35
[ 202 ] [ 203 ] CAPITULO IV CORRIENTE DE CONCIENCIA Y UNIDAD DEL SÍ-MISMO: FENOMENOLOGÍA DE LOS ESTADOS ALTERNADOS DE CONCIENCIA Daniel Eduardo Chaves Peña (66) Jaime Yáñez Canal (67) Resumen La indagación en torno a los estados alternados de conciencia constituye la ocasión propicia para investigar algunos componentes fundamentales de la conciencia. El término “estados alternados de conciencia” apunta a un enfoque amplio en el estudio de la conciencia, una perspectiva en como forma “normal” de la conciencia, ni mucho menos a una actividad cerebral subyacente. Entre los componentes que proponemos para ca- racterizar a los distintos estados de conciencia, salen a relucir la noción de la sensación de unidad del sí-mismo, diferentes niveles de concien- cia, y otros conceptos que resultan útiles en el acercamiento a la com- prensión de fenómenos como la experiencia mística, las experiencias extra-corporales y los sueños lúcidos. El estudio de estos fenómenos pone en primera escena cuestiones asociadas a la identidad subjetiva y la función directiva de la conciencia, temáticas que son esenciales para el entendimiento de la conciencia. que otorgamos importancia fundamental a la perspectiva de primera perso- na en el acercamiento a la conciencia. La cualidad de la experiencia, puesta en primer plano por la fenomenología, designa la donación inmediata de la (66) Estudiante de Psicología, Universidad Nacional de Colombia. (67) Profesor Departamento de Psicología, Universidad Nacional de Colombia. vivencias como mías. En el tema que nos concierne, es fácil percibir nues- tro interés en la experiencia conciente como piedra de toque para abordar los distintos estados alternados de conciencia, pues lo que permite trazar diferencias y funciones entre cada uno se funda en la cualidad y estructura fenomenológica de los estados. Nuestro trabajo se diferencia así de ciertos - - hende a sí mismo como unidad permanente en el tiempo. En su libro - ca, Husserl (1986) habla de la conciencia en dos sentidos: por una parte cuando trata sobre la vivencia singular (ya sea un acto de imaginación, recuerdo o percepción, etc.) y en un sentido más amplio, para designar la noción, la unidad de mis vivencias está soportada por la continuidad tem- poral de mi corriente de conciencia. En la fenomenología es posible distinguir dos sentidos entrelazados de uni- dad egoica o identidad: por una parte, la unicidad o ipseidad que es inheren- te a cada estado de conciencia debido a la síntesis pasiva de la temporali- dad. Se trata de un principio de identidad básico, del yo puro que centraliza retenciones hasta convertirse en recuerdos. Asimismo, el yo se reconoce en el horizonte temporal del futuro próximo: a partir de la imaginación que se soporta en las experiencias pasadas, el yo se proyecta en un futuro posible como agente causal de ciertos actos. La unidad básica del yo puro corriente de mis vivencias (Husserl, 2002). Sobre esta base sincrónica de la experiencia se superpone el yo personal, cuya unidad está referida a una exigencia de coherencia respecto a una

Chaves-Corriente Conciencia Unidad Si Mismo

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[ 202

][ 2

03 ]

CA

PIT

UL

O IV

CO

RR

IEN

TE

DE

CO

NC

IEN

CIA

Y U

NID

AD

DE

L SÍ

-MIS

MO

: FE

NO

ME

NO

LO

GÍA

DE

LO

S E

STA

DO

S A

LTE

RN

AD

OS

DE

C

ON

CIE

NC

IA

Dan

iel E

duar

do C

have

s Peñ

a (6

6)

Jaim

e Yáñ

ez C

anal

(67)

Res

umen

La in

daga

ción

en

torn

o a

los e

stad

os a

ltern

ados

de

conc

ienc

ia c

onst

ituye

la

oca

sión

pro

pici

a pa

ra in

vest

igar

alg

unos

com

pone

ntes

fund

amen

tale

s de

la c

onci

enci

a. E

l tér

min

o “e

stad

os a

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ados

de

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ienc

ia”

apun

ta

a un

enf

oque

am

plio

en

el e

stud

io d

e la

con

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cia,

una

per

spec

tiva

en

com

o fo

rma

“nor

mal

” de

la c

onci

enci

a, n

i muc

ho m

enos

a u

na a

ctiv

idad

ce

rebr

al s

ubya

cent

e. E

ntre

los

com

pone

ntes

que

pro

pone

mos

par

a ca

-ra

cter

izar

a lo

s dis

tinto

s es

tado

s de

con

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cia,

sal

en a

relu

cir l

a no

ción

de

la s

ensa

ción

de

unid

ad d

el s

í-m

ism

o, d

ifere

ntes

niv

eles

de

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ien-

cia,

y o

tros

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epto

s qu

e re

sulta

n út

iles

en e

l ace

rcam

ient

o a

la c

om-

pren

sión

de

fenó

men

os c

omo

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a, l

as e

xper

ienc

ias

extra

-cor

pora

les

y lo

s su

eños

lúc

idos

. El

est

udio

de

esto

s fe

nóm

enos

po

ne e

n pr

imer

a es

cena

cue

stio

nes

asoc

iada

s a

la id

entid

ad s

ubje

tiva

y la

func

ión

dire

ctiv

a de

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onci

enci

a, te

mát

icas

que

son

ese

ncia

les

para

el

ent

endi

mie

nto

de la

con

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cia.

que

otor

gam

os im

porta

ncia

fund

amen

tal a

la p

ersp

ectiv

a de

prim

era

pers

o-na

en

el ac

erca

mie

nto

a la

con

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cia.

La

cual

idad

de

la e

xper

ienc

ia, p

uest

a en

prim

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lano

por

la fe

nom

enol

ogía

, des

igna

la d

onac

ión

inm

edia

ta d

e la

(66)

Est

udia

nte

de P

sico

logí

a, U

nive

rsid

ad N

acio

nal d

e C

olom

bia.

(67)

Pro

feso

r Dep

arta

men

to d

e Ps

icol

ogía

, Uni

vers

idad

Nac

iona

l de

Col

ombi

a.

vive

ncia

s com

o m

ías.

En e

l tem

a qu

e no

s con

cier

ne, e

s fác

il pe

rcib

ir nu

es-

tro in

teré

s en

la e

xper

ienc

ia c

onci

ente

com

o pi

edra

de

toqu

e pa

ra a

bord

ar

los

dist

into

s es

tado

s al

tern

ados

de

conc

ienc

ia, p

ues

lo q

ue p

erm

ite tr

azar

di

fere

ncia

s y fu

ncio

nes e

ntre

cad

a un

o se

fund

a en

la c

ualid

ad y

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ruct

ura

feno

men

ológ

ica

de lo

s est

ados

. Nue

stro

trab

ajo

se d

ifere

ncia

así

de

cier

tos - -

hend

e a

sí m

ism

o co

mo

unid

ad p

erm

anen

te e

n el

tie

mpo

. En

su

libro

-ca

, Hus

serl

(198

6) h

abla

de

la c

onci

enci

a en

dos

sen

tidos

: por

una

par

te

cuan

do tr

ata

sobr

e la

viv

enci

a si

ngul

ar (

ya s

ea u

n ac

to d

e im

agin

ació

n,

recu

erdo

o p

erce

pció

n, e

tc.)

y en

un

sent

ido

más

am

plio

, par

a de

sign

ar la

noci

ón, l

a un

idad

de

mis

viv

enci

as e

stá

sopo

rtada

por

la c

ontin

uida

d te

m-

pora

l de

mi c

orrie

nte

de c

onci

enci

a.

En la

feno

men

olog

ía e

s pos

ible

dis

tingu

ir do

s sen

tidos

ent

rela

zado

s de

uni-

dad

egoi

ca o

iden

tidad

: por

una

par

te, l

a uni

cida

d o

ipse

idad

que

es in

here

n-te

a c

ada

esta

do d

e co

ncie

ncia

deb

ido

a la

sín

tesi

s pa

siva

de la

tem

pora

li-da

d. S

e tra

ta d

e un

prin

cipi

o de

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tidad

bás

ico,

del

yo

puro

que

cen

traliz

a

rete

ncio

nes

hast

a co

nver

tirse

en

recu

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s. A

sim

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o, e

l yo

se r

econ

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en e

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rizon

te t

empo

ral

del

futu

ro p

róxi

mo:

a p

artir

de

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mag

inac

ión

que

se s

opor

ta e

n la

s ex

perie

ncia

s pa

sada

s, el

yo

se p

roye

cta

en u

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turo

po

sible

com

o ag

ente

cau

sal d

e ci

erto

s ac

tos.

La u

nida

d bá

sica

del

yo

puro

corr

ient

e de

mis

vive

ncia

s (H

usse

rl, 2

002)

.

Sobr

e es

ta b

ase

sinc

róni

ca d

e la

exp

erie

ncia

se

supe

rpon

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pers

onal

, cu

ya u

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d es

tá r

efer

ida

a un

a ex

igen

cia

de c

oher

enci

a re

spec

to a

una

[ 204

][ 2

05 ]

-

mis

mos

en ta

nto

agen

tes d

e nue

stra

pro

pia e

xiste

ncia

. Es d

ebid

o a l

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en-

sión

exp

erie

ncia

l del

yo

puro

que

soy

cap

az d

e re

cono

cer,

sin

med

iaci

ón

adqu

iere

n el

sent

ido

de se

r age

ncia

das p

or m

í mism

o. M

ient

ras q

ue la

uni

-da

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puro

se

esta

blec

e pa

sivam

ente

en

virtu

d de

la te

mpo

ralid

ad d

e

Esta

dis

tinci

ón d

e ni

vele

s del

self

adqu

iere

gra

n re

leva

ncia

par

a nu

estro

es-

o es

tado

s de

conc

ienc

ia q

ue n

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mpl

e m

ater

ia p

asiv

a de

inte

rpre

taci

o-

la c

ogni

ción

y la

per

sona

lidad

. Las

rela

cion

es e

ntre

la e

xper

ienc

ia s

ingu

-la

r, tra

nsito

ria p

or n

atur

alez

a, y

los

aspe

ctos

per

man

ente

s o

estru

ctur

ales

de

la c

onci

enci

a, c

onsti

tuye

n un

crit

erio

fund

amen

tal p

ara

com

pren

der l

as

trans

form

acio

nes y

reor

gani

zaci

ones

que

impl

ican

los e

stad

os a

ltera

dos d

e co

ncie

ncia

en

la su

bjet

ivid

ad. E

spec

ialm

ente

, la

trans

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ació

n en

los m

o-do

s de

viv

enci

ar e

l mun

do y

la a

lterid

ad a

raí

z de

un

esta

do a

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do d

e co

ncie

ncia

es u

na d

e la

s cue

stio

nes q

ue in

tent

amos

tem

atiz

ar a

trav

és d

e la

pe

rspe

ctiv

a fe

nom

enol

ógic

a.

En e

ste

text

o no

s pr

opon

emos

, en

prim

era

inst

anci

a, d

istin

guir

las

parti

-cu

larid

ades

de

cada

est

ado

de c

onci

enci

a (s

ueño

, sue

ño lú

cido

, hip

nosi

s,

las

dim

ensi

ones

, niv

eles

, con

tinui

dade

s y

disc

ontin

uida

des

que

entra

n en

fenó

men

os n

os p

erm

iten

ausc

ulta

r asp

ecto

s fun

dam

enta

les d

e la

con

cien

-ci

a, ta

les c

omo

la se

nsac

ión

de u

nida

d de

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ism

o, la

s rel

acio

nes m

ente

-cu

erpo

, y la

cap

acid

ad d

e ag

enci

a y

trans

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ació

n de

la p

erso

nalid

ad.

Des

pués

de

todo

, el

prob

lem

a de

fon

do d

e es

te t

raba

jo c

onci

erne

a l

a ca

ract

eriz

ació

n de

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enci

a en

gen

eral

. El r

ecor

rido

teór

ico

que

pre-

tend

emos

llev

ar a

cab

o, n

os p

erm

itirá

abo

rdar

las

sigu

ient

es p

regu

ntas

:

de n

atur

alez

a ce

rebr

al o

psi

coló

gica

? ¿O

qué

cla

se d

e co

ncep

tual

izac

ión

cabe

n en

el t

érm

ino

conc

ienc

ia?

1. E

STA

DO

S A

LTE

RN

AD

OS

DE

CO

NC

IEN

CIA

: U

N M

AR

CO

DE

IN

TE

RPR

ETA

CIÓ

N

En co

nson

anci

a con

la su

gere

ncia

de J

ames

, la e

xpre

sión

“esta

dos a

ltern

ados

de

con

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cia”

ha

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prop

uest

a en

lug

ar d

el t

érm

ino

tradi

cion

al d

e “e

stad

os a

ltera

dos”

, pue

s est

e últi

mo

pres

upon

e un

est

ado

norm

al, a

soci

ado

gene

ralm

ente

con e

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ado d

e vig

ilia y

con n

ivel

es de

rece

ptiv

idad

y at

enci

ón

a ev

ento

s us

uale

s de

l am

bien

te. H

abría

por

tant

o un

a se

rie d

e es

tado

s qu

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tern

an e

ntre

sí,

y no

una

con

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cia

“nor

mal

” qu

e pu

dier

a se

r al

tera

da.

Indu

dabl

emen

te, l

a con

cepc

ión

tradi

cion

al re

sulta

bas

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e lim

itada

, ya

que

al re

duci

r la c

onci

enci

a al “

dars

e cue

nta”

, esto

es, a

l pro

ceso

aten

cion

al y

sus

mec

anis

mos

de

resp

uesta

a lo

s est

ímul

os d

el am

bien

te, h

ay u

na m

ultit

ud d

e fe

nóm

enos

exp

erie

ncia

les q

ue so

n ex

clui

dos,

fenó

men

os q

ue p

reci

sam

ente

in

vita

n a

ampl

iar y

com

plej

izar

el c

once

pto

de c

onci

enci

a.

Nue

stro

int

erés

por

la

feno

men

olog

ía s

e m

ater

ializ

a pr

ecis

amen

te e

n el

tra

bajo

pur

amen

te d

escr

iptiv

o en

tor

no a

los

est

ados

alte

rnad

os d

e

“Nue

stra

con

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cia

norm

al c

uand

o es

tam

os d

espi

erto

s no

es

más

que

un

tipo

espe

cial

de

conc

ienc

ia, s

epar

ada

por

una

com

plet

amen

te d

istin

tas.

Pode

mos

pas

arno

s to

da la

vid

a si

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spec

har s

iqui

era

su e

xist

enci

a, p

ero

apliq

uem

os e

l est

ímul

o ne

cesa

rio

y se

man

ifest

arán

en

toda

su a

mpl

itud

tipos

de

men

-ta

lidad

que

en

algú

n lu

gar t

iene

n su

cam

po d

e ap

licac

ión…

Nin

guna

des

crip

ción

del

con

junt

o de

l un

iver

so q

ue d

eje

di-

chas

for

mas

de

conc

ienc

ia e

n el

com

plet

o ol

vido

pod

rá s

er

todo

cas

o, n

os im

pide

n ha

cer u

n ba

lanc

e pr

emat

uro

de la

rea-

lidad

”. (J

ames

, 198

6).

[ 206

][ 2

07 ]

conc

ienc

ia.

Al

expo

ner

el m

étod

o fe

nom

enol

ógic

o, H

usse

rl po

stul

aba

pres

upue

stos

, el c

ampo

inm

anen

te d

e las

viv

enci

as. D

e est

e mod

o, u

bica

dos

en e

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psi

coló

gico

de

la in

daga

ción

fen

omen

ológ

ica,

res

alta

mos

qu

e nu

estra

pre

ocup

ació

n po

r la

con

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cia

está

enf

ocad

a ha

cia

aque

llos

Ha

de q

ueda

r cl

aro

que,

en

nues

tro a

cerc

amie

nto

a la

con

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cia,

no

acep

tam

os n

ingu

na f

orm

a de

dua

lism

o, n

i ta

mpo

co d

esco

noce

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la

impo

rtanc

ia d

e la

s re

fere

ncia

s y

cara

cter

izac

ione

s qu

e pu

edan

hac

erse

de c

onci

enci

a, s

impl

emen

te q

uere

mos

est

able

cer

una

dife

renc

ia e

n lo

s ni

vele

s de

desc

ripci

ón y

exp

licac

ión

del f

enóm

eno

que

nos c

onci

erne

.

Si

bien

es

pera

mos

qu

e el

le

ngua

je

de

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neur

ocie

ncia

pu

eda

ayud

arno

s a

escl

arec

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ierto

s as

pect

os d

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unci

onam

ient

o co

gniti

vo,

reco

noce

mos

que

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e le

ngua

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esul

ta m

ás b

ien

inad

ecua

do a

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ora

de c

apta

r la

s co

mpl

ejid

ades

y e

norm

es s

utile

zas

de l

os p

roce

sos

de

esta

s cu

estio

nes

que

hace

n re

fere

ncia

a la

s se

nsac

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s de

uni

dad,

a la

id

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ad o

sim

plem

ente

a l

as d

ifere

ntes

con

nota

cion

es c

omo

perc

ibo

una

expe

rienc

ia s

on l

as p

artic

ular

idad

es q

ue r

ecla

man

un

leng

uaje

pr

opia

men

te p

sico

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co.

cere

bral

es q

ue p

artic

ipan

en

un

a de

term

inad

a em

oció

n, l

a cu

alid

ad

expe

rienc

ial,

lo q

ue s

e si

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viv

enci

ar e

se e

stad

o pa

ra e

l suj

eto,

sig

ue

dem

anda

ndo

una

desc

ripc

ión

de ti

po p

sico

lógi

co. E

l rea

ccio

nar a

nte

una

a un

a ag

resi

ón q

ue e

xper

imen

tem

os r

espe

cto

de a

lgui

en m

uy a

mad

o,

esta

dos

mís

ticos

(y

otro

s fe

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enos

que

abo

rdar

emos

en

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trab

ajo)

es

nec

esar

io u

n le

ngua

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ue p

ueda

dar

cue

nta

de l

as s

ensa

cion

es

subj

etiv

as y

la c

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ad d

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exp

erie

ncia

.

De

acue

rdo

a es

ta d

ifere

ncia

ción

de

nive

les,

al h

abla

r de

con

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cia

nos

refe

rimos

a a

lgo

más

que

los

proc

esos

de

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lia o

de

aten

ción

con

los

que

las

com

plej

idad

es y

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varia

cion

es e

n qu

e se

exp

resa

la

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ienc

ia. L

a

o la

capa

cida

d de

dar

cuen

ta d

e mi e

xper

ienc

ia, s

on as

pect

os d

e la c

onci

enci

a qu

e ex

igen

un

horiz

onte

de

inte

rpre

taci

ón p

artic

ular

que

no

aten

te c

ontra

la

com

pren

sión

de

nues

tras s

ensa

cion

es su

bjet

ivas

.

psic

ológ

ico

fue i

nici

alm

ente

expu

esta

por

las p

ersp

ectiv

as co

gniti

vas.

Fodo

r

la m

ente

, esta

blec

ían

cóm

o un

det

erm

inad

o pr

oces

o ps

icol

ógic

o po

día

ser

lleva

do a

cab

o in

depe

ndie

ntem

ente

del

sus

trato

mat

eria

l. U

na o

pera

ción

de

cál

culo

pue

de s

er re

aliz

ada

tant

o po

r una

máq

uina

com

o po

r un

suje

to

hum

ano.

Con

esto

no

pret

endí

an d

efen

der u

na te

sis

dual

ista

, sim

plem

ente

qu

ería

n sep

arar

los d

iver

sos n

ivel

es de

abor

daje

de lo

s act

os co

gniti

vos.

Si un

or

gani

smo

o un

com

puta

dor,

los c

uale

s se c

ompo

nen

de d

ifere

ntes

sust

rato

s m

ater

iale

s, so

n ca

pace

s de

real

izar

tare

as q

ue, a

nte

los

ojos

de

un te

rcer

o,

cier

tas s

imili

tude

s y

reco

noce

r que

hay

un

leng

uaje

par

a ca

ract

eriz

ar e

stas

ac

cion

es q

ue p

uede

func

iona

r sin

la n

eces

idad

de

rem

itirs

e a

la d

escr

ipci

ón

de su

s com

pone

ntes

mat

eria

les.

La f

enom

enol

ogía

y l

os e

studi

os a

ctua

les

sobr

e la

con

cien

cia

(de

corte

fe

nom

enol

ógic

o) h

an r

adic

aliz

ado

esta

tes

is,

ya q

ue s

ugie

ren

ente

nder

hum

ana.

Con

la p

artic

ular

idad

de q

ue, a

dife

renc

ia d

e la m

ayor

ía d

e pos

tura

s fu

ncio

nalis

tas,

dond

e la

con

cien

cia

no e

s m

ás q

ue u

n ep

ifenó

men

o de

los

sist

emas

repr

esen

taci

onal

es, l

a fe

nom

enol

ogía

resa

lta, e

n su

des

crip

ción

de

la c

onci

enci

a, la

don

ació

n in

med

iata

de

la e

xper

ienc

ia e

n pr

imer

a pe

rson

a

subj

etiv

as y

los

repo

rtes

de p

rimer

a pe

rson

a en

tant

o ca

ract

erís

ticas

de

la

[ 208

][ 2

09 ]

conc

ienc

ia h

uman

a no

s in

vita

n a

plan

tear

nue

vas

form

as d

e de

scrip

ción

qu

e of

rezc

an u

na p

ersp

ectiv

a in

tegr

ada

del

conj

unto

de

fenó

men

os y

as

pect

os i

nclu

idos

en

la c

ateg

oría

de

conc

ienc

ia. A

clar

ada

ento

nces

la

dife

renc

iaci

ón d

e ni

vele

s de

scrip

tivos

, no

s re

miti

mos

, en

cua

nto

a la

ca

ract

eriz

ació

n de

los e

stad

os a

ltern

ados

de

conc

ienc

ia, a

la in

dica

ción

de

Cha

rles T

art (

1979

) qui

en c

onsi

dera

ba n

eces

ario

con

stru

ir un

map

a de

los

func

ione

s de

cad

a es

tado

en

la to

talid

ad d

e la

exp

erie

ncia

. Des

arro

lland

o es

ta id

ea, A

ustin

(199

8) p

ropo

ne u

na s

erie

de

dim

ensi

ones

con

las

cual

es

gene

rar

una

carto

graf

ía d

e lo

s es

tado

s al

tern

ados

de

conc

ienc

ia.

Esto

s co

mpo

nent

es d

eben

ent

ende

rse

com

o un

con

junt

o de

sub

sist

emas

que

1. E

n pr

imer

luga

r, ha

llam

os e

l den

omin

ado

cam

po d

e co

ncie

ncia

cuy

o co

nten

ido

pued

e se

r el

ám

bito

inm

anen

te d

e la

s vi

venc

ias

o el

mun

do

de l

os o

bjet

os d

e ex

perie

ncia

. El

cam

po d

e co

ncie

ncia

, ya

sea

inte

rno

pose

e es

ta o

rgan

izac

ión

estru

ctur

al d

e un

hor

izon

te d

e de

term

inac

ión

y

hay

un fo

co y

un

horiz

onte

de

conc

ienc

ia p

oten

cial

don

de lo

s co

nten

idos

de

exp

erie

ncia

pue

den

ser a

ctua

lizad

os e

n la

intu

ició

n.

si o

pera

en

un n

ivel

sub

limin

al o

se

efec

túa

de m

aner

a ta

n co

ncen

trada

qu

e bi

en p

uede

des

embo

car

en l

os e

stad

os d

e ab

sorc

ión,

tal

y c

omo

es u

na c

apac

idad

de

la c

onci

enci

a su

scep

tible

de

ser e

ntre

nada

y q

ue, e

n es

enci

a, c

onci

erne

a la

hab

ilida

d de

enf

ocar

y m

ante

ner

la a

tenc

ión

en

un o

bjet

o re

al o

imag

inad

o.

3. A

ustin

(19

98)

plan

tea

que

“exi

stir

con

conc

ienc

ia n

eces

aria

men

te

impl

ica

una

estru

ctur

a”, e

s de

cir,

adem

ás d

el ju

ego

caót

ico

de im

ágen

es

men

tale

s y

sens

oria

les,

debe

hab

er a

lgui

en q

ue o

bser

va, e

sto

es, u

n su

jeto

de

exp

erie

ncia

, y u

n co

nten

ido

de e

xper

ienc

ia.

parti

cula

r de

con

cien

cia,

las

cua

les

se d

esbr

ozan

en

tres

cual

idad

es:

a)

la a

uto-

conc

ienc

ia d

e sí

mism

o, b

) el

sen

tido

de e

jerc

er e

l au

to-c

ontro

l ac

tivo

sobr

e lo

s ev

ento

s, en

opo

sici

ón a

la

obse

rvac

ión

pasiv

a de

los

ac

onte

cim

ient

os, y

c) l

a m

aner

a en

que

la p

erso

na d

ifere

ncia

su

self

tant

o de

l mun

do p

erci

bido

, com

o de

los o

tros.

5. L

a qui

nta c

arac

terís

tica e

s la c

orrie

nte d

e con

cien

cia q

ue h

ace r

efer

enci

a a

la c

ontin

uida

d de

las e

xper

ienc

ias y

la u

nida

d ex

perie

ncia

l que

es i

nher

ente

al

suje

to d

e la

con

cien

cia.

A p

esar

de

los c

ontin

uos c

ambi

os, t

rans

icio

nes y

es

tado

s qu

e in

unda

n la

viv

enci

a su

bjet

iva,

el s

ujet

o se

per

cibe

a s

í mis

mo

com

o un

idad

hol

ístic

a y

perm

anen

te e

n el

tie

mpo

. A

l in

trodu

cir

esta

di

men

sión

de

la c

ontin

uida

d te

mpo

ral d

el s

í-mis

mo,

nos

inte

resa

mos

por

la

s tra

nsfo

rmac

ione

s y c

ambi

os d

urad

eros

de l

a id

entid

ad p

erso

nal a

raíz

de

los e

stado

s alte

rnad

os d

e co

ncie

ncia

.

Lo in

tere

sant

e de l

a pro

pues

ta de

Aus

tin es

que h

ace p

osib

le la

inco

rpor

ació

n de

niv

eles

de

anál

isis

ref

eren

tes

a la

dim

ensi

ón d

e la

exp

erie

ncia

, tal

es

perm

iten

apre

hend

er la

s tra

nsfo

rmac

ione

s de c

ierto

s asp

ecto

s est

ruct

ural

es

de l

a co

gnic

ión

en f

unci

ón d

e lo

s es

tado

s al

tern

ados

de

conc

ienc

ia.

nos r

emiti

mos

tant

o a

la re

laci

ón d

e lo

s lím

ites e

xper

ienc

iale

s ent

re e

l sel

f y

el m

undo

, com

o a

la c

apac

idad

de

agen

cia

y ni

vel d

e pa

rtici

paci

ón d

e la

aut

o-co

ncie

ncia

tác

ita d

el s

í-mis

mo.

Con

side

ram

os q

ue a

l re

ferir

nos

a la

s tra

nsfo

rmac

ione

s pe

rman

ente

s de

est

os c

ompo

nent

es,

es p

osib

le

dar c

uent

a de

la d

isco

ntin

uida

d qu

e in

trodu

cen

los

esta

dos

alte

rnad

os d

e co

ncie

ncia

en

la id

entid

ad p

erso

nal.

Con

es

tas

herr

amie

ntas

in

terp

reta

tivas

pr

eten

dem

os

real

izar

un

a ca

rtogr

afía

de

los

sigu

ient

es e

stad

os a

ltern

ados

de

conc

ienc

ia: h

ipno

sis,

expe

rienc

ias

mís

ticas

. Lo

s ap

arta

dos

dedi

cado

s a

cada

uno

de

esto

s fe

nóm

enos

de

conc

ienc

ia p

rese

ntan

, en

prim

er l

ugar

, un

a de

scrip

ción

de

l m

ism

o y

un b

reve

rec

orri

do p

or l

as f

orm

as d

e ex

plic

ació

n, p

ara

lueg

o ex

traer

, por

med

io d

e nu

estra

lent

e fe

nom

enol

ógic

a, lo

s ap

orte

s a

[ 210

][ 2

11 ]

la c

ompr

ensi

ón d

e la

nat

ural

eza

de la

con

cien

cia

en g

ener

al.

2. L

A H

IPN

OSI

S O

LA

CO

NC

IEN

CIA

DIS

OC

IAD

A

La h

ipno

sis

es u

n fe

nóm

eno

en e

l cu

al u

n su

jeto

res

pond

e a

las

suge

stio

nes d

adas

por

otra

per

sona

resp

ecto

a e

xper

ienc

ias i

mag

inat

ivas

qu

e in

volu

cran

alte

raci

ones

en

la p

erce

pció

n, l

a m

emor

ia y

el c

ontr

ol

volu

ntar

io d

e la

acci

ón. L

os su

jeto

s hip

notiz

ados

pue

den

volv

erse

aje

nos

son

inca

pace

s de

rec

orda

r co

sas

que

les

suce

dier

on m

ient

ras

esta

ban

hipn

otiz

ados

, y l

leva

n a

cabo

sug

estio

nes

desp

ués

de l

a hi

pnos

is,

sin

dars

e cu

enta

de

lo q

ue e

stán

hac

iend

o(68)

.

Para

Kih

lstro

m (

2007

), un

o de

los

auto

res

que

más

se

ha d

edic

ado

al

en l

a co

ncie

ncia

. Se

gún

este

aut

or,

la c

onci

enci

a po

see

dos

aspe

ctos

func

ión

de m

onito

rear

tant

o al

ent

orno

com

o a

noso

tros

mis

mos

, de

tal

form

a qu

e lo

s ob

jeto

s y

los

even

tos

sean

rep

rese

ntad

os d

e la

man

era

alte

raci

ón d

e la

con

cien

cia

en lo

s pl

anos

de

la s

ensa

ción

, la

mem

oria

o e

l co

ntro

l de

la a

cció

n. N

o ob

stan

te, h

ay u

na s

erie

de

críti

cas

que

pret

ende

n cu

estio

nar

la c

once

pció

n de

la

hipn

osis

en

tant

o es

tado

alte

rado

de

conc

ienc

ia. E

stos

cue

stio

nam

ient

os p

arte

n de

l sup

uest

o de

que

todo

est

ado

el s

ueño

y s

u co

rrel

ació

n co

n la

fase

REM

y la

aus

enci

a de

ond

as a

lfa e

n

(68)

Es

prec

iso

tene

r en

cuen

ta q

ue n

o to

das

las

pers

onas

son

hip

notiz

able

s. H

ay d

ifere

ncia

s in

divi

dual

es e

n el

gra

do d

e hi

pnot

izab

ilida

d qu

e se

mid

en p

or m

edio

de

vario

s te

sts.

