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el ex Soda muestra su compromiso con el planeta a través de R21, una fundación que trabaja con peugeot, y a través de la

cual concientiza y educa sobre cuestiones ambientales a nivel continental.

El interés de Charly Alberti por lo que le pasa al planeta no es nuevo, incluso a finales de los ‘80, cuando todavía formaba parte de Soda Stereo, ya se había acercado a Greenpeace para colaborar con su causa y desde 2004 está en contacto con Parques Nacionales, donde fue nombrado “Guardaparque honorario de la Nación”. A pesar de esto, el click en la cabeza se produjo un día en Nashville, escuchando una conferencia de Al Gore y hablando con los científicos que lo acompañaban. Ese día Alberti decidió llevar su compromiso más allá. Así fue como se animó a fundar, hace ya un año y medio, R21 (Revolución21 o Reevolución21), desde donde se ocupa de concientizar y educar sobre cuestiones ambientales a nivel continental.

El camino que la fundación eligió para hacer algo por la Tierra, es la educación; sus acciones se centran en un 80 por ciento en brindar conferencias abiertas y charlas en colegios públicos para explicar a la gente los cambios que se están dando a nivel ambiental. "El problema no son las compañías, no es el Gobierno; el problema somos cada uno de nosotros, porque somos quienes consumimos los productos de las empresas que nos están contaminando. Tenemos que tomar conciencia de que cada vez que compramos tenemos el poder de aprobar o rechazar lo que una compañía está haciendo. Volvernos consumidores responsables es una de las soluciones más eficaces a la crisis ambiental. Pero al mismo tiempo, nuestras acciones diarias, como ir y venir en auto o usar bolsas plásticas, por ejemplo, también tienen

poR Melisa Miranda Castro

Borrá tu huella””

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sus consecuencias. Aunque individualmente parecen cosas inofensivas, de bajo impacto, si las multiplicamos por los siete mil millones de personas que somos en la Tierra el problema se hace grande", explica Alberti y hace énfasis en que cambiar algunas pequeñas cuestiones diarias, si se hace globalmente, puede convertirse en parte de la solución.

Aunque advierte que “seguramente van a pasar algunas cosas, porque esto es parecido a un barco, no se frena de golpe, necesita un tiempo de frenado, pero tenemos que empezar a frenar porque a las futuras generaciones no les va a quedar nada”. Una cifra que grafica el ritmo de vida que los habitantes del mundo estamos llevando, es que se necesitarían el equivalente a un planeta y medio para mantener el nivel de consumo actual.

En esta cruzada, R21 se sumó al programa de Responsabilidad Social Empresarial, Imagination By Peugeot. A partir de esta alianza, la empresa automotriz apoya a la fundación, que brinda conferencias con la intención de concientizar a la población. “Peugeot es la primera de las compañías con las que aceptamos trabajar. La fundación es bastante nueva, ha sido solventada por mí y soy muy cuidadoso con quien trabajo. A diferencia de otras organizaciones, entiendo que hay que trabajar sobre la realidad del mundo y no sobre el imaginario. Los ambientalistas tenemos un anhelo, vivir en un mundo sustentable, pero cada uno tiene distintas visiones de cómo lograrlo. La mía está basada en la realidad. Una empresa no puede, por más ganas que tenga, cambiar de un día para el otro el sistema de producción”, asegura Alberti. El fundador de R21 se preocupó porque la automotriz coincidiera con sus ideales y analizó los reportes de sustentabilidad de Peugeot a nivel mundial, de los últimos ocho años. “Vimos que realmente es una compañía que se está preocupando por las cuestiones ambientales y dice menos de lo que está haciendo. Ellos creen en esta reconversión de Peugeot hacia la sustentabilidad. Entienden que si no alcanzamos la sustentabilidad, nos quedamos sin la posibilidad de seguir desarrollándonos”, declara.

Además de las conferencias R21 ya empezó a implementarse en las escuelas de la provincia de Buenos Aires y de Misiones el “Juramento Ambiental”. Se trata de un acto emotivo en el que los alumnos juran proteger al medio ambiente. El acto es similar a la jura a la bandera, y tiene por objetivo inspirar a los adolescentes. El segundo proyecto se llama "Borrá tu huella", y se trata de comprometer a ciudadanos y empresas a borrar su huella de carbono plantando árboles. Es en sí un plan de reforestación continental. “Para nosotros es muy importante que el ciudadano sepa que está dejando una huella en el medio ambiente que tiene que borrar. Cuando compra una botella de agua o anda con su auto, estás generando emisiones de CO2, que afecta al cambio climático” dice Alberti.

entrevista

- P: ¿América Latina es la reserva del mundo, por la cantidad de recursos naturales que tiene?- R: No hay que hablar más de reserva ni de recursos naturales. Ese es un pensamiento obsoleto y antiguo, de la época de la industrialización del mundo. Hoy nosotros tenemos los recursos que otros lugares del mundo han depredado y ahora se dan cuenta de que cometieron un error. La economía mundial está basada en ese sistema económico equívoco y lo que se está empezando a vivir es el cambio de esa economía mundial hacia una economía sustentable. En América latina todavía tenemos la posibilidad de ser los líderes económicos del siglo XXI, siempre y cuando nos demos cuenta de que los árboles valen más parados que caídos.

- P: ¿Cómo sería ese nuevo sistema económico?- R: Hay un nuevo paradigma que está surgiendo. La nueva economía no sólo contempla la preservación de los ecosistemas, sino también la igualdad social. La economía sustentable es la única que puede llevar al mundo hacia una instancia mejor, desde mi punto de vista, porque contempla todos los detalles de la cadena que hay que tener en cuenta para que haya equidad social, para que haya futuro, para que podamos tener recursos acordes al desarrollo de la civilización.

- P: Usted declaró que el 22 de agosto comenzó el déficit ambiental, ¿qué significa?- R: Lo que estamos tratando de hacer los economistas ambientales, los ecologistas, los científicos, es poner en números al medio ambiente, porque la gente lo entiende de esa forma. Se ha hecho un cálculo por el cual el mundo tiene una capacidad natural de absorber ciertas sustancias como el CO2, y una capacidad determinada de recursos y de alimentos. Lo que está pasando hoy en el mundo es que estamos consumiendo y contaminando más de lo que el mundo puede regenerarse en un año. A partir del 22 de agosto, estamos consumiendo recursos y contaminando a futuro. Si fuera una cuenta bancaria, estaríamos girando en rojo, y no tenemos cómo pagarlo.

- P: ¿Hay algún tipo de punitorio que se aplique por entrar en déficit ambiental?- R: No hay nada, la multa la van a tener que pagar las futuras generaciones. Pero el que no lo entiende por las buenas, lo entiende por las malas, porque van a venir catástrofes y la gente lo va a entender. Habría que lograr que los delitos ambientales sean de lesa humanidad. Un gobernante que tome una mala decisión, teniendo la información de que las cosas se pueden hacer de otra manera, sea condenado por un delito del que no se pueda librar de por vida.

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