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CLÍO EN CUESTIÓNTrabAjos sobRe histoRiA e
historiografía
EMILIO ROSARIO PACAHUALA
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Fondo Editorial
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
SHRA
CLÍO EN CUESTIÓNTrabAjos sobRe histoRiA e
historiografía
Emilio Rosario Pacahuala
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Fondo Editorial
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
SHRA
AL
ISBN: 978-9972-231-69-8Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° 2012-00904
Primera edición Lima - Enero 2012
© Clío en cuestión. Trabajos sobre historia e historiografía Emilio Augusto Rosario Pacahuala
© Fondo Editorial-UNMSM
© 1a edición Seminario de Historia Rural Andina - Universidad Nacional Mayor de San Marcos Tiraje 50 ejemplares
Queda prohibida la reproducción total o parcial sin permiso del autor
La universidad es lo que puóíica
Centro de Producción Fondo Editorial UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Calle Germán Amézaga s/n. Pabellón de la Biblioteca Central 4.° piso - Ciudad Universitaria
Lima - PerúCorreo electrónico: [email protected]
http: //www.unmsm.edu.pe/fondoeditorial/Directora: Emma Patricia Victorio Canovas
Seminario de Historia Rural Andina Jr. Andahuaylas 348 Telf. (51-1) 619-7000 anexo 6158, Lima 1
Correo electrónico: [email protected] http: //www.unmsm.edu.pe/shrural/
Corrección de estilo: Yolanda Sosa Gómez Diagramación y diseño de carátula: Sara Castro García
Carátula: Manuel Gonzales Prada http://www.generaccion.com/usuarios/10825/manuel-gonzales- prada-honorables, Jorge Basadre http://jorgebasadreylaliteraturaperuana.blogspot.com/, Mariano Felipe Paz Soldan http://cronologia1879.blogspot.com/2011/02/dos-anecdotas-y-varias-fotos.html y Marc Bloch http://es.paperblog.com/marc-bloch-tambien-hombre-de-accion-6682/
Escaneo: Juan Zárate Cuadrado
Lima-Perú
El Fondo Editorial de la UNMSM es una entidad sin fines de lucro, cuyos textos son empleados como materiales de enseñanza.
uccíón
Los balances historiográficos vienen a convertirse en un reto apasionante dado que
podemos globalizar toda la información, detectando en ese proceso las
influencias teóricas, metodológicas e ideológicas con las que se ha estado abordando
un determinado tema. Nos convertimos en ases de la ciencia al clasificar el
conocimiento en su sentido más puro de la palabra.
En clases del pre grado en algunas ocasiones se aconseja que las mejores
reflexiones bibliográficas solo debieran ser realizadas por aquellos que tienen ya un
largo recorrido académico. Al parecer -para algunas subjetividades- son las canas y las
arrugas el mejor aval para hacer estudios más sólidos. Si bien, no ponemos en cuestión
que la experiencia es un componente vital para un análisis de largo aliento, haciéndolo
más rico y hasta anecdótico, esto no puede ser un impedimento ni menospreciar el
aporte de la "nueva sangre" aquella que con su insolencia ingresa no a dormir en los
brazos de Clío, sino desafía los textos canónicos. Son los jóvenes aspirantes a
historiadores quienes rompen los esquemas, discuten y debaten los discursos
hegemónicos, son aquellos que buscan dar una visión popular a la cada vez menos
elitizada historia académica, y convertirla en una novísima historia oficial.
El conjunto de trabajos presentados a continuación fueron redactados en
años y circunstancias diferentes, pero tienen como denominador común ser "balances"
que permitieron acercarnos a temas que causan polémica al interior de los anales de la
historia nacional. El primero de ellos es un estudio general sobre los aportes
historiográficos occidentales. Aún se debate si la Historia es Arte o Ciencia. La falta de
II
5
un claro sendero epistemológico se debe a la no existencia en nuestro país de una
tradición institucional dedicada a ella; al no existir ese corpus especializado que sirva
como soporte, no se puede canalizar orgánicamente las ideas sobre el devenir de
nuestra carrera, haciendo que los escasos esfuerzos se encuentren balcanizados.
El segundo estudio hace referencia a un balance sobre la centuria
decimonónica; a la cual desde hace tres décadas se ha estado dando otro rostro,
gracias a las nuevas formas de cómo abordar las fuentes; suscitando la aparición de
novísimos actores dentro de la sociedad (mujeres, minorías y demás) generando
diferentes entradas de un mismo hecho. Sin embargo, tenemos que señalar el
sobredimensionamiento de la visión "liberal" de la Historia. Creemos que los
comportamientos de sectores aristocráticos y sus praxis política, económica y social no
deben convertirse en una síntesis general de lo que realmente sucedió en nuestra
nación. No todos eran ciudadanos, ni todos gozaban de las "maravillas" del
proteccionismo o el liberalismo; los clubes políticos no estaban abiertos para todos los
segmentos de la sociedad, ni la asistencia a los círculos intelectuales era frecuente por
parte de la "plebe". Es imposible pensar en que el pasado fue maravilloso, pero
tampoco debe ser una excusa para renegar del mismo.
El tercero, está centrado en un estado de la cuestión sobre un tema que aún
arrastra hondos debates en el país: La Guerra del Pacífico. Si nos pusiésemos a discutir
sobre lo legado por este evento, tiempo y hojas nos faltarían. Es un tema de permanente
"moda", dada la tensa situación que viven ambas naciones hasta el día de hoy.
El cuarto trabajo busca acercarnos biográficamente a un hombre que
marcó un antes y después en la Literatura, la Historia, y las letras peruanas en general:
Manuel Gonzáles Prada, un ícono de la rebeldía; se convertirá en un hombre admirado
por todos, criticado por pocos. Es un ejemplo de cómo las plumas historiográficas -tal
como señala Foucault1- construyeron la imagen de un mito; quizás el más grande de
nuestra Historia, comparado tan solo con José Carlos Mariátegui.
1 Michel Foucault. E l d iscurso d e l p o d e r. México. Ediciones Folios. 2da edición. 1984.
Los estudios bibliográficos, son las eternas víctimas de la visceral crítica, la
cual se escuda en su falta de "objetividad" dado que al momento de realizarlo es
recurrente la influencia de una determinada tendencia, un gusto, una simpatía o
antipatía de quienes redactan los textos.
Si algo es innegable es que no podemos despojarnos de nuestras influencias
de distinto ámbito. Empero, eso no debe quitar mérito a los trabajos elaborados
debemos ver dichas influencias multiaspectivas desde otro ángulo. Es importante tener
presente el momento en que se escribió el texto, las condiciones que la acompañaron, es
así que con nitidez podemos ver los pros y contras de su elaboración temporal y con esos
datos el siguiente trabajo seguirá mejorando el conocimiento.
Para concluir las primeras líneas de estos escritos, quiero expresar mi
agradecimiento a Sara Castro, por el cuidado de edición. Detrás de bambalinas, ella se
encargó de darle ese "toque" que transformó el producto bruto, en un producto neto.
De igual manera Alejandro Ramírez, joven asistente de investigación,
realizó un papel fundamental al imbuirse en ese maravilloso, pero a la vez complicado
mundo del trabajo de archivo. Su entusiasmo refleja las ganas que me llevaron a seguir
en esta carrera que como siempre señalo, en nuestro país es una afición y la
investigación se convierte en un lujo.
No puedo dejar de pasar esta oportunidad sin señalar más que un
agradecimiento, un reconocimiento a los OVIS (Marcelo Cornejo, Anthony Núñez,
Mirko Surichaqui y Juan Carlos Varón) quienes ayer fueron aliados de aventuras
universitarias, hoy amigos de proyecto y mañana hermanos de vida.
II
7
Capítulo |
P o r los sinuosos devenires de C l ío : L a
H isto rio g ra fía C o n te m p o rá n e a ’
Por qué en el Perú es poco frecuente la reflexión epistemológica sobre la Historia1 2?
¿ « ¿ E s debido a la falta de capacidad intelectual para abordar los sinuosos devenires
de Clío? o ¿Acaso existe un acuerdo secreto entre los historiadores peruanos para no
realizarlo? Existen muchas respuestas que intenta satisfacer dichas interrogantes,
sobre las causas de la infertilidad creativa en lo que a estudios de la propia Historia se
refiere3. Una de las más populares viene hacer la falta de materiales bibliográficos
traducidos al español cuya presencia en las bibliotecas de servicio público ampliaría
enormemente el derrotero cultural de los educandos. Sin embargo, creemos que
existen dos causas fundamentales que no son tomadas en cuenta al momento de
buscar los porqués de la falta de producción epistemológica en la Historia, que a
nuestro parecer son más importantes que la barrera idiomática.
1 Publicado originalmente en la Revista T ie m p o s. N° 4. 2005. Para su presente publicación se han hecho ligeras modificaciones.2 Una de las excepciones a la regla son los escritos hechos por Liliana Regalado. E l ro s t ro a c tu a l d e C lío . La
h is to r io g ra f ía c o n te m p o rá n e a : d e sa rro llo , c u e s t io n e s y p e rs p e c t iv a s . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.3 Magnus Morner. E n s a y o s s o b re h is to r ia la t in o a m e r ic a n a . Quito. Corporación editora nacional/Universidad Andina Simón Bolívar. 1992.
II
9
En primer lugar, viene hacer el poco interés de los historiadores nacionales
en buscar los orígenes, las constantes mutaciones y puntos de quiebre de su propia
disciplina, lo que trae como consecuencia la merma de los círculos de debate en torno
a la ciencia histórica o ¿Cuántas conferencias o debates públicos se realizaron sobre
ella en la última década?
El segundo factor, que no solo atañe los lentos debates epistemológicos en
la Historia nacional sino en las Ciencias Sociales peruanas en general, viene hacer la
ausencia de una verdadera tradición académica que incentive a realizar este tipo de
investigaciones4. Los pocos esfuerzos realizados por lo común, vienen a convertirse en
iniciativas balcanizadas o un impacto muy débil. Frente a esta debilidad estructural,
hemos tenido que nutrirnos de legados provenidos del viejo continente y en menor
medida de Norteamérica. Ambos espacios durante un largo tiempo han marcado las
pautas en el devenir científico sudamericano y global. ¿Pero cuáles son esas teorías que
han ayudado a evaluar el devenir de la propia Historia, especialmente en el siglo XX?
Para contestarnos esta última interrogante, expondremos -en el presente
trabajo- las condiciones y en qué coyunturas nacieron las principales corrientes
historiográficas de la centuria número veinte; de esta manera entenderemos su
importancia y cómo intentan suplir la falta de una propuesta latinoamericana, en
cuanto a teoría de la Historia.
4 Existen las excepciones a la regla pero que poca trascendencia han tenido, lamentablemente su poca difusión o tibia propuesta no generó la polémica necesaria. Heraclio Bonilla. T h e n e w p r o f ile o f p e ru v ia n
h is to ry . Latin American Research Review. Albuqueque. 1986; Baltazar Caravedo Molinari. La h is to r ia en
e l P e rú (s ig lo s X IX y X X ) . Bruno Podesta (ed.) C ie n c ia s S o c ia le s en e l P e rú : un b a la n c e c r ít ico . Universidad del Pacífico. 1978; Alberto Flores Galindo. "La imagen y el espejo: historiografía peruana (1910-1986)". En: M á rg e n e s . Lima. 1988. N° 4; Carlos Lazo. "Historia e historiadores del Perú en el siglo XX". S e q u ila o .
Lima. 1993; César Pacheco Vélez. L a h is to r io g ra f ía p e r u a n a c o n te m p o rá n e a . En: Josge Pareja Paz-Soldán (ed.) V is ió n d e l P e rú en e l s ig lo X X . Vol. 2. Lima Librería Studium. 1963; Franklin Pease. "Historia en el Perú del siglo XX". En: C u a d e rn o s d e la F a c u lta d d e L e tra s y C ie n c ia s H u m a n a s . Lima. N° 5. 1992; Francisco Quiroz. "La historiografía dependista y el fin de la historia". En: N u e v a S ín te s is . Lima. N° 3. 1995. Además del mismo autor encontramos "La historiografía joven peruana (1987-1995)". En: D iá lo g o s
en H is to r ia . Lima. N° 1. 1999; Varios. "La historiografía peruana en debate". En: A p u n te s . Lima N° 33. 1993 y Mario Villarán. La h is to r ia d e l P e rú ¿ Id e o lo g ía o c ie n c ia ? Lima. Universidad Ricardo Palma. 1974.
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I . La Edad Moderna y el positivismo en la Historia5
Cuando la ciudad portuaria de Constantinopla (capital del imperio Bizantino) fue
tomada por los aguerridos batallones turcos mahometanos encabezados por Meneth
II, parecía que sería el inicio de un conjunto de duras restricciones en contra de la
realización del comercio entre Asia y Europa. Dicho escenario castraba brutalmente la
expansión económica de la neófita burguesía europea, quienes eran los más
perjudicados. Sin embargo, ellos no habrían de quedarse de brazos cruzados. Para
evitar ese trágico destino, invertirían sus fuerzas y energías en buscar vías alternas que
permitirían realizar, sin mayor problema, el intercambio de productos con el Asia y así
evitar las aduanas islámicas. De esta manera, países como España, Gran Bretaña, Italia
y Portugal -cuyas costas eran bañadas por los mares continentales- se convertían en
los primeros en tratar de llegar a oriente.
El perfeccionamiento realizado a los medios de transporte marítimo así
como a los equipos de exploración y localización, durante la época del Renacimiento;
se convertiría en el empuje técnico para que la búsqueda de otras rutas fuese una
realidad tangible. Así como ser ese elemento de confianza que necesitaban los
aventureros para zarpar a la mar. La inmediata consecuencia para los buscadores de
fama y fortuna y sus patrocinadores, no se hizo esperar, cuando lograrían el
descubrimiento de diversos lugares entre finales del siglo XIII y principios del XIV. Si
bien tardaría muchos años en hallar otra vía al Oriente, su esfuerzo les llevaría una
5 No nos debe sorprender que estando a principios del siglo XXI; todavía ubiquemos en nuestro armario intelectual, algunas prendas intelectuales propias de la Edad Moderna. Esta situación es explicada por la historiadora peruana Liliana Regalado quien afirma que "vivimos una fase dentro del período moderno o bien que estamos ya en medio de otra época histórica diferente, aunque ligada de alguna forma a la anterior (Regalado, Liliana. E l ro s tro a c tu a l d e C lío . La h is to r io g ra f ía c o n te m p o rá n e a : D e sa rro llo ,
c u e s t io n e s y p e rs p e c t iv a s . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002) Pero de la presencia de los legados modernos no hacemos cuestión alguna ni vamos a entrar a discutir sobre ello en esta ocasión; lo resaltable aquí es que a sabiendas de ser ello parte de nuestro léxico así como de la praxis científica; no sepamos con exactitud que de lo llamado "moderno" está entre nosotros y porque persiste en estos momentos. Para hallar respuesta a ello debemos hacer un breve seguimiento acontecimental de su auge y posterior reciclaje. Una versión preliminar de esta parte del artículo lo tenemos; Emilio Rosario. "La Edad Moderna y el Positivismo". En: P e rs p e c t iv a s en C ie n c ia s S o c ia le s . N° 1. 2005. Para su presente publicación hemos hecho modificaciones.
sorpresa mucho mayor al encontrar un nuevo mundo: América6. Recordemos que por
esas épocas el hallar los terrenos e inmediatamente ser invadidos en representación de
tal o cual monarquía no garantizaba que esos lugares estuviesen abiertos para las otras
coronas y sus súbditos, por el contrario los beneficios en hombres y recursos hallados,
se quedaban para el reino y sus coterráneos que por puesta de mano tomaban como
suyo un pedazo de mundo. Un claro ejemplo lo encontramos en el caso de los terrenos
pertenecientes a la corona española, quien se llevó la mayor tajada en el proceso de
exploración mundial, consecuencia de ello fue su hegemonía global durante el siglo XVII.
Esta situación obligó a que durante la mayor parte de la centuria diecisieteava las colonias
hispánicas, fuesen víctimas del contrabando inglés y en menor medida francesas7.
Para resumir los muchos años de historia, diremos que a pesar de las
férreas medidas proteccionistas aplicadas a las colonias, especialmente, en las
manejadas por la "Madre Patria", éstas no impedirían la llegada a los diversos puertos
del contrabando, cuyo trasfondo real y semantización histórica; era la expansión del
mercado y la libre competencia, generando ello la pletórica fortificación de la
burguesía como grupo social en occidente. Sin embargo, es de resaltar que la fórmula
para que su sistema de comercialización fuese digerido con la facilidad con la que
estoy relatando, sería gracias al novísimo método que estaban implantando, que era el
de crear la oferta como de satisfacer la demanda. Este escenario tendría muchos
simpatizantes en diversas partes del mundo. Frente a ellos, los propios reinos
colonialistas no les quedo más remedio que cambiar muchas de sus políticas de
"apartheid" y exclusividad comercial, a uno de libre mercado8.
Con la tranquilidad del caso para el mercado latinoamericano y también del
continente negro se produciría por parte de su población autóctona el voraz y
multiplicativo incremento de pedidos de los diversos productos; conduciendo ello a
6 No debemos olvidar casi en simultáneo que por esos tiempos; ingleses, alemanes y franceses comenzarían a colocar enclaves en el continente africano, pero nada era comparado al encuentro con nuestro continente.7 Los ingleses y norteamericanos son quienes fijan su mirada sobre los territorios de las culturas milenaristas y ancestrales del Japón o China, solo para citar dos ejemplos.8 La apertura del mercado de la América española fue producto de la victoria inglesa en la guerra de los 7 años.
12
que con el paso de los decenios, la demanda exigiera la modernización de la
producción, siendo el quid del asunto la creación en cantidades mucho mayores, pero
realizadas en el menor tiempo posible. Para lograrlo, los burgueses en Europa
destinaron enormes sumas de dinero en el perfeccionamiento de la ciencia y
tecnología. Los frutos de esta acción no se hicieron esperar cuando se generaron
batallones de trabajadores y técnicos mucho mejor preparados y creativos que
propiciaron no el mejoramiento de las manufacturas de corta escala productiva sino la
aparición en la joven geografía urbana europea, de maquinarias de gran poder. Al
producto hecho por la acción de la maquinaria pesada los economistas clásicos lo
llamarían: producción en masa; terminología que nacía junto con la "Revolución
Industrial"; cuyo origen estaría albergado en la isla de la Gran Bretaña, quienes
contenían en sus extrañas político sociales, condiciones mucho más favorables9.
Recordemos que en esos tiempos el absolutismo se encontraba en su auge, pero no así en
la isla británica, en donde la monarquía absolutista había tenido un impacto mucho
menor, si la comparamos con la presencia que habría de tener en la Europa continental10.
Este progreso no solo desarrolló las fábricas, la agricultura y la minería. Es
imposible pensar que estos cambios se encontrasen divorciados de la realidad política
y social. La presencia y crecimiento de la gran burguesía en el espacio europeo y unos
años más tarde en el novel espacio norteamericano11, exigía el crear las condiciones
más idóneas, como clase, para su supervivencia, consolidación y reproducción12.
La respuesta de la iglesia y la monarquía para impedir el desarrollo de tales
propuestas, que afectaban los cimientos de su dominio social, sería a través de la
9 "Nada puede ser más elocuente que el hecho de que en Inglaterra no se publicara un libro de historia sobre la revolución industrial hasta 1884 -cuando hacía más de medio siglo que el concepto era empleado por franceses y alemanes- y que aún entonces se aceptara esta denominación con muchas reticencias: los historiadores británicos no querían oír hablar de revoluciones, ni en el terreno de la tecnología industrial". En: Josep Fontana. H is to r ia : a n á lis is d e l p a s a d o y p r o y e c c ió n so c ia l. Barcelona. Editorial Crítica. 1982. pp. 120.10 Perry Anderson. E l E s ta d o A b s o lu t is ta . Madrid. Siglo XXI. 197911 Quienes después de una sangrienta guerra por la independencia demostraban que habían aprendido a caminar solos.12 Anderson, Benedict. La s c o m u n id a d e s im a g in a d a s . México D. F. Fondo de Cultura Económica. 1990.
II
13
Contrarreforma. Empero13, a pesar de la fuerte arremetida del lado conservador de la
sociedad, ello no opacó las nuevas concepciones, por el contrario ellas comenzarían a
ganar adeptos, promocionando la aparición no de nuevas leyes ni mucho menos de
diversas formulas para la carta magna, o en pro del cuidado y desarrollo de la inversión
industrial, sino buscarían el surgimiento de un sistema que diese las facilidades
necesarias para desarrollar la industria así como los mecanismos suficientes en el
control por parte de los interesados: los burgueses. Éste fue el motivo perfecto para el
surgimiento del estado burgués capitalista; poniéndolo a la par programáticamente
con el Antiguo Régimen.
La principal demanda de la burguesía era la libertad del hombre;
reflejándose en las expresiones culturales como por ejemplo en la literatura y la
pintura. Los encargados en constituir un Leviatán que cumpliese con esos requisitos
serían los Ilustrados, quienes utilizaron los planteamientos hechos, en años anteriores,
por colegas intelectuales, más no generacionales. Además esta empresa intelectual y
política sería apoyada por las jóvenes ciencias humanas, cuyas primeras palabras
estarían dirigidas a cuestionar al sistema dominante y a quienes eran sus más
allegados defensores.
No es coincidencia decir entonces que fue en Francia en donde se comienza
a liquidar el poder real absolutista y monárquico del antiguo régimen cuyos cimientos
eran los más fortificados de toda Europa occidental y donde el enfrentamiento con la
burguesía sería el más sangriento. El desenlace fue la victoria del burgués, dando paso
a una sociedad donde la inteligencia y el esfuerzo personal de los individuos,
comenzarían a ser reconocidos por la sociedad (una sociedad meritocrática según
términos de Max Weber), más no por el linaje de donde provenían. También es de
resaltar que el avance de las bayonetas y del olor al polvorín de los cañonazos rebeldes
13 Decir que ni la religión y la monarquía tuvieron capacidad de respuesta ante los acontecimientos que generaban la burguesía sería mentir, podemos resaltar que en el siglo XVII se produce un proceso de retroceso económico así como la aparición del absolutismo, que finalmente era un neo feudalismo; como sostendría el historiador Manuel Burga no es coincidencia que por aquellos años se ejecutara a "Giordano Bruno, la cacería de brujas, la retractación de Galileo Galilei, el triunfo de los jesuitas y de la toda poderosa presencia de los tribunales de la Santa Inquisición..." Manuel Burga. ¿ P a ra q u é a p re n d e r
h is to r ia en e l P e rú ? Lima. Derrama Magisterial. 1993.
14
a la corona, en la tierra de Jean Paul Sartre, provocó un cambio en el aparato estatal y
su relación con la población.
El ciudadano (o para ser más exacto el burgués) ya en el poder no solo se
daría con la sorpresa de observar el lujo y la pomposidad con que habían vivido tanto
sus decapitados monarcas como su estirpe sino también se encontrarían, cuando
comenzaba el saqueo de los despachos burocráticos, los miles de documentos
archivados por el otrora reino Borbón. Esos papeles pasarían a ser de un carácter
netamente reservado para la realeza y sus hombres de confianza a elementos de
consulta pública. Finalmente ellos serían llevados a lugares especiales para su
conservación y estudio sirviendo, incluso hasta la fecha, a los historiadores que
buscaban la manera de explicar como la monarquía manejaba su país y el porqué
después de la expansión del siglo de Luís XIV cayó de forma caótica durante el
mandato de Luís XVI.
Sin embargo, la revolución que en un principio significó sueños y cambios
con el paso de los meses se convertiría en las más téticras pesadillas para los burgueses,
quienes denotaban que en los órganos de gobierno tanto el sanculont y el jacobino
tenían más presencia. Esta situación orientó a que se coloque una figura que centralice el
poder con mano dura y expulse a la plebe. Es así que surge Napoleón Bonaparte. Lo
paradójico era que el proyecto bonapartista era expandir los ideales de la revolución en
toda Europa a costa de la fulminación del absolutismo dominante. Las aventuras
napoleónicas serían apoyadas en un primer momento por la burguesía, sin embargo esta
relación fue mermándose con el correr del tiempo desenlazándose en el abandono por
parte de la burguesía gala y por ende la decadencia del "gran corso"en Waterloo.
Francia se encontraba nuevamente en permanente caos y anarquía. Esta
situación obligó a replantear los cimientos de la sociedad, cuyas bases debían ser el
"orden y el progreso". Su consigna ahora sería buscar un proceso de tecnificación el
cual se volviese la clave para tener un mundo perfecto. Dicha consigna sería canalizada
por Augusto Comte quien fundaría el positivismo, como medio para colocar las pautas
que permitan establecer una sociedad estable y progresista.
II
15
El impacto del positivismo sobre la Historia no se hizo esperar. Estas
condiciones no solo en el país galo sino en Europa occidental propició la aparición de
los historicistas14 o positivistas historicistas cuya característica a la hora de redactar su
trabajo era acercarse al hecho lo más objetivamente posible; es por ello de su erudición
y meticulosidad documental. El fin que buscaba era ser más empíricos y menos
míticos, rompiendo así con la tradición que desde las épocas griegas habrían de seguir
quienes se encargaban de hacer Historia. El brazo de apoyo de estos positivistas
históricos sería la hermenéutica (crítica textual15) y "la práctica de la duda metódica en
el examen de los testimonios16".
Sin embargo el positivismo histórico en Francia fue diferente al proyectado
en Prusia ya que la Historia tendría otra misión. Los aportes en dicho lugar serían
hechos por Niebühr y Ranke17 agremiados en la llamada Escuela de Berlín. Ellos
centrarían su interés en el análisis de documentos ligados a la política, la diplomacia y
lo militar dándole finalmente el matiz característico de la historia positivista.
El positivismo, tuvo una amplia aceptación en la comunidad académica a
raíz que le daba un papel neutral al historiador frente a los documentos "es decir, no
sólo es capaz de superar diferentes emociones, fobias o predilecciones al presentar los
acontecimientos históricos, sino también de rechazar y sobrepasar todo
condicionamiento social en su percepción de esos acontecimientos18".
14 "El término "historidsmo" ha sido usado en dos sentidos: 1) como nombre de una doctrina según la cual todas las realidades son, en el fondo, históricas; 2) como nombre de una doctrina según la cual los seres humanos y la cultura humana deben ser entendidos sólo históricamente. La primera concepción puede recibir el nombre de "historicismo cosmológico", la segunda el de "historicismo antropológico"; Ferrater Mora, José. La f i lo s o f ía a c tu a l. Madrid. Alianza Editorial. 1979 pp. 32.15 "La hermenéutica a veces obliga a recurrir a un estudio lingüístico para determinar el valor de palabras o frases. Así, en las obras redactadas en latín, la significación de las palabras pueden variar según las épocas". En: Gay Bourdé/Nevé Martín. La s e s c u e la s h is tó r ic a s . Madrid. Ediciones Akal. 2004. pp. 134.16 O p. c it. pp. 89.17 "En el origen de la concepción de la historia de Ranke, como motor principal que mueve y articula las piezas de una sociedad disuelta en individualidades y de un universo fragmentado en pueblos, esta Dios, que viene a substituir el progreso de los ilustrados. En los momentos decisivos de la historia aparece en escena aquello que solemos llevar al destino, pero que es, en realidad el dedo de Dios. La actividad de los hombres se canalizan a través de las naciones que son el ente fundamental de la sociedad". En: Josep Fontana. H is to r ia : a n á lis is d e l p a s a d o y p r o y e c c ió n so c ia l. Barcelona. Editorial Crítica. 1982 pp. 129.18 Adam Schaff. H is to r ia y v e rd a d . Barcelona. Editorial Grijalbo. 3ra edición. 1988. pp. 119.
16
Un método y una técnica fueron los ingredientes iniciales para fundar la
ciencia histórica cuyos orígenes sería el positivismo, siendo esta una de la más popular
hasta nuestros días. También estos tiempos fueron los idóneos para la constitución de
la archivología.
En ese escenario la Historia sería utilizada para reivindicar figuras o
acontecimientos claves, con el fin de identificar a la población con un determinado
territorio. Empero, no todo podía estar escrito, se debía forjar tradiciones culturales de
diversa índole, establecer una lengua oficial, promover una educación estatal entre
otros factores que para Benedict Anderson fueron los requisitos que constituyeron
oficialmente a las Comunidades Imaginadas19.
En el mundo moderno se expandió el mercado comercial y con ello la
búsqueda por una historia común para todos. Para encontrar un lugar óptimo no solo
capaz de recepcionar los productos sino que lo haga con naturalidad y tranquilidad sin
malos miramientos y previniendo los posibles ataques so pretexto de una protección
del naciente estado-nación, consolidando una relación que no esté encerrada en el
plano económico sino está incluida dentro del universo mental. Desde ese momento se
comienza a constituir un pasado en donde todos coincidíamos en origen o legado
unívoco; ello finalmente se convertiría en la Historia Universal20; cuya existencia sería
alimentada por los países productores en masa, interesados en mantener las
condiciones señaladas21.
Pero como dice un viejo refrán del "dicho al hecho hay un gran trecho".
Para llegar a constituir una Historia a nivel macro, se debía contar con las herramientas
de trabajo necesarias para untar los argumentos, ideas e incluso trabajo práctico;
medios rígidos que el positivismo histórico, debido a su propia naturaleza, no estaba
en capacidad para ofrecer. En esa búsqueda de sintetizar el trabajo pero sin dejar de
19 Benedict Anderson. C o m u n id a d e s im a g in a d a s . México. Fondo de Cultura Económica. 1990.20 Carlos Aguirre. It in e ra rio s de la h is to rio g ra fía d e l s ig lo X X . D e lo s d ife re n te s m a rx ism o s a lo s va rio s A n n a le s .
En: del mismo autor. It in e ra rio s d e la h is to rio g ra fía de s ig lo X X. La Habana. Centro Juan Murillo. 2000.21 El primer esfuerzo de forjar una historia universal fue lanzada por el cristianismo quienes en el ocaso del imperio romano trataban de vincular a todos los hombres en un legado común, un origen divino, la creación de un padre y una madre único.
II
17
lado la calidad del mismo surge un primer rechazo oficial hacia el positivismo
produciéndose, inicialmente, desde la propia filosofía hermenéutica, cuyos mejores
representantes fueron los llamados neokantianos de la Escuela de Marburgo como
Droysen, Dilthey y Simmel; y los de la Escuela de Baden como Windelband y Rickert;
sin embargo, estas herramientas serían utilizadas a largo plazo para cuestionar incluso
a la "nueva historia" ya que no contaba con la "objetividad" de las "ciencias de la
naturaleza" (ciencias ideográficas). La crítica pondría a la Historia entre la espada y la
pared clasificándolo dentro de las "ciencias del espíritu" (nomotéticas).
Sus argumentos contrarios al positivismo eran sólidos e influenciaban en el
resto de las ciencias sociales; pero ello no tuvo un gran eco en el auditorio de los
historiadores; cuyas palabras serían llevadas por el viento. Existieron de hecho algunas
excepciones que trataron de forjar el antipositivismo a fines de la centuria
decimonónica; sin embargo la Historia representaba un terreno infértil. A pesar de las
críticas hacia el positivismo desde esos tiempos aún ella no encontraba un reemplazo
lo suficientemente orgánico para permutarla.
Podemos señalar que es el positivismo quien se convirtió en el hijo prodigioso
de la modernidad22 gracias a sus legados, manteniendo vigencia en la actualidad.
Destaquemos su importancia para la Historia principalmente en el ejercicio de la búsqueda
y ordenamiento de centros de acumulación de información así como de la seriedad y
rigidez de las investigaciones y sin ella no hubiésemos podido evolucionar a otro nivel.
2. La revolución historiográfica: entre el marxismo y los Annales23
a.- Pensar las Mentalidades
Cuando se menciona a los padres de la "nueva historia" se evoca los nombres
tanto de Marc Bloch como de Lucian Febvre; ambos fundadores, en 1929, de la
22 Héctor Salazar Zapatero. E l p o s it iv is m o : p r im e r e s fu e rz o p o r c re a r u n a c ie n c ia d e la s o c ie d a d . En: Investigaciones Sociales. Revista del Instituto de Investigaciones Históricos Sociales. Lima. N° 19. 2008.23 Un versión preliminar de esta parte del artículo fue publicada en; Emilio Rosario. La re v o lu c ió n
h is to r io g rá f ic a : e n tre lo s A n n a le s y e l m a rx is m o . En: B o le t ín E le c tró n ic o A g e n d a H is tó r ic a ; N° 5, enero- julio 2007.
18
revista Annales24. "Sin embargo, veintinueve años antes de la creación de
Annales, otra revista pretendió ofrecer una respuesta a los renovadores y
agruparlos en torno a ella a partir de la crítica radical a la historia hiztorizante;
ella fue la Revue de synthèse historique, lanzada por Henri Berr en 190025", pero
este había de fracasar a raíz de la falta de formar una continuidad en propuestas
en el resto de los historiadores europeos.
Los legados de la "gran guerra" y el crac del 29 obligarían a reorientar la
concepción de los hombres sobre el mundo: constituyendo nuevos paradigmas y
expresiones artísticas como el dadaismo en la Literatura, el cubismo en las artes o el
existencialismo en la Filosofía. En este marco, el positivismo comenzaría a ser
mortalmente cuestionado, por ende la Historia debía tener otra funcionalidad, girar su
interés a otras áreas de la vida humana, en otras palabras redescubrir el mundo de los
hombres. Estos ingredientes sociales propiciaron el nacimiento de la "nueva historia".
El papel -de los Annales- dentro de la historiografía desde un principio, fue
otorgarle un protagonismo de carácter más científico que descriptivo. Pero sería
demasiado simplista suponer que una publicación esporádica y balcanizada por
el idioma fuese suficiente para fulminar al modelo comtiano que caló
hondamente en las raíces de nuestra profesión. Definitivamente esa lógica es lo
mismo que creer poder tapar el sol con un dedo, siendo ello imposible. De hecho,
la rebelión científica en contra los rankeanos o el positivismo histórico, no
contaría solamente entre sus filas de combate con los analistas, también se
sumarían desde:
La Gran Bretaña de la década de 1930, Lewis Nomier y R. H. Tawney quienes rechazaron la narración de sucesos en cualquier tipo de historia estructural. En torno al año de 1900, Karl Lamprecht se hizo impopular en Alemania entre la profesión por su desafío al paradigma tradicional. La frase despectiva de historia de los acontecimientos, se acuñó en ese tiempo, una generación antes de la época
24 Si bien los A n n a le s representaron la punta de lanza para mostrar ante la comunidad científica las formas de concebir y hacer historia, ambos nos relatarían en sus obras cumbres los pasos para alcanzar a la "nueva historia"; Marc Bloch. In tro d u c c ió n a la H is to r ia . México D. F. Fondo de Cultura Económica. 7ma edición. 1975; Lucien Febvre. C o m b a te s p o r la H is to r ia . Barcelona. Ediciones Ariel. 1971.25 François Dosse. La h is to r ia a m ig a ja s . D e " A n n a le s " a la "n u e v a h is to r ia " . Valencia. Ediciones Alfons el Magnànin. 1988. pp. 39.
II
19
de Braudel, Bloch y Febvre. Expresa las ideas de un grupo de estudiosos en torno al sociólogo Durkheim y su revista L'Année Sociologique, publicación que ayudó a que naciera Annales26.
El teutón Karl Lamprecht se quejaba de los historiadores, de corte
positivista, quienes no daban una diáfana respuesta a las demandas de la
sociedad moderna, al mismo tiempo postulaba una historia totalizante. El
historiador belga Henri Pirenne si bien reconocía los aportes del positivismo
francés, ponía en tela de juicio sus logros científicos, siendo examinados con una
corta visión sobre el devenir histórico. En Francia, Henri Bergson, criticó
sistemáticamente al positivismo filosófico. En otras palabras, son todos estos
esfuerzos conjuntos los que despejarían el camino para el encumbramiento de la
noevelle historie française pasando a ser -para ser más exacto- la fuerza de
choque encargada del repase sobre las tres ramas de análisis de la historiografía
positivista: la historia política, la diplomática y la militar. Esta trilogía sería
tildada, por los analistas, como la historia tradicionalista.
El fallecimiento de Marc Bloch en un campo de concentración nazi, durante
la Segunda Guerra Mundial, hizo que Lucian Febvre tomase la dirección del medio
escrito rodeándose a partir de 1946 de un nuevo equipo encabezado por Braudel,
Friedmann, Mozaré y Levillot. En esa etapa, gracias a la iniciativa de Febvre, se
plantearía un acercamiento con otras ciencias. Pero si bien sus ideas traían las
buenas nuevas a las canteras teóricas de la Historia; ello no habría significado un
divorcio total con lo que en las primeras hojas de Annales tildarían como
tradicionalismo27. Todavía en los trabajos de los padres de la "nueva historia" se
respiraba el manejo temporal de corto aliento, ello puede apreciarse en el trabajo
símbolo de Bloch: La Sociedad Feudal28.
Concluida la 2da guerra mundial habría diversos cambios en el orden
mundial. Estados Unidos pasaría a ser la primera potencia del globo terráqueo, el
26 Peter Burke (ed) F o rm a s d e h a c e r h is to r ia . Madrid. Alianza Editorial. 2da edición. 1996.27 Manuel Burga. La h is to r ia y lo s h is to r ia d o re s en e l P e rú . Lima. Universidad Nacional Mayor de SanMarcos/Universidad Inca Garcilazo de la Vega. 2005.28 Marc Bloch. L a s o c ie d a d fe u d a l. México Fondo de Cultura Económica. Tomo I y II. 1986.
20
dólar se convertiría en el medio de intercambio comercial por excelencia, pero lo
más resaltante de aquellos años fue el proceso de descolonización, que no solo fue
la independencia de las colonias. Esto habría de significar la existencia de
realidades distintas a la Europa y Norteamérica. Otro de los legados fue la
confrontación de los bloques capitalistas y socialistas. Las potencias capitalistas
señalaban la aparición de una cortina de hierro que amenazaba su sistema y por
ende al mundo libre. Frente a estos hechos los Annales no estuvieron divorciados.
Fallecido Fevbre, Fernand Braudel tomaría la dirección de la revista. Es bajo
su mando en donde él pronunciaría a grandes voces la existencia y señalización
de los tiempos históricos y del "descubrimiento" de la larga duración. Empero, el
primero en mencionarlo sería Bloch; pero no llegaría a explotarlo tanto como su
predecesor. La larga duración se imponía sobre la historia evenementielle; último
bastión fuerte del positivismo dentro de nuestra ciencia.
Durante la llamada "era de Braudel", dicho historiador presentaría una de
las obras más importantes de la historiografía mundial, nos referimos a: El
Mediterráneo y el mundo del Mediterráneo en la época de Felipe II29. Dicha libro
sería escrito durante la 2da gran guerra en el campamento de prisioneros de
Lübeck en donde utilizaría además de un fuerte aparato crítico, teorías -hasta
esos tiem pos- ajena directamente a la Historia como la de Juglar y la de
Kondratieff, las cuales recreaban los ciclos económicos breves y largos
respectivamente. Dicho estudio serviría de ejemplo para otros trabajos como el
realizado por Pierre Chaunu quien en su libro Sevilla y el Atlántico, compuesto
por doce volúmenes que datan de la prolongada posición estratégica que
representó la ciudad portuaria española a lo largo del mar Atlántico. Otro de los
claros impactos de la obra de Braudel se vio reflejado con la aparición de la
"historia cuantitativa", impulsada por Ernest Labrousse. En ella no solo se
ocuparían en la descripción de cuadros y gráficos, sino que su impacto llegará
mucho más allá: "desde la esfera económica esta historia se difundió a la historia 29
29 Fernand Braudel. E l M e d ite r r á n e o y e l m u n d o d e l M e d ite r r á n e o en la é p o c a d e F e lip e II. México. Tomo Iy II. 1998.
II
21
social, especialmente la historia de las poblaciones. Por fin, en la tercera
generación (...) la nueva tendencia penetró en la historia cultural, en la historia de
las religiones y en la historia de las mentalidades30".
