11
SOMBART Y LOS JUDÍOS Por CLAUDIO MUTTI * La cuestión de la aportación hecha por los judíos a la construcción del Capitalismo ha sido abordada por Sombart en una de sus obras. Además de ocuparse de ello en Die Juden und das Wirtschaftsleben, editada en Lipsia en 1911, Sombart estudió el caso, aún cuando de manera bastante sintetizada y compendiada en Zukunft der Juden (Lipsia, 1912), en el capítulo de "Der Bourgeois" (Munich-Lipsia, 1913) inserto en la antología sombariana hecha por nosotros en las Ediciones de Ar , en la segunda edición de "Der Moderne Kapitalismus" (Munich-Lipsia, 1916) y en las ediciones sucesivas de esta misma obra. La presencia de un capítulo sobre los judíos como vehículos del espíritu capitalista en las ediciones definitivas de "Der moderne Kapitalismus" - estudio de carácter histórico, económico y sociológico sobre la formación del capitalismo- reviste un valor emblemático acerca de las conclusiones sugeridas al Autor sobre las investigaciones precedentemente realizadas sobre el papel desempeñado por los judíos en la vida económica: investigación de la que aparecen orgánicamente expuestos los resultados, concretamente en "Die Juden und das Witschaftsleben", y tales conclusiones vienen resumidas al principio de dicho capítulo, el sexagésimo segundo del primer volumen: "Creo haber demostrado en mi libro sobre los hebreos que su importancia específica para la historia moderna hay que buscarla en el empujón dado por ellos a esa forma del desarrollo capitalista que yo llamo comercialización de la vida económica, cuya generación marca el paso a la época del capitalismo maduro. La particular y decisiva importancia de los judíos debe pues hallarse en el hecho de que a su actividad se atribuye la aceleración del paso de las formas económicas del primitivo capitalismo a las formas del capitalismo maduro ." Sombart, empero, ha demostrado en "Los judíos y la vida económica", que la contribución hebraica a la instauración del Capitalismo no se reduce a la mencionada transición, sino que se manifiesta en los mismos comienzos de la economía moderna, toda vez que ya el período precapitalista presenta, con particular evidencia, formas de actividad económica características de los judíos. La intervención de la actividad hebraica en la época de principios del Capitalismo, sobre todo desde el

Claudio Mutti Sombart y Los Judíos

Embed Size (px)

DESCRIPTION

jud

Citation preview

SOMBART Y LOS JUDOS

Por CLAUDIO MUTTI *

La cuestin de la aportacin hecha por los judos a la construccin del Capitalismo ha sido abordada por Sombart en una de sus obras.

Adems de ocuparse de ello en Die Juden und das Wirtschaftsleben, editada en Lipsia en 1911, Sombart estudi el caso, an cuando de manera bastante sintetizada y compendiada en Zukunft der Juden (Lipsia, 1912), en el captulo de "Der Bourgeois" (Munich-Lipsia, 1913) inserto en la antologa sombariana hecha por nosotros en las Ediciones de Ar , en la segunda edicin de "Der Moderne Kapitalismus" (Munich-Lipsia, 1916) y en las ediciones sucesivas de esta misma obra.

La presencia de un captulo sobre los judos como vehculos del espritu capitalista en las ediciones definitivas de "Der moderne Kapitalismus" -estudio de carcter histrico, econmico y sociolgico sobre la formacin del capitalismo- reviste un valor emblemtico acerca de las conclusiones sugeridas al Autor sobre las investigaciones precedentemente realizadas sobre el papel desempeado por los judos en la vida econmica: investigacin de la que aparecen orgnicamente expuestos los resultados, concretamente en "Die Juden und das Witschaftsleben", y tales conclusiones vienen resumidas al principio de dicho captulo, el sexagsimo segundo del primer volumen:

"Creo haber demostrado en mi libro sobre los hebreos que su importancia especfica para la historia moderna hay que buscarla en el empujn dado por ellos a esa forma del desarrollo capitalista que yo llamo comercializacin de la vida econmica, cuya generacin marca el paso a la poca del capitalismo maduro. La particular y decisiva importancia de los judos debe pues hallarse en el hecho de que a su actividad se atribuye la aceleracin del paso de las formas econmicas del primitivo capitalismo a las formas del capitalismo maduro ."

