Upload
tinacepeda
View
4.810
Download
2
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Valeria Flores. Chonguitas.
Citation preview
Chonguitas: masculinidades de nias
[0]
Chonguitas: masculinidades de nias
[1]
Edicin: fabi tron y valeria flores
Foto y diseo de tapa: Celeste Onaindia y Epoyn Gonzalez
Editorial: La Mondonga dark
Ao: 2013
Lugar: Neuqun - Argentina
Mail: [email protected]
Licencia creative commons
Reconocimiento No Comercial Sin Obra Derivada
Chonguitas: masculinidades de nias
[2]
Chonguitas:
masculinidades
de nias
fabi tron y valeria flores (comps.)
con Andrea Lacombe
Chonguitas: masculinidades de nias
[3]
Para las chonguitas que fuimos, las que vendrn
y las que estamos siendo
Chonguitas: masculinidades de nias
[4]
ndice
Prlogo
fabi tron y valeria flores [8]
La rabiosa
Andrea Achilli (La Plata - Argentina) [14]
Foto de estudio
Evelyn Sotomayor (Lima Per) [18]
La vida, es la vida, yo puedo hacer lo que quiera
Josefina Alba Posse (La Plata - Argentina) [20]
Masculina femenina, siempre
Nines Campo Esteban (Neuqun - Argentina) [24]
Mi jeep policial
Erika Ugarte Aguila (Santiago Chile) [27]
Marimacha
Ali Toscano (Neuqun - Argentina) [31]
Ftbol, pias y barro
Yessica Cabrera (Tandil - Argentina) [34]
Liniers
Pao Lin / Lin Bao (CABA - Argentina) [38]
Mam y mam
Claudia Barrientos (Neuqun - Argentina) [42]
Chalito
Noem Tapia (Neuqun - Argentina) [45]
La guerra contra las polleras
Marcela Torres (Neuqun Argentina) [48]
Y L por dnde anda?
Laura Kussrow Quereilhac (Jalisco Mxico) [51]
Chonguitas: masculinidades de nias
[5]
No se trepa a los rboles con vestido
Veru Ich (Estado Espaol) [55]
Manuelita viva en Pehuaj, pero
Lucia Forneri (CABA - Argentina) [57]
Abrir la puerta para ir a jugar
fabi tron (Crdoba Argentina) [62]
Pepita, la pistolera
Cecilia Dumn (CABA Argentina) [67]
Un chonguito por las ramas
Luciana Tadey (CABA - Argentina) [71]
Chupate esa mandarina
Ana Scully o Aniushka Lupn (Crdoba Argentina) [75]
Familiar
xara sacchi (Bilbo Pas Vasco) [78]
Jugar con las muecas de tus manos
Violeta (CABA Argentina) [84]
A los 7
Diana Prez Rivera (Mxico) [88]
Una chonguita de la resistencia armada
Julia Zrate (CABA - Argentina) [91]
Abrazo hermano
Dahiana Belfiori (Rafaela Argentina) [94]
Los nenes con los nenes, las nenas con las nenas
mnica palacio (Crdoba Argentina) [97]
Al calor de la escena in/de/fin/ida
Ileana DellUnti (La Plata Argentina) [101]
Los juegos que yo quiera
Carolina Reynoso (CABA - Argentina) [106]
Chonguitas: masculinidades de nias
[6]
Ser chong@ y no morir en el intento
Natalia taty Lavia (Puerto Madryn Argentina) [110]
De ayer a hoy de peque a adulta mujer
Natalia Quintana (P.N. Los Alerces-Argentina) [114]
La denuncia de mi teta izquierda
Cecilia R (Crdoba Argentina) [119]
Diario
Laura Fernndez Cordero (Buenos Aires-Argentina) [124]
Rara
valeria flores (Neuqun Argentina) [127]
Nena, qu pena!
Gabriela Grenni (Buenos Aires Argentina) [132]
La seriedad de los juegos
Graciela Soto (CABA - Argentina) [134]
Des-aprender a caminar
Wanda Rzonscinsky (CABA Argentina) [137]
La Experiencia Lesbiana
Ivonne Yesenia Vite Silva (Aguas Calientes Mxico) [141]
Alguna vez fui ngel
Susana Albarrn Mndez (Madrid Estado Espaol) [147]
La flaca machorra
Mara de los ngeles Martnez Surez (D.F.-Mxico) [150]
La futbolera
Marina Moran (Neuqun Argentina) [155]
El picadito reclam un cambio de "hbito"
Eliana Lores (Quilmes Argentina) [159]
Machonas
Marta Lete (Tigre Argentina) [162]
Chonguitas: masculinidades de nias
[7]
Libros, sapos y amistad: tambin las nias resisten
Mara Luisa Peralta (Ramos Meja Argentina) [164]
Recuerdos de una chonguita provinciana
Macky Corbaln (Neuqun Argentina) [169]
Machona
Andrea Lorenzo (Villa Constitucin Argentina) [173]
Actitudes y resistencia
Lucas (raquel) Platero (Madrid Estado Espaol) [176]
Masculinidades de nias: entre mal de archivo y
archivo del mal
valeria flores [180]
Dar cuenta de lo indecible
Andrea Lacombe [195]
Agradecimientos [202]
Chonguitas: masculinidades de nias
[8]
Prlogo
Inquietudes, preocupaciones, pasiones compartidas y una
foto alimentaron la idea de este proyecto que hoy llega a
su concrecin y se materializa en este libro virtual:
Chonguitas, masculinidades de nias.
Como dijimos en la convocatoria1, nos interesaba
rememorar nuestras infancias masculinas; visibilizar,
recuperar y exhumar esas infancias masculinizadas en
cuerpos asignados como nias. Queramos celebrar
nuestras infancias chonguitas, marcadas por la
estigmatizacin, el rechazo, la hostilidad, pero tambin, y
fundamentalmente, cargada de deseos. No buscbamos
continuidades ni coherencias, sino relevar seales,
huellas, rastros, marcas, cortes, cicatrices, pistas, residuos,
vestigios, como un trabajo arqueolgico de
masculinidades no hegemnicas. Por eso, este libro no
tiene la pretensin ni debera ser entendido, como una
muestra representativa o como una expresin
totalizadora de las masculinidades de nias.
Chonguitas se hace lugar en un contexto donde los
discursos sobre la infancia ocupan poco espacio en las
reflexiones y la praxis poltica tanto del feminismo como
del movimiento lgtttbiq y de la disidencia sexual, y
cuando lo hacen la localizan en, al menos, tres discursos:
cuando refiere a l*s hij*s de familias lgtttbi; cuando se
1 La convocatoria completa se encuentra disponible, entre otros sitios, en: http://potenciatortillera.blogspot.com.ar/2012/08/fabi-tron-y-valeria-flores.html
Chonguitas: masculinidades de nias
[9]
considera a l*s ni*s exclusivamente como vctimas de
las instituciones heteropatriarcales y racistas; cuando se
convierten en objeto de disputa con los discursos
conservadores y pro-vida, en el cual una supuesta
inocencia ocupa los enunciados de ambas partes unos
denunciando su interrupcin, otros desmintindola-. En
ese sentido, este libro quiere ser un aporte activista que
permita ampliar esos lmites discursivos y desplegar el
debate demasiadas veces clausurado de antemano-
acerca de pensar la infancia como un espacio poltico de
intensa pugna de poder, que construye el cuerpo de l*s
ni*s como escenarios de ansiedades culturales y pnicos
morales. Nuestro inters es pensar colectivamente el
cuerpo de la infancia como cuerpos en devenir,
objeto/sujeto de las programaciones de gnero y sexuales,
y tambin como sujetos de derecho cuya garanta debe
conjurarse no slo en un corpus jurdico-normativo sino, y
especialmente, en la trama de prcticas y significaciones
cotidianas. Deseamos que este libro -como referencia
cultural- estimule la imaginacin y la sobrevivencia de
todas aquellas nias que no encajan en los modelos
normativos de la feminidad. Por eso mismo, estas
motivaciones convierten a Chonguitas en un libro para un
pblico sin jerarquas etarias, para que sea ledo, reledo y
reescrito por personas adultas, jvenes, adolescentes y
ni*s.
As fue como decidimos lanzarnos a la aventura y afrontar
el desafo de proponer, en agosto del 2012, la
convocatoria para participar de este proyecto. Dado que la
palabra chonga/o se usa slo en Argentina, originalmente
estaba destinada para quienes vivieran o hayan vivido en
el pas. Nuestra primera sorpresa fue que comenzaron a
Chonguitas: masculinidades de nias
[10]
escribirnos personas interesadas de otros pases, lo que
nos llev rpidamente a ampliar la convocatoria para
Amrica Latina y Espaa. Las condiciones para participar
fueron mnimas: el envo de una foto de la infancia que
mostrara la expresin masculina y un texto breve sobre la
vivencia de esa masculinidad, vista, significada,
interpretada, desde el hoy.
Aspirbamos a que la convocatoria fuera amplia en
relacin a la identidad sexual y/o de gnero con las que se
identificaran actualmente l*s participantes, as como en
cuanto a su nacionalidad, edad, ocupacin, filiacin
poltica, tnica/racial, etc. Nos preocupaba que la
propuesta fuera recepcionada y apropiada slo por
lesbianas y, entre ellas, slo por activistas. Sin embargo,
nuestras expectativas fueron superadas ampliamente.
Recibimos 44 maravillosas y singulares narraciones; la
mayora son de lesbianas pero tambin participaron
personas que se definen a s mismas como: mujer, mujer
diversa, heterosexual, heterosexual no ortodoxa, cuir, as
como hubo quienes decidieron no mencionar su identidad
sexogenrica. Un poco menos de la mitad son activistas
lesbianas, lesbofeministas, lesbianas feministas o
feministas. Sus edades oscilan entre los 22 y los 55 aos,
en general pertenecen a la franja etaria de entre los 30 y
39 aos. Aunque con un leve predominio de docentes, sus
ocupaciones son muy variadas: artistas, artesanas,
empleadas, guardaparques, abogadas, psiclogas,
periodistas, trabajadoras sociales, tcnicas dentales,
escritoras, entre otras. Los relatos arribaron de Chile,
Per, Mxico, y el Estado Espaol, as como de las
provincias argentinas de Buenos Aires, Neuqun, Crdoba,
Chonguitas: masculinidades de nias
[11]
Chubut y Santa Fe, y de la Ciudad Autnoma de Buenos
Aires; y a medida que llegaban, fueron armando el cuerpo
de este proyecto.
