ello, objeto de una lucha por el reconocimiento (Honneth, 2011:43)

    deja la impresin de ser una propuesta de teora social que abarca mucho desde una

    presuncin original algo circular. La integracin solo es posible con reconocimiento

    mutuo, pero como este es controvertido hay entonces lucha por el reconocimiento en las

    tres esferas del reconocimiento.

    Al investigar sobre la cuestin del reconocimiento en Honneth parecera que un

    objetivo de su teora es describir cmo solo la formacin atinada o la correspondencia

    social e intersubjetiva en las tres esferas del reconocimiento podran considerarse las

    15 This sensibility or ethos (1) gives explicit attention to negative dispositions and experiences to gain a better understanding of their dynamics and relations to positive moral ideals, (2) attempts to understand and bring to light the system of distributing evils that exists in any given society, and (3) recognizes the importance of identifying and responding to the perspectives of victims of social evils. It is a sensibility that tells us what to think about rather than what to think. It proposes a mode of thinking about morality that is realistic, is sensitive to experience, and adds analytical depth to the elaboration of positive concepts, ideals, and decision procedures that most contemporary moral and political theorists consider to be their business. Finally, it is by no means purely reflective or analytical. Moral priorities are identified, judgments made, and courses of action proposed. (Allen, 2001: 349-350).

    18

  • condiciones sine qua non para una precisa construccin de la identidad, una seguridad

    subjetiva de la dignidad y la integridad; es decir, poder afirmar que una persona cuenta

    con autoconfianza, autoestima y autoaprecio.

    Sin embargo, cuando pensamos en las condiciones concretas que tienen que darse

    en las tres esferas, para poder cumplir este ideal de reconocimiento, resulta un poco

    complicado imaginar en la prctica cmo pueden darse. Pensar que podemos reconocer a

    una persona ntegra por un exitoso reconocimiento en cada una de las tres esferas es un

    techo muy alto de alcanzar. En lo especfico, si se toma la esfera del amor vinculada a la

    familia y las relaciones afectivas encontramos que cuando Honneth trata de buscar el

    fundamento ontolgico del reconocimiento, empieza a disear un constructo de

    reconocimiento que se va alejando de posibilidades operativas para una concepcin social

    y poltica realstica.

    No obstante Honneth advierta que sus esferas del amor y de la solidaridad no son

    generalizables, el hecho de describir y fundamentar empricamente las condiciones del

    reconocimiento en una fase presocial, expresa su intencin de presentar una teora total

    del reconocimiento. Teora que, simplificndola, vincula todos los males sociales a su

    falta y todas las virtudes a su presencia. Ya la apuesta por la primaria diada madre-hijo

    como el momento inicial de la lucha por el reconocimiento tiene varias dificultades. De

    ellos, el principal recae en que segn el psicoanlisis lacaniano y el concepto del estadio

    del espejo, la consciencia del yo en el nio no se esboza sino hasta despus de los seis

    meses del nacimiento y puede tardar hasta los dieciocho.16 McNay seala que el beb del

    reconocimiento de Honneth no es un ser consciente tal como su modelo lo requerira. La

    extrema dependencia del beb de sus padres no es anloga a la dinmica entre dos sujetos

    16 () as como el nio que ingresa en la palabra pasa por la escena de su propia designacin como objeto exterior para abordar la exterioridad del mundo, del mismo modo, el humano, para elaborar su lazo con la alteridad del mundo, con la imagen del mundo, construye la alteridad en s mismo. Aqu advertimos que el lazo de imagen es la otra vertiente de la relacin lingstica por la que el humano se reencuentra en la imagen del mundo y por la que los objetos del mundo le hablan. El hombre mantiene con el mundo una relacin de interlocucin, la cultura da rostro humano a las cosas, personifica los lugares, las montaas y los ros ponindoles nombres (Legendre, 2008:, 85).

    19

  • independientes buscando reconocimiento uno del otro (McNay, 2008: 275).17 La

    insistencia de Honneth en convertir en prueba emprica la sospecha hegeliana, lo lleva a

    adoptar teoras del desarrollo cognitivo y emocional revisables por su fuerte

    determinismo antropolgico. Este es el caso de la teora de Winnicott, dnde subyace un

    ideal de maternidad cuyo beneficio es permitir desarrollar un verdadero yo a riesgo de

    que una maternidad no exitosa desarrolle un falso yo18. Tambin habra otras teoras

    desarrollistas como el internalismo de Vygotsky donde toda funcin psicolgica

    superior atraviesa necesariamente una etapa externa en su desarrollo, ya que inicialmente

    es una funcin social (Wertsch, 1985:79).

