1215

Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

  • Upload
    letram

  • View
    240

  • Download
    2

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago
Page 2: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate.Hay un incendio en la central. Vendré pronto». Esto fuelo último que un joven bombero dijo a su esposa antesde acudir al lugar de la explosión. No regresó. Y encierto modo, ya no volvió a verle, pues en el hospital sumarido dejó de ser su marido. Todavía hoy ella sepregunta si su historia trata sobre el amor o lamuerte. Voces de Chernóbil está planteado como sifuera una tragedia griega, con coros y unos héroesmarcados por un destino fatal, cuyas voces fueronsilenciadas durante muchos años por una polisrepresentada aquí por la antigua URSS. Pero, adiferencia de una tragedia griega, no hubo posibilidadde catarsis.

Page 3: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Svetlana Alexievich

Voces de ChernóbilCrónica del futuro

ePub r1.0T itiv illus 06.10.15

Page 4: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago
Page 5: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Título original: Tchernobylskaia MolitvaSvetlana Alexievich, 1997Traducción: Ricardo San Vicente

Editor digital: TitivillusePub base r1.2

Page 6: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

“ Somos aire, no tierra…

MERAB MAMARDASHVILI

Page 7: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

NOTA HISTÓRICA

Belarús[1]… Para el mundo somos unaterra incognita —tierra ignorada—, aúnpor descubrir. «Rusia Blanca», asísuena más o menos el nombre de nuestropaís en inglés. Todos conocenChernóbil, pero en lo que atañe aUcrania y Rusia. A los bielorrusos aúnnos queda contar nuestra historia…

Naródnaya gazeta, 27 de abril de 1996

Page 8: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

El 26 de abril de 1986, a la 1 h 23′ 58″,una serie de explosiones destruyeron elreactor y el edificio del cuarto bloqueenergético de la Central EléctricaAtómica (CEA) de Chernóbil, situadacerca de la frontera bielorrusa. Lacatástrofe de Chernóbil se convirtió enel desastre tecnológico más grave delsiglo XX.

Para la pequeña Belarús (con unapoblación de diez millones dehabitantes) representó un cataclismonacional, si bien los bielorrusos notienen ni una sola central atómica en suterritorio. Belarús seguía siendo un país

Page 9: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

agrícola, con una poblacióneminentemente rural. Durante los añosde la Gran Guerra Patria, los nazisalemanes destruyeron en tierrasbielorrusas 619 aldeas, con suspobladores. Después de Chernóbil, elpaís perdió 485 aldeas y pueblos:setenta de ellos están enterrados bajotierra para siempre. Durante la guerramurió uno de cada cuatro bielorrusos;hoy, uno de cada cinco vive en unterritorio contaminado. Se trata de2 100 000 personas, de las que 700 000son niños. Entre las causas del descensodemográfico, la radiación ocupa elprimer lugar. En las regiones de Gómely Moguiliov (las más afectadas por el

Page 10: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

accidente de Chernóbil), la mortalidadha superado a la natalidad en un 20 porciento.

Como consecuencia de la catástrofe,se han arrojado a la atmósfera 50 × 106

Ci de radionúclidos; de ellos, el 70 porciento ha caído sobre Belarús; el 23 porciento de su territorio está contaminadocon radionúclidos de una densidadsuperior a 1 Ci/km2 de cesio-137. Amodo de comparación: en Ucrania se hacontaminado el 4,8 por ciento delterritorio; en Rusia, el 0,5 por ciento. Lasuperficie de las tierras cultivables quetienen una concentración radiactiva de 1o más Ci/km2 representa 1,8 millones dehectáreas; de estroncio-90, con una

Page 11: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

concentración de 0,3 Ci/km2 o más,cerca de medio millón de hectáreas. Sehan eliminado del uso agrícola 264 000hectáreas. Belarús es tierra de bosques,pero el 26 por ciento de ellos y más dela mitad de sus prados situados en loscauces de los ríos Prípiat, Dnepr y Sozhse encuentran en las zonas decontaminación radiactiva…

Debido a la constante acción depequeñas dosis de radiación, cada añocrece el número de enfermos de cáncer,así como de personas con deficienciasmentales, disfuncionesneuropsicológicas y mutacionesgenéticas…

Page 12: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

«Chernóbil», Belarússkayaentsiklopedia,

1996, pp. 7, 24, 49, 101, 149.

Según diversas observaciones, el 26 deabril de 1986 se registraron niveleselevados de radiación en Polonia,Alemania, Austria y Rumanía; el 30 deabril, en Suiza y el norte de Italia; el 1 y2 de mayo, en Francia, Bélgica, PaísesBajos, Gran Bretaña y el norte deGrecia; el 3 de mayo, en Israel, Kuwait,Turquía…

Proyectadas a gran altura, lassustancias gaseosas y volátiles se

Page 13: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dispersaron por todo el globo terráqueo:el 2 de mayo se registró su presencia enJapón; el 4 de mayo, en China; el 5, enIndia; el 5 y el 6 de mayo en EstadosUnidos y Canadá.

Bastó menos de una semana para queChernóbil se convirtiera en un problemapara todo el mundo…

«Consecuencias de la avería deChernóbil

en Belarús», Minsk.Escuela Superior Internacional

de RadioecologíaSájarov, 1992, p. 82.

Page 14: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

El cuarto reactor —la instalacióndenominada «Refugio»— sigueguardando en sus entrañas de plomo yhormigón armado, como antes, cerca de200 toneladas de material nuclear. Elcombustible se mezcló, además, en partecon el grafito y el hormigón. Nadie sabequé ocurre hoy con este combustible.

El sarcófago se construyó de maneraprecipitada; se trata de una construcciónúnica en su género; quizá los ingenierospetersburgueses que la diseñaron puedansentirse orgullosos de ella. Debíamantenerse en funcionamiento durantetreinta años. Sin embargo, los técnicos

Page 15: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

montaron la instalación «a distancia».Las planchas se unían con la ayuda derobots y de helicópteros; de ahí que hayagrietas. En la actualidad, según algunasfuentes, la superficie total de las zonasdefectuosas y agrietadas supera los 200metros cuadrados, por los que siguendesprendiéndose aerosoles radiactivos.Si el viento sopla del norte, entonces, enel sur, se detecta actividad radiactiva:con uranio, plutonio y cesio. Más aun, enlos días de sol, con la luz apagada, seven columnas de luz que caen del techoen la sala del reactor. ¿Qué es esto?También la lluvia entra dentro delreactor. Y cuando el agua cae sobre lamasa de combustible, es posible una

Page 16: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

reacción en cadena… El sarcófago es undifunto que respira. Respira muerte.¿Cuánto tiempo aguantará? Nadie sabedar una respuesta a este interrogante;hasta hoy, es imposible aproximarse amuchos de los nudos y construccionespara establecer su grado de seguridad.En cambio, todo el mundo comprende losiguiente: la destrucción del «Refugio»daría lugar a unas consecuencias aunmás terribles que las que se produjeronen 1986.

Ogoniok, n.º 17,abril de 1996

Page 17: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Antes de Chernóbil, por cada 100 000habitantes de Belarús se producíancerca de 82 casos de enfermedadesoncológicas. Hoy, las estadísticas sonlas siguientes: por cada 100 000habitantes, hay 6000 enfermos. Estoquiere decir que se han multiplicado por74.

En los últimos diez años, lamortalidad ha crecido en un 23,5 porciento. De cada catorce personas, solouna muere de viejo y, por lo general, setrata de individuos en edad de trabajar,de entre cuarenta y seis y cincuentaaños. En las regiones más contaminadas,

Page 18: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tras un examen médico, se haestablecido que, de cada diez personas,siete están enfermas. Al visitar lasaldeas, uno se sorprende de ver cómo hacrecido el espacio ocupado por loscementerios…

Hoy en día aún se desconocen muchascifras. Se mantienen en secreto: tanmonstruosas son. La Unión Soviéticamandó al lugar de la catástrofe 800 000soldados de reemplazo y«liquidadores[2]» llamados a filas; laedad media de estos últimos era detreinta y tres años. Y a los muchachos selos llevaron directamente del pupitre al

Page 19: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cuartel…Solo en las listas de los liquidadores

de Belarús constan 115 493 personas.Según datos del Ministerio de Sanidad,desde 1990 hasta 2003 han fallecido8553 liquidadores. Dos personas al día.

Así empezó la historia… En lascabeceras de los periódicos soviéticos yextranjeros aparecen reportajes sobre eljuicio de los acusados por la catástrofede Chernóbil.

En cambio ahora… Imagínense unedificio de cinco plantas. Una casa sinhabitantes, pero con sus enseres. Losmuebles, la ropa, objetos que ya nadie

Page 20: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

podrá usar de nuevo nunca. Porque estacasa está en Chernóbil… Puesjustamente en una de esas casas muertasde la ciudad las personas encargadas dellevar a cabo el juicio a los acusados dela avería nuclear ofrecían una pequeñaconferencia a la prensa. En las más altasinstancias, en el Comité Central delPCUS, se decidió que la causa debíaexaminarse en el propio lugar del delito.En el propio Chernóbil. El juicio secelebró en el edificio de la Casa de laCultura local. En el banquillo de losacusados había seis personas: eldirector de la central atómica, VíktorBriujánov; el ingeniero jefe, NikoláiFomin; el segundo ingeniero jefe,

Page 21: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Anatoli Diátlov; el jefe del turno, BorísRogozhkin; el jefe del taller del reactor,Alexandr Kovalenko, y el inspector delServicio Estatal de Inspección deEnergía Atómica de la URSS, YuriLaushkin.

Los asientos destinados al públicoestaban vacíos. Solo se veíanperiodistas. De todos modos, tampocovivía ya nadie en el lugar; la ciudadestaba «cerrado» por ser una «zona decontrol radiactivo severo». ¿No seríapor esta misma razón por la que seescogió el lugar? Cuantos menostestigos, mejor; menos ruido habría. Nose veían ni cámaras ni periodistasextranjeros. Como es natural, todos

Page 22: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

querían que se hubieran sentado en elbanquillo de los acusados las decenasde funcionarios responsables, incluidoslos de Moscú. También el estamentocientífico de aquel momento deberíahaber cargado con su responsabilidad.Pero se conformaron con los«guardagujas».

Sentencia: a Víktor Briujánov,Nikolái Fomin y Anatoli Diátlov lescayeron diez años a cada uno. Para elresto, las penas fueron más cortas. Enconclusión, Anatoli Diátlov y YuriLaushkin murieron a consecuencia de lasradiaciones. El ingeniero jefe NikoláiFomin perdió la razón… En cambio, eldirector de la central, Víktor Briujánov,

Page 23: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cumplió la condena de principio a fin:los diez años enteros. Lo fueron arecibir sus familiares y unos cuantosperiodistas. El acontecimiento pasódesapercibido.

El exdirector vive en Kíev, dondetrabaja de simple oficinista en unaempresa.

Así acaba la historia.

En breve, Ucrania emprenderá una obrade gran envergadura. Sobre el sarcófagoque cubrió en 1986 el destruido cuartobloque de la CEA de Chernóbilaparecerá un nuevo refugio que sellamará «Arca». Dentro de poco, 28

Page 24: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

países donantes destinarán a esteproyecto unas inversiones iniciales decapital que superan los 768 millones dedólares. El nuevo sarcófago deberádurar no ya treinta, sino cien años. Y hasido diseñado con un tamaño muchomayor porque debe ofrecer un volumensuficiente para que se puedan realizarlos trabajos necesarios para sepultar denuevo los residuos. Se necesitan unoscimientos colosales: de hecho se prevéla construcción de material rocosoartificial hecho a base de columnas yplanas de hormigón. A continuaciónhabrá que preparar el depósito al que setrasladarán los residuos radiactivosextraídos del viejo sarcófago. Para la

Page 25: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cobertura superior se empleará acero dealta calidad, capaz de resistir lasradiaciones gamma. Solo de metal,harán falta 18 000 toneladas…

El «Arca» se convertirá en unainstalación sin precedentes en la historiade la humanidad. En primer lugar,sorprenden sus proporciones. Su doblecobertura alcanzará los 1509 metros dealtura. Y por su estética se asemejará ala torre Eiffel…

De informaciones recogidas depublicaciones

bielorrusas en internet entre los años2002 y 2005.

Page 26: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

UNA SOLITARIA VOZHUMANA

No sé de qué hablar… ¿De la muerte odel amor? ¿O es lo mismo? ¿De qué?

Nos habíamos casado no hacíamucho. Aún íbamos por la calleagarrados de la mano, hasta cuandoíbamos de compras. Siempre juntos. Yole decía: «Te quiero». Pero aún no sabíacuánto le quería. Ni me lo imaginaba…

Page 27: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Vivíamos en la residencia de la unidadde bomberos, donde él trabajaba. En elpiso de arriba. Junto a otras tres familiasjóvenes, con una sola cocina para todos.Y en el bajo estaban los coches. Unoscamiones de bomberos rojos. Este era sutrabajo. Yo siempre estaba al corriente:dónde se encontraba, qué le pasaba…

En mitad de la noche oí un ruido.Gritos. Miré por la ventana. Él me vio:

—Cierra las ventanillas y acuéstate.Hay un incendio en la central. Volverépronto.

No vi la explosión. Solo las llamas.Todo parecía iluminado. El cieloentero… Unas llamas altas. Y hollín. Uncalor horroroso. Y él seguía sin

Page 28: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

regresar. El hollín se debía a que ardíael alquitrán; el techo de la central estabacubierto de asfalto. Sobre el que la genteandaba, como él después recordaría,como si fuera resina. Sofocaban lasllamas y él, mientras, reptaba. Subíahacia el reactor. Tiraban el grafitoardiente con los pies… Acudieron allísin los trajes de lona; se fueron para allátal como iban, en camisa. Nadie lesadvirtió; era un aviso de un incendionormal.

Las cuatro… Las cinco… Las seis…A las seis teníamos la intención de ir aver a sus padres. Para plantar patatas.Desde la ciudad de Prípiat hasta laaldea de Sperizhie, donde vivían sus

Page 29: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

padres, hay 40 kilómetros. Íbamos asembrar, a arar. Era su trabajofavorito… Su madre recordaba amenudo que ni ella ni su padre queríandejarlo marchar a la ciudad; incluso leconstruyeron una casa nueva.

Pero se lo llevaron al ejército.Sirvió en Moscú, en las tropas debomberos, y cuando regresó, solo queríaser bombero. Ninguna otra cosa.[Calla.]

A veces me parece oír su voz…Oírle vivo… Ni siquiera las fotografíasme producen tanto efecto como la voz.Pero nunca me llama… Ni en sueños…Soy yo quien lo llama a él…

Las siete… A las siete me

Page 30: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

comunicaron que estaba en el hospital.Corrí hacia allí, pero el hospital yaestaba acordonado por la milicia; nodejaban pasar a nadie. Solo entraban lasambulancias. Los milicianos gritaban:«Los coches están irradiados, no osacerquéis». No solo yo, vinieron todaslas mujeres, todas cuyos maridos habíanestado aquella noche en la central.

Corrí en busca de una conocida quetrabajaba como médico en aquelhospital. La agarré de la bata cuandosalía de un coche:

—¡Déjame pasar!—¡No puedo! Está mal. Todos están

mal.Yo la tenía agarrada:

Page 31: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Solo quiero verlo.—Bueno —me dice—, corre.

Quince o veinte minutos.Lo vi… Estaba hinchado, todo

inflamado… Casi no tenía ojos…—¡Leche! ¡Mucha leche! —me dijo

mi conocida—. Que beba al menos treslitros.

—Él no toma leche.—Pues ahora la tendrá que beber.Muchos médicos, enfermeras y,

especialmente, las auxiliares de aquelhospital, al cabo de un tiempo, sepondrían enfermas. Morirían… Peroentonces nadie lo sabía.

A las diez de la mañana murió eltécnico Shishenok. Fue el primero… El

Page 32: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

primer día… Luego supimos que, bajolos escombros, se había quedado otro…Valera Jodemchuk. No lograron sacarlo.Lo emparedaron con el hormigón. Peroentonces aún no sabíamos que todosellos serían solo los primeros…

Le pregunto:—Vasia[3], ¿qué hago?—¡Vete de aquí! ¡Vete! Estás

esperando un niño.—Estoy embarazada, es cierto. Pero

¿cómo lo voy a dejar?Él me pide:—¡Vete! ¡Salva al crío!—Primero te tengo que traer leche, y

luego ya veremos.Llega mi amiga Tania Kibenok. Su

Page 33: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

marido está en la misma sala. Ha venidocon su padre, que tiene coche. Nossubimos al coche y vamos a la aldeamás cercana a por leche. A unos treskilómetros de la ciudad. Compramosmuchas garrafas de tres litros de leche.Seis, para que hubiera para todos. Perola leche les provocaba unos vómitosterribles. Perdían el sentido sin parar yles pusieron el gota a gota. Los médicosnos aseguraban, no sé por qué, que sehabían envenenado con los gases, nadiehablaba de la radiación.

Entretanto, la ciudad se llenó devehículos militares, se cerraron todaslas carreteras… Se veían soldados portodas partes. Dejaron de circular los

Page 34: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

trenes de cercanías, los expresos…Lavaban las calles con un polvoblanco… Me alarmé: ¿cómo iba aconseguir llegar al pueblo al díasiguiente para comprarle leche fresca?Nadie hablaba de la radiación… Sololos militares iban con caretas. La gentede la ciudad llevaba su pan de lastiendas, las bolsas abiertas con losbollos. En los estantes había pasteles…La vida seguía como de costumbre.Solo… lavaban las calles con unpolvo…

Por la noche no me dejaron entrar enel hospital… Había un mar de gente enlos alrededores. Yo estaba frente a suventana; él se acercó a ella y me gritó

Page 35: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

algo. ¡Se le veía tan desesperado! Entrela muchedumbre, alguien entendió lo quedecía: que aquella noche se los llevabana Moscú. Todas las esposas nosarremolinamos en un corro. Ydecidimos: nos vamos con ellos.¡Dejadnos estar con nuestros maridos!¡No tenéis derecho! Quisimos abrirnospaso a golpes, a arañazos. Lossoldados…, los soldados ya habíanformado un doble cordón y nos impedíanpasar a empujones. Entonces salió elmédico y nos confirmó que se losllevaban aquella misma noche en avióna Moscú; que debíamos traerles ropa; laque llevaban en la central se habíaquemado. Los autobuses ya no

Page 36: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

funcionaban, y fuimos a pie, corriendo, acasa. Cuando volvimos con las bolsas,el avión ya se había marchado… Nosengañaron a propósito. Para que nogritáramos, ni lloráramos…

Llegó la noche… A un lado de lacalle, autobuses, cientos de autobuses(ya estaban preparando la evacuación dela ciudad), y al otro, centenares decoches de bomberos. Los trajeron detodas partes. Toda la calle cubierta deespuma blanca… Íbamos pisandoaquella espuma… Gritando ymaldiciendo…

Por la radio dijeron que evacuaríanla ciudad, para tres o, a lo mejor, cincodías. «Llévense consigo ropa de

Page 37: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

invierno y de deporte, porque van avivir en el bosque. En tiendas decampaña». La gente hasta se alegró:«¡Nos mandan al campo!». Allícelebraremos la fiesta del Primero deMayo. Algo inusual. La gente preparabacarne asada para el camino, ycompraban vino. Se llevaban lasguitarras, los magnetófonos… ¡Lasmaravillosas fiestas de mayo! Sololloraban las mujeres a cuyos maridos leshabía pasado algo.

No recuerdo el viaje. Cuando vi a sumadre, fue como si despertara:

—¡Mamá, Vasia está en Moscú! ¡Selo llevaron en un vuelo especial!

Acabamos de sembrar el huerto:

Page 38: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

patatas, coles… [¡Y a la semanaevacuarían la aldea!] ¿Quién lo iba asaber? Por la noche tuve un ataque devómito. Era mi sexto mes de embarazo.Me sentía tan mal…

Esa noche soñé que me llamaba.Mientras estuvo vivo me llamaba ensueños: «¡Liusia, Liusia!». Pero, una vezque murió, ni una sola vez. No me llamóni una sola vez. [Llora.] Me levanté porla mañana y me dije: «Me voy sola aMoscú. Yo que…».

—¿Adónde vas a ir en tu estado? —me dijo llorando su madre. También sevino conmigo mi padre:

—Será mejor que te acompañe. —Sacó todo el dinero de la libreta, todo el

Page 39: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que tenían. Todo…No recuerdo el viaje. También se me

borró de la cabeza todo el camino… EnMoscú preguntamos al primer milicianoque encontramos a qué hospital habíanllevado a los bomberos de Chernóbil ynos lo dijo; yo hasta me sorprendí deello porque nos habían asustado: «No oslo dirán; es un secreto de Estado,ultrasecreto…».

—A la clínica número seis. A laSchúkinskaya.

En el hospital, que era una clínicaespecial de radiología, no dejabanentrar sin pases. Le di dinero a lavigilante de guardia y me dijo: «Pasa».Me dijo a qué piso debía ir. No sé a

Page 40: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quién más le supliqué, le imploré… Locierto es que ya estaba en el despachode la jefa de la sección de radiología:Anguelina Vasílievna Guskova.Entonces aún no sabía cómo se llamaba,no se me quedaba nada en la cabeza. Loúnico que sabía era que debía verlo…Encontrarlo…

Ella me preguntó enseguida:—¡Pero, alma de Dios! ¡Criatura!

¿Tiene usted hijos?¿Cómo iba a decirle la verdad?

Estaba claro que tenía que esconderlemi embarazo. ¡No me lo dejaría ver!Menos mal que soy delgadita y no se menota nada.

—Sí —le contesto.

Page 41: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Cuántos?Pienso: «He de decirle que dos. Si

solo es uno, tampoco me dejará pasar».—Un niño y una niña.—Bueno, si son dos, no creo que

vayas a tener más. Ahora escucha: susistema nervioso central está dañado porcompleto; la médula está completamentedañada…

«Bueno —pensé—, se volverá algomás nervioso».

—Y óyeme bien: si te pones a llorar,te mando al instante para casa. Estáprohibido que os abracéis y que osbeséis. No te acerques mucho. Te doymedia hora.

Pero yo ya sabía que no me iría de

Page 42: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

allí. Si me iba, sería con él. ¡Me lohabía jurado a mí misma!

Entro… Los veo sentados sobre lascamas, jugando a las cartas, riendo.

—¡Vasia! —lo llaman.Se da la vuelta.—¡Vaya! ¡Hasta aquí me ha

encontrado! ¡Estoy perdido!Daba risa verlo, con su pijama de la

talla 48, él, que usa una 52. Las mangascortas, los pantalones… Pero ya lehabía bajado la hinchazón de la cara…Les inyectaban no sé qué solución…

—¿Tú, perdido? —le pregunto.Y él que ya quiere abrazarme.—Sentadito. —La médico no lo deja

acercarse a mí—. Nada de abrazos aquí.

Page 43: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

No sé cómo, pero nos lo tomamos abroma. Y al momento todos se acercarona nosotros; vinieron hasta de las otrassalas. Todos eran de los nuestros. DePrípiat. Porque habían sido veintiocholos que habían traído en avión. «¿Quéhay de nuevo? ¿Qué pasa en la ciudad?».Yo les cuento que han empezado aevacuar a la gente, que se llevan fuera atoda la ciudad durante unos tres o cincodías. Los chicos se callaron; perotambién había allí dos mujeres; una deellas estaba de guardia en la entrada eldía del accidente, y la mujer rompió allorar:

—¡Dios mío! Allí están mis hijos.¿Qué va a ser de ellos?

Page 44: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Yo tenía ganas de estar a solas conél; bueno, aunque solo fuera un minuto.Los muchachos se dieron cuenta de lasituación y cada uno se inventó unpretexto para salir al pasillo. Entonceslo abracé y lo besé. Él se apartó.

—No te sientes cerca. Coge unasilla.

—Todo eso son bobadas —le dije,quitándole importancia—. ¿Viste dóndese produjo la explosión? ¿Qué es lo quepasó? Porque vosotros fuisteis losprimeros en llegar…

—Lo más seguro es que haya sido unsabotaje. Alguien lo habrá hecho apropósito. Todos los chicos piensan lomismo.

Page 45: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Entonces decían eso. Y lo creían deverdad.

Al día siguiente, cuando llegué, yalos habían separado; cada uno en unasala aparte. Les habían prohibidocategóricamente salir al pasillo.Hablarse. Se comunicaban golpeando lapared. Punto-raya, punto-raya. Punto…Los médicos lo justificaron diciendo quecada organismo reacciona de maneradiferente a las dosis de radiación, demanera que lo que uno aguanta puedeque no lo resista otro. Allí, dondeestaban ellos, hasta las paredesreaccionaban al geiger. A derecha eizquierda, y en el piso de abajo. Sacarona todo el mundo de allí; no dejaron ni a

Page 46: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

un solo paciente… Por debajo y porencima, tampoco nadie…

Viví tres días en casa de unosconocidos de Moscú. Mis conocidos medecían: coge la cazuela, coge la olla,coge todo lo que necesites, no sientasvergüenza. ¡Así resultaron ser estosamigos! ¡Así eran! Y yo hacía una sopade pavo para seis personas. Para seis denuestros muchachos… Los bomberos.Del mismo turno. Todos estaban deguardia aquella noche: Vaschuk,Kibenok, Titenok, Právik, Tischura…

En la tienda les compré a todospasta de dientes, cepillos, jabón… Nohabía nada de esto en el hospital. Lescompré toallas pequeñas… Ahora me

Page 47: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

admiro de aquellos conocidos míos;tenían miedo, por supuesto; no podíandejar de tenerlo; ya corrían todo tipo derumores; pero, de todos modos, seprestaban a ayudarme: coge todo lo quenecesites. ¡Cógelo! ¿Y él cómo está?¿Cómo se encuentran todos? ¿Saldráncon vida? Con vida… [Calla.]

En aquellos días me topé con muchagente buena; no los recuerdo a todos. Elmundo se redujo a un solo punto. Seachicó… A él. Solo a él… Recuerdo auna auxiliar ya mayor, que me fuepreparando:

—Algunas enfermedades no securan. Debes sentarte a su lado yacariciarle la mano.

Page 48: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Por la mañana temprano voy almercado; de allí a casa de misconocidos; y preparo el caldo. Hay querallarlo todo, desmenuzarlo, repartirloen porciones… Uno me pidió: «Tráemeuna manzana».

Con seis botes de medio litro.¡Siempre para seis! Y para el hospital…Me quedo allí hasta la noche. Y luego,de nuevo a la otra punta de la ciudad.¿Cuánto hubiera podido resistir? Pero, alos tres días, me ofrecieron quedarme enel hotel destinado al personal sanitario,en los terrenos del propio hospital.¡Dios mío, qué felicidad!

—Pero allí no hay cocina. ¿Cómovoy a prepararles la comida?

Page 49: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Ya no tiene que cocinar. Susestómagos han dejado de asimilaralimentos.

Él empezó a cambiar. Cada día meencontraba con una persona diferente ala del día anterior. Las quemaduras lesalían hacia fuera. Aparecían en la boca,en la lengua, en las mejillas… Primeroeran pequeñas llagas, pero luego fueroncreciendo. Las mucosas se le caían acapas…, como si fueran unas películasblancas… El color de la cara, y el delcuerpo…, azul…, rojo…, de un grisparduzco. Y, sin embargo, todo en él eratan mío, ¡tan querido! ¡Es imposiblecontar esto! ¡Es imposible escribirlo!¡Ni siquiera soportarlo!…

Page 50: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Lo que te salvaba era el hecho deque todo sucedía de manera instantánea,de forma que no tenías ni que pensar, notenías tiempo ni para llorar.

¡Lo quería tanto! ¡Aún no sabíacuánto lo quería! Justo nos acabábamosde casar… Aún no nos habíamossaciado el uno del otro… Vamos por lacalle. Él me coge en brazos y se pone adar vueltas. Y me besa, me besa. Y lagente que pasa, ríe…

El curso clínico de una dolenciaaguda de tipo radiactivo dura catorcedías… A los catorce días, el enfermomuere…

Ya el primer día que pasé en elhotel, los dosimetristas me tomaron una

Page 51: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

medida. La ropa, la bolsa, el monedero,los zapatos, todo «ardía». Me loquitaron todo. Hasta la ropa interior. Loúnico que no tocaron fue el dinero. Acambio, me entregaron una bata dehospital de la talla 56 —a mí, que tengouna 44—, y unas zapatillas del 43 enlugar de mi 37. La ropa, me dijeron,puede que se la devolvamos, o puedeque no, porque será difícil que se pueda«limpiar».

Y así, con ese aspecto, me presentéante él. Se asustó:

—¡Madre mía! ¿Qué te ha pasado?Aunque yo, a pesar de todo, me las

arreglaba para hacerle un caldo.Colocaba el hervidor dentro del bote de

Page 52: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vidrio. Y echaba allí los pedazos depollo… Muy pequeños… Luego, alguienme prestó su cazuela, creo que fue lamujer de la limpieza o la vigilante delhotel. Otra persona me dejó una tabla enla que cortaba el perejil fresco. Conaquella bata no podía ir al mercado;alguien me traía la verdura. Pero todoera inútil: ni siquiera podía beber… nitragar un huevo crudo… ¡Y yo quequería llevarle algo sabroso! Como sieso hubiera podido ayudar.

Un día, me acerqué a Correos:—Chicas —les pedí—, tengo que

llamar urgentemente a mis padres aIvano-Frankovsk. Se me está muriendoaquí el marido.

Page 53: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Por alguna razón, enseguidaadivinaron de dónde y quién era mimarido, y me dieron líneainmediatamente. Aquel mismo día, mipadre, mi hermana y mi hermanotomaron el avión para Moscú. Metrajeron mis cosas. Dinero.

Era el 9 de mayo… Él siempre medecía: «¡No te imaginas lo bonita que esMoscú! Sobre todo el Día de laVictoria, cuando hay fuegos artificiales.Quiero que lo veas algún día».

Estoy a su lado en la sala; él abrelos ojos:

—¿Es de día o de noche?—Son las nueve de la noche.—¡Abre la ventana! ¡Van a empezar

Page 54: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los fuegos artificiales!Abrí la ventana. Era un séptimo

piso; toda la ciudad ante nosotros. Y unramo de luces encendidas se alzó en elcielo.

—Esto sí que…—Te prometí que te enseñaría

Moscú. Igual que te prometí que todoslos días de fiesta te regalaría flores…

Miro hacia él y veo que saca dedebajo de la almohada tres claveles. Lehabía dado dinero a la enfermera y ellahabía comprado las flores.

Me acerqué a él y lo besé.—Amor mío. Cuánto te quiero.Y él, que se me pone protestón, y me

dice:

Page 55: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Qué te han dicho los médicos?¡No se me puede abrazar! ¡Ni se mepuede besar!

No me dejaban abrazarlo. Pero yo…Yo lo incorporaba, lo sentaba… Lecambiaba las sábanas… Le ponía eltermómetro, se lo quitaba… Le ponía yle quitaba la cuña. Lo aseaba… Mepasaba la noche a su lado… Vigilandocada uno de sus movimientos, cadasuspiro.

Menos mal que fue en el pasillo y noen la sala. La cabeza me empezó a darvueltas y me agarré a la repisa de laventana. En aquel momento pasó por allíun médico, que me sujetó de la mano. Yde pronto:

Page 56: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Está usted embarazada?—¡No, no! —Me asusté tanto. Tenía

miedo de que alguien nos oyera.—No me engañe —me dijo en un

suspiro.Me sentí tan perdida que ni se me

ocurrió contestarle.Al día siguiente me dijeron que fuera

a ver a la médico jefe.—¿Por qué me ha engañado? —me

preguntó en tono severo.—No tenía otra salida. Si le hubiera

dicho la verdad, ustedes me habríanmandado a casa. ¡Fue una mentirapiadosa!

—Pero ¿es que no ve lo que hahecho?

Page 57: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Sí, pero a cambio estoy a sulado…

—¡Criatura! ¡Alma de Dios!Toda mi vida le estaré agradecida a

Anguelina Vasílievna Guskova. ¡Todami vida!

También vinieron otras esposas.Pero no las dejaron entrar. Estuvieronconmigo sus madres. A las madres sí lesdejaban pasar. La de Volodia Právik noparaba de rogarle a Dios: «Llévamemejor a mí».

El profesor estadounidense, eldoctor Gale —fue él quien hizo laoperación de trasplante de médula—,me consolaba: hay esperanzas, pocas,pero las hay. ¡Un organismo tan fuerte,

Page 58: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

un joven tan fuerte! Llamaron a todos susparientes. Dos hermanas vinieron deBelarús; un hermano, de Leningrado,donde hacía el servicio militar. Lahermana pequeña, Natasha, de catorceaños, lloraba mucho y tenía miedo. Perosu médula resultó ser la mejor… [Sequeda callada.] Ahora puedo contarlo.Antes no podía. He callado durante diezaños… Diez años. [Calla.]

Cuando Vasia se enteró de que lesacarían médula espinal a su hermanamenor, se negó en redondo:

—Prefiero morir. No la toquéis; espequeña.

La mayor, Liuda, tenía veintiocho yademás era enfermera, sabía de qué se

Page 59: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

trataba: «Lo que haga falta para queviva», dijo. Yo vi la operación. Estabanechados el uno junto al otro en dosmesas. En el quirófano había una granventana… La operación duró dos horas.

Cuando acabaron, quien se sentíapeor era Liuda, más que mi marido;tenía en el pecho dieciocho inyecciones,y le costó mucho salir de la anestesia.Aún sigue enferma, le han dado lainvalidez… Había sido una muchachaguapa, fuerte… No se ha casado…

Yo iba corriendo de una sala a otra,de verlo a él a visitarla a ella. Él no seencontraba en una sala normal, sino enuna cámara hiperbárica especial, trasuna cortina transparente, donde estaba

Page 60: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

prohibido entrar. Había unosinstrumentos especiales para, sinatravesar la cortina, ponerle lasinyecciones, meterle los catéteres… Ytodo con unas ventosas, con unastenazas, que yo aprendí a manejar. Aextraer de allí… Y llegar hasta él…Junto a su cama había una silla pequeña.

Entonces se empezó a encontrar tanmal que ya no podía separarme de él niun momento. Me llamabaconstantemente: «Liusia, ¿dónde estás?¡Liusia!». No paraba de llamarme.

Las otras cámaras hiperbáricas enque se encontraban nuestros muchachoslas cuidaban unos soldados, porque lossanitarios civiles se negaron a ello,

Page 61: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pedían unos trajes aislantes. Lossoldados sacaban las cuñas. Limpiabanel suelo; cambiaban las sábanas. Lohacían todo. ¿De dónde salieronaquellos soldados? No lo pregunté…Solo existía él. Él… Y cada día oía:«Ha muerto…». «Ha muerto». «Hamuerto Tischura». «Ha muerto Titenok».«Ha muerto». Como martillazos en lasien.

Hacía entre veinticinco y treintadeposiciones al día. Con sangre ymucosidad. La piel se le empezó aresquebrajar por las manos, por lospies. Todo su cuerpo se cubrió deforúnculos. Cuando movía la cabezasobre la almohada, se le quedaban

Page 62: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mechones de pelo. Y todo eso lo sentíatan mío. Tan querido… Yo intentababromear:

—Hasta es más cómodo. No te haráfalta peine.

Poco después les cortaron el pelo atodos. A él lo afeité yo misma. Queríahacerlo todo yo.

Si lo hubiera podido resistirfísicamente, me hubiera quedado lasveinticuatro horas a su lado. Me dabapena perderme cada minuto. Un minuto,y así y todo me dolía perderlo… [Callalargo rato.]

Vino mi hermano y se asustó:—No te dejaré volver allí. —Y mi

padre que le dice:

Page 63: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿A esta no la vas a dejar? ¡Si escapaz de entrar por la ventana! ¡O por laescalera de incendios!

Un día, me voy…, regreso y sobre lamesa tiene una naranja… Grande, noamarilla, sino rosada. Él sonríe:

—Me la han regalado. Quédatela. —Pero la enfermera me hace señas através de la cortina de que la naranja nose puede comer. En cuanto algopermanece a su lado un tiempo, no esque no se pueda comer, es que hastatocarlo da miedo—. Venga, cómetela —me pide—. Si a ti te gustan las naranjas.—Cojo la naranja con una mano. Y él,entretanto, cierra los ojos y se quedadormido.

Page 64: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Todo el rato le ponían inyeccionespara que durmiera. Narcóticos. Laenfermera me mira horrorizada, comodiciendo… ¿Qué será de mí? Yo estabadispuesta a hacer lo que fuera para queél no pensara en la muerte… ni sobre lohorrible de su enfermedad, ni que yo letenía miedo…

Hay un fragmento de unaconversación. Lo guardo en la memoria.Alguien intenta convencerme:

—No debe usted olvidar que lo quetiene delante ya no es su marido, un serquerido, sino un elemento radiactivo conun gran poder de contaminación. No seausted suicida. Recobre la sensatez.

Pero yo estoy como loca: «¡Lo

Page 65: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quiero! ¡Lo quiero!». Él dormía y yo lesusurraba: «¡Te amo!». Iba por el patiodel hospital: «¡Te amo!». Llevaba elorinal: «¡Te amo!». Recordaba cómovivíamos antes. En nuestra residencia…Él se dormía por la noche solo despuésde cogerme de la mano. Tenía esacostumbre, mientras dormía, cogerme dela mano… toda la noche.

En el hospital también yo le cogía lamano y no la soltaba.

Es de noche. Silencio. Estamossolos. Me mira atentamente, fijo, muyfijo, y de pronto me dice:

—Qué ganas tengo de ver a nuestrohijo. Cómo es.

—¿Cómo lo llamaremos?

Page 66: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Bueno, eso ya lo decidirás tú.—¿Por qué yo sola, o es que no

somos dos?—Vale, si es niño, que sea Vasia, y

si es niña, Natasha.—¿Cómo que Vasia? Yo ya tengo un

Vasia. ¡Tú! Y no quiero otro.¡Aún no sabía cuánto lo quería! Solo

existía él. Solo él… ¡Estaba ciega! Nisiquiera notaba los golpecitos de debajodel corazón. Aunque ya estaba en elsexto mes. Creía que mi pequeña, alestar dentro de mí, estaba protegida. Mipequeña…

Ningún médico sabía que yo dormíacon él en la cámara hiperbárica. No seles pasaba por la cabeza. Las

Page 67: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

enfermeras me dejaban pasar. Alprincipio también me queríanconvencer:

—Eres joven. ¿Cómo se te ocurre?¡Si esto ya no es un hombre, es unreactor nuclear! Os quemaréis los dos.—Y yo corría tras ellas como un perrito.Me quedaba horas enteras ante la puerta.Les rogaba, les imploraba. Y entoncesellas decían: «¡Que te parta un rayo!¡Estás loca perdida!».

Por la mañana, antes de las ocho,cuando empezaba la ronda de visitasmédicas, me hacían señas desde detrásde la cortina: «¡Corre!». Y yo me ibadurante una hora al hotel. Pues desde lasnueve de la mañana hasta las nueve de la

Page 68: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

noche tenía pase. Las piernas se mepusieron azules hasta las rodillas, se mehincharon, de tan cansada que meencontraba. Mi alma era más fuerte quemi cuerpo… Mi amor…

Mientras yo estaba con él… No lohacían. Pero cuando me iba, lofotografiaban. Sin ropa alguna. Desnudo.Solo con una sábana ligera por encima.Yo cambiaba cada día esa sábana,aunque, al llegar la noche, estaba llenade sangre. Lo incorporaba y en lasmanos se me quedaban pedacitos de supiel; se me pegaban. Yo le suplicaba:

—¡Cariño! ¡Ayúdame! ¡Apóyate enel brazo, sobre el codo, todo lo quepuedas, para que alise la cama, para que

Page 69: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

te quite las costuras, los pliegues! —Cualquier costurita era una herida en supiel. Me corté las uñas hasta hacermesangre, para no herirlo.

Ninguna de las enfermeras sedecidía a acercarse a él, ni a tocarlo; sihacía falta algo, me llamaban. Y ellos…Ellos, en cambio, lo fotografiaban.Decían que era para la ciencia. ¡Loshubiera echado a patadas a todos de allí!¡Les hubiera gritado y les hubierapegado! ¿Cómo se atrevían? Era todomío. Lo que más quería… ¡Si hubierapodido impedirles entrar! ¡Si hubierapodido!…

Salgo de la sala al pasillo. Y meguío por la pared, por el sofá, porque no

Page 70: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

veo nada. Paro a la enfermera deguardia y le digo:

—Se está muriendo.Y ella me dice:—¿Y qué esperabas? Ha recibido

mil seiscientos roentgen, cuando la dosismortal es de cuatrocientos. —A ellatambién le daba pena, pero de otramanera. En cambio para mí, él era todomío. Lo que más quería.

Cuando murieron todos, repararon elhospital. Quitaron el yeso de lasparedes, arrancaron el parqué y lotiraron. La madera…

Prosigo. Lo último… Lo recuerdo afogonazos. A fragmen… Todo sedesvanece…

Page 71: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Una noche, estoy sentada a su lado enuna silla. Eran las ocho de la mañana:

—Vasia, salgo un rato. Voy adescansar un poco.

Él abre y cierra los ojos: me deja ir.En cuanto llego al hotel, a mi habitación,y me acuesto en el suelo —no podíaecharme en la cama, de tanto que medolía todo—, llega una auxiliar:

—¡Ve! ¡Corre a verlo! ¡Te llama sinparar! —Pero aquella mañana TaniaKibenok me lo había pedido con tantainsistencia, me había rogado: «Vamosjuntas al cementerio. Sin ti no soycapaz». Aquella mañana enterraban a

Page 72: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Vitia Kibenok y a Volodia Právik.Éramos amigos de Vitia. Dos

familias amigas. Un día antes de laexplosión nos habíamos fotografiadojuntos en la residencia. ¡Qué guapos seveía a nuestros maridos! Alegres. Elúltimo día de nuestra vida pasada… Laépoca anterior a Chernóbil… ¡Quéfelices éramos!

Vuelvo del cementerio, llamo a todaprisa a la enfermera:

—¿Cómo está?—Ha muerto hará unos quince

minutos.¿Cómo? Si he pasado toda la noche

a su lado. ¡Si solo me he ausentado treshoras! Estaba junto a la ventana y

Page 73: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

gritaba: «¿Por qué? ¿Por qué?». Mirabaal cielo y gritaba… Todo el hotel meoía. Tenían miedo de acercarse a mí.Pero me recobré y me dije: «¡Lo verépor última vez! ¡Lo iré a ver!». Bajérodando las escaleras. Él seguía en lacámara, no se lo habían llevado.

Sus últimas palabras fueron:«¡Liusia! ¡Liusia!». «Se acaba de ir.Ahora mismo vuelve», lo intentó calmarla enfermera. Él suspiró y se quedócallado…

Ya no me separé de él. Fui con élhasta la tumba. Aunque lo que recuerdono es el ataúd, sino una bolsa depolietileno. Aquella bolsa… En lamorgue me preguntaron:

Page 74: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Quiere que le enseñemos cómolo vamos a vestir?

—¡Sí que quiero!Le pusieron el traje de gala, y le

colocaron la visera sobre el pecho. Nole pusieron calzado. No encontraronunos zapatos adecuados, porque se lehabían hinchado los pies. En lugar depies, unas bombas. También cortaron eluniforme de gala, no se lo pudieronponer.

Tenía el cuerpo entero deshecho.Todo él era una llaga sanguinolenta. Enel hospital, los últimos dos días… Lelevantaba la mano y el hueso se lemovía, le bailaba, se le había separadola carne… Le salían por la boca

Page 75: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pedacitos de pulmón, de hígado. Seahogaba con sus propias vísceras. Meenvolvía la mano con una gasa y laintroducía en su boca para sacarle todoaquello de dentro. ¡Es imposible contaresto! ¡Es imposible escribirlo! ¡Nisiquiera soportarlo!… Todo esto tanquerido… Tan mío… Tan… No le cabíaninguna talla de zapatos. Lo colocaronen el ataúd descalzo.

Ante mis ojos. Vestido de gala, lometieron en una bolsa de plástico y laataron. Y, ya en esa bolsa, lo colocarondentro del ataúd. El ataúd tambiénenvuelto en otra bolsa. Un celofántransparente, pero grueso, como unmantel. Y todo eso lo metieron en un

Page 76: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

féretro de zinc. Apenas lograron meterlodentro. Solo quedó el gorro encima…

Vinieron todos. Sus padres, losmíos. Compramos pañuelos negros enMoscú… Nos recibió la comisiónextraordinaria. A todos les decían lomismo: que no podemos entregaros loscuerpos de vuestros maridos, nopodemos daros a vuestros hijos, son muyradiactivos y serán enterrados en uncementerio de Moscú de una maneraespecial. En unos féretros de zincsoldados, bajo unas planchas dehormigón. Deben ustedes firmarnosestos documentos… Necesitamos suconsentimiento. Y si alguien, indignado,quería llevarse el ataúd a casa, lo

Page 77: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

convencían de que se trataba de unoshéroes, decían, y ya no pertenecen a sufamilia. Son personalidades. Ypertenecen al Estado.

Subimos al autobús. Los parientes yunos militares. Un coronel con unaradio. Por la radio se oía: «¡Esperenórdenes! ¡Esperen!». Estuvimos dandovueltas por Moscú unas dos o tres horas,por la carretera de circunvalación.Luego regresamos de nuevo a Moscú. Ypor la radio: «No se puede entrar en elcementerio. Lo han rodeado loscorresponsales extranjeros. Aguardenotro poco». Los parientes callamos.Mamá lleva el pañuelo negro… yo notoque pierdo el conocimiento.

Page 78: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Me da un ataque de histeria:—¿Por qué hay que esconder a mi

marido? ¿Quién es: un asesino? ¿Uncriminal? ¿Un preso común? ¿A quiénenterramos?

Mamá me dice:—Calma, calma, hija mía. —Y me

acaricia la cabeza, me coge de lamano…

El coronel informa por la radio:—Solicito permiso para dirigirme al

cementerio. A la esposa le ha dado unataque de histeria.

En el cementerio nos rodearon lossoldados. Marchábamos bajo escolta,hasta el ataúd. No dejaron pasar a nadiepara despedirse de él. Solo los

Page 79: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

familiares… Lo cubrieron de tierra enun instante.

—¡Rápido, más deprisa! —ordenabaun oficial. Ni siquiera nos dejaronabrazar el ataúd.

Y, corriendo, a los autobuses. Todoa escondidas.

Compraron en un abrir y cerrar deojos los billetes de vuelta y nos lostrajeron. Al día siguiente, en todomomento estuvo con nosotros un hombrevestido de civil, pero con modales demilitar; no me dejó salir del hotelsiquiera a comprar comida para el viaje.No fuera a ocurrir que habláramos conalguien; sobre todo yo. Como si en aquelmomento hubiera podido hablar, ni

Page 80: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

llorar podía.La responsable del hotel, cuando nos

íbamos, contó todas las toallas, todas lassábanas… Y allí mismo las fuemetiendo en una bolsa de polietileno.Seguramente lo quemaron todo…Pagamos nosotros el hotel. Por loscatorce días…

El proceso clínico de lasenfermedades radiactivas dura catorcedías. A los catorce días, el enfermomuere…

Al llegar a casa, me dormí. Entré encasa y me derrumbé en la cama. Estuvedurmiendo tres días enteros. No mepodían despertar. Vino una ambulancia.

—No —dijo el médico—, no ha

Page 81: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

fallecido. Despertará. Es una especie desueño terrible.

Tenía veintitrés años…Recuerdo un sueño. Viene a verme

mi difunta abuela, con la misma ropacon la que la enterramos. Y adorna unabeto. «Abuela, ¿cómo es que tenemosun abeto? ¿No estamos en verano?».«Así debe ser. Pronto tu Vasia vendrá averme. Y cómo ha crecido en elbosque».

Recuerdo… Recuerdo otro sueño:llega Vasia vestido de blanco y llama aNatasha. A nuestra hija, la niña que aúnno había dado a luz. Ya es mayor y yome asombro: ¿cómo ha podido crecertan rápidamente? Él la lanza por el aire

Page 82: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hacia el techo y los dos ríen. Y yo losmiro y pienso: qué sencillo es ser feliz.Tan sencillo… Luego tuve otro sueño.Paseamos los dos por el agua. Andamosmucho, mucho rato… Seguramente mepedía que no llorara. Me mandabaseñales. De allá. De arriba… [Se quedacallada durante largo rato.]

Al cabo de dos meses regresé aMoscú. De la estación al cementerio. ¡Averle! Y allí, en el cementerio, meempezaron las contracciones. En cuantome puse a hablar con él. Llamaron a unaambulancia. Les di la dirección delhospital. Di a luz allí mismo. Con lamisma doctora, con AnguelinaVasílievna Guskova. Ya en su momento

Page 83: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

me había dicho:—Ven aquí a dar a luz.¿Adónde iba a ir si no? Parí con dos

semanas de adelanto.Me la enseñaron. Una niña…—Natasha —la llamé—. Tu papá te

llamó Natasha.Por su aspecto, parecía un bebé

sano. Con sus bracitos, sus piernas. Perotenía cirrosis. En su hígado había 28roentgen. Y una lesión congénita delcorazón. A las cuatro horas me dijeronque la niña había muerto. ¡Y, otra vez,que no se la vamos a dar! ¿Cómo que nome la vais a dar? ¡Soy yo quien no os lavoy a dar a vosotros! ¡La queréis paravuestra ciencia, pues yo odio vuestra

Page 84: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ciencia! ¡La odio! Vuestra ciencia fue laque se lo llevó y ahora aún quiere más.¡No os la daré! La enterraré yo misma.Junto a su padre… [Pasa a hablar ensusurros.]

No hay manera de que me salga loque quiero decir. No con palabras.Después del ataque al corazón, no puedogritar. Tampoco me dejan llorar. Por esono me salen las palabras. Pero le diré…Quiero que sepa… Aún no se lo heconfesado a nadie. Cuando no les di ami hija…, nuestra hija…, entonces, metrajeron una cajita de madera:

—Aquí está.Lo comprobé. La habían envuelto en

pañales. Toda envuelta en pañales. Y

Page 85: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entonces me puse a llorar y les dije:—Colóquenla a los pies de mi

marido. Y díganle que es nuestraNatasha.

Allí, en la tumba, no está escrito«Natasha Ignatenko». Solo está elnombre de él. Ella no tuvo ni nombre, notuvo nada. Solo alma. Y allí es dondeenterré su alma…

Siempre vengo a verlos con dosramos: uno es para él y el segundo lopongo en un rinconcito para ella. Mearrastro de rodillas por la tumba.Siempre de rodillas… [De manerainconexa:] Yo la maté. Fue mi culpa.Ella, en cambio… Ella me ha salvado.Mi niña me salvó. Recibió todo el

Page 86: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

impacto radiactivo, se convirtió, comosi dijéramos, en el receptor de todo elimpacto. Tan pequeñita. Una bolita.[Pierde el aliento.] Ella me salvó. Peroyo los quería a ambos. ¿Cómo esposible? ¿Cómo se puede matar con elamor? ¡Con un amor como este! ¿Porqué están tan juntos? El amor y lamuerte. Tan juntos. ¿Quién me lo podráexplicar? Me arrastro de rodillas por latumba. [Calla largo rato.]

En Kíev me dieron un piso. En una casagrande, donde ahora viven todos los quetienen que ver con la central nuclear.Todos somos conocidos. Es un piso

Page 87: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

grande, de dos habitaciones, con el queVasia y yo siempre habíamos soñado.¡Pero yo allí me volvía loca! En cadarincón, mirara donde mirase, allí estabaél. Sus ojos. Me puse a arreglar la casa,a hacer lo que fuera para no pararquieta, lo que fuera para no pensar. Asípasé dos años.

Un día tuve un sueño: vamos los dosjuntos, pero él va descalzo. «¿Por quévas descalzo siempre?». «Pues porqueno tengo nada». Fui a la iglesia. Y elpadre me aconsejó:

—Hay que comprar unas zapatillasde talla grande y colocarlas en el féretrode algún difunto. Y escribir una nota deque son para él.

Page 88: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Así lo hice. Llegué a Moscú y medirigí de inmediato a una iglesia. EnMoscú estoy más cerca de él. Allídescansa, en el cementerio Mitinski. Leexpliqué a un clérigo lo que me pasaba,que había de hacerle llegar unaszapatillas a mi marido. Y él mepregunta:

—¿Y tú sabes, hija mía, cómoconviene hacerlo?

Me lo explica… Justo en esemomento traen a un anciano para rezarleun responso. Y yo que me acerco alataúd, levanto el velo y coloco allí laszapatillas.

—¿Y la nota… la has escrito?—Sí, la he escrito, pero no digo

Page 89: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nada de en qué cementerio estáenterrado.

—Allí todos están juntos. Ya loencontrarán.

No tenía ningunas ganas de vivir.Por la noche me quedaba junto a laventana y miraba al cielo: «Vasia, ¿quéhe de hacer? No quiero vivir sin ti».Durante el día, paso junto a un jardíninfantil y me quedo ahí parada. Mepasaría la vida mirando a los niños…¡Me estaba volviendo loca! Y por lasnoches le pedía: «Vasia, pariré un niño.Me da miedo estar sola. No loaguantaré. ¡Vasia!». Y al día siguiente selo volvía a pedir: «Vasia, no necesito unhombre. No hay nadie mejor que tú.

Page 90: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Quiero un niño».Tenía veinticinco años…Encontré un hombre. Se lo conté

todo. Toda la verdad. Que tuve un amor,un amor para toda la vida. Se lo confesétodo. Nos veíamos, pero nunca loinvitaba a mi casa. En casa no podía.Allí estaba Vasia.

Trabajé en una pastelería. Hacía unatarta y las lágrimas me caían a mares.No lloraba, pero las lágrimas meseguían cayendo. Solo les pedí a laschicas una cosa:

—No me tengáis lástima. En cuantome empecéis a consolar, me marcho. —Quería ser como todos los demás. Nohay que tenerme lástima. Hubo un

Page 91: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tiempo en que fui feliz.Me trajeron la medalla de Vasia.

Una de color rojo. No podía mirarlamucho tiempo. Se me saltaban laslágrimas.

He tenido un niño. Andréi… Andréise llama. Las amigas me querían hacercambiar de idea:

—Tú no puedes tener hijos.Y los médicos me asustaban:—Su organismo no lo soportará.Después… Después me dijeron que

le faltaría una mano. Se veía por elaparato. «¿Y qué? —me dije—. Leenseñaré a escribir con la manoizquierda». Y nació normal. Un niñoguapo. Ya va a la escuela, y saca todo

Page 92: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

excelentes.Ahora tengo a alguien. A alguien por

quien respiro y vivo. Él lo comprendetodo a la perfección:

—Mamá, si voy a ver a la abuela unpar de días, ¿podrás respirar? —¡Nopodré! Me da miedo separarme de él unsolo día.

Un día íbamos por la calle. Y notoque me caigo. Entonces fue cuando medio el ataque. Allí, en la misma calle.

—Mamá, ¿quieres un poco de agua?—No. Quédate a mi lado. No te

vayas a ninguna parte.Y lo agarré de la mano. Luego ya no

recuerdo nada… Abrí los ojos en elhospital. Lo había sujetado de tal modo

Page 93: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que los médicos se las vieron moradaspara abrirme los dedos. El niño tuvo lamano azul durante varios días.

Y ahora cuando salimos de casa mepide:

—Mamá, por favor, no me agarresde la mano. No me iré a ninguna parte.

Él también está enfermo: va dossemanas a la escuela y dos las pasa encasa, con el médico. Así vivimos.Tememos el uno por el otro.

Y en cada rincón está Vasia. Susfotos. Y por las noches no paro dehablar con él. A veces me pide ensueños: «Enséñame a nuestro niño». YAndréi y yo vamos a verle. Él trae de lamano a nuestra hija. Siempre está con

Page 94: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ella. Solo juega con ella.Así es como vivo. Vivo a la vez en

un mundo real y en otro irreal. Y no sédónde estoy mejor.

Tengo de vecinos a todos los de lacentral; ocupamos aquí toda una calle.Así la llaman: la «calle de Chernóbil».Esta gente ha trabajado toda la vida enla central. Y hasta hoy van allí a hacerguardia; en la central solo se hacenturnos de guardia. Allí ya no vive nadieni nunca vivirá.

Muchos sufren terriblesenfermedades, son inválidos, pero nodejan la central. Tienen miedo hasta depensar que la cerrarán. No se imaginansu vida sin el reactor; es su vida. ¿A

Page 95: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quién le harían falta tal como están enotro trabajo?

Muchos se mueren. De repente.Sobre la marcha. Va uno por la calle y,de pronto, cae muerto. Se acuesta y yano despierta. Le lleva unas flores a unaenfermera y, de pronto, se le para elcorazón.

Esta gente se está muriendo, peronadie les ha preguntado de verdad sobrelo sucedido. Sobre lo que hemospadecido. Lo que hemos visto. La genteno quiere oír hablar de la muerte. De loshorrores.

Pero yo le he hablado del amor…De cómo he amado.

Page 96: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

LIUDMILA IGNATENKO,esposa del bombero fallecido Vasili

Ignatenko

Page 97: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ENTREVISTA DE LAAUTORA CONSIGOMISMA SOBRE LA

HISTORIA OMITIDA YSOBRE POR QUÉ

CHERNÓBIL PONE ENTELA DE JUICIO

NUESTRA VISIÓN DELMUNDO

Page 98: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Yo soy testigo de Chernóbil…, elacontecimiento más importante delsiglo XX, a pesar de las terribles guerrasy revoluciones que marcan esta época.Han pasado veinte años de la catástrofe,pero hasta hoy me persigue la mismapregunta: ¿de qué dar testimonio, delpasado o del futuro? Es tan fácildeslizarse a la banalidad. A labanalidad del horror… Pero yo miro aChernóbil como al inicio de una nuevahistoria; Chernóbil no solo significaconocimiento, sino tambiénpreconocimiento, porque el hombre seha puesto en cuestión con su anteriorconcepción de sí mismo y del mundo.Cuando hablamos del pasado o del

Page 99: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

futuro, introducimos en estas palabrasnuestra concepción del tiempo, peroChernóbil es ante todo una catástrofe deltiempo. Los radionúclidos diseminadospor nuestra Tierra vivirán cincuenta,cien, doscientos mil años. Y más. Desdeel punto de vista de la vida humana, soneternos. Entonces, ¿qué somos capacesde entender? ¿Está dentro de nuestrascapacidades alcanzar y reconocer unsentido en este horror del que seguimosignorándolo casi todo?

—¿De qué trata este libro? ¿Por quélo he escrito?

Page 100: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Este libro no trata sobreChernóbil, sino sobre el mundo deChernóbil. Sobre el suceso mismo sehan escrito ya miles de páginas y se hansacado centenares de miles de metros depelícula. Yo, en cambio, me dedico a loque he denominado la historia omitida,las huellas imperceptibles de nuestropaso por la tierra y por el tiempo.Escribo y recojo la cotidianidad de lossentimientos, los pensamientos y laspalabras. Intento captar la vida cotidianadel alma. La vida de lo ordinario enunas gentes corrientes. Aquí, en cambio,todo es extraordinario: tanto lasinhabituales circunstancias como la

Page 101: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

gente, tal como les han obligado lascircunstancias, elevándolos a una nuevacondición al colonizar este nuevoespacio. Chernóbil para ellos no era unametáfora ni un símbolo, era su casa.Cuántas veces el arte ha ensayado elApocalipsis, ha probado las másdiversas versiones tecnológicas del finaldel mundo, pero ahora sabemospositivamente que la vida esincomparablemente mucho másfantástica.

Un año después de la catástrofe,alguien me preguntó: «Todos escriben.Y usted que vive aquí, en cambio no lohace. ¿Por qué?». Yo no sabía cómoescribir sobre esto, con qué

Page 102: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

herramientas, desde dónde enfocarlo. Siantes, cuando escribía mis libros, mefijaba en los sufrimientos de los demás,a partir de entonces mi vida y yo seconvirtieron en parte del suceso. Sefundieron en una sola cosa y no habíamanera de mantener una distancia. Elnombre de mi país, un pequeño territorioperdido en Europa, del que el mundo nohabía oído decir casi nada, empezó asonar en todas las lenguas y se convirtióen el diabólico laboratorio deChernóbil, y nosotros los bielorrusosnos convertimos en el pueblo deChernóbil. Fuera a donde fuese, todo elmundo me observaba con curiosidad:«Ah, ¿usted es de allí? ¿Qué está

Page 103: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pasando?».Naturalmente, podía haber escrito un

libro rápidamente, una obra más comolas que luego aparecieron una tras otra:qué sucedió en la central aquella noche,quién tiene la culpa, cómo se ocultó laavería al mundo, a su propio pueblo,cuántas toneladas de arena y dehormigón fueron necesarias paraconstruir el sarcófago sobre el mortíferoreactor… Pero había algo que medetenía. Que me sujetaba la mano. ¿Qué?La sensación de misterio. Estaimpresión, que se instaló como un rayoen nuestro fuero interno, lo impregnabatodo: nuestras conversaciones, nuestrasacciones, nuestros temores, y marchaba

Page 104: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tras los pasos de los acontecimientos.Era un suceso que más bien se parecía aun monstruo. En todos nosotros seinstaló, explícito o no, el sentimiento deque habíamos alcanzando lo nunca visto.

Chernóbil es un enigma que aúndebemos descifrar. Un signo que nosabemos leer. Tal vez el enigma delsiglo XXI. Un reto para nuestro tiempo.Ha quedado claro que además de losdesafíos comunista y nacionalista y delos nuevos retos religiosos entre los quevivimos y sobrevivimos, en adelante nosesperan otros, más salvajes y totales,pero que aún siguen ocultos a nuestrosojos. Y, sin embargo, después deChernóbil algo se ha vislumbrado.

Page 105: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

La noche del 26 de abril… Duranteaquella única noche nos trasladamos aotro lugar de la historia. Realizamos unsalto hacia una nueva realidad, y esta haresultado hallarse por encima no solo denuestro saber, sino también de nuestraimaginación. Se ha roto el hilo deltiempo. De pronto el pasado se ha vistoimpotente; no encontramos en él en quéapoyarnos; en el archivo omnisciente (almenos así nos lo parecía) de lahumanidad no se han hallado las clavespara abrir esta puerta.

Aquellos días oí en más de unaocasión: «No encuentro las palabraspara transmitir lo que he visto, lo que heexperimentado», «no he leído sobre algo

Page 106: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

parecido en libro alguno, ni lo he vistoen el cine», «nadie antes me ha contadonada semejante».

Entre el momento en que sucedió lacatástrofe y cuando se empezó a hablarde ella se produjo una pausa. Unmomento para la mudez. Y lo recuerdantodos. Allá por las altas esferas setomaban decisiones, se confeccionabaninstrucciones secretas, se mandaba quelevantaran el vuelo los helicópteros, oque se trasladaran por las carreterasenormes cantidades de transportes;abajo se esperaba recibir información yse pasaba miedo, se vivía a base derumores, pero todos guardaban silenciosobre lo principal: ¿qué es lo que

Page 107: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

realmente había sucedido? No sehallaban palabras para unossentimientos nuevos y no se encontrabanlos sentimientos adecuados para lasnuevas palabras; la gente aún no sabíaexpresarse, pero, paulatinamente, sesumergía en la atmósfera de una nuevamanera de pensar; así es como podemosdefinir hoy nuestro estado de entonces.Sencillamente, ya no bastaba con loshechos; aspirabas a asomarte a lo quehabía detrás de ellos, a penetrar en elsignificado de lo que acontecía.Estábamos ante el efecto de laconmoción. Y yo estaba buscando a esapersona conmocionada. Esa personaenunciaba nuevos textos. A veces las

Page 108: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

voces se abrían paso como llegadasdesde un sueño o desde una pesadilla,desde un mundo paralelo.

Ante Chernóbil todo el mundo seponía a filosofar. Las personas seconvertían en filósofos. Los templos sellenaron de nuevo. Se llenaron decreyentes y de gente hasta el día anterioratea. Gente que buscaba respuestas queno les podían dar ni la física ni lasmatemáticas. El mundo tridimensional seabrió y dejé de encontrarme convalentones que se atrevieran a jurarsobre la Biblia del materialismo.

De pronto, se encendió cegadora laeternidad. Callaron los filósofos y losescritores, expulsados de sus habituales

Page 109: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

canales de la cultura y la tradición.Durante aquellos primeros días, conquien resultaba más interesante hablarno era con los científicos, losfuncionarios o los militares de muchasestrellas, sino con los viejoscampesinos. Gente que vivía sin Tolstói,sin Dostoyevski, sin internet, pero cuyaconciencia, de algún modo, había dadocabida a un nuevo escenario del mundo.Y su conciencia no se destruyó.

Seguramente nos hubiéramosacostumbrado mejor a una situación deguerra atómica, como lo sucedido enHiroshima, pues justamente para esasituación nos preparábamos. Pero lacatástrofe se produjo en un centro

Page 110: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

atómico no militar, y nosotros éramosgente de nuestro tiempo y creíamos, talcomo nos habían enseñado, que lascentrales nucleares soviéticas eran lasmás seguras del mundo, que se podíanconstruir incluso en medio de la PlazaRoja. El átomo militar era Hiroshima yNagasaki; en cambio, el átomo para lapaz era una bombilla eléctrica en cadahogar. Nadie podía imaginar aún queambos átomos, el de uso militar y el deuso pacífico, eran hermanos gemelos.Eran socios. Nos hemos hecho mássabios, todo el mundo se ha vuelto másinteligente, pero después de Chernóbil.Hoy en día, los bielorrusos, como si setrataran de «cajas negras» vivas, anotan

Page 111: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una información destinada al futuro.Para todos.

He escrito durante muchos años estelibro. Casi veinte años. Me heencontrado y he hablado conextrabajadores de la central, concientíficos, médicos, soldados,evacuados, residentes ilegales en zonasprohibidas… Con las personas para lascuales Chernóbil representa el principalcontenido de su vida, cuyo interior ycuyo entorno, y no solo la tierra y elagua, están envenenados con Chernóbil.Estas personas contaban, buscabanrespuestas. Reflexionábamos juntos. Amenudo tenían prisa, temían no llegar atiempo, y yo aún no sabía que el precio

Page 112: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de su testimonio era la vida. «Apunteusted —me decían—. No hemoscomprendido todo lo que hemos visto,pero que queden nuestras palabras.Alguien las leerá y entenderá. Mástarde. Después de nosotros». Teníanrazón en tener prisa; muchos de ellos yano se encuentran entre los vivos. Peroles dio tiempo a mandar la señal…

—Todo lo que conocemos de loshorrores y temores tiene más que vercon la guerra. El gulag estalinista yAuschwitz son recientes adquisicionesdel mal. La historia siempre ha sido unrelato de guerras y de caudillos, y la

Page 113: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

guerra constituía, digamos, la medidadel horror. Por eso, la gente confundelos conceptos de guerra y catástrofe. EnChernóbil se diría que están presentestodos los rasgos de la guerra: muchossoldados, evacuación, hogaresabandonados… Se ha destruido el cursode la vida. Las informaciones sobreChernóbil están plagadas de términosbélicos: átomo, explosión, héroes… Yesta circunstancia dificulta lacomprensión de que nos hallamos anteuna nueva historia. Ha empezado lahistoria de las catástrofes… Pero elhombre no quiere pensar en esto, porquenunca se ha parado a pensar en esto; seesconde tras aquello que le resulta

Page 114: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

conocido. Tras el pasado.Hasta los monumentos a los héroes

de Chernóbil parecen militares.

—En mi primer viaje a la zona…,los huertos se cubrían de flores, brillabaalegre al sol la hierba joven. Cantabanlos pájaros. Era un mundo tanfamiliar…, tan conocido. La primeraidea que te asaltaba era que todo estabaen su lugar, como siempre. La mismatierra, el mismo agua, los mismosárboles… En ellos, tanto las formascomo los colores, así como los olores,son eternos, y nadie será capaz decambiarlos, ni siquiera un poco. Pero ya

Page 115: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el primer día me explicaron que no hayque arrancar las flores de la tierra, quees mejor no sentarse, como tampoco hayque beber agua de los manantiales. Alatardecer, observé cómo los pastoresquerían dirigir hacia el río al cansadorebaño, pero las vacas se acercaban alagua y, al instante, daban media vuelta.De algún modo intuían el peligro. Y losgatos, me contaban, dejaron de comerlos ratones muertos de los que estaballeno el campo y los patios. La muerte seescondía por todas partes; pero setrataba de algo diferente. Una muertecon una nueva máscara. Con aspectofalso.

El hombre se vio sorprendido y no

Page 116: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estaba preparado para esto. No estabapreparado como especie biológica, puesno le funcionaba todo su instrumentalnatural, los sensores diseñados para ver,oír, palpar… los sentidos ya no servíanpara nada; los ojos, los oídos y losdedos ya no servían, no podían servir,por cuanto que la radiación no se ve yno tiene ni olor ni sonido. Esincorpórea. Nos hemos pasado la vidaluchando o preparándonos para laguerra, tantas cosas que sabemos deella, ¡y de pronto esto!

Ha cambiado la imagen del enemigo.Nos ha salido un nuevo enemigo…Enemigos. Mataba la hierba segada. Lospeces pesados en el río, la caza de los

Page 117: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

boques… Las manzanas… El mundo quenos rodeaba, antes amoldable yamistoso, ahora infundía pavor. La gentemayor, cuando se marchaba evacuada yaun sin saber que era para siempre,miraba al cielo y se decía: «Brilla elsol. No se ve ni humo, ni gases. No seoyen disparos. ¿Qué tiene eso de guerra?En cambio, nos vemos obligados aconvertirnos en refugiados…». Unmundo conocido…, convertido endesconocido.

¿Cómo comprender dónde nosencontramos? ¿Qué nos está pasando?Aquí… Ahora… No hay a quiénpreguntar.

En la zona y a su alrededor…,

Page 118: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

asombraba la enorme cantidad demaquinaria militar. Los soldadosmarchando en formación con sus armasrecién estrenadas. Con todo elarmamento reglamentario al completo.No sé por qué razón no se me quedarongrabados los helicópteros ni losblindados, sino solo esos fusiles. Lasarmas. Hombres armados en la zona deChernóbil. ¿A quién podían disparar ocontra qué defenderse? ¿De la física?¿De las invisibles partículas?¿Ametrallar la tierra contaminada o losárboles? En la propia central trabajabael KGB. Buscaban espías y terroristas,corría el rumor de que la avería se habíadebido a una acción planificada de los

Page 119: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

servicios secretos occidentales, parasocavar el bloque socialista. Había quemantenerse vigilantes.

Y este escenario bélico… Estacultura de guerra se desmoronóliteralmente ante mis ojos. Ingresamosen un mundo opaco en el que el mal noda explicación alguna, no se pone aldescubierto e ignora toda ley.

Asistí a cómo el hombre anterior aChernóbil se convirtió en el hombre postChernóbil.

—Más de una vez… —y aquí hay enqué pararse a pensar— me han llegadoopiniones según las cuales el

Page 120: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

comportamiento de los bomberos que laprimera noche apagaron el incendio enla central atómica, así como el de losliquidadores, recordaba al de lossuicidas. Un suicidio colectivo. Losliquidadores trabajaban a menudo sinlos uniformes especiales de protección,se dirigían sin protestar allí donde«morían» los robots, se les ocultaba laverdad sobre las altas dosis recibidas, yellos se resignaban a ello, y luego sealegraban incluso al recibir losdiplomas y las medallasgubernamentales que les entregabanpoco antes de su muerte. Y a muchos nisiquiera llegaron a tiempo deentregárselos.

Page 121: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Así pues, ¿de quién estamoshablando, de héroes o de suicidas? ¿Devíctimas de las ideas y la educaciónsoviéticas? No se sabe por qué con eltiempo se olvidan de que estos hombressalvaron a su país. Han salvado aEuropa. ¿Quién puede imaginarseaunque sea por un segundo el panoramasi hubieran explotado los tres reactoresrestantes?

—Son unos héroes. Héroes de lanueva historia. Se los compara con loshéroes de las batallas de Stalingrado ode Waterloo, pero ellos han salvadoalgo más importante que su propia

Page 122: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

patria, han salvado la vida misma. Eltiempo de la vida. El tiempo vivo. ConChernóbil, el hombre ha alzado su manocontra todo, ha atentado contra toda lacreación divina, donde, además delhombre, viven miles de otros seresvivos. Animales y plantas.

Cuando fui a verlos… Y cuandoescuchaba sus relatos sobre cómo sededicaban (¡los primeros y por primeravez!) a una tarea nueva, humana einhumana a la vez, que era la de enterrarla tierra en la tierra, es decir, la deenterrar en búnkeres de hormigónespeciales las capas contaminadas juntocon todos sus habitantes: escarabajos,arañas, crisálidas… Los más diversos

Page 123: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

insectos cuyos nombres inclusodesconocían. O no recordaban.

Estos hombres tenían una ideacompletamente distinta de la muerte, yesta idea se extendía a todo: desde elave a la mariposa, su mundo ya era otromundo; un mundo con un nuevo derechoa la vida, con un nuevo sentido de laresponsabilidad y un nuevo sentimientode culpa.

En sus relatos estaba presente eltema constante del tiempo; esos hombresdecían: «por primera vez», «nuncamás», «para siempre»… Recordabancómo recorrían las aldeas desiertas y seencontraban a veces allí a ancianossolitarios que no habían querido partir

Page 124: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con los demás o que habían regresadomás tarde de su exilio: hombres quevivían a la luz del candil, segaban con laguadaña y la hoz, cortaban leña con elhacha y se dirigían en sus oraciones alos animales y los espíritus. A Dios.Todos, como doscientos años atrás,mientras arriba surcaban el cielo lasnaves espaciales.

El tiempo se había mordido la cola.El principio y el fin se habían unido.Para aquellos que estuvieron allí,Chernóbil no terminaba en Chernóbil. Yestos hombres no regresaron de unaguerra… Sino se diría que de otroplaneta. Yo comprendí que de maneracompletamente consciente aquellos

Page 125: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hombres convertían sus sufrimientos enun nuevo conocimiento. Nos loregalaban diciéndonos: habrán de haceralguna cosa con este conocimiento yemplearlo de algún modo.

Los héroes de Chernóbil tienen unmonumento. Es el sarcófago que hanconstruido con sus propias manos y en elque han depositado la llama nuclear.Una pirámide del siglo XX.

—En la tierra de Chernóbil unosiente lástima del hombre. Pero máspena dan los animales. Y no he dichouna cosa por otra. Ahora lo aclaro…¿Qué es lo que quedaba en la zona

Page 126: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

muerta cuando se marchaban loshombres? Las viejas tumbas y las fosasbiológicas, los así llamados«cementerios para animales». El hombresolo se salvaba a sí mismo, traicionandoal resto de los seres vivos.

Después de que la poblaciónabandonara el lugar, en las aldeasentraban unidades de soldados o decazadores que mataban a tiros a todoslos animales. Y los perros acudían alreclamo de las voces humanas…,también los gatos. Y los caballos nopodían entender nada. Cuando ni ellos,ni las fieras ni las aves eran culpablesde nada, y morían en silencio, que esalgo aún más pavoroso.

Page 127: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Hubo un tiempo en que los indios deMéxico e incluso los hombres de laRusia precristiana pedían perdón a losanimales y a las aves que debíansacrificar para alimentarse. Y en elAntiguo Egipto, el animal tenía derechoa quejarse del hombre. En uno de lospapiros conservados en una pirámide sepuede leer: «No se ha encontrado quejaalguna del toro contra N». Antes departir hacia el reino de los muertos, losegipcios leían una oración que decía:«No he ofendido a animal alguno. Y nolo he privado ni de grano ni de hierba».

¿Qué nos ha dado la experiencia deChernóbil? ¿Ha dirigido nuestra miradahacia el misterioso y callado mundo de

Page 128: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los «otros»?

—En una ocasión vi cómo lossoldados entraron en una aldea de la quese habían marchado sus habitantes y sepusieron a disparar.

Gritos impotentes de los animales…Gritaban en sus diferentes lenguas.Sobre este hecho ya se ha escrito en elNuevo Testamento. Llegó Jesús altemplo de Jerusalén y vio allí a unosanimales dispuestos para el sacrificioritual: con los cuellos cortados ydesangrándose. Entonces, Jesús gritó:«Habéis convertido la casa de oracionesen una cueva de ladrones». Podía haber

Page 129: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

añadido «en un matadero». Para mí, loscentenares de «biofosas» abandonadasen la zona representan aquellos mismostúmulos funerarios de la Antigüedad.Pero ¿dedicados a qué dioses? ¿Al diosde la ciencia y el saber, o al dios delfuego? En este sentido, Chernóbil ha idomás allá que Auschwitz y Kolimá. Másallá que el Holocausto. Nos propone unpunto final. Se apoya en la nada.

Veo el mundo de mi entorno conotros ojos. Una pequeña hormiga searrastra por el suelo y ahora me resultamás cercana. Un ave surca el cielo y meresulta más próxima. Se ha reducido ladistancia entre ellos y yo. No existe elabismo de antes. Todo es vida.

Page 130: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

También se me grabaron cosas comoesta. Me contaba un viejo apicultor (ymás tarde lo escuché de otra gente):

«Salí por la mañana al jardín y notéque me faltaba algo, cierto sonidofamiliar. No había ni una abeja. ¡No seoía a ni una abeja! ¡Ni una! ¿Qué esesto? ¿Qué pasa? Tampoco al segundodía levantaron el vuelo. Ni al tercero.Luego nos informaron de que en lacentral nuclear se había producido unaavería, y la central está aquí al lado.Pero durante mucho tiempo no supimosnada. Las abejas se habían dado cuenta,pero nosotros no. Ahora, si noto algoraro, me fijaré en ellas. En ellas está lavida».

Page 131: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Otro ejemplo. Entablé conversaciónjunto al río con unos pescadores y estosme contaron:

«Nosotros esperábamos que nosexplicaran la cosa por la televisión. Quenos dijeran cómo salvarnos. En cambio,las lombrices… Las lombrices máscomunes se enterraron muy hondo en latierra, se fueron a medio metro y hasta aun metro de profundidad. En cambio,nosotros no entendíamos nada.Cavábamos y cavábamos. Y noencontramos ni una lombriz para ir apescar».

¿Quién es el primero, quién está mássólida y más eternamente ligado a latierra, nosotros o ellos? Lo que

Page 132: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tendríamos que hacer es aprender deellos cómo sobrevivir. Y cómo vivir.

—Han confluido dos catástrofes.Una social: ante nuestros ojos sederrumbó la Unión Soviética, sesumergió bajo las aguas el gigantescocontinente socialista, y otra cósmica:Chernóbil. Dos explosiones globales. Yla primera resulta más cercana, máscomprensible. La gente está preocupadapor el día a día y por su vida cotidiana:¿Con qué comprar? ¿Adónde marcharse?¿Bajo qué banderas avanzar de nuevo?¿O hay que aprender a vivir para unomismo, vivir cada uno su propia vida?

Page 133: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Esto último lo ignoramos, no lo sabemoshacer, porque hasta ahora nunca hemosvivido de ese modo. Esto es algo queexperimentamos todos y cada uno. Encambio, de Chernóbil querríamosolvidarnos, porque ante él nuestraconciencia capitula. Es una catástrofe dela conciencia. El mundo de nuestrasconvicciones y valores ha saltado porlos aires.

Si hubiéramos vencido a Chernóbil,lo habríamos entendido hasta el final yhabríamos escrito más sobre él. Encambio, seguimos viviendo en un mundocuando nuestra conciencia habita enotro. La realidad resbala sobre nosotrosy no tiene cabida en el hombre.

Page 134: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Sí. No hay modo de atrapar larealidad…

—Un ejemplo. Hasta hoy empleamoslos viejos términos: «lejos-cerca»,«nuestros-extraños»… Pero ¿qué quieredecir «lejos» o «cerca» después deChernóbil, cuando ya al cuarto día susnubes sobrevolaban África y China? LaTierra ha resultado ser tan pequeña. Yano es la Tierra que conoció Colón. Esilimitada. Ahora se nos ha formado unanueva sensación de espacio. Vivimos enun espacio arruinado.

Page 135: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Más aun. En los últimos años, elhombre vive cada vez más, pero, detodos modos, la vida humana siguesiendo minúscula e insignificantecomparada con la de los radionúclidosinstalados en nuestra Tierra. Muchos deellos vivirán milenios. ¡Imposibleasomarnos a esa lejanía! Ante estefenómeno experimentas una nuevasensación del tiempo. Y todo esto esChernóbil. Sus huellas. Lo mismo ocurrecon nuestra relación con el pasado, conla ciencia ficción, con nuestrosconocimientos… El pasado se ha vistoimpotente ante Chernóbil; lo único quese ha salvado de nuestro saber es lasabiduría de que no sabemos. Se está

Page 136: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

produciendo una perestroika, unareestructuración de los sentimientos.

Ahora, en lugar de las fraseshabituales de consuelo, el médico ledice a una mujer acerca de su maridomoribundo: «¡No se acerque a él! ¡Nopuede besarlo! ¡Prohibido acariciarlo!Su marido ya no es un ser querido, sinoun elemento que hay que desactivar».¡Ante esto, hasta Shakespeare se quedamudo! Como el gran Dante. Acercarse ono, esta es la cuestión. Besar o no besar.Una de mis heroínas (embarazada en esemismo momento) se acercaba y besaba asu marido, y no lo abandonó hasta que lellegó la muerte. El precio que pagó porsu acto fue perder la salud y la vida de

Page 137: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

su hija. Pero ¿cómo elegir entre el amory la muerte? ¿Entre el pasado y elignorado presente? ¿Y quién se creerácon derecho a echar en cara a otrasesposas y madres que no se quedaranjunto a sus maridos e hijos? Junto a esoselementos radiactivos. En su mundo sevio alterado incluso el amor. Hasta lamuerte.

Ha cambiado todo. Todo menosnosotros.

—La zona… Es un mundo aparte.Otro mundo en medio del resto de laTierra. Primero se la inventaron losescritores de ciencia ficción, pero la

Page 138: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

literatura cedió su lugar ante la realidad.Ahora ya no podemos creer, como lospersonajes de Chéjov, que dentro decien años el mundo será maravilloso.¡La vida será maravillosa! Hemosperdido este futuro. En esos cien años hapasado el gulag de Stalin, Auschwitz…Chernóbil… El 11 de septiembre deNueva York… Es inconcebible cómo seha dispuesto esta sucesión de hechos,cómo ha cabido en la vida de unageneración, en sus proporciones. En lavida de mi padre, por ejemplo, que tieneahora ochenta y tres años. ¡Y el hombreha sobrevivido!

Un destino construye la vida de unhombre, la historia está formada por la

Page 139: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vida de todos nosotros. Yo quiero contarla historia de manera que no se pierdanlos destinos de los hombres… ni de unsolo hombre.

—En Chernóbil se recuerda antetodo la vida «después de todo»: losobjetos sin el hombre, los paisajes sin elhombre. Un camino hacia la nada, unoscables hacia ninguna parte. Hasta teasalta la duda de si se trata del pasado odel futuro.

En más de una ocasión me haparecido estar anotando el futuro.

Page 140: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

PRIMERA PARTE

LA TIERRA DE LOSMUERTOS

Page 141: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE PARA QUÉ

RECUERDA LA GENTE

Yo también tengo una pregunta. Una a laque yo mismo no puedo dar unarespuesta.

Pero, usted se ha propuesto escribirsobre esto. ¿Sobre esto? Yo no querríaque esto se supiera de mí…, que hevivido allí. Por un lado, tengo el deseo

Page 142: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de abrirme, de soltarlo todo, pero, porotro, noto cómo me desnudo, y esto esalgo que no quisiera que…

¿Recuerda usted aquello en Tolstói?… Después de la guerra, Pierre Bezújovestá tan conmocionado que le parece queél y el mundo han cambiado parasiempre. Pero pasa cierto tiempo yBezújov se dice sorprendido a símismo: «Todo continuará igual, seguirécomo antes riñendo al cochero, mepondré a refunfuñar como siempre».Entonces, ¿para qué recuerda la gente?¿Para restablecer la verdad? ¿Lajusticia? ¿Para liberarse y olvidar?¿Porque comprenden que hanparticipado en un acontecimiento

Page 143: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

grandioso? ¿O porque buscan en elpasado alguna protección? Y todo eso, asabiendas de que los recuerdos son algofrágil, efímero; no se trata deconocimientos precisos, sino deconjeturas sobre uno mismo. No son aúnconocimientos, son solo sentimientos.Lo que siento.

Me he torturado, he rebuscado en mimemoria y al fin he recordado.

Lo más horroroso que me hasucedido me pasó en la infancia. Era laguerra… Recuerdo cómo siendo unoschavales jugábamos a «papás y mamás»,desnudábamos a los críos y loscolocábamos el uno sobre el otro. Eranlos primeros niños nacidos después de

Page 144: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la guerra. Toda la aldea sabía quépalabras decían ya, cómo empezaban aandar, porque durante la guerra seolvidaron de los niños. Esperábamos laaparición de la vida. «Papás y mamás»,así se llamaba el juego. Queríamos verla aparición de la vida. Y eso que noteníamos más de ocho o diez años.

He visto cómo una mujer trataba dequitarse la vida. Entre los arbustos,junto al río. Cogía un ladrillo y segolpeaba con él en la cabeza. Estabaembarazada de un policía[4], de unhombre al que toda la aldea odiaba.

Siendo aún un niño, yo había vistocómo nacían los gatitos. Ayudé a mimadre a tirar de un ternero cuando salía

Page 145: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de la vaca y llevé a aparearse a nuestracerda.

Recuerdo… Recuerdo cómo trajerona mi padre muerto; llevaba un jersey, selo había tejido mi madre. Al parecer, lohabían fusilado con una ametralladora ocon un fusil automático. Algosanguinolento salía a pedazos de aqueljersey. Allí estaba, sobre nuestra únicacama; no había otro lugar dondeacostarlo. Luego lo enterraron junto a lacasa. Y aquella tierra era lo contrariodel descanso eterno, era barro pesado,de la huerta de remolachas. Por todaspartes seguían los combates. La callesembrada de caballos caídos y hombresmuertos.

Page 146: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Para mí son recuerdos hasta talpunto vedados que no hablo de ellos envoz alta.

Por entonces yo percibía la muerteigual que un nacimiento. Tenía más omenos el mismo sentimiento cuando elternero aparecía desde el interior de unavaca. Cuando salían los gatitos. Ycuando la mujer se intentaba quitar lavida entre los arbustos. Por algunarazón, todo eso me parecía la mismacosa, lo mismo. El nacimiento y lamuerte.

Recuerdo desde la infancia cómohuele la casa cuando se sacrifica uncerdo. Y, en cuanto usted me toque,empezaré a caer, a hundirme allí. Hacia

Page 147: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la pesadilla. Hacia el horror. Vuelohacia allí.

También recuerdo cómo, siendoniños, las mujeres nos llevaban consigoa los baños. Y a todas las mujeres,también a mi madre, se les caía la matriz(eso ya lo comprendíamos); se lasujetaban con trapos. Esto lo he visto yo.La matriz se salía debido al trabajoduro. No había hombres, los habíanmatado a todos en el frente, en laguerrilla; tampoco había caballos; lasmujeres tiraban de los arados con suspropias fuerzas. Labraban sus huertos ylos campos del koljós[5].

Cuando, al hacerme mayor, teníatrato íntimo con una mujer, me venía

Page 148: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

todo esto a la memoria. Lo que habíavisto en los baños.

Quería olvidar. Olvidarlo todo. Loolvidé. Y creía que lo más horroroso yame había sucedido en el pasado. Laguerra. Que estaba protegido, que yaestaba a salvo. A salvo gracias a lo quesabía, a lo que había experimentado…allí… entonces… Pero…

Pero he viajado a la zona deChernóbil. Ya había estado muchasveces. Y allí he comprendido que meveo impotente. Que no comprendo. Y meestoy destruyendo con esta incapacidadde comprender. Porque no reconozcoeste mundo, un mundo en el que todo hacambiado. Hasta el mal es distinto. El

Page 149: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pasado ya no me protege. No metranquiliza. Ya no hay respuestas en elpasado. Antes siempre las había, perohoy no las hay. A mí me destruye elfuturo, no el pasado. [Se quedapensativo.]

¿Para qué recuerda la gente? Esta esmi pregunta. Pero he hablado con usted,he pronunciado unas palabras. Y hecomprendido algo. Ahora no me sientotan solo. Pero ¿qué ocurre con losdemás?

PIOTR S.,psicólogo

Page 150: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE SOBRE QUÉ SE

PUEDE CONVERSARCON UN VIVO… Y CON

UN MUERTO

Por la noche, un lobo entró en el patio.Miré por la ventana y allí estaba con losojos encendidos. Como faros. Me heacostumbrado a todo. Hace siete años

Page 151: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que vivo sola, siete años, desde que lagente se fue. Por la noche, a veces, mequedo sentada hasta que amanece, ypienso y pienso. Hoy, incluso, me hepasado la noche sentada, hecha unovillo, en la cama, y luego he salidoafuera a ver qué sol hacía.

¿Qué le voy a decir? Lo más justo enla vida es la muerte. Nadie la haevitado. La tierra da cobijo a todos: alos buenos y a los malos, a lospecadores. Y no hay más justicia en estemundo. Me he pasado toda la vidatrabajando duro, como una personahonrada. He vivido con la conciencia enpaz. Pero no me ha tocado lo que esjusto. Se ve que, al parecer, a Dios,

Page 152: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cuando repartía suerte, cuando me llegóel turno, ya no le quedaba nada paradarme.

