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VII CICLO DE CONCIERTOS FUNDACIÓN BBVA DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA ��5- �6 Retrato II To ¯ ru Takemitsu PLURALENSEMBLE

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VII CICLO DE CONCIERTOS FUNDACIÓN BBVA DE MÚSICA CONTEMPORÁNEA ���5-���6

Retrato II Toru Takemitsu

PLURALENSEMBLE

Fundación BBVA

El programa de Cultura de la Funda-ción BBVA dedica especial atención a la música clásica, con énfasis en la composición del siglo xx y comienzos del presente. Pocas áreas de la cultu-ra expresan de manera tan acabada como la música el equilibrio entre el mantenimiento de una rica tradición reactualizada y enriquecida perma-nentemente y de innovación radical, aportando ambas una componente esencial de la sensibilidad de nuestro tiempo. Y por ello forma parte central del programa de la Fundación BBVA.

La tipología de actividades incluye las siguientes:

• Concursos y premios, como son el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento y la Cultura, en la categoría de Música, y el Premio de Composición Asociación Españo-la de Orquestas Sinfónicas (AEOS)-Fundación BBVA.

• Ciclos de interpretación de música de los siglos xx y xxi, entre los que destacan el Ciclo Retratos, a cargo de PluralEnsemble, en el Auditorio Nacional de Música de Madrid; el Ciclo de Solistas, en la sede de la Fundación BBVA en Madrid (Palacio del Marqués de Salamanca); y el de Conciertos de Música Contemporá-nea, en la sede de la Fundación

BBVA en Bilbao (Edificio de San Nicolás), bajo la dirección artística del compositor Gabriel Erkoreka.

• Ciclo de conciertos teatralizados El Mundo de Ayer, que combina música, trabajo actoral y creación audiovisual, dirigido por el maestro José Ramón Encinar.

• Formación académica de excelencia, a través de un programa de becas destinadas a la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE), com-plementado con la creación de la Academia Orquesta Nacional de España-Fundación BBVA, un nuevo programa pedagógico en colabora-ción con la Orquesta y Coro Nacio-nales de España (OCNE), que hace posible la participación de músicos de la JONDE en conciertos de la OCNE, además del apoyo a la Cáte-dra de Viola Fundación BBVA Escuela Superior de Música Reina Sofía y a la Sinfonietta de Música Contempo-ránea de la misma escuela.

• Ciclos de Jóvenes Intérpretes, desarrollados en las sedes de la Fundación en Madrid y Bilbao.

• Grabaciones en audio y vídeo y difusión de la música de nuestro tiempo, señaladamente la serie NEOS-Fundación BBVA y la Colección

de Compositores Españoles y Lati-noamericanos de Música Actual, impulsada por la Fundación BBVA en colaboración con el sello Verso. Se desarrollan también proyectos singulares dedicados a la grabación en audio o en vídeo de la interpre-tación de artistas particularmente destacados, entre ellos los dos dedi-cados al maestro Joaquín Achúcarro (con Opus Arte y Euroarts), a obras o figuras emblemáticas, como Tomás Luis de Victoria (con la BBC), la Carta Blanca Ecos y sombras dedicada al maestro Cristóbal Halffter (con Koala Productions) y la grabación del es-treno mundial de su ópera Lázaro (con NEOS), Panambí de Ginastera (con Deutsche Grammophon), las óperas Eugene Onegin de Chaikovski y Rigoletto de Verdi (con la Asocia-ción Bilbaína de Amigos de la Ópe-ra [ABAO]), Spanish Landscapes de Leticia Moreno (con Deutsche Grammophon), y Aura de Judith Jáuregui (con BerliMusic).

• Entre las colaboraciones que la Fundación BBVA ha venido desarrollando en los últimos años, se encuentran las estable-cidas con la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO), el Teatro de la Maestranza de Sevilla, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid (ORCAM),

la Orquesta Sinfónica de Madrid, el Teatro Real de Madrid, y el Gran Teatro del Liceo de Barcelona.

• Encargos de composición a creado-res españoles e internacionales en colaboración con el Centro Nacio-nal de Difusión Musical (CNDM), la ORCAM y la Orquesta Sinfónica de Euskadi, además de otros encargos directos.

• Ciclos de conferencias y actividades orientadas a difundir y desvelar al público interesado el significado de la creación musical. La Fundación BBVA apoya también publicaciones de referencia en el ámbito de la música como la revista Scherzo.

