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EL MUNDO. DOMINGO 18 DE JULIO DE 2010 6 EUREKA DAVID JIMÉNEZ / Guangzhou (China) ada es lo que parece en el Centro de Experi- mentación Animal de la Universidad Zhong- shan. Empezando por los animales. Las célu- las de unas especies se cruzan con otras para desarrollar embriones mixtos, se llevan a ca- bo experimentos que permiten crear pollos con cuerpos de patos, y en uno de los laboratorios se observa la evolución de conejos a los que se ha implantado ADN humano. El padre de todo ello es Chen Xigu, un apren- diz del doctor Frankestein para sus detractores, y el pionero en el cam- po más prometedor de la clonación terapéutica para sus seguidores. «Para ser alguien en la clonación tie- nes que estar dispuesto a tomar ries- gos», dice el veterano científico, ro- deado de sus criaturas. Chen se desmarca de quienes en el pasado le han acusado de realizar experimentos irresponsables, acla- rando que su intención no es ni se- rá nunca utilizar la clonación para reproducir personas. «Sólo sus par- tes», puntualiza. El objetivo del Centro de Experi- mentación Animal es la creación de un banco ilimitado de órganos hu- manos que crecerán en el cuerpo de otras especies, desde el cerdo al chimpancé, a la espera de ser re- queridos por los hospitales. Chen Xigu protagonizó por pri- mera vez las portadas de los perió- dicos de medio mundo cuando en 2001 logró extraer los núcleos de células de óvulos de conejo y susti- tuirlos por núcleos de células huma- nas. El experimento costó poco más de 2.000 euros y le convirtió en el lí- der mundial de la clonación híbrida, una técnica con la que varios cientí- ficos chinos esperan transformar embriones mixtos en más de 200 te- jidos y órganos humanos diferentes. «No sólo queremos mejorar la vida humana, sino prolongarla en varias décadas», dice el investigador de la Universidad de Zhongshan. China ha aprovechado su flexibi- lidad legislativa y la ausencia de restricciones morales –la Iglesia ca- rece de influencia en el país comu- nista– para convertirse en la capital mundial de la clonación. El régi- men comunista ha puesto todos sus esfuerzos en un campo de la cien- cia que, según creen sus líderes, es- conde el secreto para salvar espe- cies en peligro de extinción como el panda, encontrar soluciones a en- fermedades como el Parkinson, ter- minar con el hambre en el mundo –han logrado clonar vacas que pro- ducen leche con una gran cantidad de Omega 3–, y terminar con las lis- tas de espera en los hospitales. «Zona de Experimentación Ani- mal: prohibida la entra- da», dice el cartel colga- do de la fachada del vie- jo edificio de la Uni- versidad Zhongshan, en la sureña ciudad de Guangzhou. El lugar fue construido por los japo- neses durante su ocupa- ción de China en la II Guerra Mundial y utili- zado para experimentos de guerra biológica. El profesor Chen lo recon- virtió en los años 90 en un departamento dedi- cado a la utilización de métodos pioneros en la investigación médica a través de la experimen- tación con animales. Su lema: no seguir casi ninguna de las reglas establecidas. En la segunda planta, en una sala descontaminada y sellada, recipien- tes de cristal guardan ratas a prime- ra vista normales. Su peculiaridad, sin embargo, es que el 40% de las células madre de los riñones de es- tos roedores son humanas. Y muy pronto, si los planes de los investiga- dores se cumplen, ese porcentaje será del 100%. «Después queremos repetir ese proceso en cerdos. Even- tualmente, si existe una aceptación social, se podría hacer en chimpan- cés, lo que aumentaría las posibili- dades de desarrollar en sus cuerpos órganos destinados a trasplantes en humanos», explica Chen. El Centro dispone de una granja en las afueras de Chengdu con un número ilimitado de animales cuyo cometido es ser sacrificados en aras del avance científico. Investigadores internacionales han logrado ya completar la creación artificial de huesos, piel o córneas para ser tras- plantados. El siguiente paso es ha- cerlo con órganos mucho más com- plejos y vitales. «Nuestro objetivo es completar el primer paso y allanar el camino para que sean otros cien- tíficos los que resuelvan los proble- mas de rechazo y otras dificultades que puedan surgir», dice Chen. Facilitar el primero de esos tras- plantes sería un logro improbable para este investigador nacido en 1944 en el seno de una familia cam- pesina y pobre del norte de China. Tras terminar sus estudios en el instituto, Chen se enroló como es- tudiante de medicina en la Univer- Experimentos polémicos en China BIOTECNOLOGÍA A Chen Xigu le han acusado de emular al ‘doctor Frankenstein’ por insertar ADN de personas en óvulos de animales, pero él asegura que sólo quiere obtener tejidos para trasplantes. ‘Eureka’ ha visitado su laboratorio N EL CLONADOR QUE FABRICA EMBRIONES HÍBRIDOS DE HUMANOS Y CONEJOS CHINA SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN LA CAPITAL MUNDIAL DE LA CLONACIÓN POR LA AUSENCIA DE RESTRICCIONES Cría recién nacida de roedor transgénico. / SINOPIX