Sombart, empero, ha demostrado en "Los judos y la vida econmica", que la contribucin hebraica a la instauracin del Capitalismo no se reduce a la mencionada transicin, sino que se manifiesta en los mismos comienzos de la economa moderna, toda vez que ya el perodo precapitalista presenta, con particular evidencia, formas de actividad econmica caractersticas de los judos. La intervencin de la actividad hebraica en la poca de principios del Capitalismo, sobre todo desde el alejamiento de las corrientes del trfico de las reas mediterrneas hacia las del Norte de Europa, consisti principalmente, segn Sombart, en la notable participacin cuantitativa de los judos en el volumen de los negocios, y todava ms en la calidad de su comercio, que se ocupaba especialmente de mercancas de lujo, productos de consumo a largo plazo, artculos nuevos que subvertan los procedimientos tradicionales.

La participacin empresarial de los judos se manifest, adems, en la aportacin masiva de los mismos a la colonizacin de las Amricas, donde ya desembarcaron a fines de 1492: en tercer lugar, a la funcin llevada a cabo por los mercaderes judos como proveedores de los ejrcitos durante los siglos en los que se formaron los estados modernos.

Tampoco se limita Sombart a subrayar, en lo que se refiere a la aportacin Juda a la formacin del Capitalismo, este papel de pioneros llevado a cabo por los judos: l consideraba como imprescindible su actividad en el sector crediticio, ejercitada y perfeccionada en el curso de siglos y siglos de prctica usurera. Sombart, de hecho, atribuye al crdito "una de las ms importantes races del Capitalismo" hasta el punto de que puede, tranquilamente, y con toda objetividad, atribuir a la moderna civilizacin occidental una matriz cultural juda, de acuerdo con el judo Karl Marx, del cual cita, en "Deutscher Sozialismus" (Berln, Charlottenburg, 1934) esta famossima afirmacin: "el espritu judo se ha convertido en el espritu prctico de los pueblos cristianos", "los judos se han emancipado en el mismo sentido que los cristianos se han convertido en judos", "la verdadera esencia de los judos se ha realizado en la sociedad burguesa".

La diferencia entre Marx y Sombart, aunque ambos estuvieran lucidamente convencidos de la equivalencia que progresivamente se fue estableciendo entre mentalidad judaica y mentalidad occidental, consiste en la absoluta e irreductible anttesis del juicio de valores expresado por ellos sobre la civilizacin capitalista bajo el signo de la usura. Marx, de hecho, en razn del fundamental criterio progresista e historicista que condiciona toda su elaboracin ideolgica, ve un factor de adelantamiento histrico, es decir, un acontecimiento positivo, en la expansin planetaria de la civilizacin burguesa y que se revela, ms coherentemente que aquellos de sus epgonos que se pretenden "anti-imperialistas" y promotores del "Tercer Mundo", un convencido fantico partidario del colonialismo, como cuando exalta la obra de devastacin anti-tradicional proseguida por el Imperialismo britnico en la India, o como cuando, en ocasin de la guerra entre Estados Unidos y Mxico, se declara abiertamente a favor de los primeros, pronuncindose, en un artculo aparecido en la "Rheinische Zeitung", contra los "salvajes mexicanos" y, generalmente, contra los movimientos de liberacin latinoamericanos ("miserables y canallas" es, por ejemplo, el epteto dedicado por Marx a Simn Bolivar).