La actividad de la Fundación BBVA en otras áreas de la cultura incluye la se-rie El Quijote del siglo xxi: versión ra-diofónica y el programa sobre pintura contemporánea Punto de fuga, ambos en colaboración con Radio Nacional de España (RNE).

La dedicación de la Fundación BBVA a la música y a la cultura le ha hecho merecedora de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes así como la Medalla de Honor de la Real Acade-mia de Bellas Artes de San Fernando.

Martes, 17 de noviembre de 2015 · 19:30 horas Auditorio Nacional de Música, Sala de Cámara

IntérpretesPluralEnsemble

IntervienenClarinete: Antonio LapazViolín: Ema AlexeevaViolonchelo: David ApellánizPiano: Alberto Rosado

Director artístico Fabián Panisello

Coordinación técnicaBeatriz Amorós

Programa

Toru Takemitsu (1930-1996)

Primera parte

Between Tides

Orion

Segunda parte

La pause ininterrompue

· Slowly, sadly and as if to converse with · Quietly and with a cruel reverberation · A song of love

Rain Tree Sketch

Rain Tree Sketch II

Hika

Quatrain II

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La figura de Toru Takemitsu es esen-cial para entender el engarce de la música de Japón en el entorno occi-dental en la difícil posguerra que vivió su país. Su nombre continúa sonando con fuerza en el imaginario del aficio-nado occidental como el pionero de la moderna música de su país.

De formación básicamente autodi-dacta, recorre diversos caminos hasta que, hacia 1960, se reencuentra con influencias japonesas que le parecen poderosas y auténticas. A partir de ese momento, Takemitsu se convierte en el compositor más característico de un país que al fin aprende a admi-rarse y respetarse sin rechazar las in-fluencias internacionales; más aún, a integrarlas hasta crear un estilo que adquiriría un peso trascendental en el ámbito de la vanguardia de los años sesenta y setenta.

El autor expresaba toda la ambivalen-cia de su posición con claridad: «Mi música está muy influida por la tradi-ción japonesa, especialmente el jardín japonés, el color, el espacio, la forma. Al mismo tiempo, está muy influida por Messiaen, Debussy y Schoenberg, quizá más que por el jardín japonés. Cuando utilizo instrumentos japone-ses, la gente dice: “¡Oh, muy japonés!” Algunas veces es muy duro para mí. En esos casos me gustaría hacer otras cosas […]. Cuando me enfrento a estas

actitudes me impaciento: siento como si estuviera vagando por un callejón sin salida. Es la otredad más que la identidad lo que debemos encontrar en nosotros mismos. Si no, ¿por qué utilizar elementos occidentales? Si observamos Japón, debemos hacerlo desde un punto de vista relativo. De-bemos ver a Brahms o Wagner desde puntos de vista relativos».

Pese a lo que pudo considerarse en su momento como una posición estética delicada, Takemitsu terminó alcanzan-do popularidad por el magnetismo de su música peculiar, mestiza y suge-rente, con la que alcanzó una marca que lo ha convertido en el padre de la moderna música japonesa hasta su muerte, una muerte hasta cierto punto prematura (1996), ya que a los sesenta y cinco años aún hubiera po-dido producir mucha música notable.

El retrato que hoy se brinda se centra en obras camerísticas en las que la concentración instrumental refuerza ese carácter tan inconfundible de su música que tantos encuentran muy japonés: intimidad, atmósfera está-tica y sutileza.

Between Tides

La obra que abre este concierto-retrato es tardía en su catálogo,

Notas al programa

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está escrita en 1993 y constituye un trío clásico para violín, violonchelo y piano. Algunos especialistas han descrito esta obra como un cruce entre Debussy y Duke Ellington, aunque se trate de una pieza per-sonalísima. Quizás este cruce de referencias deba mucho al deseo expresado por el propio compositor de haber podido estudiar o trabajar con Ellington. Pero también apare-ce en ella uno de los elementos cen-trales en la evocación de Takemitsu: el mar y sus transfiguraciones; y una quietud que parece casi consti-tutiva de la fuerza de concentración que caracteriza al pensamiento ja-ponés; y, sin embargo, por momen-tos también se sugiere algo de un César Franck que parece latir en las pulsiones compositivas más íntimas de Takemitsu.

Orion

En 1984, Takemitsu compone Orion and Pleiades por encargo de la Funda-ción Suntory Music. Esta obra conti-nuaba la preocupación del autor por ideas astrológicas y astronómicas, que incluían obras como Asterism, para piano y orquesta (1967); Gémeaux, para oboe y trombón solis-tas y orquesta (1971-1986); Star-Isle, para orquesta (1982); o Cassiopeia, para percusión y orquesta (1971).