Entre

lo

s as

pect

os d

e pe

rson

alid

ad m

ás re

laci

onad

os c

on la

sus

cept

ibili

dad

a la

hip

nosi

s, se

des

taca

la

car

acte

rístic

a de

abs

orci

ón. L

a ab

sorc

ión

se r

elac

iona

tant

o co

n el

niv

el d

e pa

rtici

paci

ón

subj

etiv

a en

la v

ida

de la

imag

inac

ión

y la

fant

asía

, com

o co

n el

gra

do d

e se

nsib

ilida

d es

tétic

a,

y de

con

cien

cia

de lo

s se

ntim

ient

os in

tern

os.

conc

reto

dur

ante

la h

ipno

sis r

epre

sent

a la

pru

eba

de q

ue e

ste

fenó

men

o no

cu

enta

com

o es

tado

alte

rado

de c

onci

enci

a(69)

. Seg

ún lo

que

hem

os ex

pues

-to

en

el c

apítu

lo an

terio

r, es

te cr

iterio

resu

lta a

toda

s luc

es in

cons

ecue

nte y

a qu

e pas

a po

r alto

la d

ifere

ncia

ción

de

nive

les d

escr

iptiv

os, l

a cu

al ex

ige

que

Nos

otro

s de

fend

emos

la te

sis d

e qu

e la

hip

nosis

con

stitu

ye u

n es

tado

al-

tera

do d

e co

ncie

ncia

, pue

s só

lo s

i hac

emos

ref

eren

cia

a al

guna

for

ma

de

alte

raci

ón o

diso

ciac

ión

de n

ivel

es d

e co

ncie

ncia

, est

arem

os e

n ca

paci

dad

de d

ar c

uent

a de

lo q

ue s

uced

e en

los

fenó

men

os h

ipnó

ticos

. Así

pue

s, la

di

soci

ació

n de

los

niv

eles

im

plíc

ito y

exp

lícito

que

pro

pone

mos

par

a la

de

scrip

ción

de

la c

onci

enci

a du

rant

e la

hip

nosi

s, se

cor

resp

onde

con

la d

is-

self

en ta

nto

ego

puro

, la c

ual o

pera

de m

aner

a con

tinua

en

un p

lano

pre

rre-

En el

sigl

o X

IX el

inte

rés p

or la

hip

nosis

estu

vo d

irect

amen

te v

incu

lado

con

la h

iste

ria. A

l igu

al q

ue C

harc

ot, J

anet

(199

1) e

staba

impr

esio

nado

con

el

com

porta

mie

nto

para

dójic

o de

las

hist

éric

as: p

or e

jem

plo,

hab

ía p

acie

ntes

qu

e re

porta

ban

una

fuer

te c

egue

ra y

que

no

obst

ante

dem

ostra

ban

un c

om-

porta

mie

nto

visu

alm

ente

gui

ado.

Par

a Jan

et es

tos c

ompo

rtam

ient

os es

taba

n

(69)

Den

tro d

e la

s te

oría

s qu

e po

nen

en c

uest

ión

que

la h

ipno

sis

sea

un e

stad

o al

tera

do d

e co

ncie

ncia

, res

alta

el e

nfoq

ue s

ocio

-cog

nitiv

o, e

l cua

l enf

atiz

a el

inte

rés

mot

ivad

o de

l suj

eto

por e

jecu

tar u

na a

cció

n, su

gerid

a po

r el h

ipno

tizad

or, y

que

sería

car

acte

rístic

a de

una

per

sona

hi

pnot

izad

a. E

n ot

ras

pala

bras

, par

a es

ta te

oría

la h

ipno

sis

no e

s m

ás q

ue la

ena

cció

n de

un

que

es p

rodu

cto

de la

inte

racc

ión

tant

o de

las

suge

renc

ias

del h

ipno

tizad

or c

omo

de la

in-

terp

reta

ción

que

el s

ujet

o ha

ce d

e es

as s

uges

tione

s. D

e es

te m

odo

se c

onci

be a

la h

ipno

sis

com

o un

est

ado

de p

rofu

ndo

cam

bio

cogn

itivo

en

los

plan

os d

e la

per

cepc

ión,

la m

emor

ia y

el

pen

sam

ient

o, e

n vi

rtud

de u

na in

tera

cció

n so

cial

en

la q

ue d

os su

jeto

s se

encu

entra

n co

n un

[ 212

][ 2

13 ]

med

iado

s po

r es

truct

uras

men

tale

s de

nom

inad

as a

utom

atis

mos

psi

coló

gi-

cos.

Esta

s res

pues

tas a

los s

uces

os d

el a

mbi

ente

era

n no

rmal

men

te a

sequ

i-bl

es a

la c

onci

enci

a y

al c

ontro

l vol

unta

rio, p

ero

debi

do a

alg

una

espe

cie d

e

lo c

ual a

cuño

el t

érm

ino

“dis

ocia

ción

”.

Con

tem

porá

neam

ente

, el i

nter

és p

or la

s afe

ccio

nes h

isté

ricas

ente

ndid

as e

n té

rmin

os d

e di

soci

ació

n de

la c

onci

enci

a, p

rovi

ene

de la

teor

ía n

eo-d

isoci

a-tiv

a de H

ilgar

d, la

cual

rest

able

ce e

l vín

culo

entre

hip

nosis

e hi

ster

ia. D

esde

es

ta p

ersp

ectiv

a te

óric

a ce

ntra

da e

n la

con

cien

cia,

los d

esor

dene

s diso

ciat

i-vo

s se

asum

en c

omo

pertu

rbac

ione

s al n

ivel

de

las f

unci

ones

de

mon

itore

o y

cont

rol d

e la

con

cien

cia,

las

cual

es n

o so

n at

ribui

bles

a n

ingu

na f

orm

a de

lesi

ón c

ereb

ral.

Los

caso

s de

hip

nosi

s que

est

udia

rem

os a

con

tinua

ción

no

s per

miti

rán

prof

undi

zar e

n la

idea

de

una

form

a de

dis

ocia

ción

ent

re lo

s ni

vele

s im

plíc

ito y

exp

lícito

de l

a con

cien

cia,

ya

sea

que s

e tra

te d

e ac

tos d

e m

emor

ia, p

erce

pció

n y

cont

rol d

e la

acc

ión.

2.1.

1. A

mne

sia P

ost-H

ipnó

tica

En e

l ám

bito

de

la h

ipno

sis, u

na d

e la

s alte

raci

ones

más

not

oria

s de

la c

on-

cien

cia

es la

den

omin

ada

amne

sia

post

-hip

nótic

a. L

uego

de

que

la h

ipno

-si

s ha

term

inad

o, a

lgun

os s

ujet

os n

o lo

gran

reco

rdar

las

expe

rienc

ias

que

tuvi

eron

mie

ntra

s est

aban

hip

notiz

ados

–un

a am

nesia

que

es

más

o m

enos

se

mej

ante

a la

que

exp

erim

enta

mos

ape

nas

desp

erta

mos

del

sueñ

o pr

ofun

-do

. Si b

ien

la a

mne

sia a

plic

a pa

ra la

s exp

erie

ncia

s de

la p

erso

na d

uran

te la

hi

pnos

is, t

ambi

én e

s pos

ible

indu

cirla

par

a ci

erto

s ev

ento

s en

los c

uale

s el

su

jeto

no

ha e

stado

hip

notiz

ado.

La

amne

sia

post

-hip

nótic

a es

tem

pora

l: lu

ego

de p

rese

ntar

una

señ

al q

ue h

a si

do p

re-a

cord

ada,

el s

ujet

o am

nésic

o es

aho

ra c

apaz

de

reco

rdar

los e

vent

os p

revi

amen

te o

lvid

ados

.

La in

terp

reta

ción

más

des

arro

llada

de

este

fenó

men

o ha

ce re

fere

ncia

a la

di

soci

ació

n en

tre m

emor

ia im

plíc

ita y

exp

lícita

. Seg

ún S

chac

ter (

1987

) la

mem

oria

exp

lícita

se

corr

espo

nde

con

la a

ctiv

idad

con

cien

te d

e re

cord

ar,

algú

n ev

ento

pas

ado,

ya

sea

exp

erie

ncia

, pen

sam

ient

o o

acci

ón e

n au

sen-

cia

(o in

depe

ndie

nte)

de

la re

cole

cció

n co

ncie

nte.

Des

de la

per

spec

tiva

de

Kih

lstro

m, l

a m

emor

ia im

plíc

ita p

odem

os d

esig

narla

com

o un

a fo

rma

de

mem

oria

inco

ncie

nte.

En e

fect

o, h

ay u

na s

erie

de

expe

rimen

tos

que

dem

uest

ran

que

la a

mne

sia

post-

hipn

ótic

a de

terio

ra la

mem

oria

exp

lícita

, al m

ism

o tie

mpo

que

est

i-m

ula

la m

emor

ia im

plíc

ita (K

ihls

trom

, 198

0). L

uego

de

una

suge

stió

n de

am

nesi

a, lo

s su

jeto

s hi

pnot

izad

os n

o er

an c

apac

es d

e ev

ocar

los

ítem

s de

un

a lis

ta d

e pa

labr

as q

ue h

abía

n m

emor

izad

o du

rant

e la

hip

nosi

s. Y

sin

em-

barg

o, u

tiliz

aban

los m

ism

os ít

ems e

n ta

reas

de

libre

aso

ciac

ión

y de

gen

e-ra

ción

de

cate

goría

s. O

curr

e co

n es

te fe

nóm

eno

que

la p

erso

na se

des

cubr

e in

capa

z de

rem

emor

ar c

ierto

s ev

ento

s (c

onci

enci

a ex

plíc

ita),

aún

cuan

do

dem

uest

re, m

edia

nte

form

as in

dire

ctas

, que

pos

ee u

na c

onci

enci

a im

plíc

ita

de lo

s aco

ntec

imie

ntos

.

2.1.

2. C

onci

enci

a im

plíc

ita e

n la

ana

lges

ia h

ipnó

tica

Las

suge

stio

nes

hipn

ótic

as ta

mbi

én ti

enen

un

efec

to s

orpr

ende

nte

sobr

e la

ex

perie

ncia

del

dol

or. E

stud

ios

psic

o-fís

icos

con

tem

porá

neos

dem

uest

ran

que

los

suje

tos

hipn

otiz

able

s ob

tiene

n un

aliv

io c

onsid

erab

le d

el d

olor

si -

tró q

ue e

ntre

los s

ujet

os h

ipno

tizab

les l

a an

alge

sia h

ipnó

tica

era

supe

rior n

o

Hilg

ard

(197

5) su

girió

que

la an

alge

sia h

ipnó

tica i

mpl

icab

a un

a di

visi

ón d

e la

con

cien

cia

la c

ual p

reve

nía

que

la p

erce

pció

n de

l dol

or fu

era

repr

esen

-ta

da e

n la

con

cien

cia

feno

mén

ica.

En

este

sen

tido

se p

lant

ean

dos

nive

les

de c

onci

enci

a: p

or u

na p

arte

, los

rep

orte

s ve

rbal

es d

e do

lor

y su

frim

ien-

proc

esam

ient

o de

l dol

or p

or fu

era

de la

con

cien

cia.

Así

com

o oc

urre

con

la

mem

oria

en

la s

uges

tión

post

-hip

nótic

a, a

quí h

abría

una

dis

ocia

ción

ent

re

los

nive

les

expl

ícito

e im

plíc

ito d

e la

con

cien

cia

del d

olor

. La

diso

ciac

ión

de e

stos

niv

eles

de

conc

ienc

ia e

n la

ana

lges

ia h

ipnó

tica

perm

ite c

ompr

en-

der u

na d

e la

s par

adoj

as d

e es

te ti

po d

e fe

nóm

enos

: res

ulta

que

la h

ipno

sis

[ 214

][ 2

15 ]

-

Nor

mal

men

te, e

stos

dos

niv

eles

de

conc

ienc

ia o

pera

n de

man

era

conj

un-

ta, p

ero

a tra

vés

de la

sug

estió

n hi

pnót

ica

es p

osib

le q

ue la

con

cien

cia

o ex

plíc

ita. A

est

e re

spec

to c

abe

cita

r un

expe

rimen

to d

e H

ilgar

d (1

977)

do

nde

se h

ipno

tiza

a un

a pe

rson

a pa

ra q

ue n

o pe

rcib

a el

dol

or q

ue e

fect

i-va

men

te g

ener

a el

dej

ar la

man

o in

mer

sa e

n un

reci

pien

te c

on a

gua

hela

-da

. Hilg

ard

cons

ider

aba

que

en a

lgún

luga

r la

pers

ona

aún

sent

ía e

l dol

or,

de m

odo

tal q

ue le

s su

gería

a lo

s su

jeto

s: “

cuan

do p

onga

mi m

ano

sobr

e tu

hom

bro

entra

ré e

n co

ntac

to c

on u

na p

arte

esc

ondi

da d

e tí

mis

mo”

, y

ento

nces

suc

edía

que

la p

erso

na e

mpe

zaba

a re

lata

r el d

olor

y la

ang

ustia

qu

e le

pro

ducí

a la

exp

erie

ncia

.

Todo

est

o no

s sug

iere

que

el s

ujet

o pu

ede

diso

ciar

o se

para

r alg

unos

com

-po

nent

es d

e la

conc

ienc

ia d

e sí

mis

mo,

de

tal s

uerte

que

la p

erso

na d

eja

de

nota

r la

expe

rienc

ia d

el d

olor

. Dis

tingu

imos

ent

once

s ent

re lo

que

em

erge

a

la c

onci

enci

a ex

plíc

ita, e

s de

cir,

aque

llo q

ue e

stam

os e

n ca

paci

dad

de

dolo

r que

, seg

ún e

l exp

erim

ento

de

Hilg

ard

no d

esap

arec

e, p

ues

adem

ás -

cia

impl

ícita

de

mod

os in

dire

ctos

, tal

y c

omo

acon

tece

en

la e

xper

ienc

ia

cita

da (H

ilgar

d, 1

977)

.

2.1.

3. C

onci

enci

a im

plíc

ita e

n la

ceg

uera

y so

rder

a hi

pnót

ica

Las

diso

ciac

ione

s en

tre la

per

cepc

ión

expl

ícita

e im

plíc

ita ta

mbi

én s

on -

ra y

ceg

uera

hip

nótic

a, d

enom

inad

as c

omo

aluc

inac

ione

s hi

pnót

icas

ne-

gativ

as, e

l suj

eto,

aun

que

pres

ente

niv

eles

nor

mal

es d

e fu

ncio

nam

ient

o se

nsor

ial,

falla

en

perc

ibir

un o

bjet

o pa

rticu

lar d

e su

ent

orno

. Tal

y c

omo

suce

día

en la

am

nesi

a po

st-h

ipnó

tica

y la

ana

lges

ia h

ipnó

tica,

los s

ujet

os

que

expe

rienc

ian

esto

s fen

ómen

os re

vela

n, a

trav

és d

e su

com

porta

mie

n-to

, que

el e

stím

ulo

en c

uest

ión

ha s

ido

proc

esad

o po

r fu

era

de la

con

-ci

enci

a ex

plíc

ita. A

sí p

or e

jem

plo,

las

pers

onas

que

fuer

on h

ipno

tizad

as

para

no

escu

char

cie

rto ti

po d

e pa

labr

as, p

rese

ntab

an, e

n ta

reas

de

libre

as

ocia

ción

, un

núm

ero

subs

tanc

ial d

e in

trusi

ones

del

mat

eria

l pre

sent

ado

en e

l est

ado

hipn

ótic

o.

Ant

icip

ando

los p

lant

eam

ient

os d

e H

ilgar

d ac

erca

de

la d

isoc

iaci

ón, S

tu-

cliff

e (19

60) s

eñal

aba q

ue lo

s sor

dos h

ipnó

ticos

cre

ían

no h

aber

oíd

o na

da

cuan

do e

n re

alid

ad s

í lo

habí

an p

erci

bido

. Seg

ún s

u te

oría

, a tr

avés

de

cree

ncia

s ilu

soria

s los

suje

tos s

e en

gaña

ban

resp

ecto

de

sus e

xper

ienc

ias,

lo c

ual r

evel

aría

que

exi

sten

por

lo m

enos

dos

niv

eles

: las

cre

enci

as il

u-

pres

erva

da q

ue se

cor

resp

onde

con

una

suer

te d

e pe

rcep

ción

impl

ícita

.

En e

l pla

no d

e la

vis

ión,

las d

isoc

iaci

ones

ent

re lo

exp

lícito

y lo

impl

ícito

so

n ex

plor

adas

en

una

serie

de

expe

rimen

tos

con

ilusi

ones

per

cept

uale

s. En

est

os e

stud

ios

se e

ncue

ntra

que

, por

eje

mpl

o, e

n la

ilus

ión

Ponz

o, la

ab

laci

ón d

el f

ondo

no

afec

ta la

per

cepc

ión

de p

rofu

ndid

ad: s

e tra

ta d

e un

a ilu

sión

per

cept

ual

en q

ue d

os l

ínea

s ho

rizon

tale

s co

rtan

otra

s do

s lín

eas

oblic

uas

que

pare

cen

conv

erge

r, ge

nera

ndo

así

la p

erce

pció

n de

pr

ofun

dida

d. S

e es

pera

ría q

ue la

ext

racc

ión

de la

s do

s lín

eas c

onve

rgen

-te

s m

edia

nte

la h

ipno

sis

haría

des

apar

ecer

la il

usió

n, lo

cua

l no

suce

de

pues

hay

cie

rtas

rela

cion

es d

e la

org

aniz

ació

n pe

rcep

tual

que

no

pued

en

alte

rars

e a

travé

s de

la c

onci

enci

a ex

plíc

ita.

[ 216

][ 2

17 ]

-rr

espo

nde

a un

a fa

lla e

n la

per

cepc

ión

expl

ícita

, mas

la p

ersis

tenc

ia d

e la

ilu

sión

Pon

zo, r

evel

a que

hay

un

nive

l de c

ogni

ción

impl

ícita

. La d

imen

sión

-ne

a la

don

ació

n in

med

iata

de

los

obje

tos

de la

exp

erie

ncia

, la

cual

ocu

rre

por m

edio

de

sínt

esis

pas

ivas

de

la in

form

ació

n pe

rcep

tual

. Es

deci

r, qu

e la

per

sona

pue

de h

acer

se h

ipnó

ticam

ente

cie

ga r

espe

cto

a ci

erto

s as

pec-

tos

expl

ícito

s de

la p

erce

pció

n (lo

que

est

amos

en

capa

cida

d de

repo

rtar),

pe

ro la

ilus

ión

segu

irá p

rese

nte

pues

to q

ue la

ges

talt

refe

rent

e a

la re

laci

ón

prof

undi

dad-

tam

año,

obe

dece

a la

est

ruct

urac

ión

pasi

va d

e la

exp

erie

ncia

.

los

suje

tos

hipn

otiz

ados

car

ecen

de

la c

onci

enci

a de

cie

rtas

mem

oria

s y

perc

epto

s qu

e en

la v

ida

cotid

iana

ser

ían

aseq

uibl

es a

la c

onci

enci

a. Y

-do

la e

xper

ienc

ia d

el s

ujet

o po

r fu

era

de la

con

cien

cia

expl

ícita

(70)

. Es

com

o si

la c

onci

enci

a fu

era

divi

da e

n un

a co

rrie

nte

de lo

men

tal q

ue s

e co

rres

pond

e co

n la

con

cien

cia

feno

mén

ica

y ot

ra c

orrie

nte

que

disc

urre

po

r fue

ra d

e es

ta c

onci

enci

a ex

plíc

ita.

2.1.

4. C

o-co

ncie

ncia

y ló

gica

de

tran

ce

Si lo

s ca

sos

de h

ipno

sis

que

hast

a ah

ora

hem

os e

stud

iado

nos

ilus

tran

acer

ca d

e la

s pos

ibili

dade

s de

auto

-eng

año

de la

conc

ienc

ia en

func

ión

de

(70)

Los

cas

os d

e am

nesi

a po

st-hi

pnót

ica,

ana

lges

ia h

ipnó

tica

y al

ucin

acio

nes

nega

tivas

hip

-nó

ticas

, dem

uest

ran

que

los

suje

tos h

ipno

tizad

os p

uede

n ha

cers

e “i

ncon

cien

tes”

de

cont

enid

os

de m

emor

ia y

per

cepc

ión

que

norm

alm

ente

son

acc

esib

les a

la c

onci

enci

a. E

n co

ntra

ste,

se h

a su

gerid

o qu

e la

hip

nosi

s tam

bién

pod

ría m

ejor

ar la

capa

cida

d de

con

cien

cia

para

la a

ctiv

idad

de

rem

emor

ar. E

n la

hip

erm

nesi

a hi

pnót

ica,

los s

ujet

os re

cibe

n su

gest

ione

s par

a qu

e se

an c

apac

es

de re

cord

ar c

osas

que

hay

an o

lvid

ado

debi

do a

situ

acio

nes t

raum

átic

as. E

sto

se h

a ut

iliza

do e

n te

rapi

a y e

n si

tuac

ione

s de a

ctiv

idad

fore

nse c

on v

íctim

as o

test

igos

olv

idad

izos

. Res

ulta

que

los

expe

rimen

tos e

n es

ta á

rea

nos i

nvita

n a

ser p

reca

vido

s, pu

esto

que

, por

eje

mpl

o, lo

s inc

rem

en-

tos e

n la

reco

lecc

ión

de m

emor

ias v

álid

as re

sulta

n fu

erte

men

te c

ontra

stad

os p

or u

n au

men

to e

n el

recu

erdo

de

falsa

s mem

oria

s. A

ún m

ás, l

os su

jeto

s hip

notiz

ados

son

vuln

erab

les a

las d

isto

r- -

inco

ncie

ntes

, mas

no

en e

l sen

tido

inve

rso

ya q

ue e

xist

e un

a m

arca

da te

nden

cia

al a

uto-

enga

ño.

las s

ensa

cion

es d

e cer

teza

que

acom

paña

n a

esta

s exp

erie

ncia

s, ex

iste

n ot

ro

tipo

de f

enóm

enos

que

inc

luso

evi

denc

ian

de m

aner

a cl

ara

la f

uerz

a de

-na

cion

es p

erce

ptua

les.

Nos

refe

rimos

a la

s exp

erie

ncia

s de

co-c

onci

enci

a, o

a

lo q

ue se

ha

deno

min

ado

lógi

ca d

e tra

nce.

Aco

ntec

e qu

e en

alg

unos

cas

os

de h

ipno

sis

tant

o lo

sug

erid

o co

mo

el e

stado

real

de

cosa

s so

n re

pres

enta

-do

s en

la c

onci

enci

a, ll

evan

do a

un

conj

unto

de

inco

nsis

tenc

ias y

par

adoj

as

perc

epci

ón y

resp

uesta

sim

ultá

nea t

anto

a la

aluc

inac

ión

com

o a l

a rea

lidad

, si

n el

más

mín

imo

inte

rés p

or sa

tisfa

cer u

na n

eces

idad

de c

onsis

tenc

ia ló

gi-

ca. E

n ot

ras p

alab

ras,

se tr

ata

de la

coe

xiste

ncia

de

la il

usió

n y

la re

alid

ad.

Por e

jem

plo,

en

la al

ucin

ació

n do

ble

(Orn

e, 1

959,

196

9), s

e su

gier

e a l

os su

-je

tos q

ue v

ean

e in

tera

ctúe

n co

n un

com

pañe

ro q

ue se

sien

ta en

una

silla

que

es

tá a

ctua

lmen

te v

acía

. Cua

ndo

se le

s mue

stra

al c

ompa

ñero

“rea

l” q

uien

ha

esta

do p

or fu

era

de su

cam

po v

isual

, las

per

sona

s man

tiene

n po

r un

tiem

po

cons

ider

able

la p

erce

pció

n de

l com

pañe

ro re

al y

la a

luci

naci

ón, m

ostra

ndo

cier

ta c

onfu

sión

resp

ecto

a q

uién

es

el v

erda

dero

com

pañe

ro. E

n es

te s

en-

tido,

la ló

gica

de

tranc

e re

vela

una

sue

rte d

e co

-con

cien

cia

en la

cua

l dos

co

rrien

tes c

ontra

dict

oria

s de

activ

idad

men

tal (

una

perc

eptu

al y

otra

imag

i-na

ria) s

on si

mul

táne

amen

te re

pres

enta

das e

n la

con

cien

cia

feno

mén

ica(7

1).

2.1.

5. L

a ex

perie

ncia

de

lo in

volu

ntar

io e

n la

hip

nosis

En la

psi

colo

gía

el in

teré

s ren

ovad

o po

r la

vida

men

tal i

ncon

cien

te p

rovi

e-ne

de

la d

istin

ción

ent

re p

roce

sos m

enta

les c

ontro

lado

s y a

utom

átic

os. L

os

proc

esos

aut

omát

icos

son

eje

cuta

dos

inco

ncie

ntem

ente

en

un m

odo

casi

-ci

ente

y d

elib

erad

a. S

in e

mba

rgo,

la d

istin

ción

ent

re p

roce

sos

cont

rola

dos

Así

es p

reci

so a

clar

ar q

ue e

n la

s sug

estio

nes h

ipnó

ticas

no

se tr

ata

de q

ue e

l su

jeto

hip

notiz

ado

haya

sido

pos

eído

por

el h

ipno

tizad

or, c

omo

si e

l prim

e-ro

fues

e m

omen

táne

amen

te u

n au

tóm

ata

sin

volu

ntad

.

(71)

La

lógi

ca d

e tra

nce

es u

n fe

nóm

eno

que

perm

ite s

oste

ner

la te

sis

de q

ue la

hip

nosi

s sí

im

plic

a un

a al

tera

ción

de

la c

onci

enci

a, y

no

es u

na si

mpl

e cu

estió

n de

ena

cció

n so

cial

de

role

s co

mo

lo s

ostie

ne e

l enf

oque

soci

o-co

gniti

vo.

[ 218

][ 2

19 ]

más

bie

n un

a es

peci

e de

bar

rera

am

nésic

a qu

e de

terio

ra la

con

cien

cia

en su

pa

pel d

e p

rodu

cir l

as re

spue

stas

hip

nótic

as. E

l com

porta

mie

nto

del s

ujet

o hi

pnot

izad

o es

vol

unta

rio p

or n

atur

alez

a, p

ero

resu

lta e

xper

ienc

iado

com

o in

volu

ntar

io, y

a qu

e el

suje

to e

s inc

onci

ente

de

su p

ropi

o pa

pel c

omo

agen

-te

del

com

porta

mie

nto.

En

otra

s pal

abra

s, la

apa

rent

e pe

rturb

ació

n de

l con

-tro

l con

cien

te o

curr

e en

virt

ud d

e un

a al

tera

ción

de

la a

uto-

conc

ienc

ia, p

or

de lo

que

está

hac

iend

o.

Res

pect

o a

la d

istin

ción

ent

re fo

rmas

impl

ícita

s y ex

plíc

itas d

e la c

ogni

ción

cons

ider

amos

que

es m

ás a

decu

ado

vinc

ular

est

a di

stin

ción

con

las f

orm

as

de a

ctua

lidad

e in

actu

alid

ad d

el c

ampo

de

conc

ienc

ia. D

e es

ta f

orm

a se

co

mpr

ende

cóm

o en

los c

asos

de

cegu

era

hipn

ótic

a, si

n im

porta

r que

el o

b-je

to e

sté “

ahí d

elan

te”,

el s

ujet

o no

pue

de e

xper

ienc

iarlo

en

tant

o pr

esen

te,

que

esté

no

sea

“per

cibi

do”.

Lo

ante

rior i

ndic

a qu

e el

suj

eto

pued

e ex

pe-

rienc

iar u

n ob

jeto

aun

que

este

no

sea

foca

lizad

o en

la c

onci

enci

a ex

plíc

ita.

Ade

más

de

las

rela

cion

es e

ntre

fond

o y

foco

del

cam

po d

e co

ncie

ncia

, los

ca

sos

de s

orde

ra y

ceg

uera

hip

nótic

a no

s en

seña

n qu

e la

con

stitu

ción

del

se

ntid

o en

la ex

perie

ncia

no

es u

na cu

estió

n de

reci

bir e

stím

ulos

del

ento

rno

o de

tene

r im

ágen

es m

enta

les.

Lo e

senc

ial d

e la

con

cien

cia,

segú

n la

feno

men

olog

ía, e

s qu

e el

sent

ido

de

lo q

ue a

pare

ce v

iene

dad

o co

n un

a ce

rteza

inm

edia

ta q

ue e

s in

dubi

tabl

e pa

ra e

l suj

eto.

¿Có

mo

se c

onst

ituye

esa

cer

teza

sub

jetiv

a? D

esde

nue

stra

pers

pect

iva,

la c

onst

ituci

ón d

e lo

que

apa

rece

con

cier

ne a

la a

rticu

laci

ón d

e do

s ni

vele

s de

conc

ienc

ia re

spon

sabl

es d

e su

uni

dad

y co

here

ncia

. En

pri-

mer

a ins

tanc

ia, e

l sen

tido

de m

ism

idad

(o ip

seid

ad) q

ue se

cor

resp

onde

con

la

cua

lidad

exp

erie

ncia

l bás

ica d

e to

das m

is v

iven

cias

. Tod

as m

is v

iven

cias

m

e su

cede

n a

mí,

y en

ese

sent

ido

soy

conc

ient

e de

mi m

ism

o en

una

mo-

la e

xper

ienc

ia, e

s pl

ausi

ble

seña

lar l

a se

nsac

ión

de a

genc

ia q

ue, e

n la

vid

a

cotid

iana

, ope

ra d

e m

aner

a m

anco

mun

ada

con

la d

imen

sión

de

ipse

idad

.