Un joven puede morir; el viejo debemorirse. Nadie es inmortal: ni el rey niel menestral.

Primero esperaba a la gente;pensaba que regresarían todos. Nadie sehabía ido para siempre; la gente semarchaba por un tiempo. Pero ahorasolo espero la muerte. Morirse no esdifícil, solo da miedo. No hay iglesia. Elpadre no viene por aquí. No tengo anadie a quien confesar mis pecados.

La primera vez que nos dijeron queteníamos radiación, pensamos que eraalguna enfermedad; que quien enferma

Page 153: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se muere enseguida. Pero nos decían queno era eso, que era algo que estaba en latierra, que se metía en la tierra y que nose podía ver. Los animales puede que lovieran y lo oyeran, pero el hombre no.¡Y no es verdad! Yo lo he visto. Esecesio estuvo tirado en mi huerto hastaque lo mojó la lluvia. Tiene un color así,como de tinta. Allí estaba brillando atrozos. Llegué del campo del koljós yme fui a mi huerta. Y había un trozo azul.Y, unos 200 metros más allá, otro. Comodel tamaño del pañuelo que llevo en lacabeza. Llamé a la vecina y a otrasmujeres y recorrimos todo el lugar.Todos los huertos, el campo. Unas doshectáreas. Encontramos puede que

Page 154: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cuatro pedazos grandes. Uno era decolor rojo.

Al día siguiente llovió. Desde lamañana. Y, para la hora de comer,habían desaparecido. Vino la milicia,pero ya no había nada que enseñar. Solose lo contamos. Unos trozos así… [Lodemuestra con las manos.] Como mipañuelo. Azules y rojos.

Esta radiación no nos dabademasiado miedo. Mientras no laveíamos y no sabíamos qué era, puedeque nos diera miedo, pero, en cuanto lavimos, se nos pasó el temor. La miliciay los soldados pusieron unas tablillas. Aalgunos les escribieron junto a la casa ytambién en la calle: 70 curios, 60

Page 155: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

curios[6]…Siempre hemos vivido de nuestras

patatas, de nuestra cosecha, ¡y ahora nosdicen que no se puede! Ni cebollas nizanahorias nos dejan plantar. Para unosfue un duro golpe, aunque otros se lotomaron a risa. Nos aconsejaban quetrabajáramos en la huerta con máscarasde venda y con guantes de goma. Y queenterráramos la ceniza del horno.Enterrar la ceniza. Oh, oh, oh…

Entonces vino un importante sabio ypronunció un discurso en el clubdiciendo que teníamos que lavar la leña.¡Esta sí que es buena! ¡No podía creer loque oía! Nos mandaron lavar las mantas,las sábanas, las cortinas… ¡Pero si

Page 156: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estaban dentro de la casa! En losarmarios y en los baúles. ¿Qué radiaciónpuede haber, dígame, en las casas?¿Tras las ventanas? ¿Tras las puertas?Si, al menos, la buscaran en el bosque,en el campo…

Nos cerraron con candado los pozosy los envolvieron en plástico. Que si elagua estaba «sucia». ¡Pero qué sucia, siestaba más limpia que…! Nos llenaronla cabeza con que si os vais a morir.Que si debíamos irnos de ahí.Evacuarnos…

La gente se asustó. Se les llenó elcuerpo de miedo. Algunos empezaron aenterrar sus pertenencias por la noche.Hasta yo recogí toda mi ropa. Los

Page 157: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

diplomas por mi trabajo honrado y lascuatro monedas que tenía y que guardabapor si pasaba algo. ¡Y qué tristeza! ¡Unatristeza que me roía el corazón! ¡Que memuera si no le digo la verdad!

Y un día oigo que los soldadoshabían evacuado toda una aldea, pero unviejo y su mujer se quedaron. El díaantes de que sacaran a la gente y loscondujeran a los autobuses como sifueran ganado, ellos agarraron a la vacay se fueron para el bosque. Y allíesperaron a que pasara todo. Comodurante la guerra. Cuando las tropas decastigo quemaron la aldea.

¿A qué tanta desgracia? [Llora.] Quéfrágil es nuestra vida. No lloraría si

Page 158: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pudiera, pero las lágrimas se me caensolas.

¡Oh! Mire por la ventana: ha venidouna urraca. Yo no las espanto. Aunque aveces las urracas se me llevan loshuevos del cobertizo. Así y todo, no lasespanto. Ahora todos sufrimos la mismadesgracia. ¡Yo no espanto a nadie! Ayervino una liebre.

Si cada día viniera gente a casa.Cerca de aquí, en la aldea vecina,también vive una mujer; yo le dije quese viniera aquí. Tanto si me ayuda, comosi no, al menos tendré con quien hablar.A quien llamar…

Por la noche me duele todo. Se medoblan las piernas, noto como un

Page 159: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hormigueo, son los nervios que correnpor dentro. Entonces, agarro lo queencuentro a mano. Un puñado de grano.Y jrup, jrup. Y los nervios se mecalman.

¡Cuánto no habré trabajado ypadecido en esta vida! Pero siempre meha bastado con lo que tenía y no quieronada más. Al menos, si me muero,descansaré. Lo del alma no sé, pero elcuerpo se quedará tranquilo.

Tengo hijas e hijos. Todos están enla ciudad. ¡Pero yo no me voy de aquí!Dios no me ha librado de daños, perome ha dado años. Yo sé qué carga es unapersona vieja; los hijos te aguantan, teaguantan y, al final, acaban por herirte.

Page 160: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Los hijos te dan alegrías mientras sonchicos.

Nuestras mujeres, las que se han idoa la ciudad, todas se quejan. Unas veceses la nuera, otras la hija quien te ofende.Quieren regresar. Mi hombre está aquí.Aquí está enterrado. En el cementerio.Pero si no estuviera aquí, se habría ido avivir a otra parte. Y yo con él. [Depronto contenta.] ¿Aunque para quéirse? ¡Aquí se está bien! Todo crece,florece. De la fiera al mosquito, todovive.

Ahora se lo recordaré todo…Pasaban más y más aviones. Cada

día. Iban bajos, sobre nuestras cabezas.Volaban hacia el reactor. A la central.

Page 161: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Uno tras otro. Y, entretanto, estabanevacuando nuestro pueblo. Nostrasladaban. Tomaban al asalto lascasas. La gente se había encerrado, seescondía. El ganado bramaba, los niñoslloraban. ¡La guerra! Y el sol brillaba.

Yo me había metido en casa y nosalía; la verdad es que no me encerrécon llave. Llamaron unos soldados:«¿Qué, abuela, está lista?». Y yo lesdije: «¿Qué, me vais a atar de pies ymanos, vais a sacarme a la fuerza?». Loschicos se quedaron callados y, al rato,se fueron. Eran tan jovencitos. ¡Unoscríos!

Las mujeres se arrastraban derodillas ante sus casas. Rezaban. Los

Page 162: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

soldados las agarraban de un brazo, delotro y al camión. Yo, en cambio, lesamenacé con que, si me tocaban un pelo,si me rozaban siquiera, si empleabanconmigo la fuerza, les daría con laazada. Y maldije. ¡Cómo maldije! Perono lloré. Aquel día no dejé caer ni unalágrima.

De modo que me quedé en la casa.Afuera todo eran gritos. ¡Y qué gritos!Pero luego todo quedó en silencio. Sinun ruido. Y aquel día… El primer día nosalí de casa.

Contaban que iba una columna degente. Y otra de ganado. ¡La guerra!

Mi marido solía decir que el hombredispara y Dios es quien lleva las balas.

Page 163: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡A cada uno su suerte! Los jóvenes quese fueron, algunos ya han muerto. En elnuevo lugar. Y yo sigo aquí con mibastón. En pie. ¿Que me pongo triste?,pues lloro un rato. La aldea está vacía.Pero hay todo tipo de pájaros. Volando.Hasta un alce pasea por aquí, como sinada. [Llora.]

Se lo recordaré todo…La gente se fue, pero se dejó los

gatos y los perros. Los primeros días, yoiba de casa en casa y les echaba leche, ya cada perro le daba un pedazo de pan.Los perros estaban ante sus casas yesperaban a sus amos. Esperaron largotiempo. Los gatos hambrientos comíanpepinos…, tomates…

Page 164: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Hasta el otoño le estuve segando lahierba a la vecina delante de su casa. Sele cayó una valla y también la clavé.Esperaba a la gente. En casa de lavecina vivía un perrito, lo llamabanZhuchok. «Zhuchok —le decía—, si teencuentras primero a alguien, llámame».

Por la noche sueño que se me llevan.Un oficial me grita: «Abuela, dentro deun momento vamos a quemarlo todo y aenterrarlo. ¡Salga!». Y se me llevan aalguna parte, a un sitio desconocido.Incomprensible. No era ni ciudad, nialdea. Tampoco una tierra.

Me ocurrió una historia. Tenía yo unbuen gatito. Vaska se llamaba. Eninvierno me asaltaron las ratas y no

Page 165: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

había modo de librarse de ellas. Se memetían debajo de la manta. Al toneldonde guardo el grano le hicieron unagujero. Vaska fue quien me salvó. SinVaska hubiera estado perdida. Con élcomía y charlaba. Pero, entonces, Vaskadesapareció. Puede que lo atacaran losperros hambrientos y se lo comieran.Todos andaban famélicos, hasta que semurieron; los gatos también pasabantanta hambre que se comían a sus crías;durante el verano, no, pero sí con lallegada del invierno. ¡Válgame Dios!Las ratas hasta se comieron a una mujer.Se la zamparon. En su propia casa. Lasmalditas ratas pelirrojas. Si es verdad ono, no sabría decirle, pero eso es lo que

Page 166: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

contaban.Merodeaban por aquí unos

vagabundos. Los primeros años, lascosas en las casas no faltaban. Camisas,jerséis, abrigos… Toma lo que quieras yllévalo a vender. Pero seemborrachaban, les daba por cantar. Lamadre que los… Uno se cayó de unabicicleta y se quedó dormido en mediode la calle. Y por la mañana soloquedaron de él dos huesos y la bicicleta.¿Será verdad o mentira? No le sabríadecir. Eso es lo que cuentan.

Aquí todo vive. ¡Lo que se dicetodo! Vive la lagartija, la rana croa. Y elgusano se arrastra. ¡Hasta ratones hay!Se está bien, sobre todo en primavera.

Page 167: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Me gusta cuando florecen las lilas.Cuando huelen los cerezos.

Mientras los pies me aguantaban, yomisma iba a por el pan: a 15 kilómetrossolo de ida. De joven me los hubierahecho corriendo. La costumbre. Despuésde la guerra íbamos a Ucrania a porsimiente. A 30 y a 50 kilómetros. Lagente llevaba un pud[7]; yo, tres. Ahorasucede que ni en casa puedo andar. Lasviejas incluso en verano tienen frío.

Vienen por aquí los milicianos,pasan para controlar el pueblo, yentonces me traen pan. Pero ¿qué es loque controlan? Vivo yo y el gatito. Esteya es otro que tengo. Los milicianoshacen sonar la bocina y para nosotros es

Page 168: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una fiesta. Corremos a verlos. Le traenhuesos al gato. Y a mí me preguntan:«¿Y si aparecen los bandidos?». «¿Yqué van sacar de mí? —les digo—.¿Qué me pueden quitar? ¿El alma? Elalma es lo único que me queda».

Son buenos muchachos. Se ríen. Mehan traído pilas para la radio, y ahora laescucho. Me gusta Liudmila Zikina[8],pero ahora, no sé por qué, rara vezcanta. Se ve que se ha hecho vieja, comoyo. A mi hombre le gustaba decir…,solía decir: «¡Se acabó el baile, elviolín al estuche!».

Le contaré cómo me encontré con elgatito. Mi pobre Vaska habíadesaparecido. Lo espero un día, lo

Page 169: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

espero otro… Así un mes. En fin, queme había quedado como quien dice mássola que la una. Sin nadie con quienhablar. De modo que un día decidorecorrer la aldea, y por los huertosvecinos voy llamando: Vaska, Murka…¡Vaska! ¡Murka! Al principio habíamuchos gatos, luego desaparecierontodos Dios sabe dónde. Se exterminaron.La muerte no perdona. La tierra dacobijo a todos…

De modo que iba yo por ahí… Dosdías me pasé llamando. Y al tercer díalo veo, sentado junto a la tienda. Nosmiramos el uno al otro. Él contento y yotambién. Lo único, que no dice palabra.«Bueno, vamos —lo llamo—, para

Page 170: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

casa». Pero él que no se mueve. Demodo que le pido que se venga conmigo:«¿Qué vas a hacer aquí solo? Se tecomerán los lobos. Te harán pedazos.Ven. Que tengo huevos y tocino». ¿Cómose lo explicaría? Dicen que los gatos noentienden a los humanos. ¿Y,entonces…, cómo es entonces que esteme entendió? Yo delante y él corriendodetrás. «¡Miau!». «Te daré tocino».«¡Miau!». «Viviremos juntos».«¡Miau!». «Te llamaré Vaska».«¡Miau!»… Y, ya ve, dos inviernos quellevamos juntos.

Por la noche sueño a veces quealguien me llama. La voz de la vecina:«¡Zina!». Calla un rato, y otra vez:

Page 171: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

«¡Zina!».Si me pongo triste, lloro un rato…Voy a ver las tumbas. Allí descansa

mi madre. Mi hijita pequeña… Laconsumió el tifus durante la guerra…Justo después de llevarla al cementerio,después de darle sepultura, de prontoentre las nubes salió el sol. Brillaba quedaba gusto. Hasta me dieron ganas deregresar y desenterrarla.

También mi hombre está ahí…Fedia. Me quedo sentada junto a todoslos míos. Suspiro un rato. Y hasta puedohablar con ellos, tanto con los vivoscomo con los muertos. Para mí no haydiferencia. Los oigo tanto a unos como alos otros. Cuando estás sola… Y cuando

Page 172: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estás triste. Muy triste…Justo al lado de las tumbas vivía el

maestro Iván Prójorovich Gavrilenko.Se ha marchado a Crimea con su hijo.

Algo más allá, Piotr IvánovichMiusski… El tractorista. Eraestajanovista[9], hubo un tiempo en quetodos se hacían estajanovistas. Teníaunas manos de oro. Se hizo él mismo losartesonados de madera. Y ¡qué casa! Lamejor del pueblo. ¡Una joya! ¡Lialka!¡Oh, qué lástima me dio, hasta se mesubió la sangre cuando la destruyeron!La enterraron. El oficial gritaba: «Nopadezcas, mujer. La casa ha caídodentro de la “mancha”». Aunque parecíaborracho. Me acerqué a él y vi que

Page 173: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estaba llorando. «¡Vete, mujer, vete!»,me dijo y me echó de allí.

Y luego ya Misha Mijaliov, quecuidaba de las calderas de la granja.Misha murió pronto. Se fue y al poco semurió.

Tras él está la casa del zootécnicoStepán Bíjov. ¡La casa se quemó! Por lanoche, unos granujas le prendieronfuego. Eran forasteros. Stepán no viviómucho. Lo enterraron en alguna parte dela región de Moguiliov, donde vivíansus hijos.

Una segunda guerra… ¡Cuánta gentehemos perdido! Kovaliov VasiliMakárovich, Anna Kotsura, MaximNikiforenko…

Page 174: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En un tiempo vivimos contentos.Durante las fiestas cantábamos ybailábamos. Con el acordeón. Y ahoraesto parece una prisión. A veces cierrolos ojos y recorro la aldea. Quéradiación ni qué cuentos, si lasmariposas vuelan y los abejorroszumban. Y mi Vaska cazando ratones.[Llora.]

Dime, hija mía, ¿has comprendidomi tristeza? Se la llevarás a la gente,pero puede que yo ya no esté. Meencontrarán en la tierra. Bajo las raíces.

ZINAÍDA YEVDOKÍMOVNA KOVALENKA,residente en la zona prohibida

Page 175: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE TODA UNA VIDA

ESCRITA EN LASPUERTAS

Quiero dejar testimonio…Eso era entonces, diez años atrás, y

ahora eso se repite conmigo cada día.Ahora… Eso va siempre conmigo.

Vivíamos en la ciudad de Prípiat. Enla misma ciudad que ahora conoce todo

Page 176: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el mundo.No soy escritor. No sabría contarlo.

No soy lo bastante inteligente paraentenderlo. Ni siquiera con miformación superior.

De modo que vas haciendo tu vida.Soy una persona corriente. Poca cosa.Igual que los que te rodean; vas a tutrabajo y vuelves a casa. Recibes unsueldo medio. Viajas una vez al año devacaciones. Tienes mujer. Hijos. ¡Unapersona normal!

Y un día, de pronto, te conviertes enun hombre de Chernóbil. ¡En un bichoraro! En algo que le interesa a todo elmundo y de lo que no se sabe nada.Quieres ser como los demás, pero ya es

Page 177: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

imposible. No puedes, ya es imposibleregresar al mundo de antes. Te mirancon otros ojos. Te preguntan: «¿Pasastemiedo ahí? ¿Cómo ardía la central?¿Qué has visto?». O, por ejemplo,«¿Puedes tener hijos? ¿No te ha dejadotu mujer?». En los primeros tiempos,todos nos convertimos en bichos raros.La propia palabra «Chernóbil» es comouna señal acústica. Todos giran lacabeza hacia ti. «¡Es de allí!».

Estos eran los sentimientos de losprimeros días. No perdimos una ciudad,sino toda una vida.

Dejamos la casa al tercer día. Elreactor ardía. Se me ha quedadograbado que un conocido dijo: «Huele a

Page 178: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

reactor». Un olor indescriptible. Perosobre esto todos leímos en losperiódicos. Han convertido Chernóbilen una fábrica de horrores, aunque, enrealidad, parece más bien un cómic.Esto, en cambio, hay que llegar aentenderlo, porque hemos de convivircon ello.

Le contaré solo lo mío. Mi verdad.Ocurrió así. Por la radio habían

dicho: «¡No se pueden llevar losgatos!». Mi hija se puso a llorar, y delmiedo a quedarse sin su querido gatoempezó a tartamudear. ¡Y decidimosmeter el gato en la maleta! Pero elanimal no quería meterse en la maleta,se escabullía. Nos arañó a todos.

Page 179: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

«¡Prohibido llevarse las cosas!». No mellevaré todas las cosas, pero sí una.¡Una sola cosa! Tengo que quitar lapuerta del piso y llevármela; no puedodejar la puerta. Cerraré la entrada contablones.

Nuestra puerta… ¡Aquella puerta eranuestro talismán! Una reliquia familiar.Sobre esta puerta velamos a mi padre.No sé según qué costumbre, no en todaspartes lo hacen, pero entre nosotros,como me dijo mi madre, hay que acostaral difunto sobre la puerta de su casa. Lovelan sobre ella, hasta que traen elataúd. Yo me pasé toda la noche junto ami padre, que yacía sobre esta puerta.La casa estaba abierta. Toda la noche. Y

Page 180: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sobre esta misma puerta, hasta lo alto,están las muescas. De cómo ibacreciendo yo. Se ven anotadas: laprimera clase[10], la segunda. Laséptima. Antes del ejército… Y al ladoya: cómo fue creciendo mi hijo. Y mihija. En esta puerta está escrita todanuestra vida, como en los antiguospapiros. ¿Cómo voy a dejarla?

Le pedí a un vecino que tenía coche:«¡Ayúdame!». Y el tipo me señaló a lacabeza, como diciendo tú estás mal de lachaveta. Pero saqué aquella puerta deallí. Mi puerta. Por la noche… en unamoto. Por el bosque. La saqué al cabode dos años, cuando ya habían saqueadonuestro piso. Limpio quedó. Hasta me

Page 181: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

persiguió la milicia: «¡Alto o disparo!¡Alto o disparo!». Me tomaron por unladrón, claro. De manera que, comoquien dice, robé la puerta de mi propiacasa.

Mandé a mi hija con la mujer alhospital. Se les había cubierto todo elcuerpo de manchas negras. Las manchassalían, desaparecían y volvían a salir.Del tamaño de una moneda. Sin ningúndolor. Las examinaron a las dos. Y yopregunté: «Dígame, ¿cuál es elresultado?». «No es cosa suya». «¿Dequién, entonces?».

A nuestro alrededor todos decían:vamos a morir. Para el año 2000 losbielorrusos habrán desaparecido. Mi

Page 182: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hija cumplió seis años. Los cumpliójusto el día del accidente. La acostaba yella me susurraba al oído: «Papá, quierovivir, aún soy muy pequeña». Y yo quepensaba que no entendía nada. Encambio, veía a una maestra en el jardíninfantil con bata blanca o a la cocineraen el comedor y le daba un ataque dehisteria: «¡No quiero ir al hospital! ¡Nome quiero morir!». No soportaba elcolor blanco. En la casa nuevacambiamos incluso las cortinas blancas.

¿Usted es capaz de imaginarse asiete niñas calvas juntas? Eran siete enla sala. ¡No, basta! ¡Acabo! Mientras selo cuento tengo la sensación, mire, micorazón me dice que estoy cometiendo

Page 183: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una traición. Porque tengo quedescribirla como si no fuera mi hija. Sussufrimientos.

Mí mujer llegaba del hospital. Y nopodía más: «Más valdría que semuriera, antes que sufrir de este modo.O que me muera yo; no quiero seguirviendo esto». ¡No, basta! ¡Acabo! Noestoy en condiciones. ¡No!

La acostamos sobre la puerta.Encima de la puerta sobre la que un díareposó mi padre. Hasta que trajeron unpequeño ataúd. Pequeño, como la cajade una muñeca grande. Como una caja…

Quiero dejar testimonio: mi hijamurió por culpa de Chernóbil. Y aúnquieren de nosotros que callemos. La

Page 184: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ciencia, nos dicen, no lo ha demostrado,no tenemos bancos de datos. Hay queesperar cientos de años. Pero mi vidahumana… Es mucho más breve. Nopuedo esperar. Apunte usted. Apunte almenos que mi hija se llamaba Katia…Katiusha. Y que murió a los siete años.

NIKOLÁI FÓMICH KALUGUIN,

Page 185: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO DE UNAALDEA ACERCA DE

CÓMO SE CONVOCA ALAS ALMAS DEL CIELO

PARA LLORAR YCOMER CON ELLAS

Aldea Béli Béreg, del distritoNarovlianski, de la región de Gómel.

Page 186: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Hablan: Anna Pávlovna Artiushenko,Eva Adámovna Artiushenko, VasiliNikoláyevich Artiushenko, SofiaNikoláyevna Moroz, NadezhdaBorísovna Nikolayenko, AlexandrFiódorovich Nikolayenko, MijaílMartínovich Lis.

—A visitarnos vienes. Buena chica.Pues no se anunciaba ninguna visita. Niuna señal. Sucede que a veces te pica lapalma de la mano, y alguien te da losbuenos días. Pero lo que es hoy, ni unaseñal. Solo un ruiseñor se ha pasadotoda la noche trinando: señal de día

Page 187: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

soleado. ¡Huy! Nuestras mujeresacudirán al momento. Allí viene volandoNadia.

—Todo lo hemos vivido y padecido.—¡Oh, no quiero recordar! ¡Miedo

me da! Nos vinieron a echar de aquí lossoldados. Con todo su arsenal militar.Con los blindados. Un anciano, muymayor. Ya no se levantaba. Muriéndoseestaba. ¿Adónde ir? «Ahora me levanto(decía llorando) y me voy directo a latumba. Por mi propio pie». ¿Y qué noshan pagado por las casas? ¿Cuánto?¡Mire usted qué hermosura! ¿Quién nosva a pagar por toda esta belleza? ¡Erauna zona de reposo!

—Aviones, helicópteros; un ruido

Page 188: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

del infierno. Camiones con remolques.Soldados. Vaya, pensé, ha empezado laguerra. Con los chinos, o con losestadounidenses.

—Mi hombre que llega de la reunióny dice: «Mañana nos van a evacuar». Yyo: «¿Y qué hacemos con la patata? Nola hemos recogido. No ha habidotiempo». En eso que llama a la puerta unvecino y se ponen él y el mío a beber. Ydespués de beber, la emprenden con elpresidente del koljós: «No nosmoveremos y punto. Hemos pasado laguerra, y ahora nos vienen con eso de laradiación. Te podrías meter dentro deesta tierra. ¡No nos iremos!».

—Al principio pensábamos que nos

Page 189: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

moriríamos todos en dos o tres meses.Eso es lo que nos decían. Así nosquerían asustar. Y nos animaban a quenos fuéramos. ¡Pero, gracias a Dios,seguimos vivos!

—¡Vivos, gracias a Dios, gracias aDios!

—Nadie sabe qué hay en el otromundo. Aquí se está mejor. Loconocemos más. Como solía decir mimadre: te plantas, te diviertes y haces loque quieres.

—Vamos a la iglesia, a rezar.—Otros se marchaban. Recogí tierra

de la tumba de mi madre. Y de rodillasle decía: «Perdónanos porabandonarte». Fui de noche a visitarla y

Page 190: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

no tenía miedo. La gente escribía susnombres en las casas. En las vigas. Enlas cercas. En el asfalto.

—Los soldados mataban a losperros. A tiros. ¡Pam!, ¡pam! Después deaquello no puedo escuchar cómo chillaun animal.

—He trabajado aquí de jefe debrigada. Cuarenta y cinco años. Hecuidado de la gente. Hemos llevadonuestro lino a Moscú, a la Exposición;me había mandado el koljós. Volví deallí con una insignia y un diploma. Aquítodo el mundo me trataba con respeto:«Vasili Nikoláyevich, nuestro VasiliNikoláyevich». En cambio allí, en elnuevo lugar, ¿quién soy? Un viejo inútil.

Page 191: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

De modo que aquí me moriré. Lasmujeres me traerán agua, me calentaránla casa. He tenido piedad con la gente.Las mujeres regresaban por la tarde delcampo, cantando; yo, sin embargo, sabíaque no iban a recibir nada. Solo unamarca más por la jornada trabajada. Yen cambio, cantaban.

—En nuestras aldeas la gente vivejunta. En comunidad.

—Sueño a veces que estoy en laciudad, viviendo con mi hijo. Un sueño.Que espero la muerte, la aguardo. Y amis hijos les digo: «Llevadme allídonde están nuestras tumbas, quedaossiquiera cinco minutos conmigo junto anuestra casa». Y desde arriba veo cómo

Page 192: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mis hijos me llevan allí.—Por envenenada que esté, con toda

esta radiación, es mi tierra. Ya nohacemos falta en ninguna otra parte.Hasta los pájaros prefieren sus nidos.

—Pues le acabo de contar. Vivía encasa de mi hijo, en un séptimo piso. Meacercaba a la ventana, miraba y,¡válgame Dios!, me santiguaba. Meparecía oír un relincho. El canto delgallo. Y me entraba una tristeza… Yotras soñaba con mi casa: ato a la vaca yla ordeño largo, largo rato. Medespertaba y no quería levantarme. Aúnestaba allá. Unos días en casa del hijo yotros allá.

—Durante el día vivíamos en el

Page 193: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lugar nuevo, pero por la noche en casa.En sueños.

—En invierno, las noches sonlargas; a veces nos quedamos pensandoy nos preguntamos: ¿Quién más se habrámuerto?

—El mío se pasó dos meses en lacama. Callado, sin contestarme. Como sise hubiera enfadado. Salgo afuera,vuelvo al rato: «¿Cómo estás?». Veoque levanta los ojos al oír la voz, y yame siento más tranquila. Que esté en lacama, callado incluso; mientras siga encasa. Cuando una persona fallece, no sepuede llorar. Le dañarás la muerte; lecostará mucho esfuerzo morirse. Saquédel armario una vela y se la coloqué

Page 194: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entre las manos. Él la cogió; aúnrespiraba. Veo que los ojos se leenturbian. Pero yo no lloraba. Solo lepedí una cosa: «Saluda allí a nuestrahijita y a mi madre». Recé para reunirmecon ellos. De algunos, Dios se apiada,pero a mí aún no me ha dado muerte.Sigo viva.

—Pues a mí no me da miedomorirme. Nadie vive dos veces. ¿Nocaen las hojas? ¿O los árboles?

—¡Amigas! No lloréis. Todos losaños íbamos las primeras. Éramosestajanovistas. Hemos sobrevivido aStalin. ¡A la guerra! Si no noshubiéramos reído, si no nos hubiéramosdivertido, hace tiempo que nos

Page 195: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

habríamos colgado de una soga.—De modo que hablan dos mujeres

de Chernóbil. Y una le dice a otra:«¿Has oído que todos tenemos muchosglóbulos blancos?». Y la otra leresponde: «¡Tonterías! Ayer me corté undedo y tenía la sangre roja».

—En casa estás como en el cielo.Pero, en otras tierras, hasta el sol brillade otra manera.

—Pues mi madre me enseñó que hayque tomar el icono y darle la vuelta paraque esté así tres días seguidos.Entonces, estés donde estés, seguro queregresas a casa. Yo tenía dos vacas ydos terneras, cinco cerdos, gansos ygallinas. Un perro. Me agarro la cabeza

Page 196: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con las manos y ando por el huerto. ¡Ymanzanas, cuántas manzanas! ¡Todo seha echado a perder, maldita sea!

—Limpio la casa, blanqueo elhorno. Hay que poner el pan en la mesa,la sal, un plato y tres cucharas. Tantascucharas como gente en casa. Cubiertospara todos, para que así regresen.

—Y las crestas de las gallinas erannegras y no rojas. Cosa de la radiación.Tampoco nos salía el queso. Nospasamos un mes sin nata ni queso. Laleche no se cortaba, sino que se hacíapolvo, un polvo blanco. De la radiación.

—La radiación esa anduvo por mihuerto. El huerto se quedó todo blanco,blanco, blanco, como si lo hubieran

Page 197: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

espolvoreado con algo. A pedacitos.Primero pensé que sería algo que habíallegado del bosque. Que el viento nos lohabía traído.

—No queríamos irnos. ¡Y hasta quépunto no queríamos! Los hombres,borrachos. Se tiraban bajo las ruedas.Las autoridades iban de casa en casa ytrataban de convencer a la gente. Laorden era: «¡No se lleven nada!».

—El ganado se pasó tres días sinbeber. Y sin comer. ¡Al matadero! Llegóun corresponsal de un periódico: «¿Quétal los ánimos? ¿Cómo les van lascosas?». Las mujeres borrachas casi lomatan.

—El presidente [del koljós] y los

Page 198: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

soldados daban vueltas alrededor de micasa. Querían asustarme: «¡Sal, quevamos a prender fuego! ¡A ver, trae lagarrafa de gasolina!». Y yo que corríade un lado a otro, agarrando que si lastoallas, que si la almohada…

—Pero, dígame, según la ciencia,¿cómo actúa esta radiación? Dígame laverdad; de todos modos pronto noshemos de morir.

—¿Y qué se cree, que porque seainvisible, se piensa que no la hay enMinsk?

—Mi nieto me trajo un perrito. Lollamaron Radio, porque vivíamos bajola radiación. ¿Dónde se habrá metidoRadio, si lo tengo siempre a mi lado?

Page 199: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tengo miedo de que salga del pueblo yque se lo coman los lobos. Y que mequede sola.

—Pues durante la guerra, toda lanoche los cañones dale que te pego, sinparar. De manera que nos hicimos unrefugio en el bosque. Las bombas caíansin parar. Lo quemaron todo; no solo lascasas, sino el huerto, hasta los guindosse quemaron todos.

—Lo único que pido es que no hayaguerra. ¡Le tengo un miedo!

—En Radio Armenia[11] preguntan:«¿Las manzanas de Chernóbil se puedencomer?». Respuesta: «Sí, pero los restoshay que enterrarlos bien hondo en latierra». Otra pregunta: «¿Cuánto es siete

Page 200: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

por siete?». Respuesta: «Pregúnteselo acualquiera en Chernóbil, que le hará lacuenta con sus dedos». Ja, ja, ja.

—Nos dieron una casita nueva. Depiedra era. Pues mire, en siete años noclavamos en ella ni un solo clavo.¡Tierra extraña! Todo era ajeno. Mimarido no paraba de llorar. Durante lasemana trabajaba en el tractor,esperando a que llegara el domingo, y eldomingo se metía en la cama de cara ala pared y a llorar.

—Nadie más nos engañará; no nosmoveremos de aquí. No hay tienda,tampoco hospital. No hay luz. Nosalumbramos con lámparas de querosenoy con teas. Pero no nos quejamos.

Page 201: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡Estamos en casa!—En la ciudad, la cuñada iba por el

piso con un trapo tras mis pasos y lolimpiaba todo: las manecillas de laspuertas, la silla. Todo comprado con midinero, todos los muebles, el coche. Seacabó el dinero y se acabó la madre.

—Nuestro dinero se lo quedaron loshijos. Y el resto se lo comió lainflación. Todo lo que nos dieron porlas propiedades, por las casas. Por lasmanzanas.

—Pues nosotras seguimos tancontentas. Preguntan en Radio Armenia:«¿Qué es una radioniñera?». «Pues unaabuela de Chernóbil». Ja, ja, ja…

—Dos semanas estuve andando.

Page 202: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Llevando mi vaca. La gente no te dejabaentrar en su casa. Pasaba la noche en elbosque.

—Nos tienen miedo. Somoscontagiosos, dicen. ¿Por qué Dios nos hacastigado? ¿Por qué se ha enojado connosotros? No vivimos como loshombres, según la ley de Dios. Nosmatamos los unos a los otros. Por eso.

—En verano vinieron mis nietos.Los primeros años no venían. Tambiéntenían miedo. Pero ahora nos visitan, yse llevan las cosas; todo lo que les deslo envuelven. «Abuela —mepreguntaban—, ¿has leído el libro deRobinson?». Era uno que vivía igual quenosotros. Sin gente. Yo me he traído

Page 203: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

medio saco de cerillas. Un hacha y unapala. Pero ahora ya tengo tocino,huevos, leche. Y todo mío. Solo hay unacosa, que el azúcar no se siembra.¡Aunque tierra hay la que quieras! Comosi quieres sembrar cien hectáreas. Ynadie que te mande. Aquí no hay nadaque moleste al hombre. Ni jefes, ni nada.Somos libres.

—Con nosotros han vuelto tambiénlos gatos. Y los perros. Hemosregresado juntos. Los soldados no nosdejaban pasar. Tropas de asalto. Demodo que por la noche… Por lossenderos del bosque… Por los viejoscaminos de los guerrilleros…

—No necesitamos nada del Estado.

Page 204: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Nosotros mismos lo producimos todo.No les pedimos nada. ¡Únicamente quenos dejen en paz! Ni tiendas, niautobuses. A por el pan y la sal, vamosandando. Veinte kilómetros. Ya nos lasarreglaremos solos.

—Regresamos como los gitanos.Tres familias. Y nos encontramos todoesto saqueado: la estufa rota, las puertasy las ventanas arrancadas. Los suelos.Las bombillas, los interruptores, losportalámparas; todo fuera. Nada vivo.Con estas manos lo hemos levantadotodo de nuevo, con estas manos. ¡Cómo,si no!

—Gritan los gansos salvajes: llegala primavera. Es hora de sembrar.

Page 205: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Nosotros, en cambio, nos quedamos conlas casas vacías. Solo los tejados estánenteros.

—La milicia nos chillaba. Unasveces venían en coche, pero nosotrosnos íbamos corriendo al bosque. Comosi fueran los alemanes. Una vez nosatraparon, y un fiscal nos amenazó conmeternos en la cárcel. Y yo le digo:«Que me echen un año; lo cumpliré,pero volveré aquí». Lo suyo eschillarnos; lo nuestro, tener la bocacerrada. Yo tengo una medalla, comotractorista de primera, y aquel meamenaza con la cárcel. Criminal mellama.

—Cada día me venía en sueños mi

Page 206: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

casa. Regreso a casa y ahora labro en elhuerto, ahora recojo la cama. Y siempreencuentro algo: un zapato, unospolluelos. Todo anunciaba algo bueno,venturoso. Se ve que estaba escrito quehabía de volver.

—Por la noche rogamos a Dios, ydurante el día a los milicianos. Si ustedme pregunta: «¿Por qué lloras?». Pues lediré que lloro y no sé por qué. Estoycontenta de vivir en mi casa.

—Todo lo hemos vivido, lo hemospadecido todo.

—Le contaré un chiste… Orden degobierno sobre las ventajas para la gentede Chernóbil: A los que viven en unradio de veinte kilómetros de la central,

Page 207: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

a su apellido se le añade el prefijo«von». Quienes viven a diez kilómetros,estos ya son «Su Ilustrísima»[12]. Y losque han sobrevivido junto a la central,estos ya son «Su Alteza». Pues ya ve; asívivimos, ilustrísimos. Ja, ja…

—Un día fui al médico: «Buenhombre, no me andan los pies. Meduelen las junturas». «Has de entregar lavaca. La leche está envenenada». «Deninguna manera —le digo—, que meduelan las piernas, que me duelan lasrodillas, pero la vaca no la entregaré. Esmi sustento».

—Tengo siete hijos. Todos viven enla ciudad. Yo estoy aquí sola. Y si meda la tristeza, me pongo a ver las

Page 208: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

fotografías. Hablo con ellas. Charlo.Conmigo misma. Y sigo sola. Hasta lacasa la he pintado sola, seis botes me hegastado. Así es como vivo. He criado acuatro hijos y tres hijas. El marido se memurió joven. Y sigo sola.

—Pues yo un día me encontré con unlobo: él que se planta ahí y yo que no memuevo. Nos miramos el uno al otro. Y élque da un bote hacia un lado. Y echa acorrer. Hasta el gorro se me levantó delmiedo.

—Cualquier animal le tiene miedo alhombre. Tú no lo toques, que él tedejará en paz. Antes ibas por el bosque,oías unas voces y corrías a su encuentro;pero ahora el hombre huye del hombre.

Page 209: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡Dios no quiera que te encuentres anadie en el bosque!

—¡Todo lo escrito en la Biblia, todose está cumpliendo! Hasta sobre nuestrokoljós está ahí escrito. Y de Gorbachov.Que llegará un gran jefe con una manchaen la frente y que la gran potencia sedesmoronará. Y luego llegará el JuicioFinal. Los que vivan en las ciudadestodos sucumbirán, y en las aldeasquedará una sola persona. Y el hombrese alegrará de ver la huella de otrohombre. No a otro hombre, sino suhuella.

—Y la luz, ya ve, un quinqué. Unalámpara de queroseno. Vaya. Lasmujeres ya la han informado. Cuando

Page 210: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

matamos un cerdo, lo llevamos a labodega o lo enterramos. La carne estátres días bajo tierra. Hasta el vodka esde nuestro grano. De nuestro destilado.

—Yo tengo dos sacos de sal. ¡Nonos moriremos sin el Estado! Leña nofalta: el bosque. La casa, caliente. Elquinqué da luz. ¡Estamos bien! Tengouna cabra, un cabrito, tres cerdos,catorce gallinas. Tierra, la que quiera;hierba, la que cortes. Agua, en el pozo.¡Y libres! ¡Estamos bien! Esto no es unkoljós, sino una comuna. ¡El comunismo!Vamos a comprar otro potro. Y entoncesya no necesitaremos de nadie. Uncaballo.

—No es que hayamos vuelto a casa,

Page 211: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sino, como decía asombrado unperiodista, cien años atrás. Segamos conla hoz y la guadaña. Trillamos el granocon cadenas sobre el asfalto mismo. Mihombre trenza cestas. Yo, durante elinvierno, coso. Y tejo.

—Durante la guerra, de toda lafamilia, nos mataron a diecisietepersonas. A dos hermanos me mataron.Mi madre no paraba de llorar. Una viejaiba de aldea en aldea pidiendo limosna.«¿Sufres? —le decía a mi madre—. Nosufras. Quien ha dado su vida por elprójimo es un hombre santo». Yo lopuedo dar todo por mi patria. Lo únicoque no puedo es matar. Soy maestra y heenseñado a amar a los hombres. El bien

Page 212: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

siempre triunfa. Los niños son pequeños,de alma pura.

—Chernóbil. Es la peor guerra detodas las guerras. El hombre no tienesalvación en parte alguna. Ni en latierra, ni en el agua, ni en el cielo.

—No tenemos televisor ni radio. Laradio la desconectaron enseguida. Nonos enteramos de ninguna noticia, encambio vivimos más tranquilos. Sindisgustos. Viene a vernos gente y noscuentan: guerra en todas partes. Y hastaparece que se ha acabado el socialismo.Vivimos en el capitalismo. Volverán loszares. ¿Será cierto?

—A veces nos llega un jabalí delbosque que se mete en el huerto, o un

Page 213: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

alce. Gente, rara vez. Solo losmilicianos.

—Pero, entre usted en mi casa.—Y en la mía. Hace tanto que en mi

casa no entra ni un invitado.—Me santiguo y rezo. ¡Dios santo!

Dos veces me ha destrozado el horno lamilicia. Me han sacado de aquí entractor. ¡Pues yo, nada, de vuelta a casa!Si dejaran regresar a la gente, hasta derodillas volverían a sus casas. Hanesparcido por el mundo nuestradesgracia. Solo vienen de vuelta losmuertos. A los muertos les dejanregresar. Pero los vivos, de noche.Bosque a través.

—Por la Radunitsa[13] todos no

Page 214: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

piensan más que en venir aquí. Todossin falta. Todos quieren saludar a susdifuntos. Y la milicia deja pasar a losque tienen permiso; pero a los pequeños,hasta los dieciocho, se lo tienenprohibido. Vienen y no caben decontento por encontrarse con sus casas.En el huerto, junto a los manzanos.Primero se van a llorar ante sus tumbasy luego cada uno a su casa. Y allítambién lloran, y rezan. Ponen velas. Yse abrazan a sus cercas. Como a lascercas de las tumbas. A veces hastadejan un ramo junto a sus casas. Cuelganuna toalla blanca sobre la portezuela. Yel padre reza una oración: «Hermanos yhermanas. ¡Tened resignación!».

Page 215: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Llevan al cementerio huevos ybollos. Muchas tortas en lugar del pan.Cada cual lo que tiene. Cada uno sesienta junto a los suyos. Y claman:«Hermana, he venido a verte. Ven acomer con nosotros». O: «Madre mía.Padre querido. Hermanita». Los llamandel cielo. Aquellos a los que se les hanmuerto este año, lloran, y los que hacemás tiempo, no lloran. Hablan con ellos,los recuerdan. Todos rezan. Y hastaquien no sabe, reza.

—Solo dejo de llorar de noche. Porla noche no se puede llorar a losdifuntos. En cuanto se pone el sol, dejode llorar. Protege sus almas, Dios santo.¡Que de ellos sea el reino de los cielos!

Page 216: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Quien no labora, llora. Mire, unaucraniana vende en el mercado unasmanzanas rojas, grandes. Y grita:«¡Compren mis manzanas! ¡Manzanitasde Chernóbil!». Y alguien lerecomienda: «Mujer, no digas que sonde Chernóbil. Que nadie te lascomprará». «¡Pero qué dices! ¡Lascompran y cómo! ¡Unos, para la suegra;otros, para su jefe!».

—Anda por aquí uno que ha salidode la cárcel. Con la amnistía. Vivía en laaldea vecina. Se le ha muerto la madre;la han enterrado en la casa. De maneraque se ha venido aquí. «Mujer, deme unpedazo de pan y un poco de tocino, quele cortaré leña». Así vive, de lo que le

Page 217: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

den.—El país está hecho un burdel y la

gente se viene hasta aquí. Huyendo delos hombres. Y de la ley. Y viven solos.Gente extraña. De rostro serio, no haybondad en sus ojos. Y cuando seemborrachan, te pueden prender la casa.Por la noche, nos vamos a dormir, perodebajo de la cama, guardamos horcas yhachas. En la cocina, junto a la puerta, elmartillo.

—En primavera corría por aquí unazorra con la rabia; cuando cogen larabia, se vuelven cariñosas, dulces.Pero el agua, ni verla. Pones en la calleun balde con agua y no temas. Que ya seirá.

Page 218: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Viene gente. Nos hacen películas,cintas que nosotros nunca veremos. Notenemos ni televisor, ni electricidad. Tequeda solo mirar por la ventana. Yrezar, claro. Un tiempo, en lugar deDios, tuvimos a los comunistas, ahora,en cambio, solo tenemos a Dios.

—Somos gentes de mérito. Yo fuiguerrillero. Un año estuve en losbosques. Y cuando los nuestros echarona los alemanes, me fui al frente. En elReichstag tengo mi nombre escrito:Artiushenko. Y cuando me quité laguerrera, me puse a construir elcomunismo. Y dígame, ¿dónde está hoyese comunismo?

—Esto es el comunismo. Todos

Page 219: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hermanos y hermanas.—En cuanto empezó la guerra, aquel

año no hubo ni setas ni bayas. ¿Mecreerá? La tierra presentía la desgracia.Era el año cuarenta y uno. ¡Cómo lorecuerdo! No he olvidado la guerra.Corrió la voz de que habían traído anuestros prisioneros: quien reconocieraa uno suyo, se lo podía llevar a casa. Ynuestras mujeres echaron a correr abuscar a los hombres. Por la nocheregresaron unos con el suyo, otros conotro distinto. Pero hubo un mal bicho.Un hombre como los demás, que estabacasado, con dos hijos. Pero se chivó a la«komendatura» de que habíamos dadocobijo a unos ucranianos. Vaskó,

Page 220: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Sashkó… Al día siguiente sepresentaron los alemanes en susmotocicletas. Nosotras les imploramos,de rodillas les pedimos. Pero sellevaron fuera del pueblo a losmuchachos y los mataron con susmetralletas. Nueve hombres eran.¡Jóvenes, jóvenes, buenos muchachos!Vaskó, Sashkó.

—Las autoridades vienen, gritan unrato, pero nosotros como quien no oye nive. Todo lo hemos sufrido, soportado.

—Pues yo no paro de pensar en lomío. Siempre en lo mío. En las tumbas.Algunos hablan con los suyos a gritos,otros en voz baja. Algunos hasta dicencosas así como: «Ábrete, arena

Page 221: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

amarilla. Ábrete, noche oscura». Delbosque aún puedes esperar, pero de laarena, de la tierra, nadie sale. Porcariñosa que me ponga: «Iván. Iván,dime, ¿cómo he de vivir?». Él no medice nada, ni bueno, ni malo.

—Como no tengo a ninguno de losmíos por quien llorar, rezo por todos.Por los de los demás. Voy a las tumbas yhablo con ellas.

—Pues yo, yo no le tengo miedo anada, ni a los difuntos, ni a las alimañas,a nadie. Viene mi hijo de la ciudad y meriñe: «¿Qué haces aquí sola? ¿Y sialguien te corta el cuello?». «¿Y qué sellevaría de mi casa? Si solo quedan lasalmohadas». En una casa sencilla lo más

Page 222: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

valioso son las almohadas. Y en cuantoel ladrón se me meta en casa, porque sientra lo hará por la ventana, le doy conel hacha en la cabeza y… y le sacudocomo es debido, con el hacha. Puedeque Dios no exista, que sea otro; peroallí arriba, en lo alto, hay alguien. Demanera que sigo viva.

—Durante el invierno, el abuelocolgó en el patio un ternerodespedazado. Justo entonces trajeron aunos extranjeros: «Abuelo, ¿quéhaces?». «Echo afuera la radiación».

—Qué no habrá sucedido. Cuentanque un hombre enterró a su mujer, de laque le quedó un crío pequeño. Elhombre se quedó solo. Entonces, de la

Page 223: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pena, un día se puso a beber. Le quitótoda la ropa mojada al niño y la metiódebajo de la almohada. Y en eso sepresentó por la noche la mujer, o ellamisma o solo su alma, lavó la ropa, lasecó y la puso en su sitio. Una vez lavio. Y en cuanto la llamó, ella fue y sedesvaneció. Se convirtió en aire.Entonces, los vecinos le aconsejaron: encuanto se te aparezca la sombra, cierrala puerta con llave y puede que tarde enmarcharse. Pero la mujer ya no volvió.¿Qué fue aquello? ¿Quién era eso quevino? ¿No me cree? Entoncescontésteme a una cosa: ¿De dónde hansalido los cuentos? Puede que lo que secuenta, en otro tiempo, fuera cierto.

Page 224: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Usted que tiene estudios…—¿Y por qué el Chernóbil ese saltó

por los aires? Unos dicen que tienen laculpa los científicos. Que le tiran a Diosde las barbas y que el Señor se ríe deellos. ¡Y nosotros a sufrir lasconsecuencias!

—Nunca hemos vivido bien. Nitranquilos. Antes de la guerra sellevaban a la gente. A tres de nuestroshombres los vinieron a buscar en cochesnegros, se los llevaron directamente delcampo y hasta hoy no han regresado.Siempre hemos vivido con miedo.

—No me gusta llorar. Prefiero queme cuenten chistes nuevos. En la zona deChernóbil han plantado tabaco. En la

Page 225: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

fábrica de este tabaco han hechocigarrillos. Y en cada paquete hanpuesto: «El Ministerio de Sanidad lepreviene ¡por última vez!: el tabaco espeligroso para la salud». Ja, ja, ja. Encambio, nuestros abuelos lo fuman.

—Lo único que me queda es la vaca.Pues mire, cogería y la daría con tal deque no hubiera guerra. ¡Cómo la temo!

—El cuco canta, las garzas rascan.Los venados corren. Pero si los habrá enel futuro, nadie sabe decirlo. Por lamañana miro a la huerta y veo que la hanrevuelto los jabalíes. A la gente lapuedes cambiar de lugar, pero al alce oal jabalí, no. Tampoco el agua conocefronteras, pues corre por la tierra y por

Page 226: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

debajo de ella.—Una casa no puede estar sin

habitar. Hasta las fieras necesitan delhombre. Todos buscan al hombre. Hoyha venido una cigüeña. Y el escarabajosale de su rincón. Y todo me llena dealegría.

—¡Oh, cómo duele, vecinas! ¡Quédolor! Hay que hablar en voz baja. Hayque llevar el ataúd en silencio. Concuidado. No vaya a ser que le des ungolpe con la puerta o la cama; no sedebe tocar ni golpear nada. Porque sino, habrá una nueva desgracia, yapuedes esperar otro difunto. Dios mío,protege sus almas. ¡Que de ellos sea elreino de los cielos! Y allí donde los

Page 227: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entierran, allí mismo los lloran. Aquítodo son tumbas. Todo esto está lleno detumbas. Los volquetes que zumban. Lasexcavadoras. Las casas se derrumban. Ylos enterradores que no paran detrabajar. Han enterrado la escuela, laadministración, los baños. El mundo esel mismo, pero las gentes ya no. Y sinembargo no sé si el hombre tiene unalma o no. El padre nos dice y nospromete que somos inmortales. Pero¿cómo es el alma? ¿Y dónde caben todasen el otro mundo?

—El abuelo se estuvo muriendodurante dos días, yo me quedabacalladito junto a la estufa y vigilaba: aver cuándo empezaría a salirle el alma.

Page 228: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Fui a ordeñar a la vaca. Entro corriendoen la casa. Lo llamo. Y él, que está conlos ojos abiertos. Y el alma que se le haido. ¿O no pasó nada? Y entonces,¿cómo nos volveremos a ver?

—El padre dice y nos promete quesomos inmortales. De modo querezamos. Señor, dadnos fuerzas parasobrellevar las fatigas de nuestra vida.

Page 229: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LAS LOMBRICES, EL

MANJAR DE LASGALLINAS Y DE QUE LO

QUE HIERVE EN LAOLLA TAMPOCO ES

ETERNO

El primer miedo…El primer miedo cayó del cielo.

Page 230: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Vino flotando con el agua. En cambio,alguna gente, y fue mucha, estabatranquila como una roca. ¡Se lo juro porla Cruz! Los hombres mayores se poníana beber y decían: «Llegamos a Berlín yvencimos». Y lo decían como quien lograba en la pared. ¡Vencedores! ¡Consus medallas!

El primer miedo fue… Por lamañana en el huerto encontramos lostopos asfixiados. ¿Quién los asfixió?Por lo común no salen a la luz de debajode la tierra. Alguien los echó de allí. ¡Selo juro por la Cruz!

El hijo me llama de Gómel:—¿Los escarabajos vuelan?—No hay escarabajos. Ni se ven por

Page 231: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

parte alguna larvas. Se han escondido.—¿Y lombrices?—Cualquier lombriz que encuentres

es un manjar para las gallinas. Perotampoco las hay.

—Esa es la primera señal: donde nose ven ni escarabajos ni lombrices, esque allí es alta la radiación.

—¿Qué es eso de la radiación?—Mamá, es una especie de muerte.

Convenza a papá para que se vayan.Vivirán con nosotros.

—Pero si no hemos plantado lahuerta.

Si todos fueran listos, ¿quién haríade tonto? Que arde, pues que arda. Losincendios son algo temporal; nadie los

Page 232: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

temía entonces. No conocían el átomo.¡Se lo juro por la Cruz! Y eso quevivíamos pegados a la central nuclear; a30 kilómetros en línea recta y 40 si vaspor carretera. Y contentos queestábamos. Te compras un billete y tevas para allá. Pues se abastecían allícomo en Moscú. Salchichas baratas ycarne siempre en las tiendas. La quequieras. ¡Buenos tiempos aquellos!

Pero ahora solo queda el miedo.Cuentan que las ranas y las moscas sequedarán, pero los hombres, no. La vidase quedará sin los hombres. Cuentancuentos y más cuentos. ¡Y al que legusten es un bobo! Pero no hay cuentosin parte de verdad. Es una vieja

Page 233: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

canción.Pongo la radio. Y no paran de

asustarnos con lo de la radiación. Encambio, nosotros vivimos mejor con laradiación. ¡Se lo juro por la Cruz! Miratú misma: nos han traído naranjas, trestipos de salchichas, lo que quieras. ¡Yeso en el pueblo! Mis nietos hanrecorrido medio mundo. La nieta menorregresó de Francia; eso es ese sitiodesde donde nos vino a invadirNapoleón. ¡Abuela, he visto piñasamericanas! Al segundo nieto, hermanode la otra, se lo llevaron a Berlín paracurarlo. Allí, de donde Hitler nos vino ainvadir. En tanques.

Ahora es un nuevo mundo. Todo es

Page 234: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

distinto. ¿Será culpa de la radiación ode qué? ¿Y cómo es? Puede que se lahayan enseñado en el cine. ¿Usted la havisto? ¿Es blanca o cómo? ¿De quécolor? Unos dicen que no tiene ni colorni olor; otros, en cambio, que es negra.¡Como la tierra! Aunque si no tienecolor, es como Dios: Dios está en todaspartes y nadie lo ve. ¡Nos quierenasustar! Y, en cambio, las manzanascuelgan del árbol y las hojas también,igual que la patata crece en el campo.

Yo creo que no ha habido ningúnChernóbil; que se lo han inventado.Engañan a la gente. Mi hermana y sumarido se marcharon. No lejos de aquí,a unos veinte kilómetros. Vivieron allí

Page 235: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dos meses y, un día, viene corriendo unavecina y les dice:

—La radiación de vuestra vaca se hapasado a la mía. La vaca se cae.

—¿Y cómo es que se ha pasado?—Pues porque vuela por el aire,

como el polvo. Y se pasa volando.¡Cuentos! Cuentos y más cuentos.En cambio esto que le cuento yo es

verdad. Mi abuelo tenía abejas; cincocolmenas tenía. Pues bien, las abejas sepasaron tres días sin salir; ni una. Allíse quedaron, dentro de la colmena.Aguardando. El abuelo que va de aquípara allá por el patio: ¿qué peste seráesta? ¿Qué peste negra? Algo ha pasadoen la naturaleza. Porque resulta que su

Page 236: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sistema, como nos explicó al cabo de untiempo un vecino que es maestro, esmejor que el nuestro; son más listas,porque enseguida se lo olieron. La radioy los periódicos aún no decían nada, yen cambio las abejas ya lo sabían. Soloal cuarto día salieron a volar.

Y las avispas. Había unas avispas,un avispero junto al zaguán, nadie lasmolestaba, y aquel día por la mañanadesaparecieron. No se las vio ni vivasni muertas. Y regresaron a los seis días.Eso es cosa de la radiación.

La radiación espanta a los hombres ytambién a los animales del bosque. Y alos pájaros. Hasta el árbol la teme, loque pasa es que está callado. No te dirá

Page 237: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nada. En cambio, los escarabajos deColorado siguen como estaban,comiéndose la patata, zampándose hastala última hoja, pues están hechos alveneno. Como nosotros.

Pero a veces pienso: en cada casahay algún muerto. Allí en otra calle, alotro lado del río. Todas las mujeres sehan quedado ahora sin hombres; loshombres han muerto. En nuestra callevive mi abuelo, y por allá hay otro. Diosse lleva antes a los hombres. ¿Por quérazón?, me pregunto. Nadie nos lotraduce en palabras. Aunque, también, siuna se pone a pensar: de quedarse sololos hombres, tampoco sería bueno.

Y beben, hija mía, beben. De

Page 238: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tristeza, beben. Porque, ¿quién quieremorir? Cuando alguien muere, ¡sientesuna tristeza! Y no encuentras consuelo.Ni nadie ni nada te pueden consolar.Beben y charlan. Se devanan los sesos.Beben, ríen y ¡zas!, otro que se ha ido.

Todos sueñan con una muertellevadera. Pero ¿cómo merecerla?

Solo el alma vive, hija mía.Nuestras mujeres, cariño, están

todas vacías; cuente usted que a una decada tres le han cortado lo que tiene demujer. Tanto si es joven como si esvieja. No todas han llegado a parir. Encuanto lo pienso… Y todo ha pasado enun suspiro.

¿Y qué más le puedo añadir? Hay

Page 239: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que vivir. Y no hay más.Porque, mire usted… Antes,

nosotros mismos batíamos lamantequilla, la flor de la leche;hacíamos el requesón y el queso.Cocíamos nuestro engrudo de leche.¿Comen de eso en la ciudad? Cubres conagua la harina y la mezclas y te salenunos pedazos sueltos de masa; entonces,los echas en la cazuela con aguahirviendo. Lo pones todo al fuego lentoy lo blanqueas con la leche. Así nos loenseñó nuestra madre: «Aprendedlotambién vosotros, hijos míos. Porque yotambién lo aprendí de mi madre».Bebíamos jugo de abedul y de arce:beriózovik y klenóvik. Las judías verdes

Page 240: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sin desgranar las cocíamos en la olla enel gran horno. Hacíamos jalea de bayasrojas. Y durante la guerra, recogíamosortiga, armuelle y otras hierbas. Delhambre, se nos hinchaba el cuerpo, perono nos moríamos. Recogíamos bayas enel bosque…, setas…

Y ahora, ya ve qué vida; todoaquello se ha ido al traste. Y nosotrosque nos creíamos que todo aquello eraindestructible, que sería así parasiempre. Que lo que hierve en la olla eseterno. Nunca me hubiera creído quetodo cambiaría. Pero así son las cosas…La leche, prohibida; las legumbres,prohibidas. Nos prohíben las setas, lasbayas… Nos han mandado que la carne

Page 241: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hay que tenerla tres horas a remojo… Ya la patata, cambiarle el agua dos vecescuando la cueces… Pero medirte conDios es inútil. Hay que vivir.

Nos meten el miedo en el cuerpo deque nuestra agua no se puede beber.Pero ¿cómo se puede estar sin agua?Cada persona necesita su agua. No haynada sin agua. El agua la encuentrashasta en las piedras. Y bien, ¿puede serque el agua sea eterna? Toda la vidaestá hecha de ella. ¿Y a quién le vas apreguntar? Nadie te dice nada. Hasta aDios le rezan, pero a él no le preguntan.¡Porque hay que vivir!

Ya ve, el grano ha crecido. Buenacosecha…

Page 242: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ANNA PETROVNA BADÁYEVA,residente en la zona contaminada

Page 243: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE UNA CANCIÓN SIN

PALABRAS

Le besaría a usted los pies. Se losuplico. Encuéntrenos a Anna Sushkó.Vivía en nuestra aldea. En Kozhushkí.Anna, de apellido Sushkó. Le daré todoslos detalles y usted publíquelo. Esjorobada. Y muda desde niña. Vivíasola. De sesenta años. Durante la

Page 244: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

evacuación, la metieron en unaambulancia y se la llevaron en direccióndesconocida. No sabe ni leer ni escribir,por eso no hemos recibido ninguna cartade ella. A la gente sola y enferma laingresaban en asilos. La escondían. Peronadie sabe las direcciones.

Publíquelo.Toda la aldea le tenía lástima. La

cuidábamos como si fuera una criatura.Uno le cortaba la leña; el otro le llevabala leche. Un tercero le hacía compañíapor las tardes. Le encendía la estufa…

Durante dos años, después depadecer en diferentes lugares, hemosregresado a nuestras casas. Dígale quela suya está entera. Tiene techo y

Page 245: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ventanas… Y lo que esté roto o lo hayanrobado, lo arreglaremos entre todos.Denos solo una dirección, dónde vive lapobre, que iremos a buscarla y latraeremos. La traeremos de vuelta. Paraque no se muera de la tristeza. Lebesaría a usted los pies. Un almainocente sufre en algún rincón extraño.

Y otro detalle… Me habíaolvidado… Cuando le duele algo, sepone a cantar una canción. Sin palabras.Solo con la voz. Porque hablar nopuede. Cuando le duele algo, tararea unacanción: «ta-ra-rá»… Así se queja.

Ta-ra-rá…

MARIA VOLCHOK,

Page 246: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vecina

Page 247: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

TRES MONÓLOGOSACERCA DE UN

TERROR ANTIGUO Y DEPOR QUÉ UN HOMBRECALLABA MIENTRAS

HABLABAN LASMUJERES

Hablan: Familia K-v. Madre e hija. Yun hombre, que no abrió la boca (el

Page 248: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

marido de la hija).

La hija:Al principio lloraba día y noche.

Quería llorar y hablar… Somos deTayikistán, de Dushanbé [14]. Allí hayguerra…

No puedo hablar de eso… Espero unniño, estoy embarazada. Pero lecontaré…

Entran un día unos en el autobúspara comprobar los pasaportes. Gentecorriente, solo que con metralletas.Miran los pasaportes y van echando delautobús a los hombres. Y allí mismo,junto a las portezuelas… Disparan… Ni

Page 249: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

siquiera se los llevan de allí… Nunca lohubiera creído. Pero lo he visto. Vicómo sacaron a dos hombres, uno jovenaún, guapo, que les gritaba algo. Entayiko, en ruso. Les gritaba que su mujerhabía parido hacía poco, que tenía trescríos pequeños en casa. Y ellos nohacían otra cosa que reírse; eran tambiénjóvenes, muy jóvenes. Gente corriente,solo que con ametralladoras. El jovencayó. Les besaba las zapatillas. Todoscallaban. Todo el autobús. En cuantonos pusimos en marcha, ta-ta-ta… Medio miedo mirar atrás. [Llora.]

No debo hablar de esto. Espero unniño. Pero le contaré… Solo le pido unacosa: no diga mi apellido; el nombre, sí:

Page 250: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Svetlana. Hemos dejado parientes allí.Los matarían.

Antes pensaba que nunca mástendríamos guerra. Era un gran país,nuestro querido país. ¡El más poderosodel mundo! Antes nos decían que en laUnión Soviética vivíamos pobremente,con escasos medios, porque habíamospasado una gran guerra, el pueblo habíasufrido; en cambio, ahora teníamos unejército poderoso y nadie se metería connosotros. ¡Nadie nos podría vencer!

Así que nos empezamos a matar losunos a los otros. Ahora no es una guerracomo la de antes. El abuelo recordabaaquella guerra; él llegó hasta Alemania.Hasta Berlín. Ahora, el vecino dispara

Page 251: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

contra el vecino; chicos que hanestudiado juntos en la escuela se matanentre ellos, violan a las chicas con lasque se habían sentado en la misma clase.Todos se han vuelto locos.

Nuestros maridos callan. Loshombres callan. Y no le dirán nada.

Mientras escapaban, les gritaban quehuían como mujeres, ¡cobardes!Traidores a la patria. Pero ellos, ¿quéculpa tienen? ¿Qué culpa tienen si nopueden disparar? ¿Si no quieren?

Mi marido es tayiko; tenía que ir a laguerra y matar. Él, en cambio, me decía:«Vayámonos de aquí. No quiero ir a laguerra. No necesito para nada un arma».Le gusta trabajar de carpintero, cuidar

Page 252: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los caballos. No quiere disparar. Tieneun corazón así… Tampoco le gusta lacaza. Allí está su tierra, pero se hamarchado, porque no quiere matar a otrotayiko, a otro como él. A una persona ala que conoce y que no lo ha ofendido ennada. Allí, ni siquiera escuchaba la tele.Se tapaba los oídos.

Pero aquí se siente solo; allá estánsus hermanos, que luchan; a uno ya lohan matado. Allí vive su madre. Lashermanas. Llegamos aquí en el tren deDushanbé, en un vagón sin cristales, conun frío terrible, sin calefacción. Nodisparaban contra nosotros, pero por elcamino nos tiraban piedras contra lasventanillas; se rompieron los cristales.

Page 253: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

«¡Rusos, largo de aquí! Invasores. Bastade robarnos». Y él, un tayiko, tenía queoír todo eso.

Nuestros hijos también lo oían.Nuestra hija estudiaba en la primeraclase[15], estaba enamorada de un niño.Un tayiko. Un día, viene de la escuela yme pregunta: «Mamá, ¿yo qué soy,tayika o rusa?». Y no hay modo depodérselo explicar.

No debo hablar de eso. Pero lecontaré…

Allí, los tayikos del Pamir luchancontra los tayikos de Kuliab. Todos sontayikos; tienen un solo Corán, la mismafe, pero los de Kuliab matan a los delPamir, y los del Pamir matan a los de

Page 254: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Kuliab. Primero se reunían en la plaza;gritaban y rezaban. Yo queríacomprender y también fui allí. Ypregunté a los viejos: «¿Contra quiénestáis?». Y me contestaron: «Contra elParlamento. Nos han dicho que esteParlamento es mala gente».

Luego, la plaza se quedó vacía yempezaron a disparar. Y al instante elpaís se convirtió en algo distinto,desconocido. ¡Oriente! En cambio, hastaentonces creíamos que vivíamos ennuestra tierra. Según las leyessoviéticas. Han quedado allí tantastumbas rusas, y nadie para llorar a losmuertos. En los cementerios rusossueltan a pacer el ganado. Las cabras.

Page 255: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Los ancianos rusos recorren losbasureros en busca de alguna cosa.

Yo trabajaba en la maternidad, deenfermera. Una noche que estaba deguardia, una mujer que estaba dando aluz paría con dificultad, gritaba. En esoentra corriendo una auxiliar. Conguantes sin esterilizar, la bata tampoco.¿Qué ha pasado? ¿Qué había sucedidopara que alguien entre así en una sala departos?

—¡Chicas, bandidos! —grita.En eso, entran unos con máscaras

negras, armados. Y se lanzan contranosotras:

—¡Dadnos las drogas! ¡Queremosalcohol!

Page 256: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¡No tenemos drogas, y tampocohay alcohol!

El médico, a punta de fusil, contra lapared.

—¡A ver!Y en eso, que la mujer que estaba de

parto lanzó un grito de alivio. Un gritode alegría. Y la criatura rompió a llorar:justo acababa de aparecer. Me inclinésobre el recién nacido, ni siquiera hoyrecuerdo si era niño o niña. Aún no teníani nombre ni nada. Y estos bandidos quese vienen contra nosotros y nospreguntan que quién era, si de Kuliab odel Pamir. No si era niño o niña, sino siera de Kuliab o de Pamir. Nosquedamos calladas. Y aquellos que

Page 257: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

gritan:—¡Que de quién es!Seguimos calladas. Entonces,

agarraron a aquella criatura, quellevaría unos cinco o diez minutos eneste mundo, y lo tiraron por la ventana…Soy enfermera y he visto más de una vezla muerte de un niño. Pero eso… Elcorazón casi se me escapa del pecho…No debo recordar aquello… [Llora denuevo.]

Después de aquel suceso, se mecubrieron las manos de eccema. Se mehincharon las venas. Y me entró unaapatía hacia todo que… Ni queríalevantarme de la cama. Me encaminabahacia el hospital y daba media vuelta.

Page 258: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Yo misma esperaba un bebé. ¿Cómovivir? ¿Cómo podía parir allí? Nosvinimos aquí. A Belarús. A Narovlia,una ciudad tranquila, pequeña. Y ya nome pregunte más. Se lo he contado todo,que no me toquen. [Calla.]

Espere… Quiero que sepa unacosa… Yo no temo a Dios. A mí lo queme da miedo son los hombres.

Al principio, preguntábamos a lagente de aquí: «¿Dónde está esaradiación?». «Allí donde estéis, allíhabrá radiación». ¿Entonces qué, es portodo el país? [Se seca las lágrimas.] Lagente se ha marchado. Por miedo.

A mí, en cambio, no me da tantomiedo como me daba allí. Nos hemos

Page 259: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quedado sin patria, no somos de ningunaparte. Todos los alemanes [16] se hanmarchado a Alemania; los tártaros[17],cuando les dejaron, se marcharon aCrimea; a los rusos, en cambio, nadielos quiere.

¿En qué confiar? ¿Qué esperar?Rusia nunca ha protegido a los suyos,porque es un país grande, infinito. Si hede serle sincera, yo no siento que mipatria sea Rusia; nos hemos educado deotro modo: nuestra patria era la UniónSoviética.

Y ahora, ya lo ve, ya ni sabes cómosalvar tu alma. Al menos aquí no haytiros; menos mal. Nos han dado casa, mimarido tiene trabajo.

Page 260: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Hasta escribí a unos conocidos.Ayer llegaron. A quedarse para siempre.Llegaron de noche y tenían miedo desalir del edificio de la estación. Con losniños agarrados, se pasaron la nochesobre las maletas. Esperando la mañana.Y luego, miran y ven que la gente andapor la calle, ríe y fuma. Les indicaron lacalle donde vivimos y los acompañaronhasta la misma puerta.

No había modo de que recobraran lacalma, porque allí se desacostumbra unoa la vida normal, a la vida en paz. A quepor las noches puedes andar por lascalles. A que te puedas reír… Luego sedirigieron por la mañana a una tienda yvieron que había mantequilla, crema de

Page 261: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

leche y allí mismo, sin salir de la tienda—me lo han contado ellos—, compraroncinco botellas de crema y se la bebieronal momento. La gente los miraba como sise hubieran vuelto locos. Cuando laverdad es que no habían visto lamantequilla ni la crema de leche en dosaños. Allí no compras ni el pan… Allíhay guerra. Es algo que no se puedeexplicar a una persona que no ha vistohoy lo que es una guerra. Que la ha vistosolo en el cine.

Allí tenía el alma muerta. ¿A quiénhubiera dado a luz allí, con el almamuerta? Aquí hay poca gente. Las casasestán vacías. Vivimos junto al bosque.Tengo miedo cuando hay mucha gente.

Page 262: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Como en la estación. Durante la guerra.[Rompe a llorar entre sollozos y sequeda callada.]

La madre:Yo solo le hablaré de la guerra. Solo

le puedo hablar de la guerra. ¿Por quéhemos venido aquí? ¿A las tierras deChernóbil? Porque de aquí ya no nosecharán. De esta tierra, no. Porque ya noes de nadie. Solo es de Dios. Loshombres la han abandonado.

En Dushanbé trabajaba de segundojefe de estación; también había otrosegundo, un tayiko. Nuestros hijoscrecieron y estudiaron juntos, nos

Page 263: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sentábamos en la misma mesa durantelas fiestas: en Año Nuevo, el Primero deMayo. En el Día de la Victoria… Juntosbebíamos vino y comíamos plov[18]. Élse dirigía a mí diciéndome: «Eres mihermana. Mi hermana rusa». Y en estoque llega un día —trabajábamos en elmismo despacho—, se para delante demi mesa y me grita:

—¡Cuándo te largarás a tu Rusia!¡Esta es nuestra tierra!

En aquel momento pensé que iba aperder la razón. Pero me levanté de unsalto y le dije:

—¿La chaqueta que llevas de dóndees?

—De Leningrado —me contestó sin

Page 264: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pensar, por la sorpresa.—¡Quítate esta chaqueta rusa,

miserable! —Y le arranqué la chaqueta—. ¿Y esta gorra? ¿No decías que te lahabían traído de Siberia? Bien orgullosoque estabas de ella. ¡Pues ahoraquítatela, maldito! ¡A ver, tu camisa!¡Los pantalones! ¿O no es de una fábricade Moscú? ¡Pues también son rusos!

Lo hubiera dejado en calzoncillos.Era un tipo enorme; yo le llegaba a loshombros. Lo cierto es que, en aquelinstante, no sé cómo, pero me sentí confuerzas suficientes para quitárselo todo.La gente se arremolinó a nuestroalrededor. Y el hombre se puso achillar:

Page 265: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¡Déjame en paz, te has vueltoloca!

—¡Nada de eso, dame todo lo mío,todo lo que es ruso! ¡Me llevaré todo lomío! —Creí que perdía la chaveta—.¡Quítate los calcetines! ¡Los zapatos!

Trabajábamos día y noche. Losconvoyes iban repletos. La gente huía.Muchos rusos dejaban sus casas. ¡Milesde personas! ¡Decenas de miles!¡Centenares de miles! Era otra Rusiamás. Un día, a las dos de la madrugada,después de dar la salida al expreso deMoscú, vi que en la sala se habíanquedado dos niños de Kurgán-Tiubé,que perdieron el tren. Los encerré en lasala, los escondí. En eso que se me

Page 266: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

acercan dos. Con fusiles.—Chicos, pero ¿qué hacéis aquí? —

Y mientras tanto, el corazón en un puño.—Tú tienes la culpa, has dejado las

puertas abiertas.—He ido a dar la salida al tren. No

he tenido tiempo de cerrarlas.—¿Qué niños son estos?—Son de aquí, de Dushanbé.—¿No serán de Kurgán? ¿O de

Kuliab?—No, no. Son de los nuestros.Los tipos se fueron. Pero ¿y si

hubieran entrado en la sala? ¡Loshubieran matado a todos, y a mí, depropina, una bala en la frente! Allí soloreina un poder: el del hombre armado. A

Page 267: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la mañana, los subí al tren de Ástrajan;les dije a las chicas que los metieran enel vagón de las sandías, y con laspuertas bien cerradas. [Primero calla.Luego llora durante largo rato.]

¿Hay algo más pavoroso que elhombre? [Calla de nuevo.]

Incluso aquí, cuando iba por la calle,a cada momento miraba para los lados;me parecía que a mis espaldas alguienya estaba a punto de… Que me estabaesperando. Porque allí no había día enque no pensara en la muerte. Cada díasalía de casa con toda la ropa limpia,con la blusa y la falda, la ropa interior,recién lavadas. ¿Y si de pronto mematan?

Page 268: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Ahora, en cambio, ando sola por elbosque y no le tengo miedo a nadie. Enel bosque no hay gente, ni un ser vivo.Voy paseando y me pregunto: ¿Serácierto o no lo que me ha sucedido? Aveces, das con algún cazador: con suescopeta, el perro y el dosímetro.También son gente armada, pero es otracosa, no persiguen a los hombres. Sioigo algún tiro, sé que están cazandocornejas o alguna liebre. [Calla.]

Por eso aquí no tengo miedo. Nopuedo tenerle miedo a la tierra, al agua.A quien temo es al hombre. Allí, en elmercado, por cien dólares te puedescomprar una ametralladora.

Recuerdo a un muchacho. Era tayiko.

Page 269: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Perseguía a otro chico. ¡Quería dar cazaa otro hombre! Por la manera de correr,de respirar, enseguida comprendí quequería matarlo. Pero el otro seescabulló. Huyó. En eso que el primeroregresa, pasa a mi lado y me pregunta:

—Oiga, ¿dónde puedo beber aguapor aquí? —Y me lo pregunta como sital cosa, con toda normalidad. En laestación teníamos un bidón con agua, yle indiqué dónde estaba. Entonces lomiro a los ojos y le digo…, le digo:

—¿Por qué os perseguís los unos alos otros? ¿Por qué os matáis?

El muchacho hasta sintió vergüenza:—No hable tan alto.Pero cuando van juntos, son otros.

Page 270: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

De haber sido tres y hasta dos, mehubieran puesto contra el paredón. Conuna sola persona aún se puede hablar.

De Dushanbé llegamos a Tashkent, yde ahí debíamos dirigirnos a Minsk. Nohabía billetes. No hay billetes y punto.Lo tienen bien montado; hasta que no losuntas no subes al avión; se meten contodo: que si el peso, que si el tamaño;esto está prohibido, esto no se puedellevar. Dos veces me mandaron a labáscula, por poco no caigo en la cuenta,le di a uno dinero bajo mano. Entoncesme dice:

—A buenas horas te despiertas, aqué tanto discutir.

Y todo arreglado en un santiamén.

Page 271: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pero antes de eso, llevábamos uncontenedor, dos toneladas, y nos lohicieron descargar.

—Vienen ustedes de una zonacaliente; a lo mejor llevan armas.Hachís…

Dos días nos estuvieron mareando.De modo que fui a ver al jefe y allí, enla recepción, di con una buena mujer;ella fue la primera en aclararme lascosas:

—No va usted a conseguir nada, y sise pone a reclamar un trato justo loúnico que conseguirá es que tiren sucontenedor al campo y que allí ledesvalijen hasta el último trapo.

¿Qué hacer? Nos pasamos una noche

Page 272: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en vela, sacaron para ver todo lo quellevábamos: ropa, colchones, nuestrosviejos muebles, la vieja nevera, dossacos de libros.

—¿No serán libros de valor?…M i r a r o n : Qué hacer, de

Chernishevki, Tierras roturadas , deShólojov[19], y se nos rieron en la cara.

—¿Cuántas neveras llevan?—Una, y además nos la han roto.—¿Por qué no pidieron una

declaración de carga?—¿Y quién nos la iba a dar? Es la

primera vez que huimos de una guerra.Hemos perdido dos patrias a la vez:

nuestro Tayikistán y la Unión Soviética.Me voy a andar por el bosque y

Page 273: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pienso en mis cosas. Los demás, todosestán delante de la tele, a ver qué pasapor allí. ¿Qué sucede? Pero yo no quierosaberlo.

Hubo una vida… Otra vida. Se meconsideraba una persona importante;hasta tengo un grado militar: tenientecoronel de las tropas de ferrocarriles.Aquí he estado, parada, hasta queencontré un trabajo de mujer de lalimpieza en el ayuntamiento. Friegosuelos.

Una vida ha quedado atrás. Y paraotra ya no me quedan fuerzas.

Aquí unos se compadecen denosotros, otros están descontentos: «Losrefugiados roban las patatas. Las

Page 274: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

desentierran por la noche».En la otra guerra, como recordaba

mi madre, la gente se compadecía másde los demás.

Hace poco encontraron en el bosqueun caballo salvaje. Estaba muerto. Enotro lugar, una liebre. No los habíanmatado, sino que estaban muertos. Y hacundido el temor. Pero un día seencontraron a un vagabundo muerto y elhecho pasó casi desapercibido.

En todas partes, la gente se haacostumbrado a ver personas muertas…

Lena M., de Kirguistán. En el umbralde la puerta, como para una fotografía;

Page 275: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

junto a ella se sentaban sus cinco hijosy el gato Metelitsa, que se trajeronconsigo:

Nos fuimos como si huyéramos deuna guerra. Agarramos las cosas, el gatonos siguió los pasos hasta la estación, demodo que nos lo llevamos también.Viajamos en tren doce días; durante losúltimos dos, solo nos quedaron unosbotes de col agria y agua hervida. Unoscon una estaca, otros con un martillo,hicimos guardia junto a la puerta. Y lediré lo siguiente. Una noche nosasaltaron unos bandidos. Casi nosmatan. Hoy te pueden matar por untelevisor o por una nevera.

Viajamos como quien huye de la

Page 276: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

guerra, aunque en Kirguistán, allí dondeestábamos, entonces aún no había tiros.Hubo matanzas en la ciudad de Osh.Entre kirguises y uzbekos. Pero la cosase calmó enseguida. En apariencia.Aunque en el ambiente había un no séqué por las calles… Le diré la verdad,había miedo. Nosotros éramos rusos yhasta aquí todo está claro, pero es quehasta los propios kirguises tenían miedode eso. Eso sí, en sus colas por el pan,nos gritaban: «¡Rusos, largaos a vuestracasa! ¡Kirguistán para los kirguises!». Ynos echaban de la cola. Y algo más enkirguís, bueno algo así como que con elpoco pan que tienen y aún tenían querepartirlo con nosotros. Entiendo mal su

Page 277: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lengua, he aprendido unas palabras, pararegatear en el mercado y comprar algo.

Antes teníamos una patria, ahora yano la tenemos. ¿Quién soy yo? Mi madreera ucraniana; mi padre, ruso. Nací y mecrie en Kirguistán, me he casado con untártaro. Entonces, mis hijos, ¿qué son?¿Qué nacionalidad tienen?

Nos hemos mezclado todos,llevamos muchas sangres mezcladas. Enel pasaporte tengo a los hijos inscritoscomo rusos; pero nosotros no somosrusos. ¡Somos soviéticos! Aunque elpaís en el que yo nací ya no existe.

No existe ni el lugar que nosotrosllamábamos nuestra patria. Ahora somoscomo los murciélagos.

Page 278: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tengo cinco hijos: el mayor va a laoctava clase; la pequeña, al jardín deinfancia. Los he traído aquí. Nuestropaís no existe, pero nosotros sí.

Yo he nacido allí; allí he crecido.Construí una fábrica, trabajé en ella.«Vete a tu tierra, porque aquí todo estoes nuestro». No dejaban que me llevaranada, salvo los hijos. «Aquí todo esnuestro». ¿Y lo mío dónde está? Lagente huye. Se pone en marcha. Todogente rusa. Soviética. Pero sobran entodas partes. En ninguna parte les esperanadie.

Yo en otro tiempo fui feliz. Todosmis hijos son fruto del amor. Así los fuipariendo: un niño, otro, luego un tercero,

Page 279: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

después una niña, y otra niña. No voy aseguir hablando. Me voy a poner allorar. [Pero añade unas palabrasmás:]

Vamos a vivir en Chernóbil. Ahoraesto es nuestra casa. Chernóbil esnuestra casa, nuestra patria. [De prontosonríe.] Aquí los pájaros son igualesque en todas partes. Hasta hay unmonumento a Lenin.

[Y ya junto a la valla,despidiéndose:] Por la mañanatemprano oigo en la casa vecina unosmartillazos y veo que alguien quita lastablas de las ventanas. Me encuentro auna mujer:

—¿De dónde son?

Page 280: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—De Chechenia.Y no dice nada. Lleva un pañuelo

negro.La gente que me encuentro… se

asombra. No entiende. ¿Qué haces contus hijos —me repiten—; es que losquieres matar? ¡Eres una suicida! Yo nolos mato, yo los estoy salvando.Míreme, con cuarenta años y con el pelocompletamente blanco. ¡Cuarenta años!En una ocasión me vino a ver unperiodista alemán y me preguntó:«¿Habría llevado usted a sus hijosdonde hubiera peste y cólera?». Quépeste ni qué cólera. Este miedo de aquíyo no lo conozco. No lo veo. Y no lotengo en mi memoria.

Page 281: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

A quien temo es a los hombres. A lagente armada.

Page 282: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE QUE EL HOMBRE

SOLO SE ESMERA EN LAMALDAD Y DE QUÉ

SENCILLO Y ABIERTOESTÁ A LAS PALABRAS

SIMPLES DEL AMOR

He huido… He huido del mundo.Durante un tiempo vagabundeé por las

Page 283: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estaciones; las estaciones me gustan,porque hay mucha gente y uno está solo.Luego me vine aquí. Aquí estoy a misanchas.

Mi propia vida la he olvidado. Nome pregunte por ella. Lo que he leído enlos libros lo recuerdo, también lo queme ha contado otra gente; pero mi vidala he olvidado. Era muy joven. Y llevoun gran pecado… No hay pecado que elSeñor no llegue a perdonar si es sinceroel arrepentimiento que uno muestra.

Así son las cosas. La gente esinjusta, solo el Señor es infinitamentepaciente y caritativo.

Pero… ¿Por qué? No hay respuesta.El hombre no puede ser feliz. No debe

Page 284: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

serlo. Vio el Señor que Adán estabasolo y le dio a Eva. Para que fuera felizy no para que pecara.

El hombre, en cambio, no consigueeso de ser feliz. Yo, por ejemplo, nopuedo con los atardeceres. Laoscuridad. Este tránsito… Como el deahora mismo. El paso del día a la noche.Me paro a pensar y no logro comprenderdónde he estado antes. ¿Dónde está mivida? Ya ve…

Y me da igual: puedo vivir y puedono vivir. La vida del hombre es como lahierba, que crece, se seca y se arroja alfuego.

Me ha entrado el gusto de pensar.Aquí puedes morir igual de una fiera que

Page 285: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

por culpa del frío. Y de tuspensamientos. En decenas de kilómetrosno hay ni un alma.

Los demonios se expulsan con elayuno y la oración. El ayuno es para lacarne y la oración para el alma. Peronunca estoy solo, el creyente nuncapuede estar solo. Así son las cosas. Voyde aldea en aldea.

Antes encontraba macarrones,harina… Aceite… Conservas… Ahoraconsigo algo junto a las tumbas. Lo queles dejan a los difuntos: comida, bebida.A ellos no les hace falta. Y no seenfadan conmigo.

En el campo recojo algún cerealsilvestre. En el bosque, setas, bayas.

Page 286: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Aquí estoy a mis anchas. Leo mucho.Abramos las páginas sagradas. El

Apocalipsis de San Juan: «Y cayó delcielo una estrella que ardía como unaantorcha, y cayó sobre la tercera partede los ríos y de las fuentes del agua. Yel nombre de esta estrella es “ajenjo”. Yla tercera parte de las aguas se convirtióen ajenjo y un sinnúmero de hombresperecieron por las aguas, porque estasse tornaron amargas».

Y descubro la verdad de estaprofecía. Todo está escrito, anunciadoen los libros sagrados, pero no sabemosleer. Nos cuesta entender. El ajenjo enucraniano se llama «chernóbil». Y en laspalabras se nos manda una señal. Pero

Page 287: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el hombres es vanidoso, ruin… ypequeño.

En el padre Serguéi Bulgákov heleído lo siguiente: «Dios, sin duda, hacreado el mundo, o sea que el mundo enmodo alguno puede no salir bien», y esnecesario «soportar con valor y hasta elfinal la historia». Ya ve.

Y otro dice… No recuerdo elnombre… Me acuerdo de la idea: «Elmal no es en esencia una sustancia, sinola ausencia del bien; del mismo modoque las tinieblas no son más que laausencia de luz».

Aquí es sencillo dar con libros; esfácil encontrarlos. Un botijo de barrovacío no lo encuentras, como tampoco

Page 288: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

darás con cucharas o tenedores, pero loslibros siguen ahí. No hace mucho meencontré un librito de Pushkin… «Laidea de la muerte, mi alma acaricia».Esto recuerdo. Ya ve qué cosas… «Laidea de la muerte».

Aquí estoy solo. Pensando en lamuerte.

Me he aficionado a pensar. Elsilencio ayuda a prepararte. El hombrevive entre la muerte, pero no comprendequé es.

Estoy solo… Ayer eché a una loba ysus lobeznos de la escuela; allí sehabían instalado.

¿Es verdadero el mundo grabado enla palabra? Esta es la pregunta. La

Page 289: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

palabra se halla en medio entre elhombre y el alma. Ya ve…

Y le diré más: las aves, los árboles,las hormigas… ahora me resultan máscercanos que antes. Antes no me conocíasentimientos parecidos. Ni me lossuponía. También he leído en alguien:«Un universo sobre nuestras cabezas yun universo a nuestros pies». Pienso entodos ellos. El hombre da pavor. Y esextraño… Pero aquí uno no tiene ganasde matar a nadie. Pesco, tengo una caña.Ya ve. Pero a los animales no lesdisparo. Ni pongo trampas.

Mi personaje preferido, el príncipeMishkin[20], decía: «¿Acaso puedealguien ver un árbol y no ser feliz?».

Page 290: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pues eso… Me gusta pensar. En cambio,el hombre acostumbra más a quejarse,pero no piensa.

¿Para qué observar el mal? Que tesolivianta, está claro… El pecadotampoco es algo físico. Es necesarioreconocer lo no existente. Ya lo dice laBiblia: «Para el iniciado será otra cosa,para los demás es parábola». Tomemosun ave… U otro ser vivo… No podemosentenderlos, porque ellos viven para sí yno para los demás. Ya ve. Dicho en unapalabra, a nuestro alrededor todo espasajero.

Todo lo vivo anda sobre cuatropatas, mira a la tierra y a la tierra tiende.Solo el hombre se yergue sobre el suelo

Page 291: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

y alza manos y cabeza hacia el cielo.Hacia la oración. Hacia Dios. Laanciana reza en la iglesia: «Señor,perdona nuestros pecados». Pero ni elcientífico, ni el ingeniero ni el militar sereconocen pecadores. Pues piensan:«No tengo nada de que arrepentirme.¿Por qué debo arrepentirme?». Ya ve…

Mis oraciones son sencillas. Rezo ensilencio. ¡Señor, llévame a tu lado!¡Escúchame! ¡El hombre solo se esmeraen la maldad. Pero qué sencillo yabierto se muestra a las palabrassencillas del amor!

Hasta en los filósofos la palabra esalgo aproximado respecto a la idea quehan captado. La palabra solo responde

Page 292: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de modo absoluto a lo que llevamos enel alma en la oración, en la idea hechaplegaria. Es algo que noto físicamente.Señor, llévame a tu lado. ¡Escúchame!

