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Theologicum Universidad Francisco Marroquín UNIDAD, COMUNIÓN Y PUEBLO DIOS EN LA LITERATURA INTER-TESTAMENTARIA Por: Gonzalo A. Chamorro Los escritores neotestamentarios en su mayoría estuvieron condicionados o, por lo menos, conocieron el contexto teológico de las ideas del judaísmo que circulaban durante el siglo I. Por eso “el estudio de la literatura judía extra -bíblica resulta iluminador a la hora de interpretar el Nuevo Testamento y contribuye a entender de mejor manera su teología”. 1 Desde esta perspectiva se estudiará el concepto de unidad, comunión y pueblo de Dios en la literatura ya mencionada. Desde ya se hace la aclaración que el tema no es fácil, ya que en este periodo existía una variedad de comunidades que se adjudicaban el título Pueblo de Dios. El artículo partirá de la premisa que: Después de la vuelta del destierro, las familias puras se separaron de las que se habían manchado con los paganos (Esd. 9,1-10,44); a partir de esta época, por consiguiente, la prueba del legítimo origen se convirtió en el verdadero fundamento de la restaurada comunidad del pueblo. Sólo las familias de limpia estirpe constituían el verdadero Israel. Los datos genealógicos de los libros de Esdras y Nehemías, reflejan el interés del período posexílico por las genealogías; en las épocas siguientes estos datos constituyeron la base permanente para establecer las genealogías. Este interés se manifiesta en el hecho de que en el período posexílico se comienzan a utilizar como nombres propios los nombres de los padres de las doce tribus, expresando así, por el nombre, la pertenencia a la tribu. 2 Unidad en los libros apócrifos de la LXX En el primer libro de los Macabeos se describe la influencia del Helenismo y como algunos judíos aceptan sin celo por la Ley el trasfondo e ideología de la cultura griega del momento. A esto responde Matatías padre de Judas, Jonatán y Simón quienes fueron los 1 Carlos Sosa, “El espíritu Santo en Hechos 10 en el contexto de las categorías judías de pureza e impureza”, Kairós 41 (2008): 55. Edesio Sánchez dice que: “La información que se puede recoger en dicha literatura sirve también como trasfondo para vislumbrar mejor las estructuras sociales del judaísmo antig uo”. Edesio Sánchez Cetina, ¿Qué es la Biblia? Respuestas desde las ciencias bíblicas (2003), 40. Para ver más detalles sobre este tipo de literatura el lector puede consultar a Rob Haskell, “Una examinación del valor de la literatura rabínica para estudi os neotestamentarios”, Kairós 42 (2008): 30; cp. Hyam Maccoby, Early Rabbinic Writings (1988), 9. 2 Joachim Jeremías, Jerusalén en tiempos de Jesús (1980), 289. “En tiempos de Jesús algunas familias de la nobleza tenían el privilegio de entregar leña al templo; este hecho confirma que la tradición genealógica era bien conservada en el seno de la nobleza. Por eso toda israelita, incluso residente en el extranjero, que quería casarse con un sacerdote debía comprobar su genealogía en cinco generaciones, y todo candidato a un puesto público tenía que someterse a la prueba de su legitimidad”.

Chamorro, Gonzalo. Unidad, Comunión y Pueblo Dios en la Literatura Inter-testamentaria

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Theologicum

Universidad Francisco Marroquín

UNIDAD, COMUNIÓN Y PUEBLO DIOS

EN LA LITERATURA INTER-TESTAMENTARIA

Por: Gonzalo A. Chamorro

Los escritores neotestamentarios en su mayoría estuvieron condicionados o, por lo

menos, conocieron el contexto teológico de las ideas del judaísmo que circulaban durante

el siglo I. Por eso “el estudio de la literatura judía extra-bíblica resulta iluminador a la

hora de interpretar el Nuevo Testamento y contribuye a entender de mejor manera su

teología”.1 Desde esta perspectiva se estudiará el concepto de unidad, comunión y pueblo

de Dios en la literatura ya mencionada. Desde ya se hace la aclaración que el tema no es

fácil, ya que en este periodo existía una variedad de comunidades que se adjudicaban el

título Pueblo de Dios. El artículo partirá de la premisa que:

Después de la vuelta del destierro, las familias puras se separaron de las que se

habían manchado con los paganos (Esd. 9,1-10,44); a partir de esta época, por

consiguiente, la prueba del legítimo origen se convirtió en el verdadero fundamento

de la restaurada comunidad del pueblo. Sólo las familias de limpia estirpe

constituían el verdadero Israel. Los datos genealógicos de los libros de Esdras y