De

acue

rdo

a lo

que

hem

os p

lant

eado

, la

expe

rienc

ia d

e lo

invo

lunt

ario

en

la

hipn

osis

no

es u

na c

uest

ión

de a

utom

atic

idad

, sin

o de

diso

ciac

ión

entre

est

as d

os d

imen

sion

es d

e la

exp

erie

ncia

. En

la s

uges

tión

hipn

ótic

a,

el su

jeto

tien

e ac

ceso

úni

cam

ente

a la

dim

ensi

ón d

e ip

seid

ad, y

a qu

e m

ien-

tras d

ura

la su

gesti

ón, l

a se

nsac

ión

de a

genc

ia se

enc

uent

ra te

mpo

ralm

ente

en e

l cas

o de

las

aluc

inac

ione

s ps

icót

icas

, don

de e

s ob

vio

que

el s

ujet

o es

qu

ien

gene

ra la

s vo

ces:

est

as ti

enen

luga

r en

su

corr

ient

e de

con

cien

cia,

pe

ro u

na p

ertu

rbac

ión

en la

uni

dad

de la

mis

ma

(la a

rticu

laci

ón d

e ip

seid

ad

y ag

enci

a), h

ace

que

las v

oces

o p

ensa

mie

ntos

sean

exp

erie

ncia

dos e

n ta

nto

la h

ipno

sis,

a dife

renc

ia d

e las

aluc

inac

ione

s psic

ótic

as, i

nvol

ucra

una

dis

o-ci

ació

n tra

nsito

ria d

e lo

s niv

eles

de

ipse

idad

y a

genc

ia.

De

este

mod

o, u

na v

ez q

ue e

l sen

tido

de a

genc

ia se

resta

blec

e y

la p

erso

na

es in

terr

ogad

a so

bre

los

mot

ivos

de

su a

cció

n, c

onfa

bula

rá a

lgun

a hi

stor

ia

que s

irve a

l pro

pósi

to d

e res

tabl

ecer

la u

nida

d de

la c

orrie

nte d

e con

cien

cia.

En

nue

stra

vid

a co

tidia

na o

pera

mos

con

un

nive

l más

o m

enos

con

cien

te,

en s

entid

o ex

plíc

ito, d

e au

to-s

uges

tión(7

2). S

e tra

ta d

e la

con

vicc

ión

sub-

jetiv

a qu

e es

pro

duct

o de

l co

ntin

uo r

elat

o qu

e no

s co

ntam

os a

nos

otro

s m

ism

os s

obre

qui

enes

som

os. H

ay e

stad

os d

e co

ncie

ncia

y c

onte

nido

s de

ex

perie

ncia

que

olv

idam

os a

pro

pósi

to y

que

sólo

des

pués

des

cubr

imos

su

inte

ncio

nalid

ad im

plíc

ita, o

est

ados

em

ocio

nale

s en

los

que

no ll

egam

os

a re

cono

cern

os, c

omo

en u

n ar

ranq

ue d

e ira

. Est

a co

nvic

ción

sub

jetiv

a de

sens

ació

n de

age

ncia

.

La cu

estió

n de l

a sen

saci

ón de

agen

cia i

mpl

ica a

l sí-m

ismo e

n tan

to pr

inci

pio

(72)

En

la c

uest

ión

que

nos

conc

iern

e, e

s de

sum

o in

teré

s res

alta

r que

hay

lím

ites

a la

hip

no-

tizab

ilida

d. S

i hay

sug

estio

nes

que

aten

tan

cont

ra s

u di

gnid

ad (

desn

udar

se, p

or e

jem

plo)

la

com

o un

aut

omat

ism

o ps

icol

ógic

o si

no m

ás b

ien

una

cond

esce

nden

cia

subj

etiv

a re

spec

to a

un

a ex

perie

ncia

suge

rida.

Es c

omo

si “

inco

ncie

ntem

ente

” se

det

erm

inar

a qu

é y

cóm

o de

jaría

-m

os q

ue se

afe

ctar

a la

con

cien

cia.

[ 220

][ 2

21 ]

Sigu

iend

o co

n nu

estra

dis

tinci

ón d

e ni

vele

s, re

salta

mos

lo s

igui

ente

: tod

as

las v

iven

cias

me s

on d

adas

en la

corr

ient

e de m

i con

cien

cia,

per

o só

lo aq

ue-

llas

que

conl

leva

n es

a se

nsac

ión

de a

genc

ia s

on a

rticu

lada

s o

expr

esad

as

De

acue

rdo

a lo

ant

erio

r, te

ndría

mos

dos

niv

eles

en

la e

xper

ienc

ia d

el s

í-m

ism

o qu

e se

cor

resp

onde

n co

n la

s do

s di

men

sion

es e

xpue

stas

de

ipse

i-da

d y

agen

cia.

Aqu

í pod

emos

evo

car l

as e

labo

raci

ones

de

Dam

asio

(200

1)

acer

ca d

e do

s ni

vele

s de

con

cien

cia

que

él d

istin

gue

resp

ecto

del

sel

f. La

pr

imer

a tie

ne u

n ni

vel s

impl

e de

org

aniz

ació

n y

perm

anec

e es

tabl

e a

travé

s

cara

cter

iza

por s

u in

varia

nza

estru

ctur

al, y

es

lo q

ue p

ropo

rcio

na e

stab

ili-

dad

a lo

men

tal.

Este

niv

el c

orre

spon

de a

lo q

ue h

emos

des

igna

do c

omo

dim

ensi

ón d

e ip

seid

ad. P

or s

u pa

rte, l

a co

ncie

ncia

ext

endi

da ti

ene

vario

s ni

vele

s de

org

aniz

ació

n. E

volu

cion

a a

travé

s de

l tie

mpo

, y d

epen

de d

e la

s di

stin

tas f

orm

as d

e m

emor

ia. L

as d

os c

lase

s de

conc

ienc

ia se

cor

resp

onde

n co

n do

s tip

os d

e se

lf, só

lo q

ue e

l de

la c

onci

enci

a nuc

lear

está

en

la b

ase

del

(73)

.

La d

enom

inad

a co

-con

cien

cia

o ló

gica

de

tranc

e, ju

nto

con

los

otro

s fe

nó-

pued

e fr

agm

enta

rse

y di

soci

arse

en

dos c

orrie

ntes

que

van

sepa

rada

s la

una

de la

otra

. Dec

íam

os q

ue e

stas

alte

raci

ones

ope

raba

n so

bre

la u

nida

d de

la -

to/e

xplíc

ito) s

e di

soci

aban

tem

pora

lmen

te. A

hora

bie

n, la

s ca

tego

rías

que

hem

os p

ropu

esto

des

de la

fen

omen

olog

ía n

o só

lo n

os p

erm

iten

ente

nder

lo

s ca

sos

rese

ñado

s de

hip

nosi

s, si

no q

ue ta

mbi

én m

uest

ran

posib

ilida

des

heur

ístic

as e

n ca

sos

pato

lógi

cos

com

o lo

s de

sord

enes

de

múl

tiple

per

so-

nalid

ad. T

al p

arec

e qu

e es

te ti

po d

e af

ecci

ones

impl

ican

una

per

turb

ació

n al

niv

el d

e la

uni

dad

de la

con

cien

cia,

sólo

que

la d

isoc

iaci

ón, a

dife

renc

ia

de lo

que

ocu

rre

en la

hip

nosi

s, es

de

cará

cter

per

man

ente

, ya

que

segú

n

(73)

Dam

asio

(20

01)

encu

entra

en

algu

nos

caso

s de

la

neur

opat

olog

ía,

evid

enci

a pa

ra s

u di

stin

ción

ent

re d

os ti

pos

de s

elf.

Hay

alg

unos

cas

os e

n qu

e la

con

cien

cia

exte

ndid

a pu

ede

vers

e al

tera

da y

has

ta d

eter

iora

da, p

ero

la c

onci

enci

a nu

clea

r per

sist

irá, t

al y

com

o su

cede

en

la c

onci

enci

a nu

clea

r lle

van

a qu

e la

con

cien

cia

exte

ndid

a ta

mbi

én c

olap

se (

auto

mat

ism

os

epilé

ptic

os, e

stad

os d

e co

ma,

sueñ

o pr

ofun

do).

los

rela

tos

clín

icos

est

as p

erso

nas

llega

n a

albe

rgar

múl

tiple

s se

lves

que

m

antie

nen

com

plic

adas

rel

acio

nes

entre

ello

s. Es

com

o si

cad

a pe

rson

a-lid

ad tu

vier

a su

pro

pia

capa

cida

d de

age

ncia

sep

arad

a de

los

otro

s se

lves

, pe

ro c

on la

par

ticul

arid

ad d

e qu

e al

guno

s tie

nen

acce

so a

los c

onte

nido

s de

conc

ienc

ia d

e las

otra

s per

sona

lidad

es, m

ient

ras q

ue h

ay u

nos q

ue d

esco

no-

cen

la e

xiste

ncia

de

los o

tros.

-tiv

a ex

plic

ació

n es

, a n

uestr

o m

odo

de v

er, a

ún le

jana

. Bas

te d

ecir

por a

hora

qu

e ca

da c

orrie

nte

de c

onci

enci

a, e

n ta

nto

unid

ad s

inté

tica

de la

s vi

venc

ias,

es c

entra

lizad

a al

rede

dor d

e un

prin

cipi

o fo

rmal

de

iden

tidad

(el s

elf)

que

da -

co ag

lom

era e

l núc

leo

de id

entid

ad su

bjet

iva a

lrede

dor d

e un

conj

unto

de m

e-m

oria

s y

mot

ivac

ione

s ex

isten

cial

es, e

sto e

s, aq

uello

que

sus

tent

a la

sen

sa-

ción

de

agen

cia

y co

here

ncia

com

o so

porte

de

la su

bjet

ivid

ad. P

ero

tam

bién

de d

isoci

acio

nes,

disc

ontin

uida

des y

des

cono

cim

ient

os q

ue co

ntra

stan

con

la

sens

ació

n de

uni

dad

que

suby

ace

a la

dim

ensió

n de

ipse

idad

.

Junt

o co

n la

hip

nosis

, el s

ueño

fue

cons

ider

ado

un fe

nóm

eno

cara

cter

ístic

o de

l psiq

uism

o in

conc

ient

e. V

incu

lar e

l sue

ño c

on la

con

cien

cia

era

una

tare

a m

ás b

ien

absu

rda,

pue

s esta

sól

o ha

cía

pres

enci

a re

cién

nos

des

pertá

bam

os.

Cont

inua

ndo

la a

ntig

ua tr

adic

ión

de n

egar

la c

onci

enci

a du

rant

e el

sue

ño,

algu

nas t

eoría

s con

tem

porá

neas

seña

lan

que

el su

eño

no e

s más

que

la c

ons-

trucc

ión

a po

sterio

ri de

un

conj

unto

de

imág

enes

que

per

dura

n en

la m

emo-

ria a

pena

s nos

inco

rpor

amos

del

sue

ño. E

s dec

ir qu

e la

con

cien

cia

de h

aber

te

nido

un

sueñ

o no

es

más

que

el e

fect

o de

una

hist

oria

con

fabu

lada

en

el

mom

ento

del

des

perta

r. N

o ha

y ex

perie

ncia

del

sueñ

o, si

no só

lo re

cuer

do d

e ha

ber s

oñad

o, u

n re

cuer

do o

sens

ació

n qu

e ge

nera

la il

usió

n de

hab

er te

nido

nos p

erm

itirá

soste

ner l

a te

sis c

ontra

ria, a

sabe

r, qu

e la

conc

ienc

ia fe

nom

éni-

ca o

pera

en

la fo

rma

y el

con

teni

do d

e la

viv

enci

a on

írica

.

De

hech

o, e

ste d

ebat

e ac

erca

de

la n

atur

alez

a de

los s

ueño

s hac

e ec

o de

las

dife

renc

ias e

ntre

el fu

ncio

nalis

mo

y la

feno

men

olog

ía en

lo q

ue co

ncie

rne a

[ 222

][ 2

23 ]

la n

atur

alez

a de l

a con

cien

cia.

Por

ejem

plo,

en

la p

ostu

ra d

e D

enne

tt (1

976)

la

uni

cida

d y

cohe

renc

ia d

e la

exp

erie

ncia

no

es s

ino

el p

rodu

cto

de lo

s

más

no

cons

tituy

ente

del

sent

ido

de la

exp

erie

ncia

. Par

a la

feno

men

olog

ía

suce

de to

do lo

cont

rario

, la e

xper

ienc

ia co

ncie

nte o

pera

en la

sínt

esis

pas

iva

self

bási

co. E

n es

te o

rden

de i

deas

, el e

stud

io fe

nom

enol

ógic

o de

los s

ueño

s po

sibili

tará

una

pro

fund

izac

ión

en la

dis

tinci

ón d

e ni

vele

s, y

nos p

erm

itirá

ha

cer m

ás e

vide

nte

la d

ifere

ncia

que

hem

os tr

azad

o en

tre ip

seid

ad/a

genc

ia,

3. E

L SU

EÑO

O L

A C

ON

CIE

NC

IA A

PO

STE

RIO

RI

Todo

s lo

s se

res

hum

anos

sue

ñan,

y a

unqu

e ha

ya p

erso

nas

que

nieg

uen

este

hec

ho,

se s

abe

que

la d

ifere

ncia

rad

ica

en l

a ca

paci

dad

de r

ecor

-da

rlos.

Los

sueñ

os c

onst

ituye

n un

a re

gión

bas

tant

e am

plia

de

vive

ncia

s cu

ya f

orm

a y

cont

enid

o co

ntra

sta

con

la c

ualid

ad d

e la

con

cien

cia

en la

vi

gilia

. En

la re

visi

ón q

ue ll

evar

emos

a c

abo

sobr

e la

tem

átic

a de

los s

ue-

ños,

reen

cont

rare

mos

alg

unas

pro

blem

átic

as e

sboz

adas

en

lo re

fere

nte

a -le

za d

e la

con

cien

cia

en g

ener

al.

En p

rimer

a in

stan

cia,

inte

ntar

emos

aqu

í una

taxo

nom

ía d

e lo

s sue

ños

que,

a

pesa

r de n

o se

r exh

aust

iva,

nos

per

miti

rá to

mar

conc

ienc

ia d

e la

var

ieda

d,

com

plej

idad

e im

porta

ncia

del

fenó

men

o on

írico

:

mol

estia

corp

oral

(un

dolo

r est

omac

al, p

or ej

empl

o) es

tran

sfor

mad

a en

una

imag

en d

el su

eño

(un

golp

e o

una

puña

lada

).

2. T

radu

cció

n on

írica

de

un h

echo

rea

l: ha

y un

aco

ntec

imie

nto

del m

un-

do q

ue e

l soñ

ante

reel

abor

a en

la v

iven

cia

oníri

ca. U

no d

e lo

s ca

sos

más

co

noci

dos

es e

l de

Alfr

ed M

aury

, méd

ico

franc

és e

studi

oso

de lo

s su

eños

,

quie

n cu

enta

cóm

o un

a no

che,

mie

ntra

s do

rmía

, una

pie

za d

ecor

ativ

a de

su

cam

a se

des

pren

dió

de la

cab

ecer

a y

cayó

sob

re la

par

te d

e at

rás

de s

u cu

ello

. Mau

ry e

nton

ces s

oñó

que,

esta

ndo

en p

lena

revo

luci

ón fr

ance

sa, e

ra

cond

ucid

o a

la g

uillo

tina

y qu

e la

hoj

a de

esta

caí

a pr

ecis

amen

te s

obre

la

parte

de

atrá

s del

cue

llo.

3. L

os s

ueño

s qu

e, in

terp

reta

dos

por

la P

sicol

ogía

Pro

fund

a so

n re

aliz

a-ci

ones

de

dese

os, s

egún

la c

once

pció

n fr

eudi

ana,

o d

e ac

uerd

o a

la in

ter-

pret

ació

n ju

ngui

ana,

son

sue

ños

pros

pect

ivos

, est

o es

, ant

icip

acio

nes

de

oper

acio

nes

de c

onci

enci

a fu

tura

. En

este

sen

tido,

alg

unos

sue

ños

pued

en

tam

bién

pue

den

ser c

ompe

nsat

orio

s en

el s

entid

o de

que

la a

ctiv

idad

psí

-

cont

enid

os q

ue so

n re

prim

idos

por

la c

onci

enci

a.

4. S

ueño

s de c

arác

ter a

rque

típic

o: so

n lo

s sue

ños a

los q

ue se

ded

ica

de m

a-ne

ra p

refe

renc

ial e

l aná

lisis

jung

uian

o. S

e tra

ta d

e viv

enci

as o

níric

as en

que

em

erge

n co

nten

idos

sim

bólic

os d

e ca

ráct

er u

nive

rsal

men

te c

ompa

rtido

, y

de lo

s cua

les e

l suj

eto

no re

cuer

da h

aber

los a

sim

ilado

em

píric

amen

te.

5. S

ueño

s pr

ofét

icos

: est

a es

una

tem

átic

a ce

ntra

l tan

to d

e la

s re

ligio

nes

com

o de

la c

once

pció

n po

pula

r ace

rca

de lo

s sue

ños(7

4).

6. E

l sue

ño c

read

or: a

quí n

o só

lo in

clui

mos

los

sueñ

os q

ue p

osee

n un

a co

n- -gi

lia. E

n es

te se

ntid

o, h

ay v

ario

s cas

os re

fere

ntes

a la

solu

ción

de

prob

lem

as

mat

emát

icos

. Se s

uele

men

cion

ar el

caso

del

quí

mic

o al

emán

, F.A

. Keu

lé V

on

benz

ol a

par

tir d

e un

sueñ

o do

nde

vio

una

serp

ient

e qu

e se

mor

día

la c

ola.

(74)

La

preo

cupa

ción

orig

inal

de

los A

ntig

uos

estu

vo e

nfoc

ada

en la

inte

rpre

taci

ón p

rofé

tica

imag

en p

osib

le d

el su

eño

se le

adj

udic

aba

un se

ntid

o un

iver

sal.

En la

mod

erni

dad,

Fre

ud re

in-

por l

a ló

gica

del

inco

ncie

nte,

cad

a su

jeto

pro

duce

sím

bolo

s que

repr

esen

tan

dive

rsos

pro

ceso

s de

ord

en p

síqu

ico.

[ 224

][ 2

25 ]

7. S

ueño

s de

tipo

exi

sten

cial

: est

a cl

ase

de s

ueño

s son

abo

rdad

os p

or B

in- -

los

sueñ

os d

e ca

ída,

est

a se

ent

iend

e en

tant

o sí

mbo

lo d

e in

mer

sión

en la

tri

stez

a o

la d

eses

pera

nza.

soña

nte

es c

onci

ente

de

que

está

soña

ndo

y as

í log

ra a

ltera

r alg

unos

con

te-

nido

s a v

olun

tad.

Por

su p

artic

ular

idad

, est

e fen

ómen

o on

írico

con

stitu

ye e

l te

ma

del s

igui

ente

cap

ítulo

.

agot

ar la

s mod

alid

ades

de l

a viv

enci

a on

írica

en

esta

sist

emat

izac

ión.

Ant

es

bien

, se

trata

de

mos

trar

cuál

es s

on lo

s tip

os d

e su

eños

que

las

dist

inta

s pe

rspe

ctiv

as to

man

com

o ob

jeto

de

inve

stig

ació

n pa

ra e

labo

rar

su te

oría

. La

s ide

as q

ue c

ada

teor

ía c

onst

ruye

en

torn

o al

sueñ

o se

bas

an e

n la

exc

lu-

sión

de

cier

to c

lase

de

sueñ

os o

de

tem

átic

as re

spec

tivas

que

no

entra

n en

su

“vi

sión

de

mun

do”.

A p

artir

de

la e

xpos

ició

n y

disc

usió

n de

la te

oría

de

Den

nett

acer

ca d

e la

nat

ural

eza

de lo

s su

eños

, ten

drem

os la

opo

rtuni

dad

de m

ostra

r cóm

o la

dis

tinci

ón d

e ni

vele

s de

con

cien

cia

(ipse

idad

/age

ncia

) qu

e he

mos

pla

ntea

do e

n el

cap

ítulo

de

la h

ipno

sis,

resu

lta ú

til a

la h

ora

de

capt

ar a

lgun

as c

uest

ione

s de

la v

iven

cia

oníri

ca e

n re

fere

ncia

al n

ivel

de

unid

ad d

el sí

-mis

mo.

3.1.

For

mas

de

abor

dar

el su

eño

(195

6), c

ritic

a lo

que

él d

enom

ina

la v

ersi

ón c

lási

ca d

e lo

s su

eños

. Seg

ún

esta

ver

sión

, asu

mid

a po

r Aris

tóte

les,

Des

carte

s, K

ant,

Rus

sell

y Fr

eud,

los

sueñ

os s

on e

xper

ienc

ias

conc

ient

es q

ue a

cont

ecen

dur

ante

el s

ueño

, exp

e-

para

est

a co

ncep

ción

, los

sueñ

os c

onsi

sten

en

sens

acio

nes,

pens

amie

ntos

e

impr

esio

nes u

sual

men

te c

ompu

esto

s en

narr

ativ

as m

ás o

men

os c

oher

ente

s qu

e tie

nen

luga

r en

la c

onci

enci

a, a

unqu

e en

cie

rto s

entid

o el

soñ

ante

es

inco

ncie

nte

dura

nte

la v

iven

cia.

De

hech

o, b

uena

par

te d

e la

inve

stig

ació

n

La id

ea c

entra

l de

la p

ostu

ra d

enne

ttian

a se

sop

orta

en

el h

echo

de

que

la

may

oría

de l

os su

eños

los r

ecor

dam

os y

no

los e

xper

ienc

iam

os en

el p

rese

nte

de la

viv

enci

a on

írica

. En

este

sent

ido,

las d

os p

rimer

as c

lase

s de

sueñ

os q

ue

hem

os d

istin

guid

o se

util

izan

com

o pr

ueba

de e

sta te

sis. S

e han

hec

ho ex

peri-

men

tos d

onde

se ap

lican

estím

ulos

al d

urm

ient

e (go

tas d

e agu

a, p

or ej

empl

o),

y lu

ego

la p

erso

na re

lata

en

su su

eño

un c

onte

nido

oní

rico

dond

e el

estí

mul

o ha

sido

elab

orad

o en

una

imag

en m

eton

ímic

a (la

per

sona

se b

aña

en u

na ca

s-ca

da).

No

está

de m

ás e

voca

r la

expe

rienc

ia d

e M

aury

don

de e

s evi

dent

e que

la

viv

enci

a on

írica

reco

nstru

ye e

n el

a p

oste

riori

el e

stím

ulo

pres

enta

do. D

e ac

uerd

o a

Den

nett,

la v

ersió

n cl

ásic

a no

pue

de d

ar c

uent

a de

este

fenó

men

o sin

o es

al p

reci

o de

ace

ptar

una

sup

uesta

pre

cogn

ició

n, e

s de

cir,

que

si lo

s su

eños

se c

ompo

nen

de co

rrien

tes d

e ex

perie

ncia

que

ocu

rren

en la

don

ació

n in

med

iata

del

pre

sent

e, la

elab

orac

ión

que s

e lle

va a

cabo

sobr

e los

estím

ulos

de

l ent

orno

físic

o (la

par

te d

e la c

ama q

ue se

tran

sfor

ma e

n la

gui

llotin

a oní

ri-ca

) ten

dría

luga

r com

o un

a pr

ecog

nici

ón d

e lo

que

va

a su

cede

r.

Cie

rtam

ente

, par

a es

te ti

po d

e su

eños

la id

ea d

e D

enne

tt re

sulta

bas

tant

e co

nvin

cent

e. L

a ex

perie

ncia

de

soña

r es a

quí u

na il

usió

n de

la c

onst

rucc

ión

a po

sterio

ri qu

e ha

cem

os d

e lo

s sue

ños.

Lo e

senc

ial d

e la

exp

erie

ncia

oní

ri-ca

, o m

ejor

, de

su il

usió

n, o

bede

ce p

rinci

palm

ente

a p

roce

sos

inco

ncie

ntes

de

mem

oria

que

une

n fr

agm

ento

s ai

slad

os d

e se

nsac

ione

s, se

ntim

ient

os y

re

pres

enta

cion

es d

entro

de

una

tram

a m

ás o

men

os c

oher

ente

. Seg

ún D

en-

nett,

los s

ueño

s pod

emos

repr

esen

tarlo

s con

la im

agen

de

un c

aset

e o b

anco

repr

oduc

irlo

o tra

tar d

e na

rrar

lo, a

med

ida

que

trans

curr

e el

día

, el s

ueño

de q

ue e

l sue

ño a

cont

ece

dura

nte

la fa

se R

EM, D

enne

tt le

adj

udic

a a

esta

fa

se e

l pro

ceso

de

com

posi

ción

oní

rica(7

5).

(75)

o fa

ses d

e ac

tivac

ión

cere

bral

que

se c

orre

laci

onan

con

cie

rtos e

stad

os d

e co

ncie

ncia

en

el p

ro-

ceso

del

sue

ño. D

e es

te m

odo,

a m

edid

a qu

e en

tram

os e

n la

s fa

ses

del s

ueño

, se

prod

uce

una

pérd

ida

inic

ial d

e co

ncie

ncia

resp

ecto

del

mun

do e

xter

no, l

o cu

al s

e as

ocia

con

una

dis

min

u-ci

ón e

n lo

s niv

eles

del

EEG

llam

ado

esta

dio

I. A

unqu

e la

con

cien

cia

del m

undo

se d

esva

nece

,

pued

en d

arse

sue

ños

corto

s cu

yos

cont

enid

os p

arte

n de

las

vive

ncia

s de

l est

ado

prev

io d

e vi

-gi

lia. L

uego

los n

ivel

es d

e ac

tivac

ión

dism

inuy

en to

daví

a m

ás, d

e ta

l for

ma

que

la c

onci

enci

a de

sapa

rece

por

com

plet

o, u

na v

ez q

ue e

l cer

ebro

blo

quea

la tr

ansm

isió

n tá

lam

o-co

rtica

l de

las

seña

les

inte

rnas

y e

xter

nas.

Los

esta

dios

II, I

II y

IV d

el s

ueño

se

cara

cter

izan

...

[ 226

][ 2

27 ]

En la

últi

ma

vers

ión

de s

u te

oría

, Den

nett

sugi

ere

que

dura

nte

el e

stad

io

REM

hay

var

ios

proc

esos

que

dis

curr

en e

n pa

rale

lo, n

ingu

no d

e el

los

está

ad

entro

o f

uera

de

la c

onci

enci

a. A

l des

perta

r, m

últip

les

hist

oria

s pu

eden

se

r ens

ambl

adas

al s

elec

cion

ar u

na d

e la

s po

sibl

es tr

amas

a tr

avés

de

los

resi

duos

de

mem

oria

que

per

man

ecen

. La

vive

ncia

oní

rica

es e

nton

ces s

ólo

una

de la

s m

últip

les

hist

oria

s que

pod

rían

ser s

elec

cion

adas

. En

esta

teor

ía

de r

etro

-sel

ecci

ón, l

os s

ueño

s ta

mpo

co s

on c

orrie

ntes

de

expe

rienc

ia q

ue

pasa

n a

travé

s de

la m

ente

del

dur

mie

nte.

-ño

se

conc

iba

com

o un

a re

elab

orac

ión

a po

ster

iori

de c

ierto

s re

sidu

os d

e m

emor

ia e

imág

enes

dur

ante

el p

erío

do R

EM. S

in im

porta

r si s

e tra

ta d

e m

emor

ias

fals

as a

cerc

a de

alg

o qu

e ef

ectiv

amen

te n

o su

cedi

ó, lo

ese

ncia

l

ipse

idad

(76)

.

(75)

...po

r un

pred

omin

io d

e on

das l

enta

s. En

el e

stad

io IV

el c

ereb

ro al

canz

a su

grad

o m

áxim

o de

des

activ

ació

n. L

a con

cien

cia,

si e

s que

tien

e lu

gar e

n es

te e

stad

io, s

e lim

ita a

un

pens

amie

n-to

no-

prog

resi

vo d

e ba

jo n

ivel

. Aho

ra b

ien,

a lo

s pr

oces

os d

e de

sact

ivac

ión

cere

bral

que

van

de

sde

el e

stad

io I

al IV

les

suce

de u

na fa

se d

e ac

tivac

ión

perió

dica

del

EEG

cuy

a in

tens

idad

se

mej

a lo

s niv

eles

de

la v

igili

a. E

n es

ta fa

se s

e pr

esen

tan

los m

ovim

ient

os rá

pido

s de

los o

jos

(fas

e R

EM),

fenó

men

o qu

e pr

ecis

amen

te n

ombr

a es

te ti

po d

e ac

tivac

ión

cere

bral

, tam

bién

ca

ract

eriz

ada

por

la i

nhib

ició

n de

los

out

puts

mot

ores

. Se

ha

com

prob

ado

que

los

sueñ

os

ocur

ren

prin

cipa

lmen

te e

n es

ta fa

se. S

i una

per

sona

es

desp

erta

da e

n la

fase

REM

, de

segu

ro

rela

tará

alg

una

vive

ncia

oní

rica.

(7

6) E

sta

disc

usió

n ac

erca

de

los s

ueño

s con

tinúa

el d

ebat

e qu

e D

enne

tt (1

995)

ha

inst

aura

do

cont

ra la

idea

fen

omen

ológ

ica

de la

con

cien

cia.

Den

nett

adm

ite q

ue “

pare

cier

a ha

ber

feno

-m

enol

ogía

”, p

ero

en e

l fon

do e

sto

no e

s si

no u

na il

usió

n pr

oduc

to d

e lo

s si

stem

as re

pres

en-

taci

onal

es. L

a in

tuic

ión

de u

nida

d y

cohe

renc

ia e

n la

viv

enci

a de

l mun

do n

o es

más

que

un

subp

rodu

cto

de n

uest

ros

sist

emas

cog

nitiv

os, l

os c

uale

s op

eran

de

man

era

inco

ncie

nte.

