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COLECCIÓN SATU

COLECCIÓN SATURA€¦ · la editorial, conforme a las leyes 17.036 y 18.443 de Propiedad Intelectual. Chancacazo Publicaciones es una editorial expresiva, cuyo objetivo primordial

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COLECCIÓN SATURA

EL SENDERO FRUGAL

Jacques Dupin

PRÓLOGO DE PAUL AUSTER

SELECCIÓN, TRADUCCIÓN

y EPíLOGO:

IváN SALINAS

ESTA PUbLICACIÓN FUE REALIzADA CON EL APOyO DEL FONDO NACIONAL DE FOmENTO DEL

LIbRO y LA LECTURA, DEL CONSEjO DE LA CULTURA y LAS ARTES, DE LA REPúbLICA DE ChILE.

© EL SENDERO FRUGAL

R.P.I. Nº 178.643

© jacques Dupin, Editions Gallimard, Le corps clairvoyant (1963-1982): Gravir, L’embrasure, Dehors, Une apparence de soupirail, 1999

© jacques Dupin, Editions P.O.L., De singes et de mouches (Fata morgana, 1983), 2001;Les mères (Fata morgana, 1986), 2001; Contumace, 1986; Chansons troglodytes (Fata morgana, 1986); Échancré, 1991 ; Le grésil, 1996; Écart, 2000; M’introduire dans ton histoire (“Eclisse”), 2009.

© Por la selección, traducción, epílogo y cronología: Iván Salinas© Por el prólogo: Paul Auster© Por la traducción del prólogo: Eduardo Uribe

©Chancacazo Publicaciones Ltda.Santa Isabel 0545, Providencia, Santiago de [email protected]

Editor de la colección Satura: Christian Anwandter DonosoDiseño y diagramación: Alejandro Palacios AnguitaImagen de la portada: Blitz, Pierre Alechinsky, 2009.

Esta segunda edición corregida y aumentada de El sendero frugal

se terminó de imprimir en CIPOD en diciembre de 2010 ImPRESO EN ChILE / PRINTED IN ChILE

I.S.b.N: 978-956-8940-07-2

La reproducción textual y digital de esta obra depende del previo consentimiento de su autor o la editorial, conforme a las leyes 17.036 y 18.443 de Propiedad Intelectual.

Chancacazo Publicaciones es una editorial expresiva, cuyo objetivo primordial es la publicación y divulgación de escrituras significantes, tanto textuales como gráficas. El criterio de lo significante radica en el ser humano, en su urgencia creativa y de comunicación. Chancacazo Publicaciones, bajo esta enseña, se incrusta en el medio cultural como una plataforma de participación y realización individual y colectiva.

EL SENDERO FRUG A L Antología 1963-2000

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íNDICE

Prólogo: jACQUES DUPIN, por Paul Auster 13Cronología de jacques Dupin 17

EL SENDERO FRUGAL (1963-2000)

ASCENDER

Suite basáltica Gran viento 33Gavilán 34Tregua 35El sendero frugal 36

Los rompientes El acónito 38Lo real 38El itinerario 39

El gavilán El prisionero 40

Con aplomo Líquenes 41

Sobresaltos Con todo guarda... 44En la espera... 45Cuerpo mío... 46

98

LA TRONERA

El cuerpo clarividente El atajo 49 Rúbrica 50El punto del día 51vindemiatrix 52El arnés 53La repetición 54Temblor 55El estanque en el bosque 56

La noche creciente Las flores... 57Entre la alborada... 58

morrenas El mandato silencioso... 59Creí alcanzar por momentos... 60Hay en alguna parte 61

La salida encubierta 62

AFUERA

La línea de ruptura 65Entumecimiento ungular 68Trazo a trazo 76Un relato (Fragmentos) 77Como fractura de fondo

cada ínfimo... 80sustraída... 81lejos aquí... 82el grano... 83lascivas querellas... 84

un ciego... 85entre el disimulo... 86quién la rompe... 87y los racimos... 88oscuros engranajes... 89toda una noche... 90yo el fuego... 91

UN ATISbO DE TRAGALUz

De un hilo al espacio... 95Tú, inmóvil en el puente... 96Relato del viajero... 97El ruido del agua... 98Para que no nos oigan venir... 99Las nubes atraviesan... 100

DE SImIOS y DE mOSCAS

... Y ese trece... 103Las convulsas... 104Está muerta... 106Simio con el culo... 108De qué horca... 110

LAS mADRES

Ahogadas están las madres... 115La sacudida de un cuerpo... 116La llaga de la cual es el borde... 117Si eso no fuera la bruma... 118Incluso si… 119