Nehemías, reflejan el interés del período posexílico por las genealogías; en las

épocas siguientes estos datos constituyeron la base permanente para establecer las

genealogías. Este interés se manifiesta en el hecho de que en el período posexílico

se comienzan a utilizar como nombres propios los nombres de los padres de las

doce tribus, expresando así, por el nombre, la pertenencia a la tribu.2

Unidad en los libros apócrifos de la LXX

En el primer libro de los Macabeos se describe la influencia del Helenismo y como

algunos judíos aceptan sin celo por la Ley el trasfondo e ideología de la cultura griega del

momento. A esto responde Matatías padre de Judas, Jonatán y Simón quienes fueron los

1 Carlos Sosa, “El espíritu Santo en Hechos 10 en el contexto de las categorías judías de pureza e

impureza”, Kairós 41 (2008): 55.

Edesio Sánchez dice que: “La información que se puede recoger en dicha literatura sirve también

como trasfondo para vislumbrar mejor las estructuras sociales del judaísmo antiguo”. Edesio Sánchez

Cetina, ¿Qué es la Biblia? Respuestas desde las ciencias bíblicas (2003), 40.

Para ver más detalles sobre este tipo de literatura el lector puede consultar a Rob Haskell, “Una

examinación del valor de la literatura rabínica para estudios neotestamentarios”, Kairós 42 (2008): 30; cp.

Hyam Maccoby, Early Rabbinic Writings (1988), 9. 2 Joachim Jeremías, Jerusalén en tiempos de Jesús (1980), 289. “En tiempos de Jesús algunas

familias de la nobleza tenían el privilegio de entregar leña al templo; este hecho confirma que la tradición

genealógica era bien conservada en el seno de la nobleza. Por eso toda israelita, incluso residente en el

extranjero, que quería casarse con un sacerdote debía comprobar su genealogía en cinco generaciones, y

todo candidato a un puesto público tenía que someterse a la prueba de su legitimidad”.

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que iniciaron la revolución frente a los generales de Alejandro el Magno con una

conciencia nacionalista y una apego firme a la Ley y al Templo. Aquí el concepto de

“unidad y Pueblo de Dios” se entiende a la luz de aquellos que deciden combatir unidos

al poder imperial de los generales griegos y de cualquier otro que se oponga a la Ley y a

la destrucción de la identidad del pueblo de Israel.

En 1 Macabeos 2:19-23 “Matatías”3 ratifica la unidad para mantener el pacto,

invitando a no abandonar el culto a Yahvé, sino a mantener la alianza que sus padres

mantuvieron con Dios.4 Esto queda ratificado antes de la muerte de Matatías en 2:49-70

donde invita a la comunidad a unirse en torno al celo por Ley [vs. 64] y por el ejemplo de

los antepasados. El texto más significativo en torno al tema que se está investigando se

encuentra en 1 Macabeos 14:29-30. Aquí se relató, que mantener en pie el Lugar Santo y

la “Ley”,5 ha producido gloria en medio del pueblo y que además se ha logrado la unión

de la nación por medio de Jonatán, uno de los hijos de Matatías.6

En el caso del libro de Judit se cuenta la historia del pueblo escogido contra sus

enemigos, merced a la intervención de una mujer viuda, joven y piadosa en guardar las

leyes de Dios y que decide enfrentar la apatía de los líderes religiosos y enfrentar a los

asirios como muestra de la manifestación de Dios. En todo este contexto se encuentra que

el sentido de Pueblo de Dios y unidad se da a través de la convocación a orar ante la

inminente persecución de Nabucodonosor por medio de su general Holofernes (Judit 4:9-

15)7 interesantemente se puede apreciar a todo un pueblo clamando a una voz a Yahvé.