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pequeño reportaje acerca de la clonacion

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EL MUNDO. DOMINGO 18 DE JULIO DE 20106 EUREKA

DAVID JIMÉNEZ / Guangzhou (China)ada es lo que parece enel Centro de Experi-mentación Animal dela Universidad Zhong-shan. Empezando porlos animales. Las célu-las de unas especies secruzan con otras paradesarrollar embrionesmixtos, se llevan a ca-

bo experimentos que permiten crearpollos con cuerpos de patos, y enuno de los laboratorios se observa laevolución de conejos a los que se haimplantado ADN humano. El padrede todo ello es Chen Xigu, un apren-diz del doctor Frankestein para susdetractores, y el pionero en el cam-po más prometedor de la clonaciónterapéutica para sus seguidores.«Para ser alguien en la clonación tie-nes que estar dispuesto a tomar ries-gos», dice el veterano científico, ro-deado de sus criaturas.

Chen se desmarca de quienes enel pasado le han acusado de realizarexperimentos irresponsables, acla-rando que su intención no es ni se-rá nunca utilizar la clonación parareproducir personas. «Sólo sus par-tes», puntualiza.

El objetivo del Centro de Experi-mentación Animal es la creación deun banco ilimitado de órganos hu-manos que crecerán en el cuerpo deotras especies, desde el cerdo alchimpancé, a la espera de ser re-queridos por los hospitales.

Chen Xigu protagonizó por pri-mera vez las portadas de los perió-dicos de medio mundo cuando en2001 logró extraer los núcleos decélulas de óvulos de conejo y susti-tuirlos por núcleos de células huma-nas. El experimento costó poco másde 2.000 euros y le convirtió en el lí-der mundial de la clonación híbrida,una técnica con la que varios cientí-ficos chinos esperan transformarembriones mixtos en más de 200 te-jidos y órganos humanos diferentes.«No sólo queremos mejorar la vidahumana, sino prolongarla en variasdécadas», dice el investigador de laUniversidad de Zhongshan.

China ha aprovechado su flexibi-lidad legislativa y la ausencia derestricciones morales –la Iglesia ca-rece de influencia en el país comu-nista– para convertirse en la capitalmundial de la clonación. El régi-men comunista ha puesto todos susesfuerzos en un campo de la cien-

cia que, según creen sus líderes, es-conde el secreto para salvar espe-cies en peligro de extinción como elpanda, encontrar soluciones a en-fermedades como el Parkinson, ter-minar con el hambre en el mundo–han logrado clonar vacas que pro-ducen leche con una gran cantidadde Omega 3–, y terminar con las lis-tas de espera en los hospitales.

«Zona de Experimentación Ani-mal: prohibida la entra-da», dice el cartel colga-do de la fachada del vie-jo edificio de la Uni-versidad Zhongshan, enla sureña ciudad deGuangzhou. El lugar fueconstruido por los japo-neses durante su ocupa-ción de China en la IIGuerra Mundial y utili-zado para experimentosde guerra biológica. Elprofesor Chen lo recon-virtió en los años 90 enun departamento dedi-cado a la utilización demétodos pioneros en lainvestigación médica através de la experimen-tación con animales. Su

lema: no seguir casi ninguna de lasreglas establecidas.

En la segunda planta, en una saladescontaminada y sellada, recipien-tes de cristal guardan ratas a prime-ra vista normales. Su peculiaridad,sin embargo, es que el 40% de lascélulas madre de los riñones de es-tos roedores son humanas. Y muypronto, si los planes de los investiga-dores se cumplen, ese porcentaje

será del 100%. «Después queremosrepetir ese proceso en cerdos. Even-tualmente, si existe una aceptaciónsocial, se podría hacer en chimpan-cés, lo que aumentaría las posibili-dades de desarrollar en sus cuerposórganos destinados a trasplantes enhumanos», explica Chen.