Par

a so

porta

r esa

tesi

s, D

enne

tt tra

e a

cola

ción

el f

enóm

eno

Phi,

cara

cter

izad

o po

r una

per

cepc

ión

de c

ontin

uida

d y

cam

bio

grad

ual e

n do

s lu

ces

de d

istin

to c

olor

que

est

án fí

sica

men

te s

epar

a-da

s. S

e co

nsid

eran

ent

once

s do

s hi

póte

sis

al re

spec

to: o

bie

n in

vent

amos

fals

as m

emor

ias

de

habe

r vis

to e

l cam

bio

de c

olor

en

la m

arch

a, a

un c

uand

o no

teng

amos

una

con

cien

cia

sens

oria

l

rees

critu

ra a

pos

terio

ri de

la h

isto

ria),

o po

r el c

ontra

rio s

í ten

emos

una

con

cien

cia

sens

oria

l ge

nuin

a, a

unqu

e re

trasa

da, d

e la

luz

mov

iénd

ose

cont

inua

men

te y

cam

bian

do d

e co

lor,

en v

ir-tu

d de

una

suer

te d

e pr

oces

o de

edi

ción

en

curs

o qu

e re

llena

la in

form

ació

n fa

ltant

e y

pres

enta

un

pro

duct

o ac

abad

o a

la m

ente

(est

a es

la h

ipót

esis

sta

lines

ca e

n re

fere

ncia

a la

s ev

iden

cias

re

cién

ela

bora

das

que

se p

rese

ntab

an e

n lo

s ju

icio

s a

Stal

in q

ue, a

pes

ar d

e su

fra

udul

enci

a,

hací

an p

rese

ncia

inm

edia

ta en

la c

orte

). Po

r su

parte

, la

feno

men

olog

ía n

o co

mpa

rte el

supu

es-

to q

ue D

enne

tt cr

itica

resp

ecto

a la

exp

erie

ncia

sens

oria

l, do

nde

supu

esta

men

te te

ndría

mos

...

3.2.

Fen

omen

olog

ía d

e lo

s sue

ños

Empe

cem

os p

or r

econ

ocer

que

la

parti

cipa

ción

de

la s

ubje

tivid

ad e

n

resa

ltada

por

la p

sico

logí

a pr

ofun

da (F

reud

y Ju

ng e

spec

ialm

ente

), só

lo

que

el é

nfas

is e

stab

a pu

esto

en

lo I

ncon

cien

te c

omo

aque

l asp

ecto

del

evita

r las

com

plic

acio

nes

teór

icas

alre

dedo

r del

con

cept

o de

inco

ncie

n-te

, ya

sea

freu

dian

o o

jung

uian

o, n

os in

tere

sa a

ntes

que

nad

a po

ner

de

en la

con

stitu

ción

del

sen

tido

de la

viv

enci

a on

írica

(77)

. Con

side

ram

os

que,

a p

esar

de

las

dife

renc

ias,

hay

una

sut

il co

rres

pond

enci

a en

tre e

l in

conc

ient

e de

la p

sico

logí

a pr

ofun

da y

la d

imen

sión

de

ipse

idad

com

o

¿De

qué

man

era

oper

a la

con

cien

cia

en la

con

stitu

ción

del

sen

tido

de la

vi

venc

ia o

níric

a? E

l prim

er p

aso

en la

inda

gaci

ón fe

nom

enol

ógic

a co

nsis

te

en u

n tra

bajo

de

desc

ripci

ón q

ue n

os p

erm

itirá

ext

raer

, med

iant

e su

cesi

vas

(76)

Ant

es b

ien,

par

a la

feno

men

olog

ía, l

a co

ntin

uida

d pe

rcib

ida

en e

l fen

ómen

o Ph

i es u

n ej

empl

o de

las s

ínte

sis p

asiv

as q

ue c

onst

ituye

n la

don

ació

n in

med

iata

del

mun

do. A

ún e

n el

pla

no m

ás

bási

co d

e la

per

cepc

ión

sens

oria

l la

conc

ienc

ia o

pera

en

la e

stru

ctur

ació

n te

mpo

ral d

e la

exp

e-

(77)

-ci

ón p

síqu

ica:

el d

eseo

que

bus

ca e

xpre

sars

e, e

s la

repr

esen

taci

ón d

e un

a m

oció

n co

rpor

al q

ue,

en su

cam

ino

a la

satis

facc

ión,

enc

uent

ra la

s res

iste

ncia

s de

las i

nsta

ncia

s de

cens

ura.

La

fuen

-te

“in

conc

ient

e” d

e pr

oduc

ción

de

los s

ueño

s se

ve a

quí e

n la

tare

a de

def

orm

ar lo

s con

teni

dos

y co

nden

saci

ones

de

los

cont

enid

os la

tent

es) n

os p

erm

ite p

oner

de

relie

ve la

subj

etiv

idad

que

pa

rtici

pa e

n la

com

posi

ción

de

la v

iven

cia

oníri

ca. A

hora

bie

n, d

e ac

uerd

o a

Jung

, la

visi

ón

freu

dian

a de

lo in

conc

ient

e es

cau

salis

ta o

redu

ctiv

a po

rque

se c

onfo

rma

con

deve

lar u

n de

seo -

pect

iva

debe

ser c

ompl

emen

tada

con

la d

imen

sión

tele

ológ

ica

de lo

inco

ncie

nte:

si e

l soñ

ante

el

ige

una

imag

en e

n pa

rticu

lar,

en e

sa e

lecc

ión

yace

un

sent

ido

que

conc

iern

e a

la to

talid

ad

de l

a pe

rson

a. L

a fu

nció

n de

lo

“inc

onci

ente

” en

el s

ueño

ope

ra e

n un

sen

tido

liber

ador

y

com

pens

ador

de

la su

bjet

ivid

ad, t

oda

vez

que

esta

se h

a co

nden

sado

alre

dedo

r de

una

limita

da

busc

ando

la in

tegr

ació

n de

cie

rtos

aspe

ctos

con

cern

ient

es a

la p

erso

na q

ue s

on re

chaz

ados

o

[ 228

][ 2

29 ]

redu

ccio

nes,

la e

stru

ctur

a in

man

ente

de

las

vive

ncia

s on

írica

s. E

n es

te

sent

ido,

una

prim

era

pist

a no

s la

ofr

ece

Des

carte

s qu

ien,

al i

nter

roga

rse

por

el a

ntig

uo d

ilem

a de

la d

istin

ción

ent

re v

igili

a y

sueñ

o -¿

Cóm

o sa

-be

mos

que

al e

star

des

pier

tos

no s

egui

mos

soñ

ando

?- s

eñal

a qu

e el

pen

-sa

mie

nto,

dur

ante

el s

ueño

, no

se e

nlaz

a co

n la

s vi

venc

ias

de la

mis

ma

man

era

que

en la

vig

ilia.

cont

enid

os q

ue s

e ha

ce p

rese

nte

a la

con

cien

cia.

Aun

que

en e

l sue

ño n

os

desc

onec

tam

os d

el e

ntor

no fí

sico

, hay

toda

vía

un n

ivel

de

conc

ienc

ia q

ue

su re

lativ

a fa

lta d

e co

here

ncia

, des

plie

gan

cier

to h

oriz

onte

de

sent

ido

para

el

suje

to so

ñant

e. E

s pre

ciso

seña

lar q

ue e

l mod

o de

don

ació

n de

las v

iven

-ci

as o

níric

as p

osee

una

cua

lidad

dife

renc

ial.

Mar

ía Z

ambr

ano

(cita

da p

or

Irib

arne

, 200

5), e

xpre

sa e

ste m

odo

de d

onac

ión

en lo

s sue

ños c

on e

l ver

bo

“asi

stir”

. Cua

ndo

deci

mos

que

“as

istim

os”

a nu

estro

s su

eños

, con

ello

se

sugi

ere

cier

ta c

ualid

ad p

asiv

a de

la v

iven

cia

oníri

ca.

una d

irecc

ión

impl

ícita

a la

viv

enci

a, si

bie

n no

hay

un

acto

del

iber

ativ

o qu

e pr

eced

a a l

a tom

a de

dec

isió

n: si

alg

uien

me p

ersi

gue

en el

sueñ

o, p

ues s

en-

cilla

men

te h

uyo

o lo

enf

rent

o. A

quí h

alla

mos

otra

ana

logí

a co

n el

cot

idia

no

“est

ar e

mbe

bido

en

un m

undo

” ca

ract

erís

tico

de la

vig

ilia.

Som

os c

onci

en-

cabo

cie

rto ti

po d

e ac

cion

es –

com

o cu

ando

subi

mos

una

esc

aler

a- si

n qu

e a

suce

de si

n lle

gar a

cue

stio

narlo

. La

conc

ienc

ia e

n lo

s sue

ños s

e ca

ract

eriz

a en

tonc

es p

or e

ste p

asiv

o at

estig

uar d

e la

viv

enci

a.

En e

ste

punt

o po

dem

os re

tom

ar lo

s cu

estio

nam

ient

os d

el s

ueño

en

tant

o ex

perie

ncia

con

cien

te. D

e ac

uerd

o a

lo q

ue h

emos

exp

uest

o en

el a

parta

-do

ant

erio

r, a

la fe

nom

enol

ogía

no

le in

tere

sa q

ue la

viv

enci

a se

sop

orte

so

bre

fals

as m

emor

ias.

En

este

sent

ido,

Hus

serl

nota

que

cua

ndo

soña

mos

ha

y al

go s

emej

ante

al p

erci

bir,

es d

ecir,

que

la v

iven

cia

oníri

ca s

e ac

om-

paña

de

una

certe

za q

ue le

es

inhe

rent

e y

la d

ota

de r

ealid

ad. P

odem

os

duda

r de

que

los

sueñ

os s

ean

inve

ncio

nes

de m

emor

ia, m

as n

o po

dem

os

duda

r de

que

los

sueñ

os h

ayan

sid

o so

ñado

s po

r nos

otro

s.

nues

tra c

onci

enci

a la

que

viv

e el

sue

ño. E

s m

ás, n

o só

lo te

nem

os c

on-

cien

cia

de q

ue e

l sue

ño e

stá

ocur

riend

o, s

ino

que

tam

bién

, la

tem

pora

li-da

d, c

omo

unid

ad si

ncró

nica

de

pasa

do, p

rese

nte

y fu

turo

, par

ticip

a en

la

horiz

onte

tem

pora

l que

se

extie

nde

tant

o al

pas

ado,

(po

r ej

empl

o, te

ne-

mos

la s

ensa

ción

de

habe

r per

dido

alg

o) c

omo

haci

a el

futu

ro (b

usca

mos

al

go o

alg

uien

con

un

prop

ósito

que

en

la m

ayor

ía d

e lo

s cas

os n

o es

muy

ex

plíc

ito).

De

esta

form

a, s

eñal

amos

cóm

o la

dim

ensi

ón d

e ip

seid

ad e

stá

Es c

ierto

que

dur

ante

el s

ueño

tien

e lu

gar u

na ra

dica

l dis

cont

inui

dad

del -

cien

cia

de l

as f

ases

no-

REM

, no

tam

os q

ue l

as v

iven

cias

oní

ricas

nos

in

volu

cran

en

las

situ

acio

nes

y se

nsac

ione

s m

ás b

izar

ras

resp

ecto

de

la

pers

onas

abs

olut

amen

te d

istin

tas,

pues

llev

amos

a c

abo

acci

ones

impe

n-sa

bles

dur

ante

la v

igili

a, s

ino

que

tam

bién

som

os y

nos

sen

timos

com

o al

go a

lter a

la id

entid

ad p

erso

nal.

El n

ivel

de

conc

ienc

ia q

ue te

nem

os e

n lo

s su

eños

dep

ende

de

la s

ensa

ción

de

cont

inui

dad

y co

here

ncia

del

sel

f

De

acue

rdo

a es

te c

riter

io d

e un

idad

del

sel

f, co

nsid

eram

os q

ue p

lant

ear

la d

ifere

ncia

de

la c

ualid

ad d

e la

con

cien

cia

dura

nte

los

sueñ

os c

omo

un p

robl

ema

de in

tens

idad

de

las

imág

enes

res

ulta

des

atin

ado

desd

e la

pe

rspe

ctiv

a fe

nom

enol

ógic

a. A

l ha

cer

refe

renc

ia a

la

inte

nsid

ad d

e la

s im

ágen

es p

reci

sam

ente

se d

eja

de la

do a

l act

o qu

e da

sent

ido

a lo

s con

te-

nido

s de

conc

ienc

ia. S

i bie

n es

cie

rto q

ue h

ay a

lgun

os su

eños

cuy

os c

on-

teni

dos

son

más

vív

idos

que

otro

s, de

tal f

orm

a qu

e po

dem

os e

voca

rlos

tiem

po d

espu

és d

e qu

e ha

n ac

onte

cido

, la

sens

ació

n de

viv

idez

no

es u

na

func

ión

de la

inte

nsid

ad o

mag

nitu

d de

las

imág

enes

, sin

o qu

e m

ás b

ien,

es

ta o

bede

ce a

cie

rto g

rado

de

unid

ad d

el s

í-mis

mo

que

sopo

rta la

viv

en-

conc

ienc

ia. I

nten

tare

mos

hac

er e

xplíc

ita e

sta

idea

a tr

avés

del

tem

a de

los

[ 230

][ 2

31 ]

sueñ

os lú

cido

s, a

quel

las

vive

ncia

s on

írica

s en

que

el s

ujet

o es

con

cien

te

de e

star

soña

ndo.

3.2.

1. E

l sue

ño lú

cido

o la

con

cien

cia

del a

hora

En c

ontin

uida

d co

n la

dis

cusi

ón a

cerc

a de

l sue

ño c

omo

expe

rienc

ia c

on-

cien

te, l

a in

vest

igac

ión

en to

rno

a lo

s sue

ños l

úcid

os v

ino

a de

mos

trar q

ue

efec

tivam

ente

los s

ueño

s ocu

rren

en

la fa

se R

EM, y

que

si b

ien

se p

uede

cual

no

se n

iega

la id

ea fe

nom

enol

ógic

a de

con

cien

cia,

los s

ueño

s lúc

idos

so

n, e

n to

do e

l sen

tido

del t

érm

ino:

“ex

perie

ncia

con

cien

te”,

es

deci

r, vi

-ve

ncia

s qu

e en

la in

med

iate

z de

su

dona

ción

pue

den

ser t

emat

izad

as p

or

En e

ste

sent

ido,

res

ulta

per

tinen

te c

itar

las

inve

stig

acio

nes

de S

teph

en -

tigac

ione

s, so

bre

los

sueñ

os lú

cido

s só

lo s

e te

nía

certe

za e

n el

pla

no e

x-pe

rienc

ial.

Hab

ía d

iario

s de

sueñ

os c

omo

los d

e Va

n Ee

den

(Eed

en c

itado

po

r Lab

erge

, 199

0) d

onde

se

desc

ribía

el d

ecur

so d

e es

tas

expe

rienc

ias. -

cono

cía

por

com

plet

o pu

es e

ra c

onsi

dera

do c

omo

un im

posi

ble.

Rec

or- -

der y

resp

onde

r de

man

era

sele

ctiv

a a

cier

tos

estím

ulos

. Est

e cr

iterio

de

terc

era

pers

ona,

segú

n el

cua

l el s

ujet

o no

era

con

cien

te si

no

era

capa

z de

in

tera

ctua

r con

los e

stím

ulos

del

ent

orno

, est

able

cía

que

la c

onci

enci

a no

po

día

ocur

rir e

n lo

s sue

ños.

Con

trario

a e

llo, l

os e

xper

imen

tos

de L

aber

ge r

evel

an q

ue, a

un e

stan

do

en e

l sue

ño, u

na p

erso

na e

s cap

az d

e da

r cue

nta

de s

u ex

perie

ncia

oní

rica

en la

inm

edia

tez

de s

u m

anife

stac

ión,

por

med

io d

e se

ñale

s y

estím

ulos

elab

orad

a po

r La

berg

e se

sirv

ió d

e do

s so

ñado

res

lúci

dos

que,

a p

artir

de

un

acue

rdo

prev

io, d

aría

n un

a se

rie d

e se

ñale

s al

exp

erim

enta

dor

en

el m

omen

to d

e al

canz

ar la

luci

dez

oníri

ca. R

esul

ta q

ue, a

exc

epci

ón d

el

mov

imie

nto

ocul

ar y

la re

spira

ción

, en

los e

stad

os d

el su

eño

todo

nue

stro

cuer

po s

e ha

lla p

aral

izad

o(78)

. Lab

erge

(19

81)

tení

a no

ticia

de

algu

nas

inve

stig

acio

nes d

onde

se d

emos

traba

que

el m

ovim

ient

o de

los o

jos

en e

l su

eño

a ve

ces c

oinc

idía

con

el m

ovim

ient

o ob

serv

able

de

las p

upila

s. A

pues

, se

esta

blec

ió p

ara

los s

oñad

ores

lúci

dos u

na su

erte

de

códi

go m

orse

co

n m

ovim

ient

os o

cula

res d

e de

rech

a a

izqu

ierd

a pa

ra in

dica

r el m

omen

-to

en

que

alca

nzar

an la

luci

dez,

con

lo

cual

se

pudo

det

erm

inar

que

el

sueñ

o cu

yo n

ivel

de

activ

ació

n ig

uala

y h

asta

sob

repa

sa a

l de

la v

igili

a.

expe

rienc

ias

conc

ient

es q

ue ti

enen

luga

r en

la in

med

iate

z de

l pre

sent

e,

y no

sim

ples

rec

onst

rucc

ione

s en

el a

pos

terio

ri co

mo

lo p

lant

ea la

teo-

ría d

enne

ttian

a de

“re

tro-s

elec

ción

”. D

e un

mod

o ca

si f

orza

do, D

enne

tt (1

976)

inte

nta

incl

uir l

os su

eños

lúci

dos d

entro

de

su te

oría

, pro

poni

endo

qu

e ha

y ca

sos e

n lo

s que

el p

roce

so d

e co

mpo

sici

ón se

inse

rta a

sí m

ism

o en

el

rela

to o

níric

o, d

e la

mis

ma

man

era

que

es p

osib

le u

na n

arra

ción

ac

erca

del

pro

ceso

de

la n

arra

ción

mis

ma.

A e

ste

resp

ecto

no

hace

fal

ta

más

que

evo

car

aque

l est

udio

de

Labe

rge

dond

e se

mid

e la

con

cien

cia

del t

iem

po e

n el

sue

ño lú

cido

, enc

ontra

ndo

que

esta

no

es m

uy d

istin

ta a

la

con

cien

cia

de d

urac

ión

tem

pora

l en

la v

igili

a(79)

. Par

a el

lo, l

a pe

rson

a co

ntab

a de

sde

1001

has

ta 1

010

(cor

resp

ondi

ente

a la

med

ida

obje

tiva

de

de p

upila

.

Ant

es q

ue a

dopt

ar la

hip

ótes

is d

enne

ttian

a en

que

la c

ualid

ad e

xper

ienc

ial

del s

ueño

lúci

do (

ser

conc

ient

e de

ntro

del

sue

ño)

es o

tro e

ngañ

o de

los

mec

anis

mos

inco

ncie

ntes

de

com

posi

ción

, res

ulta

más

con

sist

ente

, apo

-ya

dos

en la

s in

vest

igac

ione

s de

Lab

erge

, ceñ

irnos

al r

epor

te d

e pr

imer

a pe

rson

a de

que

la lu

cide

z on

írica

con

lleva

la m

anife

stac

ión

de o

tro n

ivel

(78)

Est

e ci

erre

de

los

inpu

ts s

enso

riale

s y

los

outp

uts

mot

ores

obe

dece

a u

n pr

oces

o in

hibi

-to

rio e

n la

s ne

uron

as m

otor

as q

ue tr

ansp

orta

n la

s ór

dene

s de

mov

imie

nto

a lo

s m

úscu

los,

y cu

mpl

e la

func

ión

de im

pedi

r la

tradu

cció

n de

las

acci

ones

oní

ricas

en

acci

ones

real

es (H

ob-

son,

200

6).

(79)

Asi

mis

mo,

se

ha p

odid

o de

term

inar

, por

med

io d

e té

cnic

as d

e to

mog

rafía

y m

edic

ión -

plo)

gen

eran

la m

ism

a ac

tivac

ión

cere

bral

si l

a co

mpa

ram

os c

on la

s ac

cion

es d

el e

stad

o de

vi

gilia

.

[ 232

][ 2

33 ]

de c

onci

enci

a en

el d

ecur

so d

e la

viv

enci

a on

írica

. Par

a ha

cer

just

icia

al

mét

odo

feno

men

ológ

ico

que

resa

lta l

a pe

rspe

ctiv

a de

prim

era

pers

ona,

expe

rienc

ial d

e es

te fe

nóm

eno:

Lo in

tere

sant

e de

est

e fe

nóm

eno

es q

ue, a

dem

ás d

el “

dars

e cu

enta

” qu

e m

arca

el i

nici

o de

la lu

cide

z on

írica

, el s

ujet

o de

scub

re q

ue p

uede

alte

rar

y co

ntro

lar a

lgun

os c

onte

nido

s de

l sue

ño. T

al y

com

o lo

mue

stra

el r

elat

o ci

tado

, la

pers

ona

es in

unda

da c

on s

entim

ient

os d

e lib

erta

d y

sens

acio

nes

esté

ticas

cuy

a in

tens

idad

alc

anza

n a

deja

r una

hue

lla en

la c

onci

enci

a de

vi-

A d

ifere

ncia

de

los

otro

s su

eños

que

ráp

idam

ente

se

olvi

dan,

los

sueñ

os

lúci

dos s

e pr

esta

n co

n m

ayor

faci

lidad

a la

rem

emor

ació

n co

ncie

nte.

En e

ste

punt

o no

s ve

mos

con

duci

dos

a pl

ante

ar d

os d

imen

sion

es d

e co

n-ci

enci

a que

resp

ectiv

amen

te se

corre

spon

den

con

el su

eño

lúci

do y

el su

eño

norm

al. E

n es

te ú

ltim

o op

era

la d

imen

sión

bás

ica

de la

exp

erie

ncia

con

-

de c

onte

nido

s on

írico

s a

los

cual

es “

asist

imos

” pa

siva

men

te. S

omos

con

-

“Me h

alla

ba en

el c

ampo

, en

un á

rea

abie

rta,

cua

ndo

mi e

spo-

sa se

ñaló

hac

ia e

l ata

rdec

er. A

l mir

arlo

, pen

sé: ‘

Qué

ext

raño

, nu

nca

ante

s ha

bía

vist

o co

lore

s com

o es

os’.

Y en

tonc

es m

e di

cu

enta

: ‘D

ebo

esta

r so

ñand

o’, n

unca

ant

es h

abía

exp

erim

en-

tado

tal c

lari

dad

y pe

rcep

ción

–lo

s co

lore

s er

an ta

n be

llos

y el

sen

tido

de li

bert

ad ta

n so

brec

oged

or q

ue e

mpe

cé a

cor

rer

por

ese

herm

oso

cam

po d

e tr

igo

dora

do a

gita

ndo

mis

man

os

en e

l aire

y g

rita

ndo

tant

o co

mo

podí

a ‘¡

Esto

y so

ñand

o, e

stoy

so

ñand

o!’.

De

repe

nte,

per

dí e

l sue

ño. D

ebe

habe

r sid

o la

ex-

cita

ción

. Inm

edia

tam

ente

, me

desp

erté

. Ape

nas

repa

ré e

n lo

qu

e me

habí

a su

cedi

do, d

espe

rté

a m

i esp

osa

y le

dije

: ‘¡L

o lo

-gr

é, lo

logr

é! F

ui c

onci

ente

den

tro d

el s

ueño

, y n

unca

ser

é el

m

ism

o. E

s cur

ioso

cóm

o un

a pr

ueba

de

ello

pue

de a

fect

arle

a

uno

de e

sa m

aner

a. E

s la

libe

rtad

, me

imag

ino;

sen

timos

que

en

rea

lidad

tene

mos

el c

ontr

ol d

e nu

estro

pro

pio

univ

erso

.”

(Cita

do p

or L

aber

ge, 1

990,

p.5

)

-da

d qu

e es

truct

ura

las

vive

ncia

s on

írica

s. N

uestr

a co

ncie

ncia

viv

e pa

siva-

men

te e

l sue

ño si

n lle

gar a

tem

atiz

ar lo

que

soña

mos

. Aho

ra b

ien,

sobr

e ese

ni

vel b

ásic

o vi

ene

a so

brep

oner

se u

n ac

to q

ue p

osib

ilita

la a

uto-

conc

ienc

ia

del s

oñan

te. E

l “da

rse

cuen

ta”

que

dese

ncad

ena

la lu

cide

z on

írica

pue

de

acon

tece

r de

múl

tiple

s m

aner

as: l

a pe

rson

a re

para

en

una

de la

s m

últip

les

inco

here

ncia

s e

inco

ngru

enci

as d

e lo

s co

nten

idos

oní

ricos

y a

sí e

l suj

eto

vuel

ve s

obre

sí p

ara

infe

rir q

ue e

fect

ivam

ente

est

á so

ñand

o. S

in la

dis

tin-

sueñ

o no

tien

e ni

ngún

sent

ido,

ya

que

efec

tivam

ente

el s

ujet

o se

da

cuen

ta

de q

ue h

a es

tado

soña

ndo,

y d

e al

guna

man

era

sigu

e so

ñand

o.

Inte

rrog

ado

por u

n di

scíp

ulo

acer

ca d

e un

sueñ

o lú

cido

en

el c

ual s

e de

sar-

dist

ingu

ir en

su

rela

to e

ntre

el y

o so

ñado

y e

l yo

soña

nte,

cuy

a ap

aric

ión

mar

ca e

l pun

to d

e tra

nsic

ión

entre

el s

ueño

nor

mal

y e

l sue

ño lú

cido

. Nor

-m

alm

ente

suce

de q

ue e

l yo

desp

ierta

, se

da c

uent

a qu

e so

ñó, y

ent

once

s in-

tent

a re

cupe

rar e

l sue

ño a

trav

és d

e un

a na

rrac

ión.

Per

o en

un

sueñ

o lú

cido

ac

túan

al m

ism

o tie

mpo

el y

o so

ñant

e y

el s

oñad

o. D

e ah

í que

la lu

cide

z on

írica

sea

tan

difíc

il de

man

tene

r, pu

es u

na v

ez q

ue e

ntra

a o

pera

r la

auto

-co

ncie

ncia

impl

ícita

del

yo

soña

nte

que

es e

l sel

lo d

el e

stad

o de

vig

ilia,

el

esta

do d

e co

ncie

ncia

se b

alan

cea

entre

los d

os e

stado

s: o

bien

la p

erso

na se

de

spie

rta o

vue

lve

a en

trar e

n un

sueñ

o no

-lúci

do.

La d

istin

ción

entre

el y

o so

ñant

e y el

soña

do n

os p

erm

ite ad

elan

tar a

lgun

as -

cia.

Cre

emos

per

tinen

te p

lant

ear

una

dico

tom

ía a

cerc

a de

la n

atur

alez

a de

l sel

f: ¿E

s el s

í-mis

mo

una

func

ión

de u

nida

d de

la c

onca

tena

ción

de

las

vive

ncia

s? ¿

O m

ejor

dirí

amos

que

el s

í-mis

mo

es u

n pr

inci

pio

de id

enti-

dad

y ag

enci

a qu

e ga

rant

iza

la c

oher

enci

a y

unid

ad d

e m

is v

iven

cias

? En

cu

anto

a lo

s sue

ños n

o-lú

cido

s pod

ría a

cept

arse

que

el s

elf i

nher

ente

a lo

s co

nten

idos

de

expe

rienc

ia o

níric

a no

alc

anza

la e

stab

ilida

d ne

cesa

ria p

ara

del s

elf s

oñad

o qu

e se

cor

resp

onde

con

el n

ivel

exp

erie

ncia

l de

la s

ubje

-tiv

idad

em

bebi

da e

n el

mun

do. S

in e

mba

rgo,

cua

ndo

en la

exp

erie

ncia

[ 234

][ 2

35 ]

tom

a re

lieve

la

dim

ensi

ón d

el y

o so

ñant

e, e

l se

lf ad

opta

una

pos

ició

n ac

tiva

y de

term

inan

te d

e la

exp

erie

ncia

.

Para

alg

unos

aut

ores

, la

luci

dez

oníri

ca n

o es

más

que

una

cue

stión

de

me-

ta-c

ogni

ción

. Per

o ca

be p

regu

ntar

se: ¿

Es a

caso

la lu

cide

z on

írica

un

esta

do

bien

del

vis

lum

bre

de u

n ni

vel d

e co

ncie

ncia

que

pre

ludi

a ci

erta

s po

sibi

li-da

des

del d

esar

rollo

per

sona

l? S

i bie

n tra

tare

mos

de

hace

r ex

plíc

ita e

sta

cues

tión

cuan

do p

rofu

ndic

emos

en

el c

aso

de la

s ex

perie

ncia

s m

ístic

as y

ex

tra-c

orpo

rale

s, po

r aho

ra p

odem

os se

ñala

r que

, al c

ompa

rar e

l sue

ño lú

ci-

do y

el n

o-lú

cido

, hay

una

rela

ción

ent

re e

l gra

do d

e pl

enitu

d de

la v

iven

cia

y la

ope

ranc

ia d

el sí

-mism

o co

mo

prin

cipi

o de

agen

cia

(aut

o-co

ncie

ncia

del

yo

soñ

ante

). Ve

mos

aqu

í la

emer

genc

ia d

e ot

ro n

ivel

o fu

nció

n de

la s

en-

dond

e la

sens

ació

n de

age

ncia

cum

ple

el p

apel

de

auto

-eng

año

o ilu

sión

de

tele

ológ

ico

de la

real

izac

ión

pers

onal

.

Este

sen

tido

del s

í-mis

mo

se o

pone

abi

erta

men

te a

la id

ea d

enne

ttian

a so

-br

e la

con

cien

cia,

don

de la

uni

cida

d de

la e

xper

ienc

ia o

sel

f no

es s

ino

el

prod

ucto

de

la re

pres

enta

ción

, un

epife

nóm

eno

de n

uest

ras

func

ione

s re

p-re

sent

acio

nale

s que

sim

plem

ente

agr

ega

la il

usió

n de

tene

r una

exp

erie

ncia

-

perm

iten

visl

umbr

ar o

tro n

ivel

del

sí-m

ism

o qu

e op

era

de m

aner

a de

term

i-na

nte

en e

l aqu

í y e

l aho

ra d

e la

exp

erie

ncia

.