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3 “La figura de Matatías entra en la historia en los días en que arreciaba la persecución de Antíoco,

que llegó a su grado máximo al „edificar sobre el altar la abominación de la desolación2 (1:57). Muchos

oponían una resistencia pasiva (1:56), pero faltaba un jefe que aunara a los descontentos y formara una

fuerza capaz de neutralizar las órdenes reales”. Luis Arnaldich, 1 Macabeos (1968), 967-68. 4 Según Neil McEleney: “Matatías expone el punto de vista judío según el cual la veneración a otros

dioses sería apostatar de la propia religión; los gentiles tendrían menos dificultad para aceptar el

sincretismo del rey; tal como la práctica lo mostraba”. Neil McEleney, “1 Macabeos”, en Nuevo

comentario bíblico San Jerónimo (2005) 1:655. 5 “La Torá no es simplemente una serie de mandamientos que determinaban las condiciones de la

existencia de Israel; se trata también de un denso y rico campo para la imaginación en el que Israel es libre

de recibir su vida, alegremente, como pueblo de Dios. Estudiar la Torá constituye una experiencia de

inmersión en el extraño carácter de Israel, el cual es equiparable con el de Yahvé”. Walter Brueggemann,

Teología del Antiguo Testamento (2007), 625. 6 “Si bien en 1 Macabeos se reconoce la dinastía asmonea como providencial para la salvación del

pueblo en aquel momento, subsiste la esperanza de una nueva intervención de Dios mediante un profeta

que haga conocer su voluntad, queda así abierto el camino para el Nuevo Testamento”. Gonzalo Aranda,

“Los libros de los Macabeos”, en Comentario bíblico Latinoamericano (2007) 1:933. 7 “En este contexto los actos penitenciales, sacrificios y oraciones elevadas a Dios no se hacen para

pedir perdón por algún pecado cometido, ni son signos de conversión y arrepentimiento. Manifiestan más

bien, la convicción de que sólo el Señor es el defensor del Pueblo, el único que puede dar la victoria y evitar el desastre. Dios que parecía silenciosos, oyó la voz del pueblo y vio su angustia [4:13] lo cual

constituye el inicio de la acción salvífica a favor de su pueblo”. Toribio Bahena, “Judit”, en Comentario

bíblico Latinoamericano 1:905. 8 Ver Judit 7:23-24 aquí todo el pueblo se reunió en torno a Ozías y los jefes de la ciudad a clamar

ante Dios.

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Unidad en la literatura Apocalíptica.9

Durante los dos siglos que preceden al cristianismo y el siglo primero de esta era se

debe hablar de diversas comunidades mejor que de una sola comunidad judía. La

situación que vivía el pueblo en torno a la dominación extranjera y la interpretación que

se daba de la realidad a la luz de la comprensión de la Ley y pueblo de Dios, llevó a la

disgregación de la comunidad del pueblo de Israel.10

Quizá en el único ámbito que se

puede apreciar el concepto de unidad fue:

Por obra de Yohanán ben Zakkay y del sínodo de Yabne quedo unificado el

judaísmo en la rama farisaica de obediencia hillelita. Esto supuso la supresión de

los saduceos, fariseos, shammaitas y zelotes, cierto aislamiento de los apocalípticos

y esenios y la paulatina desaparición de sectas baptistas. El judaísmo samaritano ha

continuado hasta nuestros días. Los herodianos no constituían una secta.11

La raíz de la disgregación y la pérdida de identidad como pueblo de Dios se deben

a que: “La guerra y la helenización acabaron de dividir a la comunidad de Israel, que se

había distinguido desde Abrahán por la circuncisión, desde la creación por el sábado y

desde el Sinaí por la ley de Moisés”.12

Maximiliano Garcia Cordero dice que:

El pueblo de Israel, llevado de su conciencia de elección y espoleado por el

dinamismo profético de su historia, no se ha resignado nunca a un estado de

postración a pesar de su pequeñez política frente a los grandes imperios del antiguo

Oriente. Consciente de ser el pueblo de Dios, ha reaccionado con superioridad

religiosa frente a los poderes aplastantes de los grandes colosos del antiguo

Oriente; y por eso ha sabido idealizar el pasado en función de una tensión hacia un

futuro de plenitud. De ahí que en los centros culturales y proféticos haya surgido

una literatura apocalíptica de evasión para hacer frente a las calamidades presentes.

Y así, de esta conciencia de elección, surgen sus pretensiones mesiánicas de

dominio sobre los otros pueblos bajo la égida de un Dios que se ha comprometido

históricamente con su pueblo, que aspira al establecimiento de la teocracia ideal.13

9 “Los textos de esta literatura se distinguen por su contenido escatológico, aunque no tratan el final

de la historia sino el tiempo de la salvación. En este periodo el dominio de las fuerzas del bien dominaran

las del mal en el que los Mesías aparecerán al interior de la comunidad, en el que el templo y el culto se

conformarán con el designio divino, en el que las promesas de restauración anunciada por los profetas se

harán realidad y el pueblo de los elegidos vivirá en completa conformidad con las normas reveladas por