La edicin de los textos ha sido mnima y con el criterio de
facilitar la lectura, fundamentalmente por respeto a las
autoras, a sus formas de escritura y para evitar cualquier
tipo de resignificacin que toda edicin supone. En
algunos casos, se dialog con la autora sobre el uso de
representaciones estereotipadas de otras identidades. De
este modo, las condiciones iniciales de participacin se
fueron flexibilizando; as, algunos relatos exceden la
cantidad mxima de caracteres solicitados en la
convocatoria, o algunas participantes no encontraban
fotos de su infancia por diversas dificultades y sus aportes
igualmente estn presentes.
Finalmente, los textos de Andrea Lacombre y valeria
flores no hablan de los relatos para objetivarlos bajo una
lgica academicista que le sustrae al trazo biogrfico el
latido de sus conflictos, deseos, pasiones, malestares y
xtasis, sino que son invitaciones para seguir pensando e
interpelando las operaciones de la ley del gnero y
desarmando las imposiciones del sistema
heteronormativo.
valeria flores, retomando el concepto derridiano de
archivo a travs de la lectura de la crtica cultural Leonor
Arfuch que propone pensar la autobiografa como archivo-
reflexiona sobre los aportes de este libro, haciendo un
anlisis minucioso sobre las masculinidades de nias y
mostrando algunas herramientas terico-polticas que
empujan al dilogo y a profundizar los cuestionamientos
Chonguitas: masculinidades de nias
[12]
al binarismo de gnero. Por su parte, Andrea Lacombe
hilvana el valor poltico y categorial del libro desde una
breve ancdota de su niez. Su lectura de estas historias
reverbera en la piel, su propia piel, en tanto recuerdo y
memoria del cuerpo. Para Lacombe, la posibilidad de
reconocimiento en la vivencia que se tejen entre y a travs
de estos relatos de chonguitas, de esas masculinidades de
nias, haciendo estallar las visiones y percepciones del
gnero binario que se nos aparecen como naturales,
impulsa a desvampirizar nuestra imagen frente al espejo.
Chonguitas fue una iniciativa autogestiva y colectiva; el
formato que elegimos, el uso de licencias creative
commons y la ausencia de financiamiento son formas
propias que hacen a nuestra praxis poltica. Creemos en la
autogestin y en los procesos colectivos como decisin
poltica de apostar y arriesgarse- a otro modo de
construccin de saber/poder/deseo, de vinculacin
afectivo-poltica y de compromiso tico. El formato virtual
es parte de apropiarnos de las nuevas tecnologas de la
informacin y la comunicacin, que han permitido
vincular a todas las personas involucradas en el proyecto,
volviendo al libro accesible para cualquiera en cualquier
lugar. Nos valemos de una licencia de uso no comercial
porque creemos que las expresiones culturales nos
pertenecen a tod*s, resistiendo las mediaciones
impuestas por las leyes del mercado.
El proceso ha sido arduo e intensamente placentero; nos
hemos sentido atravesadas, conmovidas e interpeladas
por cada una de las historias. Movilizacin es la palabra
empleada por muchas de las participantes a la hora de
describir lo que les produjo escribir sus relatos.
Chonguitas: masculinidades de nias
[13]
Movilizacin que socava los cimientos de la
normativizacin impuesta en nuestros cuerpos por el
patriarcado, la heteronormatividad y el binarismo de
gnero.
Ojal algo de eso acontezca con/en/por su lectura
fabi tron y valeria flores
con el calor de enero del 2013.-
Chonguitas: masculinidades de nias
[14]
La rabiosa
Andrea Achilli
Chonguitas: masculinidades de nias
[15]
Ya empiezo rindome con el ttulo. Me acuerdo que
cuando tena alrededor de 9 o 10 aos, tena una
personalidad muy diferente a la de las dems nenas. No
era anti social ni nada, pero muchas veces me senta ajena
a ese mundo. Corra a los varones por el patio, peleaba a la
par de ellos, y hasta me acuerdo que una vez, (en un
colegio muy catlico facho ortodoxo del sur) me puse a
jugar al ftbol y le saqu la pelota a uno que me sacaba
metro y medio ms o menos. Los pibitos me felicitaban, no
lo podan creer. Cuando me encontraba siendo atacada
por alguien, reaccionaba como una loca, me defenda
como lo hara cualquier varn macho a esa edad, a las
puteadas y empujones. Por esto me gane por un tiempo el
apodo de rabiosa por parte de mis compaeros, jajaja!
Pero igual era genial para m no callarme la boca y
defenderme de todxs.
Como a los 12, tena una compaera, muy femenina, que
se haba empezado a desarrollar y lo mostraba con orgullo
(a mi me daba tremenda vergenza tener tetitas y que se
vean), que me deca: yo quiero ser como vos, ms
machona, ms fuerte. Cmo haces? No uss aritos, no te
importa la ropa y los varones te respetan ms. Qu loco
eso!! Yo era feliz siendo como era, y era as naturalmente,
nunca lo haba pensado hasta que esta piba me lo dijo de
esa manera.
Muchas veces me fum de mi familia el tpico y tan
escuchado tens lindo cuerpo, vestite ms seorita. O un
ponete algo ms lindo, peinate mejor, maquillate un
poco.
Tambin me acuerdo de una amistad muy linda y cariosa
con una compaera. Nos escribamos cartitas, y en una me
Chonguitas: masculinidades de nias
[16]
puso te amo. Esa cartita lleg a las manos de mi mam.
Me acuerdo que me agarr y me dijo: te amo se le dice a
un novio, a un hombre del que ests enamorada, a un
varn! Esto queda feo entre nenas, se pueden decir te
quiero, pero si no, suena raro. Parecen tortilleras.
JAJAJAJA
Haca equitacin en el regimiento, y nos llevaban a campo
abierto a practicar. Una vuelta el milico nos dice, los
varones al galope, las nenas miran. Agarr las riendas y
sal al galope! Ni hablar que cuando volv me com el
sermn: los varones pueden galopar, eso no es para las
mujeres, Andrea, y yo feliz con mi galopada rebelde.
Me la pasaba en la bici, rollers, escalada a un rbol que
estaba cerca de casa, en una poca quise hacer ftbol, pero
no me dejaron. Haca bsquet. Haca lo que quera con
toda la libertad. As era esa parte de masculinidad en mi
infancia.
Creo que todo eso hoy me llev a estudiar Diseo de
Indumentaria, para poder romper con toda esa mierda,
vestirme como quiero, hacer y conseguir la ropa que me
gusta, con la que me siento a gusto (cosa casi imposible
por aquella poca en mi ciudad, donde me mandaba a
hacer los jean anchitos y de colores y despus aprend a
coser con el mismo fin).
Llegando a la adolescencia me di cuenta de esa diferencia
tan grande con las dems., sobre todo a la hora de ir al
boliche, vestirse y todo eso. Odiaba los escotes, los tacos,
las botas! Grrrr! Terrible! Pero bueno, por un tiempo fui
un poco ms femenina, lo cual dur bastante poco.
Aunque ya era ms grande y an as, segu
Chonguitas: masculinidades de nias
[17]
construyndome a mi manera y buscando mi propia
satisfaccin en ese mundo.
En fin, nia en patas, desprolija, rotosa, despeinada,
rabiosa, machona, gruona, bruja, bocasuelta y libre!
Biografa
Me llamo Andrea Achilli, me dicen la peke. Tengo 24 aos. Soy
lesbiana. Viv toda mi infancia y adolescencia en San Martn de
los Andes, Provincia de Neuqun, Argentina. pueblo-ciudad del
sur. Fui a un colegio catlico en la primaria, y me cambi a la
escuela tcnica Industrial en secundaria.
Vivo en La Plata desde mediados del 2008. Estudi Periodismo y
Comunicacin Social un par de aos y ahora retom Diseo de
Indumentaria, que es lo que ms me gusta. Milit en un frente
piquetero un ao (FPDS), introducindome al feminismo.
Actualmente, milito en Malas como las Araas, colectiva lsbica
feminista desde hace un ao. Lo que ms rescato es que no
importa a qu edad saliste del closet, ni en qu situacin, nunca
es tarde para ser libre! Viva el placer disidente!
Chonguitas: masculinidades de nias
[18]
Foto de estudio2
Evelyn Sotomayor
2 Los fotoestudios eran populares en Lima cuando yo era chica. Esta foto debe ser de finales de los setenta. Calculo que tendra unos cinco aos.
Chonguitas: masculinidades de nias
[19]
Me recuerdo claramente, emocionada en los pasillos de
juguetes para varones y cmo mi madre trataba de
conducirme hacia las muecas y los artculos para nias,
bajo toda mi resistencia. Recuerdo a la primera nia que
observaba con amor infantil. Recuerdo que mi abuelita
materna haca ropa y siempre recib vestiditos, falditas y
blusas de ella, ropa muy linda pero que no me haca feliz.
Hasta este da. Mi alegra era tan sincera, as quera
vestirme yo sin dudas!, esta chica vestida "de hombre" era
yo. Tanta felicidad los decidi a llevarme a un estudio
fotogrfico para retratar - sin saberlo - mi primer acto de
travestismo. Tengo casi cuarenta aos y todava me visto
como hombre. Eternas gracias a mi mam Juanita.
Biografa
Lesbiana peruana, todava en actividad pero evaluando la
jubilacin. Estudi ciencias sociales pero se gana la vida en
investigacin de mercados, de una manera decente pero
bastante impopular (es auditora). Vivi en Argentina e hizo una
fuerte campaa por el matrimonio igualitario desde su humilde
tribuna en Tucumn, se separ de su novia de aos y CFK
(Cristina Fernndez de Kirchner) sac la ley cuando ya no vivan
juntas. As que culpo a la presidenta directamente por mi estado
civil, ahora sera divorciada. Es feliz? a veces lo es, a veces no;
pero trabaja para serlo permanentemente.
Chonguitas: masculinidades de nias
[20]
La vida, es la vida, yo puedo hacer lo que quiera
Josefina Alba Posse
Chonguitas: masculinidades de nias
[21]
Lo primero que me acuerdo es que tipo a los 5 aos, me encerraba en el bao, agarraba la gomina de mi viejo, me tiraba el pelo corte carr para atrs, me miraba al espejo, agarraba el peine y con voz gruesa, cantaba. Me haca llamar Federico. En verano, como a los 7 aos, no me pona bombacha, ya que pensaba que como los varones no usaban nada abajo del short de la malla, yo tampoco la necesitaba, adems, me daba cuenta que era ms fcil as ir al bao y hacer pis parada. Esto lo haca todo el tiempo, hasta que me descubrieron y me dijeron que las nenas no podan hacer pis as! Eso era para los varones porque ellos podan ya que tenan pito. En la pileta, siempre andaba en cuero, en mi casa y en la de mi mejor amigo, pero muchas veces los nenes me cuestionaban y me decan que de grande no iba poder andar as, como ellos, pero a m no me importaba, para m era ms cmodo y pona de excusa que me secaba ms rpido con el sol. Ellos me decan te van a crecer, pero siempre dese que eso no pase. Tenamos un club arriba de un techo que se llamaba El club de los machos, y cada uno tena su chapita de gaseosa colgada del cuello. Yo era parte del club, y les hacamos maldades a las nenas, como a mi hermana, que queran entrar para rerse de nuestro club. Jugaba mucho a la pelota, me ofrecieron muchas veces jugar al ftbol femenino, pero a m me gustaba jugar con los varones, porque a las nenas las vea muy frgiles y tena miedo de darles una patada. Muchas veces tena la expresin de decir me rompiste las bolas, y me tiraba al suelo agarrndome no se qu! Tena un rbol al cual me suba siempre y cortaba maderas, jugaba a la lucha, ah arriba era mi castillo.