Aho

ra b

ien

¿Cóm

o en

tend

er q

ue u

na to

ma d

e con

cien

cia a

cerc

a del

cará

cter

no

-real

de l

o qu

e apa

rece

en

tant

o so

ñam

os, c

onlle

va a

que

el ca

mpo

de m

is

vive

ncia

s se

torn

e m

ás v

ívid

o? N

o ha

de

extra

ñarn

os q

ue L

aber

ge c

ompa

re

el su

eño

lúci

do c

on la

exp

erie

ncia

de

la il

umin

ació

n en

el b

udis

mo.

Seg

ún

Labe

rge

(199

0), e

l des

perta

r de

la c

onci

enci

a en

el s

ueño

lúci

do e

s aná

logo

a l

a exp

erie

ncia

de

la il

umin

ació

n bu

dist

a en

el se

ntid

o de

que

hay

un

nuev

o es

tado

de

auto

-con

cien

cia,

don

de la

exp

erie

ncia

del

aho

ra “

min

dful

ness

pues

to q

ue a

cont

ece

la e

xper

ienc

ia d

e al

go q

ue e

n el

núc

leo

del s

í-mism

o de

splie

ga e

l hor

izon

te d

e po

sibi

lidad

es fá

ctic

as d

e re

aliz

ació

n pe

rson

al, e

s de

cir,

que

se p

onen

de

pres

ente

las

func

ione

s de

con

trol y

age

ncia

del

sel

f co

mo

lo v

erda

dera

men

te d

eter

min

ante

en

el se

ntid

o de

mis

viv

enci

as.

Esta

ana

logí

a se

sust

enta

tam

bién

en

el h

echo

de

que

los m

edita

dore

s, ta

nto

budi

stas

com

o yo

guis

, son

qui

enes

pre

sent

an u

na m

ayor

frec

uenc

ia d

e su

e-ño

s lú

cido

s. La

con

tinua

prá

ctic

a de

las

múl

tiple

s fo

rmas

de

med

itaci

ón, -

tivam

ente

gen

era

cam

bios

cua

litat

ivos

en

ésta

. Esp

ecia

lmen

te, e

l tip

o de

m

edita

ción

que

enf

atiz

a en

la e

xper

ienc

ia d

el a

hora

“min

dful

ness

” co

nduc

e al

des

arro

llo d

e un

a au

to-c

onci

enci

a im

pertu

rbab

le q

ue a

com

paña

per

ma-

Por

lo p

ront

o, d

ebem

os r

epar

ar e

n do

s as

pect

os d

e la

luc

idez

oní

rica:

au

nque

por

una

par

te e

l suj

eto

se s

ient

a m

ás in

volu

crad

o en

la v

iven

cia,

mis

mo.

¿En

qué

con

sist

e es

ta a

uto-

conc

ienc

ia?

¿A q

ué tr

ansf

orm

acio

nes

pued

e so

met

erse

? ¿C

uál e

s la

form

a y

func

ión

bási

ca d

e la

con

cien

cia

de

sí-m

ism

o? P

reci

sam

ente

, el e

stud

io d

e la

s ex

perie

ncia

s ex

tra-c

orpo

rale

s no

s pe

rmiti

rá d

emar

car

cier

tos

aspe

ctos

ref

eren

tes

a la

uni

dad

y pe

rma-

nenc

ia d

e la

con

cien

cia

de s

í-mis

mo.

Nue

stro

inte

rés

por l

a ex

perie

ncia

ext

ra-c

orpo

ral (

EEC

) se

circ

unsc

ribe

a la

tare

a de

ave

rigua

r, de

sde

una

pers

pect

iva

expe

rienc

ial,

en q

ué c

onsi

ste

una

vive

ncia

cuy

o co

nten

ido

prin

cipa

l rad

ica

en la

sen

saci

ón d

e se

para

-rs

e de

l cue

rpo

físic

o. A

ntes

de

lleva

r a

cabo

est

a in

daga

ción

, es

prec

iso

estu

diar

las f

orm

as e

n qu

e se

ha

inte

rpre

tado

la e

xper

ienc

ia ex

tra-c

orpo

ral

que

las

EEC

han

per

tene

cido

de

man

era

casi

exc

lusi

va a

los

ámbi

tos

de

lo re

ligio

so y

eso

téric

o, p

ues

en e

llos

se la

s co

nsid

erab

a co

mo

la p

rueb

a

[ 236

][ 2

37 ]

expe

rienc

ial d

e la

dua

lidad

ont

ológ

ica

entre

alm

a y

cuer

po (

Met

zing

er,

expe

rienc

ias s

uele

n as

ocia

rse

a ci

erta

s pat

olog

ías p

sicó

ticas

y d

esor

dene

s ne

uron

ales

(ep

ileps

ias)

que

pre

sent

an m

últip

les

alte

raci

ones

o d

isoc

ia-

cion

es d

e la

imag

en c

orpo

ral.

Aqu

ella

s as

ocia

cion

es, y

a se

a co

n el

ám

bito

de

lo r

elig

ioso

o d

e lo

pa-

toló

gico

, se

enfo

can

en u

no u

otro

asp

ecto

de

la m

ultip

licid

ad d

e ex

perie

n-ci

as q

ue so

n de

nom

inad

as c

omo

expe

rienc

ias

extra

-cor

pora

les.

Por e

llo e

s ne

cesa

rio u

n tra

bajo

de

cara

cter

izac

ión

y di

fere

ncia

ción

que

pos

ibili

te u

n ac

erca

mie

nto

a la

par

ticul

arid

ad d

e es

ta e

xper

ienc

ia e

n lo

con

cern

ient

e a

nues

tro a

nális

is d

e la

con

cien

cia

feno

men

ológ

ica.

3.3.

1. L

as E

EC

natu

rale

s y e

l cri

teri

o ex

peri

enci

al

En u

n pr

imer

ace

rcam

ient

o, p

ropo

nem

os u

na d

istin

ción

ent

re E

EC n

atu- -

perie

ncia

s ind

ucid

as, y

a se

a m

edia

nte

susta

ncia

s psi

coac

tivas

o a

trav

és d

e es

timul

ació

n el

ectro

mag

nétic

a en

los l

óbul

os te

mpo

rale

s (Pe

rsin

ger,

2002

), la

s na

tura

les

se c

arac

teriz

an p

or s

er e

xper

ienc

ias

que

sobr

evie

nen

espo

n-tá

neam

ente

, sin

la m

edia

ción

de

sust

anci

a al

guna

que

alte

re la

din

ámic

a ce

rebr

al. G

ener

alm

ente

, las

con

dici

ones

que

con

duce

n a

una

EEC

nat

ural

su

elen

ser e

stado

s de p

rofu

nda r

elaj

ació

n co

mo

la fa

se h

ipna

gógi

ca(8

0) o

los

sueñ

os lú

cido

s. Si

n em

barg

o, a

dem

ás d

e aq

uello

s esta

dos d

e re

laja

ción

, las

EE

C n

atur

ales

tam

bién

pue

den

ocur

rir en

situ

acio

nes d

e es

trés,

oper

acio

nes

quirú

rgic

as o

acc

iden

tes

que

pone

n en

ries

go la

vid

a de

la p

erso

na, d

onde

pr

ecis

amen

te h

alla

mos

a la

s exp

erie

ncia

s cer

cana

s a la

mue

rte (E

CM

).

Suce

de q

ue a

lgun

as p

erso

nas l

lega

n a

desa

rrol

lar l

a ha

bilid

ad d

e in

duci

r la

expe

rienc

ia e

xtra

-cor

pora

l a v

olun

tad.

A e

stas

per

sona

s se

las c

onoc

e en

el

(80)

El e

stad

o hi

pnag

ógic

o se

car

acte

riza

por s

er e

l um

bral

de

conc

ienc

ia e

ntre

la v

igili

a y

el

técn

icas

que

apr

ovec

han

este

est

ado

para

indu

cir

la E

EC, i

nsis

ten

en la

per

sist

enci

a de

una

at

enci

ón d

espi

erta

sobr

e es

tos c

onte

nido

s sin

cae

r en

las t

ram

as d

el s

ueño

.

argo

t pop

ular

com

o “v

iaje

ros a

stra

les”

, ya

que

en s

u m

ayor

ía, i

nter

pret

an

la fo

rma

y el

con

teni

do d

e la

exp

erie

ncia

ext

ra-c

orpo

ral d

esde

la d

octri

-na

de

la p

roye

cció

n as

tral.

Esta

teo

ría e

stab

lece

la e

xist

enci

a de

var

ios

cuer

pos

que

guar

dan

rela

cion

es te

mpo

rale

s en

tre s

í, de

tal s

uerte

que

du-

rant

e el

sue

ño, e

l cue

rpo

astra

l, en

tant

o se

de d

e la

con

cien

cia,

se

liber

a de

l cue

rpo

mat

eria

l y v

iaja

a o

tros

mun

dos.

Valg

a aq

uí la

acl

arac

ión

que -

men

te a

la d

escr

ipci

ón d

e la

form

a de

la e

xper

ienc

ia, a

bste

nién

dono

s de

Así

es p

reci

so re

cono

cer q

ue la

razó

n de

la a

cept

ació

n de

esta

teor

ía e

n la

s pe

rson

as q

ue ti

enen

exp

erie

ncia

s ex

tra-c

orpo

rale

s, ob

edec

e a

que

expr

e-sa

, has

ta ci

erto

pun

to, l

as fa

ses y

con

teni

dos s

ubje

tivos

de l

a EE

C. P

ero

en

últim

a in

stan

cia,

ha

de q

ueda

r cla

ro q

ue e

n un

a ex

perie

ncia

extra

-cor

pora

l no

hay

, efe

ctiv

amen

te, n

ada

que

ocur

ra fu

era

del c

uerp

o, lo

cua

l est

á ev

i- -ca

s sob

re la

per

cepc

ión

extra

-sen

soria

l, so

porta

da e

n la

supu

esta

“pr

oyec

-ci

ón”

del c

uerp

o as

tral.

La m

ayor

ía d

e la

s in

vest

igac

ione

s de

mos

traro

n qu

e la

s pr

eten

dida

s ha

bilid

ades

par

apsi

coló

gica

s (c

omo

la p

erce

pció

n ex

tra-s

enso

rial),

nor

mal

men

te a

soci

adas

a e

stas

exp

erie

ncia

s, pe

rtene

cían

-re

, 198

4). A

sim

ism

o, h

ubo

un b

uen

núm

ero

de e

xper

imen

tos q

ue fr

acas

a-ro

n al

inte

ntar

med

ir o

dete

ctar

, por

med

io d

e fo

togr

afía

s y

apar

atos

que

ca

ptab

an o

ndas

ele

ctro

mag

nétic

as d

e al

ta f

recu

enci

a, s

i ef

ectiv

amen

te

algo

sal

ía d

el c

uerp

o du

rant

e un

a EE

C.

Teni

endo

en

cuen

ta n

uest

ro in

teré

s po

r la

des

crip

ción

de

la E

EC d

esde

un

a pe

rspe

ctiv

a de

prim

era

pers

ona,

recu

rrim

os a

los

deno

min

ados

“vi

a-je

ros

astra

les”

(M

onro

e, 1

995)

, ya

que

una

lect

ura

críti

ca d

e su

s re

lato

s pe

rmite

cer

nir c

ierta

regu

larid

ad e

n la

exp

erie

ncia

ext

ra-c

orpo

ral.

De

esta

fo

rma,

es

posi

ble

dist

ingu

ir tre

s fas

es o

mom

ento

s de

la E

EC:

a) L

a pr

imer

a fa

se q

ue h

ace

refe

renc

ia a

l pro

ceso

de

sepa

raci

ón d

el c

uer-

po, s

e ge

nera

prin

cipa

lmen

te a

trav

és d

e lo

s es

tado

s hi

pnag

ógic

os o

por

m

edio

de

un s

ueño

lúci

do. S

i se

trata

de

la tr

ansi

ción

de

un s

ueño

lúci

do

a un

a EE

C, e

l pro

ceso

con

sist

e en

un

desv

anec

imie

nto

conc

ient

e de

los

[ 238

][ 2

39 ]

-lis

is d

el s

ueño

. Tal

y c

omo

vim

os e

n el

apa

rtado

sob

re e

l sue

ño, d

uran

te

aque

l est

ado,

la p

arte

sen

sorio

-mot

ora

qued

a su

spen

dida

o d

esac

tivad

a,

pues

así

se

evita

que

los

mov

imie

ntos

en

el s

ueño

se

tradu

zcan

en

ac-

cion

es m

otor

as d

el c

uerp

o. L

o in

tere

sant

e de

exp

erie

ncia

r aq

uel e

stad

o es

que

, si b

ien

la p

erso

na n

o si

ente

su

cuer

po, p

erm

anec

e un

res

iduo

de

conc

ienc

ia, u

na c

onci

enci

a de

sí-m

ism

o cu

ya p

rimer

a re

acci

ón e

s de

sor-

pres

a y

angu

stia

. Lue

go d

e su

pera

r el e

stad

o de

par

ális

is, e

l sig

uien

te p

aso

cons

iste

en

un d

espl

azam

ient

o vo

lunt

ario

o e

spon

táne

o de

est

e nú

cleo

de

conc

ienc

ia, c

on lo

cua

l se

cum

ple

el p

roce

so d

e se

para

ción

.

b) A

hora

bie

n, u

na v

ez c

onsu

mad

a la

sep

arac

ión,

por

lo g

ener

al s

uced

e

son

posi

bles

var

ias

form

as d

e la

exp

erie

ncia

, pue

s re

sulta

que

la p

erso

na

pued

e ve

r o

no e

l cue

rpo

del c

ual s

e se

para

. Es

más

, est

e nú

cleo

del

sí-

mis

mo

pued

e, o

bie

n ad

opta

r un

a fo

rma

exte

nsa,

o tr

atar

se d

e un

mer

o pu

nto

de lu

z, a

lgo

que

sim

plem

ente

obs

erva

en

el e

spac

io. T

al v

aria

ción

extra

-cor

pora

les

asom

átic

as y

par

asom

átic

as d

epen

dien

do d

e si

la p

erso

-na

per

cibe

o n

o el

cue

rpo

del c

ual s

ient

e qu

e se

sepa

ra.

Otro

asp

ecto

inte

resa

nte

de e

sta

fase

con

sist

e en

que

el

espa

cio

que

la

conc

ienc

ia “

desi

ncor

pora

da”

perc

ibe

es u

na su

erte

de

repr

oduc

ción

más

o

este

asp

ecto

lo q

ue h

a al

imen

tado

la c

reen

cia

en la

s cap

acid

ades

“pa

raps

i-co

lógi

cas”

de

los “

viaj

eros

ast

rale

s”, p

ues s

e cr

eía

que

tení

an la

cap

acid

ad

de e

xplo

rar e

l mun

do in

depe

ndie

ntem

ente

del

cue

rpo

físic

o, s

in ll

egar

a

cons

ider

ar q

ue e

ste

mun

do n

o fu

ese

sino

una

pro

yecc

ión

o es

quem

a de

la

real

idad

cre

ado

únic

amen

te p

or la

con

cien

cia.

c) Y

por

últi

mo,

la te

rcer

a fas

e de

la ex

perie

ncia

que

con

cier

ne e

nter

amen

te

al “

viaj

e as

tral”

, pue

s la

per

sona

se

trasl

ada

a ot

ros

mun

dos

nunc

a an

tes

soña

dos

o im

agin

ados

. Hay

que

res

alta

r qu

e no

se

trata

úni

cam

ente

de

la

expe

rienc

ia d

e la p

osib

ilida

d de

otro

s mun

dos,

sino

de l

a viv

enci

a fác

tica d

e ot

ras “

real

idad

es”

cuya

s for

mas

y c

onte

nido

s no

tiene

n un

sím

il co

n lo

que

ha

sta

ese

mom

ento

ha

vivi

do la

per

sona

. Dur

ante

esta

fase

, la

expe

rienc

ia

extra

-cor

pora

l pue

de a

dqui

rir la

tona

lidad

y e

l car

ácte

r de

una

expe

rienc

ia

mís

tica

tant

o po

r la

sens

ació

n de

uni

dad

que

emba

rga

al su

jeto

com

o po

r la

trans

form

ació

n qu

e ge

nera

la e

xper

ienc

ia e

n la

per

sona

lidad

(81)

.

Por a

hora

, lo

que n

os in

tere

sa re

tene

r de l

a des

crip

ción

de l

a EEC

conc

iern

e

cuan

do te

nga

luga

r la

exp

erie

ncia

de

aban

dona

r el

cue

rpo.

Res

pect

o a

la

terc

era

fase

deb

emos

tene

r en

cue

nta

que

los

cont

enid

os d

e es

te t

ipo

de

expe

rienc

ias

sem

ejan

en

buen

a m

edid

a lo

s co

nten

idos

de

un s

ueño

lúci

-do

, pue

s co

mo

ya v

imos

, el s

oñad

or lú

cido

des

cubr

e qu

e pu

ede

proy

ecta

r ci

erto

s pai

saje

s, pe

rson

ajes

o sí

mbo

los.

Por t

anto

es v

álid

o pr

egun

tars

e qu

é di

stin

gue

una e

xper

ienc

ia ex

tra-c

orpo

ral d

e un

sueñ

o lú

cido

, ya q

ue e

n úl

ti-m

a in

stan

cia d

uran

te u

na v

iven

cia

oníri

ca ta

mpo

co te

nem

os u

na c

onci

enci

a ex

plíc

ita d

el c

uerp

o, y

los c

onte

nido

s de

la e

xper

ienc

ia p

uede

n po

seer

una

in

tens

idad

que

los a

cerc

a a

las e

xper

ienc

ias m

ístic

as. A

pes

ar d

e la

s sim

ili-

tude

s en

tre lo

s do

s es

tado

s de

con

cien

cia,

es

plau

sibl

e se

ñala

r que

en

una

expe

rienc

ia e

xtra

-cor

pora

l la

certe

za su

bjet

iva

hace

que

el m

undo

“pr

esen

- -ño

s lúc

idos

, de

la in

tuic

ión

de u

n m

undo

soña

do e

n re

laci

ón a

un

yo so

ñan-

te, s

ino

más

bie

n de

la v

iven

cia

de u

n sí-

mism

o qu

e se

enc

uent

ra d

isoc

iado

de

alg

unos

com

pone

ntes

de

la c

onci

enci

a co

rpor

al. F

unda

men

talm

ente

, la

cual

idad

exp

erie

ncia

l de

una

EEC

se d

ifere

ncia

de

un s

ueño

lúci

do p

orqu

e en

est

e úl

timo

no se

da

la se

nsac

ión

de se

para

ción

del

cue

rpo.

Esta

cua

lidad

exp

erie

ncia

l de

las E

EC ta

mbi

én p

odem

os h

alla

rla e

n la

s ex-

perie

ncia

s cer

cana

s a la

mue

rte (E

CM

). G

ener

alm

ente

, las

EC

M s

obre

vie-

nen

lueg

o de

suf

rir f

uerte

s ac

cide

ntes

o p

asar

por

con

dici

ones

cer

ebra

les

en la

s qu

e el

suj

eto

estu

vo a

l bor

de d

e la

mue

rte. E

n lo

que

con

cier

ne a

la

expe

rienc

ia d

e sa

lir d

el c

uerp

o, lo

s su

jeto

s re

lata

n ha

ber

vist

o có

mo

eran

op

erad

os y

asi

mis

mo

dan

cuen

ta d

e al

guna

s de

las

conv

ersa

cion

es y

ob-

jeto

s qu

e pe

rcib

iero

n m

ient

ras

esta

ban

en u

na s

ituac

ión

de a

nest

esia

tota

l

(81)

De

este

tipo

de

expe

rienc

ia d

an c

uent

a Car

l Jun

g (1

996)

y S

usan

Bla

ckm

ore

(198

2). B

lac-

un li

bro

dedi

cado

a e

ste

fenó

men

o, c

uya

intro

ducc

ión

es p

reci

sam

ente

el r

elat

o en

prim

era

pers

ona

de la

EEC

. Por

su p

arte

, la

expe

rienc

ia d

e Ju

ng e

stá

cont

enid

a en

su a

utob

iogr

afía

, y a

[ 240

][ 2

41 ]

Ade

más

de

esta

car

acte

rístic

a, la

s EC

M p

rese

ntan

una

ser

ie d

e as

pect

os

en d

iver

sas

cultu

ras.

Entre

los

elem

ento

s m

ás re

curr

ente

s ha

llam

os: a

) la

de s

u ex

iste

ncia

y f

) la

pér

dida

del

mie

do a

la m

uerte

com

o un

o de

los

efec

tos

más

pos

itivo

s y

dura

dero

s de

la e

xper

ienc

ia. A

unqu

e ta

mbi

én e

s pr

ecis

o re

cono

cer

que

no to

das

las

ECM

pre

sent

an e

stas

car

acte

rístic

as

posi

tivas

, pue

s ha

y al

guna

s en

que

los

cont

enid

os d

e la

exp

erie

ncia

ad- -

Espe

cial

men

te,

las

ECM

se

cara

cter

izan

por

ser

viv

enci

as d

e pr

ofun

da

la p

erso

na q

ue la

viv

e. Y

no

sólo

se

trata

de

una

reel

abor

ació

n en

torn

o a

la id

entid

ad y

los

proy

ecto

s de

rea

lizac

ión

pers

onal

, sin

o ta

mbi

én d

e un

a

gene

ra fu

erte

s com

prom

isos c

on lo

s otro

s a tr

avés

de

sent

imie

ntos

de

bon-

Por l

o ta

nto,

adem

ás d

el cr

iterio

de l

a per

siste

ncia

en la

uni

dad

del s

í-mism

o pa

ra c

arac

teriz

ar a

las E

EC, i

nclu

imos

est

e as

pect

o de

tran

sfor

mac

ión

de la

pe

rson

alid

ad. E

l cam

bio

que

se d

espr

ende

de e

ste t

ipo

de ex

perie

ncia

s es d

e -za

, sin

o de

un

mej

oram

ient

o, p

or lo

men

os d

e un

a m

ayor

coh

eren

cia

o in

te-

grid

ad re

spec

to d

e la

per

sona

que

has

ta e

se m

omen

to h

abía

sido

: ¿C

ómo

es

los

inte

rese

s pe

rson

ales

del

suj

eto?

La

trans

form

ació

n po

sitiv

a de

la id

en-

tidad

per

sona

l con

stitu

ye e

nton

ces

el s

egun

do c

riter

io p

ara

dife

renc

iar l

as

De

acue

rdo

a la

car

acte

rizac

ión

que

prop

onem

os,

es p

osib

le t

raza

r un

a

algu

nos

auto

res

entre

la E

EC y

cie

rta a

fecc

ión

aluc

inat

oria

que

de

algú

n m

odo

sem

eja

la e

xper

ienc

ia e

xtra

-cor

pora

l. La

den

omin

ada

auto

scop

ia q

ue

proy

ecci

ón a

luci

nato

ria d

e un

dob

le c

orpo

ral e

n el

cam

po p

erce

ptua

l. La

vi

sión

del

dob

le c

orpo

ral v

iene

mat

izad

a po

r la

sen

saci

ón d

e ex

trañe

za y

ci

erta

am

bigü

edad

: la

pers

ona

sabe

que

se

trata

de

una

parte

de

sí m

isma,

pe

ro le

es a

l mis

mo

tiem

po c

ompl

etam

ente

aje

na.

una

EEC

, ya

que

en e

lla n

o en

cont

ram

os e

l crit

erio

exp

erie

ncia

l que

resa

l-ta

mos

en

el p

rese

nte

traba

jo, a

sab

er, q

ue e

senc

ialm

ente

, una

exp

erie

ncia

ex

tra-c

orpo

ral c

onsi

ste e

n la

sen

saci

ón s

ubje

tiva

de s

epar

arse

del

cue

rpo.

En

la b

ase

de e

ste c

riter

io ex

perie

ncia

l ubi

cam

os la

sens

ació

n de

uni

dad

del

sí-m

ism

o, e

s de

cir,

que

sin

impo

rtar l

as v

aria

cion

es a

l niv

el d

e la

imag

en

corp

oral

que

aco

mpa

ñen

la E

EC, l

o qu

e pe

rsis

te e

s un

a fo

rma

básic

a de

un

idad

del

sí-m

ism

o. E

n co

ntra

posic

ión

a la

aut

osco

pia

dond

e, a

l par

ecer

, ha

y un

a su

erte

de

rupt

ura

o di

soci

ació

n en

la u

nida

d de

l sí-m

ismo,

dur

ante

la

EEC

el s

ujet

o se

apr

ehen

de e

n ta

nto

unid

ad e

xper

ienc

ial,

inde

pend

ient

e-m

ente

de

una

imag

en c

orpo

ral.

Aun

que

pode

mos

hab

lar

de d

isoc

iaci

ón a

l niv

el d

e la

exp

erie

ncia

ext

ra- -

pone

ntes

de

la c

onci

enci

a co

rpor

al, t

al y

com

o oc

urre

, de

form

a an

álog

a,

en e

l cas

o de

la a

nalg

esia

hip

nótic

a, d

onde

el s

ujet

o se

hac

e lit

eral

men

te

expe

rienc

ia d

el d

olor

, per

o la

dis

ocia

ción

no

afec

ta la

con

tinui

dad

y un

i-ci

dad

bási

ca d

el sí

-mis

mo.

Ant

es b

ien,

exi

sten

alg

unos

cas

os d

e ex

peri

enci

as e

xtra

-cor

pora

les

que

sirv

en a

l pro

pósi

to d

e co

nser

var

y pr

oteg

er la

uni

dad

del s

í-mis

mo.

A -

ce (

2005

) ac

erca

de

pers

onas

que

en

su i

nfan

cia

fuer

on f

ísic

amen

te

apre

ndie

ron

a in

duci

r la

expe

rienc

ia e

xtra

-cor

pora

l com

o un

a fo

rma

de

defe

nsa

ante

el a

buso

físi

co, e

s de

cir,

que,

por

med

io d

e la

exp

erie

ncia

de

est

ar fu

era

del c

uerp

o, la

s pe

rson

as lo

grab

an s

epar

ar la

sen

saci

ón d

e

[ 242

][ 2

43 ]

3.3.

2. L

as E

EC

desd

e la

s neu

roci

enci

as

las

EEC

con

cue

stio

nes

pato

lógi

cas,

en

el c

ampo

de

las

neur

ocie

ncia

s pe

rviv

e el

mis

mo

inte

rés,

ya

que

las

EEC

se

conc

iben

com

o pa

tolo

gías

qu

e so

n pr

oduc

to d

e un

a le

sión

o a

ltera

ción

en

las

zona

s ce

rebr

ales

que

pa

rtici

pan

en la

inte

grac

ión

mul

tisen

soria

l. En

est

e se

ntid

o, la

s in

ves-

(200

2) t

iend

en a

mos

trar

que

la e

xper

ienc

ia c

onci

ente

del

sí-m

ism

o,

en ta

nto

que

se p

erci

be c

omo

embe

bido

en

un c

uerp

o, d

epen

de d

e un

a zo

na ll

amad

a “c

ruce

tem

poro

-par

ieta

l”, d

onde

ocu

rrirí

a la

int

egra

ción

m

ultis

enso

rial d

e lo

s ni

vele

s pr

opio

cept

ivo,

vis

ual y

mot

or, e

senc

iale

s

Se h

a de

mos

trado

que

la e

stim

ulac

ión

mag

nétic

a so

bre

esta

zon

a ce

rebr

al

gene

ra d

iver

sas

alte

raci

ones

del

sen

tido

corp

oral

, y e

n al

guno

s ca

sos,

las

pers

onas

rela

tan

la e

xper

ienc

ia d

e sa

lir d

el c

uerp

o (P

ersi

nger

, 200

2). E

stos

de

scub

rimie

ntos

refe

rent

es a

la d

esin

cron

izac

ión

en la

inte

grac

ión

sens

oria

l

corr

elat

o de

un

fenó

men

o en

que

la p

erso

na se

sien

te p

or fu

era

del c

uerp

o,

y si

n em

barg

o, p

ersi

ste

una

sens

ació

n co

rpor

al d

el sí

-mism

o.

Con

el p

ropó

sito

de u

bica

r el p

rinci

pal c

orre

lato

cer

ebra

l de

una

expe

rien-

cia

extra

-cor

pora

l, la

s inv

estig

acio

nes d

e B

lank

e ev

iden

cian

una

act

ivac

ión

anor

mal

en

la m

ism

a zo

na, t

anto

en

la ll

amad

a au

tosc

opia

com

o en

la E

EC

asom

átic

a, ra

zón

por l

a cu

al s

e es

tabl

ece

la m

enci

onad

a re

laci

ón. L

a id

ea

está

n re

laci

onad

os c

on u

na fa

lla a

l int

egra

r la

info

rmac

ión

visu

al, p

ropi

o-ce

ptiv

a y

táct

il re

spec

to a

l cue

rpo

prop

io (d

esin

tegr

ació

n en

el e

spac

io p

er-

sona

l) y

por

una

disf

unci

ón v

estib

ular

que

con

duce

a u

na d

esin

tegr

ació

n ad

icio

nal e

ntre

el e

spac

io p

erso

nal (

vest

ibul

ar) y

el e

xtra

pers

onal

(visu

al).

Am

bas

desi

nteg

raci

ones

son

nec

esar

ias

para

la o

curr

enci

a de

la E

EC y

la

auto

scop

ia. D

e he

cho,

Bla

nke

(200

2) p

lant

ea q

ue la

EEC

aso

mát

ica

es u

n pr

ecur

sor d

e la

alu

cina

ción

aut

oscó

pica

.

Ade

más

de

los e

stud

ios q

ue in

tent

an d

eter

min

ar la

s zon

as c

ereb

rale

s im

pli-

cada

s en

una

exp

erie

ncia

ext

ra-c

orpo

ral,

reci

ente

men

te s

e ha

des

arro

llado

de e

ste

mét

odo

es q

ue n

o re

quie

re d

e ni

ngún

med

io d

irect

o (s

usta

ncia

s psi

-co

activ

as o

est

imul

ació

n el

ectro

mag

nétic

a) p

ara

gene

rar l

a ex

perie

ncia

. Se

trata

, seg

ún lo

s exp

erim

enta

dore

s de l

a prim

era r

éplic

a exi

tosa

, de

una E

EC

en u

n co

ntex

to ex

perim

enta

l. O

laf B

lank

e y co

ls. (

2006

) dis

eñar

on u

n ca

sco -

gar d

istin

to a

l de

su c

uerp

o fís

ico.