Dios”. G. Aranda, F. García, M. Pérez, Literatura judía intertestamentaria (1996), 65. 10 Alejandro Diez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento (1984) 1:55. 11 Ibid. “Dentro de esta literatura se encuentra La Regla de la congregación [1Q28a] que está

destinada a regular la vida de la comunidad en los últimos tiempos, la Colección de bendiciones de la cueva

1 (1Q28b) nos conserva las bendiciones que deberán recitar sobre el Mesías de Aarón y sobre el príncipe

de la comunidad”. G. Aranda, F. García, M. Pérez, Literatura judía intertestamentaria, 65. 12 “Desde antiguo coexistieron una teología del Norte y otra del Sur; sin embargo, Israel formaba

una sola comunidad. El cisma se consumó al ser nombrado Jonatán sumo sacerdote, sin ser sadoquita, en el

año 152. Entonces el Maestro Justo, rompiendo con los Macabeos y con el sacerdote impío, condujo al

destierro del desierto a un grupo de pasidim. Según Flavio Josefo, aquí se afirmó la división de esenios

fariseos y saduceos”. Alejandro Diez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento 1:56. 13 Maximiliano García Cordero, La Biblia y el legado del Antiguo Oriente (1977), 247.

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En cuanto al tema de unidad y pueblo de Dios vale la pena destacar que existieron

diversos tipos de comunidades judías en los escritos apócrifos. Algunas de estas son

difíciles de clasificarlas –Jubileos y Qumran–, ya que hay muchas similitudes dentro de

este contexto. Para identificar el tema de Pueblo de Dios es a través del estudio de los

escritos de ese periodo, por ejemplo, teniendo en cuenta las similitudes y diferencias

entre Salmos de Salomón, la Regla de Qumran y el Documento de Damasco, parece

posible distinguir varios grupos dentro del movimiento apocalíptico de la época.14

La comunidad de Qumrán es cismática, separada del conjunto del pueblo de Israel,

de su sacerdocio oficial y de sus clases dirigentes, escribas y fariseos. Estaba

formada en gran parte por sacerdotes que no pudieron aceptar la sustitución del

sacerdocio sadoquita, el de Onías III y sus descendientes, por uno que no lo era, el

de los descendientes de Pinjás, el de los Hasmoneos. Tampoco admitieron el

cambio de calendario impuesto en tiempo de Jonatán, es decir, el calendario lunar,

que sustituía al solar seguido por los qumranitas y Jubileos. 15

Dentro de la comunidad de Qumran no bastaba, pues, con ser israelita de nacimiento; se

necesitaba además la elección de Dios para ser miembro de la comunidad de la salvación.

La Torá salva, pero únicamente la que es interpretada mediante la exégesis de Qumrán; la

otra Torá no salva.16

Dentro de este contexto es que:

Los fariseos surgen probablemente del movimiento jasídico del siglo II a. C. y

quedan como únicos representantes del judaísmo de tendencia liberal (hillelita)

después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C. El concepto de unidad y

pueblo de Dios estaba centrado en la vida religiosa y el cumplimiento de la reforma

de Esdras el cual representaba la concepción legalista de los sacerdotes desterrados

en Babilonia. Los fariseos, profesan una doctrina de salvación muy generosa para

los israelitas: «todo Israel tiene parte en el mundo futuro».17

14 “La comunidad de Qumrán se consideraba el auténtico Israel: la comunidad del éxodo, el resto de

Israel; es una comunidad separada. 1QS 5,5 la denomina yapad ha-berit, «comunidad de la alianza». El término yapad significa comunión, los que están juntos. El término se refiere a una comunidad religiosa

reducida, de pocos miembros, seleccionados por un noviciado riguroso. Tal comunidad se califica a sí

misma como santa (yapad qodd, 1QS 9,2), fiel y pobre (yapad emet wanwat, 1QS 2,24), como comunidad

de Dios (yapad El, 1QS 1,12; 2,22), fiel a Dios (yapad amitto, 1QS 1,26) y, naturalmente, como yapad

olamim, comunidad eterna”. Alejandro Diez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento, 68. 15 Ibid, 55. Para Diez Macho: “La comunidad fiel es un yapad una unión o comunión entre los

miembros del cenobio. La alianza no se realiza sólo con Dios, es también alianza con la comunidad Berit

por tanto, se convierte en sinónimo de alianza y de comunidad, en la que ingresan para unirse (1QS 1,8).

