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CIUDAD AGRÍCOLA: ANÁLISIS SOCIAL DE LOS PROCESOS DE
AGRICULTURA URBANA CASO LOCALIDAD BOSA - BOGOTÁ.
NORMA CONSTANZA VARGAS SANDOVAL
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
Bogotá, Colombia
2016
ii
CIUDAD AGRÍCOLA: ANÁLISIS SOCIAL DE LOS PROCESOS DE
AGRICULTURA URBANA CASO LOCALIDAD BOSA - BOGOTÁ.
NORMA CONSTANZA VARGAS SANDOVAL
MARÍA DEL CARMEN QUESADA GONZÁLEZ
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DEL MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO SUSTENTABLE Y GESTIÓN AMBIENTAL
Bogotá, Colombia
2016
iii
Dedicatoria
A mi hija María Paula.
Un ángel que Dios envió a mi vida para llenarme de amor y esperanza.
Gracias por tu maravillosa compañía.
Por tu capacidad de asumir las dificultades y permanecer siempre optimista.
Por tu sonrisa alentadora.
Gracias por la emoción que te causan mis triunfos.
Por la alegría que irradias con mis logros.
En memoria de Ismael Enrique Vargas C.
Mi padre
iv
Agradecimientos
A la Doctora María del Carmen Quesada por su apoyo y colaboración en la realización de
este trabajo.
A Luz Dary, a los integrantes de SEMISVIPAZ y a los agricultores urbanos de la localidad
de Bosa, por compartir conmigo su trabajo y experiencia como organización comunitaria.
A mi mamá y mis hermanos Oscar y Sergio, por estar siempre presentes en cada etapa de mi
vida.
A mi esposo y mi hijo Juan Sebastián, por su amor y compañía.
A Maribel, Juan Manuel y Tatiana por sus voces de aliento y su ayuda incondicional,
necesarios para no desfallecer.
v
Resumen
Este proyecto de investigación analiza de qué manera los procesos de agricultura urbana -
AU- practicada en la Localidad de Bosa en Bogotá, pueden llegar a contribuir a la
construcción social desde el desarrollo comunitario. Se aplica una metodología de tipo
descriptivo con un enfoque cualitativo, que brinda flexibilidad al proceso de investigación.
A través del análisis de la información, se caracteriza la posible estructura social que es
utilizada por los participantes del proyecto, identificando las dimensiones que se relacionan
en la organización comunitaria, los sistemas que soportan las dinámicas de los procesos
sociales, y las relaciones que articulan los actores en diferentes escenarios, para la
construcción de redes. La divulgación y documentación de estas experiencias comunitarias
de AU en torno al componente social, son una herramienta que aporta a la planeación y
ejecución de programas a nivel local y distrital, que contribuyen al desarrollo comunitario
desde la apropiación y participación en el territorio.
vi
Contenido
1. Justificación…….………………………………………………….....……………11
2. Planteamiento del problema……….…………..………………………………...…14
3. Objetivos de la investigación…………….……....………………...………………16
3.1 Objetivo general…………………………….…………………...…………......16
3.2 Objetivos específicos……………………………………….………………..…16
4. Marco referencial………………………………………….………………...……..17
4.1 Marco histórico……..………………………………………………………17
4.1.1 La agricultura urbana en el ámbito internacional……….………….20
4.1.2 La agricultura urbana en el ámbito nacional……………………......28
4.1.3 La agricultura urbana en el ámbito distrital……………….…….….31
4.2 Marco teórico……………………………………………..………………...34
4.2.1 La agricultura urbana y la dimensión social del desarrollo…….......34
4.2.2 El desarrollo comunitario…………………………………...............37
4.2.3 Capital social: principales aporte conceptuales………………….....41
4.2.4 Redes que fortalecen la estructura social …………………………..44
4.2.5 La estructura social: una alusión a la sociedad…...……………...…46
4.3 Marco geográfico…………………………………………..…………….…49
4.3.1 Aspectos físicos de la localidad de Bosa……………………….......49
4.3.2 La organización social en la localidad de Bosa, fortalecida desde la
participación…………………………………………………………….…….........51
5. Metodología de la investigación…………………….……………………………...54
5.1 Trabajo previo al campo……………………….……………………….…..55
5.2 Trabajo de campo…………………………………….…………………….57
5.2.1 Recorridos exploratorios……………………………………………57
5.2.2 Selección de la muestra……………………………………………..57
5.2.3 Realización de entrevistas……...…………………………………...59
5.3 Ordenamiento de datos.…………………………………………………….60
vii
5.4 Interpretación de datos……………………………………………………...61
6. Resultados y análisis de los resultados………………………………...…………...61
6.1 Contexto social en la formulación de los proyectos de agricultura urbana en
la localidad de Bosa…………………………......………………………………………....62
6.2 Características de las dimensiones de la organización e identificación del
sistema
organizacional………………………………….………………………………………..…67
6.2.1 El proyecto………………………………………………….…........67
6.2.1.1 Propósitos del proyecto………………….....……………….67
6.2.2 La estructura organizativa y las condiciones internas del trabajo….73
6.2.3 El contexto………………….....……………………………………83
6.3 Fortalecimiento de los procesos de articulación y negociación, para la
construcción de redes sociales ampliadas……………......………………………………...94
6.4 Dimensión del capital social: privado o público………………………….100
7. Conclusiones y recomendaciones……………………………………………..…..102
7.1 Conclusiones………………………..……………………………………..102
7.2 Recomendaciones…………………………..………………………….….105
8. Referencias bibliográficas………………………………………………………...107
Anexos
viii
Lista de tablas
Tabla 1. Categorías de análisis de las prácticas de AU en la localidad de Bosa…………...56
Tabla 2. Instituciones educativas que desarrollan el proyecto de AU acompañados por
SEMISVIPAZ……………………………………………………………………………...76
Tabla 3. Centros comunitarios que desarrollan el proyecto de AU acompañados por
SEMISVIPAZ……………………………………………………………………………...77
Tabla 4. Contenidos y temas desarrollados en las capacitaciones de AU…………………82
Tabla 5. Especies con mayor frecuencia de aparición en las experiencias de AU
visitadas en Bosa………………………………………………...…………………………84
ix
Lista de figuras
Figura 1. Mapa distribución por localidades de la ciudad de Bogotá……………………...49
Figura 2. Mapa distribución por UPZs de la localidad de Bosa……………………………50
Figura 3. Fotografía de los niños del IED Kimy Pernía, realizando semilleros……………75
Figura 4. Fotografía de los niños del Colegio Marmatos, trasplantando plántulas………...75
Figura 5. Fotografía de los adultos mayores en el lote de la huerta de la JAC realizando
labores de mantenimiento ……………………………………………………………........78
Figura 6. Fotografía de los participantes de la huerta de la Casa de la Igualdad, realizando
un taller sobre tubulares dirigido por una persona externa………………………………..79
Figura 7. Fotografía del taller sobre plantas aromáticas para niños, padres y docentes del
Colegio Carlos Albán ………………………………………………………………….......85
Figura 8. Fotografía del proceso de abono y reutilización de embaces……………………85
Figura 9. Porcentaje de la disposición de los residuos orgánicos, en las experiencias
visitadas de AU………………………………………………………………………...…..86
Figura 10. Fotografía de la señora Lilia Gómez con su grupo de agricultores realizando
pomada cálida………………………………………………………………………………92
Figura 11. Fotografía de agricultores del grupo PAS Porvenir, realizando encurtidos……92
x
Lista de anexos
Anexo 1. Guía de observación – visita a las huertas……………………………………...122
Anexo 2. Tabulación guía de observación………………………………………………..123
Anexo 3. Transcripción de la entrevistas. Diálogos que más aportaron a la
investigación……………………………………………………………………………...124
Anexo 4. Consolidado Tabla 1, según entrevistas semi-estructuradas y observación…....145
Anexo 5. Fotografías – El Mercado de los Pueblos………………………………………146
Anexo 6. Fotografías – Encuentro de Saberes y Sabores…………………………………147
11
1. Justificación
La implementación de modelos de desarrollo económico enfocados hacia el
crecimiento ilimitado, genera como consecuencias en los países el deterioro ambiental, la
pobreza, el crecimiento demográfico, la producción y consumo acelerado, el hambre y la
desnutrición debido a la escasez en los recursos para producir y abastecer alimentos en
cantidad y calidad adecuada. Por tales motivos, la población con hambre en el mundo en
lugar de decrecer, se ha incrementado, pasando de 825 millones a 1.000 millones para el año
2010 (FAO, 2010).
El modelo económico para América Latina, y especialmente para Colombia, se enfoca
en el Neoliberalismo, el cual se centra en la liberación de la economía, a una economía de
mercado. Alejandro Bernal (2008) lo describe como un modelo que alimenta la concentración
económica a nivel mundial, las dependencias de las economías en desarrollo y el deterioro
de la calidad de vida de los pueblos.
Sumado a esto, el fenómeno de desplazamiento poblacional hacia las ciudades se ha
intensificado en nuestro país en las últimas décadas. El conflicto armado ha hecho que
millones de familias dejen atrás su lugar de vivienda y redes sociales presionando para que
migren hacia las grandes urbes, de tal forma que el número de habitantes en los centros
urbanos crece al tiempo que disminuyen las estrategias efectivas para garantizar una vida
digna a sus pobladores y por el contrario, se generan problemas como la pobreza, el mal uso
del poder y la desigualdad.
Como respuesta a ésta problemática en muchas partes del mundo están surgiendo, y
desde hace algunos años funcionando pero in-visibilizados, proyectos que proponen
12
estrategias diferentes a las del modelo económico capitalista, propuestas que se configuran
en lo que Víctor Toledo (2009) sugiere llamar como modernidad alternativa, que propone
organizar la resistencia ciudadana, y construir el poder social.
Por lo tanto, se ha impulsado la exploración de nuevas vías, sin recurrir a los modelos
únicos, visualizando otras formas de desarrollo con enfoques más cualitativos, integrales,
participativos y armónicos de crecimiento, que tengan en cuenta las características de la
comunidad, como sus vínculos sociales, intereses, perspectivas y acciones comunes, así
como de nuevos modos de entender lo público y la democracia, que están reivindicando lo
comunitario. Como valor alternativo, incorporando estrategias efectivas enfocadas hacia el
desarrollo sustentable y mejora de la calidad de vida.
Tal es el caso de la AU, un proyecto que concibe la ciudad como un espacio que puede
ser adaptado para la producción agrícola, que busca satisfacer las necesidades de una
comunidad, en cuanto al acceso a los alimentos, intercambio de productos por sistema de
trueque, generación de ingresos a las familias para suplir otro tipo de necesidades, y
fortalecimiento de las relaciones sociales entre los miembros de la comunidad.
De aquí la necesidad de realizar investigaciones en la AU como proyecto social, que
no solo se limiten al análisis de tasas de cobertura, reutilización de espacios, cantidad de
especies sembradas, entre otras. Es necesario caracterizar la estructura social que se
desarrolla en estos proyectos, para lograr identificar las dimensiones y sistemas que soportan
las dinámicas de la organización comunitaria, e identificar las relaciones que se dan en la
comunidad, con el fin de mejorar los procesos que fortalezcan el capital social, lo que
contribuirá a que las personas participen en la planeación y políticas públicas de su territorio.
13
Finalmente, cabe aclarar que la pertinencia de un estudio de este tipo es importante
considerando la diversidad cultural de la Localidad de Bosa y la oportunidad que la AU
brinda para recuperar y adaptar saberes tradicionales en el contexto actual, sirviendo de
ejemplo como proyecto en el marco del desarrollo comunitario.
14
2. Planteamiento del problema
Las diferentes intenciones de los planes de gobierno en los últimos años, en este caso
distritales, buscan la planeación y ejecución de proyectos que impulsen el desarrollo de las
comunidades, en donde se satisfagan algunas de sus necesidades básicas. Entre las acciones
que se vienen desarrollando para articular procesos más humanos de inclusión, producción y
consumo se encuentra la agricultura urbana.
Bogotá institucionaliza la AU en el año 2005 insertándola en los planes de desarrollo
en la última década, favorecido por un proyecto internacional asociado a los Objetivos del
Milenio (Barriga y Leal, 2011); esta iniciativa se implementa como proyecto piloto en la
localidad de Ciudad Bolívar y posteriormente en las localidades de Usme, Bosa y San
Cristóbal.
La AU es un proyecto tomado por las instituciones con un enfoque de intervención
social, que según el Informe de Agricultura Urbana realizado por el Jardín Botánico de
Bogotá (2005), a través de estas iniciativas se buscó utilizar el potencial local en conjunto
con los avances científicos y tecnológicos, unidos con el conocimiento tradicional que
promovieron la sostenibilidad ambiental, teniendo como finalidad la generación de
productos alimenticios para el autoconsumo y comercialización, mediante el fortalecimiento
del tejido social.
Diferentes autores y organizaciones han destacado que una de las debilidades de estas
experiencias en América Latina son los pocos procesos de documentación y sistematización
(Spiaggi, Biasatti y Guillén, 2001; Treminio, 2004). Algunas investigaciones han presentado
conclusiones de las ventajas y desventajas de este proyecto en términos de sostenibilidad
ambiental (Vásquez, 2010), seguridad alimentaria, consumo de productos inocuos y
15
aprovechamiento de espacios subutilizados (Mosquera, 2009). Pero son reducidas las
investigaciones que enfatizan o retoman las dinámicas sociales y comunitarias del grupo
humano que participa en él. Es común evaluar únicamente cumplimiento de objetivos
inmediatos, según lo señala el trabajo de investigación realizado por La Universidad del
Rosario en el año 2011 titulado Agricultura Urbana en Bogotá, Una evaluación externa –
participativa, Dentro de sus conclusiones se encuentra que “la AU se ha centrado en obtener
logros técnicos y operativos, olvidando el componente social-organizacional que es el
aspecto que dará las bases para que dicho conocimiento técnico se mantenga en el tiempo”
(Cantor, 2009; Barriga y Leal, 2011).
Sin embargo, la pregunta que compete a esta investigación es: ¿Cuáles son las estructuras
sociales que soportan las dinámicas de la organización comunitaria, utilizadas en los
proyectos de agricultura urbana de la localidad de Bosa en Bogotá?
16
3. Objetivos de la investigación
3.1 Objetivo general
Caracterizar la estructura social que soporta las relaciones de los participantes en la
organización comunitaria de los proyectos de agricultura urbana en la Localidad de Bosa en
Bogotá.
3.2 Objetivos específicos
Describir las dimensiones de la organización comunitaria establecidas en el proyecto
de agricultura urbana.
Identificar el sistema organizacional que soportan el desarrollo del proyecto de
agricultura urbana en la Localidad de Bosa en Bogotá.
Establecer las redes sociales que conforman los actores entre sí y con su entorno,
mediante los procesos de articulación y negociación.
17
4. Marco referencial
4.1 Marco histórico
El hombre basó su sustento por más de 100.000 años en la recolección de alimentos y la
caza de animales. Debido a diferentes procesos de evolución y adaptación al medio deja de
ser nómada, pasa a ser sedentario y transforma su forma de organizarse (Ermini, 2012).
Comienza a observar los beneficios de seleccionar algunas especies y cultivarlas en áreas
cercanas a sus sitios de asentamiento; es así como se da comienzo a la agricultura, hace
alrededor de 10.000 años atrás (Hujber, 2008). Esta les ofreció la posibilidad de cultivar
diferentes especies y reconocer el periodo vegetativo, además de ir incorporando tecnología
a los procesos, como los sistemas de riego.
Desde el punto de vista histórico, la agricultura ha sido el motor de crecimiento en el
desarrollo de las economías emergentes (Pingali, 2006). En este sentido, el Banco Mundial
(2007) destaca que la agricultura contribuye al desarrollo general de las naciones de tres
formas: (i) como actividad económica, (ii) como medio de subsistencia y (iii) como
proveedor de servicios ambientales.
Tradicionalmente, la agricultura ha sido un factor determinante para la ocupación y el
desarrollo de los territorios rurales. Las transformaciones y las dinámicas de diverso orden
que allí se dan tienen una alta relación con el tipo de desarrollo agropecuario que le ha
seguido. El desarrollo de la agricultura en América Latina se ha constituido en un mecanismo
de apropiación del territorio a través del cual se han configurado los espacios rurales y
propiciado la conformación de las culturas, las sociedades y las instituciones (Sepúlveda,
2003).
18
Desde la época de la Colonia, en Colombia la distribución de la tierra por parte del Estado
se basó en la asignación de baldíos. Esto se hizo con el propósito de aliviar las tensiones entre
grandes terratenientes y colonos, debido a la escasez de tierras en el interior de la frontera
agrícola (Mougeot, 2006). En consecuencia, unos de los procesos sobresalientes del siglo
XIX fue la expansión de la frontera agrícola, en el que la población se esparció hacia los
valles y las vertientes interandinas, modificándose la distribución de la población rural en el
territorio nacional y expandiéndose el área agrícola en zonas que antes eran inhóspitas
(Perfetti, 2013).
A principio del siglo XX, el desarrollo industrial y las transformaciones técnicas
impulsaron la expansión de cultivos como el café, el algodón, la caña de azúcar, el arroz y el
trigo. Según Bejarano (2007), el hecho decisivo de las primeras décadas del siglo XX fue,
sin duda, la expansión de la economía cafetera en el occidente del país, la cual se basó en la
pequeña producción parcelaria, fenómeno que representó nuevas formas de organización
social y productiva en los territorios rurales.
La estabilidad otorgada por la agricultura, nueva base productiva, se refleja en el
excedente de producción y en la creciente composición de la dieta con lo cultivado, en el
crecimiento demográfico y en la división del trabajo. Esta especialización del trabajo tiene
como consecuencia el nacimiento de la estructura de clases, donde la élite dirige y controla
los recursos productivos. De tal forma, se puede decir que la agricultura, aun cuando no fue
el único factor impulsor para el surgimiento de organizaciones sociales más complejas que
darían paso a la conformación de las primeras ciudades, fue un detonante sobresaliente
(Semo, 2006).
En consecuencia, los cambios globales generaron impactos principalmente en los hábitos
de consumo, los estilos de vida y el rápido crecimiento urbanístico; este aumento de la
19
población conlleva a la expansión de la ciudad, la cual conduce a un mayor grado de in-
sustentabilidad (Fernández, 2000). Las ciudades como ecosistemas urbanos, consumen
grandes cantidades de bienes y servicios, que proveen otros ecosistemas cercanos. Estos
grandes consumos también generan grandes producciones de basuras y desechos urbanos,
acumulación de materiales de difícil degradación, residuos peligrosos e industriales, además
de contaminación en acuíferos subterráneos y superficiales del aire y del suelo (Carreño y
Viglizzo, 2007). Uno de los componentes esenciales en el funcionamiento de las ciudades es
el sistema alimentario urbano, la elección que hacemos sobre éste afecta el estilo, la estética,
la salud, la economía y la infraestructura (Roberts, 2001); las largas distancias que recorren
los alimentos desde el lugar de producción hasta los consumidores urbanos debilitan la
seguridad alimentaria (De Bon, 2009).
Por tal motivo, la producción local conocida como AU, se transforma en una gran
alternativa para aumentar la seguridad alimentaria. De igual manera, brinda la posibilidad de
un acceso físico a los alimentos y un fortalecimiento de los lazos entre consumidores y
productores.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que en 2006
alrededor de 800 millones de personas a nivel mundial estaban involucradas con la práctica
y el desarrollo de la AU. Producción que en su mayoría se destinaba para el autoconsumo;
sólo alrededor de un 25 por ciento de esa cifra obtenía algún ingreso de la actividad.
Estas cifras son significativas para visualizar cómo el resurgimiento en los últimos 30 años
de una actividad tradicionalmente ligada al contexto rural, ha crecido y cobrado importancia
a tal punto que investigadores, organizaciones sociales y agencias nacionales e
internacionales, entre otros, empezaron a documentar las experiencias en distintos lugares
20
para tratar de sistematizar el entendimiento del fenómeno que es la AU actual y sus
importantes aportaciones para incrementar el nivel de vida en la ciudad.
En estos 30 años el desarrollo teórico respecto a la AU y la forma en que surge y se
desarrolla en relación a los ciudadanos y las ciudades, se encuentra en un primer nivel, con
un fuerte enfoque en la descripción de experiencias. A continuación, se muestran algunas de
las distintas perspectivas desde las que ha sido abordado el estudio de la AU, logrando un
acercamiento desde el objeto de estudio.