1110

CONTUmACIA

historia de la luz Ella... 125El triángulo... 126Son afiladas olas... 127Solsticio... 129

holganza 132Duelo

Pocas cosas... 134El duelo... 137

La doble vasija 138

CANCIONES TROGLODITAS

Lay de la escoba-trapeador 143

DESmOChADO

Extraído de la seda de sí 149Fragmos 151

CELLISCA

Tramontana Las retamas... 161Consumido... 162Un disparo... 163

barquilla En los recortes... 164Conmigo... 165Mis pulsiones... 166

Impromptu

Todo... 167Yo solo caí... 168Para huir... 169

belladona 171Ovillado

Tengo cuatro años... 172La prisión... 173Pensé... 174Hay que escribir... 175Fusil de caza... 176

DISTANCIA

La uña de la serpiente Una noche un trece de agosto... 179Se decía que los perros... 181Obeso. Subterráneo... 182 Excecrando la postura... 183

Enunciado 184Talleres I 190

NOTAS DEL TRADUCTOR 193

AUSENCIA DE LA POESíA, por jacques Dupin 195

Epílogo: LA vIDA ES UN CAmINO QUE ENTRE mUChOS vIvImOS, por Iván Salinas 201

Agradecimientos 217

13

Jacques Dupin

por PAUL AUSTER

No es fácil hacerse a la idea de la poesía de jacques Dupin. Inflexiblemente hermética en actitud y rigurosamente con-cisa en enunciación, nos pide menos una lectura que una absorción. Pues la naturaleza del poema ha sufrido una me-tamorfosis, y para encontrarla en su propio terreno, debemos cambiar la naturaleza de nuestras expectativas. El poema ya no es un registro de sentimientos, una canción o una medi-tación. más bien es el campo en el espacio mental donde se permite que tenga lugar una lucha: entre la destrucción del poema y la búsqueda del poema posible —pues el poema sólo puede nacer cuando se han destruido todas sus oportu-nidades de vida. La obra de Dupin es la progenie de esta con-tradicción que reside en los más estrechos confines, como una semilla invisible alojada en el centro de una piedra. La lucha no es un simple conflicto entre esto y aquello, entre des-truir y crear, entre hablar o callarse —consiste en destruir para crear, y en mantener una vigilia silenciosa dentro de la palabra hasta el último momento vivo, cuando la palabra comienza a desmoronarse por la presión que se ha puesto en ella.

1514

Lo que veo y lo que callo me espanta. De lo que hablo, e ignoro, me libera. No me libera.

Dupin ha aceptado estas dificultades deliberadamente, escogiendo la pobreza y las astringencias de la negación en lugar de la facilidad. Porque su propósito no es subyugar su entorno por medio de una vana noción de maestría, sino entrar en armonía con él, ponerse en relación con él, y fi-nalmente, vivir en él, la operación poética se vuelve un pro-ceso mediante el cual él mismo se despoja de sus prendas, sus herramientas y sus posesiones, para asumir, al desnudo, la plenitud del ser. En este sentido, el poema es una especie de purificación espiritual. Pero si un monje puede forjar una pobreza material sabiendo que ésta lo llevará más cerca de su Dios, Dupin no es capaz de concederse semejantes certezas. Retoma la inquietud de su entorno como una manera de aca-bar con aquello que los separa, pero no hay signo que lo guíe, y nada que garantice su salvación. Sin embargo, a pesar de tal austeridad, o quizás a causa de ella, su obra tiene una riqueza poco común. Esto se debe, al menos en parte, al hecho de que todos sus poemas se fundan en un paisaje, firmemente enraizados en la palpabilidad de lo real. Los problemas que confronta nunca se plantean como abstracciones, sino que ellos mismos se presentan en y a través de este paisaje, y al final no pueden separarse de éste. El universo que crea es un itinerario alquímico a través de los elementos, la transfigura-ción de lo aparentemente indivisible por medio de la palabra. Con ánimo similar a las correspondencias cósmicas revela-das en los fragmentos presocráticos, es un universo en el que habla y metáfora son sinónimos. Dupin no ha hecho de la na-

turaleza su objeto, la lleva consigo, y cuando por fin él habla, lo hace con la fuerza de lo que en sí contiene. Como Rilke, se encuentra a sí mismo en lo que lo rodea. Su voz hace más que conjurar la presencia de las cosas, también les da el poder de hablar. Pero mientras Rilke suele ser pasivo en su relación con las cosas —intentando aislar la cosa y penetrar su esencia en trascendente quietud—, Dupin está activo, viendo cosas en su interconexión, cambiando perpetuamente.

Romper y retomar, para entonces recomenzar. En el bosque estamos más cerca del leñador que del paseante solitario. Ningu-na contemplación inocente. Ya no hay elevados oquedales atra-vesados por los rayos y los cantos de los pájaros, sino esteras de bosques en potencia. Todo nos es dado, pero para ser forzado, mellado, de algún modo destruido —y para destruirnos.