Chonguitas: masculinidades de nias
[22]
Esconda los soldaditos en las macetas de mi mam. A las barbies de mi hermana las pelaba y les pona alfileres en la cabeza y las colgaba de un placard. Le deca que eran feas y aburridas. En un cumple una vez, estaba arriba de un rbol, y una nena desconocida me pregunt si era nene o nena. Le dije nene, y sent mucha adrenalina al tener que mentirle, por miedo a que mi ta se d cuenta, me rete y despus se ran de m. Ms adelante como a los 11 aos estbamos en unas canchas de paddle con una amiguita y nos fuimos a un lugar lleno de maderas, y atrs de una planta le dije que me d un beso, y nos besamos por un largo rato. Tambin le pregunt si le gustaba algn chico, porque a m no me gustaba ninguno, ya que yo me senta un chico ms. Un tiempo despus, mi mam empez a decirme que tena que vestirme bien, prolija, con polleras y vestidos. Y desde chica me corran por toda la casa y me deca que me iba a quemar todos mis pantalones y camisas roosas, te tens que vestir como una mujercita. Yo me encerraba en la habitacin y senta mucha bronca. En mi primer maln, me acuerdo que me senta muy incmoda porque mi mam me hizo poner una pollera, entonces le dije a mi amiga que le diga al chico de la casa que me prestara un pantaln, que me quera cambiar. Siempre tuve amigos varones, e hice que me respetaran, no como mujer, si no como persona, ya que comparta todo con ellos, hasta que encontr a dos mejores amigas, que hoy tambin son lesbianas! Ya tena re asumido la palabra marimacho, y ni me afectaba.
Chonguitas: masculinidades de nias
[23]
Hoy pienso que haca todo eso porque desde chica supe que me gustaban las nenas y vea como nica salida hacerme pasar por un varn para poder hacerlo, hasta que de ms grande descubr que exista la palabra LESBIANA y poda estar con chicas sin dejar de ser mujer. Todo esto me ayud a liberarme, y vivir una infancia libre, haciendo todo lo que me gustaba, y rompiendo con ese vos no pods, porque sos mujer. Cerraba los ojos y pensaba: la vida es la vida, yo puedo hacer lo que quiera.
Biografa
Me llamo Josefina Alba Posse, nac y me cre en La Plata. Tengo 23 aos. Fui a una escuela facha catlica llamada San Blass. Despus me fui cambiando de escuelas. Estudio msica, toco la batera y me gustara estudiar biologa. Soy 100% lesbiana!
Chonguitas: masculinidades de nias
[24]
Masculina femenina, siempre
Nines Campo Esteban
Chonguitas: masculinidades de nias
[25]
Chonguita? dulce trmino, en mis tiempos slo ramos
marimachos, por supuesto, tortilleras y un largo etc., de
estupideces.
Chonguito? si, puede, tengo un aspecto masculino,
porque parece que si eres libre e independiente, si tienes
valor y coraje, has de ser chonguito, marimacho, es igual,
son denominaciones sin inters, al menos para m, ya me
cansaron tanto...
S lo que soy y lo que quiero, quien no lo sepa, ahhhh, es
su problema, es ms, me encanta que me miren, quizs
aun tengo algo un poco andrgino, eso aun me gusta ms.
Chongo, me gusta, soy una mujer chongo, no s por qu,
pero nos nombran las otras personas, yo, cuando me
nombro, slo soy yo.
Nac en 1957, ya dos siglos, jajaja, bueno, siempre sent
que mis amores eran mujeres, claro, con Franco3 era
jodido, pero en realidad, en aquel momento no pensaba
tanto en eso, slo pensaba en mi condicin de
anarcosindicalista, fui de la CNT4. Tambin fui muy rara en
cuanto a mi edad y mi cultura, lea lo que poca gente lea, y
aprend mucho, no me gustaba estudiar pero s leer, todo
me le.
Siempre supe que amaba a las mujeres, pero no a todas,
slo a aquellas que me rompan el alma, aun sigue
pasndome, tambin aprend que para m escribir, mis
pequeos poemas, es lo que me salva, porque ahora vivo
en Argentina y no me encuentro, y bueno escribo una y
3 Francisco Franco fue un dictador militar espaol. 4 Confederacin Nacional de Trabajadores (sindicato anarquista).
Chonguitas: masculinidades de nias
[26]
otra vez, y me siento menos sola, creo que soy rara, o no,
es que quizs quiera encontrar aqu, lo que tena en mi
pas y eso es imposible.
Nunca he tenido problemas con mi condicin sexual o mis
gustos. Tengo demasiado carcter como para soportar
cualquier cosa que no sea la que corresponde, no s qu es
ser queer, creo se dice as, por mi edad ya ando algo lejos
de eso, pero filosficamente, como que me apunto a
cualquier cosa que rompa los estpidos esquemas que nos
imponen.
Biografa
Vivo en Neuqun, pero con la intencin siempre de recorrer este
pas. Me jubil en Espaa por problemas de salud, y bueno
porque quera venir aqu y pude hacerlo, vine por una pareja,
pero ya fue, ahora tengo otra pareja. Actualmente escribo en mi
blog:http://laspalabrassinhuellas.blogspot.com.ar
Aqu slo me dedico a escribir y a hacer mi programa de radio
por internet, donde sobre todo, aparte de msica, pues hablo de
poltica, de injusticias homfobas o de cualquier cosa que me
parezca injusta, o sea, tengo mucho de qu hablar.
Chonguitas: masculinidades de nias
[27]
Mi jeep policial
Erika Ugarte Aguila
Chonguitas: masculinidades de nias
[28]
Soy Erika, tengo 36 aos, nac en el Puerto de San Antonio,
Chile. La ciudad donde crec, estuvo siempre llena de
prejuicios, temas escondidos y "pelambres", esa fue una
de las razones por las que emigr al Puerto de Valparaso
primero y actualmente vivo en Santiago. Mi infancia fue
muy feliz, rodeada de familia y mucho cerro. Mi madre fue
una mujer fuerte, de carcter y fsicamente, de contextura
gruesa, muy deportista en su juventud, un da me confes
que cuando era pequea, se suba a los rboles, era brusca
en sus juegos y jugaba slo con nios, por eso la llamaban
Mara tres cocos. Cmo iba a ser yo distinta a ella?,
jugaba con hombres y con mujeres, pero siempre brusco,
era la primera en ser elegida para pertenecer a los
equipos y la ms ruda entre mis amigos. Nunca me
cuestion el hecho de jugar distinto o de vestir distinto,
todo me gustaba y era cmodo para m. Adems lo que
ms importaba entre los amigos, era que fueras groso en
todos los juegos y no si eras nia o nio, slo que fueras la
mejor. Me atrevo a decir que cuando fui pequea, ni
siquiera me importaba el gnero de los adultos y tampoco
recuerdo en mi infancia alguna pregunta de mi parte que
tuviese que ver con hacer la distincin, entre hombre y
mujer. Siempre me vest con buzos y zapatillas, era la
ropa de juego para el da o las ropas del "trajn" como lo
llamaba mi madre, llevaba el pelo corto, porque odiaba
peinarme. Varias veces puse a mi padre en un gran dilema
con el regalo de navidad o cumpleaos, ya que siempre
estaba pidiendo autos, pistas de carrera o juegos de
herramientas, mis gustos eran distintos, me explicaban
que esos juguetes eran para nios, razonamiento que yo
no entenda, ya que eran mucho ms divertidos que las
muecas. Una navidad recib de regalo, un jeep policial,
recuerdo haber jugado hasta muy tarde con l, bueno,
Chonguitas: masculinidades de nias
[29]
hasta que se agotaron las bateras. Al da siguiente
visitbamos a mi abuela para mostrar los regalos, y recibir
los que ella tena para nosotras, rememorando, hubo
miradas extraas de mis abuelos hacia mis padres, parece
que no era tan normal que me gustaran este tipo de
juguetes. A medida que fui creciendo, pens que me
gustara e interesara en las cosas que les gustan a las
nias, pero esa poca nunca lleg, me segua interesando
por lo tradicionalmente masculino. En mi adolescencia,
tena la misma apariencia, y mis gustos, no cambiaban,
entend que no era lo normal, por lo que decid, para
pasar piola, participar con mis compaeras de colegio en
actividades que no me interesaban, como maquillaje,
accesorios, esquelas, etc. y adems, coincidir con ellas, en
que me gustaba el mismo chico que a todas, as no
alterara el orden establecido y nadie me preguntara
sobre lo que realmente me interesaba. Sin embargo, una
inquietud creci dentro de m, saba que era distinta, y no
quera ser distinta a las dems. A pesar de tomar todas
estas precauciones pblicamente, llegaba a mi casa y me
senta como un chico otra vez, mis modales, formas y
maneras, me senta como el "hombre" de la casa
por as decirlo, cuando mi padre no estaba, yo me atribua
la responsabilidad de cuidar a las mujeres. Mi
adolescencia fue una complicacin, trataba de entender
mis sentimientos, sin embargo, saba que no deba
evidenciarlos. Recuerdo que una compaera de curso, me
generaba ms que simplemente cario, pensaba en ella
muy a menudo, y escriba sobre ella, nos juntbamos a
conversar y a bailar, me encantaba estar con ella. Ocult
mis pensamientos y sentimientos hacia ella y me contena
de sentir cosas, que no era normal sentir. No s cmo
lleg a m, ni cmo escuch sobre el tema, pero hubo una
Chonguitas: masculinidades de nias
[30]
palabra cuyo significado me hizo mucho sentido...
lesbiana, en ese momento, el lenguaje abri una puerta a
mis sentimientos, pensamientos, carios, todo. Fue ah
cuando decid que al salir del colegio, iba a emigrar a otra
ciudad, a un lugar donde nadie me conociera, para vivir lo
que verdaderamente senta, saba que no estara sola, que
haba otras como yo. Me fui a estudiar a Valparaso, y
comenz mi verdadera vida, mi vida no-heterosexual.