Y el hombre también…Yo temo al hombre. Y, a la vez,

siempre quiero encontrarlo. A un buenhombre. Ya ve…

Pero aquí viven solo o bandidos ogentes como yo. Mártires.

¿El apellido? No tengo papeles. Selos quedó la milicia. Me pegaron:

—¿Qué andas dando tumbos porahí?

—Yo no voy dando tumbos, sino quepurgo mi pena.

A lo que ellos me respondían con

Page 293: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

más golpes. Golpes en la cabeza…De manera que escriba usted:

Nikolái, siervo de Dios. Ahora ya unhombre libre.

Page 294: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

CORO DE SOLDADOS

Artiom Bajtiárov, soldado; OlegLeóntievich Vorobéi, liquidador; VasiliIósifovich Gusinóvich, conductor-explorador; Guenadi VíktorovichDemeniov, miliciano; Vitali BorísovichKarbalévich, liquidador; ValentínKomkov, soldado y conductor; EduardBorísovich Korotkov, piloto dehelicóptero; Ígor Litvín, liquidador;

Page 295: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Iván Alexándrovich Lukashuk, soldado;Alexandr Ivánovich Mijalévich,dosimetrista; Oleg Leonídovich Pávlov,capitán, piloto de helicóptero; AnatoliBorísovich Rybak, jefe de unidad deguardia; Víktor Sankó, soldado;Grigori Nikoláyevich Jvórost,liquidador; Alexandr VasílevichShinkévich, miliciano; VladímirPetróvich Shved, capitán, y AlexandrMijáilovich Yasinski, miliciano.

Nuestro regimiento se puso en marcha ala primera señal de alarma. Viajamosmucho tiempo. Nadie nos decía nadaconcreto. Solo en Moscú, en la estación

Page 296: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de Bielorrusia, nos informaron deadónde nos llevaban. Un muchacho, creoque de Leningrado, protestó: «Quierovivir». Lo amenazaron con llevarlo anteel tribunal militar. Así lo dijo el capitánante la formación: «O a prisión o alparedón».

Yo experimentaba otrossentimientos. Completamente al revés.Quería hacer algo heroico. Poner aprueba mi carácter. ¿Puede que fuerauna reacción infantil? Pero gente comoyo resultamos ser la mayoría, y ennuestra unidad servían chicos de toda laUnión Soviética. Rusos, ucranianos,kazajos, armenios… Nos sentíamosalarmados y, por alguna razón, alegres.

Page 297: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

De modo que nos trajeron aquí.Llegamos a la central misma. Nos dieronuna bata blanca y un gorrito blanco. Unamascarilla de gasa. Limpiamos elterritorio. Un día trabajábamos abajoescarbando y arrancando restos, y otroarriba, sobre el techo del reactor. Entodas partes con una pala. A los que sesubían al techo, los llamaban«cigüeñas». Los robots no loaguantaban; las máquinas se volvíanlocas. Nosotros, en cambio,trabajábamos. Sucedía que te brotabasangre de los oídos, de la nariz. Tepicaba la garganta. Te lloraban los ojos.Te llegaba un ruido constante ymonótono a los oídos. Tenías ganas de

Page 298: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

beber, pero no tenías apetito. Se habíaprohibido la gimnasia matutina, para norespirar radiactividad en vano. Ymarchábamos al trabajo en camionesdescubiertos.

Pero trabajábamos bien. Y nossentíamos muy orgullosos de ello.

Llegamos al lugar. Había una señal deZONA PROHIBIDA. Yo no he estado en laguerra, pero tenía la sensación de viviralgo parecido. Algo que te brotaba dealguna parte de la memoria. ¿De dónde?Algo relacionado con la muerte.

Por los caminos nos encontrábamosperros asilvestrados y gatos. A veces se

Page 299: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

comportaban de manera extraña, noreconocían a los hombres, huían denosotros. Yo no llegaba a comprenderqué les pasaba, hasta que nos ordenaronque disparáramos contra ellos. Lascasas selladas; la maquinariaabandonada… Era curioso ver aquello.No había nadie, solo nosotros, losmilicianos, de patrulla.

Entras en una casa, ves las fotos quecuelgan, pero ni un alma. Losdocumentos tirados por el suelo: carnésd e l komsomol, carnés de identidad,diplomas de honor… De una casa nosllevamos prestado el televisor por untiempo, en alquiler; pero no he notadoque nadie se llevara nada a casa.

Page 300: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En primer lugar, tenías la impresiónde que la gente iba a regresar de unmomento a otro. Y en segundo lugar, eraalgo que tenía que ver con la muerte.

Algunos se acercaban hasta elbloque, al lado mismo del reactor. Parafotografiarnos. Queríamos fanfarronearen casa. Había miedo y a la vez unacuriosidad insuperable: ¿Qué será eso?Yo, por ejemplo, no quise ir, tengo lamujer joven, no me arriesgué; en cambiootros se echaban dentro 200 gramos devodka y se iban para allá. Ya ve…[Tras un silencio.] Regresamos convida. O sea que todo en orden.

Empezaba una nueva guardia.Patrullábamos la zona. Una luna clara.

Page 301: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Se diría que un enorme farol colgado.La calle de un pueblo. Ni un alma.

Al principio, aún se veía luz en lascasas, luego cortaron la corriente.

Pasamos con el coche por un puebloy delante de la puerta de una escuela senos cruza corriendo un jabalí. O ves unzorro. En las escuelas, en los clubes delos pueblos, vivían animales salvajes.Los carteles aún colgados: NUESTRAMETA ES LA FELICIDAD DE TODA LAHUMANIDAD, EL PROLETARIADOMUNDIAL VENCERÁ, LAS IDEAS DELENIN VIVIRÁN ETERNAMENTE… En lasoficinas de los koljoses veías lasbanderas rojas, banderines que parecíanrecién estrenados, montones de

Page 302: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

diplomas con los perfiles de los líderes.En las paredes, imágenes de los líderes;sobre las mesas, los líderes en estatuasde yeso. En todas partes monumentosmilitares. No me encontré con otrosmonumentos. Un cementerio en elcampo. Casas levantadas de cualquiermanera, establos grises de hormigón,talleres para tractores. Y, de nuevo,pequeños y grandes «Túmulos de lagloria». «¿Y esto es nuestra vida? —mepreguntaba yo mirando todo con nuevosojos—. ¿Esto había sido nuestra vida?».Como si una tribu guerrera hubieralevantado su campamento provisional…Y se hubiera marchado no sé adónde.

Chernóbil hizo que me explotara la

Page 303: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sesera. Y empecé a pensar.

Una casa abandonada. Cerrada. Ungatito en la ventana. Pensé que era debarro. Me acerco y está vivo. Se habíacomido todas las flores de los tiestos.Los geranios. ¿Cómo llegó hasta allí?¿O se lo olvidaron?

En la puerta, una nota: «Queridobuen hombre de paso: no busquesobjetos de valor. No los hay ni loshemos tenido. Haz uso de todo, pero nolo destroces. Regresaremos». En otrascasas he visto inscripciones con pinturade diferentes colores: «Perdónanos,querida casa nuestra». Se despedían de

Page 304: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la casa como de una persona. Escribían:«Nos vamos por la mañana», o «Nosvamos por la tarde», anotaban la fecha,incluso la hora y los minutos. Notas conletra infantil sobre hojas de cuadernosescolares. «No maltrates al gato. Lasratas se lo comerán todo». O: «No matesa nuestra Zhulka. Es buena». [Cierra losojos.]

Lo he olvidado todo. Solo recuerdoque estuve allí, pero no me acuerdo denada más. Lo he olvidado todo. A lostres años de haberme licenciado, no séqué me pasó con la memoria. Ni losmédicos se lo explicaban. No puedocontar el dinero, pierdo la cuenta. Voyde un hospital a otro.

Page 305: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Se lo he contado ya o no? Teacercas a una casa y piensas: está vacía.Abres la puerta y ves sentado un gato…Bueno, y esas notas de los niños…

Nos alistaron. Y las órdenes eran lassiguientes: no permitir el paso a lasaldeas desalojadas a los habitanteslocales. Nos apostábamos en barrerascerca de los caminos, construíamosrefugios, torres de vigilancia. Nosllamaban, Dios sabe por qué,«guerrilleros». Eran tiempos de paz. Ynosotros, en cambio, de guardia. Conuniforme militar. Los campesinos nocomprendían por qué, por ejemplo, no

Page 306: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se podían llevar de su casa un balde, unjarro, la sierra o el hacha. Labrar lashuertas. ¿Cómo poder explicárselo? Ylo cierto es que, a un lado del camino, seencontraban los soldados, sin dejarpasar a nadie, y al otro pacían las vacas,rugían las cosechadoras, trillando grano.

Ves a unas mujeres en corro quelloran: «Chicos, dejadnos pasar. ¿Noveis que es nuestra tierra. Nuestrascasas?». Y nos traen huevos, tocino,«samogón»[21]… Lloraban por su tierraenvenenada. Por sus muebles. Sus cosas.

Ese era nuestro cometido: nodejarlas pasar. Una mujer con un cestode huevos: a confiscarlos y aenterrarlos. Ha ordeñado una vaca y

Page 307: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lleva la leche en el cubo, y a su lado vaun soldado para enterrar la leche. Quehabían sacado a escondidas unaspatatas, pues a quitárselas. Lo mismocon la remolacha, la cebolla, lacalabaza. A enterrarlo todo.

Lo bueno es que todo había crecidocomo nunca, de manera asombrosa. ¡Quéhermosura alrededor! El otoño dorado.

Todos tenían caras de locos. Ellos ynosotros.

En cambio, en los periódicos selanzaban vivas a nuestro heroísmo. Quémuchachos más valientes que éramos.Komsomoles, ¡voluntarios!

Pero ¿quiénes éramos en realidad?¿Qué hacíamos? Me gustaría saberlo.

Page 308: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Leerlo en alguna parte. Y eso que yomismo estuve allí.

Yo soy hombre de armas; a mí me danuna orden y yo la cumplo. He prestadojuramento. Pero esto no es todo.También hubo actos heroicos. Se noseducaba con ese fin. Y se animaba a elloya desde la escuela. También lospadres. Intervenían a propósitoconsejeros políticos. La radio, latelevisión. Cada uno reaccionaba demanera diferente: unos querían que leshicieran entrevistas, salir en losperiódicos. Para otros se trataba de untrabajo más, y unos terceros… Yo me vi

Page 309: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con unos y con otros, y puedo decir queestos hombres vivían con el sentimientode que estaban realizando un actoheroico. Estaban escribiendo la historia.Nos pagaban bien, pero el tema deldinero parecía no plantearse. Mi sueldoes de 400 rublos, y allí cobraba 1000(rublos soviéticos, de los de entonces).Para aquellos tiempos era mucho dinero.Luego nos lo echaron en cara: «Allí,recogiendo el dinero a espuertas, yahora que habéis vuelto, que si coches,que si muebles sin hacer cola». Duele,está claro. Porque aquello también fuealgo heroico.

Antes de viajar allí me invadió elmiedo. Por poco tiempo. Pero allí el

Page 310: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

miedo se esfumaba. Si hubiera podidover ese miedo… Órdenes. Trabajo.Tareas. Yo tenía ganas de ver el reactordesde arriba, desde un helicóptero: ¿quées lo que había pasado allí en realidad?¿Cómo se veía aquello? Pero estabaprohibido.

En la tarjeta me han apuntado 21roentgen, pero no estoy convencido deque esto sea así. El principio era de lomás simple: llegas de un vuelo al centrodel distrito de Chernóbil (por cierto, esuna ciudad pequeñita, nada que ver conalgo grandioso, como me lo imaginabayo), y allí está el dosimetrista; elhombre realizaba las medidas delumbral a diez o quince kilómetros de la

Page 311: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

central. Estas mediciones semultiplicaban luego por la cantidad dehoras que volábamos al día. Pero yo deallí me dirigía con el helicóptero alreactor: ida y vuelta, el pasillo en lasdos direcciones, y un día allí subía a 80roentgen, y al siguiente alcanzaba los120. Por la noche me pasaba dos horasdando vueltas por encima del reactor.Realizábamos filmaciones de rayosinfrarrojos: se decía que así sedetectaban los trozos del grafitodiseminado. Durante el día no se lospodía ver.

He hablado con científicos. Unodecía: «Podría hasta lamer estehelicóptero suyo y no me pasaría nada».

Page 312: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Y otro: «Pero, chavales, ¿qué hacéis sintrajes de protección? ¿O es que queréisdejaros aquí la vida? ¡Cubríos elcuerpo! ¡El helicóptero! La salvacióndel náufrago está en manos delnáufrago».

Nos cubrieron los asientos conplanchas de plomo; nos recortaron unoschalecos de plomo, pero resulta que elplomo protege de unos rayos pero deotros no. A todos se nos pusieron lascaras rojas, quemadas, no podíamosafeitarnos.

Volábamos de la mañana a la noche.No había en esto nada de fantástico. Eraun trabajo. Un trabajo muy duro.

Por las noches veíamos la

Page 313: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

televisión, justamente por entonces secelebraba el campeonato mundial defútbol. Y hablábamos, por supuesto,también de fútbol.

Empezamos a pararnos a pensar enaquello. Cómo se lo diría para nomentirle. Seguramente, pasados unostres o cuatro años. Cuando te cuentanque si uno se ha puesto enfermo, que siotro… Te enteras de que aquel se hamuerto. De que otro se ha vuelto loco.Un tercero se ha suicidado. Entoncesempezamos a preocuparnos. Pero creoque entenderemos algo de todo estodentro de unos veinte o treinta años.

Y, sin embargo, el «Afgán [22]»(estuve allí dos años) y Chernóbil (aquí

Page 314: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tres meses) son los períodos másimportantes de mi vida.

A los padres no les dije nada de queme habían mandado a Chernóbil. Mihermano compró por casualidad elperiódico Izvestia y se encontró allí conmi retrato. Se lo llevó a mi madre y:«¡Aquí lo tienes, todo un héroe!». Mimadre se echó a llorar.

Marchábamos hacia la central. Y anuestro encuentro avanzaban columnasde gente evacuada. Sacaban lamaquinaria. El ganado. Día y noche. Esoen una situación de paz.

De modo que avanzábamos. Y

Page 315: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

durante el viaje, ¿sabe usted lo que yoveía? En los arcenes de la carretera…Bajo los rayos del sol… Un finísimobrillo. Brillaba algo cristalino. Unaspartículas finísimas. Nos dirigíamoshacia Kalínkovichi, pasando por Mózir.Y había algo que reverberaba. Locomentamos entre nosotros. Estábamosperplejos. En el campo, donde la genteestaba trabajando, enseguidadescubrimos unos agujeros quemados enlas hojas, sobre todo en las de losguindos. Recogíamos pepinos, tomates yen sus hojas descubríamos los agujeros.Lanzábamos maldiciones, pero nos loscomíamos. Era otoño. Los arbustos degrosella estaban a reventar; las ramas de

Page 316: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los manzanos se doblaban hasta el suelo.No había modo de vencer la tentación,está claro. Te comías una manzana…,aunque nos habían dicho que no sepodía…, entre maldiciones, pero te lascomías.

De modo que me fui para allá.Aunque podía no haber ido. Me presentévoluntario. Durante los primeros días nome encontré con nadie que se mostraraindiferente; eso fue luego, cuandoapareció el vacío en los ojos, cuando lagente se empezó a acostumbrar.¿Colgarte una medalla más? ¿Algunaventaja? ¡Bobadas! Yo personalmenteno necesitaba nada. Un piso, coche.¿Qué más? Ah, una dacha… todo lo

Page 317: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tenía ya.Lo que funcionaba era la pasión por

el riesgo. Allí van los hombres deverdad, a hacer algo de verdad. ¿Y elresto? Que se queden en sus casas, bajolas faldas de sus mujeres. Uno traía uncertificado de que la mujer estaba apunto de parir, otro que si tenía un niñopequeño. El tercero, que le había salidouna llaga. Era arriesgado, es verdad. Ypeligrosa, la radiación, pero alguien lotenía que hacer. ¿O no fueron nuestrospadres a la guerra?

Luego regresamos a casa. Me quitéde encima todo aquello, toda la ropa quellevaba, y la tiré a la basura. Pero lagorra se la regalé a mi hijo pequeño.

Page 318: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tanto me la pidió que… No se laquitaba para nada.

Al cabo de dos años, el diagnósticofue tumor en el cerebro…

El resto lo acabará de escribir usted.No quiero seguir hablando.

Justo acababa de regresar de Afganistán.Quería hacer mi vida. Casarme. Mequería casar cuanto antes. Y, en eso, queme llega la orden de alistarme, era unanota con una franja roja: SERVICIOESPECIAL. En el transcurso de una horapreséntese en la dirección señalada. Mimadre se puso a llorar al momento.Creyó que me llamaban de nuevo a la

Page 319: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

guerra.¿Adónde nos llevaban? ¿Para qué?

Había poca información. Que si habíaexplotado un reactor. Bueno, ¿y qué? EnSlutsk nos cambiaron la ropa; nuevouniforme. Y allí descubrimos que nosmandaban al centro del distrito Jóiniki.Llegamos a Jóiniki; allí la gente aún nosabía nada. Ellos, como nosotros, era laprimera vez que veían un dosímetro.Nos llevaron más lejos, a un pueblo, yallí se celebraba una boda: los jóvenesse besan, suena la música, bebensamogón… Una boda normal ycorriente. Y, en eso, que nos dan laorden de arrancar el suelo a la altura dela bayoneta. De talar los árboles.

Page 320: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Primero nos dieron armamento.Fusiles automáticos. En caso de que nosatacaran los estadounidenses… En lasclases de formación política nos dabanconferencias sobre los actos de sabotajeorganizados por los servicios secretosoccidentales. Sobre sus operaciones dedistracción. Por la noche dejábamosnuestras armas en una tienda aparte. Enuna tienda en medio del campamento. Almes se las llevaron. Nada de uncomando terrorista. Sino roentgen…curios.

El 9 de mayo, el día de la Victoria,vino a visitarnos un general. Nosformaron, nos felicitaron con motivo dela fiesta. Y uno de la formación se

Page 321: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

atrevió a preguntar: «¿Por qué nosocultan cuál es el grado de radiación?¿Qué dosis recibimos?». Ya ve, hubouno que se decidió a preguntar. Puesbien, cuando se fue el general, lo llamóel capitán de la unidad y le soltó unabuena: «¡Eres un provocador! ¡Unalarmista!». Al cabo de un par de días,nos dieron una especie de máscarasantigás, pero nadie las usaba. Nosmostraron dos veces los dosímetros,pero no nos dejaron usarlos.

Cada tres meses nos dejaban ir acasa un par de días. Con un soloencargo: comprar vodka. Yo llegué acargar dos mochilas llenas de botellas.Me recibieron llevándome en volandas.

Page 322: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Antes de volver a casa, nos llamabaa todos el tipo de la KGB, quien nosaconsejaba muy persuasivamente que nole contáramos a nadie lo que habíamosvisto.

Al regresar del «Afgán» sabía quehabía sobrevivido. Pero en Chernóbilera del todo al revés: eso te mataríajusto cuando ya hubieras regresado acasa.

He regresado. Pero resulta que todoacaba justo de comenzar.

¿De qué me acuerdo? ¿Qué se me hagrabado en la memoria?

Me pasaba el día yendo en coche de

Page 323: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una aldea a otra. Con los dosímetros. Yni una sola mujer me ofreció unamanzana siquiera.

Los hombres pasaban menos miedo;te traían samogón, tocino… Y teinvitaban: «Vamos a comer». Por unlado, te resultaba incómodo negarte,pero, por otro, comer cesio purotampoco daba mucha alegría. De modoque tomabas un trago y dejabas lacomida.

En una aldea, a pesar de todo,lograron sentarme a la mesa. Habíacordero asado. El dueño, cuando yaestaba borracho, me confesó: «Era uncordero joven. Pero lo tuve que matarporque no podía ni mirarlo. ¡Valiente

Page 324: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

monstruo! Hasta me da no sé quécomerlo». Después de aquellaspalabras, me eché un latigazo desamogón que ni le cuento.

Han pasado diez años. Hasta pareceríaque aquello no había sucedido; si nofuera por la enfermedad, me habríaolvidado.

¡Servir a la Patria! ¡Servir a laPatria es un deber sagrado! Meentregaron una muda, calcetines, botas,galones, una gorra, pantalones, chaqueta,cinto, mochila y ¡en marcha! Me dieronun volquete. Llevaba hormigón. Estoysentado en la cabina y me creo que el

Page 325: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hierro y el cristal me protegen. Y melanzo a por todas. Saldremos de esta.

Éramos jóvenes. Solteros. No nosllevábamos las mascarillas. No,recuerdo a uno. Un conductor mayor.Siempre llevaba la máscara. Nosotros,en cambio, no. Los guardias decirculación no las llevaban. Nosotros, almenos, estábamos dentro de la cabina;pero ellos se pasaban ocho horas enmedio de aquel polvo radiactivo.

A todos nos pagaban bien: trespagas, más la comisión de servicio. Ledábamos… Sabíamos que el vodkaayudaba. Era el mejor medio pararestablecer las defensas del organismodespués de recibir una radiación. Y te

Page 326: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quitaba el estrés. No era casualidad quedurante la guerra te dieran la famosaración oficial de 100 gramos. De maneraque el cuadro normal era ver a unguardia borracho multando a un chófertan borracho como él.

No escriba usted sobre lasmaravillas del heroísmo soviético. Lohubo, es verdad. ¡Y qué maravillas!Pero primero hay que hablar de lachapuza general y del caos, y luego delas proezas. ¡Eliminar esta tronera!¡Hacer callar una ametralladora a pechodescubierto[23]! Pero sobre que unaorden así nadie la puede dar, sobre estonadie escribe nada.

Nos mandaban allí como quien lanza

Page 327: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

arena al reactor. Como sacos llenos dearena. Cada día colgaban un nuevo«parte de combate»: «Han trabajado convalor y entrega». «Resistiremos,venceremos». Se referían a nosotros conla bonita expresión de «soldados delfuego».

Por aquella hazaña me dieron undiploma y 1000 rublos.

Al principio fue el asombro. Lasensación de que se trataba de unasmaniobras militares. Un juego. Pero erauna guerra de verdad. Una guerraatómica. Algo desconocido paranosotros: ¿Qué temer y qué no temer, de

Page 328: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

qué protegerse y de qué no? Nadie sabíanada. Y no había a nadie a quienpreguntar.

Era una auténtica evacuación.Las estaciones… ¡Lo que sucedía en

las estaciones! Ayudábamos a meter alos niños por las ventanillas de losvagones. Poníamos orden en las colas.Colas para los billetes en las cajas, parayodo en las farmacias. En las colas, lagente se ofendía con los peores insultos,se peleaba… Reventaban las puertas delos quioscos y de las tiendas de bebidas.Rompían los cristales, arrancaban lasrejas. Millares de evacuados.

La gente vivía en los clubes, en lasescuelas, en las guarderías. La gente

Page 329: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

andaba medio hambrienta. El dinero seacababa en un santiamén. Las tiendasvacías.

No olvidaré a las mujeres que noslavaban la ropa. No había lavadoras, nose les ocurrió, no las trajeron. Se lavabaa mano. Eran todas mujeres mayores.Con las manos llenas de ampollas, dellagas. La ropa no solo estaba sucia,habría allí decenas de roentgen.«Muchachos, comed algo». «Dormid unrato». «Muchachos, ¿no veis que aúnsois jóvenes?». «Cuidaos». Lesdábamos pena y lloraban.

¿Estarán aún vivas?Cada 26 de abril, los que estuvimos

allí, nos reunimos. Los que aún

Page 330: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quedamos. Recordamos aquel tiempo.Habías sido un soldado en la guerra, tenecesitaban.

Lo malo se olvidó, pero esto quedóen la memoria. Quedó el hecho de quesin ti no podían hacer nada. Has sidoútil.

Nuestro sistema es por lo generalmilitar, funciona a la perfección ensituaciones límite.

Allí, por fin, eres libre eimprescindible. ¡La libertad! ¡Y el ruso,en momentos así, muestra lo grande quees! ¡No hay otro igual! Nunca seremoscomo los holandeses o como losalemanes. No tendremos asfaltoirrompible ni céspedes cuidados. ¡Pero

Page 331: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

héroes siempre los habrá!

Mi historia… Me llamaron y fui. ¡Hayque hacerlo! Era miembro del Partido.¡Comunistas, un paso adelante! Esta erala situación. Trabajaba en la milicia.Sargento mayor. Me prometieron unaestrella más. Eso ocurría en abril del 87.Había que pasar sin falta un controlmédico; pero a mí me mandaron sin más.Alguien se rajó, como se suele decir,trajo un certificado de que tenía unaúlcera de estómago y a mí me mandaronen su lugar. Con sello de urgente. Estaera la situación.

Ya entonces empezaron a correr los

Page 332: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

chistes. Al momento… Llega el maridoa casa del trabajo y se queja a su mujer:

—Me han dicho que o mañana mevoy a Chernóbil o entrego el carné delPartido.

—Pero si tú no eres miembro delPartido —le dice su mujer.

—Pues por eso, a ver dóndeencuentro yo un carné.

Nos dirigimos allí como si fuéramosmilitares; al principio, de nuestro grupose organizó una brigada depicapedreros. Construimos unafarmacia. Enseguida me sentí débil, algosomnoliento. Tos por las noches. Y mefui a ver al médico. «Todo normal. Es elcalor». Al comedor nos traían del koljós

Page 333: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

carne, leche y requesón, y de esocomíamos. El médico esa comida ni latocaba. Nos preparaban la comida y élapuntaba en el registro que todo estabaen orden, pero él no analizaba lasmuestras. Nosotros nos dábamos cuentade eso. Esta era la situación. Y no ledábamos ninguna importancia. Llegó laépoca de la fresa. Las colmenas llenasde miel…

Comenzaron a aparecer losmerodeadores. Se lo llevaban todo.Nosotros tapiábamos ventanas y puertas.Luego desconectábamos todas lascomunicaciones, la corriente de losedificios para evitar incendios.

Las tiendas aparecían asaltadas; las

Page 334: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

rejas de las ventanas, rotas; harina,azúcar y caramelos pisoteados por elsuelo. Latas rotas, tiradas aquí y allá…De una aldea desalojaron a loshabitantes, en cambio a cinco o a diezkilómetros no, allí los dejaron. Lascosas de la aldea abandonada fueron aparar a la suya.

Esta era la situación. Estamos un díade guardia y en eso que llega elpresidente del koljós con la gente dellugar; ya los habían instalado en otropueblo, les dieron casas, peroregresaban a sus tierras para recoger elcereal, para sembrar. Se llevaban elheno en pacas. En las pacasencontrábamos máquinas de coser,

Page 335: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

motos, televisores. Y la radiación habíasido tan fuerte que los televisores nofuncionaban.

Economía de trueque: ellos te dabanuna botella de samogón y tú les dejabasllevarse un cochecito de niño. Vendían ycambiaban tractores, sembradoras. Unabotella… diez botellas… El dinero nolo quería nadie. [Se ríe.] Como en elcomunismo.

Para todo había una tarifa: un bidónde gasolina, medio litro de samogón; unabrigo de piel de astracán, dos botellas;una moto, depende del regateo…

Al medio año acabé el servicio; deacuerdo con los períodos establecidos,aquel era de medio año. Luego

Page 336: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mandaban un relevo. Nos retuvieron untiempo, porque de las repúblicasbálticas se negaron a venir.

Esta era la situación. Pero yo sé muybien que se lo robaron todo; se llevarontodo lo que se podía levantar y llevar.Se llevaban hasta los tubos de ensayo delos laboratorios químicos escolares.Toda la zona la han trasladado aquí.Busque usted en el mercado, en lastiendas de segunda mano, en las dachas.

Tras los alambres de espino, soloquedó la tierra. Y las tumbas. Nuestropasado. Nuestro gran país.

Llegamos al lugar. Nos cambiamos de

Page 337: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

uniforme. La pregunta es: ¿Dónde hemosido a parar? «La avería se ha producidohace tiempo —nos tranquiliza el capitán—. Hace tres meses. Ya no haypeligro». Y el sargento: «Todo en orden;lo único, que lavaos las manos antes decomer».

Trabajé de dosimetrista. En cuantooscurecía, a nuestro vagón-barracón deguardia se acercaban los muchachos consus camiones. Dinero, cigarrillos,vodka… Con tal de que les dejasesmeter mano en los trastos confiscados.Empaquetaban los fardos. ¿Adónde losmandaban? Seguramente a Kíev…, aMinsk…, a los mercadillos. Lo quequedaba lo enterrábamos. Ropa, botas,

Page 338: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sillas, acordeones, máquinas de coser.Lo enterrábamos en hoyos quellamábamos «fosas comunes».

Regreso a casa. Voy al baile. Megusta una chica.

Me presento. Soy tal. ¿Cómo tellamas?

—Para qué. Si ahora eres de los deChernóbil. ¡Cualquiera se casa contigo!

Conocí a otra muchacha. Llegamos alos besos, a los abrazos. Y la cosa yaiba para boda.

—¿Por qué no nos casamos? —lepropuse.

Y el sentido de su pregunta es: Pero¿tú puedes? ¿Estás en condiciones?

Me marcharía. Y seguramente lo

Page 339: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

haré. Pero, me da pena por los padres.

Yo tengo mis propios recuerdos. Elcargo oficial que me dieron allí fue el dejefe de unidad de guardia. Algo asícomo director de la zona delApocalipsis. [Se ríe.] Escríbalo así.

Paramos un coche de Prípiat. Laciudad ya había sido evacuada, noquedaba gente. «Los documentos». Nohay documentos. La caja estaba cubiertacon una lona. Levantamos la lona: veintejuegos de té, lo recuerdo como si fuerahoy, muebles, televisores, alfombras,bicicletas…

Redacto un parte.

Page 340: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Traían carne para enterrarla en lasfosas. En las canales faltaban los lomos.Los habían cortado.

Redacto otro parte.Me llega una denuncia: en una aldea

abandonada están desmontando unacasa. Numeran y colocan los troncossobre el remolque de un tractor. Nosdirigimos a la dirección señalada. Los«delincuentes» son detenidos: queríansacar la casa de la zona y venderla parahacer una dacha. Hasta habían recibidoun anticipo de los futuros dueños.

Redacto otro parte.Por las aldeas vacías corrían cerdos

asilvestrados. Y los perros y los gatosesperaban a la gente junto a las puertas.

Page 341: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Vigilaban las casas vacías.Te quedas un rato junto a una fosa

común abandonada. Una losa agrietadacon los apellidos: capitán Borodín,teniente mayor… Largas columnas,como los versos: los apellidos de lossoldados rasos. Maleza, ortigas ycardos.

De pronto, una huerta cuidada. Trasel arado, su dueño, y en cuanto nos ve:

—Muchachos, no me digáis nada.Ya hemos firmado: en primavera nosvamos.

—Entonces, ¿para qué está ustedarando la huerta?

—Es para el otoño.Comprendo al hombre, pero he de

Page 342: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

levantar acta.

Que os den a todos por… Mi mujercogió el niño y se marchó. ¡La muyperra! Pero yo no me voy a colgar comoVanka Kótov. ¡Tampoco me tiraré desdeun séptimo piso! ¡La muy perra! Cuandollegué de allí con una maleta de dinerocompramos un coche, un abrigo devisón. Y ella, la muy perra, vivíaconmigo. No tenía miedo. [De pronto sepone a cantar:]

Ni mil roentgen han delograr

un miembro ruso arrugar.

Page 343: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Una buena copla. Es de allí. ¿Quiereun chiste? [Y se pone a contarlo alinstante.]

El marido regresa a casa. Vuelve delreactor. La mujer le pregunta al médico:

—¿Qué debo hacer con mi marido?—Lavarlo, abrazarlo y desactivarlo.¡La muy perra! Me tiene miedo. Se

ha llevado al crío. [Inesperadamente entono serio.] Los soldados trabajaban.Junto al reactor. Yo los trasladaba alempezar y al acabar el turno:«Muchachos, cuento hasta cien. ¡Ya!¡Adelante!». Yo llevaba, como losdemás, un contador-acumulador. Alacabar el turno, los recogía y losentregaba en la primera sección. La

Page 344: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

secreta. Allí apuntaban los datos, losapuntaban se diría que en nuestrascartillas, pero los roentgen que nostocaban a cada uno era un secretomilitar. ¡Los muy perros! Hijos de…Pasado un tiempo, te decían: «¡Alto! ¡Nopuedes seguir trabajando!». Y esta eratoda la información médica. ¡Ni siquieraal partir nos dijeron cuánto! ¡Los muyperros! ¡Hijos de…!

Ahora andan a la greña por el poder.Por las carteras. Están de elecciones.

¿Quiere otro chiste? Después deChernóbil se puede comer de todo; perohas de enterrar tu mierda en una caja deplomo. La vida es maravillosa, pero,joder, qué corta.

Page 345: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Cómo nos iban a curar? No nos hemostraído ningún documento. Los hebuscado. Me he dirigido a diversasinstancias. He recibido y guardo tresrespuestas. La primera: los documentoshan sido destruidos debido a que suplazo de conservación es de tres años;la segunda: los documentos han sidodestruidos durante la reestructuracióndel ejército anterior a la perestroika y ladisolución de las unidades; la tercera:los documentos han sido destruidosporque eran radiactivos. ¿O tal vezfueron destruidos para que nadie sepa laverdad? Nosotros somos los testigos.

Page 346: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pero pronto moriremos.¿Cómo ayudar a nuestros médicos?

Qué bien me vendría ahora un informemédico: ¿Cuánto?… Tanto. ¿Cuánto mehabrán metido? Se lo hubiera enseñadoa mi… La muy perra.

Pero todavía le demostraré quenosotros podemos sobrevivir encualquier situación. Nos casaremos ytendremos hijos.

Mire, esta es la oración delliquidador: «Dios mío, si has hecho queno pueda hacerlo, haz entonces que noquiera». «¡Que se vayan todos a tomarpor el c…!».

Page 347: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Todo empezó… Todo empezó como enuna novela policíaca. Durante lacomida, llaman a la fábrica: «Alsoldado en la reserva tal, que sepresente en el centro de reclutamientopara aclarar ciertos detalles de sudocumentación». Y además,urgentemente. Y en el centro. Como yo,éramos muchos. Nos recibía un capitán,que nos decía a cada uno: «Mañana sedirigirá a la aldea Krásnoye, dondetendrá que asistir a unas maniobrasmilitares». A la mañana siguiente nosreunimos todos junto al edificio delcentro de reclutamiento. Nos retiraron

Page 348: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los documentos civiles, las cartillasmilitares y nos subieron a unosautobuses. Y nos llevaron en direccióndesconocida. Ya nadie decía nada de lasmaniobras militares. Los oficiales quenos acompañaban respondían a nuestraspreguntas con su silencio. «¡Amigos! ¿Ysi nos llevan a Chernóbil?», se leocurrió a alguien. Y sonó la orden: «¡Acallar! Las expresiones de pánico seránjuzgadas por un tribunal militar como entiempo de guerra». Al cabo de ciertotiempo, nos llegó esta explicación: «Nosencontramos en estado de guerra. ¡Lasbocas bien cerradas! Y quien no salgaen defensa de la Patria será declaradotraidor».

Page 349: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

El primer día vimos la centralnuclear desde lejos; al segundo yarecogíamos los residuos a su alrededor.Los llevábamos en cubos. Usábamospalas comunes, barríamos con lasescobas que usan los barrenderos.Rastrillos. Y lo que está claro es que laspalas son apropiadas para la arena y lagrava. Pero para residuos comoaquellos, donde había de todo: trozos depelícula, de hierro, de madera y dehormigón… Era como quien luchacontra el átomo con la pala. Elsiglo XX… Los tractores y excavadorasque se empleaban allí no llevabanconductor, eran teledirigidos; nosotros,en cambio, marchábamos tras ellos para

Page 350: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

recoger los restos. Y respirábamosaquel polvo. Por cada turnocambiábamos hasta treinta «pétalos deIstriakov»; entre la gente los llamaban«bozales». Un artilugio incómodo eimperfecto. A menudo nos losarrancábamos. Era imposible respirarcon ellos, sobre todo cuando hacíacalor. Bajo el sol.

Después de todo. Aún nos dierontres meses de maniobras. Disparamoscontra blancos. Estudiamos el nuevofusil automático. Por si empezaba unaguerra atómica. [Con ironía.] Así loentendí yo. Ni siquiera nos cambiaron laropa. Íbamos con las mismas chaquetas,con las botas que usamos en el reactor.

Page 351: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Nos hicieron firmar quemantendríamos el secreto. He callado.

Y si me hubieran dejado hablar, ¿aquién se lo podría haber contado?Inmediatamente después del ejército meconvertí en inválido de segundo grado.Trabajaba en la fábrica. El jefe deltaller me decía: «Para de estar enfermo,porque te voy a echar». Me echaron. Fuia ver al director.

—No tiene usted derecho. He estadoen Chernóbil. Os he salvado. Si no fuerapor mí…

—Nosotros no te mandamos.Por las noches me despierta la voz

de mi madre: «Hijo, ¿por qué callas? Sino duermes, estás en la cama con los

Page 352: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ojos abiertos. Hasta la luz te has dejadoencendida». Pero he seguido callado.¿Quién está dispuesto a escucharme? ¿Ahablar conmigo de manera que yo lepudiera contar, a mi manera?

Estoy solo.

Ya no temo a la muerte. A mi propiamuerte. Pero no tengo claro cómo voy amorir. Vi morir a un amigo. Se hizogrande, se hinchó. Como un tonel. Y mivecino. También estuvo allí. Unoperador de grúa. Se volvió negro,como el carbón, y se secó hasta eltamaño de un niño. No tengo claro cómovoy a morir. Si pudiera elegir mi muerte,

Page 353: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pediría que fuera común y corriente. Nocomo las de Chernóbil. Y, sin embargo,lo que sí sé seguro es que con midiagnóstico no se dura mucho. Al menossentir que llega el momento… Y unabala en la frente… He estado en el«Afgán». Allí la cosa era más fácil. Unabala y…

A Afganistán me fui de voluntario. Ya Chernóbil también. Yo mismo lo pedí.Trabajaba en la ciudad de Prípiat. Laciudad estaba rodeada con dos filas dealambres de espino, como en unafrontera. Casas limpias y de varios pisosy calles cubiertas por una gruesa capade arena, con árboles talados. Como loscuadros de una película de ciencia

Page 354: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ficción. Cumplíamos órdenes: «lavar» laciudad y sustituir en ella la tierracontaminada hasta la profundidad deveinte centímetros con una capa igual dearena. No había días de fiesta. Como enla guerra.

Conservo un recorte de periódico…Sobre el operador Leonid Toptunov. Eraquien estaba de guardia aquella noche enla central y apretó el botón rojo deemergencia unos minutos antes de laexplosión. El botón no funcionó. Lotrataron en Moscú. «Para salvarlo,necesitamos un cuerpo», decíanimpotentes los médicos. Le quedósolamente un único punto limpio, noirradiado, en la espalda.

Page 355: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Lo enterraron en el cementerioMítinski. Envolvieron el ataúd pordentro con papel de estaño. Y encima deél colocaron un metro y medio deplanchas de hormigón, con capas deplomo. Su padre iba a verlo allí. Sequedaba allí y lloraba. Y la gente quepasaba le decía: «¡Tu hijo de perra fuequien hizo volar la central!». Cuando noera más que un operador. Y loenterraron como a un extraterrestre.

¡Mejor hubiera sido morir en el«Afgán»! Lo digo sinceramente; a vecesme vienen esas ideas. Allí, la muerte eraalgo normal. Y comprensible.

Page 356: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Desde arriba…, desde el helicóptero…,cuando volaba bajo junto al reactor,observaba… Gamos, jabalíessalvajes… Se los veía escuálidos,somnolientos. Se movían como a cámaralenta. Se alimentaban de la hierba quecrecía allí y bebían aquella agua. Noentendían que también ellos tenían quelargarse de allí. Irse con la gente.

¿Ir o no ir? ¿Volar o no volar? Soycomunista, ¿cómo podía no volar? Dospilotos se negaron; que si las esposaseran jóvenes, que si no tenían aúnhijos… Les echaron en cara su gesto.¡Se les acabó la carrera! Hubo hasta un

Page 357: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

juicio de camaradas. Un juicio de honor.Era, a ver si me entiende, como unaapuesta: él no ha podido, en cambio yosí que iré. ¡Aquello era cosa dehombres!

Desde lo alto…, desde arriba,sorprendía la cantidad de maquinaria:helicópteros pesados, de tamaño medio.El MI-24 es un helicóptero de combate.¿Qué se podía hacer con un helicópterode combate en Chernóbil? ¿O con uncaza MI-2? Los pilotos…, todos eranjóvenes. Y allí estaban, en el bosquejunto al reactor, cargándose de roentgen.Esas eran las órdenes. ¡Órdenesmilitares!

¿Para qué haber enviado toda

Page 358: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

aquella gente, para que se irradiara?¿Para qué? Lo que hacían falta eranespecialistas y no material humano.[Pasa al grito.] ¡Hacían faltaespecialistas y no material humano!

Desde arriba… se veía… unedificio destruido, montones de cascotescaídos. Y una cantidad gigantesca depequeñas figuras humanas. Había unagrúa de Alemania Federal, pero muerta;anduvo un rato por el techo y se murió.Los robots se morían. Nuestros robots,creados por el académico Lukachev, sehicieron para explorar Marte. Y estabanlos robots japoneses, que teníanapariencia humana. Pero decían que seles quemaban todas las entrañas por la

Page 359: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

alta radiación. En cambio, lossoldaditos, corriendo con sus trajes ysus guantes de goma, estos funcionaban.Tan pequeñitos que se les veía desde elcielo.

Lo recordaba todo. Creía que se loiba a contar todo a mi hijo. Pero cuandoregresé:

—Papá, ¿qué ha pasado allí?—Una guerra.No supe encontrar las palabras.

Page 360: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

SEGUNDA PARTE

LA CORONA DE LACREACIÓN

Page 361: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE VIEJAS PROFECÍAS

Mi niña… Mi niña no es como losdemás. Y cuando crezca me preguntará:«¿Por qué no soy como el resto?».

Cuando nació… No era un bebé,sino un saquito vivo, cosido por todoslados, sin una rendija, solo con los ojosabiertos. En la cartilla médica hayescrito: «Niña, nacida con una patología

Page 362: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

compleja múltiple: aplasia del ano,aplasia de la vulva, aplasia del riñónizquierdo». Así suena en lenguajemédico, pero en palabras normales es:sin pipí, sin culito y con un solo riñón.

La llevé a operar al día siguiente, alsegundo día de haber nacido. Abrió losojos, hasta pareció sonreír, aunque alprincipio pensé que quería llorar. ¡Diosbendito, había sonreído! Los niños comoella no viven, se mueren enseguida. Ellano murió, porque la quiero.

En cuatro años, cuatro operaciones.Es el único niño en Belarús que hasobrevivido con una patología tancompleja. La quiero mucho. [Se quedacallada.]

Page 363: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Ya no puedo parir a nadie más. Nome atrevo. Al salir de la maternidad, mimarido por la noche me besa, pero yotiemblo toda: no debemos… Es pecado.El miedo…

Oí cómo los médicos comentabanentre ellos: «Esta niña, más que conbuena estrella, ha nacido estrellada. Sialgo así se mostrara por la televisión, niuna madre daría a luz». Eso decían denuestra niña. ¿Cómo podemos amarnosdespués de esto?

Fui a la iglesia. Se lo conté todo alpadre. Y él me dijo que debíamos rezarpor nuestros pecados. Si en nuestrafamilia nadie ha matado a nadie. ¿Dequé soy culpable?

Page 364: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Primero quisieron evacuar nuestropoblado, pero luego lo borraron de laslistas: al Estado se le acabó el dinero.Fue entonces cuando me enamoré. Mecasé. Yo no sabía que aquí no podíamosamarnos.

Hace muchos años, mi abuela mehabía leído en la Biblia que llegaría untiempo en que en la Tierra habría detodo en abundancia, todo florecería yfructificaría, los ríos se llenarían depeces, y de fieras, los bosques; pero queel hombre no podría sacar provecho deello. Como tampoco podría dar a luz asus semejantes y prolongar suinmortalidad. Y yo escuchaba aquellasviejas profecías como un cuento de

Page 365: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

terror. No lo creía.Cuente a todo el mundo lo de mi

niña. Escríbalo. A los cuatro años canta,baila y recita versos de memoria. Tieneun desarrollo intelectual normal, no sedistingue en nada de los demás niños,solo que juega a otros juegos. No juegaa las «compras», ni a la «escuela», sinoque juega con sus muñecas al«hospital», les pone inyecciones, lescoloca el termómetro, les prescribe ungota a gota; la muñeca se le muere y ellala cubre con una sábana blanca.

Ya van para cuatro años quevivimos con ella en el hospital; no se lapuede dejar allí sola, tampoco sabe quelo normal es vivir en casa. Cuando me la

Page 366: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

llevo por un mes o dos a casa, la niñame pregunta: «¿Volveremos pronto alhospital?». Allí están sus amigos, allíviven y crecen.

Le han hecho un culito. Le estánformando una vulva. Después de laúltima operación, se le detuvo del todola emisión de orina, no consiguieroncolocarle el catéter; para eso aún lehacen falta varias operaciones. Pero nosaconsejan que, en adelante, laintervengan en el extranjero. ¿De dóndevamos a sacar las decenas de miles dedólares, dígame, si mi marido gana 120dólares al mes?

Un profesor nos aconsejó en secreto:«Con una patología como esta, su niña

Page 367: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

presenta un gran interés para la ciencia.Escriban a las clínicas extranjeras. Estoles ha de interesar».

De manera que escribo. [Se esfuerzapor no llorar.]

Escribo que cada media hora he deexprimir la orina con las manos; la orinasale a través de unos orificios puntualesen la zona de la vulva. Si no le hagoesto, se le parará su único riñón. ¿Dóndehay en el mundo otro niño al cual cadamedia hora se le ha de expulsar la orinacon las manos? ¿Y cuánto tiempo sepuede resistir algo así? [Llora.]

Yo no me permito llorar. Yo nopuedo llorar. Llamo a todas las puertas.Escribo. Tomen a mi niña, aunque sea

Page 368: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

para sus experimentos. Para hacerexperimentos científicos. Estoydispuesta a que se convierta en una ranade laboratorio, en un conejito de Indias,con tal de que viva. [Llora.] He escritodecenas de cartas. ¡Oh, Dios mío!

Ella, de momento, aún nocomprende, pero un día querrá saber yme preguntará: ¿Por qué no es como losdemás? ¿Por qué no la puede amar unhombre? ¿Por qué no podrá tener hijos?¿Por qué a ella no le pasará lo mismoque le ocurre a una mariposa…, a unpájaro…, a todos, menos a ella?

Yo quería… Tenía que demostrar…que… Quería recibir unosdocumentos… Para que cuando creciera

Page 369: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

supiera que ni mi marido ni yo tenemosla culpa. Que no es por nuestro amor.[De nuevo se esfuerza por no llorar.]

He luchado cuatro años. Con losmédicos, con los funcionarios. Hellamado a las puertas de los despachosmás importantes. Y solo, al cabo decuatro años, me han entregado uncertificado médico confirmando larelación entre las radiaciones ionizantes(en pequeñas dosis) y su terriblepatología. Cuatro años me lo estuvieronnegando: «Su niña es un inválidoinfantil». ¿Cómo que un inválidoinfantil? Es un inválido de Chernóbil.He estudiado mi árbol genealógico:nunca hubo nada igual entre mis

Page 370: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

antepasados, todos vivían ochenta ynoventa años; mi abuelo vivió hasta losnoventa y cuatro.

Los médicos se justificaban: «Noshan dado instrucciones. Casos como estehemos de diagnosticarlo como unadolencia común. Dentro de veinte otreinta años, cuando se complete elbanco de datos, empezaremos arelacionar las enfermedades con laradiación ionizante. Con las pequeñasdosis. Con lo que comemos y bebemosen nuestra tierra. Pero, de momento, laciencia y la medicina saben poco delfenómeno». Pero yo no puedo esperarveinte o treinta años. ¡Eso es mediavida!

Page 371: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Quería denunciarlos. Llevar a juicioal Estado. Me llamaban loca, se reían demí, diciéndome que niños así ya nacíanen la Grecia antigua. Y en la Chinaimperial. Un funcionario me soltó agritos: «Mírala: quiere las prebendas deChernóbil. ¡El dinero de Chernóbil!».No sé cómo no perdí el conocimiento enaquel despacho. ¡Cómo no me morí deun ataque al corazón!… Pero no me estápermitido.

Había algo que no podíancomprender. No querían entender. Yotenía que saber que mi marido y yo noteníamos la culpa. Que no era pornuestro amor. [Se da la vuelta hacia laventana y llora en silencio.]

Page 372: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

La niña crece. Es una niña. Noquiero que ponga su apellido. Nisiquiera nuestros vecinos…, los denuestra escalera, lo saben todo. Lepongo un vestidito, le hago la trenza:«Su Katia es tan guapa», me dicen.

Pues lo que es yo, miro tan raro a lasembarazadas. Como de lejos. De reojo.No las miro, sino que las observo ahurtadillas. Se mezclan en mí diversossentimientos: el asombro y el horror, laenvidia y la alegría, y hasta un deseo devenganza. Un día me descubrí pensandoque las miro con el mismo sentimientocon que observo la perra preñada de losvecinos. A una cigüeña en su nido.

Mi niña…

Page 373: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

LARISA Z.,madre

Page 374: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADEL PAISAJE LUNAR

De pronto empecé a dudar, ¿qué esmejor, recordar u olvidar? Pregunté alos amigos. Unos lo han olvidado, otrosno quieren recordar, porque nosotros nopodemos cambiar nada, ni siquierapodemos marcharnos de aquí. Nisiquiera eso.

¿Qué es lo que recuerdo? Durante

Page 375: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los primeros días después del accidente,desaparecieron de las bibliotecas loslibros sobre radiaciones, sobreHiroshima y Nagasaki, hasta los quetrataban de los rayos X. Corrió el rumorde que había sido una orden de arriba,para no sembrar el pánico. Para nuestratranquilidad. Hasta contaban una bromaasí: Si Chernóbil hubiera saltado por losaires en tierras de los papúas, todo elmundo se habría dado un gran susto,menos los propios papúas. Ni una solarecomendación médica, ningunainformación. Quien pudo se consiguiópastillas de yoduro sódico (en lasfarmacias de nuestra ciudad no estaban ala venta, era imposible conseguirlas si

Page 376: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

no era bajo mano y por una fortuna).Sucedía que alguna gente se tragaba unpuñado de estas pastillas y luego sebebía un vaso de alcohol. Para acabaren una ambulancia camino de urgencias.

Llegaron los primeros periodistasextranjeros. El primer grupo defilmación. Llevaban unos monos deplástico, con cascos y con botas yguantes de goma; hasta la cámara iba enuna funda especial. Los acompañaba unade nuestras muchachas, la traductora.Ella iba con traje de verano y zapatillas.

La gente se creía cualquier textoimpreso, aunque nadie escribía laverdad. Ni la decía. Por un lado, laescondían; por otro, no todos

Page 377: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

comprendían. Desde el secretariogeneral hasta el barrendero. Luegoempezaron a aparecer ciertos indiciosclaros; todos estaban atentos a aquellasseñales: mientras en la ciudad o en elpueblo hubiera gorriones o palomas, enaquel lugar se podía vivir. Si las abejasvolaban es que el aire estaba limpio. Undía, un taxista me comentaba perplejo:¿Por qué los pájaros caían como ciegoscontra el cristal delantero? ¿O es que sehabían vuelto locos? Aquello era lo másparecido a un suicidio. Acabado suturno de trabajo, para olvidarse deaquello, se fue de copas con suscompañeros.

Recuerdo un día que regresaba de un

Page 378: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

viaje de trabajo. Era la visión de unauténtico paisaje lunar. A ambos ladosde la carretera, hasta tocar el horizonte,se extendían los campos cubiertos dedolomita blanca. Habían arrancado yenterrado la capa superior contaminadade la tierra, y en su lugar lo habíancubierto todo con arena de dolomita. Noparecía la Tierra. No era la Tierra. Estavisión me persiguió durante largotiempo. Quise incluso escribir un relato.Me imaginé lo que pasaría aquí, quéhabría dentro de cien años: algoparecido a un hombre o a alguna cosaque avanzaba a saltos con sus cuatropatas, lanzando hacia atrás sus largoscuartos traseros y levantando las

Page 379: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

rodillas; una criatura que por la noche loveía todo con su tercer ojo, y que, con suúnica oreja, clavada en la cresta de lacabeza, oía incluso el correr de unahormiga. Solo habían quedado lashormigas, todos los demás habitantes delcielo y de la tierra habían muerto.

Mandé el relato a una revista. Merespondieron que no se trataba de unaobra literaria, sino de la descripción deuna pesadilla. Me había faltado talento,por supuesto. Pero en aquella respuestatengo la impresión de que había otrarazón. Se me ocurrió pensar: ¿Por quéno se escribe nada sobre Chernóbil?¿Por qué nuestros escritores tratan tanpoco el tema de Chernóbil?; siguen

Page 380: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

escribiendo sobre la guerra, sobre loscampos de trabajo, pero de esto nada.Habrá uno o dos libros y se acabó.¿Cree usted que es una casualidad? Elacontecimiento aún se encuentra almargen de la cultura. Es un trauma de lacultura. Y nuestra única respuesta es elsilencio. Cerramos los ojos como niñospequeños y creemos habernos escondidoy que el horror no nos encontrará. Hayalgo que se asoma del futuro, pero esalgo que no sintoniza con nuestrossentimientos. Ni con nuestra capacidadde experimentar. Pegas la hebra con unapersona, esta se te pone a contar y luegote agradece que lo hayas escuchado. Note habrá entendido, pero al menos te ha

Page 381: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

escuchado. Porque tampoco él lo haentendido. Como tampoco tú… Ya nome gusta leer ciencia ficción.

Así pues, ¿qué es mejor? ¿Recordaru olvidar?

YEVGUENI ALEXÁNDROVICH BROVKIN,profesor de la Universidad Estatal de

Gómel

Page 382: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO DE UNTESTIGO AL QUE LEDOLÍA UNA MUELA

CUANDO VIO A CRISTOCAER Y GRITAR DE

DOLOR

Entonces yo pensaba en otra cosa. Leparecerá extraño. Justamente porentonces me estaba separando de mi

Page 383: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mujer.De pronto me vienen a ver, me

entregan una citación y me dicen queabajo me espera un coche. Un «cuervo»cerrado de aquellos. Como en el 37[24].Se te llevaban por la noche. Reciénsalido de la cama, aún calentito. Luego,este esquema dejó de funcionar. Lasesposas no abrían la puerta, mentían,que si el marido estaba de viaje detrabajo, o de vacaciones, o en el pueblode sus padres. Les intentaban hacerentrega de la citación, pero ellas no lacogían. Empezaron a detener a la genteen el trabajo, en la calle, durante la horade la comida en los comedores de lasfábricas. Fue como en el 37.

Page 384: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Entones yo estaba como loco. Mehabía engañado mi mujer; todo lo demásme parecía una nimiedad. Me dirigí aaquel «cuervo». Me acompañaban dostipos de civil, pero con modalesmilitares, uno a cada lado; se notaba quetenían miedo de que me escapara.

Cuando me subí al coche, no sé porqué me acordé de los cosmonautasestadounidenses que volaron a la Luna;uno de ellos después se hizo sacerdote yotro, según dicen, se volvió loco, ¿no?Había leído que les pareció que allíhabía restos de ciudades, alguna huellahumana.

Me pasaron por la cabeza algunosrecortes de periódico. Que nuestras

Page 385: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

centrales atómicas eran completamenteseguras, que se podrían construir en laPlaza Roja. Junto al Kremlin. Másseguras que un samovar. Que separecían a las estrellas y que«sembraríamos» toda la tierra de estascentrales.

Pero a mí me había dejado mi mujer.Solo era capaz de pensar en eso. Heintentado varias veces acabar con mivida; me tomaba unas pastillas con laintención de no despertarme. Los dosfuimos a la misma guardería, estudiamosjuntos en la escuela. En el mismoinstituto. [Calla. Enciende uncigarrillo.]

Ya le he avisado. No oirá nada

Page 386: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

heroico, nada digno de la pluma de unescritor. Se me ocurrió pensar que,como no estábamos en tiempo de guerra,entonces ¿por qué tenía que arriesgar mivida? ¡Y más aun si alguien se acuestacon mi mujer! ¿Por qué me tiene quetocar a mí de nuevo, y no a «él»?

Si he de serle sincero, yo no vihéroes allí. Locos sí que vi, gente a laque le importaba un rábano su vida.Temeridad, toda la que usted quiera, ysin que hiciera ninguna falta.

Yo también tengo diplomas y cartasde agradecimiento. Pero eso era porqueyo no tenía miedo a morir. ¡Meimportaba un comino! Hasta era unasalida. Me hubieran enterrado con todos

Page 387: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los honores. Y a cuenta del Estado.Allí te sumergías al instante en un

mundo fantástico, una realidad donde seunían el fin del mundo y la edad depiedra. En mi fuero interno todo estoestaba a flor de piel. En carne viva.

Vivíamos en el bosque. En tiendas.A veinte kilómetros del reactor.Haciendo de guerrilleros.«Guerrilleros» llamaban a los que seenrolaban en los ejercicios militares. Deedades comprendidas entre losveinticinco y los cuarenta; muchos conestudios superiores, técnicos. Yo, porcierto, soy profesor de historia.

En lugar de fusiles, nos dieron palas.Cavábamos los basureros, las huertas.

Page 388: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Las mujeres de los pueblos nos mirabany se santiguaban. Llevábamos guantes,mascarillas, trajes de protección. El solcaía a plomo. Y aparecíamos en sushuertos como demonios. Como unosextraterrestres. La gente no comprendíapor qué les cavábamos todas las huertas,les arrancábamos los ajos, las coles,cuando los ajos parecían normales,como también las coles. Las viejas sesantiguaban y preguntaban a gritos:«Soldados, ¿qué es esto? ¿El fin delmundo?».

En una casa, con el horno encendido,freían tocino. Acercabas el dosímetro yaquello no era un horno, sino un reactoren miniatura. «Sentaos, muchachos, a la

Page 389: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mesa», nos invitan. Nos llaman. Nosnegamos. Nos imploran: «Ahora osdaremos vodka. Sentaos. Explicadnosqué pasa». ¿Qué les vas a explicar? Siencima mismo del reactor, los bomberospisoteaban el combustible aún blando;hasta emitía luz, y ellos sin saber quéera aquello. ¿Y de dónde narices loíbamos a saber?

Vamos una unidad. Con un solodosímetro para todos. Cuando en cadalugar hay distintos niveles de radiación:uno de nosotros trabaja donde hay dosroentgen y otro donde hay diez. Por unlado, la más elemental falta de derechos,como en un penal de presos, y por otro,el miedo. Un enigma. Pero yo no tenía

Page 390: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

miedo. Todo aquello lo miraba como sino fuera conmigo.

Un día vino en helicóptero un grupode científicos. Con trajes de goma, botasaltas, gafas de protección…Cosmonautas. Una abuela se acerca auno de ellos y le suelta:

—¿Tú quién eres?—Soy un científico.—¿Conque un científico, eh? Mirad

cómo se ha disfrazado. Todoenmascarado. ¿Y nosotros qué?

Y se lanzó sobre él con un palo.Más de una vez me ha pasado por la

cabeza la idea de que llegaría un día enque se abriría la caza del científico,como en la Edad Media con los

Page 391: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

médicos, a los que se daba caza y seahogaba. Y se quemaban en lashogueras.

He visto a un hombre ante cuyosojos enterraron su propia casa. [Selevanta y se aleja hacia la ventana.]Quedó solo una tumba recién cavada. Ungran cuadrado. Enterraron su pozo, elhuerto… [Calla.] Enterrábamos latierra. La cortábamos y la enrollábamosen grandes capas. Ya le he avisado. Eneso no hay nada heroico.

Un día regresábamos tarde por lanoche, porque hacíamos jornadas dehasta doce horas. Sin días de descanso.Para descansar teníamos la noche. O seaque íbamos en un blindado. Y en una

Page 392: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

aldea vacía vemos a un hombre. Nosacercamos y era un muchacho con unaalfombra al hombro. No lejos, había uncoche. Frenamos. El portaequipajes,lleno de televisores y teléfonoscortados. El blindado se da la vuelta y atoda velocidad hace papilla el coche. Sequedó como un acordeón. Nadiepronunció ni una palabra.

Enterrábamos el bosque.Serrábamos los árboles a metro ymedio, los envolvíamos en plástico y losarrojábamos a una fosa. Por la noche nome podía dormir. Cierro los ojos y algonegro se menea y da vueltas. Como siestuviera vivo. Capas vivas de tierra.Con sus escarabajos, arañas, lombrices.

Page 393: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

No sabía el nombre de nada de eso,cómo se llamaban. Eran soloescarabajos, arañas. Y hormigas. Lashabía grandes y pequeñas, amarillas ynegras. De todos los colores. No sé enqué poeta he leído que los animales sonotros pueblos. Y yo los exterminaba adecenas, a centenares, a miles, sin sabersiquiera cómo se llamaban. Destruía sushogares, sus secretos. Enterraba…,enterraba…

Leonid Andréyev, un autor que megusta mucho, tiene una leyenda sobreLázaro. Se trata de un hombre que hafranqueado el límite de lo prohibido. Esya un ser extraño, ya nunca más seráigual al resto de los hombres, aunque

Page 394: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Cristo lo hubiera resucitado.¿No es bastante? Usted, yo lo

comprendo, tiene curiosidad por esto;todos los que no han estado allá sientencuriosidad. Chernóbil es uno en Minsk yotro en la propia zona. Y en alguna partede Europa será una tercera cosa. En lapropia zona sorprendía la indiferenciacon la que se hablaba de Chernóbil. Enuna aldea muerta nos encontramos a unviejo. El hombre vivía solo. Y lepreguntamos: «¿No tiene usted miedo?».Y él va y nos dice: «¿Miedo de qué?».Porque uno no puede vivir todo eltiempo con el miedo en el cuerpo; elhombre no puede; pasa cierto tiempo yempieza una vida normal y corriente.

Page 395: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Normal… Y corriente.Los hombres bebían vodka. Jugaban

a las cartas. Cortejaban a las mujeres.Concebían hijos. Hablaban mucho dedinero. Pero allí no se trabajaba pordinero. Pocos serían los que lo hacíansolo por dinero. Trabajaban porquehabía que hacerlo. Les decían: atrabajar. Y no hacían más preguntas.Algunos aspiraban a ascender. Otros sehacían los listos, o robaban. O confiabanconseguir las ventajas prometidas:recibir un piso sin esperar turno yescapar del barracón donde vivían;meter al hijo en una guardería;comprarse un coche…

Uno sí se acobardó; tenía miedo a

Page 396: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

salir de la tienda, dormía con el traje degoma que se había fabricado él mismo.¡Un cobarde! Lo echaron del Partido. Elhombre gritaba: «¡Quiero vivir!». Ytodos esos tipos andaban mezclados.

Me encontré allí con mujeres que sepresentaban voluntarias. Querían venirsin falta. Las rechazaban explicándolesque se necesitaban conductores,mecánicos, bomberos; pero ellas senegaban a entender. Y toda aquellagente, mezclada. Miles de voluntarios.Regimientos de estudiantes voluntarios yun «cuervo», un coche especial quevigilaba a los soldados de la reserva.Recolecta de objetos. Ingresos de dineropara los damnificados. Centenares de

Page 397: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

personas que, sin pedir nada a cambio,ofrecían su sangre, su médula. Y almismo tiempo, uno podía comprarlotodo por una botella de vodka. Undiploma de honor, un permiso…

Un presidente de koljós que se traeun cajón de vodka para la unidad dedosimetristas pidiendo que no apuntaransu aldea en la lista de evacuados, y otro,también con su cajón de vodka, peropara que los evacuaran. Al tipo ya lehabían prometido un piso de treshabitaciones en Minsk. Nadiecomprobaba las mediciones de lasdosis.

En fin, el caos ruso de siempre. Asívivimos. Algunas cosas las daban de

Page 398: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

baja y luego las vendían. Por un lado, teda asco, pero, por otro: ¡que os parta unrayo!

También mandaron a estudiantes.Los chicos arrancaban las hierbas delcampo. Recogían heno. Había variasparejas jovencísimas, marido y mujer.Aún andaban cogidos de la mano. Algoinsoportable de ver.

¡Lo fuerte es que se trataba delugares preciosos! De una hermosura…Y esa misma belleza era la que hacía deaquel horror algo aún más pavoroso. Elhombre debía abandonar aquelloslugares. Huir de allí como un malvado.Como un criminal.

Cada día traían la prensa. Yo solo

Page 399: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

leía los titulares: «CHERNÓBIL: TIERRADE HÉROES», «EL REACTOR HA SIDODERROTADO», «Y, SIN EMBARGO, LAVIDA SIGUE». Había entre nosotroscomisarios políticos, que daban charlaspolíticas. Nos decían que debíamosvencer. ¿A quién? ¿Al átomo? ¿A lafísica? ¿Al cosmos?

Para nosotros la victoria no es unacontecimiento, sino un proceso. La vidaes lucha. De allí esa fascinación por lasinundaciones, los incendios… Losterremotos… Es la necesidad deencontrar un lugar en el que poderactuar, para «dar muestras de valor yheroísmo». Y luego izar la bandera.

El comisario político nos leía los

Page 400: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

artículos de los periódicos en los que sehablaba del «alto grado de conciencia yla esmerada organización», y que a lospocos días de la catástrofe sobre elcuarto reactor ya ondeaba la banderaroja. Como una llama. Pasados unosmeses, se la zampó la elevada radiación.E izaron una nueva bandera. Y mástarde, otra. La vieja la rompían atrocitos para llevársela de recuerdo; semetían los trozos debajo de la chaqueta,cerca del corazón. ¡Y luego se lollevaban a casa! Se lo enseñabanorgullosos a los niños. Lo guardaban.¡Heroica locura! Pero yo también soyasí. Ni una gota mejor que los demás.Yo intentaba imaginarme mentalmente a

Page 401: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los soldados encaramándose a aqueltecho. Como los condenados a muerte.Pero estaban llenos de sentimientos. Loprimero: el sentimiento del deber; y losegundo: el amor a la patria.

¿Paganismo soviético, me diráusted? ¿Víctimas propiciatorias? Pero lograve del asunto es que si aquellabandera me la hubieran entregado a míyo también me habría subido allí. ¿Porqué? No se lo diré. La verdad es quetampoco le negaré que entonces no medaba miedo morir. Mi mujer no memandó siquiera una carta. En medio año,ni una carta. [Se queda callado.]

¿Quiere un chiste? Un detenido huyede la cárcel. Y se esconde en la zona de

Page 402: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los 30 kilómetros. Lo atrapan. Lo llevana los dosimetristas. El tipo «ardio» detal manera que no lo pueden llevar ni ala cárcel, ni al hospital ni a ningunaparte donde hubiera hombres. ¿Por quéno se ríe? [Él se ríe.] Nos encantabanallí los chistes. El humor negro.

Llegué allí cuando los pájarosestaban en sus nidos y me marché conlas manzanas caídas sobre la nieve. Nologramos enterrarlo todo. Enterrábamosla tierra en la tierra. Con losescarabajos, las arañas, las larvas. Contodos esos diferentes pueblos. Con todoese mundo. Mi impresión más fuerte deallí… son esos seres.

No le he contado nada. Solo

Page 403: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pedazos.Leonid Andréyev, del que ya le he

hablado, tiene un relato. Un hombre quevivía en Jerusalén vio un día cómo juntoa su casa conducían a Cristo. El hombrelo vio todo y lo oyó, pero entonces ledolía una muela. Ante sus ojos, Cristocayó al suelo con la cruz a cuestas, cayóy lanzó un grito de dolor. El hombre queveía todo esto no salió de su casa a lacalle porque le dolía una muela. Al cabode dos días, cuando dejó de dolerle lamuela, le contaron que Cristo habíaresucitado y entonces el hombre pensó:«Y yo que podía haber sido testigo delhecho, pero como me dolía la muela…».

¿Será posible que siempre ocurra

Page 404: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

igual? Los hombres nunca están a laaltura de los grandes acontecimientos.Siempre les superan los hechos. Mipadre luchó en la defensa de Moscú enel 42. Pero no comprendió que habíaparticipado en un gran acontecimientohasta pasadas decenas de años. Por loslibros, las películas. Él, en cambio,recordaba: «Estaba metido en unatrinchera. Disparaba. Quedé enterradopor una explosión. Los enfermeros mesacaron de allí medio vivo». Y nadamás.

En cuanto a mí, entonces me habíadejado mi mujer.

ARKADI FILIN,

Page 405: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

liquidador

Page 406: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

TRES MONÓLOGOSACERCA DE LOS

«DESPOJOS ANDANTE».Y LA «TIERRAHABLANTE»

Hablan: El presidente de la SociedadRecreativa de Cazadores y Pescadoresde Jóiniki, Víktor IósifovichVerzhikovski, y dos cazadores, Andréi y

Page 407: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Vladímir, que no quisieron dar susapellidos.

—La primera vez maté una zorra. Deniño. La segunda, un alce hembra. Mejuré que nunca más mataría un alcehembra. Tienen unos ojos tanexpresivos.

—Eso nosotros, los hombres, quetenemos uso de razón. Los animales, encambio, simplemente viven. Como lospájaros.

—En otoño, los gamos se vuelvenmuy sensibles. Si además el viento sopladesde donde está el hombre, ya estáslisto, no te dejarán acercarte. Las zorras

Page 408: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

también son listas.—Por aquí andaba un tipo. En

cuanto bebía, te soltaba una conferencia.Había estudiado en la facultad defilosofía, luego fue a parar a la cárcel.En la zona prohibida te encuentras aalguien y este nunca te contará laverdad. Rara vez. Pero este era un tiposensato. «Chernóbil —decía— hapasado para que haya filósofos». A losanimales los llamaba «despojosandantes», y al hombre, «tierrahablante». «Tierra hablante» porquecomemos tierra, es decir, crecemos dela tierra.

—La zona te tira. Como un imán, selo digo. ¡Ya ve, muy señora mía! Quien

Page 409: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

haya estado allí, notará cómo le tira contodo el alma.

—He leído un libro… Había santosque hablaban con los pájaros y losanimales. Y nosotros que creemos queellos no entienden al hombre.

—Bueno, chicos, a ver si ponemosorden.

—Habla, habla, presidente. Quenosotros echaremos un pitillo.

—De manera que esta es la cosa. Mellaman al Comité de Distrito y me dicen:«A ver, cazador en jefe: en la zona hanquedado muchos animales domésticos:gatos, perros…, para evitar epidemias,me dicen, es necesario liquidarlos. Demodo que ¡manos a la obra!». Al día

Page 410: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

siguiente, los reúno a todos, a todos loscazadores. Y les informo de que si estoy si lo otro. Nadie quiere ir, porque nonos han dado ningún medio deprotección. Me dirigí a defensa civil, yestos, que ellos no tienen nada. Ni unasola máscara. De manera que tuve queacercarme hasta la fábrica de cemento ycogerme sus máscaras. Con unapeliculilla así de fina. Para el polvo delcemento. Pero respiradores no nosdieron.

—Nos encontramos allí con unossoldados. Con máscaras y guantes, y entanquetas; nosotros, en cambio, encamisa y con una venda en la nariz. Ycon estas mismas camisas y botas

Page 411: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

regresamos a casa. A nuestras casas.—Apañé dos brigadas. Hasta hubo

voluntarios. Dos brigadas. Veintehombres cada una. Para cada una, unmédico veterinario y una persona de laestación sanitaria. Además, teníamos untractor con pala y un volquete. Lodoloroso es que no nos dieron mediosde protección; no pensaron en la gente.

—Pero nos dieron premios: treintarublos. Y eso que entonces la botella devodka valía tres. De modo que nosdesactivamos. Dios sabe de dóndesalieron aquellas recetas: una cucharillade excrementos de ganso por botella devodka. Dejarlo macerar dos días y luegoya se lo puede uno beber… Para que el

Page 412: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

asunto… Me refiero a «lo nuestro», a lacosa de los hombres… Para que nosufriera daños. No sabe la cantidad decoplas que hubo. ¿No se acuerda?Montones. «Es tan coche elZaporózhets[25], como macho elkieviano… Primero ponte plomo en loshuevos y serás padre luego». Ja, ja, ja…

—Recorrimos la zona durante dosmeses; en nuestro distrito evacuaron lamitad de las aldeas. Decenas depueblos. Babchin, Tulgóvichi… Laprimera vez que fuimos, nosencontramos a los perros junto a suscasas. De guardia. Esperando a la gente.Se alegraban de vernos, acudían a la vozhumana. Nos recibían. Los liquidábamos

Page 413: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

a tiros en las casas, en los cobertizos, enlas huertas. Los sacábamos a la calle ylos cargábamos en el volquete. No eraagradable, claro. Los animales nopodían entender por qué lesdisparábamos. Resultaba fácil matarlos.Eran animales domésticos. No temían nia las armas ni al hombre. Acudían a lavoz humana.

—Y en eso que pasa una tortuga.¡Dios santo! Junto a una casa vacía. Enlas casas había acuarios. Con suspeces…

—A las tortugas no las matábamos.Si las aplastas con la rueda delantera deun jeep, la concha aguanta. No revienta.Le pasé a una por encima un día que

Page 414: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estaba borracho, claro. En los patios seveían las jaulas abiertas de par en par.Los conejos sueltos. Las nutrias síestaban encerradas, y las soltábamoscuando había agua cerca: un lago o unrío. Y se iban nadando. Todo aparecíatirado, por las prisas. La gente semarchaba por un tiempo. Porque, ¿comosucedió todo? De pronto llega la ordende evacuación: «para tres días». Lasmujeres gritando, los niños llorando, elganado berreando… A los pequeños losengañaban: «Vamos al circo», lesdecían. Los niños lloraban. Pero la gentepensaba regresar. La expresión «parasiempre» no existía. ¡Ya ve, mi muyseñora mía! Se lo diré en una palabra:

Page 415: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

aquello era como en la guerra. Los gatosse te quedaban mirando a los ojos; losperros aullaban, trataban de meterse enlos autobuses. Todo tipo de perros.Callejeros y pastores. Los soldados losechaban a golpes. A patadas. Muchoscorrieron mucho rato tras los coches. Enfin, una evacuación. ¡Dios no quieraverlo!

—De manera que así es la cosa. Losjaponeses, ya ve, tuvieron su Hiroshima,y ahora mírelos, están delante de todos.En el primer lugar del mundo. O seaque…

—Tienes la oportunidad de pegarunos tiros y además contra algo quecorre, que está vivo. La pasión por la

Page 416: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

caza. Tomamos un trago y en marcha. Enel trabajo nos lo contaban como díatrabajado. O sea que la jornada sepagaba. Claro que por un trabajo comoaquel podían haber añadido algo más.Treinta rublos de premio. Pero ya no erael mismo dinero que en los tiempos delos comunistas. Ya todo habíacambiado.

—De manera que esta es la cosa.Primero las casas estaban precintadas.Con sellos de plomo. Los sellos, nitocarlos. Pero, en eso que ves un gatodetrás de la ventana. ¿Cómo lo agarras?Pues lo dejas en paz. Hasta queaparecieron los merodeadores, quearrancaron las puertas, rompieron

Page 417: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ventanas, ventanillas… Y lodesvalijaron todo. Primerodesaparecieron los magnetófonos, lostelevisores… Las prendas de piel… Yluego lo limpiaron todo. Solo quedaronlas cucharas de aluminio, tiradas por elsuelo.

—Y los perros que quedaron convida se instalaron en las casas. Entrabas,y se te tiraban encima. Entonces dejaronde confiar en el hombre. Entro un día enuna casa y veo acostada en medio de uncuarto a una perra, y los cachorros a suvera. ¿Que te da pena? Desagradable loera, cómo no.

—Yo lo compararía… De hechoactuábamos como las tropas de castigo.

Page 418: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Como en la guerra. Según el mismoesquema. Llevábamos a cabo unaoperación militar. Actuábamos delmismo modo: llegábamos, rodeábamosel pueblo, y los perros, en cuanto oían elprimer tiro, salían corriendo. Huían albosque. Los gatos son más listos, y lesresulta más fácil esconderse. Un gatitose metió en una olla de barro. Demanera que lo tenías que sacar de ahí.Hasta de debajo de las estufas. Unasensación desagradable. Tú, que entrasen la casa, y el gato que te pasa comouna bala entre las piernas, y tú detrás deél con la escopeta. Se les veía delgados,sucios. La piel hecha trizas.

—En los primeros tiempos había

Page 419: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

muchos huevos; aún quedaban gallinas.Los perros y los gatos se comían loshuevos; se acabaron los huevos y secomieron a las gallinas. También laszorras comían gallinas; las zorras yavivían en los pueblos, junto con losperros. Y en cuanto desaparecieron lasgallinas, los perros se comieron a losgatos. Había veces que encontrábamoscerdos en los cobertizos. Lossoltábamos. En los sótanos habíaalgunas reservas: pepinos, tomates. Losabríamos y se los dábamos a los cerdos.A los cerdos no los matábamos.

—Un día nos encontramos con unavieja. Se había encerrado en su casa:tenía cinco gatos y tres perros. «No

Page 420: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

toques al perro, que ha sido hombre».No los quería entregar. Nos cubrió demaldiciones. Se los arrancamos a lafuerza. Le dejamos un gato y un perro.¡Cómo nos maldijo! Se los quitamos a lafuerza, pero le dejamos un gato y unperro. Nos dijo de todo: «¡Bandidos!¡Carceleros!».

—¡Ja, ja, ja!… «Al pie de la colinava arando un tractor, y sobre la colina,va ardiendo un reactor, y si no nosvienen a avisar los suecos, hasta hoyestaríamos arando». ¡Ja, ja, ja!…

—Las aldeas estaban vacías. Soloquedaron los hornos. ¡Aquello parecíaJatyn[26]! Y en medio de aquel Jatynvivían un viejo con su vieja. Como en el

Page 421: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cuento. Sin una gota de miedo. ¡Y pensarque otro se hubiera vuelto loco! Por lasnoches quemaban viejos tocones. Loslobos tienen miedo del fuego.

—De modo que así es la cosa. Encuanto al olor… No había manera decomprender de dónde venía aquel oloren los pueblos. En una aldea, Masály sellamaba, a seis kilómetros del reactor,olía como en una consulta de rayos X.Olía a yodo. A algún ácido. Y eso quedicen que la radiación no huele. No losé…

—Pues lo que es disparar, lo teníasque hacer a bocajarro. De modo que laperra, tirada en medio del cuarto y loscachorros a su vera, se me lanzó encima

Page 422: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

y la tumbé de un tiro. Los cachorros telamían las manos, pedían caricias,tonteaban.

—Había que disparar a bocajarro.¡Ya ve, muy señora mía! Había unperrito. Un perro de lanas, negrito.Hasta hoy siento pena por él. Llenamostodo un volquete entero, hasta arriba. Ylos llevamos a la fosa común. La verdades que era un simple agujero profundo;aunque las instrucciones eran cavar detal forma que no se alcanzara las aguassubterráneas y que el fondo se cubrieracon un plástico. Había que buscar unlugar elevado. Pero las órdenes, comocomprenderá, no se cumplían: no habíaplástico, no se perdía tiempo buscando

Page 423: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el lugar.—Los animales, si no estaban

muertos del todo, sino solo malheridos,chillaban. Lloraban. Estábamosarrojándolos del volquete a la fosa, y eneso veo que aquel perro de lanas negrose encarama. Sale del hoyo. Y resultaque ya no nos quedaban cartuchos. Nohabía con qué rematarlo. Ni un cartucho.De manera que lo empujaron de vueltaal hoyo y así como estaba lo cubrieronde tierra.

—Hasta el día de hoy me da pena.—Había muchos menos gatos que

perros. Puede que se fueran con susamos. O puede que se escondieranmejor. Había otro perrillo faldero…

Page 424: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

blancuzco.—Es mejor tirar de lejos, para no

verles los ojos.—Más vale apuntar bien, para no

tener que rematarlos luego.—Eso nosotros, los hombres, que

entendemos algo; ellos, en cambio, soloviven. Son «despojos andantes».

—A los caballos… los llevaban almatadero. Y los animales lloraban.

—Yo diría más… Todo ser vivotiene alma. Desde niño, mi padre meenseñó a cazar. Un gamo herido, porejemplo… Lo ves tumbado… y te pidepiedad con los ojos, y tú, en cambio, lorematas. En los últimos instantes ves quetiene una mirada que entiende, unos ojos

Page 425: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

casi humanos. Te odia. O te implora:¡Yo también quiero vivir! ¡Quiero vivir!

—¡Eso para que aprendas! He dedecirle que el tiro de gracia es muchopeor que matar. La caza es un deporte,un deporte más. No sé por qué nadie semete con los pescadores y en cambiotodos echan pestes de los cazadores. ¡Esinjusto!

—La caza y la guerra son laprincipal ocupación del hombre. Desdeel principio de los tiempos.

—Pues yo no se lo pude confesar ami hijo. El niño. ¿Dónde he estado?¿Qué he hecho? El crío piensa hasta hoyque papá se fue a defender su país. ¡Quefue a luchar! Por la tele pasaron

Page 426: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

imágenes de carros y soldados. Muchossoldados. Y mi hijo me pregunta: «Papá,¿has estado ahí de soldado?».

—Una vez vino con nosotros uncámara de la televisión. ¿Os acordáis?Con su cámara. El tipo lloraba. Todo unhombre. Y lloraba. Quería filmar sinfalta un jabalí de tres cabezas.

—¡Ja, ja, ja! La zorra ve que por elbosque corre Kolobok[27] y le pregunta:«Kolobok, ¿dónde vas rodando?». «Nosoy Kolobok, sino un erizo deChernóbil». Ja, ja, ja… Como decían:«¡Átomos para la paz: calor en cadahogar!».

—El hombre, le he de decir, muereigual que los animales. Yo lo he visto. Y

Page 427: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

muchas veces. En Afganistán. Mehirieron en el vientre. Estaba yo tiradobajo el sol. Un calor insoportable. ¡Yuna sed! «Voy a morir como un perro»,pensé entonces. Y le diré, te desangrasigual que ellos. Igual. Y duele.

—Un miliciano que vino connosotros, pues eso… Perdió la chaveta.En el hospital donde estaba ingresado.Le daban lástima todos los gatossiameses. Que si valen mucho, decía, enel mercado. Que si eran bonitos. Pues yave, se le fue la azotea.

—Una vez vimos una vaca con unternero. No les disparamos. Tampoco alos caballos. Tenían miedo de los lobos,pero no del hombre. Aunque el caballo

Page 428: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se sabe defender mejor. Primero, porculpa de los lobos, cayeron las vacas.La ley de la selva.

—El ganado de Belarús se lollevaban y lo vendían en Rusia. Ternerascon leucemia. Qué se le va a hacer. Avenderlas más baratas.

—Los que más pena daban eran losviejos. Se acercaban al coche y tedecían: «Échale una mirada a mi casa,joven». Te ponían las llaves en lasmanos: «Llévate el traje, la gorra». Lesdaban una miseria. «¿Cómo está miperro?». Al perro lo habían matado deun tiro; la casa ya la habían desvalijado.La verdad es que nunca volverían a suscasas. ¿Cómo se lo ibas a decir? Yo no

Page 429: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

acepté ninguna llave. No queríaengañarlos. Otros sí. «¿Dónde hasguardado el samogón? ¿En qué sitio?».Y el viejo se lo contaba. A veces teencontrabas bidones enteros; bidonesgrandes, de los de la leche.

—Nos pidieron que cazáramos unjabalí para una boda. ¡Un encargo! Elhígado se te deshacía en las manos. Detodos modos te lo encargan. Para unaboda. Un bautizo…

—También cazábamos para loscientíficos. Una vez cada trimestre: dosliebres, dos zorras, dos gamos. Todosinfestados. Pero, de todos modos, hastacazamos para nosotros y comemos deeso. Al principio teníamos miedo, pero

Page 430: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ahora ya nos hemos acostumbrado. Algohay que comer; porque lo que es todosno cabremos en la Luna, ni en ningúnotro planeta.

—No sé quién se compró un gorrode zorro en el mercado y se quedócalvo. Un armenio se compró un fusilbarato sacado de una fosa y se murió.Medio mundo asusta al otro medio.

—Pues lo que es a mí, ni en el almani en la cabeza, nada de nada. Murka oShárik[28], qué más da. ¡Ya ve, mi muyseñora mía! A mí me mandaban disparary disparaba. Era un trabajo.

—He hablado con un chófer quesacaba casas de ahí. Se las llevaban.Aunque aquello ya no era una escuela, ni

Page 431: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una casa, ni una guardería, sinoelementos inventariados para ladesactivación. Se las llevaban, ¡y cómo!Me encontré con él, no sé si en losbaños o junto al quiosco de cerveza. Nome acuerdo bien. Pues eso, el tipo mecontaba que se presentaban con unKamAZ[29] y en tres horas desmontabanuna casa. Y, al llegar a la ciudad, losinterceptaban. Las deshacían enpedazos. Toda la zona se ha vendidopara hacer dachas. Y les pagaban,además de la comida y la bebida.

—Entre nuestra gente los hay quearrasan con todo. Cazadores rapaces.Pero a otros lo que les gusta essimplemente dar un paseo por el bosque.

Page 432: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

A la caza de pequeñas piezas. De aves.—Pues yo le diré lo siguiente. Con

la cantidad de gente que ha salidomalparada, y no hay nadie que respondade ello. Encerraron al director de lacentral nuclear y ya está. En el sistemade antes era muy difícil decir quién teníala culpa. Si le dan una orden de arriba,¿qué se supone que debe usted hacer?Una sola cosa, cumplirla. Investigaríanalguna cosa. He leído en el periódicoque los militares sacaban de allíplutonio. Para las bombas atómicas. Poreso es que reventó. Si lo planteamos a lobruto, la pregunta sería la siguiente:¿Por qué Chernóbil? ¿Por qué nosocurrió esto a nosotros… y no a los

Page 433: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

franceses o a los alemanes?—Se me ha clavado en la memoria.

Ya ve qué cosas. Qué lástima: a nadie lequedó ni un solo cartucho. Ni uno solopara rematarlo. A aquel perrillo. Veintepersonas éramos. Y ni un cartucho alacabar el día. Ni uno.

Page 434: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE QUE NO SABEMOSVIVIR SIN CHÉJOV NI

TOLSTÓI

¿Por qué rezo? Pregúnteme: ¿por quérezo? No rezo en la iglesia, sino sola.Por la mañana o por la tarde. Cuando encasa todos duermen. ¡Quiero amar!¡Amo! ¡Rezo por mi amor! Y encambio… [Interrumpe la frase. Veo que

Page 435: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

no quiere hablar.] ¿Recordar? Puedeque lo que haga falta es apartar de unolos recuerdos. Alejarlos. Yo no he leídolibros así. Ni he visto películas. En elcine he visto la guerra. Mis abuelosrecuerdan que ellos no vivieron suinfancia, sino que vivieron la guerra. Suinfancia es la guerra, y la mía,Chernóbil. Soy de allí.

Por ejemplo usted escribe; pero loque es a mí ningún libro me ha ayudado,me ha hecho entender. Ni en el teatro nien el cine. Yo me intento aclarar sinellos. Yo sola. Todas las penas laspadecemos nosotros mismos, pero nosabemos qué hacer con ellas. Esto nopuedo entenderlo con la razón.

Page 436: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Mi madre, sobre todo, no sabía quédecir. Da clases en la escuela de lenguay literatura rusa y siempre me haenseñado a vivir como mandan loslibros. Y de pronto resulta que no haylibros para esto. Mi madre se sintióperdida. Ella no sabe vivir sin loslibros. Sin Chéjov, sin Tolstói.

¿Recordar? Quiero y no quierorecordar. [Parece que o bien atiende asu voz interior, o bien discute consigomisma.] Si los científicos no sabennada, si los escritores no saben nada,entonces les ayudaremos con nuestravida y nuestra muerte. Así lo cree mimadre. Yo quisiera no pensar en esto, yoquiero ser feliz. ¿Por qué no puedo ser

Page 437: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

feliz?Vivíamos en Prípiat, junto a la

central nuclear, allí nací y crecí. En ungran edificio de paneles prefabricados,en el quinto piso. Las ventanas daban ala estación. Era el 26 de abril. Muchoscontaban luego que de verdad habíanoído la explosión. No sé, en mi familianadie la notó. Por la mañana medesperté, como de costumbre, y a laescuela. Oí un zumbido. Vi por laventana cómo sobre el tejado de nuestracasa se mantenía suspendido unhelicóptero. ¡Vaya, vaya! ¡Tendré algoque contar en clase! ¿Acaso sabía algoyo? ¿Sabía que nos quedaban dos díasen total? De nuestra vida anterior.

Page 438: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tuvimos aún dos días, los últimos dosdías de nuestra ciudad. Prípiat ya noexiste. Lo que ha quedado de ella ya noes nuestra ciudad.

Se me grabó en la memoria queaquel día un vecino estaba en el balcóncon unos prismáticos, observaba elincendio. En línea recta habría unos treskilómetros. En cambio, nosotros… Laschicas y los chicos… Por el día,volábamos hacia la central en nuestrasbicis; los que no tenían bici, nos teníanenvidia. Y nadie nos riñó. ¡Nadie! Nilos padres, ni los maestros.