El paseante solitario es Dupin mismo, y cada poema sur-ge como un relato de sus movimientos por el terreno que ha delimitado para sí. Dominada por la piedra, la montaña, las herramientas de granja y el fuego, la geografía es cruel, cons-truida con los materiales más elementales, y en ella la presen-cia humana nunca puede darse por sentada. Debe ganarse. Generado por un deseo de unirse a aquello que le niega un lugar y de encontrar en él una morada, el poema de Dupin siempre está del otro lado: el límite del paso humano, el fruto de un desgarramiento terrenal. Sobre todo, es prueba. Donde todo es silencio, donde todo parece excluirlo, Dupin nunca puede estar seguro adonde lo llevan sus pasos, y nunca puede perseguirse al poema sistemáticamente. Toma vida de repen-te y sin avisar, en lugares inesperados y por medios desco-nocidos. Entre uno y otro destello hay paciencia, y al final

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es esto lo que reaviva el paisaje —la tenacidad para perdurar en él—, incluso si esto no nos ofrece nada. Al límite de las fuerzas, una palabra desnuda.

El poema se crea sólo escogiendo el sendero más difícil. Toda ventaja debe suprimirse y toda estrategia descartarse con la intención de alcanzar este límite —una serie infinita de destrucciones, con el fin de llegar a un punto en que el poema ya no puede destruirse. Pues la palabra poética es esencialmente la palabra creativa, pero, y a pesar de todo, una palabra entre otras, agobiada por el peso del hábito y las ca-pas de piel muerta de las que debe desprenderse, antes de que pueda recobrar su verdadera función. Se requiere violen-cia, y Dupin está a la altura. Aunque la batalla se libra por un fin más allá de la violencia —el de encontrar un espacio habitable. A menudo fracasará, y si no lo consigue, el acierto conllevará su propio desasosiego. La antorcha, que alumbra y clausura el abismo, a su vez es abismo.

La fuerza de la que habla Dupin no es la fuerza de la tras-cendencia, sino la de la inmanencia y la realización. Los dio-ses han desaparecido y no hay posibilidad alguna para pre-tender recuperar el logos divino. Enfrentada con un mundo incognoscible, lo único que puede hacer la poesía es crear lo que ya existe. Pero eso ya es decir mucho. Pues si las cosas pueden recobrarse del filo de la ausencia, cabe la posibilidad, al hacerlo, de devolvérselas a los hombres.

1971TRADUCCIÓN : EDUARDO URIbE

cronología de Jacques Dupin

1927. Nace el 4 de marzo en la ciudad de Privas, en la región de la Ardèche.

1931. muere su padre Pierre Dupin, médico en jefe del hospital psiquiátrico de Sainte-marie. Su madre, Léonie Descamps, retorna con él a Saint-Quentin en su natal región picarda. En el transcurso de esta década emprenderá sus primeros intentos literarios.

1939. La amenaza de la guerra hace que su madre se decida a volver a Privas, en donde les toca vivir la ocupa-ción alemana de 1942. A la par de sus estudios secundarios y preparatorios lee a baudelaire, Rimbaud, verlaine, mallar-mé, balzac, Proust, así como los primeros libros de Sigmund Freud traducidos al francés, que encuentra en la biblioteca paterna.

1944. Termina la escuela preparatoria, lo cual coincide con la Liberación. Se instala en París, en donde estudia derecho, historia y ciencias políticas. Primer contacto con el arte: vi-sitas constantes al Louvre, al museo de Arte moderno, a las galerías (queda impactado por las obras de Picasso del Salón de Otoño). Aprovecha estos primeros años en la capital para

1918

descubrir la poesía contemporánea y el surrealismo. Lecturas de Kafka, maurice blanchot, William Faulkner y Georges ba-taille. Amistad con jean Suquet, quien ya habla sobre marcel Duchamp, y con hubert Damisch.

1947. Conoce a René Char, luego de enviarle unos poe-mas. Nace entre ellos una fuerte amistad y una estrecha rela-ción que va hasta 1975. Gracias a René Char, algunos de sus poemas son publicados en las revistas Cahiers d’Art, Botteghe Oscure y Cahiers G.L.M.

1948. Es secretario de redacción de la revista y de las ediciones de los Cahiers d’Art, y también asistente de Chris-tian zervos, con quien aprende el oficio de editor de libros de arte, y en particular, a conocer el arte contemporáneo, a los artistas y sus talleres.

1949. Secretario de redacción de la revista Empédo-cles, dirigida por Albert béguin, Albert Camus y René Char. Conoce a Francis Ponge, Georges braque, André Frénaud, Georges Schéhadé y Georges bataille.

1950. visita a Constantin brancusi, a henri Laurens y a Fernand Léger; frecuenta con asiduidad a victor brauner, Wifredo Lam, jean hélion, Nicolas de Staël, Luis Fernández. va a casa de Picasso para revisar parte del catálogo que zer-vos edita sobre el artista. Cendrier du voyage [Cenicero del viaje], su primer libro de poemas, es publicado en la editorial G.L.m. (Guy Lévis mano), con prólogo de René Char y fron-tispicio de André masson. Comienza su amistad con André du bouchet.