4.1.1 La agricultura urbana en el ámbito internacional.
Diversos estudios realizados por la Fundación RUAF (Resource Centres on Urban
Agriculture and Food Security) y el IDRC (International Development Research Centre),
sobre experiencias de agricultura urbana en contextos de pobreza, revelan que las familias
involucradas en esta actividad tienen una mejor alimentación (como lo demuestran el
consumo de calorías y proteínas y los indicadores de crecimiento), en comparación con
aquellas que no las realizan (Moreno, 2007). Se reconoce el potencial de la agricultura
urbana y periurbana como una estrategia efectiva para reducir la pobreza y mejorar la
seguridad alimentaria, la salud y la economía doméstica de los grupos vulnerables.
En los inicios de la ciudad industrial del XIX la AU cumple funciones de subsistencia,
higiene y control social. En países como Gran Bretaña, Alemania o Francia las autoridades
locales y las grandes fábricas se ven obligadas a ofrecer terrenos a los trabajadores para
completar sus recursos y mejorar las condiciones de vida en los barrios obreros (Moran y
Hernández, 2001).
21
En Gran Bretaña las primeras leyes que regularon los huertos obligaron a iglesia y
autoridades locales a proporcionar a los obreros terrenos para el cultivo, controlando que se
convirtieran en una alternativa de trabajo.
En los años setenta en Europa se desarrollaron iniciativas de ocupar solares para cultivar,
primero en Países Bajos y posteriormente en Gran Bretaña, el movimiento de Granjas
Urbanas y Jardines Comunitarios no sólo de huertos sino también de cría de animales de
granja y caballos en entornos urbanos, incorporando una fuerte carga de educación ambiental
a través de actividades orientadas a los niños.
La grave crisis económica que estalló en Uruguay entre julio y agosto de 2002 da inicio
al fenómeno de la agricultura urbana, al lado nace el Programa de Producción de Alimentos
y Organización Comunitaria (PPAOC), un programa de extensión de la Universidad de la
República creado a partir de las múltiples demandas de vecinos que solicitaban colaboración
a la Facultad de Agronomía para la realización de huertas para autoconsumo. En octubre de
2003 se realizó el Primer Encuentro de Agricultores Urbanos en Montevideo, en el que se
reunieron alrededor de 150 personas de la capital. En el encuentro se buscó determinar qué
aporta la agricultura urbana. Bellenda (2005), destacó dentro de las conclusiones los cambios
en la alimentación, puesto que permite la obtención de alimentos sanos, frescos y confiables;
manteniendo algunas hortalizas en la dieta que no se podían consumir por su costo, e
incorporando nuevas.
En los últimos años en la Franja Gaza, Palestina el cambio de la producción en los
territorios palestinos hacia los mercados de exportación ha revelado sus desventajas. La
seguridad alimentaria se ha convertido en uno de los problemas más urgentes para la sociedad
palestina. La población en esta área de aproximadamente 360 km² ha aumentado
dramáticamente en los últimos 50 años, con densidades poblacionales de 20.000 a 100.000
22
personas por kilómetro cuadrado, cerca de la cuarta parte de los niños palestinos padecen de
desnutrición aguda o crónica (Catherine, 2002). En julio de 2000, el Comité Palestino de
Alivio Agrícola presentó un primer proyecto “Actividades Agrícolas Urbanas en Gaza”, el
cual introdujo la producción de siete tipos de vegetales y algunos animales como palomas y
pollos que serían criados en las azoteas de las casa. El proyecto contribuyó al
enverdecimiento de la zona, al aumento de la seguridad alimentaria y a la generación de
ingreso en pequeña escala, particularmente para las mujeres. La inseguridad alimentaria
devolvió a los palestinos a las antiguas prácticas de agricultura doméstica, gente que nunca
antes había estado involucrada en la agricultura empezó a cultivar sus tierras y jardines
(Laeremans y Sourani, 2006). El programa de alimentos ha crecido en importancia
alcanzando a 220.000 familias del territorio (Hansen, 2003).
Una de las experiencias más destacadas es la de Cuba, debido a la caída de la Unión
Soviética en 1991 privó a Cuba de su principal socio comercial y su fuente de hidrocarburos.
Este hecho, dio como inicio lo que los cubanos conocen como el periodo especial, una crisis
económica prolongada que condujo al racionamiento de alimentos y a crecientes índices de
malnutrición. Con la agricultura afectada por la escasez de combustibles, fertilizantes
minerales y los plaguicidas, los habitantes de La Habana iniciaron la siembra de productos
alimentarios en cuanto espacio se encontraba disponible. Inicialmente no se lograban altos
rendimientos, debido a la falta de insumos y de experiencia agrícola (Moran y Hernández,
2011). Sin embargo, con un fuerte apoyo gubernamental, a través de dos programas
nacionales, uno para la agricultura urbana y otro para la agricultura suburbana. Con el fin de
impulsar esta actividad, además creó la Delegación Provincial de la Agricultura, siete
subdelegaciones provinciales y 15 delegaciones municipales. El Gobierno también ha
introducido medidas para ceder en usufructo y gratuitamente espacios sin construir para
23
destinarlos a la agricultura y fomentar la participación de mujeres y jóvenes (FAO, 2010).
De esta manera, la agricultura urbana pasó rápidamente de ser una respuesta espontánea a la
inseguridad alimentaria a ser una prioridad nacional (Treminio, 2004). Durante este proceso,
La Habana ha agregado una palabra nueva —organopónicos— al vocabulario de la
agricultura urbana y se ha convertido en pionera en la transición global hacia una agricultura
sostenible que produce más con menos. “Los huertos populares no sólo acabaron con la
monotonía de los alimentos disponibles, sino que incluso recuperaron cultivos tradicionales
(maracuyá, sésamo, guanábana) e introdujeron nuevos cultivos como la espinaca” (González
y Murphy; 2000, p.14). Estos huertos populares ocupan jardines, balcones, patios terrazas o
solares cedidos por la comunidad, proporcionan alimentos a los hortelanos y a los colegios y
comedores de los barrios, y destinan el resto de la producción al autoconsumo y a la venta en
mercadillos. En 2013, La Habana contaba con 97 organopónicos de alto rendimiento, en los
que se producían diferentes hortalizas y tubérculos (FAO, 2010).
Finalmente, en el año 2002, México se encontraba marcado por la creciente población en
condición de marginación y pobreza, situaciones que vienen invariablemente vinculadas con
la inseguridad alimentaria y la subnutrición de la población (Tapia y Oregón, 2008). A través
del Programa Especial para la Seguridad Alimentaria (PESA), el cual es una estrategia de la
FAO que inició en 1994, se buscó una producción de agricultura familiar auto-sostenible,
para avanzar en la solución de problemas alimentarios y nutricionales. La producción
agrícola en Ciudad de México y sus áreas conurbadas la realizan sobre todo personas con
menos recursos económicos.
Las experiencias internacionales muestran que existen distintos enfoques de la práctica,
que dependen de los objetivos que se persigan con cada proyecto. De una perspectiva
inicialmente alimentaria, los estudios se han ido diversificando para documentar experiencias
24
sobre el impacto de la AU en muchos más aspectos sociales que aquél de la alimentación, así
como en aspectos ambientales, educativos y culturales, como se refiere a continuación a partir
de la literatura recién descrita.
El enfoque ambiental señala diferentes estrategias para restaurar la diversidad agrícola en
el tiempo y el espacio, como lo son (i) rotaciones de cultivos, (ii) cultivos de cobertura, (iii)
policultivos y (iv) mezclas de cultivos (Altieri, 2000).
Las prácticas de AU en el barrio los Bulevares en Montevideo, Uruguay presentan bajo
uso de insumos externos, por lo que no se identificaron problemas de contaminación
derivados de agroquímicos. Los productores realizan un bajo nivel de reutilización de
desechos orgánicos (de los animales y los hogares) sin reutilización de desechos líquidos. El
agua utilizada para riego proviene de agua potable de la red (Santandreu y Lapetina, 2000).
A partir de las experiencias de AU en Brasil publicadas por Smit (2001), concluyó que
mediante el desarrollo de los cultivos el suelo mejora sus condiciones debido al agregado de
materia orgánica, lo que produce la multiplicación de los microorganismos, la repoblación de
los insectos y polinizadores. Además que en la escala de las pequeñas comunidades, la AU
puede mejorar el "paisaje" vital, pero también puede, si se practica poco, contaminar el medio
ambiente y perjudicar la salud humana (Smit, 2004). Los huertos pueden formar parte de la
red de corredores y nodos verdes, destinados a usos recreativos, de movilidad y de inserción
a procesos ecológicos.
El proyecto Lagunage de Harnes desarrollado en Francia, a partir del 2005. Se centró en
un sistema de purificación de aguas residuales urbanas mediante lagunas de fitorremediación.
La iniciativa se enmarca en una estrategia de gestión ambiental, enfocada a maximizar la
purificación de las aguas para devolverlas al canal existente generando balnearios públicos,
integrar los procesos ecológicos utilizados como parte del paisaje local, el uso recreativo y
25
educativo del lugar por parte de los residentes, la estética del proyecto dada su amplia
visibilidad y la conexión de éste con otras áreas naturales a través del valle donde tiene lugar
la intervención.
Mediante la investigación realizada en San Cristóbal de las Casas, México, Vásquez
(2010) afirmó que el material inorgánico era ampliamente utilizado en los procesos de
agricultura urbana, especialmente las botellas, bolsas y vasos plásticos para fabricar
semilleros, básicamente en la producción a micro escala. Además que la asociación de
cultivos resulta muy efectiva para combatir plagas, y la calendarización de la siembra de
acuerdo a las estaciones del año, permite una rotación que ofrece una cosecha y provisión
permanente de distintas especies.
A partir de los procesos de AU en Barcelona, España, Soler y Rivera (2011) afirmaron
que al incorporarse espacios verdes al diseño urbano se generan beneficios en la distancia
que recorren los alimentos, reduciendo los insumos industriales y contaminantes de la
agricultura, disminuyendo dependencia de energías fósiles y las emisiones de CO2 y,
consecuentemente, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
Las investigaciones realizadas en la Ciudad de Quito, Ecuador por Garófalo (2012),
concluyeron que las actividades de AU no resuelven los problemas ecológicos de la ciudad,
pero mediante el uso de todo tipo de espacios disponibles, incluso sobre los techos, se
incrementan las áreas verdes; ayudando a reducir la contaminación, mejorando el microclima
y la calidad del aire, lo que provocó el “reverdecimiento” urbano, y por consiguiente, el
mantenimiento y protección de la biodiversidad.
Las experiencias de AU realizadas en Managua, Nicaragua destacan una alta tasa de
adopción de tecnologías limpias, prácticas de bajo consumo y conservación de recursos
(FAO, 2010). Para regar los huertos de los patios traseros, se aprovechó la fuente de agua
26
limpia y abundante más fiable de la ciudad: las lluvias de la estación húmeda. Para ello, en
las azoteas de las viviendas de todos los participantes se instalaron un sistema capaz de
capturar y almacenar unos 10.000 litros de agua de lluvia al año. De igual manera, se adaptó
un sistema de riego por goteo utilizando material reciclado como lo son las botellas de
plástico. Las familias que participan, a su vez, han demostrado compromisos en todas las
actividades del proyecto, buscando incorporar los conocimientos adquiridos para procesar y
promover acciones entre los vecinos multiplicadores (Almeida, 2004).
En la dimensión social y educativa, han sido reportados otros beneficios a partir del
desarrollo de la AU, tales como la integración vecinal o comunitaria, la educación ambiental
y la recreación tanto para quienes la practican como para visitantes. Se han identificado
oportunidades como el apoyo que la AU ha recibido de los gobiernos locales y nacionales e
incluso agencias internacionales. Muestra que lo primero, ha sido la integración en algunos
casos de la AU dentro de la planeación urbana municipal. En el ámbito cultural, se ha
destacado la conservación de prácticas tradicionales de aprovechamiento de residuos animales
y orgánicos. (Vásquez, 2010). Una de las conclusiones que expresa Mendoza (2010) en su
investigación es que la AU articula especialmente el área de Ciencias Naturales, lo que permite
la aplicación de la información y del conocimiento a través de las tareas cotidianas.
La ciudad de Quito, Ecuador es una de las capitales más “verdes” de la región y acoge
140 huertos comunitarios, cientos de huertos familiares e institucionales, prósperos negocios
agrícolas a pequeña escala y una red de mercados de agricultores que venden productos
orgánicos cultivados localmente (FAO, 2010). Mediante el Proyecto de Agricultura Urbana
Participativa (AGRUPAR) se reunieron alrededor de 12.250 agricultores urbanos y
periurbanos y 380 organizaciones comunitarias de base, con el apoyo de los gobiernos locales
y nacionales, universidades, organismos de cooperación al desarrollo, Organizaciones no
27
gubernamentales – ONG´s y empresas del sector privado. Su objetivo principal fue reforzar
la seguridad alimentaria y promover la elaboración de alimentos, el acceso al microcrédito,
la gestión de microempresas y la comercialización.
La experiencia de AU desarrollada en la ciudad de Bahía Blanca, Buenos Aires, a través
del programa Pro-Huerta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el
año 2011, tuvo como resultados significativos, el aumento en el número total de huertas
representadas en 563 de tipo familiares, tres de tipo comunitario y 10 de tipo escolar, y el
total de población involucrada, que ascendió a 2.900 personas (Quintero, 2011). A partir de
la evaluación del programa, se destacó la participación de los sectores sociales más
vulnerables y se incentivó a todos los actores institucionales y sociales involucrados con la
problemática a construir nuevas formas de desarrollo local y territorial. Las acciones llevadas
a cabo por Pro-Huerta y los distintos actores en el espacio urbano analizado contribuyó a
mejorar la calidad de vida de sus habitantes, a partir de la autoproducción de alimentos en
huertas familiares, la participación y la organización comunitaria (Quintero y Alamo, 2011).
Uno de los medios más eficaces para promover la agricultura urbana en la ciudad de Belo
Horizonte, Brasil, fueron los huertos escolares, que pasaron de 60 a 126 entre 2008 y 2012.
Se invitaron a los niños a asistir a talleres de micro-horticultura, y los que participaron en el
programa recibieron asistencia técnica para crear sus huertos. Se establecieron huertos en
escuelas primarias y preescolares con un total de 96.000 alumnos, quienes dedicaron en
promedio una hora al día al cuidado de las plantas. Estos huertos, en los que se cultivaron
coles, lechugas, hierbas y plantas aromáticas, funcionaron como centros al aire libre, con
fines didácticos en materia de medio ambiente y alimentos (FAO, 2010).
De igual manera, han sido documentadas limitantes, como la falta de apoyo
gubernamental, o bien un apoyo enfocado a proyectos y participantes muy reducidos, así
28
como la prácticamente inexistencia de estudios cuantitativos que pudieran atraer la atención
de tomadores de decisión, como lo relata Treminio (2004).
Otra limitante identificada ha sido la tenencia de la tierra, en cuanto a la inseguridad que
representa para seguir con el uso agrícola del predio. En otros contextos, el apoyo ha venido
de la ciudadanía y de las ONG´s. Los niveles de organización intersectorial varían en cada
región, pero no siempre suceden de forma exitosa.
Sin duda existen diversos rangos de experiencias al interior de cada país, pero podemos
concluir, que estos movimientos especialmente en América Latina y el Caribe se dieron como
resultado de crisis socio-económicas y cuyas principales aportaciones se refieren a la
seguridad alimentaria y combatir la pobreza. Pero como alternativa de explorar nuevas
formas de desarrollo podemos destacar en estas experiencias el fortalecimiento de la
participación de actores sociales, la educación, la organización comunitaria y la construcción
de redes de mercado.
4.1.2 La agricultura urbana en el ámbito nacional.
En Colombia se puede decir que las experiencias han girado en torno a los enfoques desde
la seguridad alimentaria, lo educativo y lo social, con el objetivo de mejorar la calidad de
vida de las poblaciones de escasos recursos.
En el país la agricultura urbana se ha desarrollado en diversas ciudades con motivaciones
diferentes, que buscan la sostenibilidad ambiental y solucionar problemáticas sociales como
falta de alimentos, el desempleo, entre otros (Mosquera, 2009). A continuación se
mencionaran algunas experiencias representativas encontradas en el país.
29
En Pereira, tras el terremoto de 1999, el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) implementó el proyecto de AU y periurbana bajo la técnica de huertas
hidropónicas, como estrategia para el mejoramiento de las condiciones económicas y
nutricionales de la población más vulnerable ubicada en los barrios Las Brisas, Villa Santana,
El Dorado, Cuba, El Paraíso, utilizando 2.500 lotes para la producción. Posterior a esto, la
Asociación “Raíces” de Pereira presentó una propuesta a la Secretaría de Salud
Departamental de huertas hidropónicas para la siembra de plantas medicinales bajo el nombre
Proyecto la Huerta de mi Barrio en los municipios de Pereira y Dosquebradas. Un proyecto
con un enfoque social que busco recuperar el saber ancestral y el mejoramiento de las
relaciones medioambientales.
Las experiencias de AU de Medellín, Antioquia están vinculadas en diferentes convenios
que se realizaron en los años de 2004, 2005 y 2006. La práctica de agricultura urbana adquirió
el nombre de Solares Ecológicos ejecutado por la Secretaría del Medio Ambiente,
CorAntioquia (Corporación Autónoma Regional de Antioquia), la Comisión Europea y la
Universidad del Rosario de Bogotá D.C (Banguero, 2010). El proyecto fue concebido como
una estrategia que trasciende los límites de la seguridad alimentaria y la agricultura urbana,
al respecto en el seguimiento que realizó la investigadora Rivera (2005), lo caracterizó como
elemento fundamental para construir procesos sociales de territorios orientados a desarrollar
una ciudad sostenible, con soberanía alimentaria y hábitos saludables de vida. Además,
resaltó significativamente su componente ambiental y sanitario, como proceso que
contribuyó a mejorar las condiciones ambientales de la vecindad.
Los resultados de la experiencia en Caquetá en el año 2004, a través de proyecto Siembra
Agricultura Urbana en el Caquetá, destacó el nivel de aprovechamiento de los productos de
la huerta y el consecuente mejoramiento de la alimentación de las familias atendidas, visible
30
en la modificación de hábitos de consumo y en el aprovechamiento de la producción para
alimentación animal, trueque, solidaridad y en varios casos para generación de ingresos
(Banguero, 2010).
La Corporación Red de Agricultores Urbanos de Usme comenzó en el 2008 como un
proyecto de agricultura urbana, financiado por la Unión Europea y la Embajada de Alemania
a través de La Universidad del Rosario como gestora y ejecutora. Durante el proceso, los
miembros de la Red recibieron capacitación técnica agrícola en manejo de residuos sólidos,
transformación y aprovechamiento de cosechas, siembra y producción de hortalizas y
tubérculos y la comercialización de productos. Su experiencia se destacó por buscar
concientizar a los habitantes de la zona sobre el cuidado del medio ambiente, el saneamiento
ambiental y el mejoramiento en los hábitos alimenticios, llevando esto a fortalecer el
movimiento de resistencia pacífica del proceso acelerado de construcción, en estas tierras
que son de tradición rural (Experiencias Destacadas y Premiadas, 2010).
En el departamento del Tolima, la FAO, a través del Proyecto FAO UTF/COL/031/COL
llamado “Capacitación y Formación en Agricultura Urbana y Periurbana para la Seguridad
Alimentaria para el Departamento del Tolima”. Buscó disminuir los niveles de inseguridad
alimentaria de manera integral a partir de la agricultura urbana y desencadenar acciones
conjuntas entre población y gobiernos locales. Las acciones estaban dirigidas a atacar los
problemas derivados de la pobreza y la marginalidad de las comunidades, tanto desplazadas
como receptoras, del Departamento del Tolima (Mosquera, 2009).
Lopera (2011), a través del análisis de 28 unidades agrícolas en Marinilla, Antioquia
concluyó que en su mayoría generaron productos para la subsistencia de los agricultores y
sus familias, y la venta en pequeño volumen, hacia el mercado vecinal.
31
A manera de conclusión sobre las experiencias nacionales, puede decirse que en su
mayoría se documentan los procesos conformados por organizaciones gubernamentales, y
sus enfoques están relacionados con la seguridad alimentaria, ciudad sustentable y educación
ambiental, entre otros temas. También se evidencia que estos procesos han contribuido en la
recuperación de saberes ancestrales, la construcción de procesos para dar solución a sus
necesidades en el territorio y las economías de intercambio como lo es, el trueque.
Actividades que conllevan a fortalecer las relaciones en la comunidad desde sus recursos
sociales.
