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Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 1 http://readanddestroy.files.wordpress.com/2012/03/threesome_sex_m3.jpg Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso Fernando Vázquez Bravo Un científico más, un científico menos Al momento de escribir este artículo, después del final de la Copa Mundial de Brasil 2014, México ocupa el lugar 16 entre las mejores selecciones nacionales de fútbol del mundo. La noticia en redes sociales me llevó a investigar cuáles son las posiciones de México en otros rankings internacionales, principalmente en los relacionados con la inversión en investigación científica (IC) y en educación científica (EC). Pero sigue

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Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 1

http://readanddestroy.files.wordpress.com/2012/03/threesome_sex_m3.jpg

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso Fernando Vázquez Bravo

Un científico más, un científico menos

Al momento de escribir este artículo, después del final de la Copa Mundial

de Brasil 2014, México ocupa el lugar 16 entre las mejores selecciones

nacionales de fútbol del mundo. La noticia en redes sociales me llevó a

investigar cuáles son las posiciones de México en otros rankings

internacionales, principalmente en los relacionados con la inversión en

investigación científica (IC) y en educación científica (EC). Pero sigue

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 2

leyendo aunque seas de los que piensen que el tema está agotado,

porque no es un secreto para nadie que el gobierno mexicano es

incompetente no sólo para encontrar y evitar que desaparezcan

estudiantes, sino que también gasta muy poco dinero en ciencia y

tecnología.

En 2011, de los 34 países que conforman la Organización para la

Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), México ocupó el deshonroso

penúltimo lugar (puesto 33) en la proporción de gasto destinado a la

investigación científica con respecto al Producto Interno Bruto (PIB). Y no

sólo eso, quienes deciden la política económica viven atrapados en la

nostalgia y han mantenido la inversión en ciencia y tecnología respecto al

PIB casi igual por un periodo de 10 años, de 2001 a 2011.Y para los que

no me crean, ahí en la figura 1 de abajito está el detalle.

Figura 1. Gasto en investigación y desarrollo en proporción al PIB.

Fuente:modificada del original por Silvia Zenteno De León, Base de datos principal en Ciencia y

Tecnología de la OCDE. Junio 2013. ,

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 3

Según la OCDE, el liderazgo de México como inversor en ciencia y

tecnología en América Latina también disminuyó durante la última década.

Pese a que en 2005 México tenía el segundo lugar en la región en

inversión en ciencia y tecnología con una proporción de 0.46% del PIB --

únicamente detrás de Brasil--, en 2011 México cayó a la cuarta posición

con un porcentaje de inversión con respecto al PIB de --sí, ¡adivinaste!--

0.46%.

Si abrimos la perspectiva a nivel regional, Latinoamérica es la región

que menos invierte en ciencia y tecnología respecto al PIB en todo el

mundo, únicamente por detrás de África. Asia invirtió en promedio en 2011

un total de 2.78% respecto al PIB; Estados Unidos y Canadá invirtieron

2.66%; la Unión Europea invirtió 1.96% y América Latina invirtió

únicamente 0.78%.

En el caso de la educación México ha experimentado un aumento

considerable en la inversión en educación superior con 1.16% de inversión

en proporción al PIB, por encima del 1.13% de inversión promedio de los

países que estaban en la OCDE en 2011. Estos resultados deben tomarse

con cautela, pues por otro lado el nivel de dominio de habilidades

matemáticas, verbales y de ciencias naturales en niños de 15 años en

2011 situaba a México en el penúltimo lugar de rendimiento de todos los

países de la OCDE.

Creo que la diminuta inversión en ciencia y tecnología se debe a que

las concebimos como quehaceres ajenos y lejanos de nuestra vida diaria.

Qué pasaría, sin embargo, si te dijera que ese pequeño monto de

inversión a disposición de las y los Frankenstein de nuestra sociedad está

relacionado por ejemplo con tus oportunidades de conseguir un buen

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 4

empleo y en general con las condiciones económicas que tú y todos

tenemos que afrontar día a día en un país como México.