«Comen en común, bendicen en común y en común deliberan» (1QS 6,2-3); las decisiones se toman

democráticamente, solidariamente (1QS 5,21; 6,24)”. 16 Ibid, 71. “Los qumranitas señalan la existencia en Israel de una congregación de santidad (1QS

5,20) y otra de hombres perversos (1QS 5,1). Aunque la Biblia llama de vez en cuando a Israel «mi elegido», de entre las naciones (Is 43,20; 45,4; Est 8,12; Sal 105,6.43; 106,5; Is 65,15), el término «los

elegidos» se convierte en Qumrán en apelación corriente de la secta, no indicando una elección entre las

naciones, sino entre los israelitas particularmente. La comunidad que nos ocupa se consideraba el resto de

Israel, los hombres del lote de Dios (1QS 7,2), «los hijos de la gracia» (1QH 17,20)”. 17 G. Aranda, F. García, M. Pérez, Literatura judía intertestamentaria, 72.

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Respecto a los gentiles, su actitud salvífica suele ser bastante menos magnánima y difiere

según sean los libros y los maestros. Lo que vale la pena analizar a la luz del concepto de

Pueblo de Dios en el movimiento jasídico es que:

Ese movimiento de piadosos levitas, sacerdotes, sabios, fieles observantes de la ley,

que querían ser la verdadera comunidad cultual de Israel; ese movimiento que

acabó enemistándose con el templo y sus sacerdotes, llegando a formar círculos

sectarios que tenían la pretensi6n de ser el verdadero Israel, el resto de Israel. Más

en concreto, nos planteamos la cuestión siguiente: ¿de dónde provino el

movimiento apocalíptico, que se extiende prácticamente a todo el judaísmo sectario

excluidos fariseos, saduceos y samaritanos, con su énfasis insistente en la

escatología, en la espera de un mundo nuevo?18

Al igual que el judaísmo farisaico, los apocalípticos buscan en la exégesis la

identidad de la comunidad, lo que debe “ser”. Por ello cultivan la exégesis halákica para

deducir lo que deben de hacer.19

En el „Libro de los Jubileos‟ que es una importante obra pseudoepigráficas del

Antiguo Testamento, tanto por su extensión relativa como por su coherente

contenido, se puede apreciar que la exaltación ilimitada del pueblo de Israel, lleva a

imaginar una comunidad y un pueblo sitiados en un espacio exiguo por enemigos o

potencias des-identificadoras, muy superiores demográfica, económica y

militarmente. Esta comunidad pretende, por boca del autor defender la verdadera

identidad judía frente al gentil y al helenizado.20

“En el libro de „Antigüedades Bíblicas‟ del Pseudo Filón se expresa en el capítulo

21:1 que la unidad del judaísmo se medía en términos culticos”.21

En el caso del Libro de

Esdras, para mantener la unidad en el pueblo de Dios, la comunidad despide a las

mujeres extranjeras como las amistades y prácticas que se habían adquirido de otros

pueblos, todo esto se dio por reclamo de Esdras. En las Odas de Salomón, la unidad y

pueblo de Dios se mide a la luz de los ámbitos litúrgicos donde el medio vital de unidad

es de carácter cultico.22

Unidad en los textos de Qumrán.23

En las “Reglas de la comunidad”24

en 1QS Col. I de los versos 7-12 se expresa

que “para entrar en la alianza de la gracia de Dios la comunidad de Qumrán, todos los

18 Alejandro Diez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento, 84. 19 James H. Charlesworth, The Old Testament Pseudepigrapha (1983) 2:94. 20 Alejandro Diez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento (1984) 2:69. 21 Ibíd, 245. 22 Alejandro Diez Macho, Apócrifos del Antiguo Testamento (1984) 3:64. 23 “Los manuscritos de Qumrán contiene los manuscritos hebreos, arameos y griegos proveniente de

11 cuevas situadas en los alrededores de de Khirbet Qumrán, tanto los descubiertos en las distintas

campañas de exploración arqueológica de las cuevas, como los adquiridos en el mercado de antigüedades”.

Florentino García Martínez, Textos de Qumrán (2000), 18.

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voluntarios deben practicar los preceptos de Dios”.25

De esta manera se producirá la

unidad en especial a la luz del consejo de Dios y marchar perfectamente delante de él a la

luz de las cosas reveladas en los tiempos fijados.

En 1QS Col. II en el vs. 2 la temática va de la mano a la reflexión anterior, en

Qumrán se entiende por pueblo de Dios y comunidad a aquellos que se conducen

perfectos en todos los caminos de Dios, de aquí que reciban la bendición del

sacerdote.26

Esta regalía se recibirá siempre y cuando se haga lo estipulado en los decretos divinos.