    Desde esta perspectiva vygotskyana resultara injusta la desconfianza de Honneth

    en la palabra socializada como vehculo de las expresiones de injusticia. Para Honneth

    aquellas expresiones de injusticia que logran articular una voz en espacios pblicos o

    medios de comunicacin masivos realmente son demandas filtradas de antemano por una

    esfera pblica burguesa. (Cfr: Grueso, 2006: 10). Tal afirmacin remite inmediatamente a

    una pregunta: Habra una voz que no haya pasado por un proceso socializador? Habra

    una demanda de injusticia tan original y autntica que no est contaminada de

    constricciones burguesas? Un intento de respuesta est cuando Honneth propone que una

    forma de identificar cules son las expectativas morales que no se reconocen, es recurrir a

    los procesos de lucha y resistencia de las clases bajas, pues

    () como sus integrantes no estn especializados culturalmente en la articulacin de experiencias morales, sus expresiones manifiestan antes de cualquier influencia filosfico-acadmica, por as decirlo, hacia donde van dirigidas las expectativas normativa de la vida social cotidiana (Honneth, 2009: 261).

    Segn esta cita, Honneth cree que es posible reconocer los reales estragos del no

    reconocimiento en las clases populares, pues estas no estaran academizadas ni viciadas

    por las aspiraciones de la sociedad burguesa. Y si sus discursos nos remiten a aspiraciones

    17The extreme dependency of the child upon the parent is not analogous to the dynamic between two independent subjects seeking recognition from each other even when they occupy asymmetrical social positions (Mc.Nay: 2008, 275). 18 En la discusin entre Fraser y Honneth (2003) est perspectiva de la maternidad es vista desde el feminismo materialista como un mistificacin del rol domstico de la mujer. En el mismo sentido tambin se ignora que la familia y sus dinmicas internas estn contenidas en contingentes estructuras histricas formadas por las fuerzas del dinero y el control social (Cfr: McNay, 2008: 277).

    20

  • burguesas y demandas elitistas dejaran de ser justas manifestaciones de injusticia? Quin

    tendra el criterio para decidir qu demandas de reconocimiento son justificables y

    autnticas y cules no? Habra un tribunal moral definindolas?

    Para McNay el problema con tericos del reconocimiento como Honneth es que

    desconocen las maneras en que el sentido normativo se confunde con el uso de la teora

    como una herramienta heurstica para aproximarse a la comprensin de ciertas dinmicas

    sociales. El problema principal es que esta fusin hace que el debate sobre las polticas del

    reconocimiento se enrede con disputas acerca de cundo se puede hablar de identidades

    autnticas e integrales. Honneth trata de evitar estos problemas definiendo su teora como

    un esfuerzo por mediar entre lo normativo y lo descriptivo. Segn el filsofo alemn,

    vincular lo normativo a sus fundamentos empricos har que su teora crtica de la

    sociedad produzca una concepcin formal de vida tica que sobrepasar los impases entre

    las nociones universales de moralidad o justicia, por un lado, y las nociones sustantivas de

    tica o lo bueno, por el otro(Cfr: Mc.Nay, 2008: 272).19

    Este intento de Honneth por instaurar la necesidad de reconocimiento como el

    fenmeno ontolgico comn y as plantear una concepcin de vida tica que supere los

    impases tradicionales entre expectativas universales de moralidad y justicia y las nociones

    ticas particulares, parece una apuesta muy optimista de acuerdo a la perspectiva de

    moralidad negativa que se ha adoptado aqu. Si bien Honneth describe el reconocimiento

    desde la negatividad de su falta (que a su vez instaura la necesidad de su lucha, lucha por

    el reconocimiento) propiciar una reflexin normativa desde esta descripcin representa un

    impase entre la solidez aparente esta teora social y las condiciones de posibilidad de la

    misma. La teora del reconocimiento de Honneth cumplira el objetivo de cubrir el dficit

    sociolgico de la primera teora crtica, logrando establecer una relacin directa entre la

    falta de algo que es comn, perentorio y presocial en todos los seres humanos: necesidad

    de reconocimiento y las patologas de las sociedades contemporneas. Sin embargo, la

    19 Honneth makes the further claim that, by explicitly linking normative conclusions to empirical foundations in this way, his critical social theory yields a formal conception of ethical life that overcomes the impasse between universal notions of morality or justice, on the one hand, and substantive notions of ethics or the good, on the other (Mc.Nay, 2008:272).

    21

  • descripcin que har de las formas y los campos (esferas) en que ese reconocimiento

    podra obtenerse est direccionado por un optimismo psicolgico y social que es difcil de

    concebir en situaciones y relaciones humanas concretas. Si comprendemos que esta

    dificultad o ausencia de reconocimiento es consecuencia de una patologa implcita en una

    sociedad integrada por individuos no-reconocidos y que tienen que relacionarse entre s, no

    se entiende entonces la utilidad normativa de construir una teora ontolgica del

    reconocimiento con una alta carga de determinismo psicolgico con implicaciones

    morales. Guardando las proporciones, sera como caracterizar muy bien las causas de las

    enfermedades fsicas y proponer como cura definitiva un estilo de vida jams probado y

    solo imaginable como ficcin. El hecho de que Honneth haya decidido desasirse de las

    implicaciones metafsicas implcitas en la lucha por el reconocimiento presentada

    inicialmente por Hegel, construyendo un cuerpo terico afianzado en la experiencia

    sistematizada por importantes psiclogos del desarrollo, tales como Mead y Winnicott, no

    necesariamente lo protegen de caer en un complicado determinismo psicolgico. Si

    pensamos que cualquier apuesta terica sobre el desarrollo de la personalidad y la

    construccin de la identidad es problemtica en un anlisis serio de casos individuales, qu

    pensar si ponemos esta apuesta como la base emprica de una teora de la sociedad20.