Figura 2. El Dr. Frankenstein y la criatura.

Fuente: http://mosaicmovieconnectgroup.blogspot.mx/2009/07/young-frankenstein-

reviving-dead.html

Sommeliere económico: de vinos y procesos productivos.

Hace un buen rato que no se dice en la radio o en la televisión que la

economía mexicana creció tantos puntos porcentuales durante el mes

porque la economía no crece. ¿Pero qué significa que una economía

crezca? A grandes rasgos una economía crece cuando aumenta su

producción física de bienes y servicios. Si producimos y consumimos más

automóviles, cortes de cabello y comida este año, en relación al año

anterior, nuestra economía está creciendo.

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 5

Para entender cómo crece una economía hay que saber cómo

produce; un concepto que se ha considerado clave para abordar el

proceso productivo es el de rendimientos decrecientes a escala (RDE),

vayamos a un ejemplo. Si decidieras probar suerte en el mundo

empresarial de la producción de vinos necesitarías, entre otras cosas,

tierra cultivable, bodegas, barricas, máquinas embotelladoras, etc. Además

necesitarías contratar con un salario digno a personas que hicieran la

vendimia, químicos e ingenieros que controlaran el proceso de

fermentación del vino e incluso a ti mismo para dirigir tu propia empresa,

¡el vino no se hace solo! En general se puede decir que cualquier proceso

de producción necesita dos componentes básicos: el capital (maquinaria,

espacio y equipo para producir) y el trabajo (las personas que van a

trabajar en tu cava).

La hipótesis de los RDE sostiene que cada que aumentemos el

trabajo con relación al capital o viceversa, el aumento en la producción

total (botellas de vino) aumentará pero en un monto menor al cual

incrementemos nuestros empleados o máquinas, en otras palabras, la

producción aumentará pero será menor proporcionalmente al aumento

hecho en uno de los factores. Se generará una acumulación excesiva del

factor productivo relativamente abundante que, al final, llevará a una caída

de la producción. Por ejemplo, si tenemos a dos personas manejando un

contenedor de fermentación de última generación, la combinación de

ambos factores productivos (los trabajadores y el contenedor) hará que la

producción aumente. Sin embargo, si planeamos tener a 100 personas

intentando operar la misma máquina, la producción como resultado de la

combinación de ambos factores productivos aumentará cada vez menos a

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medida que contratemos un nuevo trabajador, hasta el punto de ser

negativa. Lo mismo sucede con las máquinas que utilizamos (capital), a

menos que nuestra maquinaria posea inteligencia artificial como la de

C3PO o RD-D2 –personajes de la Guerra de las galaxias-- de nada nos

serviría tener un par de trabajadores operando 100 máquinas al mismo

tiempo. La sabiduría popular ha resumido este fenómeno bajo la elegante

frase “mucho ayuda el que no estorba”. A continuación, en la figura 3

planteamos una representación gráfica de los rendimientos decrecientes,

constantes y crecientes a escala.

Figura 3. Rendimientos crecientes, constantes y decrecientes a escala.

Fuente modificada del original en: http://deconomiablog.blogspot.mx/2012/10/los-

rendimientos-de-escala.html , por Silvia Zenteno de León.

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 7

En 1956 el economista Robert Solow planteó un modelo con el cual

intentó explicar cómo crecen las economías. Una de las predicciones

cruciales del modelo es que la tasa de crecimiento del PIB en los países

con una alta dotación de capital (países ricos) será sistemáticamente

menor que la tasa de crecimiento de aquellos países con una baja

dotación de capital (países pobres) debido a que bajo la hipótesis de RDE

la producción e inversión en los países ricos reportaría menos beneficios

por tener una saturación de capital. No sólo esto, sino que según el

modelo de Solow, los RDE garantizarán que la inversión fluya de los países

en los que el capital sea abundante (países ricos) a los países donde el

capital es relativamente escaso (países pobres), debido a que en estos

últimos la producción como resultado de la inversión sería mayor.