En el marco del famoso mayo del 6 8 francés en donde se criticaba
leoninamente el gobierno de Charles de Gaulle, se discutía la independencia de
Argelia, se gestaría grandes cambios al interior de los Annales. Para esbozarlo de
forma resumida y clara nos trasladaremos al Collège de Françe de aquellos años.
En dicho lugar se desarrollaría una asamblea de investigadores pertenecientes a
la École des Hautes Études, lugar en donde los analistas, desde los años
cincuenta, se refugiarían y administrarían sus conocimientos. En esa reunión,
según el mexicano Carlos Aguirre, se cuestiona el poder personal de Fernand
Braudel, quien descuidaba el manejo institucional de la revista Annales relajando
su calidad académica. El desenlace de este fuerte cuestionamiento por parte de
jóvenes historiadores como Jaques LeGoff, Enmanuel LeRoy entre otros, sería la
expulsión del fundador de los tiempos históricos y el inicio de una nueva etapa en
la historia de la revista y de la propia escuela. Ahora el manejo del medio escrito
tendría un carácter incluso colegiado.
El largo aliento permitió una visión amplia sobre el devenir de las
fluctuaciones económicas, los comportamientos de las poblaciones en lo social o
las recreaciones de la palabra democracia en la política. Esto permitió detener la
crítica hecha por el Levi Strauss que cuestionaba la objetividad científica de la
Historia. Si bien el cuestionamiento del estructuralismo fue bloqueado, los
"analistas" habrían sido obligados a revaluar los cimientos en los cuales había sido
construida la ciencia histórica, llegando a la conclusión -algunos de ellos- que no
existían las herramientas suficientes para abordar las exigencias de todos los
sectores que buscaban su origen y ser parte de la historia oficial o por lo menos ser
localizada en el universo temporal. De esta manera se comienza a poner atención
sobre una historia dedicada a las minorías, a los individuos, y no a las multitudes.
30 Peter Burke. L a re v o lu c ió n h is to r io g rá f ic a f r a n c e s a . La e s c u e la d e lo s A n a le s ( 1 9 2 9 -1 9 8 9 ) .B a rc e lo n a .Gedisa. 1999 pp. 57.
22
Para poder dar este giro no tan copernicano hacia lo "excluido" del devenir
histórico se debía de utilizar otras armas que definitivamente no se encontraban
almacenadas en el arsenal natural de la Historia, se tendría un primer
acercamiento con la antropología; esta fusión daría nacimiento a la etnohistoria.
Posteriormente se hizo exploraciones con la Sociología, la Lingüística, la
Literatura entre otras ramas hermanas de las Ciencias Sociales, tal como lo había
recomendado décadas atrás Lucian Fevbre. Esta lenta desaparición de las
fronteras entre las ciencias se debe al proceso de unificación de las mismas, lo que
se conoce como transdiciplinaridad. En la actualidad personajes como Michael
Vovelle, se inspirarían en seguir explicando el devenir de la muerte o la religión en
las culturas occidentales31, mientras Peter Guy, Jacques Le Goff o Georges Duby
invierten sus creaciones hacia los estudios de las mujeres y la vida cotidiana.
La siguiente generación de Annales, además de cambiarle el nombre a la
revista de Historia económica y social a Historia económica, social y de las
civilizaciones; comenzaría en transformar los objetivos iniciales de la misma a
través de los rituales de investigación, dejando de lado la búsqueda de piezas
vitales que perfeccionasen la raíz de la Historia, ahora su interés sería matizar los
ejes temáticos.
El proceso de transdiciplinaridad se constituyó con el correr de los años, ya no
se podía mantener el aislamiento de la Historia, su mayor expresión se vio reflejada
en 1990 con el tercer bautizo de la revista: Los Anales: Historia y Ciencias Sociales, y la
aparición de la posible cuarta generación, según el historiador español Carlos
Barros32, que aún busca una etiqueta para ser identificado.
Uno de los "secretos" del éxito de los franceses en la historiografía mundial
se debe a que ellos contaron en su arsenal intelectual con un variado y exclusivo
número de escuelas y tendencias teóricas que se instalaron a partir de 1945
31 Dicho posicionamiento para estudiarlo sería retratado en el libro Michel Vovelle. Id e o lo g ía y
m e n ta lid a d . Barcelona. Editorial Ariel. 1985.32 http://www.cbarros.com. Su página web www.h-debate.com es una de las comunidades virtuales más influyentes en el mundo historiográfico occidental.
II
23
gracias a la llegada de científicos sociales exiliados de Europa Central y Oriental
quienes pidieron asilo debido a la situación política interna de sus países, además
del aporte de los propios intelectuales franceses:
[...] ¿qué representante de la Escuela de Annales no había leído y asimilado los libros más importantes de Emile Durkheim, Francois Simiand, Marcel Gauss, Maurice Halbwachs, Lucien Goldmann, Michel Foucault, Jaques Lacan, Jean Paul Sartre y Claude Levi Strauss? Para mencionar sólo unos nombres, excluyendo injustamente a geógrafos, economistas y filósofos que también influyeron poderosamente en los historiadores de esta escuela. Esta suerte de libertad para visitar, como solía decir F. Braudel, las otras ciencias sociales, enriqueció a la Escuela de Annales, a tal punto de dominar la historiografía francesa (...) Entonces, la Escuela de Annales, tal como es ampliamente conocido, es una tendencia moderna dentro de la historiografía francesa, amplia, heterogénea y de conocida vocación nacionalista33.
Esto hizo que sus estudios pudiesen tener un carácter más global al
afrontar los diferentes casos regionales-mundiales, es por ello de su expansión y
credibilidad en gran parte del globo terráqueo.
No reprochamos a los creadores de los Annales sobre su reactiva alérgica
en contra del estilo positivista; sobre todo en la medida en que su abuso a la
erudición documental, convirtieron muchos trabajos de la historia en
investigaciones sin sentido o hechos baldíos e incluso sobre documentados,
fuesen éstos de orden político, diplomático, militar o de cualquier otro tipo de
género historiográfico. La reacción de los historiadores de los Annales era
justificada hasta cierto punto si queríamos ver una Historia de carácter más
crítico y más objetiva; no obstante, en todas las latitudes de la vida no se podía
prescindir de las historias políticas, militar y diplomática; olvidarse de ella sería
mutilar el trabajo del historiador e incluso la existencia de la historia oficial; que
por más criticada que sea ella, ha jugado un papel importante dentro de la
formación nacional de los países.
33 Manuel Burga. Lo s A n n a le s y la h is to r io g ra f ía p e r u a n a (1 9 5 0 -1 9 9 0 ): m ito s y re a lid a d e s . En: Ciencias Sociales. Revista del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales. Lima. Año 1. N° 1, 1995. pp.11.
24
b. A la som bra de Marx
Sería injusto mencionar que solo fueron los Annales la única fuerza que puso en
jaque al positivismo. El marxismo, quien dotara a la Historia de una teoría
también jugó un rol clave en este proceso; siendo sus creadores Carlos Marx y
Federico Engels.
El marxismo tuvo a lo largo de su existencia el aporte de distintos personajes,
como por ejemplo: Kautsky, Plejánov, Luxemburgo y Troski por citar algunos
nombres. A pesar de sus discrepancias internas de cómo alcanzar la "era comunista",
todos coincidían en señalar que el método dialéctico era la mejor forma de analizar
el proceso de las relaciones sociales. Pero, de todos sus seguidores quien llegó a
otorgarle al marxismo un contenido político-orgánico fue el ruso Vladimir Illich
Ulianov, quien terminaría convirtiéndose en el principal ideólogo de la revolución
rusa. Lo curioso del caso, es que Lenin presto poca atención, en sus escritos, a la
aplicación práctica de las ideas de Marx fuera de las fronteras rusas.
La revolución de octubre, el esfuerzo bolchevique entre otros factores que
detuvieron al mundo por diez días -parafraseando al escritor Jhon Reed- habrían
sido fulminados de la faz de la tierra debido al bloqueo comercial encarnizado de
los países capitalistas la cual puso en un jaque mortal a la Rusia revolucionaria.
De no ser por la aparición en la escena dirigencial soviética de Joseph Stalin y su
"mano dura" quien industrializó el bloque rojo a través de sus planes
quinquenales tal vez los sueños hacia "la utopía comunista" habrían fenecido en
la década de 1920, del siglo XX. Sería el éxito de la revolución obrera en la
naciente Unión Soviética lo que conllevo a muchas organizaciones políticas y
personas se reuniesen en la II Internacional desarrollada en Bruselas llegando en
dicha reunión a convencerse que los comunistas del mundo debían crear las
condiciones idóneas para que la revolución pueda estallar en sus respectivos
países, sin embargo muchos de estos intentos de seguir el camino rojo serían
aplastados a través de las armas. Estos intentos no solo ocasionaron la expansión
y fortificación de los Partidos Comunistas en todo el mundo, sino también
provocaron grandes debates sobre los escritos de los padres del marxismo, lo
que popularizó la forma de concebir: el "Materialismo Histórico".
El "Materialismo Histórico" daría paso al surgimiento y desarrollo de la
historia económica, además de abordar novísimos enfoques en la historia social.
También desde el marxismo -al igual que en los Annales- se llegó a criticar
duramente al positivismo incluso se trató de deslindar con el mismo. Sin
embargo considerar el carácter científico de Clío por parte de la "izquierda",
obligó a que el "marxismo no pudiese despojarse de todo la influencia de la
historiografía proveniente del siglo decimonoveno, conservando el empleo del
aparato crítico, es decir, el uso de fuentes34".
Para el siglo XX, el marxismo había de tomar un amplio desarrollo intelectual
en Europa Occidental principalmente en Alemania, para ser más precisos en
Frankfurt en donde se creó "en 1923, un Instituto Social Independiente,
subvencionado por un acaudalado comerciante en cereales, para promover los
estudios del marxismo dentro de un marco casi académico35". Entre sus mayores
representantes se encontraban Carl Grünberg y Max Horkheimer. Con la llegada
del nazismo al poder desde 1933, se aplastó estos intentos, ya que la política
hitleriana era desaparecer todo lo ligado mínimamente a los ejes comunistas.
La Segunda Guerra Mundial; significó para la Historia y las Ciencias Sociales
en general un tiempo congelado, quiere decir el espacio donde no hubo una
discusión académica por evidentes motivos. Sin embargo, las secuelas de dicho
acontecimiento cambiaron la forma de concebir el mundo por parte de los
hombres. La victoria de los aliados y su reunión en la Conferencia de Yalta, obligó
a redefinir el orden mundial, colocando en la escena internacional a la Unión
Soviética, quien gracias a sus triunfos militares sobre la Alemania nazi se
convertiría en la dueña del destino de Europa oriental, con excepción de los
Balcanes meridionales. Pronto hubo regímenes comunistas en Checoslovaquia,
34 Liliana Regalado. L a h is to r io g ra f ía en la "e ra d e la g lo b a liz a c ió n " : u n a c o n te x tu a liz a c ió n n e c e s a r ia . En:H is tó r ic a . Lima. N° 26. Tomo II. 2002. pp. 663.35 Perry Anderson. C o n sid e ra c io n e s so b re el m a rx ism o occidenta l. Madrid. Siglo veintiuno editores. 1978. pp. 31.
26
Polonia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Albania. Esto hizo que las
políticas exteriores soviéticas fuesen más dinámicas y buscasen que el sistema
socialista se expandiera por todo el mundo. La aparición del Komintern fue una
expresión de ello. Esto provocó que la URSS se contrapusiese abiertamente al
otro gran ganador de la guerra: los Estados Unidos; dando ello inicio a la pugna
del capitalismo versus el socialismo, o conocido como la guerra fría.
La confrontación entre ambas potencias sería en varios campos, e incluso
en el científico, pero también conllevó a que en "el bloque rojo" se perdiera por la
primacía de los intereses políticos con algunas excepciones. Aunque lo curioso
del caso fue que ellos no llevarían la batuta de las discusiones marxistas en la
historia; sería por el contrario la isla de la Gran Bretaña, el lugar donde nació "El
Capital", la que albergaría a grandes estudiosos del marxismo científico como E.
P. Thompsom, Larwence Stone, Peter Laslett, Maurice Dobb, Rodney Milton y
Eric Hobsbawn quienes estarían agrupados en la revista Past and Present (una
contraparte a Annales franceses). Una de las características que comparten con
los analistas es la utilización "serial" de la Historia, sin embargo ellos originan un
nuevo enfoque en la Historia llamado la "historia popular" que más adelante
sería acogido en Latinoamérica en la década de los setenta. En ello reivindicarían
el papel de los movimientos sociales y la historia de los obreros. Hasta la fecha no
hay un estudio orgánico sobre el impacto de la historiografía británica en
occidente de habla hispana, y quizás se deba a la poca afluencia de estudiantes y
docentes en las universidades y centros de investigaciones inglesas, a
comparación de sus pares norteamericanos y franceses.
Cabe resaltar que existieron teóricos importantes del marxismo en la
Europa occidental cuya participación en la política de sus países fue polémica
(Lukács, Korsch y Gramsci) en muchos casos y en otro dirimente causando
ruptura al interior de los Partidos Comunistas como Benjamín, Horkheimer, Della
Volpe. Marcuse, Lefebvre, Adorno, Sastre, Althusser entre otros; sin embargo no
existe hasta la fecha una discusión en nuestro país sobre sus aportes hacia la
tradición histórica de los mencionados.
II
27
"En los años 1960 y 1970, la huella del marxismo no queda limitada a la
historia económica [...] sino que se extiende a la historia de las mentalidades36".
Lo que se denota en las obras de Georges Duby, comprobando que el marxismo
incluso llegó a trastocar las fibras más hondas de los Annales. Para fines de la
década de 1970, la influencia del marxismo en la historiografía europea fue
perdiendo terreno de forma dramática; en buena medida como reflejo del
cuestionamiento que entonces se dio acerca del papel político soviético en el
viejo continente y en el mundo en general.
Las violentas protestas en Bulgaria, Polonia y demás países de Europa
oriental mostraban su inconformidad frente a la influencia en los mencionados
países por parte de la URSS. Esto generó una respuesta militar de los soviéticos.
Si bien dichos movimientos fueron aplastados esto no sería suficiente para frenar
la demolición ideológica y material del llamado eurocomunismo, más aún
cuando Krushov es cuestionado públicamente por Mao Tse Tung como un
reaccionario amarillo debido a las políticas de apertura al capitalismo en el
corazón soviético. Dicha actitud gestó la ruptura chino-soviética la cual impactó
en todas las organizaciones comunistas del mundo, generando su división en los
grupos pro-chinos y pro-soviéticos. Sin embargo, el golpe mortal sería la llegada
de Gorvachov a la dirección política de la Unión Soviética y la aplicación de la
Perestroika y el Glasnot durante la década de 1980.
Mientras en Latinoamericana los levantamientos populares de El Salvador
y Nicaragua además de la presidencia de Salvador Allende en Chile serían
violentamente aplastados por la CIA norteamericana. Sumemos a ellos una
agresiva campaña por parte de los medios de comunicación masiva quienes se
encargaron de presentar las ideas marxistas como subversivas y retrógradas,
imagen que hasta la fecha se conserva. Otro factor de la devaluación del
marxismo -adem ás de la influencia exógena- fue que sus teorías y métodos
fueron aplicados constantemente de forma esquemática y dogmática llegando a
36 Guy Bourdé/HervéMartín. La s e s c u e la s h is tó r ic a s . Madrid. Ediciones AKAL. 2004. pp. 208.
28
tildársele como marxismo de manual o marxismo vulgata (marxismo vulgar). Lo
curioso es que en esta parte de habla hispana se creó la bautizada "teoría de la
dependencia" (una adaptación a la realidad latinoamericana) cuyos trabajos se
encargaban de reivindicar a los grupos campesinos e indígenas, como actores
para la historia oficial la cual era dominada en sus relatos por las elites y los
militares. Sin embargo, su preocupación central era abordar y denunciar la
influencia del imperialismo inglés y norteamericano a lo largo del siglo XIX y XX,
colocándolos como el enemigo a vencer. Dicha posición tuvo grandes
representantes como Cardozo, Falleto, y Quijano, por citar algunos de ellos. El
cuestionamiento hacia lo universalista (que incluía la visión integral marxista) por
parte de las inestables teorías neokantianas ocasionó que ella aparentemente no
encaje en los esquemas de todas las regiones del mundo y por tanto fracase sus
leyes sociales.
Las críticas teóricas que tildaron al marxismo de totalitario se vieron
fortalecidas gracias a la caída del muro de Berlín dejando huérfano el ejemplo
empírico de la izquierda. Al parecer los sueños del socialismo realmente
existente habrían de fenecer y no volver a levantarse más, a pesar del intento de
Fidel Castro en su discurso en el año 2000 para salvar al socialismo o el proyecto
de Hugo Chávez de un socialismo para el siglo XXI. En la actualidad si bien el
marxismo ha perdido popularidad en su utilización práctica; no se puede negar
que en todos los historiadores todavía exista una pizca de ello, denotando el
mismo en las investigaciones.
Para concluir esta parte diremos que ambas corrientes, tanto el marxismo
como los Annales tienen obvias diferencias en cuanto a la visión de hacer la
Historia pero en lo que coinciden como señala el mexicano Carlos Aguirre se
debe al plano metodológico en donde:
Con la crítica de la historia empirista y positivista anterior y por tanto, con la postulación de una serie de paradigmas metódicos que los Annales elaboraron en el proceso mismo de fundamentar su diferencia respecto de la historiografía
II
29
francesa que los precede y que, significativamente, tienen muchos puntos de proximidad con la perspectiva metodológica de Marx37.
3. ¿Lo nuevo o un repaso de lo mismo?
A partir de los años sesenta la ciencia y la tecnología se desarrollarían a pasos agigantados, en
bienestar de la humanidad y paradójicamente en desmedro de la misma. En esta década se
comienza a cuestionar duramente el optimismo socio-económico de occidente a raíz de los
constante altibajos de los sistemas financieros mundiales, siendo una grave hemorragia la
crisis de los "petro dólares" (1966), que evidenciaron los débiles cimientos del flamante
capitalismo financiero. Esta inconformidad hacia el sistema se vería reflejada en las protestas y
cambios realizados en distintas partes del globo terráqueo, como por ejemplo la gran
revolución cultural china desatada en 1966 al mando de Mao Tse Tung, el llamado otoño
caliente italiano de 1969, pasando obviamente por el célebre mayo 6 8 francés, la primavera de
Praga, la trágica masacre de los estudiantes mexicanos en octubre de 1968 durante el
gobierno de Luís Echevarría o el cordobazo argentino. Todos ellos y los que no mencionamos
buscaban que no se "prohíba prohibir" la reexaminación del mundo de los seres humanos.
El mundo académico nunca estuvo divorciado de las grandes
transformaciones sociales como lo hemos estado relatando. Este escenario de acelerados
cambios sociales y políticos propició el cuestionamiento a los presupuestos filosóficos
modernos, es decir, la idea de la razón universal consolidada desde el siglo XVIII.
Este cuestionamiento tuvo su origen en las tesis centrales impartidas por el
Círculo de Viena y de la llamada Concepción Heredada (empirismo lógico en general); y
el falsacionismo popperiano (en donde no había leyes sociales debido a que siempre
existía una excepción a la regla que terminaba por contradecirlos).
Sin embargo, existieron dos personajes que fueron clave que ayudaron a
"resquebrajar" mortalmente los cimientos que sostenían el edificio en donde fue
construida la epistemología moderna. Uno de ellos fue Thomas Khun38, quien señalaría
la debilidad del análisis lógico como el único método capaz de examinar las teorías científicas.
37 Carlos Aguirre. Lo s A n n a le s y la h is to r io g ra f ía f r a n c e s a . T ra d ic io n e s c r ít ic a s d e M a rc B lo c h a M ic h e l
F o u c a u lt . México D. F. Ediciones Quinto Sol. 1996.38 Thomas Khun. La e stru ctu ra d e la s re v o lu c io n e s c ien tífica s. México D. F. Fondo de Cultura Económica. 1974.
30
Aunque el tiro de gracia hacia la ciencia totalizante, sería dado por el francés
Michel Foucault39. Para el caso de la historia se plantea, que esta no avanza por la vía de
la continuidad, sino por la de las rupturas; lo cual es producida adrede por el historiador,
provocando la discontinuidad cuando, en el proceso de escribir en texto, se ocupa de
aislar los niveles de análisis que le interesa destacar40. Si bien se puede suponer que las
propuestas de Foucault son nuevas y revolucionan el concepto de la Historia tal como lo
afirma emblemáticamente Paul Veyne41, esto no es así. Dicha visión es una
reactualización de las propuestas fenomenológicas de Husserl, solo que al no estar muy
familiarizados con el devenir filosófico no puede ser localizado ello de forma inmediata.
Propuestas como las de Khun y Foucault comenzarían a tener una fuerte
acogida dentro de la comunidad científica. De ahora en adelante se escucharía en
conferencias, foros, debates y clases una nueva connotación cuyo apelativo todavía no se
encuentra del todo definido. Es así que surge lo que conocemos como el post modernismo.
El mensaje que anunciaba la presencia del "post-modernista" en los
puertos científicos es claro: donde reinaba la razón totalizante o simplemente la razón,
ahora impera lo fragmentario, lo cambiante, o para emplear la palabra misma del
discurso vanguardista, lo contextual lo "inestable, indeterminado, un conjunto de
culturas desunidas o de interpretaciones que engendra un grado de escepticismo sobre
la objetividad de la verdad, la historia y las normas, lo dado de las naturalezas y la
coherencia de las identidades42" . De todas las ciencias sociales, la Historia sería la más
39 Michael Foucault comparte, con toda una serie de grandes pensadores críticos que han trabajado sobre lo social, la condición de ser un personaje institucional difícilmente clasificable, Y así, al igual que autores como Wilhelm Reich, Walter Benjamín o Fernand Braudel. Foucault resulta uno de esos intelectuales cuya lectura es al mismo tiempo imposible de encasillar dentro de una sola de las diferentes ciencias sociales hoy vigentes, dentro de ese limitado episteme cuadriculado que hoy constituye este universo de las diferentes disciplinas que se ocupan de lo social humano en la historia y cuya obra resulta también pensamiento, establecidas por la categorización consagrada y simplificada en torno a la mucha más compleja historia de las ideas del propio siglo XX40 Michel Foucault. L a a rq u e o lo g ía d e l sa b e r . México D. F. Siglo XXI. 1985; E l o rd e n d e l d is c u rso .
Barcelona. Edit Tosquets. 4ta edición 1992. Dichas ideas, sobre la construcción de la realidad hecha por el historiador son también afirmadas en una entrevista hecha a Georges Duby, en donde admitía que era imposible tener el conocimiento total del pasado y la incapacidad de tener en un sólo estudio todas las fuentes disponibles. Gay Lardreau/Georges Duby. D iá lo g o so b re la h is to r ia . Madrid. Alianza Editorial. 1980.41 Paul Veyne. C o m o s e e sc r ib e la h is to ria . F o u c a u lt re v o lu c io n a la h is to ria . Madrid. Alianza Editorial. 1971.42 Terry Eagleton. La s ilu s io n e s d e l p o s tm o d e rn is m o . Buenos Aires. Paidos. 1998.
II
31
golpeada por el post modernismo. Parafraseando a François Dosse43 de ahora adelante
seríamos una "historia a migajas".
A la par con esos fuertes movimientos epistemológicos, los movimientos
sociales en los 70 también jugaron un rol importante en el desarrollo de las ciencias.
Por ejemplo finiquitada la Segunda Guerra Mundial se haría un acercamiento hacia lo
clásicamente "excluido" en la Historia, gracias a un proceso de descolonización a
escala mundial, el cual permitiría ver otros actores en la escena histórica, "los sin
historia" y no porque carecen de escritura (si queremos reducirlo a una metodología
tradicional dividida por Cellarius) sino por la falta de atención por parte de los
científicos sociales. De forma bifurcada podemos encontrar dos atrayentes formas de
hacer historia: el género y la subalterna.
Los estudios del género se consolidaron gracias a las condiciones sociales
acaecidas desde fines de los 50. El escenario de origen sería Europa, lugar en donde se
comenzó a dar mayor interés al papel de la mujer en el devenir mundial. Dicha posición
encontraría un excelente colchón en los movimientos feministas desarrollados en los
Estados Unidos, lo que le permitió ganar masivas adhesiones y con el correr de los
años generar espacios en los institutos de investigaciones y en las cátedras
universitarias norteamericanas. Una de sus principales teorizadoras sería Joan Scott44.
La difusión de los estudios del género llegó a Latinoamérica a fines de la década de
1980, del siglo XX, en donde la mujer, la familia, los niños y entre otros elementos
fueron presentados como un engranaje importante en la sociedad. Aludiendo a una
famosa frase de Vivian Galbraith, "la historia ya no sería ahora sólo de los hombres".
Gracias al género los historiadores de ahora en adelante veían un documento no solo
en su fría descripción sino lo analizarían de forma más profunda extrayendo desde
comportamientos hasta escrituras; en buen cristiano, desestructurándolo como
habrían recomendado Walter Benjamín y posteriormente lo haría Jacques Derrida.
43 François Dosse La h is to r ia a m ig a ja s . D e A n n a le s a la n u e v a h is to r ia . Valencia. Ediciones Alfons el Magnànin. 1988.44 Joan Scott "El género: una categoría útil para el análisis histórico" En Marta Lamas (compj E l g é n e ro :
la c o n s tru c c ió n c u ltu ra l d e la d ife r e n c ia s e x u a l. México. UNSM.-PPUEG-Porrúa. 1996. pp. 265-302.
32
Para resumir una larga forma de abordar el mundo del género podemos señalar que
hay tres formas de definirlo: "1.- proceso sociocultural de construcción de la diferencia
sexual; 2.- reconoce el carácter social de las identidades genéricas, permitiendo
teorizar la masculinidad y feminidad; 3.- se construye la relación entre la jerarquía
genérica y la jerarquía social45". Dicha posición nos ayuda a entender que la historia es
compleja, completa y diversa.
Para el caso de la subalternidad, esta nacería como una respuesta en contra
del eurocentrismo. Demostrándonos con sus estudios que las llamadas "mayorías" o
"los de abajo" también podían recrear una respuesta organizada y simbólica frente a
las propuestas de dominación proveniente de las elites46 especialmente en la
construcción de la nación. La voz de los "excluidos" ahora no se perdería con el eco tal
como propugnaban sus organizadores (a pesar de la oposición de Spivak). Su origen se
conformó a fines de los años setenta en Inglaterra, y poco después comenzó a editar
en Nueva Delhi (India) una publicación periódica llamada Subaltern Studies. Writings on
Routh asian history and society, cuyo primer número vio la luz en 1982, bajo el sello de
Oxford India. El núcleo inicial de historiadores sería: Ranajit Guha, Partha Chartterjee,
Gyanendra Pandey entre otros. La corriente de estudios de subalternidad que inaugura
la labor del grupo se inscribe en una rica y erudita tradición académica india, asentada
en centros universitarios de gran prestigio europeo.
Debemos resaltar que los años ochenta fue la aparición de nuevas formas
de enfocar la Historia. Occidente industrial no solo nos legaría la mentalidad francesa,
la historia popular inglesa o la historia cultural norteamericana. En Italia se comienza a
dar un papel protagónico al "marginal" del primer mundo. Para nuestra condición de
países del tercer mundo creemos que las naciones industrializadas no tienen
problemas de pobreza tal como los nuestros, pues en Italia se demostraría todo lo
45 Carmen Ramos. C u ltu ra , g é n e ro y p o d e r en e l la r g o s ig lo X IX . En: Scarlett Ophelan/Margarita Zegarra (editoras). M u je re s , f a m il ia y s o c ie d a d en la h is to r ia d e A m é r ic a L a tin a . S ig lo s X V III-X X I. Lima. CENDOS- mujer/Pontificia Universidad Católica del Perú/Instituto Riva Agüero/Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006. pp. 18.46 Para ingresar a un análisis sobre los estudios de la subalternidad consultar: Silvia Rivera y Rossana Barragán. D e b a te s P o s t c o lo n ia le s , U n a in tr o d u c c ió n a lo s e s tu d io s d e la s u b a lte rn id a d . La Paz. Historias/SEPHIS/Aruwiyiri. 1997.
II
33
contrario, enseñándonos que existía grupos excluidos que también tenían una Historia
para el mundo. A esta forma de abordar el devenir del hombre se le llamó
"microhistoria" entre cuyos representantes destacan: Levi, Grendi, y Ginzburg 47. Este
último le dio vida a su personaje Menochio en "El queso y los gusanos" - la obra clásica
por excelencia de la microhistoria- demostrando que dentro del universo del hombre
común y corriente se podía denotar las reglas dominantes de la sociedad en diversos
aspectos, como por ejemplo la religión y como lo "popular" lo adecuaba a su realidad.
Un hecho de escala mundial y que además expandió de forma acelerada la
subalternidad, el género, la microhistoria y la propia historia cultural viene hacer la
caída del muro de Berlín. El derrumbe del bloque socialista trajo consigo la
predominancia del bloque el capitalista (la constitución del "nuevo orden mundial");
quien en el siglo XVIII habría vencido a la monarquía-iglesia. Ello permitió que ya no
hubiese una "cortina de hierro", si utilizamos las palabras de Churchill, sobre la
historiografía occidental que bloquease su expansión.
Después de ese acontecimiento y dada la posición unipolar en el mundo se
comenzó a escuchar que la historia había llegado a su fin. El profeta de tal anuncio fue
el intelectual conservador Francis Fukuyama48 quien sostiene que al llegar a la
madurez política con la expansión de la democracia a nivel mundial no habría más
violencia ni grado de análisis de sistemas políticos y dejaría de haber un pasado
orgánico lo suficientemente interesante para estudiarlo. Lo curioso es que al igual que
en el caso de Michel Foucault, Fukuyama no sostiene nada nuevo: ¿el fin de la historia?
¿O tal vez el de la ciencia histórica?
En el primer sentido, esta expresión se ha puesto de moda como consecuencia de un artículo publicado en 1989, cuya fama se debe ante todo a la orquestación que para su difusión organizó la John M. Olin Foundation, una institución norteamericana que invierte anualmente millones de dólares para favorecer un viraje a la derecha en la enseñanza de las ciencias sociales. Reconvertido posteriormente en un libro, su ampliación la cual ha servido para poner más en evidencia su vaciedad: se trata simplemente de una reelaboración más de la tesis
47 Para una visión completa sobre el desarrollo de la microhistoria italiana revisar Carlos Aguirre. "Contribución a la historia de la microhistoria italiana". En: D iá lo g o s en h is to r ia . Lima. N° 4. 2006. 297365. pp.48 Francis Fukuyama. E l f in d e la h is to r ia y e l ú lt im o h o m b re . Barcelona. Editorial Planeta. 1992.
34
de Hegel que contemplaba el mundo germánico y las instituciones que comprende el estado europeo moderno como el fin de la historia; viejas ideas recicladas repetidamente desde que Kojeve las volvió a poner en circulación en los años treinta, mezcladas con gotas de Nietzsche para componer lo que se ha calificado de libro de rezos hegelianos para el conservadurismo norteamericano49.
Si bien la gran mayoría de la comunidad histórica no estuvo de acuerdo con
sus comportamientos, éstos terminaron por demostrar la debilidad que envolvía los
cimientos de Clío, al no construir un respaldo epistemológico original sino ser este un
préstamo de otras ciencias; los cuales fueron amoldables a la Historia.
Sin embargo, este cuestionamiento propició que el objeto
tradicionalmente de la Historia: el hombre, su historia militar o política no sea
suficiente para comprender el cada vez más complejo mundo humano, esto gestó la
aparición de nuevos objetos en los cuestionarios de los investigadores: "las actitudes
ante la vida y la muerte, los ritos y las creencias, las estructuras de parentesco, así
formas de sociabilidad, los funcionamientos escolares, entre otros50" lo que equivalía a
zarpar las carabelas y buscar otras rutas para seguir entendiéndonos. Como secuela, el
retorno masivo a uno de las inspiraciones fundadoras de los primeros Annales51 la forja
de la unidad con otras disciplinas, la llamada transdiciplinaridad; la cual no es negativa
todo lo contrario, pero lo paradójico es que nació a causa de un cuestionamiento y no
de una afirmación o expansión como ciencia52; ocasionando un gran problema ya que
al no desarrollar el área epistemológico esto simplemente hace que se tome
elementos de otras ciencias, desnaturalizando los principios de la historia moderna
fundada por el positivismo y perfeccionada por los Annales.
49 Joseph Fontana. La h is to r ia d e s p u é s d e l f in d e la h is to r ia . Barcelona. Crítica. 1992. pp. 8.50 Roger Chatier. E l m u n d o c o m o re p re s e n ta c ió n . H is to r ia C u ltu ra l: e n tre la p r á c t ic a y la re p re s e n ta c ió n . Barcelona. Editorial Gedisa. 1992.51 Bajo el término de historia de las mentalidades o a veces de psicología histórica se delimita un campo de investigación, diferente tanto de la antigua historia de las ideas como de la historia de las coyunturas y de las estructuras. Sobre estos objetos nuevos (o reencontrados) se podían poner a prueba modos de tratamiento, inéditos, sacados de disciplinas vecinas: así las técnicas de análisis, lingüístico y semántico, las herramientas estadísticas de la sociología o ciertos modelos de la antropología.52 Uno de los ejemplos podemos localizarlo en la fusión con la antropología e historia, para ello revisar Pier Paolo Viazzo. In tro d u c c ió n a la a n t ro p o lo g ía h is tó r ic a . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú/Instituto Italiano de Cultura. 2003.
II
35
Frente a este nuevo escenario de ultraespecialización se enfoca una
historia con otras categorías como las realidades culturales que crean ambiciosos
modelos globales para la interpretación de estos mismos. Uno de sus mayores
representantes es Norbert Elías. En su libro titulado el Proceso de la civilización en
donde denota el desarrollo de los artefactos de la mesa los cuales significaban a largo
plazo los cambios sociales a nivel macro.
Otro ejemplo es el francés Robert Darnton, quien en 1984 con su libro La
gran matanza de los gatos, sacudió el ámbito de la historia en Estados Unidos como en
Francia. Su propuesta consistió en hacer una historia cultural con espíritu etnográfico
tratando a nuestra civilización de la manera como los antropólogos estudian las culturas
extranjeras, exotizando lo que en apariencia no es familiar.
A fines de los 80, la historia tal como se concebía durante el siglo XIX con
una erudición positivista, pasando por una definición temporal a principios del siglo XX
había sido mermado. El cuestionamiento a la ciencia moderna y el avance de un
mundo cada vez más ínter subjetivo.
Es increíble escuchar a los "mandarines" del modernismo señalar que el
posmodernismo destruye los cimientos de la ciencia histórica; empero el crecimiento del
mundo (y no necesariamente me refiero a la cantidad) sino a que este no solo sería Europa
occidental nos demostraría que debieran existir métodos y técnicas que permitan abordar
realidades distintas a las nor occidentales. Teorías como el marxismo encajan en una
realidad como la del hemisferio norte pero que en "el otro lado de la frontera" no tiene
cabida es esas limitaciones la que los "mandarines" no desean ver y asumir sus fracasos. El
colonialismo teórico está llegando en su decadencia y la historia nos da la oportunidad de
crear algo nuevo, que puede ayudar a entender nuestra realidad.
4. La historia después de la postmodernidad
El fin del mundo bipolar ha supuesto el nacimiento de un nuevo período histórico
sustancialmente distinto de aquel, heredado de los acuerdos de Yalta (1945). Un
período, ciertamente interesante, en donde la defensa de los derechos humanos y la
36
democracia se están convirtiendo, poco a poco, en doctrinas verdaderamente
universales. Se ha demostrado que en un escenario unipolar los acontecimientos y
cambios históricos no terminaron en 1989 sino que se ha generado otros, mucho más
complejos y dramáticos. En este mundo cada vez más globalizado económicamente
-presentado como el mejor de los mundos posibles por los ideólogos del neoliberalismo
tardío- presenta evidentes paradojas que lo socavan: por ejemplo, el incremento de los
nacionalismos de tipo étnico como en Bolivia, en Medio Oriente e incluso en nuestro
propio país; la radicalización religiosa de los musulmanes, las intervenciones militares
como la de Irak, el sometimiento del poder político a las multinacionales entre otros
factores que van en detrimento de las poblaciones subalternas.
En esta situación tan compleja el análisis histórico se encuentra sujeto a un
juicio individual, dándole una imagen de historia contemporánea; y es que la Historia
en realidad está en relación con las necesidades actuales y la situación presente en que
vibran aquellos hechos, pero me pareciera que se está exagerando. Algunas veces
leyendo los discursos pareciera que el tiempo no habría pasado, estamos siendo
contagiados por una nueva enfermedad llamada la "contemporanitis", al parecer
volvemos a los historicismos del pasado.
Si bien en nuestro país aún estudiar lo actual viene hacer un tabú solo
gozado por sociólogos o politólogos, ya en el extranjero Julio Aróstegui nos hace una
compilación de cómo en Francia, Alemania y en menor medida España ha existido una
discusión profunda para estudiar los hechos presentes53.
En cuanto a la metodología se ha dicho que en el mundo historiográfico esta
ha progresado sobre todo a partir de la importación de métodos desde disciplinas
sociales cercanas, desde las aplicaciones teóricas hasta sus comportamientos
etnológicos. Sin embargo, ello nos ha traído un cuestionamiento a la Historia ciencia que
al parecer en lugar de colocarlo en otros debates como las formas de abordar tal o cual
problema lo ha hecho retroceder hasta su discusión original si es un arte o una ciencia.
53 Julio Aróstegui. La h is to r ia v iv id a . S o b re la h is to r ia d e l p r e s e n te . Madrid. Alianza Editorial. 2004.
II
37
A pesar de esos problemas no cabe duda que el interés por la Historia entre
amplios sectores de la sociedad es un fenómeno que va en aumento; esto se refleja en
la aparición de series televisivas, novelas y películas de corte histórico.
En el siglo XXI, los historiadores de ahora no solo deben desarrollar su
profesión, deben alimentarse con conocimientos vecinos, la transdisciplinaridad ya es
una realidad tangible, es así que cada vez nos escudamos en la jerga sociológica a la
hora de definir la realidad nacional. Analizamos el devenir econométrico de un país,
región o ciudad. Pero aún estamos buscando robarle la pluma al literato para hacer de
nuestro discurso algo ameno que permita además de conocer y reflexionar,
divertirnos; tal vez así llegaremos a ser ridículamente un estúpido "best seller".
38
Capítulo II
E l Perú y el s. ncebibliográfico ( l 996- 2002) ’
Para la producción historiográfica nacional -especialmente con respecto a la dedicada
a la centuria decimonónica- los últimos años han significado un gran avance. Ello se
puede constatar en el galopante incremento de los diversos trabajos de investigación;
cuyas apariciones nos han permitido no solo poner en el tapete de las discusiones
algunos temas oleados y sacramentados por la historia oficial2, como la independencia
o la era del guano; también nos ayudó en aperturar algunos nuevos ejes temáticos, por
1 Este trabajo fue publicado en la Revista T ie m p o s en el año 2008. Sin embargo, su finalización orgánica concluyó en el 2003. Por diversos motivos se mantuvo en cautiverio hasta su primera publicación. Para la presente se realizó ligeras modificaciones.2 Entre los escritos que compusieron los tones y sones iniciales de esta línea opositora a la historiografía tradicional que ya se presentaban desde muchos años atrás, pero todas ellas, lamentablemente, de manera balcanizada. Entre ellas encontramos: Enrique Amayo. La p o lít ica b r itá n ic a en la G u e rra d e l P acifico . Lima. Editorial horizonte. 1988; Heraclio Bonilla. Un s ig lo a la deriva . E n sa yo s so b re e l Perú , B o liv ia y la gu erra . Lima. Instituto de Estudios Peruanos, 1980; Heraclio Bonilla. "El campesino indígena en el Perú en el contexto de la guerra con Chile". Lima. En: H ISLA . N° 4. 1984; Nils Jacobsen. "Comercio de lanas, estructura agraria y oligarquía en el sur del Perú". Cusco. En: A llp a n ch is . N° 19. 1982; Nils Jacobsen. "Ciclos y booms en la agricultura de exportación latinoamericana. El caso de la economía ganadera en el sur peruano (1855-1920)". Cusco. En: A llp a n ch is . 1983; Florencia Mallón. "Problema nacional y lucha de clases en la G u e rra d e l P acífico .