1951. Se casa con Christine Rousset, con quien tiene dos hijas: Élisabeth (1954) y hélène (1955).

1954. Conoce a Philippe jaccottet y a yves bonnefoy. Primera visita a joan miró, con quien entablará una estrecha amistad y una fructuosa colaboración a lo largo de treinta años, marcada por libros, exposiciones y viajes. Con motivo de un artículo para los Cahiers d’Art, visita por primera vez a Alberto Giacometti en su estudio.

1955. Entra como vendedor de libros en la Galería maeght, antes de convertirse en responsable de sus ediciones hasta el año 1981: bajo su supervisión se publican catálogos, carteles, la revista Derrière le Miroir, libros de artistas, estam-pas originales, álbumes y monografías. Esto le permite visitar tanto los talleres de los artistas como los talleres de litografía, calcografía y tipografía. Publica poemas y textos sobre arte en revistas y catálogos, así como sus primeros libros de artista en las editoriales G.L.m., y maeght, con ilustraciones de miró y de Giacometti.

1956. Inicia una investigación sobre miró con el fin de realizar una monografía, la cual será publicada por Flamma-rion con el título Joan Miró, así como por tres editores extran-jeros. Una nueva edición, revisada, y ampliada considerable-mente, saldrá en 1993, actualizada en 2004.

1957. Gracias a la realización del libro La liberté des mers [La libertad de los mares] de Pierre Reverdy y Georges braque, encuentra con regularidad al poeta y al pintor en un ambiente cordial.

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1958. Primer texto sobre la obra de Antoni Tàpies, a quien conoce ese mismo año.

1959. Dirige los talleres de litografía y de talla dulce recién creados por Aimé maeght en Levallois. Amistad con Raoul Ubac, Pierre Tal-Coat, Eduardo Chillida, Pablo Palazuelo, Saul Steinberg.

1962. Alberto Giacometti: Textes pour une approche [Al-berto Giacometti: Textos para una aproximación], publicado por maeght. La amistad y el trabajo lo conducen cada sema-na al taller del escultor. Dupin será su modelo e interlocutor en la película que hace el director de cine Ernst Scheideg-ger sobre Giacometti. Este hace dos retratos al óleo y varios dibujos de Dupin. Inicia una estrecha amistad con michel Leiris y con David Sylvester.

1963. Aparece Gravir [Ascender], primero de cuatro libros de poemas publicados por la editorial Gallimard. Rea-liza al alimón con bernard Pingaud un número de la revista L’Arc dedicado a René Char.

1965. Amistad con jean-Paul Riopelle, valerio Ada-mi, Paul Rebeyrolle y Pol bury, expuestos en la Galería maeght, sobre los que escribe algunos textos y prefacios. En Londres conoce a Francis bacon, con quien tendrá una amistad de la que surgirán dos textos, cuatro exposiciones, un retrato de jacques Dupin, además de un intercambio personal recíproco.

1966. Funda, junto con André du bouchet, yves bon-nefoy, Gaëtan Picon y Louis-René des Forêts, a los que

se unirán más tarde Paul Celan y michel Leiris, la revista L’Éphémère. Experiencia decisiva y fuertes lazos de empatía con Paul Celan y con Louis-René des Forêts. viaja a japón para ocuparse del montaje de una retrospectiva de pinturas de miró. Ahí conoce al poeta Shuzo Takiguchi, primer bió-grafo de miró en japón, quien traduce del francés algunos poemas suyos dedicados al catalán.

1968. Escribe el texto “L’irreversible” sobre la revuelta de mayo del 68, publicado en L’Éphémère. Imprime carteles en los talleres que él controla, y crea una puesta escénica so-bre Rimbaud que se monta en los suburbios de París, en las fábricas en huelga. Organiza y prologa una retrospectiva de miró en la Fundación maeght en Saint-Paul de vence, luego en el hospital de la Santa Creu en barcelona, y al año siguien-te en la haus der Kunst de múnich.

1969. Publica L’embrasure [La tronera]. Conoce y aco-ge a Paul Auster en París. Paul Auster comienza a traducir sus poemas y logra que se publiquen más tarde dos libros en Gran bretaña y en los Estados Unidos. juntos harán lectu-ras bilingües en Nueva york y Londres. varios años después, jacques Dupin escribirá la presentación a los poemas reuni-dos de Paul Auster en francés, Disparitions, publicados en 1994.

1970. Organiza una exposición sobre Pierre Reverdy y pintores cercanos a él en la Fundación maeght y en el museo de Arte moderno de París. Escribe el texto de pre-sentación al catálogo La difficulté du soleil [La dificultad del sol]. El año siguiente lleva a cabo el mismo proyec-

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to, dedicado en esta ocasión a René Char, en la Funda-ción maeght, para explorar la relación tentacular entre el poeta y sus “aliados sustanciales”. Exposición-homenaje a jacques Dupin en la Galería Wünsche en la ciudad de bonn; para la ocasión se publica un catálogo que incluye la traducción al alemán que Paul Celan hace de “La nuit grandissante”.