4.1.3 La agricultura urbana en el ámbito distrital.
Las experiencias de AU en el Distrito han estado enmarcadas principalmente desde el
enfoque de seguridad alimentaria y otras responden al enfoque educativo y social.
En Bogotá la AU, fue institucionalizado a partir de iniciativas de sectores públicos
gubernamentales y no gubernamentales, privados y de organismos de cooperación
internacional.
En el marco del Plan de Desarrollo Distrital “Bogotá Sin Indiferencia-un compromiso
social contra la pobreza y la exclusión”, se implementó el Programa Bogotá Sin Hambre,
como parte de la política social, el cual tenía como finalidad promover la realización de
diversas acciones tendientes a mejorar la nutrición y alimentación de los sectores más
vulnerables del Distrito. Uno de los proyectos pilotos que se propusieron para lograr esa meta
fue el proyecto de agricultura urbana “Volvamos a Sembrar” implementado en un principio
en la Localidad de Ciudad Bolívar, liderado por el Jardín Botánico “José Celestino Mutis” y
con el apoyo de la Presidencia de la República a través de Acción Social, Red de Seguridad
32
Alimentaria - RESA y la Red Nacional de Jardines Botánicos. Vale la pena mencionar que
este proyecto se asumió como una alternativa socio – ambiental que involucraba tres esferas:
(i) hábitat y ambiente, (ii) seguridad alimentaria y (iii) desarrollo humano sostenible.
Comenzó a finales del 2004, se argumentó desde los derechos humanos, principalmente el
derecho a la alimentación, desde la planificación del territorio, buscando introducir este
proyecto en los planes y programas de urbanización y modificación de los usos del suelo, y
desde lo productivo, fortaleciendo la economía solidaria y tecnologías limpias aprovechando
los residuos orgánicos en la producción de abonos y los residuos inorgánicos en la
reutilización de botellas y empaques.
A continuación se citarán algunas experiencias que han sido objeto de estudio y por tal
motivo se encuentran documentadas.
La experiencia de agricultura urbana en el barrio Potosí, en el sur de Bogotá, se centró en
procesos de gestión para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Surgió
como proyecto escolar, pretendiendo aportar a los problemas alimentarios desde una
organización de la comunidad. Este grupo se conformó principalmente por mujeres. La
actividad se desarrolló en patios y en lotes, con la utilización de recipientes plásticos
reciclados, optimizando el uso del espacio. La experiencia se caracterizó por manejar más de
46 especies vegetales, el ahorro y reutilización del agua, el uso de lombrices en la producción
de abono, y en las técnicas caseras de alelopatía y bio-preparados (Granados y Millán, 2006).
Linares (2007) y Méndez (2005) a través de estudios de caso en el sur de Bogotá,
encontraron que la agricultura urbana surgió porque los campesinos que vinieron del campo
a la ciudad, buscaron sobrevivir en el nuevo entorno, creando estrategias que usualmente
estaban en los sectores informales. Es así como entre sus estrategias, aplicaron los
33
conocimientos en agricultura adaptándolos al nuevo entorno, respondiendo a una parte de sus
necesidades alimentarias y económicas.
Para Linares (2007), la agricultura urbana, combina actividades que representan
estrategias de las familias para hacerse a sus medios de vida, el conocimiento que traen las
personas provenientes de las zonas rurales forma parte del capital humano.
Desde la investigación que realizó López (2007), en la comunidad educativa del Colegio
de Chuniza, Bogotá, afirmó que la AU es una práctica que brinda la oportunidad de educar
ambientalmente, actuando como instrumento capaz de motivar, vincular y empoderar a las
personas con su situación ambiental.
Mediante las experiencias en Ciudadela Sucre y Altos de Cazucá, Cundinamarca se
identificaron limitantes con el recurso del agua y el riesgo climático, elementos que muchas
veces interrumpen la producción. En este sentido, varios agricultores riegan las plantas con
aguas reutilizadas y cuando eventualmente llueve algunos las almacenan en tanques (Cantor,
2009).
Por otro lado, a partir de la evaluación del programa de AU en Bogotá, Barriga y Leal
(2011), concluyeron que no son suficientes las capacitaciones y cursos para garantizar que
un agricultor y su familia cambien sus hábitos alimenticios e incluyan los productos que
siembran en su dieta. Lo que si se logró fue que los agricultores tengan una idea de consumo
diferente respecto a los alimentos, productos que sean limpios, sanos e inocuos.
Desde las experiencias distritales se observó que las categorías que sobresalen en los
procesos de AU van enfocadas hacia la organización comunitaria, la perspectiva de género,
los saberes tradicionales y las fronteras entre lo urbano y lo rural.
Podemos concluir de las experiencias citadas, que los procesos de agricultura urbana
fueron reconocidos en los planes de gobierno, como mecanismo para contribuir a la seguridad
34
alimentaria de la población. En algunos casos, las asociaciones y movimientos constituidos
intencionalmente respondían como defensa ante la insatisfacción de sus necesidades, allí no
sólo convocaron sus problemáticas y adversidades comunes, sino partieron con el propósito
explícito de superarlas con la acción organizada y en función de unas realidades compartidas.
Generando sentimientos de arraigo hacia su territorio que se convierten en el fortalecimiento
de las comunidades.
4.2 Marco teórico
4.2.1 La agricultura urbana y la dimensión social del desarrollo.
La actividad agrícola que se desarrolla en la ciudad ha sido conceptualizada recientemente
como Agricultura Urbana (AU). Existe en el mundo desde tiempos inmemoriales, pero
durante el siglo XX, con el incremento de la población urbana, fue alcanzando un gran auge,
tanto en países desarrollados como en los subdesarrollados, si bien no por igual en todos
ellos, debido a factores sociales, económicos y productivos. Entre ellos figuran: (i)
crecimiento urbano de los países en desarrollo, (ii) deterioro de las condiciones de la
población, guerras, catástrofes naturales, que perturban los suministros de alimentos
procedentes de las zonas rurales, (iii) degradación ambiental y (iv) falta de recursos, que
provocan una escasez alimentaria todavía mayor.
El concepto de agricultura urbana, tiene diversas acepciones. A continuación se ofrecen
algunas definiciones:
El programa de Naciones Unidas para el Desarrollo definió la AU como una actividad que
produce, procesa y comercializa alimentos y otros productos. La producción se lleva a cabo
35
dentro de los confines de las ciudades, optimizando espacios, como son los solares, huertos
comunitarios, terrazas, patios y espacios públicos no aprovechados (FAO, 1996; Hernández,
2006). Además en sus investigaciones, Hernández, concluyó que “El Ser Humano” lleva a
cabo esta actividad para su propio beneficio tanto económico, ambiental o social, haciendo
uso de tecnologías limpias, reciclando recursos naturales, re-colección y re-utilización de
materiales que se encuentran en la vida cotidiana del hogar, incorporando diversas técnicas
agrícolas sostenibles y aplicando el conocimiento local de cada agricultor.
En este mismo sentido, Moreno (2007) subraya que en esta práctica se incluye no solo la
producción de vegetales comestibles, sino también de especies destinadas a la medicina
natural. Así también, distintas experiencias de agricultura en las ciudades incorporan junto
al cultivo de plantas, actividades de crianza de animales menores y acuicultura, además
de otros espacios facilitados por personas u organizaciones de la comunidad, como son las
Juntas de Acción Comunal o espacios facilitados por organizaciones públicas o privadas.
En las investigaciones realizadas en Brasil, Santandreu y Lovo (2007), rescatan que la AU
debe orientarse valorando la sabiduría y conocimientos locales. Además concluye, que la AU
es una actividad que promociona la equidad de género a través de procesos participativos y
promueve la gestión urbana, social y ambiental de las ciudades, contribuyendo a la mejora
de la calidad de vida de la población urbana y al desarrollo sostenible de las ciudades.
Uno de los factores que favorece y vuelve estratégico el desarrollo de la AU es el
incremento de la pobreza urbana (Cittadini, 2002). En los países empobrecidos, la AU atiende
prioritariamente necesidades alimentarías y de generación de ingresos para poblaciones
pobres y excluidas. Éstas poblaciones se insertan en redes colectivas de producción y
consumo alimentario que reduce su vulnerabilidad socio- económica (Soler y Rivera, 2011).
36
Desde el punto de vista del urbanismo, la agricultura urbana es una estrategia de
recuperación cabal de los ambientes urbanos y periurbanos, ante dificultades
relacionadas con el deterioro de las ciudades. En la periferia o en el interior de las ciudades,
la agricultura puede aprovechar recursos infrautilizados, sobre todo suelo, agua y residuos
orgánicos. y reducir la huella ecológica de las áreas urbanas. Es posible adoptar estrategias
de reutilización de aguas usadas o en mucha menor medida con aljibes para aguas de lluvia,
e introducir elementos para el compostaje de residuos orgánicos, en lo que nos acercaría al
cierre del ciclo de nutrientes (Moreno, 2007).
En América Latina, la agricultura urbana se ha manifestado a partir de dos formas: una
tiene que ver con propuestas apoyadas por gobiernos municipales, pero teniendo como
sustento ámbitos locales, y la otra, con organizaciones no gubernamentales que llevan a cabo
proyectos puntuales de desarrollo comunitario en donde se combate la pobreza y la exclusión,
involucrando organizaciones sociales o comunidades, unidades vecinales, entre otras, y son
planteamientos surgidos desde las bases mismas de la población, en donde se enriquece la
sociedad civil y también se abren espacios para la participación social (Altieri, 2000).
Para finalizar, los procesos de AU han dejado de cumplir con el objetivo único de
satisfacer la necesidad básica de alimentación, para cumplir con propósitos
multidimensionales como la aproximación al balance ecológico, la productividad económica
justa y equitativa, la identificación, y la organización desde el fortalecimiento comunitarios.
Es el reflejo de una forma de pensar sobre el desarrollo comunitario en su territorio,
promoviendo acciones de interés común, que contribuyan a satisfacer las necesidades de sus
participantes. Así mismo, desde la revalorización del capital social, la agricultura urbana
puede constituirse en un medio para el fortalecimiento de las redes sociales e institucionales,
37
que a su vez, faciliten el acceso a mayor información y a servicios que ayuden a
revertir las situaciones de desigualdad (Cittadini, 2002).
4.2.2 El desarrollo comunitario.
Las comunidades mejoran su calidad de vida a partir de la apropiación del territorio.
Cuando los individuos participan e interactúan entre sí para lograr una conciencia de su
realidad social, analizan los problemas y necesidades comunes, propiciando alternativas de
solución que les permiten superarlos. En ese sentido, la acción comunitaria, posibilita el
acceso a determinados niveles de bienestar para una comunidad.
Existen diferentes posturas teóricas que definen el proceso de Desarrollo Comunitario, a
continuación algunas de ellas:
Quintana (1986), concibe el desarrollo comunitario como un campo de la educación
comunitaria, consistente en dinamizar la iniciativa de las comunidades en problemas de
desarrollo (económico, humano, cultural, social) para que sepan por sí mismas encontrar una
salida a su situación.
Para Bouzada (1995), el desarrollo comunitario, es un proceso concreto de organización en
los territorios que resulta de los esfuerzos conjuntos de la población implicada, de sus
representantes, de los agentes socioeconómicos y eventualmente de los agentes estatales.
Encaminado a reconstruir un proyecto de desarrollo que integre diversos componentes
económicos, sociales y culturales, así como actividades y recursos locales.
De forma semejante, Rodríguez (2004), expone que es un movimiento endógeno, que
surgió de la iniciativa de la sociedad civil, vinculada en un territorio y a una historia concreta,
fundamentado en la valorización y utilización de los recursos locales con los que cuenta, y
38
que debe estar acompañado por iniciativas institucionales. Su finalidad es mejorar el nivel de
vida de la población a partir de la combinación eficiente de las potencialidades de cada
territorio, de sus recursos y de su fuerza emprendedora.
Por otra parte, Ander-Egg (2006), considera que el desarrollo de la comunidad es una
técnica o práctica social que tiene por objetivo fundamental la promoción del hombre,
movilizando recursos humanos e institucionales, mediante la participación activa y
democrática de la población en el estudio, programación y ejecución de los diferentes
programas comunitarios. Es una acción de la comunidad, que pretende cambios actitudinales
y en donde la participación popular es el elemento fundamental en los programas de
desarrollo de la comunidad.
Por último, el desarrollo comunitario para Zarate (2007), consiste en un modelo que debe
considera aspectos como: (i) analizar al ser humano como sujeto y objeto de su propio
desarrollo; él lo origina y lo promueve, (ii) cualquier alternativa de desarrollo comunitario
debe estar estrechamente relacionado con los planteamientos globales que en esta materia
señala la política social, (iii) la comunidad debe ser vista como un escenario donde la
participación es el elemento clave, pues el sujeto es un recurso estratégico e inteligente para
el proceso, (iv) la finalidad de considerar así al sujeto es propiciar el mejoramiento de su
calidad de vida, (v) es indispensable generar un proceso de capacitación que no solo informe
sino que forme y (vi) a partir de ello, favorecer los sentimientos de arraigo y pertenencia, que
es lo que finalmente coadyuva a la participación de los sujetos. Finalmente, se debe
considerar la importancia de generar metodologías adecuadas a las características propias del
escenario de intervención, pues si bien hay elementos generales de la intervención, las partes
específicas deben ser atendidas con la particularidad que la misma requiere.
39
Por lo tanto, las características que según los autores citados mejor definen el desarrollo
comunitario son:
• Un proceso educativo destinado a lograr cambios cualitativos en las actitudes y
comportamientos de la población.
• El objetivo principal es la consecución del bienestar social, es decir, la mejora de la
calidad de vida de la población o comunidad objeto de la intervención.
• Exige la participación voluntaria, consciente y responsable de los individuos en la
resolución de sus propios problemas.
Para concluir, el desarrollo comunitario pretende generar apropiación del territorio,
cambios actitudinales y mejoramiento en la calidad de vida de las personas, por medio de la
educación para lograr mayores procesos de participación, en donde sus necesidades son
reelaboradas y reivindicaciones, mediante la construcción de propuestas de solución que
transforme lo deseable en posible y desplegar prácticas para lograrlo.
4.2.3 Capital social: principales aportes conceptuales.
En el marco de la creciente orientación social que ha adquirido la teoría del desarrollo en
los últimos 20 años, la noción o concepto de capital social ha despertado interés y es hoy en
día visto como una posible respuesta a muchas de las obvias limitaciones y consecuentes
fracasos de un significativo número de proyectos, programas y políticas de desarrollo en
América Latina y en el resto del Mundo. El principal interés en este concepto surge de los
recientes hallazgos que prueban su contribución al desarrollo sustentable.
40
Aunque la discusión teórica y la utilización del concepto de capital social son
relativamente recientes, el enfoque de capital social utiliza una noción que no es nueva
(Sobel, 2002). La primera definición teórica del capital social proviene del sociólogo francés
Pierre Bourdieu, el cual hace hincapié en tres aspectos implicados en este concepto: (i) los
beneficios que surgen de la participación en redes sociales; (ii) la necesidad de su
construcción mediante estrategias de formalización y (iii) el intercambio de objetos
materiales y simbólicos que supone comunicación. Según Bourdieu (1979), existen tres
formas de capital: (i) el económico (ingresos), (ii) el cultural, el cual se divide en tres estadios:
el incorporado (poseído por cada persona), el objetivado (en bienes como libros, pinturas y
otros), y el institucionalizado (determinado por los grados de escolaridad) y (iii) el capital
social desde el conjunto de redes sociales. Las tres formas de capital se hallan
interrelacionadas, puesto que a través del capital social, los actores pueden obtener acceso
directo a recursos económicos (capital económico) y a recursos de información y
conocimiento (capital cultural), que a su vez les otorga un mejor posicionamiento social. Es
en esencia, la habilidad de las personas y de las familias para obtener recursos gracias a su
pertenencia a redes y otras estructuras sociales.
A finales de la década de los ochenta aparece en la sociología norteamericana la noción
de capital social, desde los aportes de Coleman y Putnam. Colmena (1990), define el capital
social en relación con la construcción de capital humano, desarrollando el concepto a través
de tres formas de capital social: (i) la confianza existente en un ambiente social, que implica
cumplimiento de las obligaciones contraídas, (ii) el uso de las relaciones sociales para
adquirir información, y (iii) la existencia de normas efectivas. La anterior definición, tiene
que ver con la densidad de los vínculos sociales y con su capacidad de hacer respetar la
observancia de las normas.
41
Pese a sus diferencias conceptuales, el uso del término por Bourdieu y Coleman condujo
a definiciones operacionales similares. En ambos casos, se basaban en las redes de relaciones
en las que estaban insertos individuos y familias, así como en la densidad y otras
características de tales redes.
Por el contrario, para Putnam (1993), el capital social es un bien público. El acervo de
potencial participativo, la orientación cívica y la confianza en los demás, son las condiciones
que disponen las ciudades, estados o naciones. Su concepto está proyectado hacia unidades
sociales mucho más grandes, el foco empírico cambió del círculo inmediato de relaciones
que rodea a individuos y familias, a las características agregadas de la población. En este
sentido, el capital social para Putnam se caracteriza en: (i) crear redes o contactos que se
forman entre las personas, los grupos y sin las cuales las sociedades no podrían organizarse
ni funcionar, (ii) surge gracias a cuatro elementos fundamentales: compromiso cívico,
reciprocidad, confianza y asociatividad, y (iii) produce beneficios tanto para quien forma
parte de la red coma para los individuos o grupos que sin estar en la red guardan cierta
relación con la misma (Fernández, Alcázar y Romero, 2007). Putnam señala que el trabajo
en conjunto es más fácil en una comunidad que tiene un stock abundante de capital social
(Durston, 2000).
Otro autor que ofrece aportes al concepto es Narayan (1999), quien lo define como la
cantidad y calidad de asociaciones al interior de un grupo y sus relaciones con las normas
sociales. Es decir, el capital social está constituido por las reglas, normas, obligaciones,
reprocidades y confianza que rigen las relaciones sociales y que a su vez permite a sus
miembros alcanzar sus objetivos individuales y grupales. Basado en sus investigaciones,
afirma que el capital social puede facilitar mejores cooperaciones para la provisión directa
42
de servicios que beneficien a todos los miembros de una comunidad (Palacio y Sabatier,
2001).
Por otro lado, un enfoque más socioeconómico lo sustenta Fukuyama (1995), quien afirma
que la presencia de la confianza mutua entre las personas que trabajan juntas en una empresa,
con unas normas definidas, disminuye el costo operativo del negocio. Además que una
organización de estas características tendrán más capacidad para innovar, puesto que permite
una variedad más amplia de relaciones sociales.
El capital social se almacena a nivel individual, puesto que forma parte de la psique de
cada individuo construir confianza, valores cívicos, entre otros; sin embargo, estas normas y
reglas sociales se generan y son compartidos en los grupos. La construcción del capital social
es indispensable para la sostenibilidad de los diferentes emprendimientos, por el efecto
multiplicador que estos tienen para modificar aquellas relaciones de poder que constituyen
los principales obstáculos para el desarrollo (Caracciolo y Foti, 2003).
Para Stolle (2001), las organizaciones voluntarias tienen mayor capacidad de favorecer el
compromiso cívico, con base en dos distinciones fundamentales: por una parte, el carácter
público o privado del capital social, medido a través de actitudes y valores de los miembros
de las organizaciones y, por la otra, el tipo de organización.
Las dimensiones del capital social que define Stolle, a partir del compromiso cívico son:
La dimensión privada "interna": implica que la atención de quienes participan en una
organización se centra en asuntos internos de ésta; cooperan entre sí, y el capital social
funciona como un activo solo para quienes interactúan, pero no es accesible para
personas que están fuera de ese grupo.
43
La dimensión pública: incluye actitudes y valores generalizados que tienden a influir
en conductas favorables a la cooperación fuera del grupo.
Por otra parte Lin (2001), ha hecho énfasis en la importancia del tipo de lazos entre los
individuos, tanto en el campo del análisis de la democracia, como en el del desarrollo y en el
estudio de redes. Se abordan dos tipos de vínculos: fuertes y débiles. Los primeros implican
frecuencia en los contactos e intimidad entre las personas que sostienen estos lazos. En estos
vínculos opera el llamado principio de homofilia, que indica que las interacciones sociales
tienden a darse entre individuos con estilos de vida y características sociodemográficas
semejantes, con recursos -tales como riqueza, reputación y poder- similares. En cambio, en
los lazos débiles las interacciones se dan con poca frecuencia e implican escasa intimidad;
en estos lazos actúa el principio de heterofilia, que describe relaciones entre dos actores con
recursos disímiles y características distintas.