Biografa
Vive en Santiago de Chile y tiene 36 aos.
Chonguitas: masculinidades de nias
[31]
Marimacha
Ali Toscano
Chonguitas: masculinidades de nias
[32]
Desde que tena edad de muy pequea, no hice jardn de
infantes, que mis juegos siempre fueron de varones.
En los aos 1970, yo tena entre los 10 y 14 aos, mis
juegos y juguetes siempre fueron de varones. Autitos,
soldados, ladrillos rasti, etc, todo era as, armar rutas,
calles y hacer andar a los autos o armar fuertes con los
ladrillitos para jugar a la guerra con los soldaditos.
Me cri jugando carreras de bicicletas y ftbol con los
varones, me buscaban para formar parte de su equipo. Era
uno ms de ellos. Cuando iba a visitar a mi abuela, los
chicos del barrio como no me conocan, me confundan
con un varn, pelo corto, siempre de pantaln, remera y
zapatillas y me decan: che pibe! quers jugar al futbol?
Me diverta, jugaba y despus me iba.
Otro juego era imitar a Meteoro y su Max 5. Tambin al
Zorro, me haca la capa y el antifaz con trapos negros y la
espada con maderas y clavos, la bicicleta haca de caballo.
Inventaba historias, donde yo era protagonista de una
historia con chicas.
A los 13 aos me enamor de Marilina Ross, ella cantaba y
era actriz en una novela muy famosa. Yo me perda en la
pantalla, junt plata para correr a comprar su disco.
Tambin fui atleta, corra en 100 metros y salto en largo.
Cuando fui a competir a los intercolegiales donde cumpl
los quince, conoc a una chica, a quien por primera vez
escrib un poema y se lo regal.
Chonguitas: masculinidades de nias
[33]
Biografa
Marimacha es: Ali Toscano. Nac en Azul, provincia de Buenos
Aires. Soy lder y creadora del Movimiento Lsbico
Emprendedor de Neuqun.
Chonguitas: masculinidades de nias
[34]
Ftbol, pias y barro
Yessica Cabrera
Chonguitas: masculinidades de nias
[35]
Para empezar, mi infancia siempre fue bastante
masculina, ms all de los intentos de mi mam,
ponindome vestidos, moos y cuellos enormes y siempre
rosas! (hoy en da odio el color rosa).
Crec rodeada de varones (mis primos, mis vecinos y mis
amigos del barrio, contaba tan slo con una amiga mujer).
Mi infancia transcurri entre ftbol y pias, adems del
tradicional barro.
Cuando tena tan slo un ao ya comenc con mi
masculinidad a flor de piel, me entretena tirando piedras
a la calle. A los dos aos me escapaba de mi casa, de una
forma muy particular, para ir a jugar con los vecinos,
trepaba un alambrado de aprox. 1,50 m que en su final
tena 3 alambres de pas, de los que la mitad de las veces
me quedaba colgada o enganchada de las ropas, hasta que
mi mam se daba cuenta que yo ya no estaba y sala a
buscarme.
A los 5 aos, trepar rboles era moneda corriente en mi
vida, cuando me enojaba, cuando me esconda y cuando
nadie me vea, me trepaba y me pasaba horas arriba.
Las muecas no eran un entretenimiento para m, hoy
en da guardo varias de ellas en sus cajas originales.
Mis piernitas de nena, eran la vergenza de mi mam, ya
que cada vez que quera ponerme un vestido corto las
tena lastimadas, moretoneadas, cortadas... por lo que
decida siempre ponerme cancanes, que obviamente
servan para una sola vez, ya que los terminaba
rompiendo en alguna cada o algn enganchn.
Chonguitas: masculinidades de nias
[36]
Mi "salvajismo" como le dicen mis amigas de hoy, fue
siempre parte de mi vida, a los 13 aos comenc a jugar al
bsquet, con un grupo de compaeras, con las cuales
participamos de los Torneos Juveniles Bonaerenses.
Despus hice dos aos de ftbol femenino, entrenaba a
escondidas de mi mam, ya que ella jams lo permitira,
pero mi carrera de "crack" se frustr cuando me romp la
rodilla izquierda en un entrenamiento y mi entrenador
tuvo que mentirle a mi mam para que ella no me retara
(le dijo que haba sido jugando bsquet, que aunque a ella
tampoco le agradaba mucho era mejor que romperse una
rodilla jugando al ftbol Y sin su Autorizacin!).
Obviamente mi entrenador no me quiso ms en la prctica
y all termin todo.
En mi ciudad, se realizaban competencias anuales entre
escuelas secundarias a los que se llaman "Intercolegiales",
en esas competencias mi fuerte era siempre el ftbol, el
bsquet, el softbol (bateando y lanzando la pelota), y
adems el lanzamiento de pelota de softbol que era
la versin femenina del lanzamiento de bala. Era la bruta,
la macho del grupo de mujeres.
Pero a los 18 aos me vine a estudiar a Tandil, a la
facultad, y me alej por completo de las actividades
deportivas que haca en Rauch, mi ciudad natal. Me cost
mucho adaptarme a los formalismos de la ciudad, a las
"seoritas educadas y civilizadas" que encontr como
amigas y que han dado por llamarme la "salvajita" al
principio, y han sido parte de mi "civilizacin", "en Tandil,
me sacaron la pluma de la cabeza" segn amigos de Rauch.
Hoy tengo 22 aos, estoy en 5to ao de la Licenciatura en
Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas de
Chonguitas: masculinidades de nias
[37]
Tandil, y a lo largo de estos ltimos aos me he acercado
hacia la corriente del feminismo, de hecho en este
momento me encuentro realizando un seminario de
"Violencia Contra las Mujeres", y la verdad que
cada da me interesa ms el tema de la niez, de
la formacin de roles desde la educacin en casa. Celebro
la idea de proponer una infancia libre, sin las leyes
patriarcales, sin juguetes sexistas. Sin princesas tontas y
sumisas y sin Prncipes valientes y luchadores!
Biografa
Tengo 22 aos. Soy de Rauch, Provincia de Buenos Aires
(Argentina). Estudio la Licenciatura en Trabajo Social en la
Facultad de Ciencias Humanas de Tandil. No tengo ms fotos,
debido a que por esos aos, no era comn tener una cmara en
casa, y adems tampoco creo que la situacin econmica de mi
familia lo hubiese permitido. Soy heterosexual.
Chonguitas: masculinidades de nias
[38]
Liniers
Pao Lin / Lin Bao
Chonguitas: masculinidades de nias
[39]
Ahora ya no recuerdo cul fiesta patria se celebraba
cuando nuestro grado (sexto? quizs sptimo... apenas
terminada la Dictadura) fuera convocado para preparar la
obra de teatro que rememorara aquella desapercibida
efemride en un acto escolar de una escuela pblica
portea, cerca de Pampa y la va.
Pero s recuerdo que nuestra obra tendra patriotas,
damas de Buenos Aires, mulatas vendedoras de
mazamorra, y la presentacin estelar de Don Santiago de
Liniers!
El papel de Liniers era -para m- el ms interesante, tena
largos parlamentos, sacaba a patadas a los ingleses,
reconquistaba Buenos Aires y era nombrado Virrey en
reemplazo del fugado Sobremonte.
Quizs por sus largos parlamentos, ningn compaero del
curso quera hacer de Liniers (Sobremonte ya estaba
cubierto, porque era fcil... se fugaba al comienzo del
primer acto). As que me "postul" y ofrec representar el
papel del buen Santiago.
"Nooooooooooo" tron mi maestra, "ese es un personaje
para un varn". "Pero, si yo puedo hacerlo...". Fue en vano
mi protesta. Slo los 'verdaderos varones' podan hacer de
Padres de la Patria.
Igual, no me resign. Fui a casa, prepar mi mejor pilcha
de comandante francs, aprend rpidamente las lneas de
Liniers, y me present al ensayo lista para reclamar mi
papel. Si Sarah Bernardt haba hecho de Hamlet, casi 100
aos atrs, yo poda hacer de Liniers, que requera mucho
menos estudio...
Chonguitas: masculinidades de nias
[40]
Ante la insistencia y fuerza del deseo puesto en
representar ese papel, y la resistencia de los dems
varones a disputar el honor, las maestras tuvieron que
ceder. Yo era la nica que saba la letra. Mi Liniers fue el
ms chongo de esas Invasiones Inglesas. Poco me
importaba en ese entonces que mi hroe hubiera sido
fusilado poco tiempo despus, por algn otro to de la
Patria.
En ese entonces, mi amor por el teatro y los vestidos de
pirata recin comenzaba (y an contina). Mi disgusto por
el empapelado rosa, los tacos y las muecas ya llevaba
muchos aos, y no ha cedido.
Viendo esa foto hoy me enorgullezco de haber respetado
mi deseo y hacerlo respetar, y si me d la gana, jactarme
de haber representado al Liniers ms marica de todos los
tiempos (al menos en ese Distrito Escolar).
Fue una suerte haber insistido para que me tomen esa
foto en la vspera. Pienso que esa noche dorm vestid.
Chonguitas: masculinidades de nias
[41]
Biografa
Nacid en Democracia en Buenos Aires. Artista, docente,
orientalista, activista, apstata, ex-profe en universidad fascista,
especialista en educacin sexual, madre-padre solter,
cooperativista, chin autopercibid, megapsicoanalizad,
psicopatead, enamorad, trabajador precarizad, jef de hogar,
monotributista, vndal, exhibicionista, usuari de los sistemas
pblicos de educacin, salud y transporte, y de los sistemas
libres (operativos y romnticos), laicista, antimachista,
tortransfeminista, chamuyer polglota, omnvor, voyeur y put!
paolaraffetta.com.ar/
Chonguitas: masculinidades de nias
[42]
Mam y mam
Claudia Barrientos
Chonguitas: masculinidades de nias
[43]
En el jardn empec a mirar a mis compaeritas. Los
juegos tpicos que jugaban las nenas de enfermera y de la
mam, no me gustaban mucho, yo quera jugar en vez de a
la mam-pap, a la mam-mam. Tambin jugaba a la
pelota con mis compaeritos. En 6 grado cambi mi
forma de vestir, empec a usar la gorrita con la visera para
atrs. As iba a la escuela. Usaba ropa de hombre, remera
de hombre, jogging de hombre. Estuve as hasta que entr
a primer ao del secundario. En la primaria era la nica
mujer en el equipo de softball y siempre estaba en las
competencias.
Cuando entr a primer ao del secundario, en una escuela
tcnica que estaba llena de varones, usaba tambin la
gorra al revs. Empec a sentir el rechazo de los hombres:
machona, me decan. Me cambiaban el nombre y me
llamaban Claudio. Me pona muy mal. Ah estaba en el
equipo femenino de ftbol de la escuela y la profesora de
educacin fsica me invit al equipo provincial de bsquet,
pero mis viejos no me dejaron.