De aquí que se le llamé el lote de Dios, pero los que no cumplen serán los que pertenecen

al lote de Belial.

En 1QS Col. II versos 21-26 se expresa que todo el pueblo de Israel que entra en

la Regla de Qumrán, deberán saber que esta es la comunidad de Dios según el plan

eterno, donde todos son iguales, de humildad buena, de amor misericordioso y

pensamiento justo, que vive en unidad a la luz del consejo santo y que pasan a ser

miembros de una sociedad eterna.27

Esta comunidad se consideraba la verdadera alianza

y todo aquel que no ingresaré será considerado [1QS Col. III vs. 2] un inconverso y no

será contado con los rectos de la comunidad.28

Según 1QS Col. V vss. 1-6 para ser parte

de la comunidad hay que convertirse de todo mal, dejar la comunidad de los hombres de

la iniquidad, someterse a la autoridad de los sacerdotes de Zadok y someterse a la

autoridad de la muchedumbre de los hombres de la Comunidad, esta es la forma de

mantener la alianza y vivir como pueblo de Dios.29

Los Texto Haláquicos, están destinados a las áreas alimenticias, sexuales,

purificación y ordenanzas. El concepto de comunidad se aprecia en que no debe haber

unión con los gentiles [de hecho cualquiera que lo haga cae en impureza y pecado] ni

siquiera en adquirir productos –como el trigo- que provenga de sus manos, porque santo

es Israel [4QMMT 1-17].30

Esta situación se aplica inclusive con sus propios coterráneos

si ellos llegan a contaminarse [4QMMT 95-113].31

Por lo tanto hay un solo pueblo de

24 “La Regla de la Comunidad [1QS] revelaba las ideas y la forma de vida de un grupo judío

particular, frecuentemente estructurado, con su propia jerarquía y sus funcionarios, cuyos miembros ponían

en común todos sus bienes, participaban en comidas comunitarias, y se hallaban sometidos a disciplina muy estricta, con penas y castigos para cualquier transgresión”. Julio Trebolle, Paganos, judíos y cristianos en

los textos de Qumrán (1999), 61. 25 Florentino García Martínez, Textos de Qumrán, 49. 26 Ibid, 50. 27 Ibid, 51. 28 Ibid. “Estas normas constituyen, por supuesto, una interpretación determinada del texto bíblico

del que se derivan, pero nos muestran no sólo la manera en la que un grupo determinado intenta vivir su

fidelidad completa a la Torá y las diferencias de su práctica con relación a la de otros grupos distintos, sino

también la forma según la cual todo Israel debe conducirse para ser fiel a los preceptos divinos en la

opinión del grupo del que estos textos provienen. 4Q Alguna de las obras de la ley [4QMMT, 4Q394-399]

es, tal vez, el mejor ejemplo de este tipo de normas, pero otros textos, como 4QOrdenanzas [4Q159,

4Q513] o 4QReglas de Pureza [4Q274-279], nos conservan el mismo tipo de prescripciones legales que se consideran obligatorias para todo Israel”. Julio Trebolle, Paganos, judíos y cristianos en los textos de

Qumrán, 64. 29 Ibid, 54. 30 Florentino García Martínez, Textos de Qumrán, 127. 31 Ibid, 130.

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Dios y es el que sigue los consejos de su Ley y no se contamina con otros pueblos que no

tienen la categoría de ser comunidad de Dios.

En la “Literatura de contenido escatológico”,32

la comunidad de Qumrán percibía

como inmediata era el final de los tiempos, cuya espera condicionó su existencia. Esta

comunidad recibe el nombre de hijos de la luz [1QM I], donde hay una especie de guerra

cósmica contra los hijos de Belial.33

Quienes ganan esta batalla gozarán de bendición

eterna. Aquí los soldados deben inscribir en los estandartes diferentes epítetos que tiene

que ver con la elección de ser pueblo o congregación de Dios [1QM IV, 9-11].34

La Regla de la Congregación, son reglas que están relacionadas con una comunidad

final que se conformará el día en que marchen de acuerdo a las normas de los hijos de