Sombart, al contrario, en destacada polmica con determinados contemporneos exaltadores de la expansin occidental como condicin de la hegemona mundial de la "raza blanca", encuentra en el colonialismo un vehculo de exportacin de la decadencia. Su condena del fenmeno colonial es, pues, neta e incondicional:

"Los europeos occidentales no pueden ofrecer a los pueblos sometidos por ellos nada ms que los valores problemticos de su civilizacin, por ejemplo caones, plvora, agua corriente, W.C., tranvas, mquinas, instalaciones telefnicas, constituciones parlamentarias, etc.; mientras destruyen preciosas civilizaciones en frica, Amrica y Asia. Se han comportado como elefantes en un almacn de porcelanas; en el lugar de una variopinta diversidad han colocado la gris uniformidad de su incultura. Este desagradable periodo de la historia humana es, cabe esperarlo, algo a punto de acabarse. El dominio de la raza blanca en la tierra se aproxima a su fin; pero no porque los europeos occidentales hayan reconocido sus equivocaciones, sino porque los otros pueblos empezaran a pensar por si mismos y en su naturaleza particular. El pensamiento nacional se difunde cada vez ms y va encontrando sus apstoles" .

Y as fue como, en los aos en los que Sombart formulaba tales opiniones, los "apstoles del pensamiento nacional" -si queremos usar tambin nosotros esa brutal expresin con la que se pretende designar a los exponentes de las diversas formas tradicionales- se fijaron fielmente en aquel mismo "socialismo alemn" del que el economista de Ermsleben esperaba una superacin de la "era econmica"; as fue como, en el intento de detener la difusin contaminadora del "foetor judaicus" y de salvar las zonas de la tierra todava no apestadas por ste, los ambientes ms instrudos y representativos del hinduismo, de la tradicin nipona y del Islam se adhirieron a la guerra llevada a cabo por el Tercer Reich contra las potencias dominadas por la Usura, confiriendo un carcter de "guerra santa" a la lucha del nacionalsocialismo y transformando el duelo impar entre Alemania y los Aliados en un combate entre el mundo de la Tradicin y el mundo moderno.

Considerada a la luz de tales acontecimientos histricos, la obra de Sombart -desde "Capitalismo moderno" hasta "Los judos" y al ponderado ensayo antropolgico "Sobre el Hombre" - an cuando puedan parecer limitados y parciales sus horizontes especficos, adquiere el valor de un manifiesto que, articulndose en el mismo talante espiritual del que surgi la "Decadencia de Occidente", anuncia, con un tono anlogo, la decadencia del sistema instaurado por el hombre fustico y, entre los modelos que se presentan como alternativa del estado capitalista -representados en aqulla poca por el estado sovitico y el estado "Volkisch"-, se orienta hacia las soluciones propuestas por el segundo modelo.

"Die Juden" ejerci tambin una notable influencia sobre los ambientes "Volkisch", como confirma un autorizado estudioso judo, Mosae, que escribe a este respecto:

"Los presupuestos econmicos, siempre populares en los crculos antisemitas, obtendrn el sello acadmico con el ensayo de Werner Sombart (...) Sombart no pronunciaba contra los judos un juicio condenatorio: su intencin era simplemente formular un anlisis histrico en la evolucin del capitalismo, pero autores y propagandistas nacional-patriticos aprendieron rpidamente a utilizar su obra, adaptndola a sus propios fines. Esta, grosso modo, coincidencia con la imagen elaborada por ellos, de los judos como seres incapaces, desarraigados, desleales, intermediarios y especuladores, preocupados slo de acumular oro y desangrar Alemania .

En efecto, "Die Juden" constituye un importante punto de referencia para Theodor Fritsch, -el cual tuvo la idea de la ciudad-jardn-, el cual, en su "compendio de la cuestin juda" , un texto que alcanz las cuarenta ediciones y fue considerado por los nacionalsocialistas como la obra de un "Altmeister" utiliz en diversos puntos el ensayo sombartiano sobre los judos, para describir el papel jugado por estos en la economa de la moderna sociedad: y el libro de Fritsch, juntamente con "Die Juden und das Wirtchafsleben", figura entre los ttulos ms citados en un opsculo de Dietrich Eckart, publicado despus de su muerte, en el cual algunos han credo encontrar una fuente de la polmica antijuda de Hitler .