El flujo de inversión y la diferencia entre las tasas de crecimiento

supondría bajo este modelo una convergencia absoluta en las tasas de

crecimiento de todos los países del mundo hacia un nivel estable. Es decir,

los países pobres en algún momento cerrarían la brecha económica con

los países ricos. Suena bien ¿no? En 1997 el economista Lant Pritchett

publicó su artículo “Divergencia, gran tiempo”, en el cual concluye que

entre 1870 y 1990 la tasa de crecimiento de los países ricos no ha

disminuido, y a pesar de que algunos países pobres han acelerado su

crecimiento económico, no se ha presentado una disminución de la brecha

entre países ricos y pobres. Para decirlo claramente, no existe evidencia

empírica de que durante 130 años la brecha entre países ricos y pobres

se haya reducido, sino todo lo contrario. Cruda realidad.

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 8

¿Por qué los datos no concuerdan con las predicciones del modelo

de Solow y qué demonios tiene que ver todo esto con la inversión en

ciencia y tecnología?

Se busca a la culpable: la ciencia y tecnología.

En general, las teorías de crecimiento endógeno, implican una ruptura con

la hipótesis de RDE a favor de otra hipótesis: la de rendimientos crecientes

a escala (RCE). Esta última hipótesis argumenta que el aumento en la

producción superará o será más que proporcional a un aumento en uno o

ambos de los factores productivos (capital y/o trabajo). La inversión

deliberada de una economía en ciencia y tecnología, por un lado, y en

educación de calidad para alcanzar un nivel de especialización alto en los

trabajadores (capital humano), por el otro, son los catalizadores que llevan

a una economía a poder romper el umbral de los RDE.

Bajo esta hipótesis, la importancia de que una economía tenga RCE

es que la acumulación histórica de conocimiento científico, aplicaciones

tecnológicas y especialización de sus trabajadores le permite, sin tener que

experimentar una caída sistemática en el nivel de producción debido a la

presencia de RDE, concentrar montos mayores de inversión en capital y

trabajo. La implicación crucial en una economía con RCE es que puede

mantener tendencias positivas de crecimiento económico por mucho

tiempo.

Para algunos economistas como Paul Romer (1990), la importancia

del desarrollo tecnológico y la inversión en ciencia es tan importante que

incluso puede llegar a presentar RCE en el capital por sí mismo. Es decir,

el aumento del capital, sin aumentar ningún otro factor productivo, llevará

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 9

a que la producción aumente más que proporcionalmente de forma

constante.

La inversión en ciencia, tecnología y educación en una economía

permite aumentar el nivel de producción constantemente debido a que

aumenta la productividad de los factores productivos. Aumentar la

productividad en general significa tener la capacidad de aumentar el nivel

de producción debido a que la combinación de maquinaria y trabajadores

es más eficiente.

En el año 2000, Estearly y Levine encontraron evidencia de que

precisamente este comportamiento es la norma en la economía global. La

inversión, el crecimiento y los recursos productivos tienden a concentrarse

en aquellas economías y regiones donde ya son abundantes y no al revés,

como lo plantea Solow. Es decir, en países con niveles altos de inversión

en ciencia, tecnología y educación, el aumento de la productividad tanto

en trabajadores como en maquinaria y equipo garantiza que las ganancias

de invertir en ellos serán siempre mayores. Dinero (e inversión en ciencia y

tecnología) llama dinero.

El conocimiento científico y tecnológico tiene características

peculiares que permiten aumentar la productividad de una economía. No

importa cuántos abogados contrates para patentar tu avance tecnológico o

descubrimiento científico, si éste implica una revolución en el modo de

producir o consumir, tarde o temprano será copiado, masificado y

asimilado por tus competidores y, en general, por la economía. Esto quiere

decir que tanto el conocimiento científico (y el quehacer del científico)

como el progreso tecnológico dentro de un sistema productivo son bienes

que generan externalidades positivas. Es decir, un valor social mayor al

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 10

que se expresa directamente en su precio. Tienen un impacto positivo

inconmensurable desde el punto de vista monetario en la calidad de vida,

recreación, educación, salud, ciencia, conocimiento y cultura de una

sociedad. Las ciencias básicas que no tienen un uso explícito en los

procesos productivos también generan externalidades positivas,

principalmente en el desarrollo de otras ciencias y de progresos

tecnológicos. Como lo plantea Isaac Newton: “Si he podido ver más lejos,

es porque he estado parado sobre los hombros de gigantes.”