La resistencia de la Breña en la sierra central (1881-1886)". Cusco En: A llp a n ch is . N° 21. 1981; Nelson Manrique. C a m p e s in o y n a ció n . La s g u e rr illa s in d íg e n a s en la g u e rra co n Ch ile . Lima. Centro de Investigación y Capacitación. 1981; Nelson Manrique. C o lo n ia lism o y p o b re za ca m p e sin a : C a y llo m a y e l va lle d e l C o lca s ig lo s
X V I-X X . Lima. DESCO. 1985; Nelson Manrique. M e rc a d o in te rn o y reg ión . La s ie rra ce n tra l (1 8 2 0 -1 9 3 0 ). Lima. DESCO. 1987; Nelson Manrique. Y a w a r m a yu . S o c ie d a d e s te rra te n ie n te s se rra n a s (1 8 7 9 -1 9 1 0 ). Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos/DESCO. 1988; Alfonso Quiroz. B a n q u e ro s en co nflicto . E stru ctu ra f in a n c ie ra y
e c o n o m ía p e ru a n a (1 8 8 4 -1 9 3 0 ). Lima. Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico. 1989.
mencionar al género y las mentalidades, los cuales han tenido bastante acogida dentro
de la comunidad de los historiadores locales.
Este singular fenómeno3 -en dar otra visión a nuestra historia- fue gracias
a la aplicación de novísimos enfoques, de carácter tanto teórico como metodológico, a
consecuencia, algunos de ellos, de la revolución cultural de 19684 y otro producto de
las diversas corrientes de pensamiento o escuelas a nivel mundial5 que con el correr de
los años fueron apareciendo o en su defecto; se fueron consolidando.
Cabe mencionar que algunos de estos aportes pueden ser ubicados dentro del
campo de la historia política, como la llamada nueva historia cultural, cuya formulación
nos permite exonerarnos de gran parte del monopolio de las fechas y las biografías; así
como también acercarnos a la comprensión de los discursos de legitimación tanto
personal como institucional, especialmente, durante las pugnas de poder; sea éstas de
manera violenta o pacífica. De igual modo; se ha podido enfocar las discusiones a lo largo
de la etapa republicana; sobre la definición de ciudadanía así como la construcción y
afianzamiento del sistema democrático dentro de las naciones sudamericanas.
3 Ello no fue exclusivo para nuestro país sino que además se desarrolló a nivel sudamericano. J. P. Deler/Yves Saint-Geours. E s ta d o s y n a c io n e s en lo s A n d e s . Lima. Instituto de Estudios Peruanos/Instituto Francés de Estudios Andinos. 1989. Hilda Sábato. C iu d a d a n ía en A m é r ic a L a tin a . México D. F. Fondo de Cultura Económica. 2000; Marcelo Carmagnani. C o n s t itu c io n a lis m o y o rd e n lib e ra l. A m é r ic a La tin a . 1 8 5 0
1 9 2 0 . Torino, Nova América. 2000. Marie Danielle Demélas. L a in v e n c ió n p o lít ic a . Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos/ Instituto de Estudios Peruanos. 2003.4 El año de 1968 es sobre todo una profunda y estructural revolución cultural. Entonces, al irrumpir con fuerza en el plano de la cultura contemporánea y de sus principales mecanismos de reproducción, el movimiento de 1968 desestructuró a esta esfera de la totalidad social, movilizando todos los reflectores del drama histórico hacia esas dimensiones culturales, y abriendo el espacio para el auge evidente que el estudio de la historia de todos estos temas va a tener durante los últimos 30 años transcurridos. Con lo cual no es una casualidad que prácticamente todas las historiografías del mundo occidental -y posiblemente más allá- comiencen después de 1968, a ocuparse de todo conjunto de nuevos temas cuyo denominador común es el de ser temas de historia cultural, los cuales, además van a provocar, para su estudio, también una multiplicación importante de nuevos enfoques, conceptos y aproximaciones. Pues es claro que siempre el espíritu del 68 y de sus múltiples efectos se hace presente tanto en los estudios de la p s ic o h is to r y inglesa como en los múltiples y heterogéneos modelos de la confusamente ambigua historia de las mentalidades francesa, la n e w in te lle c tu a l h is to ry norteamericana, en la historia cultural de la microhistoria italiana, en la historia británica popular.5 Tenemos aportes del círculo de Viena quien tenía como representante a Hokeimer, la escuela de Franfrutk cuya figura símbolo es Jürgen Habermas, el círculo de Copenhaugen, entre otros.
40
En la rama económica podemos resaltar que también se adquirió
interesantes cambios entre los que se incluía el dejar de lado la ortodoxa y mecanicista
relación entre el dominante y el dominado -legado este último por los cánones
fetichistas de la teoría de la dependencia- y ofrecernos, una mayor participación de las
elites tanto locales como regionales dentro de la aplicación de las políticas fiscales; un
mejor contraste entre las relaciones comerciales a nivel nacional y zonal, así como
otros temas, que en la actualidad, siguen siendo descubiertos por iniciativa propia de
los ávidos científicos sociales.
Mientras en el campo social, la presencia de la historia popular inglesa y el
aporte de la 3ra generación de los Annales; asientan cada vez más un fuerte
acercamiento con los grupos "excluidos" de los discursos oficiales; quiere decir con las
minorías étnicas, con las "otras" opciones sexuales y las mujeres.
Como una conclusión adelantada; puedo arriesgarme a decir, con
satisfacción, que gracias a las técnicas de análisis mencionadas líneas arriba -aún en
etapa párvula dentro de nuestra ciencia- y las otras no pronunciadas o que más
adelante se sumen; podremos dar un rostro diferente a nuestra historia en general;
pero, en especial, al paradigmatizado e incluso traumatizante siglo XIX; el cual alguna
vez fue calificado como un siglo a la deriva6; y que ahora espera con ansias ser recreado
en su forma y fondo.
Es, pues, esta polémica y todavía misteriosa coyuntura, utilizando términos
braudeliannos, la que en forma de estado de la cuestión presentaremos a
continuación. Además este mismo trabajo se ajustará a dos características necesarias
de justificar. En primer lugar se tomo en cuenta solo los escritos publicados dentro de
territorio patrio, para así poder medir el impacto de las recientes tendencias. En
segundo lugar se presenta, este trabajo, como una continuación indirecta de la
reflexión bibliográfica que hace algunos años realizó el historiador Víctor Peralta Ruiz7;
remitiéndonos cronológicamente a los años de 1996 hasta el 2002; para así analizar los
6 Heraclio Bonilla. Un s ig lo a la d e riv a . E n s a y o s s o b re e l P e rú , B o liv ia y la guerra. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 1980.7 Víctor Peralta Ruíz. La h is to r io g ra f ía y e l P e rú d e l s ig lo X IX . La Paz. Históricas. N° 2/1998.
II
41
libros, artículos y ensayos publicados en aquellos tiempos; y gracias a ellos podremos
acercarnos a las investigaciones realizadas y percatarnos de lo mucho que aún nos
falta por hacer.
2.- Forjando la República
La estructura con que se ordena y se bautiza a los hechos más resaltantes del siglo
decimonoveno, a vox populi, son: la independencia o la libertad del yugo español, el
caudillismo o la anarquía, la era del guano o la prosperidad falaz, la Guerra del Pacífico
o la humillación, y la reconstrucción nacional o el nuevo inicio. Todas ellas hasta la
fecha siguen siendo el arsenal de reserva en donde se cargan y recargan -d e manera
obligatoria- los textos básicos de enseñanza histórica; cuyo fin es, el de alimentar la
memoria colectiva nativa8.
La consecuencia más palpable de este modus operandis; es el de una
historia peruana semantizada, para el común de la población, como una historia de
oportunidades perdidas y de constantes ucronías. Sin embargo, podemos avizorar que
este status quo comienza, lentamente, a dejar de tener vigencia, principalmente,
dentro del ambiente de los especialistas, siendo los nuevos estudios y sus respectivos
discursos las inmediatas y más visibles piezas de recambio.
Aunque cabe resaltar que el rotundo éxito de estos escritos no será cuando
todos los historiadores y los que se encuentran en formación expresen esos discursos
de forma monocorde, sino cuando se observe -en toda su dimensión- de acá por lo
menos a 20 años; que las masas en su léxico histórico diario hayan desechado
completamente las mentadas etiquetas y sus respectivos significados.
8 Existen estudios que miden el devenir del nacionalismo peruano y su mimetización; Magdalena Chocano. "Ucronía y frustración en la conciencia histórica en el Perú". En: D iá lo g o s en h istoria . Lima N° 2/2000. Otros sintonizan la negociación de un nacionalismo moderno por culpa de la herencia colonial. Nelson Manrique. "Algunas reflexiones sobre el colonialismo, el racismo, y la cuestión nacional". En: P e rú
C o n te m p o rá n e o . Lima N° 2/2001.
42
2.1.-Del siglo de las luces al siglo de la form ación republicana
La historia oficial nos indica que el 28 de julio de 1821 fue la fecha en donde se
proclamó y se dio inicio a nuestra vida soberana. Este tipo de premisas, perteneciente
a la historiografía oficial, cada vez tiene menos adeptos dentro del mundo de los
profesionales de la ciencia del devenir del hombre; pero no por la fortificación del
continuismo dependista, el cual nos enquista en un proceso de constante
sometimiento a las potencias foráneas de moda y desecha todo posible intento de
autonomía; sino lo menciono por la propuesta en donde se nos narra un estudio que no
solamente encierra acontecimientos bélicos sino que incluye el análisis de los discursos
y proyectos que fueron elaborados y discutidos décadas anteriores al año en donde se
proclamó la Independencia.
Los recientes estudios han detectado que en los últimos 40 años del virreinato;
ya existían algunas ideas que proponían un cambio del sistema político-administrativo; y
con ello un plan a futuro para lograr la tan ansiada libertad. Los principales impulsores de
esta medida, por extraño que suene mencionarlo para el común de los lectores, serían los
sectores criollos.
Esa interesante propuesta fue sacada a la luz, inicialmente, por el
historiador peruano Rafael Sánchez Concha9; quien nos menciona que fueron los
propios pobladores descendientes de españoles nacidos en América, los que en su
mayoría fomentaron la búsqueda por espacios de participación política; para que así
pudieran ser no solo actores sino también directores de su propio destino. Para tal
situación, el mencionado grupo social, proponía la implementación, por un lado, de un
Estado Republicano cuyo corpus y dinámica de funcionamiento podría abrigarlos de
manera tanto real como legal; mientras que de otro lado, propugnaban con ahínco la
desaparición del Estado Patrimonial Colonial; cuya estructura de castas,
automáticamente, bloqueaba cualquier intento de acceso a ella.
9 Rafael Sánchez. "La tradición política y el concepto del cuerpo de República en el Virreinato" .En: Teodoro Hampe (comp). La t ra d ic ió n c lá s ic a en e l P e rú v ir re in a l .Lima .Sociedad Peruana de Estudios Clásicos/Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1999.
II
43
Entre los personajes que estuvieron dentro de esta línea, por la forja de un
lugar propio para los suyos, destaca con brillo propio la figura de Hipólito Unanue,
representante de la alta intelectualidad de aquellos tiempos. Su aporte fue
fundamental para la toma de conciencia de los principios ilustrados aunque sus
mensajes expresaban algunas diferencias que lo convertían según Joseph Dager10 en
un reformador moderado y no en un jacobino ultranza. Este adjetivo se debe a su
apoyo a una transición entrante del sistema gubernativo colonial al sistema
democrático, en donde los criollos tendrían espacios de reproducción política, pero con
la condición de conservar las distinciones sociales existentes durante el virreinato.
En ambos casos, los pensamientos así como otras ideas, a favor o en
contra; sea cual fuese la clase o estamento social que la elaborase, siempre y cuando
fuese letrada, si se deseaba ser transmitida con éxito hacia el público en general; tuvo,
primero, que afrontar algunas batallas tanto o más duras que las realizadas en los
campos bélicos. Ellas, pues, serían libradas en los recientemente implementados y
constituidos espacios de opinión pública. En dichos escenarios, si uno quería salir
airoso, debía de utilizar tanto periódicos como pasquines.
Este mecanismo de verter opiniones a través de la prensa escrita sería
presentado por la historiadora Carmen McEvoy11 quien en su estudio nos enfoca el
impacto y el contenido de las noticias en pro como en contra de las ideas ilustradas,
siendo los medios escritos, la punta de lanza primaria para asentar no una sino muchas
cabeceras de playa en las poco resguardadas costas coloniales.
Es, pues, este tipo de acciones los que enriquecían los debates; aún poco
profundizado por la historiografía nacional. También podremos mencionar que con ese
tipo de actitudes de comenzar a poner en cuestionamiento al sistema gubernativo; se
generaron las condiciones para la llegada de un gran cambio en el nuevo mundo. Estas
10 Joseph Dager. H ip ó lito U n a n u e o e l c a m b io d e la c o n t in u id a d . Lima Convenio Andrés Bello/Convenio Hipólito Unanue. 2000; del mismo autor H ip ó lito U n a n u e y la in d e p e n d e n c ia . En Margarita Guerra, Oswaldo Holguín, César Gutiérrez (eds.) .S o b r e e l P e rú : H o m e n a je a J o s é A g u s t ín d e la P u e n te C a n d a m o .
Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.11 Carmen McEvoy. "Seriamos excelentes vasallos y nunca ciudadanos: prensa republicana y cambio social en Lima (1791-1822"). En: Margarita Guerra, Oswaldo Holguín, César Gutiérrez (eds.) .S o b re e l P e rú : H o m e n a je a
Jo s é A g u stín de la P u e n te C a n d a m o . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.
44
partirían con la aplicación de las Reformas Borbónicas12. De hecho su implementación
en el terruño hispanoamericano tenía como objetivo el poder cooptar la mayor
cantidad de riquezas que les permitiría cubrir, en teoría, los suntuosos gastos
generados por las necesidades de la corona así como de la manutención de su extensa
burocracia; además de tener un mejor control de la colonia americana; quiere decir una
reconfiguración del poder.
Empero; a pesar de ser una obligación, por parte de los súbditos, de
colaborar con su reino así como de acatar sus directivas; ello en nuestro continente no
fue visto con buenos ojos por la gran mayoría de segmentos sociales, causando un gran
descontento, especialmente, en los sectores criollos y de los mestizos comerciantes, ya
que las nuevas leyes les recortaba las oportunidades de tener presencia alguna en los
cargos de rango medio y alto para los primeros y desbaratar sus rutas comerciales con la
implementación de un nuevo mapa geopolítico, para los segundos.
Los directamente afectados lucharon por recuperar sus prerrogativas
arrebatadas, que existían no gracias a la ley sino a la costumbre, lo que conllevó a hacer
querellas en contra del Estado borbónico; llevando la mayor parte de los casos a las más
altas magistraturas judiciales. Podemos resumir que en algunas situaciones -después
de mucho tiem po- algunos ganaron, siendo indemnizados o en el mejor de los casos
fueron repuestos en su cargo; pero en la mayoría de situaciones se perdía.
Quienes no optaron por la vía legal, el cual demandaba harta paciencia, dinero,
esfuerzo e influencias calaron, por una vía más radical y violenta; siendo los andariegos de
este tormentoso camino catalizados por la propuesta del cacique Túpac Amaru II13
personaje estudiado por el norteamericano Charles Walker14. En su escrito, el mencionado
autor, haría un valioso aporte al descentralizar el acaparamiento de la capital como centro
12 Jhon Fisher. E l P e rú B o rb ó n ic o (1 7 5 0 -1 8 2 4 ). Lima. Instituto de Estudios Peruanos 2000; Heraclio Bonilla. C o m o E s p a ñ a g o b e rn ó y p e r d ió a l m u n d o . En H e ra c lio B o n illa M e tá fo ra y re a lid a d d e la
In d e p e n d e n c ia en e l P e rú . Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2001.13 David Cahill. V io lencia , re p re s ió n y re b e lió n en e l s u r a n d in o : la su b le v a c ió n de T ú p a c A m a ru y su s
co n se cu e n c ia s. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. Documento de trabajo N° 105/1999; Scarlett Ophelan. "Historiografía reciente sobre la rebelión de Túpac Amaru". En: R ev ista H istórica . Lima. Tomo XXXIX. 1996-1998.14 Charles Walker .D e T ú p a c A m a r u a G a m a rra . C u z c o y la fo r m a c ió n d e l P e rú R e p u b lic a n o (1 7 8 0 -
1840).Cuzco. Centro Bartolomé de las Casas. 1999.
II
45
acontecimental, fijando su atención en Cuzco, ciudad promotora, a su entender, de la forja
del sistema republicano.
Walker, también nos indica que en un comienzo, el personaje símbolo del
gobierno militar del general Velasco Alvarado, se propuso hacer un movimiento solo
de carácter reivindicatorio para poder recuperar las prerrogativas de antaño; quiere
decir que su meta específica no era en contra de la corona sino en desmedro de las
malas autoridades, como los corregidores, aunque esta meta cambiaría con el correr
de los meses, debido al multitudinario apoyo; así como el grado de violencia que se
alcanzó en la región, convirtiendo al movimiento armado en una revolución y al líder
rebelde, con ayuda de la mitología andina, en un inca libertador. Pero a pesar de los
dantescos esfuerzos del cacique y sus tropas por lograr cumplir sus objetivos primarios,
serían derrotados y ajusticiados con la pena de muerte.
El balance de las consecuencias materiales y humanas de la revolución
sería descrita por el inglés David Cahill, pero ello no estaría fijada como siempre se
hacía en las secuelas de los contingentes hispánicos sino en las producidas por las
propias hordas tupamaristas15. Aunque otra de las secuelas del movimiento de 1870,
sería, por más que pueda sonar polémico, ya que si hacemos un balance de los logros
realizados por el movimiento armado, la verdad es que no se ganó mucho; creo que
por el contrario los españoles radicalizarían las medidas de control en estas tierras,
hecho que hasta la fecha tampoco es tocada, desde ese punto vista.
Aunque una excepción a la regla que seguiría la anterior premisa fue el
estudio de Scarlett O'phelan en donde nos señala un objetivo a largo plazo, de parte
de los españoles, para acabar con algún futuro intento de rebelión a gran escala. Ello
sería mediante la fulminación del mapa político de los caciques, pero no asesinándolos
sino acabarlos institucionalmente. Para ello, la corona, implementaría los cargos de
cabildo indígena, donde en un comienzo se equilibraba su importancia con la de los
congéneres de profesión de José Gabriel Condorcanqui; aunque, con el correr de los
años se comenzaba a quebrar el monopolio de influencia tanto política como económica
15 David Cahill. V io le n c ia , re p re s ió n y re b e lió n en e l s u r a n d in o : la s u b le v a c ió n d e T ú p a c A m a r u y su s
c o n s e c u e n c ia s . Lima. Instituto de Estudios Peruanos. Documento de trabajo N° 105/1999.
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del cacique sobre las comunidades. La introducción de los nuevos puestos dentro de la
comunidad indiana sería por intermedio de la elección de representantes indígenas. Es así
que se paso del liderazgo por derecho de sangre a una dirigencia -nominada al menos en
teoría- por el de la aclamación popular16.
Dentro de la revolución más grande del siglo XVIII; existe una figura que fue
injustamente olvidada por la Historia; ella es el indio; quien jugaría el papel de
fiscalizador y de apoyo, así como de pieza vital para la alianza con los criollos que
querían levantarse en armas (como el caso de la rebelión de Crespo y Castillo en
Huánuco). De esta manera, con este tipo de acciones; los indios como actores
históricos dejan de lado el rol sumiso e insignificante con que se les percibía dentro de
la historia oficial.
Esta propuesta sería recalcada por el antropólogo de carrera, pero
historiador de oficio, Heraclio Bonilla17 quien dedicó un ensayo a la población indiana la
cual sería un sustento humano básico para las filas de los movimientos rebeldes18 e
incluso de las tropas republicanas, durante la era de la anarquía.
Pero volviendo a la narración cronológica; podemos decir que por aquellas
épocas los altos asesores españoles decían que al parecer al liquidar a la revolución de
Túpac Amaru se creyó haber acabado con los intentos de rebelión encabezada por los
indígenas; lo cual fue cierto en determinado momento; sin embargo las posibilidades
de un cambio del orden, aún se mantenían latentes ya que no se había suprimido de la
escena pública a los verdaderos causantes ideológicos de todo este revuelo hacia el
sistema dominante, ellos eran: los criollos. Al parecer para que la mentada agrupación
pueda acceder realmente al poder, se tendría que buscar la independencia total; pero
16 Scarlett O'phelan. K u ra k a s s in s u c e s io n e s . D e l c a c iq u e a l a lc a ld e d e lo s in d io s . Cuzco. Centro Bartolomé de las Casas. 1997.17 Heraclio Bonilla. C la se s p o p u la re s y Esta d o en el co n te xto d e la crisis co lon ial. En: Heraclio Bonilla. La independencia del Perú. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2001.18 Existen artículos que tratan de los primeros levantamientos emancipadores dos de ellos está contenido en una compilación; así tenemos a Lizardo Seiner. "La rebelión de Tacna de 1811" y Glave, Luis Miguel. A n te c e d e n te s y n a tu ra le z a d e la re v o lu c ió n d e l C u zc o d e 1 8 1 4 y e l p r im e r p ro c e s o e le cto ra l. En Scarlett O'phelan (comp). La in d e p e n d e n c ia d e l P erú . D e lo s b o rb ó n e s a B o lív a r. Lima. Instituto Riva Agüero. 2001.
II
47
para ello se debía esperar la convergencia de algunos hechos producidos en la
península ibérica.
A principios de la centuria decimonovena, la tierra natal de Miguel de
Cervantes y Cristóbal Colón era invadida por las fuerzas napoleónicas; el rey Fernando
VII, era depuesto de su cargo, en su lugar era colocado José Bonaparte, hermano del
emperador francés: Napoleón Bonaparte. La respuesta de las colonias en América no
se hizo esperar. Ante la ausencia de un poder central, cada virreinato se organizó y
formó juntas de gobernación, que servirían como centros de auto-administración,
todas ellas, elegidas mediante comicios electorales, reuniéndose, finalmente, en la
ciudad española de Cádiz; en donde de manera conjunta declararon su repudio al
nuevo monarca galo y su fidelidad al rey de la dinastía Borbónica.
Lo interesante de las cortes es que ellas al principio solo fueron entes de
control y gestión dedicados, además de administrar sus zonas, el de escribir
pronunciamientos de respaldo al monarca hispano; pero con el correr de los meses sus
premisas iniciales cambiarían radicalmente, ya que desde las Cortes de Cádiz, gracias a
la infiltración de personajes de pensamiento liberal dentro de sus filas, se comenzaría a
discutir una posible ruptura con la corona. En otras palabras en ese lugar no se
debatían la forma de servir al rey y mostrar su apoyo, sino de algunas formas
alternativas de gobierno libre, a la de una colonia dependiente, así como la concepción
y el otorgamiento de la ciudadanía19, ello último estudiado por la investigadora
peruana O'phelan. Finalmente todos estos dilemas y debates se desenlazarían en la
estructuración de la constitución liberal de 1812.
Una vez concluida la guerra por la reconquista de España; derrotados y
expulsados los franceses (1814), la corona se daría con la sorpresa -cuando al volver a
sus labores de siempre que era el de controlar y fiscalizar a las colonias- de apreciar el
nivel de "independencia" que ellas habían alcanzado. Esta situación para los intereses
del reino hispánico era intolerable; a tal punto que, enviaron a Latinoamérica un
19 Scarlett O'phelan. C iu d a d a n ía y e tn ic id a d en la s C o rté s d e C á d iz . En: Elecciones. Lima. Oficina Nacional de Procesos Electorales .N° 1/2002.
48
ejército al mando del general Riego, cuya misión inmediata era el de eliminar todos los
focos que alguna vez representaron las juntas de gobernación en Hispanoamérica.
El encargado de esta ardua tarea en el aspecto político, en el país; sería el
virrey Abascal20 quien con una política como el historiador Brian Hamnett tilda de
antirrevolucionaria, entraría en la etapa de rescatar el bien perdido. Si bien
entendemos que el trabajo de Abascal fue una constante lucha armada con todos los
lugares que adoptaron un manejo autónomo, ello en realidad no fue así; de hecho para
someter a muchas de las provincias "rebeldes" se utilizaría los recursos diplomáticos,
ahorrándole tiempo, esfuerzo y dinero; en caso contrario de que todo hubiese sido
peleas nunca hubiese terminado o si se finiquitaba lo hacía con el peligro de quedar
desgastados y ser posiblemente derrotados en un futuro no muy lejano.
Pero si bien con la conciliación de algunas partes y supresión armada de
otras, se trató de estabilizar las colonias, ya no se volvería a la realidad de antaño; más
aún el auge de los movimientos pro-libertad irían en aumento, dándose resolución
efectiva tanto en Venezuela como en la Argentina, puntos estratégicos que prestarían
ayuda al resto de países a terminar la tarea iniciada años atrás.
Ambas corrientes libertadoras convergerían finalmente en nuestro país; en
donde la acumulación de luchas, primero ideológicas criollas, armadas mestizas-
indígenas y luego armadas-ideológicas multisectorial, ayudaron a fulminar las
columnas que sostenían el reino de habla hispana.
2.2.- Somos libres seám oslo siempre
Uno de los viejos temas que quedan aún dentro de la agenda académica es saber quien
o quienes son los verdaderos responsables de la Independencia. Es en medio de esa
discusión, que hasta la fecha, sin todavía una explicación contundente, la que nos
ocasiona la existencia no de una sino de muchas respuestas.
20 Brian Hamnett. L a p o lít ic a c o n tr a rr e v o lu c io n a r ia d e l v ir re y A b a s c a l. P e rú (1 8 0 6 -1 8 1 6 ). Lima. Instituto de Estudios Peruanos. Documento de trabajo N° 112/2000.
II
49
En primer lugar encontramos la explicación legada por la historia clásica,
quien acompañada de los rituales patrióticos más fervorosos celebrados la última
semana del mes de julio, nos presenta a la proclama de José de San Martín como el
punto de quiebre que marcaría el inicio de nuestra era de libertad. La segunda fue
presentada en un artículo que en su tiempo, en plena revolución de las fuerzas
armadas, levantó harta polémica y mordaces críticas al momento de su primera
aparición en 1971, y que fue reeditada hace tres años21, Sus autores, el peruano
Heraclio Bonilla y la norteamericana Karen Spalding; sostienen que los responsables de la
salida de los españoles, fueron los ejércitos extranjeros, ya que en el Perú aún la concepción
colonial conservaba una vigorosa presencia. Lo que nos hacen suponer -ambos
historiadores- es que las iniciativas desde nuestro país eran imposibles de concebir.
Además de las posiciones, de cómo se produjo la Independencia22 existen
otras que surgieron en la década de 1980, como la propugnada por la historiadora Scarlett
O'phelan23 quien expresa el efectivo apoyo de las provincias; o el de los peruanistas entre
los que destacan: John Lynch, Thimothy Anna, etc.24, al sostener la activa participación de
las elites locales en la búsqueda de espacios de gobernación, para ello prepararían
complejos programas de legitimidad. Pero sea cual fuere las teorías que propulsó a la
empresa libertadora el cambio que propiciaba el traspaso de una colonia dependiente a un
Estado soberano; en donde diversos actores y provincias tuvieron mucho que ver. Un
ejemplo de ellos son los estudios de la participación regional lo tenemos en la costa norte,
sitio retratado por Susana Aldana25 quien en su trabajo Poderes de una región nos narra
21 Heraclio Bonilla y Karen Spalding. La in d e p e n d e n c ia en e l P e rú : la s p a la b ra s y lo s h e c h o s . En: Heraclio Bonilla. La independencia del Perú. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2001.22 Aunque es un trabajo "desactualizado" se hizo el intento de hacer un acercamiento. Daniel Loayza. La
in d e p e n d e n c ia d e l P e rú : a lg u n a s a p ro x im a c io n e s . En: x-storia. Lima. N° 2. 2002; otro estudio presente, pero desde una perspectiva global es la de Puente, José Agustín de la. L a h is to r io g ra f ía p e r u a n a s o b re e l
s ig lo X X . En Scarlett O'phelan (comp). La in d e p e n d e n c ia d e l P erú . D e lo s b o rb ó n e s a B o lív a r. Lima. Instituto Riva Agüero. 2001.23 Scarlett O'phelan. E l m ito d e la in d e p e n d e n c ia c o n c e b id a : lo s p r o g r a m a s p o lít ic o s d e l s ig lo X V III y d e l
te m p ra n o s. X IX . En e l P e rú y e l A lt o P e rú (1 7 3 0 -1 8 1 4 ). En Alberto Flores Galindo (comp.). In d e p e n d e n c ia
y R e v o lu c ió n . Lima. Instituto Nacional de Cultura. T II. 1987.24 Timothy Anna. T h e f a l l o f th e ro y a l g o v e rn m e n t in P e ru .Lincoln University of Nebraska Press. 1979; Jhon Lynch. Th e S p a n is h A m e r ic a n r e v o lu t io n s (1 8 0 8 -1 8 2 6 ) Nueva York .W. Norton. 1973.25 Susana Aldana. P o d e re s d e u n a re g ió n d e f r o n t e r a : c o m e rc io y f a m il ia en e l n o rte .Lima. Panaca. 1999.
50
desde la grave crisis financiera que atravesó la región norteña durante el último tercio del
siglo XVIII; producto de las presiones del libre mercado.
Serian, pues, los sobrevivientes de ese vendaval económico quienes
estarían destinados en la búsqueda de nuevos espacios geográficos de intercambio
comercial y a la vez de obtener una mayor presencia política a nivel nacional. Para
lograrlo tendrían que conquistar la ciudad de los Reyes, eso explica, el apoyo
económico a las expediciones de San Martín y Bolívar por derrocar a los españoles
anclados en Lima, además del acérrimo combate a Riva Agüero, quien pretendía
realizar un gobierno centralista desde la capital.
Pero sea algunas o ninguna de éstas las formas que nos lleven a los
responsables directos de la independencia o el apoyo de donde lo recibimos (sea interno
o externo), es, hasta la fecha, una conclusión general; que el país sea reconstruido de
pies a cabeza, quiere decir formar una nueva estructura; en distintos aspectos.
Uno de los primeros lugares en ser afectados seria las zonas burocráticas26;
debido a que la introducción al sistema republicano sentenciaba la muerte de algunos
entes de oficina venidos desde los tiempos coloniales27 que como era lógico, para la nueva
coyuntura ya no eran necesarias; sin embargo hubieron muchas personas que defenderían
la no extinción de esos lugares debido a que esos puestos así como sus sueldos hacían
conservar su status social, lo que llevó a un enfrentamiento entre quienes deseaban una
transformación a fondo del aparato estatal y los que estaban en contra; cuyo desenlace
fue finalmente la supervivencia de muchas instancias28 de tiempos de dominio hispánico.
26 Alejandro Diez Hurtado. "Transiciones comunitarias norteñas entre la colonia y la república". En Scarlett Ophelan y Yves Saint Geours (comp.) E l n o rte en la h is to r ia re g io n a l (s. X V III-X IX ). Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos/CIPCA. 1998.27 Gustavo Montoya. L a d e fe n s a d e l v ir re in a to "(...) el americano hoy, es el español mismo (...)". En: Gustavo Montoya. L a in d e p e n d e n c ia d e l P e rú y e l f a n t a s m a d e la re v o lu c ió n . Lima. Instituto de Estudios Peruanos/Instituto Francés de Estudios Andinos. 2002; del mismo autor. La c o n tr a rr e v o lu c ió n en L im a
(1 8 2 1 ). En: P e rú C o n te m p o rá n e o . Lima. N° 2. 2001.28 Heraclio Bonilla. C o n t in u id a d y c a m b io en la o rg a n iz a c ió n p o lít ic a d e l E s ta d o en e l P e rú In d e p e n d ie n te .
En: Heraclio Bonilla. La independencia del Perú. Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2001.Pero vale resaltar que el cambio de las instituciones políticas también lo serían las que cobraban tributo, si bien muchas de ellas siguieron con el mismo nombre y los mecanismos de antaño ahora tenían que rendirle cuenta a otras cabezas. Carlos Contreras. La tra n sic ió n f is c a l de la c o lo n ia a la rep ú b lica . En Scarlett O phelan (comp). La in d e p e n d e n c ia d e l Perú . D e lo s b o rb ó n e s a B o líva r. Lima. Instituto Riva Agüero. 2001.
II
51
Aunque mencionaremos que no solo fue la transformación operativa del
cuerpo estatal la que quedaría frustrada para el ingreso de los nuevos aires que se
respiraban en el otrora virreinato peruano; también lo sería uno de los primeros y
célebres proyectos de forma de gobierno; ello era el plan sanmartiniano.
Cabe resaltar que su propagandización estaría en manos del hábil político de
nacionalidad argentina, Bernardo Monteagudo quien cumpliría su realización a nivel
teórico más no práctico. El mentado personaje seria la cuartada de estudio de dos
historiadores nacionales. De un lado McEvoy29 plantea que Monteagudo al exponer sus
ideas en los espacios de opinión pública; los neófitos ciudadanos peruanos partícipes en la
política representativa mostrarían una opinión radicalmente contraría. Para que ese tipo
de proyecto monárquico-constitucional, propuesto por José de San Martín, no solo fracase
sino fuera expurgado de las propuestas gubernativas nacionales; los pobladores nativos
buscaron el apoyo conjunto de toda la comunidad limeña. Pero la gran interrogante es
¿cómo se convoca a todos los hijos del Perú? La respuesta sería con el argumento (y con
ayuda de los medios escritos) de que esta idea era elaborada y difundido por los
extranjeros y que la aplicación de esa propuesta en nuestro país iría en contra de todos los
sacrificios e ideales por buscar la autonomía necesaria, volviéndose a los males de antaño.
En pocas palabras lo que se trataba de invocar y forjar, según la susodicha historiadora,
más que a relucir la autonomía sería los sentimientos xenofóbicos; que desembocaba en la
formación de los primeros sentimientos nacionalistas; ya que los pobladores peruanos
comenzaron a sentir este espacio como suyo y que ningún invasor foráneo debiera volver
a inmiscuirse en asuntos de casa.
De otro lado Gustavo Montoya30, se concentra en la elasticidad de las
propuestas del secretario de San Martín, ante el voluble panorama que presentaba las
recientemente liberadas repúblicas sudamericanas, que a pesar de su correcto
29 Carmen McEvoy. E l m o t ín d e la s p a la b ra s : la c a íd a d e B e rn a rd o M o n te a g u d o y la f o r ja d e la c u ltu ra
p o lít ic a lim e ñ a (1 8 2 1 -1 8 2 2 ). En: Carmen McEvoy. F o r ja n d o la N a c ió n : e n s a y o s s o b re la h is to r ia
re p u b lic a n a . Lima Instituto Riva Agüero/Sewenece University. 1999.30 Gustavo Montoya. P e n s a m ie n to P o lít ic o d e B e rn a rd o M o n te a g u d o : e n tre e l a u to r ita r is m o y la
d e m o c ra c ia . En: Gustavo Montoya La in d e p e n d e n c ia d e l P e rú y e l fa n t a s m a d e la re v o lu c ió n . Lima. Instituto de Estudios Peruanos/Instituto Francés de Estudios Andinos. 2002.
52
seguimiento investigativo, Montoya cae en el historicismo analítico, al plantear teorías
muy desarrolladas en la práctica para la época que estudia.
Otro personaje "abandonado" por los debates en el Perú extrañamente es
Simón Bolívar. Tan sólo hemos detectado un par de estudios que son la excepción a la
regla; el primero es un corto ensayo que relata su venida; y su catapulte para el inicio
de los sueños de integración31. La otra es la que nos presenta Bonilla32 sobre la
inconsistente relación entre los indios y el libertador norteño, y su inserción en las
tropas, aunque en esa formación de batallones existirían muchas dificultades siendo la
principal la desobediencia de los étnicos para con los generales foráneos.
A nuestro parecer existen temas y grupos que son desapercibidos durante
tan importante etapa, como el punto de vista de los españoles residentes en el país, las
clases medias, los grupos subalternos, etc. Creo que al galopante paso que se va no
tendremos que esperar el 2021 -cuando se celebre los 200 años de vida republicana-
para tener estudios sólidos y así entender mejor nuestro nacimiento como país.
2.3. El transito del proteccionism o conservador a los sueños del liberalism o moderno
Tras la salida de Bolívar, en 1826, el extenso pedazo de tierra llamado Perú no era sino
un simple proyecto de nación en el papel. La consolidación del nuevo Leviatán
independiente -si tomamos prestados los términos del inglés Thomas Hobbes- y la
forja de una sólida comunidad nacional eran las tareas que quedaban por delante.
Las dificultades para llevarlas a cabo con éxito se nos hacen ahora evidentes,
aunque en aquel momento el entusiasmo y la confusión propios de la Independencia tal
vez disimularon un panorama sombrío en todos sus horizontes. Aquellos escollos
pueden resumirse en: la carencia de una clase o grupo social cuyo rol dirigente los demás
31 José Salcedo. B o lív a r n a c ió a la g r a n d e z a en e l P erú . En: Margarita Guerra, Oswaldo Holguín, César Gutiérrez (eds) S o b re e l P e rú : H o m e n a je a Jo s é A g u s t ín d e la P u e n te C a n d a m o . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.32 Heraclio Bonilla. B o lív a r y la s g u e rr illa s in d íg e n a s en e l P e rú . En: Heraclio Bonilla. "La independencia del Perú". Lima. Instituto de Estudios Peruanos. 2001.
II
53
aceptaron, la desorganización de las finanzas públicas, las hondas distancias y
resentimientos entre los grupos sociales y la escasa articulación del territorio.
Todos estos problemas mencionados estarían latentes en las primeras
cuatro décadas; pero al parecer, conforme pasaron los años estos obstáculos que
bloqueaban el buen desempeño del país serían mermados a su mínima expresión. Ello
se debe a la fortificación del Estado, que gracias a la aparición y comercialización del
guano; logró obtener el dinero necesario que le permitió apaciguar los ímpetus de las
regiones que, constantemente, reclamaban atención a sus múltiples demandas.
Podemos decir, en líneas generales, que con el inicio de esta "edad de oro"
en el Perú se daba, aparentemente, un giro copernicano de su status quo de corte
conservador y proteccionista, hacia uno de matiz liberal; como ejemplo de ello, lo
tenemos en el proceso de modernización y ampliación de los derechos sociales así
como la liberación de los mercados nacionales, empero esto fue tan solo un espejismo
ya que el agotamiento del guano ocasionó su caída comercial y con ello no solo el fin
de la prosperidad económica sino de todo en lo que a avances sociales se había hecho.
Es importante resaltar que para las actuales investigaciones, que estudian
las primeras décadas de vida independiente, ha dejado de tener vigencia la
concentración exclusiva de los sucesos ocurridos en Lima o las anécdotas vivenciales
de los muchos inquilinos, que tuvo en esos tiempos, la vieja y colonial casa de Pizarro.
En lugar de ello se comenzó a analizar los discursos y los proyectos que tenían bajo el
brazo nuestros diversos mandatarios o los grupos de poder.