El Centro dispone de una granjaen las afueras de Chengdu con unnúmero ilimitado de animales cuyocometido es ser sacrificados en arasdel avance científico. Investigadoresinternacionales han logrado yacompletar la creación artificial dehuesos, piel o córneas para ser tras-plantados. El siguiente paso es ha-cerlo con órganos mucho más com-plejos y vitales. «Nuestro objetivo escompletar el primer paso y allanarel camino para que sean otros cien-tíficos los que resuelvan los proble-mas de rechazo y otras dificultadesque puedan surgir», dice Chen.

Facilitar el primero de esos tras-plantes sería un logro improbablepara este investigador nacido en1944 en el seno de una familia cam-pesina y pobre del norte de China.Tras terminar sus estudios en elinstituto, Chen se enroló como es-tudiante de medicina en la Univer-

Experimentos polémicos en China➜ BIOTECNOLOGÍA

A Chen Xigu le han acusado de emular al ‘doctor Frankenstein’ por insertar ADN de personas en óvulos deanimales, pero él asegura que sólo quiere obtener tejidos para trasplantes. ‘Eureka’ ha visitado su laboratorio

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EL CLONADOR QUE FABRICA EMBRIONESHÍBRIDOS DE HUMANOS Y CONEJOS

CHINA SE ESTÁ CONVIRTIENDO EN LACAPITAL MUNDIAL DE LA CLONACIÓNPOR LA AUSENCIA DE RESTRICCIONES

Cría recién nacida de roedor transgénico. / SINOPIX

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sidad Zhongshan. Se graduó, ejer-ció como cirujano y se especializóen el campo de la patología antesde convertirse en uno de los másprestigiosos científicos del país.Aunque oficialmente se jubiló hacedos años, su prestigio le ha permi-tido seguir coordinando a un equi-po de discípulos que cuentan conlos fondos públicos y la motivaciónpara continuar el sueño profesionalque le obsesiona.

PIEL DE PREPUCIO. El Centro deExperimentación Animal, a diferen-cia de otros laboratorios similaresen EEUU o Australia, no destruyelos embriones desarrollados a tra-vés de la fusión de células mixtas,tratando en cambio de mantenerlosvivos el máximo tiempo posible. Elprofesor muestra el lugar dondeguarda varias unidades que se man-tienen vivas con el objetivo de culti-var células madre para nuevas in-vestigaciones médicas sin la nece-sidad de utilizar óvulos o esper-matozoides humanos.

En el experimento que cruzó elADN de una persona con un cone-jo, y que colegas de otras universi-dades chinas han repetido después,el investigador utilizó un fragmentode piel de prepucio de un niño desiete años que había sido circunci-dado. Esas células fueron despuésimplantadas en un conejo y las cé-lulas mixtas resultantes sirvieronpara cultivar embriones. Los titula-res no se hicieron esperar, con losmás sensacionalistas anunciando lacreación de un «hombre-conejo». ElVaticano ha descrito desde entoncesla clonación híbrida como una«monstruosidad aberrante», po-niendo los experimentos de Chen ysus colegas chinos como motivo su-

ficiente para frenar todo tipo de in-vestigaciones embrionarias (en ani-males y personas).

Los detractores de la clonaciónentre especies denuncian que abrelas puertas a la manipulación gené-tica de la condición humana y hanencontrado apoyo incluso en unsector de la comunidad científicachina. «Existe el riesgo de la trans-ferencia de enfermedades del cone-jo [o cualquier otra especie utiliza-da] al hombre», según el profesorBa Danian, de la Academia de lasCiencias de Pekín.

La clonación china lleva años ba-jo vigilancia. Investigadores e insti-tuciones extranjeras hablan de «la-boratorios fantasma» donde el Go-bierno permite a un grupo de

científicos escogidos a de-do ir más allá de lo per-

mitido en ningúnotro país. El profe-sor Chen lo niegay dice que los in-vestigadores lo-cales trabajandentro de estric-tas normas simi-

lares a las deEEUU y Europa, pe-

ro resalta que no hayvalores morales universa-

les: «Cada persona tiene los suyos».Pekín permite la clonación tera-

péutica y el uso de embriones pro-cedentes de abortos o creados me-diante clonación, pero prohíbe laclonación reproductiva, la implan-tación en el útero de embrionescreados para investigación y la uti-lización de embriones de más de14 días. Las autoridades son, sinembargo, mucho más permisivasen lo que puede hacerse con ani-males, y eso incluye la fusión dematerial genético humano conóvulos animales.