Lo

más

inte

resa

nte

del e

xper

imen

to c

on-

sist

ía e

n qu

e un

a ve

z qu

e el

inve

stig

ador

toca

ba la

imag

en v

irtua

l, el

suje

to

real

men

te se

ntía

com

o si

estu

vier

an to

cand

o su

cuer

po fí

sico

. De n

uevo

, las

ár

eas

activ

adas

en

esas

tare

as e

stab

an u

bica

das

en lo

s ló

bulo

s te

mpo

rale

s,

Asi

mis

mo,

en

cuan

to a

las

expe

rienc

ias

cerc

anas

a la

mue

rte, a

lgun

os a

u-to

res,

inte

resa

dos

en la

exp

licac

ión

de la

s ca

usas

mat

eria

les

del f

enóm

e-no

, se

conf

orm

an c

on e

stab

lece

r que

las

ECM

no

son

más

que

el p

rodu

cto

Bla

ckm

ore

(199

4, 2

006)

tam

bién

arg

umen

ta a

fav

or d

e la

tesis

ant

erio

r, se

ñala

ndo

que

todo

s los

ele

men

tos d

e la

EC

M p

uede

n ex

plic

arse

si n

os re

-

la m

uerte

. Bla

ckm

ore

cons

ider

a qu

e la

s con

dici

ones

del

cer

ebro

en

el p

ro-

ceso

de

mor

ir, b

ien

pued

en e

xplic

ar la

s car

acte

rístic

as m

ás g

ener

ales

de

las

ECM

. De

esta

form

a se

sugi

ere

que

la a

noxi

a (f

alta

de

oxíg

eno)

da

cuen

ta

expe

rienc

ias

expl

icar

ía la

s em

ocio

nes

tan

inte

nsas

. Sin

em

barg

o, la

aut

ora -

long

ació

n de

la se

nsac

ión

de p

az e

n lo

s suj

etos

. Por

lo d

emás

, de

acue

rdo

a es

e m

odel

o no

hab

ría e

xplic

ació

n pa

ra la

s EC

M n

egat

ivas

que

invo

lucr

an

sent

imie

ntos

con

trario

s a la

ale

gría

y la

sere

nida

d.

la id

entid

ad q

ue e

stabl

ecen

ent

re la

aut

osco

pia

y la

EEC

. Efe

ctiv

amen

te, s

e tra

ta d

e la

act

ivac

ión

de la

mism

a zo

na c

ereb

ral,

el c

ruce

tem

poro

-par

ieta

l, pe

ro lo

s fe

nóm

enos

, tal

y c

omo

los

hem

os c

arac

teriz

ados

, son

radi

calm

ente

[ 244

][ 2

45 ]

dife

rent

es. T

al d

ifere

ncia

se

artic

ula

de m

aner

a fu

ndam

enta

l en

la se

nsac

ión

de u

nida

d de

l sí-m

ismo,

pue

s du

rant

e un

a EE

C s

e ge

nera

una

diso

ciac

ión

de a

lgun

os c

ompo

nent

es d

e la

con

cien

cia

corp

oral

, sin

que

la p

erso

na si

enta

am

enaz

ada

su id

entid

ad, c

ontra

rio a

lo q

ue su

cede

en

la a

utos

copi

a do

nde

la

unid

ad d

el s

elf

se e

ncue

ntra

frag

men

tada

. Igu

alm

ente

pod

emos

pla

ntea

r la

re

laci

ón, a

usen

te e

n la

aut

osco

pia,

ent

re la

uni

dad

del s

í-mism

o y

la c

apac

i-da

d de

age

ncia

dur

ante

una

EEC

, pue

s rec

orde

mos

que

bue

na p

arte

de

esta

s ex

perie

ncia

s, de

form

a an

álog

a a

los s

ueño

s lú

cido

s, pu

eden

ser i

nduc

idas

a

volu

ntad

y m

ás o

men

os c

ontro

lada

s en

su c

onte

nido

.

capt

ar la

dim

ensió

n de

tran

sfor

mac

ión

pers

onal

que

conl

leva

n es

tas e

xper

ien-

cias

, esp

ecia

lmen

te la

s ECM

que

se co

nvie

rten

en la

pos

ibili

dad

de u

na re

sig-

EEC

indu

cida

s, ni

muc

ho m

enos

en la

auto

scop

ia. E

sto v

ale a

simism

o pa

ra la

ex

perie

ncia

ext

ra-c

orpo

ral i

nduc

ida m

edia

nte

susta

ncia

s psic

oact

ivas

, la

cual

se

mej

a cua

litat

ivam

ente

los a

spec

tos d

e una

EEC

nat

ural

, y q

ue si

n em

barg

o,

no p

asa

de se

r una

exp

erie

ncia

tran

sitor

ia q

ue, e

n el

peo

r de

los c

asos

, pue

de

hasta

des

enca

dena

r fo

rmas

de

psic

osis

en p

erso

nas

con

afec

cion

es la

tent

es

o en

esta

do p

re-m

órbi

do. A

sí pu

es, v

emos

esb

ozar

se n

ueva

men

te e

l crit

erio

fu

ndam

enta

l de l

a sen

saci

ón d

e uni

dad

del s

í-mism

o y

las p

osib

les f

unci

ones

de

la c

onci

enci

a pu

esta

s de

relie

ve p

or su

cap

acid

ad d

e ge

nera

r exp

erie

ncia

s

Los e

stado

s de

conc

ienc

ia q

ue h

emos

estu

diad

o ha

sta e

l mom

ento

(hip

nosis

, su

eño,

sue

ño lú

cido

), no

s pe

rmite

n pu

ntua

lizar

alg

unas

cue

stion

es c

once

r-

en lo

s esta

dos m

enci

onad

os b

rilla

por

su a

usen

cia

la d

imen

sión

expe

rienc

ial

del c

uerp

o y

su p

artic

ipac

ión

en e

ste ti

po d

e vi

venc

ias.

Aun

que

pare

zca

pa-

radó

jico,

las

EEC

diri

gen

nues

tra m

irada

hac

ia la

sen

saci

ón d

e un

idad

del

sí-

mism

o en

tant

o em

bebi

da e

n el

cue

rpo:

seg

ún lo

s re

lato

s de

los

viaj

eros

as

trale

s y al

guno

s cas

os d

e exp

erie

ncia

s cer

cana

s a la

mue

rte, e

l sen

tirse

fuer

a de

l cue

rpo

conl

leva

, no

obsta

nte,

una

loca

lizac

ión

y un

des

plaz

amie

nto

expe

-rie

ncia

l del

foco

de

conc

ienc

ia.

inte

ntar

emos

un

ejer

cici

o de

inte

grac

ión

entre

los n

ivel

es d

e de

scrip

ción

psi-

coló

gica

y ce

rebr

al, r

eint

erpr

etan

do la

info

rmac

ión

que p

ropo

rcio

nan

las n

eu- -

les:

el e

sque

ma

y la

imag

en c

orpo

ral.

En e

l niv

el d

el e

sque

ma

corp

oral

, mis

m

ovim

ient

os c

onlle

van

una

afec

tivid

ad im

plíc

ita (d

elim

itada

por

los

plan

os

prop

ioce

ptiv

o, v

isual

y m

otor

) que

me

perm

ite u

bica

rlos

y co

ordi

narlo

s en

el

con

tinuo

esp

acio

-tiem

po p

ara

futu

ras

acci

ones

. Esta

form

a de

con

cien

cia

corp

oral

no

es re

pres

enta

cion

al y

ope

ra c

omo

eje

fund

amen

tal d

e m

i ser

-en-

una

form

a re

pres

enta

cion

al y

exp

lícita

men

te c

onci

ente

de

mi c

uerp

o.

De

acue

rdo

a la

s inv

estig

acio

nes d

e la

s neu

roci

enci

as, e

n la

s EEC

se p

rodu

-ce

una

alte

raci

ón e

n la

inte

grac

ión

de in

form

ació

n qu

e su

byac

e al

esq

uem

a co

rpor

al. D

uran

te e

l esta

do d

e pa

rális

is on

írica

, que

es l

a pr

inci

pal c

ondi

ción

de

la E

EC n

atur

al, l

a di

men

sión

básic

a de

afe

ctac

ión

deja

de

ser c

ausa

da p

or

los p

lano

s visu

al y

sens

orio

-mot

or, s

i bie

n pe

rman

ece

cier

ta a

fect

ació

n pr

o-ve

nien

te d

el p

lano

pro

pioc

eptiv

o. L

o qu

e no

s int

eres

a not

ar d

e esta

par

ticul

ar

cond

ició

n es

que

la d

esco

nexi

ón d

el m

undo

y d

e la

sens

ibili

dad

corp

oral

no

impi

de q

ue e

l suj

eto

aún

pose

a la

sens

ació

n de

sí-m

ismo

com

o un

idad

de

la

corri

ente

de

conc

ienc

ia.

La ip

seid

ad es

la d

imen

sión

cons

tituy

ente

, el p

lano

no

psic

ológ

ico

que a

nte-

cede

y p

osib

ilita

toda

expe

rienc

ia d

e uni

dad,

per

o no

se co

nstru

ye a

parti

r de

los s

entid

os. P

or e

so e

n la

EEC

el s

ujet

o pu

ede

no p

erci

bir s

u cu

erpo

físi

co,

ni ex

perim

enta

r una

sens

ació

n pa

rticu

lar,

y si

n em

barg

o se

sigu

e sin

tiend

o el

m

ism

o. L

a ips

eida

d es

tras

cend

enta

l(82)

, en

el se

ntid

o qu

e es l

a gar

antía

de l

a (8

2) El

sen

tido

del

térm

ino

“tra

scen

dent

al”

debe

des

linda

rse

aquí

de

cual

quie

r co

nnot

ació

n

impo

rtant

e da

do q

ue en

el s

igui

ente

apa

rtado

que

trat

a so

bre

las e

xper

ienc

ias m

ístic

as, e

l uso

del

rmin

o “t

rasc

ende

ntal

” sí

conc

iern

e al

sent

ido

de a

quel

lo q

ue v

a m

ás a

llá, q

ue “

trasc

iend

e” lo

s lím

ites d

e la

exp

erie

ncia

subj

etiv

a.

[ 246

][ 2

47 ]

unid

ad d

e la

s exp

erie

ncia

s y d

e la

s sen

saci

ones

, per

o no

se a

gota

ni e

n la

s se

nsac

ione

s, ni

en

la se

nsib

ilida

d de

l cue

rpo.

A e

ste

resp

ecto

cab

e ci

tar e

l -

más

mín

ima

sens

ibili

dad

de s

u pr

opio

cue

rpo,

la s

ensa

ción

de

unid

ad (s

u ip

seid

ad) n

o se

hab

ía a

ltera

do. D

e es

ta m

aner

a su

gerim

os q

ue la

ipse

idad

-ci

ones

sól

o se

rían

actu

aliz

acio

nes

y re

orga

niza

cion

es d

e es

a to

talid

ad e

n un

cue

rpo

que

se re

cono

ce c

omo

perte

neci

endo

a u

n "m

i" (a

l sel

f aut

obio

-

Se e

ntie

nde

ento

nces

que

a p

artir

de

una

vive

ncia

, don

de la

bas

e ex

pe-

rienc

ial d

el c

uerp

o vi

vido

est

á pr

ofun

dam

ente

alte

rada

, la

sens

ació

n de

l sí

-mis

mo

pued

a tra

nsfo

rmar

se h

asta

el p

unto

que

la id

entid

ad p

erso

nal -

cien

cia

corp

oral

en

la E

EC l

e co

rres

pond

en d

e m

aner

a in

elud

ible

un -

Es p

reci

sam

ente

por

una

ipse

idad

que

rom

pe e

l vín

culo

con

las

dim

ensi

o-ne

s es

paci

ales

y c

on la

s se

nsac

ione

s co

rpor

ales

que

la to

talid

ad s

e re

orga

-ni

za, s

in d

ejar

de

pose

er e

sa s

ensa

ción

de

tota

lidad

. Lo

que

se a

ltera

es

la

actu

aliz

ació

n co

n in

dica

dore

s par

ticul

ares

de

la se

nsac

ión,

lo c

ual h

ace

que

la u

nida

d de

la c

onci

enci

a ne

cesi

te re

orie

ntar

se c

on o

tras m

aner

as d

e se

ntir

A m

aner

a de

con

clus

ión

diría

mos

que

el e

stud

io d

e la

s EEC

pus

o de

relie

-ve

que

la e

xper

ienc

ia d

e es

tar f

uera

del

cue

rpo

era

posib

le e

n vi

rtud

de la

pe

rsis

tenc

ia e

n la

sen

saci

ón d

e un

idad

del

sí-m

ism

o (ip

seid

ad),

a pe

sar d

e no

dar

se u

na im

agen

cor

pora

l cor

resp

ondi

ente

o n

o es

tar e

n co

ntac

to c

on

el m

undo

. La

ipse

idad

con

stitu

ye e

nton

ces

la c

ondi

ción

de

posi

bilid

ad d

e cu

alqu

ier

expe

rienc

ia s

ubje

tiva

en l

a m

edid

a en

que

gar

antiz

a la

uni

dad

(sel

f) d

e to

da c

orrie

nte

de c

onci

enci

a. E

l sen

tirse

fuer

a de

l cue

rpo

no c

on-

lleva

una

alte

raci

ón d

e la

ipse

idad

, ant

es b

ien,

la p

one

de p

rese

nte

com

o di

men

sión

tras

cend

enta

l de

todo

suj

eto

de e

xper

ienc

ia. E

n co

ntra

ste,

las

expe

rienc

ias m

ístic

as n

os c

onfr

onta

n co

n un

a vi

venc

ia p

arad

ójic

a do

nde

el

self

pare

ce d

isol

vers

e o

fusi

onar

se c

on e

l mun

do, D

ios o

la N

ada,

y a

unqu

e te

nga

luga

r es

ta s

ensa

ción

de

unid

ad y

per

tene

ncia

con

alg

una

form

a de

to

talid

ad, e

l suj

eto

pare

ce n

o pe

rder

el f

unda

men

to d

e su

indi

vidu

alid

ad. -

tituy

e el

tem

a de

l sig

uien

te c

apítu

lo.

Con

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a no

s ve

mos

tent

ados

a p

lant

ear u

n ni

vel ú

ltim

o de

con

cien

cia:

con

cien

cia

cósm

ica,

abs

olut

a, p

ura,

no-

dual

, tra

scen

dent

e,

son

algu

nos d

e lo

s adj

etiv

os q

ue u

tiliz

an lo

s estu

dios

os d

el fe

nóm

eno

mís

-tic

o pa

ra re

ferir

se a

una

exp

erie

ncia

que

des

afía

los

leng

uaje

s y

esqu

emas

co

mun

es p

ara

vive

ncia

r la

real

idad

. Cua

lqui

era

sea

la fo

rma

en q

ue s

e ca

-ra

cter

ice

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a, l

a fe

nom

enol

ogía

de

esta

mod

alid

ad d

e la

con

cien

cia

resa

lta la

viv

enci

a de

pro

fund

a un

idad

, uni

ón o

dis

oluc

ión

emer

gien

do a

sí u

na id

entid

ad re

nova

da q

ue c

rista

liza

alre

dedo

r de

una

for-

ma

radi

calm

ente

dis

tinta

de

expe

rienc

iar e

l mun

do y

la a

lterid

ad.

Esta

car

acte

rizac

ión

cont

rast

a ab

ierta

men

te c

on a

lgun

as d

e la

s fo

rmas

en

que s

e ha

inte

rpre

tado

la ex

perie

ncia

mís

tica.

Par

a los

pro

pósit

os d

e nue

stro

tra

bajo

, pod

emos

dist

ingu

ir en

tre la

s ver

sion

es re

duct

ivas

don

de ag

rupa

mos

la

s te

oría

s qu

e vi

ncul

an e

l fen

ómen

o m

ístic

o co

n cu

estio

nes

pato

lógi

cas, -

pers

onal

es e

n lo

s que

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a cu

mpl

e un

pap

el fu

ndam

enta

l, ya

que

no

sólo

es l

a fo

rma

máx

ima

de la

viv

enci

a su

bjet

iva

sino

tam

bién

el

telo

s

3.5.

1. L

a ex

plic

ació

n de

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a

Es p

reci

so s

eñal

ar q

ue, s

alvo

alg

unas

exc

epci

ones

(Ja

mes

, 198

6), d

esde

su

s ini

cios

, tan

to la

psi

colo

gía

com

o la

psi

quia

tría

asoc

iaro

n lo

s fen

ómen

os

mís

ticos

con

el á

mbi

to d

e lo

psi

copa

toló

gico

. Seg

ún lo

s esq

uem

as te

óric

os

del p

sico

anál

isis

(Fre

ud, 1

973)

y la

psic

olog

ía d

el d

esar

rollo

(Pia

get,

1983

), -

[ 248

][ 2

49 ]

sis,

ya q

ue e

n es

ta a

fecc

ión

acon

tece

ría u

na re

gres

ión

psíq

uica

a la

s for

mas

pr

imor

dial

es e

n qu

e el

yo

se e

ncon

traba

indi

fere

ncia

do d

e la

mad

re, e

l ello

o

el m

undo

. Se

pens

aba

ento

nces

que

las

expe

rienc

ias

uniti

vas

rela

tada

s po

r los

mís

ticos

, ree

dita

ban

esos

mom

ento

s pr

imig

enio

s de

la fo

rmac

ión

yoic

a, e

l de

nom

inad

o “s

entim

ient

o oc

eáni

co”

(Fre

ud,

1973

), do

nde

no

exis

tía d

ifere

ncia

ción

ent

re lo

inte

rno

y lo

ext

erno

. De

acue

rdo

a es

ta c

on-

cepc

ión,

la v

iven

cia

del m

ístic

o no

era

más

que

una

alu

cina

ción

psi

cótic

a tra

nsito

ria y

lige

ram

ente

ate

nuad

a po

r la

circ

unst

anci

a de

que

el m

ístic

o, a

di

fere

ncia

del

psi

cótic

o, e

ra c

apaz

de

inte

ract

uar y

par

ticip

ar a

ctiv

amen

te

expe

rienc

ia m

ístic

a tie

ne p

ara

el su

jeto

, est

e tip

o de

ace

rcam

ient

os p

rete

n-dí

an e

xplic

ar, s

ino

la c

ausa

, por

lo m

enos

lo q

ue p

redi

spon

ía a

una

per

sona

a

sufr

ir un

a ex

perie

ncia

de

este

tipo

.

Alg

o se

mej

ante

pue

de d

ecirs

e de

l abo

rdaj

e qu

e re

aliz

an la

s neu

roci

enci

as -

mal

o p

atol

ógic

o es

tá im

plic

ado

en l

a pr

oduc

ción

de

esto

s fe

nóm

enos

. Se

gún

esta

s in

vest

igac

ione

s no

exi

ste

may

or d

ifere

ncia

ent

re l

os f

enó-

men

os m

ístic

os y

cie

rtas

man

ifest

acio

nes

obse

rvab

les

en p

acie

ntes

con

de

term

inad

o tip

o de

epi

leps

ia c

uya

sint

omat

olog

ía p

rese

nta

sens

acio

nes

de é

xtas

is y

sínt

omas

de

hipe

rrel

igio

sida

d(83)

. En

esto

s est

udio

s se

seña

la

insi

sten

tem

ente

que

el s

iste

ma

límbi

co, e

l sis

tem

a ce

rebr

al e

ncar

gado

de

lo e

moc

iona

l, es

la p

rinci

pal á

rea

conc

erni

da e

n la

man

ifest

ació

n de

los

indi

car e

se v

íncu

lo e

ntre

la e

xper

ienc

ia y

el c

ompo

nent

e em

ocio

nal,

con-

side

ram

os q

ue e

stos

hal

lazg

os e

nseñ

an p

oco

acer

ca d

e to

do lo

que

est

á en

ju

ego

en u

na e

xper

ienc

ia m

ístic

a.

Tal y

com

o lo

est

able

cim

os e

n lo

s ap

arta

dos

ante

riore

s, la

s lim

itaci

ones

de

las

neu

roci

enci

as e

n su

ace

rcam

ient

o a

la c

onci

enci

a so

n in

elud

ible

s

resu

ltan

apre

hens

ible

s med

iant

e la

exp

licita

ción

de

una

diná

mic

a ne

uron

al

(83)

Se

trata

de

cier

to ti

po d

e ep

ileps

ias e

n la

s que

el s

ujet

o m

uest

ra u

na p

rocl

ivid

ad e

xces

iva

a la

s ex

plic

acio

nes y

com

porta

mie

ntos

relig

ioso

s.

-to

res

ulta

per

tinen

te e

voca

r lo

s es

tudi

os d

e M

icha

el P

ersi

nger

(20

02)

con

un c

asco

que

em

itía

estim

ulac

ión

elec

trom

agné

tica

sobr

e el

sist

ema

límbi

co, g

ener

ando

así

en

los

suje

tos

sens

acio

nes

de le

vita

ción

, exp

e-rie

ncia

s ex

tra-c

orpo

rale

s, a

rreb

atos

de

éxta

sis

y de

más

man

ifest

acio

nes

asoc

iada

s co

n lo

mís

tico.

Con

eso

s re

sulta

dos,

Per

sing

er c

oncl

uyó

que

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a no

era

más

que

el p

rodu

cto

de u

na e

stim

ulac

ión

sobr

e ci

erta

est

ruct

ura

cere

bral

. Es

tos

resu

ltado

s tu

vier

on u

n fu

erte

co

ntra

ejem

plo

prov

enie

nte

de u

n ex

perim

ento

rea

lizad

o co

n R

icha

rd -

quill

eo e

n la

cab

eza.

He

aquí

por

qué

las

neur

ocie

ncia

s po

r sí s

olas

son

sus

mar

cos

expl

icat

ivos

(84)

.

(84)

Aho

ra b

ien,

no

todo

s lo

s ace

rcam

ient

os d

e la

s ne

uroc

ienc

ias

a la

con

cien

cia

son

redu

cti-

vos

en e

l sen

tido

arrib

a ex

pues

to. C

onte

mpo

ráne

amen

te, e

xist

e un

inte

nso

traba

jo d

e in

vest

i-ga

ción

en

torn

o a

la m

edita

ción

y la

s tra

nsfo

rmac

ione

s que

gen

era

en la

din

ámic

a y

estru

ctur

a ce

rebr

al, r

econ

ocie

ndo

así a

lgun

as d

e la

s car

acte

rístic

as p

ositi

vas d

e la

con

cien

cia

que

hem

os

Aus

tin, 2

007)

. En

esto

s es

tudi

os s

obre

med

itaci

ón s

e re

salta

, por

eje

mpl

o, la

cap

acid

ad d

e

lo q

ue a

su

vez

trans

form

a de

man

era

dura

dera

la c

ualid

ad d

e la

con

cien

cia

feno

mén

ica.

De

este

mod

o se

reco

noce

la d

istin

ción

ent

re d

imen

sion

es e

xper

ienc

iale

s y

sube

xper

ienc

iale

s de

la

con

cien

cia

sin

el á

nim

o de

redu

cir l

a un

a a

la o

tra, s

ino

más

bie

n de

com

pren

der l

as fo

rmas

de

rel

ació

n y

mut

ua d

eter

min

ació

n. L

o im

porta

nte

aquí

con

sist

e en

com

pren

der

a tra

vés

de

las

neur

ocie

ncia

s el

pas

o de

la m

era

cual

idad

de

la e

xper

ienc

ia e

n un

est

ado

med

itativ

o a

su c

oncr

eció

n en

una

car

acte

rístic

a pe

rman

ente

de

la p

erso

nalid

ad. P

or e

jem

plo,

la p

ráct

ica

de la

pre

senc

ia a

bier

ta c

ultiv

a un

a co

ncie

ncia

incr

emen

tada

de

la ip

seid

ad m

edia

nte

la c

ual

su p

arte

, los

pra

ctic

ante

s de

la m

edita

ción

del

min

dful

ness

apu

ntan

a e

xper

ienc

iar e

l aho

ra e

n su

pre

senc

ialid

ad, d

e ta

l sue

rte q

ue e

sta

med

itaci

ón a

fect

a lo

s pro

ceso

s ate

ncio

nale

s, di

smin

u-ye

ndo

las d

istra

ccio

nes t

ales

com

o el

mon

ólog

o in

terio

r o lo

s pe

nsam

ient

os d

el su

eño

diur

no.

Sint

etiz

ando

los r

esul

tado

s de

las m

últip

les i

nves

tigac

ione

s, de

cim

os q

ue la

med

itaci

ón tr

ans-

form

a lo

s ra

ngos

de

activ

idad

de

dist

inta

s ár

eas

o re

des

neur

onal

es q

ue tr

abaj

an d

e m

aner

a si

ncro

niza

da, y

que

se re

laci

onan

con

los a

spec

tos p

sico

lógi

cos q

ue e

fect

ivam

ente

se tr

ansf

or-

en lo

s med

itado

res a

vanz

ados

resp

ecto

a lo

s que

ape

nas i

nici

an u

na p

ráct

ica

med

itativ

a (L

utz,

et

. al,

2007

). Es

más

, el n

úmer

o de

hor

as d

e m

edita

ción

en

toda

la v

ida

de u

n pr

actic

ante

se

rela

cion

a co

n al

guna

s pro

pied

ades

osc

ilato

rias

de la

act

ivid

ad n

euro

eléc

trica

.

[ 250

][ 2

51 ]

Esta

for

ma

de a

cerc

amie

nto

a la

exp

erie

ncia

míst

ica

es a

nálo

ga a

las

in-

terp

reta

cion

es q

ue s

e ha

cen

de la

exp

erie

ncia

ext

ra-c

orpo

ral a

l vin

cula

rla -

gico

. En

este

sen

tido,

evo

cam

os e

l crit

erio

pro

pues

to a

cerc

a de

la u

nida

d de

l sí-m

ism

o y

su c

apac

idad

de

agen

cia

com

o un

a m

aner

a de

dife

renc

iar

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a ge

nuin

a de

otro

s fe

nóm

enos

que

sue

len

asoc

iars

e a

ella

. Pre

cisa

men

te, l

a fe

nom

enol

ogía

de

las

afec

cion

es p

sicó

ticas

mue

stra

un c

olap

so e

n la

sen

saci

ón d

e un

idad

del

sí-m

ism

o, u

na p

rogr

esiv

a fr

ag-

men

taci

ón e

n la

uni

dad

de la

con

cien

cia

y un

a pé

rdid

a de

la c

apac

idad

de

todo

lo q

ue im

plic

a un

a ex

perie

ncia

mís

tica,

car

acte

rizad

a po

r la

vive

ncia

pr

ofun

da d

e un

idad

, la

trans

form

ació

n po

sitiv

a de

la p

erso

nalid

ad e

n ta

nto

que

la c

onci

enci

a co

nduc

e a

una

aper

tura

hac

ia la

alte

ridad

, bie

n se

a a

tra-

vés d

e lo

s sen

timie

ntos

de

amor

o d

e co

mpa

sión

(Vel

asco

, 200

4).

3.5.

2. E

l tra

nspe

rson

alis

mo:

mís

tica

psic

ológ

ica

En la

his

toria

de

la p

sico

logí

a ap

arec

iero

n co

rrien

tes

de p

ensa

mie

nto

que

inte

ntar

on te

mat

izar

esto

s asp

ecto

s pos

itivo

s y tr

ansf

orm

ador

es d

e la

exp

e-rie

ncia

mís

tica.

De

este

mod

o, la

cor

rient

e hu

man

ista

que

surg

ió a

man

era

de re

acci

ón a

nte

los r

educ

cion

ism

os d

e la

conc

epci

ón c

ondu

ctis

ta y

psi

coa-

nalít

ica,

qui

so p

oner

de

pres

ente

toda

s la

s di

men

sion

es y

pot

enci

alid

ades

de

l ser

hum

ano

que

ofre

cían

form

as d

e lib

erac

ión

y tra

scen

denc

ia, e

n co

n-tra

de

los

dete

rmin

ism

os d

e to

da ín

dole

, ya

fuer

an b

ioló

gico

s o

psic

ológ

i-

(pea

k ex

perie

nces

) par

a des

igna

r ese

tipo

de

expe

rienc

ias q

ue p

odía

n re

mo-

la id

entid

ad s

ubje

tiva,

todo

lo c

ual i

mpl

icab

a un

a tra

nsfo

rmac

ión

posi

tiva

hast

a de d

escu

brir

un se

ntid

o pl

eno

de la

exi

sten

cia a

trav

és d

e sen

timie

ntos

de

uni

dad,

des

apeg

o, c

ompa

sión

y a

mor

.

Ant

es q

ue e

ntra

r en

el la

berin

to d

e la

s ca

ract

eriz

acio

nes

de la

exp

erie

ncia

(198

6). J

ames

pro

pone

cua

tro a

spec

tos

fund

amen

tale

s: a

) Ine

fabi

lidad

: la

impr

esió

n su

bjet

iva

de q

ue lo

s es

tado

s de

con

cien

cia

mís

tica

son

inco

mu-

la c

ual e

l mís

tico

se s

ient

e at

raíd

o po

r lo

s sí

mbo

los

y la

s pa

rado

jas

para

ex

pres

ar a

lgo

de s

u ex

perie

ncia

. b) C

ualid

ad n

oétic

a: lo

s es

tado

s de

con

-ci

enci

a m

ístic

a co

nlle

van

una

certe

za p

lena

por

par

te d

el s

ujet

o. E

s de

cir,

aunq

ue la

exp

erie

ncia

sea

inco

mun

icab

le, h

ay u

na d

imen

sión

de

cono

ci-

mie

nto

que

el su

jeto

ha

obte

nido

en

la e

xper

ienc

ia, y

que

es t

al v

ez la

bas

e pa

ra la

tran

sfor

mac

ión

pers

onal

que

de

ella

se d

espr

ende

. c) T

rans

itorie

dad:

la

exp

erie

ncia

mís

tica

no d

ura

muc

ho ti

empo

, y u

na v

ez d

esap

arec

ida,

sólo

pu

ede

repr

oduc

irse

de m

aner

a im

perf

ecta

. d) P

asiv

idad

: es l

a co

ndic

ión

del

lo c

ual n

o di

spon

e de

nin

gún

cont

rol v

olun

tario

.