Zadok, allí se reunirán todos y se leerán a sus oídos las normas de la alianza para

conformar un solo pueblo. Estas reglas de la congregación se deben según sus escritos

institucionalizar para todo los israelitas nativos [1Q28a I, 1-12].35

En la “Literatura exegética”,36

los Rollos del Templo, se presentan como un nuevo

Deuteronomio, como un sexto libro de la Torah, en el que son elementos de diversos

libros bíblicos con otros previamente desconocidos, y que se reúne como un todo y que se

debe ver como palabra directa de Dios.37

En este contexto los Rollos del Templo,

presenta en 11Q19, col. II, la importancia de mantenerse como pueblo escogido por

Yhwh y no hacer alianzas con otras naciones que tiene otros dioses y ritos, ya que pueden

tener una trampa para el pueblo de Dios.38

La “Literatura parabíblica”,39

es un trabajo que parte del texto bíblico pero que lo

amplia y lo interpreta. Aquí se encuentra en los dichos de Moisés 1Q22, col. I-II, las

32 “Hay textos cuyo contenido se centra en describir las realidades de los últimos tiempos, como lo

hacía la Regla de la Guerra de la cueva I. Estos textos son de tres tipos: a) El tema central de los primeros

es la guerra final que precederá a la paz definitiva y en las que las fuerzas del bien, terrestres y angélicas

terminarán por vencer las fuerzas del mal. b) El tema exclusivo de los segundos es la descripción de la

Nueva Jerusalén y el nuevo Templo cuya instalación se realizará durante ese periodo escatológico. c) Los

otros textos tratan de los distintos agentes que contribuirán a la salvación definitiva, esa figura se designó

con los nombres de Mesías”. Julio Trebolle, Paganos, judíos y cristianos en los textos de Qumrán, 65. 33 Florentino García Martínez, Textos de Qumrán, 145. 34 Ibid, 148. 35 Ibid, 176. 36 “De una manera o de otra todos los textos provenientes de Qumrán con la excepción de los Rollos

del Cobre [3Q15], se ocupan de la Biblia. Pero hay toda una serie de textos en los que la relación con el

texto bíblico es directa y sin intermediarios. Pero el hecho fundamental es que tanto las composiciones

exegéticas como las composiciones parabíblicas se hallan íntimamente ligadas y dependen directamente del

texto bíblico. Las composiciones de este tipo pueden agruparse en tres categorías de acuerdo con el género

literario empleado: a) Targumim, es decir, traducciones del texto bíblico al arameo. b) Pesarim, que

constituye la exégesis bíblica Qumrámica. c) Pesarim o Midrasim temáticos que son literatura de contenido

escatológico”. Julio Trebolle, Paganos, judíos y cristianos en los textos de Qumrán, 66. 37 Florentino García Martínez, Textos de Qumrán, 191. 38 Ibid, 202. Quien mantenga la alianza con Dios y no se separen del camino serán salvos y libres

4Q138. Florentino García Martínez, Textos de Qumrán, 264. 39 “Una de las grandes aportaciones de los manuscritos de Qumrán es la de haber mostrado con una

claridad evidente que la literatura religiosa judía del periodo del segundo Templo era mucho más rica y variada de lo que previamente cabía imaginar. Tal vez el elemento más notable que el acceso a la totalidad

de los manuscritos qumrámicos ha revelado es la abundancia y la variedad de estas composiciones

parabíblicas, textos escritos en hebreo o arameo que dependen del texto bíblico y que parten de él, pero lo

re-escriben a su manera, entremezclándolo con elementos de otras tradiciones”. Julio Trebolle, Paganos,

judíos y cristianos en los textos de Qumrán: 66-67.

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palabras de Moisés mandadas por Dios a los hijos de Israel, para que supieran que ese día

se convertirían en pueblo de Dios.40

Para ser pueblo de Dios se debe observar sus

preceptos, testimonios y mandamientos que Dios ordena cumplir. Quien no cumpla estas

órdenes según el Pseudo Moisés Apocalíptico [4Q390 4QpsMosese] será entregado en

manos de Belial y en manos de los ángeles de destrucción.41

Unidad en Misná

La Misná, fue obra de Rabí Yehudá, presidente del tribunal rabínico, patriarca de la

judería palestina, descendiente de la sangre de Hilel el viejo. El proceso de canonización

de la Misná fue rápida, dejando a otras obras haláquicas fuera de uso. La Misná recoge la

doctrina legal de los doctores judíos en un periodo que se extiende a través de 400 años.