Serían, pues, las facciones limeñas los primeros en adjuntar un conjunto de leyes,
dando el nacimiento contra viento y marea de la primera constitución en el año de 1823. Este
primer intento, de colocar, de una vez por todas, las reglas del juego de la política nacional33 de
manera clara, fue descrita por el historiador peruano Cristóbal Aljovín, quien nos señala que a
pesar de tener interesantes premisas para la consolidación y funcionamiento de una nación
33 Uno de los conatos fue al tratar de llevar al funcionamiento la constitución de 1823, aunque fracasaría al no contener a todos las fuerzas del país y tener un discurso fragmentador en lugar de contar todo lo contrario. Cristóbal Aljovín. L a c o n s t itu c ió n d e 1 8 2 3 . En: Scarlett Ophelan. En Scarlett Ophelan (comp). La in d e p e n d e n c ia d e l P erú . D e lo s b o rb ó n e s a B o lív a r. Lima. Instituto Riva Agüero. 2001.
54
moderna, tuvo dentro de su contenido un grave defecto, que también la arrastrarían todas las
cartas magnas que la seguirían hasta el año 1862; ello sería la no canalización de todas las
fuerzas e intereses de la recientemente constituida República34.
Los encargados de buscar que su región estuviera no solo dentro de los
novísimos derechos constitucionales sino que estuviera representado dentro del
gobierno central; así como de beneficiarse de las inversiones públicas35 serían los
famosos caudillos36. El objetivo de estos personajes -adem ás de poner en
funcionamiento y cumplimiento- cuando llegaban al sillón presidencial sus cartas
magnas era el determinar algunas normas, decretos y leyes, de preferencia de carácter
económico, a favor de la persona o conjunto de personas que los habían apoyado, de
distintas maneras, como bien nos señala el norteamericano Paul Gootemberg37; quien
además nos explica que las medidas legales, aplicadas por los diversos reyes sin
corona, estaban direccionadas, principalmente, hacia dos tipos de lineamientos: o al
proteccionista o el liberalista, pero no a ambas.
El primero de estos lineamientos fue promovido, exclusivamente, por los
comerciantes nacionales, quienes al no poder competir con los productos traídos de
fuera; presionaban a los gobiernos que habían auspiciado en su llegada al poder
político; para que emitan algunas disposiciones legales de tal manera que coloquen a la
mercancía foránea altos impuestos al momento de su ingreso a los puertos nacionales.
De esta manera los comerciantes extranjeros, ante esas trabas, o no deseaban
comercializar en los mercados nativos o si lo hacían, exponían al público consumidor
precios nada tentadores, que al final derivaba, para el vendedor, en cuantiosas
pérdidas; haciendo poco atractivo la inversión extranjera en estas tierras.
34 Es interesante, resaltar que cada una las constituciones durante la era de la anarquía estuvo acompañado de un léxico constitucional muy variado y rico, que podemos imaginar que se trata de propuestas de gobierno acompañaba discusiones políticas muy amplia no sesgadas de la proyección regional sino del desarrollo como país.35 Cristóbal Aljovín. "Poderes locales en la primera mitad del s XIX". En: H is tó r ic a . Vol. XXI. 1997.36 Cristóbal Aljovín. C a u d illo s y C o n s t itu c io n e s . P e rú 1 8 2 1 -1 8 4 5 . Lima. Instituto Riva Agüero/Fondo de Cultura Económica. 2000, del mismo autor "Violencia y legitimidad: las revoluciones entre 1827 y 1841". En: A p u n te s . Lima. N° 39/1996.37 Paul Gootemberg. C a u d illo s y C o m e rc ia n te s . La fo r m a c ió n e c o n ó m ic a d e l E s ta d o p e ru a n o (1 8 2 0 -1 8 6 0 ). Cuzco. Centro Bartolomé de las Casas. 1997.
II
55
Mientras que los simpatizantes de las ideas hechas por Adam Smith, eran
de preferencia extranjeros y por algunas minúsculas facciones locales sureñas. De igual
manera que sus pares proteccionistas los liberales también se alineaban detrás de un
caudillo que pueda aperturarles un espacio necesario para el desarrollo de sus intereses
así como el cuidado de los mismos.
Pero en lo que se explicó anteriormente, según al compás de los estudios
hasta ahora hecho con respecto a esta época, solo encontramos investigaciones de los
intentos participativos de los norteamericanos más no para otras nacionalidades;
aunque los estadounidenses no fueron los más vehementes para el ingreso del sistema
liberal. Quienes tendrían esa angustiosa tarea de insertar el liberalismo dentro de
terruño peruano serían los ingleses; empero encontrarían en la figura de José Félix
Iguain, un xenofóbico británico por excelencia, el enemigo ultranza para su constante
fracaso; quiere decir que en donde había un puerto que recepcionaba los productos
británicos o había enclaves que abrigaban casas comerciales del habla de Shakespeare;
siempre ellos serían destruidos por el mentado personaje y sus secuaces; el cual sería
presentado por Celia Wu Brading38 que nos describe su participación detrás del poder.
En los tramos finales de esta etapa existiría un proyecto no solo de capitalizar
un status quo gubernativo sino la elevación estratégica comercial y geopolítica: a ello se le
conocería con el nombre de Confederación. La versión oficial señala que esta surgió por
iniciativa del país del altiplano y cuya desarticulación estuvo a cargo del país de la estrella
solitaria. Sin embargo esta concepción radicalmente ha cambiado, primero comenzando
con el cambio de título ya no tildándose como la confederación peruano-boliviano sino
sería la "guerra de la secesión andina39"; título colocado por Gootemberg quien descubrió
que esta lucha no fue un enfrentamiento entre países sino entre facciones regionales
comerciales, como era más lógico para esos años. Pero para ser más específicos es el
enfrentamiento entre el norte y el centro peruano, conservadores; versus el sur nacional y
38 Celia Wu Brading. E l g e n e ra l Jo s é F é lix Ig u a in y la c u e st ió n in g le s a . En: Margarita Guerra, Oswaldo Holguín, César Gutiérrez (eds.). S o b re e l P e rú : H o m e n a je a J o s é A g u s t ín d e la P u e n te C a n d a m o . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.39 Paul Gootemberg, C a u d illo s y C o m e rc ia n te s . L a fo r m a c ió n e c o n ó m ic a d e l E s ta d o p e ru a n o (1 8 2 0 -1 8 6 0 ). Cuzco. Centro Bartolomé de las Casas. 1997.
56
Bolivia de tendencia liberal, en otras palabras quienes estaban frente a frente eran los,
principales, sectores promotores de caudillos por excelencia.
El primer intento de unión entre los sudistas peruanos y los altiplánicos, partiría
como punto base la ciudad del Cusco. Ella sería liderada por Gamarra que a pesar de contar
como arma estratégica los periódicos40 -como lo tuvieron pocos- por no decir ninguno de sus
correligionarios en acción, fracasaría. Chales Walker explicaba que su derrota se debía a una
combinación de circunstancias. Primero al ser relativo su existencia en la defensa de sus tierras
y recursos; en segundo lugar una actitud cautelosa en relación al apoyo de ciertos caudillos, y
en tercero a la falta de elementos de negociación entre el Estado y los campesinos, entre otros
hicieron fracasar los intentos de poder constituir una base social sólida41.
El otro intento y quizás el más recordado por todos es el propiciado por Andrés
Santa Cruz42, personaje que seguía, los sueños de integración de Bolívar; y ahora lo haría
desde su país43, en el cual tenía incluso muy trabajado la codificación para legalizar sus
intentos de unión44. A pesar de ello sería derrotado, el motivo -según la opinión de
Aljovín45- es la puesta en marcha por parte de los peruanos, de su fuerte nacionalismo (del
norte y el centro); que los movilizó para rechazar la fusión con los bolivianos.
Otra explicación y quizás la más contundente es que los conservadores al ver
el galopante avance de los liberales, pidieron la ayuda del gobierno chileno consolidado ya
como país, pero más no como nación. Al ver el dantesco circuito comercial geográfico que
se produciría si la confederación triunfaba decidió atacar a este intento de unidad que se
veía más serio y mejor elaborado que el promovido por los gamarristas desde el "ombligo
40 Charles Walker. La o rg ía p e r io d ís t ic a : p r e n s a y c u ltu r a p o lít ic a en e l C u z c o d u ra n te la jo v e n R e p ú b lic a . En: Susana Aldana et al. Homenaje a Félix Denegrí Luna. Instituto Riva Agüero. 200041 Charles Walker. D e T ú p a c A m a r u a G a m a rra . C u z c o y la fo r m a c ió n d e l P e rú R e p u b lic a n o (1 7 8 0 -
1 8 4 0 ).C u z c o . Centro Bartolomé de las Casas. 1999.42 Jaime Urrutia. N u e v a s f r o n t e r a s d e un v ie jo e s p a c io : S a n ta C ru z, e l s u r a n d in o y la c o n fe d e ra c ió n
p e ru a n o -b o liv ia n a . En Xavier Albó, María Inés Arriata e t al. La in te g ra c ió n a n d in a : c in c o s ig lo s d e s p u é s .
Cuzco. Centro Bartolomé de las Casas. 1996.43 Susana Aldana. La c o n fe d e ra c ió n p e ru a n o -b o liv ia n o . Lo s ú lt im o s s u e ñ o s b o liv ia n o s y lo s p r im e r o s d e
in te g ra c ió n . En: Susana Aldana e t al. H o m e n a je a F é lix D e n e g r í Luna. Lima. Instituto Riva Agüero. 2000.44 Carlos Ramos. H is to r ia d e l d e re c h o c iv il p e r u a n o II. La c o d if ic a c ió n d e la c o n fe d e ra c ió n y e l c ó d ig o c iv il
d e 1 8 4 2 . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2001.45 Cristóbal Aljovín. La n a c ió n y la c o n fe d e ra c ió n p e ru a n a . En: Margarita Guerra, Oswaldo Holguín y César Gutiérrez (eds.). S o b re e l P e rú : H o m e n a je a Jo s é A g u s t ín d e la P u e n te C a n d a m o . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.
II
57
del mundo". De esa manera fueron dos expediciones las que derrotó a la unión. Ese sería
uno de los últimos grandes intentos de los caudillos, para tener la predominancia del país.
Durante las décadas de los 40 y 50, del siglo XIX, hasta ahora todo un misterio
para la historiografía actual; fueron los tiempos en donde se observó el desgaste de la imagen
de los caudillos; debido a los muchos años de luchas, sin un resultado concreto. Pero, además
de su hastió en la escena pública también es de considerar que su extinción se debió a que el
único y principal motivo que era el de reclamar el abandono de los proyectos estatales para las
regiones, como explicábamos líneas arriba, comenzaba también a desaparecer. Ello se debía a
la aparición de abundante dinero producto de la comercialización del guano46, el cual les sirvió
para que se halle los medios necesarios para poder comprar la anhelada paz social.
El ingente capital que se obtendría generó un boom en las inversiones
estatales a nivel nacional; sin discriminación. Pero si bien es cierto que pudo trabajarse con
una verdadera calma; lo cierto es que no se aprovecho ese estado; pero lo más trágico de
todo era que no existía una planificación exacta de lo que se debía hacer o qué camino
tomar. Prueba de ello es cuando se decidía por invertir en la modernización del aparato
estatal, se presentó una gran disyuntiva o se modernizaba su funcionamiento o se
descentralizaba; y de esta forma integrar a todo el país47 como lo explica Carlos Contreras.
Claro que el autor demuestra que se eligió la primera opción, debido a que la coyuntura
necesitaba contar con un Estado sólido, pragmático y negociador, para seguir
apaciguando a los otros sectores del país no gobernantes, que en años anteriores había
puesto en jaque mate a los distintos presidentes peruanos.
Pero grosso modo cuando se habla de la prosperidad falaz hablamos de
las loas remitidas hacia los gobiernos de Ramón Castilla quien en apariencia
significaba el triunfo del liberalismo, y quizás lo era en las discusiones o en ciertas
concesiones de derechos ciudadanos, como la ampliación del derecho al voto48, la
46 Carlos Palacios. G u a n o y S a lit re . En: Susana Aldana et al. H o m e n a je a F é lix D e n e g r í Lu n a . Lima. Instituto Riva Agüero. 2000.47 Carlos Contreras. M o d e rn iz a r s e o d e s c e n tra liz a rs e . L a d if íc il d is y u n t iv a d e la s f in a n z a s p e ru a n a s . En: Boletín del Instituto Francés de Estudios Andinos. Lima. N° XXV. 1996.48 Vincent Peloso. R e fo rm a s e le c to r a le s l ib e ra le s y e l v o to p o p u la r d u ra n te la é p o c a d e l g u a n o en e l P erú .
Lima. Instituto de Estudios Peruanos. Documento de trabajo N° 114/2001.
58
democratización educativa49, el control y la presencia estatal en el país50, el
surgimiento de una nueva elite, que intentaría recuperar la ciudad estancada en su
desarrollo urbanístico. Entablándose así una lucha entre lo que Gabriel Ram ón51,
denominada una cultura plebeya y una elite disciplinadora, enfocando su atención
en tres puntos: el entramado urbano, los nombres de las calles y las políticas
sanitarias así como medidas de concesión comercial para los extranjeros,
especialmente en la comercialización del guano. "Pero Castilla no era un Benito
Juárez, ni sus gobiernos pueden llamarse del todo liberales. Se llegó a form ular lo
que se conoce como el primer presupuesto peruano, que en verdad no llegó a reunir
los requisitos de un documento de ese tipo, y abolió impuestos de antiguo régimen
como el tributo indígena y el diezmo agrario, pero sin reemplazar eso s gravámenes
por otros más acordes al pensamiento liberal, como impuestos a la propiedad
territorial o a las ganancias52".
La causa de ese liberalismo abortado puede hallarse en la fiebre del guano
que comenzó a vivir el país precisamente durante el castillismo. Este significaría la
consolidación del Estado independiente, pero sobre bases económicas y sociales
sumamente frágiles, en la medida que descansaba en una mera inyección de dinero,
que no provenía del crecimiento del mercado y la producción interna. El largo ciclo de
prosperidad económica que trajo consigo las exportaciones de guano tenía un origen
claramente externo y una naturaleza absolutamente coyuntural.
49 El aumento del poder de adquisición de una determinada cantidad de población abría automáticamente nuevas puertas legales para los peruanos abrigados en las esferas subalternas; tanto hombres como mujeres. Quienes aprovecharían esta dorada oportunidad serían las féminas, cuando se constituyo distintos institutos de educación secundaria y superior; comenzando a repuntar en el campo de la literatura. Francesca Denegrí. E l a b a n ic o y la c ig a rre ra . La p r im e r a g e n e ra c ió n d e la s m u je re s
i lu s tra d a s en e l P e rú . Instituto de Estudios Peruanos/Flora Tristán. 1996.50 Arnaldo Mera. D e M a y n a s a Lo re to : e l o r ie n te p e ru a n o d u ra n te la a d m in istra c ió n d e l co ro n e l Á lv a ro O rtiz
(1 8 5 1 -1 8 6 0 ). En: Susana Aldana et al. H o m e n a je a F é lix D e n e g ri Luna . Lima. Instituto Riva Agüero. 2000.51 Gabriel Ramón. La m u ra lla y lo s c a lle jo n e s . In te rv e n c ió n u rb a n a y p r o y e c to p o lít ic o en L im a d u ra n te la
s e g u n d a m it a d d e l s ig lo X IX . Lima. Seminario Interdisciplinario de Estudios Andinos/Prom-Perú. 1999.52 Carlos Contreras/Marcos Cueto. H is to r ia d e l P e rú c o n t e m p o r á n e o . Lima Red para el desarrollo de las ciencias sociales. 2000.
II
59
2.4. (Des) consolidando las bases peruanas
La escasez del crédito monetario y de dinero circulante que mantuviera activo el
funcionamiento corporal del mercado, ocasionó automáticamente la bancarrota fiscal;
produciendo así una gran crisis económica en todo el país. La única forma de
amenguar sus crudos efectos, era mediante la comercialización de otro producto que
tuviera una demanda internacional tan fuerte como el guano. Ese producto sería el
salitre, estancadas sus ingentes reservas en las costas tarapaqueñas.
Pero este "sagrado maná" también era ambicionado por países ligados
históricamente al Perú, como lo eran Chile y Bolivia; cuya pugna comercial por el nitrato
de soda, se derivó en la Guerra del Pacífico. Las desastrosas consecuencias de este
conflicto bélico a gran escala produjeron inmediatamente una reconstrucción nacional
(término acuñado por Jorge Basadre), pero en esta etapa no sólo se replanteo la
reaparición de los edificios y de la economía, sino también de nosotros como nación.
La presencia del civilismo en las altas esferas del gobierno generó el
ingreso del primer partido organizado por elementos no militares. Es interesante
rememorar que el mismo tuvo como fundador a Manuel Pardo53 quien junto con su
grupo (conformado por banqueros y comerciantes) transformaría el modo de hacer y
entender a la política tal como se concebía en aquel entonces.
Ello se pudo apreciar desde las pugnas electorales; hasta su propio
programa de aplicación gubernativa. Y es que antes de 1872 las agrupaciones
partícipes para los cargos de la administración pública se formaban como producto de
los encuentros en los clubes electorales a pocas semanas de iniciarse la fiesta
democrática. Sin embargo, el Partido Civil, dejaría de lado esa "informalidad" y
comenzaría desde un año y medio atrás el trabajo por alcanzar la presidencia de la
república, lapso en que se utilizó en las elecciones una serie de métodos que lo
conducirían a la victoria.
53 José Carlos Martín. Jo s é P a r d o y s u s id e a s re s p e c to a c ó m o d e b e d e s e m p e ñ a rs e la p r e s id e n c ia d e la
re p ú b lic a . En: Susana Aldana et al. H o m e n a je a F é lix D e n e g r í Lu n a . Lima. Instituto Riva Agüero. 2000.
60
Entre esos medios se encontraba el uso del correo54, que le permitió
comunicarse con todos los rincones del país y otro era el asalto a los espacios
públicos55; mediante la constante publicación de diarios de filiación pro-civilista. Todo
este panorama histórico lo hemos llegado a conocer, gracias al aporte de Carmen
McEvoy, quien se encargaría de relatarnos la presencia de los cívicos en el espectro
nacional56, además la propia historiadora lo remarca como un hito para el exordio de la
política moderna en nuestro país.
Estando en el poder, los civilistas ofrecieron una serie de programas57 para
unir a todo el país, entre los que se incluía la construcción del ferrocarril, símbolo de la
modernidad y el progreso. Aunque la falta de dinero frustraron ese y otros planes que
no llegaron a realizarse.
Una hipótesis contraria a la de McEvoy, es la que sostiene el historiador
alemán Ulrich Mücke58 al señalar como exagerada sus propuestas, ya que la presencia
del Partido Civil, para el estudioso foráneo, no fue la construcción de un proyecto
complejo y estructural para todo el país; sino que su llegada al poder nos denotó
simplemente la presencia de un partido de corte liberal, con nuevas propuestas y una
elite que deseaba tomar su rol de clase dirigente.
Pero a pesar de estas encontradas opiniones, en algo coinciden. Y es que
en el Perú se comenzaría a implantar la llamada partidocracia. Empero todavía falta
por saber sobre los otros partidos que surgieron, las bases sociales con que se
sostenían y la recepción de la esfera popular ante el llamado proyecto civilista; entre
otros temas que deben aflorar cuando el debate académico comience a salir a la luz.
Ya que no solo debemos mostrarlo de forma unidimensional como lo hace la
54 Carmen McEvoy. E s ta m p illa s y v o to s : e l ro l d e l c o rre o p o lít ic o en u n a c a m p a ñ a p r e s id e n c ia l d e la
re p ú b lic a . En: Susana Aldana et al. Homenaje a Félix Denegri Luna. Lima. Instituto Riva Agüero. 200055 Carmen McEvoy. C iv iliz a n d o c a lle s , c r e a n d o c iu d a d a n o s : la c a m p a ñ a p r e s id e n c ia l d e lo s e s p a c io s
p o lít ic o s . En: D iá lo g o s en h is to r ia . Lima. N° 1. 1999.56 Carmen McEvoy. La u to p ía re p u b lic a n a . Id e a le s y re a lid a d e s en la fo r m a c ió n d e la c u ltu r a p o lít ic a
p e ru a n a . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 1997.57Carmen McEvoy."Seamos nación y no aves de pasaje". E l c iv ilism o y su p ro g ra m a d e n a c io n a liza c ió n d e lo s
e sp a c io s p o lítico s, e c o n ó m ic o s y g e o g rá fico s en e l P e rú (1 8 7 1 -1 8 7 6 ). En: Diálogos en historia. Lima. N° 2. 2000.58Ulrich Mücke. ¿ u to p ía r e p u b lic a n a o p a r t id o p o lít ic o ? C o m e n ta r io s o b re u n a n u e v a in te rp re ta c ió n d e l p r im e r c iv ilis m o . En: H istó r ica . Lima. Vol. XXII. N° 2. 1998.
II
61
historiadora McEvoy, y como bien la corrige Mücke59 sino contrastando visiones. Si
uno empieza analizar las piezas del rompecabezas puede encontrarse con muchos
elementos faltantes u otros que no encajaban de manera acertada.
Dentro de la historiografía nacional son casi inexistentes los estudios que
narran, específicamente, la caída de la agrupación de Pardo en las ánforas y del
establecimiento del gobierno de Prado, opositor de los autonombrados "decentes". Sería,
pues, durante el mandato del general Mariano Ignacio Prado en donde se finiquitaba los
argumentos para entrar en el proceso de una guerra externa, por el salitre producto que
reemplazaría al guano, como elemento que sería la esperanza para seguir obteniendo
dinero y así el país no se mantenga fuera de los avances de la modernización.
La Guerra del Pacífico ha sido un tema que ha causado y causa bastante
polémica cuando se pone en el tapete de discusiones. En ella salen a relucir las
reivindicaciones y los viejos resentimientos, todo ello analizado desde la visión de los
vencidos que efectivamente durante muchos años se plasmo en gran parte de los
libros con que sirven para la formación de la conciencia cívica nacional60. Pero ahora
los historiadores empiezan a descubrir otras vías y rompen los mitos de antaño.
Un ejemplo de ello lo demuestra la historiadora Carmen McEvoy61, al
hacerse presente en los acontecimientos que marcaron a la nación, de esa forma nos
ofrece la presencia de la mujer peruana -desde las fuentes chilenas- durante la toma
de la capital. En donde la coqueta tapada limeña prefería tener aventuras amorosas
con el mapochino triunfador y dejar a un lado a sus compatriotas perdedores.
En tanto para la participación de los chinos existiría un estudio muy meticuloso;
de carácter antológico que era el realizado por el antropólogo Humberto Rodríguez
59 Ulrich Mücke. E l lib e ra lis m o p e r u a n o d e s p u é s d e R a m ó n C a stilla . Id e a r io y p o lít ic a d e M a n u e l P a r d o . En: Susana Aldana et al. H o m e n a je a F é lix D e n e g r í Lu n a . Lima. Instituto Riva Agüero. 2000.60 Debido a la importancia del tema se realizó un balance José Chaupis y Emilio Rosario. D e sp u é s d e l
ce n te n a rio : u n a a p ro x im a c ió n b ib lio g rá fica a la G u e rra d e l P acífico . En: D iá lo g o s en h isto ria . Lima N° 3. 2002.61 Carmen McEvoy. B e lla L im a y a t ie m b la s llo r o s a d e l t r iu n fa n te c h ile n o en e l p o d e r : U n a a p ro x im a c ió n a
lo s e le m e n to s d e l g é n e ro en e l d is c u rs o n a c io n a lis ta ch ile n o . En: Susana Aldana et al. H o m e n a je a F é lix
D e n e g r i Lu n a . Lima. Instituto Riva Agüero. 2000.
62
Pastor62, al hacer una aproximación bibliográfica; regando en ese ensayo una serie de
propuestas que aún faltan ser profundizadas, además de ofrecernos documentos inéditos.
Otro de los trabajos que ha causado remoción en el ideario tradicional es el
que nos da a conocer Daniel Parodi63 al presentarnos con un estudio de carácter
binacional, el apoyo estratégico de Bolivia y no el cobarde abandono, así como la
presencia geopolítica de Arequipa cuidando en todo momento los intereses de la patria.
Además de señalarnos a Lizardo Montero, los tres juntos eran considerados como los
judas y con el aporte de Parodi; ahora tienen el calificativo de fieles aliados del Perú.
Después de la guerra se produjo la etapa de poder subsanar las secuelas
que el conflicto bélico había propiciado. Quienes tomarían esta tarea serían los
militares; estudiado por Torres64; quien nos informa a grandes rasgos de esa etapa aún
obscura en los anales historiográficos, aunque a nuestro parecer aún le falta por definir
en su análisis, sus cimientos teóricos y un apoyo más rígido en los documentos.
Vale resaltar que el Perú post-guerra tuvo la ocasión de poder volver a
replantearse el fondo y la forma del aparato estatal. Prueba de ello es en el proceso de
descentralización del poder65 y la fiscalidad66 temas estudiados por Contreras; quien
resalta la transformación de los mismos promovidos no por los peruanos, en esta
nueva etapa de nuestra historia; sino que fue legada por los chilenos durante su
estancia en el país; para su mejor administración.
Otro tema que para los últimos 20 años que surgía fue la definición de
cerrar nuestros problemas limítrofes con Chile. Para ser más específico era el
determinar de definir qué pasaría con los territorios cautivos de Arica y Tacna. Ello
sería mencionado por Asención Martínez Riaza67, quien nos informa de la mediación
62 Humberto Rodríguez Pastor. Lo s c h in o s en la g u e rra co n C h ile . En: D iá lo g o s en h is to ria . Lima. N° 2. 2000.63 Daniel Parodi. La la g u n a d e lo s v illa n o s . B o liv ia , A r e q u ip a y L iz a rd o M o n te ro en la G u e rra d e l P a c íf ic o
(1 8 8 2 -1 8 8 3 ). Lima. Pontifica Universidad Católica del Perú/ Instituto Francés de Estudios Andinos.64 Julius Torres. E l p a r t id o c iv il y e l in ic io d e l s e g u n d o m ilita r is m o . En: x -s to r ia . Lima. N° 1. 2000.65 Carlos Contreras. A u to r id a d e s p o lít ic a s lo c a le s y d e s c e n tra liz a c ió n en e l P e rú d e f in a le s d e l s ig lo X IX .
Lima. Instituto de Estudios Peruanos. Documento de trabajo N° 113. 2001.66 Carlos Contreras. Lo s in g re s o s f is c a le s en e l P e rú d e s d e e l f in a l la g u e rra c o n C h ile h a s ta e l p re s e n te . En: E c o n o m ía . N° 39-40. Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 1997.67 Asensión Martínez Riaza. La estela de l 98: la d ip lom acia y e l fru stra d o arbitra je de la co ro n a en el conflicto Perú-
C hile (1892-1896). En: Susana Aldana et al. Homenaje a Félix Denegri Luna. Lima. Instituto Riva Agüero. 2000.
II
63
española para definir los lineamientos finales del tratado de paz entre ambas
comunidades imaginadas; aunque su papel de intermediario quedaría frustrado por la
desavenencia de todos los países participantes.
Para los tramos finales del siglo diecinueve; se reluce algunas investigaciones
que desde la historia del género y cultura, en donde se analizan los proyectos
modernizadores del Estado y las elites locales. Para el primero de los casos tenemos hay la
construcción del discurso médico sobre el cuerpo femenino trabajado por María Emma
Mannarelli68. Mientras que para el segundo caso encontramos el estudio de Fanny
Muñoz69; ella nos relata, los intentos de orden en la ciudad de Lima de las diversiones
públicas, todo ello impulsado por las llamadas elites modernizadoras. Ello lo hacían con la
intención de la experiencia de la modernidad que se implementaba en Europa.
En lo concerniente al área laboral existían dos trabajos que se encargan de ello.
Mientras Augusto Ruiz Zevallos70 nos ofrece el panorama laboral de los grupos subalternos
nativos de Lima y sus identidades más significativas -la del trabajo y la del consumidor- en
momentos que protagonizaron revueltas en respuesta al desempleo y la carestía de
alimentos. Mientras que siguiendo con la línea de lo laboral estaría Wilma Derpich71
demostrándonos el surgimiento de los empresarios chinos a fines de la última década del
s.XIX; y lo difícil de salirse del legado de calificarlo como traidores al país que abría las puertas.
Fulminar esta parte del siglo XIX; aún falta mucho camino por recorrer y
vacíos que llenar, tanto de los más resaltantes actores y acontecimientos; como de los
que no son. Creemos que al paso que se va en lo concerniente a estos esfuerzos cuya
68 María Emma Mannarelli. C u e rp o fe m e n in o y d iscu rso m é d ico . En: M á rg e n e s, e n cu e n tro y d e b a te . Lima. SUR Casa de Estudios del Socialismo. Año IV. N° 19. 1997; de la misma autora. L im p ia s y m o d e rn a s . G én ero , h ig ie n e
y cu ltu ra en la L im a d e l n o ve cie n to s. Lima. Ediciones Flora Tristán. 1999 además d e S e x u a lid a d y c u e rp o
fe m e n in o . N u e v o s d iscu rso s y tra n sfo rm a c io n e s so c ia le s en L im a a f in e s d e l s ig lo X IX p r in c ip io s d e l X X . En: Margarita Zegarra (edit). M u je re s y g é n e ro en la h is to ria d e l Perú . Lima. CENDOC-MUJER. 1999.69 Fanny Muñoz. D iv e rs io n e s p ú b lic a s en L im a (1 8 9 0 -1 9 2 0 ). L a e x p e r ie n c ia d e la m o d e r n id a d . Lima. Red para el desarrollo de las ciencias Sociales. 2001.70 Augusto Ruiz Zevallos. La m u lt itu d , la s s u b s is te n c ia s y e l t ra b a jo . L im a (1 8 9 0 -1 9 3 0 ). Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2001.71 Wilma Derpich. E l o tro la d o d e l a zu l. E m p re s a r io s c h in o s en e l P e rú (1 8 9 0 -1 9 3 0 ). Lima. Editorial del congreso del Perú. Lima. 2000.
64
investigación es de corto y mediano aliento podremos poco a poco como mencioné en
la introducción cambiar el rostro de esta parte de nuestra Historia.
3. Larga duraciónAunque cada vez existen en menor número, como consecuencia de la rigurosidad del
análisis y la crítica; aún se puede señalar libros y artículos de gran envergadura
temporal, que abarcan todo el siglo decimonónico e incluso algunos lo sobrepasan y
terminan en los albores del siguiente siglo.
El primero que comentaremos es el que realizan de forma conjunta de
forma conjunta tanto Carlos Contreras como Marcos Cueto; con su Historia del Perú
Contemporáneo72. Siguiendo los clásicos lineamientos que nos lego Jorge Basadre. En
el libro encontramos un lenguaje muy factible y entretenido así como una propuesta
de muchos vacíos que aún faltan por estudiar. Aunque nos parece que ambos
historiadores debieron hacer algunas contrastaciones con las hipótesis que otros
autores propugnan, para así también conocer los debates que se pueden generar
desde ambas ideas. Pero ello no deslinda de ser una excelente guía, que además sirva
de modelo para otras etapas de la Historia; que constantemente deberá ser renovada;
ya que los avances en las investigaciones lo requieren.
El norteamericano Paul Gootemberg72 73, en su libro Imaginar el desarrollo.
Las ideas económicas en el Perú post-colonial; hace una exploración original y
estimulante del pensamiento económico en el Perú durante el siglo decimonoveno.
Gootemberg analiza las ideas y perspectiva sobre el desarrollo del país que tenían los
diversos sectores del país, desde intelectuales, estadistas, industriales y artesanos.
Planteando que los peruanos fueron capaces de elaborar, debatir y proyectar sus
propias imágenes del desarrollo nacional.
72 Carlos Contreras y Marcos Cueto. H is to r ia d e l P e rú C o n te m p o rá n e o . Lima. Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales. 2000.73 Paul Gootemberg. Im a g in a r e l d e sa rro llo . La s id e a s e c o n ó m ic a s en e l P e rú p o s t -c o lo n ia l. Lima. Instituto de Estudios Peruanos/Banco Central de Reserva del Perú. 1998.
II
65
Mientras para la peruana Carmen McEvoy74 con la mencionada Utopía
Republicana no solo se introduce en el Partido Civil y su participación en los ámbitos
políticos nativos (1872-1877), sino que traspasa las fronteras. La autora de manera
interesante comienza con una reflexión del pensamiento político, con interesantes
propuestas aplicables a su estudio; el cual se basa primariamente en la demostración
del republicanismo. Luego analiza toda la primera parte que es el gobierno de Pardo y
luego su pacto con las cúpulas militares post-guerra con Chile; para así reciclar su
imagen, concluyendo su predominio sobre la tildada República Aristocrática, hasta la
pared política que pusiera Leguía. El libro ofrece muchas iniciativas las cuales se puede
catapultar a la polémica que tanta falta nos hace.
Para el caso norteño de las comunidades peruanas el trabajo de Alejandro
Diez Hurtado75, basándose en técnicas antropológicas analiza el período comprendido
entre el siglo XVIII al XX; buscando explicar la dinámica de los cambios de lo
comunitario así como sus elementos constitutivos en este espacio geográfico. Además
nos muestra como los indios del común establecieron pactos a lo largo de su devenir,
uno con el estado colonial y otro con el posterior gobierno republicano. El proceso de
transformación de la organización campesina ha sido complejo, implica un fenómeno de
reconstitución de la propiedad de la tierra y la construcción de nuevos modelos de autoridad.
Carlos Contreras76 desde un interesante estudio nos informa sobre el
proceso burocrático productivo de desarrollo, embarcándose en los estudios de
descentralización y los intentos en el país que hubo para combatir a su mal por
antonasia: el centralismo visto a través de nuestra etapa republicana77. Ambos
estudios esparcen una serie de propuestas la cual tiene como común objetivo la
búsqueda del automantenimiento regional, quiere decir el fortalecimiento fiscal.
74 Carmen McEvoy. La u to p ía re p u b lic a n a : id e a le s y re a lid a d e s en la fo r m a c ió n d e la c u ltu r a p o lít ic a
p e ru a n a , 1 8 7 1 -1 9 1 9 . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 1997.75 Alejandro Diez Hurtado. C o m u n e s y h a c ie n d a s .P ro c e s o s d e c o m u n a liz a c ió n en la s ie r r a d e P iu r a (s ig lo s
X V III-X X ). Cuzco. Centro Bartolomé de las Casas-CIPCA. 1998.76 Carlos Contreras. E l c e n tr a lis m o p e ru a n o en s u p e rs p e c t iv a h is tó r ic a . Lima. Instituto de Estudios Peruanos. Documento de trabajo N° 127. 2002.77 O p cit.
66
La historiadora española Pilar García Jordán78 nos abre un nuevo derrotero
para los estudiosos de la materia, al acercarnos a los desconocidos históricamente
orientes peruano y boliviano. La preocupación desde las reformas borbónicas, fueron
transmitidas a la etapa republicana en donde la elite como aportadora, el Estado como
impulsador y la iglesia como ejecutora, intentarían constantemente tener una presencia
real en la Amazonía; el cual lo lograrían hacer en la década de 1940, del siglo XX.
El chinólogo por excelencia, Humberto Rodríguez Pastor79 nos da a
continuación un profundo estudio de la comunidad china y su inserción en el país, que
alguna vez lo menosprecio, pero que con el transcurrir del tiempo supieron ganarse su
confianza. Además se inserta una serie de anécdotas y singularidades de tan mística e
interesante comunidad. A través del método biográfico se introduce en la vida
cotidiana formadas por chinos y mestizos de origen andino o criollo-africano.
Mientras Fernando Armas Assín80 trabaja los poderes ocultos
(protestantes y masones) y los otros del poder económico (liberales); quienes ligados
por su marginalidad en un país mayoritariamente católico y conservador, armaron un
espacio de reproducción en los diversos campos multiaspectivos y aunque pasó mucho
tiempo para tener su oportunidad aún les fue difícil afincarse totalmente El mismo
autor en un artículo81 nos expresa los diversos matices que fueron apareciendo.
Otro ensayo que abarca a toda la centuria decimonónica, es el de José
Francisco Gálvez82 y la evolución del poder que el Estado peruano presenta de forma
variopinta, el cual no cambiaba de esencia pero sí de manos y con ello de una serie de
78 Pilar García Jordán. C ru z y A ra d o , F u s ile s y D iscu rso s . L a c o n s tru c c ió n d e lo s o r ie n te s en e l P e rú y
B o liv ia (1 8 2 0 -1 9 4 0 ). Lima. Instituto de Estudios Peruanos/Instituto Francés de Estudios Andinos. 2001.79 Humberto Rodríguez, Pastor. H e re d e ro s d e l d ra g ó n . L a c o m u n id a d c h in a en e l P e rú . Lima. Ediciones del Congreso del Perú. 2000.80 Fernando Armas Assín. L ib e ra le s , p r o te s ta n te s y m a so n e s . M o d e rn id a d y to le r a n c ia re lig io sa . P e rú X IX .
Cuzco. Centro Bartolomé de las Casas. 1998.81 Fernando Armas Assín La s id e a s e c o n ó m ic a s d e l s ig lo X IX . En: Margarita Guerra, Oswaldo Holguín y César Gutiérrez (eds.) .S o b re e l P e rú : H o m e n a je a Jo s é A g u s t ín d e la P u e n te C a n d a m o . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.82 José Francisco Gálvez. E l p o d e r d u ra n te e l P e rú d e c im o n ó n ic o . En. Margarita Guerra, Oswaldo Holguín y César Gutiérrez (eds) .S o b re e l P e rú : H o m e n a je a Jo s é A g u s t ín d e la P u e n te C a n d a m o . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2002.
II
67
matices. Así tenemos su relación con el liberalismo, el desarrollo internacional
(fronteras); las regiones, las parroquias y los militares.
Los trabajos que reflejan un largo sentir para el siglo XIX son muchos, pero
presiento, a modo personal, que ellos se encuentran en peligro de extinción; debido a
que pocas personas lo ven complejo y dificultoso, así como de ser una fácil víctima de
las más mordaces críticas, por su propia naturaleza, que lo convierten en una tentación
poco provocativa.
Esa manta que cubría la visión sobre lo complejo e interesante que fue el
siglo XIX, con el correr de los años está desapareciendo del discurso de los
profesionales de la Historia, aunque todavía quedan muchas interrogantes que aún
faltan ser cubiertas. La apertura a nuevas corrientes y tendencias ha generado, pues,
cambiar la visión que tenemos dentro de nuestra propia Historia, preguntarnos la
evolución sobre derechos ciudadanos, sobre la función orgánica del estado, en fin
complejas y simples vías que fueron abriéndose dentro de la historiografía nacional y
que con el correr de los años se están afianzando.
Pero cabe advertir que lo que trato de hacer no es colocarme en una
posición enemiga contra cualquiera de las influencias que nos han afectado en el siglo
XX en donde se encuentra desde el positivismo, el estructural funcionalismo, los
Annales; hasta los estudios posmodernistas, siendo estos últimos los que ayudaron a
redescubrir y no a destruir como al parecer muchos malintencionadamente pregonan
otra visión de la Historia. Porque es innegable que la ciencia histórica, como el
conjunto general de las ciencias sociales actuales, se encuentran en un claro proceso
de redefinición radical. Y ello, no en el sentido de la tantas veces convocada, pero
nunca bien ilustrada ni fundamentada crisis de la disciplina histórica, sino más bien en
el sentido de la caducidad evidente de todo un episteme organizador del completo
sistema de los saberes humanos.