A pesar de esto hay quien ha negado la posibilidad de definir la obra de Sombart como un "preludio intelectual del nazismo" o ha definido las diferencias entre la "ideologa del nacionalsocialismo" y el "espiritualismo de estampa romntica y religiosa" de un Sombart, es decir, "de un hombre de cultura, y no de accin" , como si las doctrinas de las que toma forma el fenmeno nacionalsocialista no hubieran sido elaboradas por hombres de cultura. Ahora, dejando aparte la intencin fraudulenta, transparente en una cierta sociologa, sobre todo catlica de recuperar e instrumentalizar algunos aspectos del pensamiento sombartiano -intencin que implica la necesidad de separar artificialmente las "responsabilidades" de Sombart en la del nacionalsocialismo no es ciertamente en tales trminos simplistas que debe plantearse la cuestin. En vez de ello, se tratara de ver qu corrientes, en qu fenmeno no homogneo cual fue el nacionalsocialismo alemn que se ha reconocido como ms afines al espritu que se insina en la obra de Sombart y qu elementos de esta ltima han influido sobre las diversas tendencias del movimiento histrico en cuestin. Para poner un ejemplo: no se puede excluir que el ya citado juicio sombartiano sobre el colonialismo si no ser ciertamente compartido por el ala occidentalista y anglfila del nazismo haya podido contribuir a la formacin de una posicin anticolonialista entre los ambientes de las SS, ya que en la poca de la accin en Etiopa el diario oficial de la Orden, "Das Schwarze Korps", critic duramente la iniciativa italiana hacindose eco de los motivos expuestos por Sombart.

Un punto en el cual los mencionados "recuperadores" se han esforzado en ver un contraste irreductible entre Sombart y el nacionalsocialismo es el que se refiere a la raza, cual si los teorizantes nazis del racismo no se hubieran dislocado sobre una variedad de posiciones. Segn Rizzo, por ejemplo, Sombart formulara "un formidable argumento contra el racismo" cuando observa que la poblacin alemana est formada por cinco razas diferentes y de un nmero impreciso de sub-razas : el acadmico en cuestin cita luego, en apoyo de su tesis, el siguiente pasade de "Socialismo Aemn":

"No se puede cientficamente demostrar ni que una determinada raza pueda habitar en un solo espritu, ni que un determinado espritu pueda albergar solamente en una determinada raza. Un espritu alemn en un negro es posible, como un espritu negro en un alemn. Se puede nicamente demostrar que hombres con espritu alemn son bastantes ms numerosos en el pueblo alemn que en el pueblo negro y viceversa" .

Pues bien, qu diferencias esenciales existen entre la poltica de Sombart y la mejor doctrina de la raza, la que sabe negar o superar el materialista racismo biolgico para reconocer en el hombre un ser compuesto no slo de cuerpo y considera, por ende, todos los elementos de que el ser humano se compone? El "formidable argumento contra el racismo" triunfalmente esgrimido por Rizzo, Sombart lo deduce propiamente de la clasificacin antropolgica formulada por un exponente de primer rango en los estudios raciales: Hans F.K. Gunther, profesor de antropologa social en la universidad de Friburgo, que en 1942 es declarado por Evola "uno de los ms notorios y citados racistas alemanes" . Formidable argumento contra el racismo tambin el de Gunther? En cuanto al fragmento del "Socialismo Alemn" ya mencionado, los puntos de vista que en l se encuentran constituyen propiamente una adhesin a las orientaciones ms positivas que la doctrina de la raza sepa exprimir. Qu diferencias esenciales, preguntamos una vez ms, existen de hecho entre tales puntos de vista y los que sostiene la psicoantropologa de Ludwig Ferdinand Clauss?Y puede, seriamente, ser considerado Clauss, con la contribucin rectificativa por l aportada a la doctrina de la raza, un adversario del nacionalsocialismo?

La idea, hertica tanto para el racismo "zoolgico" como para el antirracismo democrtico de una "raza del alma", idea que se encuentra en la base de la teora de Clauss y est sintticamente expuesta en el fragmento citado ms arriba, es fundamental para comprender la nocin sombartiana del "espritu judo". Como es posible encontrar un "espritu negro en un alemn" y viceversa, tambin es posible encontrar un espritu judo en muchos "goim".

"Los ms grandes magnates de la finanza mundial son de la ms pura sangre aria y muchos de los ms colosales escndalos burstiles o bancarios estn ligados a nombres no judos" .