1975. Gallimard publica Dehors [Afuera]. Adquiere una antigua granja en el Roussillon, cerca de la ciudad de Céret. vecino del pintor jean Capdeville, sobre cuya obra escribirá dos artículos, y con quien publicará cuatro libros pintados a mano por el artista.

1976. Organiza y escribe el texto de presentación para una retrospectiva en la Fundación maeght con di-bujos y pinturas de henri michaux, a quien encuentra en repetidas ocasiones.

1977. muere su madre. Aparece su única obra de tea-tro, L’Éboulement [El desprendimiento], publicada por la editorial Galilée, escrita e interpretada dos años antes por la Compañía jacques Guimet con vestuario de Antoni Tàpies.

1978. Organiza una retrospectiva de la obra de Alberto Giacometti en la Fundación maeght, y escribe “La réalité impossible” [La realidad imposible] para el catálogo de la exposición.

1981. Aparece De nul lieu et du Japon [De ningún lugar y de japón], primer libro de poemas publicado por Fata mor-

gana, al que seguirán otros cuatro en esta misma editorial. Organiza Miró Milano, exposición que ocupa varias sedes: el Castello Sforzesco, la Rotonda, y varias galerías de la ciudad.

1982. L’Espace autrement dit [El espacio dicho con otras palabras], con prefacio de jean-michel Reynard, reúne la mayor parte de sus textos sobre arte escritos hasta enton-ces, publicado por la editorial Galilée. Aparece también Une apparence de soupirail [Un atisbo de tragaluz]. Este libro, el único de jacques Dupin en lengua española, es traducido por josé-miguel Ullán con el título Una apariencia de tragaluz, publicado ese mismo año en la editorial Cátedra.

1984. Primer texto sobre Francis bacon. Aparece el primer volumen de Miró graveur [miró grabador], catálogo razonado de los grabados del catalán, libro que también prologa; seguirán otros cuatro volúmenes.

1985. En el marco de Europalia organiza y prologa una exposición de miró en el museo de Arte moderno de Charleroi.

1986. Aparece Contumace [Contumacia], libro de poe-mas rechazado por Gallimard y publicado por P.O.L., edito-rial que publicará en adelante casi todos sus libros de poesía y ensayos. La Revue de Belles Lettres de Ginebra le dedica su ter-cer número, en el que colaboran numerosos escritores, y cuya realización corrió a cargo de Florian Rodari. Exposición An-dré du bouchet-jacques Dupin, con libros de artista, pinturas y dibujos en la capilla de La Tour d’Auvergne, en Quimper.

1988. Premio Nacional de Poesía.

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1990. Aparecen los Ecrits [Escritos] de Alberto Giaco-metti en la editorial hermann, con textos de michel Leiris y jacques Dupin. Publica el poema Les enfants rouges [Los infantes rojos], con grabados de jean-Luc herman, en las ediciones matarasso.

1991. Aparece el libro de poemas Échancré [Desmocha-do] en las ediciones P.O.L.

1992. Exposición jacques Dupin en el Centro Interna-cional de la Poesía de marsella, en la que se presentan libros de artista, manuscritos y dibujos.

1994. Coloquio “jacques Dupin” en la Universidad de Lille III, organizado por Dominique viart, cuyas actas se-rán publicadas bajo el título L’injonction silencieuse [La con-minación silenciosa], en las ediciones de la Table Ronde, incluyendo textos (añadidos ulteriormente) de André du bouchet, josé-miguel Ullán, yves bonnefoy, Claude Esteban y Paul Auster.

1995. Libros de artista con yan voss, Raquel, jacques Capdeville y josé maría Sicilia.

1996. Aparece el libro de poemas Le grésil [Cellisca] en P.O.L. Exposición jacques Dupin en el museo de Gravelines-Nord, que incluye textos del poeta y de Georges Raillard. Prefacio al cuarto volumen del Catalogue raisonné de Tàpies [Catálogo razonado de Tàpies].

1998. Texto para el catálogo de la exposición de Konrad Klapheck en la Galerie Lelong de París.

1999. Aparece Le corps clairvoyant [El cuerpo clarivi-dente], publicado en la colección “Poésie” de Gallimard, con prólogo de jean-Christophe bailly, libro que reúne su obra de 1963 hasta 1982. Texto para Garache, dessins, que aparece en las ediciones Conférence.

2000. Aparece Strates, cahier Jacques Dupin [Estratos, cuaderno jacques Dupin], coordinado por Emmanuel Lau-gier, que incluye los textos de 30 escritores y 16 ilustracio-nes, publicado por Farrago. P.O.L. publica el libro de poemas Écart [Distancia].