En ese momento era una torta re-reprimida. Me transaba
varones pero era slo por tapar. Hice dos aos en esa
tcnica, luego abandon porque me fue mal. Entonces
entr a la nocturna. Ah fue un cambio importante que
tuve, me empec a vestir tanto masculina como femenina,
depende de la ocasin. En ese momento me abr a contarle
a una amiga y termin de afrontar el rechazo, porque a las
personas que les cont que era lesbiana se alejaron.
Chonguitas: masculinidades de nias
[44]
Biografa
Tengo 27 aos. Trabajo de empleada y estudio para personal
training. Nac en Chile pero me cri en Neuqun, donde vivo
actualmente. Participo en el grupo Movimiento Lsbico
Emprendedor.
Chonguitas: masculinidades de nias
[45]
Chalito
Noem Tapia
Chonguitas: masculinidades de nias
[46]
En mi familia me decan el querubn o el chiquitn.
Nunca fui la nena en mi casa. Mis viejos eran hijos de
personas de campo, muy rsticos, pero no por ello tenan
esa visin. Ellos saban que el querubn iba a seguir
siendo el querubn. Mi viejo me afeitaba, yo me sentaba
al lado en un banquito y l con la brocha me pona la
crema y yo me la sacaba con una maquinita de afeitar de
juguete. Mi mam nunca me compr una mueca. Ella
saba que yo no era de muecas. Yo ya saba que me
gustaban las muequitas de carne y hueso.
En mi casa no tenamos televisor, pura imaginacin lo mo.
S escuchbamos todos juntos el radioteatro y mi mam, a
pesar de tener slo segundo grado, nos lea todas las
noches. Hice la primaria en la escuela 125. Nunca jugaba
con las nenas a la soga, me iba con los varones a jugar con
las bolitas, las figuritas y al ftbol. Tena muchos
amiguitos varones, no haba muchas nenas en el barrio y
tambin porque me gustaba estar con ellos. Tena una
bolsa de papas llena de autitos y otros juguetes por el
estilo. A los autitos de plstico les haca un agujero abajo
para ponerle piedras, as tenan peso y no volcaban
cuando los largaba. Con mis amigos salamos a tirarnos en
karting, que eran tablitas de madera con 4 rulemanes, y
los manejbamos con los pies.
Siempre tuve algo especial en mi vida que fui aceptada.
Odiaba los cancanes y nunca me pudieron poner polleras.
Haca un escandalete terrible, una lloradera. Si lograban
ponrmela, yo iba y me la sacaba, y vuelta a querer
ponrmela. Mi mam se cansaba de escucharme llorar. Yo
quiero mis pantalones! gritaba. Mi viejo era ayudante de
albail, y a veces se vesta tipo gaucho, con un cuchillo
atravesado en la cintura, yo lo vea y me atravesaba un
Chonguitas: masculinidades de nias
[47]
cuchillito chiquitito tambin. Yo lo observaba a mi pap y
haca lo que l haca.
A m me decan el loco Gatti, porque nosotros copbamos
la plaza Roca, en plena dictadura militar que no te dejaban
pisar el csped, y nos metamos a jugar a la pelota. Y nos
pelebamos con el placero, que le faltaba una pierna y nos
burlbamos de l. Tambin competamos para ver quin
se hamacaba ms alto y saltaba ms lejos. Empec a crecer
y cuando iba a la primaria con mi hermana mayor, ella
recurra a m para que la defendiera y agarrara a
trompadas al chico que la molestaba.
Mis amiguitos me decan Chalito, que es un apodo
chileno que se usa en los hombres. La historia del apodo
me la cont mi mam. Una chica que trabajaba en la
misma casa que ella, me vi y no s qu pens que tena
entre las piernas y dijo: ste es un chalito.
Biografa
Tengo 42 aos. Vivo en Neuqun. Trabajo cuidando a una abuela
y en una empresa privada. Formo parte del Movimiento Lsbico
Emprendedor. Me encanta escuchar msica y compartir el poco
tiempo libre que tengo con mis amigas.
Chonguitas: masculinidades de nias
[48]
La guerra contra las polleras
Marcela Torres
Chonguitas: masculinidades de nias
[49]
Si algo recuerdo de mi infancia, es mi
decidida confrontacin al uso de la pollera, yo saba que
esa ropa no era para m y siempre luch para que me
dejaran usar pantalones.
Yo viva en La Tablada, provincia de Buenos Aires, me cri
con mis abuelos, empec primer grado en el ao 1974 y
me anotaron en un colegio parroquial. El uniforme que
nos hacan usar, inclua una horrorosa pollera, que odiaba
con todo mi corazn, porque la maestra viva retndome
para que me comporte como una seorita,
yo quera sentarme cmoda, correr, jugar con mis
compaeras y con esa ropa era imposible.
Las frases eran repetitivas, "sintese como una seorita",
"No sea varonera", "Se le ve la bombacha",
me senta coartada al hacer lo que senta, a moverme
como yo quera y eso hizo que deteste para siempre las
polleras.
Al llegar a mi casa, me pona inmediatamente shorts,
bermudas o pantalones y esa era mi felicidad... jugar en
el jardn juntando lombrices o buscando piedras redondas
para jugar a la payana. Si me dejaban salir a la
calle, jugbamos al rango, a la escondida o a la mancha con
mis hermanas. Me gustaba acompaar a mi abuelo
los sbados cuando arreglaba su auto y me encantaba que
me pidiera que le alcance una llave y quedarme con las
manos engrasadas. Me decepcion mucho con l cuando le
dijo a mi abuela que me ensee cosas de mujeres y ella
intent en vano durante meses que aprenda a tejer con
dos agujas. Me imaginaba que de grande iba a ser un
soldado y usaba la escuadra grande de madera que
utilizaba mi abuela para confeccionarnos ropa y lo
Chonguitas: masculinidades de nias
[50]
converta en mi rifle, me arrastraba por el comedor entre
las sillas imaginando que haca una emboscada. Las agujas
de tejer se convirtieron en espadas, nunca me gust jugar
con muecas y las pocas que me regalaron se llenaron de
tierra en un estante.
A los ocho aos, mi abuela me ayud a tomar clases de
guitarra y eso me ayud a componer canciones
expresando lo que senta, por supuesto que utilizando
recursos metafricos, ya que por 1978 cuando empec a
cantar, las familias tenan vergenza de tener una
"chorima" en la familia. Los adultos me ensearon a
mentir para sobrevivir, a otras nenas las castigaban con
un cinto para quitarle lo "machona", mi abuela me pona
alguna ropa rosada para que no parezca un "varoncito" y
me torturaba con algn vestido en las fiestas, pero
siempre pasaba lo mismo, apenas se descuidaban
me pona otra vez la bermudas para salir corriendo a
jugar y sentirme feliz!!
Biografa
Me llamo Marcela V. Torres. Nac en Buenos Aires y actualmente
vivo en Neuqun capital. Soy activista lesbiana co-fundadora del
Movimiento Lsbico Emprendedor de Neuqun. Tcnico dental,
asistente dental, cantante y compositora. Trabajo en
una clnica dental como asistente en ciruga.
Chonguitas: masculinidades de nias
[51]
Y L por dnde anda?
Laura Kussrow Quereilhac
Chonguitas: masculinidades de nias
[52]
Era la pregunta obligada cuando no me vean por ningn
lado.
.- Debe estar arriba de algn rbol o con los chicos jugando
al ftbol. Responda mi madre, resignada, segura de este
hecho, sin necesidad de asomarse a la calle a verificar lo
dicho. Y s, ah estaba trepada o corriendo y pateando
una pelota con los chicos del barrio, mis grandes amigos.
No faltaba alguien que emitiera su juicio sobre mi forma
de actuar, dicindome que pareca una machona, y que
eso no era propio del comportamiento de una seorita,
con consejos sobre con quin deba juntarme y de lo que
no deba hacer: .-Por qu no jugs con las nias?.
Imagino ahora que mi franca respuesta: me aburren
mucho, no la paso bien con ellas, deba de sorprender a
ms de uno. Era verdad lo haba intentado y qu de
boberas que hacan, que me senta obligada a hacer: jugar
a la peluquera, a la maestra, a la mam, a la ronda
cmo me aburra! ms cuando escuchaba a los otros
gritando en la calle, rindose a los gritos.
Estos intentos por fraternizar con las nias del barrio
acabaron el da que ellas iniciaron una investigacin sobre
lo que tenamos abajo, y me propusieron que me quitara
la bombacha a lo que me negu rotundamente, saliendo
con prisa de la casa donde estaba para nunca ms volver.
Despus mi mam preguntando: .- Ya no vas ms a la
casa de las chicas?, No mam. .- Por? Por nada
mam. Un da, cansada de la misma respuesta, no
pregunt ms.
Pero s tena mi mejor amiga, mi compaera adems, de
los ltimos tres aos de la escuela primaria, ella -la nica-
Chonguitas: masculinidades de nias
[53]
era distinta a las otras nias que haba conocido:
hablbamos el mismo idioma, nos gustaban las mismas
cosas, salamos juntas en bicicleta por nuestros barrios:
Florida y Olivos, nos trepbamos a los rboles a robar
frutas a los vecinos, o flores en los jardines, recorramos
la cuadra de su casa por las azoteas colindantes, o nos
metamos en las casas abandonadas, y no dudbamos en
arrojarnos desde lo alto a una montaa de arena en una
casa en construccin. Por las noches practicbamos
guitarra en el techo de su casa, lejos de todos, en nuestro
mundo.
Pero ni mi madre, ni su madre vean con gusto esta
amistad; las razones slo son conjeturas. Despus en
distintas secundarias, separadas, con el tiempo ocupado y
mayores responsabilidades, fue difcil encontrarnos,
juntarnos; y la presin de nuestras madres se mostr con
fuerza: un mal entendido, el temor al rechazo y la
vergenza por no haber hablado a tiempo, hizo que nos
distanciramos y nunca ms supiramos una de la otra.
Mis amigos del barrio volvieron a ser el centro de una
adolescencia que tard en abandonar, segu corriendo y
pateando la pelota, ratendome de las clases para
encontrarme con ellos slo para jugar. Mi mundo se
desmoron el da que uno de ellos, mi mejor amigo
entonces, me deca que se casaba porque haba
embarazado a su novia. Despus ya nada fue igual, los
preparativos, la presencia de una novia ni siquiera
imaginada en su casa, y finalmente el casamiento. Ese da
termin mi adolescencia.