68
Capítulo III
(R e ) construyendo la derrota.L a guerra del P a c ífico y su s e scrito s
( 1884 - 2 0 1 0 )'
El día 5 de abril de 1879, el gobierno chileno le declaró formalmente la guerra al
Perú. Este conflicto bélico duró cuatro años, después de las cuales sufrimos la
destrucción de nuestras frágiles bases materiales de producción económica, así como
las no tan sólidas estructuras de la sociedad y el Estado. El impacto que tuvo este
funesto conflicto bélico en la memoria colectiva nacional2 constituyó con el correr de
los años en lo que he denominado el "gran paradigma nacional". Ello en la medida en
que la Guerra del Pacífico se convirtió en una especie de punto de quiebre3 que puso
sobre el tapete sentimientos encontrados, por un lado enaltecedores como el heroico
valor personal, además de la acción patriótica de los sectores populares; y por el otro de
1 Su publicación original fue realizada en In v e s t ig a c io n e s S o c ia le s . Lima. Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales. 2008. N° 20. Para su presente publicación se ha realizado ligeras modificaciones.2 Debido a que al remembrar este tema nos cuestionamos nuestra definición como nación y el desenvolvimiento de sus actores ante el peligro externo.3 Entre las condenas impartidas por los variopintos cuadros intelectuales locales tenemos: 1.- Manuel Gonzáles Prada F ig u ra s y F ig u ro n e s . París Tipografía de Louis Belland et fils 1938, aquí nos retrata como sátira y desprecio de los personajes de la guerra, especialmente Piérola. Además de mantener una implacable crítica a las raigambres coloniales que amenguaron cualquier tipo de progreso, fomentando su exclusión; 2.- José Carlos Mariátegui 7 E n s a y o s d e la in te rp re ta c ió n d e la re a lid a d p e ru a n a . Lima. Ed. Amauta LXIV edición 1996; nos narra la falta de proyección de la clase dominante durante la era del guano, dejando pasar una oportunidad de hacer que el país avance; 3.- Luís Alberto Sánchez. E l P e rú : R e tr a to d e un p a ís a d o le s c e n te . Lima Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1963; en donde nos da a entender que la falta de constitución orgánica del país contrajo la irremediable derrota.
frustración y fracaso, debido a la incapacidad militar y la desunión de los grupos dirigentes
peruanos durante el desarrollo del conflicto. Si bien los primeros terminaron
predominando durante largo tiempo, los segundos sirvieron para ir no solo destruyendo
sino incluso reinventando varios de los mitos históricos construidos por los primeros.
Es así como este tristemente célebre acontecimiento de nuestra historia
patria4, nos presenta en su haber explicativo una enorme producción bibliográfica, la cual
incluye biografías, memorias, novelas, libros, artículos, balances, folletos, entre otros. Los
mismos que a pesar de su gran volumen no lograron muchos de ellos realizar una
evaluación objetiva de los hechos acontecidos durante la guerra de 1879, muy por el
contrario varios de estos escritos terminaron desembocando en una sucesión interrumpida
de interpretaciones ideologizadas de caracteres ortodoxos inmersas en una atmósfera de
ferviente nacionalismo patriótico; que ocultaron con sus innumerables páginas, las bases
estructurales del verdadero devenir histórico. Sin exagerar su permanencia como discurso
histórico hegemónico, podemos afirmar que mantuvieron su vigencia durante
prácticamente todo un siglo, es decir desde fines del mismísimo conflicto armado hasta la
celebración del centenario en 1979, aunque en todo este larguísimo trayecto hubo honrosas
excepciones. Empero, pasado los festejos por los cien años de la guerra, este convencional
modelo de concebir históricamente el enfrentamiento bélico con los chilenos; comenzó una
lenta pero inexorable metamorfosis, continuando el proceso con sus altas y bajas hasta
nuestros días, pero con un solo rumbo: la objetividad de lo acaecido.
Es por ello que en el presente capítulo daremos a conocer la evolución
teórica, metodológica, temática, incluso ideológica que ha tenido la Guerra del Pacífico
en nuestra historiografía. A largo plazo este acontecimiento histórico este análisis
estructural se ajusta a tres características que es necesario justificar. En primer lugar se
darán a conocer los más importantes y diversos escritos elaborados tanto por peruanos
como por extranjeros. En segundo lugar para una mejor presentación de los mismos, se
hará una clasificación en base a bloques cronológicos que rozarán con las llamadas
estructuras generacionales, que a pesar que pueda parecer rígida su elaboración, es más
4 Nikita Harwich VaNeniNa. La h is to ria p a tria . En: Antonio Annino y François Xavier Guerra (coordinadores). In v e n ta n d o la n a c ió n : Ib e ro a m é rica . S ig lo X IX . México D. F. Fondo de Cultura Económica. 2003.
70
bien bastante elástica, en la medida que lo que se busca es tratar de abarcar en su mayor
amplitud el sentimiento constructivo temporal de los diversos autores. En tercer lugar
esta clasificación nos permitirá también brindar ciertos aportes a nuestro derrotero
historiográfico, en la medida que se prestará atención a aquellos aspectos temáticos,
metodológicos, etc. que hayan sido poco explorados o incluso inexplorados para que
puedan ser abordados en futuras investigaciones y poder así ir construyendo un nuevo
discurso histórico que nos permita ir acercándonos más verazmente con nuestro pasado.
a. Una revisión a la crónica de los vencidos (1884-1910)
Entre los diversos autores que han abordado la Guerra del Pacífico, podemos
mencionar en primer lugar aquellos que padecieron en carne propia este penoso
conflicto, es decir a los "protagonistas directos" llámese militares y políticos; aunque
también hubo "protagonistas indirectos" como fue el caso de muchos extranjeros, que
sin proponérselo vivieron estos duros años de guerra. Sus diversos testimonios
expresaron la enorme frustración y ese sabor amargo de la derrota, hecho por el cual si
algo podemos observar claramente en sus escritos, como un denominador común, fue
el desprecio al terrible invasor sureño. Este total rechazo al "malo vencedor" chileno,
se convertirá en el más firme soporte para la invención de la tradición5 de los más
amplios y diversos rituales nacionalistas6. Imágenes colectivas-identitarias que de la
post-guerra en adelante serían transmitidas exitosamente de generación en
generación, convirtiéndose así en la conciencia histórica oficial peruana.
Una de las fuentes documentales que nos proporciona importante
información para aproximarnos a lo sucedido en 1879 son las memorias, a pesar de
ello este género histórico presenta en su tradicional estructura cronológico-
acontecimental fuertes limitaciones con respecto a la validez de su información, pues
5 Eric Hobsbawn and Terence Ranger The in v e n tio n o f tra d itio n . Cambrige, Cambrige University Press 1983.6 "Quizás nos sea, por ello un azar que la conciencia nacionalista que surge en el Perú, después de la derrota ante Chile haya sido fomentada por esos mismas clases altas que lo padecieron que esta guerra se haya constituido en un hato de la historia oficial; un tema clave en la concientización sobre la identidad nacional en las escuelas" Cecilia Méndez. L a te n ta c ió n d e l o lv id o : g u e rra , n a c io n a lis m o e
h is to r ia en e l P e rú . En: D iá lo g o s en h is to r ia . Lima N° 2, 2000.
II
71
en su mayoría esta fuente histórica brinda visiones parcializadas aunque no siempre
falsas de los hechos. Es así como podemos mencionar para los momentos previos al
conflicto, los esfuerzos diplomáticos del Estado peruano expresados en la experiencia
vivida por parte del plenipotenciario José Antonio Lavalle7 quien encabezó la alta -por
no decir imposible- misión de buscar el apaciguamiento en el conflicto boliviano-
chileno, intentando paralelamente proteger nuestros intereses nacionales. Ninguno
de los dos objetivos se llegaría a concretar, debido a la difícil tarea del diplomático
peruano por hacer prevalecer la idea de la no incongruencia entre la firma de la Alianza
Secreta Defensiva Peruana-Boliviana de 1873 y la actitud pacifista del Perú para con
Chile. Esta situación también se debió a la terquedad de malinterpretar lo sostenido
por Lavalle de parte chilena, intransigencia deliberada que terminó incluyendo al Perú
en un conflicto para el que no estaba preparado ni política ni militarmente.
Una vez declarada la guerra por parte de Chile, las acciones bélicas
comenzarían con los enfrentamientos marítimos en el Pacífico Sur, los cuales serían
retratados detalladamente a través de otra importante fuente histórica como son los
diarios personales8, y para el caso que mencionamos uno de los más completos es la
bitácora escrita por el Teniente Jorge Velarde al interior de nuestra más insigne nave
de combate: el monitor Huáscar9. El diario contiene las travesías hasta el combate de
Iquique, en donde al parece triunfaríamos, pero solo en la forma, en el fondo
habíamos quedados disminuidos estratégicamente. Otra de las embarcaciones que
participaría exclusivamente en la guerra y encontraron su fin en el puerto del Callao al
ser hundido en el marco de la ocupación de la capital para que así no cayera en manos
enemigas fue la corbeta Unión. El texto fue ubicado por Hernán Garrido Lecca en
donde se narra los pormenores y anécdotas de oficiales a bordo10.
7 José Antonio Lavalle. M i m is ió n a C h ile , Lima. Centro Histórico Naval, 1979.8 Los diarios al igual que las memorias como género histórico, no representan la versión única y definitiva de los sucesos, por el contrario es su posición parcializada la que lo define, por esta circunstancia se recomienda siempre una cuidadosa y prudente lectura de este tipo de texto. Al respecto para el caso peruano se puede consultar: César Gutiérrez Muñoz. " D o c u m e n to s p a r a la e n s e ñ a n z a d e la h is to r ia : la s
m e m o r ia s " en E n s e ñ a n z a d e la H is to r ia , N° 13, 1988.9 Jorge Velarde. D ia r io e s c r ito a b o rd o d e l H u á s c a r Lima. COFIDE, 1993.10 Hernán Garrido Lecca. D ia r io a b o rd o d e la c o rb e ta U n ió n . Lima. La casa del libro viejo. 2008.
72
Después de la lucha naval pasarían seis meses para que se llevara a cabo el
célebre combate de Angamos en donde el Huáscar, nuestro único monitor viviente,
sería capturado, reparado y reutilizado posteriormente por los chilenos en la
ocupación de Lima. Con su captura sumada a la anterior perdida de la Independencia
en Iquique, nuestra escasa y frágil "marina de combate" se vio en completa situación
de inferioridad en comparación con la flota chilena, el cual había adquirido algunos
años atrás modernos buques de combate, dejados de comprar por nuestro país dado
la aparente confianza que simbolizaba la alianza con Bolivia y el potencial
acercamiento con la Argentina.
Una vez obtenida la hegemonía marítima en el Pacífico, los chilenos vieron
que había llegado el momento de establecer un control directo sobre las tan
apetecidas salitreras, objetivo anhelado que provocaría que las luchas se trasladasen
ahora a tierra, siendo las mismas recopiladas bajo forma de memorias por Andrés
Avelino Cáceres11, quien describiría con un estilo confesional, aunque muy bien
detallados los pormenores de la campaña terrestre desde el bombardeo y desembarco
chileno en Pisagua hasta la derrota en Tacna el cual determinó la salida directa de
Bolivia de la guerra, aunque como se verá más adelante indirectamente siguió
apoyando al Perú. Los últimos tramos de las luchas en el sur serían completadas con
las noticias recibidas directamente del mismo teatro de operaciones, concluyendo con
la derrota del ejército patrio en Arica el 7 de junio de 1880 donde heroicamente
murieron Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte entre otros de los defensores del
morro. El trágico desenlace de esta acción bélica dejaría abiertas las puertas del país
para una total invasión chilena a la capital.
Es así como cumpliéndose con las órdenes emanadas desde La Moneda se
realizó la ocupación del país, en un primer momento como se ha señalado capturando la
región sur con nuestro más preciado recurso económico: el salitre; para en un segundo
momento buscando ponerle fin a la guerra, apoderándose del centro neurálgico del
11 Andrés Avelino Cáceres. L a g u e rra e n tre e l P e rú y C h ile Lima s/edit. 1921.
II
73
aparato del Estado peruano: la capital Lima12; con ese fin se organizó una sanguinaria
expedición, dirigida por el tristemente célebre Patricio Lynch: el barón rojo de la guerra.
Los tensos momentos vividos durante la ocupación chilena en Lima, serían
ampliamente descritos, desde una perspectiva acontecimental y política, por el
abogado civilista Francisco García Calderón13 quien se convertiría -con beneplácito y
anuencia de los chilenos- en Presidente Provisorio de lo que se conocería como el
Gobierno de La Magdalena. Es así como este gobernante de firme posición civilista y
antipieriolista14; nos describiría en sus memorias aspectos tan importantes como su
vertiginoso ascenso al poder por medio de una Junta de Notables; nos narraría
también los sucesos más saltantes producidos en la mesa de negociaciones de paz y
dentro de ésta su obstinada pero comprensible actitud de pagar solamente las
acostumbradas aunque onerosas indemnizaciones de guerra sin que ello implique
sesión territorial alguna, actitud que disgustaría a los cada vez más impacientes
chilenos, provocando con ello su posterior expulsión del Perú y su confinamiento en el
campo de concentración ubicado en la provincia chilena de Rancagua donde
prosiguieron las presiones pero sin éxito.
Si bien se había conseguido con éxito la toma de las tres veces coronada
Villa de los Reyes por parte de los chilenos, ésta no bastó para detener los
enfrentamientos bélicos; que muy por el contrario prosiguieron, teniéndose ahora
como nuevo escenario de guerra a la sierra central. Esta etapa sería bautizada con el
nombre de la Campaña de la Breña; teniendo al general Cáceres15 y a su esposa
Antonia Moreno16 como sus más reconocidos remembristas. En especial el primero, el
cual a pesar de no haber escrito personalmente sus memorias, su espíritu y prodigiosa
capacidad evocadora las anima y dicta. Por eso si bien predominan los recuerdos
12 Existen pocas memorias locales de la ocupación netamente, ello ha sido parte de los recuerdos que más adelante mencionaremos.13 Francisco García Calderón. M e m o ria s d e l C a u tive rio . Lima Librería Perú 1949; del mismo autor. M e d ia c ió n
d e lo s E sta d o s U n id o s d e A m é r ic a en la g u e rra de l P acífico . Buenos Aires. Imp. Librería de Mayo 1884.14 Una posición contraria es la de Ricardo Palma. C a rta s a P ié ro la , Lima Edit. Milla Batres 1974. En esta antología de cortas señala la admiración y apoyo en todo momento a Piérola, señalando con el dedo acusador a los malos padres de la patria (civilistas).15 Andrés Avelino Cáceres. M e m o r ia s d e la g u e rra d e l 79. Lima. Edit. Milla Batres 1979.16 Antonia Moreno de Cáceres. R e c u e rd o s d e la c a m p a ñ a d e la B re ñ a . Lima. Edit. Milla Batres 1974.
74
personales de naturaleza patriótica éstos recogen algo muy importante: el espíritu de la
época; por ejemplo cuando evoca entre sus páginas los peligros, frustraciones, glorias y
traiciones de una guerra que el gran Mariscal del Perú17 nunca consideró perdida.
De los diarios y memorias de la guerra, pasemos ahora a mencionar a aquellos
autores que han querido ir más allá de las remembranzas personales y se han aventurado
por iniciarse en el difícil camino de la investigación histórica18, en un momento en el cual
dada las circunstancias es doblemente encomiable, en la medida que tanto el Perú de la
post-guerra como la ciencia histórica estaban en plena reconstrucción. En este sentido
podemos mencionar la obra de Mariano Felipe Paz Soldán19, quien de manera bastante
general nos narra la totalidad de la guerra. Por un lado resaltando constantemente, los
esfuerzos del pueblo peruano por resistir los fortísimos embates del ejército chileno;
remarcando en todo momento, su gran valentía. Por otro lado describiendo la lenta pero
inevitable desestructuración del aparato estatal peruano desde el gobierno de Mariano
Ignacio Prado hasta el ascenso de Miguel Iglesias como Presidente Regenerador. Su obra
culminará en los momentos de la firma del Tratado de Ancón en 1883 punto final en el
conflicto salitrero donde el Perú cedió en forma definitiva el territorio de Tarapacá y por
diez años, la provincia de Tacna y el puerto de Arica entre los principales acuerdos. Cabe
mencionar además que este importante trabajo se vio facilitado en su elaboración, por la
estratégica posición que tenía Paz Soldán al interior de las altas esferas de poder político
de aquella época, en la medida que llegó a ser nombrado ministro en el ramo de Justicia
durante el gobierno del presidente Mariano Ignacio Prado, lo cual le permitió contar con
información valiosa de primera mano.
Los extranjeros también se hicieron presentes en las recopilaciones
generales de la Guerra del Pacífico. En primer lugar al italiano Tomás Caivano20, quien
a pesar de su esfuerzo por desentrañar los complejos avatares de esta guerra, su obra
17 La Asamblea Nacional, por ley n° 4009 de 10 de noviembre de 1919, le confirió el grado de Mariscal del Perú. El bastón correspondiente a esta jerarquía le fue entregado por el Presidente Augusto B. Leguía.18 Nicolás González/Víctor Mantilla/Ernesto Ricas. N u e s tro s h é ro e s . E p is o d io s d e la g u e rra d e l P a c íf ic o
(1879-1883). Lima. Imprenta del Ejército. 1979.19 Mariano Felipe Paz Soldán. N a rra c ió n H is tó r ic a d e la g u e rra d e C h ile c o n tra e l P e rú y B o liv ia . Buenos Aires, Ed. Internacional 1884.20 Tomás Caivano. H is to r ia d e la g u e rra d e A m é r ic a e n tre C h ile , P e rú y B o liv ia Lima s/Edit 1900.
II
75
termina convirtiéndose en un escrito donde lo que predomina son los ensalzamientos
nacionalistas, exaltando a las figuras locales que tuvieron una relevante participación;
impidiéndole cumplir así con sus más caros anhelos de lograr una completa
reconstrucción histórica de los hechos. En segundo lugar podemos mencionar al no
menos importante Clements Markham21, estudioso inglés que de manera más
orgánica e imparcial, nos ofrece una obra donde su aproximación a los hechos
históricos son expresados a través de caracteres estrictamente acontecimentales con
una abundante información documental. Finalmente, si bien en su obra se respira el
respeto y gratitud que tuvo el autor al país que le abrió sus puertas, éstas son
expresadas a comparación de su par italiano con menor intensidad patriótica.
Escritos sobre los diversos episodios de la guerra, no solo en el lado peruano22,
también existirían diversos legados desde el lado boliviano como el caso de Roberto
Querejazu o el chileno, este último con Daniel Riquelme, Vicuña Mackenna entre otros.
Si algo podemos concluir hasta aquí, es que tanto las memorias y diarios
como los primeros trabajos avocados a la investigación histórica elaborados por la crónica
de los vencidos sirvieron para ir bosquejando la imagen discursiva con la que se explicaría
la Guerra del Pacífico en adelante, una historia de carácter decimonónico, estructurado a
partir de acontecimientos donde tendrían un lugar por demás sobresaliente las batallas y
sus héroes, destacando en medio del fragor de la batalla la acción patriótica de los
ejércitos que éstos conducían valerosamente. Es así como esta estructura dual del
individuo magnificado dirigiendo a las masas en la batalla llegará a establecer el derrotero
de las futuras investigaciones históricas, cubriendo con su velo de entrega y valentía
heroica durante largo tiempo las bases estructurales del real acontecer histórico.
21 Clements Markham T h e b e tw e n P e ru a n d C h ile London Searle and Rivington 1882.22 Tenemos el caso de Francisco Salazar. La s b a ta lla s d e C h o r r illo s y M ira flo re s . E l a rte d e la g u e rra . Lima. Imprenta del Universo Carlos Prince. 1882/ Miguel Valle Riestra ¿ C ó m o f u e a q u e llo ? 1 3 d e e n e ro d e 188 2 . Lima. Tipografía El Lucero. 1929.
76
b. Remembranza a los hijos de la guerra (1910-1950)
Un siguiente grupo que podría ser caracterizado como "generacional23" a pesar de sus
claras diferencias, fue el que conformaron los llamados hijos de la guerra, nombre
surgido debido a que ninguno de sus integrantes24 había llegado a enfrentarse
directamente con las huestes chilenas a causa justamente de su prematura edad. A
pesar de ello todos tuvieron una característica en común, afrontaron de forma
conjunta sus graves secuelas, con sus hondas heridas que como era lógico pensar
buscaban ser curadas, cerradas y borradas. Es así como su horizonte político e
intelectual les hará interrogarse sobre lo que fue, es y quisiera que fuese el Perú,
dentro de un intento por reconstruir un país totalmente destrozado. Esta estructura
trinitaria de pensar al Perú en pasado-presente-futuro les hizo profundizar en muchos
de ellos ese espíritu maniqueo que dejó en sus corazones la Guerra del Pacífico de
victima peruano y verdugo chileno25, imágenes trágicas de un tiempo vivido en una
infancia lejana que será expresada claramente en sus escritos. Aunque también valga
la pena reconocer que hubieron matices con respecto a la forma como fueron
presentadas, a pesar de ello a lo máximo que se llegó fue a un cambio de forma, pero
más no de fondo en lo que se refiere a la manera de concebir la guerra salitrera.
Para aproximarnos a la diversidad de formas con la que abordaron la
historia bélica de 1879 los hijos de la guerra, los hemos clasificado en tres grupos
teniendo en cuenta su cercanía o lejanía con respecto al discurso histórico elaborado
por la crónica de los vencidos. Es así como en el primer grupo se encuentran aquellos
que prosiguieron la senda trazada por las memorias y los diarios, es decir relatando
vivencias que exaltaban la imagen heroica de diversos personajes y grupos sociales
23 En torno al concepto de generación hacemos uso del concepto por César Pacheco Vélez, a su vez inspirado en la brillante pluma de Ortega y Gasset, quien al respecto sostiene que la generación "representa una variación de la sensibilidad vital, un modo distinto de ver el mundo, de sentir la existencia y de interpretar la historia; cada nueva generación, con su minoría egregia y su contorno de masas, se lanza a la escena histórica con una trayectoria vital determinada. En el seno de ellas bullen también múltiples tensiones y dialécticas sociales y culturales".24 José Agustín de la Puente. L a s g e n e ra c io n e s en la g u e rra c o n C h ile En: Guerra Martiniéri Margarita et al. En to rn o a la g u e rra d e l P a c íf ic o . Lima Pontificia Universidad Católica del Perú, 1981.25 Esta concepción permitió la difusión del discurso adjetivado de perdedores buenos peruanos y vencedores malos chilenos.
II
77
durante la guerra contra Chile. Dentro de este rubro podemos mencionar a Adriana
Vernuil26 y su obra Mi Manuel dedicado a su esposo Manuel González Prada; en ese
texto la autora centra su atención a lo acontecido durante la permanencia chilena en la
capital, narrando acciones como el desembarco de Baquedano en Chilca que provocó
la defensa organizada de Lima dirigida personalmente por Nicolás de Piérola quien
recibió -resalta la autora- el apoyo de miles de reclutas venidos de la sierra la mayoría
procedentes de pueblos que apenas hablaban castellano, hecho que causo sorpresa
entre los limeños pero que motivó el enlistamiento de importantes elementos civiles -sin
contar las levas- de escasa preparación militar. El desenlace es conocido, la derrota en
San Juan, Chorrillos y Miraflores, captura de Lima por Baquedano y Lynch, hecho que
causó no solo miedo y zozobra entre la población debido a las amenazas de
destrucción que pendían sobre Lima, sino que también provocó la partida de Nicolás
de Piérola a la sierra central.
Los hechos siguientes serán retratados por Zoila Aurora Cáceres27 en su obra
La Campaña de la Breña, título que expresa claramente la temática de su escrito: la
resistencia de Cáceres y sus guerrillas en la sierra central. En esta mezclará las
experiencias personales con los relatos familiares resaltando en su obra no solo la figura
del paterfam ilis Andrés A. Cáceres sino de manera particular la de su esposa Antonia
Moreno, especialmente cuando describe el envió a la sierra central de vituallas y armas
desde la ocupada ciudad de Lima. El realce de este tipo de acciones forma parte de la
atmósfera de todo el texto, pues lo que busca la autora es destacar con grandes
adjetivos el sobresaliente rol desempeñado por los valientes peruanos en contraposición
al cruel y sanguinario papel cumplido por los chilenos en esta especie de tragedia griega.
El segundo grupo lo conforman aquellos que sin desligarse de la temática
desarrollada por los seguidores de la remembranza personal, se aproximan más a los
parámetros trazados por los iniciadores de la investigación histórica: acuciosidad en la
información vertida, estructura acontecimental, heroicidad en las acciones personales
etc. La mezcla de estos elementos le permitieron consolidar las bases estructurales de lo
26 Adriana Verneuil de Gonzáles Prada. M i M a n u e l Lima Imp. Torres Aguirre 1947.27 Zoila Aurora Cáceres. La C a m p a ñ a d e la B re ñ a . Lima Imp. Americana. 1921.
78
que se conocería como historiografía tradicional mejor llamarla institucional debido a su
total hegemonía como discurso histórico predominante en el Perú. Esta presenta en su
larga lista a uno de los más importantes como es Ricardo Luna quien en su obra El
Conflicto del Pacífico28 se introduce en los entretelones de las causas que provocaron la
guerra de 1879, llegando a la conclusión que el factor predominante que impulsó el
estallido del conflicto fueron las ambiciones geopolíticas chilenas de consolidar su
posición en el Pacífico Sur, para ello era necesario obtener nuevos recursos y territorios.
Una infaltable temática de rigor al interior de este grupo serán las llamadas
biografías heroicas, donde se hurgará en la vida, pasión y muerte de nuestros más
connotados héroes de la patria. Es así como podemos mencionar dos de las obras más
difundidas como fue la de Gerardo Arosemana: El almirante Miguel Grau y la de Manuel
Abastos Bolognesiy su hazaña, en ambos escritos se destaca principalmente la trayectoria
final de sus vidas, su acción heroica en el fragor de la batalla aunque no de manera aislada
sino envuelta en el sacrificio de quienes los acompañaron, es decir la oficialidad y la
soldadesca, lo cual le da un aspecto más humano a la inmolación de Miguel Grau y
Francisco Bolognesi. Completando esta imagen de las personas detrás de los héroes se
encuentran los que combatieron en la defensa de Lima junto a Belisario Suárez, Justo
Pastor Dávila y Andrés A. Cáceres jefes de línea de los reductos capitalinos, como fueron
los estudiantes de la Universidad de San Marcos retratados en la pluma de Francisco
Carvajal Seminario en su obra La Universidad de Lima y la Guerra del Pacífico29, en esta
obra los estudiantes universitarios aparecen desempeñando diversas tareas, en unos
momentos apoyando a la infantería en el campo de batalla, en otras socorriendo a los
heridos en las tiendas médicas, incluso realizando actividades para la recolección de
nuevos fondos que permitan mantener la defensa de Lima, imágenes luminosas que se
verán oscurecidas cuando las tropas chilenas ingresen tras su triunfo a los claustros
universitarios con la intención de saquear primero y utilizar después las instalaciones
como cuartel, esto ocurrió también con otros edificios públicos. 28 29
28 Ricardo Luna E l c o n f lic to d e l P a c íf ic o . Lima Imp. Miraflores 1919.29 Francisco Carvajal y Seminario La u n iv e rs id a d d e L im a y la g u e rra d e l P a c íf ic o Lima Ed. Lima 1929.
II
79
Finalmente el tercer grupo se encuentra principalmente conformado por los
miembros de la llamada Generación d e l90030, quienes lograron ir más allá de la vivencia
personal y de la clásica estructura positivista de narración acontecimental de las
acciones heroicas, en la medida que insertaron a la historia de la Guerra del Pacífico
dentro de una síntesis interpretativa total de la historia peruana31, con lo cual
construyeron una especie de paradigma historiográfica bastante sólida que se difundió
hasta la celebración del centenario. Con esto no solo le dieron el punto final de
evolución a la crónica de los vencidos sino que también con sus escritos firmaron la carta
de fundación de la moderna historiografía peruana una historia en la búsqueda del alma
nacional quienes se basaron en las ideas bersognianas. Para comprender esto veamos a
sus dos más dignos representantes: Víctor Andrés Belaúnde y José de la Riva Agüero.
Para Víctor Andrés Belaúnde32 la situación con la que afrontamos el
conflicto bélico contra Chile de 1879 contrastaba enormemente con ese pasado
esplendoroso de los Incas o de los Austrias, para él nuestro país se encontraba en una
interrumpida decadencia la cual se ahondó con la guerra33, por ello se interroga sobre
las causales que nos introdujeron en este conflicto. Es así como se sumerge en las
aguas de la acción diplomática, analizando los debates sobre la posición que asumiría
el Perú con respecto a la ocupación chilena de la provincia boliviana de Antofagasta y
al Tratado de Alianza Defensiva de 1873, para luego pasar a los servicios de mediación
que cumplió con muy poca suerte José Antonio de Lavalle, fracasos que se debieron
dirá el autor a la carencia de una clase dirigente. Si bien José de la Riva Agüero34 30 31 32 33 34
30 "En los primeras décadas de este siglo la vida universitaria e intelectual en el Perú estuvo marcada por la llamada generación del 900. Los intelectuales de entonces propugnaban el estudio científico de la realidad nacional, eran tibiamente anticlericales, y estaban opuestos a los factores negativos de la herencia hispánica. Pensaban que a esta herencia se debía a la aversión al trabajo manual y una cultura contemplativa y tuviese inclinaciones científicas, prácticas e industriales" en Carlos Contreras y Marcos Cueto. H is to r ia d e l P e rú C o n te m p o rá n e o Lima Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales, 2000.31 Alberto Flores Galindo. La im a g e n y e l e sp e jo : la h is to r io g ra f ía p e r u a n a 1 9 1 0 -1 9 8 6 . En: M á rg e n e s 4. Lima. 1988.32 Víctor Andrés Belaúnde. L a s c a u s a s d ip lo m á t ic a s d e la g u e rra d e l P a c íf ic o . En: R e v is ta U n iv e rs ita r ia
Lima 1918.33 Alberto Flores Galindo. La im a g e n y e l e sp e jo : la h is to r io g ra f ía p e r u a n a 1 9 1 0 -1 9 8 6 . En: M á rg e n e s 4. Lima. 1988. O p. C it. pp.5834 José de la Riva Agüero. O b ra s C o m p le ta s T. I. Lima: Pontificia universidad Católica del Perú, 1992.
80
llegará a la misma conclusión, él incorporará a su discurso la necesidad de construir la
nación peruana alrededor de una nueva clase dirigente que asumiera su pasado y fuera
capaz de afrontar los desafíos de un país poco integrado. Es así como concluye que fue
la no existencia de una nación peruana en el imaginario colectivo, sumada como ya se
dijo a la carencia de una clase dirigente las causas principales por las que nos
mantuvimos divididos y poco cohesionados para enfrentar al insaciable invasor chileno.
Un autor que a pesar de su condición de extranjero podría ser incluido
dentro de este último grupo generacional es el venezolano Jacinto López35 y su obra
Historia de la guerra del guano y del salitre, en la medida que expresa la misma
inquietud intelectual de los novecentistas, reflexionar sobre las causas que provocaron
el estallido de la guerra. Como bien lo destaca el título de la obra serán el guano y el
salitre, y principalmente este último la presa en disputa para el desencadenamiento
del conflicto; si bien lo propuesto por López no fue nada novedoso para la época, en la
medida que diversos autores resaltaron también la causa salitrera como el factor
detonante de la guerra, su aporte para el estudio de la Guerra del Pacífico consistió en
que fue el primero que lo abordó de manera orgánica; a pesar de ello la obra pierde
fuerza argumentativa en la medida que se encuentra escrita con una pluma
demasiado inclinada hacia el Perú en desmedro de las inversiones y la avaricia
económica chilena.
Producto de la evolución de estas tres formas de pensar la historia de la
guerra de 1879, es que se fue estructurando finalmente lo que se conocería como la
historiografía tradicional de carácter institucionalista, al ir modelando con sus
imágenes discursivas la conciencia histórica peruana. Este acaparamiento de la
memoria colectiva nacional por los tradicionalistas se logró a través de su
reconocimiento por parte del Estado como discurso histórico oficial. Es así que en este
contexto de defensa del culto a los héroes y de la necesidad por construir la nación
peruana, que los estudiosos de nuestra historia articularán sus intereses intelectuales
con los de nuestra elite política cívico-militar, constituyéndose en una especie de
35 Jacinto López H is to r ia d e la g u e rra d e l g u a n o y d e l s a lit re . Lima Ed. Milla Batres 1979.
cofradía que convertirá los días de las llamadas batallas heroicas nacionales en
habitus36 festivos patrióticos celebrados por todos los fieles devotos peruanos,
dándoles así una identificación no religiosa pero sí nacional en torno a un pasado
común. Será así como las vivencias de aquellos personajes que ofrendaron su vida por
la patria, es decir los héroes, como guías preclaros del sentir nacional, las que serán
recordadas reiteradamente a través de los textos escolares, las fiestas y monumentos
cívicos, los nombres de las calles y parques, etc.37. Lo cual si bien terminaría por
construir aparentemente una nación peruana, esta se encontraría dividida en dos
diametralmente opuestas ya que la dominante sociedad criolla católica y occidental
subordinaría con sus valores e ideales a la sociedad indígena y mestiza provocando en
estas hondas y agudas crisis de identidad nacional que estallarían años después.
c. Nuevos enfoques, vieja esencia (1950-1979)
A partir de la década de 1950 se abriría una nueva etapa con respecto al tratamiento
histórico de la Guerra del Pacífico por parte de la historiografía tradicional, esta sin ser
innovadora se caracterizaría por expresar una estructura dual de análisis, que con
cierto carácter maniqueo brindaría entre sus líneas por un lado el sentimiento del más
férreo orgullo patriótico por la acción valerosa de nuestros héroes y ejércitos; y por el
otro una cada vez más incontenible sensación de malestar y frustración heredada
debido a la derrota sufrida a merced de los chilenos que se ahondaba cuando se
recordaba la apropiación forzosa de nuestro territorio, culpa en gran parte de nuestra
clase dominante. Esta perspectiva histórica que entregaría por separado emociones
36 "Producto de la historia, el habitus produce prácticas, individuales y colectivas; produce, pues, historia en torno a los principios [...] engendrados por la historia, asegura la presencia activa de las experiencias pasadas que depositadas en cada organismo bajo la forma de principios de percepción, pensamiento y acción; tienden con mayor seguridad que todos las reglas formales y normas explícitas a garantizar la conformidad de las prácticas y su constancia a través del tiempo" en Pierre Bourdieu. E l s e n t id o p rá c t ic o .
Madrid Tauro Ediciones 1991.37 La tesis de Iván Millones ha estudiado los avatares por los que atravesó la figura heroica de Andrés A. Cáceres hasta llegar a convertirse su imagen simbólica en culto oficial del Estado peruano. Al respecto ver: Iván Millones. De caudillo militar a héroe nacional: la creación de la figura heroica del Mariscal Andrés A. Cáceres. E n tre la R e p ú b lic a A r is to c r á t ic a y e l T e rc e r M ilita r is m o (1 8 9 5 -1 9 3 9 ). Tesis (Mg. Historia). Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2002.
82
exaltadas de orgullo y decepción terminarían ramificándose en una imagen
ampliamente difundida en el imaginario nacional, nos referidos a la visión de los buenos
vencidos peruanos, los mismos que a pesar de su aplastante derrota serían reivindicados
debido a su heroicidad como víctimas de una guerra en la cual participaron sin estar
preparados como consecuencia de un macabro plan elaborado por Chile en su afán
expansionista38 39 40. Este discurso histórico sería matizado con diversos enfoques
interpretativos, empero estos mantendrían esa vieja esencia de un constructo
historiográfico que tenía ya medio siglo de vigencia y que se iba recreando a sí mismo.
A este grupo esencialista de mediados del siglo XX podemos dividirlo en
tres partes dependiendo de su cercanía o lejanía relativa con respecto al discurso
tradicionalista hegemónico. En primer lugar mencionaremos a los herederos natos del
culto heroico, como es el caso de Luís Humberto Delgado, consagrado tradicionalista
quien en su obra Estampas de la guerra entre Perú y Chile39, hace una visión
panorámica y general de la guerra de 1879, vista como ya era costumbre desde el
accionar mismo de los actores en conflicto, entregando al bando de los valientes
peruanos las loas más enfervorizadas y patrióticas, todo esto acompañado de un
importante acopio documental y una ágil narrativa. Siguiendo este estilo en 1971
publicaría Tres glorias: Angamos, Arica y Zarumilla40, obra en la que presenta con sumo
respeto y brindando los honores respectivos el desenlace trágico pero glorioso de
estas acciones bélicas, en donde si bien se obtuvo imaginariamente la victoria moral
terminaría siendo descrita como aplastante derrota en mar y tierra.
38 Un " d o g m a h is to r io g r á f ic a " difundido sacramente en la historia oficial peruano, es el que versa sobre la preparación militar chilena llevada a cabo desde 1870 lo cual es, asumido con algo de suspicacia racionalizada rebatible, ya que ¿para qué prepararse bélicamente contra el Perú con 10 años de anticipación; si ellos eran los dueños del salitre hasta 1875 año en que Manuel Prado ante el fracaso del sistema de estanco, estatizó los salitres? Sobre este mismo punto gira la interrogante de ¿por qué durante la campaña normal, se demoraron cerca de 6 meses para capturar al monitor Huáscar si ellos poseían una flota de navíos muy superior o es que técnicamente no la tenían? Si seguimos hurgando con algo de malicia detectivesca, encontramos muchas inquietudes que se transforman en interrogantes que merecen hallar respuesta.39 Luís Humberto Delgado E s ta m p a s d e la g u e rra e n tre P e rú y C h ile . Lima Arial Editores 1957.40 Luís Humberto Delgado T re s g lo r ia s : A n g a m o s , A r ic a y Z a r u m illa Lima Ed. Milla Batres 1971.
II
83
Otro autor destacado es Luís Alayza y Paz Soldán quien en su obra de 1956
titulada La Breña41 nos entregaría con un estilo narrativo bastante coloquial lo que fue la
resistencia en la sierra central, empero su obra pierde brillo al seguir fielmente los pasos
establecidos por sus predecesores, y hacer de su escrito un discurso panegírico al heroico
esfuerzo de nuestros soldados. Quien logra superar hasta cierto punto estos cánones
estilísticos de corte nacionalista es el R. P. Rubén Vargas Ugarte quién siguiendo la línea
trazada por su padre y fiel a su forma de hacer historia se avoca exhaustivamente a la
búsqueda y recopilación archivística, esto se observa claramente en su obra Guerra con
Chile. La campaña de Tacna y Arica42 donde nos entrega de manera brillante documentos
inéditos de la Campaña del Sur, predominando el uso de la correspondencia. Estos tres
autores glosados brevemente representan emblemáticamente el empantanamiento por
el que atravesaron los estudios sobre la Guerra del Pacífico en estos años, ya que si bien
aumentaba nuestro conocimiento sobre el conflicto a partir de nuevos documentos a
largo plazo la apología patriótica terminó tornando en estériles tan loables esfuerzos, en
especial para los futuros debates que vendrían sobre tan crucial coyuntura histórica.
Pero por suerte en nuestra historiografía no todos estuvieron adscritos
completamente a esta corriente, hubo honrosas excepciones o si se quiere más bien
personalidades solitarias, una de ellas es Jorge Basadre, historiador analítico
interesado por los aspectos teóricos y metodológicos de la historia, así como por los
temas relevantes de nuestra ciencia, uno de éstos fue hurgar sobre los avatares de la
guerra, este interés personal impulsará al boom historiográfico que vendrá con la
celebración del centenario del conflicto en 1979. Cabe indicar que esta necesidad por
explicarse la guerra salitrera fue producto de su propia vivencia personal, basta
recordar su traumática experiencia durante el intento de chilenización del territorio
tacneño43; y aunque muchos creyeron ver que Basadre tomaba una posición bastante
blanda al invitar dar vuelta a la página olvidando los resentimientos de antaño44,
41 Luís Alayza y Paz Soldán. L a B re ñ a . Lima, Editorial Limón. 1956.42 Rubén Vargas Ugarte. G u e rra co n Chile. La c a m p a ñ a d e Ta cn a y d e Lim a. Lima, Editorial Milla Batres. 1970.43 Jorge Basadre. La v id a y la h is to r ia . Lima, Banco Central de Reserva del Perú. 1988.44 Jorge Basadre. P e rú : P ro b le m a y P o s ib ilid a d . Lima, COTECSA. 1981.