En los ms lejanos orgenes del Capitalismo no cuentan tanto los judos como individuos o como realidad colectiva que acta sobre la historia, sino como una idea platnica (Sombart la llama "Geist") la cual da lugar a una particular tendencia del espritu, a una particular conformacin psquica (Sombart la llama "Gesinnung"): es, sta, la "raza del alma" a la cual Otto Weininger -"el nico hebreo digno de vivir" segn un juicio del Fhrer- d el nombre de "hebrasmo": Esta -escribe- representa para todo hombre una posibilidad, y en el hebrasmo histrico ha tenido solamente su realizacin ms grandiosa . Idea, sta ltima, que reaparece en Sombart:

"Este espritu (el espritu hebraico, n.d.r.) toma, en los primeros tiempos, races en el pueblo judo y se difunde ampliamente, porque, como es lcito suponer, corresponda a un carcter congnito o de "sangre" bastante frecuente en el pueblo judo".

* * *

No obstante, la hebraicidad no es, para Sombart, la nica fuente de la mentalidad capitalista.

"No estamos tan desprovistos de sentido crtico como para atribuir todas las peculiaridades del hombre econmico moderno al influjo de la moral judaica (por considerable que esta pueda haber sido" .

Junto al espritu judo han actuado, en tal sentido, otros factores, como ciertas filosofas, ciertas religiones y ciertas iglesias, adems de las conquistas intelectuales, tales como la tcnica, factores psicolgicos cual la envida social, el nietzscheano "Resentimiento", de los burgueses y otras fuerzas ms, en primer lugar el Estado, una entidad que ninguna explicacin racional puede explicar, porque:

"La comprensin del sentido del Estado entra en el campo de la trascendencia" .

El hecho de que Sombart se esfuerce en no enfatizar ninguna de estas causas -ni siquiera la representada por el espritu judaico- sino que se preocupe de subrayar la eficacia conexa a cada uno de los diversos factores induce a establecer una relacin entre el autor de "Los Judos" y el autor de "Die Protestantische Ethik und Der Geist des Kapitalismus". Max Weber, de hecho, atribuyendo una atencin particular al papel jugado por la tica protestante en la formacin de la mentalidad capitalista, hubiera podido igualmente captar el significado convergente revestido por otras fuerzas espirituales. En vez de ello, Weber estableci una relacin de filiacin casi exclusiva entre tica protestante y mentalidad capitalista, lo que redujo la importancia del judasmo dentro de los trminos de una limitada aportacin moral proporcionada por este ltimo al Puritanismo:

"El Judasmo se encontraba en la parte del Capitalismo de los aventureros, orientado en un sentido poltico y especulativo: su tica era, en una palabra, la del Capitalismo del paria: el Puritanismo aportaba el Ethos de la industria nacional burguesa y de la organizacin racional del trabajo. Formada de la tica judaica slo lo que le convena dentro de estos lmites .

Tal punto de vista es confirmado por Weber en su escrito sobre la profeca y la tica juda, donde el capitalismo judo es netamente distinto del protestante, considerado como el nico precursor del Capitalismo moderno.

El Capitalismo de los judos es considerado como "tpico de un pueblo paria" porque este:

"Se encontraba en su apogeo, adems de en el comercio y la usura, en aquellas formas proscritas por el Protestantismo, es decir, en el capitalismo de estado y en el capitalismo predatorio" .

Weber se propona analizar acto seguido, de manera profunda, el papel jugado por los judos en el desarrollo de la moderna economa occidental, porque no consideraba satisfactorio el tratamiento sombartiano de la cuestin. El problema, no obstante, no fue abordado, a causa de la muerte de Weber, sobrevenida en 1920; una vuelta a los motivos sintticamente expuestos en el fragmento citado se encuentra empero, en "Economa y Sociedad", en un pasaje que explica cmo debe atribuirse a los judos la introduccin en Europa de formas de actividad econmica entre las que destaca el emprstito.