Por un tiempo si se daba la ocasin de cuando en cuando,
jugaba al ftbol. Me fui del barrio y nunca ms lo volv a
Chonguitas: masculinidades de nias
[54]
hacer. Eso s! hasta hace unos aos segua trepndome a
los rboles
Biografa
Orfebre y Joyera artesanal. Interesada en la Promocin y
Difusin Cultural de la Artesana tanto de Mxico como de
Argentina. Vivi su infancia y adolescencia en Olivos, pcia. de
Buenos Aires, disfrutando sus calles. Por trabajo y estudio se
mud a la Capital Federal, donde despus de 10 aos en el
estado, descubri la artesana y -aunque le tom tiempo- varios
aos se mud a los Valles Calchaques, en Salta. All madur en
cuanto a creatividad artesanal; crisis personal sumada a la crisis
del pas, la decidieron a buscar otros horizontes. Hoy con 10
aos en Jalisco, Mxico, encontr nuevos caminos: realiz
seminarios, particip de Foros y Congresos relacionados a la
Gestin/polticas culturales y al Patrimonio Artesanal. Adems
de seguir creando artesanas se ha dedicado a la organizacin de
exposiciones artesanales: Platera Argentina en Mxico, y
actualmente: Artesanas del estado de Jalisco en Buenos Aires y
Salta. [email protected]
Chonguitas: masculinidades de nias
[55]
No se trepa a los rboles con vestido
Veru Ich
Chonguitas: masculinidades de nias
[56]
queran que fuese nia /a su padre le gustaban las nias
con pelo corto/ como a l le gustaban, a su madre
tambin/naci sin pelo, no hubo necesidad de pelarle/ no
le pusieron aritos de beb/ todas las nenas tenan aritos y
el pelo largo/ el primer da de escuela llevaba un
portafolios rojo y el pelo muy corto y la pusieron en la fila
de los nios/ las seoras le decan a su abuela qu lindo
nene/ tambin decan que tena ojos muy lindos y muy
tristes/ se pona para jugar en casa los vestidos de su
madre/ pero ella slo tena uno y para momentos
especiales/ si llevs vestidos estars ms incmoda para
jugar le deca su madre/los nios no se fijaban en ella/
sus modos eran muy femeninos/su aspecto no/ siempre
usaba jeans y camisetas y protectores de cuero en las
rodillas/ jug un da al ftbol y gan/ estudi
ballet/aprendi a portarse bien en la mesa gracias a su
abuela/ a los 11 aos se cans de obedecer ciertas cosas y
sac toda su femineidad afuera /empez a llevarse mal
con su padre/ a los 15 se rap la cabeza y se pona
pantalones de chico/tampoco se llevaba bien con su
padre/tuvo novios guapos que nunca le gustaron a su
padre/cuando su padre muri se dej crecer el pelo hasta
la cintura/ nunca se hizo los agujeros en las orejas/
Biografa
veru/mar del plata/ fotgrafa/ espaa.
http://veruiche.eu/
Chonguitas: masculinidades de nias
[57]
Manuelita viva en Pehuaj, pero un
da se march
Luca Forneri
Chonguitas: masculinidades de nias
[58]
El jardn de infantes, era un lugar raro
No entenda muy bien lo que pasaba all. En esa poca, en
los `60, en mi familia de clase media universitaria, las
cosas te sucedan de repente, casi sin mediar palabras: a
los 4 aos me encontr yendo de la casa al Jardn de
Infantes. Del patio y la terraza que eran los ms grandes
del mundo (ya que incluan el espacio areo, las cornisas y
los techos vecinos que recorra con placer y vrtigo), a una
casa ms pequea y con otra dinmica .
Mis piernas, me decan no parecan de una nena, porque
coleccionaba moretones de todos los colores, que iban
mutando a medida que mejoraban, y aparecan otros
nuevos, para seguir tatuando mis piernas con pinceladas a
puros golpes, de subir, bajar y trepar.
As llegu a ese lugar llamado Jardn de Infantes, del que
recuerdo especialmente, un patio de pisos de baldosas en
damero blanco y negro, como un gran tablero sobre el cual
jugbamos nixs de edades diferentes, con bastante
libertad.
A determinada hora y dado mi bajo peso , en una poca en
la cual ser rellenita era indicador de salud, la maestra
preparaba y me daba a sorbitos un mejunje amarillo
bastante fuerte, dulce y consistente, lo que aos despus
me enter que se llamaba Sabayn: yemas batidas con
azcar y oporto El Abuelo. Y no era que noms me lo
daban en el jardn (se imaginan hoy en da el escndalo
que causara convidar semejante coctel alcohlico a lxs
educandxs?), en casa mi abuela tambin lo haca, porque
se supona que me aportaba fuerza y vigor, que era bien
nutritivo. Yo lo tomaba en la conviccin de que podra
Chonguitas: masculinidades de nias
[59]
trepar cada vez ms alto a los rboles, tener mayor
equilibrio en las cornisas que recorra, y ganar las carreras
de bicicleta con los varones del barrio.
No s si me nutri o no le fui encontrando el gustito!
Todas las actividades y juegos eran al son de las canciones
de Mara Elena Walsh. All no se escuchaba ninguna otra
msica: Yo me las sabia todas!
Los actos y festejos, eran la representacin teatral de sus
canciones. As fue como, desde mi timidez, interpret a la
reina Batata, a la luna que se iba a baar, a un juguete del
bazar que visitaba Osias Hasta que lleg el gran da: El
gran papel, el mejor de todos!!!
Manuelita, la tortuga. Vestuario en papel crepe, y hasta
iba a tener caparazn!
En mi imaginario, en mi fantasa, Manuelita haca lo que
quera y eso era irse de viaje. Lejos, sola, a vivir una
aventura. Al contenido de la cancin, no le prest
demasiada atencin (lo del tratamiento de belleza, y las
arrugas lo supe despus). Y menos an estaba enterada
que haba un tortugo que la esperaba en Pehuaj, con el
que tuve que improvisar una caminata, al final de la
actuacin.
Cundo me enter de semejante aberracin, de tal
coaccin de su libertad de viajar?
Ese da, el gran da de la actuacin en el momento
preciso en que me aprestaba a sacarme una foto, minutos
antes de salir a escena (al patio del jardn, bah) me gritan:
Esper, que te sacamos con Narciso! (el tortugo en
Chonguitas: masculinidades de nias
[60]
cuestin, que la hace volver a buscarlo, que la espera en
Pehuaj), que encima de hacerme volver de viaje, me
cagaba la gran foto de sper estrella de la actuacin!
Pero me vengu! As aparezco en todas las fotos en que
estoy con l enojadsima, por semejante actitud machista
infantil. En esa caminata medio coreografiada, le di un
empujn, y casi se cay. La nena tan dcil y buenita, se
rebel, en un instante.
Y sigui rebelndose: en las calles del barrio, en las
situaciones injustas de la infancia, por el motivo que fuera,
sala en defensa de quien lo necesitara; ya sea para frenar
una pelea, o pelearme si era necesario.
Hace tiempo que uno de mis helados favoritos es el de
sabayn.
Sigo trepndome a los rboles que puedo, aunque a veces
se me complica un poco.
Hace unos cuantos aos que empec a cantar con caja, de
la mano de Leda Valladares, y a M. Elena Walsh la escucho
cada tanto en las canciones que cantaban juntas. As supe
de la pasin de Leda por la vida, por la msica, por la
preocupacin por la memoria de los cantos ancestrales
(cruel paradoja de la vida haberla perdido a ella por el
alzhimer), de sus cuentos y el contenido poltico de sus
obras.
Mantengo una actitud rebelde, slo que un poco ms
sosegada que entonces.
Y hace rato que no hay tortugo posible que me haga volver
de ningn lugar, si no quiero hacerlo.
Chonguitas: masculinidades de nias
[61]
Biografa
Nac en C.A.B.A (Ciudad Autnoma de Buenos Aires), el 14 de octubre de 1962 en una familia de clase media universitaria.
Mi infancia transcurri en una gran casa chorizo, en un barrio al que algunxs llamaban Chacharita y otrxs, Villa Crespo. Soy la mayor de dos hermanas. Mis abuelxs vivan con nosotrxs. Me mandaron al jardn de infantes, en esa poca haba unos pocos. Primaria y secundaria las padec en escuela catlica de Colegiales.
Al egresar, aos de terapia mediante, y algn novio ateo, pude ir tomando conciencia de aquello que viva como irreal, poderoso e hipcrita, pero no era escuchada en mis reclamos de cambio de establecimiento educativo.
Curs el profesorado de nivel inicial, y al ao de recibirme tuve a mi nica hija. Soy educadora popular de Pauelos en rebelda, y desde la militancia en Gneros, los vnculos y saberes que fui acuando, fui zafando de la Heteronormatividad obligatoria.
Conclusin: Soy la maestra zurdita, feminista, lesbiana del jardn estatal en el que trabajo, desde hace 20 aos. Actualmente curso el Posttulo en Educacin Sexual Integral.
Chonguitas: masculinidades de nias
[62]
Abrir la puerta para ir a jugar
fabi tron
Chonguitas: masculinidades de nias
[63]
Jugar a las bolitas, al ftbol, al metegol, a los cowboys, jugar
con los autitos, coleccionarlos
Treparse a los rboles, a los techos y a cuanta cosa sirviera
para estar en las alturas y luego saltar sin medir el riesgo
Correr carreras en bici con los pibes de la cuadra, escapadxs
de la siesta pueblerina.
Estudiar danza, todos los estilos y desear que la profe para
la presentacin anual en el cine del pueblo te elija para los
papeles masculinos.
Andar vestida con remeras o camisas a cuadros, zapatillas
y vaqueros, siempre con rodilleras, producto de las roturas
de las correras diarias. Fascinarse por todos los sombreros
de ala ancha y gorras existentes, y sentir que esas son la
ropas que me mejor te calzan y con las que te sents ms
linda.
Aprender a nadar, entrenar, ganarle a los varones.
Leer todas las novelas de Salgari e identificarse una y otra
vez con Sandokn, leer Mujercitas y no entender de qu va
la trama
Pedir que para Navidad te regalen una coleccin de autitos,
unos rastis, unas paletas de ping pong, o los libros de la
coleccin de historia argentina de la biblioteca billiken o
cualquier libro y decepcionarte si alguien te regalaba una
mueca, por ejemplo
Morirse de aburrimiento en las clases de manualidades,
tratando infructuosamente de tejer a dos agujas
Chonguitas: masculinidades de nias
[64]
Desear ir al taller de carpintera y no entender por qu slo
los varones podan hacerlo
Andar a caballo en las vacaciones de invierno, galopar con
los cabellos al viento y sentirme libre, arrear el ganado,
participar de las yerras y de las carneadas, tiempo de
fogones, guitarreadas y conocer las tradiciones de lo que
llamaban patria.