Teniendo en cuenta la diversidad de conceptos, para esta investigación se tomarán los
elementos que aportan al capital social desde los individuos para llegar a fortalecer los grupos
sociales y sus iniciativas comunitarias. En este orden de ideas, el capital social está
constituido por reglas, normas, reprocidades y obligaciones, las cuales rigen las relaciones
de confianza, solidaridad y cooperación, al igual que modifica aquellas relaciones de poder
que generan obstáculos a las iniciativas sociales, permitiendo una variedad más amplia de
relaciones. Esto favorece la capacidad de organización de las comunidades, llegando a
movilizar recursos que permita a sus miembros alcanzar sus objetivos individuales y
grupales, además de proporcionarles un stock de recursos sociales, culturales, psicológicos,
institucionales, entre otros. Fortaleciendo la participación y aumentando la probabilidad de
44
un comportamiento cooperativo de los individuos para construir proyectos sociales que
generen bienestar en la comunidad.
La construcción de redes de relaciones duraderas que establecen las personas en una
comunidad o grupo social a partir de la solidaridad y la cooperación, pueden facilitar la
constitución de actores sociales o incluso de sociedades civiles saludables, que tengan como
finalidad contribuir al bien común, por medio de la participación en la transformación de su
terriorio.
4.2.3 Redes que fortalecen la estructura social.
El análisis de las dinámicas organizacionales de un grupo de personas, requiere el interés
por los procesos desarrollados en comunidad, según Lozares (1996), el sujeto social se
constituye en la sociedad en grupos específicos como son los familiares, los sociales, de
trabajo y de estudio. Si pensamos en las características de estos grupos, Zarate (2007), afirma
que deben ser vistas como un escenario donde la participación es el elemento clave y su
finalidad es conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
A partir de estas interacciones sociales, se construye lo que Pichón denomina el vínculo,
la manera particular en que un sujeto se conecta o relaciona con otros, creando una estructura
particular para cada caso y cada momento; una estructura compleja que incluye a un sujeto,
un objeto (que es otro sujeto) motivando a generar momentos de comunicación y aprendizaje
(Pichón, 1980).
Para dimensionar la trama social Caracciolo (et al, 2003) introduce la noción de
acumulación del Capital Social esto es desde un estadio de capital social simple, hacia
estadios más complejos de capital social ampliado. El capital social simple está constituido
45
especialmente por relaciones de parentesco o de vecindad, que se agrupan con la finalidad de
desarrollar estrategias para enfrentar sus dificultades. Se caracteriza porque expresan una
conciencia a corto plazo, se mueve a nivel micro como la vecindad y el barrio y no son grupos
formales.
Por otro lado, el capital social ampliado se caracteriza porque los grupos van estableciendo
conexiones más formales con otros grupos u organizaciones, construyendo redes que se
desenvuelven en ámbitos macro (local, distrital, nacional) alrededor de propuestas más
sustentables. La ampliación del capital social se ve reflejada hacia dentro de la organización,
puesto que es necesario delegar roles y funciones que implican una mayor capacitación.
Además de definir las áreas de gestión, la especialización de su desempeño y la ampliación
hacia fuera de la organización. La cual da como resultado la construcción de mayores
vínculos con diferentes actores sociales, para obtener nuevas oportunidades y recursos que
conlleven a la acumulación de los distintos tipos de capital (Caracciolo et al, 2003).
La transición hacia nuevos estadios de capital social implica cambios en la organización
desde lo cuantitativo en términos de conocimiento y recursos, y lo cualitativo en mayores
niveles de participación social, pertenencia en función de objetivos de apropiación y en el
diseño de planificación de proyectos a corto y mediano plazo.
Por otra parte, la cantidad y calidad de las relaciones duraderas ordenadas y tipificadas
entre los elementos de una sociedad, nos acerca a una de las definiciones de estructura social.
46
4.2.4 La estructura social: una alusión a la sociedad.
La estructura social, es uno de los términos más polisémicos de la sociología Gobernado
(2001), afirma que su principal finalidad del término es construir generalizaciones sobre
formas de organización social observables empíricamente.
La estructura social, pese a su estabilidad, no puede entenderse, como un objeto estático,
cerrado y predeterminado. Algunas definiciones del término se citan a continuación:
Ossowski (1972), señala que el término se usa como un sistema de distancias,
interpretadas figuradamente, y de relaciones, de manera que cuando hablamos de estructura
social queremos significar el espacio social de relaciones.
Para Giner et al. (1998), el término estructura social nos sensibiliza a examinar lo más
permanente, lo básico, lo no aparente y quizás oculto, el armazón, o quizá la forma lógica de
algo.
Para Callinicos (1985), las características más destacables de las estructuras sociales son:
(i) tener cierto grado de sistematicidad e interdependencia (existen límites a su variabilidad
sin convertirse en un tipo diferente de estructura social), (ii) persistencia en el tiempo y (iii)
ser un conjunto de lugares no dependientes de las identidades de la gente concreta que los
ocupa.
Feito (1998), señala que la estructura quiere decir sistema, coherencia, totalidad,
dependencia de las partes con respecto al todo, sistema de relaciones, totalidad no reducible
a la suma de sus partes y otros. Por su parte, Giner (1978), define la estructura social como
el conjunto relativamente estable de las interrelaciones entre las diversas partes de una
sociedad, más la distribución de estas partes según un orden dinámico.
47
Así pues, el término estructura se reserva para referirse a la disposición interna de los
elementos de un sistema, entonces no sólo es un concepto descriptivo, como mantiene
Gobernado (2001), sino también con un concepto explicativo que es usado para mostrar como
el comportamiento social, las actitudes, los atributos y las trayectorias de los individuos, y de
los grupos de los cuales forman parte, se conforman en un complejo de relaciones sociales.
A menudo se reserva el término sistema como un concepto analítico y operacional, que
permite focalizar la observación empírica de un conjunto interdependiente. Por tanto, el
potencial de una aproximación estructural al análisis social proviene de una premisa básica
según la cual los comportamientos, actitudes y atributos de los individuos, es decir, lo que
hacen, lo que piensan y lo que tienen, depende, de forma muy significativa, de su posición en
la estructura social.
Las investigaciones en grupos sociales realizadas por el sociólogo George Homans (1954),
utilizaron el concepto de sistemas. Él señaló que una organización está formada por un sistema
ambiental externo y un sistema interno de relaciones que son interdependientes. Existen tres
elementos en un sistema social: las actividades, son las tareas que la gente desempeña; las
interacciones, ocurren entre las personas en el desempeño de dichas tareas, y los sentimientos,
que se desarrollan entre las personas. Estos elementos se refuerzan mutuamente, es decir, las
actividades conjuntas conducen a interacciones y sentimientos.
La organización como sistema integrado está formado por un conjunto de dimensiones
que se diferencian entre sí y se relacionan de manera dependiente. Las dimensiones de la
organización que serán tenidas en cuenta en esta investigación son:
El Proyecto: entendido como la idea que la organización quiere llevar adelante y que
ordena a través de un plan de acción. El plan de acción institucional es un conjunto
48
organizado de pasos para alcanzar los fines que se propone el grupo. Toda
organización nace para cumplir con un determinado objetivo. Este objetivo
básicamente apunta a satisfacer a los miembros de dicha organización, pero puede
beneficiar también a personas que no son socias. Así el proyecto actúa como bisagra
o como nexo entre la realidad de la organización y la realidad social donde la
organización está inmersa (Giomi, 1997).
La estructura organizativa: es el conjunto de roles que se han establecido en la
organización y que han sido aceptados o consensuados por sus miembros, como las
interrelaciones mutuas entre esos roles.
Condiciones internas de trabajo en la organización: que según Giomi (1997) deben
comprender especialmente la satisfacción y la auto-realización individual y colectiva
de los miembros de la organización. En la medida en que se establezcan y funcionen
las interrelaciones aumentarán o disminuirán al grado de identificación y el
compromiso de los miembros con sus organizaciones.
El contexto: los grupos comunitarios constituyen un sistema que está inserto en un
contexto socioeconómico y político con el cual se guardan relaciones de intercambio
y de mutua determinación.
49
4.3 Marco geográfico
4.3.1 Aspectos físicos de la localidad de Bosa.
La Localidad de Bosa está ubicada al suroccidente de la ciudad y limita por el norte
con la localidad de Kennedy; por el sur con la localidad de Ciudad Bolívar y el municipio
de Soacha; por el oriente con las localidades de Kennedy y Ciudad Bolívar, y por el
occidente con el municipio de Mosquera.
Figura 1. Distribución por localidades de la ciudad de Bogotá.
Fuente: http://4.bp.blogspot.com/ Mapa_Localidad_7_Bosa.png.gif
Tiene una extensión total de 2.395,59 hectáreas, distribuidas en 5 Unidades de Planeación
Zonal (UPZ) así: Bosa Central: 29.9%, Tintal Sur 23,7%, Bosa Occidental 20,7%, Porvenir
16,7% y Apogeo 8,7%.; la localidad no tiene suelo rural.
50
A su vez se distribuyen en 381 barrios legalizados por Secretaría de Planeación. La UPZ
que tiene el mayor número de barrios es Bosa Occidental, seguida de Bosa Central y en menor
número Porvenir, Tintal Sur y Apogeo.
En el 2009, la localidad contaba con 554.389 habitantes, que representan el 7,7 % del total
de la población de la ciudad. La UPZ Bosa Central tiene una población de 214.767 habitantes,
abarcando el 47,7% de la población total. Bosa es la cuarta localidad con el porcentaje más
alto de población en pobreza y miseria, medida por el Índice de Necesidades Básicas
Insatisfechas NBI, respecto del total de su población de acuerdo con los resultados de la
Encuesta de Calidad de Vida (ECV) 2003. En las UPZ´s el Porvenir y el Tintal Sur tienen la
mayor cantidad de población en estrato 1, mientras que las UPZ´s Bosa central y Bosa
occidental tienen el mayor número de habitantes en estrato 2.
Figura 2. División por UPZs de la localidad de Bosa. Fuente: http://4.bp.blogspot.com/Mapa_Localidad_7_Bosa.png
En la actualidad, ante los indicadores de pobreza de la localidad de Bosa, que aumentan
día a día con la continua presencia de personas en situación de desplazamiento, sumado a la
situaciones de embarazo de madres adolescentes (243 adolescentes embarazadas de enero a
51
septiembre de 2008, CADEL 2008), entre muchas otras situaciones, se observa la necesidad
de recuperar el lugar de la comunidad como actor no solo consultivo, sino de toma de
decisiones frente a las problemáticas locales, en donde se vincula activa y propositivamente
a la ciudadanía en la búsqueda de respuestas integrales a sus necesidades, que permitan que
Bosa sea un mejor lugar para todos.
4.3.2 La organización social en la localidad de Bosa, fortalecida desde la
participación.
La construcción de los espacios de participación en la localidad de Bosa comenzaron en
el año 2004, en algunos casos no empezaron en los sectores sino en las comunidades
organizadas que demandan sus necesidades. Las acciones comunitarias en un principio
fortalecieron la respuesta de las instituciones representantes de los sectores, especialmente
de salud, educación e integración social, como escenario para la satisfacción de las
necesidades sociales y como respuesta ante las solicitudes de su población.
En el año 2005 estos tres sectores emprendieron una apuesta para intervenir de forma
integrada en la localidad. Como resultado de este primer espacio multisectorial, se observó
que las acciones desarrolladas no fueron puntuales, estaban dispersas y no generaron un
impacto para responder a las necesidades de la localidad, además se escucharon a las
comunidades pero se dejó de lado la participación de estas en las respuestas. Como
consecuencia se crea la primera articulación intersectorial que toma el nombre de Mesa
Interinstitucional, donde se establecieron acuerdos locales que conjuntamente le apostaron a
las instituciones y a la comunidad. Fue concertado como un espacio de participación
52
institucional y de participación comunitaria, como resultado se elaboró el Plan Zonal
Conjunto, articulado de acuerdo a las problemáticas sociales.
Posteriormente, en el año 2007 estos acuerdos fueron el pilar para el ejercicio de mesas
compartidas entre la institucionalidad y la comunidad organizada. Para finales del 2008, el
gobierno local, en cabeza de la Alcaldesa Diana del Pilar Betancourt, avaló la conformación
de la mesa de Gestión Social Integral y de Participación (GSIyP), con la representación de
sectores como: Secretaria de Salud, Secretaría de Integración Social, Secretaría de
Movilidad, Secretaria Distrital de Desarrollo Económico, Metrovivienda, Casa de la Igualdad
y el Convenio Fergusson.
A partir del 2010, el proceso de GSIyP fue orientado desde el equipo conductor, en donde
se planteó el desarrollo del trabajo de las mesas territoriales, priorizando el trabajo en
territorios sociales definidos en años anteriores. Es así como se desarrollaron acciones de
acercamiento con las comunidades. Posteriormente se iniciaron las mesas territoriales en
cinco territorios de la localidad (Apogeo, Tintal Sur, Bosa Central, Bosa Occidental y
Porvenir), con la participación aproximada de 1600 personas, donde surgieron las matrices
por núcleos problematizadores en el marco de los derechos, las matrices diagnósticas por
sectores y poblaciones a nivel local y la identificación de la oferta institucional con referencia
a dichos problemas.
Desde el 2011 se adelantaron ejercicios de territorialización de los problemas
identificados cada año anterior. La conformación de grupos primarios por territorio social de
los diferentes sectores, con el acompañamiento de las instituciones, permitieron dinamizar la
construcción de respuestas integrales para los Planes Territoriales de cada uno de los
territorios sociales, los cuales se posicionaron como insumo determinante para la
53
construcción del Plan de Desarrollo de Bosa en cada periodo de gobierno, y son socializados
con los candidatos a ediles de la localidad.
Finalmente, la ejecución del Proyecto N° 848 en el componente Fortalecimiento de
Expresiones Sociales, en el Plan de Desarrollo Local “Bosa participativa, incluyente,
ambiental y humana 2012 - 2015”, generó como resultado el fortalecimiento de 84
organizaciones locales en aspectos técnicos, logísticos, operativos y de visibilización,
rescatando el trabajo conjunto entre comunidades e institución.
Es importante el fortalecimiento de la organización social, puesto que las comunidades
conociendo la particularidad de sus entornos, las ofertas, las demandas, los sujetos, las
relaciones y las necesidades, evidencian los problemas presentes en las realidades de las
personas y los territorios. Así mismo, es urgente la recuperación de la confianza de las
comunidades en la institucionalidad, para generar soluciones, planes de respuestas y
propuestas, que queden plasmadas en la formulación del Plan de Desarrollo Local, desde su
vivencia en sus barrios, calles y casas.
54
5. Metodología de la investigación
En este apartado se describe la estrategia que se siguió en la investigación; desde el trabajo
preparatorio a la experiencia en campo, la dinámica en campo y finalmente el análisis de la
información recabada para la elaboración de las conclusiones. A continuación se detalla la
forma de trabajo de manera que sirva para entender cómo se llegó a los resultados, mostrados
en el siguiente capítulo.
La falta de estudios previos de esta naturaleza en la localidad de Bosa, tanto de
identificación de prácticas agrícolas en la ciudad, como de determinación del tipo de su
aportación al análisis social de las organizaciones, decidió el rumbo exploratorio de la
investigación (Hernández, 2006). El objetivo general de la investigación es aproximarnos a
la caracterización de la estructura social de las experiencias de la práctica de AU existentes
en la localidades de Bosa en Bogotá y su contribución a la dimensión social del desarrollo
comunitario. Se eligió un enfoque cualitativo, para lograr la búsqueda de las cualidades del
fenómeno social, de igual manera ha sido desarrollada con fines descriptivos e
interpretativos, como la estrategia para la exploración de las experiencias en los elementos
de capital social y referencial que soportan las dinámicas comunitarias. De forma general la
estrategia metodológica fue la siguiente:
1. Identificación de las prácticas de AU
2. Conducción de entrevistas semi-estructuradas
3. Observación en campo
4. Análisis cualitativo de la información recopilada
55
5.1 Trabajo previo al campo
Para la identificación de iniciativas relacionadas con la práctica de AU en la Localidad de
Bosa, en un primer ejercicio, se localizaron lugares e informantes clave con base en la
experiencia previa de la autora, por tratarse de una de las zonas de influencia de la empresa
donde labora.
Las primeras iniciativas identificadas estuvieron referidas a actividades a una escala
exclusivamente familiar muy pequeña, se identificaron diversos lugares dentro de la
localidad. En ese momento no hubo ninguna discriminación geográfica, de escala, de
antigüedad, de vocación, como educativa, comercial, para autoconsumo, entre otros, para
llegar a ser considerado dentro del estudio. El propósito era identificar la mayor cantidad de
experiencias que se encontraran funcionando.
La revisión bibliográfica de experiencias de AU a nivel internacional, nacional y distrital,
del desarrollo comunitario y capital social; permitió desarrollar el cuadro de categorías (Tabla
1), el cual señaló los criterios para definir las prácticas de AU que se iban a incluir en la
investigación.
Desde el punto de vista metodológico, el desarrollo de una investigación obliga a
delimitar, en sus inicios, los componentes esenciales del estudio. En los diseños de campo,
se definieron particularmente, la estipulación, la diferenciación, la relación de la unidad de
análisis UA y la unidad de observación UO, lo que resultó fundamental para delimitar la
muestra a tomar por la investigación.
Es así, como al definir nuestra UA tenemos que es el rango de experiencias de la práctica
de AU existentes en la Localidad de Bosa en la ciudad de Bogotá, pero al revisar nuestros
antecedentes, conceptos y teorías, definimos la UO como las prácticas de AU que tengan
56
experiencias y procesos de alianzas que fortalezcan la comercialización frecuente, es decir
que su experiencia no solo se haya quedado en el autoconsumo.
Tabla 1.
Categorías de análisis de las prácticas de AU en la localidad de Bosa.
FASES DEL
PROYECTO CATEGORIAS
INFORMACIÓN ENCONTRADA DESDE LAS
ENCUESTAS
Organización Social
ELABORACIÓN
DEL PROYECTO
Planteamiento del proyecto La comunidad o las instituciones.
Marco de lectura de la
realidad
Ideas o percepciones de la realidad que orienta la
dirección que seguirá las acciones de los grupos.
Problemática identificada
Situaciones o condiciones puntuales identificadas en la
comunidad a partir del marco de lectura de la realidad
que se pretende impactar con la implementación del
proyecto.
Propuesta de solución Es una idea de la organización que quiere llevarse
adelante y que se ordena a través de un plan de acción.
GESTIÓN E
IMPLEMENTACIÓN
Relaciones entre las visiones
y otros actores sociales.
Relación entre marcos de lectura de la realidad
institucionales y comunitarios entorno a la realización
del proyecto, mediante el intercambio de información y
la construcción de consenso.
Relaciones entre las
condiciones simbólicas y
otros actores sociales.
Relación entre las posibilidades que ofrece el marco
legal y referencial de las instituciones y las posibilidades
de interacción que ofrece la comunidad en términos de
sus necesidades, sus exigencias, sus aspiraciones y
formas de trabajo.
Relaciones entre las
condiciones materiales y
otros actores sociales.
Encuentro entre los recursos económicos, humanos,
materiales.
Destinados por instancias distritales o locales.
Relaciones entre los recursos
inmateriales con su entorno.
Comprenden el encuentro entre la información
manejada, percibida, interpretada por las comunidades,
según su cultura particular y que tiende a evaluar según
su propia escala de intereses, objetivos y valores.
RESULTADOS
Relaciones establecidas
Tramas sociales, relaciones que constituyen los actores
en el entorno participando en las diferentes actividades.
Las relaciones se analizan en términos de vínculos, y
actividades de observación.
Capital social simple Sistema de interacción que teje los participantes con
otros para el cumplimiento de sus objetivos.
Capital social ampliado Sistema de interacción que construye la organización a
través de vínculos complementarios y de intermediación.
Fuente: Elaboración propia, adaptado de Vélez (2007)
57
5.2 Trabajo de campo
5.2.1 Recorridos exploratorios.
El trabajo de campo se realizó entre enero y noviembre de 2015, iniciando con recorridos
a las zonas ubicadas con antelación. Durante estos recorridos se identificaron líderes
comunitarios que expresaban reconocer otras actividades de AU, además se contó con el
apoyo de un contratista del Jardín Botánico de Bogotá, responsable de las prácticas de AU
en la localidad de Bosa, el cual referencio los grupos que él conocía. Todas estas experiencias
fueron visitadas.