Los investigadores del Centro deExperimentación Animal de Guang-zhou dicen no entender la polémicay describen como ciencia ficción laposibilidad de que se puedan crearseres humanos con elaspecto u órganos deotras especies. Su in-tención es justamentela contraria: que seanlos animales los quetengan la capacidadde acoger riñones, hí-gados o corazones losuficientemente hu-manos como para po-der ser utilizados entrasplantes. ¿Cuándoserá posible? AunqueChen Xigu no tieneninguna duda de queterminará sucedien-do, se resiste a daruna fecha. Él mismoadmite que se en-cuentran en una faseinicial de un largoproceso lleno de obs-táculos médicos y éticos.

La fascinación de China por laclonación tiene una larga historia,anterior incluso a la aparición en es-cena de Dolly, el primer mamíferoclonado a partir de una célula adul-ta en 1997 por científicos escoceses.En la Universidad Shandong, en laprovincia de Jinan, una gran esta-tua del investigador Tong Dizhou seerige sobre la facultad de medicinacon el distinguido título de Padre dela Clonación. Más de tres décadasantes de el nacimiento de Dolly, en

1963, el embriólogo chino logró clo-nar una carpa. China era entoncesun país cerrado al mundo y presidi-do por Mao. El resultado sólo fuepublicado por un desconocido dia-rio chino, nadie se interesó en tra-ducir el artículo y no fue reconocidopor el resto de la comunidad cientí-fica hasta muchos años más tarde.Una década después de aquel pri-mer experimento, el propio Tong in-sertó el ADN de la célula de unacarpa asiática en el óvulo de unacarpa europea. Había creado la pri-mera clonación híbrida.

RIESGOS. Los discípulos de Tongcuentan hoy con muchos más me-dios y pocas restricciones en su in-tento de adelantar a sus competido-res occidentales. Los investigadoreschinos se preocupan menos que suscolegas extranjeros por ver su nom-bre en prestigiosas revistas científi-cas como Nature o Science, tomanriesgos que universidades de otrospaíses no permitirían por miedo aproblemas legales y acortan o sesaltan los ensayos clínicos a la horade poner a prueba sus logros. Másde 200 hospitales chinos realizan yaterapias con células madres quevan desde los intentos de ganar mo-vilidad en paralíticos al tratamientode enfermedades como Parkinson,a pesar de que los resultados queanuncian cada poco tiempo sonconstantemente puestos en dudapor expertos occidentales.

El país asiático ha solicitado re-fuerzos para lo que espera sea elavance final que ponga a China a lacabeza de las ciencias del futuro. ElGobierno envió entre 1978 y 2000 amás de 400.000 estudiantes a estu-diar ciencia, medicina e ingenieríasa las mejores universidades delmundo, sobre todo EEUU. Ahora losha llamado de vuelta, ofreciendo unretorno dorado a aquellos que sehan consagrado en universidadesextranjeras. Apoyo institucional,fondos y flexibilidad legislativa, to-do lo necesario para que lideren los

campos de biología,genética y clonación.El pionero en investi-gación con células ma-dre embrionarias en elReino Unido, StephenMinger, no tiene du-das: «China será pron-to el líder mundial eninvestigación con célu-las madre».

No pocos críticosaseguran que en lospróximos años Chinadará buenas y muypreocupantes noticiasen el campo de la clo-nación y alertan de queun número importantede sus científicos bus-ca, por encima de todo,un rápido beneficioeconómico. Sin embar-

go, Chen Xigu asegura que el dine-ro nunca ha estado en su cabeza yque el único objetivo de sus investi-gaciones es dejar un legado que sir-va para mejorar la calidad de vida.«La clonación pone en nuestrasmanos crear personas más sanas,que vivan más tiempo y tengan unavida mejor», dice el científico chino.«Lo único que debe preocuparnoses que nada de ello servirá de nadasi no logramos la manera de mejo-rar también la condición humana yconvertirnos en mejores personas».

Experimentos polémicos en China➜

CLONAR OVEJAS DE CACHEMIRAEl objetivo es producir la mejor lana del mundoLos investigadores chinos no paran de explorar nuevoscaminos experimentales en el polémico campo de laclonación. Uno de sus últimos esfuerzos ha consistido enclonar ovejas de Cachemira con la intención de reproducir laque está considerada la lana de mayor calidad del mundo.Esto podría convertirse en un negocio redondo, al igual que lacreación de un inmenso banco de órganos, que podría generarenormes beneficios para los propietarios de la tecnología y loscentros que se encargarían de distribuir los órganos.

SINOPIX

El doctor ChenXigu, rodeado de algu-

nos de los conejos queutiliza en las investigacio-nes sobre clonación que estárealizando en el Centro deExperimentación Animal

de la Universidad Zhon-shan, en Guangzhou

(sur de China).

Una investigadora manipula una célula humana. / SINOPIX