En realidad, si prescindimos de la especial consideracin que atribuyeron Sombart y Weber, respectivamente, al judasmo y a la tica protestante, vemos que las teoras formuladas por los dos socilogos, a pesar de la particular pretensin a la exclusividad que hemos observado en Weber, pueden muy bien complementarse, sin que la una dae esencialmente a la otra. No obstante, podemos suscribir lo que afirma Rizzo en el sentido de que:

"La investigacin de Weber de elementos precapitalistas en lo profundo de la cultura protestante y la de Sombart sobre las consecuencias del sello de los herticos se entrecruzan y se convierten en complementarias: la descripcin de Sombart asume en este punto el aspecto de una "continuacin" del anlisis de Weber" .

Rizzo habla de sello de los "herticos" pero debe tenerse presente, para evitar todo malentendido, que Sombart coloca a los judos grosso modo en la categora de los herticos.

"Los herticos en Europa eran, primordialmente protestantes (y judos)" .

De manera que podemos concluir que, en la panormica compuesta por los estudios de Weber y de Sombart, al trabajar como vehculos histricos del espritu capitalista son los extranjeros, los herticos, los judos, los emigrantes, los perseguidos por motivos religiosos, es decir todos aquellos que, animados por el deseo de una nueva vida y del espritu de revancha se han ejercitado en las capacidades individuales de continuos encuentros con ambientes hostiles, y ven en el pas al que han llegado una tierra extraa, desalmada y desolada.

Un ambiente tal slo puede ser considerado como un objeto de disfrute, como un medio para conseguir el fin, que es la riqueza, y que por tal motivo, pueden ser tranquilamente empleados los mtodos ms abyectos, como la usura. Entre todos los "extranjeros" son los judos los que practican tales mtodos como un deber religioso, pues as se lo prescribe el versculo del Deuteronomio: "Exige inters al extranjero, pero no a tu hermano, con objeto de que el Seor, tu Dios bendiga todos tus actos sobre la tierra en la que entrares y de la que tomares posesin" .

Es obvio que el estudio de la aportacin juda a la construccin capitalista no puede considerarse terminado con la obra de Sombart sobre "Los judos y la vida econmica"; de modo que la presente traduccin de "Die Juden" tiene el sentido de una invitacin a continuar, aplazar e integrar la tesis sombartiana.

Con esto no se quiere ciertamente decir que, una vez plenamente aclarada la funcin que le toca al "pueblo elegido" en relacin a la instauracin del Capitalismo, a su consolidacin y a su expansin, el complexo significado del fenmeno capitalista ya quede automticamente resuelto. Tal fenmeno puede ser, de hecho, representado como una ecuacin con varias incgnitas, para el cual la solucin de una nica incgnita no significa, de hecho, la solucin de toda la ecuacin.

El Capitalismo constituye el estadio ms ignominioso de la Civilizacin Humana, el grado de mximo envilecimiento a que llega el proceso de decadencia de lo humano, el nivel ms bajo de la degeneracin que Plotino define como un "dios vestido de carne" (thos en sarki). La accin del "espritu judo" no es ciertamente la nica causa de la descomposicin que ha conducido a la humanidad occidental a este nivel: esa accin, si queremos utilizar una imagen bastante ajustada a la realidad que intentamos expresar, ha obrado ms bien como una levadura.

Pero, si queremos ser ms precisos, debemos decir que la descomposicin de la cual el judasmo fue agente histrico se realiz, anteriormente, en la misma alma juda: esto lo atestiguan claramente las vicisitudes histricas de los "hijos de Israel". Estos, de hecho, manifiestan una irresistible tendencia a separarse de la sustancia de la Tradicin para adherirse a la forma, siempre ms vaca, de la misma: una tendencia que encuentra en la hipocresa farisaica su expresin ms evidente y que justifica y explica el elevado nmero de profetas surgido en el seno del pueblo judo con la misin de corregirle, llevndole de nuevo a las primordiales enseanzas de Abraham. Al equilibrio del "espritu" y de la "letra" que el espritu abrahmico comportaba, los judos prefirieron el equilibrio en perjuicio del espritu, an cuando ste cayera en un vaco formalismo, en una idolatra de la cscara vaca, en una subordinacin obtusa y conformista a una Ley que ya no es entendida en su valor de instrumento de realizacin espiritual y que objetivamente queda reducida a instrumento de grosera cohesin social .