5.2.2 Selección de la muestra.
Con base en la UO, uno de los criterios que se generaron a partir de los recorridos y el
contacto inicial con los primeros entrevistados, inicia desde el proceso de desarrollo del
proyecto en sus fases de: (i) elaboración del proyecto, (ii) gestión implementación y (iii)
resultados de los mismos. La primera fase se enfocó en las lógicas de procesos como son los
formuladores del proyecto, marcos referenciales del contexto e identificación de las
problemáticas y finalmente la construcción de las propuestas de solución.
La fase de gestión e implementación del proyecto se centró en las relaciones entre el
entorno y los actores involucrados alrededor del tema de AU, para la construcción de tramas
sociales a partir de nuevos objetos vinculantes. Esto incluyó el tipo de relaciones establecidas
a partir de las actividades desarrolladas, los roles que identifican a los actores que contribuyen
a la caracterización de las relaciones y los sistemas de poder que representan las dinámicas
58
de la organización comunitaria. Finalmente, la evaluación del proyecto en términos de
impacto en el fortalecimiento del capital simple y ampliado que lleva a hablar de relaciones,
redes sociales y tejido social, propiciado tras la implementación del proyecto, incluyó
aspectos relacionados con la interacción, articulación y negociación con el entorno. Los
actores vinculantes de los entornos, el conocimiento y la comunicación con otros actores que
inciden en el proceso, esto en términos de las posibilidades de sostenibilidad y transferencia
del proyecto, en la medida en que la trama de relaciones establecidas al ritmo que se
complejiza, dote de mayor poder a los actores comunitarios que a los institucionales, que
logré generar otras propuestas de intervención.
Es preciso aclarar que se utilizó un muestreo intencional, (Patton, 1990) característico de
la investigación cualitativa, en el que se selecciona a los entrevistados o experiencias con
base en su potencial para informar sobre un tema en particular.
Del muestreo aleatorio se logró identificar 42 huertas con diferentes tipologías, de las
cuales 20 huertas conforman la muestra de la investigación. “El método cualitativo, haciendo
uso del muestreo intencional (no probabilístico), pretende profundizar en aspectos concretos
de la realidad social, a través de la interpretación y análisis de los discursos de los actores
sociales, sin perseguir la generalización de los resultados a la población en general en
términos del error calculable estadísticamente” (Izcara, 2007: 21).
Estas huertas aunque han tenido el apoyo de varias organizaciones como ONG´s,
universidades, el Jardín Botánico de Bogotá, entre otros, se caracterizan porque han estado,
desde sus inicios, orientados por la organización comunitaria Semillas Vida y Paz
(SEMISVIPAZ).
59
5.2.3 Realización de entrevistas.
Habiendo definido los procesos de AU, así como la estrategia de muestreo dentro de las
variables definidas, se procedió a la recolección de datos, los cual fueron desarrollados con
los participantes de la organización SEMISVIPAZ y participantes de las 20 huertas.
Se emplearon dos técnicas de recolección de información: (i) la observación de los
participantes (anexo 1) y (ii) las entrevistas semi-estructuradas, con base en el cuadro 1, que
implicó la presencia en terreno durante un periodo de siete meses. Lo cual facilitó la
interacción del investigador con la organización, para identificar las funciones de cada actor,
participar en las dinámicas de la organización y estructurar los vínculos establecidos en su
entorno.
5.3 Ordenamiento de datos
Mediante la codificación de los datos recolectados fue posible clasificar la información.
A partir de la guía de observación se tabularan (anexo 2) las respuestas para presentarlas en
formas de gráficas o tablas y hacer sus respectivas reflexiones. La información recolectada
con el cuadro 1, se realizó el ordenamiento los datos en dos momentos: (i) la transcripción
de las entrevistas (anexo 3), (ii) la construcción de una rejilla, para organizar las respuestas
generales de la información que se encontraba en las entrevistas (anexo 4) y construir las
reflexiones por parte del investigador.
60
5.4 Interpretación de datos
Debido a que el ejercicio metodológico es de tipo descriptivo, se plantearon una serie de
estrategias para analizar la información que permitió la construcción de una visión clara de
lo que nos preguntamos. Sin embargo, la metodología exigió la contrastación continua entre
los datos recolectados en el trabajo de campo, con la teoría y conceptos que permitieron la
riqueza de la indagación.
La estrategia de análisis se realizó desde la etnografía, la cual propone una comparación
constante a través de una construcción secuencial y deductiva que permite cualificar
permanentemente la indagación. En este proceso se logró la construcción de una
investigación en la cual los actores más allá de su participación se recrearon como narradores
de sus historias personales y colectivas.
61
6. Resultados y análisis de los resultados
6.1 Contexto social en la formulación de los proyectos de agricultura urbana en la
localidad de Bosa
En el período de gobierno del Alcalde Mayor Luis Eduardo Garzón (2004 – 2008), más
de un millón de bogotanos, especialmente niños, mujeres gestantes y ancianos, se
diagnosticaron dentro de una situación de desnutrición debido a sus condiciones de pobreza.
Para afrontar esto, la administración distrital creó el programa Bogotá Sin Hambre, una
estrategia que buscaba satisfacer las necesidades alimentarias de más de 625.000 ciudadanos.
Después de identificar las localidades más vulnerables, dentro de las que se encontraron
Ciudad Bolívar, Usme, Bosa, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y Suba, el Distrito empezó
a seleccionar los lugares donde funcionarían los Comedores Comunitarios; iglesias, colegios,
salones comunales y fundaciones, se convirtieron en los escenarios a los que diariamente
asistían para recibir lo que se convirtió algunas veces en su única comida del día. Incluso
muchos de estos lugares ya prestaban este servicio desde hacía varios años y fueron incluidos
en este programa.
En la estrategia de Comedores Comunitarios del Distrito se definió la forma en que los
usuarios debían ser incluidos socialmente al circuito económico de la ciudad. Se estipuló
como componentes que permiten este proceso, i) realizar talleres de sensibilización dirigidos
a participantes del comedor; ii) referenciar los servicios sociales básicos del Estado, iii)
fortalecer los procesos de organización de la población usuaria, vi) reforzar los procesos de
organización en redes de oferentes y v) desarrollar mecanismos de sostenibilidad. Por lo
tanto, una de sus finalidades fue formar a los usuarios en la apropiación del territorio y así
62
mismo fortalecer los procesos de desarrollo de proyectos sociales productivos enfocados a
mejorar su calidad de vida y contribuir al tejido social. Las propuestas de estos grupos
sociales estuvieron enfocados desde diferentes actividades, entre ellas: tiendas comunitarias,
satélites de costura y agricultura urbana.
En este caso el proyecto de agricultura urbana, estuvo acompañado por otras
organizaciones del Distrito como el Jardín Botánico de Bogotá, la Secretaria de Ambiente,
universidades o el componente de responsabilidad social y ambiental de los hospitales de
primer nivel de las localidades.
6.2 Características de las dimensiones de la organización e identificación del sistema
organizacional
El trabajo de campo realizado entre los meses de enero y marzo de 2015, permitió elaborar
las preguntas orientadoras para definir las dimensiones de la organización comunitaria.
6.2.1 El proyecto.
Esta dimensión es entendida como la idea que la organización tiene para llevar a cabo su
objeto social, y con ella genera su plan de acción. Se tuvieron los siguientes criterios para
caracterizar la planificación del proyecto de las prácticas de AU encontradas en la localidad
de Bosa de Bogotá: momento, actividad, proyección, metas, expectativas.
En los siguientes apartados se hace una descripción detallada de las características de la
planeación del proyecto, a partir de las entrevistas realizadas.
63
A través del comité de usuarios del Comedor Comunitario El Palmar, conformado en el
año 2007, los participantes se fortalecieron en temas como soberanía, autonomía y autoctonía
alimentaria. Después de casi dos años de formación, incluyendo encuentros y demás
actividades de inclusión social que se llevaron a cabo en este lugar, un grupo de mujeres se
organizaron y comenzaron a gestionar capacitaciones en diferentes temas con el fin de
volverse productivas. Tuvieron la necesidad de organizarse para buscar recursos materiales,
como el apoyo económico, e inmateriales, como las capacitaciones, alianzas, entre otros, para
iniciar un proyecto productivo que lograra satisfacer sus necesidades.
“Era la única manera de luchar contra todo este sistema y contra la vulnerabilidad que
tenemos, realizando trabajo social, es haciendo algo real por la comunidad. Empezamos a
agrupar mujeres desde el comedor y con el apoyo del Hospital Pablo VI logramos
capacitarlas en gestoras. El hospital nos regalaba la bienestarina y nosotros se las
entregábamos a las que asistieran a los talleres” (LD, entrevista 2015).
A partir de las capacitaciones e integrándose a los comités de usuarios de seis comedores
comunitarios de la localidad, como lo fueron: Bosques de Marylan, San Bernardino,
Manzanares, La Paz, Centauros y San Eugenio, los cuales hacían parte de la Secretaría de
Integración Social, conformaron la organización MULTIRED. Esta organización postuló su
proyecto productivo al Programa de Fortalecimiento de Organizaciones Sociales de la
Fundación Social, en el cual fueron beneficiados con un apoyo económico.
“Los ejes de la política pública cuando Lucho Garzón los hizo para la Bogotá sin Hambre
eran darle de comer el 35% del alimento a la persona en condición de vulnerabilidad,
formarlo, hacer organización social y hacer proyectos productivos; yo creo en eso, yo soy
producto de eso… no con los tallercitos pendejos que dan los inclusores sino ir más allá”
(LD, entrevista 2015).
64
Su proyecto productivo tenía como finalidad realizar productos de aseo y aprender sobre
agricultura urbana, talleres que gestionaron y fueron desarrollados.
Posteriormente, formaron el Movimiento Alimentario de Bosa, en donde se aliaron con
otras organizaciones como la Escuela Popular de Artes y Oficios – EPAO y Vida Digna. Con
el Movimiento se generaron nuevas metas como el crecimiento del proyecto productivo
uniéndose a otras redes y con una proyección ambiciosa de comercialización. Utilizando los
recursos económicos que les quedaban, orientaron la propuesta de aprendizaje sobre los
procesos de agricultura urbana, para que la fabricación de sus productos de aseo con químicos
no contaminara ambiente, y a mediano plazo fueran biodegradables.
“Todos los comedores necesitan productos de aseo, entonces nos los pueden comprar y
si aprendemos sobre agricultura urbana los podemos llegar hacer biodegradables, como nos
llamamos Movimiento Alimentario, se unía con el tema del alimento, lo medicinal y los
productos de aseo” (LG, entrevista 2015).
Iniciaron el proyecto de agricultura urbana en las terrazas de las casas donde habitaban
varios integrantes del grupo y las de algunos vecinos, con la colaboración de todos realizaron
el montaje de las huertas. Además, arrendaron una casa en donde construyeron un
invernadero en su terraza. Especialmente las mujeres iban con los niños a sembrar. Para
impartir los talleres contrataron a un asesor, el cual también los apoyó a gestionar insumos
con la Fundación Yakonia.
“Un joven que contratamos con el dinero que nos dio Fundación Social nos comenzó a
capacitar a todos los del movimiento y los del comité de participantes del comedor donde
estábamos, éramos alrededor de 30 personas, sobre agricultura urbana, al igual se
compraron los insumos para la fabricación de los productos de aseo” (TQ, entrevista 2015).
65
“Nosotros no aprendimos agricultura urbana con el joven que nos capacitaba, sino con
una señora que venia del Tolima y llevaba mucho tiempo realizando un compostaje
utilizando el desperdicio de la cocina y echando en canecas grandes en la terraza de su
casa… cuando se hizo el montaje de la huerta de ella las acelgas median como un metro…
ella fue la que nos enseñó; tanto así que el joven de la universidad monto un proyecto que
se llama Centro de Investigación de la Agricultura Urbana” (TQ, entrevista 2015).
Al finalizar las capacitaciones del proyecto de agricultura urbana, el Movimiento
Alimentario de Bosa se dividió, debido a que no se cumplió con su finalidad, la cual consistía
en fabricar productos de aseo biodegradables y buscar los mecanismos para comercializarlos.
“Ellos continúan haciendo los productos de aseo con químicos y eso nos enojó, cuando
se termina el proyecto nos entregan todo lo de agricultura urbana y hasta hoy lo hemos
multiplicado como SEMISVIPAZ” (LG, entrevista 2015).
Las personas beneficiadas por los talleres de AU que se separan del Movimiento
Alimentario de Bosa, afirman que lo hicieron porque percibieron que el proceso tenían
limitaciones como la decisión del facilitador en priorizar las técnicas exclusivamente de
cultivo y producción, no reconocía los conocimientos que tenían las personas sobre el tema,
no se practicaba lo aprendido, no se realizaba la producción de productos de aseo
biodegradables y no existencia la proyección para construir la cadena de comercialización y
vender lo que sembraban y producían. Entonces, deciden reformular su propuesta y
conforman la organización SEMISVIPAZ, Semillas de Vida y Paz, organización de primer
grado.
Desde el programa de Comedores Comunitarios se fortaleció en los usuarios la confianza
(uno de los componentes más importantes del capital social), desde las relaciones de soporte
y seguridad que se garantizaban en los servicios que ofrecían y donde ellos eran beneficiarios,
66
es decir, la porción de alimento y las capacitaciones en temas de nutrición, derechos y
proyectos productivos que se ofrecían desde el comedor, propiciaban estructuras formales
producidas y legitimadas en la estructura social. Por otro lado, las relaciones de confianza
entre iguales también fueron creciendo, basados en características que recaen en semejanzas
sociales, como explica Zucker (1986), el que confía y el sujeto de la confianza pertenecen al
mismo grupo social o comunidad. Pero, como lo afirma Narayan (1999), las relaciones de
confianza también son regidas por: intereses, reglas, normas, obligaciones y reprocidades,
para que puedan surgir. Por lo tanto cuando uno de estos elementos no se cumple estas
relaciones se van debilitando.
Es así como las personas que fueron formadas se lograron reorganizan, puesto que tenían
un capital social acumulado. Esto se dio debido a los recursos ganados en el grupo social al
que pertenecían, estos recursos se representaron en económicos (el dinero que les sobró),
conocimientos (las capacitaciones a las que asistieron), que los llevó a tener una mayor
apropiación del territorio, contactos (las personas con las que se relacionaron) y un
reconocimiento y posicionamiento en la comunidad por defender sus ideas e imaginarios.
El nombre de la organización SEMISVIPAZ se enmarcaba en una realidad social, que
daba cuenta de su finalidad.
“Este nombre nace porque nosotros empezamos a crear las semillas en las mujeres,
empezamos a formarlas, empezamos a cambiar el chip, porque los niños de nuestras mujeres
estaban en barras futboleras, estaban en otras cosas y tenían muchas necesidades. Para que
la mujer no abandonara los niños, empezamos a gestionar como formarlas para que ellas
pudieran estar en la casa y hacerlas productivas” (LD, entrevista 2015).
67
El objetivo más importante que tenían las mujeres como organización era la de ser
productivas, formadoras y educadoras de sus familias, alrededor de la soberanía, la
autonomía y la autoctonía alimentaria por un derecho digno a una alimentación,
“En nuestro objetivo la agricultura urbana entra, porque la agricultura urbana forma,
educa y produce” (LD, entrevista 2015).
Aprendieron agricultura urbana y se especializaron en elaborar postres y refrigerios, con
un toque ecológico y orgánico. Otra tarea era la de unirse a organizaciones que hicieran lo
mismos que ellas, que tuvieran objetivos similares y así fortalecer su trabajo.
“Siempre pensamos en hacer parte de redes, porque pensamos que las alianzas son muy
importantes, por eso nos unimos a la Unión Nacional Agroalimentaria de Colombia - UNAC,
Agropolis y Red de Semillas Libres, para trabajar en red, la organización tenga un
posicionamiento y mantener informado y formado” (LD, entrevista 2015).
Después de la experiencia que habían adquirido los integrantes de SEMISVIPAZ en la
conformación como organización social y la importancia de definir los objetivos que
priorizaron su labor; lograron definir cuales iban a ser los propósitos para desarrollar el
proyecto de agricultura urbana en su localidad.
6.2.1.1 Propósitos del Proyecto.
Los propósitos del proyecto fueron asumidos de manera diversa, por los actores
comunitarios, estos son: producción de alimentos, volver a cocinar, el reencuentro con la
tierra, transformación de alimentos y construcción de la cadena de comercialización.
Los cinco propósitos identificados pueden ser agrupados en dos categorías, que logran
motivar a los participantes y dotar de sentido y significado sus actividades, propiciando el
establecimiento de tramas vinculares.
68
La primera categoría la denominamos Apropiación del Territorio, desde la
identificación simbólica, la cual se vincula con los procesos afectivos, cognitivos e
interactivos, es decir, una forma de comprender y explicar la manera como se generan las
relaciones que las personas mantienen con los espacios desde tres posibilidades de vínculo:
consigo mismo, con los otros y con el entorno (Vidal y Pol, 2005).
Los propósitos que se agrupan en esta categoría son: producción de alimentos, volver a
cocinar y el reencuentro con la tierra.
Producción de alimentos: Los actores comunitarios encuentran por medio del uso
productivo de los espacios una forma de dinamizar las interacciones familiares y vecinales.
La huerta se constituye en un nuevo productor de bienes y recursos, que pueden ser
consumidos e intercambiados. Además se generan estrategias de sensibilización para conocer
acerca de los alimentos y cómo se deben consumir, de esta manera convertirse en
consumidores conscientes que apoyan a los pequeños productores.
“Les enseñamos como es la diferencia de la lechuga que cultiva ella en su casa, a la
lechuga que compran en la tienda, que no sabe de dónde viene y como viene el producto”
(LG, entrevista 2015).
“Aprendemos de donde traen los aguacates, de donde traen la cebolla, el tendero dice
que viene de abastos, pero de abastos puede venir de cualquier lugar del mundo” (TQ,
entrevista, 2015).
“Cuando empezamos a buscar como llegaban los alimentos a la tienda, contamos casi
cuatro manos por las cuales habían pasado antes, en donde habían sido sembrados y como
trataban el cultivo, así que nos dimos cuenta lo mucho que pagamos por cosas que no nos
69
alimenta mucho… porque aprendimos que cuando usan químicos apresuran la cosecha y los
nutrientes se pierden” (EM, entrevista 2015).
“Me motivó mucho el saber de qué en mi casa puedo tener otras cosas porque con la
plata que gastaba comprando hortalizas que ahora cultivo puedo cubrir otras necesidades y
me rinde la plática, y que muchas veces no podía meter a la bolsa porque muchas veces se
va usted a hacer mercado y no le alcanza la plata, entonces me motiva eso, de tener las cosas
que uno de pronto no está en capacidad, si ve, tener las cosas que en otros tiempo no se
podían tener y cómo no me voy a motivar si es un beneficio para mí, mis hijos y otra gente,
yo no trabajo para mí sola, antes me choca cuando una persona que puede tener cosas no
trabaja” (ER, entrevista 2015).
“Es una ayuda para nosotros, para compartir con el vecino que es mi amigo y con el que
necesite, entre más alimento se saque de ahí más se puede uno ayudar, muchas veces necesita
uno una cebolla, un tomate y poder sacarlo de ahí” (LG, entrevista 2015).
Volver a cocinar: En torno a este propósito los actores buscan recuperar la utilización de
los alimentos autóctonos por medio de nuevas recetas para motivar su consumo. Las personas
desconocen muchos de estos alimentos que realmente aportan valor nutricional a nuestra
dieta, además muchas veces no saben cómo prepararlos para consumirlos, puesto que tienen
en muchas ocasiones sabores, colores y presentaciones que no son del agrado de todos, como
son los cubios, las chuguas, la guatila, entre otros.
La calidad de los alimentos que actualmente consumimos dista mucho de lo que se podía
obtener en el pasado. Exceso de químicos, alta concentración de pesticidas, productos
procesados con altísimos índices de sodio, entre otros, son un denominador común que
genera la necesidad de producir alimentos sanos para mejorar nuestra nutrición.
70
“A los niños no les gusta mucho las verduras, porque a veces se ven feas y no saben tan
rico. Cuando entramos a aprender sobre las huertas me llamó mucho la atención cuando
decían volver a cocinar, porque nos enseñaban recetas con lo que sembramos y a sembrar
otras cosas diferente a solo la lechuga” (LD, entrevista 2015)
“La ausencia de cosas frescas en nuestro platos nos hizo olvidar las buenas
preparaciones, nos acostumbramos a comprar cosas procesadas y llenas de químicos, es
más fácil comprar la salsa de tomates que hacerla en casa y con verduras frescas” (IM,
entrevista 2015).