A la hora de comer, en la orilladesaparecieron los pescadores; todosregresaban negros; ni en Sochi[30] te

Page 439: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pones tan moreno ni en un mes. ¡Unmoreno nuclear! El humo que selevantaba de la central no era negro, niamarillo, sino azul. De un tono azulado.Pero nadie nos riñó. Seguramentenuestra educación era tal que el peligrosolo podía deberse a una guerra, esdecir, explosiones aquí y allá. Peroaquello era un incendio común ycorriente, y lo apagaban unos bomberoscomunes y corrientes.

Los chicos bromeaban: «Formadlargas filas para el cementerio. Los másaltos se morirán primero». Yo erapequeña. No recuerdo el miedo, pero meacuerdo de muchas cosas extrañas. Pocohabituales, quiero decir. Una amiga me

Page 440: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

contó que por la noche su madre y ellaenterraron el dinero y los objetos de oroen el patio, tenían miedo de olvidarsedel lugar. A mi abuela, en su fiesta dejubilación, le regalaron un samovar deTula; y no sé por qué lo que más lepreocupaba era este samovar y lasmedallas del abuelo. Y la vieja máquinade coser Singer. ¿Dónde la podemosesconder?

Al poco nos evacuaron. La palabra—«evacuación»— la trajo mi padre deltrabajo: «Nos mandan de evacuación».Como en los libros sobre la guerra. Yanos habíamos subido al autobús, cuandopapá se acordó de que se había olvidadoalgo. Se fue corriendo a casa. Y regresó

Page 441: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con sus dos camisas nuevas. Estaban enla percha. Fue algo extraño. Pocohabitual en mi padre.

En el autobús todos callaban ymiraban por las ventanillas. Lossoldados no parecían de este planeta:iban por las calles con unas batasblancas y máscaras.

—¿Qué va a ser de nosotros? —sedirigía a ellos la gente.

—¿Por qué nos lo preguntan anosotros? —contestaban furiosos—.Allí tienen los «Volgas [31]» blancos, allíestán los que mandan.

Viajamos en autobús. Cuando nosmarchábamos, el cielo era de unespléndido azul. ¿Adónde vamos? En

Page 442: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

bolsas y redes, los pasteles de Pascua,huevos pintados. Si aquello era laguerra, yo por los libros me laimaginaba de otro modo. Explosionesaquí y allá. Bombardeos. Avanzábamoslentamente. Nos lo impedía el ganado.Llevaban a las vacas y a los caballospor la carretera. Olía a polvo y a leche.

Los conductores no paraban demaldecir y gritaban a los pastores:«¿Qué hacéis en medio de la carretera?¡La madre que os…! ¡Estáis levantandopolvo radiactivo! Id por el campo, porlos prados».

Y los otros, también entreblasfemias, les contestaban a modo dejustificación que les daba pena pisar el

Page 443: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cereal y la hierba verdes.Nadie se creía que ya no

volveríamos. Porque una cosa así, quela gente no regresara a casa, nunca habíasucedido antes. La cabeza me daba unpoco vueltas y me picaba la garganta.Las mujeres mayores no lloraban;lloraban las jóvenes. Mi madre lloraba.

Llegamos a Minsk. Pero los asientosdel tren los compramos a la revisora porel triple de su precio. La mujer trajo atodo el mundo té, pero a nosotros nosdijo:

—Denme sus tazas y vasos. —Tardamos en comprender.

—¿Qué pasa, es que faltan vasos?—¡No! Nos tenían miedo.

Page 444: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿De dónde son?—De Chernóbil.Y la gente se apartaba poco a poco

de nuestro compartimento, no dejabanacercarse a los niños, les prohibían quecorrieran a nuestro lado.

Llegamos a Minsk y fuimos a casade una amiga de mamá. Hasta hoy, a mimadre le da vergüenza recordar cómo,con nuestra ropa y con los zapatos«sucios», nos metimos por la noche enuna casa ajena. Pero nos recibieronbien, nos dieron de comer. Sentíancompasión por nosotros. Pasaron avernos unos vecinos.

—¿Tenéis invitados? ¿De dónde?—De Chernóbil.

Page 445: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Y ellos también dieron marcha atrás.Pasado un mes, a mis padres les

permitieron ir a casa para ver cómoestaba. Mis padres recogieron una mantade invierno, mi abrigo de otoño y lacolección completa de laCorrespondencia de Chéjov, los librosque más quería mi madre. Eran sietetomos, creo. La abuela… nuestraabuela… no podía comprender por quéno se trajeron un par de botes demermelada de fresas que tanto megustaba; pero si estaba en los botes, biencerrados con tapas. Con tapas de hierro.En la manta descubrimos una «mancha».Mamá lavó la manta, la limpió con laaspiradora; no había nada que hacer. La

Page 446: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dieron a la tintorería. Aquello «ardía».Aquella «mancha»… Hasta que no lacortaron con unas tijeras… Todas lascosas más usuales y familiares: lamanta, el abrigo… Pero yo ya no podíadormir bajo aquella manta. Ni ponermeel abrigo. No teníamos dinero paracomprar uno nuevo, pero yo no podía.¡Odiaba aquellas cosas! ¡Odiaba miabrigo! ¡No es que lo temiera, sino,entiéndame bien, lo odiaba! ¡Todo esome podía matar! ¡Podía matar a mimadre! Tenía un sentimiento deanimadversión. Es algo que no puedoentender con la razón.

En todas partes se hablaba de lacatástrofe: en casa, en la escuela, en el

Page 447: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

autobús, en la calle. La comparaban conHiroshima. Pero nadie lo creía. ¿Cómose puede creer en algo que no secomprende? Por mucho que te esfuerces,por más que lo intentes comprender, esque no puedes. Recuerdo que cuandonos marchábamos de nuestra ciudad, elcielo era de un azul espléndido.

En cuanto a la abuela… No seacostumbró al nuevo lugar. Añoraba sutierra. Poco antes de morir pedía:«¡Quiero un poco de acedera!». Peroprohibieron comer acedera durantevarios años; es la que más radiaciónacumula. La llevamos a enterrar a sualdea natal, a Dubróvniki. Aquello yaera la zona rodeada de alambradas.

Page 448: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Había unos soldados armados. Dejaronpasar solo a los mayores. A papá y amamá. A los parientes. A mí no medejaron: «Los niños no pueden pasar».Y comprendí que nunca podría ir a ver ami abuela. Comprendí.

¿Dónde se puede leer sobre algoasí? ¿Dónde ha sucedido algo parecido?Mamá me confesó: «¿Sabes? Odio lasflores y los árboles». Dijo eso y seasustó de sus propias palabras, porquehabía crecido en el campo y todo eso loconocía y lo amaba… Eso era antes.Cuando paseábamos con ella por laciudad, ella podía nombrar cada flor ycualquier hierba. Uña de caballo,yero…

Page 449: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En el cementerio… sobre lahierba… pusieron un mantel, colocaronla comida, el vodka… Al regresar, lossoldados lo comprobaron todo con eldosímetro y lo tiraron todo a la basura.La hierba, las flores… Todo«crepitaba». ¿Adónde hemos llevado anuestra abuela?

Pido amor. Pero tengo miedo. Me damiedo amar. Tengo novio, ya hemosentregado los papeles al registro. ¿Haoído usted hablar de los hibakusi deHiroshima? Son los supervivientes deHiroshima. Solo pueden casarse entreellos. Aquí no se escribe nada sobreesto; de esto ni se habla. Pero nosotrosexistimos. Somos los hibakusi de

Page 450: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil. Mi novio me llevó a su casa;me presentó a su familia. A su madre,una buena persona. Trabaja en unafábrica, de economista. Es activistasocial. Va a todos los mítinesanticomunistas, lee a Solzhenitsin. Puesbien, esta buena madre, cuando se enteróque soy de una familia de Chernóbil, delos evacuados, me preguntó asombrada:«Cariño, ¿pero tú puedes tener hijos?».Ya hemos entregado los papeles. Élsuplicaba: «Me iré de casa.Alquilaremos un piso». Pero a mí no seme salen de la cabeza las palabras de sumadre: «Cariño, para algunos parir especado». Amar es pecado.

Antes salí con otro chico. Un pintor.

Page 451: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

También queríamos casarnos. Todo fuebien hasta que ocurrió algo. Entro yo undía en su taller y oigo cómo grita por elteléfono: «¡Qué suerte has tenido! ¡No teimaginas la suerte que has tenido!». Porlo general era una persona tranquila,hasta algo flemático, ni un signo deexclamación en sus palabras. ¡Y depronto!, ¿qué es lo que había pasado? Suamigo vivía en una residencia deestudiantes. El muchacho se asomó a lahabitación de al lado y vio a una chicacolgada. Se había atado a la ventanilla.Se ahorcó con una media. Su amigo ladescolgó. La bajó. Llamó a laambulancia. Y el mío casi no podíahablar y temblaba: «¡No te puedes ni

Page 452: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

imaginar lo que ha visto! ¡Qué hasentido! La ha llevado en sus brazos.Tenía espuma blanca en los labios».Sobre que la muchacha había muerto niuna palabra, ni un lamento. Lo único quequería era verla y recordarla. Y luegopintarla. Y en aquel instante recordécómo me preguntaba sobre el color delhumo en el incendio de la central, sihabía visto a los perros y gatosacribillados a balazos, y cómo se losveía tirados en las calles. ¿Cómolloraba la gente? ¿Había visto cómo semorían?

Después de aquel día… ya no podíaseguir con él…, responder a suspreguntas… [Tras un silencio.] No sé si

Page 453: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quiero volver a encontrarme con usted.Tengo la sensación de que me mira igualque él. Solo me observa. Para recordar.Como si se tratara de un experimentoque se hiciera con nosotros. A todos lesresulta interesante. No puedo librarmede esta sensación. Ya nunca podrélibrarme.

¿Y usted sabría decirme por quérecae sobre nosotras este pecado? Elpecado de parir un hijo. Si yo no tengoculpa alguna.

¿Tengo yo la culpa de querer serfeliz?

KATIA P.

Page 454: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE CÓMO SAN

FRANCISCOPREDICABA A LOS

PÁJAROS

Es mi secreto. Nadie más lo sabe. Solohe hablado de esto con mi amigo.

Soy operador de cine. Y viajé allugar teniendo muy presente lo que nos

Page 455: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

habían enseñado: uno se convierte en unverdadero escritor solo en la guerra, ytodo eso. Mi autor predilecto esHemingway y mi libro preferido, Adiósa las armas. Llegué a ese lugar. Vi a lagente trabajando en sus huertas; lostractores y las sembradoras, en loscampos. ¿Qué debía filmar? Ni idea. Niuna explosión por ninguna parte.

La primera filmación fue en un clubrural. En el escenario había un televisor,reunieron a la gente. Escuchaban aGorbachov: todo va bien, todo está bajocontrol. En aquel pueblo, en el queestábamos filmando, se llevaba a cabouna desactivación. Estaban lavando lostejados, traían tierra limpia. Pero ¿cómo

Page 456: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se puede lavar un tejado, si la casa tienegoteras? Había que arrancar la tierra ala profundidad de una pala, cortar todala capa fértil. Más abajo solo quedaarena amarilla.

Tenemos, por ejemplo, una abuelaque, siguiendo las indicaciones delconsejo rural, tira la tierra, pero le sacael estiércol. Lástima no haberlo filmado.

Fueras a donde fueses, te decían:«Vaya, las cámaras. Ahora os traemos alos héroes». Los héroes, un viejo con sunieto, condujeron durante dos díasseguidos todo el ganado de un koljóscercano a Chernóbil.

Después de la filmación, elzootécnico me llevó a una zanja

Page 457: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

gigantesca; allí es donde habíanenterrado a todas aquellas vacas. Perono se me ocurrió filmar aquello. Mecoloqué de espaldas a la zanja y mepuse a filmar en la mejor tradición delos documentales soviéticos: lostractoristas leen el periódico Pravda. Eltítulo en letras gigantes: «LA PATRIA NOOS ABANDONARÁ». Hasta tuve suerte:miro y veo una cigüeña que se posa enel campo. ¡Todo un símbolo! Porterrible que sea la desgracia que noscaiga encima, ¡venceremos! La vidasigue.

Caminos rurales. Polvo. Yo ya habíacomprendido que no era simple polvo,sino polvo radiactivo. Guardaba la

Page 458: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cámara para que no se ensuciara; habíaque cuidar la óptica del aparato. Era unmayo seco, muy seco. Cuánta porqueríatragamos, no sé. Al cabo de una semanase me inflamaron los ganglios. Encambio economizábamos película comosi fueran municiones; porque el primersecretario del Comité Central, Sliunkov,debía presentarse en el lugar. Nadie teanunciaba de antemano en qué lugar ibaa aparecer, pero nosotros mismos loadivinamos. El día anterior, porejemplo, cuando recorrimos unacarretera, la columna de polvo selevantaba hasta el cielo, y al siguiente yala estaban asfaltando, y qué asfalto: ¡doso tres capas! La cosa estaba clara: ahí es

Page 459: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

donde se esperaba que apareciera lacomitiva. Luego estuve filmando a estasautoridades, que no se salían para nadadel asfalto recién colocado. Ni uncentímetro fuera. También esto aparecíaen la grabación; pero no lo incluí en elguión.

Nadie comprendía nada: esto es lomás terrible. Los dosimetristas dabanunas cifras, en cambio, en los periódicosleíamos otras. Y entonces es cuandopoco a poco te empieza a llegar algo…Ah, ah, ah… En casa he dejado a unniño pequeño, a mi mujer, a la quequiero. ¡Qué estúpido he de ser paraencontrarme aquí! Bueno, me darán unamedalla. Pero mi mujer me dejará.

Page 460: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

La única salvación era el humor. Secontaban chistes sin parar: En una aldeaabandonada se ha instalado unvagabundo y en el lugar se han quedadocuatro mujeres. Y les preguntan:

—¿Qué tal se porta vuestro varón?—El garañón este aún tiene redaños

para acercarse hasta la otra aldea.Si uno intenta ser sincero hasta el

final… Tú ya estás aquí. Y tú ya loentiendes: es Chernóbil. Pero ves lacinta de la carretera. Un riachuelo quecorre, simplemente el correr del agua. Yen cambio ocurre algo como esto.Vuelan las mariposas. Una mujerhermosa se encuentra junto al río. Yocurre algo como esto. Solo había

Page 461: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

notado algo parecido cuando se murióuna persona que me era cercana. Brillael sol… Tras una pared suena lamúsica… Las golondrinas aletean bajoel techo… Y el hombre, que hamuerto… Llueve… Y el hombre hamuerto. ¿Comprende? Quiero captar conlas palabras mis sentimientos, transmitircómo ocurría esto en mí entonces. Caercomo quien dice en otra dimensión.

Un día veo un manzano en flor y mepongo a filmar. Zumban los abejorros,resplandece una luz nupcial. Y denuevo: la gente trabajando, los jardinesen flor. Tengo en mis manos la cámara,pero hay algo que no puedo entender.¡Algo que no va! La exposición es

Page 462: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

normal, el cuadro es hermoso, pero algoocurre. Y de pronto caigo: no noto elolor. El jardín está en flor, ¡pero nohuele a nada! Solo después me enteré deque el organismo reacciona así ante lasaltas radiaciones: se bloquean algunosórganos. Mi madre tiene setenta y cuatroaños, y la mujer, recuerdo, que sequejaba de que había perdido el olfato.Pues bien, pensé, ahora me ocurre a mílo mismo. Entonces pregunté a los delgrupo, éramos tres:

—¿Cómo huele el manzano?—No huele a nada.También les pasaba algo. Las lilas

no olían. ¡Las lilas! De pronto tuve lasensación de que todo lo que me

Page 463: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

rodeaba no era de verdad. Que meencontraba en un decorado. Y que miconciencia no podía entender aquello,que no se veía capaz. No tenía en quéapoyarse. ¡Le faltaba el esquema!

Un recuerdo de infancia… Unavecina que había sido guerrillera mehabía contado cómo durante la guerra suunidad intentaba salir de un cerco. Lamujer llevaba en brazos a un niño de unmes; iban por una ciénaga; alrededor, elenemigo. El niño lloraba. Podíadelatarlos, los hubieran descubierto, atoda la unidad. Y lo ahogó. Pero locontaba de manera enajenada; como sino hubiera sido ella sino otra mujer laque lo había hecho y como si el niño no

Page 464: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

fuera suyo. ¿Por qué se acordó de esto?No lo recuerdo. Me acuerdo muyclaramente de otra cosa, de su horror:¿qué es lo que había hecho? ¿Cómohabía podido? Yo tenía la impresión porsu relato de que toda la unidad deguerrilleros salía del cerco por esteniño, para salvar al niño. Y entoncesdescubrí que para que estos hombressanos y fuertes siguieran con vidatuvieron que ahogar a aquel niño. ¿Cuáles entonces el sentido de la vida?Después de aquello no tenía ganas devivir. A mí, un crío, me resultabaincómodo mirar a aquella mujer, porqueme enteré de aquello. En una palabra,me enteré de algo horroroso de los

Page 465: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hombres. ¿Y ella, cómo me podía mirar?[Se queda callado un rato.]

Por esta razón no quiero recordar.Recordar aquellos días en la zona. Meinvento diversas explicaciones. Noquiero abrir esa puerta. Allí queríacomprender dónde era yo de verdad ydónde no lo era. Ya tenía hijos. Elprimer hijo. Cuando nació mi hijo dejéde tener miedo a la muerte. Se me abrióel sentido de mi vida.

Estoy por la noche en un hotel. Medespierto: un rumor monótono tras laventana y unos incomprensiblesdestellos azulados. Abro las cortinas:por la calle pasan decenas de cochesmilitares con cruces rojas y luces de

Page 466: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

alarma. En completo silencio.Experimenté algo parecido a un shock.De la memoria emergían escenas de laspelículas. Y al instante me trasladé a lainfancia. Somos hijos de la posguerra ynos gustaban las películas bélicas. Pueseso, escenas de esas. El miedo de unniño. Como si todos los tuyos sehubieran marchado de la ciudad y tú tehubieras quedado solo, y debieras tomaruna decisión. ¿Y qué sería lo máscorrecto? ¿Simular que no estás vivo?¿O qué? Y, si tienes que hacer algo,¿qué es ese algo?

En Jóiniki, en el centro de la ciudad,colgaba un cuadro de honor. Losmejores hombres del distrito. Pero quien

Page 467: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se metió en la zona contaminada y sacóde allí a los niños de la guardería fue unchófer borracho y no quien aparecía enel cuadro de honor. Todos seconvirtieron en lo que de verdad eran.

Y otra cosa de la evacuación.Primero se llevaron a los niños. Losrecogieron en los grandes autobusesIkarus. Y de pronto me descubro a mímismo filmando aquello como lo habíavisto en las películas de guerra. Y almismo tiempo noto que no solo yo, sinotambién la gente que participa en todaaquella acción se comporta de maneraparecida. Se comporta del mismo modoque en otro tiempo. ¿Recuerda, enVuelan las cigüeñas , ese filme que

Page 468: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

todos apreciamos: «Una lágrima breveen los ojos y palabras escuetas deadiós»? Un gesto de despedida con lamano.

Resultaba que todos nosotrosbuscábamos una forma decomportamiento que nos resultara yaconocida. Nos esforzábamos ensintonizar con algo.

Una niña agita la mano hacia sumadre queriéndole decir que todo estáen orden, que ella es una niña valiente.¡Venceremos! Somos… Somos así.

Entonces pensé que llegaría a Minsky que allí también estarían evacuando ala gente. Pensé en cómo me despediríade los míos, de mi mujer y mi hijo. Y me

Page 469: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

imaginaba también este gesto:¡Venceremos! Somos guerreros. Mipadre, en todo el tiempo que recuerdo,llevó ropa militar, aunque no lo era.Pensar en el dinero era de burgueses;preocuparte por tu propia vida, nopatriótico. El estado normal era elhambre. Ellos, nuestros padres,sobrevivieron al desastre, por tantotambién nosotros debíamos superarlo.No había otra manera de convertirse enun hombre de verdad. Nos han enseñadoa luchar y a sobrevivir bajo cualquiercircunstancia. A mí mismo, después delservicio militar, la vida civil meresultaba insulsa. Salíamos en grupo porla noche a la ciudad en busca de

Page 470: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

emociones fuertes.De niño leí un libro genial, Los

depuradores, he olvidado el autor. Allídaban caza a terroristas y a espías. ¡Eraemocionante! ¡La pasión de la caza! Asíestamos hechos. Si cada día significatrabajar y comer bien, ¡la cosa resultainsoportable, incómoda!

Nos alojaron en la residencia de unaescuela técnica, junto con losliquidadores. Unos chicos jóvenes. Nosdistribuyeron vodka, una maleta entera.Para echar fuera la radiación. Y depronto nos enteramos de que en lamisma residencia se había instalado unaunidad sanitaria. Todo chicas. «¡Vayajolgorio vamos a montar!», se decían los

Page 471: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

muchachos. Dos fueron a por ellas, peroal momento regresaron con unos ojos asíde grandes. Nos invitan…

La escena es la siguiente: van por elpasillo unas muchachas. Bajo laschaquetas se ven unos pantalones y unoscalzoncillos con cintas, las prendas lesllegan al suelo, les cuelgan y ninguna seavergüenza de ello. Todo lo quellevaban era viejo, «P». (prendasusadas) y de otra talla. Y les cuelgacomo en una percha. Algunas van enzapatillas, otras calzadas con unas botasdestrozadas. Y, además, sobre laschaquetas llevan uniformes especialesimpermeabilizados, impregnados de nosé qué compuesto químico. Qué olor.

Page 472: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Algunas no se lo quitaban ni paradormir. Daba pánico verlo. Y no eran nisiquiera enfermeras; las sacaron de lafacultad, del departamento militar[32].Les aseguraron que sería para un par dedías, pero cuando llegamos nosotros, yallevaban un mes. Nos contaron que lasllevaron al reactor, y allí se hartaron dever quemaduras; de las quemaduras solosé lo que he oído contar a ellas. Aún lasestoy viendo ahora, recorriendo laresidencia como sonámbulas.

En los periódicos se decía que, porfortuna, el viento había soplado en otradirección. No hacia la ciudad. Es decir,no en dirección a Kíev. Aún nadie sabíaque… La gente no caía en la cuenta de

Page 473: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que soplaba hacia Belarús. En direccióna mí y a mi Yúrik. Aquel día yo paseabacon mi hijo por el bosque,mordisqueando uva de gato. ¡Dios santo!¿Cómo es que nadie me avisó?

Luego, después de la expedición,regreso a Minsk. Voy en el trolebús altrabajo. Y me llegan fragmentos deconversación. Hablaban de que unosmuchachos habían ido a filmar aChernóbil, y que uno de los cámarasmurió allí mismo. Se quemó. Yo mepregunto: «¿Quién habrá sido?». Sigoescuchando: un joven, con dos hijos.Oigo un nombre: Vitia Gurévich.Tenemos un cámara que se llama así, unchico muy joven. Pero ¿con dos hijos?

Page 474: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Y cómo es que lo ocultaba? Nosacercamos a los estudios de cine y eneso alguien corrige: no es Gurévich,sino Gurin, y se llama Serguéi. ¡Diossanto! ¡Pero si soy yo! Ahora me río,pero entonces, cuando iba del metro alos estudios de cine, me moría de miedoal pensar que al abrir la puerta… No seme iba de la cabeza una idea absurda:«¿De dónde habrán sacado mifotografía? ¿De la sección depersonal?». ¿Dónde habría nacido aquelrumor?

Y además te encontrabas con queaquello no casaba: por un lado, lasproporciones descomunales de loshechos, y por el otro, el número de

Page 475: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

víctimas. En la batalla de Kursk[33], porejemplo, hubo miles de muertos. En esola cosa está clara. Pero aquí, losprimeros días se hablaba de tan solosiete bomberos. Luego unos cuantosmás. Y solo más tarde nos empezaron allegar unas explicaciones demasiadoabstractas para nuestro entendimiento:«dentro de varias generaciones»,«eternamente», la «nada». Empezaron acorrer rumores sobre pájaros de trescabezas, historias de gallinas queatacaban a picotazos a las zorras, deerizos calvos…

Y luego… Luego resulta que otravez alguien tiene que ir a la zona. Uncámara se trajo un certificado médico de

Page 476: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que tenía úlcera de estómago, otro selargó de permiso. Me llaman:

—¡Tienes que ir!—Pero si acabo de volver.—Compréndelo: tú ya has estado

allí. A ti ya te da igual. Y además: yatienes hijos. Ellos, en cambio, sonjóvenes.

¡Maldita sea! ¡Y si quiero tenercinco o seis hijos! En fin, que mepresionan: pronto vendrá unaremodelación y tú contarás con un buenas. Te subirán el sueldo. En una palabra,no sabes si llorar o reír. Es una historiaque llevo metida en el rincón más negrode la conciencia.

Page 477: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En una ocasión estuve filmando a genteque había estado en los campos. Songente que suele evitar el contacto. Y yoestoy de acuerdo con ellos. Hay algo deantinatural en eso de reunirse y recordarla guerra. Recordar cómo los mataban ycómo mataban ellos. Personas que hansufrido juntas la humillación o que hanconocido hasta dónde puede llegar unhombre allí; en lo hondo de susubconsciente, son seres que huyen eluno del otro. Huyen de sí mismos. Huyende aquello que han descubierto allísobre el hombre. De aquello que hasalido a flote de su interior. De debajode la piel. Por eso… Por eso huyen.

Page 478: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Algo ocurrió allí. En Chernóbil.Yo también descubrí allí algo, sentí

algo de lo que no querría hablar. Porejemplo, que todas nuestras ideashumanistas son relativas. En situacionesextremas, el hombre, en realidad, notiene nada que ver con cómo lodescriben en los libros. A hombrescomo los que aparecen en los libros, yono los he visto. No me he encontrado aninguno. Todo es al revés. El hombre noes un héroe. Todos nosotros somosvendedores de Apocalipsis. Los grandesy los pequeños.

Me vienen a la memoria algunosfragmentos. Cuadros. Un presidente dekoljós quiere sacar en dos camiones a

Page 479: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

toda su familia con sus cosas, con losmuebles; y el responsable del Partidoexige un coche para él. Pide justicia. Encambio yo desde hace varios días soytestigo de que no hay modo de sacar deallí a los niños, el grupo de la casa-cuna. No hay transporte. En cambio esos notienen bastante con dos camiones paraempaquetar todos sus bártulos, hasta losbotes de tres litros con las mermeladas ylos encurtidos. Vi cómo los cargaban,esos camiones. Y no los filmé. [Depronto se echa a reír .] En una tiendacompramos salchichas y conservas, yluego nos dio miedo comer aquello. Noslo llevamos en bolsas. También era unalástima tirarlo. [Ahora ya en serio.] El

Page 480: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mecanismo del mal funcionará inclusoen el Apocalipsis. Eso es lo quecomprendí. La gente sigue yendo con suschivateos, sigue haciendo la pelota a losde arriba para salvar su televisor o suabrigo de piel. Incluso ante el fin delmundo, el hombre seguirá siendo elmismo, igual que es ahora. Siempre.

Me siento algo culpable por nohaber conseguido para mi grupo defilmación ninguna ventaja. Uno denuestros chicos necesitaba un piso. Voyal comité de sindicatos:

—Ayúdennos —les digo—, noshemos pasado medio año en la zona.Algún privilegio nos ha decorresponder.

Page 481: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—De acuerdo —nos responden—,pero tráigannos los certificados que loacrediten. Necesitamos los papeles consus sellos.

Pero, cuando se nos ocurrió ir alComité del Partido, allí solo quedabauna mujer, Nastia, pasando la bayeta porlos pasillos. Todos se habían largado.En cambio tenemos a un director de cineque tiene todo un fajo de documentos:dónde ha estado, qué ha filmado. ¡Unhéroe!

Tengo en la memoria un gran filme,una larguísima película que no hefilmado. De muchos capítulos. [Calla.]

Todos somos vendedores deApocalipsis.

Page 482: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Entramos con unos soldados en unacasa de pueblo. Allí vive solo una vieja.

—Bueno, abuela, vámonos.—Vámonos, pues.—Recoge entonces tus cosas,

abuela.La esperamos en la calle. Fumamos

un pitillo. Y en eso que sale la mujerllevando encima un icono, un gato y unhatillo. Eso es todo lo que se llevaconsigo.

—Abuela, el gato no puede ser. Noestá permitido. Tiene el pelo radiactivo.

—Eso sí que no, hijos míos, sin elgato no me marcho. ¿Cómo lo voy aabandonar? Dejarlo solo. Si es mifamilia.

Page 483: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pues bien, a partir de aquellamujer… Y de aquel manzano en flor…A partir de aquello empezó todo. Ahorasolo filmo animales. Ya se lo he dicho,he descubierto el sentido de mi vida.

En una ocasión mostré misfilmaciones de Chernóbil a unos niños.Y me lo echaron en cara: ¿Para qué?Está prohibido. No hace falta. Y asíviven, sumidos en el miedo, rodeados derumores; tienen alteraciones en lasangre, se les ha destruido el sistemainmunológico. Pensaba que vendríancinco o seis personas. Pero la salaentera se llenó. Las preguntas eran de lomás diverso, pero una se me grabó en lamemoria. Un chico, con voz

Page 484: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entrecortada, rojo de vergüenza, alparecer uno de esos niños callados,poco habladores, preguntó: «¿Y por quéno se pudo ayudar a los animales que sequedaron allí?». ¿Cómo que por qué? Amí no se me había ocurrido estapregunta. Y no pude contestarle. Nuestroarte solo trata del sufrimiento y del amorhumano y no de todo lo vivo. ¡Solo delhombre! No nos rebajamos hasta ellos,los animales, las plantas. No vemos elotro mundo. Porque el hombre puededestruirlo todo. Matarlo todo. Ahoraesto ya no es ninguna fantasía. Mecontaron que en los primeros mesesposteriores al accidente, cuando sediscutía la evacuación de las personas,

Page 485: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se presentó un proyecto de trasladartambién a los animales con los hombres.Pero ¿cómo? ¿Cómo se podíatrasladarlos a todos? Es posible que dealguna manera se lograra trasladar a losque andan por el suelo. Pero ¿y los queviven dentro de la tierra: a losescarabajos, a los gusanos? ¿Y los queviven arriba, en el aire? ¿Cómo sepuede evacuar a un gorrión o a unapaloma? ¿Qué hacer con ellos? Notenemos manera de transmitirles lainformación necesaria.

Quiero hacer una película. Setitulará Los rehenes. Será sobre losanimales. ¿Recuerda la canción «Iba porel mar una isla pelirroja»? Un barco se

Page 486: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hunde, la gente se sube a los botes. Perolos caballos no saben que en los botesno hay sitio para los animales.

Será una parábola actual. La accióntranscurre en un planeta lejano. Uncosmonauta con escafandra. A través delos auriculares oye un ruido. Y ve quehacia él avanza algo enorme. Algoinmenso. ¿Un dinosaurio? Sincomprender aún de qué se trata, elhombre dispara. Al cabo de un instante,de nuevo algo se acerca a él. Y tambiénse lo carga. Y pasado otro momentoaparece un rebaño. El hombre organizauna matanza. Cuando, en realidad, lo quepasa es que se ha producido un incendioy los animales trataban de salvarse,

Page 487: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

corriendo por la senda en la que sehallaba el cosmonauta. ¡Eso es elhombre!

En cambio conmigo… Le contaré.Allí se produjo en mí algo insólito. Heempezado a ver con otros ojos a losanimales. A los árboles. A las aves.Sigo viajando a la zona. Todos estosaños. De una casa abandonada, de unacasa humana saqueada, sale corriendoun jabalí… y aparece un alce hembra.Eso es lo que filmo. Eso es lo quebusco. Quiero hacer un filme nuevo.Verlo todo a través de los ojos de losanimales.

—¿Qué estas filmando?, ¿sobre qué?—me preguntan—. Mira a tu alrededor.

Page 488: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿O es que no ves que hay guerra enChechenia?

En cambio, san Francisco predicabaa las aves. Hablaba con los pájaros deigual a igual. ¿Tal vez los pájaroshablaban con él en su lengua y no fue élquien se rebajó hasta ellos? Élcomprendía su lenguaje secreto.

¿Recuerda en Dostoyevski cómo untipo le daba a un caballo de latigazos ensus ojos sumisos? ¡Un loco de atar! Noen los lomos, sino en sus ojos sumisos.

SERGUÉI GURIN,operador de cine

Page 489: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO SINNOMBRE… UN GRITO

¡Buena gente! ¡Déjennos en paz, por loque más quieran! Ustedes charlan connosotros y luego se marchan, ¡peronosotros hemos de vivir aquí!

Aquí están las cartillas médicas.Cada día las tomo en mis manos. Lasleo…

Ania Budái… nacida en 1985… 380

Page 490: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

rem[34].Vitia Grinkévich… nacido en

1986… 785 rem.Nastia Shablóvskaya… nacida en

1986… 570 rem.Aliosha Plenin… nacido en 1985…

570 rem.Andréi Kotchenko… nacido en

1987… 450 rem.Hoy, una madre me ha traído a una

niña como estos a la consulta.—¿Qué te duele?—Me duele todo, como a mi abuela:

el corazón, la espalda, y me da vueltasla cabeza.

Desde niños ya conocen la palabra«alopecia», porque muchos se han

Page 491: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quedado sin pelo. Sin cejas, sinpestañas. Todos se han acostumbrado aello. Pero en nuestra aldea solo tenemosuna escuela de primaria, y los niños quepasan a la quinta clase[35] tienen quetomar el autobús para ir a otra escuela adiez kilómetros. Y los niños lloran, noquieren ir. Allí los demás niños sereirán de ellos.

Usted misma lo ha visto. Tengo elpasillo lleno de enfermos. Que esperan.Yo cada día oigo cada cosa que loshorrores que ustedes ven por la tele espura basura. Así se lo puede transmitir alas autoridades de la capital: ¡Basura!

Modernismo… Postmodernismo.Por la noche me sacaron de la cama por

Page 492: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una urgencia. Llego al lugar. La madreestá de rodillas junto a la camita: lacriatura se está muriendo. Y oigo lasúplica de la madre: «Quería, hijito, quesi esto ocurría, que fuera en verano. Enverano hace calor, hay flores, la tierraestá blanda. Ahora es invierno. Esperaaunque sea hasta la primavera…».

¿Lo escribirá así?Yo no quiero comerciar con su

desgracia. Filosofar. Para eso tendríaque quedarme a un lado. Y yo no puedo.Oigo cada día lo que dicen. Cómo sequejan y lloran. Buena gente. ¿Quieresaber la verdad? Siéntese a mi lado yapunte. Pero si nadie va a leer un libroasí.

Page 493: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Mejor sería que nos dejaran en paz.Nosotros hemos de vivir aquí.

ARKADI PÁVLOVICH BOGDANKÉVICH,médico rural

Page 494: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO A DOSVOCES… DE HOMBRE Y

DE MUJER

Hablan: Los maestros NinaKonstantínovna y Nikolái PrójorovichZharkov. Ella enseña literatura; él daclases de formación profesional.

Ella:

Page 495: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pienso tan a menudo sobre la muerteque no quiero verla. ¿Nunca haescuchado usted las conversaciones delos niños sobre la muerte? Por ejemplo,los míos. En la séptima clase[36]

discuten y me preguntan: «¿Da miedo ono la muerte?». Si hasta hace poco a lospequeños les interesaba de dóndevenían: «¿De dónde vienen los niños?».Ahora lo que les preocupa es qué pasarádespués de una bomba atómica. Handejado de querer a los clásicos; yo lesleo de memoria a Pushkin y veo que susmiradas son frías, ausentes. El vacío. Asu alrededor ha surgido otro mundo.Leen ciencia ficción; esto los atrae, lesgusta leer cómo el hombre se aleja de la

Page 496: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tierra, opera con el tiempo cósmico,vive en distintos mundos. No puedentemer a la muerte del mismo modo comola temen los mayores, como yo, porejemplo; la muerte les preocupa comoalgo fantástico. Como un viaje a algunaparte.

Reflexiono. Pienso en ello. Lamuerte que te rodea te obliga a pensarmucho. Doy clases de literatura rusa aunos niños que no se parecen a los quehabía hará unos diez años. Ante los ojosde estos críos, constantemente entierranalgo o a alguien. Lo sumergen bajotierra. A conocidos. Casas y árboles. Loentierran todo. Cuando están enformación, estos niños caen

Page 497: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

desmayados; cuando se quedan de pieunos quince o veinte minutos les salesangre de la nariz. No hay nada que lespueda asombrar ni alegrar. Siempresomnolientos, cansados. Las caras,pálidas, grises. Ni juegan ni hacen eltonto. Y si se pelean, si rompen sinquerer un vidrio, los maestros hasta sealegran. No los riñen, porque no separecen a los niños. Y crecen tanlentamente… Les pides en una clase quete repitan algo y el crío no puede; lacosa llega a que a veces pronuncias unafrase para que la repita después y nopuede. «¿Pero dónde estás? ¿Dónde?»,los intentas sacar del trance.

Pienso. Pienso mucho. Como si

Page 498: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dibujara con agua sobre un cristal; soloyo sé que estoy dibujando, nadie lo ve,nadie lo adivina. Nadie se lo imagina.

Nuestra vida gira en torno a una solacosa. En torno a Chernóbil. ¿Dóndeestabas entonces, a qué distancia vivíasdel reactor? ¿Qué has visto? ¿Quién hamuerto? ¿Quién se ha marchado?¿Adónde?… Durante los primerosmeses, recuerdo, se llenaron de nuevolos restaurantes, se oía el bullicio de lasfiestas. «Solo se vive una vez». «Sihemos de morir, que sea con música».Todo se llenó de soldados, de oficiales.

Ahora, Chernóbil está cada día connosotros. Un día murió de pronto unajoven embarazada. Sin diagnóstico

Page 499: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

alguno, ni siquiera el forense anotódiagnóstico alguno. Una niña se ahorcó.De la quinta clase[37]. Sin más ni más.Una niña pequeña. Y el mismodiagnóstico para todos; todos dicen:«Chernóbil».

Nos echan en cara: «Estáis enfermospor culpa de vuestro miedo». Debido almiedo. A la «radiofobia». Entonces, queme expliquen por qué los niñosenferman y se mueren. Los niños noconocen el miedo, aún no lo entienden.

Recuerdo aquellos días. Me ardía lagarganta, y notaba un peso, una extrañapesadez en todo el cuerpo. «Esto eshipocondría —me dice la médico—.Todos se han vuelto aprensivos, porque

Page 500: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ha ocurrido lo de Chernóbil». «¿Quéhipocondría? Me duele todo, no tengofuerzas».

Mi marido y yo no nos atrevíamos adecírnoslo, pero empezaron a dejarnosde responder las piernas. Todos los denuestro alrededor se quejaban; nuestrosamigos, toda la gente. Ibas por la calle yte parecía que de un momento a otro teibas a caer al suelo. Que te ibas aacostar en el suelo y dormirte.

Los escolares se tumbaban sobre lospupitres, se dormían en medio de laclase. Y todos se volvieronterriblemente tristes, malhumorados, entodo el día no veías una cara contenta, oque alguien de tu alrededor le sonriera a

Page 501: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

otro. Desde las ocho de la mañana hastalas nueve de la noche, los niñospermanecían en la escuela; estabaestrictamente prohibido jugar en la calley correr.

A los escolares les dieron ropanueva. A las chicas, faldas y blusas; alos chicos, trajes; pero con aquella ropase marchaban a casa y adónde iban conella es algo que no sabíamos. Según lasinstrucciones, las madres debían lavaresta ropa cada día, para que los niñosvinieran a la escuela con todo limpio.Para empezar, repartieron un solo traje,por ejemplo, una falda y una blusa, perosin otras prendas de recambio, y ensegundo lugar, las madres ya cargaban

Page 502: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con las tareas de la casa: las gallinas, lavaca, los cerdos, y tampoco entendíanpara qué hacía falta lavar aquella ropacada día. La suciedad significaba paraellos unas manchas de tinta, de barro ode grasa, y no la acción de no sé quéisótopos de corta duración.

Cuando intentaba explicarles algo alos padres de mis alumnos, tenía laimpresión de que no me entendían mejorque si de pronto se presentara ante ellosun chamán de una tribu africana. «¿Peroqué es esto de la radiación? De modoque ni se oye ni se ve. Ajajá… Pues amí el sueldo no me llega a fin de mes.Los últimos tres días estamos a patatas yleche. Ajajá». También la madre me

Page 503: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

deja por imposible. Porque le digo quela leche no se puede beber. Comotampoco se pueden comer las patatas.Han traído a la tienda carne china enconserva y alforfón. Pero ¿con quédinero comprarlo?

Daban ayudas funerales, «funerales»las llamaban. Las daban para losenterramientos. Compensaciones porvivir en aquel lugar. Calderilla. Que nollega ni para pagar dos latas deconservas.

Las instrucciones están hechas parala gente instruida, para determinadonivel cultural. ¡Pero no lo hay! Lasinstrucciones no están hechas paranuestra gente. Además de que no resulta

Page 504: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nada fácil explicar a cada uno en qué sedistinguen los «rem» de los «roentgen».O la teoría de las pequeñas dosis.

Desde mi punto de vista, yo a esto lollamaría fatalismo, un ligero fatalismo.Por ejemplo, durante el primer año no sepodía consumir nada de las huertas, perode todos modos la gente comía de ellasy se hacían provisiones para el día demañana. ¡Además, con aquellamaravillosa cosecha! Prueba a decir quelos pepinos y los tomates no se puedencomer. ¿Qué es eso de que no se puede?El gusto es normal. Este los come y nole duele el estómago. Tampoco «arde»,se ilumina, en la oscuridad. Nuestrosvecinos se pusieron un parqué nuevo

Page 505: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hecho de una madera del lugar; lomidieron y el umbral era cien vecesmayor del permitido. Pues bien, nadiequitó aquel parqué, y siguieron viviendocon él. Ya se arreglará todo, se venía adecir; no se sabe cómo, pero todovolverá a la normalidad por sí mismo,sin ellos, sin su participación.

En los primeros tiempos, algunoscomestibles se llevaban a losdosimetristas, para comprobarlos;resultado: dosis diez veces superiores ala norma, pero luego lo dejaron correr.«Ni se oye ni se ve. ¡Qué no inventaránestos científicos!». Todo seguía sucurso: araron los campos, los sembrarony recogieron la cosecha. Se había

Page 506: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

producido un hecho impensable, pero lagente siguió viviendo como antes. Y lospepinos de tu huerto, a los que debíasrenunciar, resultaron ser másimportantes que Chernóbil.

Los niños se quedaron todo elverano en la escuela; los soldadoslavaron el edificio con detergente,retiraron la capa superior de la tierra detodo alrededor. Pero y al llegar elotoño, ¿qué? Pues en otoño mandaron alos colegiales a recoger la remolacha.Mandaron a los campos incluso a losestudiantes de las escuelas técnicas. Losmandaron a todos. Chernóbil era menosterrible que dejar la cosecha sin recogeren el campo.

Page 507: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Quién tiene la culpa? Dígame,¿quién tiene la culpa, si no nosotrosmismos?

Antes no apreciábamos este mundoque nos rodea, un mundo que era comoel cielo, como el aire, como si alguiennos lo hubiera regalado para toda laeternidad, y como si no dependiera denosotros. Allí estaría para siempre.

Antes me gustaba tumbarme sobre lahierba en el bosque y contemplar elcielo; me sentía tan bien que hasta meolvidaba de cómo me llamaba. ¿Yahora? El bosque está hermoso, lleno debayas, pero ya nadie las recoge. En elbosque en otoño es raro oír una vozhumana. El miedo está en las

Page 508: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sensaciones, a un nivel subconsciente.Solo nos han quedado el televisor y loslibros. La imaginación. Los niños crecendentro de casa. Sin el bosque, sin losríos. Solo pueden mirarlos desde laventana. Y son unos niñoscompletamente distintos. Y yo mepresento ante ellos: «Hora sombría.Delicia de la vista», con mi Pushkin desiempre, un Pushkin que antes meparecía eterno.

A veces me asalta un pensamientosacrílego: ¿Y si de pronto toda nuestracultura no es más que un baúl lleno deviejos manuscritos? Todo lo que yoamo…

Page 509: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Él:Ha aparecido un nuevo enemigo. El

enemigo se ha presentado ante nosotroscon otro aspecto. ¿Sabe? Hemos tenidouna educación militar. Una manera depensar militar. Se nos había preparadopara repeler y liquidar un ataquenuclear. Debíamos enfrentarnos a unaguerra química, biológica, atómica. Perono para expulsar radionúclidos denuestro organismo. Medirlos. Vigilar elcesio y el estroncio. Esto no se puedecomparar con una guerra, no es exacto, ysin embargo todos lo comparan.

Yo de niño sufrí el bloqueo deLeningrado[38]. Y no se puede comparar.

Page 510: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Allí vivíamos como en el frente, bajo uninterminable bombardeo. Y estaba elhambre, varios años de hambre, unestado en el que el hombre desciende alpuro instinto animal. Hasta descubrir lafiera en uno mismo. Aquí, en cambio,sales ¡y ahí lo tienes: en el huerto todocrece a placer! Nada ha cambiado en elcampo, en el bosque. Es algoincomparable. Pero quería decirle otracosa… He perdido el hilo… Se me haido.

¡Eso mismo! Cuando empieza unbombardeo, ¡que Dios te proteja! Tepuedes morir en aquel momento, no encierto lapso de tiempo, sino en aquelmismo instante. Y en invierno, el

Page 511: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hambre. Quemábamos los muebles, encasa quemamos todo lo que era demadera, todos los libros; si no recuerdomal, hasta quemamos los trapos viejos.Miras a un hombre andando por la calley de pronto ves que se sienta; pasas aldía siguiente y compruebas que sigueallí sentado, es decir que se ha quedadocongelado; allí estará una semana ohasta la primavera. Hasta que llegue elcalor. Y es que a nadie le quedanfuerzas suficientes para arrancarlo delhielo; en raras ocasiones si una personase caía en la calle, alguien se leacercaba y le ayudaba. La gente pasabade largo. Todos se arrastraban pasandode largo. Recuerdo que la gente no

Page 512: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

andaba sino que se arrastraba, tanlentamente se movían. ¡Esto no se puedecomparar con nada!

Cuando explotó el reactor aún vivíacon nosotros la madre, mi madre, y lapobre me decía: «Hijo mío, tú y yo yahemos vivido lo peor. Hemossobrevivido al bloqueo. Y ya no haynada que pueda ser más horroroso». Asíes como pensaba ella.

Nos preparábamos para una guerra,para una guerra atómica, construíamosrefugios atómicos. Nos queríamosproteger del átomo, como si fuera lametralla de un proyectil. Pero esto estáen todas partes…, en el pan, en la sal.Respiramos radiación, comemos

Page 513: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

radiación. El hecho de que pudiéramosquedarnos sin el pan y la sal, de quepudiéramos comérnoslo todo, hastallegar a cocer en agua un cinturón decuero para tan solo catar su olor, parasaciarnos con su olor, todo esto es algoque yo podía comprender. Pero esto no.¿Que todo estuviera envenenado?

Ahora lo importante es dejar clarocómo hemos de vivir. Los primerosmeses reinó el miedo; sobre todo losmédicos, los maestros, en una palabra,la intelectualidad, toda la genteinstruida, lo dejaban todo y huían. Selargaban de aquí. Pero estaba ladisciplina militar. ¡Entrega el carné delPartido! Y no dejaban irse a nadie.

Page 514: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Quién tiene la culpa? Pararesponder a la pregunta de cómo hemosde vivir se ha de saber quién es elculpable. ¿Quién, dígame? ¿Loscientíficos o el personal de la central?¿El director? ¿Los trabajadores delturno de guardia? Pero ¿por qué,dígame, no luchamos contra elautomóvil, que también es una creaciónde la inteligencia humana, pero síluchamos contra el reactor? ¡Exigimosque se cierren todas las centralesatómicas y que se enjuicie a todos loscientíficos atómicos! ¡Y losmaldecimos! Yo idolatro el saberhumano. Y todo lo que el hombre hacreado. El saber. El saber en sí mismo

Page 515: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nunca es culpable. Hoy, los científicostambién son víctimas de Chernóbil. Yoquiero vivir después de Chernóbil, y nomorir después de Chernóbil. Quierocomprender, por dónde puedo aferrarmea mi fe. ¿Quién me dará fuerzas?

Aquí todos piensan en ello. Ahoralas reacciones de la gente son diferentes;quieras o no, han pasado diez años, perotodo se sigue midiendo por el rasero dela guerra. La guerra duró cuatro años. Osea que, calcule, llevamos dos guerras.Le voy a enumerar las diferentesreacciones: «Todo ha quedado atrás»;«Ya se arreglará todo de algunamanera»; «Han pasado diez años. Ya nohay peligro»; «¡Nos vamos a morir

Page 516: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

todos! ¡Pronto todos nos moriremos!»;«Quiero irme al extranjero»; «Han deayudarnos»; «¡Al diablo con todo! Hayque vivir». Me parece que las heenumerado todas. Esto es lo que oímoscada día. Y se repite.

Desde mi punto de vista, somosmaterial para una investigacióncientífica. Un laboratorio internacional.En el centro de Europa. De nosotros, losbielorrusos, de los diez millones depersonas, más de dos millones viven entierras contaminadas. Un laboratorionatural. Todo está listo para anotar losdatos, para hacer experimentos. Nosvienen a ver de todas partes del mundo.Escriben tesis doctorales. De Moscú, de

Page 517: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Petersburgo. Del Japón, de Alemania, deAustria… Se están preparando para elfuturo. [Una larga pausa en laconversación.]

¿Qué estaba pensando? Me he puestode nuevo a comparar. He creído quepodía hablar de Chernóbil, y que, encambio, sobre el bloqueo no puedo.

Un día recibí una invitación deLeningrado. Perdone pero el nombre dePetersburgo no se me ha prendido en laconciencia, porque donde estuve a puntode morir fue en Leningrado. Y hete aquíque recibo por carta una invitación alencuentro «Los niños del bloqueo deLeningrado». Y fui a aquel encuentro,pero no pude pronunciar ni una palabra.

Page 518: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Narrar simplemente el miedo? Eso espoco. Simplemente sobre el miedo…,¿sobre lo que hizo conmigo este miedo?Hasta ahora no lo sé.

En casa nunca recordábamos elbloqueo; mamá no quería querecordáramos el bloqueo. Pero deChernóbil hablamos. Aunque, no…[Calla.] Entre nosotros no hablamos; eltema surge cuando viene alguien avernos: algún extranjero, losperiodistas, los familiares que no vivenaquí. ¿Por qué no hablamos deChernóbil? No se ha planteado estetema. En la escuela. Con los alumnos.Tampoco en casa. Está bloqueado.Cerrado. En Austria, en Francia, en

Page 519: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Alemania, donde los niños viajan acurarse, les hablan sobre el tema. Y yoles pregunto a los chicos: ¿qué es lo queos preguntan, qué les interesa? Peroellos a menudo no recuerdan ni lasciudades, ni el pueblo, ni los apellidosde la gente que los ha alojado; enumeranlos regalos, los platos que les hangustado. A uno le han regalado unmagnetofón; en cambio, a otro, no.Regresan vestidos con unas ropas que nose han comprado con su dinero, ni con eldinero ganado por sus padres. Se diríaque hubieran ido a una exposición. Aunos grandes almacenes. A unsupermercado caro. Y no dejan deesperar que los vuelvan a invitar. Allí

Page 520: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los enseñan y los llenan de regalos. Ylos chicos se acostumbran a esto. Se hanacostumbrado. Para ellos ya se haconvertido en un modo de vida, y en laidea que tienen de ella. Pero después deestos grandes almacenes a los quellamamos extranjero, después de estaexposición de objetos caros, hay quevolver a la escuela. A las clases.

Y cuando entro en la clase veo queante mí tengo a unos observadores. Aniños que observan, pero que no viven.Les tengo que ayudar. Tengo queexplicarles que el mundo no es unsupermercado. Que es algo distinto. Másduro y más maravilloso. Los llevo a mitaller, allí están mis esculturas de

Page 521: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

madera. Las esculturas les gustan. Y yoles digo: «Todo esto se puede hacer conun pedazo de madera cualquiera. Pruebatú mismo». ¡A ver si despiertan! A míesto me ayudó a superar el bloqueo, fuisaliendo de él durante años.

El mundo se ha partido en dos:estamos nosotros, la gente de Chernóbil,y están ustedes, el resto de los hombres.¿Lo ha notado? Ahora entre nosotros nose pone el acento en «yo soy bielorruso»o «soy ucraniano», «soy ruso»… Todosse llaman a sí mismos habitantes deChernóbil. «Somos de Chernóbil». «Yosoy un hombre de Chernóbil». Como sise tratará de un pueblo distinto. De unanación nueva.

Page 522: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE CÓMO UNA COSA

COMPLETAMENTEDESCONOCIDA SE VA

METIENDO DENTRO DETI

Hormigas. Pequeñas hormigas correnpor el tronco. Alrededor retumba lamaquinaria militar. Soldados. Gritos,

Page 523: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

maldiciones. Juramentos. El zumbar delos helicópteros. Y, mientras tanto, ellascorren por el tronco.

Yo regresaba de la zona, y de todolo visto durante aquel día solo me haquedado en el recuerdo esta escena. Estemomento. Nos habíamos detenido en unbosque, encendí un pitillo junto a unabedul. Estaba cerca de él, me apoyé enel árbol. Las hormigas corrían por eltronco justo delante de mi cara; sinoírnos, sin prestarnos la más mínimaatención. Siguiendo obstinadas suitinerario. Nosotros desapareceremos yellas ni lo notarán. Algo así me pasó porla mente. Retazos de pensamientos.Tenía tantas impresiones que no podía

Page 524: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pensar. Yo las miraba. ¿Y yo? Yo nuncalas había percibido tan de cerca. A tanpoca distancia.

Al principio todos hablaban de«catástrofe», luego de «guerra nuclear».He leído sobre Hiroshima y Nagasaki,he visto documentes. Es pavoroso, peroalgo comprensible: una guerra nuclear,el radio de la deflagración. Esto hastapodía imaginármelo. Pero lo sucedidocon nosotros… Para esto me faltaba…Me faltaban conocimientos, me faltabantodos los libros que yo había leído entoda mi vida. Regresaba de un viaje detrabajo y me quedaba mirando perplejolos estantes de libros en mi despacho.Leía. Aunque podía no leer. Una cosa

Page 525: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nunca vista destruía mi mundo anterior.Era algo que se introducía, quepenetraba en ti. Al margen de tuvoluntad.

Recuerdo una conversación con uncientífico: «Esto es para miles de años—me explicaba—. El uranio sedesintegra en 238 semidesintegraciones.Si lo traducimos en tiempo, significa milmillones de años. Y en el caso del torio,son catorce mil millones de años».Cincuenta. Cien. Doscientos años. Vale.Pero ¿más? Más allá de esta cifra, mimente no podía imaginar. Dejaba decomprender qué es el tiempo. ¿Dóndeestoy?

Escribir sobre esto ahora, cuando no

Page 526: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

han pasado más que diez años. Uninstante. ¿Escribir? ¡Me parecearriesgado! No es seguro. Noaclararemos, ni descubriremos nada. Detodos modos, nos inventaremos algo quese asemeje a nuestra vida. Haremos uncalco. Lo he probado. No me ha salidonada. Después de Chernóbil ha quedadola mitología de Chernóbil. Losperiódicos y las revistas compiten entresí para ver quién escribe algo másterrible, y estos horrores les gustansobre todo a aquellos que no los hanvivido. Todo el mundo ha leído algosobre las setas del tamaño de una cabezahumana, pero nadie las ha encontrado.Como los pájaros de dos cabezas.

Page 527: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Porque lo que se debe hacer no esescribir, sino anotar. Documentar loshechos. Enséñeme una novela fantásticasobre Chernóbil. ¡No la hay! ¡Y no lahabrá! ¡Se lo aseguro! No la habrá.

Tengo un cuaderno de notas aparte.He apuntado en él conversaciones,rumores, chistes. Es lo más interesante ylo más fiel. Una huella exacta. ¿Qué haquedado de la Grecia antigua? Los mitosde la Grecia antigua.

Le daré a usted mi cuaderno. A mí seme perderá entre los papeles; bueno,puede que se lo enseñe a los hijoscuando crezcan. Quiérase o no, eshistoria.

Page 528: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

De conversaciones:Ya va el tercer mes que la radio

lleva diciendo: «La situación seestabiliza, la situación se estabiliza, lasituación se estabili…».

De pronto ha resucitado el olvidadoléxico estalinista: «agentes de losservicios secretos occidentales»,«enemigos jurados del socialismo»,«complots de espías», «operaciones dedesestabilización», «golpe por laespalda», «socavar la uniónindestructible de los pueblossoviéticos»… Todo el mundo no para de

Page 529: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hablar de espías y terroristas infiltrados,y en cambio ni una palabra de medidasprofilácticas a base de yodo. Todainformación no oficial se interpretacomo un ataque de la ideología enemiga.

Ayer el redactor jefe eliminó de mireportaje el relato de la madre de uno delos bomberos que estuvo apagandoaquella noche el incendio del reactoratómico. El hombre murió de unairradiación aguda. Después de enterrar asu hijo en Moscú, los padres regresarona su aldea, que al poco evacuarían.Pero, al llegar el otoño, lograron volvera su huerto a escondidas, bosque a

Page 530: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

través, y recogieron un saco de tomatesy pepinos. La madre se mostrabacontenta: «Prepararemos unos veintebotes». ¡Qué fe en la tierra! En lasecular experiencia campesina. Nisiquiera la muerte de su hijo habíaalterado su mundo habitual. «¿Qué tepasa? ¿O es que escuchas RadioSvoboda?»[39], me soltó mi redactorjefe. Yo no le respondí. «En elperiódico no quiero gente que difunda elpánico. Tú escribe sobre los héroes,como los soldados que se subieron altejado del reactor». Un héroe… Héroes.¿Quiénes lo son hoy? Para mí lo es elmédico que, a pesar de las órdenesrecibidas desde arriba, decía a los

Page 531: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hombres la verdad. Y el periodista y elcientífico. Pero, como dijo en unareunión el redactor jefe: «¡Recordad!Ahora entre nosotros no hay ni médicos,ni maestros, ni científicos, niperiodistas, hoy solo existe paranosotros una profesión: la de hombresoviético». ¿Creería él mismo en estaspalabras? ¿Será posible que no tuvieramiedo? Cada día veo más minada mi fe.

Han llegado unos instructores delComité Central. Su itinerario era: delhotel en coche al Comité Regional delPartido, y vuelta atrás al hotel, tambiénen coche. Estudian la situación a partir

Page 532: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de los recortes de los periódicoslocales. Mochilas enteras de bocadillostraídos de Minsk. Preparan el té conagua mineral. También traída de afuera.Me lo ha contado la responsable deguardia del hotel en el que se alojaban.La gente no cree lo que dicen losperiódicos, la televisión y la radio;buscan la información en la conducta delas autoridades. Es la más de fiar.

¿Qué hacer con el niño? Tengo ganas deagarrarlo y salir corriendo. Pero llevo elcarné del Partido en el bolsillo. ¡Nopuedo!

Page 533: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

El chiste más popular de la zona: elmejor remedio contra el estroncio y elcesio es el vodka Stolíchnaya.

Pero en las tiendas de los pueblos depronto han aparecido productos antesimposibles de encontrar. He oído laintervención del secretario regional delPartido: «Os vamos a dar una vidaparadisíaca. Lo único que tenéis quehacer es quedaros y trabajar. Osllenaremos las tiendas de salchichón yde alforfón. Tendréis todo lo que habíaen las tiendas especiales». Es decir, loque antes estaba en las tiendas del

Page 534: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Comité Regional. La actitud hacia elpueblo es la siguiente: que se conformecon el salchichón y el vodka. Aunque,¡maldita sea! Antes nunca había vistoque en una tienda rural hubiera tresclases de salchichón. Hasta yo mismo lehe comprado a mi mujer unas medias deimportación.

Los dosímetros estuvieron a la venta unmes y luego desaparecieron. No sepuede escribir sobre esto. ¿Cuántos yqué radionúclidos nos han soltado?Sobre esto tampoco. Prohibido tambiéndecir que en las aldeas solo hanquedado los hombres. Han evacuado a

Page 535: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

las mujeres y a los niños. Durante elverano entero, los hombres se hanlavado ellos mismos la ropa, hanordeñado las vacas y cultivado loshuertos. Bebían, claro está. Se peleaban.Porque un mundo sin mujeres… Lástimaque no sea guionista. Es un argumentopara un filme. ¿Dónde está Spielberg?¿Mi admirado Alexéi Guerman? Élhubiera escrito sobre esto. Pero he aquíun implacable tachón del redactor jefe:«No olvide que estamos rodeados deenemigos. Tenemos muchos enemigos alotro lado del océano». Y por eso solotenemos cosas buenas y ninguna mala. Yno puede haber nada incomprensible.Pero donde se forman los convoyes de

Page 536: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

trenes especiales alguien ha visto anuestras autoridades con sus maletas.

Junto a un puesto de la milicia, mepara una anciana y me dice: «Cuandovayas por allí, échale un vistazo a micasa. Es época de recoger la patata,pero los soldados no me dejan». Los hanevacuado. Los han engañado diciéndolesque era para tres días. En caso contrariono se hubieran marchado. El hombreestá en el vacío, sin nada suyo. La gentese abre paso a sus aldeas a través de loscontroles militares. Por las sendas delos bosques. Por las ciénagas. Durantela noche. Los persiguen, les dan caza. En

Page 537: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

coches, en helicópteros. «Como con losalemanes —comparan los viejos—.Como en la guerra…».

He visto al primer merodeador. Unmuchacho joven, con dos chaquetas depiel encima. Quería demostrar a lapatrulla militar que de este modo securaba del reúma. Pero cuando leapretaron las tuercas, confesó: «Laprimera vez da algo de miedo, peroluego te acostumbras. Te tomas un tragoy andando». Es decir, tras vencer elinstinto de conservación. Porque en unestado normal esto es imposible. Así escomo los nuestros se lanzan a la hazaña.Y de igual modo, al delito.

Page 538: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Entramos en una casa campesinaabandonada. Sobre un mantel blanco hayun icono. «Para Dios», comentó alguien.En otra casa, la mesa estaba cubiertacon un mantel blanco. «Para loshombres», dijo alguien.

Viajé a mi aldea pasado un año. Losperros se habían asilvestrado. Di connuestro Rex. Lo llamo y no se acerca.¿No me había reconocido? ¿O no mequiere reconocer? Estaría ofendido.

Durante las primeras semanas y los

Page 539: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

primeros meses, todo el mundo se quedócallado. Nadie decía nada. Sumidos enla postración. Había que marcharse;pero hasta el último día, nada. La mentees incapaz de hacerse cargo de lo queestaba sucediendo. No recuerdoconversaciones serias; solo chistes:«Ahora todas las tiendas están llenas deradioaparatos»; «Los impotentes sedividen en radioactivos yradiopasivos». Pero luego, de pronto,desaparecieron hasta los chistes.

En el hospital:Se ha muerto el niño, y eso que ayer

me había invitado a caramelos.

Page 540: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En una cola por azúcar:—¿Han visto cuántas setas este año?—Están contaminadas.—Pareces bobo. ¿Y quién te obliga

a comerlas? Las recoges, las secas y lasllevas al mercado en Minsk. Te puedeshacer millonario.

¿Se nos puede ayudar? ¿Y cómo?¿Trasladar a la gente a Australia o aCanadá? Según dicen, de vez en cuandocirculan conversaciones de este géneroen las altas esferas.

Page 541: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Para levantar las iglesias se buscaba ellugar consultando literalmente al cielo.Los hombres de Iglesia tenían visiones.Se realizaban ceremonias sagradas queprecedían a la construcción del templo.En cambio, las centrales nucleares seconstruían igual que una fábrica. O queuna granja de cerdos. Se cubría el tejadode asfalto. De betún. Y el tejado cuandoardía se derretía.

¿Lo has leído? Cerca de Chernóbil hanpescado a un soldado que habíadesertado. Se había construido unrefugio y se ha pasado un año junto al

Page 542: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

reactor. Se alimentaba con lo queencontraba en las casas abandonadas;aquí un trozo de tocino, allá un bote depepinos marinados. Ponía trampas paraanimales. Huyó porque los «abuelos[40]»lo tundían «a muerte». Decidió salvarsehuyendo a Chernóbil.

Somos fatalistas. No tomamos ningunainiciativa porque estamos convencidosde que las cosas irán como han de ir.Creemos en el destino. Y esta es nuestrahistoria. A cada generación le tocó suguerra. Cuánta sangre. Así, ¿cómopodemos ser de otro modo? Somosfatalistas.

Page 543: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Han aparecido los primeros perroslobos, nacidos de lobas y perros huidosal bosque. Son más grandes que loslobos, no se paran delante de losbanderines, no temen la luz ni al hombre,no responden a la «vab». (grito de loscazadores que imitan a la llamada dellobo). Y también los gatos salvajes sereúnen ya en grupos y ya no tienenmiedo del hombre. Se les ha borrado elrecuerdo de cómo obedecían y servíanal hombre. Se está desdibujando lafrontera entre lo real y lo irreal.

Ayer mi padre cumplió ochenta años.Toda la familia se reunió alrededor de

Page 544: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la mesa. Yo lo miraba y pensaba:cuántos sucesos acumulados en una solavida: el gulag estalinista, Auschwitz yChernóbil. Todo esto ha sucedido en elperíodo de una sola generación. A él, encambio, le gusta ir a pescar. Cultivar lahuerta. De joven, la madre se dolía de sucarácter mujeriego: «No se le escapabani una falda en toda la región». Peroahora descubro cómo baja la mirada mipadre cada vez que se cruza con unamujer joven y hermosa.

De rumores:Cerca de Chernóbil están

construyendo campos de concentración

Page 545: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en los que encerrarán a los que les hacaído encima la radiación. Allí lostendrán, los estudiarán y los enterrarán.De las aldeas cercanas a la central sellevan a los muertos en autobuses ydirectos al cementerio; los entierran amiles, en fosas comunes. Como duranteel bloqueo de Leningrado.

Poco antes de la explosión, variaspersonas vieron, al parecer, una extrañaluminiscencia sobre la central. Alguienincluso la fotografió. En la película seha descubierto que era como un cuerpoextraterrestre que levitaba.

Page 546: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En Minsk han lavado los trenes y losvagones de mercancías. Van a evacuartoda la capital a Siberia. Allá ya seestán reparando los barracones que hanquedado de los campos deconcentración estalinistas. Empezaránpor las mujeres y los niños. A losucranianos ya los están evacuando.

Los pescadores cada vez se encuentrancon más peces anfibios, que puedenvivir en el agua y en la tierra. Por latierra andan sobre las aletas, como sifueran patas. Se han empezado a pescarlucios sin cabeza ni aletas. Solo les

Page 547: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quedaba el tronco. Algo parecido leempezará a pasar a la gente. Losbielorrusos se convertirán enhumanoides.

No se trató de una avería, sino de unterremoto. Ocurrió algo en la cortezaterrestre. Y se produjo una explosióngeológica. En esto han intervenidofuerzas geofísicas y cósmicas. Losmilitares ya lo sabían todo de antemano,podían haber avisado, pero, como todo,lo llevan en el más riguroso secreto.

Por culpa de la radiación, los animales

Page 548: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

del bosque están enfermos. Merodeantristes y tienen los ojos mustios. A loscazadores les da miedo y lástimadisparar contra ellos. Y los animaleshan dejado de temer al hombre. Loszorros y los lobos entran en los pueblosy se acercan cariñosos a los niños.

La gente de Chernóbil tiene hijos, pero,en lugar de sangre, a estos niños lescorre un líquido amarillo por las venas.Hay científicos que demuestran que elmono se hizo tan inteligente por habervivido en un ambiente radiactivo. Losniños que nazcan dentro de tres o cuatrogeneraciones, todos serán como

Page 549: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Einstein. Esto es un experimentocósmico que están realizando connosotros.

ANATOLI SHIMANSKI,periodista

Page 550: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LA FILOSOFÍACARTESIANA Y DE

CÓMO TE COMES UNBOCADILLO

CONTAMINADO CONOTRA PERSONA PARA

NO PASAR VERGÜENZA

He vivido entre libros. Durante veinte

Page 551: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

años he dado clases en la universidad.Soy un científico, un investigador. Unapersona que se ha buscado en la historiasu momento preferido y que vive en él.Que se dedica a él plenamente y estásumergido en su espacio. Esto en elideal. Idealmente, claro. Porque lafilosofía en nuestro país era entoncesmarxista-leninista y los temas que seproponían para las tesis eran: el papeldel marxismo-leninismo en el desarrollode la agricultura dedicada a la conquistade las nuevas tierras roturadas; el papeldel guía del proletariado mundial en…En pocas palabras, nada que ver con lasreflexiones cartesianas. Pero tuve suerte.Mi trabajo científico de final de carrera

Page 552: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

fue elegido para un concurso en Moscú yde allí llamaron y dijeron: «Dejen enpaz al muchacho. Que siga escribiendo».Y lo que escribía era un ensayo sobre elfilósofo religioso francés Malebranche,que se había dedicado a interpretar laBiblia desde posiciones de una menteracionalista. Me refiero al siglo XVIII, ala época de la Ilustración…, de la fe enla razón. Fe en nuestra capacidad paraexplicar el mundo.

Tal como yo lo entiendo ahora, tuvesuerte. No fui a caer en la trituradora; enla hormigonera. ¡Fue un milagro! Antesde eso me habían avisadorepetidamente: para un trabajo científicode fin de carrera, Malebranche quizá sea

Page 553: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

interesante. Pero para una tesis doctoraltendrá usted que pensar en otro tema.Una tesis es una cosa seria. En unapalabra, nosotros le hemos concedidouna beca para la cátedra de filosofíamarxista-leninista, y usted resulta queemigra al pasado. Ya me entiende.

Pero empezó la perestroika deGorbachov. Un tiempo que tantos añosestuvimos esperando. Lo primero quenoté fue que enseguida les empezaron acambiar las caras a las personas. Lagente hasta empezó a andar de otramanera, la vida había corregido inclusoalgo en la plástica de las personas, sesonreían más los unos a los otros. Senotaba otra energía en todo. Algo

Page 554: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

como… Es cierto, algo ha cambiado porcompleto. Hoy incluso me sorprendo delo rápido que pasó todo. Y yo también…Yo también me vi expulsado de la vidacartesiana.

En lugar de los libros de filosofíame puse a leer los periódicos del día ylas revistas; esperaba con impacienciacada número del Ogoniok, una revistaafín a la perestroika. Por la mañanahacíamos cola delante del quiosco de laprensa, ni antes ni después se leyeronlos periódicos como entonces. Nunca setuvo tanta fe como entonces. Nos caíaencima un alud de información. Sepublicó el testamento político de Lenin,un documento conservado durante medio

Page 555: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

siglo en los archivos secretos.Solzhenitsin y, tras él, Shalámov…,Bujarin…, fueron apareciendo en losestantes de las librerías. Hasta no hacíamucho, te arrestaban por poseer estoslibros. Te echaban unos cuantos años.Liberaron de su exilio al académicoSájarov…

Por primera vez, mostraban por latelevisión las sesiones del SóvietSupremo de la URSS. Todo el país sepasaba horas delante de las pantallasconteniendo la respiración. Hablábamosy hablábamos. Decíamos en voz alta lascosas que antes no nos atrevíamos asusurrar más que en nuestras cocinas.¡Cuántas generaciones se han pasado la

Page 556: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vida en nuestro país cuchicheando en lascocinas! ¡Lo que se habrá perdido enellas! ¡Lo que se habrá soñado! Más desetenta años. Toda la historia soviética.

Entonces todos iban a los mítines. Alas manifestaciones. Se firmabanmanifiestos, se votaba contra algo. Meacuerdo de un historiador que intervinoen un programa de la televisión. Trajo alestudio un mapa de los camposestalinistas. Toda Siberia parecía unincendio de banderines rojos.

Nos enteramos de la verdad sobreKuropati[41]. ¡Toda una conmoción! ¡Lasociedad se quedó muda! Los Kuropatibielorrusos: una fosa común del año 37.Allí yacen juntos bielorrusos, rusos,

Page 557: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

polacos, lituanos… Decenas de miles.Las zanjas de la NKVD de dos metrosde profundidad, donde se enterraban alos muertos en dos y en tres capas.Entonces el lugar se hallaba lejos deMinsk, pero luego entró a formar partede la ciudad. Se convirtió en la ciudad.Uno podía llegar allí en tranvía. En losaños cincuenta, en aquel terreno seplantó un joven bosque; los pinoscrecieron y los ciudadanos, sinsospechar nada, organizaban allí susfiestas de mayo. En invierno paseabanen esquís. Empezaron las excavaciones.El poder… El poder comunista mentía.Intentaba escabullirse. Por la noche, lamilicia volvía a llenar las tumbas

Page 558: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

abiertas, y durante el día las fosas sevolvían a abrir. He visto cuadrosdocumentales: hileras de cráneos a losque se les había limpiado la tierra. Ycada uno con un agujero en el cogote.

Vivíamos, claro está, con lasensación de que asistíamos a unarevolución. A una nueva época.

No me he desviado de nuestro tema.No se preocupe. Quería recordar cómoéramos cuando se produjo Chernóbil.Porque en la historia quedarán juntos: eldesmoronamiento del socialismo y lacatástrofe de Chernóbil. Han coincidido.Chernóbil ha acelerado ladescomposición de la Unión Soviética.Ha hecho volar por los aires el imperio.

Page 559: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Y de mí ha hecho un político.El 4 de mayo. Al noveno día del

accidente apareció Gorbachov. Eso fueuna cobardía, por supuesto. Aquellagente perdió los papeles. Como en losprimeros días de la guerra. En el 41. Enlos periódicos se condenaba lasartimañas del enemigo y la histeria delos occidentales. Se hablaba de lasmaniobras antisoviéticas y de losrumores provocativos que sembrabanentre nosotros nuestros enemigos. Desdeel otro lado de la colina.

Me acuerdo de mi actitud enaquellos días. Durante largo tiempo nohubo miedo; casi un mes nos pasamos encompás de espera; de que nos iban a

Page 560: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

informar de un momento a otro: bajo ladirección del Partido Comunista,nuestros científicos…, nuestros heroicosbomberos y soldados…, una vez máshan dominado los elementos. Hanalcanzado una victoria nunca vista. Hanencerrado la llama cósmica en unaprobeta. El miedo apareció al cabo deun tiempo, no enseguida, no lo dejamosentrar en nuestro fuero interno hastapasado mucho tiempo. Fue exactamenteasí. ¡Sí! ¡Sí! Tal como lo veo ahora, estemiedo no podía fundirse en nuestraconciencia en modo alguno con la ideade la energía atómica para usospacíficos. No sintonizaba con lo quehabíamos estudiado en los manuales

Page 561: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

escolares y leído en todos los libros. Ennuestra imaginación, el cuadro delmundo se nos aparecía del modosiguiente: el átomo de uso militar era elmonstruoso hongo en el cielo, comosucedió en Hiroshima y Nagasaki: en unsegundo, la gente convertida en ceniza;en cambio, el átomo para la paz se nospresentaba tan inocuo como unabombilla eléctrica. Teníamos una visióninfantil del mundo. Vivíamos según elmanual. No solo nosotros, sino toda lahumanidad se hizo más sabia después deChernóbil. Se hizo mayor. Adquirió otraedad.

De las conversaciones de losprimeros días:

Page 562: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Está ardiendo la central atómica.Pero eso sucede lejos. En Ucrania.

—He leído en los periódicos quehan mandado allí maquinaria militar. Elejército. ¡Venceremos!

—En Bielorrusia no hay ningunacentral nuclear. Podemos estartranquilos.

Mi primer viaje a la zona. Viajaba allugar y pensaba que todo estaríacubierto de ceniza gris. De hollín negro.Como en el cuadro de Briulov El últimodía de Pompeya. En cambio… Llegas allugar y todo se ve tan hermoso. ¡Québelleza! Los prados llenos de flores, eldelicado verdor de los árboles enprimavera. Es justamente la época del

Page 563: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

año que más me gusta. Todo revive.Crece y canta.

Lo que más me asombró fue lacombinación de belleza y miedo. Elmiedo dejó de aparecer separado de labelleza, y la belleza, del miedo. Elmundo al revés. Tal como lo veo ahora.Al revés. Un desconocido sentimientode muerte.

Llegamos con un grupo. No noshabía mandado nadie. Un grupo dediputados bielorrusos de la oposición.¡Qué tiempos! ¡Ya ve qué tiemposaquellos! El poder comunista cedíaposiciones. Se sentía débil, inseguro.Todo se tambaleaba. Pero lasautoridades locales nos recibían de mala

Page 564: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

manera: «¿Tienen ustedes permiso?¿Qué derecho tienen para soliviantar ala gente, a hacerles preguntas? ¿Quién hadado la orden?».

Se remitían a las instrucciones querecibían de arriba: «No entregarse alpánico. Esperar órdenes». En el sentidode que ahora ustedes nos asustan ysoliviantan a la gente y luego nosotrosseremos los que tengamos que hacercumplir el plan. Los planes de cerealesy de carne. No se preocupaban de lasalud de las personas, sino de losplanes. Los planes republicanos, lossoviéticos. Tenían miedo de sus jefes. Yestos temían a los que estaban porencima de ellos. Y así sucesivamente,

Page 565: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

subiendo por la pirámide hasta elsecretario general. Una persona lodecidía todo, lo decidía allí en susalturas celestiales. Así estaba construidala pirámide del poder. Y a su cabeza, elzar. Entonces un zar comunista.

—Aquí todo está contaminado —explicamos—. Todo lo que producísaquí no se podrá emplear comoalimento.

—Sois unos provocadores —replicaban—. Basta ya de propagandaenemiga. Vamos a llamar a…Informaremos.

Y llamaban. E informaban a quienhacía falta.

La aldea Malínovka: 59 curios por

Page 566: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

metro cuadrado.Entramos en la escuela:—¿Cómo va la vida?—Estamos todos asustados, por

supuesto. Pero nos han tranquilizado:solo hace falta lavar los tejados. Cubrirlos pozos con una tela, asfaltar loscaminos. ¡Y a vivir! Aunque es ciertoque los gatos no paran de rascarse y alos caballos los mocos les llegan hastael suelo.

La jefa de estudios de la escuela nosinvitó a su casa. A comer. Una casanueva, hacía dos meses que habíancelebrado la inauguración de la casa, la«entrada». Según costumbre bielorrusa,hay que señalar la entrada en una nueva

Page 567: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

casa. Junto a la casa, un cobertizosólido, una bodega. Lo que en otrotiempo se llamaba la hacienda de unkulak, de un campesino rico. A gente asíla mandaban a Siberia. Una casa quedaba gusto ver, envidia daba.

—Pero pronto habrán de marcharsede aquí.

—¡Ni hablar! ¡Con todo el trabajoque le hemos dedicado a esta casa!

—Mire el dosímetro.—¿Con qué derecho vienen por

aquí? Científicos del c… ¡A ver si dejana la gente en paz!

El amo de la casa… dio mediavuelta y se marchó al prado con sucaballo. Sin siquiera despedirse.

Page 568: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

La aldea Chiudiani: 150 curios pormetro cuadrado.

Las mujeres trabajando en sushuertos, los niños correteando por lascalles. Al final de la aldea, unoshombres limpian los troncos para unacasa nueva. Paramos junto a ellos elcoche. Nos rodean. Nos piden un pitillo.

—¿Cómo van las cosas por lacapital? ¿Hay vodka? Pues aquí lo haycuando quieren. Menos mal quedestilamos el nuestro. Gorbachov, comono bebe, a nosotros tampoco nos deja.

—Vaya. Conque diputados. Lo deltabaco aquí lo tenemos fatal.

—Pero, amigos —intentamosexplicarles—, si pronto tendréis que

Page 569: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

marcharos de aquí. Mirad el dosímetro.Mirad bien: la radiación en este lugar,aquí donde ahora estamos, es cien vecessuperior a la normal.

—Te estás pasando. Vaya, vaya.¡Mucha falta nos hace tu dosímetro! Túahora te largas, y nosotros, en cambio,nos quedamos. ¡Métete donde te quepatu dosímetro!

He visto varias veces el filme sobreel hundimiento del Titanic: la películame recordaba lo que yo mismo vi. Losucedido ante mis ojos. Yo viví losprimeros días de Chernóbil. Y todo pasócomo en el Titanic; el comportamientode la gente era absolutamente igual. Lamisma psicología. Yo reconocía…

Page 570: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Incluso comparaba. Ya está perforado elcasco del buque, una enorme vía de aguainunda las bodegas inferiores, tumbatoneles, cajones… El agua corre. Seabre paso entre los obstáculos. Encambio, arriba siguen las lámparasencendidas. Suena la música. Sirvenchampán. Prosiguen las disputasfamiliares, se inician nuevas historias deamor… Abajo, en cambio, el agua selleva todo por delante. Avanza por lasescaleras. Penetra en los camarotes.

Las lámparas encendidas. Suena lamúsica. Sirven champán. Nuestramentalidad. Este es un tema aparte. Enprimer lugar, nosotros ponemos lossentimientos. Esto le da gran vuelo, una

Page 571: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

gran altura a nuestra vida, pero al mismotiempo es fatal. En cambio, la opciónracional siempre es para nosotrosnegativa. Nosotros comprobamosnuestros actos con el corazón y no con larazón.

En una aldea entras a una casa y yaeres bienvenido. Eres motivo de alegría.Te comprenden. Y meneandesconsoladamente la cabeza: «Lástimano tener pescado fresco; no tengo nadaque ofrecerle». O «¿Quiere usted unpoco de leche? Ahora mismo le llenouna taza». Y no te sueltan. Te llamandesde sus casas. A algunos les dabamiedo, yo, en cambio, aceptaba lainvitación. Entraba en sus casas. Me

Page 572: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sentaba a la mesa. Me comía unbocadillo contaminado, porque todo locomían. Me tomaba una copa a su salud.Hasta experimentaba un sentimiento deorgullo de miren ustedes cómo soy. Yopuedo hacerlo. ¡Soy capaz de ello! Sí.¡Sí! Yo me decía: como no estoy encondiciones de cambiar nada en la vidade esta persona, entonces todo lo quepuedo hacer es comerme con él estebocadillo contaminado, para al menosno sentir vergüenza. Compartir su suerte.Esta es nuestra actitud hacia nuestrapropia vida.

Tengo mujer y dos hijos y me sientoresponsable de lo que les pase. Llevo eldosímetro en el bolsillo. Tal como lo

Page 573: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entiendo ahora, es nuestro mundo, somosnosotros. Hace diez años me sentíaorgulloso de ser así, ahora me davergüenza de ser como soy. Pero detodos modos me sentaré a la mesa y mecomeré aquel maldito bocadillo.Pensaba que… Me paraba a pensar enqué clase de gente éramos. Y estemaldito bocadillo no se me iba de lacabeza. Hay que comerlo con el corazóny no con la razón. Alguien ha escrito queen el siglo XX… y ahora ya en els iglo XXI, vivimos tal como nos haenseñado a hacerlo la literatura del XIX.¡Dios santo! A menudo me asaltan lasdudas. Lo he discutido con mucha gente.Pero ¿quiénes somos? ¿Quiénes?

Page 574: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tuve una conversación interesantecon la mujer, hoy ya viuda, de un pilotode helicóptero fallecido. Una mujerinteligente. Nos pasamos largo ratocharlando. Ella también queríacomprender. Comprender y hallar unsentido a la muerte de su marido.Resignarse a ella. Y no pudo. He leídomuchas veces en los periódicos cómotrabajaban los pilotos de helicópterosobre el reactor. Primero lanzaban lasplanchas de plomo, pero estasdesaparecían sin dejar huella en elagujero, entonces alguien recordó que elplomo a la temperatura de 700 grados seconvierte en vapor y, allí, la temperaturaascendía hasta los 2000 grados. Después

Page 575: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de esto, volaron hacia abajo sacos dedolomía y arena. En lo alto era de nochepor la nube de polvo que se levantaba.Reinaba la oscuridad. Columnas depolvo. Para dar en el blanco, los pilotosabrían las ventanillas de las cabinas yapuntaban abajo, con qué inclinaciónentrar: izquierda-derecha, arriba-abajo.¡Las dosis eran de locura! Recuerdo lostítulos de los artículos en losperiódicos: «Héroes del cielo»,«Halcones de Chernóbil»… Pues bien,esta mujer… Esta mujer me confesó susdudas: «Ahora escriben que mi maridoha sido un héroe. Y es verdad, es unhéroe. Pero ¿qué es un héroe? Yo sé quemi marido ha sido un oficial honesto y

Page 576: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

eficiente. Disciplinado. Y al regresar deChernóbil, al cabo de unos meses,enfermó. En el Kremlin le entregaronuna medalla, allí se encontró con suscompañeros y vio que también ellosestaban enfermos. Pero se sintieroncontentos por el encuentro. Regresó acasa feliz… con la medalla. Y yo lepregunté:

—¿Pero podías haber tenido menossecuelas y haber conservado la salud?

—Seguramente habría podido, sihubiera pensado más —me contestó—.Habría necesitado un buen traje deprotección, unas gafas especiales y unamáscara. Pero no dispusimos ni de louno ni de lo otro ni de lo tercero.

Page 577: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Aunque tampoco nosotros respetábamoslas normas de seguridad personal. Nopensábamos. Todos entoncespensábamos poco. Qué lástima queentonces nos paráramos tan poco apensar».

Yo estoy de acuerdo con ella. Desdeel punto de vista de nuestra cultura,pensar en uno mismo es una muestra deegoísmo. Algo propio de los pobres deespíritu. Siempre encuentras algo queestá por encima de ti. De tu vida.

Corría el año 89. Era el 26 de abril:el tercer aniversario. Habían pasado tresaños desde la catástrofe. Evacuaron a lagente de la zona de los 30 kilómetros,pero más de dos millones de bielorrusos

Page 578: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vivían como antes en lugarescontaminados. Y se olvidaron de ellos.La oposición bielorrusa organizó paraeste día una manifestación, y lasautoridades, a modo de respuesta,declararon ese día jornada de trabajovoluntario. Llenaron la ciudad debanderas rojas, instalaron en las callestenderetes móviles con productosentonces deficitarios: salchichasahumadas, bombones de chocolate,botes de café soluble… Por todas partesse veían coches de policía. Tambiéntrabajaban los muchachos vestidos deciviles haciendo fotografías. Pero ¡unsíntoma nuevo! Nadie les prestaba lamenor atención, ya no se los temía como

Page 579: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

antes. La gente empezó a reunirse juntoal parque Cheliuskintsi. Llegaba más ymás gente. Hacia las diez ya eran 20 000o 30 000 (son cifras de los informespoliciales que luego se dieron portelevisión) y a cada minuto la multitudcrecía. Ni nosotros nos esperábamos eseéxito. Todos estaban animados. ¿Quiénpodía resistirse a esta marea humana? Alas diez en punto, tal como lo habíamosplaneado, la columna avanzó por laavenida Lenin hacia el centro de laciudad, donde debía celebrarse el mitin.Durante todo el camino se nos fueronuniendo nuevos grupos, estos esperabana la columna en las calles paralelas y enlos callejones. En los portales. Corrió el

Page 580: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

rumor: la policía y las patrullasmilitares habían bloqueado las entradasde la ciudad, detenían los autobuses ylos coches con manifestantes llegados deotros lugares, les hacían dar la vuelta,pero nadie se dejó llevar por el pánico.La gente abandonaba los vehículos y sedirigía a pie hacia nosotros. Dieron estanoticia por el megáfono. Y un poderoso«¡hurra!» recorrió la columna; losbalcones estaban llenos de gente. Todoel mundo estaba muy animado. Losbalcones repletos de gente que abría lasventanas de par en par y se encaramabaa los ventanales. Los manifestantessaludaban. Levantaban pancartas,banderines infantiles. Entonces descubrí

Page 581: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que…, y todos lo comentaron…, que lapolicía había desaparecido, al igual quelos muchachos de civil con sus cámarasfotográficas. Tal como lo entiendo hoy,se les dio la orden de retirarse a lospatios interiores, de recogerse en losvehículos. Las autoridades seescondieron. Esperando. Se asustaron.La gente avanzaba y lloraba, agarradosde las manos. Lloraba porque vencía sumiedo. Se liberaba de su miedo.

Empezó el mitin. Y aunquededicamos y discutimos largo tiempopara preparar las listas de lasintervenciones, nadie se acordó de lalista. En una tribuna preparada a todaprisa se acercaban y, sin papel alguno,

Page 582: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hablaban gentes sencillas llegadas de lastierras de Chernóbil. Se formó una cola.Oíamos a los testigos de la catástrofe.Escuchábamos sus declaraciones. De laspersonas conocidas solo intervino elacadémico Vélijov, uno de losexdirigentes del cuartel generaldedicado a liquidar la avería, pero, adiferencia de otras, apenas recuerdo suintervención.

Como la de una madre con dos hijos.Una niña y un niño. La mujer subió conellos a la tribuna: «Mis hijos hacetiempo que no ríen. Que no juegan. Queno corren por el patio. No tienenfuerzas. Son como unos viejecitos».

O la de una mujer liquidadora.

Page 583: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Cuando se recogió las mangas y enseñóa la multitud sus brazos, todos vieronsus llagas. «He lavado las ropas denuestros hombres, que trabajaban juntoal reactor —contaba la mujer—.Lavábamos más que nada a mano,porque nos trajeron pocas lavadoras yestas se estropearon por la sobrecarga».