Odiar los vestidos, las polleras, los guardapolvos blancos
abotonados por detrs y con tablas adelante
Odiar que las mujeres de la familia se empeen en dejarte el
cabello largo. Odiar los rodetes, las trenzas, que te cepillen
(tiren) el pelo. Odiar los moos
Odiar que te crezcan las tetas porque ya no pods seguir
andando en cuero y en patas como tus amiguitos varones.
Aprender a negociar con los adultos para poder hacer/ser
Qu? Varn, mujer. Quin?
Esa fue mi infancia, una nia medio salvaje, rebelde,
desprolija, feliz, marimacha, me decan. A m me gustaba
que me dijeran la Cachi. Al menos as me recuerdo, o elijo
recordarme.
Infancia corta, pero intensa, corra el 76, yo pasaba de los
10 a los 11 aos. El otoo lleg acompaado por el
comienzo de una de las ms sangrientas dictaduras que
conocimos y el nacimiento de una precoz conciencia
poltica. Con la primavera lleg mi primera menstruacin
y con ella, otro cuerpo, muchas prohibiciones y la certeza
Chonguitas: masculinidades de nias
[65]
que nunca ms sera la misma. Comenzaba a desaparecer
la poca de jugar por jugar, de la inconciencia, la
inocencia, de la alegra porque s, sin ningn motivo
aparente. Desaparecido el cuerpo andrgino, del cual
todava guardo cierta nostalgia, desaparecidos los cuerpos
de lxs luchadores fusiladxs por aquella dictadura que
marc el final de mi niez. Alguna vez los
encontraremos? Ya no creo en las certezas, tampoco en las
tradiciones y menos an en la patria o en la justicia pero
celebro comprobar que, si bien no soy la misma, la nia
marimacha permaneci, reconstruida, resignificada. Ha
nutrido y fortalece a la chonga que ahora soy y le dice:
sigamos resistiendo.
Marimacha me decan, no entenda muy bien a que se
referan, o mejor dicho, no entenda qu es lo que estaba
mal de ser cmo era. Pasaran muchos aos para que
comprendiera que sobre la base de las diferencias
sexuales anatmicas, el patriarcado cimenta su orden
perverso de subordinacin y exclusin, y para ello se
apoya en las instituciones, familia, heterosexualidad
obligatoria, iglesia, estado y tambin la ciencia. Pasaran
muchos aos para entender que no era yo la que estaba
mal, sino el sistema. Marimacha me decan y algunas
veces me resultaba ofensivo, otras me dola, lxs nixs
pueden ser crueles y lxs adultos mucho ms, pero no
pasaba de ser la rarita. Hoy muchas nias chonguitas
son diagnosti/castigadas con disforia de gnero y su
castigo son largas, tediosas y tortuosas sesiones de terapia
correctiva.
A algunxs nixs les fascina pintarse los labios y las uas,
ponerse furtivamente y a escondidas los tacos y la ropa
de la madre, a otrxs, por el contrario, les encanta pintarse
Chonguitas: masculinidades de nias
[66]
los bigotes, probarse las corbatas de los padres y andar en
borcegos. Lo que hace que algunxs se identifiquen o se
apropien de vestimentas, conductas, acciones ligadas a lo
convencionalmente identificado (heteropatriarcado
mediante) con lo femenino y otrxs con lo masculino, sea
tal vez tan inabordable como pretender conocer porque a
unxs les gusta el helado de frutilla y a otrxs el de limn.
Casi tan insondable como las races profundas del deseo.
Ser porque de eso se trata?
Ojal ningnx nix tenga que ser el campo de batalla
donde la guerra del patriarcado se juega, ojal que en un
futuro no muy lejano cada nix pueda ponerse la ropa que
mejor le calza, y que del arroz con leche solo quede abrir
la puerta para ir jugar.
Biografa
Soy artesana, comunicadora, acompaante teraputica y
activista lesbiana desde principios de los noventa del siglo
pasado. Milit en muchos grupos de lesbianas, LGTTB y
feministas, y fui fundadora de Desalambrando, abriendo el
camino para salir del segundo closet. Programa de
sensibilizacin y prevencin del maltrato en relaciones entre
lesbianas. Nac en un pequeo pueblo de la provincia de Santa
Fe, he vivido en muchos lugares, actualmente resido en Crdoba
pero vivo en la frontera.
Chonguitas: masculinidades de nias
[67]
Pepita, la pistolera
Cecilia Dumn
Chonguitas: masculinidades de nias
[68]
Decido titular as el relato porque as me llamaba mi
abuela materna cuando era chica quizs tambin un
humilde homenaje a la Natalia Pepa Gaitn porque a esta
altura todas somos Pepas por ms que no todas la
hayamos conocido en vida. Siempre me destaqu dentro
de la familia por ser machona, varonera, etctera. Si mi
mam me pona vestiditos con voladitos, yo me las
ingeniaba para sentirme cmoda, sacrmelos para poder
treparme a los rboles, jugar al ftbol y machonear
bastante con mi hermano y sus amigos mientras mi
hermana mayor insista con la invitacin a sentarme al sol
junto a ella y leer la PARA TI, la revista T y alguna
novelita liviana y veraniega del tipo de Corin Tellado. Lo
nico que me atrapaba de esas novelitas o revistas era
mirar las modelos de sus tapas.
Ya en el jardn de infantes, la seorita nos enseaba que
las personas se dividen entre los gustos y por gneros. Las
nias jugaban a las muecas y a las amas de casa en la
casita de madera junto a la ventana y los nios jugaban
con los autitos en el lado diametralmente opuesto de la
salita. Yo nunca fui de acatar esos mandatos ni cuando iba
al jardn de infantes... uno de los primeros das, una
esquelita mediante en el cuaderno de comunicaciones
solicitaron que todos los alumnos y alumnas debamos
llevar nuestro juguete predilecto. Y cul lleve yo? Una
hermosa camioneta anaranjada marca DURAVIT. La seo
Ins qued atnita al verme llegar chocha con mi juguete
predilecto y mi madre se ataj diciendo algo as como que
"seguramente lo era porque en casa jugbamos con mi
hermano mayor".
Nunca entend por qu desde las escuelas insisten en
inculcarnos los modos y objetos de juegos como si eso
Chonguitas: masculinidades de nias
[69]
sera lo que define nuestra sexualidad y orientacin
sexual. Mis dos mejores amigas de la infancia eran
tambin "machonas", jugbamos a trepar rboles, a la
pelota y a cazar sapos, pero slo yo soy lesbiana. Seores
padres, madres y educadores: No hay nada de qu temer,
los juegos de infancia no definen la sexualidad ni la
orientacin sexual... son para jugar y pasar el tiempo.
Nada ms que un pasatiempo ldico.
Hace unos aos atrs, cuando naci mi primera sobrina,
con una amiga de mi hermana (ella es heterosexual)
compartimos el regalo del bautismo para abaratar costos
y le regalamos un mueco original de Woody (Personaje
protagnico de "Toy Story") y la suegra de mi hermana
nos dijo: "ese juguete hubiera estado bien si Martina sera
Martn". Todo muy lamentable y encima justo se debata la
ley del matrimonio igualitario en el congreso, ya no
vivamos los furiosos aos 80. Obviamente no me qued
callada y a la larga el mueco Woody se transform en el
juguete favorito de Martina, a la cul le gusta un chico de
su salita y sabe que a su ta Ceci no le gustan los chicos.
Chonguitas: masculinidades de nias
[70]
Biografa
Naci en Paran el 29 de Febrero de 1980. Se inici en la
actuacin teatral, las artes plsticas y la msica durante su
infancia y adolescencia en su ciudad natal. Luego, en 1998 se
radic en la Capital Federal. Es Guionista egresada del Centro de
Investigacin y Experimentacin en Video y Cine [Buenos Aires,
2002]. Fue guionista y directora de varios cortometrajes entre
los que se destaca "Noche de copas" [2001]; escribi y dirigi el
mediometraje documental para televisin "Nota al pie" [2007].
Se desempe como productora en los cortometrajes "De amor y
soledad" de G. Carr [2001] y "Haba una vez" de C. Molinari
[2001] Tambin es coautora del Libro "Guionistas por
guionistas", editado por el VII BAFICI [2005]. Actualmente se
desempea como Docente, Guionista y Consultora de guiones
en OSOBUCO Producciones. Desde Abril del ao 2011 colabora
de la seleccin del material audiovisual en Cine LGBT Santa Fe, la
muestra de cine lsbico gay trans de la ciudad de Santa Fe. Y est
en plena etapa de post-produccin de su documental de temtica
lsbica denominado I.G.U.A.L.E.S de pronto estreno.
Chonguitas: masculinidades de nias
[71]
Un chonguito por las ramas
Luciana Tadey
Chonguitas: masculinidades de nias
[72]
En esta foto debo tener unos 6 7 aos y estoy subida al
castao de la que por entonces era una casa de fin de
semana que haba construido mi viejo en la localidad de
Ranelagh. En esa casa viv toda mi infancia de chongo, los
fines de semana, con mi viejo separado, mis padrinos y mi
abuela. Aprend a llegar en tren y saludar a los gritos a la
parentela, a amasar, a hacer asados, a quemar basura en el
baldo de al lado, a rastrillar el pasto, a dormir la siesta
debajo de ese castao, con un sombrero en la cara, a hacer
pozos alrededor de las plantas con la pala de puntear, a
silbar, a andar "en cueros" como deca mi viejo... todo
dentro de ese cuerpo de chonguito desprejuiciado, que era
donde me encontraba cmoda. Subindome a los rboles,
nadando, andando en karting, paseando al perro... sin
importar como deba comportarse una nena de mi edad. A
mis padres y otros parientes tampoco les importaba, no
recuerdo a nadie dicindome: "tens que ser ms
femenina". Siempre fui as. Nunca nadie de mi familia
consider la femineidad como un valor en si... lo que
siempre recuerdo que buscaron fomentar en m fue la
bsqueda de la plenitud personal.
Con el tiempo fui conociendo pibes que me aceptaron ms
menos como era y no la pas para nada mal. Pero
cuando encontr a mi primera mujer... me puse "en foco".
Una vida que yo no saba que estaba desenfocada, como
una imagen borrosa, se enfoc. Me volv plena, mi vida se
llen de m. Volv a estar arriba del rbol, mirndolo todo
sonriente, la media sonrisa confiada, el gesto relajado y un
poco canchero, por qu no...