Con

el r

eing

reso

de

este

tipo

de

expe

rienc

ias

en la

psi

colo

gía,

una

nue

va

corr

ient

e vi

no a

col

oniz

ar e

stos

fen

ómen

os y

a f

unda

r un

enf

oque

de

la

conc

ienc

ia h

uman

a, c

entra

do p

rinci

palm

ente

en

la f

unci

ón tr

asce

nden

te

de e

stas

exp

erie

ncia

s. Se

trat

a de

la p

sico

logí

a tra

nspe

rson

al q

ue s

ome-

occi

dent

al, d

e la

s ens

eñan

zas d

e sa

bidu

ría p

rove

nien

tes d

e cu

ltura

s orie

n-ta

les

tale

s co

mo

el Y

oga

o el

Bud

ism

o. E

n es

tas

tradi

cion

es e

spiri

tual

es,

la c

uest

ión

fund

amen

tal g

ira a

lrede

dor d

e la

bús

qued

a de

un

sent

ido

ab-

de la

con

cien

cia

de lo

s pro

ceso

s y d

eseo

s ego

icos

impl

icad

os e

n la

repr

o-du

cció

n de

l suf

rimie

nto

(Suz

uki,

1989

).

La p

sico

logí

a tra

nspe

rson

al r

etom

a al

guno

s pl

ante

amie

ntos

de

Jung

(1

981)

, qui

én v

eía

en lo

s fe

nóm

enos

de

conc

ienc

ia m

ístic

a el

mod

elo

de

lo q

ue R

. Otto

(198

0) ll

amab

a ex

perie

ncia

de

lo n

umin

oso.

La

fasc

inac

ión

y el

sen

timie

nto

de lo

trem

endo

con

stitu

yen

los

sign

os d

el e

ncue

ntro

con

lo

num

inos

o. E

stos

dos

sen

timie

ntos

indi

can

la e

xper

ienc

ia d

e al

go q

ue

esta

do d

e co

ncie

ncia

en

que

el s

ujet

o co

ncib

e al

go “

trasc

ende

nte”

, alg

o qu

e va

más

allá

de

los

límite

s co

mun

es d

e su

ego

: hay

una

sen

saci

ón d

e un

idad

con

el u

nive

rso,

el

mun

do, D

ios

o la

Nad

a -a

quí n

o im

porta

el

térm

ino

de l

a re

laci

ón, p

ues

esto

dep

ende

del

con

text

o cu

ltura

l en

que

oc

urre

la e

xper

ienc

ia (

Vela

sco,

200

4). P

ara

Jung

, es

la v

iven

cia

de e

sos

[ 252

][ 2

53 ]

cont

enid

os tr

asce

nden

tes

al s

ujet

o (e

s de

cir,

que

sobr

epas

an lo

s lím

ites

del e

go(8

5) ),

los

que

invi

tan

a la

con

cien

cia

a un

a nu

eva

inte

grac

ión

de

la p

erso

nalid

ad. E

sto

aplic

a ig

ualm

ente

tant

o pa

ra la

s co

nver

sion

es re

li-gi

osas

súb

itas

com

o pa

ra la

s pr

áctic

as q

ue b

usca

n de

man

era

prog

resi

va

alca

nzar

est

ados

de

conc

ienc

ia u

nitiv

a.

la p

sico

logí

a tr

ansp

erso

nal,

ha d

esar

rolla

do u

na c

once

pció

n ev

olut

iva

un n

ivel

tran

sper

sona

l(86)

real

idad

don

de s

e ha

n tra

scen

dido

los

esqu

emas

dua

lista

s en

tre

lo s

ub-

jetiv

o y

lo o

bjet

ivo,

lo in

divi

dual

y lo

soc

ial,

pues

la c

onci

enci

a ha

al-

abso

luta

. Com

o se

trat

a de

l niv

el ú

ltim

o de

l des

arro

llo d

e la

con

cien

cia,

-rie

ncia

r y c

ompr

omet

erse

con

el m

undo

.

3.5.

3. “

Insi

ghts

” de

la c

onci

enci

a en

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a

La c

arac

teriz

ació

n qu

e ha

sta

ahor

a he

mos

real

izad

o de

la c

onci

enci

a en

lo

s est

ados

mís

ticos

llev

aría

a p

ensa

r que

ést

a po

see

una

form

a m

ás b

ien

hom

ogén

ea, s

iend

o qu

e en

la li

tera

tura

sob

re m

istic

ism

o se

dis

tingu

en

múl

tiple

s mod

alid

ades

de

la e

xper

ienc

ia, l

o cu

al n

os in

vita

pre

cisa

men

-

Este

exa

men

fen

omen

ológ

ico

de l

as f

orm

as d

e la

exp

erie

ncia

mís

tica

nive

les d

el se

lf, p

untu

aliz

ar a

lgun

os a

spec

tos c

once

rnie

ntes

a la

func

ión

de la

con

cien

cia

en s

u pa

pel d

e tra

nsfo

rmar

la r

elac

ión

del s

ujet

o co

n el

mun

do.

(85)

En

la te

oría

jung

uian

a el

ego

es

tan

sólo

el c

entro

de

la p

erso

nalid

ad p

síqu

ica

conc

ient

e.

Las e

xper

ienc

ias d

e lo

num

inos

o vi

enen

a d

evel

ar e

l cen

tro d

el p

siqu

ism

o to

tal,

el sí

-mis

mo

o se

lbst

que

aba

rca

e in

tegr

a ta

nto

lo c

onci

ente

com

o lo

inco

ncie

nte.

(86)

Los

est

adio

s so

n: e

l fís

ico–

sens

orio

mot

or-p

reco

nven

cion

al, e

l de

las

acci

ones

con

-cr

etas

y la

s re

glas

con

venc

iona

les,

y e

l pos

tcon

venc

iona

l, m

ás u

n cu

arto

est

adio

, el s

upe-

rior

o T

rans

pers

onal

.

es p

osib

le e

ncon

trar e

n la

s dis

tinta

s esc

uela

s de

mist

icis

mo.

1) L

os E

stado

s

inte

rior a

lcan

zado

a tra

vés d

e una

prá

ctic

a med

itativ

a, d

onde

los c

onte

nido

s m

enta

les (

fant

asía

s, pe

nsam

ient

os, e

moc

ione

s) p

ierd

en é

nfas

is p

rogr

esiv

a-m

ente

has

ta q

ue se

des

vane

cen

por e

nter

o. A

sí e

l suj

eto

logr

a un

est

ado

no

inte

ncio

nal d

e co

ncie

ncia

, en

el c

ual s

e po

ne d

e re

lieve

la d

imen

sión

de

inm

anen

cia,

que

con

cier

ne a

la v

iven

cia

del s

í-mis

mo

en ta

nto

ego

puro

(ip

seid

ad).

2) L

os E

stado

s de

Míst

ica

Dua

l (EM

D)

hace

n re

fere

ncia

a u

n nu

evo

nive

l de

conc

ienc

ia e

n qu

e el

sile

ncio

y la

ple

nitu

d in

terio

r vis

lum

-br

ados

en

la E

CP,

se

conv

ierte

n en

un

rasg

o pe

rman

ente

de

la e

xper

ienc

ia

del m

undo

. Es

deci

r, qu

e la

per

sona

per

man

ece

en la

impe

rturb

abili

dad

y go

zo d

el s

í-mism

o aú

n cu

ando

esté

com

prom

etid

a co

n al

guna

act

ivid

ad -

cien

cia

perm

anen

te d

e sí

-mis

mo.

3) L

os e

stad

os m

ístic

os u

nitiv

os (E

MU

) su

pone

n un

des

arro

llo e

n cu

anto

al a

spec

to d

ual d

e lo

s EM

D, p

ues e

n es

te

caso

se

disu

elve

la d

istin

ción

exp

erie

ncia

l ent

re e

l sel

f y

el m

undo

, tod

a ve

z qu

e el

suj

eto

se h

alla

em

barg

ado

por l

a se

nsac

ión

de p

rofu

nda

unid

ad

y pe

rtene

ncia

con

el m

undo

, Dio

s o la

Nad

a. A

dife

renc

ia d

e lo

s EM

D, l

os

esta

dos

míst

icos

uni

tivos

con

lleva

n un

cam

bio

cual

itativ

o en

las

man

eras

de

exp

erie

ncia

r tan

to a

l mun

do c

omo

a lo

s ot

ros.

Pues

to q

ue e

l estu

dio

de

esta

s fo

rmas

de

la e

xper

ienc

ia m

ístic

a pr

omet

e of

rece

rnos

un

valio

so c

o-no

cim

ient

o ac

erca

de

la c

onci

enci

a en

gen

eral

, pro

cede

mos

a d

esar

rolla

r y

expl

icita

r cad

a fo

rma

de m

istic

ism

o.

1. D

ecía

mos

que

los

Esta

dos

de C

onci

enci

a Pu

ra (

ECP)

se

cara

cter

izan

po

r la

pres

enci

a de

una

con

cien

cia

desp

ierta

per

o ca

rent

e de

con

teni

dos

men

tale

s. G

ener

alm

ente

, las

técn

icas

que

util

izan

los

mís

ticos

se

sirv

en

de a

lgun

a fo

rma

de m

edita

ción

o c

onte

mpl

ació

n cu

yo o

bjet

ivo

inm

edia

to

no e

s ot

ro q

ue e

l de

redu

cir l

a ac

tivid

ad m

enta

l. D

uran

te la

med

itaci

ón o

la

ora

ción

inte

nsa

se tr

ata

de d

ism

inui

r la

inte

nsid

ad d

e lo

s pr

oces

os d

e pe

nsam

ient

o, a

sí c

omo

el fa

ntas

eo y

las s

ensa

cion

es c

orpo

rale

s. A

med

ida

que

se re

duce

la in

tens

idad

tant

o de

la p

erce

pció

n ex

tern

a co

mo

inte

rna,

se

alc

anza

una

may

or q

uiet

ud h

asta

el p

unto

en

que

la p

erso

na d

eja

de

perc

ibir

cual

quie

r con

teni

do m

enta

l o s

enso

rial.

A p

esar

de

esta

sus

pen-

sión

del

con

teni

do, l

a pe

rson

a em

erge

de

esto

s es

tado

s co

n la

impr

esió

n

[ 254

][ 2

55 ]

de h

aber

per

man

ecid

o co

mpl

etam

ente

con

cien

te y

des

pier

ta.

Fiel

es a

l es

pírit

u de

la

feno

men

olog

ía,

trans

crib

imos

alg

unos

rel

atos

qu

e re

salta

n es

ta f

orm

a de

exp

erie

ncia

. Par

a em

peza

r, ci

tam

os la

des

- -rié

ndos

e a

sí m

ism

a en

terc

era

pers

ona:

La “

pleg

aria

de

unió

n” se

alc

anza

ent

once

s al r

educ

ir cu

alqu

ier v

estig

io d

e pe

nsam

ient

o y

com

pren

sión

. Y n

o ob

stant

e el

vac

iam

ient

o de

toda

sen

sa-

ción

, pen

sam

ient

o o

perc

epci

ón, p

ersi

ste u

na co

ncie

ncia

ple

na d

e sí-m

ism

o.

En u

n se

ntid

o se

mej

ante

, el M

aest

ro E

ckha

rt, a

l ref

erirs

e a

la e

xper

ienc

ia

mís

tica

de S

an P

ablo

, res

alta

la a

usen

cia

tota

l de

cont

enid

o se

nsor

ial u

ob-

jeto

men

tal.

Lo e

senc

ial d

el é

xtas

is re

side

pre

cisa

men

te e

n la

inco

ncie

ncia

ra

dica

l tan

to d

e la

s cos

as c

omo

del p

ropi

o cu

erpo

. Y a

ún a

sí, u

no p

erm

ane-

ce c

onci

ente

, de

hech

o, e

n es

e es

tado

, seg

ún lo

s Upa

nish

ads,

la p

erso

na n

o es

más

que

con

cien

cia

en sí

mis

ma:

pur

a pr

esen

cia

sin

cont

enid

o.

Esta

con

cien

cia

no-in

tenc

iona

l, ab

solu

tam

ente

car

ente

de

cont

enid

o, e

s lo

qu

e la f

enom

enol

ogía

den

omin

a re

gión

de l

a con

cien

cia p

ura

o in

man

enci

a.

Esta

dim

ensió

n de

l yo

puro

rev

ela

una

conc

ienc

ia b

ásic

a o

fund

amen

tal

que

no re

quie

re d

e ob

jeto

s o

cont

enid

os m

enta

les

para

ser

aut

o-co

ncie

nte

(sel

f-co

nsci

ous)

. Se

trata

de

lo q

ue a

ntes

hem

os d

iluci

dado

con

el t

érm

ino

de ip

seid

ad, e

l cua

l con

nota

la re

laci

ón in

med

iata

y n

o-ob

jetiv

ante

del

su-

jeto

resp

ecto

de

sí m

ismo.

Esta

vía

pue

de se

r ilu

strad

a nu

evam

ente

con

un

rela

to d

e Fo

rman

(199

8) a

cerc

a de

una

exp

erie

ncia

med

itativ

a de

pro

fund

o si

lenc

io in

terio

r: “E

n es

ta e

xper

ienc

ia n

o ha

y ob

jeto

par

ticul

ar d

el c

ual s

ea

conc

ient

e po

r dos

razo

nes.

En p

rimer

luga

r, po

rque

reto

rno

con

una

certe

za

“Dur

ante

el c

orto

tiem

po q

ue d

ura

la u

nión

, ella

est

á pr

ivad

a de

todo

sen

timie

nto,

y a

ún s

i qui

sier

a, e

lla n

o po

dría

pen

sar

en n

ada…

est

á to

talm

ente

mue

rta

para

las c

osas

del

mun

do…

para

resp

irar

… la

acc

ión

natu

ral d

e to

das s

us fa

culta

des e

stá

susp

endi

da. E

lla n

o ve

, ni o

ye, n

i ent

iend

e” (

Sant

a Te

resa

de

Ávi

la c

itada

por

For

man

, 199

6).

clar

a de

hab

er e

stad

o co

ntin

uam

ente

pre

sent

e, q

ue h

ubo

una

cont

inui

dad

inin

terr

umpi

da d

e co

ncie

ncia

a tr

avés

del

est

ado

med

itativ

o, a

ún s

i hub

o pe

ríodo

s de

los

cual

es n

o tu

ve m

emor

ia a

lgun

a. Y

o só

lo s

é qu

e hu

bo u

na

espe

cie

de c

ontin

uida

d de

mí m

ismo

a tra

vés d

e la

exp

erie

ncia

”.

Todo

est

o co

nstit

uye

un i

nter

esan

te c

ontra

punt

o a

las

teor

ías

repr

esen

-

deci

r, qu

e la

con

cien

cia

no e

xist

e po

r fue

ra d

el fe

nóm

eno

inte

ncio

nal.

Por

el c

ontra

rio, l

os r

elat

os s

obre

est

ados

de

conc

ienc

ia p

ura

seña

lan

de u

n m

odo

u ot

ro la

con

tinui

dad

tem

pora

l de

la c

onci

enci

a co

mo

el ra

sgo

que

pers

iste

en

ause

ncia

de

toda

repr

esen

taci

ón. A

sí p

ues,

lo c

arac

terís

tico

de

la d

imen

sión

inm

anen

te e

s la

cer

teza

inm

edia

ta, e

l tes

timon

io p

asiv

o qu

e

resa

ltan

los

esta

dos d

e co

ncie

ncia

pur

a es

una

viv

enci

a m

ás in

tens

a y

en-

foca

da e

n es

ta d

imen

sión

bás

ica

y co

ntin

ua d

e la

con

cien

cia

que

noso

tros

2. E

l est

ado

mís

tico

dual

: est

e fe

nóm

eno

de c

onci

enci

a m

ístic

a su

gier

e un

a su

erte

de

desa

rrol

lo re

spec

to d

e lo

s est

ados

de

conc

ienc

ia p

ura,

pue

s la

in-

de la

vid

a m

enta

l. Pa

ra e

xplic

itar

en q

ué c

onsi

ste e

l est

ado

mís

tico

dual

, Fo

rman

trae

a c

olac

ión

las

expe

rienc

ias

de u

na m

ujer

ded

icad

a a

la v

ida

cont

empl

ativ

a. E

lla re

lata

var

ias

expe

rienc

ias

de u

na g

ran

quie

tud

o si

len-

cio

inte

rior q

ue la

em

barg

an d

uran

te la

med

itaci

ón. L

o in

tere

sant

e es

que

la

cua

lidad

tran

sitor

ia d

e la

exp

erie

ncia

med

itativ

a –l

a pl

enitu

d de

l sile

ncio

in

terio

r- se

con

vier

te e

n un

rasg

o pe

rman

ente

de

sus v

iven

cias

: “re

alm

ente

día

tuve

un

difíc

il m

omen

to p

orqu

e co

ntin

uam

ente

caía

en el

gra

n si

lenc

io”

(San

ta T

eres

a de

Ávi

la, c

itada

por

For

man

, 199

6, p

.7).

Nos

inte

resa

resa

ltar q

ue e

ste

sile

ncio

inte

rior d

e su

con

cien

cia

perd

ura

aún

cuan

do e

lla se

des

envu

elve

en

el m

undo

. Aqu

í hal

lam

os e

l car

ácte

r dua

l de

esta

form

a de

exp

erie

ncia

mís

tica.

Por

una

par

te, l

a di

men

sión

de ip

seid

ad

pues

ta d

e re

lieve

por

la p

leni

tud

del s

ilenc

io in

terio

r, y

por

otro

lado

, la

varia

ción

y m

ultip

licid

ad d

e la

s se

nsac

ione

s, em

ocio

nes

y pe

nsam

ient

os

[ 256

][ 2

57 ]

que

inun

dan

la c

orrie

nte

de c

onci

enci

a. N

o ha

y co

ntra

dicc

ión

sino

arm

onía

en

tre e

stos

dos

pol

os d

e la e

xper

ienc

ia: “

sin

impo

rtar

cuá

n nu

mer

osas

sean

la

s adv

ersi

dade

s y p

reoc

upac

ione

s del

trab

ajo,

la p

arte

esen

cial

de s

u al

ma

pare

cía

nunc

a m

over

se d

e su

mor

ada

inte

rior.

En ci

erto

sent

ido,

ella

sent

ía

que

su a

lma

esta

ba d

ivid

ida…

por

mom

ento

s dir

ía q

ue n

o ha

cía

nada

sino

di

sfru

tars

e a

sí m

ism

a en

esa

qui

etud

, y a

l mism

o tie

mpo

era

dej

ada

en

sus o

cupa

cion

es d

e ta

l man

era

que

no p

odía

man

tene

rlo

a su

lado

” (S

anta

Te

resa

de

Ávi

la, c

itada

por

For

man

, 199

6).

Sant

a Te

resa

de

Ávi

la d

escr

ibe

aquí

una

exp

erie

ncia

en

la c

ual,

a pe

sar d

e es

tar i

nvol

ucra

da e

n la

s ac

tivid

ades

mun

dana

s, m

antie

ne u

n se

ntid

o in

ten-

un s

ilenc

io o

goz

o im

pertu

rbab

le. T

emat

izan

do la

s co

nsec

uenc

ias

de la

ex

perie

ncia

mís

tica,

el M

aest

ro E

ckha

rt di

ce a

lgo

sem

ejan

te c

uand

o se

-ña

la q

ue u

no d

ebe

actu

ar s

in in

volu

crar

se e

n lo

s re

sulta

dos

de la

acc

ión,

pe

rman

ecie

ndo

en l

a N

ada,

en

el n

úcle

o va

cío

de s

í-mis

mo.

Est

o só

lo

acon

tece

cua

ndo

se a

lcan

za e

l vac

iam

ient

o de

sí-m

ism

o, lo

cua

l im

plic

a

a es

ta d

imen

sión

que

tene

mos

la im

pres

ión

de se

r los

age

ntes

sust

anci

ales

mem

oria

s m

ás o

men

os in

tegr

adas

en

narr

acio

nes

expl

ícita

s. A

su

vez,

al

pon

erse

de

relie

ve la

dim

ensi

ón d

e ip

seid

ad, l

a pe

rson

a se

sie

nte

en

plen

itud

del s

ilenc

io in

terio

r.

Ade

más

de

esta

s exp

erie

ncia

s en

las q

ue se

resa

lta la

dim

ensi

ón a

uto-

con-

cien

te d

e la

ipse

idad

junt

o co

n la

mul

tiplic

idad

de

los

fenó

men

os in

ten-

cion

ales

, hal

lam

os o

tro ti

po d

e ex

perie

ncia

s m

ístic

as q

ue p

rese

ntan

cie

rto

cará

cter

dua

l. D

e he

cho,

aqu

í pod

ríam

os in

clui

r tod

a la

ser

ie d

e ex

perie

n-ci

as e

xtra

-cor

pora

les,

dond

e la

sens

ació

n de

uni

dad

del s

í-mism

o se

sepa

ra

o ex

pand

e m

ás a

llá d

e lo

s lím

ites

de la

imag

en c

orpo

ral.

En e

ste

sent

ido,

ci

tam

os o

tra e

xper

ienc

ia d

e Fo

rman

que

da

cuen

ta d

e la

sens

ació

n co

rpor

al

“Con

el p

asar

de

los

años

, est

e si

lenc

io in

teri

or h

a ca

mbi

ado

lent

amen

te. G

radu

alm

ente

, est

e se

ntid

o de

qui

én s

oy y

o, e

ste

sile

ncio

inte

rior

ha

crec

ido

casi

de m

aner

a fís

ica.

Al p

rinc

ipio

El s

entim

ient

o oc

eáni

co re

seña

do p

or F

reud

se

rela

cion

a ef

ectiv

amen

te

sens

ació

n de

uni

dad

que

se e

xpan

de m

ás a

llá d

e lo

s lím

ites e

xper

ienc

ia-

les

del c

uerp

o vi

vido

. Aho

ra b

ien,

aún

cua

ndo

la s

ensa

ción

de

unid

ad

del s

í-mis

mo

se e

xtie

nda

más

allá

de

los

límite

s de

l cue

rpo,

la s

ensa

-ci

ón n

o af

ecta

a l

os o

bjet

os d

el m

undo

. Es

deci

r, qu

e en

los

est

ados

de

mís

tica

dual

la s

ensa

ción

del

sí-m

ism

o bá

sico

se

expa

nde,

per

o si

n da

rse

la e

xper

ienc

ia d

e un

idad

/uni

ón c

on e

l mun

do. A

lgo

cara

cter

ísti-

co d

e es

tos

esta

dos

es q

ue la

per

sona

no

los

vive

com

o si

intro

duje

ran

pers

ona

dife

rent

e, s

ino

más

bie

n, d

e ha

cers

e m

ás c

onci

ente

s de

qui

énes

so

n y

han

sido

has

ta e

se m

omen

to d

e su

s vi

das.

Si b

ien

hay

prof

unda

s

mís

tica

dual

no

intro

duce

n un

cam

bio

en la

est

ruct

ura

epis

tem

ológ

ica

de la

exp

erie

ncia

.

3. L

os e

stad

os m

ístic

os u

nitiv

os:

esta

for

ma

de l

a ex

perie

ncia

mís

tica -

do. E

n lo

s es

tado

s de

con

cien

cia

uniti

va s

e di

suel

ve la

est

ruct

ura

cog-

nitiv

a de

la e

xper

ienc

ia, s

opor

tada

por

la d

ifere

ncia

exp

erie

ncia

l de

los

límite

s del

sí-m

ism

o y

el m

undo

. Se

trata

de

esta

dos e

n qu

e la

per

sona

se

sien

te ín

timam

ente

con

ecta

da c

on e

l mun

do o

com

o si

fuer

a pa

rte ín

tegr

a de

una

tota

lidad

que

la s

obre

pasa

.

Una

de

las d

escr

ipci

ones

más

pre

cisa

s de

esta

exp

erie

ncia

la h

alla

mos

en

“En

el p

rimer

día

, mie

ntra

s es

tuve

en

ese

esta

do y

más

con

cien

te d

e la

s co

sas

a m

i alre

dedo

r, tu

ve la

prim

era

y m

ás e

xtra

ordi

naria

exp

erie

ncia

.

sólo

me

pare

cía

que

habí

a es

te s

ilenc

io e

n m

i int

erio

r. Lu

ego

este

sen

tido

de q

uiet

ud s

e ha

exp

andi

do c

omo

si pe

rmea

ra m

i cu

erpo

ente

ro. U

n tie

mpo

des

pués

dej

o de

esta

r lim

itado

por

mi

cuer

po. E

s com

o si

lo q

ue so

y, m

i con

cien

cia

se h

ubie

ra v

uelto

m

ás g

rand

e, m

enos

loca

lizad

a. L

o qu

e soy

, es a

hora

esta

expa

n-si

ón, e

ste

silen

cio

que

se d

ifund

e” (F

orm

an, 1

998)

.

[ 258

][ 2

59 ]

-

el á

rbol

al l

ado

del h

ombr

e er

a yo

mis

mo.

Tam

bién

pud

e se

ntir

y pe

nsar

co

mo

el h

ombr

e de

la c

arre

tera

y p

ude

sent

ir el

vie

nto

pasa

ndo

a tra

vés

del á

rbol

, así

com

o la

peq

ueña

hor

mig

a so

bre

el p

asto

. Los

páj

aros

, el

polv

o y

el m

ism

o ru

ido

eran

par

te d

e m

í. Ju

sto

en e

se m

omen

to p

asó

med

ida

que

el c

arro

se

alej

aba,

me

dist

anci

aba

de m

i mis

mo.

Est

aba

en

gusa

no y

toda

s las

cria

tura

s viv

ient

es. T

odo

el d

ía p

erm

anec

í en

esta

feliz

co

ndic

ión.

” (K

rishn

amur

ti, 1

976,

p.2

3).

Una

vez

que

est

e tip

o de

exp

erie

ncia

s tie

nen

luga

r, al

go s

e tra

nsfo

rma,

expe

rienc

ia tr

ansi

toria

de

inte

nsa

unid

ad, s

e co

nvie

rte e

n ra

sgo

perm

a-ne

nte

de la

cog

nici

ón y

la p

erso

nalid

ad. “

Nun

ca p

odría

vol

ver a

la fo

rma

rela

tiva

de v

er la

indi

vidu

alid

ad y

la s

epar

ació

n” (R

ober

ts, 1

984,

p.3

0).

La s

ensa

ción

de

unid

ad d

el s

í-mis

mo

rom

pe a

quí t

odo

límite

ent

re e

l su-

jeto

y e

l mun

do. E

l sel

f se

conf

unde

con

los o

bjet

os d

el m

undo

, de

mod

o

debe

reco

mpo

ner s

u m

arco

de

acci

ón.

perm

ite a

bord

ar u

no d

e lo

s muc

hos a

spec

tos p

arad

ójic

os d

e la

exp

erie

n-ci

a un

itiva

. Est

e el

emen

to p

arad

ójic

o se

pue

de a

prec

iar

clar

amen

te e

n el

rel

ato

de K

rishn

amur

ti: s

i ten

emos

en

cuen

ta q

ue u

no d

e lo

s pr

esu-

pues

tos

de to

da s

ubje

tivid

ad e

s la

uni

dad

de s

í-mis

mo

en ta

nto

perm

ite

esta

blec

er la

dife

renc

ia ta

nto

con

los

otro

s su

jeto

s co

mo

con

el m

undo

, re

sulta

bas

tant

e di

fícil

acep

tar

que

algu

ien

diga

“la

tie

rna

briz

na d

el

past

o er

a m

i pr

opio

ser

”, p

ues

ello

no

alud

e de

man

era

poét

ica

a un

a im

pres

ión

de u

n m

undo

allá

afu

era,

sin

o qu

e co

nstit

uye

una

expr

esió

n lit

eral

de

una

expe

rienc

ia e

n qu

e K

rishn

amur

ti es

efe

ctiv

amen

te la

briz

-na

que

rec

orre

el

past

o. L

o pa

radó

jico

es q

ue, a

pes

ar d

e es

ta f

usió

n en

tre e

l sel

f y e

l mun

do, K

rish

nam

urti

es a

ún u

n su

jeto

que

da

cuen

ta y

ev

oca

lo q

ue e

xper

ienc

ia.

Cua

ndo

el b

udis

ta n

iega

, a tr

avés

de

su e

xper

ienc

ia d

e ilu

min

ació

n, la

su

stan

cial

idad

del

sí-m

ism

o y

lo c

onsi

dera

com

o un

a si

mpl

e ilu

sión

, -tit

uye

en t

anto

que

suj

etos

de

expe

rien

cia,

sin

o qu

e la

s ex

perie

ncia

s m

ístic

as c

onlle

van

una

reor

gani

zaci

ón d

e la

ide

ntid

ad q

ue r

ebas

a lo

s lím

ites

prev

ios

del

sent

ido

de s

í-mis

mo

en l

a m

edid

a en

que

est

e se

está

sop

orta

do ta

nto

en lo

s lím

ites

expe

rienc

iale

s de

l sel

f y

el m

undo

, co

mo

en la

mem

oria

que

se

deca

nta

en e

l cue

rpo

vivi

do. L

a se

nsac

ión

de u

nida

d de

l sí-m

ism

o as

ocia

do a

la ip

seid

ad e

s lo

que

per

man

ece

en

la id

entid

ad p

erso

nal.

El é

nfas

is q

ue h

icim

os e

n ca

pítu

los

ante

riore

s so

bre

la c

erte

za s

ubje

-tiv

a co

mo

elem

ento

est

ruct

ural

de

la c

onci

enci

a, a

punt

a pr

ecis

amen

te -

men

te tr

ansf

orm

ados

lueg

o de

una

exp

erie

ncia

mís

tica.