S, pues, el capitalismo es en gran parte un producto del "espritu judo" -el cual se expresa en el formalismo mencionado- una autntica restauracin de lo humano no puede ser llevada a cabo mediante una simple lucha contra los ltimos efectos, sean estos la organizacin capitalista de la economa o los mismos judos. En otras palabras: es ingenuo pretender que el proceso de decadencia que desemboca en la ignominia capitalista pueda ser resuelto con meras medidas antijudas, por drsticas que estas puedan ser; las "persecuciones" lamentadas por los judos han tenido el sentido, como mximo, de una operacin epidrmica que deja intacta la raz del mal... un mal que tiene su verdadero origen en el espritu de negacin antitradicional.

Por eso, una oposicin eficaz al capitalismo y al "espritu judo" puede desarrollarse solamente all donde se asumen y se viven coherentemente como puntos de referencia en la batalla de combatir, las enseanzas de la Tradicin. Slo as, oponindose a la antitradicin en el mismo plano metahistrico, en la que esta tiene su raz, ser posible restituir al hombre la funcin de lugarteniente de Dios en la Tierra, funcin que el proceso de la decadencia histrica ha ido, poco a poco, erosionando, hasta que, como resultado final, el estadio extremo de la degeneracin representado en la sombartiana "era econmica" ha reservado al ser humano un nico papel: aqul bestial de productor y consumidor de objetos, de atesorador y traficante de cosas materiales.

CLAUDIO MUTTI.

* Breve biografa de Claudio Mutti

Claudio Mutti naci en Parma el 23 de mayo de 1946.

Desde su adolescencia, desarrolla actividad poltica en el rea de la revolucin europea, comprometindose en la investigacin doctrinaria de una "tercera va" alternativa al capitalismo y marxismo.

Colabora con "Jeune Europe", "La Nation Europenne", ""L'Europe communautaire"., etc.

En 1972 crea la coleccin de publicaciones monogrficas "I quaderni del Veltro".

Casi al mismo tiempo se dedica a colaborar activamente con las "Edizioni di AR" para las que traduce los textos del legionarismo rumano y de las Cruces Flechadas hngaras.

El 15 de mayo de 1974 es detenido por "participacin en matanza, asociacin subversiva" y otras acusaciones: permanece en la crcel casi seis meses. Al salir, vuelve a la actividad cultural publicando una nueva edicin de los "Protocolos de los Sabios de Sin" e intensificando la colaboracin con revistas como "Vie della Tradizione", "Arthos", etc.

En el marco de las "Edizioni di AR", crea la coleccin "Paganitas", en la que se publican los textos de la sabidura helnica; colabora con las ediciones Arktos, con textos de etnografa; crea las "Edicin all nsegna del Veltro", publicando -entre otros- ensayos sobre el arte sacro; escribe varios artculos para las revistas "Totalit", "Domani", "La Cultura nel Mondo", etc.

El 15 de mayo de 1979 es detenido por segunda vez, como consecuencia de presiones de los ambientes sionistas sobre la magistratura: despus de tres meses, desaparecida la acusacin de "reconstitucin del partido fascista", recobra su libertad, pero bajo control policial. Al mismo tiempo se le comunica que, habiendo participado en un concurso en Bucarest, ha conseguido la plaza de docente en el Instituto Italiano de Cultura en Rumania; pero la prensa democrtica protesta, afirmando que es escandaloso conceder a un "nazi" la representacin de la cultura italiana en el extranjero: el diputado comunista Trombadori pide al Ministro de Asuntos Exteriores que se anulen los resultados del concurso.

A Mutti, que despus de la primera detencin haba sido expulsado de la Universidad de Bolonia (donde enseaba Filosofa Ugrofnica) se le priva del cargo docente en Bucarest.

Recientemente se ha dedicado a la publicacin de unas obras del Iman Jomeyni y ha realizado conferencias sobre "el despertar del Islam"; ahora est traduciendo el monumental tafsir (comentario al Corn) de Abul Al al-Mawdudi.

Siempre en el marco de las relaciones con el mundo islmico, ha promovido la formacin de una Asociacin Europa-Islam.