O un joven médico. El hombreempezó leyendo el juramentohipocrático. Nos contó cómo todos losdatos de los pacientes se guardaron conel sello de «secreto» y «ultrasecreto».Cómo la medicina y la ciencia sesometían al dictado de la política.

Aquello era el tribunal de Chernóbil.Lo reconozco. No lo voy a ocultar:

Page 584: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

aquel fue el día más grande de mi vida.Fuimos felices. Lo reconozco.

Al día siguiente, a los organizadoresde la manifestación nos llamaron adeclarar a la policía y nos juzgaron,acusándonos de ser los responsables deque una multitud de miles de personashubiera cortado la avenida yentorpecido la circulación del transportepúblico. De haber lanzado consignas nopermitidas. A cada uno nos impusieronquince días de arresto. Nos aplicaron elartículo de «gamberrismo». Tanto eljuez que dictó la sentencia como lospolicías que nos acompañaron al lugarde detención se sentían avergonzados.Todos sentían vergüenza. Nosotros, en

Page 585: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cambio, reíamos. Sí, ¡sí! Porque éramosfelices.

Entonces se nos planteó la cuestión:¿Qué podemos hacer? ¿Qué hacer apartir de ahora?

En una de las aldeas de Chernóbil,una mujer que nos vio, al enterarse deque éramos de Minsk, cayó de rodillasante nosotros: «¡Salvad a mi hijo!¡Lleváoslo con vosotros! Nuestrosmédicos no pueden descubrir qué lepasa. El pobre se ahoga, se pone azul.Se me muere». [Calla.]

Llegué al hospital. Un niño de sieteaños. Cáncer de tiroides. Quisedistraerlo con bromas. El chico se girócara a la pared: «Sobre todo no me diga

Page 586: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que no me moriré. Porque sé que me voya morir».

En la Academia de Ciencias, creoque fue allí, me enseñaron la radiografíade unos pulmones abrasados por«partículas calientes». Los pulmonesparecían un cielo estrellado. Las«partículas calientes» son como unosgranos microscópicos que se produjeroncuando se arrojó plomo y arena en elreactor incendiado. Los átomos delplomo, de la arena y del grafito sefundían y, con el impacto, se elevabanhacia el cielo. Estas partículas volaron agrandes distancias. A centenares dekilómetros. Y ahora penetran en elorganismo humano a través de las vías

Page 587: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

respiratorias.Quienes caen más a menudo son los

tractoristas y los chóferes, es decir,aquellos que aran el campo o viajan porlos caminos sin asfaltar. Cualquierórgano en que estas partículas seinstalan se «ilumina» en lasradiografías. Centenares de agujeritos,como en un fino cedazo. La personamuere. Se quema. Pero si el hombre esmortal, las «partículas calientes» no;ellas son inmortales. Un hombre muere yen mil años se convierte en polvo,mientras que las «partículas calientes»seguirán viviendo y este polvo seguirásiendo capaz de matar una y otra vez.[Calla.]

Page 588: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Regresaba de mis viajes. Me sentíalleno de impresiones. Y contaba. Mimujer, que es lingüista de formación,antes nunca se había interesado por lapolítica, como tampoco por el deporte,pero entonces no paraba de hacerme lasmismas preguntas: «¿Qué podemoshacer? ¿Qué hacer a partir de ahora?».

Nos pusimos manos a la obra;iniciamos una labor que desde el puntode vista de la sensatez era imposible derealizar. Un hombre es capaz de tomaruna decisión de este tipo solo enmomentos de conmoción, en momentosde la más completa liberación interior.Y entonces era un tiempo así. La épocade Gorbachov. ¡Un tiempo de

Page 589: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

esperanzas! ¡De fe! Decidimos salvar alos niños. Descubrir al mundo en quésituación de peligro viven los niñosbielorrusos. Pedir ayuda. Gritar. ¡Hacersonar las campanas! El poder calla, hatraicionado a su pueblo, pero nosotrosno vamos a callar. Y… rápidamente…,muy rápidamente…, se reunió un grupode fieles ayudantes y correligionarios.Nuestra contraseña era: «¿Qué lees? ASolzhenitsin, a Platónov. Ven connosotros».

Trabajábamos doce horas al día.Debíamos darle un nombre a nuestraorganización. Barajamos decenas denombres y nos decidimos por el mássencillo: «Fundación Para los Niños de

Page 590: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil».Hoy ya no hay modo de explicar, de

imaginar nuestras dudas. Nuestrasdiscusiones. Nuestros temores. Hoy sonincontables las fundaciones como lanuestra, pero entonces nosotros fuimoslos primeros en empezar. La primerainiciativa social. No sancionada pornadie desde arriba.

La reacción de todos losfuncionarios fue la misma: «¿Unafundación? ¿Qué fundación? Para estocontamos con el Ministerio de Sanidad».

Tal como lo entiendo hoy, Chernóbilnos liberaba. Nos enseñaba a ser libres.

Tengo ante mis ojos… [Se ríe.]Siempre tengo ante mis ojos… los

Page 591: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

primeros camiones frigoríficos conayuda humanitaria que entraron en elpatio de nuestra casa mandados anuestra dirección de correos. Miraba loscamiones desde la ventana de mi casa yno sabía qué hacer: ¿Cómo descargartodo esto? ¿Dónde guardarlo? Recuerdobien que los camiones venían deMoldavia. Con entre diecisiete y veintetoneladas de zumos de fruta y alimentosinfantiles. Ya entonces se había filtradoel rumor de que para expulsar laradiación había que comer más fruta.Llamé a todos mis amigos; unos estabanen la dacha y otros en el trabajo. Demodo que nos pusimos a descargar mimujer y yo, pero, poco a poco, uno tras

Page 592: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

otro, fueron saliendo de nuestro bloquelos vecinos (quiérase o no, eran nuevepisos), y los transeúntes se detenían:

—¿Qué son estos camiones?—Es ayuda para los niños de

Chernóbil.La gente dejaba lo que hacía y se

ponía a ayudar. Al llegar la noche,acabamos de descargar los camiones.Guardamos como pudimos la carga ensótanos y garajes. Hablamos con algunaescuela.

Luego nos reíamos de nosotrosmismos. Pero cuando llevamos estaayuda a las zonas contaminadas…Cuando la empezamos a distribuir… Porlo general, la gente se reunía en la

Page 593: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

escuela o en la casa de cultura.En el distrito Vetkovski… Ahora me

ha venido a la memoria un caso… Unafamilia joven… Recibieron, comotodos, un bote de comida infantil y unoszumos. Y el hombre se sentó y se puso allorar. Esos botes y esos zumos nopodían salvar a sus niños. ¡Podíaolvidarse de esto, era una miseria! Peroel hombre lloraba porque no se habíanolvidado de ellos. Alguien se acordabade ellos. Y eso quiere decir que aúnhabía una esperanza.

Respondió todo el mundo.Aceptaron acoger y tratar a nuestrosniños en Italia, Francia, Alemania… Lacompañía aérea Lufthansa los trasladó a

Page 594: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Alemania por su cuenta. Se hizo unconcurso entre los pilotos alemanes ytardaron mucho en escogerlos. Eligierona los mejores. Cuando los chicos sedirigían a los aviones saltaba a la vistaque estaban muy pálidos. Y muycallados.

Hubo sus anécdotas. [Se ríe.] Elpadre de unos niños irrumpió en midespacho y me exigió que le devolvieralos documentos del chaval. «Allí anuestros hijos les van a sacar la sangre.Van a hacer experimentos con ellos».Está claro que el recuerdo de la terribleguerra aún no se ha borrado. El pueblorecuerda. Pero aquí hay además otracosa. Durante mucho tiempo hemos

Page 595: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vivido tras una alambrada. En el camposocialista. Y teníamos miedo del otromundo. No lo conocíamos.

Además las madres y padres deChernóbil… Esto es otro tema. Es lacontinuación de nuestra conversaciónsobre nuestra mentalidad. Sobre lamentalidad soviética. La UniónSoviética cayó. Se derrumbó. Peromuchos siguieron esperando ayudadurante mucho tiempo de un gran ypoderoso país que había dejado deexistir.

Mi diagnóstico es… ¿Quiere oírlo?Una mezcla de prisión y jardín deinfancia: esto es el socialismo. Elsocialismo soviético. El hombre

Page 596: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entregaba al Estado el alma, laconciencia, el corazón, y a cambiorecibía una ración. La ración deChernóbil. La gente, en cambio, ya sehabía acostumbrado a esperar y aquejarse: «Yo soy de Chernóbil. A míme corresponde porque yo soy deChernóbil».

Tal como ahora lo entiendo,Chernóbil es un gran experimentotambién para nuestro espíritu. Paranuestra cultura.

Durante el primer año mandamos alextranjero a 5000 niños; el segundo yafueron 10 000, y el tercero, 15 000.

¿Ha hablado usted sobre Chernóbilcon los niños? No con los mayores, sino

Page 597: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con los niños. A veces razonan de formainesperada. Un ejemplo. Una niña mehabía contado cómo mandaron a su claseen el otoño del 86 al campo a recogerremolacha y zanahoria. Por todas partesencontraban ratones muertos, y ellos sereían, primero se morirán los ratones,los escarabajos, las lombrices, y luegoempezarán a morir las liebres, los lobos.Y después nosotros. Los hombresmorirán los últimos y luego… Seguíanfantaseando sobre cómo sería el mundosin animales ni aves. Sin ratones.Durante cierto tiempo quedarán solo loshombres. Sin nadie más. Incluso lasmoscas dejarán de volar. Aquellos niñostenían entre doce y quince años. Y así es

Page 598: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

como se imaginaban el futuro.Otra conversación con una niña. La

chica viajó a un campamento depioneros y allí hizo amistad con unchico. «Era un niño tan bueno —recordaba—, nos pasábamos todo eltiempo juntos». Pero luego sus amigos ledijeron al chico que ella era deChernóbil y el muchacho ya no se acercónunca más a ella. Con esta chica inclusomantuve correspondencia.

«Ahora, cuando pienso en mi futuro—escribía la muchacha— sueño conacabar la escuela y marcharme a algunaparte lejos, lejos, donde nadie sepa dedónde soy. Allí, alguien me querrá y yolo olvidaré todo».

Page 599: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Apunte, apunte. Sí. ¡Sí! Todo seborrará de la memoria, desaparecerá.Lástima de no haberlo apuntado todo.

Otra historia. Llegamos a una aldeacontaminada. Junto a la escuela, unosniños juegan a la pelota. La pelota ruedahasta un parterre con flores, los niños lorodean, andan a su alrededor, perotienen miedo de alcanzar la pelota.Primero ni siquiera comprendí lo quepasaba; teóricamente lo sabía, pero yono vivo aquí y no estoy constantementealerta, yo he llegado del mundo normal.Así que di un paso hacia el parterre ylos críos, de pronto, se pusieron a gritar.«¡No lo haga! ¡No se puede! ¡Señor, novaya!». En tres años (pues eso ocurría

Page 600: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en el 89) los niños se habíanacostumbrado a la idea de que no sepuede sentarse en la hierba, no sepueden coger flores. No se puede subir aun árbol. Cuando los llevábamos alextranjero y les decíamos: «Corred albosque, id al río, bañaos, tomad el sol»,había que ver con qué inseguridadentraban en el agua. Cómo acariciabanla hierba, pero luego… Luego, ¡cuántafelicidad mostraban! Podían zambullirsede nuevo en el agua, tumbarse en laarena… Se pasaban el día llevandoconsigo ramos de flores, trenzandodiademas con las flores del campo.

¿En qué estoy pensando? En que…tal como hoy lo entiendo… sí, podemos

Page 601: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sacarlos del país y llevarlos a curar.Pero ¿cómo les devolveremos el mundode antes? ¿Cómo devolverles el pasado?Y el futuro.

Se nos plantea una pregunta.Tenemos que responder a una pregunta:¿Quiénes somos? Sin esto, no cambiaránada. ¿Qué es para nosotros la vida? ¿Yqué es para nosotros la libertad? Lalibertad, solo sabemos soñar con ella.Pudimos ser libres pero no lo hemosconseguido. Una vez más no lo hemoslogrado. Hemos construido durantesetenta años el comunismo y ahoraconstruimos el capitalismo. Antesrezábamos a Marx y ahora al dólar. Noshemos perdido en la historia. Cuando

Page 602: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

uno se para a pensar en Chernóbilregresa aquí, a este punto: ¿Quiénessomos? ¿Qué hemos entendido denosotros mismos? De nuestro mundo. Ennuestros museos militares, que son másnumerosos que los de arte, se guardanviejos fusiles, bayonetas, granadas, y ensus patios vemos los tanques y loslanzaminas. A los escolares los llevanallí de excursión y les muestran: esto esla guerra. La guerra es así. En cambio,ahora, ya es distinta. El 26 de abril de1986 sufrimos otra guerra más. Y estano ha acabado.

Y nosotros… ¿quiénes somos?

GUENADI GRUSHEVÓI,

Page 603: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

diputado del Parlamento de Bielorrusia,presidente de la Fundación Para los

Niños de Chernóbil

Page 604: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE QUE HACE MUCHO

QUE BAJAMOS DELÁRBOL Y NO

INVENTAMOS NADAPARA QUE ESTE SE

CONVIRTIERAENSEGUIDA EN UNA

RUEDA

Page 605: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Siéntese. Acérquese más. Pero le serésincera: no me gustan los periodistas,aunque ellos tampoco son amablesconmigo.

—¿Y eso por qué?—¿No está enterada? ¿No han tenido

tiempo aún de avisarla? Entonces,entiendo por qué está usted aquí. En midespacho. Soy una figura odiosa, así mecalifican sus colegas, los periodistas.Todos gritan a mi alrededor: «En estatierra no se puede vivir». Y yo lescontesto que sí se puede. Hay queaprender a vivir en ella. Hay que tenerel valor de hacerlo. Cerremos losterritorios contaminados, rodeémoslosde alambres de espino (¡un tercio del

Page 606: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

país!). Cerrémoslos y vayámonos deallí. Aún tenemos mucha tierra. ¡Puesno! Por un lado, nuestra civilización esantibiológica, el hombre es el peorenemigo de la naturaleza, y por otro, esun creador. Transforma el mundo. Crea,por ejemplo, la torre Eiffel o las navescósmicas. Lo único es que el progresoexige víctimas y cuanto más lejosvayamos, más serán las víctimas. Y noen menor medida que en la guerra, comohemos visto. La contaminación del aire,el envenenamiento de la tierra, losagujeros de la capa de ozono… El climade la tierra está cambiando. Y noshemos horrorizado. Pero el saber comotal no puede tener la culpa ni ser un

Page 607: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

crimen.Chernóbil. ¿Quién tiene la culpa, el

reactor o el hombre? Sin duda, elhombre; él no lo hizo funcionar como esdebido, se cometieron monstruososerrores. Una suma de errores. Pero novamos a ahondar en la parte técnica.Aunque esto es un hecho. Han trabajadocentenares de comisiones y expertos. Setrata de la mayor catástrofe de origentécnico en la historia de la humanidad;nuestras pérdidas son fantásticas. Laspérdidas materiales aún no hay modoalguno de calcularlas, pero ¿y las nomateriales? Chernóbil ha sido un golpepara nuestra imaginación y lo ha sidotambién para nuestro futuro. Nos hemos

Page 608: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

asustado de nuestro futuro. Entonces nodebíamos de haber bajado del árbol, ohubiéramos debido inventarnos algopara que el árbol se convirtieraenseguida en una rueda. Por el númerode víctimas que provoca, lo que ocupael primer lugar en el mundo no es lacatástrofe de Chernóbil, sino elautomóvil. ¿Por qué nadie prohíbe laproducción de automóviles? Es másseguro viajar en bicicleta o en burro…O en carro.

Aquí callan, callan mis oponentes.Me acusan. Me preguntan: «¿Y cómo veusted que aquí los niños tomen lecheradiactiva? ¿O que coman bayasradiactivas?». Pues lo veo mal. ¡Muy

Page 609: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mal! Pero también creo que estos niñostienen padres, y que tenemos ungobierno que debe pensar en eso. Estoyen contra de… Estoy en contra de queuna gente que no conoce o que se haolvidado de la tabla de Mendeléyev nosenseñe cómo vivir. De que nos asusten.

De todos modos, nuestro pueblosiempre ha vivido atemorizado: larevolución, la guerra. Este vampirosanguinario… ¡Este demonio! Stalin. Yahora Chernóbil. Y luego nosasombramos de por qué nuestra gente esasí. Por qué no son libres, por qué temena la libertad. Están más acostumbrados avivir bajo el poder del zar. Del padre-zar. Este puede llamarse secretario

Page 610: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

general o presidente, qué más da. Peroyo no soy un político, sino un científico.

Me he pasado la vida pensando en latierra, estudiando la tierra. La tierra esuna materia tan misteriosa como lasangre. Se diría que lo sabemos todo deella, pero siempre hay un enigma quedescubrir. No nos hemos dividido entreaquellos que están a favor de vivir aquíy los que no lo están, sino entrecientíficos y no científicos. Si a usted lesobreviene un ataque de apendicitis yhay que operarlo, ¿a quién se dirigirá? Aun cirujano, claro está, y no a unentusiasta líder social. Seguirá losconsejos de un especialista. Yo no soypolítico. Pero pienso. ¿Qué es lo que

Page 611: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tiene Bielorrusia, aparte de tierra, aguay bosques? ¿Tiene mucho petróleo?¿Diamantes? No tiene nada de esto y,por lo mismo, debemos cuidar lo quetenemos. Restablecerlo. Sí, claro está,nos compadecen, mucha gente en elmundo desea ayudarnos, pero no vamosa vivir toda la vida de las limosnas deOccidente. A cuenta del bolsillo ajeno.Todo el que ha querido se ha marchado,se han quedado tan solo aquellos quequieren vivir y no morir después deChernóbil. Esta es su patria.

—¿Qué es lo que propone? ¿Cómopuede el hombre vivir aquí?

—El hombre se cura. También latierra se cura. Hay que trabajar. Pensar.

Page 612: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Superar los obstáculos aunque sea pocoa poco. Ir hacia delante. En cambio,nosotros… ¿Qué ocurre? Dada nuestramonstruosa pereza eslava, estamosdispuestos a creer antes en un milagroque en que somos capaces de crear algocon nuestras propias manos. Observe lanaturaleza. Hay que aprender de ella. Lanaturaleza trabaja, se autodepura, nosayuda. Se comporta con más sensatezque el hombre. La naturaleza aspira arecuperar el equilibrio primitivo. Aspiraa la eternidad.

Me llaman para que vaya al ComitéEjecutivo. Es algo inusual.Compréndanos, Slava Konstantínovna,no sabemos a quién creer. Decenas de

Page 613: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

científicos nos dicen una cosa y ustedotra. ¿Ha oído usted algo de la conocidamaga Paraska? Hemos decididoinvitarla a usted porque ella nos haprometido rebajar las radiacionesgamma durante este verano.

Usted se ríe. No obstante, hahablado conmigo gente muy seria y estaParaska ya ha firmado varios contratoscon algunas empresas. Se le ha pagadouna importante suma de dinero.

Esta afición… Esta ofuscación ya lahabíamos vivido. Esta histeriageneralizada. ¿Se acuerda? Miles depersonas…, millones veían la televisióny unos brujos que se atribuían a símismos unos poderes ultrasensoriales

Page 614: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Chumak y luego Kashpirovski—«cargaban» el agua. Mis colegas, todoscon títulos científicos, llenaban botes detres litros con agua y los colocabandelante de la pantalla del televisor.Bebían este agua, se lavaban con ella,porque creían que curaba. Estos brujosactuaban en estadios donde se reuníantal cantidad de personas que ni AllaPugachova podía haber soñado con algoparecido. La gente iba allí a pie, encoche y a rastras. ¡Con una fe increíble!¡Nos curaremos de todas nuestrasenfermedades gracias a la varita mágica!¿Y qué? Era lo más parecido a un nuevoproyecto bolchevique. El público llenode entusiasmo. Las cabezas llenas de

Page 615: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una nueva utopía. «Bueno —pensé—,ahora serán los brujos los que nossalvarán de Chernóbil».

Y me hace la pregunta:—¿Cuál es su opinión? Es verdad

que todos somos incrédulos, pero ya velo que dicen. Y lo que escriben losperiódicos. ¿Y si le organizamos unencuentro con Paraska?

Me encontré con ella. De dóndehabía salido, no lo sé. Seguramente deUcrania. Pero llevaba ya dos añosviajando por todas partes, bajando ybajando el nivel de radiación.

—¿Qué se propone hacer? —lepregunté.

—Es que tengo unas fuerzas

Page 616: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

interiores. Y noto que puedo rebajar elnivel de radiación.

—¿Y qué necesita para esto?—Necesito un helicóptero.Y allí es cuando me puse furiosa.

Tanto contra Paraska como contranuestros burócratas que, con la bocaabierta, se creían las mentiras de estamujer.

—El helicóptero puede esperar —ledije—. Ahora traeremos un poco detierra contaminada y la echaremos en elsuelo. Aunque sea medio metro, y aver… Y a ver si le baja usted laradiación.

Y así hicimos. Trajimos tierra… yella, al principio, primero susurraba,

Page 617: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

escupía, expulsaba con las manos no séqué espíritus. ¿Y qué pasó? Pues nada.Ningún resultado. Ahora Paraska estáencerrada en alguna cárcel de Ucrania,por estafa.

Otra bruja nos prometió acelerar ladesintegración del estroncio y el cesioen 100 hectáreas. ¿De dónde salían estospersonajes? Creo que los engendrabanuestro deseo de un milagro. Nuestraesperanza. Sus fotografías, susentrevistas. Porque alguien les destinabacolumnas enteras en los periódicos, lescedía las horas de máxima audiencia enla televisión. Si la fe en la razónabandona al hombre, en su alma seinstala el miedo, como ocurre con los

Page 618: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

salvajes. Y aparecen los monstruos.Respecto a esto, mis oponentes callan…Callan.

Solo recuerdo a un alto dirigente queme llamó para rogarme: «¿Qué le parecesi vengo a verla al instituto y usted meexplica qué es eso de un curio? ¿Qué esun microrroentgen? ¿Cómo estemicrorroentgen se convierte en unimpulso? Porque cuando viajo por lospueblos, me preguntan y paso por idiota.Como un escolar». Solo hubo uno así:Alexéi Alexéyevich Shajnov. Apunteeste nombre. En cambio, la mayoría delos dirigentes no quería saber nada, nadade física ni de matemáticas. Todos elloshabían acabado la escuela superior del

Page 619: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Partido, pero allí solo les enseñaban unaasignatura: el marxismo. Cómo animar einspirar a las masas. El pensamiento delos comisarios. Pensamiento que nohabía cambiado desde los tiempos de lacaballería roja. Me acuerdo de la frasede Budioni, el militar preferido deStalin: «A mí me da igual a quién matar.A mí lo que me gusta es arrearsablazos».

En cuanto a las recomendaciones.¿Cómo hemos de vivir en esta tierra?Me temo que se aburrirá usted con mispalabras, como todos. No hay nadasensacional en ellas. Ningún fuego deartificio. Cuántas veces habréintervenido delante de los periodistas.

Page 620: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Les contaba una cosa y al día siguienteleía otra completamente distinta. Ellector, según ellos, debía morirse demiedo. Alguno veía en la zonaplantaciones de amapolas ycampamentos de drogadictos. Y otros,un gato con tres colas. Una señal en elcielo el día del accidente.

Estos son los programas que haelaborado nuestro instituto deinvestigación. Se han impresorecomendaciones para los koljoses ypara la población. Puedo darle unejemplar. Haga usted propaganda.

Recomendaciones para loskoljoses… [Lee.]

¿Qué proponemos? Aprender a

Page 621: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dirigir la radiación, como si fueraelectricidad, encaminándola a través decadenas que salvaguarden al hombre.Para eso es necesario reconvertirnuestro tipo de gestión… Correcciones.En lugar de leche y carne, organizar laproducción de cultivos técnicos que nolleguen a los alimentos. Por ejemplo,colza. De la colza se puede sacar aceite,incluido el apto para motores. Puedeemplearse como combustible en losmotores. Se pueden cultivar semillas yesquejes. Las semillas se sometenespecialmente a radiación encondiciones de laboratorio para que asíconserven la pureza de la especie. Paralas semillas, la radiación es inocua. Esta

Page 622: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

es una vía. Hay una segunda. Si, detodos modos, producimos carne.Nosotros no tenemos manera que limpiarel grano ya listo para el consumo;entonces encontramos una salida: se lodamos al ganado, lo hacemos pasar através de los animales. Lo que se llama«zoodesactivación». Antes de sersacrificados, a los terneros de dos o tresmeses los estabulamos, les aportamospiensos «limpios». Y los animales sedescontaminan.

Creo que con esto basta. ¿No querráque le dé una conferencia? Hablamos deideas científicas. Yo hasta lo llamaríafilosofía de la supervivencia.

Recomendaciones para los

Page 623: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

particulares… Voy a ver en las aldeas alas abuelas y los abuelos. Y les leo. Yellos me responden con el pataleo. Seniegan a escucharme, quieren seguirviviendo como vivían sus abuelos ybisabuelos. Sus antepasados. Quierenbeber leche…, cuando la leche no sepuede beber. Cómprate una máquina ysaca de ella queso fresco o hazmantequilla. Y hay que tirar el suero,hay que echarlo al suelo. Quieren secarsetas. Entonces ponlas a remojo, échalasen un barreño lleno de agua toda lanoche y luego ya ponlas a secar. Aunquelo mejor sería no comerlas. TodaFrancia está repleta de champiñones, yno es en la calle donde los cultivan.

Page 624: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Sino en invernaderos. ¿Dónde estánnuestros invernaderos? Las casas enBielorrusia son de madera; losbielorrusos viven desde hace siglosrodeados de bosques. Pues bien, ahoralas casas es mejor recubrirlas deladrillo. Los ladrillos son un buenreflectante, es decir dispersan lasradiaciones ionizadas (veinte veces másque la madera). Es necesario enyesar laparcela del huerto cada cinco años. Elestroncio y el cesio son muy traidores.Esperan su momento. No está bienabonar con el estiércol de tu propiavaquita, es mejor comprar abonosminerales.

—Pero para llevar a cabo sus planes

Page 625: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

necesitaríamos otro país, otro hombre yotro funcionario. A nuestros mayores suspensiones apenas les permiten llegar acomprar pan y azúcar y usted lesrecomienda que compren abonosminerales. Que se compren nuevamaquinaria.

—Puedo decirle lo siguiente. Ahoraestoy defendiendo la ciencia. Le estoydemostrando que el responsable de losucedido en Chernóbil no es la ciencia,sino el hombre. No es el reactor, sino elhombre. En cambio, en cuanto a lascuestiones políticas, no es a mí a quienhay que plantearlas. En eso se equivocausted de puerta.

Mire. ¡Vaya! Se me había olvidado

Page 626: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

por completo. Hasta me lo habíaapuntado en un papel para no olvidarlo.Quisiera contarle algo. Cómo vino avernos un joven científico de Moscú. Sumayor ilusión había sido participar en elproyecto de Chernóbil. Aura Zhuchenkose llamaba. Se trajo consigo a su mujerembarazada…, en el quinto mes degestación. Nadie salía de su asombro.¿Cómo es posible? ¿Para qué hace unacosa así? Mientras los del lugar selargan de aquí, los de afuera vienen.¿Por qué? Pues porque era un auténticocientífico y quería demostrar que en estelugar una persona formada podía vivir.Una persona formada y disciplinada,justamente las dos cualidades que menos

Page 627: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se valoran entre nosotros. A nosotros nonos cuesta nada lanzarnos a pechodescubierto contra un nido deametralladoras. Lanzarnos con unaantorcha. En cambio… Aquí lo que senos dice es que pongamos a remojo lassetas, que tiremos la primera aguacuando las patatas echen a hervir…, quetomemos regularmente vitaminas…, quellevemos a analizar al laboratorio lasbayas…, que enterremos las cenizas…He estado en Alemania y he visto cómotodos los alemanes separancuidadosamente en la calle las basuras:en este contenedor se echa el vidriotransparente de las botellas; aquí, elrojo. Las tapas de las cajas de leche, a

Page 628: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

un lado, donde va el plástico, y elpropio paquete de cartón, donde se tirael papel. Las pilas de la máquina defotos, a otro contenedor diferente. Losrestos orgánicos, a otro. El hombre seesfuerza.

No me imagino a nuestro hombrehaciendo lo mismo: que si vidriotransparente, que si vidrio de color;valiente estupidez, esto es el colmo delaburrimiento y de la humillación. Lamadre que os… A nuestro hombre loque le encantaría es cambiar el rumbode los ríos siberianos o algo parecido.«Un poderoso movimiento de brazo, unmanotazo colosal». Pero, cuando se tratade sobrevivir, de cambiar.

Page 629: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pero este ya no es mi tema. Sino elde ustedes. Es una cuestión de cultura.De mentalidad. De toda nuestra vida.

Y aquí es donde callan. Callan misoponentes… [Se queda pensativa.]

A veces una tiene ganas de ponerse asoñar. Soñar que en un futuro no lejanocerrarán la central de Chernóbil. Laderruirán. Y la plaza que se forme en sulugar la convertirán en un verde prado.

SLAVA KONSTANTÍNOVNA FIRSAKOVA,doctora en Ciencias Agrícolas

Page 630: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO JUNTO AUN POZO CEGADO

Llegué a duras penas a aquella viejaaldea por un camino destrozado por laslluvias primaverales. Por suerte,nuestro decrépito coche de policía separó definitivamente junto a unahacienda rodeada de poderosos arces yencinas. Vine a visitar a MariaFedótovna Velichko, cantora y

Page 631: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

narradora popular muy conocida en laregión de Polesie.

En el patio de la casa me encontréa sus hijos. Nos presentamos: el mayor,Matvéi, era maestro, y el menor,Andréi, ingeniero. Intervienenanimados en la charla y, comodescubro por la conversación, todosandan alterados por el inminentetraslado.

—Un invitado llega y en cambio ladueña se ha de ir. Nos llevamos a mamáa la ciudad. Estamos esperando elcoche. ¿Qué libro dice que estáescribiendo?

Page 632: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Sobre Chernóbil?—Ahora tiene su interés recordar

Chernóbil. Yo estoy al tanto de lo queescriben en los periódicos sobre eltema. Aunque libros aún hay pocos. Yo,como maestro, he de estar enterado,pues nadie nos enseña cómo hablar deltema a los niños. A mí no me preocupala física. Doy clases de literatura. A míme preocupan cuestiones como lasiguiente: ¿Por qué el académicoLegásov, uno de los que dirigió lostrabajos de liquidación de la avería,acabó suicidándose? Regresó a casa aMoscú y se pegó un tiro. Y el ingenierojefe de la central atómica se volvióloco. Que si partículas beta, partículas

Page 633: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

alfa… Que si cesio, que si estroncio…Elementos que se descomponen, sediluyen, se trasladan… Todo esto estámuy bien, pero con el hombre ¿quépasa?

—¡Pues yo estoy a favor delprogreso! ¡De la ciencia! Porqueninguno de nosotros puede renunciar yaa la bombilla eléctrica. Ahora se hanpuesto a comerciar con el miedo.Venden miedo a Chernóbil, porque ya nonos queda nada más que vender en elmercado internacional. Esta es nuestranueva mercancía: vendemos nuestrossufrimientos.

—Han evacuado centenares dealdeas. Decenas de miles de personas.

Page 634: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Toda una Atlántida campesina… que seha diseminado por toda la ex UniónSoviética y que ya no se puede reunir denuevo. No hay modo de salvarla. Hemosperdido todo un mundo. Un mundo así yano lo habrá nunca más, no se va arepetir. Escuche, escuche a nuestramadre.

Una conversación queinesperadamente había comenzado tanseriamente, para mi desgracia, noprosiguió. A esta gente le esperaba unatarea llena de zozobra… Comprendíque abandonaban para siempre su casanatal.

Page 635: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pero en aquel momento apareció ladueña de la casa. Esta me abrazó comosi fuera su hija. Y me besó.

Hija mía, ya ves, dos inviernos quellevo sola aquí. La gente no venía…, encambio, los animales, sí. Una vez se mepresentó una zorra, me vio y se extrañó.En invierno, el día es largo y la nochedura toda una vida. Con gusto te cantaríay te contaría cuentos. La gente mayorestá ya aburrida de la vida, y laconversación es su trabajo. En ciertaocasión me vinieron a ver de la ciudadunos estudiantes, me grabaron en unmagnetófono. Esto sucedió hace mucho.

Page 636: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Antes de Chernóbil.¿Qué quieres que te cuente? Y eso si

tengo tiempo. Hace unos días estuvemirando mi suerte en el agua y vi que meesperaba el camino. Nuestras raícesabandonan su tierra. Aquí vivieronnuestros abuelos y tatarabuelos. En estosbosques se instalaron y se fueronturnando aquí durante siglos, pero ahoraha llegado un tiempo en que la desdichanos echa de nuestras tierras. Unadesdicha que ni en los cuentos se cuentay que nadie antes conoció.

Te recordaré, hija mía, cómo cuandoéramos jóvenes adivinábamos elporvenir. Te recordaré algo bueno.Alegre. Cómo empezó aquí nuestra vida.

Page 637: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Mi madre y mi padre llevaban alegres acuestas sus diecisiete años cuandotuvieron que casarse. Llamaron a uncasamentero para que les cantara.

En verano se adivinaba en el agua yen invierno en el humo; hacia el ladoque se fuera el humo, de esa dirección tevendría el marido. A mí me gustabaadivinar con el agua. En el río. El aguaes lo primero que hubo en la tierra, ellalo sabe todo. Y te puede descubrir tufuturo. Se llevaban unas velas al río, severtía en el agua la cera. Si la velaflotaba es que el amor no estaba lejos,pero si la vela se hundía, aquel añotambién te quedabas soltera. Dedoncella te quedabas.

Page 638: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Dónde se escondía tu suerte?¿Dónde mi dicha? Adivinábamos demuchos modos. Unas tomaban un espejoy se iban al baño, donde se pasaban todala noche, y si en el espejo aparecíaalguien, había que dejarlo de inmediatosobre la mesa, porque si no de allísaldría el diablo. Al diablo le gustavenir a este mundo por la puerta delespejo. Por ella.

Adivinábamos en las sombras.Sobre un vaso de agua se quemaba unpapel y se miraba la sombra que seformaba en la pared. Si aparece unacruz, es que te espera la muerte; si lacúpula de una iglesia, una boda. Unoslloran, otros ríen. A cada cual su suerte.

Page 639: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Por la noche nos quitábamos el calzadoy guardábamos una bota debajo de laalmohada. Puede que por la noche vengatu prometido a descalzarte, tú entoncesle miras y te acuerdas de su cara. A míme vino a ver otro, no mi Andréi, unoalto y de cara blanca, en cambio miAndréi no era alto de estatura. Tenía lascejas negras y todo él era risas: «Oh, miquerida señora. Mi señora querida…».[Se ríe.] Vivimos juntos, el uno con elotro, sesenta añitos. Y tres hijostrajimos al mundo. Cuando nos dejó elabuelo, los hijos le llevaron adescansar. Antes de morir me besó porvez postrera y me dijo: «Oh, mi queridaseñora…, sola te vas a quedar».

Page 640: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Qué es lo que sé? Si vives mucho,hasta la vida se te olvida e incluso elamor se te borra. Ya ves, hija mía.¡Alabado sea Dios! Aún de doncella, memetía dentro de la almohada un peine.Te soltabas el pelo y a dormir. Y vendrátu prometido disfrazado en sueños. Tepide agua para beber o para saciar lased de su caballo.

Sembramos amapolas alrededor delpozo. Un círculo hacíamos, y alatardecer nos reuníamos y gritábamos alinterior del pozo: «¡suerte, uh, uh, uh…!¡Suerte, oh, oh, oh…!». Y regresaba eleco y cada una lo entendía a su modo.Aún hoy quisiera ir al pozo. Parapreguntar por mi suerte. Aunque poca es

Page 641: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la suerte que me queda. Migajas. Ungranito seco. Y, además, los soldadoshan cegado todos nuestros pozos. Loshan tapado con tablones. Son pozosmuertos. Cegados. Solo ha quedado unafuente de hierro junto a la oficina delkoljós. Vivía en la aldea una curanderaque también te adivinaba la suerte, perotambién ella se fue a la ciudad a casa desu hija. Unos sacos… Dos sacos de losde patatas se llevó consigo llenos dehierbas medicinales. ¡Alabado sea Dios!Ya ve. Las viejas ollas en las quepreparaba sus pócimas. Las telasblancas. ¿A quién le harían falta allí enla ciudad? En la ciudad lo que se hacees ver la tele y leer libros. Eso nosotros

Page 642: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

aquí… Como los pájaros, leíamos lasseñales en la tierra, en la hierba o en losárboles. Si la tierra se abre muchotiempo en primavera y no se descongela,puedes esperar sequía en verano. Si laluna brilla mortecina, oscura, el ganadose pondrá a parir. Si las cigüeñas seretiran pronto, esperad frío. [La mujercuenta y se balancea al ritmo de suspalabras.]

Tengo unos buenos hijos y unasnueras cariñosas. Y los nietos también.Pero ¿con quién te pondrás a hablar enla ciudad? Todos te son extraños. Es unlugar vacío para el corazón. ¿Quépodrás recordar con gente extraña? Megustaba ir al bosque, vivíamos de él, y

Page 643: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

allí siempre me encontraba acompañada.Como entre la gente. Pero al bosque note dejan ir. Allí están los guardias,vigilando la radiación.

Dos años. ¡Alabado sea Dios! Dosaños se pasaron mis hijos tratando deconvencerme: «Mamá, vente a laciudad». Y al fin me han convencido. Alfin. Qué lugares tan buenos los nuestros;bosques y, alrededor, lagos. Lagoslimpios, con sus ondinas.

La gente anciana contaba que lasniñas que mueren pronto se conviertenen ondinas. Y les dejan en las ramasropa, camisas de mujer. Se colgaba enlos arbustos y en cuerdas. Y las ondinassalían del agua y corrían entre las

Page 644: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cuerdas.¿Me crees? Hubo un tiempo en que

la gente se lo creía todo. Y obedecía.Entonces no había televisión, aún no lahabían inventado. [Se ríe.] Ya ves.

¡Qué tierra más hermosa la nuestra!Aquí hemos vivido; en cambio losnuestros ya no van a vivir aquí. Nooo…

Me gusta este tiempo. El sol se elevaalto por el cielo, las aves han regresadoya. Estaba ya harta del invierno. Por lanoche no hay modo de salir de casa. Losjabalíes triscan por la aldea, ni queestuvieran en el bosque. Ya he recogidola patata. Quería plantar cebolla. Porquehay que trabajar, no te vas a quedarsentada, cruzada de brazos, esperando

Page 645: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que te llegue la muerte. Entonces nuncavendría.

Pues en cuanto me acuerdo delduende… Porque hace mucho que viveen casa. No sé muy bien por dónde, perosale del horno. Vestido de negro, conuna zamarra negra y con los botonesbrillantes. No tiene cuerpo, pero semueve. En un tiempo pensé que era mihombre que me venía a ver. Ya ve. Perono. Es el duendecillo. Sola vivo y connadie puedo hablar, de manera que porla noche me cuento el día que haquedado atrás: «He salido de temprano.Y el solecito brillaba talmente que lomiraba y me asombraba de la hermosurade este mundo. Me sentía alegre. Tanta

Page 646: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dicha había en mi corazón». Ahora encambio ya ve: hay que partir. Abandonartu tierra.

El Domingo de Ramos siemprecortaba unas ramas de sauce. Y como noteníamos santo padre, me iba al río y allíyo misma las bendecía. Una la colocabaen mi puerta. También en casa las poníay con ellas la adornaba. Las colocaba enlas paredes, en las puertas, en el techo.Y, mientras las repartía por la casa,salmodiaba: «Oh, ramita, salva a mivaca. Para que el cereal crezca alto y elmanzano me dé buenos frutos. Que tengamuchos pollitos y las ocas muchospolluelos». Hay que recorrer así la casay pronunciar largo rato el encanto.

Page 647: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Antes recibíamos la primavera conalegría. Tocábamos, cantábamos.Empezábamos a partir del día en que lasmujeres sacaban a las vacas por primeravez al prado. Entonces se tenía queexpulsar a las brujas. Para que estashechiceras no le echasen mal de ojo alas reses, no las ordeñábamos, porque sino se iban corriendo a casa ordeñadas.Y asustadas. No lo olvides, porquepuede que todo esto regrese de nuevo,así se dice en los libros santos.

Cuando en el pueblo teníamos pope,este nos leía los libros sagrados. Lavida puede acabar, pero puede empezardesde el principio. Escucha lo que tedigo. Son pocos los que lo recuerdan, y

Page 648: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pocos los que te lo puedan contar.Delante del primer rebaño, conviene

extender en el suelo un mantel blancopara que el ganado pase por encima deél, y luego han de pasar por encima laspastoras. Y, cuando pasen, han depronunciar las palabras siguientes:«Bruja malvada, cómete ahora estapiedra. Cómete la tierra. En cambio,vosotras, vaquitas, podéis corrertranquilas por los prados y los charcos.Y no temáis a nadie, ni a las gentestaimadas ni a las fieras feroces». Enprimavera, no solo la hierba sale de latierra, todo se mueve. También todo lomalo. En el desván se esconde al calor.Del lago se viene a la casa y, al llegar la

Page 649: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mañana, se arrastra por el rocío. ¡Y elhombre se ha de defender! Es buenoenterrar la tierra de un hormiguerodelante de la cancela, pero lo másseguro es enterrar junto a la puerta unviejo candado. Y así cerrarles la boca atodas las bichas. La boca y la panza. ¿Yla tierra? A la tierra no le basta con elarado y la grada, también ella necesitaprotegerse. De los espíritus malignos.Para eso hay que recorrer por dos vecestu campo, ir y decir el conjuro:«Siembro, siembro, siembro el grano. Yespero una buena cosecha. Que losratones no se me coman el grano».

¿Qué quieres que te recuerde más?La cigüeña también requiere su respeto.

Page 650: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Hay que darle las gracias por haberregresado a su viejo nido. Pues esta avete protege de los incendios y traenuestras criaturas. Así se llama a lacigüeña: «Kle, kle, kle. Ven, avecilla.¡Ven con nosotros!». Y los jóvenesrecién casados, piden por su lado: «Kle,kle, kle. ¡Ven, avecilla, con nosotros,con nosotros! Para que reine entrenosotros el amor y la armonía. Y paraque los niños crezcan sanos y suaves,como el sauce».

Por Pascua, todos pintábamoshuevos. Huevos rojos, azules, amarillos.Y si alguien tenía un difunto en casa,pintaba un huevo negro. Un huevo dellanto. Para llorar su tristeza. El rojo es

Page 651: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

para el amor; el azul, para una largavida.

Ya ves, hija. Como te cuento. Vivo yvivo. Tantos años que ya lo sé todo: loque vendrá en primavera y lo que pasaráen verano. En otoño y en invierno. Pero¿para qué vivo? Miro el mundo que merodea. Y no te diré que no me alegro.Pero, hija mía…

Oye también esto que te voy acontar. Colocas por Pascua un huevorojo en el agua, que se quede allí unosdías, y tú lávate con esa agua y la carase te pondrá hermosa. Limpia. Si quieresque alguno de los tuyos te venga ensueños, uno de tus difuntos me refiero,ve a su tumba, deja rodar un huevo por

Page 652: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el suelo y di: «Mamita mía, ven a verme,que quiero llorar tu suerte». Y le cuentastus penas. Tu vida. Y si tu marido teofende, ella te aconsejará como esdebido. Pero, antes de echar a rodar elhuevo, mantenlo un rato en la mano.Cierra los ojos y piensa. No tengasmiedo de las tumbas, que solo asustancuando se lleva a un difunto. Se cierranventanas y las puertas para que la muerteno entre volando.

La muerte siempre va de blanco,toda de blanco y con una guadaña. Yo nola he visto, pero la gente me lo hacontado. Los que se han encontrado conella. Pero mejor que no te cruces en sucamino. [Y se ríe:] Ja, ja, ja…

Page 653: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Cuando voy a visitar a mis difuntos,llevo dos huevos: uno rojo y otro negro.Uno con el color del lamento. Me sientojunto a mi marido, allí en la losa está sufoto, un retrato ni de viejo ni de joven,una buena foto: «He venido a verte,Andréi. Charlemos un rato». Lecomunico todas las novedades. Y depronto alguien me llama. Y me llega deallí una voz: «Oh, mi querida señora».

Después de visitar a Andréi, me voya ver a mi hijita, que murió a loscuarenta años; fue el cáncer que se lemetió dentro, y a pesar de los muchoslugares adonde la llevamos, nada le fuede ayuda. Y se fue a descansar tan jovencomo era. Y guapa.

Page 654: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

De todo se va al otro mundo: tantogente vieja como gente joven. Genteguapa y gente fea. Y hasta criaturaspequeñas. Pero ¿quién les llama? ¿Quépodrán contar de este mundo en el otro?No lo comprendo. Aunque tampoco lagente sabia lo entiende. Los profesoresde la ciudad, por ejemplo. Puede que elpadre de la iglesia. Cuando lo encuentre,se lo pregunto. Ya ves. Y con mi hijitahablo de esta manera: «¡Hijita mía!¡Preciosa mía! ¿Con qué pajarillosvendrás volando desde tierras lejanas?¿Con los ruiseñores o con los cuclillos?¿De qué lado he de esperarte?».

Así le canto y espero. Por si depronto se presenta. O por si me manda

Page 655: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

alguna señal. Pero no hay que quedarsejunto a las tumbas hasta la noche. A lascinco… después de comer… hay quemarcharse. El sol aún debe estar bienalto, pues cuando empieza a bajar, arodar cuesta abajo…, cuesta abajo…,hay que despedirse. Pues los difuntosquieren quedarse a solas. Comonosotros. De igual modo.

Los muertos llevan su vida, comonosotros. No lo sé, pero me lo imagino.Así lo creo. Porque si no… Y te diréotra cosa. Cuando un hombre muere ysufre mucho y en la casa hay muchagente, todos han de salir al patio, paraque el pobre se quede solo. Hasta elpadre y la madre han de salir, y los

Page 656: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

niños.Hoy he estado dando vueltas desde

el amanecer, recorro el patio, el huerto yrecuerdo mi vida. Tengo unos buenoshijos, fuertes como robles. He sido feliz,pero poco, toda la vida me la he pasadotrabajando.

¿Cuántas patatas han pasado porestas manos? ¿Cuántas patatas? ¿Cuántohabré sembrado y segado… [Repite:]sembrado y segado… hasta hoy? Sacaréel cedazo con las simientes. Pues me hanquedado semillas de judías, girasoles…Los tiraré aquí mismo sobre la tierradesnuda. Que sigan vivas. Y las semillasde las flores las tiraré por el patio.Porque no sabes cómo huelen al llegar

Page 657: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el otoño. El guisante de olor. Pero hallegado un tiempo, hija mía, que nopuedes tocar la simiente; la arrojas alsuelo y te crece, cobra fuerza, pero no esbuena para el hombre.

Ya ves qué tiempos. Dios nos hamandado una señal. Y el día en que seprodujo este Chernóbil maldito yo soñécon abejas, vi muchas, muchas abejas.Abejas que, una colmena tras otra, seiban volando muy lejos, muy lejos. Ycuando sueñas con abejas es que habráun incendio. La tierra que se va aincendiar. Dios nos mandó la señal deque el hombre ya no vive en la tierracomo en su propia casa, sino que es unhuésped. Somos unos invitados de ella.

Page 658: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[Se echa a llorar.]—Mamá —se oyó la voz de uno de

los hijos—. ¡Mamá! Ha llegado elcoche.

Page 659: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LA AÑORANZA DE

UN PAPEL Y DE UNARGUMENTO

Se han escrito ya decenas de libros.Muchas películas. Comentariosdiversos. Y, sin embargo, el sucesosupera igualmente todo género decomentarios.

En cierta ocasión oí o leí que

Page 660: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil se nos plantea ante todo comoun problema de autoconocimiento. Yestuve de acuerdo, pues coincide con loque siento. Sigo confiando en quealguien muy inteligente me lo expliquetodo. Me lo aclare. De igual modo comome ilustran en todo lo referente a Stalin,a Lenin, al bolchevismo. O como nosmachacan sin parar: «¡El mercado! ¡Elmercado! ¡El mercado libre!». Encambio, nosotros… Nosotros, que noshemos formado en un mundo sinChernóbil, vivimos, en cambio, conChernóbil.

Yo de hecho soy un especialistaprofesional en cohetes, experto encombustible de propulsión. He trabajado

Page 661: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en Baikonur[42]. Los programas Cosmose Intercosmos representan una gran partede mi vida. ¡Una época maravillosa!¡Conquistemos el cielo! ¡Conquistemosel Ártico! ¡Las tierras vírgenes! ¡Elcosmos! Todo el pueblo soviético volócon Gagarin al cosmos, se lanzó alespacio. ¡Todos nosotros! ¡Hasta hoysigo enamorado de él! ¡Un maravillosohombre ruso! ¡Con una espléndidasonrisa! Hasta su muerte parece fruto deun guión. Todos soñando con volar, conflotar en el aire, con la libertad.Deseando escapar a alguna parte. ¡Fueun tiempo maravilloso!

Por circunstancias familiares metrasladé a Belarús y aquí seguí

Page 662: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

trabajando. Cuando llegué, me sumergíen este espacio de Chernóbil, y esteambiente sometió mis sentimientos a unserio correctivo. Era imposible imaginaralgo parecido, aunque siempre he estadoen contacto con la técnica moderna, conla técnica del cosmos. De momento,cuesta pronunciar…, es imposibleimaginar… algo… [Se quedapensativo.]

Un instante antes me parecía habercazado el sentido. Hace un instante. Mesiento impelido a filosofar. Hables conquien hables de Chernóbil, a todo elmundo le da por filosofar.

Pero mejor le cuento de mi trabajo.¡Lo que no habremos hecho! Estamos

Page 663: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

construyendo una iglesia. La iglesia deChernóbil, en honor al icono de laMadre de Dios «Gloria a los Caídos».Recogemos donaciones, visitamos a losenfermos y a los moribundos.Escribimos una crónica. Estamosconstruyendo un museo.

En un principio pensé que, con micorazón, no podría trabajar en un lugarcomo este. Pero me dieron una primeramisión: «Toma este dinero y repárteloentre 35 familias. Entre 35 viudas, cuyosmaridos hayan muerto». Todos habíansido liquidadores. Había que ser justos.Pero ¿cómo? Una viuda tenía una niñapequeña, que estaba enferma; otra viudatenía dos niños; una tercera mujer era

Page 664: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ella la que estaba enferma; otra vivía enun piso de alquiler, y aún había otra másque tenía cuatro hijos. Por la noche medespertaba pensando: «¿Cómo hacerpara que nadie salga perjudicado?».Pensaba y contaba el dinero, contaba ypensaba. ¿Se imagina? Y no puderesolverlo. Repartimos el dinero a todospor igual, siguiendo el orden de la lista.

Pero mi gran obra es el museo. Elmuseo de Chernóbil. [Calla.]

Aunque a veces me parece que loque habrá aquí no es un museo sino unaoficina de pompas fúnebres. ¡Yo trabajoen el servicio de sepelios! Esta mañana,aún no había tenido tiempo de quitarmeel abrigo, que se abre la puerta y desde

Page 665: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el umbral una mujer que, más quesollozar, chillaba: «¡Quédense con sumedalla, con todos los diplomas!¡Quédense con las compensaciones!¡Pero devuélvanme a mi marido!». Sepasó mucho rato gritando. Y al irse medejó la medalla, los diplomas. Puesbien, allí se quedarán, en el museo, en lavitrina. La gente los verá. Pero losgritos, sus gritos, no los ha oído nadiemás que yo, y cuando hable sobre estosdocumentos lo recordaré.

Ahora se está muriendo el coronelYaroshuk. Un químico-dosimetrista. Eraun tipo enorme y ahora está paralizadoen la cama. La mujer le da la vueltacomo a una almohada. Le da de comer

Page 666: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con la cuchara. Además, tiene piedras enlos riñones, habría que deshacerle loscálculos, pero no tenemos dinero paracostear la operación. Somos muypobres, subsistimos con las donaciones.El Estado, en cambio, se porta como unsinvergüenza, ha abandonado a estagente. Cuando el coronel se muera,pondrán su nombre a una calle, a unaescuela o a una unidad militar; pero estoserá cuando se muera. El coronelYaroshuk… Había recorrido a pie todala zona, determinando los límites de lospuntos máximos de contaminación; esdecir se había empleado a una persona,en el pleno sentido de la palabra, comosi fuera un robot. El hombre era

Page 667: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

plenamente consciente de ello, pero, detodos modos, se hizo toda la zona,empezando desde la misma central, encírculos de radio creciente y porsectores. Llevando los aparatos dedosimetría encima. «Palpaba» una«mancha» y se movía siguiendo lafrontera de la «mancha» para marcarlaexactamente en el mapa.

¿Y los soldados que trabajaron en elmismo techo del reactor? En laliquidación de las consecuencias de laavería, se destinaron, en total, 210unidades militares: cerca de 340 000militares.

A los que limpiaron el tejado lestocó la peor parte de aquel infierno. Les

Page 668: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

habían dado delantales de plomo, perola emisión venía de abajo y en esa parteel hombre estaba al descubierto.Llevaban las botas de faena máscorrientes. Permanecían de un minuto ymedio a dos al día, subidos al tejado. Yluego, cuando los licenciaban, lesentregaban un diploma y un premio: 100rublos. Y desaparecían en los espaciosinfinitos de nuestra patria. Sobre eltejado rastrillaban el combustible y elgrafito del reactor, pedazos de cementoy del encofrado. Eran veinte o treintasegundos para cargar unas parihuelas yotros tantos para arrojar la «basura»desde el techo. Solo que aquellasparihuelas especiales pesaban 40 kilos.

Page 669: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

De manera que imagínese: el delantal deplomo, las máscaras, esas parihuelas ytodo a una velocidad endiablada. ¿Seimagina?

En el museo de Kíev hay unamaqueta de grafito del tamaño de unagorra; dicen que si fuera de verdadpesaría dieciséis kilos, así de denso ypesado es.

Los manipuladores teledirigidos senegaban a menudo a ejecutar las órdenesque se les daba o hacían algocompletamente distinto, pues suscircuitos electrónicos quedabandestrozados bajo el efecto de los altoscampos electromagnéticos. Los «robots»más fiables eran los soldados. Los

Page 670: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

bautizaron con el nombre de «robotsverde». (por el color del uniformemilitar).

Por el techo del reactor destruidohan pasado 3600 soldados. Aquelloshombres dormían en el suelo; todoscontaban cómo en los primeros díasechaban la paja sobre el suelo en lastiendas de campaña. Y recogían esa pajade los almiares cercanos al reactor.

Eran muchachos jóvenes. Ahoratambién ellos se están muriendo; perocomprenden que sin ellos no lo hubieranhecho. Además eran personas de unacultura especial. La cultura de la hazaña.Unas víctimas.

Hubo un momento en que existió el

Page 671: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

peligro de una explosión termonuclear, yentonces se impuso la necesidad desoltar el agua de debajo del reactor.Para que el uranio y el grafito fundidosno cayeran allí dentro, donde, junto conel agua, podrían alcanzar la masacrítica. Y provocar, por tanto, unaexplosión de hasta tres o cincomegatones. Entonces no solo hubieraperecido la población de Kíev y deMinsk, sino que no se hubiera podidovivir en una zona enorme de Europa. ¿Seimagina? Una catástrofe europea.

De modo que esta era la misión: ¿Aver quién se zambullía en aquel agua yabría allí el pestillo de la compuerta dedesagüe? Les prometieron coche, piso,

Page 672: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dacha y mantener a los familiares hastael fin de sus días. Se pidió voluntarios.¡Y aparecieron! Y los muchachos setiraron, se zambulleron muchas veces yabrieron aquella compuerta. Y lesdieron 7000 rublos para todo el equipo.Aunque se olvidaron de los coches y delos pisos prometidos. ¡Pero es queademás no lo hicieron por eso! No lohicieron por razones materiales. Lo quemenos importaba era lo material. [Seemociona.]

Esta gente ya no existe. Solo quedansus documentos en nuestro museo. Losapellidos. Pero si ellos no lo hubieranhecho… Nuestra disposición alsacrificio. En eso no tenemos rival.

Page 673: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Un día discutí con uno. El hombreme quería demostrar que una actitudcomo aquella se explicaba por el pocovalor que le damos a la vida. Que eracosa de nuestro fatalismo asiático. Unapersona que sacrifica su vida, me veníaa decir, no se percibe a sí misma comouna personalidad única, irrepetible,como un ser que ya no volverá a existirnunca más. Es la añoranza de un papel.Hasta entonces era una persona sin texto;un figurante. Un ser que no tenía unguión, que solo servía de telón de fondo.Y aquí de pronto se convierte en elpersonaje principal. La añoranza de unsentido. ¿Qué es nuestra propaganda?¿Nuestra ideología? Le proponen a uno

Page 674: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

morir para dar un sentido a su vida. Loencumbran. ¡Le dan un papel! Un granvalor a su muerte, porque tras la muertellega la eternidad. Esto es lo que mequería demostrar. Me daba ejemplos.

¡Pero yo no estoy de acuerdo!¡Rotundamente, no! Sí, es verdad, se nosha educado para ser soldados. Así noshan enseñado. Siempre en estado demovilización, siempre dispuestos arealizar algo imposible.

Mi padre, cuando, después de laescuela, quise ingresar en unauniversidad civil, se quedó de piedra.«¿Yo un militar de carrera y tú llevarásun traje de chaqueta? ¡Tu deber esdefender la Patria!». Estuvo varios

Page 675: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

meses sin hablarme, hasta el día en queentregué mis papeles en un centromilitar.

Mi padre luchó en la guerra; ya hamuerto. Siempre viviendo con lo puesto,sin fortuna alguna, como toda sugeneración. Tras su muerte, no quedónada, ni casa, ni coche, ni tierras. ¿Quétengo yo de él? Su macuto de campaña—se lo dieron antes de la guerrafinlandesa— y, dentro de él, suscondecoraciones ganadas en combate. Yademás conservo en una bolsa lastrescientas cartas de mi padre desde elfrente, empezando desde el 41; mi madrelas guardó. Esto es todo lo que me haquedado de él. ¡Y sin embargo, a mí me

Page 676: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

parece un capital de un valorincalculable!

¿Ahora entiende cómo veo nuestromuseo? Allí tiene un bote con tierra deChernóbil. Un puñado de tierra. Allí, uncasco de minero. También de Chernóbil.Enseres campesinos de la zona. En estelugar no se puede dejar entrar a losdosimetristas. ¡Todo esto aúlla! ¡Perotodo aquí debe ser autentiquísimo!¡Nada de reproducciones! Es necesarioque nos crean. Y solo se puede creer loverdadero, porque hay demasiadasmentiras en torno a Chernóbil. En elpasado y en el presente. El átomo,apareció un dicho así, el átomo se puedeemplear no solo para fines militares o

Page 677: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

civiles, se puede aplicar también parafines personales. Todo se ha llenado defundaciones, de estructuras comerciales.

Ya que escribe un libro así, debeusted ver nuestro material en vídeo, quees único. Lo vamos recogiendo amigajas. ¿La crónica de Chernóbil?Cuente que no existe. No nos la dejabanfilmar. Todo estaba bajo secreto. Y sialguien lograba grabar algo, al instante,nuestros bien conocidos órganoscompetentes te retiraban este material yte devolvían las cintas borradas.Tampoco tenemos la crónica de cómoevacuaron a la gente, de cómo se sacó elganado. Estaba prohibido filmar latragedia, solo se grababa el heroísmo. A

Page 678: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pesar de todo se han editado álbumessobre Chernóbil, pero ¡cuántas veces leshan destrozado las cámaras a losoperadores de cine y de televisión!¡Cuántas los han machacado en losdespachos de arriba!

Para contar honestamente lo quepasó en Chernóbil hacía falta valor; aúnahora se necesita. ¡Créame! Pero tieneque verlas. Estas imágenes. Las carasnegras como el grafito de los primerosbomberos. ¿Y sus ojos? Son los ojos deuna gente que ya sabe que nos va adejar. En un fragmento se ven laspiernas de una mujer que a la mañanasiguiente de la catástrofe se fue atrabajar a un huerto cercano a la

Page 679: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estación nuclear. Anduvo campo através, por la hierba cubierta de rocío.Sus piernas parecen un cedazo, todasperforadas hasta las rodillas. Esto hayque verlo, ya que escribe usted un libroasí.

Yo llego a casa y no puedo coger enbrazos a mi hijo pequeño. He detomarme 50 o 100 gramos de vodka parapoder tomar a mi niño en brazos.

Hay toda una sección del museodedicada a los pilotos de helicóptero. Elcoronel Vodolazhski. Héroe de Rusia;está enterrado en tierra bielorrusa, en laaldea Zhúkov Lug. Cuando superó ladosis límite, debieron haberlo evacuadoinmediatamente, pero se quedó e

Page 680: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

instruyó a otros 33 equipos de pilotos.Realizó personalmente 120 vuelos,arrojó 200 o 300 toneladas de carga; latemperatura en la cabina alcanzaba los60 grados. ¿Qué pasaba abajo cuando searrojaban los sacos de arena?Imagíneselo. Un horno. La radiaciónalcanzaba los 1800 roentgen a la hora.Los pilotos llegaban a sentirse mal en elaire. Para hacer un lanzamiento ajustado,para acertar en el objetivo —en la bocaardiente— sacaban la cabeza de lacabina y apuntaban a ojo. Miraban haciaabajo. No había otro modo de hacerlo.

En las sesiones de la comisióngubernamental se informabasimplemente, como si tal cosa: «Para

Page 681: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

esto hay que perder dos o tres vidas. Ypara esto, una vida». Así de sencillo,como si tal cosa.

Murió el coronel Vodolazhski. En sucartilla de dosis acumuladas sobre elreactor los médicos le apuntaron sieterems. ¡Cuando en realidad fueronseiscientos!

¿Y los cuatrocientos mineros quetaladraron el túnel de debajo delreactor? Hacía falta abrir un túnel parainyectar nitrógeno líquido en la base ycongelar una almohadilla de tierra: asíse dice en el lenguaje técnico. De otromodo, el reactor se hubiera desplomadoen las aguas subterráneas. Mineros deMoscú, de Kíev, de Dnepropetrovsk. No

Page 682: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

he leído nada sobre ellos. Y, en cambio,aquellos muchachos, desnudos, a 50grados de temperatura, empujaban acuatro patas las vagonetas. Allí dentrohabía aquellos mismos cientos deroentgen.

Ahora se están muriendo. Pero ¿y siellos no lo hubieran hecho? Yo creo queson unos héroes y no víctimas de unaguerra, una guerra que como si no lahubiera habido. Lo llaman avería,catástrofe. Cuando fue una guerra. Hastanuestros monumentos de Chernóbilparecen militares.

Hay cosas que no está permitidocomentar: el pudor eslavo. Pero usted lodebe saber. Con el libro que está

Page 683: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

escribiendo. A las personas que trabajanen un reactor o en sus inmediaciones,por norma general, se les daña… Es unsíntoma similar al que se da entre lostécnicos de armas estratégicas. Se tratade algo bien sabido. Por regla general,les queda afectado el sistemagenitourinario. Los atributos masculinos.Pero del tema no se habla en voz alta.No está bien visto.

En una ocasión acompañé a unperiodista inglés; el hombre preparóunas preguntas muy interesantes.Justamente sobre este tema; le interesabael aspecto humano del problema. ¿Quéle ocurre a la persona después de todoeso en casa, en la vida cotidiana, en la

Page 684: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vida íntima? Y lo bueno es que noobtuvo ninguna respuesta sincera. Porejemplo, pidió que reunieran a algunospilotos de helicóptero para charlar entrehombres. Se presentaron unos cuantos,algunos ya jubilados a los treinta ycinco, cuarenta años. A uno lo trajeron apesar de tener una pierna rota; se lehabía producido una fisura típica de lagente mayor; es decir, en su caso por elefecto de la radiación, los huesos sereblandecen. Pero lo trajeron.

El inglés les hace sus preguntas:¿Cómo os va ahora con la familia…, quétal con vuestras jóvenes esposas? Lospilotos permanecen callados. Ellos hanvenido a contar cómo realizaban hasta

Page 685: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cinco vuelos al día. Y este ¿qué lespregunta? ¿Sobre sus mujeres? De estostemas… Entonces, el tipo se pone asonsacarles uno a uno. Pero ellos, comoun solo hombre: la salud es normal, elEstado valora su gesta y en casa reina elamor y la concordia. Y ni uno solo… Niuno se sinceró.

Los pilotos ya se habían marchado,pero yo noto que el inglés estádeprimido.

«¿Entiendes ahora por qué nadie oscree? —me dice—. Os engañáis avosotros mismos».

El caso es que el encuentro se habíarealizado en un café, donde servían dosatractivas camareras. Las chicas ya

Page 686: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estaban recogiendo las mesas y el inglésva y les pregunta:

—¿Al menos ustedes me podríancontestar a unas cuantas preguntas?

Y las dos muchachas le pusieron lascartas boca arriba. Él les pregunta:

—¿Quieren casarse?—Sí, pero sobre todo no aquí.

Todas soñamos con casarnos, pero conun extranjero, para dar a luz un niñosano.

Entonces, el inglés se anima y seatreve a ir más allá:

—Pero, a ver, ¿tienen ustedesamigos? ¿Cómo son? ¿Ellos lessatisfacen? ¿Entienden a lo que merefiero?

Page 687: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Mire, ahora estaban con ustedesunos pilotos. Unos tipos de dos metros.Con todas sus medallas. Pues bien, estostipos son buenos para las tribunas, perono para la cama.

El periodista fotografió a aquellaschicas, y a mí me repitió la misma frase:

—¿Entiendes ahora por qué nadie oscree? Os engañáis a vosotros mismos.

Fuimos con él a la zona. Laestadística es conocida: en torno aChernóbil hay ochocientas fosas. Elhombre esperaba encontrarse con unasinstalaciones técnicas fantásticas;cuando lo que hay son unas zanjas de lomás corriente. Y en ellas, el «bosqueanaranjado», los árboles talados en 150

Page 688: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hectáreas alrededor del reactor (a losdos días de la avería, los pinos y losabetos se pusieron rojos y luego decolor naranja). Yacían allí miles detoneladas de metal y acero, pequeñastuberías, trajes de trabajo,construcciones de hormigón.

El periodista me mostró una foto deuna revista inglesa. Una vistapanorámica. Desde arriba. Miles demáquinas, tractores, aviones. Coches debomberos, ambulancias.

La fosa más grande se halla junto alreactor. Quería fotografiarla ahora,pasados diez años. Le habían prometidouna buena suma de dinero por la foto.De modo que damos vueltas y más

Page 689: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

vueltas, y cada director nos manda aotro: unas veces te dicen que no tienenel mapa; otras, no nos dan permiso.

Dimos vueltas hasta no poder más deagotamiento, cuando de pronto se meocurrió: comprendí que la fosa ya noexistía, que ya no existía en la realidad,sino solo en los listados. Hacía tiempoque lo habían robado todo y repartidopor los mercados, convertido en piezasde recambio para los koljoses y en leñapara la casa. Lo habían robado todo y selo habían llevado. El inglés no podíacomprenderlo. ¡No me creyó! ¡Cuandole dije toda la verdad, el hombre no mecreyó!

Y hasta yo ahora, cuando leo incluso

Page 690: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el artículo más valiente, no me lo creo.De forma constante me vienesubconscientemente la idea: «¿Y si depronto también esto es mentira? ¿Oalgún cuento?». Recordar la tragedia seha convertido en un lugar común. ¡En untópico! ¡O en un espantajo! [Concluyeen tono desesperado. Calla durantelargo rato.]

Todo lo llevo al museo. Cargo contodo. Pero hay días en que se me ocurrepensar: «¡Lo mando todo al diablo! ¡Melargo!». ¿Cómo se puede soportar todoesto, dígame?

Un día tuve una conversación con unsacerdote joven. Estábamos junto a latumba recién cubierta de Sasha

Page 691: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Goncharov. Uno de los muchachos queestuvieron en el tejado del reactor.Nevaba. Hacía viento. Un tiempoinfernal. El sacerdote oficia el funeral.Lee la oración con la cabezadescubierta.

—Cualquiera diría que no nota ustedel frío —le comenté más tarde.

—Así es —me contestó—; enmomentos como este soy todopoderoso.Ninguna otra ceremonia religiosa metransmite tanta energía como losfunerales.

Lo recuerdo ahora: eran las palabrasde un hombre que siempre se encuentracerca de la muerte.

Más de una vez les he preguntado a

Page 692: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los periodistas extranjeros que vienen avernos, muchos de ellos nos han visitadoya varias veces: ¿Por qué vienen, porqué piden que les manden a la zona?Sería estúpido pensar que es solo pordinero o para hacer carrera.

«Nos gusta esto —confiesan—. Aquírecibimos una potente carga de energía».

¿Se imagina? Una respuestainesperada, ¿no es cierto? Para ellos,seguramente, nuestros hombres, sussentimientos, su mundo es algo nuncaantes visto. La enigmática alma rusa. Anosotros también nos encanta beber ydiscutir en la cocina. Uno de mis amigosdijo en cierta ocasión: «En cuanto nosllenemos la panza y nos olvidemos de lo

Page 693: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que es sufrir, ¿para quién resultaremosentonces interesantes?». No puedoolvidar estas palabras. Pero tampoco hepodido aclarar qué es lo que más lesatrae a los demás: ¿Nosotros mismos?¿O lo que se puede escribir sobrenosotros? ¿O entender, a través denosotros?

¿Qué es eso de dar vueltascontinuamente alrededor de la muerte?

Chernóbil. Ya no tendremos otromundo más que este. Al principio,cuando arrancaban la tierra de debajo delos pies, soltábamos este dolor nuestrosin más; pero ahora te invade laevidencia de que no hay otro mundo: deque no hay adónde ir. La sensación de

Page 694: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

asentamiento trágico en esta tierra deChernóbil. Una visión del mundoradicalmente distinta.

De la guerra había regresado lageneración «perdida». ¿Recuerda aRemarque? Pero con Chernóbil vive lageneración «desconcertada». Vivimosen el desconcierto. Lo único que no hacambiado es el sufrimiento humano.Nuestro único capital. ¡Un tesoro que notiene precio!

Llego a casa… después de todo eso.Mi mujer me escucha. Y luego me dicecon voz queda: «Te quiero, pero no tedaré a mi hijo. No se lo daré a nadie. Nia Chernóbil, ni a Chechenia. ¡A nadie!».También en ella se ha instalado ya este

Page 695: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

miedo.

SERGUÉI VASÍLIEVICH SÓBOLEV,vicepresidente de la asociación

republicanaEscudo para Chernóbil

Page 696: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

CORO DEL PUEBLO

Klavdia Grigórievna Barsuk, esposa deun liquidador; Tamara VasílievnaBeloókaya, médico; YekaterinaFiódorovna Bobrova, evacuada de laciudad de Prípiat; Andréi Burtis,periodista; Iván NaúmovichBerguéichik, pediatra; Yelena IlínichnaVoronkó, habitante del poblado ruralBraguin; Svetlana Góvor, esposa de

Page 697: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

liquidador; Natalia MaxímovnaGoncharenko, evacuada; TamaraIlínichna Dubikóvskaya, habitante delpoblado rural Narovlia; AlbertNikoláyevich Zaritski, médico;Alexandra Ivánovna Kravtsova,médico; Eleonora Ivánovna Ladutenko,radiólogo; Irina Yúrievna Lukashévich,comadrona; Antonina MaxímovnaLarivónchik, evacuada; AnatoliIvánovich Polischuk,hidrometeorólogo; Maria YákovlevnaSavélieva, madre; Nina Jantsévich,esposa de liquidador.

Hace tiempo que no veo a mujeres

Page 698: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

embarazadas felices. Mamás felices.Mire, una de las que ha dado a luz ahoramismo, vuelve en sí y llama: «¡Doctor,enséñemelo! ¡Tráigamelo!». Le palpa lacabecita, la frente, todo el cuerpo.Cuenta los dedos de los pies y de lasmanos. Comprueba. Quiere estar segura:«Doctor, ¿mi niño ha nacido normal?¿Todo está bien?». Se lo traen para quele dé de comer. Tiene miedo: «Vivo nolejos de Chernóbil. He ido allí a ver ami madre. Me cayó encima aquellalluvia negra».

Te cuentan sus sueños: unas veces,una ternera que ha nacido con ochopatas, otras un cachorro con cabeza deerizo. Unos sueños tan extraños. Antes

Page 699: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

las mujeres no tenían sueños así. Yo nolos había oído. Y eso que llevo treintaaños de comadrona.

Toda mi vida la vivo en la palabra…Con la palabra… Enseño lengua yliteratura rusa en la escuela. Sería, creorecordar, a principios de junio; habíaexámenes. De pronto, el director de laescuela nos reúne para anunciarnos:«Mañana venid todos con palas». Al finse aclaró que debíamos arrancar la capasuperior, la capa contaminada de latierra en torno a los edificios de laescuela, y luego vendrían los soldados ylo asfaltarían. Preguntamos: «¿Qué

Page 700: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

medios de protección nos darán? ¿Nostraerán trajes especiales,respiradores?». Nos contestaron que no.«Tomad las palas y a cavar». Solo dosmaestros jóvenes se negaron, el resto fuey se puso a cavar. Nos sentíamosdeprimidos y a la vez con la sensaciónde cumplir con nuestro deber; es algoque está en nosotros: estar allí dondehay dificultades, donde hay peligro,defender la patria.

¿O no es esto lo que yo les enseño alos alumnos? Solo eso: dar un pasoadelante, lanzarse al fuego, defender,sacrificarse. La literatura que yoenseñaba no trataba de la vida, sino dela guerra. Sobre la muerte. Shólojov,

Page 701: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Serafimóvich, Fúrmanov, Fadéyev,Borís Polevói[43]…

Solo dos maestros jóvenes senegaron. Pero son de la nuevageneración. Ya son otro tipo depersonas.

Cavamos la tierra de la mañana a lanoche. Cuando regresábamos a casa nospareció raro ver que las tiendasestuvieran abiertas: las mujerescompraban medias, perfumes. Nosotrosya estábamos sumergidos en unasensación de guerra. Mucho máscomprensible resultaba comprobar quede pronto aparecieron las colas paracomprar el pan, la sal, las cerillas…Todos se pusieron a secar pan. Lavaban

Page 702: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el suelo cinco y seis veces al día,tapaban las rendijas de las ventanas. Sepasaban el día escuchando la radio. Estecomportamiento me resultó conocido,aunque he nacido después de la guerra.Yo intentaba analizar mis sentimientos yme asombré al descubrir la rapidez conque se había adaptado mi psique; de unmodo que no alcanzo a comprender, laexperiencia de la guerra me resultó serfamiliar. Me podía imaginar cómoabandonaría la casa, cómo nos iríamoscon los niños, qué cosas me llevaría yqué escribiría a mi madre. Aunquealrededor transcurría la vida pacífica desiempre y por la tele daban comedias.Pero nosotros siempre hemos vivido

Page 703: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sumidos en el terror; sabemos vivir en elterror; es nuestro medio natural de vida.

Y en esto, nuestro pueblo no tieneigual.

Yo no he vivido una guerra. Pero todoesto me la recordó. Los soldadosentraban en las aldeas y evacuaban a lagente. Las calles de los pueblos estabana rebosar de maquinaria militar:blindados, camiones con lonas verdes,hasta tanques. La gente abandonaba suscasas en presencia de los soldados; yesto tenía un efecto deprimente, sobretodo para aquellos que han vivido laguerra. Primero culpaban a los rusos:

Page 704: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

«Ellos tienen la culpa; la central essuya». Pero luego: «La culpa la tienenlos comunistas».

El corazón te latía presa de un terrorinhumano.

Nos han engañado. Nos prometieronque regresaríamos a los tres días.Dejamos la casa, el baño, el pozo y elviejo jardín. Por la noche, antes departir, salí al jardín y vi cómo se habíanabierto las flores. Por la mañanacayeron todas. Mi madre no pudosoportar la evacuación. Murió al cabode un año. A mí se me repiten dossueños. En el primero veo nuestra casavacía, y en el segundo, junto a nuestracancela, se alza mi madre rodeada de

Page 705: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

georgianas. Mi madre viva. Y sonriente.Todo el tiempo comparamos lo

sucedido con la guerra. Pero la guerra sepuede entender. Sobre la guerra me hacontado mi padre y he leído libros.¿Pero esto? De nuestra aldea hanquedado tres cementerios: en unodescansan los hombres, es el viejo; enotro, los perros y los gatos que hemosabandonado y que se han sacrificado, yen el tercero están nuestras casas.

Han enterrado incluso nuestrascasas.

Cada día… Cada día recorro misrecuerdos. Voy por las mismas calles,

Page 706: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

junto a las mismas casas. Era una ciudadtan tranquila, una ciudad calmada. Nadade fábricas, solo una de caramelos.

Era domingo. Estaba tumbada,tomando el sol. Vino corriendo mamá:«Ha explotado Chernóbil; la gente andaescondiéndose en sus casas, y tú, hijamía, aquí, al sol». Me reí de ella: deNarovlia hasta Chernóbil había 40kilómetros.

Por la noche, se detuvo un automóviljunto a nuestra casa. Entró una conocidamía con su marido: ella, en bata de casa;él, en chándal de deporte y con unaszapatillas viejas. Habían escapado dePrípiat, bosque a través, por caminosvecinales. Habían huido. En las

Page 707: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

carreteras, la milicia hacía guardia,había controles militares, no dejabansalir a nadie. Lo primero que me dijo agritos: «¡Hay que buscar cuanto antesleche y vodka! ¡Ahora mismo!». Gritabay gritaba: «Justo ahora que me habíacomprado los muebles, una neveranueva. Me había hecho un abrigo depiel. Lo he dejado todo; lo he envueltoen plástico. No hemos dormido en todala noche. ¿Qué va a pasar? ¿Qué va apasar?». El marido la calmaba. Decíaque los helicópteros sobrevolaban laciudad, que los coches militarespatrullaban por las calles echando unaespuma al suelo. A los hombres losenrolaban por medio año en el ejército,

Page 708: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

como si estuviésemos en guerra. Sepasaban los días delante del televisor,esperando la intervención deGorbachov.

Pero las autoridades callaban. Solodespués de que se celebraran las fiestas,Gorbachov dijo: «No se preocupen,camaradas, la situación está bajocontrol. Es un incendio, un simpleincendio. No es nada grave. Allí la gentevive, trabaja».

Y nosotros lo creíamos.

Tengo estas imágenes. Me daba miedodormir por las noches. Cerrar los ojos.

Condujeron todo el ganado de las

Page 709: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

aldeas evacuadas a nuestro centro dedistrito, a los lugares de recogida. Lasvacas, las ovejas, los cerdos, losanimales enloquecidos, corrían por lascalles. Quien quería, los atrapaba.Desde la fábrica de productos cárnicoslos camiones iban con las canales a laestación Kalínovichi, allí los cargabanpara Moscú. Pero Moscú rechazó lacarga. Y estos vagones, convertidos yaen sarcófagos, regresaron a nuestraciudad. Convoyes enteros. Aquí losenterraron. El olor a carne podrida meperseguía por las noches. «¿Es posibleque este sea el olor de una guerraatómica?», pensaba yo. La guerra debeoler a humo.

Page 710: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Los primeros días evacuaban a losniños por la noche; para que lo vieramenos gente. Ocultaban la desgracia, laescondían. Pero de todos modos la gentese enteraba de todo. Unos sacaban a lacarretera bidones con leche, otroscocían pan. Como durante la guerra.¿Con qué más lo puedes comparar?

Reunión del Comité Ejecutivo Regionaldel Partido. Situación de guerra. Todosesperan la intervención del jefe dedefensa civil, porque quien habíalogrado recordar algo sobre la radiaciónera a partir de algunos retazos delmanual de física de la décima clase. El

Page 711: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

individuo aparece en la tribuna yempieza a decir lo que ya se sabía delos libros y de los manuales sobre laguerra atómica: que después de recibir50 roentgen, un soldado debíaabandonar el combate; sobre cómoconstruir refugios, cómo usar lasmáscaras antigás, sobre el radio de laexplosión…

Pero esto no es ni Hiroshima niNagasaki, aquí todo es distinto. Yaempezamos a intuirlo.

Viajamos a la zona contaminada enhelicóptero. Con el equipo que mandanlas normas: sin ropa interior, un monode algodón, como los cocineros, sobreel traje una película de protección,

Page 712: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

guantes y una mascarilla de gasa. Todoscubiertos de aparatos colgando.Descendemos del cielo junto a una aldeay vemos a unos chiquillos revolcándoseen la arena, como los gorriones. En laboca un guijarro, una rama. Los críos sinpantalones, con el culo al aire. Pero lasórdenes son que no tratemos con la gentepara no provocar el pánico.

Y ya ve, ahora vivo con esto sobremi conciencia.

De pronto empezaron a aparecer esosprogramas por la tele. Uno de los temas:una mujer muñe una vaca, lo echa en unbote, el periodista se acerca con un

Page 713: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dosímetro militar y lo pasa por el bote.Y le sigue el comentario siguiente: «Yaven —te vienen a decir—, todo escompletamente normal», cuando enrealidad se encuentran a solo diezkilómetros del reactor. Te muestran elrío Prípiat. La gente bañándose,tomando el sol. A lo lejos se ve elreactor y las volutas de humo que sealzan sobre él. Comentario: comopueden comprobar, las emisorasoccidentales siembran el pánico,difunden descarados infundios sobre laavería. Y de nuevo con el dosímetro:ahora junto a un plato de sopa depescado, luego con una pastilla dechocolate, y después sobre unos bollos

Page 714: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en un quiosco al aire libre. Era unengaño. Los dosímetros militares de losque entonces disponía nuestro ejércitono estaban preparados para mediralimentos, solo podían medir laradiación ambiental.

Un engaño tan increíble, semejantecantidad de mentiras asociadas aChernóbil en nuestra conciencia, solohabía podido darse en el 41. En lostiempos de Stalin.

Quería dar a luz un hijo fruto del amor.Esperábamos nuestro primer hijo. Mimarido quería un niño, y yo una niña.Los médicos me habían intentado

Page 715: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

convencer: «Debe decidirse a abortar.Su marido ha estado durante largotiempo en Chernóbil». Es conductor ylos primeros días lo llamaron para quefuera allí. Para transportar arena yhormigón. Pero yo no le hice caso anadie. No quise creer a nadie. Habíaleído en los libros que el amor podíavencerlo todo. Incluso a la muerte.

La criatura nació muerta. Y sin dosdedos. Una niña. Y yo lloraba: «Si almenos tuviera todos los dedos. No venque es una niña».

Nadie entendía qué había pasado. Llaméal servicio de reclutamiento. Nosotros,

Page 716: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los médicos, siempre estamos en activo.Y me ofrecí voluntaria. No recuerdo suapellido, pero su rango era el decapitán, y me dijo: «Necesitamos gentejoven». Yo intenté convencerle: «Losmédicos jóvenes, primero, no estánpreparados, y segundo, para ellos esmás peligroso, el organismo joven esmás sensible al efecto de lasradiaciones». Y él me contesta: «Lasórdenes son reclutar a jóvenes».

Recuerdo que a los enfermos lesempezaron a cicatrizar mal las heridas.Otra cosa: recuerdo aquella primeralluvia radiactiva después de la que loscharcos se volvieron amarillos.Amarillos al sol. Ahora esta luz siempre

Page 717: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que la veo me alarma. Por un lado, lamente no está preparada para nadaparecido, y por otro, ¿acaso no somoslos mejores? Los más extraordinarios.Vivimos en el país más poderoso. Mimarido, que es una persona con estudiossuperiores, es ingeniero, me queríaconvencer con toda seriedad de que setrataba de un acto terrorista. Un sabotajeperpetrado por el enemigo. Eso es loque creíamos. Así nos habían educado.Yo, en cambio, recuerdo cómo, en untren, hablando con un economista, esteme contaba sobre la construcción de lacentral nuclear de Smolensk. Quécantidades de cemento, madera, clavos,arena y demás desaparecían de la obra

Page 718: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en dirección a las aldeas vecinas. Acambio de algún dinero o de una botellade vodka.

En las aldeas. En las fábricas.Intervenían los responsables del Partido,que viajaban a los lugares, serelacionaban con el pueblo. Peroninguno de ellos era capaz de respondera preguntas como: ¿Qué es esto de ladesactivación? ¿Cómo proteger a losniños? ¿Cuáles son los coeficientes detransmisión de los radionúclidos a lascadenas alimenticias? Sobre laspartículas alfa, beta y gamma, sobreradiobiología, sobre las radiacionesionizantes, ya por no hablar de losisótopos.

Page 719: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Para aquellos hombres, todo esoeran cosas de otro mundo. Pronunciabandiscursos sobre el heroísmo del hombresoviético, los símbolos del valormilitar, las añagazas de los serviciossecretos occidentales.

Cuando un día intenté replicar en unareunión del Partido y preguntar: ¿dóndeestán los profesionales?, ¿dónde estánlos físicos?, ¿los radiólogos?, meamenazaron con retirarme el carné.

Hubo muchas muertes inexplicables.Inesperadas. A mi hermana le dolía elcorazón. Y cuando oyó lo de Chernóbilpresintió su final: «Vosotros

Page 720: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sobreviviréis a esto, yo no». Murió alcabo de varios meses. Los médicos nose explicaban nada. Con su diagnósticopodía haber vivido muchos más años.

Contaban que a las ancianas lesempezó a salir leche de los pechos,como a las parturientas. El términomédico para este fenómeno es«relajación». Pero ¿y para loscampesinos? Aquello era el fin delmundo. Un castigo de Dios. Algoparecido le pasó a una anciana que vivíasola. Sin marido. Sin hijos. Y le ocurrióque… iba por la aldea acunando unfardo en los brazos. Cantando unacanción de cuna.

Page 721: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Me da miedo vivir en esta tierra. Me handado un dosímetro, ¿y para qué me hacefalta? Lavo la ropa, la tengo blancacomo la nieve y, sin embargo, eldosímetro pita. Preparo la comida, hagouna empanada: también pita. Hago lacama y pita. ¿Para qué lo quiero? Doyde comer a los niños y lloro. «¿Por quélloras, mamá?».

Tengo dos niños. Dos chicos. Mepaso los días con ellos en los hospitales.De médicos. El mayor no se sabe si esniño o niña. Calvito está. Lo he llevadoa los médicos y a los profesores.También a las sanadoras. A losdecidores, a los curanderos. Es el más

Page 722: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pequeño de la clase. No puede correr, nijugar; si alguien le da un golpe sinquerer, le sale sangre. Se puede morir.Tiene la enfermedad de la sangre; hastano me sale la palabra. Estoy con él en elhospital y pienso: «Se me va a morir».Luego he comprendido que no se puedepensar de esta manera, porque entonceslo oiría la muerte. Lloraba en el lavabo.Ninguna madre lloraba en las salas. Lohacían en los lavabos, en el váter. Yluego salía con la cara alegre.

—Tienes las mejillas mássonrosadas. Te estás curando.

—Mamá, sácame del hospital. Aquíme moriré. Aquí todos se mueren.

¿Dónde puedo llorar? ¿En el

Page 723: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lavabo? Allí hay cola. Y todas son comoyo.

Por la Radunitsa… el día de losdifuntos… nos dejaron ir al cementerio.A visitar las tumbas. Pero cuandoqueríamos entrar en nuestros patios, lamilicia decía que estaba prohibido. Loshelicópteros volando sobre nuestrascabezas. Al menos vimos de lejosnuestras casas. Les hicimos la señal dela cruz.

Me traigo una rama de lilas de mistierras, y se me mantiene un año entero.

Page 724: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Ahora le contaré cómo es nuestra gente.Cómo es el hombre soviético.

La cosa transcurre en las «zonassucias». Los primeros años llenaron lastiendas de alforfón, de carne de cerdochina en lata y la gente se sentíacontenta; se felicitaban diciendo:«Ahora sí que no nos sacan de aquí.¡Estamos bien!». La tierra se habíacontaminado de manera desigual. En unmismo koljós había campos «limpios» y«sucios». A los que trabajaban en los«sucios» les pagaban más, y todosquerían ir allí. Y se negaban a ir a los«limpios».

Page 725: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Hace poco me vino a visitar unhermano del Lejano Oriente. «Sois —medice— como las “cajas negras”.“Hombres-cajas negras”. Todos losaviones llevan “cajas negras”, en ellasse graba toda la información sobre elvuelo. Cuando un avión tiene unaccidente se buscan sus “cajas negras”».

Nos creemos que vivimos.Andamos, trabajamos. Amamos. Pero¡no! ¡Lo que estamos haciendo esapuntar información para el futuro!

Yo soy pediatra. Los niños lo ven tododiferente a los mayores. Por ejemplo,ellos no tienen noción de que el cáncer

Page 726: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

significa la muerte. Es una idea que nose les ocurre. Lo saben todo de símismos: el diagnóstico, el nombre detodos los tratamientos y las medicinas.Lo saben mejor que sus madres. ¿Y susjuegos? Corren por las salas del hospitaluno tras otro y gritan: «¡Soy laradiación! ¡Soy la radiación!». Cuandomueren, ponen unas caras de tantoasombro. Parecen tan perplejos.

Yacen en sus camas con caras detanta sorpresa.

