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Colección Artes y Humanidades...Pierre Bourdieu y Hans Robert Jauss, Navia Velasco vuelve sobre la necesi - dad de poner en cuestión aquel lugar común que da por hecho, en la con-figuración

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  • Colección Artes y Humanidades

  • Universidad del VallePrograma EditorialTítulo: Teoría literaria: Postulados, debates y confluenciasEditor: Alejandro José López ISBN: 978-958-765-999-3ISBN-PDF: 978-958-5599-00-0Colección: Artes y Humanidades-Estudios LiterariosPrimera edición

    Rector de la Universidad del Valle: Édgar Varela BarriosVicerrector de Investigaciones: Jaime Cantera KintzDirector del Programa Editorial: Omar J. Díaz Saldaña

    © Universidad del Valle© Alejandro José López, Juan Moreno Blanco, Carmiña Navia

    Velasco, Hernando Urriago Benítez, Álvaro Bautista-Cabrera, María Antonieta Gómez Goyeneche

    Diseño de carátula: Sara Isabel Solarte EspinozaDiagramación: Diana Lizeth Velasco DávilaImágenes carátula: Rana, cultura muisca; ave, símbolo africano; dibujo sin título, Wassily Kandisnky (1926)Asistentes editoriales: Miguel Ángel Afanador, Manuel Santiago Arango

    _______

    Este libro, salvo las excepciones previstas por la Ley, no puede ser reproducido por ningún medio sin previa autorización escrita por la Universidad del Valle.

    El contenido de esta obra corresponde al derecho de expresión de los autores y no compromete el pensamiento institucional de la Universidad del Valle, ni genera responsabilidad frente a terceros. Los autores son responsables del respeto a los derechos de autor del material contenido en la publicación, razón por la cual la Universidad no puede asumir ninguna responsabilidad en caso de omisiones o errores.

    Cali, Colombia, septiembre 2019

  • Colección Artes y Humanidades

  • CONTENIDO

    Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    DEBATES Y CONFLUENCIAS 15

    ¿Una teoría crítica para América Latina?Juan Moreno Blanco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

    Historia de la literatura y estudios de géneroCarmiña Navia Velasco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

    Filmar libros: Los principales debates sobre adaptación cinematográfica

    Alejandro José López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

    POSTULADOS 71

    Desde el mirador de Montaigne: Encuentros entre la teoría de la interpretación y la teoría del ensayo en América Latina

    Hernando Urriago Benítez . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73

    Lo verosímilÁlvaro Bautista-Cabrera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

    Algunas estrategias en el recurso literario y pictórico de la metamorfosis

    María Antonieta Gómez Goyeneche . . . . . . . . . . . . .125

    Biografías de los-as autores-as . . . . . . . . . . . . . . . . .163

  • PRÓLOGO

    Los seis trabajos recogidos en este volumen abordan problemas relacio-nados con la teoría literaria. Y lo hacen desde perspectivas conceptuales y temáticas diferentes. Sus seis autores y autoras son profesores e investiga-dores que trabajan en la Escuela de Estudios Literarios perteneciente a la Universidad del Valle. Con el objetivo de darles una presentación ordenada a estos textos, los hemos dispuesto en dos grandes apartados; a saber: “De-bates y confluencias” y “Postulados”. En cada apartado se han agrupado tres trabajos, algunos de los cuales se publican por primera vez en este libro.

    El texto que abre “Debates y confluencias” fue escrito por Juan Moreno Blanco y se titula “¿Una teoría crítica para América Latina?”. En este, el autor vuelve sobre la discusión central que proviene de los llamados estu-dios post-coloniales, la cual pone de manifiesto y subraya la necesidad de revisar las concepciones desde las cuales, otrora, se realizaban los proce-sos interpretativos y legitimadores de los fenómenos culturales, a nombre de una supuesta universalidad del conocimiento. Moreno Blanco nos re-cuerda que “la hermenéutica contemporánea reconoce que ahí donde hay sentido siempre hay más de un sentido y, por consiguiente, ante un hecho significante siempre tenemos un espectro de interpretaciones”. Por otra parte, se destaca aquí una situación crucial: todo sujeto que se enfrenta a un proceso de interpretación es, necesariamente, un sujeto situado; es de-cir, que cada quien lee desde una comunidad específica de interpretación, lo cual permite preguntarse y rastrear “de dónde viene el conocimiento, a quién sirve y cuál es su inserción en una geopolítica del conocimiento”. Estas nociones tienen profundas implicaciones en el ámbito cultural de América Latina, pues vienen a permitir la emergencia de una contra-na-rrativa que estudie nuestra historia oficial desde el punto de vista de las omisiones y ocultamientos; esto es, desde la necesaria visibilización de quienes han sido subvalorados o negados. Una revisión así de nuestra