2001. Lichthouwen, poemas traducidos al neerlandés por jan mysjkin, con grabados de Pierre Alechinsky, publi-cado por Ergo Pers. Libros de artista con jean-Paul Philippe, ediciones de L’Attentive. Libro de artista con veronique ber-thon, ediciones vice-versa. Mitt bibliotek av grus, poemas traducidos al noruego por henning Kramer Dahl, publicado por Solum Forlag. Coloquio “jacques Dupin” en la Ciudad de los Libros de Aix-en-Provence.

2002. Presenta, junto con jean Suquet, “Demande d’emploi” [Solicitud de Empleo] de marcel Duchamp y joan miró, proyecto de libro, manuscrito, aguafuertes y ready-made con corbata, publicado en la editorial L’Échoppe. Rien encore, tout déjà [Nada todavía, todo ya], reedición en las edi-ciones Seghers de un par de libros, acompañados con poemas de estudiantes de preparatoria y un epílogo de François bon. “blanchot et la poésie”, intervención para L’effet Blanchot. Re-vue parlée [El efecto blanchot. Revista hablada] en el Centro Georges Pompidou. Intervención en el “hommage à André

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du bouchet” en la Casa de la Poesía de París. Reedición en P.O.L. de los títulos De singes et de mouches [De simios y de moscas] y Les mères [Las madres] en un solo libro.

2003. Libro de artista con una pintura de valérie-Catherine Richez, editorial Festina Lente.

2004. Escribe un texto para el libro Saluer André du Bouchet [Saludar a André du bouchet], en homenaje al poeta fallecido en 2001, publicado por la editorial William blake and Co.

2005. Aparece el libro de poemas Coudrier [Avellano] en P.O.L., y Matière d’infini [materia de infinito], textos sobre Antoni Tàpies, en las ediciones Farrago.

2006. Texto de presentación para el Cahier de poèmes inédits [Cuaderno de poemas inéditos] de miró, publicado con un estuche en cerámica de joan Gardy Artigas, por la Fundació Taller Llorens Artigas y la Successió miró.

2007. Aparece M’introduire dans ton histoire [Introdu-cirme en tu historia], colección de ensayos sobre poetas con-temporáneos publicado en P.O.L. En la misma editorial, con motivo de sus 80 años, aparece 04.03. Mélanges pour Jacques Dupin [04.03. Textos en homenaje a jacques Dupin], serie de textos reunidos por Francis Cohen y Nicolas Pequès. Asi-mismo, la revista Faire part le dedica por el mismo motivo su número doble 20/21, cuyo título es Jacques Dupin. Matière d’origine [ jacques Dupin. materia de origen]; en ella se incluyen textos y obra plástica de 39 escritores, profesores y artistas.

2009. En P.O.L., aparece Par quelque biais vers quelque bord [Por algún ángulo hacia algún borde], compilación de escritos sobre 35 artistas, que incluye un prefacio de Em-manuel Laugier y un epílogo de jean-michel Reynard. Tam-bién se publica Ballast [balastro] en la colección “Poésie” de Gallimard, libro que agrupa los títulos Contumace, Échan-cré y Le grésil. En homenaje a la relación que compartieron jacques Dupin y joan miró, y para conmemorar los 25 años de la muerte del catalán, se publica el libro Miró/ Dupin. Art i Poesia, que incluye, además de algunos de sus poemas, la memoria de una jornada de mesas redondas que tuvo lugar en la Fundació miró y la Universidad de barcelona.

el sendero frugal(1963-2000)

ascender

33

suiTe BasÁLTica

GRAN vIENTO

No pertenecemos sino al sendero de la montaña Que serpentea al sol entre la salvia y el liquen y se lanza hacia la noche, camino de cresta, Al encuentro de las constelaciones. Acercamos a las cimas La linde de las tierras arables. Las semillas revientan en nuestros puños. Las llamas penetran en nuestros huesos. ¡Que el estiércol venga hasta nosotros sobre espaldas

de hombre! ¡Que la viña y el centeno refuten Del volcán su vejez! Los frutos del orgullo, los frutos del basalto madurarán bajo los golpes Que nos vuelven visibles. La carne padecerá lo que sufrió el ojo, Lo que los lobos no soñaron Antes de bajar al mar.

3534

GAvILáN

Tu mirada es demasiado vasta para un solo blanco errante. El merodeo, la proeza fatigaron los colores. ¿Entre tu amo y tú, en la mazmorra, El verso de la locura abrirá Alguna lumbrera fúnebre, minúscula? ¿Unirá la nube a los hierros bajo la agitada escritura de la rosa de octubre?

Pues si no es el cuero carmesí del señuelo, ¿Qué le queda al día y a la noche Para iluminar su propia semejanza

y desgarrarla en jirones?

TREGUA

El tiempo corregirá la huella de nuestras luchas, Dando una razón, un techo, a mis impulsos febriles.