La versión para violonchelo y piano de este Orion es del mismo año de su hermana mayor. Y es curioso, ya que el tratamiento del piano es ex-traordinariamente idiomático: de hecho, late en él una referencia a Olivier Messiaen casi constante. Se perciben las sonoridades conformadas por racimos de acordes en los que la referencia al sonido de campana es explícita en la partitura. También es casi un homenaje a Messiaen el trata-miento del tempo en permanente irre-gularidad rítmica que, no obstante, no provoca apenas inestabilidad auditiva. En cuanto al violonchelo solista, des-taca su tratamiento de los microtonos y glissandi, que lo convierten en un instrumento de evocación oriental de enorme capacidad de sugestión. Pero, sin duda, la marca de la casa es el sen-tido del tiempo, una calma perma-nente que sugiere un misterio. Como el propio compositor declara: «Frente al moderno concepto occidental del tiempo como algo lineal por natu-raleza, es decir, que su continuidad siempre mantiene el mismo estado, el tiempo en Japón se percibe como una entidad circular y repetitiva».

La pause ininterrompue, Rain Tree Sketch y Rain Tree Sketch II

Los dos breves grupos de piezas pia-nísticas de Takemitsu ofrecidos en

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este concierto muestran dos períodos muy distintos de su creación. El tríp-tico acogido al nombre de La pause ininterrompue recoge tres piezas de los años cincuenta: en concreto, es-tán escritas entre 1952 y 1959, y las tres están compuestas a partir de la evocación de unos poemas de Shuzo Takiguchi. La primera pieza de las tres, Slowly, sadly, and as if to converse with, tiene características curiosas: es atonal, casi en la línea de las Piezas op. 11, de Arnold Schoenberg, tiene momentos de sonoridades espectra-les para los que el autor no le tiene miedo ni a las tradicionales octavas o a un registro cerrado, sin saltos abruptos tan característicos de los años cincuenta. La segunda pieza, igualmente breve, Quietly and with a cruel reverberation, hace honor al títu-lo, aunque la reverberación no alcan-ce el nivel de crueldad que evoca su título. Aquí sí hay saltos de registros y por momentos se acerca al estilo de un Karlheinz Stockhausen o un Pierre Boulez, aunque en Takemitsu no aparece la violencia que practicaban los europeos. Y, en efecto, la reverbe-ración y los sonidos sostenidos por largos pedales desempeñan un papel destacado. La tercera pieza, última de este miniciclo, tiene el evocador título de A song of love. Algunos co-mentaristas hablan de influencia del jazz, como Thelonious Monk o Paul Bley. Pero en sus dos cortos minutos

de duración el silencio parece más dueño del tablero que cualquier otra sugerencia. Se trata, en los tres casos, de un pianismo dúctil y maduro en el que Messiaen está sin llegar a apa-recer, especialmente en los racimos de acordes que manifiestan siempre un gusto por el color muy particular.

Las dos piezas acogidas al título de Rain Tree Sketch (1982) brindan a un compositor más maduro y, sobre todo, más personal. Sin embargo, en ambas la influencia de Messiaen parece transfigurarse sin haber desa-parecido. De hecho, la segunda, Rain Tree Sketch II, fue escrita como un me-morial para Olivier Messiaen y fue, también, la última obra pianística del japonés. Ambas piezas están basadas en historias cortas de Kenzaburo Oe y en ellas el árbol de la lluvia que les da título impregna de sonoridades puntillistas todo el devenir de las cor-tas piezas. La historia de Oe describe un árbol con numerosas hojitas que recogen y conservan el agua de la lluvia de la mañana, por lo que du-rante el resto del día, después de que la tormenta amaina, la lluvia todavía cae del árbol. La pieza de Takemitsu funciona de manera similar. No era la primera vez que Takemitsu evocaba la lluvia. Reseñemos, por ejemplo, la pie-za para percusión del mismo nombre, Rain Tree. Existe una curiosa anécdota que dice que el autor pudo inspirarse

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en algo mucho más prosaico que los relatos de Oe: una crema de afeitar de nombre Rain Tree (Árbol de la lluvia). De una u otra manera, se trata de dos páginas pianísticas de alta carga poé-tica y evocadora trama sonora.