Estas enseñanzas fueron llamadas tannas o tannaítas. Misná es sinónimo de enseñanza

aprendida y transmitida por vía de repetición, de una memorización constante y absoluta,

como también a su carácter de doble de la Ley, doble de la Torá.42

“Todo el judaísmo rabínico consiste en la creencia de que toda la Torá, tanto la

escrita como la oral, contenida esta últimamente en la Misná, se remonta a la revelación

Sinaítica”.43

Desde este punto de vista se puede expresar que:

La Misná cristaliza una tradición judía que se instala tras el exilio y que hace de la

Torá su norma de vida. De ahí que la halajá invada toda la vida del judío, no solo

las relaciones individuales o colectivas con Dios, sino las relaciones

interpersonales, intercolectivas, e incluso las laborales. De ahí que la Misná sea un

documento estatuario, mucho más que un código civil. Apenas queda un resquicio

de la vida personal y colectiva que no quede bajo el imperativo de la halajá. La

Misná establece el monumento de una sociedad teocrática que está movida por dos

ideas fundamentales la pureza y la santificación. El dominio total de la Ley divina

hace del judaísmo rabínico un sistema de vida, que al menos aparentemente, deja

en posición muy secundaria elementos que eran capitales en el antiguo Israel.44

De aquí que el judaísmo rabínico se considere el verdadero pueblo de la Ley y de Dios

mismo, frente a otras corrientes en el mismo Israel. Resulta interesante observar como la

Torá para el judaísmo rabínico es el símbolo de la unidad en la comunidad. Por ejemplo

en las Bendiciones [Berajot] refiriéndose a quien dirige las oraciones públicas y

comunitarias en la sinagoga se dice que:

5. Si uno dice la oración y yerra, eso es un mal signo para él. Si él es el

comisionado por la comunidad, eso es un mal signo para los que le dieron el

encargo, ya que el representante de una persona es como si fuera ella misma. Se

cuenta de R. Janina ben Dosa que solía orar por los enfermos y decir: «Éste vivirá,

40 Florentino García Martínez, Textos de Qumrán, 322-23. 41 Ibid, 326. 42 Carlos Del Valle, Misná (1997), 13-15. 43 Ibid, 19 44 Ibid, 22-23.

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éste morirá». Le dijeron: «¿Cómo lo sabes?». Les respondió: «Si mi oración es

fluida en mi boca, sé que es aceptada; si no, sé que es rechazada».45

El sábado y la circuncisión llegarían a convertirse en los elementos más característicos

del judaísmo. El tratado mísnico del sábado refleja un estadio ya final en el proceso.46

Es interesante ver la relación de la Iglesia con Israel cuando aquella se define

comunitaria y eclesialmente como el pueblo de Dios. Pablo claramente presenta una

pretensión sustitutoria al referirse a la Iglesia como el Israel de Dios en Gálatas 6:15-16.

En este texto Pablo concluye su disputa contra el legalismo. Retoma el contraste

entre las preocupaciones pragmáticas (la circuncisión) y las preocupaciones

visionarias (la nueva creación). Aquí opta por las visionarias como característica

del Israel de Dios. Pablo discute con los que son rotundamente pragmáticos. En

otras partes, sin embargo, Pablo puede ser tan pragmático a la hora de mantener la

comunidad como cualquier teórico pragmático del judaísmo (1 Cor. 6,12; 10,23).

Aunque Pablo pueda exagerar en una dirección para defenderse ante los

judaizantes, es claro que en cuenta el panorama más amplio, Pablo no puede eludir

las tensiones que rodean la reforma de Israel después del exilio.47

Si se quiere pensar con seriedad teológica sobre la Iglesia como compañera del Dios

soberano y fiel, parece obvio que la misma temática que se refería a Israel como

compañero de Yahvé se refiere a la relación de la Iglesia: las mismas promesas, las

mismas exigencias, los mismos costos y las mismas sorpresas. Llama la atención el hecho

de que, pese a toda la polémica que suponen las ideas sustitutivas, la verdad es que estas

dos comunidades, comparten la misma vida. De esta reflexión es que se puede trabajar el

concepto de unidad y comunidad en el Nuevo Testamento.

Fecha publicación: 24/07/13 Guatemala C. A.

Derechos reservados: Theologicum – Universidad Francisco Marroquín

Editor general: Gonzalo A. Chamorro

45 Ibid, 55. 46 Ibid, 217. “El sábado ha adquirido en el transcurso de su evolución histórica dos valores

fundamentales, uno social y otro religioso. El aspecto social se manifiesta en la prohibición de realizar

trabajos corporales durante el sábado. El objetivo que se propone es el descanso, extendido incluso a los

propios animales y a los mismos esclavos”. 47 Walter Brueggemann, Teología del Antiguo Testamento, 477.