    Dentro de los impases motivados por la difcil inclusin de lo descriptivo en lo

    normativo, Honneth no percibe la complejidades sociales evidenciadas por otros tericos

    de las emociones como Shklar, y tericos del reconocimiento como Todorov, en cuanto a

    que si nuestra felicidad depende exclusivamente de los otros, estos otros detentan tambin

    los instrumentos potenciales de su destruccin (Todorov, 1995: 212). Por eso, desde un

    escepticismo propio de una moralidad negativa, es ms factible y til concentrarse en los

    aspectos propios de evitacin de la crueldad, irrespeto e injusticia como labor y

    responsabilidad de las instituciones y sensibilizar a los ciudadanos sobre las consecuencias

    indeseables de propiciar o ignorar tales acciones.

    20 El escepticismo que respaldamos en este texto radica en que no se ha podido determinar con certeza una relacin entre condiciones sociales ideales y una construccin subjetiva ideal. Si bien habra relaciones causa-efecto, en apariencia obvias, tales como que es mejor recibir buen trato que mal trato, o que ante menos necesidades habra menos sentimiento de frustracin y resentimiento, no se ha podido demostrar la infalibilidad de tales relaciones.

    22

  • CONCLUSIONES

    En este artculo espero haber podido demostrar que en Judith Shklar hay una

    concepcin de reconocimiento con intenciones similares a la que ha puesto en primer

    orden de reflexin Axel Honneth, pero tambin entre ambas perspectivas hay diferencias

    radicales.

    En las similitudes puedo destacar tres: a) ambos parten de un deseo de reintegrar a

    la reflexin poltica sobre los sujetos una dignidad y respeto en el marco de una sociedad

    materialista y objetivista que tiende a cosificarlos y a desconocer la importancia de la

    dimensin emocional. b) Ambos se interesan en desprenderse de explicaciones

    metafsicas o universalistas y usar situaciones empricas para consolidar sus tesis y c)

    ambos parten de una perspectiva negativa de comprensin de lo social, para Honneth ser

    la evitacin de la humillacin y el irrespeto lo que debe incluirse en una teora social del

    reconocimiento; para Shklar la evitacin de la crueldad y la injusticia lo que debe ser el

    objetivo primordial de las democracias liberales occidentales.

    En cuanto a las diferencias encontr fundamentalmente dos y que se relacionan con

    las similitudes. a) A pesar del esfuerzo por separarse de sus orgenes metafsicos, la teora

    del reconocimiento de Honneth tiende a erigir unos ideales de dignidad e integridad

    que resultan difcilmente concebibles socialmente y problemticos desde una teora

    psicolgica. Por el contrario, la teora poltica de Shklar no contiene un especial ideal de

    autorrealizacin plena ni de sociedad totalmente justa, pero s aspira a una sociedad con

    convicciones muy fuertes en su objetivo de evitar la crueldad y el miedo a su vez que

    ciudadanos comprometidos con este objetivo. b) Honneth, al pensar que toda perspectiva

    negativa sobre la sociedad sugiere un disposicin propositiva y positiva, pasa de una forma

    rpida del diagnstico de los males sociales a una propuesta de resolucin integral y

    emancipadora por va de las esferas del reconocimiento.

    Mi conclusin es que el problema grueso de la teora del reconocimiento de

    Honneth es que racionaliza el campo emocional del ser humano, y este campo emocional,

    23

  • si por algo se caracteriza, es por su difcil racionalizacin. La vida cotidiana nos

    demuestra que una formacin amorosa y privilegiada no garantiza buenos

    comportamientos en la adultez; ni una niez carente y opresiva no siempre determina

    personas subestimadas, resentidas o dainas. Sin embargo, una teora poltica o la

    filosofa no pueden desechar las emociones como una cuestin central de la reflexin. La

    amplia y profunda investigacin de Honneth por hallar en lo emprico las condiciones del

    reconocimiento enriquece nuestro conocimiento y nos alerta para no desconocer los

    peligros de una excesiva objetivacin y materializacin de la vida social.

    Shklar, por su lado, al profundizar su perspectiva negativa en una teora normativa

    de moralidad negativa, entiende mejor los vicios sociales que conviven con las virtudes,

    lo que hace que su propuesta escptica parezca ms plausible y menos idealista. Por

    tanto, considero que la apuesta de Shklar en prestar atencin a las emociones, sin

    pretender caracterizarlas y sometiendo tal reflexin a los estrechos alcances de lo

    operativo en el campo institucional, nos permite encontrar mnimos equilibrios y

    acuerdos entre lo deseable y lo realmente posible.

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