Hika

Hika significa «elegía» en japonés. Este hermoso y delicado dúo para vio-lín y piano fue escrito en 1966 y ya define, en fecha tan temprana, una atmósfera en la que el dato oriental gana terreno frente a la influencia de la vanguardia occidental que había ocupado al autor. Hika retoma parte del material de la pieza pianística A song of love, correspondiente a la trilogía La pause ininterrompue. En Hika, Takemitsu se hace dueño de una expresividad tan lírica como es-pectral, bañada por una nebulosa de sombras en las que el autor utiliza una amplia gama de técnicas y, sobre todo, de modos de interpretación que dan predominio a las sonoridades sostenidas del piano, a las playas sonoras que marca el violín y a even-tuales sobresaltos de naturaleza casi atmosférica. Es obra corta, de entre cinco y seis minutos de duración, que parece pedir mayor extensión o, como algún comentarista ha expre-sado, parece sugerir una pregunta pendiente de respuesta.

Quatrain II

Quatrain es una obra compuesta en 1975, dos años antes de la que apa-rece como número II, para el mismo cuarteto de la pequeña (en términos de efectivo instrumental), acompaña-dos por orquesta. Quatrain II, ya sin el acompañamiento orquestal, muestra bien a las claras su filiación al quedar desnuda en su versión para clarinete, violín, violonchelo y piano. Es decir, la misma plantilla del Cuarteto para el fin del tiempo, de Olivier Messiaen, obra que es referencia obvia de esta de Takemitsu, al igual que Debussy en términos generales, esto último espe-cialmente perceptible en la versión con orquesta. Sorprendentemente, tampoco está lejos la influencia de Arnold Schoenberg. El título (Quatrain significa «cuarteto»), aparte de la alu-sión obvia al grupo instrumental y a la citada obra de Messiaen, remite también a numerosos elementos del cuatro presentes en la obra: cuatro secciones, grupos de cuatro compases o acumulaciones de cuartas intervá-licas. Paradójicamente, este elogio de la cuadratura se torna fluido y deslizante en la textura sonora. Se siente una confortadora sensación de inestabilidad que apenas permite vislumbrar el momento siguiente.

Jorge Fernández Guerra

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Toru Takemitsu

Toru Takemitsu nació en Tokio el 8 de octubre de 1930. Comenzó a asistir a la Escuela Secundaria Keika en 1943 y decidió convertirse en compositor a la edad de dieciséis años. Durante la posguerra, entró en contacto con la música occidental (con el jazz y, muy especialmente, con la música de Claude Debussy, Aaron Copland e incluso Arnold Schoenberg) a través de emisiones de radio por las fuerzas de ocupación estadounidenses.

Aunque Takemitsu fue esencialmen-te un compositor autodidacta, buscó el contacto con destacados maes-tros como Toshi Ichiyanagi, Olivier Messiaen, Luigi Nono y Karlheinz Stockhausen. Además, Fumio Hayasaka introdujo al compositor en el mundo de la música de cine y este forjó una relación con el director de cine Akira Kurosawa, para quien Takemitsu produjo varias composicio-nes. Junto a sus estudios musicales, también mostró un gran interés por otras formas de arte, incluyendo la pintura moderna, el teatro, el cine y la literatura (poesía lírica, princi-palmente). En 1951, fundó junto con otros compositores y representantes artísticos Taller Experimental, un grupo interdisciplinar cuya actividad vanguardista multimedia causaría rápidamente sensación. Después pasó a enseñar Composición en la Universidad de Yale y recibió numero-

sas invitaciones para ocupar cátedras en universidades de Estados Unidos, Canadá y Australia.

Las primeras obras de Toru Takemitsu muestran influencias de Arnold Schoenberg y Alban Berg, mientras que las composiciones de su segunda fase creativa reflejan su preocupa-ción por el impresionismo francés, centrado principalmente en Claude Debussy. El compositor obtuvo reco-nocimiento a finales de la década de 1950 con su Réquiem para cuerda (1957) y su carácter vanguardista le hizo interesarse por una amplia variedad de formas de expresión ar-tísticas, con su sentido individual de la libertad desarrollado a través de su autodidactismo.

Ya en 1950 Takemitsu utilizó una gra-badora para crear collages musicales de sonidos «reales» o la llamada «mú-sica concreta», con obras como Músi-ca del agua (1960) y Kwaidan (1964); y a principios de los años sesenta introdujo dos nuevos elementos en sus obras: por un lado, la música tra-dicional (en forma de la yuxtaposición deliberada entre el Este y la cultura y la música occidentales) y, por otro lado, la representación musical de los fenómenos naturales.