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creemos por el contrario que esto se debió más bien a su necesidad por construir una
nación que estuviera por encima de sus rencores y frustraciones. Esta inquietud no fue
coyuntural. Su monumental obra de largo aliento titulada Historia de la República del
Perú45, busca reflexionar sobre esa historia decimonónica de oportunidades perdidas,
de posibilidades no aprovechadas46. Esta concepción de Historia que se observa a lo
largo y ancho de su voluminoso escrito cuando aborda la guerra de 1879 no tendrá la
misma fuerza, ya que terminará siendo una descripción de acontecimientos, más no
una presentación de nuevas propuestas que hubiesen permitido renovar la visión de la
guerra del 79' aunque esto no impidió que el tema recobrará vigencia histórica. Es así
como a pesar de los nuevos enfoques propuestos la vieja esencia se mantuvo, en la
medida que se siguió girando entre la retórica de la incapacidad de una clase dirigente
sugerida ya años antes por Riva Agüero y el esfuerzo denodado de un ejército patrio
que trató en todo momento cambiar el trágico destino que les esperaba.
Un tercer grupo está formado por diversos científicos sociales que
postularán la idea de que el destino de los países en conflicto: Perú, Chile y Bolivia no
estaba en sus manos, sino que muy por el contrario éste se encontraba dentro de los
intereses mayores, maniobrado por las grandes potencias extranjeras, en especial los
de la Inglaterra Victoriana. Esta forma de ver la Historia la impulsarían los llamados
teóricos de la dependencia que con un armazón interpretativo estructuralista y
marxista señalarán que el estallido del conflicto externo fue una consecuencia de la
dependencia económica de nuestros países al sistema capitalista47 dentro de una
relación dialéctica centro-periferia en la cual el centro planteaba los diversos
mecanismos de extracción de excedentes al interior de la periferia estableciendo las
reglas del juego económico, político incluso podía provocar conflictos armados en la
región al estar en alianza con las diversas seudo-burguesías nativas. Uno de sus más
preclaros representantes fue Heraclio Bonilla48, quien señalaría economicistamente
45 Jorge Basadre H is to r ia d e la R e p u b lic a d e l P e rú Lima Editorial Universitaria T. VII 1983.46 Jorge Basadre. M e d ita c io n e s s o b re e l d e s t in o h is tó r ic o d e l P e rú . Lima, Huascarán, 1947.47 Ernesto Yepes del Castillo. P e rú 1 8 2 0 -1 9 2 0 . U n s ig lo d e d e s a rro llo c a p ita lis ta . Lima Instituto de Estudios Peruanos, 1972.48 Heraclio Bonilla. G u a n o y B u rg u e s ía Lima Instituto de Estudios Peruanos, 1974.
II
85
como esa misma seudo-burguesía nacional no asumió su función como clase
dirigencial sino que se limitó a ser simplemente una clase dominante, la cual se
convertiría producto de su propia anarquía crónica de carácter estructural en un
escollo insuperable, limitado, sin proyección a largo plazo y sujeto a las disolvencias
del capitalismo al cual estaban subordinados. Los ingleses llegaron a colocar la
balanza a favor de Chile, ya que lo consideraban afines a sus intereses.
Lo que podríamos tildar como un "oasis historiográfico", en este desierto
de ideas tradicionales, fueron los estudios de José Carlos Martín. Su trabajo no
representa una revolución historiográfica ni mucho menos el análisis temprano de los
discursos pero se tiene como gran mérito ser una novedad temática. Por un lado
resalta la lista de peruanos que fueron deportados a Chile, especialmente los que
estuvieron vinculados al Gobierno de La Magdalena encabezado por García Calderón49.
Otro de sus trabajos que sigue esta línea es el realizado por la compañía jesuita, quien
tuvo importantes aportes económicos. Así mismo dicha compañía religiosa no solo
destacará por sus apoyos monetarios sino también por sus claras proclamas
patrióticas lanzadas durante las misas dominicales50.
Si algo podemos concluir hasta aquí es que los cambios ocurridos al
interior de nuestra historiografía expresados en las nuevas temáticas abordadas51,
reflejaron a su vez las transformaciones acontecidas dentro de nuestras estructuras
sociales. A pesar de ello la forma con la que se intentó seguir explicando la lucha
externa mantuvo mucho del estilo como era presentado por la historiografía
tradicional y aunque Jorge Basadre y los dependentistas hicieron grandes esfuerzos
por incorporar nuevos elementos al debate, el relativo cambio de enfoque no modificó
completamente la esencia con la que se venía trabajando el conflicto salitrero que
terminaba siempre con la imagen de los buenos pero derrotados peruanos. Sin
49 José Carlos Martín. P e ru a n o s d e p o rta d o s p o r C h ile en la g u e rra d e l P a c íf ic o . Lima. Editorial Universitaria. 1972.50 José Carlos Martín. Je s u íta s d e l P e rú en la g u e rra d e l P a c íf ic o . E n : C u a d e rn o s d e l S e m in a r io d e H isto r ia .
Lima. Instituto Riva Agüero. N° 197. 1975 pp. 5-11.51 Una de las más difundidas polémicas se desató con la celebración del sesquicentenario de la independencia del Perú en 1971, cuando se enfrentaron sorprendidos los tradicionalistas con los emergentes dependentistas encabezados por Heraclio Bonilla y Karen Spalding.
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embargo, las loas patrióticas fueron cediendo cada vez más espacio a los sones
resentistas contra los grupos dominantes, lo cual podía ser rastreado desde los
escritos que buscaban forjar una nación de Riva Agüero y que Basadre resumiría
siguiendo la posta en su frase "Perú: problema y posibilidad". Por otro lado los teóricos
de la dependencia como se verá más adelante no desdeñaron tampoco el problema
del nacionalismo, aunque por estos años su visión materialista les exigía desmontar
los mecanismos de extracción de excedentes y de condicionamiento ejercidos sobre el
espacio económico peruano por parte de las grandes potencias. Todo esto en su
conjunto permitirá ir cambiando poco a poco la perspectiva de análisis que se tenía
sobre la guerra del 79', pero no adelantemos opinión todavía.
d. Celebrando la centuria (1979)
Es así como llegamos a 1979 año de por sí bastante significativo pues se llevó a cabo la
celebración por lo más alto de los cien años de la Guerra del Pacífico. A lo largo de esos 365
días se realizaron las más diversas actividades académicas: impresión de libros,
reimpresión de memorias, conferencias, etc.52. La presencia del Gobierno Revolucionario
de las Fuerzas Armadas, encabezado en su segunda fase a partir de 1975 por Francisco
Morales Bermúdez impulsaría con fuerza el discurso heroico y patriótico ya
institucionalizado de la historiografía tradicional, debido a que este obedecía claramente
a los intereses castrenses de legitimidad en el poder ante la sociedad civil, al concebir que
la Guerra contra Chile al igual que lo fue el Sesquicentenario de la Independencia para Juan
Velasco Alvarado, era una ocasión de por sí perfecta y única en la historia peruana ya que
reunía, igualaba y vinculaba en un mismo momento al pueblo y a sus jefes en la exaltación
de las realizaciones comunes. Es así que como diría Georges Balandier haciendo gala los
militares de su poderío, en especial el de las armas, celebraron con entusiasmo los
resultados que se consideraban obtenidos y expusieron lo que quedaba por hacer en
beneficio de la nación. Trabajaron estratégicamente sobre los diversos actores sociales
52 Una excelente antología de lo escrito en aquel año, es la de Margarita Guerra Martiniéri "La guerra con Chile en las publicaciones de 1979 en el Perú", en R e v ista d e la U n iv e rs id a d C a tó lica d e l Perú . Lima N° 7, 1980.
II
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haciéndolos participes de un espectáculo celebratorio, en el que se representaba no lo que
realmente eran, sino lo que deberían ser en función del Estado Corporativo Castrense53.
Para aproximarnos al despliegue retórico desarrollado por la historiografía
tradicional a lo largo de dicho año, bastará considerar algunas de sus obras
representativas. Comencemos mencionando entre los libros más difundidos las novelas
de corte histórico escritas por Guillermo Thorndike54, quien con una ágil pluma narrativa
logró cautivar rápidamente al público lector. Tan buena fue la acogida, que durante todo
el año de la celebración del centenario aparecieron editadas cuatro voluminosas entregas
suyas, las cuales tuvieron una secuencia cronológica: la primera se enmarca dentro de lo
que fue los inicios de la guerra; la segunda narra los avatares de la desastrosa Campaña del
Sur; la tercera se centra en la partida rumbo a Europa del presidente Prado; finalmente el
cuarto volumen aborda la Campaña sobre Lima. Pero a pesar de su éxito comercial, sus
innumerables páginas terminan siendo una acumulación de los elementos retóricos
característicos de la historiografía tradicional en donde los iconos patrios y el valor heroico
de los buenos peruanos serán recordados una y otra vez.
Si bien no se aunó los gastos ni el impacto que tuvo la celebración por los
150 años de la independencia peruana, el gobierno central tampoco dejó huérfana a
esta celebración. Por el contrario existieron eventos cívicos de gran escala y
publicación de documentos claves para entender dicha época. Es así que se conforma
la Comisión Nacional del Centenario de la guerra del Pacífico presidida por militares de
alto rango y apoyados por personajes del mundo historiográfico de ese entonces
como Félix Denegri Luna y Percy Cayo. Ellos nos van a entregar una serie de trabajos
vinculados a la participación de actores particulares a lo largo del conflicto, destaca
por ejemplo el papel jugado de los médicos a lo largo del conflicto armado, en una
primera etapa acompañando a las tropas en sus hazañas marítimas y terrestres, así
como su destacada actuación durante la defensa de Lima. A pesar de su investidura
"civil" desvinculado aparentemente de los choques bélicos, ellos sufrieron muchas
53 Georges Balandier E l P o d e r en e s c e n a s Barcelona Ediciones Paidos 1994.54 Guillermo Thorndike 1 8 7 9 ; E l v ia je d e P ra d o ; V ie n e n lo s C h ile n o s y la B a ta lla d e L im a ; todos ellos impresos Lima Promoinvest 1979.
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bajas en sus filas55. Fueron profesionales que lucharon no solo contra la adversidad
militar sino frente a la falta de recursos para desempeñar su trabajo
Otra obra importante será la de Luís Guerrero quien con su libro titulado Una guerra
de ocasiones perdidas56 seguirá los pasos trazados por Riva Agüero y Basadre, al abordar el
conflicto del 79' desde la perspectiva de las posibles oportunidades que tuvimos en la Historia y
que durante la guerra salitrera no las supimos aprovechar otra vez, ya que para el autor nuestras
posibilidades de triunfo se vieron perdidas no por la habilidad diplomática o militar de los
chilenos sino por la desunión y el natural infortunio que acompañó a la débil nación peruana.
Esta forma de reflexionar el pasado es lo que Magdalena Chocano ha llamado ucronía57, donde
las reales posibilidades del Perú se quedaron encerradas largos siglos atrás con nuestra
inmemorable Cultura Andina; las ocasiones perdidas surgirían después de la llegada de los
españoles cuando fuimos presa de una interrumpida decadencia; así el Perú como posibilidad
de nación nunca se llegó a realizar, fiel reflejo será el lamento por la guerra que se perdió, por la
clase dirigente que nunca se tuvo; es decir toda una definición por negación el cual será el leiv
motiv de la obra que contrastará con un imaginario del ser histórico.
Dos autores que por cuestiones de división temática se alejan de los autores
mentados, aunque sin éxito, sería Edgardo Mercado Jarrín58 quien explica el desarrollo
geoestratégico de la guerra. La falta de conocimiento de un estudio de catastro zonal, la
falta de material bélico y preparación de personal gestó finalmente la derrota. Es
interesante señalar que una reivindicación de los estudios militares en los actuales
tiempos, mejorado; con un lenguaje académico y apoyado con el conocimiento teórico
de Clío son los trabajos realizados por Francisco Yabar59 y Jorge Ortíz Sotelo60.
55 Jorge Arias Schereiber/Manuel Zanutelli Rosas. M é d ic o s y fa r m a c é u t ic o s en la g u e rr a d e l P a c ífic o .
C o le c c ió n d o c u m e n ta l d e la h is to r ia d e l P e rú (1 8 7 9 -1 8 8 4 ). Lima. Comisión Nacional del Centenario de la guerra del Pacífico. 1979.56 Luís Guerrero La g u e rra d e la s o c a s io n e s p e rd id a s . Lima Ed. Milla Batres 1979.57 Magdalena Chocano. "U cro n ía y fru s tra c ió n en la c o n c ie n c ia h is tó ric a p e ru a n a " , en M á rg e n e s, Lima, 1987.58 Edgardo Mercado Jarrín. P o lít ic a y E s tra te g ia d e la g u e rra co n C h ile Imp. Militar 1979.59 Francisco Yabar. La s f u e r z a s s u t ile s y la d e fe n s a d e la c o s ta d u ra n te la g u e rra d e l P a c íf ic o . Lima. Fondo de publicaciones de la dirección de intereses marítimos. 2001.60 Jorge Ortíz Sotello. Lo s a s p e c to s m ilita re s d e la g u e rra co n C h ile . En: José Chaupis, Martin Colán, Emilio Rosario y Héctor Salazar. La g u e rra d e l P a c ífico . A p o rte s p a ra re p e n s a r su h is to r ia . Tomo II. Lima. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2010.
II
89
Otro estudioso dentro de esta lista es Armando Nieto Vélez61 quien
estudiaría la valiente acción de Francisco García Calderón al asumir la presidencia,
durante la toma de la capital ya que el lema de su administración fue la no cesión
territorial. De igual manera se adjunta la participación de la comitiva estadounidense
como mediadora de paz, especialmente en la conferencia de Viña del Mar (1880).
La Guerra del Pacífico fue una excelente oportunidad para hacer una
radiografía de la integración social a la que se había alcanzado. Tanto el Perú como
Chile a comienzos del conflicto bélico no eran sociedades unívocas, quizás el caso de
este último sea menos dramático que el nuestro. Mientras el país de la estrella solitaria
trato de reconciliarse con el "roto" para utilizarlo como carne de cañón en las
sangrientas batallas, logrando luego de la guerra su inclusión social dado su éxito en el
conflicto armado. El Perú busco integrar en sus milicias al "cholo" pero esta unidad
fracasaría a partir de los magros resultados en el campo de batalla62.
La máxima expresión de patriotismo falaz se difundió en las investigaciones
que se limitaron a observar este acontecimiento con grandes anteojeras. Este virus
llamado versión oficialista contagió y tergiverso la información de dominio público de
forma casi total. Si hacemos un análisis profundo de esa historia mitológica nos daremos
cuenta que en realidad esa es la historia de los militares del Perú (en acuerdo o bajo el
beneplácito de las elites) y no del pueblo. Importante también es recordar el
acoplamiento del sentir de nuestro devenir histórico63 en la opinión pública. Encerrando
en la consigna del "casi" o se hubiese podido. Y que esta obra la expondría a viva luz.
e. Recreando nuevos discursos (1979-2004)
En los últimos veinte años, las presiones celebratorias, patrioteras y tendenciales, se
han visto aminoradas, relativamente en el campo de la investigación histórica,
61 Armando Nieto Vélez. E l g o b ie r n o d e G a rc ía C a ld e ró n y la m e d ia c ió n n o rte a m e r ic a n a en la G u e rra d e l
P a c íf ic o . En: R e v is ta d e la U n iv e rs id a d C a tó lic a . Lima, N° 6, 1979.62 Jeffrey Klaiber. Lo s c h o lo s y lo s ro to s a c t itu d e s ra c ia le s d u ra n te la g u e rra d e l P a c íf ic o . En: H istó r ica .
Lima. Volumen 2. N° 1. 1978 pp. 27-37.63 Un buen estudio, de las preferencias de la población estudiantil, de cada una de nuestras etapas es Gonzalo Portocarrero y Patricia Oliart. E l P e rú d e s d e la e sc u e la . Lima Instituto de Apoyo Agrario 1989; en donde la república y la guerra con Chile se llevan las pifias del público.
90
permitiendo transformar, algunas partes del habitual esquemismo semántico en el
que se fueron configurando las visiones sobre esta guerra.
Ella es producto de las innovaciones en las ciencias sociales, donde:
Los fundamentos intelectuales del asalto son claros por un lado, el retorno a una filosofía del sujeto que rechazaba la fuerza de las determinaciones colectivas y los condicionamientos sociales y que intentan rehabilitar la parte explicita y reflexionada de la acción; por otro lado la importancia acordada a la política que supuestamente constituye el nivel más acusador de la organización de las sociedades y para ello proporcionan una nueva clave para la arquitectura de la totalidad. La historia es llamada entonces a reformular sus objetos (recompuestos a partir de una interrogación sobre la naturaleza misma de la política), sus frecuentaciones (privilegio otorgado al diálogo con la ciencia política y la teoría del derecho) y más importante aún su principio de inteligibilidad amparado del paradigma critico y refinado por una filosofía de la conciencia64.
De esa manera se condensan nuevas propuestas que se aúnan a las
antiguas y a continuación, de forma temática, se expondrán.
1.- En la línea de guerra
Finiquitada la celebración centenarista la búsqueda archivista, así como los análisis
temáticos, de esta parte de la guerra (campaña marítima y terrestre) quedaron en un
casi stand bye, limitándose principalmente, a la más amplia difusión de los escritos del
centenario y posteriormente la reproducción casi por unanimidad del mismo libreto que
ya presentaba un carácter mítico (héroe derrotado-épico combate).
Esta seguidilla de publicaciones monocordes; se debió al fortísimo apoyo
brindado por los círculos castrenses, quienes por intermedio de sus instituciones
históricas, han tratado de mantener vivo el orgullo nacional dentro de sus cuarteles -
lo cual es legitimo aunque deformador a la vez, ya que su propia conciencia histórica
centrada únicamente en el aspecto ético/militar- y a través de estos salen para
ayudar a la proliferación y legitimación de los parámetros historiográficos
oficialistas, lo cual sí es cuestionable.
64 Roger Chartier. E l m u n d o c o m o re p re s e n ta c ió n . H is to r ia c u ltu ra l: E n tre la p r á c t ic a y la re p re s e n ta c ió n . Barcelona. Edit. Gedisa 1992.
II
91
Entre los libros abocados básicamente a los enfrentamientos acontecidos
en el sur, encontramos en primer lugar los remitidos a la campaña naval; este es el
caso de Carlos Zúñiga, quien nos plantea en dos cortísimas publicaciones un
recuento histórico bastante "clásico" -p o r no decir descriptivo y acontecimental- de
los momentos en los que se produjeron los combates de Iquique y Angamos, además
de incluir dentro de sus obras las "odas" a Miguel Grau y a todo su comando (tanto
de la plana mayor como menor) que redondean toda una visión apegada a los
valores castrenses en su más fuerte vertiente nacionalista. De esta manera, se
demuestra la fuerza que aún mantiene la tradición en la Marina y a su vez en nuestro
sentido de la historia65.
Julio Elías66; quien por intermedio de una monografía de la interesante
colección de la historia marítima narra agudamente el accionar de las
embarcaciones menores y el minimizado bastión de Arica, post-combate de
Angamos, coyuntura difícil si recordamos que prácticamente perdimos nuestra
permanencia en el escenario marítimo luego del hundimiento del Huáscar. Para
lograr este objetivo el autor se basa en una serie de anécdotas e informaciones
comparativas de carácter bélico, brindando con ello un interesante aporte en el
aspecto temático, más no en la renovación metodológica dentro del campo de la
investigación histórica-naval.
Con este mismo carácter paleo investigativo, de corte nacionalista, se
encuentran analizadas también las confrontaciones bélicas de la campaña terrestre,
donde lo que predomina es la imagen discursiva del chileno abusador; obteniendo en este
sentido el protagonismo simbólico la batalla de Arica67. Si algo han producido los estudios
sobre esta parte del conflicto es la construcción no solo del grueso mausoleo para los
65 Carlos Zúñiga ¿ Q u é p a s ó en Iq u iq u e e l 21 d e m a y o d e 1 8 7 9 ? L im a : M a r in a d e G u e rra d e l P erú , 1 9 9 4 y
¿ Q u é p a s ó en A n g a m o s e l 8 d e O c tu b re d e 1 8 7 9 ? Lima. Marina de Guerra del Perú. 1994.66 Julio Elías. M a rin o s d e A r ic a , Lima: Instituto Histórico de Estudios Marítimos, 1980.67 Ministerio de Guerra. L a e p o p e y a d e l m o rro d e A r ic a . Lima: Ministerio de Guerra 1980.
92
héroes de la Guerra del Pacifico, sino también de un infranqueable "muro histórico" para
los estudios regionales e interregionales68.
Otro bastión importante de escritos lo encontramos en aquellos dedicados al
"panteón de nuestros héroes". En este sentido el más popular -por decirlo de alguna
manera- de esta lista es el almirante Miguel Grau Seminario, figura destacada que sería
homenajeada con los máximos honores por Jorge Olid69, quien de manera detallada,
nos explica la etapa no sólo militar -aunque ella predomina principalmente-, sino
también su participación en el ámbito político, para ser más exacto, en su inclusión
dentro del selecto circulo congresal civilista, espacio que hegemonizaron durante los
años setenta del siglo XIX. Siguiendo con esta propuesta basada en la novedad
documental, incluye además interesantes anécdotas que pueden brindar nuevas luces
sobre una estructura biográfica de por sí bastante clásica.
Sin embargo, las innovaciones historiográficas permitieron que los primeros
años de guerra no se limitasen a los combates y a sus personajes heroicos. De manera
complementaria en lo que respecta al ejército podemos mencionar que aún se difunde
pequeños trabajos biográficos (resaltando los de Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte,
Andrés A. Cáceres, Belisario Suárez entre otros) y publicaciones documentales de
valiosa información acontecimental pero muy poco para los debates.
La guerra no solo se dio en los campos de batalla, también se produjo en
las oficinas de gobierno al momento de "financiar la guerra", tal como nos lo señala
68 Los años 1879-1880, se remiten casi con exclusividad a las luchas llevadas a cabo tanto en mar como en tierra, dejándose prácticamente en la orfandad los estudios sobre lo que aconteció con las elites así como con los grupos subalternos zonales, durante estos años. En este sentido sería importante saber -en la medida que el ejército peruano se encontraba derrotado en estas tierras- como se legitimó la presencia de los que se quedaron siendo oriundos de la región como de los advenedizos invasores. Creemos que si dejamos de alabar la participación de los "hacendados militares" podremos obtener respuestas a estas y otras inquietudes.69 Jorge Olid. E l a lm ira n te G ra u (1 8 3 4 -1 8 7 9 ); u n a a p ro x im a c ió n b io g rá f ic a Piura: Caja Municipal de Ahorro y Crédito de Piura 1994.
II
93
Fernando Armas Asin70, incluso este proceso de búsqueda de recursos demandó
hondas confrontaciones políticas en el Parlamento Nacional71.
A pesar de esos esfuerzos, por parte de la clase política los resultados
bélicos serían negativos al país72. Como consecuencia de la crisis estructural a la que
estuvo sumido el país, sucedió el golpe de estado de Piérola explicado por el
historiador sanmarquino José Chaupis73, quien a lo largo de sus escritos intenta hacer
una reconciliación entre la memoria nacional con un personaje polémico como lo fue
Nicolás de Piérola al colocarlo como un mandatario progresista contradiciendo con
los escritos pasados que lo tildaron de oportunista y desestabilizador. Además es
interesante señalar que la figura de El Califa intento mantener su alianza con
Bolivia74 un país que la historia peruana calificó no solo como el gran derrotado de la
guerra al convertirse en un país mediterráneo sino como el cobarde al huir luego de
la batalla del Alto Alianza y dejar al Perú a su suerte. Finalmente nuestro país
compensó su pérdida con las armas con una victoria moral y heroica en el papel a
costas de los altiplánicos.
Cuando se refiere del lado militar encontramos dos frentes, por un lado los
estudios que mantiene la tradición positivista patriótica y por otros aquellos que
están revisando el papel de las fuerzas armadas las cuales no solo las colocan en los
cuarteles o campos de batalla, también en las esferas de poder.
70 Fernando Armas Asin. F in a n c ia r la g u e rra . P la n e s f is c a le s , lu c h a p o lít ic a y c r is is in f la c io n a r ia en e l P e rú
(1 8 7 9 -1 8 8 0 ). En: H istó r ic a . Lima. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. 2004.71 Fernando Armas Asin. En b u sc a de la te rce ra v ía : lu c h a p a rt id a r ia y fra g m e n ta c ió n p o lít ica d u ra n te la g u e rra
d e l P acífico . En: José Chaupis, Martin Colán, Emilio Rosario, Héctor Salazar. La g u e rra d e l P acífico . A p o rte s p a ra
re p e n s a r su h isto ria . Lima. Tomo II. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2010.72 Para hacer un acápite justificativo de las diversas acciones del gobierno debemos recurrir a: Emilio Rosario. La v o z d e to d o s lo s p e ru a n o s . E l d ia r io "EL P e ru a n o " y la g u e rra d e l P a c íf ic o (1 8 7 9 -1 8 8 3 ). En: José Chaupis, Martin Colán, Emilio Rosario, Héctor Salazar. La g u e rra d e l P a c íf ic o . A p o r te s p a r a r e p e n s a r su
h is to r ia . Lima. Tomo II. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2010.73 José Chaupis. L a u to p ía e s p e ra n z a d o ra d e N ic o lá s d e P ié ro la : e s ta tu to p r o v is o r io d e 1 8 7 9 . En: José Chaupis/Emilio Rosario. L a g u e rra d e l P a c ífic o . A p o r t e s p a r a r e p e n s a r s u h is to r ia . Tomo I. Lima. Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales. 2007.74 José Chaupis. E l p r o y e c to p o lít ic o d e N ic o lá s d e P ié ro la (1 8 7 9 -1 8 8 1 ).En: H isto r ia s . Lima. N° 2. 2007. Pp. 99-110; del mismo autor E n d e fe n s a d e la a lia n za . P ié ro la y B o liv ia d u ra n te la g u e rra d e l P a c íf ic o . En: H isto r ia s . Lima. N° %. 2009 pp. 99-118.
94
2.- Ocupando la Perla d el P acífico
La forma con que se ha enfocado la estancia del ejército chileno, en Lima, se ha
enmarcado tradicionalmente en las batallas de San Juan y Miraflores. Aunque
también se han incluido las clásicas anécdotas diplomáticas cuando el tema de
estudio ha sido El Gobierno de La Magdalena dirigido brevemente por Francisco
García Calderón. A pesar de la predominancia de esta estructura militar-diplomática
en los textos históricos, se han hecho algunos esfuerzos importantes por explicar los
entretelones de la ocupación chilena, la cual nos ocuparemos en el presente acápite.
En primer lugar mencionemos los estudios de Raúl Rivera Serna75, los
cuales si bien conservan un estilo demasiado descriptivo; dan un giro copernicano a
ese tan divulgado sentido de frustración clásico para convertirlo en nuevas rutas que
pueden desembocar en una novísima lectura de la ocupación chilena de Lima. Para
ello nos ofrece el autor, de forma pormenorizada: la relación cotidiana chileno-
peruana, las pugnas por el poder entre los nacionales así como la reforma
administrativa por parte del "protectorado" chileno. Sin embargo, estas propuestas
de por sí bastante interesantes y prometedoras para futuras investigaciones no
recogerían adeptos; quedando como una rica veta disponible de ser explotada en
cualquier momento.
Otra novísima e interesante presencia investigativa fue transmitida por Celia
Wu Brading; quien se convertiría en una verdadera pionera al proponer, nuevos estudios
de la toma chilena de Lima; apoyándose en fuentes primarias foráneas; que en este
caso serían recopiladas pacientemente en la Gran Bretaña76. La transcripción de las
mismas ocuparían parte importante de la obra77, las cuales a pesar de su corto pero
valioso número, nos ofrece información con respecto a la presencia de la diplomacia
75 Raúl Rivera Serna. " L a o c u p a c ió n d e L im a . A s p e c to s p o lít ic o -a d m in is t r a t iv o s " , en Raúl Rivera Serna et. al L a G u e rra d e l P a c íf ic o . Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, tomo II 1984.76 La autora utiliza las fuentes documentales británicas para brindarnos un punto de vista que se muestra como "imparcial" debido a su posición privilegiada, para ampliar estos y otros aspectos véase su libro Celia Wu Brading T e stim o n io s b r itá n ic o s d e la o c u p a c ió n c h ile n a d e L im a . Lima: Editorial Milla Batres, 1986.77 La intención de la autora es ofrecernos la visión inglesa; fue debido a que se tejió durante mucho tiempo toda una leyenda negra en torno a su intrusión en esta guerra. Cabe agregar que este difundido mito fue elaborado por los teóricos de la dependencia, al respecto ver: Enrique Amayo. L a p o lít ic a
b r itá n ic a d u ra n te la g u e rra d e l P a c íf ic o Lima: Editorial Horizonte 1989.
II
95
británica, como observadora privilegiada, en los campos de batalla, así como
influenciadora notable en la mesa de negociaciones que buscaban concertar la paz por
diversos medios. Este importante esfuerzo terminó siendo un esbozo tentativo e
inconcluso, que al igual que los estudios de Rivera Serna espera pacientemente
entregar la posta a alguien.
Tampoco no seamos trágicos con la influencia de los trabajos de estos dos
destacados historiadores; pues estos mismos serían los detonantes para la expansión
del tema de la ocupación limeña dentro de una línea aún más tradicional. Este es el
caso de los estudios realizados por Margarita Guerra Martiniéri; trabajo recopilado en
dos grandes volúmenes. En el primero de los mencionados aborda el aspecto político
mientras que en el segundo restringe su análisis al aspecto económico.
Pero, abordemos más ampliamente cada una de las obras realizadas por la
autora. El primer libro78 se encuentra solventado por una amplia base de fuentes
documentales, recopiladas pacientemente y de forma peregrina tanto en el Perú
como el extranjero. En ella nos entregará Margarita Guerra Martiniéri de manera
pormenorizada los conatos políticos del Gobierno de La Magdalena a consecuencia
de la presión foránea ejercida para, la cercenación territorial de nuestro país. Este
gobierno provisorio a pesar de su breve lapso de tiempo de permanencia también se
vería envuelto en los enfrentamientos por la posesión y legitimidad de las entidades
públicas nacionales, así como de los problemas ocasionados por las intervenciones
chilenas en las mismas. A todo esto agregará la autora además, el accionar del
presidente Francisco García Calderón en la mesa de negociaciones para lograr la paz
con Chile sin llegar a la cesión territorial.
En el segundo libro79 puede observarse como el estilo marcadamente
positivista, reflejado en la reducción transcriptiva de la masa documental, toma un
receso (en comparación con su obra anterior) para así abocarse a estudiar la precaria
78 Margarita Guerra Martiniéri. L a o c u p a c ió n d e L im a . E l g o b ie rn o d e G a rc ía C a ld e ró n . Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1991.79 Margarita Guerra Martiniéri. La o c u p a c ió n d e L im a . E l g o b ie r n o d e G a rc ía C a ld e ró n (a s p e c to s
e c o n ó m ic o s ) . Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1996.
96
situación económica de la capital; debido a los excesivos gastos que generaba la
guerra. Para ponernos al tanto de esta situación, nos describe por ejemplo la
recomposición de la aduana a cargo del protectorado chileno. Además nos informa
detalladamente de la situación de la población, tanto nacional como foránea y como
afrontaban éstas su supervivencia durante esta etapa, no olvidemos que la
permanencia chilena en nuestra capital duro inesperadamente más de tres años. De
esta manera, la autora nos demuestra que a pesar de la larga estancia chilena, los
actores e instituciones locales poco a poco volverían normalmente a sus diversas
actividades, como la administración de negocios y funcionamiento de mercados.
Llegado a este punto es importante destacar que de todas las etapas de la
guerra, será la ocupación chilena de Lima la que ha alcanzado un grado mucho
mayor de análisis por parte de quienes la han investigado. Aunque creemos también
sin exagerar demasiado que aún falta estudiar un abanico amplio de temas; ya sea
por ejemplo el comportamiento de la jefatura política chilena, el funcionamiento de
las instituciones controladoras de la economía, el impacto social tanto en las clases
bajas, medias y altas; así entre otros temas que pueden ser útiles no solamente para
generar la polémica que tanta falta nos hace, sino además para ampliar la visión
sobre esta parte tan difícil que nos tocó afrontar durante la guerra.
3.-Cuestión de nacionalism os
Como ocurre muchas veces en la historia, los resultados de las guerras, son producto
del desenvolvimiento directo de sus actores, constituyendo piezas fundamentales,
para la formación de las identidades nacionales80. Ellas pueden devenir fácilmente en
el orgulloso enarbolamiento del vencedor, así como en la denigración traumática del
perdedor. Este último caso, fue el que le tocó vivir a nuestro país, aunque como se ha
visto líneas arriba seria sublimado con el factor agregado de la heroicidad simbólica.
80 Los estudios en torno a la conciencia histórica y el impacto de la guerra en la formación de las identidades nacionales, son muy escasos, al respecto ver: Magdalena Chocano "U c ro n ía y f ru s t r a c ió n en
la c o n c ie n c ia h is tó r ic a p e ru a n a " , en M á rg e n e s N° 2 1987, pp. 30-60.
II
97
A pesar de convertirse semánticamente, en un punto importante para la
formación y gesta de los llamados ciudadanos imaginarios81; este tema tratado
como problema concientizador local contemporáneo, ha sido mermado a su
máxima expresión82. Sin embargo cabe mencionar que los estudios sobre el sentir
nacional durante la Guerra del Pacífico, han buscado reflejar entre otros, el
comportamiento de los "peruanos" de aquel Perú profundo que aunque marginados
participaron activamente en el desenvolvimiento de las acciones bélicas como de su
propia lucha identitaria. Estas a su vez motivaron las más agudas polémicas
historiográficas de principios de los años ochenta, del siglo XX, las cuales a pesar del
tono provocador tuvieron como campo de acción conjunta, la clásica mitología
militar efectista.
Por un lado expresando la postura más polémica, se encontraba Heraclio
Bonilla, quien sostenía que el país, en esos momentos trágicos, se hallaba
prácticamente fragmentado, producto de la no existencia de una nación. Para ello
enfoca el comportamiento del conjunto de los sectores sociales, tanto de la burguesía
nativa, los aliados bolivianos y las clases altas y subalternas costeras que,
conjuntamente, durante la etapa de la guerra -analizada de manera convencional-
conformaron una empresa "anti chilena", aunque contradictoriamente envuelta en
enfrentamientos y traiciones internas, que provocaron finalmente: la pérdida del
terruño salitrero peruano-boliviano; además de dejar prácticamente abiertas a la
merced chilena, las puertas del país.
Pero un énfasis especial tiene su posición con respecto a las comunidades
indígenas serranas83, las cuales según el autor tuvieron como ente estimulativo para
su movilización en la resistencia al agresor chileno: la amenaza del despedazamiento
81 Fernando Escalante. C iu d a d a n o s im a g in a r io s . México El colegio de México 1995.82 Para una pequeña aproximación a esta problemática historiográfica ver: Heraclio Bonilla. "E l p r o b le m a
n a c io n a l y c o lo n ia l en e l c o n te x to d e la g u e rra d e l P a c íf ic o . En: Heraclio Bonilla. Un s ig lo a la d e riv a ,
e n s a y o s s o b re e l P e rú , B o liv ia y la g u e rra . Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1980.83 Este argumento ha sido desarrollado en Heraclio Bonilla. "El campesino indígena y el Perú en el contexto de la Guerra con Chile" en HISLA N° 4, 1984 y "The indian peasentry and Perú during the war with Chile". En Steve Stern (ed.) R e s is ta n c e re b e llió n a n d c o n s c io u s n e s s in th e A n d e a n p e a s e n t w o rld . 1 8 th to 20th centuries Madison: Wisconsin University Press. 1987, 214-237.
98
de las solidaridades étnicas existentes84. Esta afirmación propiciaría rápidamente la
polémica. Es así como frente a lo sugerido por Bonilla emerge la propuesta de Nelson
Manrique, quien contrariamente sostuvo que fue la existencia del nacionalismo al
interior de las comunidades campesinas de la sierra central, el principal motor
propulsor de su participación en la guerra mostrando ésta una bifurcación actitudinal
étnico-geográfica85; consecuencia del comportamiento evolutivo y el impacto
tratativa en las relaciones con los sectores mestizos; estos factores en su conjunto
definieron la intensidad contestataria final de los autóctonos.
Oponiéndose también a la opinión de Bonilla y respaldando la posición del
nacionalismo campesino se encuentran los estudios de Florencia Mallon, quien
abocándose a investigar la sierra central y norte, llega a sostener que es
precisamente en esta zona donde se va gestando un modelo de ciudadano
consciente -con claros matices populares- que sería un punto básico para el proceso
de integración nacional; de esta manera la autora bosquejaría una representación
alternativa a la ciudadanía de tipo occidental, de carácter individual86. Esta tesis sería
enriquecida posteriormente, con un estudio más amplio sobre la zona de Junín
(análisis microhistórico), incluyendo entre sus páginas sendos debates con respecto
al concepto de utopía andina así como sugerentes incorporaciones teórico-
metodológicas a partir de los elementos constitutivos del género como herramienta
de análisis que confrontaría con la noción de etnicidad en los Andes87.
Un aporte interesante fue realizado por Wilfredo Kapsoli quien incorporó
nuevos elementos al debate, pues si bien se integra aparentemente al bando de los
que niegan la existencia de un nacionalismo indígena, termina sumándose
84 Para este punto ver: Nelson Manrique C a m p e s in a d o y n a c ió n . La s g u e rr illa s in d íg e n a s en la g u e rra co n
C h ile . Lima: Centro de Investigación y Capacitación, 1981 y "Campesino, guerra y conciencia nacional" en Revista Andina N° 7. 1986.85 Nelson Manrique Y a w a r M a y u . S o c ie d a d e s te r r a te n ie n te s s e r ra n a s (1 8 7 9 -1 9 1 0 ) Lima: Instituto Francés de Estudios Andinos y DESCO. 1988.86 Florencia Mallon N a t io n a lis t a n d A n t is ta te c o a lit io n s in th e w a r o f th e P a c if ic : Ju n in a n d C a ja m a rc a
(1 8 7 9 -1 9 0 2 ) en Steve Stern (ed.) R e s ís ta n c e re b e llió n a n d c o n s c io u s n e s s in th e A n d e a n p e a s e n t w o rld .
1 8 th to 20th centuries Madison: Wisconsin University Press. 1987.87 Florencia Mallon. "Del ciudadano a otro. Resistencia social, formación del estado y raíces campesinas sobre la nación de Junín" en R e v is ta A n d in a N° 23 Para estos temas puede resultar iluminador el ensayo de Víctor Peralta Ruiz. "La historiografía y el Perú del siglo XIX" en H is to r ia s N° 2, 1998, pp. 252-253.
II
99
indirectamente en el grupo contrario, en la medida que si bien desconoce el brote de
un nacionalismo campesino sosteniendo que su acción seria más bien instintiva.
Agrega además que el llamado "patriotismo indiano" se personificaría en la figura del
Tayta Cáceres, en este sentido sería un nacionalismo de raigambre andina, es decir un
nacionalismo inca88. Sin embargo a pesar de lo polémico y toda la tinta corrida a lo
largo de este debate, se observa que aún falta mucho para darlo por concluido, debido
principalmente a la carencia de investigadores que tomen la posta.
Para concluir, si bien es cierto que el estudio del constructo nacionalista ha
provocado caldeados debates, éste aún espera más que la "reivindicación"
participativa de los locales en la etapa de la resistencia, una justa aproximación
desapasionada sobre el fenómeno de la identidad, etnicidad, la nación y el
nacionalismo, pues en caso contrario se seguirá limitando la visión analítica sobre
estos sucesos a una suerte de derrotados: cobardes traidores o valientes
colaboradores con su agregado de que si fueron patriotas o no. Lo que debería
hacerse justamente para superar esta monocorde visión, es romper de una vez por
todas con el centralismo elitista consolatorio (buenos pero derrotados peruanos),
explorando más exhaustivamente otros grupos sociales, como por ejemplo: los
grupos subalternos costeros, las minorías étnicas, etc.