Por ofrecer un ejemplo, el desarrollo del microchip ha generado una

enorme cantidad de externalidades positivas no sólo en casi todas las

industrias del mundo, sino en la calidad de vida que tiene gran parte de

la sociedad actual. Estos ciclos virtuosos no se ven reflejados en el precio

directo que el grupo que desarrolló el microchip obtuvo por su innovación

tecnológica. Éste, por ejemplo, es uno de los principales argumentos para

defender el hecho de que las actividades de investigación científicas y

tecnológicas deben estar subsidiadas por el gobierno.

Figura 4. Microchips multicolores y felices. Fuente:

http://wallpaperswide.com/iridescent_microchips-wallpapers.html

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 11

El derecho a ejercer el crecimiento económico: crecimiento ≠ desarrollo.

A lo largo de este artículo ha quedado clara la relevancia que tiene la

inversión en ciencia, tecnología y educación para promover y entender el

proceso de crecimiento económico de nuestra economía en el contexto

mundial histórico y actual. He hablado y ensalzado la idea de innovación

científica, progreso tecnológico y educación de excelencia en pos del

crecimiento económico. Únicamente, y a modo de conclusión, me gustaría

dejar clara una idea: el crecimiento de una economía no implica el

desarrollo de una economía. El premio Nobel de economía en 1998,

Amartya Sen, lo plantea de manera clara: “Al juzgar el desarrollo

económico, no es adecuado mirar únicamente el crecimiento del Producto

Nacional Bruto u otros indicadores de expansión económica. También

debemos mirar el impacto de la democracia y las libertades políticas en la

vida y las capacidades de los ciudadanos."

Me parece que sacrificar o amenazar los derechos de la sociedad

en aras de alcanzar un crecimiento económico mayor, no sólo es un

pensamiento profundamente absurdo, sino muy peligroso. Bajo ninguna

circunstancia puede ser tolerada la idea de criminalizar los derechos

alcanzados por una sociedad bajo la falsa premisa de la modernización y

crecimiento de un país.

La estructura educativa en un país como México es igual de

compleja que el país en sí mismo. Las escuelas y centros de enseñanza

enclavados en las zonas rurales del país merecen el respeto de un sistema

educativo altamente centralizado e incapaz de adaptarse a las necesidades

de las comunidades periféricas de México.

Ciencia, tecnología y economía: un trío muy apetitoso / CIENCIORAMA 12

Una sociedad que no mantiene los preceptos de unidad e integración

plural de las partes que la conforman está destinada a fracasar. No

debemos permitir que sea tolerada en forma alguna la vejación,

institucional o no, de los derechos más fundamentales de una sociedad

tan multifacética como la mexicana, en particular, y por citar un par,

dados los penosos acontecimientos de las últimas semanas: el derecho a

poseer y defender una identidad propia (rural, urbana, sexual, cultural y de

lo que sea) y el derecho a protestar y manifestarse.

Bibliografía:

Especializada

• Romer, D., “Advanced Macroeconomics”, 1996, McGraw Hill

• William Easterly & Ross Levine, 2002. "It's Not Factor Accumulation: Stylized Facts

and Growth Models", Working Papers Central Bank of Chile164, Central Bank of

Chile.

• Lant Pritchett, 1997. "Divergence, Big Time", Journal of Economic Perspectives,

American Economic Association, vol. 11(3), pages 3-17, Summer.

• Sen, Amartya, Desarrollo y libertad. Ed. Planeta. México, 2000.

Divulgación

• OECD Science, Technology and Industry Scoreboard (2013)

• Obtenida el 2 de noviembre de 2014 de la página:

http://en.wikipedia.org/wiki/Standing_on_the_shoulders_of_giants