Aunque las obras de Takemitsu más ambiciosas se centran en géneros

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de música orquestal y de cámara, compuso alrededor de un centenar de bandas sonoras, como la tempra-na Harakiri (1963), con el director Masaki Kobayashi; Suna no onna (Mujer en las dunas, 1964), con el director Hiroshi Teshigahara; Face of Another (1966), con el mismo realizador; Dodes-kaden (1970), con Akira Kurosawa; Kaseki (El fósil, 1974), de nuevo con Masaki Kobayashi; la célebre El imperio de los sentidos (1978), con Nagisa Oshima; y, la más conocida de todas, Ran (1985), últi-ma de las grandes películas de Akira Kurosawa y que consagró el nombre de Toru Takemitsu en el imaginario popular. Aún habría un par de ban-das sonoras más: Black rain (1989), con el realizador Shohei Imamura; y la última, Rikyu (1991), con Hiroshi Teshigahara nuevamente y, en esta ocasión, con instrumentos tradicio-nales japoneses.

Takemitsu murió en Tokio el 20 de febrero de 1996 a los sesenta y cinco años de edad.

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PluralEnsemble

PluralEnsemble es un conjunto instru-mental especializado en la música de los siglos xx y xxı, fundado por Fabián Panisello, su director titular. Buscando siempre la más alta calidad interpreta-tiva, desarrolla anualmente una tem-porada estable de conciertos y giras, alternando el repertorio más exigente de solista con obras para conjunto.

Por séptimo año consecutivo desarro-lla el Ciclo de Conciertos Fundación BBVA de Música Contemporánea en el Auditorio Nacional de Música de Madrid y el Ciclo de Solistas Funda-ción BBVA en su sede del Palacio del Marqués de Salamanca, y participa asimismo en el VI Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea organiza-do por la Fundación BBVA en su sede de Bilbao. Realiza habitualmente giras nacionales e internacionales.

A lo largo de su trayectoria ha inter-venido con gran éxito de crítica y público en los principales festivales internacionales especializados, como son Musica de Estrasburgo, A Tempo de Caracas, Présences de París, Ars Musica de Bruselas, Manca de Niza, Spaziomusica de Cagliari, Aspekte de Salzburgo, IFCP Mannes de Nueva York, el Festival Internacional de Mú-sica Contemporánea de Alicante, la Quincena Musical Donostiarra de San Sebastián, el ciclo de la WDR de Colo-nia, Nous Sons del Auditori de Barce-

lona, el Festival de Otoño de Varsovia, Ultraschall y la Konzerthaus de Berlín y Klangspuren del Tirol, entre otros.

Colabora con artistas como Peter Eötvös, Salome Kammer, Hilary Summers, Cristóbal Halffter, Mar-co Blaauw, Jörg Widmann, Dimitri Vassilakis, Nicholas Isherwood, Alda Caiello, Allison Bell, José Manuel Ló-pez López, Siegfried Mauser, Wolfgang Lischke, Christian Baldini, Nicolas Altstaedt, Zsolt Nagy, César Camarero, Jon Ketilsson, Pablo Márquez, Charlotte Hellekant, Matthias Pintscher, Hansjörg Schellenberger, Tadeusz Wielecki, Lorraine Vaillancourt, Marco Angius. Natalia Zagorinskaya, Péter Csaba, Johannes Kalitzke, Luis de Pablo o Toshio Hosokawa.

Ha realizado numerosas grabaciones para diversas emisoras de radio euro-peas (WDR, RBB, RNE, RF, ORF, RTBF o la Radio Polaca, entre muchas otras), así como grabaciones discográficas para los sellos col legno, Verso, Cervantes y NEOS.

Depósito legal: M-31094-2015

6octubre201519:30h

17noviembre201519:30h

16diciembre201519:30h

17febrero201619:30h

10marzo201619:30h

11mayo201619:30h

Retrato I

Igor Stravinsky / Pierre Boulez

Director: Fabián PaniselloMúsico invitado: Dimitri Vassilakis (piano)

Retrato II

Toru Takemitsu

Solistas de PluralEnsemble

Retrato III

Cristóbal Halffter: 85º aniversario

Clásicos de los siglos xx y xxı

Director invitado: Marco AngiusSolista: Duncan Gifford (piano)

Retrato IV

Luciano Berio / Franco Donatoni / Salvatore Sciarrino

Director: Fabián Panisello

Retrato V

Integración y Contrastes: la música en China y España en el siglo xxı

Directora invitada: Lorraine Vaillancourt

Retrato VI

Gustav Mahler/ György Kurtág

Director: Fabián PaniselloSolista: Natalia Zagorinskaya (soprano)

www.fbbva.es www.pluralensemble.comPluralEnsemble