“En un encuentro vino una persona que se ganó el Festival de Gastronomía del Jardín
Botánico, porque nos querían enseñar aprender a consumir las cosas no como nos lo
enseñaron nuestros abuelos que decían eso es cocinar ahí y echarle el guisito y cocinarlo
con marrano, pero a mucha gente no le gusta el sabor, pero mire que tan bonito cuando nos
dice la chica lo que yo hago es poner a cocinar los cubios o las chuguas a parte, poner a
hervir agua al tiempo el hecho es cuando eche el primer hervor le votas esa agua a las dos
cosas y le vuelves a echar el agua caliente, el sabor cambia pero no pierde las propiedades”
(IM, entrevista 2015).
Reencuentro con la tierra: La huerta se ha convertido en el espacio y la oportunidad para
el reencuentro con la tierra. Para algunos es su primer encuentro con las labores agrícolas. El
trabajo de la tierra en espacios reducidos como la huerta, y la poca dependencia alimenticia
de los productos resultantes, ofrecen posibilidades de disfrutar actividades, convirtiéndolas
en un espacio para la recreación y el esparcimiento. Podría considerarse como una práctica
terapéutica.
71
“Esto me fascina, estoy haciendo los semilleritos y cada momentito voy y me asomo y ver
que salen más y más planticas, eso es hermoso… Ya a uno le da alegría que una persona
siembre, muchas personas que no sabían, y para mí, así esté enseñado es un milagro que
nazca una mata de cebolla, que quiero hacer una ensalada, ahí están las cosas para
hacerla…Yo la relación que he tenido con la tierra es aquí y nada más, yo no la he tenido,
yo fui de visita a una finca no más, pero que yo diga que me voy a ir a coger café o a sembrar
esta mata, no, porque no soy amante a las matas, mi mamá sí, de pronto estaba enseñada
cuando pequeña” (TQ, entrevista 2015).
“Lo que nosotros estamos pidiendo a los Ediles de Bosa, nosotros queremos que se
impongan 60 horas de agricultura urbana obligatorias en los colegios, si la gente aprendiera
a sembrar desde pequeñitos, a cuidar otro seria nuestro futuro, los únicos que tienen derecho
a cultivar y tener 120 horas son los campesinos” (LD, entrevista 2015).
La segunda categoría la identificamos como Construcción y Activación de Redes
Sociales, en ella agrupamos los propósitos que han dinamizado las relaciones de los actores
para reactivar la vida social del territorio que habitan.
Los propósitos agrupados en esta categoría son: transformación productiva y construcción
de cadenas de mercado.
Transformación productiva: Para los actores comunitarios este objeto es especialmente
relevante en la medida en que los vincula en torno a los saberes propios, puesto que participan
y comparten sus conocimientos en la transformación del cultivo.
72
“En nuestro grupo de compañeros hemos aprendido a hacer yogurt de Yacón, de sábila
y guatila, porque en nuestras familias, y la gente en general no les gusta consumir estos
productos. Entonces al transformarlos guardamos sus propiedades y los presentamos de
otras formas. Es importante consumirlos porque sirven para controlar la diabetes, regulan
el tema del azúcar en la sangre, todo lo que hace la sábila, limpiar nuestro organismo” (LG,
entrevista 2015).
“Hemos aprendido hacer mermeladas, encurtidos, antipastos, postres, dulces y hasta
compostaje… para realizar esos talleres en donde aprendemos estas cosas es fácil entre
nosotras conocemos o vamos hablando de lo que hemos hecho o que conocemos una persona
que sabe hacer algo como una pomada y la invitamos a que conozca el grupo y que comparta
con nosotros lo que sabe, entonces es chévere porque todos aprendemos y reconocemos lo
que han aprendido otras personas” (IM, entrevista 2015).
Construir cadenas de mercado: Una de las debilidades que tiene la AU es la cadena de
comercialización, porque las personas se apropian de los conocimientos, descubren
diferentes habilidades, realizan el ejercicio de sembrar, consumen sus alimentos, los
transforman, pero no tienen un espacio, un mercado donde venderlos, donde
comercializarlos. Por tal motivo este propósito se convierte en la gran meta del proyecto,
porque es el que le brinda la sostenibilidad.
“Yo entiendo la soberanía alimentaria como: donde podamos sembrar lo que queramos
según nuestras culturas y así mismo consumirlas hacer intercambios de productos
realizando una economía popular justa y responsable” (LD, entrevista 2015).
A partir de la definición de sus propósitos, se observan los procesos socioculturales en
donde los integrantes, mediante un ejercicio de participación, exponen cuales debería ser los
73
componentes del proyecto para garantizar que las intervenciones realizadas generen
trasformaciones en las relaciones de las personas - el uno se vea reflejado en el otro- y con
su entorno. Prevalecen temas como: la política pública, la educación ambiental, el rescate de
las tradiciones, entre otros, mediante el diálogo de saberes, el intercambio trans-generacional,
la cultura agrícola y la construcción de la cadena de comercialización. Al igual que
implementar estrategias para construir y re-construir las relaciones de confianza que
favorezca a resolver problemas de acción colectiva, y a su vez permitan mejorar los niveles
de desarrollo.
6.2.2 La estructura organizativa y las condiciones internas del trabajo.
Entendida como el conjunto de roles que se han establecido en la organización y generan
satisfacción individual y colectiva. Para caracterizar esta dimensión se tuvieron los siguientes
criterios que se desarrollan en el proyecto: como se establecen las relaciones, normas de
reciprocidad y equilibrio de poderes en la relación.
En los siguientes apartados se hace una descripción de las características, encontradas
mediante la aplicación de los instrumentos: de entrevista semi - estructurada y la observación
en campo.
Al referirnos a las interacciones sociales, estamos hablando del inter-juego de roles que
en ella se producen, es decir, que los sujetos asumen cierta posición en las tramas vinculares,
acorde con sus expectativas y las de otros. “El rol es la función social que asume un sujeto
y/o que le es adjudicada por los otros y que resulta de un proceso de internalización que se
inscribe en otro más amplio: la socialización del individuo”
En las relaciones vinculares generadas en el proceso desarrollado a través del proyecto de
AU acompañado por la organización SEMISVIPAZ, se establecieron una serie de funciones
74
que correspondieron a los participantes en el proceso. Éstas se desarrollaron a partir de una
distinción entre las actividades, funciones y responsabilidades propias de: los actores
comunitarios (huerteros, vecinos, la Junta de Acción Comunal) y algunos actores
institucionales como el JBB.
De tal forma que estos comprendieron el espectro de actores que interactuaron y se
afectaron mutuamente, dando paso a dinámicas de la organización comunitaria que
conllevaron a las dinámicas de sistemas de autoridad, el establecimiento de roles y funciones
sociales que permitieron el funcionamiento del proyecto y la creación de redes sociales.
Las relaciones partieron de diferentes actividades que se realizaron para fortalecer el
proceso, a continuación se realiza la descripción de ellas.
La convocatoria a la comunidad: Las mujeres que integran la organización SEMISVIPAZ
asumieron la función de ofrecer los procesos de AU a diferentes grupos sociales en la
localidad. Los primeros convocados fueron los colegios, identificando como prioridad los
colegios en donde estudiaban sus hijos.
“Pasamos a los colegios, les ofrecimos trabajar, hacer huertas, creemos que alrededor
de la agricultura urbana se pueden formar personas valiosas y más en los niños y jóvenes, y
nos abrieron las puertas” (LG, entrevista 2015).
No solo trabajaban con los niños, niñas y docentes, si no que convocaban a padres de
familias que los quieran apoyar, aprender y compartir sus conocimientos. En los colegios han
formado siete (7) huertas, en la Tabla 2 se observa los núcleos de formación de AU.
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Figura 3. Fotografía de los niños del IED Kymi Pernía,
realizando semilleros.
Figura 4. Fotografía de los niños del Colegio
Marmatos, trasplantando plántulas.
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Tabla 2.
Instituciones educativas que desarrollan el proyecto de Agricultura Urbana acompañados de
SEMISVIPAZ.
UPZ
BARRIO
ORGANIZACIÓN
POBLACIÓN
EXPERIENCIA
Bosa Central Naranjos Colegio Carlos Albán sede A
Niños, jóvenes, docentes y padres
Cultivo escolar comunitario
Bosa Central
José María Carbonelle
Colegio Carlos Albán
sede B
Niños, jóvenes y docentes
Cultivo Escolar
Bosa Central
El Jardín
Colegio Carlos Albán
sede C
Niños, jóvenes,
docentes y padres
Cultivo escolar
comunitario
Bosa Central
Carlos Albán Colegio Guimarc
Niños, docentes
Muro Verde
Bosa Central
Mira Flores II
Colegio Marmatos
Niños, jóvenes y docentes
Cultivo escolar
Tintal Sur
San Bernardino IED Kymi Pernía
Niños, jóvenes, docentes y padres
Cultivo escolar
comunitario
La convocatoria en los comedores y centros comunitarios, fue una de las tareas
desarrolladas por los líderes y organizaciones de esas comunidades. Un detonante para la
asistencia fue la gratuidad del proyecto y otro, que las personas que enseñaban hacían parte
de la comunidad. Las prácticas de siembra de cultivos de alimentos y plantas medicinales no
eran extrañas para los habitantes de Bosa, algunos de ellos practicaron la agricultura urbana
en pequeños espacios de sus casas, como patios y terrazas, mediante el voz a voz se lograba
identificar a estas personas para reunirlas. Actualmente, en los centros comunitarios existen
13 huertas, en la Tabla 3 se observan los núcleos de formación de AU.
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Tabla 3.
Centros Comunitarios que desarrollan el proyecto de Agricultura Urbana acompañados por
SEMISVIPAZ.
UPZ
BARRIO
ORGANIZACIÓN
POBLACIÓN
EXPERIENCIA
Porvenir
Porvenir
PAS Porvenir (Punto de atención Social)
Adultos mayor, jóvenes y niños
Huerta comunitaria
Apogeo
Bosa Nova
Casa de la Igualdad
Jóvenes y adultos
Cultivo en terraza
Bosa Central Carlos Albán Demostrativa Adultos, jóvenes y niños Cultivo de terraza
Bosa
Occidental
La Independencia Familia Adulto mayor Cultivo en lote
Bosa
Occidental
Danuvio Azul
Familia Niños, jóvenes y adultos
Cultivo familiar y comunitario
Bosa
Occidental
Villa Clemencia Familiar Niños, jóvenes y adultos
Cultivo
comunitario patio
Apogeo
Apogeo
Fundación
Niños, jóvenes y
Adultos
Cultivo
comunitario
vivero y
especies
menores El porvenir Santa Marta Jardín Social Santa
Marta
Niños y comunidad Cultivo en terraza
Bosa Centro Bosa Junta de Acción
Comunal - JAC
Adultos Cultivo en lote
El porvenir Caldas Comedor Nueva
Colombia
Niños y comunidad en
general
Cultivo en terraza
El porvenir El Anhelo ONG Fundanhelo Madres comunitarias
y niños
Cultivo en lote
Bosa Central El Jardín Demostrativa Adultos, jóvenes y niños Cultivo en terraza
Bosa Central
Islandia Familiar Niños, jóvenes y adultos
Cultivo
comunitario lote
“Las reuniones al principio se hicieron en el comedor. Yo cité a una primera reunión y
no vino casi nadie y después a la segunda si vino más gente. Luz Dary nos contó del
programa, en qué consistía, que la gente no tenía que dar un peso, entonces ya eso motivó
un poquito más a la gente y me acompañó a esa reunión, vinieron unas 35 o 40 personas”
(AS, entrevista 2015).
“Se eligió un día y una hora para realizar las reuniones y los talleres, en el comedor nos
citaban y a nosotros nos gustó. Nos dijeron que era para aprender sobre agricultura urbana,
y a nosotros nos gustó” (IM, entrevista 2015).
78
Dentro de las estrategias de convocatoria, resultó imprescindible el contacto con los
líderes en el barrio, esto implicaba el reconocimiento de las figuras de poder y la legitimación
del proceso al interior de las comunidades. Los integrantes de la organización hacían parte
de la Mesa de Seguridad Alimentaria de Bosa, canal que les permitió conseguir aliados
comunitarios, para contribuir en la potenciación del proceso siendo parte.
Figura 5. Fotografía de los adultos mayores en el lote de la huerta de
la JAC, realizando labores de mantenimiento.
79
“Como hacemos parte de la Mesa de Seguridad Alimentaría de la Localidad de Bosa
desde allí hemos podido tener aliados como los presidentes de la juntas, los del comité
ambiental, los referentes, que nos ayudan a muchas cosas, una de esas es a convocar en los
diferentes lugares para realizar los procesos de agricultura urbana. Porque así cumplimos
con nuestros objetivos y los de ellos. Pero a veces hay que pelear mucho porque a veces
toman nuestras actividades para sacar pecho de lo que no han hecho. Cuando ellos convocan
la gente ya casi no les cree…Por ejemplo en la Casa de la Igualdad nuestro grupo de
agricultores han hecho visualizar más este espacio para que utilicen los servicios que dan”
(LD, entrevista 2015).
En el proceso de convocatoria se puede analizar, que al privilegiar ciertas comunidades
para iniciar los procesos de AU, debido a su proximidad geográfica, a sus intereses y a sus
valores compartidos, se favorece la confianza en las relaciones, puesto que conocen y
reconocen sus esquemas mentales, las situaciones de vida, aspiraciones y problemas.
Figura 6. Fotografía de los participantes de la huerta de la Casa de la
Igualdad, realizando un taller de tubulares dirigido por una persona externa.
80
Visitando y observando se fueron motivando: Una de las estrategias de mayor impacto a nivel
motivacional fue la observación de otras huertas, asumida como la materialización del
discurso que inicialmente se llevó a las comunidades.
El encuentro con lo real, con lo concreto, con lo tangible, es el encuentro con la
credibilidad respecto al proyecto. A esto se suma la posibilidad de sacar a los participantes
de su ambiente cotidiano, hacia la exploración de otros ambientes, de otros barrios y
comunicarse con otras personas, este impacto es aún más positivo.
“Nosotros los llevamos para que conozcan la huerta del Instituto Educativo Distrital Kimy
Pernía Domicó, la Granja Ecológica en la Perseverancia liderada por doña Rosa Poveda,
ella recuperó ese espacio que era un basurero y por último la visita al Jardín Botánico de
Bogotá… lo más difícil es conseguir el recurso del transporte, pero lo hemos conseguido por
muchas instituciones que nos apoyan como la Alcaldía, el hospital y hasta fundaciones” (TQ,
entrevista 2015).
Los espacios físicos a intervenir: En las instituciones educativas no se tuvo mayor dificultad,
puesto que la misma institución delimitó el espacio para que pudieran realizar el trabajo y
ellos optimizaron dicho espacio. Con los Centros Comunitarios fue más difícil, así que en las
reuniones los participantes sugirieron que tipos de espacios se podían utilizar.
“En algunos barrios el acueducto les había dejado a la comunidad un lote en comodato,
en la casa de la igualdad tienen una terraza grande, en los salones comunales trabajábamos
en pedacitos de lotes que tienen… en algunos lugares cuando no existe un espacio
comunitario algunas personas ofrecían y ofrecen sus terrazas y todos trabajamos ahí” (EM,
entrevista 2015).
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Las capacitaciones: Los espacios para el intercambio de saberes y el aprendizaje de la técnica
de huertas fueron en un primer momento colectivos, sin embargo, por las dudas y espacios
de trabajo se emprendió la metodología de aprender haciendo.
“Que estamos sembrando, sembramos en su corazón, en su mente, en su alma, que están
sembrando ellos conciencia, no solo plantas, porque no es sembrar por sembrar” (LD,
entrevista 2015).
Se realizaban mínimo seis (6) capacitaciones tanto teóricas como prácticas, en donde los
responsables de organizar las capacitaciones eran las líderes de la organización
SEMISVIPAZ, ellas como estrategia invitaban a diferentes actores para enriquecer cada
taller. Los contenidos generales se describen en la Tabla 4.
Tabla 4.
Contenidos y temas desarrollados en las capacitaciones de AU.
CONTENIDOS TEMAS
LOS OBJETIVOS ALIMENTARIOS
POLÍTICAS PÚBLICAS
PARTICIPACIÓN
¿Qué es soberanía?, ¿qué es autonomía? y ¿qué es
autoctonía?
APROVECHAMIENTO DE RESIDUOS
ORGÁNICOS Y SÓLIDOS.
Generar en los asistentes la disposición y manejo
adecuado de los residuos sólidos. Producir compostaje
(seco, semi-seco y húmedo), producción de lombri-
abono, producción de súper 4 con las heces de especies
menores y producción de caldo microbiano.
¿QUÉ ES LA AGRICULTURA URBANA? ¿QUÉ
SE PÚEDE SEMBRAR EN AGRICULTURA
URBANA?
Cambios alimenticios
CONTROL DE PLAGAS Purines, repelentes y fungicidas
Alelopatía
TRANSFORMACION DE PLANTAS
(MEDICINAL Y ALIMENTARIA)
Capacitar a los asistentes en diferentes alternativas en
transformación de las plantas producidas en los
huertos o de otros cultivos, para crear productos
naturales de uso cotidiano.
PROBLEMÁTICAS QUE AFECTAN EL
ALIMENTO
Transgénico, biocombustible y monocultivo
“Dentro de todos esos talleres hablamos del tema ambiental, especialmente de los
humedales, porque los humedales son soberanía alimentaria, ellos son alimento, de pronto
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ahorita no para nosotros, pero sí para otras especies que también tienen derecho y nosotros
les quitamos a ellos, los desplazamos. Hay un proyecto que nosotros construimos hace
muchos años cuando estamos reconociendo la Soberanía Alimentaría que se llama Voces de
Animales en Selvas de Cemento, nosotros les invadimos su territorio y sin embargo estamos
ahí y ellos se adaptan a nosotros, no nosotros a ellos, es al contrario” (LG, entrevista 2015).
En el espacio de las capacitaciones se refleja la estructura social de los grupos, es decir
del inter-juego de roles que en ellas se produce. Los actores asumen una posición en las
relaciones que se establecen acorde con sus expectativas, se instauran y adjudican una serie
de actividades, funciones y responsabilidades propias de los actores comunitarios (huerteros,
vecinos, líderes e instituciones).
Es posible afirmar que las relaciones sociales establecidas entre los huerteros se dan desde
un reconocimiento de sus saberes y las actividades de siembra, construcción de camas,
mantenimiento de huertas, entre otros.
Uno de los aprendizajes obtenidos según los integrantes de la organización SEMISVIPAZ,
fue la de reconocer que todos los actores tienen algo que aportar. Sólo en la medida en que
esto es reconocido, es posible generar un verdadero diálogo de saberes y relaciones amistosas
con los otros, propiciando actividades conjuntas.
La colaboración entre vecinos se manifiesta más allá del trabajo, en el fruto de éste, a
través del obsequio de alimentos, semillas y plantas, que en un inicio del proyecto se
plantearon como alicientes para su implementación. Hoy día se tornan en estrategia para el
fortalecimiento de vínculos vecinales a través de la reciprocidad, componente importante
para la construcción de capital social.
83
La realización de actividades para los niños, la entrega de regalos y la organización de
paseos, se ha convertido en una estrategia importante para fortalecer los lazos dentro de la
comunidad, como reflejo de sus intereses.
Los asesores del proyecto son clasificados como el eje, motor y cabeza del proyecto, en
cada huerta se encuentra un líder de SEMISVIPAZ que motiva y organiza los procesos. Por
su parte los beneficiarios del proyecto son auto concebidos como los responsables del
sostenimiento, cuidado y continuidad de la huerta.
Esta dimensión organizacional refleja el sistema político, que corresponde a la forma
como se relacionan y estructuran las distintas partes para alcanzar su objetivo, en esta medida
se logra una distinción entre los actores involucrados en el proceso, no sólo a través de sus
funciones, sino de la importancia que éstos reconocen en cada una de ellas, y por lo tanto se
revierte en el poder o capacidad de incidencia de algunos actores sobre otros.
6.2.3 El contexto.
Esta dimensión es entendida como la relación de intercambio permanente y cambiante, en
la cual se comunican múltiples y variados actores institucionales y comunitarios, que
interactúan y negocian constantemente, dando lugar a las relaciones sociales.