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    Alejandro José López

    historia cultural, que desborda el eurocentrismo y su visión hegemónica, se inscribe en una postura de comprensión de las relaciones de alteri-dad; en otras palabras, nos abre a pensar en un conocimiento pluriversal. En lo que corresponde al terreno epistemológico, nos dice Moreno Blan-co, “hemos empezado a creer en nuestra propia teoría que corresponde tanto a nuestro mundo marcado por la colonialidad como a nuestra aspi-ración a un pensamiento y un saber no coloniales”.

    El segundo texto de este apartado se titula “Historia de la literatura y es-tudios de género”, de Carmiña Navia Velasco. En este nos plantea la autora, a la luz de la categoría de género, “la pregunta por el lugar que ocupa la pro-ducción literaria femenina en las miradas y construcciones sobre lo que ha sido la literatura en este país”. Y volvemos al asunto crucial de las exclusio-nes, a la configuración sesgada de la tradición canónica, a la manera como la escritura de las mujeres ha sido silenciada, escondida. Navia Velasco nos da ejemplos de esta actitud de la historiografía y de la crítica colombiana, como los libros de Fernando Ayala Poveda (1986) y de Álvaro Pineda Bote-ro (1999); sin embargo, también destaca otros trabajos en los cuales se rea-lizan unas cartografías más incluyentes en este sentido: las labores críticas de Helena Araújo, de Betty Osorio de Negret, de María Mercedes Jaramillo, de Ángela Inés Robledo, de Flor María Rodríguez Arenas, de Luisa Balles-teros, de Jorge Wills Pradilla, entre otros. Acompañándose de los teóricos Pierre Bourdieu y Hans Robert Jauss, Navia Velasco vuelve sobre la necesi-dad de poner en cuestión aquel lugar común que da por hecho, en la con-figuración del canon literario, un mero asunto de calidad estética, como si no incidieran en dicha configuración todas las dinámicas propias del cam-po cultural y los avatares de la recepción. Se recalca aquí la necesidad de recuperar las voces femeninas en la historia de nuestra literatura, porque “las mujeres en América Latina escribieron siempre: en algunos momentos de la Conquista, a todo lo largo del periodo colonial, durante las gestas de independencia y por supuesto en el siglo XIX, cuando se ponían las bases de las nuevas naciones”. Y agrega Navia Velasco: “escribieron diarios, cartas, crónicas, novela, poesía, pero su producción discursiva, mucho más allá de valoraciones estéticas o meramente literarias, fue aislada y recluida en el ámbito del hogar, de lo privado o de las publicaciones exclusivamente para mujeres”. Y entre las voces femeninas respecto de las cuales tiene la historiografía literaria colombiana una mayor deuda crítica, señala Navia Velasco, destaca sin duda la de Soledad Acosta de Samper, quien realizó la obra novelística más profusa de nuestro siglo XIX.

    El texto que cierra el primer apartado de este libro se titula “Filmar libros: Los principales debates sobre adaptación cinematográfica”, de Alejandro

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    Prólogo

    José López. En este trabajo se realiza un recorrido por los asuntos más con-troversiales de dicha práctica cultural, especialmente aquellos que ponen en relación la novela y el cine. Se inicia recordando el debate sobre los equi-valentes expresivos entre lo audiovisual y lo verbal, discusión ya superada desde hace varias décadas. De inmediato se pasa a otros disensos que conti-núan vigentes en la crítica cinematográfica y literaria contemporánea: el de la denominación más acertada para este tipo de trasvase, el de las transfor-maciones en la adaptación, el muy candente relacionado con la noción de fidelidad a la obra literaria. Este último continúa siendo un fuerte factor de desencuentro entre críticos y entre realizadores audiovisuales, seguramente porque pone en el centro de la discusión las ideas de originalidad y de auto-ría, las cuales resultan de gran valor artístico y cultural. En este sentido, se efectúan aquí algunas propuestas conceptuales destinadas al trabajo crítico, propuestas que procuran desmarcarse de aquellas tendencias que pretenden establecer en la fidelidad al texto precursor un parámetro de valoración de la adaptación fílmica. Con todo, se aboga por una crítica comparativa, habida cuenta de que todo trasvase pone en relación, obligadamente, al menos dos textos. Se propone entonces la noción de diálogo con la obra precursora; asimismo, se desmontan preceptos recurridos, pero inasibles metodológica-mente, como el del espíritu de la obra. Y esto para adoptar principios mucho más viables en el trabajo crítico, como el de poética de autor, el cual permite enriquecer el análisis comparativo sin que esto implique presuponer la pri-macía de lo literario sobre lo cinematográfico.

