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Clase 12 Augusto Comte 1798 – 1857. Creador del positivismo y de la sociología. Compartía con el idealismo alemán la búsqueda de un telosen la historia. Por tanto, era fundamental para él que la noción de historia cambiara a ser el estudio de acontecimientos humanos en función a un telos, dirección, finalidad. La filosofía de la historia, entonces, ya no sería la mera recopilación de hechos del pasado, inconexos y aislados, sino más bien el estudio de los acontecimientos más significativos que contribuyen al desenvolvimiento de la historia. Comte, pues, hizo aportes en tres campos: el positivismo, el altruismo, y la sociología. El primero de ellos, el positivismo, consiste en la razón aplicada a lo útil, cierto, preciso, y constructivo. Es, por tanto, ajeno a toda metafísica y determinismo absoluto 1 . La ciencia, por tanto, será la encarnación del positivismo. Por otra parte, el saber científico se comprende como integrado jerárquicamente, en donde la jerarquía va dándose de lo simple a lo complejo. Así, el saber se estructura del siguiente modo: 1. La base es la matemática. 2. Después sigue la física o el estudio de las leyes de las fuerzas en el universo. 3. Después sigue la mecánica o el estudio del movimiento de dichas fuerzas. 4. Después sigue la química o el estudio de la transformación de la materia. 5. Después sigue la biología o estudio de la vida. 6. Finalmente está la sociología o física social, que es el estudio del contacto social desde la óptica científica. 1 Efectivamente, el positivismo no cuajó por los determinismos absolutos religiosos y aristocratizantes. En realidad, la única máxima absoluta para Compte es que “nada es absoluto”. 1

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Clase 12

Augusto Comte

1798 – 1857. Creador del positivismo y de la sociología. Compartía con el idealismo alemán la búsqueda de un telosen la historia. Por tanto, era fundamental para él que la noción de historia cambiara a ser el estudio de acontecimientos humanos en función a un telos, dirección, finalidad. La filosofía de la historia, entonces, ya no sería la mera recopilación de hechos del pasado, inconexos y aislados, sino más bien el estudio de los acontecimientos más significativos que contribuyen al desenvolvimiento de la historia.

Comte, pues, hizo aportes en tres campos: el positivismo, el altruismo, y la sociología. El primero de ellos, el positivismo, consiste en la razón aplicada a lo útil, cierto, preciso, y constructivo. Es, por tanto, ajeno a toda metafísica y determinismo absoluto1. La ciencia, por tanto, será la encarnación del positivismo. Por otra parte, el saber científico se comprende como integrado jerárquicamente, en donde la jerarquía va dándose de lo simple a lo complejo. Así, el saber se estructura del siguiente modo:

1. La base es la matemática.2. Después sigue la física o el estudio de las leyes de las fuerzas en el universo.3. Después sigue la mecánica o el estudio del movimiento de dichas fuerzas.4. Después sigue la química o el estudio de la transformación de la materia.5. Después sigue la biología o estudio de la vida.6. Finalmente está la sociología o física social, que es el estudio del contacto social

desde la óptica científica.

En esta última, ve Comte a la faceta más importante, pues los mayores problemas de la humanidad son los sociales y los morales (guerras, conflictos, envidias). De ahí a que Comte se centre más que nada en lo social. Ahora bien, esta última fase, la social –o la física social– debe estudiarse viendo al fenómeno social como a un “hecho” social. Es decir, lo social debe verse con objetividad, desapasionadamente y no con el sentimiento. Véase,

Lo social visto científicamenteHacer ello significa principalmente dos cosas: 1. Analizar el hecho social integrando en él a todas las anteriores facetas de la pirámide científica. Ello, a su vez, va a crear la inter-disciplinaridad22. El hecho social o la física social debe verse del

1 Efectivamente, el positivismo no cuajó por los determinismos absolutos religiosos y aristocratizantes. En realidad, la única máxima absoluta para Compte es que “nada es absoluto”.2Así, hoy en día, se comprende la importancia de dominar o enlazar varios saberes y no quedarse en una especialización. Esto, a modo intuitivo ya lo comprendían Pitágoras y Platón, quienes tenían como lema el no admitir a nadie en su Stoao Academia a quién no supiese matemáticas o geometría.

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mismo modo que la física natural, vale decir, por un desarrollo de estadios o etapas obligadas (lo social no da saltos):

1. Teocéntrico (ficticio). La ficción es lo contrario a la realidad. Esta es la etapa de la mitología y de las leyendas. Ve Comte, un paralelo con la etapa del niño, caracterizada por la credulidad. El niño no distingue entre lo real y lo irreal, pues su única experiencia lo es de lo real. Todavía no ha concebido la noción de lo falso en tanto opuesto a lo verdadero.

2. Metafísico (abstracto). Esta es la etapa de la búsqueda de la esencia de las cosas. Ve Comte, un paralelo con la etapa del adolescente, caracterizada por la incipiente capacidad de abstracción. Así pues, desde Platón hasta Hegel domina la visión “ideal” del mundo, es decir, las cosas están regidas por una idea, por una trascendencia.

3. Positivista (científico). Esta es la etapa de la investigación del saber con exclusión de lo misterioso o quimérico, e incluso de lo esencial. La mirada a los fenómenos es completamente objetiva y fría.

Racionalidad instrumentalComo se ve, Comte tiene una visión muy instrumentalista de la razón, contrariamente a la razón contemplativa de corte platónico-aristotélico. Según él, todo aporte al mejoramiento de las condiciones de vida del hombre se ha debido a la razón instrumental o arte. Este último, entendido como artificialeza o aplicación de la razón para la transformación de lo natural. El progreso entonces consistiría en la investigación científica acompañada de la racionalidad instrumental.

Lo quimérico, lo supersticioso, y la ficción, dan pie a la ignorancia, a la intolerancia y al absolutismo divino. De ahí su ataque a la Iglesia Católica. Pero no solamente este absolutismo divino, sino también el absolutismo naturalista han obstaculizado el desarrollo del saber. Así, la creencia en una “naturaleza” humana, es una suerte de determinismo natural al que uno se sometió en la época de la Ilustración.

Por ello, criticó duramente a Rousseau y Voltaire, pues ambos pensadores, al asignarle al hombre libertad o bondad natural, le quitaron la iniciativa a éste por desarrollar su razón instrumental. Es decir, el hombre se vio como una esencia, como una naturaleza, no como algo que progresa. Fueron filosofías –las de Rousseau y Voltaire– de la anarquía, pues enfatizaron mucho la liberación de la autoridad, y por tanto, de todo orden social imprescindible para el progreso.

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