Los médicos ya me han anunciado quemi marido va a morir. Tiene cáncer en lasangre. Se puso enfermo al regresar de

Page 727: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la zona de Chernóbil. Al cabo de dosmeses. Lo mandaron allí de la fábrica.Llega por la noche del turno y me dice:

—Por la mañana me voy.—¿Qué vas a hacer allí?—Trabajar en un koljós.Recogían el heno en la zona de los

50 kilómetros. Recogían la remolacha,cavaban los huertos de patata.

Regresó. Y nos fuimos a ver a suspadres. Le estaba ayudando a su padre aenyesar la estufa. Y allí mismo se cayó.Llamamos a la ambulancia y se lollevaron al hospital: una dosis mortal deleucocitos. Lo mandaron a Moscú.

Regresó de Moscú con una solaidea: «Me voy a morir». Se volvió más

Page 728: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

callado. Yo lo intentaba convencer. Leimploraba. Pero no creía en mispalabras. Le hice una hija, para que mecreyera. Yo no interpreto mis sueños.Unas veces me llevan al cadalso, otrasvoy toda de blanco. No leo el Libro delos Sueños. Me despierto por la mañanay lo miro y pienso: «¿Cómo me voy aquedar sin él? Si al menos la niñaconsiguiera hacerse mayor y alcanzara aacordarse de él». Es pequeña, ha echadoa andar hace poco. Y corre a suencuentro: «Paaa…». Ahuyento estospensamientos.

De haber sabido que… Hubieracerrado todas las puertas, me hubieracruzado ante la entrada. Y hubiera

Page 729: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cerrado la casa con diez candados.

Ya hace dos años que mi niño y yovivimos en la clínica. Las niñaspequeñas, con sus batas de hospital,juegan a las muñecas. Sus muñecascierran los ojos. Así mueren lasmuñecas.

—¿Por qué se mueren?—Porque son nuestros hijos, y

nuestros hijos no vivirán. Nacerán y semorirán.

Mi Artiom tiene siete años, pero leechan cinco.

El chico cierra los ojos y a mí meparece que se ha dormido. Entonces me

Page 730: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pongo a llorar; creo que no me ve.Pero el niño me dice:—Mamá, ¿ya me estoy muriendo?Se duerme y casi no respira. Me

coloco a su lado, de rodillas. Junto a lacama.

—Artiom, abre los ojos. Dimealgo…

«Aún estás calentito», me digo.Abre los ojos y se vuelve a dormir.

Y tan callado. Como si se hubieramuerto.

—Artiom, abre los ojos…Yo no le dejo que se muera.

No hace mucho celebramos el Año

Page 731: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Nuevo. Preparamos una buena mesa.Todo era nuestro: ahumados, tocino,carne, pepinillos marinados, solo el panera de la tienda. Hasta el vodka eranuestro, hecho en casa. Todo nuestro,como se dice en broma, nuestro deChernóbil. Con cesio y estroncio depropina. Porque, ¿de dónde podemossacar todo esto? Las tiendas en lospueblos están vacías, y si aparece algo,con nuestras pensiones y salarios, una nopuede ni soñar en comprarlo.

Vinieron los invitados. Nuestrosbuenos vecinos. Gente joven. Unmaestro y el mecánico del koljós con suesposa. Bebimos. Comimos. Y luego nospusimos a cantar. Sin proponérnoslo,

Page 732: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cantamos canciones revolucionarias.Sobre la guerra. «Tiñe el albadulcemente las murallas delKremlin…», mi canción preferida. Ypasamos una buena velada, agradable.Como las de antes.

Le conté la fiesta a mi hijo. Estáestudiando en la capital. Es estudiante.Y recibo la siguiente respuesta: «Mamá,me he imaginado la escena. La tierra deChernóbil. Nuestra casa. Brilla el árbolde Año Nuevo. Y una gente sentada a lamesa cantando cancionesrevolucionarias, canciones de la guerra.Como si en su pasado no hubieraexistido ni el gulag, ni Chernóbil».

Y sentí pánico. No por mí, sino por

Page 733: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mi hijo. No tiene ya a dónde regresar.

Page 734: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

TERCERA PARTE

LA ADMIRACIÓN DE LATRISTEZA

Page 735: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LO QUE NO

SABÍAMOS: QUE LAMUERTE PUEDE SER

TAN BELLA

Los primeros días, la cuestión principalera: «¿Quién tiene la culpa?».Necesitábamos un culpable.

Luego, cuando ya nos enteramos de

Page 736: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

más cosas, empezamos a pensar: «¿Quéhacer?», «¿Cómo salvarnos?». Y ahora,cuando ya nos hemos resignado a la ideade que la situación se prolongará no unaño, ni dos, sino durante muchasgeneraciones, hemos emprendidomentalmente un regreso al pasado,retrocediendo una hoja tras otra.

Sucedió en la noche del viernes alsábado. Por la mañana, nadiesospechaba nada. Mandé al crío alcolegio; el marido se fue a lapeluquería. Y yo me puse a preparar lacomida. Mi marido regresó prontodiciendo: «En la central se ha producidono sé qué incendio. Las órdenes son noapagar la radio».

Page 737: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

He olvidado decir que vivíamos enPrípiat, junto al reactor. Hasta hoy tengodelante de mis ojos la imagen: un fulgorde un color frambuesa brillante; elreactor parecía iluminarse desde dentro.Una luz extraordinaria. No era unincendio como los demás, sino como unaluz fulgurante. Era hermoso. Siolvidamos el resto, era muy hermoso.No había visto nada parecido en el cine,ni comparable. Al anochecer, la gente seasomaba en masa a los balcones. Y losque no tenían, se iban a casa de losamigos y conocidos. Vivíamos en unnoveno piso, con una vista espléndida.En línea recta habría unos treskilómetros. La gente sacaba a los niños,

Page 738: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

los levantaba en brazos. «¡Mira!¡Recuerda esto!». Y fíjese que eranpersonas que trabajaban en el reactor.Ingenieros, obreros. Hasta habíaprofesores de física. Envueltos en aquelpolvo negro. Charlando. Respirando.Disfrutando del espectáculo.

Algunos venían desde decenas dekilómetros en coches, en bicicleta, paraver aquello. No sabíamos que la muertepodía ser tan bella. Y yo no diría que nooliera. No era un olor de primavera, nide otoño, sino de algo completamentediferente, tampoco olor a tierra. No.Picaba la garganta, y los ojos llorabansolos. No dormí en toda la noche, oíalas pisadas de los vecinos de arriba, que

Page 739: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tampoco dormían. Arrastraban algo,daban golpes, es probable queempaquetaran sus cosas. Pegaban concola las rendijas de las ventanas. Yoahogaba el dolor de cabeza conCitramon.

Por la mañana, cuando amaneció,miré a mi alrededor —no es algo que meinvente ahora o que lo pensara después— y fue entonces cuando supe que algono iba bien, que la situación habíacambiado. Para siempre. A las ocho dela mañana, por las calles ya circulabanmilitares con máscaras antigás.

Cuando vimos a los soldados y losvehículos militares por las calles, nonos asustamos, sino al contrario,

Page 740: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

recobramos la calma. Si el ejército havenido en nuestra ayuda, todo seránormal. En nuestra cabeza aún no cabíaque el átomo de uso pacífico pudieramatar. Que toda la ciudad había podidono haberse despertado aquella noche.Alguien reía bajo las ventanas, sonabala música.

Después del mediodía, por la radioanunciaron que la gente se prepararapara la evacuación: que nos sacarían dela ciudad para tres días, que lo lavaríantodo y harían sus comprobaciones. A losniños les mandaron que se llevaran sinfalta los libros. Mi marido, a pesar detodo, guardó en la cartera losdocumentos y nuestras fotos de boda.

Page 741: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Yo, en cambio, lo único que me llevéfue un pañuelo de gasa por si hacía maltiempo.

Desde los primeros días sentimossobre nuestra piel que nosotros, la gentede Chernóbil, éramos unos apestados.Nos tenían miedo. El autobús en que nosevacuaron se detuvo durante la noche enuna aldea. La gente dormía en el sueloen la escuela, en el club. No habíadónde meterse. Y una mujer nos invitó air a su casa. «Vengan, que les haré unacama. Pobre niño». Y otra mujer, que seencontraba a su lado, la apartaba denosotros: «¡Te has vuelto loca! ¡Estáncontaminados!».

Cuando ya nos trasladamos a

Page 742: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Moguiliov y nuestro hijo fue a laescuela, al primer día regresó corriendoa casa llorando. Lo sentaron junto a unaniña, y la muchacha no quería estar a sulado, porque era radiactivo, como si porsentarse a su lado se pudiera morir. Elchico estudiaba en la cuarta clase, donderesultó ser el único de Chernóbil. Todosle tenían miedo y lo llamaban«luciérnaga»…, «erizo de Chernóbil»…Me asusté al ver qué pronto se le habíaacabado al chico la niñez.

Nosotros abandonábamos Prípiat y anuestro encuentro avanzaban columnasmilitares. Carros blindados. Y allí síque tuve miedo. No entendía nada ysentía miedo. Aunque no me abandonaba

Page 743: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

una sensación, la impresión de que todoaquello no me ocurría a mí sino a otragente. Una sensación extraña. Yolloraba, buscaba comida, dónde pasar lanoche, abrazaba y calmaba a mi hijo,pero en mi interior, no era ni siquierauna idea, sino la constante impresión deser una espectadora. De mirar a travésde un cristal. Y veía a alguien distinto.

Solo en Kíev nos entregaron elprimer dinero; pero no se podía comprarnada con él: centenares de miles depersonas en movimiento ya lo habíancomprado y consumido todo. Muchagente tuvo infartos, ataques; allí mismoen las estaciones, en los autobuses.

A mí me salvó mi madre. En su larga

Page 744: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

existencia, mi madre había perdido suhogar en más de una ocasión,quedándose sin nada de lo que habíaconseguido en su vida. La primera vez,la represaliaron en los años treinta, se loquitaron todo: la vaca, el caballo, lacasa. La segunda vez fue un incendio:solo logró salvarme a mí, entonces unaniña.

—Hay que sobreponerse a esto —me calmaba—. Lo importante es quehemos sobrevivido.

Recuerdo que íbamos en el autobús.Llorando. Y un hombre en el asientodelantero reñía a grandes voces a sumujer:

—¡Serás idiota! ¡Todo el mundo se

Page 745: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ha llevado al menos alguna cosa, y tú yyo acarreando botes vacíos de treslitros!

La mujer decidió que, ya queviajábamos en autobús, por el camino lellevaría a su madre los botes vacíospara la salazón. Llevaban a su lado unasenormes redes panzudas, contra las quetropezábamos a cada rato. Y conaquellos botes de vidrio viajaron hastaKíev.

Yo canto en el coro de la iglesia.Leo los Evangelios. Voy a la iglesiaporque solo allí hablan de la vida eternay reconfortan a la gente. En ninguna otraparte escucharás palabras de consuelo, ytienes tantas ganas de escucharlas.

Page 746: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Cuando viajábamos camino de laevacuación, si por el camino aparecíauna iglesia, todos se dirigían hacia eltemplo. No había modo de abrirse paso.Ateos, comunistas, todos iban.

A menudo sueño que mi hijo y yovamos por las soleadas calles dePrípiat. Un lugar que hoy es ya unaciudad fantasma. Vamos y contemplamoslas rosas; en Prípiat había muchas rosas;grandes parterres con rosas. Ha sido unsueño. Toda nuestra vida es ya un sueño.Era entonces tan joven. Mi hijo erapequeño. Amaba.

Ha pasado el tiempo, todo se haconvertido en un recuerdo. Pero aún meveo como una espectadora.

Page 747: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

NADEZHDA PETROVNA VIGÓVSKAYA,evacuada de la ciudad de Prípiat

Page 748: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE QUÉ FÁCIL ESCONVERTIRSE EN

TIERRA

He llevado un diario. Me esforzaba porrecordar aquellos días. Eran muchas lassensaciones nuevas. El miedo, claro.Como si hubiera irrumpido en un mundodesconocido, como en Marte.

Soy de Kursk, en el 69 nos

Page 749: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

construyeron no lejos una centralnuclear. En la ciudad de Kurchátov.Íbamos allí desde Kursk de compras. Apor salchichas. A los trabajadores de lacentral nuclear los abastecían deprimera. Recuerdo un gran estanquedonde se pescaba. No lejos del reactor.Después de lo de Chernóbil lo recuerdoa menudo. Ahora esto ya es imposible.

De modo que esta es la cosa: meentregan la citación y, como personadisciplinada que soy, me presento elmismo día en la oficina dereclutamiento. El comandante hojea mi«causa» y me dice: «A ti nunca te hanreclutado para los ejercicios. Pero ahoraresulta que hacen falta químicos. ¿No

Page 750: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quieres ir a un campamento cerca deMinsk durante unos veinticinco días?».Y yo pensé: «¿Y por qué no? Asídescanso de la familia, del trabajo.Pasaré unos días al aire libre».

El 22 de junio de 1986, a las oncede la mañana, me presenté con miscosas, la escudilla y el cepillo dedientes, en el punto de encuentro. Meextrañó comprobar que para ser tiemposde paz fuéramos tantos. Me pasaron porla cabeza algunos recuerdos. De laspelículas de guerra. Y además, siendojusto aquella fecha, el 22 de junio. Elprincipio de la guerra[44].

Nos mandaron formar, luego romperfilas, así una y otra vez, hasta la noche.

Page 751: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Subimos a los autobuses cuando empezóa oscurecer. Y nos dieron la siguienteorden: «Quien lleve alcohol, que se lobeba. Por la noche llegaremos al tren ypor la mañana estaremos en la unidad.Os quiero por la mañana frescos comouna rosa y sin equipaje sobrante». Pero,claro, el follón duró toda la noche.

Por la mañana encontramos en elbosque a nuestra unidad. Nos hicieronformar de nuevo y nos llamaron pororden alfabético. Reparto de uniformesespeciales. Nos dieron un equipo, luegootro y más tarde un tercero. Vaya, pensé,la cosa se pone seria. Y además nosentregaron un capote, un gorro, uncolchón y una almohada: todo de

Page 752: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

invierno. Y eso que estábamos enverano; además, nos habían prometidosoltarnos a los veinticinco días. «Pero¿qué decís, estáis tontos? —se ríe elcapitán que nos conduce—. ¡Veinticincodías! ¡Os vais a cascar aquí, enChernóbil, medio año!». Nos quedamosatónitos. Estábamos furiosos.

Y, al instante, con el ánimo deconvencernos, nos dicen lo siguiente:«A quien lo manden a más de veintekilómetros, recibirá salario doble; aquien a diez, salario triple, y quienllegue hasta el reactor mismo, quemultiplique por seis». Unos empezaron acalcular que en esos meses podíanvolver a casa en su propio coche; otros,

Page 753: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en cambio, querían salir corriendo, perola disciplina militar…

¿Qué era la radiación? Nadie habíaoído nada. Yo, en cambio, acababa dehacer unos cursos de defensa civil; allínos dieron unos datos que tenían treintaaños de antigüedad: 50 roentgen es unadosis mortal. Nos enseñaron cómotumbarnos en el suelo para que la ondaexplosiva te pasara por encima sintocarte. La irradiación, la ondatérmica… Pero sobre que lacontaminación radiactiva del medioambiente era el factor más letal ni unapalabra.

Tampoco los oficiales de carreraque nos llevaron a Chernóbil entendían

Page 754: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

demasiado del asunto. Solo sabían unacosa: había que tomar cuanto más vodkamejor, porque ayudaba contra laradiación.

Los seis días que pasamos cerca deMinsk, los seis, nos los pasamosbebiendo. Yo coleccionaba etiquetas debotellas. Primero bebíamos vodka, peroluego miré y vi que empezaban a correrunas bebidas muy raras: nitquinol yotros limpiacristales varios. Comoquímico, el experimento me resultabainteresante. Después del nitquinol se tequedan las piernas como de guata, perola cabeza se mantiene clara. Te dan laorden: «¡En pie!», y en cambio te caes.

De modo que esta es la cosa: a mí,

Page 755: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

un ingeniero químico, a todo un doctoren ciencias químicas, me obligan aabandonar mi empleo de responsable deun laboratorio químico en un importantecomplejo industrial. ¿Y cómo meutilizan? Me dan una pala. Este seríaprácticamente mi único instrumento.Aquí fue donde nació el aforismo:contra el átomo, la pala.

Teníamos elementos de protección:respiradores, máscaras antigás, peronadie los usaba, porque el calor llegabaa los 30 grados. En cuanto te pusierasaquello te morías al instante. Firmamoshaber recibido todo aquello como si setratara de equipo suplementario, peroluego nos olvidamos de aquel material.

Page 756: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Y otro detalle más. Cómo viajamos. Delos autobuses subimos al tren: en elvagón había 45 asientos, y nosotroséramos setenta. Dormimos por turnos.No sé por qué me ha venido esterecuerdo a la cabeza.

Y bien, ¿qué era todo esto deChernóbil? Coches militares, soldados.Puestos de lavado. Una situación deguerra. Nos alojaron en tiendas decampaña, diez en cada una. Unos habíandejado en casa a sus hijos; otro a lamujer a punto de parir; otro que no teníapiso. Pero nadie se quejaba. Hay quehacerlo, pues se hace. La patria te llama;la patria te lo ordena. Así es nuestropueblo.

Page 757: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Alrededor de las tiendas, montañasgigantes de latas de conserva.Montblanc enteros. En algún lugar teníaguardadas el ejército estas reservas deemergencia. A juzgar por las etiquetasse conservaban durante veinte, treintaaños. Por si había guerra. Conservas decarne, de gachas… De pescado. Ymanadas de gatos. Los había comomoscas. Las aldeas habían sidoevacuadas. Ni un alma. Oyes cómo unapuerta chirría con el viento y te das lavuelta al instante esperando ver a unapersona. Pero en lugar de un hombre, tesale un gato.

Retirábamos la capa superior de latierra contaminada, la cargábamos en

Page 758: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

camiones que la transportaban a unasfosas comunes. Yo me creía que unafosa de estas era una complicadainstalación técnica, resultó ser un simplehoyo que se convertiría en un túmulo.Arrancábamos la tierra y laenrollábamos en grandes rollos. Comouna alfombra. Una capa de césped conlas hierbas, las flores, las raíces… Conlos escarabajos, las arañas, laslombrices… Un trabajo de locos.Porque es imposible despellejar toda latierra, arrancar todo lo vivo. Si nohubiéramos bebido a muerte y cadanoche, dudo que lo hubiéramos podidoaguantar. Se nos habría ido el coco.

Centenares de kilómetros con la

Page 759: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tierra arrancada, estéril. Las casas, loscobertizos, los árboles, las carreteras,las guarderías, los pozos se quedabancomo desnudos. Entre la arena, la arena.Por las mañanas, cuando te ibas aafeitar, te daba miedo mirarte al espejo,verte la cara. Porque te venían a lacabeza las ideas más disparatadas. Todogénero de ideas. Costaba imaginar quela gente pudiera volver a vivir allí denuevo. Y sin embargo, nosotroscambiábamos los tejados, loslavábamos. Todo el mundo comprendíaque nuestro esfuerzo era inútil. Miles depersonas. Pero nos levantábamos por lamañana y vuelta a lo mismo.

Te encontrabas a un viejo analfabeto

Page 760: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

y te decía: «Dejad este trabajo,muchachos. Que esto es malo. Sentaos ala mesa. Venid a comer con nosotros».

Sopla el viento. Corren las nubes. Elreactor sigue sin cubrirse. Quitamos unacapa y, al cabo de una semana, de vueltaal mismo lugar; y puedes empezar denuevo. Pero ya no había nada quearrancar. Solo arena que se deshace.Solo le vi sentido a una cosa: cuandodesde los helicópteros lanzaban unamezcla especial para que se formara unapelícula de polímero; aquello impedíaque la tierra se moviera de lugar, pues elviento la levantaba con facilidad. Estome resultó lógico. En cambio, nosotrosseguimos cavando y cavando.

Page 761: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

La población había sido evacuadapero en algunas aldeas aún quedabanviejos. Ya ves. ¡Qué ganas de entrar enuna de esas casas y sentarte a la mesa!Más que nada por el propio ritual. Almenos media hora de una vida normal,una vida humana. Aunque no se podíacomer nada. Estaba prohibido. Y, detodos modos, qué ganas te daban desentarte a una mesa. En una vieja casa.

Detrás dejábamos solo los túmulos.Decían que, al parecer, los iban a cubrirdespués con planchas de hormigón y arodear de alambre de espino. Allídejábamos los volquetes, lostodoterrenos, las grúas con las quehabíamos trabajado, pues el metal tiene

Page 762: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la propiedad de acumular, de absorberla radiación. Pero cuentan que todo estodesapareció luego en alguna parte. Quelo robaron. Y me lo creo, porque ennuestro país puede ocurrir cualquiercosa.

En una ocasión cundió la alarma: losdosimetristas comprobaron que nuestrocomedor se había construido en una zonadonde la radiación era mayor que la dellugar adonde íbamos a trabajar. Ynosotros que estábamos instalados allídesde hacía dos meses. Así es nuestragente. Unos troncos y unas tablasclavadas a la altura del pecho. A esto lellamaban un comedor. Comíamos de pie.Nos lavábamos en un barreño. El váter

Page 763: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

era una larga zanja en medio del campo.Con una pala en las manos. Y a tu lado,el reactor.

Al cabo de dos meses ya empezamosa comprender algo. Y comenzaron asurgir las preguntas: «¿Qué pasa, o esque somos unos condenados a muerte?Nos hemos pasado aquí dos meses, ybasta. Ya es hora de que nos sustituyan».

El general-mayor Antoshkin sereunió con nosotros para una charla ynos dijo con toda franqueza: «No nossale a cuenta sustituiros. Os hemos dadoun juego de ropa. Y otros dos más.Ahora ya os habéis acostumbrado a esto.Sustituiros nos saldría caro, y seríaademás complicado». Y hacía hincapié

Page 764: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en que éramos unos héroes.Un día a la semana, a los que habían

trabajado bien con la pala, lesentregaban un diploma de honor delantede la formación. Al mejor enterrador dela Unión Soviética. ¿No me dirá que noes una locura?

Las aldeas estaban vacías. Vivíanallí las gallinas y los gatos. Entrabas enun cobertizo y estaba lleno de huevos.Los freíamos. Los soldados eran unostipos valientes. Atrapaban una gallina.Encendían una hoguera. Y la botella desamogón.

Cada día en la tienda nosliquidábamos a coro una garrafa de treslitros de samogón. Unos jugaban al

Page 765: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ajedrez, otros tocaban la guitarra. Elhombre se acostumbra a todo. Uno seemborrachaba y se metía en la cama, y aotro le daba por ponerse a gritar. Porpelearse. Dos se subieron a un cocheborrachos. Y se estrellaron. Los sacaroncon un soplete de entre los hierrosaplastados.

Yo me salvé porque escribía a casalargas cartas y llevaba un diario. El jefede la sección política me pescó y quisosonsacarme: «¿Dónde lo guardas? ¿Quéescribes?». Hasta convenció a un vecinopara que me espiara. El hombre meavisó:

—¿Qué escribes?—He escrito una tesis. Ahora

Page 766: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

trabajo en otra.El tipo se echó a reír.—Así se lo diré al coronel. Pero tú

guarda bien esos papeles.Eran buenos muchachos. Ya se lo he

dicho, ni un quejica. Ni un cobarde.Créame: nadie nos vencerá nunca.¡Nunca! Los oficiales no salían de lastiendas. Tumbados en zapatillas de casa.Y bebían. Pues bueno, ¡que les parta unrayo! En cambio, nosotros a cavar. Quéimporta que les den más estrellas parasus galones. ¡Me importa un rábano! Yave, así es nuestra gente.

Los dosimetristas eran dioses.Todos intentaban hacer buenas migascon ellos.

Page 767: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—A ver, sé bueno y dime: ¿Cuántaradiación tengo?

Un muchacho emprendedor se lasingenió para agarrar un palo y atarle unalambre. Llama a una casa y empieza apasar su palo por las paredes. Y la viejaque va tras él:

—Hijo mío, ¿qué es lo que tengo?—Secreto militar, abuela.—Dímelo, por Dios, hijo mío. Y te

daré un vaso de samogón.—Bueno, venga el vaso. —Se lo

zampa y le dice—: Todo en orden,abuela.

Y a otra casa.Hacia la mitad de nuestra estancia,

por fin nos dieron dosímetros a todos,

Page 768: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

unas cajitas pequeñas y dentro un cristal.A algunos se les ocurrió una idea: por lamañana llevaban el dosímetro a la fosa ypor la noche lo recogían. Cuanta másradiación tenías más pronto te daban unpermiso. O te pagaban más. Algunos selos ataban a la bota —había allí unacorrea— para que estuvieran más cercadel suelo. ¡Un teatro del absurdo! ¡Unabsurdo! Porque los aparatos esos noestaban cargados. Para que empezaran acontar, había que cargarlos con unadosis inicial de radiación. O sea que noshabían dado esos trastos, esoscachivaches, para distraer al personal.Psicoterapia. En realidad resultó ser unartilugio de silicio, un trasto que se

Page 769: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

había pasado tirado cincuenta años enlos almacenes. Al final, en la cartillamilitar nos apuntaron a todos la mismacantidad: multiplicaron la dosis mediade radiación por los días de estancia. Yla dosis media la midieron en las tiendasde campaña donde vivíamos.

No sé si es un chiste o fue verdad.Llama un soldado a su novia. Ella estápreocupada: «¿Qué haces allí?». Y eltipo decide echarse un farol: «Acabo desalir del reactor, me he lavado lasmanos». Y de pronto, unos pitidos. Secorta la comunicación. El KGB alaparato.

Dos horas para descansar. Tetumbas bajo un arbusto y ves que las

Page 770: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

guindas están maduras. Son grandes,dulces; las frotas con la mano y a laboca. Y moras; era la primera vez queveía una morera.

Cuando no había trabajo, nos hacíandesfilar. Por un territorio contaminado.¡Un absurdo! Por las noches mirábamospelículas. Indias. De amor. Hasta lasdos o las tres de la madrugada.Entonces, el cocinero se quedaba al díasiguiente dormido, y la comida sequedaba cruda.

Nos traían la prensa. En ellaescribían que éramos unos héroes.Voluntarios. ¡Herederos de PávelKorchaguin[45]! Se publicabanfotografías. Qué daría por encontrarme

Page 771: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con aquel fotógrafo.No lejos se habían instalado unas

unidades internacionales. Tártaros deKazán. Vi uno de sus juicios de honor.Hicieron pasar a un soldado ante laformación, si se paraba o se apartaba aun lado, le sacudían. A patadas. Era untipo que entraba en las casas y laslimpiaba. Le encontraron una bolsa contrastos. Los lituanos se instalaron aparte.Al cabo de un mes se amotinaron yexigieron que los mandaran de vuelta acasa.

Una vez realizamos una misiónespecial: nos ordenaron que laváramosurgentemente una casa en una aldeavacía. ¡Absurdo!

Page 772: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Para qué?—Mañana se va a celebrar en ella

una boda.Rociamos con mangueras el tejado,

los árboles, escarbamos la tierra.Segamos las plantas de patata, toda lahuerta, la hierba del patio. Dejamos todoaquello hecho un erial.

Al día siguiente trajeron a losnovios. Se presentó un autobús lleno deinvitados. Con música. Un novio y unanovia de verdad, no de película.Entonces ya vivían en otro lugar, sehabían mudado, pero los convencieronde que vinieran aquí para filmar laescena para la posteridad. Lapropaganda funcionaba. La fábrica de

Page 773: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sueños defendía nuestros mitos:podemos sobrevivir en cualquier lugar,hasta en una tierra muerta.

Justo antes de partir, el comandanteme mandó llamar:

—¿Qué has estado escribiendo?—Cartas a mi mujer —le contesté. A

lo que le siguió la frase:—Pues al llegar a casa, ándate con

cuidado.¿Qué me ha quedado en el recuerdo

de aquellos días? Cómo cavábamos. Ycavábamos. En alguna parte del diariotengo escrito qué es lo que comprendíallí. En los primeros días. Comprendí lofácil que es convertirte en tierra.

Page 774: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

IVÁN NIKOLÁ YEVICH ZHMÍJOV,ingeniero químico

Page 775: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LOS SÍMBOLOS Y

LOS SECRETOS DE UNGRAN PAÍS

Lo recuerdo como si fuera la guerra. Yahacia finales de mayo, algo así como unmes después del accidente, nosempezaron a llegar para su examenproductos de la zona, del área de los 30kilómetros. El instituto trabajaba las

Page 776: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

veinticuatro horas. Como un organismomilitar. En toda la república, en aquelmomento, solo nosotros disponíamos deprofesionales y de los aparatosnecesarios. Nos traían las vísceras deanimales domésticos y salvajes.Comprobábamos la leche. Después delas primeras pruebas, quedó bien claroque lo que nos llegaba no era carne sinoresiduos radiactivos.

En la zona pastaban rebaños por elsistema de turnos de guardia. Lospastores realizaban su turno y semarchaban; las ordeñadoras solo iban ala zona para ordeñar las vacas. Lasfábricas lecheras cumplían sus planes deproducción. Comprobamos la leche. No

Page 777: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

era leche, sino residuos radiactivos. Lomismo pasaba tanto con la leche enpolvo como con la condensada y laconcentrada. Durante mucho tiempopresentamos en las clases a la fábrica deleche Rogachov como una muestraarquetípica. Y mientras tanto su leche sevendía en las tiendas. En todos lostenderetes de comestibles. Cuando lagente veía en las etiquetas que la lecheera de Rogachov, no la compraba;entonces la retiraban del mercado, perode pronto aparecían unos botes sinetiqueta. No creo que la causa fuera lafalta de papel. Se engañaba a la gente. Yla engañaba el Estado.

Toda la información se convertía en

Page 778: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

un secreto guardado bajo siete sellos,para «no provocar el pánico». Y estodurante las primeras semanas.Justamente los días en que los elementosde corta vida emitían su mayorradiación, y todo «irradiaba».Escribíamos notas de servicio sin parar.Sin parar. No hablar abiertamente de losresultados. Te privaban de tu título yhasta del carné del Partido. [Empieza aponerse nervioso.] Pero no era elmiedo… El miedo no era la razón,aunque influía, claro. Sino el que éramoshombres de nuestro tiempo, de nuestropaís soviético. Creíamos en él; toda lacuestión está en la fe. En nuestra fe.[Enciende un cigarrillo de los nervios.]

Page 779: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Créame, no era por el miedo. No erasolo por el miedo. Se lo digo con todahonradez. Para respetarme a mí mismo,he de ser ahora honesto. Quiero.

En nuestra primera expedición a lazona se comprobó que, en el bosque, elumbral era de cinco a seis vecessuperior que en el campo abierto y en lacarretera. Trabajaban los tractores. Loscampesinos cultivaban sus huertos. Enalgunas aldeas medimos la tiroides aniños y mayores. Resultado: cien,doscientas, trescientas veces por encimade las dosis tolerables.

En nuestro grupo había una mujer.Una radióloga. Le dio un ataque dehisteria al ver que los niños jugaban en

Page 780: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la arena. Echaban barquitos a navegar enlos charcos.

Las tiendas seguían abiertas y, comode costumbre en nuestras tierras, lasmanufacturas y los alimentos sepresentaban todos juntos; trajes,vestidos y, al lado, salchichas,margarina. Estaban ahí al alcance detodos, a la intemperie, ni siquieracubiertos con un plástico. Tomamos unsalchichón, un huevo… Los pasamos porlos rayos X: no eran alimentos, sinoresiduos radiactivos.

Veías a una mujer joven sentada enun banco junto a su casa, dándole elpecho a su hijo. Comprobamos la lechedel pecho: es radiactiva. ¡La Virgen de

Page 781: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil!…Y a nuestra pregunta: «¿Qué se

puede hacer?», nos respondían: «Hagansus mediciones y miren la tele». Por latele aparecía Gorbachov calmando losánimos: «Se han tomado medidasurgentes». Yo le creía. Yo, un ingeniero,con veinte años de experiencia, buenconocedor de las leyes de la física.Porque lo que soy yo, sí sabía que deaquella zona se debía sacar a todo servivo. Al menos por un tiempo. Y, noobstante, realizábamos a conciencianuestras mediciones y luego mirábamosla tele.

Nos hemos acostumbrado a creer.Yo soy de la generación de la posguerra

Page 782: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

y estoy educado en esta creencia. ¿Dedónde viene esta fe? Habíamos salidovictoriosos de una guerra monstruosa.Entonces, todo el mundo se postrabaante nosotros. ¡Eso sí que era! En lacordillera de los Andes, sobre las rocasesculpían: «¡Stalin!». ¿Qué era eso? Unsímbolo. El símbolo de un gran país.

Respecto a su pregunta sobre porqué, a pesar de saber lo que ocurría,callábamos. ¿Por qué no salimos a lacalle, por qué no alzamos la voz?Hacíamos informes, preparábamosdocumentos explicativos. Perocallábamos y nos sometíamos sinrechistar a las órdenes, por disciplina departido. Soy comunista. No recuerdo que

Page 783: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ninguno de nuestros trabajadores senegara a viajar a la zona. Y lo hacían nopor miedo a que los expulsaran delPartido, sino por sus convicciones.

Ante todo estaba la certeza de quevivíamos en un mundo hermoso y justo,y de que el hombre estaba por encima detodo, pues representaba la medida detodas las cosas. Para muchos, elhundimiento de estas conviccionesacabó con un infarto o un suicidio. Unabala en el corazón, como el académicoLegásov. Porque, cuando pierdes la fe,cuando te quedas sin convicciones, yano eres un participante, sino uncómplice, y para ti ya no hay perdón.Así lo entiendo yo.

Page 784: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Mire, un signo de… En cada centralnuclear de la antigua Unión Soviética seguardaba en una caja fuerte el plan deemergencia en caso de avería. Un plantipo. Secreto. Sin disponer de un plancomo aquel no se podía obtener elpermiso para poner en marcha la central.Mucho antes del accidente, este plan seelaboró justamente sobre la base de lacentral de Chernóbil. ¿Qué se debíahacer y cómo? ¿Quién respondía de cadacosa? ¿Dónde se encontraba esto yaquello? Estaba todo, hasta el menor delos detalles. Y de pronto, allí, en aquellacentral, se produce un accidente. ¿Quées esto, una coincidencia? ¿Un sucesomístico? Si yo fuera creyente.

Page 785: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Cuando quieres encontrar sentido aalgo, notas que te conviertes en unapersona religiosa. Yo, en cambio, soyingeniero. Soy persona de otrasconvicciones. Y me rijo por otrossímbolos.

MARAT FILÍPOVICH KOJÁNOV,exingeniero jefe del Instituto de Energía

Nuclearde la Academia de Ciencias de Belarús

Page 786: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE CÓMO EN LA VIDALAS COSAS TERRIBLESOCURREN EN SILENCIO

Y DE MANERANATURAL

Fue desde el mismo principio. Algohabía pasado no se sabe dónde. Nisiquiera distinguí el nombre; en alguna

Page 787: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

parte, lejos de nuestro Moguiliov. Mihermano llegó de la escuela diciendoque a todos los chicos les daban unaspastillas. Se ve que, de verdad, habíaocurrido algo. ¡Ay, ay, ay! Y ya está.

Aquel Primero de Mayo todospasamos maravillosamente el día. En elcampo, claro. Regresamos a casa muyentrada la noche; en mi cuarto, el vientohabía abierto la ventana. Es algo querecordé más tarde.

Yo trabajaba de inspectora en elServicio para la Protección de laNaturaleza. En la oficina esperábamosalgún tipo de instrucciones, pero estasno llegaban. Esperábamos. Entre elpersonal de la inspección, casi no había

Page 788: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

profesionales, sobre todo en ladirección: eran coroneles retirados,exfuncionarios del Partido, jubilados yempleados despedidos. Cuando lossancionaban en su trabajo, nos losmandaban a nosotros. Y ahí los veías,removiendo papeles. Valiente follónarmaron después de que nuestro escritorbielorruso Alés Adamóvich intervinieraen Moscú; Adamóvich hizo sonar laalarma. ¡Cómo lo odiaron! Algocompletamente absurdo. Aquí viven loshijos y los nietos de esta gente, y encambio ha tenido que ser un escritor, yno ellos, quien ha gritado al mundo:«¡Salvadnos!». Una creería que debíahaberles funcionado el instinto de

Page 789: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

conservación. En las reuniones departido, en los corros, no paraban dehablar de los escritorzuelos. «¡Que semetan en sus asuntos!». «¡Se handesmandado!». «¡Hay órdenes!». «¡Lasubordinación!». «¿Qué entenderáeste?». «¡Pero si no es físico!». «¡Paraeso están el Comité Central y elsecretario general!».

Tal vez fue entonces cuandocomprendí lo que pasó en el 37. Cómose produjo.

En aquel tiempo, mi idea de lacentral atómica era por completo idílica.En la escuela, en el instituto, nosenseñaban que eran unas fantásticas«fábricas que producían energía sacada

Page 790: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de la nada», donde trabajaban unaspersonas con batas blancas queapretaban botones.

Chernóbil saltó por los airesalimentado por una conciencia que noestaba preparada para algo semejante,pero que tenía una fe absoluta en latécnica. Y, por añadidura, no se dabaninguna información. Montañas depapeles con el sello de «ultrasecreto»:«Declarar secretos los datos delaccidente»; «Declarar secretos losinformes sobre los resultados de lostratamientos médicos»; «Declararsecretos los datos sobre los índices delesiones radiactivas entre el personalque ha intervenido en la liquidación».

Page 791: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Corrían rumores: alguien había leídoen un periódico, otro había oído que…A un tercero le habían dicho… De lasbibliotecas desaparecieron todos losfolletos ridículos (como se demostró alos pocos días) relacionados con ladefensa civil. Algunos escuchaban lasradios occidentales; solo esas emisorasinformaban de qué pastillas había quetomar, cómo usarlas correctamente. Perola mayoría de las veces la reacción era:«Los enemigos se alegran de nuestrasdesgracias, cuando, por el contrario,todo va bien». El 9 de mayo[46], losveteranos irán al desfile y… tocará unaorquesta de viento. Hasta aquellos quefueron a apagar el reactor, como se

Page 792: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

supo, vivían rodeados de rumores.Parece ser que agarrar el grafito con lasmanos es peligroso. Según dicenalgunos.

De no se sabe dónde surgió en laciudad una loca. Iba por el mercadodiciendo: «Yo he visto esta radiación.Es azul-azul y palpita». La gente dejó decomprar leche en el mercado, elrequesón. Veías a una abuela con laleche y nadie le compraba. «No tengáismiedo —decía—, que yo no saco lavaca al campo; yo misma le traigo lahierba». Salías de la ciudad y a lo largode la carretera asomaban unosespantajos: veías una vaca paciendo,cubierta de un plástico, y a su lado una

Page 793: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

abuela, también envuelta en plástico. Nosabías si reír o llorar.

A nosotros también nos mandaron ala zona para realizar pruebas. A mí meenviaron a una explotación forestal. Alos madereros no les redujeron laspartidas de madera; el plan que había nose cambió. En el almacén pusimos enmarcha un aparato, y el chisme marcabaDios sabe qué. Junto a las tablas pareceque todo es normal, pero al lado, junto aunas escobas recién hechas, el aparatose ponía a cien.

—¿De dónde han salido estasescobas?

—De Krasnopolie (como se supomás tarde, la zona más contaminada de

Page 794: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nuestra región de Moguiliov). Esta es laúltima partida. Las demás ya se hanenviado.

—¿Y cómo las vas a localizar porlas diferentes ciudades?

¿Qué es lo que no me quería olvidarde decirle? Algo sintomático. ¡Ah!,ahora recuerdo. Chernóbil… De prontosurgió una nueva sensación, ladesacostumbrada impresión de que cadauno teníamos nuestra propia vida; hastaentonces era como si esta no hicierafalta. Pero después la gente empezó apreocuparse por lo que comía, por loque le daba a los niños. Qué resultabapeligroso para la salud, y qué no. ¿Quéhacer: irse a otro lugar o quedarse?

Page 795: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Cada uno debía tomar sus propiasdecisiones. En cambio antes, ¿cómo sesolía vivir? Pues con toda la aldea, contoda la comunidad. Lo que diga lafábrica o el koljós. Éramos soviéticos.De espíritu comunitario. Yo, porejemplo, era muy soviética. Mucho.Estudiaba en la universidad y cadaverano me iba con mi unidad comunista.Existía un movimiento juvenil así: lasunidades de las juventudes comunistas.En ellas trabajábamos y el dineroganado lo mandábamos a algún partidocomunista latinoamericano. Nuestraunidad, en concreto, a Uruguay.

Hemos cambiado. Todo hacambiado. Es necesario hacer un gran

Page 796: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

esfuerzo para comprender. Paraapartarte de lo acostumbrado.

Yo soy bióloga. Mi trabajo de fin decarrera fue el comportamiento de lasavispas. Me pasé dos meses en una isladeshabitada. Tenía allí mi nido deavispas. Las avispas, después depasarse una semana vigilándome, metomaron por una de su familia. Nodejaban acercarse a nadie a menos detres metros, en cambio a mí, ya a lasemana, a diez centímetros. Les daba decomer en el mismo nido mermelada conuna cerilla. «No destruyáis loshormigueros, es una buena forma de vidadistinta a la nuestra», era la frasepreferida de nuestro profesor. El nido de

Page 797: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

avispas estaba unido a todo el bosque, yyo poco a poco también me convertí enparte del paisaje. Pasó un ratón y se mesentó en el borde de la zapatilla; unratón silvestre, de campo, pero el animalya me tomaba por una parte del paisaje:ayer estaba aquí, hoy estoy y mañanatambién estaré.

Después de Chernóbil… En unaexposición de dibujos infantiles vi unoen que una cigüeña camina por un camponegro en primavera. Y una nota: «A lacigüeña nadie le ha dicho nada». Estosson mis sentimientos.

Pero también estaba el trabajo. Eltrabajo diario. Viajamos por la regióntomando pruebas del agua, del suelo,

Page 798: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que llevábamos a Minsk. Nuestraschicas refunfuñaban: «Vaya bollitoscalientes llevamos». Sin protección, sintrajes especiales. Vas en el asientodelantero y a tus espaldas llevas lasmuestras que «arden».

Levantábamos actas para elenterramiento de tierras radiactivas.Enterrábamos la tierra en la tierra. Yave qué extraña ocupación humana. Nadiepodía entender aquello. Según lasinstrucciones, el enterramiento se debíarealizar después de una exploracióngeológica previa, de modo que laprofundidad de las aguas subterráneasno se aproximara a menos de cuatro oseis metros, que la profundidad del

Page 799: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

enterramiento no fuera grande, y que lasparedes y el fondo de la zanja sehubieran cubierto con plástico. Pero estoeran las instrucciones. En la realidad,las cosas eran distintas, claro está.Como siempre.

Señalaban con el dedo: «Aquí». Y elde la excavadora cavaba.

—Y bien, ¿a qué profundidadcavamos?

—¡Quién demonios sabe! En cuantoaparezca el agua, para allí va todo.

Descargaban directamente en lasaguas subterráneas.

Algunos dicen: un pueblo santo y ungobierno criminal. Luego le diré lo quepienso de esto. Sobre nuestro pueblo,

Page 800: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sobre mí misma.Mi viaje de trabajo más importante

fue al distrito de Krasnopolie; como yale he dicho, el más sucio de todos. Paradetener el vertido de radionúclidos delos campos a los ríos, se debía actuar,una vez más, según las instrucciones:arar unos surcos dobles, dejar unespacio, y otros dos surcos, y seguir asícon estos intervalos. Había queexaminar el recorrido de todos los ríospequeños. Para hacer lascomprobaciones.

Hasta el centro del distrito llegabasen el autobús de línea, pero para seguirnecesitabas, como es natural, un coche.Voy a ver al presidente del Comité de

Page 801: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Distrito. El hombre está en su despacho,agarrándose la cabeza con las manos.Nadie había retirado el plan deproducción, nadie había cambiado elprograma de siembra; antes sembrabanguisantes, pues seguían sembrando lomismo, aunque sabían que los guisantesson los que más absorben la radiación,como todas las leguminosas. Y esocuando por allí llegaban a los 40 curiosy más. El hombre no está paraescucharme. En las guarderías, loscocineros y las enfermeras se hanesfumado. Los niños tienen hambre. Unaoperación de apendicitis urgente: hayque llevar al enfermo al distrito vecinoen ambulancia; 60 kilómetros por una

Page 802: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

carretera que parece una tabla de lavar.Todos los cirujanos se han marchado.¿De qué coche le hablo? ¿De qué doblessurcos? Le importa un rábano lo que lediga.

Me dirigí entonces a los militares.Unos chicos jóvenes, que se pasaron allímedio año. Ahora todos estánperdidamente enfermos. Los chicospusieron a mi disposición un blindadocon su equipaje; aunque no, no era unatanqueta, sino un vehículo deexploración con ametralladora. Me supomuy mal no haberme fotografiadoencima de él. Sobre el blindaje. Otravez me da la vena romántica. El sargentoque mandaba la tanqueta se mantenía en

Page 803: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

permanente contacto con la base:«¡Halcón! ¡Halcón! Seguimos con lamisión».

Emprendimos la marcha;recorríamos nuestros caminos, nuestrosbosques; era nuestro país y, en cambio,nosotros íbamos en una máquina deguerra. Las mujeres salían de sus casaspara vernos pasar. Y lloraban. La últimavez que habían visto este tipo devehículos fue durante la Guerra Patria.Se las veía espantadas, asustadas ante laidea de que hubiera empezado la guerra.

Según las instrucciones, los tractoresdestinados a arar aquellos surcos debíantener la cabina protegida,herméticamente cerrada. He visto un

Page 804: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tractor así. La cabina en efecto erahermética. Allí estaba el tractor, pero eltractorista se había tumbado en lahierba, para descansar.

—¿Se ha vuelto usted loco? —ledigo—. ¿O no le han dicho nada?

—Pero ¿no ve que me tapo la cabezacon la chaqueta? —me responde.

La gente no entendía. Se han pasadolos años asustando a la gente,preparándolos para una guerra atómica.Pero no para un Chernóbil.

Aquellos lugares son de una bellezaespléndida. Se ha conservado el bosqueoriginal, no es replantado, sino elantiguo. Unos riachuelos serpenteantes,el agua del color del té, transparente

Page 805: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

como el cristal. La hierba verde. Lagente se llama a gritos en el bosque.Para ellos era lo normal, igual que salirpor la mañana a su jardín. Y tú, encambio, sabes que todo aquello estáenvenenado: setas, bayas… Las ardillascorriendo por la avellaneda.

Nos encontramos con una mujer.—Hijos míos, decidme: ¿me puedo

tomar la leche de mi propia vaca?Nosotros, con la mirada clavada en

el suelo; nuestras órdenes eran recogerdatos, pero no relacionarnos demasiadocon la población.

El primero en salir del paso fue elsargento:

—Abuela, ¿cuántos años tiene?

Page 806: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Ochenta ya tendré, y más. Lospapeles se me quemaron durante laguerra.

—Entonces, bébala, abuela.La gente del campo es la que más

pena da, porque han sufrido sin culpaalguna, como los niños. PorqueChernóbil no lo ha inventado elcampesino, que tiene con la naturalezaun trato especial, de confianza, y no unarelación rapaz, el mismo contacto dehace cien años, o de mil. Fieles a losdesignios de Dios. En los pueblos noentendían qué había pasado y queríancreer a los científicos, a cualquierpersona instruida, como si se tratara deun sacerdote. En cambio no se les decía

Page 807: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

otra cosa que: «Todo está bien. No pasanada malo. Lo único es que antes de lascomidas lávense las manos».

Y comprendí, aunque no enseguida,sino al cabo de unos años, entoncescomprendí que todos nosotros habíamosparticipado… en un crimen… en uncomplot… [Calla.]

No se puede usted imaginar en quécantidades se sacaba todo lo que semandaba allí como ayuda ycompensaciones a sus habitantes: café,carnes ahumadas, jamón, naranjas…Cajones, coches, furgones enteros.Porque entonces aquellos comestiblesno los había en ninguna parte. Y losvendedores locales, todos los que

Page 808: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

controlaban, todos esos funcionariospequeños y medios, se llenaban losbolsillos.

El hombre ha resultado ser peor delo que creía. Hasta yo misma. Heresultado peor. Ahora ya sé lo que soy.[Se queda pensativa.] Y lo reconozco,por supuesto. Es algo importante para mímisma.

Mire, otro ejemplo. En un koljóshay, pongamos, cinco pueblos. Tresestán «limpios», y dos, «sucios». De unpueblo a otro hay de dos a treskilómetros. A dos les pagan lossubsidios «funerales», a tres no. En unade las aldeas «limpias» se construye uncomplejo de cría de ganado. Traeremos

Page 809: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

piensos limpios, dicen. Pero ¿de dóndelos van a sacar? El viento arrastra elpolvo de un campo a otro. La tierra es lamisma. Para construir las instalacionesse necesitan papeles. Una comisión losfirma, yo estoy en esta comisión. Aunquetodos saben que no se puede aprobaraquello. ¡Que es un crimen! Al final yoencontré una justificación para mímisma: el problema de la limpieza delos piensos no es competencia delinspector de protección de la naturaleza.Yo soy poca cosa. ¿Qué puedo haceryo?

Cada uno encontraba algunajustificación. Alguna explicación. Yo hehecho el experimento conmigo misma.

Page 810: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Y, en una palabra, he comprendido queen la vida las cosas más terriblesocurren en silencio y de manera natural.

ZOYA DANÍLOVNA BRUK,inspectora del Servicio para

la Protección de la Naturaleza

Page 811: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE QUE EL RUSOSIEMPRE QUIERECREER EN ALGO

¿No me diga que no se ha dado cuentade que entre nosotros no hablamos deltema? Dentro de decenas de años, alcabo de siglos, estos serán unos tiemposmitológicos. Llenarán estos lugares decuentos y mitos. Leyendas.

Page 812: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tengo miedo de la lluvia. Ya ve: selo debo a Chernóbil. Me da miedo lanieve. Los bosques. Temo las nubes. Losvientos. ¡Así es! ¿De dónde sopla? ¿Quétrae? No se trata de una abstracción, deuna conclusión racional, sino que es unasensación personal. Chernóbil. Está enmi casa. En el ser que más quiero, en mihijo, que nació en la primavera del 86.Está enfermo. Los animales, hasta lascucarachas, saben cuándo y cuántasveces han de parir. Los hombres no lopueden saber; el creador no les haconcedido el don del presentimiento.

No hace mucho publicaron en laprensa que, en el año 93, en nuestropaís, en Bielorrusia, se practicaron

Page 813: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

200 000 abortos. Y la primera causa eraChernóbil. Ahora ya en todas partesvivimos con este miedo. La naturalezase diría que se ha coagulado, se hadetenido en actitud de espera.Aguardando. «¡Desgraciado de mí!¿Dónde se ha escondido el tiempo?»,exclamaría Zaratustra.

He reflexionado mucho. Buscandoun sentido. Una respuesta.

Chernóbil es la catástrofe de lamentalidad rusa. ¿No se ha parado apensar en ello? Por supuesto, estoy deacuerdo con aquellos que escriben queno es el reactor lo que ha explotado,sino todo el sistema anterior de valores.Pero en esta explicación hay algo que

Page 814: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

me falta.Quisiera referirme a lo que

Chaadáyev fue el primero en señalar:nuestra hostilidad hacia el progreso.Nuestra actitud contraria hacia latécnica, hacia los instrumentos. Observeusted Europa. Desde la época delRenacimiento, Europa vive bajo el signode una relación instrumental con elmundo. Una relación inteligente,racional. Que se traduce en un respetohacia el artesano, hacia el instrumentoque este sostiene en sus manos.

Hay un relato extraordinario deLeskov: Una voluntad de hierro. ¿Dequé trata? Del carácter ruso: sobre el«puede que sí» o el «tal vez no». Este es

Page 815: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el leitmotiv ruso.El carácter alemán se refleja en su

apuesta por el instrumento, por lamáquina. ¿Y nosotros? ¿Nosotros? Porun lado, tenemos el intento de superar,de encauzar el caos, y por otro, nuestraelementalidad. Vaya usted adondequiera, por ejemplo a Kizhi, ¿y qué es loque oirá? ¿De qué se jacta cualquierguía turístico? ¡De que este templo se haconstruido solo con un hacha, y por sifuera poco sin un solo clavo! En lugarde construir una buena carretera,herremos una pulga[47]. Las ruedas delcarro se hunden en el barro, pero, encambio, hemos logrado atrapar al pájarode fuego.

Page 816: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Y en segundo lugar —eso es lo quecreo, ¡vaya que sí!— es el pago por larápida industrialización de después dela Revolución. Después de laRevolución de Octubre. Por el saltohacia delante. Miremos de nuevo aOccidente. Tenemos un siglo textil, otrode las manufacturas. La máquina y elhombre avanzaban juntos, cambiaban ala par. Se iban formando una conciencia,un pensamiento tecnológico. En cambio,¿qué ocurre en nuestro país? ¿Qué tienenuestro campesino en su propia casaaparte de las manos? ¡Hasta el día dehoy! Un hacha, una guadaña y uncuchillo. Y ya está. Sobre ellos selevanta todo su mundo. Bueno, me he

Page 817: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dejado la pala.¿Cómo habla un ruso con una

máquina? ¡Solo blasfemando! O dándolecon el martillo, o a patadas. No laquiere, a la máquina esta la odia, dehecho la desprecia, porque no entiendemuy bien qué tiene entre las manos, dequé poder se trata.

No sé dónde he leído que elpersonal laboral de las centralesnucleares llamaba al reactor «cazuela»,«samovar», «estufa», «hornillo». Todoesto suena a un exceso de orgullo:«freiremos huevos al sol». Entre la genteque trabajaba en la central de Chernóbilhabía mucho campesino. Por la mañanatrabajaba en el reactor y por la tarde, en

Page 818: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

su huerta, o en la de los padres, en laaldea vecina, donde las patatas todavíase plantan con la pala, y el estiércol seesparce con la horca. Extraen la cosechatambién a mano. Su mente existía enestos dos ámbitos, en estas dos eras: enla de piedra y en la atómica. En dosépocas. Y el hombre, como un péndulo,se movía constantemente de un extremoal otro.

Imagínese el ferrocarril, una víaférrea trazada por unos brillantesingenieros; el tren marcha veloz, pero enel lugar del maquinista tenemos a uncochero del pasado. Este es el destinode Rusia: viajar entre dos culturas. Entreel átomo y la pala.

Page 819: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Y la disciplina de la técnica? Paranuestra gente es una parte de laopresión, es un yugo, unas cadenas. Unpueblo elemental, libre. Siempresoñando no con la libertad, sino conhacer lo que se le antoje. Para nosotros,la disciplina es un instrumentorepresivo. Hay algo peculiar en nuestraignorancia; algo cercano a la ignoranciaoriental.

Yo soy historiador. Antes me habíadedicado mucho a la lingüística, a lafilosofía de la lengua. No solo pensamoscon la lengua, sino que también estapiensa con nosotros. A los dieciochoaños, o quizá un poco antes, cuandoempecé a leer el samizdat[48], descubrí a

Page 820: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Shalámov, a Solzhenitsyn, y de prontocomprendí que toda mi infancia, lainfancia de mi calle —y eso que hecrecido en una familia de intelectuales(mi bisabuelo fue sacerdote, mi padre,profesor de la Universidad dePetersburgo)— está impregnada de lamentalidad de los campos deconcentración. Incluso todo el léxico demi niñez salía del lenguaje de losreclusos. Para nosotros, unos chiquillos,era de lo más natural llamar a nuestropadre «paján», y a nuestra madre,«majana»[49]. «A una puta lista no hayculo que se le resista», esto lo entendíayo a los nueve años. ¡Así es! Ni unapalabra del mundo civil. Hasta los

Page 821: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

juegos, los dichos y las adivinanzas erandel ambiente de los campos. Porque losreclusos no constituían un mundo aparte,que solo existía en las cárceles, lejos denosotros. Todo esto se encontraba anuestro lado. Como escribía Ajmátova,«medio país encerraba, y el otro medioestaba encerrado». Yo creo que estamentalidad carcelaria debía chocarinevitablemente con la cultura, con lacivilización, con el ciclotrón.

Bueno, claro, y además, hemos sidoeducados en este peculiar paganismosoviético: el hombre es el amo y señor,es la corona de la creación. Y está en suderecho de hacer con el mundo lo que leplazca. La fórmula de Michurin[50] era:

Page 822: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

«No podemos esperar que la naturalezanos conceda sus dones; nuestra tarea esapropiarnos de ellos». Me refiero a estepropósito de inculcar al pueblo unascualidades, unas propiedades que notiene. El sueño de la revolución mundiales el sueño de reformar al hombre y decambiar todo el mundo que nos rodea.Transformarlo todo. ¡Así es! Laconocida consigna bolchevique:«¡Conduzcamos a la humanidad conmano de hierro hacia la felicidad!». Lapsicología del agresor. Un materialismode caverna. Un reto a la historia y unreto a la Naturaleza.

Y esto no tiene fin. Se derrumba unautopía y otra ocupa su lugar.

Page 823: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Ahora todo el mundo se ha puesto ahablar de Dios. De Dios y del mercadoal mismo tiempo. ¿Por qué no lobuscaron en el gulag, en las celdas del37, en las reuniones del Partido del 48,cuando aplastaban a los cosmopolitas, oen los tiempos de Jruschov, cuandodestruían los templos? El subtexto de laactual búsqueda de Dios rusa es falaz yengañoso. Bombardeamos las casaspacíficas de Chechenia. Se estáexterminando a un pueblo pequeño yorgulloso. Y ponen velas en las iglesias.Solo sabemos usar la espada. Elkaláshnikov, en lugar de la palabra. Losrestos de los tanquistas rusos abrasadoslos retiran en Grozni con palas y horcas.

Page 824: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Lo que queda de ellos. Y, acto seguido,vemos al presidente rezando con susgenerales. Y el país contempla esteespectáculo por la televisión.

¿Qué hace falta? Dar respuesta a lasiguiente pregunta: ¿La nación rusa serácapaz de realizar una revisión de toda suhistoria de manera tan global comoresultaron capaces de llevar a cabo losjaponeses después de la Segunda GuerraMundial? O los alemanes. ¿Tendremosel suficiente valor intelectual? Sobreesto casi no se habla. Se habla delmercado, de los cupones de laprivatización, de cheques… Una vezmás, nos dedicamos a sobrevivir. Todanuestra energía se consume en esto. Pero

Page 825: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

el alma se deja a un lado. De nuevo elhombre está solo.

Entonces, ¿para qué todo esto? ¿Paraqué su libro? ¿Mis noches de insomnio?Si nuestra vida no es más que la llamade una cerilla, pueden darse variasrespuestas. Una es el primitivofatalismo. Y puede haber grandesrespuestas. El ruso siempre quiere creeren algo: en el ferrocarril, en una rana (elnihilista Bazárov)[51], en la fe bizantina,en el átomo… Y ahora, ya ve, en elmercado.

Un personaje de Bulgákov, en suCábala de los beatos[52], dice: «Hepecado toda la vida. He sido actriz». Esla conciencia del carácter pecador del

Page 826: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

arte. De lo inmoral de su esencia. Deeste asomarse a las vidas ajenas. Pero elarte es como el suero de un infectado:puede convertirse en la vacuna para otraexperiencia.

Chernóbil es un tema deDostoyevski. Un intento de justificacióndel hombre. ¡O puede que todo sea muysencillo: entrar en el mundo de puntillasy detenerse en el umbral! Este mundo deDios.

ALEXANDR REVALSKI,historiador

Page 827: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE CUÁN INDEFENSA

RESULTA LA VIDAPEQUEÑA EN ESTE

TIEMPO GRANDIOSO

No me pregunte. No le diré nada. Nohablaré de esto. [Calla abstraído.] No,podría hablar con usted, paracomprender. Si usted me ayuda. Lo

Page 828: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

único que le pido es que no me tengalástima, no necesito consuelo. No sepuede sufrir así tan sin sentido, uno nopuede pararse a pensar tanto. ¡Esimposible, imposible! [Eleva la vozhasta gritar.]

De nuevo estamos en la reserva,vivimos en el campo de concentración.En el campo de Chernóbil. Gritan comoun eslogan en las manifestaciones, oescriben en los periódicos: «Chernóbilha destruido el imperio». Ha sido laprueba que nos ha liberado delcomunismo. De las proezas…, de lashazañas más parecidas a un suicidio…,de las ideas horrorosas. Ahora ya locomprendo. Proeza es una palabra

Page 829: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

inventada por los gobernantes. Parapersonas como yo. Pero yo no tengonada más, nada más que esto. Yo hecrecido entre estas palabras, entre estoshombres. Todo ha desaparecido; estavida ha desaparecido. ¿A qué asirse?¿Con qué salvarse? No tiene sentidosufrir de este modo. Solo sé una cosa,que ya nunca más seré feliz.

Cuando él regresó de allá, se pasóvarios años como sumido en un sueño,como en una pesadilla.

Y me contaba. Me contaba sin parar.Y yo lo grababa todo en la memoria.En medio de la aldea había un

charco rojo. Los gansos y los patos loevitaban.

Page 830: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Los soldados, unos críos, andabandescalzos, desnudos. Se tumbaban en lahierba. A tomar el sol. «¡Levantaos,desgraciados! ¡Que os vais a morir!». Yellos: «¡Ja, ja, ja!».

Muchos se marchaban de las aldeasen sus propios coches. Los cochescontaminados. Les ordenaban:«¡Descarguen el vehículo!». Y el cocheiba a parar a una zanja especial. Lagente se quedaba allí llorando. Y por lanoche regresaba a desenterrarlo aescondidas.

«¡Nina, qué bien que tenemos doshijos!».

Los médicos me dijeron: tiene elcorazón muy dilatado, también tiene

Page 831: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dilatados los riñones, como el hígado.Un día me preguntó: «¿No te doy

miedo?». Empezó a tener miedo alcontacto físico.

Yo no le preguntaba nada. Locomprendía, lo comprendía con elcorazón. Hubiera querido preguntarle. Amenudo eso me parecía. Pero en otrasocasiones me resulta tan insoportableque no quería saber nada de eso. ¡Odiorecordar! ¡Lo odio! [De nuevo brota elgrito.]

En un tiempo… Hubo un tiempo enque envidiaba a los héroes. A los quehabían participado en los grandesacontecimientos. A los que habíanvivido épocas de ruptura, momentos

Page 832: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cruciales de la historia. Soñaba. Asíhablábamos entonces, así cantábamos.Había canciones preciosas. [Se pone acantar.] «Águilas, águilas». Ahora,hasta se me ha olvidado la letra.¡Soñaba! Lamentaba no haber nacido enel 17 o en el 41. Pero ahora pienso deotro modo; no quiero convertirme enhistoria, no quiero vivir una épocahistórica como la de ahora.

¡Mi pequeña vida estaba entoncesindefensa! Los grandes acontecimientosla borran sin siquiera notarlo. Sindetenerse. [Se queda pensativa.]Después de nosotros, quedará solo lahistoria. Quedará Chernóbil. ¿Y dóndeestá mi vida? ¿Y mi amor?

Page 833: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Contaba y contaba. Y yo lo grababatodo en la memoria.

Palomas, gorriones, cigüeñas… Unacigüeña corre, corre por el campo,quiere alzar el vuelo. Pero no puede.

La gente se ha marchado, y en lascasas se han quedado a vivir susfotografías.

Iban por una aldea abandonada y depronto veían una escena que parecíasacada de un cuento: un viejo y una viejasentados en la entrada de una casa y a sualrededor corriendo un montón deerizos. Son tantos que parecen unanidada de polluelos. No hay un alma, enel pueblo reina la calma, como en elbosque, y los erizos, que han dejado de

Page 834: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tener miedo de la gente, se presentan enel pueblo y piden leche. También vienenzorros, les han contado, y alces.

Uno de los muchachos no pudo másy exclamó:

—¡Yo soy cazador!—¡Pero qué dices! ¡Quita! —

protestaron los viejos entre aspavientos—. ¡No se puede matar a los animales!¡No se puede! Ahora son nuestrosparientes.

Él sabía que iba a morir. Se estabamuriendo. Pero se juró que viviría soloen la amistad y el amor. Yo tenía dosempleos; con un solo sueldo mío y supensión no nos bastaba. De modo queme rogó: «¿Por qué no vendemos el

Page 835: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

coche? No está nuevo, pero algo nosdarán por él. Así estarás más en casa. Yyo te veré más rato».

Llamaba a los amigos. Vinieron suspadres, que se quedaron una largatemporada en casa. Se ve quecomprendió algo. Comprendió algunacosa de la vida que antes no habíaentendido. Empezó a hablar con unaspalabras nuevas. «Nina, qué bien quetenemos a nuestros dos hijos. Una niña yun niño. Ellos quedarán».

Un día le pregunté:—¿Has pensado en nosotros, en mí y

en los niños? ¿En qué pensabas allí?—He visto a un niño nacido a los

dos meses de la explosión. Le pusieron

Page 836: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de nombre Antón. Pero todos lollamaban «Atómchik».

—¿Pensaste en…?—Allí todo te daba pena. Hasta las

moscas te daban lástima, hasta losgorriones. Querías que todo viviera.Que las moscas volasen, que las avispaspicasen, que las cucarachas corrieran.

—¿Tú…?—Los niños dibujaban Chernóbil.

Los árboles en los cuadros crecían conlas raíces hacia arriba. El agua en losríos era roja o amarilla. Dibujaban algoy al verlo se ponían a llorar.

Su amigo… Su amigo me contó quetodo allí era terriblemente interesante,divertido. Leían versos, cantaban y

Page 837: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tocaban la guitarra. Los mejoresingenieros y científicos fueron allí. Laélite de Moscú y Leningrado. Sededicaban a filosofar. La Pugachova[53]

fue a actuar ante ellos. En el campo.«Muchachos, si no os quedáis

dormidos, os cantaré hasta queamanezca».

Los llamaba «héroes». Todos losllamaban «héroes». [Llora.]

Su amigo murió el primero. Bailabaen la boda de su hija, hacía reír a todo elmundo con sus chistes. Cogió una copapara hacer un brindis y se derrumbó.Y… Nuestros hombres… Nuestroshombres mueren como en la guerra, peroen tiempos de paz.

Page 838: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡No quiero! No quiero recordar. [Setapa los ojos y se balancea ensilencio.] No quiero hablar de esto. Élmurió y me dio tanto miedo. Como quienestá a oscuras en un bosque.

«Nina, qué bien que tenemos anuestros dos hijos. Una niña y un niño.Ellos quedarán».

[Prosigue:] ¿Qué quierocomprender? Yo misma no lo sé.[Sonríe sin darse cuenta.]

Un amigo suyo me ha pedido lamano. Ya me había pretendido cuandoéramos estudiantes, cuandoestudiábamos; luego se casó con unaamiga mía, pero pronto se separó. Algono les fue bien. Me vino a ver con un

Page 839: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ramo de flores: «Te trataré como a unareina». Tiene una tienda, un pisoespléndido en la ciudad y una casa en elcampo. Pero le he dicho que no. Se haofendido: «Han pasado cinco años. ¿Yno hay modo de que te olvides de tuhéroe? Ja, ja, ja… ¡Vives con unmonumento!».

[Se pone a gritar.] Lo eché de casa.¡Fuera! «¡Estúpida! —me soltó—. Vivecon tu sueldo de maestra, con tus ciendólares». Y así vivo. [Se tranquiliza.]

Chernóbil me ha llenado la vida y mialma se ha ensanchado. Siente dolor. Lallave secreta. Te pones a hablar despuésde este dolor y te salen hermosaspalabras. Yo he dicho estas cosas…,

Page 840: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con estas palabras, solo cuando heamado. Y ahora. Si no creyera que estáen el cielo, ¿cómo lo podría soportar?

Él contaba y yo recordaba [Hablaensimismada.]

Nubes de polvo. Tractores en elcampo. Mujeres con las horcas. Eldosímetro que zumba.

No hay gente y el tiempo se muevede otro modo. El día es largo,inacabable, como en la infancia.

Prohibido quemar hojas. Lasenterraban.

No se puede sufrir así, tan sinsentido. [Llora.] Sin palabras hermosasconocidas. Ni siquiera sin la medallaque le dieron. Allí está, en casa. Nos la

Page 841: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dejó a nosotros.Pero hay una única cosa que sé, y es

que ya nunca más seré feliz.

NINA PRÓJOROVNA KOVALIOVA,esposa de un liquidador

Page 842: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LA FÍSICA, DE LA

QUE TODOSESTUVIMOS

ENAMORADOS

Yo soy la persona que usted necesita.No se ha equivocado usted. De joventenía la costumbre de apuntarlo todo.Por ejemplo, cuando murió Stalin: qué

Page 843: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pasaba en las calles, qué se escribía enlos periódicos. Y sobre Chernóbiltambién lo apunté todo desde el primerdía; sabía que pasaría el tiempo ymuchas cosas se olvidarían,desaparecerían para siempre, como hasucedido. Mis amigos, que seencontraron en el centro de losacontecimientos, físicos nucleares, sehan olvidado de lo que sintieronentonces, de qué hablaban conmigo. Yoen cambio lo tengo todo apuntado.

Aquel día… Yo era director de unlaboratorio del Instituto de EnergíaNuclear de la Academia de Ciencias deBelarús. Aquel día llegué al trabajo.Nuestro centro está en las afueras de la

Page 844: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ciudad, en el bosque. ¡Hacía un tiempomagnífico! Era primavera. Abrí laventana. El aire era limpio, fresco. Meextrañó una cosa: ¿Por qué no seacercaban los herrerillos, a los que yohabía dado de comer durante el inviernocolgando tras la ventana trocitos desalchichón? ¿Habrían encontrado unmanjar mejor?

Pero en aquel momento en el reactorde nuestro instituto cundió el pánico: losaparatos de dosimetría mostraban uncrecimiento de la actividad; la radiaciónen los filtros de depuración del aireaumentó doscientas veces. La potenciade la dosis junto a la entrada era decerca de tres milirroentgen a la hora.

Page 845: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Estaba pasando algo muy serio. Estegrado de radiación se considera lamáxima permitida en locales peligrososdurante un tiempo de trabajo no superiora las seis horas. La primera hipótesis: enla zona activa se había deshermetizadola envoltura de los elementosrefrigeradores. Lo comprobaron: todoestaba en orden. ¿A lo mejor es quehabían transportado un contenedor dellaboratorio de radioquímica y le habíandado tal trastazo por el camino quehabían dañado su envoltura interna yhabían contaminado el territorio?¡Prueba ahora a limpiar la manchadejada en el asfalto! ¿Qué habríapasado? Y por si fuera poco, por los

Page 846: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

altavoces anunciaron: «Se recomiendaal personal que no salga del edificio».Entre los edificios, todo quedó desierto.Daba no sé qué. Era algo inusual.

Los dosimetristas comprueban midespacho: «arde» la mesa, «arde» miropa, «arden» las paredes. Me levantode la silla, no tengo ganas de quedarmeallí sentado. Me lavo la cabeza en ellavabo. Miro el dosímetro: el efecto estáa la vista. ¿Será posible que, a pesar detodo, venga de aquí? ¡Un accidente ennuestro instituto! ¿Una fuga? ¿Cómodesactivar ahora los autobuses que nosllevan a la ciudad? ¿Y al personal?Habría que estrujarse los sesos. Yo mesentía muy orgulloso de nuestro reactor;

Page 847: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lo había estudiado hasta el milímetro.Llamamos a la Central Atómica de

Ignalinsk, que está al lado. También susaparatos se han desmadrado. Y hacundido también el pánico. Llamamos aChernóbil. En la central no responde niun teléfono. Hacia el mediodía, la cosaestá clara. Sobre todo Minsk se cierneuna nube radiactiva. Establecimos que laactividad era yódica. Es decir, la averíase había producido en algún reactor.

La primera reacción fue llamar a mimujer a casa y avisarla. Pero todosnuestros teléfonos del instituto estánpinchados. ¡Oh, este eterno miedo! Unmiedo que te han metido durantedecenios. Aunque esta gente de allí aún

Page 848: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

no sabe nada. Mi hija se va a pasear consus amigas por la ciudad después de susclases en el conservatorio. Comenhelados. ¿Llamar? Sin embargo, puedotener problemas. No me permitirántrabajar en proyectos secretos. De todosmodos, no lo soporto y levanto elauricular.

—Escúchame con atención.—¿De qué me hablas? —me

preguntó en voz alta mi mujer.—Más bajo. Cierra las ventanas;

mete todos los alimentos en bolsas deplástico. Ponte guantes de goma y pásaleun trapo húmedo a todo lo que puedas.El trapo también lo metes en una bolsa ylo tiras cuanto más lejos mejor. La ropa

Page 849: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tendida, ponla de nuevo a lavar. Nocompres más pan. Y nada de pastelillosen la calle.

—¿Qué os ha pasado?—Más bajo. Disuelve dos gotas de

yodo en un vaso de agua. Lávate lacabeza.

—¿Qué?Pero yo no la dejo acabar y cuelgo.

Ya se hará cargo; también ella trabaja ennuestro instituto.

A las quince horas y treinta minutos,el asunto se aclaró: un accidente en elreactor de Chernóbil.

Por la tarde regresamos a Minsk enel autobús del trabajo. Durante la mediahora del viaje permanecemos callados o

Page 850: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hablamos de otros asuntos. Tememoscomentar en voz alta con los amigos losucedido. Todos llevamos el carné delPartido en el bolsillo.

Delante de la puerta de casa habíaun trapo mojado. O sea que mi mujer lohabía entendido todo. Entro en elrecibidor, me quito el traje, la camisa,hasta quedarme en calzoncillos. Depronto me invade la rabia. ¡Al diablocon el secretismo! ¡Maldito miedo!Tomo el listín de teléfonos. Las agendastelefónicas de mi hija, de mi mujer. Yme pongo a llamar a todo el mundo.

Digo que trabajo en el Instituto deEnergía Nuclear, que sobre Minsk sealza una nube radiactiva. Y

Page 851: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

seguidamente enumero qué es lo que hayque hacer: lavarse la cabeza con jabónde cocina, cerrar las ventanas… Cadatres o cuatro horas frotar el suelo con untrapo mojado. Sacar la ropa húmeda delos balcones y volverla a lavar. Tomaryodo. Cómo tomarlo correctamente. Lareacción de la gente era deagradecimiento. Ni preguntas, niexpresiones de miedo. Tengo laimpresión de que no me creían o noestaban en condiciones de hacerse cargode la inmensidad del suceso. Nadie seasustó. Una reacción asombrosa.¡Asombrosa!

Por la noche me llama un amigo. Unfísico nuclear, doctor él. ¡Con qué

Page 852: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

despreocupación! ¡Qué créduloséramos! Uno solo lo comprende ahora.El amigo me llama y, como si tal cosa,me dice que durante las fiestas de mayotiene intención de visitar a los padres desu mujer, que viven en la región deGómel, ¡una zona que se encuentra a unpaso de Chernóbil! Que iría con sushijos pequeños. «¡Una decisión genial!—grité—. ¡Te has vuelto loco!». Eso,sobre nuestro profesionalismo. Sobrenuestra fe. Cómo le grité. Y élseguramente ni se acuerda de que aqueldía salvé a sus hijos. [Después de darseun respiro.]

Nosotros. Me refiero a todosnosotros. No hemos olvidado Chernóbil;

Page 853: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sencillamente no lo hemos comprendido.¿Qué podían entender los salvajes de losrelámpagos?

En el ensayo de Alés Adamóvichestá su conversación con Andréi Sájarovsobre la bomba atómica. «¿Sabe usted lobien que huele después de una explosiónnuclear? Huele a ozono», comentaba elacadémico, el «padre» de la bomba dehidrógeno. Unas palabras llenas deromanticismo. Para mí. Para migeneración.

Perdóneme, por su cara veo lareacción. A usted esto le parece un gestode admiración ante una pesadillacósmica. Y no ante el genio humano.Pero esto lo pienso ahora, ahora que la

Page 854: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

física nuclear se ha cubierto devergüenza y de oprobio. En cambio, migeneración…

En el 45, cuando hicieron explotar labomba atómica, yo tenía diecisiete años.Me encantaba la ciencia ficción, soñabacon volar a otros planetas, y creía que laenergía nuclear nos lanzaría al cosmos.Ingresé en el Instituto de Energía deMoscú y allí me enteré de que existíauna facultad ultrasecreta, la de físicaenergética. Eran los años cincuenta,sesenta. Los físicos nucleares. La élite.Qué entusiasmo ante el futuro. Loshumanitarios al desván.

En la moneda de tres cópecs, decíanuestro maestro en la escuela, había

Page 855: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tanta energía que con ella podíafuncionar una central eléctrica. ¡Se lecortaba a uno el aliento!

Me tragué el libro delestadounidense Smith, que contaba cómose inventó la bomba atómica, cómo serealizaron los experimentos, los detallesde la explosión. En nuestro país todoestaba bajo secreto.

Yo leía. Mi imaginación volaba.Se había hecho la película sobre los

científicos atómicos soviéticos, Nuevedías de un año, y la había visto todo elpaís.

Los altos sueldos, el secretismo,todo eso le añadía romanticismo. ¡Elculto a la física! ¡La era de la física!

Page 856: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Incluso cuando Chernóbil voló porlos aires, qué lentamente nosdesprendíamos de este culto. Cuandollamaron a los científicos, estos llegaronal reactor en un vuelo especial, peromuchos de ellos no se llevaron consigoni siquiera la máquina de afeitar; secreían que era algo de pocas horas. Detan solo unas cuantas horas. Aunque seles había informado que en la centralnuclear se había producido unaexplosión. Pero ellos tenían tanta fe ensu física; todos ellos pertenecían a lageneración que compartía esta fe.

La era de la física se acabó enChernóbil.

Ahora ya miran ustedes al mundo de

Page 857: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

otra manera. Hace poco me heencontrado con esta reflexión de mifilósofo preferido, KonstantínLeóntiev[54]: las consecuencias de ladepravación físico-química algún díaobligarán a una inteligencia cósmica aintervenir en nuestros asuntos terrestres.En cambio, nosotros, que hemos sidoeducados en la época de Stalin, nopodíamos tolerar la idea de la existenciade unos poderes sobrenaturales. Demundos paralelos. La Biblia la leí mástarde.

Hasta me casé con la misma mujerdos veces. La dejé y volví con ella. Nosencontramos de nuevo en este mundo.¿Quién me puede explicar este milagro?

Page 858: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡La vida es algo asombroso! ¡Es unmisterio! Ahora creo… ¿En qué creo?En que el mundo tridimensional ya se haquedado demasiado estrecho para elhombre actual. ¿Por qué despierta hoytanto interés la otra realidad? Losnuevos conocimientos. El hombre sedesprende de la Tierra. Opera con otrascategorías de tiempo, se remite no solo ala Tierra, sino a otros mundos. ElApocalipsis. El invierno nuclear.

En el arte occidental, todo esto ya seha escrito. Lo han pintado. Lo hanfilmado. Los occidentales se preparabanpara el futuro. La explosión de grandescantidades de armas nucleares darálugar a colosales incendios. La

Page 859: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

atmósfera se saturará de humo. Losrayos solares no podrán alcanzar laTierra, y se producirá una reacción encadena: frío, más frío y aún más frío.

Esta versión mundana sobre el «findel mundo» se ha estado introduciendodesde la época de la revoluciónindustrial del siglo XVIII. Pero lasbombas atómicas no desaparecerán nisiquiera cuando se destruya la últimaojiva nuclear. Quedarán losconocimientos.

Usted calla. Yo, en cambio, no parode discutir con usted. Es una disputaentre generaciones. ¿Lo ve? La historiadel átomo no es solo un secreto militar,un enigma o una maldición. Es nuestra

Page 860: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

juventud, nuestro tiempo. Nuestrareligión. Pero ¿y ahora?

Ahora a mí también me parece queson otros quienes gobiernan el mundo,que nosotros, con todas nuestras armas ycon nuestras naves cósmicas, somoscomo niños. Pero aún no estoyconvencido del todo de ello. No estoyseguro.

¡Qué cosa más sorprendente la vida!He amado la física y antes pensaba:nunca me dedicaré a otra cosa que nosea la física; ahora, sin embargo, quieroescribir. Por ejemplo, sobre que elhombre no le sirve a la ciencia, elhombre de carne y hueso, me refiero;que el hombre es para ella una molestia.

Page 861: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

El pequeño hombre con sus pequeñosproblemas. Otro ejemplo, quieroescribir sobre cómo unos cuantos físicospodrían cambiar el mundo entero. Sobrela nueva dictadura. La dictadura de lafísica y de las matemáticas. Se me haabierto una nueva vida.

Antes de la operación, yo ya sabíaque tenía cáncer. Pensaba que solo mequedaban pocos días de vida, y meresultaba terriblemente odiosa la idea deque me iba a morir. Y, de pronto, meempecé a fijar en cada hoja, en loscolores brillantes de las flores, en laclaridad del cielo, en el asfalto, de ungris cegador, veo las grietas que tiene y,entre ellas, cómo corren las hormigas.

Page 862: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

No, me digo, no las tengo que pisar. Medan pena. ¿Por qué tienen que morir?Del olor del bosque me daba vueltas lacabeza. Percibía el olor con más fuerzaque los colores. Los vaporososabedules. Los pesados abetos. ¿Y todoesto lo dejaré de ver? ¡Siquiera unsegundo, un minuto más, vivir algo más!

¿Para qué me he pasado tantotiempo, horas enteras, días, delante deltelevisor, entre montones de periódicos?Lo principal es la vida y la muerte.

No existe nada más. No hay nadamás que colocar en la balanza. Hecomprendido que solo tiene sentido eltiempo vivido. Nuestro tiempo vivido.

Page 863: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

VALENTÍN ALEXÉYEVICH BORISÉVICH,exdirector del laboratorio del Institutode Energía Nuclear de la Academia de

Ciencias de Belarús

Page 864: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LO QUE ESTÁ MÁSALLÁ DE KOLIMÁ, DE

AUSCHWITZ Y DELHOLOCAUSTO

He de contárselo todo a alguien. Lossentimientos me desbordan. Losprimeros días. Las sensaciones semezclaban. Recuerdo las sensaciones

Page 865: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

más poderosas: el miedo y lahumillación. Había sucedido todoaquello y no había información alguna:las autoridades callaban, los médicos nodecían nada. Ninguna respuesta. En eldistrito esperaban órdenes de la región;en la región, de Minsk, y en Minsk, deMoscú. Una interminable cadena.Cuando la realidad es que nosencontrábamos indefensos. Esta era lasensación principal aquellos días. Allá alo lejos se encontraba Gorbachov. Yunas cuantas personas más. Dos o treshombres decidían nuestra suerte.Decidían por todos. La suerte demillones de personas. Del mismo modoque también otro puñado de hombres

Page 866: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

podía matarnos. No unos maníacos niunos criminales con un plan terrorista enmente, sino los más corrientesoperadores de guardia de la centralnuclear. Seguramente unos buenosmuchachos.

Cuando comprendí esto experimentéuna fuerte conmoción. Yo mismadescubrí algo. Comprendí que Chernóbilse hallaba más allá de Kolimá, deAuschwitz. Y del Holocausto. ¿Meexpreso con claridad? El hombrearmado de un hacha y un arco, o con loslanzagranadas y las cámaras de gas, nohabía podido matar a todo el mundo.Pero el hombre con el átomo… En estaocasión toda la Tierra está en peligro.

Page 867: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Yo no soy una filósofa y no me voy aponer a filosofar. Mejor le cuento lo querecuerdo.

Recuerdo el pánico de los primerosdías: unos salían corriendo a la farmaciay se llevaban el yodo; otros habíandejado de ir al mercado, de comprar allíla leche, la carne, especialmente la devaca. En nuestra familia, aquellos díashacíamos lo posible por no economizar,comprábamos el salchichón más caro,confiando que estaría hecho de unacarne buena. Pero al poco nos enteramosde que era justamente en el caro dondeañadían la carne contaminada; alparecer, con el argumento de que locompraban menos y de que lo comía

Page 868: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

menos gente. Nos encontramosindefensos. Aunque esto, como esnatural, usted ya lo sabe. Quierocontarle otra cosa. Sobre nosotros,sobre que la nuestra fue una generaciónsoviética.

Mis amigos son médicos, maestros.La intelectualidad local. Teníamosnuestro grupo. Un día nos reunimos enmi casa. A tomar café. Con dos amigasíntimas; una de ellas era médico. Lasdos tenían niños pequeños.

La primera comentó:—Mañana voy a ir a ver a mis

padres. Me llevaré a los niños. Si depronto enferman, no me lo perdonaría elresto de mi vida.

Page 869: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

La otra:—En los periódicos dicen que

dentro de unos cuantos días la situaciónvolverá a la normalidad. Han mandado alas tropas. Helicópteros, carrosblindados. Lo han dicho por la radio.

La primera:—Pues a ti también te lo

recomiendo: ¡llévate a los niños!¡Sácalos de aquí! ¡Escóndelos! Hasucedido algo peor que una guerra. ¡Nisiquiera podemos imaginarnos lo que hapasado!

De pronto, las dos levantaron la vozy la cosa acabó en pelea. Acusándosemutuamente:

—¿Dónde está tu instinto maternal?

Page 870: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡Una fanática es lo que eres!—¡Y tú una traidora! ¿Qué sería de

nosotros si el resto de la gente actuaracomo tú? ¿Hubiéramos ganado laguerra?

Discutían dos mujeres jóvenes,atractivas, que adoraban a sus hijos.Algo parecía volverse a repetir. Unapartitura conocida.

Y todos los que estábamos allí,incluida yo, teníamos la sensación deque mi amiga nos contagiaba su alarma.Nos privaba del equilibrio. De laconfianza hacia todo aquello en queestábamos acostumbrados a confiar.Había que esperar, hasta que dijeranalgo. Hasta que anunciasen algo. Pero

Page 871: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ella era médico y sabía más: «¡No soiscapaces de proteger a vuestros propioshijos! ¿Que nadie os amenaza? Entonces¿por qué tenéis miedo?».

Cómo la odiamos en aquel momento.Nos había estropeado la velada. ¿Meexplico con claridad? No solo nosengañaban las autoridades, tampoconosotros queríamos saber la verdad. Enalgún lugar… En lo más hondo denuestro subconsciente… Ahora, claroestá, no queremos reconocerlo, nosresulta más agradable reñir aGorbachov. Echar la culpa a loscomunistas. Ellos son los culpables, ynosotros, los buenos. Las víctimas.

Aquella mujer se marchó al día

Page 872: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

siguiente. Nosotros, en cambio, vestimosde gala a nuestros hijos y los llevamos ala manifestación del Primero de Mayo.Tanto podíamos haber ido como no. Ennuestra mano estaba el elegir. Nadie nosobligaba, nadie nos lo exigía. Peronosotros creímos que era nuestro deber.¡Cómo iba a ser de otro modo! Enaquellos tiempos, para aquella fiesta,todos teníamos que estar juntos. Salimosa la calle, con la muchedumbre.

En la tribuna se encontraban todoslos secretarios del Comité de Distrito, yjunto al primer secretario, su hijapequeña; la colocaron en un lugar bienvisible. La niña llevaba una capa concapucha, aunque brillaba el sol; y el

Page 873: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

padre, capote militar de campaña. Peroallí estaban. Eso lo recuerdo.

No solo se ha «contaminado»nuestra tierra, sino también nuestraconciencia. Y también por muchos años.

En estos años he cambiado más queen toda mi vida anterior, en cuarentaaños. He pensado mucho.

Estamos encerrados en la zona. Enuna trampa. Vivimos en un gulag, en elgulag de Chernóbil. Trabajo en unabiblioteca infantil. Los niños esperabanque les dijéramos algo. Chernóbil estáen todas partes, en todo lo que nosrodea, y no tenemos elección: hemos deaprender a vivir con él. Ocurre sobretodo con los escolares de los cursos

Page 874: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

superiores: tienen preguntas. Dígannoscómo… ¿Dónde enterarnos de todoesto? ¿Qué leer? No hay libros.Películas. Ni siquiera cuentos. Mitos.

Yo enseñaba con el amor y queríavencer con el amor. Estaba delante delos niños y les decía: «Amo nuestropueblo, amo nuestros ríos, nuestrosbosques… que son los más… los más…No hay nada mejor para mí». Y no losengañaba. Les enseñaba con el amor.¿Me explico con claridad?

Me estorba mi experiencia demaestra. Siempre hablo y escribo en untono algo elevado, con una emoción hoyalgo pasada de moda. Pero contestaré asu pregunta: ¿Por qué nos vemos

Page 875: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

impotentes? Yo me siento impotente.Había una cultura antes de Chernóbil,pero no existe una cultura después deChernóbil. Vivimos inmersos en lasideas de la guerra, del hundimiento delsocialismo y de un futuro indefinido.Nos faltan nuevas ideas, nuevosobjetivos y pensamientos. ¿Dónde estánnuestros escritores, nuestros filósofos?¿Por qué callan? Y ya no digo nadasobre que nuestra intelectualidad, loshombres que más han esperado lalibertad y que más han hecho para quellegara la libertad, hoy se hayan vistoabandonados, arrojados a la cuneta. Unagente empobrecida y humillada. Depronto hemos descubierto que no somos

Page 876: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

necesarios. Que no hacemos ningunafalta. Yo ni siquiera me puedo comprarlos libros más imprescindibles. Cuandolos libros son mi vida. Yo necesito…Necesitamos más que nunca nuevoslibros, porque a nuestro alrededor naceuna vida nueva. Pero nosotros somos enesta vida una gente extraña. Y no haymodo de resignarse a ello. No meabandona nunca la pregunta: ¿Por qué?¿Quién va a hacer nuestro trabajo? Eltelevisor no va a educar a los niños,quienes deben educar a los niños son losmaestros. Pero este es ya otro tema.