^.-Regionalism o y nación
Si algo ha sido posible constatar en los estudios sobre la historia republicana, es que
ésta ha girado mayoritariamente en torno a los sucesos acontecidos en Lima y su
manejo político del aparato del Estado. De esta manera la Historia republicana se fue
proveyendo de una serie de estudios mediáticos y poco analíticos de la realidad
nacional. Esta forma de hacer historia se mantuvo de manera inquebrantable,
incluso en los relatos de la Guerra del Pacifico y en su propio devenir, relativizando en
mucho sus conclusiones. Empero, después de la celebración del centenario,
88 Wilfredo Kapsoli. "La crisis de la sociedad en el contexto de la guerra" en Jorge Basadre et al.R e f le x io n e s en to rn o a la g u e rra d e 1 8 7 9 . Lima: Centro de investigación y Capacitación 1980, pp. 333-358.
100
aparecieron estudios que de una u otra manera, han tratado por un lado de reenfocar
la atención espacial de las futuras investigaciones a través del papel que asumieron
los diversos departamentos y regiones durante el desarrollo de la guerra; y por otro
lado, también puede observarse aunque en menor número, aquellos estudios que
han buscado desapasionar el diagnóstico general de la guerra; ofreciendo ambos en
su conjunto -en la medida que logren articularse uno con el otro- un futuro
auspicioso para el desarrollo de las investigaciones históricas.
Comencemos observando los estudios regionales-locales, en primer lugar
podemos mencionar las investigaciones dedicadas a la región norte, como la realizada
por Alejandro Reyes Flores89, quien a partir de un amplia revisión de diversas fuentes
documentales, propone una relación negociadora distinta, entre los invasores y las
elites regionales piuranas y trujillanas quienes con la mirada al frente y no con la
cabeza gacha; llegaron sorprendentemente -a pesar de la ocupación- a proponer las
reglas de juego, e incluso en algunos casos pudieron imponer sus propios intereses.
Sin embargo, su propuesta no tuvo la acogida que bien pudo merecer (quizá sea por el
desfase de su publicación, realizada década y media después de la celebración del
centenario). Igual receptividad mereció el artículo de Kapsoli90 quien a partir de un
estudio de carácter estadístico, describe la acelerada e irreversible decadencia
económica de los departamentos de Lambayeque y Cajamarca, tomando como marco
de referencia para este análisis a las clases altas provincianas.
En lo que se refiere a los estudios sobre la región central, tenemos los de
Nelson Manrique91, quien a través de una aguda pesquisa de los archivos regionales,
analiza el comportamiento de la sierra central y parte de la zona sur (Arequipa); visto
todo ello desde el accionar del sector terrateniente envuelto dentro del juego de
intereses de grupo y la prevalencia zonal frente a las comunidades indígenas
caracterizadas estas últimas por su identificación con la patria acechada, es decir que
89 Alejandro Reyes. "La guerra del Pacífico: pasado y presente" En: Raúl Rivera Serna et. al L a g u e rra d e l
P a c íf ic o . Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, tomo II 1984.90 Wilfredo Kapsoli. "Lambayeque en la coyuntura de la guerra del Pacífico" En: Raúl Rivera Serna et. al La
G u e rra d e l P a c íf ic o . Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, tomo II 1984.91 Nelson Manrique. Y a w a r M a yu. S o c ie d a d e s te rra te n ie n te s se rra n a s (1 8 7 9 -1 9 1 0 ). Lima. DESCO/IFEA. 1988.
II
101
la fortaleza adquirida por las comunidades campesinas frente a la expansión
hacendaría se debió a la activación del nacionalismo.
Una región que a pesar de estar bastante cerca del centro de poder que
representó Lima en el siglo XIX, ha sido dejada de lado es el sur chico. A pesar de
este abandono historiográfico es de destacar los estudios realizados por Rolando
Pachas, y uno en especial el dedicado a las provincias de Pisco y Chincha (el sur
chico) durante el contexto de la Guerra del Pacífico92. Aquí el autor hace un doble
análisis, por un lado aborda el aspecto social a través del estudio de las comunidades
zonales; por el otro indaga el aspecto económico, estudiando principalmente la
producción de las haciendas; durante la estadía chilena y como éstas serían
perjudiciales producto de los saqueos93.
De otro lado, encontramos más hacia el sur la instalación del gobierno
provisional de Arequipa encabezado por Lizardo Montero. Importante es
mencionarlo ya que ambos (Arequipa y Montero) fueron conjuntamente,
estigmatizados por la memoria colectiva como los elementos fundamentales -por
no decir que fueron ellos los culpables- para el fracaso de la resistencia al agresor
chileno; al no prestar la ayuda necesaria como pertrechos de guerra y material
humano. Sin embargo, no todos comulgaron con esta imagen, este es el caso de
Armando Nieto Vélez94 quien enfocaría a este gobierno como la promesa de un
orden interno dentro de un país fragmentado, aunque el mismo autor señalaría a su
vez que la presión chilena sería la que propiciaría, muchas veces, la articulación de
este espacio desestructurado.
Estas últimas décadas la revolución de las comunicaciones ha generado un
acercamiento mayor entre las poblaciones. Si bien las relaciones peruano-chilenas
siguen siendo controversiales, las generaciones más jóvenes de ambos países son
92 Rolando Pachas. "Impacto de la guerra del Pacífico en el sur medio (1860-1890)" En: Raúl Rivera Serna et. al La G u e rra d e l P a c íf ic o . Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, tomo II 1984.93 Rolando Pachas. L a g u e rra co n C h ile y la d e s tru c c ió n d e l s u r m e d io . En: José Chaupis/Emilio Rosario. La
g u e rra d e l P a c íf ic o . A p o r te s p a r a r e p e n s a r s u h is to r ia . Tomo I. Lima. Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales. 2007.94 Armando Nieto Vélez "Vicisitudes del gobierno provisional (1882-1883)". En R e v is ta H is tó r ic a T. XXXIII, 1979-1980.
102
menos pasionales y más pragmáticas. Ramón León95 nos presenta en un interesante
artículo la visión de quienes tendrán en sus manos los destinos del país dentro de un
par de años; nos referimos a la juventud de ambos países. Es interesante señalar
como los jóvenes ven este acontecimiento bélico como una cuestión del pasado,
irrepetible en el futuro; lo curioso del caso es que los escenarios confrontativos
serían ahora los deportivos y culturales.
Para concluir podemos agregar que si bien los estudios regionales han ido
paulatinamente en descenso debido quizás a esas inentendibles "modas
historiográficas", que han preferido abordar otras temáticas, ellos aún representan un
sustento vital para conocer -p o r ejemplo en el caso concreto de lo acontecido en el
hecho histórico en mención- la actitud y el grado de identificación de las provincias
para con el Estado-nación peruano. Por eso mismo es necesario que tanto los
estudios regionales como los micro-históricos locales busquen integrarse cada vez
más a una imagen de conjunto de los hechos históricos; superando con ello su propia
parcelación y aislamiento con inclinaciones de apartheid historiográfico.
f. El discurso del otro, ahora es nuestro (2004-2010)
Desde fines de los años ochenta se han estado realizando con mayor frecuencia
coloquios, encuentros, congresos entre otros eventos académicos tanto nacionales
como internacionales en donde los docentes, investigadores y estudiantes han
realizado un permanente intercambio de ideas sobre diversos temas; algunos de estas
discusiones han sido retratadas en compilaciones y memorias. Este fenómeno ha
permitido no solo que cada ciudadano de los diversos países inmiscuidos en la guerra
muestre a otro como se cuenta la historia desde su frontera sino que esos espacios se
conviertan en lugares donde se rompan algunos mitos y concepciones construidas en
décadas de bombardeo nacionalista en cada país. Más aún se está utilizando en varias
investigaciones en el caso peruano fuentes chilenas y bolivianas las cuales permitan
95 Ramón León "¿Qué piensan y qué sienten los jóvenes limeños acerca de la guerra del Pacífico?" Un estudio. En: T e o r ía e in v e s t ig a c ió n en p s ic o lo g ía . Lima. Volumen XIII. 2004.
II
103
analizar cómo han abordado ellos la guerra, su justificación para accionar y el discurso
dirigido a sus futuras generaciones.
Uno de estos trabajos es realizado por Emilio Rosario96 quien retrata la
enorme responsabilidad de los peruanos en los inicios de la guerra.
Según analiza Rosario, el congreso peruano de 1873 resolvió la cuestión tributaria del salitre como carácter de urgencia, puesto que el país se precipitaba a una profunda crisis económica. En medio de ese debate y como una solución a la que se arribó sin estar planteada de antemano, se estancó el nitrato. Esa era una típica medida colonial para proteger por la acción pública, un producto considerado estratégico. Pero, dos problemas llevan al rápido fracaso del estanco. Por un lado, el estado carecía de capital para montar el nuevo sistema; por el otro, se precipitó una crisis internacional de envergadura y cayeron los precios internacionales del salitre. En su pensamiento, la única forma de salvar al Perú de la catástrofe era estatizar el nitrato de soda97.
Un ejemplo de interdisciplinaridad es el trabajo de Iván Millones quien
intenta explicar el inicio del "odio a Chile". Tal como lo señala el mencionado
historiador esto no nace inmediatamente con el fin de la guerra, por el contrario se
mantiene una actitud pasiva; ya que se tenía la esperanza que se cumplieran los
acuerdos del Tratado de Ancón y se devolviera las provincias cautivas (Tacna y Arica);
pero al no existir una respuesta efectiva por parte de los chilenos los ánimos se
caldearon a principios del siglo XX "se trataba este de un anticipo a lo que iba a ocurrir
durante el Oncenio de Leguía (1919-1930) cuando hubo una mayor exaltación de los
sentimiento nacionalistas de la población con fines políticas98"
Al igual que la historia peruana; la versión chilena nutriría su nacionalismo en
torno a la victoria. Para comprender mejor esta lógica discursiva del vencedor, Carmen
96 Emilio Rosario. "Bancos, elites, estado. El estanco y la estatización salitrera (1875-1879)". En: José Chaupis/Emilio Rosario. L a g u e rra d e l P a c íf ic o . A p o rte s p a r a r e p e n s a r s u h is to r ia . Lima. Tomo I. 2007.97 Antonio Zapata. "El impacto de la guerra del Pacífico en la historiografía peruana: repaso de algunos temas y autores". En: José Chaupis, Martin Colán, Emilio Rosario, Héctor Salazar. L a g u e rra d e l P a c ífic o .
A p o r t e s p a r a r e p e n s a r s u h is to r ia . Lima. Tomo II. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2010.98 Iván Millones. "Odio y venganza. Lima desde la post guerra con Chile hasta el tratado de 1929". En: Claudia Rosas Lauro (editora) E l o d io y e l p e rd ó n en e l P e rú (s ig lo s X V I a l X X I). Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 2009 pp. 160.
104
McEvoy99, hurga documentalmente el rol jugado por las mujeres, durante una coyuntura
precisa: la ocupación de Lima. Para ello ingresa a estudiar los hilos que estructuraron los
mecanismos ideológicos al interior de las luchas entre hombres y mujeres; es así como
aborda la necesidad de prevalencia y el deseo de la virilidad masculina de los "hijos de la
estrella solitaria"; hacia la "coqueta" tapada criolla limeña, que prefirió en muchas ocasiones
al invasor triunfador foráneo, que a su compatriota perdedor. Esto se va a vislumbrar en
fugaces encuentros sexuales dados en plena toma armada de la capital nacional.
Sin embargo es preciso agregar que McEvoy para sustentar su hipótesis se
basa principalmente en la elaboración discursiva del sentir "aventurero", realizado por
el propio ejército chileno, imágenes del tiempo que fueron deformadas, ya que estos
escritos serán redactadas después de concluida la guerra.
Esta situación es corregida a partir del papel jugado por Patricio Lynch en
la administración chilena en Lima durante casi dos años cuyas tropas llegaron a la
capital limeña presentándose como los civilizados y los modernos en la conquista no
solo de terruños salitreros, sino además de domar al salvaje peruano100. Esta consigna
no solo sería pronunciada en los cuarteles; ésta se daría a viva voz en todos los
espacios de sociabilidad desde iniciada la guerra. Uno de los puntos principales se
convertiría los estrados religiosos, quienes tenían una fuerte influencia en la
conservadora sociedad chilena101.
Demostrando que la historia militar no es una temática, limitada a la
descripción de las batallas y combates, se encuentra el trabajo realizado por Carlos
López y Jorge Ortíz Sotelo, chileno y peruano respectivamente. En el mismo, se
inserta el devenir técnico y simbólico de una embarcación que trae hasta ahora
polémica en el país: el Huáscar. Sin esos ánimos revanchistas ambos oficiales
99 Carmen McEvoy "Bella Lima ya tiemblas llorosa del triunfante chileno en poder: Una aproximación a los elementos de género en el discurso nacionalista chileno" en Susana Aldana et al. H o m e n a je a F é lix
D e n e g r í L u n a , Lima: Instituto Riva Agüero 2000.100 Carmen McEvoy. "Chile en el Perú. Política, economía y sociedad en tiempos de la ocupación (18811884)". En: José Chaupis/Emilio Rosario. La g u e rra d e l P a c íf ic o . A p o r te s p a r a r e p e n s a r s u h is to r ia . Tomo I. Lima. Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales. 2007.101 Carmen McEvoy. "De la mano de Dios. El nacionalismo católico chileno y la guerra del Pacífico (18791881)". En: Gabriel Cid y Alejandro San Francisco. N a c ió n y n a c io n a lis m o en C h ile . S ig lo X IX . Santiago de Chile. Centro de estudios del Bicentenario. 2009. pp. 177-219.
II
105
destacados oficiales denotan lo que ello significa para nuestros países; victoria para
uno, humillación para el otro.
Un estudio de carácter binacional (Perú-Bolivia) es realizado por el
historiador peruano Daniel Parodi102 quien ha logrado quebrar la vieja imagen
adjetivada de crueles "traidores" arequipeños y felones bolivianos durante la
resistencia, para cambiarla por una remozada imagen de fieles "aliados" los cuales
lograron a pesar de las adversidades brindar constante ayuda de diverso tipo a nuestro
país, incluso en los momentos de la resistencia serrana. Aunque el autor sostiene que
la descoordinación existente entre los aliados, impidió que los refuerzos enviados de
Bolivia o Arequipa llegaran a tiempo.
El papel de Bolivia ha llamado la atención de algunos estudios, en estos
últimos años. Después de los trabajos hechos por Bonilla, la historiadora Marta
Irurozqui renueva la lectura con respecto al país del altiplano retomando "su deseo de
renacimiento nacional expresado en una nueva y definitiva refundación de la
república103". Aunque los resultados militares y diplomáticos aún mantienen en la
población peruana esa suspicacia hacia los bolivianos en su actuación bélica104.
Es así como se torna imprescindible ampliar nuestras perspectivas
geográficas, si bien ya se ha dado un importante avance con el trabajo elaborado por
Parodi es necesario buscar estudios de carácter trí e incluso cuatrinacional incorporando
más sólidamente la participación de Chile como agresor directo y de Argentina como
participante indirecto. Incluso el aspecto internacional debería ser más ahondado, pues
si bien se ha avanzado sobre la participación de Inglaterra en la Guerra del Pacífico la de
Estados Unidos todavía está por estudiarse especialmente a sabiendas de su
participación en las negociaciones entre el Perú y Chile para culminar la guerra.
102 Daniel Parodi. La la g u n a d e lo s v illa n o s . B o liv ia , A r e q u ip a y L iz a rd o M o n te ro en la g u e rra d e l P a c íf ic o
(1 8 8 1 -1 8 8 3 ) Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú/ Instituto Francés de Estudios Andinos 2000.103 Marta Irurozqui. "Un mar de sangre para renacer: Bolivia y la guerra del Pacífico". En: José Chaupis, Martin Colán, Emilio Rosario, Héctor Salazar. L a g u e rra d e l P a c íf ic o . A p o r te s p a r a r e p e n s a r s u h is to r ia .
Lima. Tomo II. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2010.104 Heraclio Bonilla. "Bolivia: los dilemas de su participación en la guerra del Pacífico (1879-1884)". En: José Chaupis, Martin Colán, Emilio Rosario, Héctor Salazar. L a g u e rra d e l P a c íf ic o . A p o r te s p a r a re p e n s a r
s u h is to r ia . Lima. Tomo II. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2010.
106
Un trabajo innovador es presentado por Renzo Babilonia105 quien nos
ofrece una compilación de las principales fotos de la época cuyo predominio es por
parte del lado chileno dado que tenían como intención generar un seguimiento visual
desde el propio campo de batalla, para así darles información a su población y
mantener viva la memoria de este acontecimiento. La Historia habría de ser
construida por los vencedores. Pero Babilonia no es un historiador del arte, ni este
trabajo es un estudio contextualizado de las fotos, las cuales no restan su esfuerzo
compilatorio a ser perfeccionado por otros estudiosos en los próximos años.
Si algo se ha podido observar a lo largo de este capítulo historiográfico, es
que la Guerra del Pacífico, a pesar de sus más diversas incluso opuestas
interpretaciones aún representa fuertemente para nuestra historia republicana, un
momento importante de definición para la nación peruana en sus más amplios
aspectos (social, político, económico, cultural, etc.). Aunque contradictoriamente el
enfoque que se le ha dado hasta la celebración del centenario, ayudó principalmente
al atraso del conocimiento de este "punto de quiebre" en nuestra Historia, además de
traer consigo los ya clásicos y comunes traumas resentistas generacionales.
Lo que más bien debería hacerse es ir superando estas tradicionales visiones
históricas como los limitados aunque significativos avances que surgieron e intentar
innovar los estudios a partir de las más útiles corrientes intelectuales e historiográficas
internacionales actuales, lo cual no quiere decir desestimar completamente estos
enfoques previos sino en todo caso complementarlos, enriquecerlos, abrir nuevas vetas
para la investigación. Es así como alimentados por las nuevas tendencias metodológicas
y teóricas, pero sin dejar de lado lo más rescatable de lo ya avanzado, podemos a través
de una relectura afinar nuestras imágenes, construyendo visiones más integrales de
aquel tiempo histórico tan difícil que nos tocó vivir.
En base a lo anteriormente dicho podríamos de una vez por todas superar
el excesivo culto casi sagrado por las "fechas" conmemorativas en torno a las hazañas
105 Renzo Babilonia. L a g u e rra d e n u e s t ra m e m o r ia . C ró n ic a i lu s t ra d a d e la g u e rra d e l P a c íf ic o (1 8 7 9 -
1884).Lima. Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos/Fondo Editorial de la Universidad de Ciencias y Humanidades. 2009.
II
107
realizadas por nuestros héroes en la guerra. Con esto no queremos ser profanos con
nuestras más arraigadas tradiciones cívico-históricas, solamente buscamos superar la
imagen extremadamente maniquea y tradicional de perdedores "buenos" y
vencedores "malos" en la Guerra del Pacífico. Es así como solamente superando este
dicotómico constructo historiográfico es que se podrán vislumbrar nuevos derroteros
para las futuras investigaciones.
108
Capítulo IV
H o r a s de escrito s. U n a aproxim ación bib liográfica a la vida de M anuel
G o n zá le s 1918)'
El 29 de julio de 1888, en la ciudad de Lima, se llevó a cabo un espectáculo artístico con
el fin de recaudar parte del dinero, el cual estaba destinado a cubrir la ingente deuda
que el estado peruano se había comprometido en pagar al gobierno chileno, como uno
de los acuerdos del Tratado de Ancón, firmado entre ambos países cinco años antes
(1883). La realización de dicho evento se llevó a cabo en el teatro de la Politeama1 2,
cuyas instalaciones estarían nutridas por decenas de miembros de la elite política,
militar y eclesiástica del país. Entre los distinguidos asistentes resaltaba la figura del
entonces Presidente de la República: el general Andrés Avelino Cáceres.
Entre los diversos números que se presentaron (entre poemas, cantos y
bailes), estuvo la lectura de un ensayo a cargo del ecuatoriano Miguel Urbina. Cada
palabra pronunciada por la mentada persona, terminaría impregnada en la mente no
sólo de los aproximadamente 2500 asistentes que presenciaron tal evento, sino en la
1 Este escrito fue presentado en la revista Tiempos N° 5. 2010. Para su presente publicación se han realizado algunas modificaciones.2 Dicho discurso, por su cargado contenido en contra de las autoridades no encontraba muchos medios para su reproducción pública. Fue el periódico La L u z E lé c tr ic a quien lo dio a conocer, así también ese año se publicó su ensayo P ro p a g a n d a i a ta q u e .
II
109
de muchas generaciones de peruanos. Según los comentarios y chismes que se
desplegaron al instante de tan explosivo discurso, no sería el bisoño lector, el
compositor de ese ditirambo, sino habría de ser un hombre maduro que en reuniones
cerradas o de poco alcance, venía anunciando los estruendos fulminantes que su
pluma desplegaría de aquí en adelante3. El nombre de ese no tan desconocido
personaje para la República de las Letras sería Manuel Gonzáles Prada y Ulloa.
Ha existido un consenso entre los estudios históricos, literarios y
sociológicos para afirmar que los escritos hechos por Gonzáles Prada, después de la
guerra, no fueron producto de la casualidad, sino que ellos se derivan producto de la
molestia, frustración y amargura; sentimientos hasta podríamos decir: "normales",
que pudo haber sentido cualquier ciudadano peruano en esa coyuntura; el cual le
exigía explicaciones a su dirigencia del desastre acaecido y reclamándole a su pueblo
que asuma sus verdaderas funciones: ser los conductores de la patria4.
El objetivo de este último capítulo es poner en vitrina los principales
escritos que estuvieron encargados de estudiar la vida de este famoso personaje.
Utilizando desde libros, artículos, ensayos y tesis publicadas a lo largo de 90 años,
desde el fallecimiento de tan importante intelectual peruano5.
3 Una de las polémicas sobre el discurso de Gonzáles Prada ha sido el "desborde de lo satírico" lo cual repliega la recepción de lo novedoso y revolucionario. "Facilita su incomprensión o encasillamiento. De allí que se subraye su carácter literario y se pase por alto su aporte sociológico" En: Gonzalo Portocarrero. Gonzáles Prada: la ( im ) p o s ib ilid a d d e un p o s it iv is m o c r io llo En: Isabelle Tauzin (edit) M a n u e l G o n zá le s
P ra d a : e s c r ito r d e d o s m u n d o s . Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006. pp. 132.4 La mayor parte de la producción intelectual de Manuel Gonzáles Prada fue escrita después de fallecido dicho personaje. Tan sólo un folleto (N o ta in fo rm a t iv a s o b re la B ib lio te c a N a c io n a l) y cuatro libros (dos en prosa: P á g in a s L ib re s y H o ra s d e L u c h a ; y dos en verso M in ú s c u la y E x ó t ic a s ). Prescindió deliberadamente de P re b is te r ia n a s (1909) porque esta fue escrita en anónimo. Con el material recogido de los periódicos se formaron los volúmenes B a la d a s p e ru a n a s , L ib e rta r ia s , A n a rq u ía , N u e v a s p á g in a s
l ib re s , P ro s a M e n u d a , P r o p a g a n d a y a ta q u e , y la mayor parte del T o n e l d e D ió g e n e s . En forma póstuma se encuentra F ig u ra y f ig u r o n e s , G ra f ito s , B a jo e l o p ro b io , T ro z o s d e v id a , B a la d a s , A d o ra c ió n . Mientras los libros O p to m e tr ía , C a n to s d e o tro s ig lo y L e tr illa s fueron hechos con ayuda de su hijo Alfredo, quien se suicidaría en Nueva York.5 Existe un exhaustivo estudio bibliográfico electrónico hecho por Thomas Ward en donde podemos encontrar publicaciones tanto nacionales como extranjeras: http:/evergreen.loyola.edu/twrad/www/gp/biblio
i . Del niño al hombre
José Manuel de los Reyes Gonzáles Prada y Ulloa nació el 6 de enero de 1844 en la
ciudad de Lima, capital de la República del Perú, en el seno de una familia de un recio
arraigo secular, cuya tradición católica-apostólica-romana llevaría a que su formación
básica esté bajo esos parámetros.
Frente a ese destino académico-religioso Gonzáles Prada mostró siempre
una actitud reacia a absorber como ritmo de vida las notas impartidas por el cura, la
cruz y la iglesia como nos señala uno de sus más grandes biógrafos y estudiosos; el
literato, historiador, tres veces rector de San Marcos y senador de la República: Luís
Alberto Sánchez; incluso señala que el autor de Horas de lucha tendía a escaparse en
muchas ocasiones del seminario al cual asistía, debido a que no soportaba el ambiente
de enseñanza6.
Durante su juventud, su producción intelectual -según Sánchez- fue muy
pobre y nada descollante7. El por qué de esta "edad de piedra" se debe a las
condiciones del momento. La otrora máxima autoridad sanmarquina, explica que el
naticilio académico de Prada se dio "... en pleno hedor romántico...8". Es así que sus
primeros pasos, estarían sintetizados en cortos resúmenes romanticistas, no teniendo
mucho eco ni un gran impacto en el auditorio nacional.
Uno de los más grandes representantes de la historiografía peruana como
lo es Jorge Basadre, quien nació durante los años de la ocupación chilena en la ciudad
de Tacna, le dedicaría en sus escritos bastante atención al tema de la "guerra contra
Chile", pero lógicamente sin ese apasionamiento que caracterizó a Gonzáles Prada,
6 Gonzáles Prada siempre ha tenido una crítica visceral frente a la educación monopolizada por la iglesia, haciendo hincapié en la posición de dicha institución hacia la formación educativa tanto de hombres como de mujeres. Para el caso de estas últimas podemos mencionar el siguiente trabajo: Joel Delhon. E l d is c u rs o s o b re la m u je r y s u e m a n c ip a c ió n en M a n u e l G o n z á le s P ra d a : e n tre e l ro m a n t ic is m o , p o s it iv is m o
y a n a rq u is m o . En: Carmen Kiera. Meri Torres e Isabel Chúa (ed.). P e rv e rs a s y d iv in a s . L a re p re s e n ta c ió n
d e la m u je r en la s lite ra tu ra s h is p á n ic a s : e l f in d e l s ig lo p a s a d o y / o e l f in d e l m ile n io a c t u a l. Caracas. Ediciones Ex. Cultura. Tomo I. 2002. 183-190 pp.7 Luís Alberto Sánchez. L a l ite ra tu ra p e ru a n a d e rro te r o p a r a u n a h is t o r ia c u ltu ra l en e l P e rú . Lima. Ediciones Ediventa. Tomo III. 1965. En este conjunto de tomos, señala el devenir literario del país, en donde la figura de Gonzáles Prada es clasificado como un escritor realista y crítico.8 Luís Alberto Sánchez. B a la n c e y l iq u id a c ió n d e l n o v e c ie n to s ¿ T u v im o s m a e s t ro s en n u e s t ra A m é r ic a ?
Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1968. pp. 37.
debido a que Basadre perteneció a otra generación que vio más los rezagos que los
estruendos de las batallas.
Según el autor de Perú: Problema y posibilidad, Prada evitó el hedor colonial
que se respiraba en Lima, no solo gracias a su reacia actitud, a educarse en los
seminarios católicos, sino que su familia al ser tenaz opositora al régimen liberal
encabezado por el general Ramón Castilla y Marquesado, optó por abandonar de la
capital peruana y radicar en Valparaíso, en donde fue educado. Dicho lugar era "un
puerto modernizado9", en donde se vivía con una mentalidad muy distinta al de la
capital peruana. Al parecer su estirpe al querer alejarse mucho más de los cánones
liberales, terminó por catapultar de forma más efectiva dicho pensamiento en sus
jóvenes generaciones y en especial en el joven Manuel.
Los conocimientos adquiridos (en la química especialmente) lo llevarían a
cosechar éxitos pasajeros en el campo profesional cuando instaló en su hacienda de
Tutumo un taller destinado a fabricar almidón a partir de la yuca, llegando a
comercializar con relativo éxito su producción. Este tipo de acciones denotaba su
inclinación hacia pensamientos modernos10 tal como lo era en ese entonces el
positivismo: "esta inversión económica y científica constituye un acto positivo, en el
sentido comtiano de la palabra; y si lo relacionamos con una actitud general de ruptura
con la herencia aristocrática, nos lleve a las fuentes mismas del positivismo francés, a
la obra y personalidad del conde de Saint-Simon11".
9 Jorge Basadre. P e rú : P r o b le m a y P o s ib ilid a d . Lima. Consorcio Técnico de editores. 1984. Pp 158.10 La visión de Prada sobre distintos aspectos del mundo son variados y evidentemente van en contra de la tradición, por ejemplo, el tuvo una visión contraria a la muerte, no como el fin hacia los brazos de Dios sino la continuación de la vida, denotando su anticlericalismo, dicha posición es profundizada en el estudio: Joel Delhon "Manuel González Prada: el hombre y el revolucionario frente a la muerte". En
Im a g e n d e la m u e rte . En: Nanda Leonardini, David Rodríguez, Virgilio Freddy Cabanillas (eds.). P r im e r
C o n g re s o L a t in o a m e r ic a n o d e C ie n c ia s S o c ia le s y H u m a n id a d e s . Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2004: 263-274.11 Abramson Pierre-Luc. C ie n c ia y c ie n t if ic is m o en e l p e n s a m ie n t o d e G o n z á le s P ra d a . En: Isabelle Tauzin (edit) M a n u e l G o n z á le s P ra d a : e s c r ito r d e d o s m u n d o s . Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006. pp. 48. Aunque cabe resaltar que él no sería un hombre abiertamente positivista en el mismo trabajo podemos señalar que si se hace "una lectura de los textos de Gonzáles Prada que su hijo, Alfredo, recopiló con el título Nuevas Páginas Libres confirma que nuestro autor, aunque condenaba la metafísica como práctica insustancial, ose a-científica y no positiva, no dejaba de sentir angustia metafísica y sabía experimentar la duda" (pp. 51).
Entre las casualidades de la vida misma y una actitud reacia, es que se fue
constituyendo la base para tener una mentalidad capaz de enfrentar más adelante los
retos que el destino le tendría preparado.
2. Miembro de la “elite" intelectual
En la década de 1860, las ganancias legadas por la comercialización guanera generaron la
consolidación de una elite económica nacional, quien llegó a invertir en el desarrollo no solo a
nivel de infraestructura civil, sino incluso en el plano intelectual, dando inicio a una de sus
revistas símbolo que caracterizó su vida y su forma de concebir al país; su nombre sería: la
Revista de Lima12. Entre sus colaborados nacería un grupo -de carácter literario- que sería
bautizado con el nombre de los Amigos de las letras. Con el correr de los años terminarían
adoptando el nombre del Club Literario, el cual como nos explica Efraín Kristal terminarían
siendo financiados y alentados "por importantes figuras políticas del Partido Civil, entre
quienes estaba Francisco García Calderón quien era Presidente del club. Otro benefactor
importante fue el presidente Manuel Pardo (...) Como puede confirmarse en los primeros
anales del "Club Literario", Manuel Gonzáles Prada fue uno de sus miembros fundadores13".
Entre sus miembros principales destacan: Ricardo Palma, Luís E. Márquez,
Luís Benjamín Cisneros, Eugenio Larrabure y Unanue, Numa Pompilio Llona, entre
otros. Quiere decir que Prada pertenecía a esa elite que posteriormente, él atacaría
leoninamente en sus discursos. Es sorprendente que intelectuales de la talla de
Sánchez y Eugenio Chang-Rodríguez14, grandes estudiosos de Prada, hayan pasado
desapercibido esta importante etapa de su vida, incluso presentando que su relación
con este grupo era débil siendo un "socio algo distante al Club Literario15".
12 Un estudio que narra el devenir de la R e v ista d e L im a es presentado por: Daniel Castillo. Un d e se o de
h isto ria . N o ta s so b re in te le ctu a le s y n a c io n a lism o crio llo en e l s ig lo X IX a p a rt ir d e La R e v ista d e L im a (1 8 5 9
1863). En: Narda Henriquez (comp.) E l h e ch izo de la s im á g e n e s. E sta tu to s S o cia l, g é n e ro y e tn ic id a d en la
h is to ria p e ru a n a . Lima Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. 2000. 97-195 pp.13 Efraín Kristal. U n a v is ió n u rb a n a d e lo s A n d e s . G é n e s is y d e s a rro llo d e l in d ig e n is m o en e l P e rú ( 1 8 4 8
1 9 3 0 ). Lima. Instituto de Apoyo Agrario. 1991. pp. 105.14 Eugenio Chang Rodríguez. L a l ite ra tu ra p o lít ic a . D e G o n z á le s P ra d a , M a r iá te g u i y H a y a d e la T o rre .
México D. F. Ediciones de Andrea. 1957.15 Luís Alberto Sánchez. N uestras vidas so n los ríos. Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1977. pp. 65.
II
113
Al parecer con esta declaración, el rebelde no sería esa persona anti status
quo. Ya que esta imagen es construida por uno de los patriarcas del "Partido Aprista
Peruano", como Luís Alberto Sánchez, quien tenía por objetivo rememorar al hombre-
símbolo utilizado por el fundador de su agrupación política Víctor Raúl Haya de la
Torre, quien se valió del nombre de Gonzáles Prada para formar las "Universidades
Populares" y con ello adiestrar a los obreros, que le permitan canalizar militantes a su
favor, allá en la década de 1920.
3. Un giro radical
Iniciada la "guerra contra Chile", Gonzáles Prada tendría una participación directa, no
desde que se dispararon los primeros cañonazos en el frente sur, sino cuando la
sentencia ya estaba echada y el enemigo se encontraba a horas de tomar la llamada
Perla del Pacífico. El autor de Figuras y figurones pasaría hacer parte de los batallones
de defensa de la capital, según como él mismo confiesa. Fulminadas las líneas de
contención, y con el ingreso de los batallones mapochinos a Lima, decide auto exiliarse
en su hogar, durante el tiempo que duró la ocupación.
En aquel auto enclaustramiento, compuso algunas obras teatrales como:
Cuartos para hombres vacíos, El cometa de 1882, Chino, Doctora y doctor, La rendición de
la mujer o la dama de los tomates, la sátira en prosa, Escenas nocturnas y un poema
cósmico para escenificarse, que tituló Mojiganga o melodrama fantástico, social y
religioso. Además escribió su Optometría, que en la década de 198016, sería encontrado
por el escritor Manuel Scorza.
Apenas supo que el general Iglesias había levantado el pendón
revolucionario para firmar la paz con Chile, en base a cesiones territoriales; el recluso
Gonzáles Prada escribió una larga composición titulada Al Perú, en la que comienza a
dar sus primeros gemidos críticos hacia tal afrenta patriótica (si la vemos con los ojos
16 Prada tenía bastantes herramientas intelectuales que le permitían crear con bastantes fuentes sus escritos. Según Estuardo Núñez "Más Prada no era sólo el escritor de su tiempo; había asimilado desde su juventud a los clásicos antiguos y modernos" En: Estuardo Núñez. S o b re e l e stilo y la crít ica en G o n zá le s P ra d a . En: Lib ro
h o m e n a je a Lu ís A lb e rto Sá n ch e z. Lima. Talleres gráficos Villanueva. 1967. pp. 349-366.
I114
de ese entonces): "Guerra sin arte ni plan; atizaron tus señores; para acabar, cual
traidores; en las cuevas de Montán17".
La guerra dejaría en el "Aquiles peruano" hondas reflexiones que las
canalizaría, como todos los peruanos en explicar el desastre acaecido, pero a diferencia
de muchos de sus contemporáneos él tendría la capacidad de articular un discurso no
solo de reflexión, sino de confrontación frente a los verdaderos derrotados.
4. Un país herido
Un diagnóstico sobre el Perú, después de la guerra del 79 es un tema que todavía falta
ser profundizado por la historiografía nacional18. Las mejores referencias para evaluar
las secuelas sociales, políticas y hasta psicológicas post guerra contra Chile siguen
siendo todavía las memorias y diarios de bitácora que se escribieron durante la época,
cuyo fidedigno testimonio describe los difíciles momentos por los que el país atravesó.
Entre algunos de los autores de estas lacrimonisadas crónicas resaltan por
ejemplo: Francisco García Calderón, Pedro Dávalos y Lisson, José Gálvez y el galo
Marcel Moner. Protagonistas que vivieron en carne propia la época de post guerra,
dejando plasmadas en antologías personales lo que ella legó.
El primero de ellos García Calderón; un hombre maduro, abogado de
profesión, dueño de las salitreras tarapaqueñas en disputa y "Presidente de la
República" durante la ocupación chilena a la capital peruana (1881); nos describe a esa
nación trágicamente envuelta en el manto de la derrota a manos de los chilenos:
[...] y así el aspecto del Perú al final de este período, de 1886 a 1895, es monótono y triste. El crédito se encuentra aniquilado, la moneda adquiere difícilmente su antiguo valor, el Estado tiene por delante una obra inmersa de reconstrucción, de ayuda y de control y el individuo se halla abrumado bajo el peso de la terrible derrota. El pesimismo se convierte en la filosofía del momento [,..]19".
17 Luís Alberto Sánchez. D o n M a n u e l, Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1964. Pp 91.18 Salvo tenues balances contemporáneos, como el realizado por el economista Carlos Boloña. En su libro hace una descripción de la situación demográfica, financiera, comercial y monetaria en la que había quedado el Perú. Carlos Boloña. P o lít ic a s a ra n c e la r ia s en e l P e rú (1 8 8 0 -1 9 8 0 ). Lima. Instituto de Economía de Libre Mercado. 198119 Francisco García Calderón. En to rn o a l P erú y A m é rica . Lima. Juan Mejía Baca/P. L. Villanueva editores. 1954.
Era evidente que en su posición como otrora mandatario de la República,
tendría una visión amplia del país, y como parte de la burguesía derrotada describía el
verdadero dolor de haber perdido no solo la guerra sino el tesoro en disputa: el salitre20.
El otro caso, es Dávalos y Lisson, un joven perteneciente a la clase alta,
quien nos narra el comentario vertido por un tío suyo (de un amplio poder adquisitivo)
en 1888, en una conversación coloquial realizada en la provincia de Pasco:
[...] estamos en bancarrota. Los cálculos más pesimistas de ayer han sobrepasado a la realidad. Ya no ascienden nuestras rentas, como hace cinco años. El fisco lucha invencibles dificultades. Cada día que pasa es un peligro vencido, una complicación salvada. Estamos cosechando las consecuencias de nuestro desastre. [. ] La miseria del gobierno es únicamente un reflejo natural y una consecuencia lógica de la ruina social21.
Combatiente de la defensa de la capital, Dávalos llevaba consigo la
experiencia bélica y por ende la derrota era sentida por experiencia propia.
El abogado José Gálvez exclamaba también las secuelas de esta guerra,
pero sentidas y vividas durante su etapa de niñez:
Gran calamidad de la guerra, suceso dorsal de nuestra vida independiente, dolorosa y sangrante laguna que detiene el curso de nuestra evolución y aquieta el movimiento de progreso haciéndonos retroceder, pasó dañándonos material y moralmente hasta la raíz misma de nuestra vida y de nuestra alma (...) Triste convalecencia en medio de la anemia fiscal y de la pobreza privada, la de este país detenido y recortado por la mano imperiosa de un destino fatal. Después de la paz duramente impuesta, la guerra civil inevitable. Luego la esperanza en un resurgimiento que, inevitablemente también, tenía que tardar muchísimo. Ilusiones falaces en las que una terrible inexperiencia no supo sacar su jugo al escarmiento por la imprevisión en que ilusos y ciegos, habíamos vivido22.
A pesar de su corta edad es lógico suponer que la falta de recursos, los
relatos de los adultos y el dolor de la sociedad no serían desapercibidos por los infantes
del Perú en aquellos años.