    El segundo apartado de este libro, “Postulados”, comienza con el tra-bajo que se titula “Desde el mirador de Montaigne: Encuentros entre la teoría de la interpretación y la teoría del ensayo en América Latina”, de Hernando Urriago Benítez. Inicia este texto recordando lo que han im-plicado los estudios de este género de escritura para el campo cultural de nuestro continente: “En el contexto de los estudios literarios, la teoría del ensayo ha significado un punto de inflexión en la búsqueda de una teoría literaria hecha desde América Latina”. Y subraya Urriago Benítez algunas obras emblemáticas en este entorno, como “Nuestra América es un ensayo” de Germán Arciniegas, o “Contrapunteo del tabaco y el azúcar” de Fernan-do Ortiz, o “El ogro filantrópico” de Octavio Paz, entre otras. Asimismo, decide acudir en su reflexión y en su reivindicación del género a algunos de los más importantes estudiosos del ensayo en la contemporaneidad la-tinoamericana, como Claudio Maíz, José Luis Gómez-Martínez y Liliana Weinberg. Al regresar sobre la genealogía de este tipo de escritura, se nos refiere aquí el pacto de buena fe que proponía Montaigne en su famoso prólogo “Al lector” del primer tomo de sus ensayos, pacto este que quedó

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    Alejandro José López

    inscrito en la esencia misma del género. Y, puestos sobre sus fundamentos, nos recuerda Urriago Benítez que su surgimiento se dio en una época de grandes cambios: “La voluntad interpretativa del ensayo parte del contexto en el cual tiene origen: el ensayo es un texto en crisis, como en crisis habían entrado los modos de leer y de escribir en la época renacentista, tras la in-vención de la imprenta y de la figura del lector moderno”. Al cierre de estas proposiciones que rastrean la esencia del ensayo y su tremenda vigencia en la actualidad de nuestro continente, nos dice su autor: “En todo caso, podemos reafirmar que son cuatro las características englobantes del géne-ro: la subjetivación de la materia verbal o el subjetivismo, el dialogismo, la voluntad de estilo y la interpretación”.

    Seguidamente, encontramos el trabajo de Álvaro Bautista-Cabrera titu-lado “Lo verosímil”. En su conceptualización, este texto se fundamenta en los más importantes estudios que la tradición nos ha aportado sobre este particular, empezando por los análisis de Aristóteles. A partir de operacio-nes retóricas descritas por el maestro griego, como la inventio, la dispositio y la elocutio, Bautista-Cabrera inicia un profuso desarrollo que lo lleva a complejizar su definición de la verosimilitud, noción esta que resulta funda-mental en las artes narrativas. En dicho recorrido teórico, se acompaña de otros importantes tratadistas antiguos y modernos que se han ocupado de este asunto, como Pinciano, Perelman, Eco, Popper, Olbrecht-Tyteca, Todo-rov, entre otros. Sobre este último, nos dice Bautista-Cabrera: “Todorov se divierte mostrando que lo verosímil es un comercio entre discursos”. Y lo cita: “Lo verosímil es la relación del texto particular con otro texto, general y difuso, que se llama opinión pública”. A continuación, se realiza aquí un interesante trabajo de análisis y ejemplificación de los tipos de verosimilitud que Cervantes desplegó en El Quijote. Nos dice Bautista-Cabrera: “Una de las primeras ideas que Cervantes va a desarrollar consiste en que la novela represente lo imposible, pero un imposible que tenga la apariencia de lo ver-dadero. Para esto aceptó lo dudoso y lo no definitivo; permitió que más de uno tuviera la razón”. En esta labor de análisis se recurre igualmente a cer-vantistas como Riley y Spitzer; asimismo, a la contextualización histórica de El Quijote realizada por Vilar y a los estudios sobre ficción de Pozuelo Yvan-cos. Este recorrido le permite a Bautista-Cabrera plantear una de las dife-rencias ficcionales de fondo que hay entre El Quijote y las novelas de caballe-ría: “parte del sistema de convenciones literarias al que adhiere Cervantes es de origen aristotélico, tomado a través de los críticos italianos y de Pinciano. La poesía representa lo universal, lo que puede ser; y puede aún representar lo imposible, a condición de que sea verosímil”. Y añade: “Esto último le sirve a Cervantes para juzgar como inverosímiles los libros de caballería”.