He recordado… Para recobrar laverdad de aquellos días y de nuestrossentimientos. Para no olvidar cómo

Page 877: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hemos cambiado. Y nuestra vida.

LIUDMILA DMÍTRIEVNA POLÉNSKAYA,maestra rural

Page 878: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LA LIBERTAD Y DEL

DESEO DE UNAMUERTE CORRIENTE

Aquello era la libertad. Allí me sentí unhombre libre. ¿Le asombra lo que digo?Ya lo veo. Está usted sorprendida. Esosolo lo puede entender alguien que hayaestado en la guerra. Esos tipos se ponena beber, me refiero a los que han

Page 879: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

combatido, y recuerdan. Los heescuchado, y hasta hoy sienten añoranza.Recuerdan aquella libertad, aquellasensación de volar. ¡Ni un paso atrás!,era la orden de Stalin. Los batallones decontención[55]. Ya se sabe. Eso ya eshistoria. Tú en cambio vas disparando,sobrevives y recibes tus merecidos 100gramos de vodka, el tabaco… Puedesmorir mil veces, salir volando en milpedazos, pero si te empeñas y engañasal diablo, al demonio, a tus jefes, aaquel que lleva un casco ajeno, unabayoneta ajena, si engatusas almismísimo Altísimo, ¡puedes salir convida!

Page 880: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Yo he estado en el reactor. Estuve allícomo en una trinchera de primera línea.¡El miedo y la libertad! Vives a todotrapo. En la vida corriente esto no sepuede comprender. Ni captar. ¿Recuerdacómo no paraban de repetir: vendrá laguerra? Y sin embargo nuestraconciencia resultó no estar preparada.Yo no estaba preparado.

Aquel día… Me disponía a iraquella noche con mi mujer al cine. Enla fábrica se presentaron dos militares.Me llamaron a mí: «¿Sabes distinguir eldisolvente de la gasolina?». Y yo lespregunto:

—¿Adónde me mandáis?

Page 881: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Cómo que adónde? De voluntarioa Chernóbil.

Mi profesión militar es especialistaen combustible para cohetes. Unaespecialidad secreta. Se me llevarondirectamente de la fábrica, con solo lopuesto, no me dejaron ni pasar por casa.Se lo pedí:

—He de avisar a mi mujer.—Ya se lo comunicaremos.En el autobús éramos unas quince

personas, oficiales de la reserva. Loscompañeros me gustaron. Que nosllaman, pues en marcha; que hace faltahacer tal cosa, pues manos a la obra.Nos mandan al reactor, pues nossubimos al techo del reactor.

Page 882: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Junto a las aldeas evacuadas sealzaban unas torres; soldados armadossobre ellas. Las armas cargadas.Barreras. Carteles: «El arcén estácontaminado. Se prohíbeterminantemente entrar y detenerse».Árboles de un blanco grisáceo, rociadosde líquido de desactivación. Un líquidoblanco. Como la nieve. ¡Y no te dascuenta que se te nubla la sesera!

Los primeros días nos daba miedosentarnos en el suelo, sobre la hierba, noandábamos sino que corríamos; encuanto pasaba un coche, nosenfundábamos los respiradores.Acabado el turno de trabajo, nosmetíamos en las tiendas de campaña.

Page 883: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡Ja, ja, ja!Pero al cabo de un par de meses,

aquello ya era algo normal, ya era tuvida cotidiana. Arrancábamos lasciruelas, pescábamos, había unos luciosque ni le cuento. Y bremas. Lassecábamos para acompañar la cerveza.Seguramente ya lo habrá escuchado.Jugábamos al fútbol. Nos bañábamos.¡Ja, ja, ja! [Se vuelve a reír.]

Creíamos en nuestra suerte; en elfondo de nuestra alma todos somosfatalistas, y no boticarios. Noracionalistas. La mentalidad eslava. ¡Yoconfiaba en mi buena estrella! ¡Ja, ja, ja!Y hoy soy un inválido de segundo grado.Enfermé enseguida. Los malditos

Page 884: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

«rayos». Ya se sabe. Hasta entonces notenía ni siquiera una ficha en la clínica.¡Que los parta un rayo! Y no era yo solo.La mentalidad.

Yo, un soldado, he cerrado una casaajena, he allanado una casa ajena. Es unsentimiento que… Es como si espiaras aalguien. O la tierra en la que no se puedesembrar. Una vaca que da con el morroen la verja, pero la valla está cerrada; lacasa, bajo candado. La leche le gotea alsuelo. ¡Es un sentimiento que…!

En las aldeas que aún no habíanevacuado, los campesinos se dedicabana fabricar samogón. Era su manera deganarse la vida. Y nos lo vendían. Ynosotros, que llevábamos los bolsillos

Page 885: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

llenos: el triple del sueldo te pagaban ylas dietas también eran triples. Luegodictaron una orden: a los que beban, losdejarán un segundo reemplazo.¿Entonces, en qué quedamos, era o nouna ayuda el vodka? Aunque fuerapsicológica. Allí creíamos a ciegas enaquella receta. Ya se sabe.

La vida campesina transcurría comode ordinario: se plantaba, se cultivaba yse recogía, y el resto seguía su curso. Aaquella gente le importaban un rábanolos asuntos de la corte, los líos delpoder. Las cosas del primer secretariodel Partido o del presidente. Las navesespaciales, las centrales atómicas y losmítines en la capital. Y no se podían

Page 886: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

creer que en un día el mundo se habíapuesto patas arriba y que vivían en unodistinto. En el mundo de Chernóbil.¿Acaso ellos se habían movido de suslugares?

La gente enfermaba por el impactode la conmoción. No se resignaban;querían seguir viviendo como lo habíanhecho siempre. Se llevaban la leña aescondidas. Arrancaban los tomatesverdes. Los envasaban. Los botesexplotaban y los volvían a hervir.¿Cómo se puede destruir todo esto,enterrarlo, convertirlo en basura? Queera a lo que justamente nos dedicábamosnosotros. Es decir a destruir su trabajo,el secular sentido de su vida. Nosotros

Page 887: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

éramos para ellos sus enemigos.Yo, en cambio, tenía unas ganas

locas de ir al reactor. «Calma, no tengasprisa —me prevenían—, que el últimomes antes de acabar verás como nosmandan a todos al tejado». Estuvimosallí seis meses. Y exactamente al quintomes, nos trasladaron justo al lado delreactor.

Se hacían todo tipo de bromas,aunque también se hablaba en serio deque de un momento a otro nos mandaríana atravesar el techo. Y que después deaquello quizá aguantaríamos cinco años.O siete. O diez. Ya se sabe. La cifra quemás se repetía era, no sé por qué, elcinco. ¿De dónde había salido? Pero

Page 888: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nada de follones, sin pánico.«¡Los voluntarios, un paso

adelante!». Y toda la unidad daba unpaso adelante. Ante el jefe había unmonitor, lo enchufaba y en la pantallaaparecía el tejado del reactor; pedazosde grafito, alquitrán fundido. «Miradaquí, muchachos, ¿veis estos cascotes?Pues limpiad eso. Y aquí, en estecuadrado, abrid un agujero».

La duración era de cuarenta ocincuenta segundos. Eso decían lasinstrucciones. ¡Pero era algo imposible!Se necesitaban al menos unos cuantosminutos. Ida y vuelta, hacías una carreray tirabas la carga. Unos cargaban lasparihuelas. Otros arrojaban la carga.

Page 889: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Allá abajo, con los demás cascotes, porel orificio. Tirabas los cascotes, peroque no se te ocurriera mirar abajo,estaba prohibido. Algunos, de todosmodos, se asomaban.

En los periódicos decían: «El airesobre el reactor está limpio». Leíamosaquello y nos reíamos, no sin dedicarlesalgunas maldiciones. El aire está limpio,y nosotros metiéndonos unas dosis deórdago.

Nos dieron dosímetros. Uno, quemedía cinco roentgen, se ponía a 100 alminuto; y otro, como una pluma, para100 roentgen, también en algunoslugares se salía de madre. Cinco años devida, nos dijeron, y que no podríamos

Page 890: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tener hijos. Si en cinco años nocascamos. ¡Ja, ja, ja! [Se ríe.] Se hacíantodo tipo de bromas. Pero sin meterruido, nada de pánico. Cinco años. Y yoya he vivido diez. ¡Ja, ja, ja! [Se ríe.]

Nos entregaron todos esos diplomas.Yo tengo dos. Con todos esos cromos:Marx, Engels, Lenin. Banderas rojas.

Un chaval desapareció; pensamosque se había largado. Al cabo de dosdías lo encontraron entre unos arbustos.Se había colgado. No sabe usted cómonos sentimos. Ya me comprende.Entonces, el responsable políticopronunció unas palabras diciendo queesto y aquello, que el muchacho habíarecibido una carta de casa, que la mujer

Page 891: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lo había engañado. Cualquiera sabe. Alcabo de una semana nos soltarían. Encambio a él lo encontraron entre losarbustos.

Teníamos un cocinero, pasaba tantomiedo que no vivía en la tienda, sino enel almacén, donde se excavó un refugiodebajo de las cajas de mantequilla y deconservas de carne. Se llevó allí lacolchoneta, la almohada. Vivía bajotierra. Un día vinieron a formar un nuevoequipo para mandarlo al tejado. ¡A ver,que busquen a más gente! Pero yahabíamos estado allí todos. De maneraque lo pescaron. Subió una sola vez. Yse ganó el segundo grado de invalidez.

Me llama a menudo. No hemos

Page 892: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

perdido el contacto, nos ayudamos losunos a los otros, mantenemos vivo elrecuerdo, que perdurará mientrasnosotros sigamos con vida. Escríbaloasí mismo.

Los periódicos mienten. Mienten sinparar. No he leído en ninguna partecómo nos hacíamos las armaduras. Unascamisas de plomo. Calzoncillos. Nosdaban unas batas de goma impregnadasde plomo. Pero los taparrabos nos loshacíamos nosotros, con plomo.Controlábamos el asunto. Ya se sabe. Enuna aldea nos enseñaron dos casas decitas clandestinas. Ya comprende, unoshombres lejos de casa, seis meses sinmujeres: una situación límite. Todos

Page 893: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

iban. Y las chicas del lugar se dejabande todos modos; lloraban y decían quepronto nos moriríamos. Esos calzonesde plomo. Nos los poníamos encima delos pantalones. Escríbalo.

Y cuántos chistes. Ahí tiene uno.Mandan un robot estadounidense altejado, trabaja cinco minutos y va y separa. El robot japonés también trabajanueve minutos y se para. En cambio, elrobot ruso se pone a trabajar y está doshoras. Y en eso que se oye por la radio:«¡Soldado Ivanov, puede bajar para undescanso!». ¡Ja, ja, ja! [Se ríe.]

Antes de dirigirnos al reactor, el jefenos dio las instrucciones. Estábamosformados. Y algunos muchachos se

Page 894: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

amotinaron: «Ya hemos estado allí;deben mandarnos a casa». Mi campo detrabajo, por ejemplo, es el combustible,la gasolina, en cambio también a mí memandaron al tejado. Y a pesar de todono dije nada. Yo mismo quería ir. Meresultaba interesante. En cambio ellos serebelaron. Entonces, el comandantedice: «Solo irán al tejado losvoluntarios; el resto salgan de laformación, que tendrán una charla con elfiscal». Y los muchachos esos se lopensaron, hablaron entre ellos yaceptaron. ¿No has prestado eljuramento? ¿No has besado la bandera?Te has arrodillado ante ella. Puesapechuga. Me parece que ninguno de

Page 895: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nosotros dudó de que te podíanenchironar unos cuantos años. Se filtróel rumor de que te podían caer de dos atres años.

Si un soldado recibía más de 25roentgen, podían encerrar al jefe de suunidad por irradiar al personal. Demanera que nadie tenía más de 25roentgen. Todos recibían menos.¿Comprende?

Pero la gente me gustaba. Dos sepusieron enfermos y encontraron a unsustituto, él mismo se ofreció: «¡Va, voyyo!». Y eso que aquel día ya habíasubido una vez al tejado. El tipo se ganóel respeto. Un premio de 500 rublos.Otro se subió al tejado a perforar el

Page 896: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

agujero; ya le tocaba bajar, pero el tiposeguía. Nosotros le hacíamos señas:«¡Baja!». Pero el hombre, de rodillas,seguía machacando. Había que agujerearel techo en este lugar para introducir uncanalón y así poder tirar por ahí losresiduos. Hasta que no lo perforó no selevantó. De premio, 1000 rublos. Coneste dinero entonces se podía comprardos motos. Ahora tiene la invalidez deprimer grado. Ya se sabe. Pero, por siacaso, nos pagaban al momento.

Y le llega la hora de morir. Se estámuriendo. Sufre lo indecible. Porentonces lo visitaba los días de fiesta.

—¿A ver si sabes cuál es mi mayordeseo?

Page 897: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—¿Cuál?—Una muerte corriente y no como

las de Chernóbil.Tenía cuarenta años. Le gustaban las

mujeres. Tenía una esposa hermosa.Llegó el último día. Nos subimos a

los coches. Y mientras recorrimos lazona, nos pasamos todo el rato dándolea la bocina. Recuerdo como si fuera hoyaquellos días. Estuve presente antealgo… algo fantástico. Me faltan laspalabras. Y todas estas expresiones de«gigantesco», «fantástico» no trasmitenlo suficiente aquello. Sentías algo…¿Como qué? [Se queda pensativo.]

Una sensación que no heexperimentado ni siquiera en el amor.

Page 898: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ALEXANDR KUDRIAGUIN,liquidador

Page 899: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADEL NIÑO DEFORME ALQUE DE TODOS MODOS

VAN A QUERER

No tenga vergüenza. Pregunte. Se haescrito tanto que ya estamosacostumbrados. Una vez me mandaron elperiódico con un autógrafo. Pero yo nolos leo. ¿Quién nos va a comprender?Para eso hay que vivir aquí.

Page 900: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Mi hija me dijo no hace mucho:«Mamá, si doy a luz a un niño deforme,lo querré igualmente». ¿Se imagina algoasí? Estudia en la décima clase[56] y yatiene estas ideas. Como sus amigas.Todas piensan en eso.

Unos conocidos nuestros han tenidoun niño. Lo esperaban; era su primerhijo. Una pareja joven, guapa. Pero elniño tiene una boca que le llega a lasorejas; aunque no tiene orejas. Yo novoy a verlos como antes, no puedo. Encambio mi hija, un día sí y otro también,va corriendo a verlos. Le tira esa casa;no sé si se imagina su futuro o seprepara.

Pudimos marcharnos de aquí, pero

Page 901: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mi marido y yo lo sopesamos ydecidimos que no. Nos ha dado miedoirnos. Aquí todos somos de Chernóbil.No nos asustamos el uno del otro, sialguien nos ofrece sus pepinos y lasmanzanas del huerto o del jardín, loaceptamos y nos lo comemos, no loescondemos tímidamente en el bolsillo,o en una bolsa, para luego tirarlo.

Todos tenemos los mismosrecuerdos. Compartimos la mismasuerte. En cambio, en todas partes, encualquier otro lugar, somos unosextraños. Unos apestados. Ya nos hemosacostumbrado a que nos llamen: «gentede Chernóbil», «niños de Chernóbil»,«evacuados de Chernóbil».

Page 902: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Ahora la palabra «Chernóbil»acompaña toda nuestra vida. Peroustedes no saben nada de nosotros. Nostienen miedo. Puede ser, incluso, que sino nos dejaran salir de aquí, si sehubieran colocado controles policiales,mucho de ustedes se sentirían mástranquilos. [Se queda callada.]

Y no me demuestre lo contrario. Nointente convencerme. Yo eso lo hevivido.

Los primeros días… Agarré a mihija y salí corriendo a Minsk, a casa demi hermana. Y mi hermana, una personade mi misma sangre, no me dejó entraren su casa porque tenía un niño pequeñoy lo estaba amamantando. ¿Se imagina?

Page 903: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pasamos la noche en la estación. Mevenían unas ideas locas por entonces.¿Adónde huir? Puede que lo mejor seaacabar con una misma, pensaba, para asídejar de sufrir. Eso fue los primerosdías. Todos se imaginaban no sé quéterribles enfermedades. Malesinimaginables. Y eso también lo pensabayo, que soy médico. Solo puedo adivinarlo que les estaba pasando por la cabezaa los demás.

Miro a nuestros hijos: vayan adondevayan se sienten extraños entre suscompañeros. En los campamentos,donde mi hija pasó un verano, teníanmiedo de tocarla. «Erizo de Chernóbil.Luciérnaga. Das luz por la noche», le

Page 904: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

decían. Al llegar la noche, la queríansacar a la calle para comprobar si dabao no luz.

La gente dice que la guerra… Lageneración de la guerra… Y lascomparan… ¿La generación de laguerra? ¡Pero si esa gente era feliz!Vivió la victoria. ¡Salieron vencedores!Esto les infundió una gran energía vitalo, dicho en los términos de ahora, unapoderosa carga de supervivencia. Notenían miedo de nada. Querían vivir,estudiar, traer hijos al mundo.

En cambio, nosotros… Nosotrostenemos miedo de todo. Tememos pornuestros hijos. Por los nietos que aún nohan nacido. Aún no han nacido y ya

Page 905: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tememos por ellos.La gente sonríe menos, no canta

como antes lo hacía en las fiestas. Nosolo ha cambiado el paisaje, pues dondeantes se extendían los campos hancrecido de nuevo los bosques, se hallenado de arbustos, sino que también seha alterado el carácter nacional. Todossufren depresiones. El sentimientodominante es el de estar condenados.

Para algunos, Chernóbil es unametáfora. Un símbolo. En cambio, paranosotros es nuestra vida. Simplemente lavida.

Algunas veces pienso que seríamejor que no escribieran sobre nosotros.Que no nos observaran desde fuera. Que

Page 906: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ni nos hicieran diagnósticos: radiofobiao yo qué sé más; que no nos destacaranentre los demás. Entonces nos tendríanmenos miedo. Pues tampoco en casa deun enfermo de cáncer se habla de estaterrible enfermedad. Como tampoco enlas celdas de los condenados a cadenaperpetua se cuentan los años que lesquedan por cumplir. [Calla.]

Cuánto he hablado… No sé si lehará falta todo esto que digo o no.[Pregunta.] Mejor que ponga la mesa.¿Comemos? ¿O le da miedo?Respóndame sinceramente, porque aquíya no nos ofendemos. Las hemos vistode todos los colores. Una vez vino averme un corresponsal. Veo que tiene

Page 907: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ganas de beber. Le traigo una taza conagua, y él, en cambio, se saca su aguadel bolso. Agua mineral. Le davergüenza. Se justifica. Laconversación, claro, fue un fracaso, yono pude ser sincera con aquel hombre.Porque yo no soy un robot, unacomputadora. ¡No soy un pedazo dehierro! Él allí tomándose su aguamineral, temiendo tocar mi taza y yo, encambio, le tengo que abrir de par en parmi alma… entregarle mi alma.

[Ya a la mesa. Estamos comiendo.Habla de muchas cosas. Y de pronto…]

Ayer me pasé la noche llorando. Mihombre me dice: «Eras tan guapa».Entiendo a qué se refiere. Me miro en el

Page 908: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

espejo. Cada mañana. Aquí la genteenvejece pronto; tengo cuarenta años yme echarían sesenta. Por eso las chicastienen prisa en casarse. Lástima dejuventud, es tan corta.

[Explota:] Pero ¿qué saben deChernóbil? ¿Qué se puede apuntar?…Perdone. [Calla.]

¿Cómo poder apuntar lo que dice mialma? Si ni yo misma sé siempre leerla.

NADEZHDA AFANÁSIEVNA BURAKOVA,habitante del poblado urbano Jóiniki

Page 909: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE QUE A LA VIDA

COTIDIANA HAY QUEAÑADIRLE ALGO PARA

ENTENDERLA

¿Quiere usted hechos, detalles deaquellos días? ¿O mi historia?

Allí me hice fotógrafo. Hastaentonces nunca me había dedicado a la

Page 910: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

fotografía, pero allí de pronto me puse ahacer fotos; por casualidad tenía unamáquina de fotos. Pensé que serían paramí. Pero ahora se han convertido en miprofesión. No podía desprenderme delas nuevas sensaciones que experimenté;no se trataba de vivencias breves, sinode toda una historia del alma. Hecambiado. El mundo se me ha aparecidode otro modo. Mi sentido de la vida…¿Me entiende?

[Habla y coloca las fotografíassobre la mesa, las sillas y la repisa dela ventana; un girasol gigante, deltamaño de la rueda de un carro; unnido de cigüeña en una aldea desierta;un solitario cementerio rural con una

Page 911: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tablilla en la entrada que reza: «ALTARADIACIÓN. SE PROHÍBE LA ENTRADA APIE Y EN VEHÍCULO»; un cochecito en elpatio de una casa con las ventanastapiadas; sobre el coche de niño sesienta una chova como si estuviera ensu nido; una bandada de grullas enformación triangular sobre unoscampos abandonados…]

Algunos me preguntan: «¿Por qué nousas película de color?». Pues porquelas fotos son de Chernóbil, que significa«Negra realidad». Los demás colores noexisten.

¿Mi historia? Es un comentario aesto. [Señala las fotos.] Bueno. Voy aintentarlo. Todo está aquí, ¿comprende?

Page 912: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[De nuevo señala las fotos.] Porentonces yo trabajaba en una fábrica yestudiaba en la universidad a distancia,en la facultad de Historia. Era tornerode segunda. Nos metieron en un grupo ynos mandaron urgentemente. Como sinos fuéramos al frente.

—¿Adónde vamos?—Adonde os manden.—¿Qué vamos a hacer?—Lo que os manden.—Pero si somos constructores.—Pues iréis a construir. A alguna

obra.Construimos locales auxiliares:

lavanderías, almacenes, cobertizos. Amí me mandaron a descargar cemento.

Page 913: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Qué cemento era, de dónde venía, esalgo que nadie comprobaba.Cargábamos y descargábamos. Tepasabas el día dándole a la pala, demanera que a la noche solo te brillabanlos dientes. El hombre de cemento. Gris.Tú mismo y la ropa de trabajo, todo. Porla noche te sacudías la ropa,¿comprende?, y por la mañana te lavolvías a poner.

Nos organizaron algunas charlaspolíticas. Que si sois héroes, que si estoes una hazaña, que si estamos en primeralínea… El léxico era militar. Pero ¿quées un rem? ¿Y los curios? ¿Qué es unmilirroentgen? A nuestras preguntas, elsuperior no podía contestarnos nada: en

Page 914: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la escuela militar no le habían enseñadonada de eso. Mil, micro… Como sifuera chino. «¿Para qué os hace falta?Vosotros cumplid las órdenes. Aquí soiscomo soldados». Seremos soldados,pero no reclusos.

Llegó una comisión. «Bueno —nostranquilizan—. Aquí todo está normal.El fondo es normal. Porque a unoscuatro kilómetros de aquí, sí que no sepuede vivir, van a evacuar de allí a lagente. En cambio, aquí todo estátranquilo».

Venía con ellos un dosimetrista. Eltipo va y enchufa el cajón que le colgabadel hombro. Y cuando, con un gesto bienamplio, nos pasa el aparato por las

Page 915: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

botas, de pronto da un salto a un lado:una reacción involuntaria. Y aquíempieza lo más interesante; para usted,como escritora, sobre todo. ¿Cuántotiempo, se preguntará, recordamos esteincidente? Como mucho, unos cuantosdías. Ya ve, nuestra gente es incapaz depensar solo en ellos, en su propia vida;es incapaz de sentirse a sí misma comoun sistema así, cerrado. Nuestrospolíticos son incapaces de pensar en elvalor de la vida, pero la gente tampoco.¿Me entiende? Estamos hechos de otromodo. De otra pasta.

Por supuesto, todos allí bebíamos, yademás de veras. Por la noche noquedaba ni uno sobrio. Pero no

Page 916: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

bebíamos para emborracharnos, sinopara hablar. Después de las dosprimeras copas, alguien se angustiaba,se acordaba de su mujer, de los niños, ocontaba algo de su trabajo. Cubría demierda a los jefes. Pero luego, despuésde una o dos botellas… Se hablaba solodel destino del país y sobre el orden deluniverso. Se discutía sobre Gorbachov yLigachov[57]. Sobre Stalin. Si éramos ono una gran potencia, si adelantaríamoso no a los estadounidenses. Era el año86. Sobre qué aviones eran los mejores,qué naves espaciales las más seguras.Bueno, Chernóbil ha volado por losaires, pero los nuestros han sido losprimeros en viajar al cosmos.

Page 917: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Comprende? Y así hasta quedar roncos,hasta el amanecer. Pero sobre por quérazón no teníamos dosímetros o por quéno nos daban ningún tipo de pastillaspreventivas… Por qué no habíalavadoras para lavar los trajes cada díay no dos veces al mes… Todo esto seplanteaba en último lugar. De pasada.Así estábamos hechos, ¿comprende?¡Maldita sea!

El vodka se cotizaba más que el oro.Imposible comprarlo. Nos bebimos todolo bebible de las aldeas cercanas: elvodka, el samogón, las lociones,llegamos hasta las lacas y los aerosoles.Sobre la mesa un bote de tres litros desamogón o una bolsa llena de botellas

Page 918: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de colonia Shipr… Y hablar y hablar…Había entre nosotros maestros,ingenieros… Toda una Internacional:rusos, bielorrusos, kazajos,ucranianos…

Conversaciones filosóficas. Sobreque habíamos caído prisioneros delmaterialismo y que este nos reducía almundo de los objetos. Que Chernóbilera una puerta abierta al infinito. Meacuerdo cómo discutíamos sobre eldestino de la cultura rusa, sobre suinclinación a lo trágico. Sin la sombrade la muerte no se podía entender nada.Solo sobre la base de la cultura rusa sepodría entender la catástrofe. Solonuestra cultura estaba preparada para

Page 919: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entenderla. Vivía con estepresentimiento. Temíamos la bomba delhongo nuclear y mira lo que habíapasado. Hiroshima era algo pavoroso,pero comprensible. En cambio esto. Sesabe cómo se quema una casa, por culpade una cerilla o por un proyectil. Encambio, esto no se parecía a nada. Nosllegaban voces de que era un fuegoextraterrestre, que hasta no era fuego,sino una luz. Una reverberación. Comouna aurora. De un azul brillante. Y queno era humo.

Los científicos, que antes ocupabanel trono de los dioses, ahora se habíanconvertido en ángeles caídos. ¡Endemonios! Y la naturaleza humana

Page 920: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

seguía siendo, tal como lo había sido enel pasado, un misterio para ellos.

Yo soy ruso; de la región deBriansk. En nuestro país ves a un viejosentado en el umbral de su casa, la casase ha torcido, está a punto dederrumbarse, y él en cambio se dedica afilosofar, a organizar el mundo. Encualquier pausa en la fábrica hallarássin falta a un Aristóteles. O en lacervecería. Como nosotros, filosofandopegados al reactor.

Como caídos del cielo, nos venían avisitar reporteros de los periódicos.Sacaban fotos. Con temas inventados.Uno tomaba la ventana de una casaabandonada, le colocaba delante un

Page 921: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

violín. Y titulaba a aquello «sinfonía deChernóbil». Cuando allí no habíanecesidad de inventar nada.

Yo tenía ganas de grabarlo todo enla memoria: un globo terrestre aplastadopor un tractor en medio del patio de unaescuela; ropa lavada ennegrecida,colgada desde hace varios años en unbalcón; muñecas envejecidas por lalluvia… Fosas comunes abandonadas…La hierba alcanzaba la altura de lossoldados de yeso —los monumentos—y, sobre las estatuas, los nidos de lospájaros. Las puertas de una casaaparecen destruidas, por lo que se ve yala han visitado los merodeadores, perolas cortinas de las ventanas están

Page 922: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

echadas. La gente se ha marchado, y enla casa se han quedado a vivir susfotografías. Como quien dice, sus almas.

No había nada que no fueraimportante, nada intrascendente. Queríarecordarlo todo con exactitud y detalle:la hora y el día en que lo había visto, elcolor del cielo, mis sensaciones…¿Comprende? El hombre se había idopara siempre de aquellos lugares. Ynosotros éramos los primeros seres queexperimentábamos este «para siempre».No podías dejar escapar ni el másmínimo detalle.

Las caras de los viejos campesinos,semejantes a iconos… Ellos eranquienes menos comprendían de verdad

Page 923: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lo sucedido. Nunca habían abandonadosus casas, su tierra. Aparecían en estemundo, se amaban, conseguían su pan decada día con el sudor de su frente yprolongaban la especie. Esperaban lallegada de los nietos. Y después de vivirla vida, abandonaban resignados estatierra, volviendo a ella, convirtiéndoseen ella.

¡La casa campesina bielorrusa! Paranosotros no es más que una casa, unaconstrucción en la que vivir. Pero paraellos era todo su mundo. Su cosmos.Atraviesas las aldeas vacías y te entranunos deseos tan grandes de ver a un serhumano. Ves una iglesia desvalijada.Entrábamos en ella: olía a cera. Te

Page 924: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

daban ganas de rezar.Yo quería recordar todo eso. Y me

puse a fotografiarlo. Esta es mihistoria…

No hace mucho, enterré a unconocido que estuvo allí. Murió decáncer en la sangre. Se celebra elfuneral. Y, según la costumbre eslava, lagente bebe, come, ya me entiende. Yempiezan las conversaciones, hastamedianoche. Primero sobre él, sobrequién nos ha dejado. Pero ¿y luego?Luego, de nuevo sobre el destino delpaís o sobre el orden del universo. ¿Seirán las tropas rusas de Chechenia o nose irán? ¿Empezará una segunda guerradel Cáucaso, o en realidad ya ha

Page 925: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

empezado? ¿Qué posibilidades tieneZhirinovski de convertirse enpresidente? ¿Y Yeltsin? Sobre laCorona inglesa y la princesa Diana.Sobre la monarquía rusa… SobreChernóbil.

Ahora ya hay diversas conjeturas.Una de ellas es que los extraterrestres yaestaban enterados de la catástrofe y noshan ayudado; otra que se ha tratado deun experimento cósmico y que dentro deun tiempo empezarán a nacer niños conunas facultades geniales. Unos seresinsólitos. O puede que los bielorrusosdesaparezcan, como en su tiempodesaparecieron otros pueblos: losescitas, los kázaros, los sármatas, los

Page 926: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

kimerios o los huastecas…Somos metafísicos. No vivimos en

la tierra sino en nuestras quimeras, enlas conversaciones. En las palabras.Debemos añadirle algo más a la vidacotidiana para comprenderla. Inclusocuando nos encontramos junto a lamuerte.

Esta es mi historia. Se la he contado.¿Por qué me he hecho fotógrafo? Porqueme faltaban palabras.

VÍKTOR LATÚN,fotógrafo

Page 927: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADEL SOLDADO MUDO

Ya no voy a regresar a lo que es la zona,aunque antes me tiraba… Si veo denuevo todo esto, si vuelvo a pensar enello, me pondré enferma y me moriré.Morirán mis fantasías.

¿Se acuerda de la película sobre lague r r a Ve y mira [58]? No pudeterminarla de ver, me desmayé. En ella

Page 928: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mataban una vaca. Aparecía una pupilaque ocupaba toda la pantalla. Unapupila… Cómo mataban a la gente; yoya no lo miré. ¡No! ¡El arte es amor,estoy absolutamente convencida de ello!

No quiero encender la televisión nileer los periódicos de ahora. Matan ymatan… En Chechenia, en Bosnia… EnAfganistán… Pierdo la razón, se meecha a perder la vista. El horror… Se havuelto algo acostumbrado, hasta banal.Y nosotros hemos cambiado tanto que elhorror que aparece en la pantalla hoy hade ser más pavoroso que el de ayer. Sino, ya no da miedo. Nos hemos pasadode la raya.

Ayer iba en el trolebús. Esta es la

Page 929: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

escena: un chico no le cede el asiento aun viejo. Y el anciano le reconviene:

—Cuando seas mayor, tampoco a tite cederán el asiento.

—Yo nunca seré viejo —replica elchaval.

—¿Por qué?—Porque pronto moriremos todos.No se habla de otra cosa que de la

muerte. Los niños piensan en la muerte.Cuando es algo en lo que se piensa alfinal de la vida, no cuando estacomienza.

Veo el mundo en pequeñas escenas.La calle es para mí un teatro, mi casa esun teatro. Nunca me acuerdo de un hechopor entero. Sino que los capto en

Page 930: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

algunos detalles o gestos.Todo se ha mezclado en mi

memoria, todo se ha revuelto. No sé silo he visto en el cine, en losperiódicos… O lo habré oído, visto ovislumbrado en alguna parte.

Veo cómo por una calle abandonadade un pueblo se mueve una zorra que seha vuelto loca. Se la ve calmada,buenecita. Como un niño. Se acercacariñosa a los gatos asilvestrados, a lasgallinas.

Silencio… ¡Hay allí un silencio!Nada que ver con el de aquí. Y depronto dentro de este silencio se oye unaextraña voz humana: «Gosha es bueno.Gosha es bueno». Sobre un viejo

Page 931: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

manzano se balancea una jaula oxidadacon la portezuela abierta. Un papagayodomesticado habla consigo mismo.

Empieza la evacuación. Han selladola escuela, la oficina del koljós, elsóviet local. Durante el día, lossoldados sacan las cajas fuertes, losdocumentos. Y, por la noche, loslugareños desvalijan la escuela, sellevan todo lo que queda en ella. Loslibros de la biblioteca, los espejos, lassillas, los lavabos, un globo enorme…Uno de los últimos en llegar… Llegapor la mañana y ya no queda nada. Selleva las probetas vacías del laboratoriode química.

Aunque todos saben que dentro de

Page 932: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tres días a ellos también se los llevarán.Y todo esto se quedará aquí.

¿Para qué recojo todo esto, para quélo guardo? Nunca montaré una obrasobre Chernóbil. Como no he puesto enescena ninguna obra sobre la guerra.Nunca en mis obras mostraré en escenaa un hombre muerto. Ni siquiera unanimal o un pájaro muertos.

En el bosque, me acerco a un pino yveo algo blanco. Me había parecido queeran setas, en cambio me he encontradocon unos gorriones caídos con el pechohacia arriba. Allí, en la zona…

Yo no comprendo qué es la muerte.Ante ella me detengo, para no volvermeloca. Para no irme al otro lado… Al

Page 933: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

otro lado de la vida. La guerra sedebería mostrar de forma tan pavorosaque hiciera vomitar a la gente. Hastaponerla enferma. Esto no es unespectáculo.

Durante los primeros días… Aún nose había mostrado ni una foto, y yo yame imaginaba los tejadosdesmoronados, las paredes derruidas, elhumo, los cristales rotos. No se sabeadónde se llevan a unos niños callados.Una cadena de coches. Los mayoreslloran, pero los niños no. Aún no habíanpublicado ni una fotografía.Seguramente, si preguntásemos a lagente, veríamos que no disponemos deotra imagen del Apocalipsis:

Page 934: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

explosiones, incendios, cadáveres,pánico.

Esto lo que recuerdo de miinfancia… [Calla.] Pero de esto, mástarde… Aparte…

Lo que ha pasado es algodesconocido. Es otro miedo. No se oye,no se ve, no huele, no tiene color; encambio nosotros cambiamos física ypsíquicamente. Se altera la fórmula de lasangre, varía el código genético, cambiael paisaje. Pensemos lo que pensemos,hagamos lo que hagamos… Por ejemplo,yo por la mañana me levanto, tomo un té.Voy a los ensayos. Con los estudiantes.Y este algo pende sobre mí. Como unsigno. Y como un interrogante. No tengo

Page 935: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con qué compararlo. Los recuerdos demi infancia no se parecen en nada a esto.

Solo he visto una buena películasobre la guerra. He olvidado el título.Es un filme sobre un soldado mudo. Noabre la boca en toda la película. Loacompaña una alemana embarazada,preñada por otro soldado ruso. Y naceun niño. La mujer pare en el camino,sobre un carro. El soldado alza a lacriatura, la sujeta con las manos, y elniño hace pipí en su fusil. El hombre ríe.Estas son como si dijéramos suspalabras: su risa. Mira al niño, a su fusily se ríe. Fin de la película. En ella nohay rusos, no hay alemanes. Soloaparece un monstruo: la guerra. Y un

Page 936: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

milagro: la vida.Pero ahora, después de Chernóbil,

todo ha cambiado. También esto. Hacambiado el mundo, que ahora ya no nosparece eterno, como lo ha sido hastahace muy poco. De pronto la Tierra seha vuelto pequeña. Nos hemos vistoprivados de la inmortalidad. Esto es loque nos ha pasado. Hemos perdido elsentido de la eternidad. En cambio, porel televisor veo cómo cada día se mata.Gente que dispara. Hoy disparan unoshombres sin inmortalidad. Un hombremata a otro hombre. Después deChernóbil.

Lo recuerdo muy vagamente, comoalgo lejano… Tenía tres años cuando a

Page 937: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mi madre y a mí nos deportaron aAlemania. A un campo deconcentración. Recuerdo que todo erabonito. Puede que esta fuera mi manerade ver las cosas. Una montaña alta. Nosé si llovía o nevaba. La gente reunidaen un gran semicírculo negro, todos conun número. Un número en el calzado.Muy claramente, con una pintura de unamarillo chillón en los zapatos. En laespalda. Por todas partes, números ymás números. Y el alambre de espino.Sobre una torre se alza un hombre concasco, corren unos perros, que ladranmuy fuerte. Y ni gota de miedo. Dosalemanes, uno grande, gordo, de negro, yel otro, pequeño, en traje marrón. El que

Page 938: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

va de negro señala con la mano haciaalguna parte. Del oscuro semicírculosale una sombra negra y se convierte enuna persona. El alemán de negro laempieza a pegar. Y cae la lluvia o lanieve. Cae…

Recuerdo a un italiano alto y guapo.Cantaba sin parar. Mi madre lloraba ylos demás también lloraban. Yo nopodía comprender por qué llorabantodos cuando el hombre cantaba algo tanhermoso.

Escribí unas escenas sobre la guerra.Probé a hacer algo con ellas. No mesalió nada. Nunca montaré una obrasobre la guerra. No me saldría.

Una vez llevamos a la zona de

Page 939: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil un espectáculo alegre: «Pozo,danos agua». Es un cuento. Llegamos aJotimsk, un centro de distrito. Allí hayun orfanato, una casa para niñoshuérfanos. No los sacaron de allí.

Durante la representación, al llegarel entreacto, los niños no aplauden. Nose levantan. Callan. Y al acabar la obra.Tampoco aplauden. Ni se levantan.Siguen callados.

Mis estudiantes están desesperados,al borde del llanto. Nos reunimos tras eltelón: ¿Qué les pasa a estos críos? Locomprendimos luego: los niños se creíantodo lo que pasaba en la escena. En laobra se esperaba que de un momento aotro se produjera un milagro. Los niños

Page 940: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

normales, los que tienen casa, entendíanque aquello era teatro. Estos, en cambio,esperaban que el milagro ocurriera.

Nosotros, los bielorrusos, nuncahemos tenido nada eterno. Ni siquierahemos tenido una tierra eterna, siemprealguien nos la arrancaba y borraba lashuellas de nuestro pueblo. Y nopodíamos vivir en un tiempo ilimitado,como en el Antiguo Testamento: este haengendrado al otro, el otro a untercero… La cadena, los eslabones. Nosabemos tampoco qué hacer con estaeternidad, no sabemos vivir con ella.Somos incapaces de entenderla.

Pero finalmente esta eternidad nosha sido dada. Nuestra eternidad es

Page 941: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil. Esto es lo que nos ha salido.Y nosotros, ¿qué hacemos?

Nosotros, pues nos reímos. Como en laantigua anécdota. La demás gente secompadece de aquel al que se le haquemado la casa o el cobertizo. Todo haardido y, en cambio, al bielorruso se leocurre decir: «¿Y el montón de ratas quese te han frito?», y se echa a reír amandíbula batiente. ¡Esto es unbielorruso! La risa a través del llanto.

Pero nuestros dioses no ríen.Nuestros dioses son mártires. Losgriegos sí que tenían dioses que reían,unas divinidades alegres. ¿Y lasfantasías, me dirá usted, los sueños, loschistes, que también son textos? ¿O no

Page 942: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tratan también sobre quiénes somos? Lomalo, sin embargo, es que no sabemosleerlos.

En todas partes solo oigo unamelodía. Que suena y suena. Aunquemás que una melodía, más que unacanción, es un llanto de plañidera. Esque nuestro pueblo, viene a decir, estáprogramado para soportar cualquierdesgracia. Una inacabable espera de ladesgracia.

¿Y la felicidad? La felicidad es algopasajero, casual. El pueblo suele decir:«Una desgracia no es desgracia», «Conla desdicha no hay palo que valga»,«Así revientes, la desgracia te da en losdientes», «Cuando en casa reina la

Page 943: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

desdicha no estás para coplas». Apartede los sufrimientos, no tenemos nadamás. Ni tenemos otra historia, ni otracultura que la del dolor.

Y, sin embargo, mis estudiantes seenamoran, tienen hijos. Aunque susniños son callados, endebles.

Después de la guerra regresé delcampo de concentración. ¡Regresé viva!Entonces era lo único importante:sobrevivir; mi generación hasta hoy seasombra de haber sobrevivido. En lugarde beber agua, yo podía comer nieve;durante el verano podía no salir del río,zambullirme cientos de veces. Sus hijosno pueden comer nieve. Ni siquiera lanieve más limpia, siquiera la nieve más

Page 944: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

limpia, la más blanca. [Se quedaensimismada.]

¿Cómo me imagino el espectáculo?Porque no he dejado de pensar en él.Pienso todo el rato.

De la zona me trajeron un guión. Uncuento actual.

Un viejo y una vieja se han quedadoen una aldea. Durante el invierno elviejo muere. La vieja lo entierra ellasola. Se pasa una semana cavando unhoyo en el cementerio. Envuelve alhombre en una pelliza caliente, para queno tenga frío, lo acuesta sobre un trineode niño y lo lleva al cementerio. Ymientras recorre el camino, varememorando su vida juntos.

Page 945: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Para el funeral, la mujer asa laúltima gallina. Y al olor de la carne,acude arrastrándose hasta la vieja uncachorrillo famélico. Así la ancianatiene con quien conversar y llorar.

Un día incluso se me apareció ensueños este futuro espectáculo mío.

Vi una aldea desierta, los manzanosen flor. Florecen las lilas. Frondosas.Elegantes. En el cementerio florecen losperales silvestres.

Por las calles cubiertas de hierbacorren los gatos con las colaslevantadas. No hay nadie. Los gatoshacen el amor. Todo florece. Somosseres de la tierra, no del cielo. Nuestromonocultivo es la patata; cavamos los

Page 946: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

huertos, la plantamos y miramos todo eltiempo al suelo. Al valle. ¡Hacia abajo!Y si el hombre alza la cabeza no esnunca más arriba de un nido de cigüeña.Incluso esto es para él muy alto, estenido es para él el cielo. Pero no tenemosel cielo que llamamos cosmos, esto noexiste en nuestra conciencia. Entonces,tomamos algo de la literatura rusa… Dela polaca… Así, a los noruegos les hizofalta Grieg; a los judíos, Shalom-Alekhem, creadores de una especie decentros de cristalización alrededor delos cuales ellos podían unirse yreconocerse a sí mismos. Este papel loha desempeñado con nosotrosChernóbil… Chernóbil está plasmando

Page 947: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

algo de nosotros. Está creando algo.Ahora nos hemos convertido en unpueblo. En el pueblo de Chernóbil. Nosomos el camino de Rusia a Europa o deEuropa a Rusia, no. Ahora solo…

El arte es memoria. Es el recuerdode aquello que fuimos.

Yo tengo miedo. Tengo miedo deuna cosa, de que en nuestra vida elmiedo ocupe el lugar del amor.

LILIA MIJÁILOVNA KUZMENKOVA,profesora de la Escuela de Arte y

Culturade Moguiliov, directora de teatro

Page 948: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LAS ETERNAS Y

MALDITAS PREGUNTAS:¿QUÉ HACER? Y

¿QUIÉN TIENE LACULPA?

Yo soy un hombre de mi tiempo, soy uncomunista convencido. Nos dejanhablar. Está de moda. Está de moda

Page 949: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

reñir a los comunistas. Ahora somosunos enemigos del pueblo, somos todosunos criminales. Ahora somosresponsables de todo, hasta de las leyesde la física. Por entonces yo era elprimer secretario del Comité Regionaldel Partido.

Los periódicos escriben. Son ellos,los comunistas, escriben, los que tienenla culpa: han construido unas centralesnucleares defectuosas, baratas; queríanahorrar, pero no han tenido en cuenta lasvidas humanas. No pensaban en laspersonas; los hombres eran para ellospolvo, el estiércol de la historia. ¡A porellos! Quieren ver rodar cabezas. Pan ycirco.

Page 950: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Otros callan, pero yo hablaré.Escriben ustedes… Bueno, no usted enconcreto, sino los periódicos: loscomunistas engañaban al pueblo, leocultaban la verdad. Cuando lo cierto esque nosotros debíamos… Recibíamostelegramas del Comité Central, delComité Regional del Partido. Se nosplanteó la siguiente tarea: no permitirque cundiera el pánico. Y el pánico, enefecto, es algo terrible. Solo durante laguerra se siguieron con el mismo interéslos partes del frente como entonces seseguían las noticias de Chernóbil. Elmiedo. Los rumores. La gente se sentíamorir no por la radiación, sino por elpropio suceso.

Page 951: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Nosotros debíamos… Nuestro deberera… No se puede decir que desde unprimer momento se ocultara todo,porque al principio nadie se hacía cargode las proporciones de lo sucedido. Nosregíamos por las consideracionespolíticas más elevadas. Pero si dejamosa un lado las emociones, si nosolvidamos de la política…

Hay que reconocer que nadie secreía lo que había sucedido. ¡Ni loscientíficos se lo podían creer! Nuncahubo un caso similar. No solo en nuestropaís, sino en todo el mundo.

Allí, los científicos, sobre elterreno, en la misma central, estudiabanla situación y al instante tomaban las

Page 952: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

decisiones. Hace poco he visto elprograma «El momento de la verdad»con Alexandr Yákovlev, miembro delPolitburó, el principal ideólogo delPartido entonces. Junto a Gorbachov. ¿Yqué recordaba? Tampoco ellos, allíarriba, se imaginaban todo el panorama.

En una sesión del Politburó, uno delos generales explicaba así las cosas:«¿Y qué, la radiación? En el polígonode pruebas… Después de una explosiónatómica… Por la noche nos tomábamosuna botella de vino tinto cada uno. Ycomo si nada». Hablaban de Chernóbilcomo de un accidente, como si se tratarade un accidente común y corriente.

Pero si yo entonces hubiera

Page 953: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

anunciado que la gente no puede salir ala calle… ¿Qué te pasa?, te hubierandicho, ¿o lo que pretendes essabotearnos la fiesta del Primero deMayo? Te hubieran abierto unexpediente. Y fuera del Partido. [Secalma un poco.]

No es un chiste, si no, creo yo, unhecho real. Sucedió. Cuentan que elpresidente de la ComisiónGubernamental, Sherbina, al llegar a lacentral, eso era a los pocos días despuésde la explosión, exigió que lo llevarandirectamente al lugar del suceso. Leexplicaron que había restos de grafitopor todas partes, unos campos deradiación terribles, temperaturas

Page 954: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

altísimas, que allá no se podía ir. «¿Dequé física me hablan? He de verlo todocon mis propios ojos —gritaba a sussubordinados—. Esta misma noche hede informar al Politburó». Unestereotipo militar de comportamiento.Tampoco conocían otro. Nocomprendían que la física era algo querealmente existía. Que había una cosallamada reacción en cadena. Y que nohabía orden ni disposicióngubernamental que pudiera cambiar estafísica. El mundo se fundamenta en ella yno en las ideas de Marx.

Pero si entonces hubiera dichoeso… ¿A ver quién se hubiera atrevidoa suspender la manifestación del

Page 955: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Primero de Mayo? [De nuevo empieza aacalorarse.] En los periódicosescriben… ¡Como si la gente estuvieraen la calle y nosotros anduviéramosmetidos en los búnkeres subterráneos!¡Yo me subí a la tribuna, dos horasestuve bajo aquel sol… sin gorro, sinimpermeable. Y el Nueve de Mayo, elDía de la Victoria… Desfilé con losveteranos. Sonaba el acordeón.Bailábamos, bebíamos!

Todos éramos parte de este sistema.¡Creíamos! ¡Creíamos en unos grandesideales! ¡En nuestra victoria!¡Venceremos a Chernóbil! ¡Si nos loproponemos, venceremos! Leíamos conentusiasmo lo que se contaba sobre la

Page 956: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lucha heroica por dominar el reactor,que había escapado al control de loshombres. Llevábamos a cabo charlaspolíticas.

¿Se imagina usted nuestra gente sinuna idea? ¿Sin un gran sueño? Estotambién da pavor. Ya ve lo que estápasando ahora. Todo se derrumba. Elvacío de poder. El capitalismo salvaje.Sin embargo… Stalin… El archipiélagogulag…

¡Pero qué películas las de entonces!¡Qué canciones más alegres! Y dígame,¿por qué? Deme una respuesta. Pienseun poco y respóndame. ¿Por qué ahorano se hacen películas como aquellas?¿Ni canciones?

Page 957: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Hay que elevar las aspiraciones delhombre, llenarlo de inspiración. Hacenfalta ideales. Entonces habrá un Estadopoderoso. Las salchichas no pueden serun ideal; una nevera llena no es un ideal.Ni un Mercedes es un ideal. ¡Hacen faltaideales luminosos! Entonces losteníamos.

En los periódicos… Por la radio,por la televisión no paraban de gritar:«¡Queremos la verdad, la verdad!». Enlos mítines: «¡La verdad!». Las cosasestán mal, muy mal. ¡Muy mal! ¡Prontomoriremos todos! ¡Desaparece unanación!

¿A quién le hacía falta esta verdad?Cuando en la Convención irrumpieron

Page 958: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

las masas exigiendo la ejecución deRobespierre, ¿acaso tenían razón?Someterse a la masas, convertirse enmasa. No debíamos permitir quecundiera el pánico. Mi trabajo… Mideber era… [Calla.]

Si soy un criminal, ¿por qué,entonces, mi nieta…, sangre de misangre…, también está enferma? Mi hijadio a luz aquella primavera, nos la trajoa casa, a Slávgorod, envuelta enpañales. En el cochecito. Llegó pasadasvarias semanas después de la explosiónen la central. Los helicópterossobrevolando la central, los cochesmilitares en las carreteras. Mi mujer mepidió: «Hay que mandarlas con sus

Page 959: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

parientes. Hay que sacarlas de allí». Yoentonces era el primer secretario delComité Regional del Partido. Y menegué categóricamente: «¿Qué pensarála gente si me llevo a mi hija con su niñapequeña cuando sus hijos se quedan?».Y a aquellos que salían corriendo, losque salvaban el pellejo…, yo losllamaba al Comité, a mi despacho:«¿Eres comunista o no eres comunista?».La gente se ponía a prueba. Y si soy uncriminal, ¿por qué no cuidé a unacriatura de mi sangre? [Siguen palabrasinconexas.] Yo mismo… Ella… En micasa… [Al cabo de un rato se calma.]

Durante los primeros meses… EnUcrania se había dado la alarma; en

Page 960: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cambio, aquí, en Belarús, todo semantenía en calma. La siembra seencontraba en su punto álgido. Yo no meescondía, no me encerraba en losdespachos, sino que me pateaba loscampos, los prados. Donde araban,sembraban…

¿Ha olvidado usted que antes deChernóbil llamaban al átomo «eltrabajador de la paz»?; nos sentíamosorgullosos de vivir en la era atómica.No recuerdo que se temiera al átomo.Entonces todavía no temíamos al futuro.

Pero, a ver, ¿qué es un primersecretario del Comité Regional delPartido? Es una persona corriente, conun diploma universitario normal, lo más

Page 961: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

frecuente es que fuera un ingeniero o unagrónomo. Algunos, además, habíanacabado la escuela superior del Partido.Yo sabía de la radiación lo que nosllegaron a decir en los cursos de defensacivil. Allí no escuché ni una palabrasobre el cesio en la leche, ni sobre elestroncio. Pues bien, nosotrosllevábamos leche con cesio a lascentrales lecheras. Entregábamospartidas de carne. A 40 curiossegábamos la hierba. Cumplíamos losplanes. Con toda responsabilidad. Yolos sacaba adelante. Porque aquí nadiesuspendió los planes.

Un rasgo… a modo de muestra,digamos… sobre cómo éramos

Page 962: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

entonces… Durante aquellos primerosdías, la población experimentaba nosolo miedo, sino entusiasmo.

Yo soy una persona que no sabe loque es el instinto de conservación. [Trasreflexionar un rato.] Pero sí tengo undesarrollado sentido del deber. Y genteasí entonces había mucha, no era yosolo.

Pues bien, sobre mi mesa teníadecenas de peticiones que decían:«Solicito que me manden a Chernóbil».De voluntarios. La gente estabadispuesta a sacrificarse, sin pensarlodos veces, ni pedir nada a cambio.Escriban ustedes lo que escriban, habíasin embargo algo llamado «carácter

Page 963: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

soviético». Y también «el hombresoviético». Sea lo que sea lo queescriban, por muy alegremente que lonieguen. Llegará el día en que lesapenará haber perdido todo esto. Lorecordarán.

Nos venían a ver científicos, quediscutían hasta levantar la voz a gritos.Hasta la ronquera. Me acerco a uno y ledigo: «¿Le parece normal que nuestroshijos jueguen en una arena radiactiva?».Y él que me contesta: «¡Alarmistas!¡Ignorantes! ¿Qué saben ustedes de laradiación? Yo soy técnico nuclear. Porejemplo, imagínese, se produce unaexplosión atómica. Pues bien, yo al cabode veinte minutos me dirijo en mi coche

Page 964: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

al epicentro. Por un territorio fundido.¿A qué viene sembrar el pánico?». Y yome lo creía.

Llamaba a la gente a mi despacho yles decía: «Pero, por lo que másqueráis, si yo me largo, si vosotros oslargáis, ¿qué pensará la gente denosotros? ¿Dirán que los comunistas handesertado?». Y si no les convencía conlas palabras, con el sentimiento, actuabade otro modo: «¿Eres patriota o no erespatriota? Si no, deja sobre la mesa tucarné. Fuera del Partido». Algunos seiban.

Empecé a sospechar algo. Tenía missospechas. Cuando firmamos un acuerdocon el Instituto de Física Nuclear para

Page 965: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que inspeccionara nuestras tierras. Elcaso es que empiezan a practicaranálisis. Recogen hierba, muestras detierra y se lo llevan para allá, a Minsk.Allí realizan los análisis. Y más tardeme llaman:

—Por favor, organice usted untransporte para que les devolvamos todala tierra.

—¿Está usted de broma, o qué?Hasta Minsk hay cuatrocientoskilómetros. —Casi se me cae elauricular—. ¡Devolvernos la tierra!

—Pues no, no es ninguna broma —me responden—. Según lasinstrucciones recibidas, todas estasmuestras se deben enterrar en una fosa,

Page 966: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en un búnker subterráneo de hormigónarmado. Nos han traído muestras de todaBelarús. En un mes se nos han llenadohasta los topes los depósitos. ¿Lo haoído usted?

Y, entretanto, sobre esta mismatierra nosotros arábamos ysembrábamos. Sobre ella jugabannuestros hijos. Se nos reclamaba elcumplimiento del plan de leche y carne.Del cereal se hacía alcohol. Lasmanzanas, las peras y las cerezas seempleaban para zumos…

La evacuación… Si alguien lohubiera visto desde arriba, habríapensado que había comenzado la terceraguerra mundial. Trasladan una aldea.

Page 967: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡En cambio a otra la avisan que laevacuarán al cabo de una semana! Ytoda aquella semana sus habitantes se lapasan recogiendo la paja, segando lahierba, labrando en los huertos, cortandoleña… Llevando la vida de siempre. Lagente no entiende qué pasa. Y al cabo deuna semana se los llevan en camionesmilitares.

Reuniones, viajes de trabajo, unaorden tras otra, noches sin dormir… Loque no llegara a pasar. Junto al Comitédel Partido de Minsk, recuerdo, había unhombre con una pancarta: «Den yodo alpueblo». Hacía calor. Y él en gabardina.

[Retorna al principio de nuestraconversación.]

Page 968: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Usted lo habrá olvidado… peroentonces… las centrales nucleares eranel futuro. Más de una vez intervine. Hicepropaganda. Había estado en una centralnuclear: un silencio solemne. Todolimpio. En un rincón, banderas rojas ybanderines de «Vencedor de laemulación socialista». Era nuestrofuturo.

Vivíamos en una sociedad feliz. Nohabían dicho que «éramos felices» yéramos felices. Yo era un hombre libre yni siquiera se me ocurría pensar quealguien pudiera considerar que milibertad no era tal. Ahora, en cambio,nos han borrado de la historia, como sino hubiéramos existido. Ahora estoy

Page 969: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

leyendo a Solzhenitsin… Creo que…[Calla.] Mi nieta tiene leucemia. Hepagado por todo. Un precio muy alto.

Yo soy un hombre de mi tiempo. Nosoy un criminal.

VLADIMIR MATVÉYEVICH IVANOVexprimer secretario del Comité

Regional del Partido de Slávgorod

Page 970: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO DE UNDEFENSOR DEL PODER

SOVIÉTICO

Eh, eh, eh… La madre que os… [Sigueuna retahíla de blasfemias yjuramentos.] Si tuvierais un Stalin. Unamano de hierro. ¿Qué está grabandoaquí? ¿Quién le ha dado permiso? Nadade fotos. Llévese de aquí su trasto.Guárdelo. Que si no, me lo cargo.

Page 971: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Míralos, vienen aquí y… Nosotros…con nuestras penalidades. Y ustedes, encambio, mareando a la gente. Escritoresde mierda. Soliviantando al personal. Yles sacan lo que no deben. ¡Se acabó elorden! ¡Se acabó! Míralos, vienen aquíy… Con sus magnetófonos.

Pues sí, lo defiendo. Yo defiendo elpoder soviético. Es nuestro poder. ¡Elpoder del pueblo! En los tiempossoviéticos éramos fuertes, todos nostenían miedo. ¡Todo el mundo nosmiraba! Unos temblaban de miedo, otrosnos tenían envidia. ¡Jo…! ¿Y ahora qué?¿Qué pasa ahora? ¿Con la democracia?Nos traen sus snickers, su margarinarancia, sus medicinas caducadas…

Page 972: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Tejanos gastados, como a los indígenas,como a unos salvajes que hace dos díasque han bajado del árbol… De lapalmera.

¡Qué lástima de país! Y ¡míralos,ahora vienen y…! ¡Qué poderío elnuestro…! ¡Jo…! Hasta que no subió elGorbachov ese… Al trono… ¡El diabloese con la mancha! Ese Gorby…Gorby… Que actuaba según sus planes,a las órdenes de la CIA…

¿Y qué me quieren demostrar?¡Míralos! Fueron ellos los que hicieronsaltar por los aires Chernóbil… Los dela CIA y los demócratas. Lo he leído enla prensa. Si no hubiera explotadoChernóbil, nuestro país no se habría

Page 973: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

derrumbado. ¡Qué país más poderoso!¡Jo…! [Sigue una retahíla deblasfemias y juramentos.]

¿Cómo te lo voy a decir? Con loscomunistas, la barra de pan valía 20cópecs, y ahora 2000. Por tres rublos yome compraba mi botella. Y aún mesobraba para acompañarla con algo. ¿Ycon los demócratas? Va el segundo mesque no me puedo comprar unospantalones. Voy con una camisa rota.¡Lo han malvendido todo! ¡Todohipotecado! Ni nuestros nietos loacabarán de pagar.

¡No estoy borracho! ¡Estoy a favorde los comunistas! Ellos nos defendían,al pueblo llano. ¡Y no me vengan con

Page 974: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cuentos! Que si la democracia… Haneliminado la censura. Ahora puedesescribir lo que te venga en gana. Elhombre es libre. ¡Jo…! Porque estehombre libre, si se muere, no hay ni conqué enterrarlo.

En el pueblo se nos murió unaabuela. Vivía sola, sin hijos. Dos días sepasó la pobre en la casa… Con unjersey viejo… Bajo los iconos. Nopudimos comprarle un ataúd. En sutiempo había sido una estajanovista, delas primeras. Nos pasamos dos días sinsalir al campo. Organizamos un mitin.¡Jo…! Hasta que no salió a hablar elpresidente del koljós… Al pueblo… Ynos dijo que ahora, cuando se muera

Page 975: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

alguna persona, el koljós entregarágratis: un ataúd de madera, un ternero oun cerdo y dos cajas de vodka para losfunerales. Con los demócratas… Doscajas de vodka. ¡Gratis! Una botella porbarba se convierte en borrachera; mediabotella es un tratamiento. Para laradiación que tenemos.

¿Por qué no apunta usted esto?…Mis palabras… y apunta solo lo que leconviene. Marean ustedes a la gente.Soliviantan al pueblo. ¿Quieren hacersecon un capital político? ¿Llenarse losbolsillos de dólares? Aquí es dondevivimos. Y padecemos. ¡Y no hayculpables! ¡Nómbreme a algún culpable,a ver! ¡Estoy a favor de los comunistas!

Page 976: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Cuando vuelvan los comunistas, notardarán ni un instante en encontrar a losculpables… ¡Jo…! Míralos, vienenaquí… y se ponen a grabar…

Eh, eh, eh… La madre que os…[Concluye con una retahíla deblasfemias y juramentos.]

[No dio su apellido.]

Page 977: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE CÓMO DOS

ÁNGELES SEENCONTRARON CON

LA PEQUEÑA OLIA

Tengo bastante material. Todas lasestanterías de casa están llenas degrandes carpetas. Sé tantas cosas que yano puedo escribir. Siete años

Page 978: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

recogiéndolo: recortes de periódico,instrucciones…, panfletos…, mis notas.Dispongo de cifras. Se lo daré todo.Puedo luchar: organizarmanifestaciones, piquetes, conseguirmedicinas, visitar a los niños enfermos,pero no escribir. Hágalo usted.

Estoy tan llena de sentimientos, queno podré dominarlos. Los sentimientosme paralizan, me impiden… Chernóbilya tiene sus Stálker[59] escritores. Peroyo no quiero formar parte de los queexplotan este tema. Si uno escribehonestamente… Escribirlo todo. [Sequeda pensativa.]

Page 979: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Aquella lluvia caliente de abril. Sieteaños que recuerdo aquella lluvia. Lasgotas corrían como el mercurio. Dicenque la radiación es incolora. Pero loscharcos eran o verdes o de un amarillochillón. Una vecina me informó en vozbaja de que por Radio Svoboda habíaninformado sobre la avería en la centralatómica de Chernóbil. Yo entonces no ledi ninguna importancia. Estabaabsolutamente convencida de que sihubiera sido algo serio nos lo habríancomunicado. Existen unosprocedimientos técnicos especiales,señales especiales, refugios antiaéreos.

Page 980: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Nos avisarán, pensaba. ¡Estábamosconvencidos de ello! Todos pasamospor los cursos de defensa civil. Yomisma impartía las lecciones. Y hacíalos exámenes.

Pero, por la noche de aquel mismodía, la vecina me trajo unos polvos. Selos dio un familiar, que le explicó cómotomarlos (trabajaba en el Instituto deFísica Nuclear), pero le hizo prometerque no diría ni una palabra. ¡Quecallaría como un pez! ¡Como una piedra!Temía sobre todo las conversaciones ylas preguntas hechas por teléfono.

Entonces vivía conmigo mi nietopequeño. ¿Y yo? Yo de todos modos nocreía en el peligro. Creo que nadie se

Page 981: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tomó aquellos polvos. Éramos muyconfiados. No solo la generación mayor,sino también los jóvenes.

Recuerdo las primeras impresiones,los primeros rumores. Cómo pasaba deun tiempo a otro, de un estado a otro. Deallá para acá. Dado que me dedico aescribir, he reflexionado sobre estostránsitos, me interesaban. Como si en míhubiera dos personas: una anterior y otraposterior a Chernóbil. Pero ahoraresulta difícil restablecer este «antes»con toda fidelidad. Mi manera de ver lascosas ha cambiado.

He viajado a la zona desde losprimeros días. Recuerdo que me parabaen algún pueblo y lo que me

Page 982: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

impresionaba era ¡el silencio! Nipájaros ni nada se oía. Ibas por lacalle… Y silencio. De acuerdo, lascasas se han quedado vacías, la gente noestá, se ha marchado, pero todoalrededor estaba callado, ni un solopájaro. Fue la primera vez que vi latierra sin pájaros. Sin mosquitos. Novolaba nada.

Un día llegamos a la aldea Chudiani:150 curios. En la aldea Malínovka, 59curios… La población recibía dosiscientos de veces superiores a las querecibían los soldados que vigilaban laszonas donde se realizaban losexperimentos de las bombas atómicas.Los polígonos atómicos. ¡Cientos de

Page 983: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

veces superiores! El dosímetrozumbaba; la aguja se salía de la escala.Y en las oficinas de los koljoses veíascolgados unos anuncios firmados por losradiólogos del distrito en los que seaseguraba que las cebollas, las lechugas,los tomates y los pepinos se podíancomer. Todo crecía y todos comían.

¿Qué es lo que dicen ahora estosradiólogos del distrito? ¿Los secretariosde los comités de distrito del Partido?¿Cómo se justifican?

En todas las aldeas nosencontrábamos con muchas personasborrachas. Incluso las mujeres andabanbebidas; sobre todo las ordeñadoras ylas encargadas del ganado. Cantaban una

Page 984: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

canción. Una canción de moda porentonces: «Nos da igual… Nos da lomismo…». En una palabra, todo lesimportaba un pepino. Era de la películaEl brazo de brillantes.

En aquella misma aldea, Malínovka(distrito de Chérikov), entramos en unaguardería. Los niños corrían por elpatio. Los más pequeños jugaban en laarena. La directora nos explicó quecambiaban la arena cada mes. La traíande alguna parte. Se puede usted imaginarde dónde la traían. Los niños se veíantristes. Bromeamos y ellos no sonrieron.La educadora se echó a llorar: «No seesfuercen. Nuestros niños no sonríen. Yen sueños lloran».

Page 985: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En la calle nos encontramos a unamujer con un recién nacido.

—¿Quién le ha autorizado para dar aluz aquí? Con cincuenta y nueve curios.

—Vino una médico radióloga. Meaconsejó que no secara los pañales en lacalle.

Persuadían a la gente para que no semarchara. ¡Pues claro! Era mano deobra. Incluso cuando trasladaron a lapoblación. Evacuaron la aldea. Parasiempre. Pero, de todos modos, traían agente para los trabajos del campo. Arecoger la patata.

¿Y qué dicen ahora los secretariosde los comités locales y regionales?¿Cómo se justifican? ¿De quién, según

Page 986: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ellos, es la culpa?He guardado muchas instrucciones.

Ultrasecretas. Se las daré todas. Escribaun libro honesto. Por ejemplo:«Instrucciones para el tratamiento de laspiezas de pollo contaminadas». En lasplantas de elaboración se exigía irvestido igual que en los territorioscontaminados cuando se está en contactocon elementos radiactivos. Con guantesde goma, batas de goma, botas y demás.Si la pieza contiene tantos curios, se ladebe hervir en agua salada, echar elagua al desagüe, y emplear aquellacarne en los patés y embutidos. Si tienetantos otros curios: emplearla paraharina de carne o para piensos de

Page 987: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

animales. De este modo se cumplían losplanes de producción de carne.

Los terneros de zonas contaminadasse vendían a bajo precio en otroslugares. En zonas sin contaminar. Losconductores que trasladaban a estosterneros contaban que aquel ganadodaba risa: el pelaje les llegaba al sueloy que tenían tanta hambre que se locomían todo, los trapos, el papel. ¡Erafácil alimentarlos! Los vendían a loskoljoses; pero, si alguien quería, se lospodía quedar. Llevarse los animales a suestablo. ¡Eso es un crimen! ¡Un crimen!

Por el camino nos encontramos conun camión. El coche marchabalentamente, como en un entierro. Cuando

Page 988: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

se lleva a un difunto. Lo paramos. Alvolante, un chico joven. Le pregunto:

—¿Seguramente te resulta molesto irtan despacio?

—No, porque llevo tierra radiactiva.Pero ¡el calor! ¡El polvo!—¡Te has vuelto loco! —le grito—.

¡Si aún has de casarte, tener hijos!—¿Y dónde más voy a ganar

cincuenta rublos por viaje?Por cincuenta rublos, con los precios

de entonces, te podías comprar un buentraje. Se hablaba más de las pagas extrasque de la radiación. Pagas extras y unosmiserables complementos. Míseros, silos comparamos con el valor de la vida.

Detalles cómicos mezclados con lo

Page 989: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

trágico.Dos abuelas sentadas en un banco

junto a su casa. Los niños corretean.Medimos la radiación: 70 curios.

—¿De dónde son los niños?—De Minsk, han venido a pasar el

verano.—¡Pero no ven que aquí tienen

mucha radiación!—¡Para qué nos recalcas la

radiación! ¡Bien que la hemos visto!—¡Pero si no se puede ver!—Pues mira, ¿ves aquella casa a

medio construir? Sus habitantes la hanabandonado y se han marchado. Pormiedo. La otra noche fuimos a verla ymiramos dentro. Por la ventana. Y allí

Page 990: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

estaba, bajo una viga, la radiación esa.¡Con una cara de mala y los ojosencendidos! ¡Negra, negra!

—¡No puede ser!—¡Te lo juramos! ¡Por lo más

sagrado!Y se persignan. Se persignan, la mar

de alegres. ¿Se ríen de ellas mismas ode nosotros?

Después de algún viaje, nosreunimos en la redacción.

—¿Cómo va todo? —nospreguntamos los unos a los otros.

—¡Todo va normal!—¿Cómo que normal? Mírate en el

espejo. ¡Has regresado con el peloblanco!

Page 991: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Empezaron a circular los chistes.Chistes sobre Chernóbil. El más corto:«Qué buen pueblo fue, el de losbielorrusos».

Me han encargado escribir sobre laevacuación. En Polesie existe lacreencia de que si quieres regresar acasa tienes que plantar un árbol junto auna carretera de largo recorrido. Llegoal lugar. Entro en el patio de una casa,en otro… Todos están plantandoárboles. Entro en una tercera casa, mesiento y me echo a llorar. Y la dueña dela casa me explica: «Mi hija, con elyerno, ha plantado un guindo; la segundahija, un serbal negro; el hijo mayor, unsauquillo, y el más pequeño, un sauce. Y

Page 992: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

yo con mi hombre, un manzano». Medespido y ella me ruega: «Mira cuántosfresones; toda la huerta. Llévate unospocos». Quería dejar algún rastro de supaso por este mundo.

Poco es lo que he conseguidoescribir. Poco. Lo he ido dejando. Undía me sentaré y lo recordaré todo.Cuando me vaya de vacaciones.

Ya ve. Ahora me ha venido a lamemoria… un cementerio de pueblo.Junto a la entrada, un cartel: ALTARADIACIÓN. PROHIBIDA LA ENTRADA. Nisiquiera al otro mundo, como quien dice,te dejan irte. [De pronto se echa a reír.La primera vez en nuestra largaconversación.]

Page 993: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Le he contado que estabarigurosamente prohibido hacerfotografías junto al reactor? Solo sepodían hacer con un permiso especial.Te retiraban las cámaras. Antes departir, registraban a los soldados, comoen Afganistán, no fuera a ser que sefiltrara alguna foto. No fuera a ser quequedara alguna prueba. A los cámarasde televisión, la KGB les retiraba lascintas. Y se las devolvían veladas.Cuántos documentos destruidos. Cuántostestimonios. Perdidos para la ciencia.Para la historia. Sería bueno encontrarahora a los que dieron aquellas órdenes.

¿Que se inventarían ahora? ¿Cómose justificarían?

Page 994: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Yo nunca los perdonaré. ¡¡Nunca!!Aunque solo sea por una sola niña…

La niña bailaba en el hospital. Bailabauna «polquita». Tenía unos nueve años.Bailaba tan bien… A los dos meses mellamó su madre: «¡Olia se estámuriendo!». No tuve fuerzas para iraquel día al hospital. Y luego ya fuetarde. Olia tenía una hermana pequeña.La niña se despertó una mañana y dijo:«Mamá, he visto en sueños cómollegaban volando dos ángeles y sellevaban a nuestra Olia. Han dicho queallá Olia estará bien. Que no le doleránada. Mamá, dos ángeles se han llevadoa nuestra Olia…».

Nunca lo podré perdonar.

Page 995: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

IRINA KISELIOVA,periodista

Page 996: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADEL PODER ILIMITADO

DE UNOS HOMBRESSOBRE OTROS

Yo no soy del campo de lashumanidades. Soy físico. Lo mío, portanto, son los hechos, solo los hechos.

Algún día se habrá de responder porChernóbil. Llegará un día en que seránecesario responder por todo esto, como

Page 997: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

por lo sucedido en el 37[60]. ¡Aunque seadentro de cincuenta años! Por viejos quesean. Aunque hayan muerto.¡Responderán de sus actos! ¡Son unoscriminales! [Tras un silencio.]

Hay que conservar los hechos. ¡Quequeden los hechos! Porque los pedirán.

Aquel día, el 26 de abril, yo estabaen Moscú. En un viaje de trabajo. Allíme enteré del accidente.

Llamo a Minsk al primer secretariodel Comité Central de Belarús,Sliunkov; lo llamo una, dos, tres veces,y no me ponen con él. Doy con suayudante (que me conoce bien):

—Le llamo desde Moscú. Póngamecon Sliunkov, he de darle una

Page 998: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

información urgente. ¡De un graveaccidente!

Llamo por los canalesgubernamentales y, sin embargo, laslíneas ya están bajo control. En cuantoempiezas a hablar sobre el accidente, elteléfono se corta al momento. ¡Vigilan,por supuesto! Te escuchan. Los órganoscompetentes, claro. Aquel Estado dentrodel Estado. Y eso que con quien quierohablar es con Sliunkov en persona, elprimer secretario del Comité Central.

¿Y yo, quién soy? Soy el director delInstituto de Energía Nuclear de laAcademia de Ciencias de Belarús.Profesor, miembro de la academia…Pero también a mí me controlan.

Page 999: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Necesito unas dos horas para que seponga al aparato el propio Sliunkov. Leinformo:

—El accidente es serio. Según miscálculos (yo ya había hablado con otraspersonas en Moscú y había hecho misnúmeros), la columna radiactiva semueve hacia nosotros. Hacia Belarús.Hace falta realizar inmediatamente unaoperación de profilaxis de yodo para lapoblación y evacuar a todo el mundoque se encuentre cerca de la central. Hayque sacar a toda la población y a losanimales en cien kilómetros a laredonda.

—Ya me han informado —diceSliunkov—. Ha habido un incendio,

Page 1000: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pero lo han apagado.Y yo, sin poderme contener:—¡Esto es un engaño! ¡Un engaño

evidente! Cualquier físico le dirá que elgrafito arde a unas cinco toneladas porhora. ¡Imagínese cuánto tiempo estaráardiendo!

Tomo el primer tren a Minsk. Pasola noche en blanco. Por la mañana llegoa casa. Le mido a mi hijo la tiroides:¡180 microrroentgen a la hora! Entoncesla tiroides era un dosímetro ideal.

Se necesitaba yoduro de sodio.Yodo corriente. Para medio vaso degelatina, de dos a tres gotas para losniños, y para un adulto, de tres a cuatrogotas. El reactor estuvo ardiendo diez

Page 1001: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

días, diez días durante los cuales ya sedebía haber hecho esto. ¡Pero nadie nosescuchaba! Ni a los científicos, ni a losmédicos. La ciencia estaba al serviciode la política; la medicina, atrapada porla política. ¡Faltaría más!

No hay que olvidar en qué atmósferamental se producía todo aquello, quééramos entonces, diez años atrás.Funcionaba el KGB; el control secreto.Se interferían las radios extranjeras. Miltabúes, secretos políticos y militares.Instrucciones. Y por añadidura, todosestábamos educados en la idea de que elátomo soviético para la paz era tan pocopeligroso como la turba o el carbón.Éramos unas personas prisioneras del

Page 1002: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

miedo y de los prejuicios. En manos dela superstición. Pero los hechos, sololos hechos.

Aquel mismo día… el 27 de abril,decido viajar a la región de Gómel,fronteriza con Ucrania. A los centros dedistrito Braguin, Jóiniki, Narovlia;desde allí hasta la central hay unascuantas decenas de kilómetros. Había deconseguir una información completa.Llevarme los aparatos, medir el fondo.Y lo que es el fondo era el siguiente: enBraguin, 30 000 microrroentgen porhora; en Narovlia, 28.000. Y en aquellasituación, las gentes del lugar estabansembrando, arando. Se preparaban parala Pascua. Pintaban los huevos, cocían

Page 1003: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

panes de Pascua.¿Qué radiación? ¿Qué es esto? No

nos ha llegado ninguna orden. De arribanos piden informes: ¿Cómo marcha lasiembra, a qué ritmo?

Me miraban como a un loco: «Pero¿de qué me habla, profesor?». Roentgen,microrroentgen… Como si les hablaraun extraterrestre.

Regresamos a Minsk. En la avenidacentral, por todas partes vendenpastelillos, helados, carne picada,bollos. Bajo la nube radiactiva.

29 de abril. Lo recuerdo todo conexactitud. Por fechas. A las ocho de lamañana ya me encuentro en la sala deespera de Sliunkov. Intento llegar como

Page 1004: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sea hasta él. Pero no me recibe. Y asíhasta las cinco y media. A las cinco ymedia, del despacho de Sliunkov saleuno de nuestros poetas más famosos.Nos conocemos:

—Hemos estado discutiendo con elcamarada Sliunkov sobre los problemasde la cultura bielorrusa.

—Pronto no quedará nadie paracrear esta cultura —le replico sinpoderme aguantar— ni para leer suslibros si ahora mismo no sacamos a lagente de la zona de Chernóbil. ¡Si no lossalvamos!

—¡Pero ¿qué dice usted?! Si ya lohan apagado todo.

De todos modos, llego hasta

Page 1005: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Sliunkov. Le describo el cuadro que viel día anterior. ¡Hay que salvar a lagente! En Ucrania (había llamado) haempezado la evacuación.

—¿Qué se proponen susdosimetristas (los de mi instituto)corriendo por toda la ciudad, sembrandoel pánico? Me he asesorado en Moscú,con el académico Ilín. La situación esnormal. Se han mandado tropas,maquinaria militar, para cubrir labrecha. Y en la central está trabajandouna comisión gubernamental. También lafiscalía. Allí aclararán el asunto. Noconviene olvidar la guerra fría. Estamosrodeados de enemigos.

Sobre nuestra tierra ya se habían

Page 1006: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

precipitado miles de toneladas de cesio,yodo, plomo, circonio, cadmio, berilio,boro, una cantidad incalculable deplutonio (en los reactores RBMK deuranio y grafito, en la versión deChernóbil, se extraía plutonioestratégico, con el que se fabricaban lasbombas atómicas). En total, 450 tipos deradionúclidos. El equivalente a 350bombas como las que se lanzaron sobreHiroshima. Se debía hablar de física. Y,en cambio, se hablaba de enemigos. Sebuscaba al enemigo.

Tarde o temprano, pero se habrá deresponder por esto.

«Un día se pondrá usted a buscarexcusas —le replicaba yo a Sliunkov—,

Page 1007: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

diciendo que no era más que unconstructor de tractores (había sidodirector de una fábrica de tractores) yque no entendía nada de radiaciones;pero yo soy físico y sí tengo una idea delas consecuencias».

Pero ¿cómo puede ser? No se sabequé profesor, no se sabe qué físicos, ¿yse atreven a dar lecciones al ComitéCentral? No, no eran una pandilla decriminales. Más bien nos encontramosante una combinación letal de ignoranciay corporativismo. La piedra angular desu vida, sus hábitos adquiridos en elaparato eran: no te destaques. Di sí atodo.

Justamente por entonces, a Sliunkov

Page 1008: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lo estaban promocionando para ir aMoscú, para un ascenso. ¡Esta es lacosa! Hubo de producirse, según meparece, una llamada de Moscú. DeGorbachov. En el sentido de que a verqué hacéis, los bielorrusos, nada desembrar el pánico. Ya sin vosotros,Occidente está armando un buen jaleo.

Porque estas son las reglas deljuego: si no satisfaces los deseos de tussuperiores, no ascenderás en el cargo,no conseguirás tal viaje de descanso, taldacha. Hay que caer bien. De haberseguido viviendo en el mismo sistemacerrado de antes, tras el telón de acero,la gente seguiría instalada hasta hoypegada a la central. ¡La habrían

Page 1009: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

declarado zona secreta! Tome los casosde Kishtim o de Semipalátinsk[61].

Un país estalinista. Seguíamossiendo un país estalinista.

En las instrucciones para situacionesde guerra nuclear se dice que, en casode amenaza de un accidente nuclear o deun ataque nuclear, es necesario aplicarde forma inmediata una profilaxis a basede yodo a toda la población. ¡En caso deamenaza! ¿Y qué es lo que teníamosaquí? 3000 microrroentgen por hora.Pero lo que les preocupaba no era lagente, sino su poder. En un país donde loimportante no son los hombres sino elpoder, la prioridad del Estado está fuerade toda duda. Y el valor de la vida

Page 1010: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

humana se reduce a cero.¡Había modo de hacerlo! Nosotros

proponíamos algunos. Sin grandesanuncios, sin generar pánico.Sencillamente con verter los preparadosde yodo en los embalses de los que seextraía el agua potable, con añadirlos ala leche. Es verdad que se hubieranotado que el agua no tenía el mismogusto, y la leche tampoco. En la ciudadse hallaban listos 700 kilos depreparado. Y allí se quedaron, en losalmacenes. En las reservas secretas.

Tenían más miedo de la ira que lespodía llegar desde arriba que del átomo.Todo el mundo esperaba una llamada deteléfono, una orden. Pero no hacía nada

Page 1011: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

por su cuenta. Se temía laresponsabilidad personal.

Yo llevaba en mi cartera undosímetro. ¿Para qué? No me dejabanpasar, estaban hartos de mí en losdespachos de arriba. Yo, entonces,sacaba el dosímetro y lo acercaba a lostiroides de las secretarias, de loschóferes personales, sentados en lassalas de espera. La gente se asustaba,pero esto a veces servía de ayuda: medejaban pasar.

«Profesor, ¿qué hace ustedponiéndose histérico? ¿O ahora resultaque solo usted se preocupa del pueblobielorruso? De todos modos, de algo sehan de morir las personas: del tabaco,

Page 1012: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en accidentes de tráfico o de unsuicidio».

Algunos se reían de los ucranianos.Mira cómo se arrastran de rodillas en elKremlin, mendigando dinero, medicinas,aparatos de dosimetría (no habíabastantes dosímetros), en cambio elnuestro (se referían a Sliunkov), enquince minutos informó de la situación:«Todo está en orden. Nos arreglaremoscon nuestras propias fuerzas». Hastaalabaron su gesto: «¡Buena gente, loshermanos bielorrusos!».

¿Cuántas vidas habrá costado estaalabanza?

Dispongo de información de queellos (las autoridades) sí que tomaban

Page 1013: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

yodo. Cuando los exploró el personal denuestro instituto, todos tenían la tiroideslimpia. Algo imposible sin el yodo.También a sus hijos los sacaron aescondidas, lejos del desastre. Y cuandoiban a visitar las zonas, ellos sí quellevaban máscaras, trajes especiales.Todos los medios que les faltaba a losdemás.

Hace ya tiempo que no es ningúnsecreto que en las afueras de Minsk semantenía un rebaño especial de ganado.Cada res con su número y adscrita demanera individual. Personal. Camposespeciales, invernaderos especiales. Uncontrol especial. Y lo más repugnante.[Tras un silencio.] Nadie ha respondido

Page 1014: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de esto.Dejaron de recibirme. De

escucharme. Los inundaba de cartas.Con notas oficiales. Distribuía mapas,cifras. Los mandaba a todas lasinstancias. He reunido cuatro carpetasde 250 hojas cada una.

Hechos, solo hechos.Por si acaso, hacía dos copias; una

la guardaba en mi despacho del trabajo,y otra, en casa. Mi mujer lo escondió.¿Por qué hacía copias? Tenemosmemoria. Vivimos en un país que… Yomismo cerraba mi despacho. Pues bien,llego de un viaje de trabajo, y lascarpetas habían desaparecido. Lascuatro gruesas carpetas.

Page 1015: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pero yo he crecido en Ucrania, misabuelos eran cosacos. Y tengo uncarácter cosaco. Seguí escribiendo.Interviniendo. ¡Había que salvar a lagente! ¡Evacuarlos con toda urgencia!Siempre de viaje de trabajo. Nuestroinstituto compuso el primer mapa de laszonas «contaminadas». Todo el suraparece en rojo. Todo el sur «ardía».

Pero esto ya es historia. La historiade un crimen.

Del instituto se llevaron todos losaparatos de control radiactivo. Losconfiscaron. Sin explicación alguna. Mellamaban a casa amenazándome: «¡Dejade espantar a la gente, profesor! Que tevamos a mandar a donde Cristo dio las

Page 1016: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tres voces. ¿No lo adivinas? ¿Os habéisolvidado del pasado? ¡Pronto os habéisolvidado!». Presionaban a lostrabajadores del instituto. Losamedrentaban.

Escribía a Moscú.Me convoca Platónov, el presidente

de nuestra academia:—El pueblo bielorruso algún día

recordará tu labor, has hecho mucho porél; pero has hecho mal en escribir aMoscú. ¡Muy mal! Me exigen que teretire de tu cargo. ¿Para qué lo hashecho? ¿O es que no entiendes a quién teenfrentas?

Yo tenía los mapas, las cifras. Ellos,en cambio, ¿qué tenían? Podían meterme

Page 1017: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en un psiquiátrico. Me amenazaron conhacerlo. Podía tener un accidente deautomóvil. Me avisaron. Me podíancolgar una causa penal. Por propagandaantisoviética. O por un cajón de clavosque el contable del instituto no hubieraanotado.

Pues bien, me abrieron una causacriminal.

Consiguieron lo que querían. Me dioun infarto. [Calla.]

Todo está en las carpetas… Hechos,cifras… Las cifras de un crimen.

El primer año… Un millón detoneladas contaminadas setransformaron en pienso, pienso que sedio de comer al ganado (y su carne

Page 1018: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

luego fue a parar a las mesas de loshumanos). Las aves y los cerdos sealimentaron con huesos adobados conestroncio.

Las aldeas se evacuaron, pero loscampos se seguían sembrando. Segúnlos datos de nuestro instituto, una terceraparte de los koljoses y de los sovjosestenían tierras «contaminadas» con cesio-137, y a menudo el grado decontaminación superaba los 50 curiospor kilómetro cuadrado. Ni hablar deobtener una producción limpia; en estastierras ni siquiera se podía permanecerpor largo tiempo. En muchas áreas seprecipitó estroncio-90.

En las aldeas, la gente se alimentaba

Page 1019: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de sus propios huertos, pero no se hacíaninguna comprobación. Nadie instruía aaquella gente, no se les enseñaba quédebían hacer. Ni siquiera existía unprograma para ello. Se comprobaba sololo que salía de la zona. Las partidasdestinadas a Moscú… A Rusia.

Comprobamos de manera selectivael estado de salud de los niños en lasaldeas. Varios miles de niños y niñas.Las criaturas tenían 1500, 2000, 3000milirroentgen. Por encima de los 3000…Esas niñas… Ya no darán a luz a ningúnniño. Tienen los genes marcados.

Cuántos años han pasado y yo aveces me despierto y ya no me puedodormir.

Page 1020: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Un tractor arando un campo… Lepregunto a un funcionario del Comité deDistrito del Partido que nos acompaña:

—¿El tractorista está protegido almenos con una mascarilla?

—No, trabajan sin respiradores.—¿Qué pasa, no os los han

mandado?—¡Pues claro que los han mandado!

Nos han mandado tantos que tendremoshasta el año dos mil. Pero no los hemosrepartido. Cundiría el pánico. ¡Y todossaldrían corriendo! ¡Se largarían!

—¡Se da cuenta de la barbaridadque está haciendo!

—Para usted es fácil pensar de estemodo, profesor. Si lo echan del trabajo,

Page 1021: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

encontrará usted otro. Pero yo, ¿adóndeme meto?

¡Qué poder! ¡Un poder ilimitado deunos hombres sobre otros! Esto ya no esun engaño, sino una guerra contrapersonas inocentes.

A lo largo del Prípiat vemos tiendasde campaña, familias enterasdescansando. Se bañan, toman el sol.Estas personas no saben que desde hacevarias semanas se están bañando ytomando el sol bajo una nube radiactiva.Estaba terminantemente prohibidohablar con ellos. Pero veo a unosniños… Me acerco y les explico.Asombro general. Me miran perplejos:«Entonces, ¿por qué la radio y la

Page 1022: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

televisión no dicen nada de esto?».El funcionario que me acompaña…

En nuestros viajes solía acompañarnosalgún representante del poder local, delComité de Distrito; este era el sistema…El tipo calla. Pero puedo adivinar por sucara qué sentimientos luchan en su fuerointerno: ¿informar o no? ¡Porque, almismo tiempo, también le da lástima lagente! Es una persona normal. Aunqueyo no sé de qué lado se inclinará labalanza cuando regresemos. ¿Informaráo no? Cada uno decidía por su cuenta, enun sentido o en otro. [Calla durante unrato.]