20 Para ver el papel del salitre en la guerra consulte: Emilio Rosario."Bancos, Elites y Estado. La estatización salitrera y la guerra contra Chile (1875-1879)". En: José Chaupis y Emilio Rosario. La g u e rra d e l P a c ífico :
e n sa y o s p a ra re p e n s a r s u h is to ria . Lima. Fondo Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales. 2007.21 Pedro Dávalos y Lisson. ¿ P o r q u é h ic e f o r t u n a ? S e g u n d a P a rte . A ñ o s d e 1 8 8 6 a 1 8 8 9 . Lima. Librería e Imprenta Gil. 1941.22 José Gálvez. N u e stra p e q u e ñ a h isto ria . Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1965. pp. 194.
Una visión "neutral" es la realizada por el viajero francés Marcel Moner quien
nos hace un radiografía de la ciudad de Lima una vez fuera los batallones chilenos "[...]
en los barrios elegantes, pequeños defectos atestiguarían, disimulados bajo exteriores
brillantes, la miseria pública, la derrota reciente, la bancarrota. Descubriréis un pedestal
sin estatua, una fuente privada de sus náyades y de sus tritones, un palacio decapitado
de su friso de mármol. Bronces y bajos relieves, coleccionados por el vencedor, decoran
en la actualidad las plazas de Santiago o de Valparaíso23". Sin tener un compromiso
"patriótico" con el país, denota el mal estado físico en que se sumía la capital después de
la guerra, afianzando los testimonios anteriores.
Además de los daños materiales se encuentran los psicológicos. Este
reequilibrio emocional se expresó en el trauma colectivo que melló el cuerpo y alma del
Perú decimonónico y que, de una u otra manera, derivó de modo inevitable en aquel
sentimiento de inferioridad que invadió el espíritu de nuestros tata rabuelos. El temor
(miedo colectivo), la angustia, el sentirnos huérfanos de elementos bélicos defensivos,
alimentaron, sin duda, dicha situación. "Había algo todavía peor que la desolación
inmediata, la angustia económica pública y privada, la debilidad, la soledad y las
acechanzas de los países vecinos: era el complejo de inferioridad, el empequeñecimiento
espiritual, perdurable jugo venenoso destilado por la guerra, la derrota y la ocupación24".
A pesar de esas condiciones por las que se atravesaría -a raíz de la lucha
externa- no habrían de catalizar a todas las fuerzas vivas del país bajo un solo objetivo:
curar las profundas llagas de un Perú, post guerra contra Chile; por el contrario, el
desmoronamiento multi aspectivo del país profundizaría la antagonización -ya
existente, desde antes de la guerra- entre las diversas facciones que componían el
país. Tan solo sería cuestión de tiempo para que estalle una guerra civil a gran escala
que confirme dicha situación. Dicho y hecho esta comenzaría unos meses después del
retiro de los últimos batallones mapochinos del territorio nacional.
23 Raúl Porras Barrenechea. P e q u e ñ a a n to lo g ía d e L im a . E l río , e l p u e n te y la a la m e d a . Lima. Instituto Raúl Porras Barrenechea/Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 1965. PP. 132.24 Jorge Basadre. H is to r ia d e la R e p ú b lic a d e l P e rú . Lima. Tomo VIII. 2000. pp. 1475.
El conflicto bélico interno presentaría dos frentes antagónicos. Uno de ellos
sería liderado por el general Andrés Avelino Cáceres, mientras el otro estaría al mando
del coronel Miguel Iglesias. La causa oficial por la que se desencadenó el conflicto
interno se debió a la permanencia del autor del Manifiesto de Montan en la
"Presidencia de la República". Tal acción fue considerada por Cáceres Dorregaray,
como un acto de alta traición a la patria. Recordemos que el hacendado cajamarquino
recibió el apoyo mapochino para ceñirse la banda presidencial (1882-1883)25.
La guerra civil duraría casi un año. El resultado arrojaría la victoria de las
tropas comandadas por el Brujo de los Andes, forzando a las fuerzas lideradas por
Iglesias a un acuerdo de paz. Dentro de dicho acuerdo, ambos grupos acordaron que
quien asumiría transitoriamente el control del país no sería ninguno de los bandos en
disputa, sino un elemento neutral que sería en este caso un consejo de ministros
(compuesto por cinco personas) cuya tarea principal era llevar a cabo las elecciones
generales que regularizaría la dirección política del país. Dicha medida además
intentaba crear el ambiente necesario para castrar cualquier posible intento de algún
otro aspirante a caudillo que desease aventurarse a subir al trono presidencial.
La reconstrucción del Perú comenzaría con una guerra civil entre Cáceres e
Iglesias, siendo vencedor el primero.
Es en este escenario, en que comienza nuevamente a surgir, después de los
turbulentos años, los balances de lo que significó la guerra. Personajes como Ricardo
Palma, Guillermo Billinghurst, Abelardo Gamarra, entre otros expresaron su sentir,
obviamente desfavorable sobre la salud multiaspectiva de nuestro país. Sin embargo,
no fueron sus crónicas las que explicaron las causas de tan humillante derrota. Quien
ganó la atención para que su balance sobre el conflicto bélico externo tuviese amplia
relevancia sería un hombre, un casi desconocido para la intelectualidad peruana antes
del acontecimiento bélico, pero después de ella su nombre jamás se olvidaría en la
memoria colectiva nacional, él era: Manuel Gonzáles Prada y Ulloa26.
25 Emilio Rosario. "La República Aristocrática: aportes, interrogantes y nuevos derroteros (1970-2004)". En: D iá lo g o s en H is to r ia . Lima. N° 4. 2006. pp. 143.26 Un trabajo reciente de Héctor Salazar Zapatero muestra la clásica visión de un Prada crítico frente a las llagas legadas por la guerra, analizando hondamente sus escritos. Héctor Salazar. "El juicio histórico de Manuel Gonzáles Prada ante el infausto acontecimiento de la guerra con Chile". En: Martín Colan, José Chaupis y Emilio Rosario. La g u e rra d e l P a c ífic o . A p o r t e s p a r a r e p e n s a r s u h is to r ia . Volumen II. Lima. Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 2009.
118
5. El C írc u lo L ite ra rio
El pesimismo de la época llegó a ser utilizado por Gonzáles Prada, quien habría de ser
uno de los artífices centrales en la construcción del "discurso de la derrota" que hasta
la fecha tenemos impregnado en la memoria nacional, al narrar la "guerra contra
Chile" y el cual sería legitimado por la historiografía moderna. Lo que causo asombro
en el resultado, para la población peruana, fue como un país más pequeño, con menos
población como era Chile pudo vencer a uno con características dialécticamente
contrarias, tirando por la borda todos los simbolismos de superioridad en el Pacífico
Sur, emitidos antes de la guerra por nuestro país.
Uno de los representantes directos de la Historia contemporánea que trató
de explicar los motivos de tan humillante situación fue José de Riva Agüero, quien
plantea que el discurso gonzáles-pradista de anunciar "los jóvenes a la obra, los viejos a
la tumba" es "dolorosamente cierto27". De hecho las premisas hechas por el Aquiles
servirían como base para que el historiador Riva Agüero, sostenga que la derrota a
manos chilenas se debió a que no fuimos una nación cohesionada, sino un proyecto
incompleto de la misma, arrastrado desde la época de la Independencia.
La finiquitación de la guerra, no dejaría un saldo negativo sobre todo en la vida
de Gonzáles Prada. En plena ocupación de la capital, conocería por azares del destino a la
francesa Adriana de Verneuil, quien muchos años después escribiría a pedido de Luís Alberto
Sánchez el libro Mi Manuel, en donde relata su relación con Gonzáles Prada.
Con la partida de los pelotones chilenos, la vida en el Perú volvería a tratar de
recuperar la normalidad. Para 1885, el Club Literario, abriría nuevamente sus puertas a la
comunidad. La presidencia recaería en Eugenio Larrabure y Unanue, quien en el discurso de
reapertura planteaba reconfigurar los objetivos de la institución, la cual debía estar acorde
con la realidad nacional. Según Larrabure sus miembros como hombres de letras tendrían la
27 José Riva-Agüero. C a rá c te r d e la lite ra tu ra d e l P e rú In d e p e n d ie n te . Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú. 1962. pp. 241.
misión de explicar del porqué fuimos derrotados tan aparatosamente28. El cargo de la 2da
vice presidencia sería asumido desde ese año por Gonzáles Prada.
Tres meses después de su re inauguración, el Club Literario cambiaría su nombre
al de Ateneo de Lima debido a "su carácter y fines, según el acuerdo de la Junta General de
socios celebrada el 11 de noviembre de 188529", iniciando sus sesiones el 30 de enero de 1886,
siendo el maestro de ceremonia el propio Prada, quien elaboraría su discurso de apertura a
partir un análisis de la poesía de Heine. Para la realización de su ponencia contaría con el apoyo
de Palma: "con motivo que, sobre Enrique Heine y sus obras, se propone usted dar en el
Ateneo de Lima, me ha manifestado empeño en conocer las pocas traducciones que del tan
notable poeta alemán hice, allá en los tiempos en que mi pluma era tributaria de las musas,
pídeme usted, y hácelo con tan afectuoso modos, que no me deja campo para la excusa30".
"Sin duda, el pedido de Gonzáles Prada hizo creer a Palma que el poeta se
rendía ante su figura de patriarca de las letras peruanas: sus traducciones servirían para
la inauguración de la sección literaria de una institución relevante para la elite letrada
como el Ateneo y serían comentadas por uno de los poetas de la nueva generación que
quizá hasta el momento se había resistido a considerarlo su maestro31".
Unos meses después un grupo de jóvenes le propondrían integrar un nuevo
grupo literario, llamado el Club Literario en donde Gonzáles Prada reproduciría muchos
de sus escritos en el vocero escrito de esa naciente institución: La Revista Social.
Una de las evaluaciones de porqué Prada optó por abandonar el Círculo
Literario se debe a que en dicho lugar, él había calculado que siempre sería el 2do, el
vice, el adjunto, pero jamás la cabeza visible y representativa de la organización a la
cual pertenecía originalmente. Aunque intelectuales de la talla de Efraín Kristal y Jorge
Basadre32 sostienen -erradamente creem os- la hipótesis que la decisión de Gonzáles
28 Eugenio Larrabure y Unanue. A n a le s d e l C lu b L ite ra r io d e L im a . S e g u n d o p e r ío d o . In a u g u ra c ió n . Lima 1 de agosto. Lima. Editorial Liberal. 1885.29 Estatutos del Ateneo de Lima (Antiguo Club Literario). Lima. Torres Aguirre. 1887. pp. 3.30 Ricardo Palma. C a rta p r ó lo g o d ir ig id a a l s e ñ o r D o n M a n u e l G o n z á le s P ra d a (25 de diciembre de 1885). Lima. Ediciones teatro.1886.31 Cecilia Moreano. Influencia de Palma y Gonzáles Prada en la obra de Clorinda Matto. En: Isabelle Tauzin (edit) M a n u e l G o n zá le s P ra da: e scrito r de do s m u nd o s. Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006. pp. 253.32 Jorge Basadre. P e rú : P ro b le m a y P o s ib ilid a d . Lima. Consorcio Técnico de editores. 1984.
I l
l120
Prada en ser parte del Círculo Literario33 se debe a un debate ideológico sobre la
concepción del patriotismo, ya que el Club Literario, conformado por los civilistas de corte
aristocrático concebían una forma de nación cerrada y segmentarizada, quiere decir una
nación criolla; muy distinta al ideal moderno de nación que Prada habría de defender.
Aunque el bloqueo interno que impedía ser la referencia máxima en la
agremiación intelectual aristocrática se debía más a una cuestión de carácter personal,
como afirma la literata Rocío Silva-Santiesteban "no parece haber sido un escritor
amigo de cenáculos o de muchas amistades verdaderamente íntimas, sino, más bien
un personaje apartado y marginal de la llamada tertulia literaria sus comentarios
sarcásticos. Que participara sólo en contados eventos literarios y colaborara sólo
esporádicamente en revistas literarias también lo confirma34".
Pero la pregunta en esta parte del artículo sería, porque habría de nacer el
Círculo Literario; quiénes eran estos jóvenes que buscaron a Gonzáles Prada para formar un
grupo paralelo a la literatura de elite clásica. La respuesta a ello es respondida por el
sociólogo César Germaná, el cual argumenta que dicha agrupación constituye un esfuerzo
hecho por los "escritores impactados por la brutalidad de la guerra con Chile y por las
miserias de un país vencido y humillado35...". Esta situación los llevó a constituir su propio
espacio, el cual debía estar encabezado por alguien con cierta fama en el auditorio
nacional y que también sintiera que "donde se pone el dedo, sale el pus".
Gonzáles Prada no solo aspiraba a constituir otra institución, que
fácilmente pasaría hacer una imitación plebeya del Club Literario; su objetivo real y
personal no estaba en forjar un nuevo movimiento intelectual, sino dar un paso más
adelante, mucho más radical. De esta manera Prada se encargaría de dar un perfil
distinto a la nueva agrupación, los cuales debían dejar sus libros y sus plumas e
33 Entre sus miembros se encuentran Carlos G. Amézaga, Germán Leguía y Martínez, Víctor Mantilla, Elias Alzamora, Hernán Velarde, Luís Márquez, Luís Ulloa, Carlos Rey de Castro, Alberto Químper, Alberto Secada, Manuel Moncloa Covarrubias, Luís Márquez, Ernesto Rivas, Abelardo Gamarra, Pablo Patrón, Carlos Alberto Romero, Adolfo Vienrich entre otros.34 Rocío Silva Santiesteban. "Manuel Gonzáles Prada y Paul Verlaine". En: Isabelle Tauzin (edit) M a n u e l
G o n z á le s P ra d a : e s c r ito r d e d o s m u n d o s . Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006. pp. 233.35 César Germaná. M a n u e l G o n zá le s P ra d a y V ícto r R a ú l H a y a de la Torre. D e la d e m o c ra c ia lib e ra l a l n a c io n a lism o ra d ica l. En: S a n M a rco s. Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. N° 24. 2006. pp. 75.
II
121
inmediatamente pasar a los estrados de agitación y debate, en donde habrían de
luchar en contra de los "partidos tradicionales", quienes habrían de ser criticados
públicamente en su otro célebre discurso realizado en el teatro Olimpo en 1888:
El Circulo Literario, la pacífica sociedad de poetas i soñadores, tiende a convertirse en centro militante i propagandista ¿de dónde nacen los impulsos del radicalismo en literatura? Aquí llegan ráfagas de los huracanes que azotan las capitales europeas (...) Partido sin jefe no se llama partido (...) Los mil nombrados partidos del Perú son fragmentos orgánicos que se agitan y claman por un cerebro, pedazos de serpiente que palpitan, saltan i quieren unirse con una cabeza que no existe. Hai cráneos, pero no cerebros. Ninguno de nuestros hombres públicos asoma con la actitud vertical que se necesita para reducir i mandar, todos se alejan encorados, llevando en sus espaldas una montaña de ignominias36.
Desde aquí comenzaría una avanzada en los discursos gonzáles-pradistas,
cuyo objetivo central sería señalar a los culpables de la derrota, como hace referencia el
historiador Raúl Porras Barrenechea: "es la suya la tremenda admonición de post-guerra
que, a la vez castiga los vicios y lacerías políticas de la época, analiza los defectos
profundos del espíritu nacional, los yerros políticos inveterados e inicia la díscola
campaña de unos contra otros, zahiriendo con saña el credo católico, profesado por la
mayoría del país y azuzando el resentimiento de las provincias contra Lima37".
Creemos que el fin de Prada no solo pretendería gestar un pensamiento
destructivo hacia los verdaderos responsables de la guerra, desde el lado peruano, sino
que estos sectores perdieron categóricamente legitimidad en la escena pública,
responsabilizándolos de la crítica situación a la que se había conducido al país.
El tomar el pasado del país -p o r parte de Gonzáles Prada- como
plataforma discursiva de su organización no habría de ser mera coincidencia.
Siguiendo las enseñanzas de Ernets Renan, el autor de Nuevas Páginas Libres utilizaría
la Historia y más aún el sufrimiento latente de la derrota para buscar la unidad de
aquellos grupos subalternos y marginados de la época civilista y militarista, que no
fueron los responsables -a su parecer- del desastre acaecido. La unidad de los "otros"
36 Manuel Gonzáles Prada. P á jin a s L ib re s . En: O b ra s C o m p le ta s . Tomo I. Volumen I. Lima. Ediciones COPE. 1991. pp. 69.37 Raúl Porras Barrenechea. F u e n te s h is tó r ic a s p e ru a n a s . Lima. Imp. Minerva. 1963. pp. 520.
122
respondía a que ellos debían asum ir la tarea de reparar a la "nación herida y
hum illada", asumiendo por ende la representatividad política de la nación:
[...] haber sufrido, disfrutado y esperado juntos; he aquí lo que vale más que aduanas comunes y fronteras conforme a ideas estratégicas; he aquí lo que se comprender a pesar de la diversidad de raza y de lengua. una nación es pues una gran solidaridad, constituida por el sentimiento de los sacrificios que se han hecho y los sacrificios que todavía se está dispuesto hacer. Supone un pasado; se resume, no obstante, en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseo claramente expresado de continuar la vida en común. La existencia de una nación es (perdónenme esta metáfora) un plebiscito de todos los días, del mismo modo que la existencia del individuo es una perpetua afirmación de vida [,..]38.
Esta idea es afirmada gracias a la posición de Hugo García Salvattecci quien
señala que "Gonzáles Prada no es creador de ningún sistema, pero es un pensador en
cuanto ama las ideas, y es original por su aplicación, como fórm ulas de mejora
humana, a una realidad concreta: la peruana39". Por ende Prada asimilaría el discurso
de Renan, a la realidad peruana y producto de ello fueron discursos explosivos que
atrajeron la atención de unos y la preocupación de otros.
Sin embargo, el gran error del "Aquiles peruano" fue que su discurso estuvo
dirigido a atacar al otro, formando en su lineamiento de unidad un sentimiento de anti civilista,
anti militarista, anti religioso etc. Si lo elevamos a un término político común para la semántica
nacional la Unión Nacional no sería un partido sino un frente político, presentando como
falencia estructural el no tener propuestas programáticas, sino tener como vicio permanente;
el fulminante ataque a sus rivales. Es por ello que dicha agrupación política sería como un
castillo de arena, en donde los vientos del atardecer terminarían por desaparecerlo.
6. La U n ió n N a c io n a l
Los discursos de Manuel Gonzáles Prada: polémicos y confrontativos causaron
bastante sorpresa en la opinión pública: satisfacción para algunos, molestia para otros.
Dichas opiniones serían censuradas por el poder político dom inante, el cual veían que
el radicalismo com binado con una sazón de corte nacionalista y si a ello le agregam os
38 Ernest Renan "¿Qué es una nación? (conferencia dictada en la Sorbona, el 11 de mayo de 1882)". En: ¿ Q u é e s u n a n a c ió n ? / C a r t a s a S t r a u s s . Madrid. Alianza editorial. 1987. pp. 83.39 Hugo García Salvattecci. E l p e n s a m ie n to d e G o n z á le s P ra d a . Lima. Editorial Arica. 1976. pp.17.
II
123
algo de revanchismo podía terminar jaqueando sus intereses. Era claro que el
descontento sería canalizado en un nuevo partido: la Unión Nacional, pero su apuesta
fue tan solo confrontar más no acompañar con ello un discurso con propuestas y
programas orgánicos y cuyo contenido pueda ser absorbido por la población en
general, siendo ellos su "talón de Aquiles" que lo terminaría por liquidar a Gonzáles
Prada como pensador político y más adelante a su partido como organización.
En 1891 el Círculo Literario se pasaría constituir en la Unión Nacional o el
Partido Radical. Este iba a ser un paso importante para la constitución de su objetivo
central: "ser los conductores de la patria", como desde ya Gonzáles Prada lo había
agitado en la década pasada.
Según Jorge Basadre, la Unión Nacional era un partido de corte liberal que
repudió a "los políticos consagrados y, aunque su programa no lo difiere
expresamente, tuvo como directiva esencial el ataque al catolicismo40".
La propuesta de Basadre no está muy alejada de la realidad. Si hacemos
una comparación de programas entre la Unión Nacional y el Partido Liberal, podemos
denotar algunos aspectos comunes como por ejemplo la constitución de la guardia
nacional y la responsabilidad presidencial en todos los actos del gobierno entre otros.
Aunque claro sabemos que ambos tendrían destinos distintos, mientras el "Partido
Liberal" se "parapeto en el parlamento, y hasta llegó a entrar en el vida de los caudillos
[...] la Unión Nacional se mantuvo en un fiero y, a la larga, letal aislamiento [...]41".
El mismo año de colocada la primera piedra del novel partido (1891),
aparecería la declaración de principios, en cuyas enmiendas resalta "la forma de
gobierno federal, viejo principio que ya había sido discutido y desechado a comienzos
de la República; pidió la representación de las minorías en el congreso, el sufragio
directo y con derecho a ejercerlo aun para los extranjeros; pedía el impuesto directo;
reclamaba la devolución de las propiedades de las comunidades indígenas42".
40 Jorge Basadre. H is to r ia d e la R e p ú b lic a d e l P e rú . Lima. La república/Universidad Ricardo Palma. Tomo X. 2000. pp. 15.41 Jorge Basadre. S u lta n is m o , c o rru p c ió n y d e p e n d e n c ia en e l P e rú re p u b lic a n o . Lima. Editorial Milla Batres. pp. 148.42 Carlos Miro Quesada Laos. A u to p s ia de lo s p a rtid o s po lítico s. Lima. Ediciones páginas peruanas. 1961. pp. 199.
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Al pie de esta declaración de principios aparecerían las firmas de Gonzáles
Prada, como presidente del comité directivo; el catedrático sanmarquino José Gálvez,
como primer vicepresidente; Eduardo Laryño, como segundo vicepresidente, el
abogado Arturo Arróspide, como secretario, y entre los miembros fundadores figuraba
escritores como Germán Leguía y Martínez, Abelardo Gamarra, Carlos Germán
Amézaga, Carlos Rey de Castro, Alberto Secada, José Mendiguren, abogados como
Víctor Maurtua, Felipe Umeres, Jesús García Maldonado, estudiantes de medicina
como Leoncio Mora, ingenieros como Carlos Ismael Lissón, comerciantes como Ismael
de Idiaquez; médicos como David Matto, masones como Christian Dem, extranjeros
como el escritor alemán Adolfo Vienrich entre otros43.
Fiel a su estilo, dicho partido adoptaría una posición0 ácida en contra de
Piérola, el civilismo y en especial se ensañarían sobre la figura del presidente Andrés
Avelino Cáceres, a través de sus diversos escritos. En respuesta a ello el héroe de la
Breña ordena la prohibición de todos los discursos de Gonzáles Prada en los medios
escritos. Pero la defensa del futuro mariscal del Perú e incluso del propio Piérola frente
a los sólidos golpes hechos por la pluma y el papel, no sería tan solo utilizar la fuerza de
los puños, las armas y los decretos. Ambos personajes tendrían a su lado figuras
intelectuales que se encargarían también de resaltar su imagen a través de la palabra.
Mientras El Califa tendría entre sus filas a Ricardo Palma, Cáceres contaría con la
escritora Clorinda Matto de Turner44, como punta de lanza periodística.
Los lineamientos y rituales de los radicales no se destacarían de sus
contrarios, salvo la verborrea radical creada por Gonzáles Prada. Sin embargo, dichas
enseñanzas no fueron reproducidas ante la falta de escuelas o elementos que
continúen dichos mensajes, generando que estos luego de escucharlos y leídos en
algunos diarios de poco alcance se pierdan con el correr de las semanas.
43 Luís Alberto Sánchez. D on M anuel. Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 3ra edición. 1964. pp. 123.44 Ana María Portugal. E l p e r io d is m o m il ita n te d e C lo r in d a M a tto d e T u rn e r. En: Margarita Zegarra (editora). M u je re s y G é n e ro s en la H is to r ia d e l Perú. Lima CENDOC mujer. 1999. 319-330 pp.
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125
7. Éxodo, expulsión y redención
Fundado el novel partido, Gonzáles Prada y su esposa deciden salir del país. Los
motivos han sido presentados de muchos ángulos, según la literata argentina Béatrice
Chenot en el caso de "Manuel y Adriana Gonzáles Prada, el viaje a Europa corresponde
a un deseo de distanciarse de la realidad peruana, para colmar anhelos insatisfechos
hasta ese momento: conocer a escritores, leer obras inasequibles en una biblioteca
limeña, seguir gracias a la prensa el debate de ideas que inervan una actualidad
polémica e inciden en los acontecimientos políticos45". Para confirmar dicha hipótesis
nos remitiremos a la propia Adriana argumentaría que "Manuel por el contrario, iba a
realizar la ilusión de su vida, conocer los centros de estudio donde había vivido
mentalmente, codearse con los grandes escritores contemporáneos a quienes tanto
admiraban, respirar en fin, en ese ambiente de civilización del que se quería saturar y al
que pertenecía espiritualmente46".
Es así que de 1891 hasta 1898 su nueva estancia sería Europa, en donde
catalizaría enormes conocimientos académicos y políticos, lo que orgánicamente lo
llevaría más adelante a convertirse en el padre fundador del radicalismo peruano, "flor
de un día cuya ausencia en la evolución ideológica y social ha favorecido el posterior
entronizamiento de las teorías extremistas primariamente el anarquismo y
sindicalismo y luego el comunismo en el proletariado y la nueva generación47".
Sin embargo, la ausencia del "caudillo" (vicio reproducido en su partido, a
pesar de criticar a los otros de vivir en base a una persona) generó que la Unión
Nacional se desarticularía, denotando que su unidad estaba basada en un discurso
cuyos cimientos eran construcciones sobre el "anti" en otras palabras dirigido a la
confrontación sea con los chilenos, la milicia o la clase dominante. Esto generó que de
su núcleo central partieron influyentes personajes en otros espacios políticos como el
caso de Mariano Lino Urquieta fundador del Partido Liberal Independiente, y otros
45 Béatrice Chenot. P e rs p e c t iv a s f r a n c e s a s en e l te s t im o n io d e A d r ia n a d e G o n z á le s P ra d a En: Isabelle Tauzin (edit) M a n u e l G o n z á le s P ra d a : e s c r ito r d e d o s m u n d o s . Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006. pp. 33.46 Adriana De Verneuil de Gonzáles Prada. M i M a n u e l. Lima. Cultura Antártica. 1947. pp. 177.47 Jorge Basadre. P e rú : P ro b le m a y P o s ib ilid a d . Lima. Consorcio Técnico de editores. 1984 pp. 162.
126
como Víctor Maurtua, a robustecer el Partido Liberal, organizado por Augusto Durand,
a raíz del triunfo de Piérola, en 1895.
Los secesionistas serían tildados como tránsfugas y trepadores que
utilizaron su agrupación política como "una simple escalera para subir a los destinos
públicos o de brújula para arrumbar a la caja fiscal48".
Pero también debía de ser consciente que el alejamiento de muchos
militantes se debía a problemas de carácter estructural y orgánico, el cual pudo haber
evitado o disminuido el éxodo de los mismos, tentados y ofertados por otras canteras
políticas: "[...] no dejaremos de consignar una gran falta. En el Comité Central de Lima
se ha notado la manía de convertirse, como ya lo ha dicho uno de sus miembros, en
una especie de Inquisición laica [...]. En lugar de combatir a los enemigos exteriores o
ejercer una propaganda útil y prevalecer, más de una vez se ha desperdiciado la fuerza
y el tiempo en guillotinarse moralmente o a secar [...]. Debemos confesar que muchos
huyeron de la Unión Nacional para coger un empleo [,..]49".
Existen diversos personajes de la intelectualidad nacional que describen el
porqué de su fracaso. Según José Carlos Mariátegui, la Unión Nacional , fue un partido
que nació muerto, debido a la falta de un liderazgo, que al propio Gonzáles Prada le
faltaba: "pero no pudo trazar a su falange un plan de acción. Su espíritu individualista,
anárquico, solitario, no era adecuado para la dirección de una vasta obra colectiva50".
Con un tono distinto, pero con la misma esencia el constitucionalista Raúl Ferrero
Rebagliati señala que esta agrupación puso énfasis en las reformas sociales más que en
las transformaciones políticas, compartiendo con José Carlos Mariátegui que "la
inspiración radical y el negativismo de su jefe hizo fracasar el movimiento51".
Sin embargo, planteó que fue al no tener un quid orgánico de aglutinación.
Y es que el poder aplaudir la rebeldía una o dos veces fue algo que llamó la atención,
48 Manuel Gonzáles Prada. E l to n e l d e D ió g e n e s . En: O b ra s C o m p le ta s . Tomo I (volumen 2). Lima. Industrial Gráfica. 1986. pp. 159.49 O p. C it pp. 160.50 José Carlos Mariátegui. 7 e n s a y o s d e in te rp re ta c ió n d e la re a lid a d p e ru a n a . Lima. Editorial Amauta. 70ma edición. 2002.51 Raúl Ferrero. E l lib e ra lis m o p e ru a n o . En: O b ra s C o m p le ta s . Tomo V. Lima. Universidad Nacional Mayor de San Marcos/Universidad de Lima. 2003. pp. 52.
II
127
pero tenerlo como una bandera constante fue lo que hizo que la fuerza de la Unión
Nacional se convirtiese en un elemento gaseoso.
En medio de esta crisis interna en donde disminuía dramáticamente el
número de militantes y se percataba de la falta de un esqueleto político sólido,
Gonzáles Prada haría su arribo a la capital en el marco de la 13ava conferencia anual,
en donde habrían de determinar los lineamientos del Partido Radical los cuales serían
la carta de presentación en las elecciones presidenciales de 1899. En esta convención
interna Prada aspiraba convertirse en el "candidato natural", empero dicho anhelo no
sería cumplido al no encontrar un fuerte respaldo de su propia agrupación.
Una hipótesis del porque no llegaría a tener la fuerza para imponer su
candidatura, lo enfocamos desde el tema de las alianzas electorales con otros partidos.
Para aquellos tiempos la Unión Nacional llegaría muy debilitada para afrontar el último
proceso electoral de la centuria decimonónica. La unidad con otras organizaciones
políticas demandaba la repartición de los cupos dentro de la plancha presidencial, la
cual ante la situación endógena de los radicales hizo que ellos no obtuviesen la cabeza
representativa, quiere decir el candidato a la presidencia. Aunque otro fenómeno que
hizo perder la candidatura de Prada fue el no haber detectado a tiempo que el Perú de
1898, no era el Perú de 1888. La situación económica había cambiado, las
exportaciones y las finanzas del país eran mucho más dinámicas, si bien existía la
tristeza y los recuerdos difundidos por los veteranos de guerra, la población debía
apostar por alternativas que dieran soluciones efectivas a sus problemas y no seguir
llorando sobre la leche derramada. Más aún tomemos en cuenta que ahora la
población votante sería reducida a los alfabetos, según los cambios en la ley de
elecciones hechas por la administración Piérola en 1896.
Esto fue el punto final para los sueños de Prada de ser un representante
nacional, "la trayectoria política de Gonzáles Prada acabó, pues, en el rechazo total de
la política y la adhesión al individualismo anarquista52".
52 Karen Sanders. N a c ió n y tra d ic ió n . C in c o d is c u rs o s en to rn o a la n a c ió n p e ru a n a (1 8 8 5 -1 9 3 0 ). Lima. Pontificia Universidad Católica del Perú/Fondo de Cultura Económica. 1997.
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8 . El Anarquista
El fracaso de su traspaso por la política hizo que sus intereses y energías se concentrasen
en no creer en el sistema político nacional, abrazando la incredulidad política quiere
decir el anarquismo, posición que incluso abandonaría al también encontrarse solo en el
900, cuando los obreros dirigiesen sus gustos hacia el anarco sindicalismo.
Una vez abandonada su vida política, Gonzáles Prada decide abandonar la
escena pública, sin embargo ello no impidió que siguiera siendo llamado para dar
conferencias y charlas en las reuniones obreras, quienes como sector social se habían
multiplicado gracias a la agradable situación económica del país. Esto generó que la
clase asalariada no solo del Perú sino del mundo se organicen frente a los abusos que
estaban siendo víctimas por el gran capital53. Es en este escenario en donde la figura de
Gonzáles Prada nuevamente resurge cual Ave Fénix, para darle a este espacio una
consistencia ideológica, más aún tenía la seguridad de que en dicho espacio no existía
la competitividad electoral ya que este sector de la sociedad se mantenía marginado
de la misma. De esta manera Prada volvería al escritorio y colaboraría durante 4 años
(1904-1908) con el primer órgano obrero del Perú: Los Parias54.
En este nuevo escenario abrazaría el anarquismo, posición que conocería
desde su estancia en Europa. Según el filósofo David Sobrerilla el anarquismo de Prada
respondía a la búsqueda de la libertad ilimitada y de la felicidad la cual tenía derecho el
hombre55. Pero estas nuevas ilusiones durarían poco, el acercamiento de los obreros al
anarcosindicalismo frente a un anarquismo sin una dirigencia sólida y sin propuestas
concretas, hizo nuevamente que Prada se sintiese traicionado y por tanto a partir de
1910 abandona la prensa militante; más no la vida intelectual.
53 Joel Delhom. E l m o v im ie n to o b re ro a n a rq u is ta en e l P e rú (1 8 9 0 -1 9 3 0 ). Ponencia presentada en el Congreso anual de la Society for Latin American Studies University of Birmingham. 2001.54 Joel Delhom. M a n u e l G o n z á le s P ra d a y la p r e n s a d e l P e rú . En: Jean-Michel Desvois (ed.) P re n sa ,
im p re s o s , le c tu r a s en e l m u n d o h is p á n ic o c o n te m p o rá n e o . H o m e n a je a Je a n F ra n c o is B o tre l. Paris. PILAR- presses Universitaires de Bordeauz. 2005. pp. 363.55 David Sobrevilla. "Notas sobre el anarquismo de González Prada". En: L o g o s L a t in o a m e r ic a n o Año 5, N° 5 (2000).
II
129
Para 1912, durante el 1er gobierno de Leguía asume la dirección de la
Biblioteca Nacional, cargo que ocupa de forma eficiente. Lo curioso es que desde ahí
constituye un bastión para atacar tenazmente a Billinghurst.
La hostilidad al presidente del Pan Grande fue algo paradójica ya que su posición
fue siempre la que defendió alguna vez Prada: antichilena, además de tener una estrecha
relación con Abraham Valdelomar muy cercano a la figura del Aquiles peruano. Valdelomar
habría de tener una gran actividad política por ejemplo participó en la toma violenta de mesas
electorales para favorecer la candidatura de Billinghurst, siendo premiado por éste con el
nombramiento como director de El Peruano y de la Imprenta del Estado. El interés hacia la
figura de Billinghurst va mermándose a partir de su brutal caída y el ascenso de Benavides, el
cual sería ahora la víctima de los ataques pradistas, tal como lo explica Isabel Tauzin56.
Para ello Prada volvería a la carga en contra de Benavides denunciándolo a
través de su propio periódico, La Lucha, en donde resalta la incapacidad de éste en la
guerra contra Colombia por la defensa del Trapecio de Leticia. Empero el segundo
número de esta publicación no pudo ver la luz, debido a presiones ejercidas por el
gobierno hacia el propietario francés de la imprenta. Más adelante esos artículos
fueron reunidos después de su muerte en Bajo el oprobio (1933).
Con la vuelta de la democracia y la llegada nuevamente de José Pardo a la
presidencia, Prada pasaría los últimos años de su vida, como bibliotecario en el lugar en
donde alguna vez fue el director, hasta en 1918, cuando abandonaría el mundo terrenal.
Analizando el discurso de Gonzáles Prada, este presenta muchos aciertos, pero
también muchos errores a lo largo de sus años, como lo detecta Gonzalo Portocarrero quien
no desmontó "la tradición criolla, pretender, como si ello fuera posible, rechazar en bloque
[...] Un suicidio simbólico, una radical no aceptación de lo que viene como dado por
pertenecer a una sociedad, por estar inscrito en una comunidad de significaciones57".
56 Isabel Tauzin. "Escrituras y poderes: Manuel González Prada y el poder político (1912-1918)". En P o u v o ir e t é c r itu re s en A m é r iq u e la t in e . Ed. Yves Aguila. Bordeaux: PUB, 2004: 41-65. Es interesante señalar que dicho artículo refleja la etapa menos conocida en la vida de Prada, su crítica hacia Bilinghurst, Benavides y José Pardo.57 Gonzalo Portocarrero. "Gonzáles Prada: la (im) posibilidad de un positivismo criollo". En: Isabelle Tauzin (ed) M a n u e l G o n zá le s P ra da: e scrito r de do s m u nd o s. Lima. Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006. pp. 131.
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Pero lejos de constituirlo como un rebelde, es claro denotar que hubo
intereses personales de por medio para convertirse en un hombre público/político, que eso
no es calificado ni satanizado, más bien esta imagen es construida por la mayor parte de
sus estudiosos quienes por razones partidarias o tradicionales decidieron no mostrar el
talón de este "Aquiles" que tiene un lugar ganado en nuestra memoria colectiva.
La mayor parte de su arsenal intelectual estuvo concentrada en Chile, la
política y el Clero. Así mismo Prada defiende a la mujer, quien debía tener un papel
más fecundo en la sociedad y no servir como un objeto que traía hijos al mundo58.
Prada era un hombre, un hombre con ambiciones, solo que la falta de un
análisis de su cambiante tiempo hizo que sus estrategias no madurasen junto con él o
quizás fue al revés.
58 Isabelle Tauzin-Castellanos. "De la educación de las mujeres a la emancipación femenina. Las peregrinaciones de un rebelde: Manuel Gonzáles Prada". En: Scarlett O'Phelan y Margarita Zegarra (editoras). M u je re s , f a m il ia y s o c ie d a d en la H is to r ia d e A m é r ic a La tin a , S ig lo s X V III-X X I. Lima. CENDOC- Mujer/Pontificia Universidad Católica del Perú/Instituto Riva Agüero/Instituto Francés de Estudios Andinos. 2006.
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INTRODUCCIÓN 5
CAPÍTULO I
Por los sinuosos devenires de Clío: la historiografía contem poránea 91. La edad moderna y el positivismo en la Historia 112. La revolución historiográfica: entre el marxismo y los Annales 18
a. Pensar las mentalidades 18b. A la sombra de Marx 25
3. ¿Lo nuevo o un repaso de lo mismo? 304. La historia después de la postmodernidad 36
CAPÍTULO II
El Perú y el siglo XIX: Un balance bibliográfico (1996-2002) 392. Forjando la República 42
2.1 Del siglo de las luces al siglo de la form ación republicana 432.2 Somos libres seámoslo siempre 492.3 El transito del proteccionismo conservador a los sueños
del liberalismo moderno 532.4 (Des) consolidando las bases peruanas 60
3. Larga duración 65
CAPÍTULO III
(Reconstruyendo la derrota. La guerra del Pacífico y sus escritos(1884-2010) 69
a. Una revisión a la crónica de los vencidos (1884-1910) 71b. Remembranza a los hijos de la guerra (1910-1950) 77c. Nuevos enfoques, vieja esencia (1950-1979) 82
d. Celebrando la centuria (1979) 87e. Recreando nuevos discursos (1979-2004) 90
1. En la línea de guerra 912. Ocupando la Perla del Pacífico 953. Cuestión de nacionalism os 974. Regionalismo y nación 100
f. El discurso del otro, ahora es nuestro (2004-2010) 103
CAPITULO IV
Horas de escritos. Una aproxim ación bibliográfica a la vida deManuel Gonzáles Prada (1844-1918) 109
1. Del niño al hombre 1112. Miembro de la "elite" intelectual 1133. Un giro radical 1144. Un país herido 1155. El circulo literario 1196. La Unión Nacional 1237. Éxodo, expulsión y redención 1268. El anarquista 129
BIBLIOHEM EROGRAFÍA 133
ÍNDICE 147
IMPRESOSeminario de Historia Rural Andina
Jr. Andahuaylas 348 - Lima 1 Teléf. (51-1) 619-7000, anexo 6158
Enero 2012 Lima-Perú
ISBN 97
7 8 9 9 7 2
3-9972-23' -69-
2 3 1 6 9 8Universidad Nacional Universidad NacionalMayor de San Marcos Mayor de San Marcos
Fondo Editorial SHRA