Mediante la técnica de observación de campo (anexo 2), se evidenciaron diferentes formas
en que las personas se relacionaban y realizaban procesos de intercambio. Por ejemplo, en
las huertas, se observaban intercambios sociales que facilitaban el aprendizaje de actitudes y
conductas cooperativas, incrementando la interacción cara a cara y creando condiciones para
las relaciones de confianza.
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A sembrar hortalizas, frutales, cereales y medicinales: Al momento de realizar las visitas se
encontraron noventa y cinco (95), especies vegetales, distribuidas en las veinte (20)
experiencias de agricultura urbana. De estas se encontraron cinco (5) especies con una mayor
frecuencia de aparición, como se presenta a continuación, en la siguiente tabla. Para efectos
de análisis se diferenciaron en tres (3) grupos o tipos así: alimenticias (A), aromáticas y
medicinales (AR) y las ornamentales (O).
Tabla 5.
Especies con mayor frecuencia de aparición en las experiencias de AU visitadas en Bosa.
ESPECIE TIPO FRECUENCIA PORCENTAJE
Lechuga A 17 85%
Cilantro A 17 85%
Acelga A 15 75%
Fresa A 15 75%
Caléndula AR 20 100%
Las especies vegetales encontradas con una mayor frecuencia de aparición poseen un
mayor reconocimiento, aceptación y uso por parte de la comunidad. Entre las aromáticas y
medicinales se encontraron 18 especies, siendo la caléndula la de mayor frecuencia de
aparición (100%). En una menor frecuencia encontramos el toronjil y el cidrón. En el grupo
de las hortalizas las de mayor aceptación son la lechuga y el cilantro con un 85%. En el grupo
de las especies ornamentales se encontraron treinta (30) especies, las que poseen un buen
nivel de diversidad, dado su fácil manejo y cuidado, se destacaron en este grupo
especialmente los pensamientos.
“Siempre sembramos pensamientos porque son unas plantas ornamentales que también
son medicinales y según el color de la flor son alimenticios” (IM, entrevista 2015).
85
Las plantas aromáticas cobran un significado relevante para todos aquellos que creen
inmensamente en su poder curativo y que han sido testigos de los beneficios que trae su
consumo, algunos de ellos son expertos en la elaboración de pomadas, jabones y remedios.
“Pueden salir beneficios de aromáticas que nosotros necesitamos mucho pa ́ tomar. Sale
más barato comprar las semillas y sembrarlas, además las cogemos frescas. Yo le debo la
vida a esas ramas aromáticas” (AS, entrevista 2015).
El manejo de residuos orgánicos: Uno de los temas más importantes en el transcurso de sus
capacitaciones es el manejo de los residuos, especialmente los orgánicos en la producción de
compostajes seco, semi-seco y húmedo. El compostaje se convierte en un sustrato
indispensable para el mantenimiento de los cultivos, al igual que como insumo para la venta.
“Para nuestras capacitaciones es importante e interesante enseñar hacer compostaje,
porque de nada sirve que el alcalde diga vamos hacer un programa de basura cero si la
gente no lo conoce, sino sabe que tiene que hacer o de pronto si lo hacían pero hemos perdido
esa cultura. Lo único que si sabemos hacer con nuestras basuras es sacarlas al frente de
nuestras casas porque creen que ahí se acaba el problema, pero lo que no saben es que ahí
Figura 8. Fotografía del proceso de
abono y reutilización de embaces. Figura 7. Fotografía del taller sobre plantas aromáticas,
para niños, padres y docentes del Colegio Carlos Albán
86
empieza, les enseñamos hacer compostaje hemos vendido bultos de compostaje ellos ponen
el precio y se les ha pagado, de esta manera se promueve la productividad desde lo que
hacen en la casa” (LG, entrevista 2015).
“El día que hablamos del compostaje recuerdo que nos mostraron una foto fea era de
Doña Juana, donde llega toda nuestra basura y nos hablaron de tres cosas: la importancia
de que clasifiquemos nuestras basuras desde la casa, la otra es que dejemos de consumir
tanta vaina, comprar tanta cosa, vainas que son desechables porque tienen mucho tiempo
para descomponerse y por ultimo hacer compostaje para reutilizar los desechos de la comida
y otras cosas” (GC, entrevista 2015).
En las experiencias visitadas, se presenta un nivel alto del manejo de los residuos
orgánicos, en el desarrollo de compostaje y lombri abono, reconocidos como medio para la
obtención de materia orgánica y el desarrollo y mantenimiento de las experiencias.
Figura 9. Porcentaje de la disposición de los residuos orgánicos, en las experiencias visitadas de AU.
El setenta y cinco por ciento (75%) de las experiencias de AU visitadas realiza el manejo
de los residuos sólidos orgánicos en la producción de compostaje húmedo, únicamente. Sin
embargo, el quince por ciento (15%) realiza un manejo para los residuos orgánicos, en la
Lombri - abono15 %
Compostaje75%
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producción de abonos mixtos, es decir lombri-abono y compostaje, lo que implica que estos
residuos se aprovechen al máximo en la transformación de un buen abono para nutrir las
cosechas y restaurar los suelos.
“Nos enseñaron que para hacer compostaje seco, que llaman, uno pone a secar en la
terraza las cascaras de papa y yuca especialmente, durante todo el día y en la tarde uno
sube a la terraza y las pisa, eso toca hacerlo por ocho días, sale un polvo blanco, ese se le
echa de alimento a las lombrices y estas se ponen grandes y se reproducen”...”El semi-seco
es donde se utilizan todos los desechos de la comida y se le echa aserrín para recoger la
humedad y darle porosidad para que se ventile y se descomponga más rápido, después se le
pasa a las lombrices para que ellas se lo coman y después produzcan el lombri-abono”…“el
compostaje húmedo es el que termina todo el proceso de descomposición y no se le echa a
las lombrices”… “el super 4 es cuando se le echa estiércol de caballo o vaca o de gallina o
conejo”… “y los caldos microbianos nos enseñaron en un taller un señor que llevaron, a
hacerlos con los orines de conejo o caballo, hasta los de uno, eso no me gustó mucho, pero
él dijo que como tenían mucho nitrógeno la orina, eso es cierto, es una manera de
devolvérselas a la tierra, porque necesita mucho eso” (MCh, entrevista 2015).
Las técnicas de fumigación y abono: Las asesorías técnicas sobre manejos de siembra,
abonos y fungicidas se facilitaron en este proceso gracias a la experiencia que, sobre las
labores agrícolas, tenían la mayoría de los participantes. Una de las fortalezas del proceso
fue la implementación de una técnica tradicional de cultivo que empleaba la tierra como
sustrato.
Sin embargo, hablar de producción limpia o agricultura orgánica, implica la introducción
de prácticas como: la alelopatía, el compost, y la fumigación con hidrolatos de ortiga, de
88
caléndula con manzanilla, y repelentes orgánicos, como el ajo – ají, que exigen un proceso
de acompañamiento continuo a los ejecutores comunitarios.
“Nos capacitaron sobre preparación de fungicidas y repelentes creo que es algo muy
bueno porque no llevan químicos” (GC, entrevista 2015).
La alelopatía: Consiste en el perfecto diseño de siembra asociativa de cultivos para
protección mutua de las plantas, conociendo sus particularidades en cuanto a las afinidades
y compatibilidad que hay entre ellas. Dentro de esta técnica también se emplea la siembra de
plantas medicinales y aromáticas, para un control natural de plagas y así evitar al máximo
fumigar los cultivos con sustancias químicas. Además la importancia que cobra para los
participantes el tratamiento de enfermedades y dolencias a través del uso de plantas
medicinales y aromáticas.
“Nos enseñaron (técnicos del JBB) que las camas eran únicamente para sembrar repollo,
cebolla, pimentón, zanahoria, cilantro, ajo, aromáticas y que si teníamos sacáramos para
allá. Nos dijeron que le metiéramos buena rama aromática para que el gusano no fuera por
allá, que sacara lo que más pudiera de aquí” (MCh, entrevista 2015).
Estos aprendizajes tuvieron lugar en los talleres colectivos que se tornaron en espacios de
reunión, empleados para compartir la proyección de la huerta a través de actividades de
diálogo. Sin embargo, los espacios de capacitación colectiva a veces no podían resolver las
preguntas de todos los participantes, así que se abrieron espacios para las asesorías
personalizadas, con cada huertero en función de sus inquietudes y las condiciones de la
huerta.
“Ellas (Luz Dary, Lilia) vienen y le van diciendo a uno, vea haga esto, haga lo otro. Ellas
nos dieron medidas para sembrar, nos enseñaron a hacer el abono. Cuando fuimos a
89
sembrar ellas nos dijeron cómo sembrar el repollo por lo que se abre. Que productos
congenian con cuales, porque hay alimentos que no se deben sembrar juntos como el tomate
y la ruda, porque la ruda atrae mucha palomilla blanca y eso afecta al cultivo de tomate”
(MC, entrevista 2015).
Cada una de las capacitaciones fue acompañada inmediatamente con la práctica, así
surgían, de las experiencias de todos los participantes comunitarios, dudas y preguntas.
En la Localidad de Bosa gran parte de la población tiene fuertes antecedentes campesinos,
lo que los hace portadores de importantes conocimientos de esta labor. La metodología
empleada para el proyecto favoreció los niveles culturales y conceptuales, motivando la
participación de estos actores y la de los que deseaban aprende sobre este oficio. Se destacó
especialmente la participación de actores comunitarios en edad adulta, que encontraron en el
proyecto de AU la posibilidad para la realización de actividades productivas y la
socialización de sus conocimientos, permitiéndoles ser reconocidos y valorados.
Recursos físicos para la sostenibilidad de la AU: La AU en Bosa, cumple varios propósitos
entre quienes la desarrollan en este caso cabe resaltar los espacios de encuentro, socialización
y reconocimiento, además de generar en las personas el desarrollo de habilidades, esto unido
a la importancia de la obtención de plantas de consumo alimenticio. Con el fin de observar
la sostenibilidad del proceso frente a la consecución de semillas, se indagó en las visitas
técnicas adelantadas en las experiencias de AU y en los núcleos de formación acerca de este
tema, de igual forma se preguntó sobre el destino previsto para la cosecha.
90
Las semillas: La forma de realizar la consecución de las semillas es un factor importante, ya
que este es un insumo básico para el desarrollo de la AU, por tal motivo se buscó establecer
como se obtienen las semillas.
“Nos enseñan la importancia de las semillas, como hacer semilleros, como sembrar las
semillas, como guardarlas, como recogerlas, para que no seamos dependientes sino que
tengamos autonomía” (AS, entrevista 2015).
“Cuando iniciamos las capacitaciones llevamos el primer plante de semillas, las cuales
fueron adquiridas por compra o trueque en la Red de Semillas Libres, ellos tienen custodios
de semillas y recuperadores, las semillas que adquirimos son sanas” (LD, entrevista 2015).
A través de la indagación en las huertas se observó que los agricultores obtenían sus
semillas por trueque o producción, lo que indica que están trabajando en la sostenibilidad del
proceso, favoreciendo las semillas criollas producto de su trabajo, así mismo consideran que
el beneficio obtenido con las cosechas retribuye el costo de las semillas. De igual forma
apoyan la Red de Semillas Libres de Colombia, en donde defienden las semillas como parte
de la libertad, dignidad y autonomía alimentaria, y desde la agricultura urbana las semillas
caminan en los territorios a través de la cultura campesina que llegó a las ciudades con sus
tradiciones, costumbres, maneras de alimentarse y el contacto con la tierra. Están en contra
de las semillas patentadas, certificadas y transgénicas.
“La AU que fue apareciendo sin ningún propósito no tenía como objetivo la propagación
de semillas y su reproducción, porque no se sabía cuál era su importancia, cómo recogerlas
y custodiarlas, entonces solo se daba la producción de alimentos y se unió a los discursos
de Soberanía Alimentaria, como un derecho que tenemos a decidir sobre la producción y
alimentación de manera autónoma… pero cuando la Red nos cuenta todos los problemas
que existen sobre las semillas como el monopolio, la calidad y sanidad, los transgénicos, es
91
como si hubiéramos abierto los ojos, porque entendimos que nunca habíamos trabajado por
esa soberanía, que era un discursito más para cumplir con los presupuestos sociales… ahora
entendemos que desde la semillas comienza esa soberanía y por ende la sostenibilidad de
nuestras huertas” (LD, entrevista 2015).
Destino de la cosecha: En las experiencias visitadas se buscó establecer el destino que se les
ha dado o dará a las cosechas obtenidas en la agricultura urbana.
De acuerdo a lo manifestado por los agricultores urbanos en Bosa, destinan una gran parte
de la producción para el autoconsumo, que en el caso de grupos de trabajo implica el que se
reparte entre quienes aportan mano de obra y mantenimiento a los cultivos. Otra parte se
destina para la venta en crudo o trueque y procesos de transformación.
Los grupos se organizan para realizar las diferentes actividades los que van a los mercados
y los que hacen la transformación del producto. Manifiestan que de esta manera se facilita la
generación de tejido social, en donde las relaciones interpersonales se fortalecen mediante el
establecimiento y aplicación de reglas de juego que en este caso es la distribución de
funciones.
Transformación: El autoconsumo de las cosechas va ligado a aprender a realizar diferentes
transformaciones con la producción, para abrir el mercado con variedad de productos, como
lo son: jabones, champú, encurtidos postres, tortas, pasteles, empanadas, mermeladas,
pudines, antipastos, vinagre, abonos y diversas recetas. También realizan transformación
medicinal en la compañía de un asesor del Jardín Botánico de Bogotá, el cual les enseña
hacer pomadas cálidas, aceites, cremas, esencias, entre otros.
92
Los productos que ellos fabrican los consumen, los venden y los recomiendan,
constituyendo así una de las reglas de su organización coherencia con su labor.
“El discurso va acompañado con hechos, eso no es cualquier pendejada. Las cosas desde
la práctica mostrarle a la gente que si se puede hacer. Todo lo que aprendemos debemos
utilizarlo y multiplicarlo, debe ponerse en práctica siempre” (LG, entrevista 2015).
“Muchas organizaciones se quedan en que vamos hacer, vamos hacer y no hacemos nada,
esas son las discusiones que nosotros siempre hemos tenido con el Hospital, los inclusores
de los comedores y otras organizaciones que quieren que nosotros asistamos a sus cosas,
pero solo para cumplir. Mientras terminan sus contrato o cumplen con sus cosas, y nosotros
qué, con que nos quedamos, por eso nos gusta trabajar con SEMISVIPAZ porque son como
nosotros y crecemos juntos y aprendemos y también podemos enseñar” (TQ, entrevista
2015).
Se puede analizar, que la aplicación de mecanismos pedagógicos como son las
capacitaciones y procesos de transformación del cultivo, entre otros, sumado a las repetidas
Figura 10. Fotografía de la señora Lilia Gómez con su
grupo de agricultores realizando pomada cálida.
Figura 11. Fotografía de agricultores del grupo
PAS Porvenir, realizando encurtidos.
93
interacciones, facilitan las conexiones mutuas, generando normas sociales que favorecen la
participación, y por ende la cooperación.
Mediante la construcción de saberes, conocimientos y lazos de afecto entre vecinos y
compañeros, se logran fortalecer recursos y facilitar acciones coordinadas de cooperación,
en donde se evidencian diferentes mecanismos de participación.
Las personas involucradas en este proceso manifiestan cambios en los modelos cognitivos,
puesto que experimentan una re-significación y una re-interpretación de la realidad de su
territorio y el futuro de este. Encuentran nuevas posibilidades de acción individual y
comunitaria, que les permiten evaluar sus capacidades como actores sociales y las posibles
intervenciones sobre las problemáticas que les afectan.
Los cambios cognitivos promueven la transformación de su cotidianidad de una manera
práctica. Las formas de hacer las cosas se ven intervenidas por la manera como las conocemos
y percibimos, de ahí que las nuevas concepciones sobre el ambiente y el territorio sean
puestas en práctica. Cómo son: el reciclaje de desechos orgánicos en la producción de abonos,
en lugar de que estos terminen en la basura o en las calles del barrio generando
contaminación, nuevas tendencias alimenticias, en las que se experimentan recetas para llegar
a consumir alimentos que antes no hacían parte de su dieta, el reconocimiento de la calidad
de los alimentos frescos y naturales, y las nuevas dinámicas de relacionarse con las personas
del barrio entre familias, vecinos, amigos, entorno a objetivos comunes.
Según Pretty y Ward (2001), en la medida en que un grupo social progresa hacia la
madurez existe mayor posibilidad real de disponibilidad local de capital social. Es decir,
cuando las asociaciones no evolucionan, no aseguran la presencia de un capital social
significativo, lo que hace más probable que la organización desaparezca. En cambio, una vez
alcanzada una etapa de conciencia grupal significativa, los grupos son más propensos a
94
establecer relaciones con otras organizaciones y a generar propuestas que mejoren su calidad
de vida.
Por lo tanto podemos concluir que las redes sociales simples, tejidas dentro de los grupos
de AU son correspondientes con las relaciones sociales de primer orden. Se construyen a
partir de las relaciones entre familiares, vecinos, amigos huerteros. También podemos incluir
en estas redes a los presidentes de JAC, directivos y docentes de instituciones educativas,
director de la Casa de la Igualdad, como actores vinculantes de la comunidad, con el proyecto
y con los líderes comunitarios.
6.3 Fortalecimiento de los procesos de articulación y negociación, para la construcción
de redes sociales ampliadas
El establecimiento de relaciones y tramas vinculares con otros entornos y actores,
implican la relación con terceros, que potencian el desarrollo de la organización y abre las
posibilidades de participación en la construcción del tejido social.
Para analizar la conformación de redes, se tuvieron en cuenta actividades realizadas a nivel
local y distrital y la generación de aliados. En los siguientes apartados se hace una descripción
de la información encontrada sobre la conformación de redes sociales.
Mercado de los pueblos: Producto de todo el trabajo colectivo nace el Mercado de los
Pueblos, con los objetivos: i) crear canales de comercialización para las mujeres de Bosa, ii)
generar encuentros rurales y urbanos desde el rescate ancestral, iii) formar y conformar redes
de consumidores conscientes, justos, responsables y solidarios, iv) sensibilizar a la
comunidad frente al cuidado alimentario y ambiental de sus familias, y v) apoyar a los
pequeños productores del país.
95
Por medio de la organización AGROPOLIS conocieron muchos agricultores, puesto que
ellos tienen una base de datos de más 2.200 grupos. El mercado inicia en el año 2010 en el
barrio la Alameda de la Localidad de Bosa.
“La logística era pesada, era necesario contratar sonido para que la gente escuchara
ruido y se acercara, también contratar carpas, transporte y todo lo teníamos que buscar
nosotras, a veces hasta poner plata… en ese tiempo comienzan unas campañas políticas y
nos ofrecían colaboración pero teníamos que dejarlos hacer campaña en el mercado para
ganar votos y no lo permitimos, porque el mercado es un espacio libre, es para la comunidad,
para los agricultores. Como organización decidimos parar y lo renovamos hasta octubre de
2012” (LD, entrevista 2015).
A partir de esa primera experiencia, manifiestan que su aprendizaje fue significativo y
cuando reabrieron el mercado, lo hicieron con otra visión. En primer lugar, enseñarles a los
agricultores, especialmente a los rurales, un ejercicio de corresponsabilidad y de autonomía,
involucrándolos en la logística y organización del mercado, puesto que anteriormente su
función se basaba en ir a vender sus productos y que la organización del mercado les pagara
transporte, espacio y alimentación.
Para diversificar el mercado se convocan agricultores de varios lugares. En Bogotá
participan de las localidades de Bosa, Engativá, Ciudad Bolívar, Usme y Sumapaz; de los
Municipios Choachí, Sesquile, Cajicá, Tenjo, Silvania, Funza, Ubaté, entre otros. Algunos
agricultores de los cuales ya se conoce su producción envían sus productos para ser
comercializados.
El mercado tiene como aliados a varias organizaciones sociales e instituciones. En el
ámbito local, tienen el apoyo de Huellas de Arte, FIDAHT, TECHOTIVA, la Fundación ‘De
mi Gente’, El Hospital Pablo VI, La Alcaldía Local de Bosa. Desde el distrito, el Movimiento
96
Quinua (trabajo juvenil), el Bienestar Familiar y el Jardín Botánico de Bogotá.
Organizaciones nacionales tales como UNAC - UITA (organizativo social, político)
Agropolis uniendo campo y ciudad (comercial y de servicios en abastecimiento de alimentos)
y Naghara comercio justo. Estas entidades los apoyan con recursos como; refrigerios, carpas,
transporte, espacios físicos, publicidad, contactos para llevar el mercado a otras
organizaciones.