Seguimos siendo un país estalinista.Y viven en él hombres estalinistas.

Page 1023: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Recuerdo en Kíev… En la estación.Los convoyes se llevan uno tras otro amiles de niños espantados. Hombres ymujeres llorando. Entonces fue laprimera vez que pensé: ¿a quién le hacefalta una física así? ¿Una ciencia comoesta? Si tan alto ha de ser el precio.Ahora se sabe. Se ha escrito. ¿A quéritmo endiablado se construyó la centralatómica de Chernóbil? Se construyó a lasoviética. Los japoneses levantaninstalaciones como estas en doce años,aquí lo hicimos en dos, tres años. Lacalidad y la seguridad de una instalaciónespecial como aquella no se distinguíade la de un complejo agropecuario. ¡Deuna granja de aves! Cuando faltaba algo,

Page 1024: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hacían la vista gorda y lo sustituían porlo que tuvieran a mano. Así, el techo dela sala de máquinas se cubrió dealquitrán, que fue lo que estuvieronapagando los bomberos. ¿Y quiéndirigía la central atómica? Entre losdirectivos no había ni un físico nuclear.Había ingenieros de energía, deturbinas, comisarios políticos, pero niun especialista. Ni un físico.

El hombre ha inventado una técnicapara la que aún no está preparado. Noestá a su nivel. ¿Es posible darle unapistola a un niño? Nosotros somos unosniños locos. Pero esto son emociones yyo me prohíbo dejarme llevar por lasemociones.

Page 1025: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

La tierra… La tierra y el aguaestaban llenos de radionúclidos,decenas de ellos. Hacían faltaradioecólogos. Pero en Bielorrusia nolos había, los trajeron de Moscú. En untiempo, en nuestra Academia deCiencias trabajó la profesoraCherkásova, una científica que se habíadedicado a los problemas de laspequeñas dosis, a las irradiacionesinternas. Cinco años antes de Chernóbilcerraron su laboratorio; en nuestro paísno puede haber ninguna catástrofe.¿Cómo se le ocurre? Las centralesatómicas soviéticas son las másavanzadas y las mejores del mundo.¿Qué dosis pequeñas ni qué?…

Page 1026: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Alimentos radiactivos?… Redujeron laplantilla del laboratorio y jubilaron a laprofesora. Se colocó en el guardarropasde alguna parte, colgando abrigos.

Y nadie ha respondido de nada.Pasados cinco años, el cáncer de

tiroides creció treinta veces entre losniños. Se ha establecido el crecimientode las lesiones congénitas de desarrollo,de las enfermedades renales, delcorazón, de la diabetes infantil…

Pasados diez años…, la duraciónmedia de la vida de los bielorrusos seredujo a los cincuenta-sesenta años.

Yo creo en la historia…, en el juiciode la historia… Chernóbil no haterminado, tan solo acaba de empezar.

Page 1027: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

VASILI BORÍSOVICH NESTERENKO,exdirector del Instituto de Energía

Nuclearde la Academia de Ciencias de Belarús

Page 1028: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

MONÓLOGO ACERCADE LAS VÍCTIMAS YLOS SACERDOTES

Una persona se levanta temprano por lamañana. Empieza su jornada. Y no separa a pensar en la eternidad, suspensamientos están en el pan de cadadía. Usted, en cambio, quiere que lagente piense en la eternidad. Este es elerror de todos los humanistas.

Page 1029: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Cómo definir Chernóbil?Llegamos a una aldea. Tenemos un

pequeño autobús alemán (se lo hanregalado a nuestra fundación), los niñosnos rodean:

«¡Hola! ¡Hola! Somos niños deChernóbil. ¿Qué nos han traído? Dennosalgo».

«¡Dennos!». Esto es Chernóbil.De camino hacia la zona, nos

encontramos con una anciana, con sufalda bordada de día de fiesta, sudelantal y un hato a la espalda.

—¿Adónde vas, abuela? ¿De visita?—Voy para Marki… A mi casa.¡Se dirige a un lugar donde hay 140

curios! Ha de recorrer unos 25

Page 1030: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

kilómetros. Tarda un día en ir y otropara regresar. Se traerá de vuelta unbote de tres litros, un bote que se hapasado dos años colgado en su verja.Pero ha estado en su casa.

Esto es Chernóbil.¿Qué recuerdo de los primeros días?

¿Qué pasaba entonces? Aunque, encualquier caso, habría que empezarpor… Si le contara mi vida, habría deempezar por la infancia. Lo mismoocurre con esto.

Yo tengo mi propia señal para lacuenta atrás. Y recuerdo algo distinto.Recuerdo el cuarenta aniversario de laVictoria[62]. Entonces hubo los primerosfuegos artificiales en nuestro Moguiliov.

Page 1031: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Después de la ceremonia oficial, lagente no se fue para su casa, como decostumbre, sino que se puso a cantarcanciones. De manera completamenteinesperada. Recuerdo aquel sentimientogeneral. Pasados cuarenta años, todos sehabían lanzado a hablar de la guerra; porfin la gente asimiló aquello. Porquehasta entonces todos nos dedicábamos asobrevivir, a recuperarnos, a traer niñosal mundo.

Lo mismo ocurrirá con Chernóbil.Aún hemos de volver a él, y se nosdescubrirá con mayor profundidad. Seconvertirá en algo sagrado. En un murode las lamentaciones. Pero de momentono existe la fórmula. ¡No existe la

Page 1032: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

fórmula! ¡No hay ideas! Los curios, losrems, los roentgen, esto no significaasimilar la realidad. No es filosofía. Noes una visión del mundo. Nuestrohombre o lleva un fusil o una cruz. Asíha sido durante toda nuestra historia. Yno ha existido otro hombre. Aún no.

Mi madre trabajaba en el EstadoMayor de la Defensa Civil de la ciudad;fue de las primeras en enterarse: todoslos aparatos se pusieron en marcha.Según las instrucciones, que colgaban encada uno de los despachos, eranecesario informar enseguida a lapoblación, repartir las máscaras, losantigás, etcétera.

Se abrieron los depósitos secretos,

Page 1033: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

sus puertas selladas, lacradas; pero todolo que había allí se encontraba en unestado lamentable; era inservible; no sepodía usar. En las escuelas, lasmáscaras antigás eran de un modeloanterior a la guerra y ni siquiera lastallas correspondían a las de los niños.

Los aparatos marcaban un nivel altode radiación, pero nadie podía entendernada; una cosa así nunca había pasado.Y simplemente se desconectaron losaparatos.

Mi madre contaba: «Si hubieraempezado una guerra, habríamos sabidoqué hacer. Para eso disponíamos deinstrucciones. Pero ¿ante algo comoesto?».

Page 1034: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Quién encabezaba nuestra defensacivil? Generales, coroneles retiradospara quienes la guerra empieza delsiguiente modo: por la radio se emitenlas declaraciones oficiales, alarmaaérea, bombas de humo, proyectilesincendiarios… No les entraba en lacabeza que estábamos en otra época.Hacía falta que se produjera una rupturapsicológica. Ahora se ha producido.Ahora sabemos que estaremos en casa,tomando el té, celebrando algo.Charlaremos de cualquier cosa,reiremos, mientras la guerra seguirá sucurso. Ni siquiera nos enteraremos deque ya habremos desaparecido…

Y en cuanto a la defensa civil, pues

Page 1035: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

era un juego al que jugaban unos señoresmayores. Unos tipos encargados de larealización de los desfiles, de losejercicios. Eso valía millones.

Nos obligaban a dejar el trabajodurante tres días. Sin darnos ningunaexplicación. Para realizar ejerciciosmilitares. El juego se llamaba: «En casode guerra atómica». Los hombres hacíande soldados y bomberos; las mujeres, devoluntarias de sanidad. Nos entregabanunos monos, botas, bolsas sanitarias, unpaquete de vendas y algunas medicinas.¡Y a ver quién dice nada! El pueblosoviético debe portarse dignamente anteel enemigo. Mapas secretos, planes deevacuación: todo esto se guardaba en

Page 1036: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cajas fuertes con sellos lacrados.Siguiendo estos planes, en minutoscontados, después de sonar la alarma, lagente debía estar movilizada para que lacondujeran al bosque, a alguna zonasegura. Aúlla la sirena. ¡Atención! Es laguerra.

Se premiaba a los mejores, seentregaban banderas. Y se celebraba unbanquete de campaña. ¡Los hombresbrindaban por nuestra victoria futura!¡Y, faltaría más, por las mujeres!

Pues bien, no hace mucho. Ya enestos tiempos. Se declaró una alarma enla ciudad. ¡Atención! ¡Alerta de defensacivil! Ha sido hace una semana. La gentese asustó, pero era un miedo distinto. Y

Page 1037: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

lo importante entonces ya no era que nosestuvieran atacando los estadounidenses,o los alemanes, sino ¿qué ocurrirá enChernóbil? ¿Será posible que suceda denuevo?

Volvamos al año 86. ¿Quiéneséramos? ¿Cómo éramos cuando nossorprendió esta versión del JuicioFinal? Yo… Nosotros… Le hablo de laintelectualidad local; teníamos nuestrogrupo. Vivíamos nuestra vida, alejadosde todo lo que nos rodeaba. Era nuestraforma de protesta. Teníamos nuestrasleyes: no leíamos el periódico Pravda,en cambio nos pasábamos de mano enmano la revista Ogoniok[63]. Era justocuando habían aflojado las riendas y

Page 1038: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nosotros sorbíamos con ansia aquel airefresco. Leíamos el samizdat, que por finllegó hasta nosotros, a nuestras perdidastierras. Leíamos a Solzhenitsin, aShalámov… A Venia Yeroféyev.Íbamos de una casa a otra de visita, connuestras interminables conversacionesen la cocina.

Añorábamos algunas cosas. ¿Qué?Pues que en algún lugar vivían actores,estrellas. Yo, por ejemplo, seríaCatherine Deneuve. Me pondría algúnestúpido trapo, me recogería de formaextraña el pelo… Era un ansia delibertad. Por aquel otro mundo… Unmundo ajeno… Como forma de libertad.

Pero también esto era un juego. Una

Page 1039: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

manera de huir de la realidad. Alguno denuestro grupo se estrelló, se alcoholizó,otro ingresó en el Partido y empezó ahacer carrera. Nadie creía que los murosdel Kremlin un día se pudieranquebrar… Que se pudiera perforar…Que este muro se derrumbaría… Y queno sería durante nuestra vida, eso erafijo. Bueno, si ha de ser así, me importaun pimiento lo que pase por allá,nosotros viviremos aquí. En nuestromundo ilusorio.

En cuanto a Chernóbil. Al principiohubo la misma reacción. ¿Y a nosotrosqué nos importa? Que las autoridades serompan los cuernos. Chernóbil es cosasuya. Y además está lejos. Ni siquiera

Page 1040: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

miramos el mapa. ¿Para qué? No vale lapena. Entonces ya no necesitábamos laverdad. Pero cuando en las botellas deleche aparecieron las etiquetas: «Lechepara niños» y «Leche para adultos».Entonces sí que nos dijimos: ¡aquí estápasando algo! Algo se nos está viniendoencima.

Yo no era miembro del Partido, escierto, pero, de todos modos, era unapersona soviética. Apareció el miedo:«¿Qué pasa con los rábanos este año quetienen las hojas como las remolachas?».Pero aquella misma tarde ponías la teley te decían: «No se dejen influir por lasprovocaciones». Y desaparecían todaslas dudas.

Page 1041: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Y la manifestación del Primero deMayo? Nadie nos había obligado a ir. Amí, por ejemplo, nadie me obligó.Podíamos elegir. Pero no lo hicimos. Norecuerdo otra manifestación del Primerode Mayo tan multitudinaria, tan alegre,como la de aquel año. Había cundido laalarma y querías, cómo no, cobijarte enel rebaño. Notar la presencia del otro.Para estar junto a todos los demás. Tedaban ganas de criticar a alguien… Alas autoridades… Al gobierno… A loscomunistas.

Ahora lo pienso… Busco y busco elpunto de ruptura. ¿Dónde se produjo laquiebra? Porque este punto seencontraba en el principio de todo. Y

Page 1042: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

era nuestra falta de libertad. El colmodel librepensamiento era: ¿Se puedencomer los rábanos o no? Una carenciaque estaba dentro de nosotros.

Yo trabajaba de ingeniera en lafábrica Khimvoloknó; allí teníamos ungrupo de especialistas alemanes. Habíanvenido a instalar su maquinaria. Allí vicómo se comporta otra gente, otropueblo. Venido de otro mundo. Cuandose enteraron del accidente, exigieron almomento que hubiera médicos, lesdieron dosímetros, se controlaba lacomida. Escuchaban su radio y sabían loque se debía hacer. Por supuesto, no lesdieron nada. Entonces hicieron lasmaletas y se dispusieron a marcharse.

Page 1043: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡Que nos compren los billetes!¡Mándennos a casa! ¡Nos vamos! Ya queno sois capaces de garantizar nuestraseguridad, nos marchamos. Sedeclararon en huelga, mandarontelegramas a su gobierno. Al presidente.Peleaban por sus mujeres, por sus hijos(vivían en familia). ¡Por su vida!

¿Y nosotros? ¿Nosotros cómo noscomportamos? ¡Mira a estos alemanes,siempre tan planchados, tanalmidonados, qué histéricos! ¡Miedosos!Midiendo la radiación de la sopa, de lashamburguesas. Saliendo a la callecuanto menos mejor. ¡Qué risa!¡Nuestros hombres sí que son hombresde verdad! ¡Qué machos los rusos!

Page 1044: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡Dispuestos a todo! ¡Luchando contra elreactor! ¡Y sin ningún temor por susvidas! Se suben al tejado fundido acuerpo descubierto, con guantes de lona(ya lo habíamos visto en la televisión)!¡Y nuestros hijos van con sus banderinesa la manifestación! ¡Con los veteranosde la guerra! ¡La vieja guardia![Reflexiona.]

Aunque esto era también unavariante más de la barbarie: esa falta demiedo por tu propia vida.

Siempre decimos «nosotros» y no«yo»: «Nosotros mostramos el heroísmosoviético», «Nosotros les enseñaremosel carácter soviético». ¡A todo elmundo! ¡Pero esta soy yo! ¡Y yo no

Page 1045: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quiero morir! Yo tengo miedo.Es curioso observarse hoy a uno

mismo. Descubrir uno sus propiossentimientos. ¿Cómo se handesarrollado? ¿Han ido cambiando?Analizar todo esto. Hace tiempo que mehe descubierto enseñándome a ser másatenta con el mundo que me rodea. Conmi entorno y conmigo misma. Despuésde Chernóbil, esto te sale por ti mismo.

Hemos empezado a aprender a decir«yo». ¡Yo no quiero morir! Yo tengomiedo… Pero ¿y entonces? Entonces undía enciendo la tele, subo el volumen yveo cómo entregan una bandera roja aunas ordeñadoras, vencedoras en laemulación socialista. ¡Pero si esto está

Page 1046: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pasando en nuestras tierras!, me digo.¡En un lugar cercano a Moguiliov! ¡Enuna aldea que resulta que se encuentraen medio de la mancha de cesio! Deaquí a poco la evacuarán. Ya, ya… Y encambio oigo la voz del locutor: «Lapoblación trabaja con total entrega, sinimportarle todas la dificultades…»,«maravillosas muestras de valor yheroísmo».

¡Y luego, que venga el diluvio!¡Avancemos con paso revolucionario!No, no soy comunista, pero, de todosmodos, soy una persona soviética.«¡Camaradas, no prestéis atención a lasprovocaciones!», retumba el televisordía y noche. Y las dudas se disipan. [La

Page 1047: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

llaman por teléfono. Retornamos a laconversación al cabo de media hora.]

Me interesa toda persona nueva.Todas las personas que piensan sobreesto.

En el futuro nos espera la tarea decomprender Chernóbil. Chernóbil comofilosofía.

Dos Estados partidos por un alambrede espino: uno, la propia zona, y el otro,el resto. En los postes podridos querodean la zona, como si se tratara decruces, cuelgan manteles blancos. Es unacostumbre nuestra. La gente va ahí comoa un cementerio. Un mundo después dela era de la tecnología. El tiempo haempezado a retroceder. Allí están

Page 1048: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

enterradas no solo sus casas, sino todauna época. ¡La época de la fe! ¡De la feen la ciencia! ¡En la idea de una justiciasocial!

El gran imperio se ha hechopedazos. Se ha desmoronado. PrimeroAfganistán, luego Chernóbil. El imperiose ha derrumbado y nos hemos quedadosolos. Me cuesta decirlo, peronosotros… Nosotros amamos Chernóbil.Lo queremos. Representa un sentidopara nuestra vida que hemosreencontrado. El sentido de nuestrosufrimiento. Da miedo decirlo. Lo hecomprendido hace poco.

El mundo nos ha descubierto, anosotros, los bielorrusos, después de

Page 1049: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Chernóbil. Esta ha sido nuestra ventanaa Europa. Somos a la vez sus víctimas ysus sacerdotes. Da pánico decirlo.

En la zona… En la misma zona…Allí hasta los sonidos son otros. Entrasen una casa… y tienes la mismasensación que en el cuento de la BellaDurmiente. Si no lo han desvalijadotodo, te encuentras fotografías, muñecas,muebles… Su gente, tienes la impresiónde que debe de estar por ahí cerca.

A veces los encontramos. Pero estoshombres no hablan de Chernóbil, sinoque te cuentan cómo los han engañado.Les preocupa saber si recibirán todo loque les corresponde y si otros norecibirán más que ellos. Nuestro pueblo

Page 1050: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

siempre tiene la sensación de que loestán engañando. En todas las etapas delgran camino. Por un lado, el nihilismo,la negación, y por otro, el fatalismo. Nocreen a las autoridades, ni a loscientíficos, o a los médicos, perotampoco toman ninguna iniciativa. Genteinocente y desvalida. Han hallado elsentido y la justificación de cuantoocurre en el propio sufrimiento, lorestante parece no tener importancia.

A lo largo de los campos vesletreros con el aviso: ALTA RADIACIÓN .Y los campos, que se siguen cultivando.Con 30 curios. 50. Los tractoristas, encabinas abiertas (han pasado diez años yhasta hoy no hay tractores con cabinas

Page 1051: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

herméticas), respirando polvoradiactivo.

¡Diez años han pasado! Entonces,¿quiénes somos? Vivimos en una tierracontaminada, aramos, sembramos…Traemos niños al mundo. ¿Cuál es, pues,el sentido de nuestro sufrimiento? ¿Paraqué sufrimos? ¿Por qué hay tantosufrimiento? Ahora discutimos muchosobre esto mis amigos y yo. Hablamosde ello a menudo. Porque la zona no sonlos rems, ni los curios, ni losmicrorroentgen. Es el pueblo. Nuestropueblo.

Chernóbil representó un respiro paranuestro sistema, un poder que se diríaagonizante. De nuevo vino la época de

Page 1052: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

las medidas extremas. La redistribución.El racionamiento. Como antes, que nosmetían en la cabeza eso de «si nohubiera habido guerra», entoncestambién surgió la posibilidad deachacarlo todo a Chernóbil. «De nohaber sucedido Chernóbil». Y otra vezcon los ojos de carnero a mediodegollar: «¡Oh, qué dolor! Dennos algo.Por caridad. Para que haya algo querepartir». Y otra vez los pesebres. ¡Unpararrayos!

Chernóbil ya es historia. Perotambién es mi trabajo. Mi labor de cadadía. Viajo. Veo. Hubo en un tiempo laaldea patriarcal bielorrusa. La casabielorrusa. Sin lavabo, sin agua caliente,

Page 1053: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pero con un icono, un pozo de madera,toallas, manteles bordados… Con suhospitalidad.

Un día entramos en una de esascasas a beber agua, y la dueña saca deun viejo cofre, viejo como ella, unatoalla y me la alarga: «Es para ti, enrecuerdo de mi casa».

Hubo un bosque, un campo. Seconservaba la vida en comunidad y unasbriznas de la vieja libertad: el pedazode tierra junto a la casa, su propiedad, lavaca. Pero llegó un día en que deChernóbil los trasladaron a «Europa», aunos poblados de tipo europeo. Esposible construir una casa mejor, másconfortable, pero es imposible

Page 1054: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

reconstruir en un nuevo lugar esteenorme mundo al que estaban unidos.¡Con el cordón umbilical! Ha sido ungolpe colosal contra la psique humana.Una ruptura con las tradiciones, con todala cultura secular.

Cuando te acercas a estos pobladosnuevos, estos aparecen como espejismosen el horizonte. Pintados de colores.Azules claros y oscuros. Rojos yamarillos. Y hasta sus nombres: Maiski,Sólnechni[64]…

Las villas «europeas» son muchomás cómodas que las viejas chozas.Como un futuro ya listo. Pero uno nopuede aterrizar en el futuro con unparacaídas. Han convertido a esa gente

Page 1055: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en etíopes. La gente está sentada en elsuelo y espera, aguarda que llegue elavión, el autobús y les traigan la ayudahumanitaria. Pero en ningún caso surgela reacción de alegrarse ante la nuevaposibilidad: he escapado del infierno,tengo una casa, una tierra sin contaminary tengo que salvar a mis hijos, unosniños que llevan Chernóbil en la sangre,en los genes. Espero un milagro. Lagente va a la iglesia. ¿Sabe lo que lepiden a Dios? Pues lo mismo, unmilagro… No, no que les dé salud ofuerzas para conseguir algo por ellosmismos. No. Piden o al extranjero o alcielo.

La gente vive en estas villas como

Page 1056: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

en una jaula. Las casas se desmoronan,se deshacen. Y vive en ellas un hombreprivado de libertad. Condenado. Vivesumido en la humillación y el miedo, yno clava en ella ni un clavo. Quiere quellegue el comunismo. Espera.

La zona necesita el comunismo. Allíen todas las elecciones votan a favor dela mano dura, añoran el ordenestalinista, la disciplina militar. Quepara ellos es sinónimo de justicia. Yhasta viven en un orden marcial:comisarías de la milicia, hombres conuniforme militar, sistema desalvoconductos, racionamiento,funcionarios que distribuyen la ayudahumanitaria.

Page 1057: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

En las cajas, en alemán y en ruso,está escrito: «No se puede cambiar. Nose puede vender». Y se venden en todaspartes. En cualquier quiosco de venta.

Y otra vez como si se tratara de unjuego. Un show publicitario. Llevo unacaravana de ayuda humanitaria. Gente deafuera. Extranjeros. Que en nombre deCristo o por alguna otra razón vienen avernos. Y rodeados de charcos, debarro, con sus chaquetones y harapos, sepresenta mi tribu. En botas de lona.«¡No nos hace falta nada! ¡Igualmente selo robarán todo!», veo en sus ojostambién estas palabras. Pero al ladomismo, junto a este sentimiento…, eldeseo de llevarse una caja, un cajón,

Page 1058: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

algo extranjero. Ya sabemos dónde vivetal o cual anciana. Como en una reserva.Y aparece un deseo loco, repugnante.¡La ofensa! De pronto digo: «¡Ahora osvamos a enseñar algo increíble!¡Encontraremos algo que!… ¡Que noencontraréis ni en África! ¡No lo hay enninguna parte más del mundo! ¡200curios, 300 curios!».

Noto cómo están cambiando lasabuelas; algunas se han convertido enauténticas «estrellas» de cine. Ya tienenaprendidos los monólogos, hasta laslágrimas les brotan en los momentosapropiados. Cuando aparecieron losprimeros extranjeros, callaban, sololloraban. Ahora ya han aprendido a

Page 1059: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

hablar. A lo mejor les caen unos chiclespara los niños, alguna cajita que otra deropa… Quién sabe. Y todo esto convivehombro con hombro con una filosofíaprofunda, porque estos hombres tienensu propia relación con la muerte, con eltiempo. Y no abandonan sus chozas, nocambian sus cementerios queridos, porel chocolate alemán. Ni por la goma demascar.

En el viaje de regreso les muestro:«¡Qué tierra más hermosa!». El sol seestá poniendo, tocando el horizonte.Ilumina los bosques, los campos. Y nosdice adiós.

—Así es —comenta uno del grupoalemán que habla en ruso—, hermosa,

Page 1060: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pero envenenada.El hombre lleva un dosímetro.Y entonces comprendo que aquella

puesta de sol me resulta entrañable soloa mí. Porque es mi tierra.

NATALIA ARSÉNIEVNA ROSLOVA,presidenta del Comité de Mujeres

de Moguiliov «Niños de Chernóbi».

Page 1061: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

CORO DE NIÑOS

Aliosha Belski, nueve años; AniaBogush, diez; Natasha Dvorétskaya,dieciséis; Lena Zhudro, quince; YuraZhuk, quince; Olia Zvonak, diez;Snezhana Zinevich, dieciséis; IraKudriácheva, catorce; Yulia Kascó,once; Vania Kovarov, doce; VadimKrasnosólnishko, nueve; VasiaMikúlich, quince; Antón Nashivankin,

Page 1062: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

catorce; Marat Tamártsev, dieciséis;Yulia Taráskina, quince; KatiaShevchuk, catorce, y BorísShkirmankov, dieciséis años.

Estaba en el hospital. Y sentía tantodolor que le pedí a mi mamá: «¡Mamita,no puedo más! ¡Es mejor que memates!».

Llegó una nube muy negra. Un aguacero.Los charcos se volvieron amarillos.Verdes. Como si les hubieran echadopintura. Decían que era por el polen delas flores. No corríamos por los

Page 1063: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

charcos, solo los mirábamos.La abuela nos encerraba en el

desván. Se ponía de rodillas y rezaba. Ynos decía: «¡Rezad! Esto es el fin delmundo. Es el castigo de Dios por todosnuestros pecados».

Mi hermano tenía ocho años, yo seis.Entonces nos pusimos a recordarnuestros pecados: él había roto un botede mermelada de frambuesa… Yo no lehabía dicho nada a mi madre de que mehabía enganchado en una cerca y habíaroto el vestido nuevo. Lo escondí en elarmario.

Mi madre se viste a menudo denegro. Con un pañuelo negro. En nuestracalle cada día entierran a alguien.

Page 1064: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Lloran. Oigo la música y corro a casapara rezar, recito el padre nuestro. Rezopor mi madre y por mi padre.

Vinieron a buscarnos unos soldados encoche. Pensé que había empezado unaguerra. Los soldados llevabanmetralletas de verdad. Decían unaspalabras que no entendía:«desactivación», «isótopos»…

Por el camino tuve un sueño: seproduce una explosión, ¡pero yo estoyvivo! No está la casa, tampoco mispadres, no hay ni gorriones ni cuervossiquiera. Me desperté asustado, de unsalto. Abrí las cortinas. Miré por la

Page 1065: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

ventanilla: a ver si veía aquel terriblehongo.

Recuerdo que un soldado perseguíaa un gato. Cuando se acercaba al gato eldosímetro se ponía a zumbar como unaametralladora: clic, clic… Tras el gato,corrían un niño y una niña. Era su gato.El chico nada, pero la niña gritaba:«¡No se lo daré!». Corría y gritaba:«¡Cariño, huye! ¡Escapa, cielo!». Y elsoldado corría detrás, con una granbolsa de plástico.

En casa nos dejamos… Dejamosencerrado a mi hámster. Era todoblanco. Le dejamos comida para dos

Page 1066: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

días. Y nos marchamos para siempre.

Era la primera vez que viajaba en tren.El tren estaba repleto de niños. Lospequeños berreaban, se habíanensuciado. Había una educadora paraveinte niños, y todos llorando: «¡Mamá!¿Dónde está mamá? ¡Quiero ir a casa!».Yo tenía diez años y las niñas como yoayudábamos a calmar a los pequeños.Las mujeres nos recibían en los andenesy hacían la señal de la cruz ante el tren.Nos traían galletas caseras, leche,patatas calientes…

Nos llevaron a la región deLeningrado. Allí, cuando nos

Page 1067: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

acercábamos a las estaciones, la gentese persignaba y nos miraba desde lejos.Tenían miedo de nuestro tren, en cadaestación lo lavaban largo rato. Cuando,en una parada, bajamos del vagón yentramos en la cantina, ya no dejaronentrar a nadie más: «Hay unos niños deChernóbil comiendo helados». Lacamarera le decía a alguien porteléfono: «Ahora se marcharán ylavaremos el suelo con lejía, herviremoslos vasos». Y nosotros la oíamos.

Nos recibieron unos doctores.Llevaban unas máscaras antigás yguantes de goma. Nos quitaron toda laropa, todas las cosas, hasta los sobres,los lápices y las plumas; lo metieron

Page 1068: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

todo en bolsas de plástico y enterraronlas bolsas en el bosque.

Nos asustamos tanto que después,durante largo tiempo, nos pasábamos losdías esperando cuándo nosempezaríamos a morir.

Papá y mamá se estuvieron besandoy nací yo.

Antes pensaba que nunca memoriría. Ahora, en cambio, sé que mevoy a morir. Un niño estuvo conmigo enel hospital. Vádik Korinkov se llamaba.Me dibujaba pajaritos. Casitas. Y semurió. No tengo miedo a morirme. Tepondrás a dormir mucho, mucho tiempo

Page 1069: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

y nunca te despertarás. Vádik me decíaque cuando se muera vivirá muchotiempo en otro lugar. Se lo había dichouno de los chicos mayores. Y no teníamiedo.

Un día soñé que me había muerto.Oía en sueños cómo lloraba mi madre.Y me desperté.

Nos marchamos.Quiero contarle cómo se despidió mi

abuela de nuestra casa. Le pidió a papáque sacara del desván un saco de granoy lo esparció por el jardín: «Para lospajarillos de Dios». Recogió en un cestolos huevos y los echó al patio: «Para

Page 1070: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nuestro gato y para el perro». Les cortóunos trozos de tocino. De todos lossaquitos echó las simientes: dezanahoria, de calabaza, de pepinos, decebolla. De diferentes flores. Y lasesparció por el huerto: «Que vivan en latierra». Luego le hizo una reverencia ala casa. Se inclinó ante el cobertizo.Recorrió los manzanos y los saludó acada uno.

Y el abuelo se quitó el gorro cuandonos marchamos.

Yo era pequeño. Tenía seis…, no, ochoaños…, creo. Eso mismo, ocho. Los hecontado ahora. Recuerdo que tenía

Page 1071: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mucho miedo. Tenía miedo de correrdescalzo por la hierba. Mi mamá measustaba diciéndome que me iba a morir.Tenía miedo de bañarme, de meterme enel agua… Miedo de todo. De arrancarlas avellanas en el bosque. De coger conlas manos un escarabajo… Porque elescarabajo anda por la tierra, y el sueloestaba contaminado. Las hormigas, lasmariposas, los moscardones…, todoestaba contaminado. Mamá recuerda.¡Recuerda que en la farmacia leaconsejaron que me diera yodo con unacucharilla! Tres veces al día. Pero ellase asustó.

Esperábamos la llegada de laprimavera: ¿Será posible que de nuevo

Page 1072: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

crezcan las margaritas? ¿Como antes?Todos nos decían que el mundo iba acambiar. Por la radio, por la tele. Quelas margaritas se convertirían en… ¿Enqué se iban a convertir? En algo distinto.Y a las zorras les saldría otra… unacola más; los erizos nacerían sin púas;las rosas, sin pétalos… Los hombresparecerían humanoides: serían de coloramarillo. Sin pelo, sin pestañas… Solotendrían ojos. Y las puestas de sol noserían rojas, sino verdes.

Yo era pequeño. Tenía ocho años.Llegó la primavera. En primavera

brotaron las yemas y, como siempre, seabrieron las hojas. Hojas verdes.Florecieron los manzanos. Se pusieron

Page 1073: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

todos blancos. Empezaron a oler loscerezos. Salieron las margaritas. Queeran como siempre. Entonces corrimosal río, a ver a los pescadores. ¿Losgobios siguen teniendo cabeza y cola?¿Y los lucios? Comprobamos loscomederos de los pájaros. ¿Habíanllegado los estorninos? ¿Y tendríanpolluelos?

Nos vino encima mucho trabajo. Locomprobábamos todo…

Los mayores lo comentaban en voz baja.Pero yo lo había oído.

Desde el año en que yo nací (1986),en nuestra aldea no ha habido ni niños ni

Page 1074: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

niñas. Yo soy el único. Los médicos noquerían que yo naciera. Querían asustara mi madre. O algo así. Pero mi madrese escapó de la clínica y se escondió encasa de la abuela. Y en eso… aparecíyo. Quiero decir que nací. Todo esto lohe oído a escondidas.

No tengo ni un hermano ni unahermana. Tengo muchas ganas de tenerhermanos. ¿De dónde vienen los niños?Porque yo estoy dispuesto a ir a buscarun hermanito.

La abuela me responde de distintasmaneras:

—Lo trae una cigüeña en el pico. Ya veces sucede que una niña crece en elcampo. Los niños pueden aparecer entre

Page 1075: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

las bayas, si un pájaro lo deja allí.Mamá me dice otra cosa:—Me has caído del cielo.—¿Cómo?—Empezó a llover y me caíste

directamente a las manos.Oiga, ¿usted es escritora? Dígame,

¿cómo es eso de que yo había podido noexistir? Entonces, ¿dónde estaría? ¿Enalgún lugar muy alto, muy alto, en elcielo? ¿O en algún otro planeta?

Antes me gustaba ir a las exposiciones.Mirar cuadros. Trajeron a nuestraciudad una exposición sobre Chernóbil.Por el bosque corre un potrillo, solo

Page 1076: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

tiene patas, son ocho o diez; un ternerocon tres cabezas; en una jaula hay unosconejos calvos…, en fin, como deplástico. La gente pasea por un pradocon escafandras. Los árboles son másaltos que las iglesias, y las flores son tangrandes como los árboles.

No pude verla hasta el final. Metopé con un cuadro: un niño alarga losbrazos, puede que hacia una flor, puedeque hacia el sol; pero el niño en lugar denariz tiene…, tiene una trompa. Meentraron ganas de llorar, de gritar: «¡Noqueremos exposiciones como esta! ¡Nonos traigan cuadros así! Ya sin ellos,toda la gente a tu alrededor habla de lamuerte. De los mutantes. ¡No la

Page 1077: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quiero!».Durante los primeros días había

gente, venían a verla, pero luego ni unalma. En Moscú, en Petersburgo, losperiódicos escribían que la gente iba enmasa. En cambio, aquí, la sala estabavacía.

He viajado a Austria, para curarme.Allí hay gente que puede ponerse en sucasa fotografías como aquellas. Un niñocon una trompa. O que, en lugar debrazos, tenía unas aletas. Y mirarlascada día, para así no olvidarse de losque están mal. Pero cuando vives aquí…Entonces ya no se trata de cienciaficción ni de arte, sino de la vida. De mivida. Si puedo elegir, prefiero colgar en

Page 1078: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mi casa un paisaje bonito, para que todosea normal: los árboles, los pájaros…Cosas corrientes. Alegres.

Quiero pensar en algo bonito.

En nuestra aldea desaparecieron losgorriones. Al primer año después delaccidente. Se los veía tirados por todaspartes: en los jardines, sobre el asfalto.Los recogían con rastrillos y se losllevaban en contenedores con las hojas.Aquel año se prohibió quemar las hojas,eran radiactivas. Enterraban las hojas.

Al cabo de dos años aparecieron losgorriones. Nosotros nos alegramos y nosgritábamos el uno al otro: «Ayer vi un

Page 1079: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

gorrión. Han regresado».Desaparecieron los escarabajos del

bosque. Y siguen sin aparecer por aquí.A lo mejor, regresan dentro de cienaños, o de mil, como dice nuestromaestro. Ni siquiera yo lo veré. Yo quetengo nueve años.

Pues imagínese mi abuelita. Que yaes viejecita.

Era primero de septiembre. Cuandoempiezan las clases. Pero aquel día nohubo ni un solo ramo de flores. Lasflores, ya lo sabíamos, llevaban mucharadiación. Antes de empezar el curso, enla escuela no vinieron a trabajar los

Page 1080: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

carpinteros y los pintores, como antes,sino unos soldados. Los militaressegaron las flores, arrancaron la tierra yse la llevaron a alguna parte en unoscamiones con remolques. Talaron ungran parque de muchos años. Los viejostilos.

La abuela Nadia… Siempre lallamaban a las casas cuando alguien semoría. Para hacer de plañidera. Y rezaroraciones. La abuela Nadia decía: «Niha caído el rayo. Ni ha llegado lasequía. Ni se ha desbordado el mar. Allíestán, caídos como ataúdes negros». Lamujer lloraba por los árboles, como sifueran personas. Los llamaba: «Mi buenroble». «Mi querido manzano».

Page 1081: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Al cabo de un año nos evacuaron atodos y enterraron la aldea.

Mi papá es chófer, él ha ido allí ynos ha contado. Primero se cava un granhoyo. De cinco metros. Llegan unosbomberos. Con las mangueras, lavan lacasa desde la punta hasta los cimientos,para que no se levante el polvoradiactivo. Las ventanas, el techo, elzaguán… Todo lo lavan. Y luego unagrúa levanta la casa y la coloca en elhoyo. Muñecos, libros, botes tirados.Una excavadora lo recoge todo. Loentierran todo con arena, con barro, y loapisonan. En lugar de la aldea queda uncampo liso. La nuestra la han sembradode cereal. Allí está enterrada nuestra

Page 1082: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

aldea. La escuela y el sóviet local.Allí se ha quedado mi herbario y dos

álbumes con sellos; yo había queridollevármelos. Tenía una bicicleta. Hacíapoco que me la habían comprado.

Tengo doce años. Estoy todo el día encasa, soy inválida. El cartero trae anuestra casa dos pensiones, la delabuelo y la mía. Las chicas de la clase,cuando se enteraron de que tenía cánceren la sangre, tenían miedo de sentarse ami lado…, de tocarme. He mirado mismanos…, mi cartera y las libretas… Noha cambiado nada. ¿Por qué me tienenmiedo?

Page 1083: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Los médicos han dicho que me hepuesto enferma porque mi padre trabajóen Chernóbil. Y yo nací después deaquello.

Yo quiero a mi padre.

Nunca he visto a tantos soldados. Lossoldados lavaban los árboles, las casas,los tejados. Lavaban las vacas delkoljós. Y yo pensaba: «¡Pobres animalesdel bosque! Nadie los lava. Se morirántodos. Tampoco al bosque lo lava nadie.Y también se morirá».

La maestra nos dijo un día: «Dibujadla radiación». Yo pinté cómo cae unalluvia amarilla. Y corre un río rojo.

Page 1084: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Desde niño me han gustado lasmáquinas. Soñaba con… Creceré y meharé técnico, como papá, que tambiénadoraba la técnica. Los dos juntossiempre construíamos algo. Montábamoscosas.

Papá se ha marchado. Y no oí cómose fue. Estaba dormido. Por la mañanavi a mamá llorando: «Nuestro papá estáen Chernóbil».

Esperamos su regreso, como si sehubiera ido a la guerra.

Regresó y de nuevo volvió a lafábrica. No contaba nada. Pero yo en laescuela a todos les decía orgulloso que

Page 1085: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mi papá había vuelto de Chernóbil, quehabía sido liquidador, que son los quehabían ayudado a liquidar el accidente.¡Unos héroes eran! Y los demás chicosme tenían envidia.

Al año, mi papá se puso enfermo.Paseábamos por el jardín del

hospital. Eso ocurría después de lasegunda operación. Fue entonces cuandome habló por primera vez de Chernóbil.

Trabajaban no lejos del reactor.Todo se veía tranquilo y en paz,recordaba, hasta parecía bonito. Peromientras tanto ocurrían cosas. Losjardines florecían. Pero ¿para quién?Porque la gente se había marchado delos pueblos. Iban un día por la ciudad de

Page 1086: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Prípiat y en los balcones seguía colgadala ropa, las flores en las ventanas. Bajoun arbusto vieron una bicicleta con labolsa de lona de un cartero; la bolsaestaba llena de periódicos y cartas. Ysobre ella había un nido de pájaro.Como en el cine, lo he visto.

Ellos «limpiaban» lo que se debíatirar. Arrancaban la tierra, contaminadade cesio y de estroncio. Lavaban lostejados. Pero al día siguiente, todovolvía a «arder».

Al despedirnos nos dieron unapretón de manos y nos entregaron uncertificado en el que expresaban suagradecimiento por nuestra entrega. Mipadre recordaba y contaba sin parar. La

Page 1087: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

última vez que regresó del hospital nosdijo: «Si sobrevivo, adiós a la químicay a la física. Dejaré la fábrica. Solotrabajaré de pastor».

Mamá y yo nos hemos quedadosolos. No iré a estudiar al institutotécnico, como quiere mi madre. Al quefue mi padre.

Tengo un hermano pequeño. Le gustajugar a «Chernóbil». Construye unrefugio, cubre de arena el reactor… Ose viste de espantapájaros y corre detrásde la gente y los asusta: «¡Uh, uh, uh…!¡Soy la radiación! ¡Uh, uh, uh…! ¡Soy laradiación!».

Page 1088: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Aún no había nacido cuando ocurrióaquello.

Por las noches vuelo. Vuelo rodeado deuna luz brillante. No es una cosa real,pero tampoco algo del más allá. Es esoy lo otro y algo aún del más allátambién. En sueños sé que puedointroducirme en este otro mundo, estaren él. ¿O quedarme? La lengua no meresponde, respiro con dificultad, pero notengo necesidad de hablar con nadie.Algo parecido ya me pasaba en otrotiempo. Pero ¿cuándo? No me acuerdo.Me invade un gran deseo de fundirmecon los demás, pero no veo a nadie.

Page 1089: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Solo la luz. Una sensación como sipudiera tocarla. ¡Y yo soy enorme!Estoy con los demás, pero ya apartado,separado, solo. En la más tierna infanciatambién veía alguna imagen en colorcomo las veo ahora. En este sueño.

Este sueño me viene a menudo yllega un momento en que no puedopensar en nada más. Solo… De prontose abre una ventana. Se produce unarepentina ráfaga de viento. ¿Qué es esto?¿De dónde viene? ¿Adónde va? Entre yoy alguien más se establece un contacto.Una comunicación.

Cómo me molestan estas paredesgrises del hospital. Qué débil meencuentro todavía. Me tapo de la luz

Page 1090: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cubriéndome la cabeza porque memolesta ver. Y yo me alargo, me alargohacia aquello. He intentado verlo. Heempezado a mirar más arriba.

Pero llega mi madre. Ayer colgó unicono en la sala. Susurra algo en unrincón, se pone de rodillas. Todoscallan: el profesor, los médicos, lasenfermeras. Se creen que yo nosospecho nada. Que no sé que prontomoriré. Ellos no saben que por la nocheaprendo a volar.

¿Quién ha dicho que es fácil volar?En otro tiempo escribía versos. Me

había enamorado de una chica. Era en laquinta clase[65]. En la séptima descubríque la muerte existe. Mi poeta preferido

Page 1091: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

es García Lorca. Lo he leído todo de él:«La oscura raíz del grito». Por la noche,los versos suenan de otro modo. De unmodo distinto.

He empezado a aprender a volar. Nome gusta este juego, pero ¿qué le voy ahacer?

Mi mejor amigo se llamaba Andréi.Le han hecho dos operaciones y lo hanmandado a casa. Al medio año leesperaba una tercera operación. El chicose colgó con su cinturón. En la clasevacía, cuando todos se fueron corriendoa hacer gimnasia. Los médicos le habíanprohibido correr y saltar. Y él seconsideraba el mejor futbolista de laescuela. Hasta… Hasta la operación.

Page 1092: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Aquí tengo muchos amigos. Yulia,Katia, Vadim, Oxana, Oleg… AhoraAndréi.

—Nos moriremos y nosconvertiremos en ciencia —decíaAndréi.

—Nos moriremos y se olvidarán denosotros —así pensaba Katia.

—Cuando me muera, no me enterréisen el cementerio; me dan miedo loscementerios, allí solo hay muertos ycuervos. Mejor me enterráis en el campo—nos pedía Oxana.

—Nos moriremos —lloraba Yulia.Para mí el cielo está ahora vivo,

cuando lo miro. Ellos están allí.

Page 1093: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

UNA SOLITARIA VOZHUMANA

¡Hace poco yo había sido tan feliz! ¿Porqué? Lo he olvidado. Todo esto sequedó como quien dice en otra vida. Nocomprendo. No sé cómo he podido vivirde nuevo. He querido vivir. Ya ve, merío, hablo.

Sentía una angustia… Estaba comoparalizada. Quería hablar con alguien,

Page 1094: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pero no con nadie de este mundo. Meiba a una iglesia, allí reina un silenciocomo el que a veces descubres en lasmontañas. Un silencio… Allí puedesolvidar tu vida.

Pero por la mañana me despierto…y busco con la mano. ¿Dónde está? Sualmohada, su olor. Un pequeño pájarodesconocido corre por el alféizar conuna campanilla y me despierta. Antesnunca había oído aquel sonido, aquellavoz. ¿Dónde está él?

No lo puedo transmitir todo, no mesalen las palabras. ¡No comprendo cómome he quedado en esta vida!

Por la noche, mi hija se me acerca yme dice: «Mamá, ya he acabado los

Page 1095: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

deberes». Y entonces me viene a lamente que tengo hijos. Pero ¿él dóndeestá? «Mamá, se me ha soltado un botón.¿Me lo coses?».

¿Cómo puedo irme tras él?Encontrarme con él. Cierro los ojos ypienso en él, hasta que me duermo. Ensueños, él me visita, pero por instantes,rápidamente. Y enseguida desaparece.Oigo incluso sus pasos. ¿Dóndedesaparece? ¿Dónde está?

Él no tenía ningunas ganas de morir.Miraba y miraba por la ventana. Alcielo. Yo le colocaba una almohada,otra y otra. Para que estuviera alto. Seestuvo muriendo durante mucho tiempo.Durante todo un año. No podíamos

Page 1096: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

separamos el uno del otro. [Calladurante un largo rato.]

No, no, no tema, no voy a llorar. Mehe olvidado de llorar. Quiero hablar.Otra vez resulta tan duro, taninsoportable; quiero decirme a mímisma, convencerme de que no recuerdonada. Como hace una amiga mía. Para novolverse loca. Ella… Nuestros maridosmurieron el mismo año, estuvieronjuntos en Chernóbil… Ella se dispone acasarse de nuevo y quiere dejar biencerrada esta puerta. La puerta hacia allá.Tras él. No, no, yo la comprendo. Lo sé.Es la vida. Hay que seguir viviendo.Tiene hijos.

Nosotros hemos estado en un lugar

Page 1097: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

donde nadie más ha estado, hemos vistolo que nadie ha visto. He estado callada,callada durante largo tiempo, hasta queun día en un tren me puse a contarlo todoa unos desconocidos. ¿Para qué? Asolas da miedo.

Él se marchó a Chernóbil el día demi cumpleaños. Los invitados aúnseguían sentados a la mesa, y él lespidió excusas por su partida. Me besó.Miré por la ventana y vi que un coche yalo esperaba en la calle. Era el 19 deoctubre de 1986. El día de micumpleaños.

Era montador de profesión; viajabapor toda la Unión Soviética, y yo loesperaba. Así fue durante años.

Page 1098: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Vivíamos como lo hacen losenamorados: nos despedíamos y nosvolvíamos a encontrar. Pero en aquellaocasión…

Sintieron miedo solo nuestrasmadres, su madre y la mía; en cambionosotros no nos asustamos. Y ahorapienso: ¿por qué? Sabíamos adónde sedirigía. Podía, al menos, haberle pedidoprestado al chico de los vecinos el librode física de décimo, siquiera hojearlo.

Allí andaba sin gorro. A los demáscompañeros al cabo de un año se lescayó todo el pelo, a él, en cambio, alrevés, le creció una cabellera aún másespesa.

Ninguno de ellos vive ya. Su

Page 1099: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

brigada, los siete hombres, han muertotodos. Eran jóvenes. Uno tras otro. Elprimero murió al cabo de tres años.Bueno, pensamos; será una casualidad.El destino. Pero tras él, vino otro, untercero, un cuarto. Y entonces el resto sedispuso a esperar su turno.

¡Así vivieron!Mi marido murió el último. Eran

montadores escaladores. Desconectabanla luz en las aldeas evacuadas, se subíana los postes. Recorrían las casas, lascalles abandonadas. Siempre en lasalturas, arriba.

De unos dos metros de estatura, con90 kilos de peso, ¿quién podía matar aun hombre así? Durante mucho tiempo

Page 1100: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

no sentimos miedo. [De pronto sonríe.]¡Oh, qué feliz fui entonces! Regresó.

Lo vi de nuevo. La casa siempre era unafiesta cuando regresaba. Una fiesta.Tengo un camisón, largo, muy largo,precioso, y me lo ponía. Me gustaba laropa cara, toda mi ropa es buena, peroesta camisa era especial. Era para losdías de fiesta. Para nuestro primer día.Para la noche. Conocía todo su cuerpo,palmo a palmo, y lo besaba todo. Aveces hasta soñaba ser una parte de sucuerpo, tan inseparables éramos.

Sin él me sentía sola, me dolíafísicamente su ausencia. Cuando nosseparábamos, durante un tiempo yoperdía el sentido de la orientación:

Page 1101: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dónde estaba, en qué calle meencontraba, qué hora era… Perdía lanoción del tiempo.

Regresó ya con los ganglioslinfáticos del cuello inflamados. Lodescubrí con los labios, eran unos bultospequeños. Pero le dije:

—¿Se los enseñarás al médico?Él me tranquilizó:—Ya pasará.—¿Cómo te ha ido allí, en

Chernóbil?—Un trabajo como cualquier otro.No hubo ni fanfarronería ni pánico

en sus palabras.Una cosa sí le saqué: «La cosa era

igual que aquí». En el comedor, donde

Page 1102: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

les daban de comer, en la planta baja,donde se atendía a la tropa, servíanfideos, conservas… Pero en el primerpiso, donde estaban los jefes, habíafruta, vino tinto, agua mineral. Manteleslimpios. Y cada uno tenía su dosímetro.En cambio a ellos, ni uno para toda labrigada.

Recuerdo el mar. Nos dio tiempo air de vacaciones al mar. Lo recuerdo:había tanto mar como cielo, estaba portodas partes. Mi amiga y su maridotambién vinieron. Ellos también vinieroncon nosotros. Y ella lo recordaba así:«El mar estaba sucio. Todo el mundotenía miedo de agarrar el cólera». Algoparecido se había escrito en los

Page 1103: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

periódicos. Pero yo lo recuerdo de otromodo. Envuelto en una luz brillante.Recuerdo que el mar estaba por todaspartes, como el cielo, que era azul, azul.Y él a mi lado.

Yo he nacido para el amor. Para unamor feliz. En la escuela, las chicassoñaban en su futuro, unas en ir a launiversidad, otras, en viajar a unasobras del komsomol. Yo, en cambio, loque quería era casarme. Amarapasionadamente a alguien, comoNatasha Rostova. ¡Solo amar! Pero nose lo podía confesar a nadie, porque enaquel tiempo, lo debe usted recordar,nos permitían pensar solo en lasconstrucciones del komsomol. Esto es lo

Page 1104: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

que nos inculcaban. La gente ansiaba ir aSiberia, a la espesura infranqueable dela taiga. Se cantaba, recuerde: «Tras laniebla y el olor de la taiga».

No pude entrar el primer año en lafacultad, no conseguí los puntossuficientes, y me fui a trabajar a unacentral telefónica. Allí es donde nosconocimos. Yo estaba de guardia. Fui yoquien lo atrapé, le dije: «¡Cásateconmigo! ¡Te quiero tanto!». Meenamoré de él hasta los tuétanos. Unchico tan guapo. Y me sentía como quienvuela. Fui yo quien se lo pedí: «Cásateconmigo». [Sonríe.]

De vez en cuando me pongo a pensary busco los más diversos consuelos:

Page 1105: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

quién sabe, a lo mejor la muerte nosignifica el final de todo, puede que éltan solo haya cambiado de forma y ahoraestá en el otro mundo. En algún lugarcercano. Trabajo en una biblioteca, leomuchos libros, me encuentro con laspersonas más diversas. Y me entranganas de hablar sobre la muerte. Decomprender. Busco un consuelo. Lobusco leyendo periódicos, libros. Voy alteatro, si la obra trata de esto, sobre lamuerte. Me duele físicamente suausencia, no puedo estar sola.

Él no quería ir al médico. «No notonada. No me duele nada». Y entretantolos ganglios linfáticos ya tenían eltamaño de un huevo de gallina. Le metí a

Page 1106: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

la fuerza en un coche y lo llevé a laclínica. Lo mandaron al oncólogo. Unmédico lo examinó, llamó a otro. «Mira,otro de Chernóbil». Y ya no lo dejaronmarchar.

A la semana le operaron: leextirparon por completo la glándulatiroides, la laringe y se lo cambiarontodo por unos tubos. Sí. [Guardasilencio.]

Sí. Ahora sé que aquellos aún erantiempos felices. ¡Dios santo! A québobadas me dedicaba: iba de tiendas,compraba regalos a los médicos: cajasde bombones, licores de importación.Chocolate para las enfermeras. Ellos loaceptaban. Y él, en cambio, se reía de

Page 1107: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

mí: «A ver si lo comprendes; losmédicos no son dioses. Aquí hayquimioterapia y radioterapia para todos.Me la harán sin tus bombones». Yo, sinembargo, me iba a la otra punta de laciudad para comprar un pastelinencontrable o un perfume francés.Todo eso entonces solo se conseguía através de amistades, bajo mano.

Antes de regresar a casa —¡volvíamos a casa!, ¡a casa!— meentregaron una jeringa especial, meenseñaron cómo usarla. Tenía quealimentarlo con aquella jeringa. Aprendía hacerlo todo. Le cocinaba cuatro vecesal día algo fresco, tenía que ser sin faltaalgo fresco, lo pasaba todo por la

Page 1108: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

trituradora, lo colaba con un cedazo yluego lo introducía en la jeringa.Pinchaba uno de los tubos, el más gordo,que iba al estómago. Pero él dejó denotar los olores, de distinguirlos. Yo lepreguntaba: «¿Está bueno?». Y él nosabía qué contestarme.

Pero, de todos modos, nosescapamos varias veces al cine. Y allínos besábamos. Estábamos suspendidosde un hilillo finito, finito, y, sinembargo, nos parecía que de nuevo noshallábamos a salvo, asidos a la vida.Hacíamos lo posible por no hablar deChernóbil. No recordarlo. Temaprohibido. No dejaba que él respondieraal teléfono. Lo agarraba antes que él.

Page 1109: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Sus compañeros iban muriendo uno trasotro. Tema prohibido.

Pero una mañana lo despierto, leacerco el batín, y él que no se puedelevantar. Ni puede decir nada. Dejó dehablar. Y los ojos, grandes como platos.Entonces fue cuando se asustó deverdad. Sí. [Calla de nuevo.]

Aún nos quedaba un año. Todo aquelaño se estuvo muriendo. Cada día seencontraba peor y peor, y ya sabía quesus compañeros también se estabanmuriendo. Porque, además, vivíamoscon esto. Con esta espera.

Decían que era Chernóbil; escribíanque era por Chernóbil. Pero nadie sabíaqué era aquello. Ahora aquí todo es

Page 1110: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

diferente: nacemos de otro modo ymorimos de otra manera. Diferente atodos los demás. Usted me preguntará,¿cómo se muere después de Chernóbil?Un hombre al que amaba, al que queríade una manera que no habría podido sermayor si lo hubiera parido yo misma, yeste hombre se convertía ante mis ojosen… en un monstruo.

Le extirparon los ganglios, y comoya no los tenía, se trastocó toda lacirculación; hasta la nariz se le movió,creció al triple de su tamaño; los ojosparecían otros, se le desplazaron a loslados, apareció en ellos un brillodesconocido y una expresión como si nofuera él, sino otro el que mirara desde

Page 1111: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

allí. Luego un ojo se le cerró porcompleto.

¿Y a mí, en cambio, qué es lo queme asustaba? Lo único que quería yo esque no se viera a sí mismo. Que no seacordara de cómo era. Pero empezó apedirme…, a pedirme con las manos quele trajera un espejo. Yo hacía como queme iba a la cocina, como si se mehubiera olvidado, o me inventaba algunaotra excusa. Así lo engañé un par dedías, pero al tercero me escribió en unalibreta con letras grandes y con tressignos de exclamación:

«¡¡¡Dame un espejo!!!».Ya usábamos un cuaderno de notas,

una pluma, un lápiz. Nos

Page 1112: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

comunicábamos de esta manera, porqueya no podía hablar ni en susurros, nisiquiera le salía un susurro.Completamente mudo se quedó. Pero yome fui corriendo a la cocina y me puse adar golpes a las cazuelas. Como si no lohubiera leído, como si no me hubieraenterado. Pero me escribió otra vez:

«¡¡¡Dame un espejo!!!», con todosesos signos de exclamación.

De modo que le llevé el espejo, elmás pequeño que tenía. Y él, cuando sevio, se agarró de la cabeza y, fuera desí, empezó a doblarse una y otra vezsobre la cama. Yo lo intentaba consolarcomo podía.

«Te pondrás mejor y nos iremos los

Page 1113: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

dos a alguna aldea abandonada. Noscompraremos una casa y viviremos allí,si no quieres vivir en la ciudad, dondehay mucha gente. Allí estaremos solos».

Y no le mentía, porque me habríaido con él adonde fuera con tal de quesiguiera con vida; el resto no importaba.Solo era él y nada más. No le mentía.

No me acuerdo de todo aquellosobre lo que me quería callar. Aunquehubo de todo. Me he asomado tan lejos,hasta es posible que más allá de lamuerte. [Se detiene.]

Yo tenía dieciséis años cuando nosconocimos, él era siete años mayor queyo. Estuvimos saliendo dos años. A míhay un lugar de Minsk que me encanta,

Page 1114: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

está en el barrio de Correos, en la calleVolodarski. Allí, bajo el reloj, noscitábamos. Yo vivía junto a la fábricatextil y tomaba el trolebús número cinco,que no paraba justo frente a Correos,sino que seguía un poco más allá, hastala tienda Ropa para niños. Avanzabahasta la curva más lentamente, que erajusto lo que yo quería. Yo casi siemprellegaba un poco tarde, para pasar en eltrolebús junto a él y verlo a través de laventanilla y quedarme pasmada una vezmás de aquel muchacho tan guapo queme estaba esperando. Durante aquellosdos años no me daba cuenta de nada, nidel invierno, ni del verano. Él mellevaba a conciertos. A oír a Edita

Page 1115: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Pieja, mi cantante preferida.No íbamos a bailar, no íbamos a la

glorieta de baile, él no sabía bailar. Nosbesábamos, solo nos besábamos. Él mellamaba «mi pequeña».

El día de mi cumpleaños, otra vez eldía del cumpleaños. Es extraño, pero lascosas más importantes de mi vida mehan ocurrido en esta fecha. Para no creerluego en el destino. Me encuentro bajoel reloj, hemos quedado a las cinco,pero él no llega. A las seis, disgustada,llorando, me dirijo a la parada,atravieso la calle, miro hacia atrás y,como si lo presintiera, lo veo que correhacia mí atravesando en rojo, en ropa detrabajo, con botas. No le habían dejado

Page 1116: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

salir antes del trabajo. Así es como megustaba más: en ropa de caza, con elchaquetón; todo le quedaba bien.

Nos dirigimos a su casa, allí secambió y decidimos celebrar micumpleaños en un restaurante. Pero nollegamos a tiempo al restaurante, ya erade noche, no había mesas libres y untaral conserje con un billete de cinco o dediez rublos (de los de entonces) era algoque ni él ni yo sabíamos hacer. Entoncesme propuso una idea brillante:

—Vamos a una tienda —exclamó depronto—, compramos una botella dechampán y un surtido de pasteles, nosvamos al parque y allí lo celebraremos.

¡Bajo las estrellas, bajo el cielo!

Page 1117: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¡Así era él! Y en un banco del parqueGorki nos quedamos hasta el amanecer.

No he tenido otro cumpleaños comoaquel. Fue entonces cuando le dije:

—¡Cásate conmigo! ¡Te quierotanto!

Él se echó a reír:—Aún eres pequeña.Pero al día siguiente llevamos los

papeles al registro civil.¡Oh, qué feliz era! No cambiaría

nada de mi vida, aunque me lo hubieraadvertido alguien de arriba, de lasestrellas. Una señal del cielo.

El día de la boda él no podíaencontrar su pasaporte, revolvimos todala casa, no lo encontrábamos. Nos

Page 1118: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

inscribieron en el registro en un papel.—Hija, esto es mala señal —me

decía mi madre llorando.Luego su pasaporte apareció en unos

viejos pantalones, escondidos en eldesván.

¡El amor! Yo ni siquiera lo llamaríaamor, sino un largo enamoramiento.Cómo bailaba por la mañana delante delespejo. ¡Soy hermosa, soy joven y él meama! Ahora empiezo a olvidar mi cara,la cara que tenía cuando estaba con él.Ya no veo esa cara en el espejo.

¿Es posible hablar de eso, decirlo conpalabras? Hay secretos. Hasta hoy no

Page 1119: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

comprendo qué era aquello. Hastanuestro último mes. Me llamaba por lasnoches. Tenía deseos. Me amaba conmás intensidad que antes. Durante el día,cuando lo miraba, no me creía lo quepasaba por la noche. No queríamossepararnos. Lo abrazaba, lo cubría decaricias.

En aquellos momentos recordaba lascosas más alegres. Más felices. Comocuando llegó de Kamchatka con barba;allí se dejó crecer la barba. Micumpleaños en el parque sobre el banco.«¡Cásate conmigo!».

¿Vale la pena hablar de esto? ¿Sepuede? Yo misma me prestaba, como unhombre con una mujer. ¿Qué podía

Page 1120: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

darle, aparte de las medicinas? ¿Quéesperanza? Él no quería morir. Estabaconvencido de que mi amor lo salvaría.¡Un amor tan grande! Solo a mi madreno le decía nada. No me hubieracomprendido. Me hubiera criticado.Maldecido. Porque aquello no era uncáncer de los corrientes, una enfermedada la que también todos temen, sino deChernóbil, que es aún más terrible.

Los médicos me explicaron que silas metástasis hubieran atacado elinterior del organismo, habría muertorápidamente, pero se extendieron porfuera. Por el cuerpo. Por la cara. Leempezó a crecer algo negro. No se sabecómo, le desapareció la barbilla,

Page 1121: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

desapareció el cuello, la lengua se salióafuera. Se le reventaban los vasos,empezaron las hemorragias. «¡Oh —gritaba yo—, más sangre!». Del cuello,de las mejillas, de los oídos… En todasdirecciones. Le traía agua fría, leaplicaba paños… No ayudaban. Eraalgo horroroso. Toda la almohadacubierta. Le colocaba una palangana, delbaño. Le salía la sangre a chorros quecaían como cuando se ordeña. Esesonido. Tan suave, tan campesino. Hastahoy lo oigo por la noche.

Mientras se mantuvo consciente,hacía sonar las palmas: era nuestra señalconvenida. «¡Llama! Pide unaambulancia». Él no quería morir. Tenía

Page 1122: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

cuarenta y cinco años.Llamo a la ambulancia, pero los

chicos ya nos conocen, no quieren venir.«No podemos ayudar en nada a sumarido». ¡Aunque sea una inyección!Algún narcótico. Se lo pondré yo misma.He aprendido a poner inyecciones, perola inyección se queda en un morado y nose deshace.

Una vez logré que me atendieran.Llegó un coche de urgencias. Un médicojoven. Se acercó a él y de pronto se tiróhacia atrás, retrocediendo más y más.

—Dígame —me preguntó—, ¿noserá por casualidad uno de los deChernóbil? ¿No será de aquellos quehan estado allí?

Page 1123: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

—Así es —le contesté.Entonces él me gritó y no le exagero:—¡Por el amor Dios, querida, que

esto se acabe cuanto antes! ¡Lo antesposible! ¡He visto cómo muere la gentede Chernóbil!

Y, mientras tanto, mi marido que looye todo, estaba consciente. Menos malque aún no sabe, no adivina que él es elúnico que queda de su brigada. Elúltimo.

En otra ocasión nos mandaron unaenfermera de la clínica. Pues bien, lamujer se quedó en el pasillo, ni siquieraentró en el piso. «¡Oh, no puedo!».

¿Y yo sí que puedo? Yo lo puedotodo. ¿Qué más me puedo inventar?

Page 1124: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

¿Dónde puedo encontrar una salvación?Él grita. Le duele. Se pasa el díagritando.

Entonces encontré una salida: leechaba a través de la inyección unabotella de vodka. Así dejaría de sufrir.Perdería el mundo de vista. No se meocurrió a mí, me lo dijeron otrasmujeres. Con la misma desgracia.

Llegaba su madre y me decía: «¿Porqué lo has dejado ir a Chernóbil?¿Cómo has podido?». Aunque a mí ni seme pasó por la cabeza que no debíadejarlo ir, como a él seguramentetampoco que podía no haber ido. Porqueera otra época, como si fuera en tiemposde guerra. Y nosotros éramos otros.

Page 1125: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Una vez le pregunto: «¿Y ahora no tearrepientes de haber ido?». Y él muevela cabeza diciendo: «No».

Y en el cuaderno escribe: «Cuandomuera, vendes el coche, las ruedas derepuesto, y no te cases con Tolia (suhermano)». Yo le gustaba a Tolia.

Yo sé secretos. Estoy sentada a sulado. Él duerme. Tiene un pelo tanbonito. De modo que cogí y le corté unmechón. Él abre los ojos, mira lo quetengo en las manos y sonríe.

De él me ha quedado su reloj, elcarné militar y la medalla de Chernóbil.[Tras un silencio.]

¡Oh, qué feliz era! En el hospital dela maternidad, me acuerdo de que antes

Page 1126: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

de dar a luz me pasaba los díasesperándolo, miraba por la ventana. Noentendía nada de lo que me pasaba:¿Qué será de mí? ¿Dónde estoy? Loúnico que quería era verlo. No podíadejar de mirarlo, como si presintieraque todo esto pronto se iba a acabar.

Por la mañana le daba de comer ymiraba extasiada cómo comía. Cómo seafeitaba. Cómo iba por la calle. Soy unabuena bibliotecaria, pero no entiendocómo alguien puede quererapasionadamente un trabajo. Yo solo loquería a él. A él solo. Y no puedo vivirsin él. Grito por las noches. Grito a laalmohada, para que no me oigan losniños.

Page 1127: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Ni por un instante me imaginaba quenos separaríamos. Que… Ya lo sabíapero no me lo creía. Mi madre… Suhermano… Me decían, me insinuaban…Los médicos, me decían, meaconsejaban que lo llevase a… En unapalabra, que en las afueras de Minskhabía un hospital especial donde antesiba a morir gente como él, desahuciada.Los «afganos». Sin brazos, sin piernas.Y que ahora llevaban allí a los deChernóbil. Me intentaban convencer deque así sería mejor, que los médicosestarían siempre a su lado. Me negué, noquise ni oír hablar del asunto. Peroentonces lo convencieron a él y él me loimploraba: «Llévame allí. No te

Page 1128: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

martirices».Yo, en cambio, unas veces pido la

baja, otras solicito permiso en el trabajopor mi cuenta, porque no está permitido.Por ley solo te dan la baja si has decuidar a un hijo enfermo, y lasvacaciones por tu cuenta, que no eran demás de un mes.

El caso es que llenó toda nuestralibreta con sus ruegos. Me obligó aprometerle que lo llevaría allí.

Fui a ver aquello en coche con suhermano. En las afueras de una aldea,Grebionka se llamaba, se levantaba unagran casa de madera, el pozo hecho unaruina. El lavabo, en la calle. Andabanpor ahí unas viejecitas todas de negro.

Page 1129: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Religiosas. Ni siquiera bajé del coche.Ni entré en la casa.

Por la noche le digo entre besos:«¿Cómo me has podido pedir una cosaasí? ¡Esto no ocurrirá nunca! ¡Nuncaharé eso! ¡Nunca!».

Y no paraba de besarlo todo.Lo más horrible fueron las últimas

semanas. Hacíamos pipí durante mediahora en un bote de medio litro. Nolevantaba la vista. Le daba vergüenza.

—Pero ¿cómo puedes pensar esto?—le digo con un beso.

El último día, de pronto, en uninstante, ocurrió que abrió los ojos, sesentó, sonrió y dijo: «¡Valia!». Mequedé muda de felicidad. De oír su voz.

Page 1130: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Murió solo. Los hombres muerensolos.

Un día me llamaron de su trabajo:«Le llevaremos un diploma». Yo lepregunté: «Quieren venir a verte tuscompañeros. Para entregarte undiploma». Y él que mueve la cabeza:«¡No, no!». Pero lo fueron a ver. Lellevaron algo de dinero, un diploma enuna carpeta roja con la foto de Lenin.

Cuando la recogí pensé: «¿Por quérazón se está muriendo? En losperiódicos escriben que no solo esChernóbil, sino que es el comunismoque ha saltado por los aires. La vidasoviética se había acabado. Y, encambio, el perfil que aparecía en la

Page 1131: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

carpeta seguía siendo el mismo».Los muchachos quisieron decirle

algunas palabras agradables, pero él secubrió con la manta, solo asomaba elpelo. Se estuvieron un rato junto a él yluego se fueron. Él ya tenía miedo de lagente. Solo a mí no me tenía miedo. Peroel hombre muere solo. Yo lo llamaba,pero él ya no abría los ojos. Solorespiraba.

Cuando lo enterraron, le tapé la caracon dos pañuelos. Si alguien me pedíaverlo, los levantaba. Una mujer sedesmayó. Aunque en un tiempo estuvoenamorada de él, yo tenía celos de ella.

—Deja que lo vea por última vez.—Mira.

Page 1132: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

No le he contado que cuando muriónadie quería acercarse a él, la gente letenía miedo. Pero a los parientes no lesestá permitido lavarlo, ni vestirlo.Según nuestras costumbres eslavas. Demodo que trajeron de la morgue a dossanitarios. Los chicos pidieron vodka.

—Hemos visto de todo —meconfesaron—: gente hecha trizas, concortes, cadáveres de niños después deun incendio. Pero es la primera vez quevemos algo así.

[Se queda callada.]Ya había muerto, pero seguía

caliente, caliente. No se lo podía tocar.Paré los relojes de la casa. Eran las

siete de la mañana. En casa, los relojes

Page 1133: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

siguen parados hasta hoy, no se ponen enmarcha. Los relojeros a los quellamamos se quedaban sin saber quéhacer: «Esto no es un problemamecánico, ni físico, esto es metafísica».

Los primeros días… sin él… Dormídos días seguidos. No podíandespertarme. Me levantaba, tomabaagua, ni siquiera comía, y otra vez caíaen la cama. Ahora me resulta extraño. Esinexplicable cómo me pude dormir.

A mi amiga, cuando se le estabamuriendo el marido, este le tiraba losplatos. Lloraba. No soportaba que ellafuera tan joven, tan guapa.

En cambio, el mío me miraba, noparaba de mirarme. Un día apuntó en

Page 1134: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

nuestra libreta: «Cuando me muera,quema mis restos. Quiero que no metengas miedo».

¿Por qué lo decidió así? Es ciertoque corrían voces de que los deChernóbil hasta después de muertosdespedían luz. Por las noches sobre lastumbas se ven luces. Yo misma he leídoque las tumbas de los bomberos deChernóbil, que murieron en Moscú y queestán enterrados allí, en el cementeriode Mítino, la gente las evita, no coloca asus muertos cerca de ellos. Los muertostemen a los muertos, ya sin hablar de losvivos.

Porque nadie sabe qué es eso deChernóbil. Solo hay conjeturas.

Page 1135: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Presentimientos. Él se trajo deChernóbil un traje blanco con el queestuvo trabajando. Unos pantalones, lachaqueta de trabajo. Pues bien, el trajeese se pasó guardado en el altillo hastasu muerte. Luego mi madre decidió quehabía que tirar todas sus cosas. Estabaasustada. Yo en cambio hasta aquel trajelo guardé. Una criminal es lo que era.Había niños en casa. Un hijo y una hija.Llevamos sus cosas fuera de la ciudad ylas enterramos.

He leído muchos libros, vivo entrelibros, pero no puedo explicarme nada.

Trajeron una pequeña urna. No dabamiedo; toqué lo que había dentro con lasmanos y había algunas cosas pequeñas,

Page 1136: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

como conchas en la orilla del mar, en laarena; eran los huesos del coxis.

Hasta entonces no toqué sus cosas.No lo oía, no lo sentía, pero entonces sediría que lo abracé.

Por la noche, recuerdo, él ya hamuerto, y yo estoy sentada a su lado. Yde pronto veo cómo sale como unavoluta de humo. La segunda vez que vieste humo yo me encontraba junto a él enel crematorio. Era su alma. Nadie la vio,solo yo. Tuve la sensación de que nosveíamos una vez más.

¡Oh, qué feliz había sido!, ¡qué feliz!Él se marchaba de viaje de trabajo. Y yocontaba los días y las horas para nuestroencuentro. ¡Los segundos! Físicamente

Page 1137: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

no puedo vivir sin él. ¡No puedo! [Setapa la cara con las manos.]

Recuerdo que… Una vez que fuimosa casa de su hermana en el pueblo, porla noche ella me dice, mostrándome unahabitación: «A ti te he puesto la cama enaquel cuarto y a él en este». Nosmiramos los dos el uno al otro y nosechamos a reír. Ni siquiera se nospasaba por la cabeza que podíamosdormir separados, en habitacionesdiferentes. Solo juntos. Yo no puedo sinél. ¡No puedo!

Muchos me han pedido la mano. Suhermano me pidió la mano. Se parecentanto. La altura. Los andares. Pero tengola sensación de que si alguien que no sea

Page 1138: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

él me toca siquiera me pondré a llorarsin parar. No podré parar de llorar.

¿Quién me lo ha quitado? ¿Con quéderecho? Nos trajeron una orden dealistamiento con una franja roja, el 19 deoctubre de 1986.

[Me trae el álbum de fotos. Meenseña fotos de la boda. Y cuando yaquiero despedirme, ella me para.]

¿Cómo voy a vivir en adelante? Nose lo he contado todo. No hasta el final.He sido feliz. Hasta la locura. Tal vezno valga la pena poner mi nombre. Haysecretos que… Las oraciones se rezanen silencio. En un susurro, para unomismo. [Calla.] No, dé usted minombre. Para que lo oiga Dios.

Page 1139: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Quiero saber. Quiero comprender,¿para qué se nos mandan semejantessufrimientos? ¿Por qué? Al principiotenía la impresión de que después detodo aquello me aparecería algo negroen la mirada, algo ajeno. Que no losoportaría. ¿Qué me ha salvado? ¿Quéme ha arrojado de nuevo a la vida?

Me ha devuelto a la vida mi hijo.Tengo otro hijo. Un primer hijo suyo.Hace tiempo que está enfermo. Hacrecido, pero ve el mundo con ojos deun niño. Con los ojos de un niño decinco años. Ahora quiero estar con él.Sueño con cambiar de casa e irme avivir más cerca de él, a Novinki. Allíestá nuestra clínica psiquiátrica. Ha

Page 1140: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

pasado toda su vida allí. Este ha sido elveredicto de los médicos: para que sigacon vida debe estar allí.

Viajo cada día a verlo. Y él merecibe diciendo: «¿Dónde está papáMisha? ¿Cuándo vendrá?».

¿Quién más me va a preguntar eso?Él lo espera.

Lo esperaremos juntos. Yo rezaré miplegaria de Chernóbil. Y él… Él miraráal mundo con ojos de niño.

VALENTINA TIMOFÉYEVNAANANASÉVICH,

esposa de un liquidador

Page 1141: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

A MODO DE EPÍLOGO

La oficina turística de Kíev les ofrece unviaje a la ciudad de Chernóbil y a lasaldeas muertas. Se ha elaborado unitinerario que empieza en la ciudadmuerta de Prípiat. Los turistas examinanlos altos edificios abandonados, con suropa ennegrecida en los balcones y loscoches de niños. El antiguo puesto de lapolicía, el hospital y el Comité

Page 1142: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Municipal del Partido. Aquí aún seconservan, inmunes a la radiación, lasconsignas de la época comunista.

Desde la ciudad de Prípiat, laexcursión prosigue por las aldeasmuertas por donde corren entre las casasy a la luz del día los lobos y losjabalíes, que se han reproducido amiles.

Pero el momento culminante o, comose señala en la propaganda, la «perla»de la excursión, es la visita al «refugio»,llamado más sencillamente, el«sarcófago». Construido deprisa ycorriendo sobre los escombros queoriginó la explosión del cuarto bloqueenergético, el sarcófago hace tiempo que

Page 1143: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

está cubierto de grietas, a través de lascuales «supura» su relleno mortal, losrestos del combustible nuclear. Tendránalgo impresionante que contar a susamigos cuando regresen a casa. Laexperiencia no tiene punto decomparación con un viaje a las islasCanarias o a Miami. La excursiónconcluye con una sesión de fotos enrecuerdo de la visita que se puedenhacer junto al muro levantado enmemoria de los héroes caídos enChernóbil, para que así ustedes sesientan partícipes de la historia.

Bueno, y al final de la excursión seofrece a los amantes del turismo extremoun picnic con comida hecha a base de

Page 1144: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

productos ecológicamente puros, vinotinto… y vodka ruso.

Les aseguramos que durante el díatranscurrido en la zona recibirán ustedesuna dosis inferior a la que les causaríauna sesión de rayos X. Pero no serecomienda bañarse, comer el pescado ola caza capturados en la zona. Nirecoger bayas o setas y cocinarlos enuna hoguera. Ni regalar a las damasflores del campo.

¿Creen ustedes que todo esto es unaidea demencial? Se equivocan, elturismo nuclear goza de una grandemanda, sobre todo entre los turistasoccidentales. La gente viaja al lugar enbusca de nuevas y poderosas

Page 1145: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

impresiones. Sensaciones que es difícilencontrar en el resto del mundo, ya tanexcesivamente acondicionado yaccesible al hombre. La vida se vuelveaburrida. Y la gente quiere algo eterno.

Visiten La Meca nuclear. Y a unosprecios moderados.

De materiales extraídos deperiódicos bielorrusos, 2005

Page 1146: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

SVETLANA ALEXIEVICH (1948) esuna afamada periodista, escritora yensayista bielorrusa cuya obra ofrece unretrato profundamente crítico de laantigua Unión Soviética y de lassecuelas que ha dejado en sushabitantes. Se licenció en periodismopor la universidad de Minsk y colaboró

Page 1147: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

con la revista local Neman, para la queescribía ensayos, cuentos y reportajes.Ha cultivado su propio género literario,al que denomina «novelas de voces»,donde el narrador es el hombre corriente—aquel que no tiene voz, el mismo quese ha llevado su propia historia a latumba, desde la Revolución hastaChernóbil y la caída del imperiosoviético—. En sus libros, traducidos amás de veinte idiomas, SvetlanaAlexievich trata de acercarse a ladimensión humana de los hechos através de una yuxtaposición detestimonios individuales, un collage queacompaña al lector y a la propiaAlexievich a un terrible «descenso al

Page 1148: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

infierno». Es autora de U wojny nezenskoje lizo (La guerra no tiene rostrode mujer, 1985; ed. act. 2008), Zinkovyemalchiki (Muchachos de latón, 1989;ed. act. 2007), Tchernobylskaya molitva(Voces de Chernóbil , 1997; ed. act.2005) , Poslednie Svideteli (Últimostestigos, 2004) y Vremya sekond-khend(Tiempo de segunda mano, 2013). Harecibido varios galardones, entre losque cabe destacar, el Premio Ryszard-Kapuscinski de Polonia (1996), elPremio Herder de Austria (1999), elPremio Nacional del Círculo de Críticosde Estados Unidos por Voces deChernóbil (2006), el Premio Médicis deEnsayo en Francia por Tiempo de

Page 1149: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

segunda mano (2013) y el Premio de laPaz de los libreros alemanes (2013),entre otros. Su espíritu crítico, suprofundo compromiso y su fructíferacarrera literaria han convertido aAlexievich en una firme candidata alPremio Nobel de Literatur

Page 1150: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

Notas

Page 1151: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[1] Denominación oficial de Bielorrusiaen dicho país. En el texto se respetan lasdiferentes formas empleadas en ruso:Belarús y Bielorrusia. (N. del T.) <<

Page 1152: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[2] Denominación que se dio a losencargados de «liquidar» lasconsecuencias del accidente deChernóbil. (N. del T.) <<

Page 1153: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[3] Diminutivo de Vasili. (N. del T.) <<

Page 1154: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[4] En Bielorrusia se denominaba«policía» —a diferencia de «miliciano»que es como se llama a un agente delorden hasta hoy— a los guardiasnombrados por los alemanes en la URSSdurante la guerra. (N. del T.) <<

Page 1155: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[5] Granja colectiva, en la que trabajantodos los campesinos. (N. del T.) <<

Page 1156: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[6] Unidad de medida de laradiactividad. (N. del T.) <<

Page 1157: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[7] Medida de peso rusa, equivalente a 16,3 kilogramos. (N. del T.) <<

Page 1158: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[8] Célebre intérprete de cancionespopulares. (N. del T.) <<

Page 1159: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[9] Trabajadores que, según lapropaganda soviética, siguiendo elejemplo del minero soviético AlexéiStajánov, superaban con creces la normade producción. (N. del T.) <<

Page 1160: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[10] En la escuela soviética la enseñanzase impartía en diez cursos anuales,desde la primera «clase», que seiniciaba a los siete años, hasta ladécima. El mismo orden sigue rigiendoen los países de la antigua URSS. Paradistinguirlas de nuestros «cursos» aquílas seguiremos llamando «clases». (N.del T.) <<

Page 1161: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[11] Enunciado de un tipo de chistes,preguntas y respuestas muy populares enla ex URSS. (N. del T.) <<

Page 1162: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[12] En el texto original, juego depalabras con diversos sinónimosrelacionados con la luz y su resplandor.(N. del T.) <<

Page 1163: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[13] Festividad de los difuntos, de raícespaganas. (N. del T.) <<

Page 1164: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[14] Capital de Tayikistán. (N. del T.) <<

Page 1165: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[15] La escuela, en la que se estudia deprimero a décimo curso, se empieza alos siete años. (N. del T.) <<

Page 1166: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[16] Alemanes del Volga, colonosllegados a Rusia en los tiempos deCatalina la Grande, represaliadosdurante la invasión nazi. La mayoría haemigrado tras la perestroika. (N. del T.)<<

Page 1167: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[17] Deportados en masa de Crimea aAsia Central por Stalin, en 1944,acusados, como otros pueblos, decolaborar con los nazis. (N. del T.) <<

Page 1168: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[18] Plato de arroz con diversosingredientes de carne y verduras segúnla religión, parecido a la paella inclusoen su forma de preparación. (N. del T.)<<

Page 1169: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[19] Obras clásicas de la épocasoviética. (N. del T.) <<

Page 1170: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[20] El personaje central de El idiota deF. Dostoyevski. (N. del T.) <<

Page 1171: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[21] Vodka casero, destiladoclandestinamente en casa. (N. del T.) <<

Page 1172: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[22] Forma popular de llamar a la guerrade Afganistán. (N. del T.) <<

Page 1173: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[23] Referencia a célebres y heroicashazañas bélicas durante la Gran GuerraPatria. (N. del T.) <<

Page 1174: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[24] Alusión a las purgas estalinistas. (N.del T.) <<

Page 1175: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[25] Automóvil de pequeñasdimensiones. (N. del T.) <<

Page 1176: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[26] Pueblo bielorruso conocido por ladestrucción y el exterminio totales a losque lo sometieron los nazis durante laSegunda Guerra Mundial. (N. del T.) <<

Page 1177: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[27] Kolobok, un pan redondoprotagonista de un cuento popular rusoque se encuentra en su rodar a diversosanimales. (N. del T.) <<

Page 1178: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[28] Nombres típicos de gatos y perros.(N. del T.) <<

Page 1179: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[29] Camión de gran tonelaje. (N. del T.)<<

Page 1180: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[30] Ciudad balneario a orillas del marNegro. (N. del T.) <<

Page 1181: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[31] Marca de coche, entonces muy usadapor los funcionarios. (N. del T.) <<

Page 1182: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[32] En todas las carreras universitariashabía una «cátedra militar», undepartamento de instrucción militar, enel que se adiestraba a los estudiantes enel arte de la guerra. Así todo estudiante,al acabar la carrera, adquiría, ademásdel título, un grado militar. (N. del T.)<<

Page 1183: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[33] Una de las grandes batallas de laGran Guerra Patria (1943). (N. del T.)<<

Page 1184: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[34] Rem: roentgen equilvalent man o«unidad de radiación absorbida»;equivalente biológico de un roentgen.(N. del T.) <<

Page 1185: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[35] A la edad de doce años. (N. del T.)<<

Page 1186: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[36] A la edad de catorce años. (N. delT.) <<

Page 1187: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[37] A los ocho años de edad. (N. del T.)<<

Page 1188: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[38] Durante la Segunda Guerra Mundial,los alemanes mantuvieron cercada másde novecientos días la ciudad deLeningrado (hoy San Petersburgo). (N.del T.) <<

Page 1189: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[39] Emisora de radio estadounidensecon programas en las diferentes lenguasde la antigua URSS. (N. del T.) <<

Page 1190: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[40] La vieja práctica de las novatadas yhumillaciones en el servicio militar a lasque se ven sometidos los nuevosreclutas por parte de los reemplazosanteriores, los «abuelos», ha sido en laURSS y es en Rusia de una crueldaddifícil de imaginar; violencia impune dela que este caso es un buen ejemplo. (N.del T.) <<

Page 1191: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[41] Lugar cerca de Minsk donde losnazis fusilaron miles de civiles, en sumayoría de origen judío. (N. del T.) <<

Page 1192: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[42] Centro espacial de la antigua URSS,situado en Kazajistán. Base delanzamiento de naves espaciales. (N delT.) <<

Page 1193: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[43] Autores estudiados en el programaescolar por su exaltación del heroísmo yel valor del hombre soviético. (N. delT.) <<

Page 1194: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[44] De la invasión alemana en 1941. (N.del T.) <<

Page 1195: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[45] Héroe de la novela Cómo se templóel acero de Nikolái Ostrovski, modeloépico del realismo socialista soviético.(N. del T.) <<

Page 1196: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[46] Día de la Victoria contra los nazis en1945. Fiesta nacional en Rusia. (N. delT.) <<

Page 1197: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[47] Referencia a otro relato de Leskov.(N. del T.) <<

Page 1198: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[48] Samizdat, literalmente«autoedición», reproducción manual oen máquina de escribir de obrasprohibidas en la URSS. Alimentoespiritual de la disidencia, al margen delas publicaciones oficiales. (N. del T.)<<

Page 1199: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[49] En el argot carcelario, el jefe, ya seahombre o mujer. (N. del T.) <<

Page 1200: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[50] I. V. Michurin, biólogo soviético,creador de centenares de plantascultivables de interés agrícola. (N. delT.) <<

Page 1201: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[51] Personaje de la novela Padres ehijos, de Iván Turguénev. (N. del T.) <<

Page 1202: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[52] Una de las varias aproximaciones ala vida de Molière del autor de ElMaestro y Margarita. (N. del T.) <<

Page 1203: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[53] Alla Pugachova, famosa cantante demúsica ligera. (N. del T.) <<

Page 1204: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[54] Pensador y filósofo ruso del sigloXIX. (N. del T.) <<

Page 1205: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[55] Unidades creadas durante la guerra(como en la guerra civil rusa) que«contenía». (con las armas) el posibleretroceso de las unidades de choque,frecuentemente formadas, estas últimas,por batallones de castigo. (N. del T.) <<

Page 1206: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[56] A los dieciséis años de edad. (N. delT.) <<

Page 1207: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[57] Yegor Ligachov, entonces secretariodel Comité Central y miembro delPolitburó del Partido. Contrario a laperestroika de Mijaíl Gorbachov. (N.del T.) <<

Page 1208: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[58] Filme de Elem Klímov, titulado enEspaña Masacre (1985), con un guiónbasado en dos obras de AlésAdamóvich, El relato de Jatýn y Tropasde castigo, y en que se muestra elexterminio de una aldea bielorrusa porlas tropas alemanas. (N. del T.) <<

Page 1209: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[59] Título y personaje de un filme de A.Tarkovski, un ser que se interna en unazona prohibida donde se producenfenómenos extraños tras la visita deunos extraterrestres. El filme estábasado en una novela de los hermanosStrugatski. (N. del T.) <<

Page 1210: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[60] Momento álgido de las grandespurgas y de los procesos de Moscú.1937 se ha convertido para los rusos enel símbolo del terror estalinista. (N. delT.) <<

Page 1211: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[61] Lugares donde se habían producidoaccidentes nucleares. En 1957 en laciudad secreta Cheliábinsk-40, cercanaa Kishtim, en los Urales, una explosiónde residuos radiactivos contaminó unextenso territorio. En Semipalátinsk,Kazajistán, se realizaban las pruebas delas bombas nucleares y termonuclearessoviéticas. (N. del T.) <<

Page 1212: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[62] El año 1985. (N. del T.) <<

Page 1213: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[63] Una de las primeras publicacionesque recogió el espíritu de la perestroika,sobre todo en lo que se refiere a lalibertad de expresión. (N. del T.) <<

Page 1214: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[64] (Poblado) «de Mayo», «del Sol».(N. del T.) <<

Page 1215: Chernóbil, 1986. «Cierra las ventanillas y acuéstate. · PDF filefuera una tragedia griega, con coros y unos héroes marcados por un destino fatal, ... reacción en cadena El sarcófago

[65] A los ocho años de edad. (N. del T.)<<