Aún

cua

ndo

la

expe

rienc

ia d

esbo

rde

todo

lo

que

el s

ujet

o en

tend

ía c

omo

“rea

lidad

”,

los

rela

tos

de lo

s m

ístic

os n

os m

uest

ran

que

para

ello

s no

hay

nada

más

re

al q

ue l

a vi

venc

ia u

nitiv

a. D

e cu

alqu

ier

man

era,

la

expe

rienc

ia h

a in

trodu

cido

una

dis

cont

inui

dad

en la

apa

rent

e un

idad

y c

oher

enci

a de

l

posi

tiva

de la

per

sona

lidad

.

no e

s só

lo e

l est

ado

de c

onci

enci

a un

itiva

sin

o ta

mbi

én a

lgo

que

com

-

a la

bús

qued

a ex

iste

ncia

l de

sent

ido.

Lue

go e

s im

porta

nte

anot

ar q

ue la

ex

perie

ncia

mís

tica

no h

a de

red

ucirs

e al

inst

ante

del

éxt

asis

sin

o m

ás

bien

a la

rela

ción

que

el s

ujet

o es

tabl

ece

con

esa

tota

lidad

exp

erie

ncia

da.

Para

aut

ores

com

o Ve

lasc

o (2

004)

y P

anik

kar (

2004

) el m

istic

ism

o co

n-ci

erne

ant

e to

do a

la re

laci

ón d

e de

scen

traci

ón s

ubje

tiva

resp

ecto

de

una

No

es e

nton

ces

extra

ño q

ue a

la e

xper

ienc

ia d

e un

ión

extá

tica

le s

uced

a

[ 260

][ 2

61 ]

(87)

, pue

s la

s hu

ella

s de

la v

i-ve

ncia

susc

itan

la a

nsie

dad

de n

o po

der r

epet

irla.

En c

ontra

ste

con

el f

unci

onal

ism

o qu

e co

ncib

e la

con

cien

cia

com

o un

m

ero

epife

nóm

eno

de la

exp

erie

ncia

, est

o es

, com

o al

go q

ue n

o le

agr

ega

nada

ese

ncia

l al

pro

blem

a de

lo

men

tal,

las

expe

rienc

ias

mís

ticas

nos

en

seña

n qu

e la

con

cien

cia

jueg

a un

pap

el n

o só

lo d

irect

ivo

sobr

e la

vid

a m

ism

a, si

no q

ue ta

mbi

én e

s cap

az d

e pr

oduc

ir ca

mbi

os sú

bito

s en

la p

er-

sona

lidad

a tr

avés

de

conv

ersi

ones

repe

ntin

as, t

rans

form

acio

nes

que

en

su b

ase

cont

iene

n la

s ex

perie

ncia

s un

itiva

s qu

e he

mos

rese

ñado

(Jam

es,

4. C

ON

CL

USI

ON

ES

Con

la

inte

nció

n de

con

stru

ir un

map

a o

carto

graf

ía d

e lo

s es

tado

s de

co

ncie

ncia

, pro

pusi

mos

una

con

cept

ualiz

ació

n qu

e pe

rmiti

era

extra

er la

s fo

rmas

fund

amen

tale

s, la

s co

ndic

ione

s de

pos

ibili

dad

de lo

s di

stin

tos

fe-

nóm

enos

de

conc

ienc

ia. E

l tra

bajo

de

anál

isis

en

torn

o a

la h

ipno

sis,

los -

inte

rés

por e

stab

lece

r un

mét

odo

de in

vest

igac

ión

y fo

rmal

izac

ión

sobr

e

no s

ólo

en la

impo

rtanc

ia o

torg

ada

a la

per

spec

tiva

de p

rimer

a pe

rson

a,

sino

en

la d

istin

ción

de

nive

les d

e co

ncie

ncia

ope

rand

o en

la c

onst

ituci

ón

de la

uni

dad

de la

exp

erie

ncia

.

Asu

mir

el v

alor

de

la p

ersp

ectiv

a de

prim

era

pers

ona,

hiz

o po

sibl

e la

di

stin

ción

de

las

cual

idad

es p

artic

ular

es d

e ca

da e

stad

o de

con

cien

cia,

la v

iven

cia

y el

cam

bio

que

de e

lla s

e de

spre

ndía

par

a la

sub

jetiv

idad

. A

acer

cam

ient

o a

los

dist

into

s fe

nóm

enos

de

conc

ienc

ia, q

ue e

ra n

eces

ario

un n

ivel

de

anál

isis

pur

amen

te p

sico

lógi

co. A

l dis

cutir

las

desc

ripci

ones

(87)

En

la li

tera

tura

sob

re m

istic

ism

o, a

est

a fa

se s

e la

den

omin

a co

n la

met

áfor

a de

las

“No-

ches

osc

uras

del

alm

a”, i

mag

en p

oétic

a ac

uñad

a po

r San

Juan

de

la C

ruz

para

refe

rirse

al m

o-m

ento

de

ause

ncia

y p

érdi

da d

el se

ntid

o qu

e so

brev

iene

a la

exp

erie

ncia

de

éxta

sis m

ístic

o.

ese

leng

uaje

no

es c

apaz

de

apre

hend

er la

s cue

stio

nes r

esal

tada

s en

nues

-tro

est

udio

fen

omen

ológ

ico,

esp

ecia

lmen

te l

os p

robl

emas

rel

acio

nado

s ta

nto

con

la u

nida

d y

cont

inui

dad

tem

pora

l del

sí-m

ism

o co

mo

con

las

posi

bles

func

ione

s de

la c

onci

enci

a.

Ahí

don

de la

s neu

roci

enci

as ll

evan

a c

abo

una

redu

cció

n ap

resu

rada

, des

-cu

brim

os u

na se

rie d

e ni

vele

s y fo

rmas

de

oper

ar d

e la

con

cien

cia

que

no

cuen

ta e

sa d

istin

ción

de

nive

les

en la

des

crip

ción

, nos

per

miti

ó se

para

r-no

s de

cier

tas a

soci

acio

nes

con

el o

rden

de

lo p

atol

ógic

o cu

ando

se tr

ata-

ba d

e ab

orda

r la

s ex

perie

ncia

s m

ístic

as y

ext

ra-c

orpo

rale

s. E

n es

te c

aso

resu

ltó e

vide

nte

que

ese

tipo

de r

elac

ione

s em

paña

ron

y di

stor

sion

aron

que

empr

endi

mos

dem

ostró

la im

porta

ncia

de

los

fenó

men

os c

itado

s en

la

com

pren

sión

de

la c

onci

enci

a.

Esen

cial

men

te, a

l exp

lora

r los

dist

into

s esta

dos d

e con

cien

cia,

nues

tra in

daga

- -gu

ran

la u

nida

d ex

perie

ncia

l de l

a cor

rient

e de c

onci

enci

a. E

n pr

imer

a ins

tan-

cia,

dist

ingu

imos

la ip

seid

ad c

omo

aque

lla d

imen

sión

básic

a y

cons

tituy

ente

Se tr

ata

de la

uni

dad

sincr

ónic

a (p

asad

o-pr

esen

te-fu

turo

) de

la e

xper

ienc

ia

com

o co

ndic

ión

de p

osib

ilida

d no

sólo

del

con

ocim

ient

o de

l mun

do(8

8) si

no

de la

viv

enci

a qu

e el

suj

eto

tiene

de

sí-m

ismo

dado

que

es

el so

porte

impl

í-ci

to d

e la

iden

tidad

. Lo

que

para

mí t

iene

sen

tido

en e

ste m

omen

to o

curre

un h

oriz

onte

de

antic

ipac

ión

resp

ecto

a lo

que

pue

de o

no

adop

tar u

n se

ntid

o

sent

ido

para

el s

ujet

o se

des

pren

de d

e es

te fo

ndo

impl

ícito

de

conc

ienc

ia. D

e

en e

ste re

gistr

o bá

sico

de m

is vi

venc

ias (

Zaha

vi, 2

006)

.

(88)

Si m

e m

uevo

alre

dedo

r de

un á

rbol

par

a ob

tene

r una

mej

or a

prec

iaci

ón d

el m

ism

o, lo

que

pre-

cond

ició

n pa

ra e

sta

inte

grac

ión

es te

mpo

ral p

or n

atur

alez

a. D

e es

te m

odo,

la c

onci

enci

a de

l tie

mpo

ha

de s

er c

onsi

dera

da c

omo

cond

ició

n de

pos

ibili

dad

para

la p

erce

pció

n de

cua

l-qu

ier o

bjet

o.

[ 262

][ 2

63 ]

que

inte

nta

apre

hend

er. D

e he

cho,

el e

stud

io d

e la

hip

nosi

s diri

gió

nues

tra

mira

da h

acia

est

e as

pect

o ex

plíc

ito d

el fu

ncio

nam

ient

o de

la c

onci

enci

a: -

de a

la

conc

reci

ón d

e un

a co

here

ncia

cuy

a ap

aric

ión

disc

ontin

ua e

n la

co

rrie

nte

de v

iven

cias

gen

era

la im

pres

ión

subj

etiv

a de

ser l

os a

gent

es d

e -na

s si

empr

e co

here

ntes

en

el d

ecur

so d

e nu

estra

s vi

venc

ias

resu

lta tr

ai-

cion

ada

por u

n es

tudi

o at

ento

de

la v

ida

men

tal.

La m

ayor

ía d

e la

s vec

es,

la s

ensa

ción

de

agen

cia

es, t

al y

com

o lo

dem

uest

ra la

hip

nosi

s y

cier

to

tipo

de s

ueño

s, el

pro

duct

o de

una

con

stru

cció

n a

post

erio

ri. A

sí p

ues,

en

lo c

once

rnie

nte

a es

te n

ivel

exp

lícito

, la

conc

ienc

ia c

umpl

e un

a fu

nció

n de

aut

o-en

gaño

enc

amin

ada

al s

uste

nto

de u

na c

oher

enci

a qu

e se

arti

cula

en

el p

lano

per

sona

l.

Des

de u

na p

ersp

ectiv

a ge

nera

l es

plau

sibl

e es

tabl

ecer

la f

unci

ón d

e pr

o-po

rcio

nar

la u

nida

d a

la e

xper

ienc

ia c

omo

el a

spec

to f

unda

men

tal d

e la

co

ncie

ncia

. Así

sea

la d

imen

sión

básic

a de

la te

mpo

ralid

ad o

la a

rticu

laci

ón

narr

ativ

a de

l sí-m

ism

o, se

trat

a de

pro

porc

iona

r una

ges

talt

de e

xper

ienc

ia

com

o fo

rma

orig

inar

ia d

e nu

estro

ser-e

n-el

-mun

do. L

os fe

nóm

enos

de

con-

cien

cia

abor

dado

s no

s en

seña

n ac

erca

de

las

múl

tiple

s va

riaci

ones

, con

ti-nu

idad

es y

disc

ontin

uida

des

que

parti

cipa

n en

la a

rticu

laci

ón d

e es

tas

dos

dim

ensi

ones

de

la e

xper

ienc

ia.

Pero

ade

más

de

la c

onsti

tuci

ón p

asiv

a en

la u

nida

d te

mpo

ral d

e la

con

cien

-

de n

uest

ra in

vesti

gaci

ón fe

nom

enol

ógic

a no

s con

dujo

a d

esta

car u

na fa

ceta

m

ás a

ctiv

a de

l sí-m

ism

o. D

e es

te m

odo,

en

los

sueñ

os lú

cido

s, po

r eje

m-

plo,

el s

ujet

o se

des

cubr

e co

mo

agen

te c

ausa

l del

sen

tido

de la

viv

enci

a,

lo c

ual r

ebas

a la

func

ión

de g

aran

tizar

cie

rta c

oher

enci

a en

el a

pos

terio

ri de

la e

xper

ienc

ia. D

e m

aner

a m

ás r

adic

al, e

ste

aspe

cto

activ

o de

l sel

f se

mis

mo

se fu

nde

con

el m

undo

o u

na to

talid

ad q

ue c

omún

men

te se

per

cibe

men

os c

oher

ente

de

la p

erso

nalid

ad, p

ues

este

tipo

de

fenó

men

os re

vela

n

búsq

ueda

exi

sten

cial

de

un se

ntid

o pl

eno.

Espe

cial

men

te, l

os s

ueño

s lú

cido

s, la

s ex

perie

ncia

s m

ístic

as y

ext

ra-c

or-

pora

les,

son

vive

ncia

s ca

pace

s de

intro

duci

r tra

nsfo

rmac

ione

s po

sitiv

as y

acue

rdo

a nu

estro

aná

lisis

, lo

que

posib

ilita

est

as tr

ansf

orm

acio

nes

es la

pe

rsis

tenc

ia d

e la

ipse

idad

en

tant

o di

men

sión

bás

ica

de la

con

cien

cia:

est

a se

nsac

ión

de u

nida

d pu

ede

desp

rend

erse

de

los

límite

s ex

perie

ncia

les

del -

tant

o al

mun

do c

omo

a sí

-mis

ma.

La to

talid

ad d

e la

inve

stig

ació

n qu

e he

mos

llev

ado

a ca

bo c

onst

ituye

un -

plia

r y c

ompr

ende

r lo

desi

gnad

o co

n el

térm

ino

“con

cien

cia”

. Est

a no

es

una

tare

a na

da s

enci

lla s

i ten

emos

en

cuen

ta la

mul

tiplic

idad

de

fenó

me-

nos y

car

acte

rístic

as re

laci

onad

as c

on e

ste

conc

epto

. A lo

larg

o de

nue

stro

tra

bajo

, ana

lizam

os l

a co

ncie

ncia

en

refe

renc

ia a

una

dim

ensi

ón p

ura-

men

te e

xper

ienc

ial,

resa

ltand

o la

impo

rtanc

ia d

e la

sen

saci

ón s

ubje

tiva

com

o ra

sgo

de la

vid

a m

enta

l que

exi

ge u

n le

ngua

je p

artic

ular

. Lue

go, e

n un

a fa

se d

e m

ayor

form

aliz

ació

n, re

aliz

amos

una

dis

tinci

ón d

e ni

vele

s o

form

as d

e co

ncie

ncia

(ip

seid

ad/a

genc

ia)

que

perm

itían

dife

renc

iar

posi

-

orie

ntad

o a

dilu

cida

r la

nat

ural

eza

de l

a un

idad

de

la c

onci

enci

a co

mo

cond

ició

n de

pos

ibili

dad

de to

da su

bjet

ivid

ad.

Llev

ar a

cab

o es

te re

sum

en d

el it

iner

ario

de

nues

tra in

vest

igac

ión,

nos

pe

rmite

seña

lar q

ue e

sta

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a pa

rticu

lar d

e ab

orda

r la

conc

ienc

ia, e

vita

-nó

men

o. A

sí p

or e

jem

plo,

dad

o el

inte

rés

reno

vado

en

las

cien

cias

cog

-ni

tivas

por

el t

ema

de la

con

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cia,

el e

stud

io d

e lo

s fen

ómen

os a

bord

a-

que

la a

tenc

ión,

la v

igili

a y

la in

tenc

iona

lidad

, que

son

los

tem

as m

ás

[ 264

][ 2

65 ]

asoc

iado

s co

n el

térm

ino

“con

cien

cia”

. A e

ste

resp

ecto

, las

exp

erie

ncia

s m

ístic

as y

ext

ra-c

orpo

rale

s no

s en

seña

ron

que

la ip

seid

ad, e

n ta

nto

di-

men

sión

con

stitu

yent

e de

la u

nida

d de

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orri

ente

de

conc

ienc

ia, o

pera

in

depe

ndie

ntem

ente

de

la i

nten

cion

alid

ad y

de

las

sens

acio

nes,

y p

or

ello

pre

cisa

de

un a

nális

is p

artic

ular

que

exp

onga

las

for

mas

en

que

oper

a es

ta c

onci

enci

a in

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a de

l tie

mpo

.

Asi

mis

mo,

la in

daga

ción

en

torn

o a

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atur

alez

a de

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f en

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istin

tos

esta

dos d

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ncia

, diri

ge n

uest

ra a

tenc

ión

al p

apel

de

la u

nida

d de

la

conc

ienc

ia y

su

func

ión

en la

tota

lidad

de

la e

xper

ienc

ia. C

ierta

men

te,

los

caso

s pat

ológ

icos

en

que

esta

uni

dad

pare

cier

a ro

mpe

rse

o fr

agm

en-

tars

e pr

esen

tan

un r

eto

a la

s id

eas

expu

esta

s en

est

e tra

bajo

. La

inve

s-tig

ació

n fe

nom

enol

ógic

a so

bre

cier

tas

afec

cion

es p

sicó

ticas

, así

com

o el

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udio

de

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s de

múl

tiple

per

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, pro

porc

iona

ría e

l rev

erso

de

nue

stra

ind

agac

ión

acer

ca d

e lo

s su

eños

lúci

dos

y la

s ex

perie

ncia

s m

ístic

as, p

ues

si e

n es

tos

últim

os la

uni

dad

del s

í-mis

mo

tiend

e a

una

may

or in

tegr

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n de

sus

com

pone

ntes

, en

los

prim

eros

se

mue

stra

una

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recc

ión

cont

raria

en

lo q

ue c

onci

erne

a la

uni

dad

de la

aut

o-co

ncie

ncia

Sin

duda

alg

una,

los

fenó

men

os d

e la

hip

nosi

s, e

l sue

ño, l

as e

xper

ienc

ias

mís

ticas

y e

xtra

-cor

pora

les

cons

tituy

en u

n in

tere

sant

e ca

mpo

de

inve

sti-

gaci

ón q

ue n

o de

be se

r des

deña

do p

or la

s cie

ncia

s cog

nitiv

as si

es q

ue p

re-

tend

en o

frec

er u

na id

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aga

just

icia

a la

com

plej

idad

y p

osib

ilida

des

de la

men

te h

uman

a. E

l tra

bajo

de

desc

ripci

ón y

car

acte

rizac

ión

que

aquí

he

mos

lle

vado

a c

abo

pued

e le

erse

com

o un

a te

ntat

iva

por

desp

ejar

el

pues

tal y

com

o lo

sug

iere

Nag

el (1

976)

, sól

o a

parti

r del

ent

endi

mie

nto

de e

sos

aspe

ctos

exp

erie

ncia

les

de la

con

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cia

tend

ría a

lgún

sen

tido

la

redu

cció

n a

sus c

orre

lato

s neu

rona

les.

5. R

EFE

RE

NC

IAS

Aus

tin, J

. H. (

1999

). Ze

n &

the

brai

n. T

owar

d an

und

erst

andi

ng o

f m

edita

tion

and

cons

ciou

snes

s. C

ambr

idge

, MA

: The

MIT

Pre

ss.

Aus

tin, J

. H. (

2006

). m

edita

tion

and

state

s of c

onsc

ious

ness

. Cam

brid

ge, M

A: T

he M

IT P

ress

expe

rienc

e in

car

mel

ite n

uns.

Neu

rosc

ienc

e Le

tters

, 405

, 186

–190

.

Bla

ckm

ore,

S. J

. (19

84).

Beyo

nd th

e bo

dy: a

n in

vest

igat

ion

of o

ut-o

f-bod

y ex

peri

ence

s. Lo

ndon

: Hei

nem

ann.

Bla

ckm

ore,

S. J

. (20

06).

Con

scio

usne

ss: a

ver

y sh

ort i

ntro

duct

ion.

Oxf

ord

Uni

vers

ity P

ress

.

Out

-of-b

ody

expe

rien

ce a

nd a

utos

copy

of n

euro

logi

cal o

rigin

. Bra

in: A

Jour

nal o

f N

euro

logy

, 127

: 243

–258

, 200

4.

body

per

cept

ions

. Nat

ure,

419

: 269

–270

.

Cha

lmer

s, D

. J. (

1999

). La

men

te c

onci

ente

: en

busc

a de

una

teor

ía

fund

amen

tal.

Bar

celo

na: G

edis

a.

Cric

k, F

. y K

och,

C. (

2002

). El

pro

blem

a de

la c

onci

enci

a.

Dam

asio

, A. (

2001

). La

sens

ació

n de

lo q

ue o

curr

e. C

uerp

o y

emoc

ión

en

la c

onst

rucc

ión

de la

con

cien

cia.

Mad

rid: E

dito

rial D

ebat

e.

Den

net,

D. (

1995

). La

con

cien

cia

expl

icad

a: u

na te

oría

inte

rdis

cipl

inar

. B

arce

lona

. Edi

toria

l Pai

dós.

Den

nett,

D (1

976)

. Are

Dre

am e

xper

ienc

es?

[ 266

][ 2

67 ]

Vol.

85, N

o. 2

(Apr

., 19

76),

pp. 1

51-1

71.

Dre

tske

, F. (

1995

). N

atur

alizi

ng th

e m

ind.

Cam

brid

ge: T

he M

IT P

ress

.

Fortr

ess P

ress

.

spiri

tual

and

mys

tical

sta

tes

(pp.

249-

250)

. Neu

roth

eolo

gy: B

rain

, C

alifo

rnia

: Uni

vers

ity

Pres

s.

El fe

nóm

eno

mís

tico.

Un

estu

dio

inte

rdis

cipl

inar

. Edi

toria

l Tro

tta. Á

vila

: 20

04.

of h

ypno

sis.

Anae

sthes

iolo

gy, 9

2, 9

2(5)

, 125

7-12

67.

Fodo

r, J.

A. (

1980

). de

la p

sico

logí

a. M

adrid

: Cát

edra

.

Form

an, R

. K. C

. (19

96).

Wha

t doe

s mys

ticism

hav

e to

teac

h ab

out

cons

ciou

snes

s? T

owar

d a

Scie

nce

of C

onsc

ious

ness

: The

Fir

st Tu

cson

D

iscu

ssio

ns a

nd D

ebat

es. C

ambr

idge

: The

MIT

Pre

ss.

Form

an, R

. K. C

. (19

98).

Mys

ticis

m, m

ind,

con

scio

usne

ss. A

lban

y, N

Y:

SUN

Y P

ress

.

Freu

d, S

. (19

73).

El y

o y

el e

llo. E

n: O

bras

Com

plet

as. T

omo

II. M

adrid

: Ed

. Bib

liote

ca N

ueva

.

Gal

lagh

er, S

. (20

05).

How

the

body

shap

es th

e m

ind.

Oxf

ord:

Oxf

ord

Uni

vers

ity P

ress

.

Gro

f, S.

(199

3). L

a ev

oluc

ión

de la

con

cien

cia.

Bar

celo

na: E

dito

rial

Kai

rós.

Hilg

ard,

E. R

. (19

69).

Pain

as a

puz

zle

for p

sych

olog

y an

d ph

ysio

logy

. A

mer

ican

Psy

chol

ogys

t, 24

, 103

-113

.

Hilg

ard,

E. R

. (19

75).

Hyp

nosi

s in

the

relie

f of p

ain.

Los

Alto

s, C

A:

Kau

fman

.

Hilg

ard,

E. R

. (19

77).

Div

ided

con

scio

usne

ss: m

ultip

le c

ontro

ls in

hum

an

thou

ght a

nd a

ctio

n

Hob

son,

A. J

. (19

94).

El c

ereb

ro so

ñado

r. M

éxic

o: F

ondo

de

Cul

tura

Ec

onóm

ico.

Hob

son,

A. J

. (20

07).

Stat

es o

f con

scio

usne

ss: n

orm

al a

nd a

bnor

mal

va

riatio

n (p

p. 4

35-4

44).

The

Cam

brid

ge H

andb

ook

of C

onsc

ious

ness

.

Hus

serl,

E. (

1986

). Id

eas r

elat

ivas

a u

na fe

nom

enol

ogía

pur

a y

una

Méx

ico:

Fon

do d

e C

ultu

ra E

conó

mic

a.

Hus

serl,

E. (

2002

). Le

ccio

nes d

e fe

nom

enol

ogía

de

la c

onci

enci

a in

tern

a de

l tie

mpo

. Mad

rid: E

dito

rial T

rotta

.

Irib

arne

, J. V

. (20

05).

Feno

men

olog

ía y

lite

ratu

ra. B

ogot

á: U

nive

rsid

ad

Peda

gógi

ca N

acio

nal. Fl

ight

of m

ind:

a p

sych

olog

ical

stud

y of

the

out-o

f-Bo

dy e

xper

ienc

e

Las v

arie

dade

s de

la e

xper

ienc

ia re

ligio

sa. B

arce

lona

: Ed

itoria

l Pla

neta

De A

gosti

ni.

Prin

cipi

os d

e ps

icol

ogía

. Méx

ico:

Fon

do d

e C

ultu

ra

Econ

ómic

a.

Jane

t, P.

(199

1). P

sico

logí

a de

los s

entim

ient

os. M

éxic

o: F

ondo

de

Cul

tura

Eco

nóm

ica.

[ 268

][ 2

69 ]

Jasp

ers,

K. (

1950

). Ps

icop

atol

ogía

gen

eral

. Bue

nos A

ires:

Edi

toria

l A.

Bin

i y C

ía.

Jung

, C. G

. (19

81).

Psic

olog

ía y

relig

ión.

Bue

nos A

ires:

Edi

toria

l Pai

dós.

Kih

lstro

m, J

.F. (

1980

). Po

sthy

pnot

ic a

mne

sia

for r

ecen

tly le

arne

d Cog

nitiv

e Ps

ycho

logy

, 12,

pp.

227

-251

.

Kih

lstro

m, J

. F. (

2007

). C

onsc

ious

ness

in h

ypno

sis (

pp. 4

45-4

98).

The

Cam

brid

ge H

andb

ook

of C

onsc

ious

ness

.U

nive

rsity

.

in is

chem

ia: T

he p

arad

ox o

f hyp

notic

ally

sugg

este

d an

esth

esia

as

cont

radi

cted

by

repo

rts fr

om th

e “h

idde

n ob

serv

er”.

Arc

hive

s of G

ener

al

Psyc

hiat

ry, 3

0, p

p. 8

40-8

47.

Kris

hnam

urti,

J. (1

976)

. Dia

rio. B

ueno

s Aire

s: E

dito

rial S

udam

eric

ana.

and

luci

d dr

eam

s. N

ight

light

, 3, p

p. 2

-3.

Perc

eptu

al &

Mot

or S

kills

, 52,

pp.

727

-732

.

LaB

erge

, S. (

1990

). Lu

cid

drea

min

g: P

sych

ophy

siol

ogic

al st

udie

s of

Scha

cter

(Eds

.) Sl

eep

and

Cogn

ition

109-

126)

.

Lain

g, R

. (19

94).

El y

o di

vidi

do: u

n es

tudi

o so

bre

la sa

lud

y la

en

ferm

edad

. Méx

ico,

Bog

otá,

Fon

do d

e C

ultu

ra E

conó

mic

a.

In a

wor

ld o

f the

ir o

wn:

Exp

erie

ncin

g

Unc

onsc

ious

ness

.

neur

osci

ence

of c

onsc

ious

ness

(pp.

499

-550

). Th

e C

ambr

idge

Han

dboo

k of

Con

scio

usne

ss.

Mal

colm

, N. (

1956

). D

ream

s and

Ske

ptic

ism

. Vo

l. 65

, No.

1 (J

an.,

1956

), pp

. 14-

37.

El h

ombr

e au

torr

ealiz

ado:

hac

ia u

na p

sico

logí

a de

l se

r. B

arce

lona

: Edi

toria

l Kai

rós.

Met

zing

er, T

. (20

05).

Out

-of-

body

exp

erie

nces

as t

he o

rigin

of t

he c

once

pt

of a

‘‘so

ul’’.

Min

d an

d M

atte

r, 3:

pp.

57–

84

Nag

el, T

. (19

74).

¿Cóm

o es

ser m

urci

élag

o? E

zcur

dia

y H

ansb

erg.

200

3.

La n

atur

alez

a de

la e

xper

ienc

ia. M

éxic

o: U

nive

rsid

ad N

acio

nal A

utón

oma

de M

éxic

o.

Neu

roth

eolo

gy: B

rain

, Sci

ence

, Spi

ritua

lity,

Rel

igio

us E

xper

ienc

e.

Uni

vers

ity P

ress

: 200

2

Orn

e, M

. T. (

1959

). Th

e na

ture

of h

ypno

sis: A

rtifa

ct a

nd e

ssen

ce. J

ourn

al

of A

bnor

mal

and

soci

al P

sych

olog

y, 8

6, p

p. 2

77-2

99.

Orn

e, M

. T. (

1969

). O

n th

e na

ture

of t

he p

osth

ypno

tic su

gges

tion.

In L

. C

herto

k (E

d.),

Psyc

hoph

ysio

logi

cal m

echa

nism

s of h

ypno

sis (

pp. 1

73-

192)

. Ber

lín: S

prin

ger V

erla

g.

Otto

, R. (

1980

). Lo

num

inos

o: lo

raci

onal

y lo

irra

cion

al e

n la

idea

de

Dio

s. M

adrid

: Edi

toria

l Alia

nza.

Palm

er, J

. (19

78).

The

out-o

f-bod

y ex

perie

nce:

A p

sych

olog

ical

theo

ry.

[ 270

][ 2

71 ]

Pani

kkar

, R. (

2005

). D

e la

mís

tica:

exp

erie

ncia

ple

na d

e la

vid

a.

Bar

celo

na: H

erde

r.

Pers

inge

r, M

. (20

02).

Expe

rimen

tal s

timul

atio

n of

the

God

exp

erie

nce

(pp.

279

-292

). Ex

peri

ence

. Cal

iforn

ia: U

nive

rsity

Pre

ss.

Pers

inge

r, M

. (20

02).

The

tem

pora

l Lob

e: th

e bi

olog

ical

bas

is o

f God

ex

perie

nce

(pp.

273

-278

). N

euro

theo

logy

: Bra

in, S

cien

ce, S

pirit

ualit

y, . C

alifo

rnia

: Uni

vers

ity P

ress

.

Piag

et, J

. (19

83).

La fo

rmac

ión

del s

ímbo

lo e

n el

niñ

o. M

éxic

o: F

ondo

de

Cul

tura

Eco

nóm

ica.

Men

tes y

máq

uina

s. M

adrid

: Edi

toria

l Tec

nos.

Sabo

m, M

. (19

82).

Hyp

nosi

s: A

soci

al p

sych

olog

ical

Scha

cter

, D. L

. (19

87).

Impl

icit

mem

ory:

His

tory

and

cur

rent

stat

us.

Jour

nal o

f Exp

erim

enta

l Psy

chol

ogy:

Lea

rnin

g, M

emor

y an

d C

ogni

tion,

13

, pp.

501

-518

.

Sear

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