“Me encanta el trabajo social (Luz Dary) enseñarle a la gente, que la gente se empodere
y se apodere de lo que es nuestro, las instituciones no son del funcionario de paso, ni del
contratista son de la comunidad y están ahí para servirle a la comunidad” (LD, entrevista
2015).
Los logros que han obtenido hasta el momento son:
Mercados en las universidades Minuto de Dios y Nacional.
Mercados constantes en la localidad de Bosa.
Mercados en las diferentes veredas.
Conformación de redes de agricultores.
Gestión de aliados.
Tienda ecológica en Bosa
Formación constante.
Dotación de equipos para la realización efectiva de los eventos.
Promoción en los pequeños productores buenas prácticos de comercialización.
Tejidos social
Facilitar el cambio en los consumidores.
97
“Todo lo que hacemos con el corazón, con el alma lo demás viene por añadidura. Una
ganancia grande es como estamos criando a nuestros hijos, con valores diferentes,
participando de nuestro mercado y aprendiendo de otros agricultores como nosotros,
aprendiendo de la tierrita” (LG, entrevista 2015).
Desde el Mercado de los Pueblos, se puede evidenciar que el grupo social comprenden las
dinámicas a nivel local, distrital y nacional. Además logran posicionarse en la sociedad a
través del reconocimiento de la comunidad, de las instituciones gubernamentales y no
gubernamentales, su gran capacidad de convocatoria y una experiencia amplia en el trabajo
por medio de alianzas y la construcción de redes sociales.
La conformación de este espacio, en el cual no solo participan los agricultores urbanos de
la organización SEMISVIPAZ, sino que convocan a otros agricultores de la localidad, de
otras localidades, de municipios cercanos a Bogotá y de municipios de otros departamentos,
que enriquecen la variedad de experiencias y productos que se ofrecen.
Es un proceso tangible de madurez del capital social, puesto que reúne diferentes actores
que proveen de recursos, servicio y programas, estrechando los lazos y dando cumplimiento
a objetivos en común; además contribuye a fortalecer el capital económico de los
agricultores, brindándoles una forma de empleabilidad.
Experiencias Sabores y Saberes de los Agricultores Urbanos, Periurbanos y Rurales de las
Localidades de Bosa, Usme, Ciudad Bolívar y Sumapaz; y de los Municipios de Sesquile,
Tenjo y Choachí: A partir del trabajo en el Mercado de los Pueblos y el fortalecimiento de
alianzas, SEMISVIPAZ con sus huerteros, organizó y realizó el encuentro de sabores y
saberes de agricultores. Su objetivo fue fortalecer los procesos de las organizaciones sociales
que trabajaban en torno a la agricultura urbana y rural en las localidades de Usme, Bosa,
98
Sumapaz y Ciudad Bolívar, como medio para desarrollar conciencia y acción política frente
al tema de la soberanía y la seguridad alimentaria de los pueblos. Contribuyendo a la
articulación entre agricultores urbanos y rurales, con el fin de crear una red de comercio justo
y consumo responsable. Además de conocer y reconocer las experiencias de las
organizaciones sociales y realizar un intercambio de sabores y saberes donde se evidencien
las condiciones políticas, económicas y sociales de los diferentes sectores que participan del
proceso.
Por medio de la socialización de experiencias y las visitas a los diferentes espacios como
granjas, humedales, aulas ambientales, huertas, entre otros.
“Queremos conocer como la comunidad trabaja, como se mueven entorno a la
recuperación de espacios y como promueven desde sus recursos cosas para beneficiarse
como comunidad” (LG, entrevista 2015).
“Queremos que los productores sean los que enseñen que es lo que hacen, porque lo
hacen, como produce, por qué lo producen, que les dicen a la gente que haga con sus
productos, como consumirlos… en este encuentro vamos aliados con muchas organizaciones
entre ellas las universidades, queremos que los jóvenes escuchen a los productores y vayan
identificando las falencias que tenemos nosotros y ver como ellos desde sus carreras
empiezan a ayudarnos como productores para mejorar” (TQ, entrevista 2015).
La producción y reproducción de la estructura social depende de aquellos actores que
ejercen el poder y actúan socialmente. Los actores sociales operan con cierta dotación de
recursos que los capacita para el ejercicio del poder, que se traduce en beneficios para la
organización. Les permitió identificar la adquisición de recursos y las relaciones vinculares
necesarias para el desarrollo de la acción social a través de la cooperación, permitiéndoles
99
tener un mayor poder para lograr reproducir la estructura social en los grupos de agricultores
urbanos.
Otro de los indicadores para evidenciar el fortalecimiento del capital social en los
participantes, es la construcción colectiva de los Intercambios de Experiencias Sabores y
Saberes de los Agricultores Urbanos, Periurbanos y Rurales, con el fin de conocer las
realidades de sus territorios, la asistencia social de las organizaciones, la construcción de
procesos socio –culturales que favorecieron la organización social. Al igual realizar acciones
entorno a la agricultura urbana, la agroecología y la agricultura orgánica, para lograr incidir
en la política pública a partir de la participación en encuentros ciudadanos, donde se formulan
los planes de desarrollo local. En este proceso tiene como principales aliados a las
Universidades Minuto de Dios y Nacional. Otras entidades como el Hospital Pablo VI, la
Fundación Pavco, el Jardín Botánico de Bogotá, la CAR, entre otros, más todos los líderes,
amigos y contactos que los reciben en sus comunidad y les comparten sus experiencias.
Podemos evidenciar que las redes refuerzan la reciprocidad al construir mayores vínculos
que generan oportunidades y recursos, mejoran los flujos de información puesto que existen
mayores conocimientos que conlleva a fortalecer la cooperación. Los que más confían en los
otros, tienden a participar más en la organización.
Actualmente, los grupos de agricultores urbanos se postularon al premio Kaluz que
entrega una empresa privada, para gestionar la financiación de 25 sistemas de riego, que
permitan optimizar el agua que consume el riego de los cultivos de cada huerta.
Desde el Mercado de los Pueblos están llevando a cabo la expedición alimentaria en varias
universidades de la ciudad y próximamente en algunas empresas del sector privado.
En el encuentro de sabores y saberes lograron aliarse con más organizaciones como el
Sistema Integral de Transporte Público (SITP), quienes les facilitan los buses para
100
trasportarse a los diferentes humedales o aulas ambientales, empresas privadas desde el área
de Responsabilidad Social y actores de la academia quienes son los que documentan el
proceso.
6.4 Dimensión del capital social: privado o público
En la evaluación de esta dimensión, se tuvo en cuenta el instrumento de observación y los
análisis que se realizaron anteriormente, mediante las entrevistas semi- estructuradas, con el
fin de verificar las variables que expone Stoll (2001) en sus investigaciones y dar cuenta de
que dimensión del capital social se caracteriza esta experiencia.
Las investigaciones de Stoll (2001), han buscado determinar qué tipo de organizaciones
voluntarias tienen mayor capacidad de favorecer el compromiso cívico. Sus resultados están
orientados especialmente a las organizaciones heterogéneas.
Propone las siguientes variables para el análisis: i) vincular el tipo de confianza que
generan las organizaciones en sus miembros y ii) el tipo de composición de la organización.
Al analizar cada variable, para identificar si los participantes del proceso de agricultura
urbana orientado por la organización SEMISVIPAZ, generan compromiso cívico en sus
integrantes. Según los resultados y análisis de los apartados anteriores, se evidencia que la
organización genera especialmente dos tipos de confianza como son: confianza basada en
características que como hemos visto, se sustenta en semejanzas sociales y, la confianza
basada en reglas y normas comunes.
Ahora bien, sobre qué clase de vínculos tiene la organización según sus características Lin
(2001) aborda dos tipos de vínculos: fuertes y débiles. Los primeros operan con el llamado
principio de homofilia (homogénea) y los segundos, con el principio de heterofilia
101
(heterogénea). En este caso el tipo de vínculo de nuestra organización es fuerte, puesto que
las interacciones sociales se presentan entre individuos con estilos de vida y características
sociodemográficas semejantes. Sumado a esto, podemos evidenciar que los participantes de
los procesos de AU, participan en actividades de otras organizaciones, como la Red de
Semillas Libres. Además reconocen las políticas públicas y el propósito de las instituciones
gubernamentales, esto les permite tener una madurez que les brinda herramientas para
establecer vínculos más robustos. Lo cual permite fomentar la dimensión del capital social
público, que se caracteriza por desarrollar beneficios de cooperación tanto dentro como fuera
de la organización. Esto les permite, no solo generar recursos y beneficios para su grupo, sino
mejorar el nivel de implicación en la sociedad, determinando acciones de reivindicación para
forzar cambios en la misma, siendo actores colectivos con proyectos propios y con capacidad
de incidir en la dinámica social.
102
7. Conclusiones y recomendaciones
7.1 Conclusiones
El análisis realizado en esta investigación se logró identificar tres factores que contribuyen
en la construcción de capital social de los procesos de AU organizados por SEMISVIPAZ,
los cuales son: i) la existencia de formas de reciprocidad en la cultura de los actores; ii) el
surgimiento de una ventana de oportunidad de cambios favorables y el crecimiento como
actor social, y iii) la internalización de capacidades de autogestión comunitaria.
La estrategia metodológica empleada para desarrollar los procesos de AU por la
organización SEMISVIPAZ, desde su concepción hasta su ejecución, fue estructurada a
partir de la experiencia y las necesidades que tenía la comunidad. Lo que le permite
trascender en cada uno de los pasos para la consecución de un fin, manifestando la manera
como son concebidos los actores comunitarios, los actores institucionales y los mecanismos
para generar, fortalecer y construir vínculos. Dentro de este proceso es posible deducir una
dimensión educativa y pedagógica, que contribuyó a fortalecer procesos de producción social
de tipo comunitario y a la construcción de identidades colectivas, en donde se involucraron
conocimientos y valores en temas como: los relacionados con la agricultura urbana, la
movilidad de los participantes, la transformación de la sociedad y la participación
democrática.
103
Se pudo evidenciar que los vínculos entre los participantes se favorecieron mediante las
relaciones de confianza, las normas de reciprocidad, la conformación de redes sociales y los
esquemas productivos sostenibles. Con el tiempo, estos a su vez pueden fomentar la
conformación de asociaciones o corporaciones, en donde se establezcan y formalicen reglas,
normas y obligaciones, que logren satisfacer en mayor grado sus necesidades y aspiraciones
sociales, culturales, económicas, entre otras. Además, con la posibilidad de incluir, en las
estructuras ya conformadas, a otras personas, familias y comunidades a participar, bajo una
propiedad colectiva y de gestión democrática.
Podemos dar cuenta que desde el desarrollo comunitario los procesos de AU, contribuyen
a la creación de un espacio para la convivencia familiar y con otras personas dedicadas a la
misma actividad o actividades similares. Promueve la organización y la participación
comunitaria, además del diálogo de saberes. Incrementa las posibilidades de construir
capacidades entre los practicantes debido a la posibilidad de compartir experiencias y
conocimientos.
Los líderes de la organización SEMISVIPAZ logran reunir a los diversos interesados en
la AU, utilizando recursos más intangibles que tangibles, como lo son: interés, motivación,
disposición y trabajo. Estos líderes reúnen no solo características en torno a la AU, sino en
procesos de desarrollo comunitario sustentable, puesto que están conformados como
organización y su trabajo conjunto no es sólo para el aprendizaje comunitario, sino para la
convivencia y la construcción de una identidad social. Las características que consideran
algunos autores (Devuyst, 2001; Portney, 2001) y se destacan en este grupo de líderes son:
104
Poseedores de valores humanos tales como respeto, amor y confianza.
Abiertos a compartir, comunicar, cooperar y coordinarse.
Capaces de reconocer y valorar las relaciones intrínsecas entre sistemas (humano,
natural, urbano).
Pacientes en la búsqueda y solución del origen de los problemas, no en los síntomas.
Practican un ciclo continuo de teoría, experimentación, acción y reflexión.
Poseen una visión de sustentabilidad cultural y ambiental de largo plazo.
Podemos inferir que las políticas gubernamentales que instan a la generación de proyectos
productivos, en este caso la AU, construyen discursos, instituciones y simbologías propias,
en torno a los cuales han construido relaciones solidarias y de hermandad entre ellos, así
como sentido de pertenencia colectiva y lazos subjetivos tanto racionales (ideológicos,
valorativos), como emocionales. Estos comparados con los subsidios para las familias
vulnerables, que han entregado los gobiernos de los últimos años (Familias en Acción,
subsidios a los servicios públicos, entre otros), que solo alivian los requerimientos
económicos de un grupo de familias vulnerables, generando dependencia, paternalismo, e
improductividad. Si bien es cierto, se trata de disminuir los niveles de pobreza extrema y
miseria, por tal motivo, los primeros generan un modelo más eficiente y eficaz, donde se
potencializa el recurso humano para propiciar soluciones a sus necesidades, contribuyendo
al desarrollo de una comunidad, una región y un país.
105
7.2 Recomendaciones
Es necesario tener en cuenta los estudios cualitativos, como este, para plantear la
reestructuración del Programa de Agricultura Urbana con base en el Acuerdo 605 de 2015,
en el cual se formulan los lineamientos para institucionalizar el programa de agricultura
urbana y periurbana agroecológica en la ciudad de Bogotá. De esta manera poder garantizar
la sostenibilidad y el fortalecimiento del tejido social por medio de las redes y grupos de
trabajo en torno al establecimiento de cultivos limpios y la disponibilidad de alimentos sanos
en las huertas de los hogares.
Independientemente de la institución u organización que pueda intervenir en los procesos
de AU, sea éste gobierno, academia, organizaciones no gubernamentales, organizaciones
comunitarias, agencias internacionales, actuando de manera independiente o conjunta; es
necesario el diagnóstico de los territorios en términos de las necesidades de la comunidad, la
caracterización de sus habilidades y recursos. En este caso, de nuevo se recalca el potencial
de la AU para el logro de distintos objetivos: generación de trabajo, producción de alimentos,
ayuda al medio ambiente, actividad de dispersión, espacio para la educación cultural,
ambiental y agroecológica.
Por otra parte, es importante entender que este campo de estudio no se agota bajo esta
perspectiva teórica, los abordajes desde la participación social de futuras investigaciones
pueden llegar a ser muy enriquecedoras y aportar nuevos elementos a la consolidación de
ésta teoría. En este trabajo se identificaron elementos relevantes que podrían dar paso a
nuevas investigaciones, por ejemplo, acerca de las personas involucradas en programas
106
sociales, de cómo hacen uso de su capital social, económico y cultural, mediante la
participación en escenarios sociales y políticos, y de la forma como logran la obtención
eficiente de sus recursos.
107
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Anexo 1. Guía de observación – visita a las huertas.
Barrio: _________________________Fecha: ______________Hora:
_________ Nivel de ingreso: Menos de 500.000_____ Entre 500.000 y 1.000.000
_____
Edades de los participantes: Menores de 18___ 18- 25 ___ 26-39___ 40-
55___
56-70 ____ Mayores de 70___
Estrato socio económico: 1__ 2__3__ Número de integrantes del grupo:
1__2__3__4__5__más__
Género: F___ M___
Tipo de huerta: Escolar__ Familiar comunitaria____ Comunitaria _____ Otra
____
Destino de la producción:
Autoconsumo___Transformación:___ Comercialización_____
¿Existe aprovechamiento de residuos orgánicos?
Sí___No___Composta___________ Lombri-compostaje ____ Otro _____
¿Producen fertilizantes?: Sí ____ No ____ Practican la alelopatía: Sí ___ No
____
La actividad ha: crecido _____ Disminuido _____ Permanecido _____
Especies:
Alimentarias (A)
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
Aromáticas (Ar)
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
Ornamentales (O)
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
_____________ ____________ _____________ ____________
___________
123
Anexo 2. Tabulación guía de observación.
menos de
500.000 pesos
entre 500.000 y
1.000.000 pesosFemenino Masculino Adulto mayor Adultos Jovenes Padres Niños Docentes Si No Compostaje
Lombri -
compostajeCompra Trueque Producción
NaranjosColegio Carlos Albán
sede AX 44 24 20
X X X X X X X X X X
José María
Carbonelle
Colegio Carlos Albán
sede B35 22 13
X X X X X X X X
El JardínColegio Carlos Albán
sede CX 38 17 21
X X X X X X X X X
Carlos Albán Colegio Guimarc 42 25 17 X X X X X X X
Mira Flores II Colegio Marmátos 36 23 13 X X X X X X X X
San Bernardino IED Kymi Pernía X 43 36 7 X X X X X X X X X
PorvenirPAS Porvenir (Punto
de atención Social)X 13 13
X X X X X X X X
Bosa Nova Casa de la Igualdad X 18 17 1X X X X X
X
Carlos Albán Demostrativa X 7 5 2 X X X X X X X X X
La Independencia Familia X 8 5 3 X X X X X
Danuvio Azul Familia X 6 6 X X X X X X X X
Villa Clemencia Familia X 9 7 2 X X X X X X X X
Apogeo Fundación X 27 27 X X X X X X X X X
Santa MartaJardín Social Santa
MartaX 13 13
X X X X X X X X X
BosaJunta de Acción
Comunal - JACX 17 14 3
X X X X X X X
CaldasComedor nueva
ColombiaX 14 11 3
X X X X X X X X X X
El Anhelo ONG Fundanhelo X 26 24 2 X X X X X X X X
El jardín Demostrativa X 8 8 X X X X X X X X X
Islandia Familiar X 6 5 1 X X X X X X X
20% 55% 90% 25% 90% 30% 100% 55% 100% 15% 75% 30% 40% 70%PORCENTAJES
POBLACIÓN QUE PARTICIPA
Se comercializa
DESTINO DE LA PRODUCCIÓN
Autoconsumo Transformación
BARRIO
HUERTASORGANIZACIÓN
NIVEL DE INGRESOSNUMERO DE
INTEGRANTES DEL
GRUPO
GÉNEROAPROVECHAMIENTO DE
RESIDUOS SÓLIDOSPROCEDIMIENTO DE LAS SEMILLAS
124
Anexo 4: Consolidado Tabla 1, según entrevistas semi-estructuradas y observación.
FASES DEL
PROYECTO CATEGORIAS
INFORMACIÓN ENCONTRADA
DESDE LAS ENCUESTAS
Organización Social
ELABORACIÓN
DEL PROYECTO
Planteamiento del
proyecto La comunidad o las instituciones.
Marco de lectura de la
realidad
Ideas o percepciones de la realidad que orienta la
dirección que seguirá las acciones de los grupos.
Problemática identificada
Situaciones o condiciones puntuales
identificadas en la comunidad a partir del marco
de lectura de la realidad que se pretende
impactar con la implementación del proyecto.
Propuesta de solución
Es una idea de la organización que quiere
llevarse adelante y que se ordena a través de un
plan de acción.
GESTIÓN E
IMPLEMENTACIÓN
Relaciones entre las
visiones y otros actores
sociales.
Relación entre marcos de lectura de la realidad
institucionales y comunitarios entorno a la
realización del proyecto, mediante el
intercambio de información y la construcción de
consenso.
Relaciones entre las
condiciones simbólicas y
otros actores sociales.
Relación entre las posibilidades que ofrece el
marco legal y referencial de las instituciones y
las posibilidades de interacción que ofrece la
comunidad en términos de sus necesidades, sus
exigencias, sus aspiraciones y formas de trabajo.
Relaciones entre las
condiciones materiales y
otros actores sociales.
Encuentro entre los recursos económicos,
humanos, materiales.
Destinados por instancias distritales o locales.
Relaciones entre los
recursos inmateriales con
su entorno.
Comprenden el encuentro entre la información
manejada, percibida, interpretada por las
comunidades, según su cultura particular y que
tiende a evaluar según su propia escala de
intereses, objetivos y valores.
RESULTADOS
Relaciones establecidas
Tramas sociales, relaciones que constituyen los
actores en el entorno participando en las
diferentes actividades. Las relaciones se analizan
en términos de vínculos, y actividades de
observación.
Capital social simple Sistema de interacción que teje los participantes
con otros para el cumplimiento de sus objetivos.
Capital social ampliado
Sistema de interacción que construye la
organización a través de vínculos
complementarios y de intermediación.
125
Anexo 5. Fotografías- El Mercado de los Pueblos.
Universidad Nacional – Facultad de Veterinaria. Noviembre 5 de 2015