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    Prólogo

    Finalmente, María Antonieta Gómez Goyeneche cierra este apartado y el volumen completo con el trabajo que se titula: “Algunas estrategias en el recurso literario y pictórico de la metamorfosis”. En este texto se indagan los modos en que una obra literaria desarrolla, en su lógica ficcional, dinámicas narrativas que dotan de verosimilitud y coherencia la transmutación de un ser o cosa en otra. Asimismo, Gómez Goyeneche estudia aquí tanto las mo-dalidades más importantes en que el arte presenta el fenómeno metamórfico, como las soluciones técnicas que se han dado en la pintura para representar una manifestación que, como la metamorfosis, remite esencialmente a un proceso de transformación. En lo concerniente a las lógicas ficcionales referi-das, la autora plantea cinco tipos principales, los cuales estudia y ejemplifica a partir de la tradición literaria occidental; a saber: metamorfosis por lógica volitiva, involuntaria, por lógica material, verbal y normativa. En su detallado análisis, Gómez Goyeneche hace un largo recorrido literario que se remonta a obras de la antigüedad clásica tan representativas como la Metamorfosis de Ovidio, pasando por Dante, Shakespeare, Cervantes, o por Lautréamont, Stevenson, Collodi, Carroll y Kafka, hasta llegar a manifestaciones contem-poráneas, como las sagas de Narnia, de C. S. Lewis, y de Harry Potter, de J. K. Rowling. En lo que se refiere al acontecer metamórfico visual, la autora exa-mina diferentes opciones de las identidades trastocadas, tales como la huma-nización o animalización de cosas, la cosificación de personas, los tránsitos entre seres, la personificación de fragmentos corporales, el alargamiento o gigantización, la miniaturización, la redistribución de la corporeidad, la in-tervención especular de las sombras, entre otras. Y de nuevo, al ejemplificar, abarca un amplio espectro cultural que considera las remotas gryllas y las vasijas, incluye las obras de maestros del pasado como Arcimboldo, El Bosco y Bruegel, hasta incorporar a los grandes vanguardistas como Magritte, Pi-casso y Dalí, entre otros. También se ocupa Gómez Goyeneche, al cierre de este trabajo, de las representaciones pictóricas del proceso transformativo en sus diferentes opciones, hasta llegar a las conquistas artísticas llevadas a cabo en este sentido por M. C. Escher, ya en pleno siglo XX.

    Concluiremos este breve prólogo diciendo que el presente volumen ha sido compilado y editado por iniciativa del Grupo de Investigación Autores Colombianos y Latinoamericanos, adscrito a la Escuela de Estudios Lite-rarios de la Universidad del Valle. Esperamos que sea de utilidad para la comunidad académica.

    El editor

  • ¿UNA TEORÍA CRÍTICA PARA AMÉRICA LATINA?✳

    Juan Moreno Blanco

    ...el hecho de que el conocimiento sea una cons-trucción social también significa que es socialmente posible tener

    un conocimiento más válido.Comisión Gulbenkian

    En las últimas décadas del siglo pasado y del presente las estructuras de producción del conocimiento en ciencias sociales y humanas conocieron una notable transformación. Desde diversos horizontes y ópticas se empe-zó a cuestionar la validez o pertinencia de los saberes provenientes de las academias de euro-occidente para contextos diferentes a los de la Moder-nidad histórica. Así, en procesos diversos y no siempre simultáneos, co-menzó a emerger desde los márgenes de las otrora consideradas metrópolis académicas un conocimiento y una teoría crítica de la sociedad, la historia y la cultura que sin duda cambiará la orientación del humanismo en las academias de los países con pasado colonial en el siglo XXI. En ese proceso de recambio epistémico Latinoamérica no es una excepción.

    1*

    ✳ Este trabajo es producto de una investigación en el área de literatura, desarrollada en la Escuela de Estudios Literarios de la Universidad del Valle. Se publicó por primera vez en la edición nú-mero 31 de la Revista Poligramas (2009).