Ser torta es hoy mi rbol de castaas en el mundo, es el
lugar desde donde veo las cosas y desde donde me
visibilizo tambin... es la casita en el rbol a donde invito a
Chonguitas: masculinidades de nias
[73]
quienes yo quiero. Ese rbol es "mi mundo" que a veces se
trata un poco de "estar por las ramas"... soy medio cabrita
tambin, medio chonguita reventada... medio: "si no te
gusta, bajate...". Pero qu s yo, es una forma de
seleccionar tambin, y de exponerme a la seleccin. Hay
que ver quin se banca subirse, hay que ver quien me
sacude para que me baje... o quin me hace bajar y con qu
artes... es todo un juego de seduccin ser el chonguito de
la rama. A veces estoy ms cerca de lo que penss... a
veces estoy en la ltima rama de arriba... a veces estoy
cerca del cielo y te bajo una estrella, cuando me pongo
cursi y se me prende toda la tanada pasional... te doy
sombra y cobijo, y calor con las ramas secas en invierno...
te alimento con las castaas de mi rbol y... adems soy un
poco como esas castaas: por fuera llena de espinas, pero
por dentro una pelusita suave y un fruto dulce... que hay
que cocinar a fuego lento.
Soy un poco rbol y un poco pjaro... tengo mis races
profundas, que me atrapan un poco, pero yo lo permito;
cambio con las estaciones... me guardo un poquito en
invierno, me gusta alimentar y proveer. Pierdo gente,
cosas, lugares... como caen las hojas: cclicamente...
vuelven a la tierra y se convierten en abono otra vez para
formar mi savia. A la vez me gusta volar un poco, pero
busco anidar cada tanto... no tolero que me aprieten
demasiado... huyo o muero; pero puedo quedarme donde
me siento cmoda... aunque s que puedo volar cuando lo
deseo... y por eso es ms placentera mi estada... y se
vuelve ms bella.
El chonguito de la rama se toma al mundo as hoy por hoy:
pechito para adelante, bocona... se topa cada tanto con
alguien que la baja de un hondazo... pero no cambia por
Chonguitas: masculinidades de nias
[74]
nada su lugar en el mundo: ese cuerpito desprejuiciado de
chonguito en las ramas.
Biografa
Nac en 1979 en Capital Federal, y se puede decir que soy toda una virginiana. Para ms datos, una tana virginiana: leche hervida, fuerte, fiel a las convicciones. No tengo hermanos. Viv toda mi vida en Capital Federal, salvo un breve paso por San Fernando. Hoy volv al Barrio: Parque Patricios, barrio donde, a principio de siglo, pararon mis bisabuelos en su conventillo de la calle Colonia al 100... ac a 5 cuadras. Mis dos viejos viven an ac. Estudi Bioqumica en la UBA y hoy trabajo a pocas cuadras de donde vivo, en el Hospital Muiz. Me dedico a la Virologa y a disfrutar de la naturaleza, sola o acompaada, segn se pueda. Todo con pasin.
Chonguitas: masculinidades de nias
[75]
Chupate esa mandarina
Ana Scully o Aniushka Lupn
Chonguitas: masculinidades de nias
[76]
Leo a Salgari, cierro los ojos tirada en la cama y me veo
abordando barcos ingleses, con el kris en la boca. Soy
Sandokn y voy a salvar a Mariana, a Mariana? cmo
resuelvo esto? soy Sandokn o soy Mariana? me pongo
el traje Sandokn y lo rescato a l? Mejor y ms fcil:
cambiemos de historia. Soy Sandokn y voy a luchar
contra los thugs.
Quiero ser jugadora de ftbol, me informan que no hay
mujeres que jueguen al ftbol. Resisto y discuto pero la
realidad se impone. Entonces, quiero ser rbitro. Tambin
echan por tierra mis pretensiones. Est claro que el
deporte no va a ser mi futuro. Ni el potrero me acoge, a los
diez u once aos entr por ltima vez a jugar. En media
hora no me lleg un pase. Chupate esa mandarina. M s,
me voy a hacer una expedicin de descubrimiento y me
trepar al rbol ms alto, yo sola.
Hay que pintar la pieza, la imagino celeste. Es una forma
de decir: -no quiero rosa. La respuesta de mi madre, entre
risas medio nerviosas, es:- te va a crecer pito! Mis posters
de bsquet y motociclismo quedaron geniales sobre el
fondo champagne.
Lloro a mares y digo como mil veces que no quiero ser
mujer. Lo repito en todos los tonos para que se haga
realidad, pero no hay caso. Este cuerpo es una maldicin o
mejor, una prisin. Soy un caracol que lleva su crcel
encima.
Despus, me amigu con mi carne y descubr que el
problema no era el cuerpo, sino que en realidad, estaba en
el aire: el chisme, la mirada admonitoria, el reto liso y
llano que te ponan en tu lugar. Ahora que lo pienso, no
Chonguitas: masculinidades de nias
[77]
me amigu nada. Lo tortur a travs de todas las formas
imaginables de cagarse de hambre. Por lo visto, le tena
rencor.
Conclusin inconclusa, me la pas negociando. Ced
cuando decid no hacer ms cosas de varones en grupo y,
perd, cuando resign mi vocacin de poder y me retir a
la zona fuera de foco.
Pero fui una pionera jugando a las figuritas.
Biografa
Soy portea y vivo en Crdoba desde los dos aos, primero en
Falda del Caete, despus en Anizacate y ahora en Alta Gracia.
Nac en 1973, cuando empez el reflujo. Estudi Historia en la
UNC y trabajo en una escuela secundaria. Hago un montn de
cosas pero no soy doctora en nada.
Chonguitas: masculinidades de nias
[78]
Familiar
xara sacchi
Chonguitas: masculinidades de nias
[79]
16 de septiembre. Ese es el da que nac.
La remera que llevo en la foto y que mis padres han
colgado en su casa, no la recuerdo. No recuerdo si quise
ponrmela, si me gustaba o no. Si significaba algo para m.
Recuerdo s algo de esa sesin de fotos. Creo que era un
encargo de mi abuela. Hay otra versin de esa foto. Estoy
sentada con mi primo. Mi abuela tena una ampliacin de
esa versin colgada en el comedor de su casa. Sus dos
nietos mayores. Sus dos nietos blancos de ojos claros.
Recuerdo el momento en que me hicieron cambiar de
ropa para esa foto. Mi mam tena los dedos helados. A m
me haca fro y estaba incmoda. No me gustaba el vestido
con volados celestes que tena que ponerme. Apretaba
bien los bracitos contra mi costado para que no se viera la
parte de mi torso que quedaba desnuda con esa solera
horrible. Me quedaba pequeo. No cerraba. De eso s me
acuerdo. Y odi siempre esa segunda versin de la foto.
Cuando crec tambin odi la primera, por la camiseta.
Me haca picar el cuello, me apretujaba en los brazos y me
raspaba el estampado de plstico en la panza.
En esas fotos estn el entramado del acto del aparecer del
cuerpo en el malestar y el acto de la desaparicin forzada.
Esa camiseta es como un santo y sea de la invisibilidad.
Los cuerpos ausentes eran miles. La invisibilidad es una
mana nacional.
Y la remera como un manto. La bandera como un manto. Y
el Goooooooooooooool.
Y el silencio. Todos los silencios.
Chonguitas: masculinidades de nias
[80]
-Todo esto no viene as noms
-Por qu no?
-No me digas que los vas a contar
-No te parece?
-Cundo te recibiste?
-Militaba?
-Hay Cadveres?5
Mi pap me llev a ver uno de los partidos de Argentina en
Crdoba en el mundial `78. En el `80 me mandaron a
danzas clsicas. En el `86 abandon. Tena 11 aos. Nunca
haba escuchado la palabra lesbiana. A los 7 me
confundan con Martn Morales, el nio que se sentaba en
un banco adelante de m. Mi pap se rasur la barba por
esa misma poca.
Me gustaba el cuadro de Evita descamisada. Me quedaba
mirndola en la pared de la casa de mi to. Tena el cabello
suelto al viento y una camisa con el primer botn
desprendido. En mi casa no haba cuadros.
Mi mam deca que ella era de izquierda y que mi pap era
peronista. Tambin dijo que mi ta le dijo que si me tena
que matar me iba a matar. Su esposo, mi to, hace unos
meses dijo que no haba podido dormir al ver mi ltima
foto del Facebook en la que ya pareca totalmente un
5 Nstor Perlhonger. Cadveres. Alambres, Buenos Aires, ltimo Reino, 1987.
Chonguitas: masculinidades de nias
[81]
varoncito y que seguro que era yo la que llevaba la
cinturonga.
Esa camiseta de la foto me duele. Me duele mucho. Pero su
imagen es un trasto familiar, es un rasgo que queda, que
dice todo sucedi. Todo sucedi.
En mi familia no hay hroes.
Siempre sospech que mi to se escapaba de la colimba
porque era puto. Mi abuelo lo entregaba cada vez.
Y mi otro to, dice mi pap que se cas pero que tambin
era puto.
Mi juguete preferido era un camin de YPF de juguete que
le regalaron a mi hermano. Promet no desvestir nunca
ms una mueca. Promet no arruinarlas. Promet
quedarme quieta y sentadita en la verjita de frente de
casa. Como en la foto que estoy con Paulo. Los dos
tenemos las manitas agarradas entre s para la foto, el
mismo gesto.
Yo era la locomotora que quema los manises o algo as.
Me Promet no vestir a Emi de seora nunca ms. Tena
mucho miedo de pasarle mi maldicin. De volverlo raro
como yo.
Peda osos para reyes porque no saba qu juguetes deba
pedir. Y coca - cola.
Me gustaban las encas de Luca. Me gustaba leer. Me
gustaba leer revistas como DArtagnan, El Tony, Nippur.
Lea Humor y las puertitas del Dr. Cureta a escondidas.
Una vez me pill mi pap leyendo una Sex Humor sobre el
Chonguitas: masculinidades de nias
[82]
divorcio vincular, y me pregunt: Entends? Y yo lo dije
que s. Pero no s si entenda lo que l pensaba que
entenda. Slo quera seguir viendo los dibujos de las
chicas desnudas que tomaban sol. Y las que dejaban a sus
maridos. Eso si entenda.
Se entiende?
Estaba claro?
No era un poco dems para la poca?
Las uas azuladas?
Hay Cadveres 6
En el `88 an no haba escuchado nunca la palabra
lesbiana, ni torta, ni tortillera. S puta. S rara. S puto. S
machona.
Tu mam es subversiva?
Me gustaba Bichero. Me gustaba imaginar que las
hormigas tenan una vida.
En la escuela me hicieron arremangar los pantalones para
que no se vieran por debajo del guardapolvo. Me
mandaron al patio de chicas.
Le comenc a sacar la ropa a mi hermano. Cada tanto si no
se enteraban me pona un polo de mi padre. Por la misma
poca de la foto me pona las botas de nobuk de mi abuelo,
corra por la habitacin y