Lo expulsé, combatido pie a pie, Estrangulado en cada nudo, Dado a luz en cada ruptura.

hoy hacemos ruta común Como el río y el dosel de álamos.

En mi voz duermen perros y su rabia mantienen viva.

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EL SENDERO FRUGAL

Es la tranquilidad, el sendero frugal,La desgracia que no tiene nombre.Es mi sed desmochada:La hechicería, la ingenuidad.

Expúlsenme, síganme,mas innombrable y semejante,Tal como seré.ya las estrellas,ya los pedruscos, el torrente…

Cada paso visible Es un mundo perdido,Un árbol quemado.Cada paso ciegoReconstruye la ciudadCon nuestras lágrimasEn el aire desgarrado.

Si la ausencia de los dioses, su humareda,Este fragmento de cuarzo la contiene toda,Tienes que evadirte,mas el número y la semejanza,blanca escritura tensaPor encima de un abismo aproximativo.

Si la bala de una palabra te tocaEn el momento indicado,Tú, cobra cuerpo,Aumenta las tormentas,En el lugar en que desaparecí.

Es la tranquilidad, el sendero frugal,La desgracia que no tiene nombre.Es mi sed desmochada:La hechicería, la ingenuidad.

3938

LOs ROMpienTes

EL ACÓNITO

Una sola palabra aportará la réplica y el golpe de gracia. Su visión que se genera en lo profundo de mi mano debe vencer los sarcasmos de la primavera, la felicidad de las aves de paso, el aire ligero… Una palabra cuya clemencia a mediodía se desnudará, arderá…

y ya no será el número de la locura, sino la pura invocación, en los desórdenes del amor, lo que despierte en el corazón de la bienamada —esa piedra de luna, ese frasco de viento— el diminuto tridente que fecunda a la palabra. Un soberano trazo de ruptura entre el mal y su regreso para que se impriman y se borren, en las núbiles arenas, un amasijo de signos —y el signo siguiente.

LO REAL

Gobernaba el crecimiento ascético de las lanzas en cuyo seno yo nacía. Sus ojos encaminados, inmensos, transportaban alegremente su carga de limo hacia poblaciones que ayudar, puntos de agua que reconocer. me halagaba yo por leer en sus arrugas, en sus huellas, en sus lagunas. mas la arrogancia y lo vasto de sus excrementos me relegaron al extremo de su hazaña. Ahí, el simulacro de un enorme fuego inclinó su reflejo sobre mi uña. Con esta ausencia de sentidos y de vistas, me hundí en su manto de rey.

El fruto decepcionado tasa la mano cercenada. Ahora es completamente de día, entre nosotros, hasta en el corazón.

EL ITINERARIO

De la torpeza que te ciñe, del estiércol que escindes, qui-mera del peñasco, el silbido, el maleficio me persiguen. Un desgarrón en la trama, una laguna de la división me entregan a las sombras mal asesinadas cuyos ojos giran en la espuma.

La gigante. La gangrena de los martillos se aleja de su costado. Es el alma del bronce hundido, el fúnebre tañido del mar.

La bufona. Tumultuosa en los confines. Parlanchina en el follaje. Insondable en la hoguera.

La sirvienta. Rastreadora de tizones bajo los escombros del laboratorio. Devoradora de cascajo. Una flor la espanta, un beso la disloca.

La ingenua. Se venera por encargo. Gorjea por una orden. viaja todavía, sin empobrecerse, en el volumen de mi pie.

Un rayo en el agua me ofrecía el cielo transformado en serpiente. El corazón dio cuenta de él. El corazón, desde aquella tarde en que te me apareciste. Desde aquella tarde en que la quimera en ayunas se abrió las venas en éxtasis.

4140

eL GaViLÁn

EL PRISIONERO

Tierra mal ceñida, tierra árida, Comparto contigo el agua helada de la tinaja, El aire de la reja y el jergón. Sólo el canto indócil Se vuelve más pesado con tus haces, El canto que es en sí mismo su hoz.

Por la grieta en el muro, El rocío de una sola rama Nos devolverá entero el espacio viviente,

Estrellas, Si tiran del otro extremo.

cOn apLOMO

LíQUENES

1

Aun si la montaña se consume, aun si los sobrevivientes se matan unos a otros… Duerme, pastor. Poco importa dónde. Te encontraré. Tu sueño tiene su par en el mío. En la ladera iluminada pacen nuestros rebaños. En la ladera abrupta pacen nuestros rebaños.

2

Afuera, las osamentas ocupan el lecho de los ríos perdidos bajo tierra. La roca que se desmorona es hermana del cielo que se escinde. El acontecimiento se adelanta a los presagios, y el pájaro al pájaro ataca. Adentro, bajo tierra, mis manos estrujan colores apenas empezados.

3

Lo que veo y lo que callo me espanta. Eso de lo que hablo, e ignoro, me libera. No me libera. ¿Cada una de mis noches bastará para descomponer este relámpago? ¡Oh rostro percibido e inexorable, forjado por el aire blanco y ciego!

4342

4

Las gavillas rechazan mis lazos. En esta unánime disonancia infinita, cada espiga, cada gota de sangre habla su propia lengua y sigue su camino. La antorcha, que alumbra y clausura el abismo, a su vez es abismo.

5

Ebrio, volcaste tu arado, tomaste su reja por un astro, y la tierra te dio la razón.

Tan alta es la hierba ahora que ya no sé si voy caminando, que ya no sé si estoy vivo.

La lámpara apagada, ¿es más ligera?

6

Los campos de piedra se extienden hasta perderse de vis-ta, como esta dicha insoportable que nos ata, y que en nada se nos parece. Te pertenezco. Tú me entiendes. El calor nos enceguece…

De la noche que nos espera y nos colma, hay que engañar de nuevo a la espera para que la noche sea.

7

Cuando caminar se ha vuelto imposible, el pie es el que revienta, no el camino. Los han engañado. La luz es simple. y las colinas cercanas. Si por descuido esta noche golpeo a su puerta, no abra. No abra todavía. Su rostro ausente es mi única oscuridad.

8

Escalarte y, habiéndote escalado —cuando la luz deja de apoyarse en las palabras, y se viene abajo y se derrumba—, seguir escalándote. Otra cima, otra hondonada.

Desde que es adulto mi miedo, la montaña me necesita. Con mis abismos, mis lazos, mi andar.

9

vigías en el promontorio. No bajar. ya no quedarse callado. Ni posesión, ni pasión. Idas y venidas a la vista de todos, en el breve espacio, y que basta. vigías en el promontorio al que no tengo acceso. Pero desde donde, desde siempre, mis miradas se fugan. y disparan. Felicidad. Indestructible felicidad.

4544

En la espera en voz baja De algo terrible y simple —Como la cosecha del relámpago O el descenso de los escombros…

Es la proximidad del cielo intacto Lo que crea la delgadez de los rebaños, y este afloramiento de la roca ardiente, y el retoño de los olores de la montaña sin flores…

Cimas de viento y de hambruna, motete insípido, furor de los regresos, me asusta menos una decadencia que me merezco Que esta inmunidad Que me traba entre sus rayos.

Tierra prometida, tierra del desmoronamiento, A pesar de las columnas, a pesar del tambor.

sOBResaLTOs

Con todo guarda la cosecha incendiada. y vete con las manos abiertas, la sangre endurecida.

En este cuerpo separado aún queda un enclave desconocido, Un sendero en mi sendero,

y el ronco júbilo del espacio hambriento.

La luz prefiere los torrentes consumidos, Los labios reventados…

vete, la casa está en orden, El venablo del viento la atraviesa.

46

Cuerpo mío, tú no ocuparás la fosa Que cavo, que hago más profunda cada noche.

Como un jabalí enredado entre las ramas bajas Pataleas, luchas.

¿La enredadera del parapeto se acordará de otro cuerpo Postrado en el teclado del abismo?

Tira tus vestidos y tus víveres, zahorí del fulgor ordinario.

El deslizamiento de la colina Llenará la tramposa profundidad,bajo el andar la excavación secreta.

La calma se insinúa con el aire de la noche Por entre las piedras desunidas y el corazón acribillado

En el segundo en que desapareciste Igual a una astilla en el mar.

la tronera

49

eL cueRpO cLaRiViDenTe

EL ATAjO

Franqueado el tragaluz, Pasado el raspar de las palas y la espuma de los sepulcros, Escribiré tal como ella emerge,

vertiginosa, gutural,

De pie contra esta madera que se hiende, mi mesa volcada, puerta del toril. En verdad la frescura se dilata…

5150

RúbRICA

Tu hoz fatiga el cielo.

Para que el pan de cada noche fermente El desorden vigilas. Titubeas en la equivalencia de los reinos.

Del volcán al mar Otros enumerarán los grados.

Apresúrate a dirigir el hierro, Ebrio en su palpitación, A extraer de un tazón de lodo tu territorio mas en plomada por encima de la afluencia De los yacientes y de los números

Como la pitonisa con su brasero.

EL PUNTO DEL DíA

Si tu obra acabase, pudiera acabar, Sirvienta infatuada que de tan bajo me deseas,

Prolongando el acre gozoDe verme nacer y permanecer horcadura y adivino, roca y torpeza…

Pero no es verdad que se escape Desde hace milenios.

Con mis uñas enganchadas en su negra cofia Ella me arrastra, y mi frente da Contra el hechizo de los mosaicos.

A nuestro alrededor se tejen, se aprietan Los dialectos del abismo.

De su amor atroz y prolijo de reciario La última malla resplandece Al mismo tiempo que el cuchillo.

Uniéndose de nuevo al aire, a la palabra nueva, Todo fundamento carece de intervalo —y su crimen.