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COMENTARIO EXEGETICO Y EXPLICATIVO DE LA BIBLIA TOMO II: EL NUEVO TESTAMENTO POR Roberto Jamieson A. R. Fausset David Brown TRADUCTORES: Jaime C. Quarles Lemuel C. Quarles EL EVANGELIO SEGUN SAN MATEO INTRODUCCION El autor de este Evangelio era un publicano, o cobrador de impuestos, y residía en Capernaum, situada en la orilla occidental del mar de Galilea. En cuanto a su identidad con “Leví” del segundo y tercer Evangelios, y otros particulares, véase Nota sobre Mateo 9:9. Se sabe muy poco de sus trabajos apostólicos. Que, después de haber predicado a sus compatriotas de Palestina, fué al Oriente, es el testimonio general de la antigüedad; pero acerca del escenario, o escenarios de su ministerio nada se puede determinar. Que murió de muerte natural, es la conclusión a que se puede llegar basándonos en las creencias de los “padres” mejor informados, de que sólo tres de los apóstoles sufrieron martirio, a saber, Santiago (“Jacobo”) el Mayor, Pedro y Pablo. Que el primer Evangelio fué escrito por el apóstol Mateo, es el testimonio de toda la antigüedad. Acerca de la fecha de este Evangelio sólo tenemos la evidencia interna, y ésta dista mucho de ser decisiva. Por lo tanto, las opiniones al respecto están muy divididas. Que fué el primero de los Evangelios en aparecer, se creía universalmente; de modo que, aunque en el orden de los Evangelios los escritos por los dos apóstoles fueron colocados al principio en los manuscritos de la antigua versión latina, mientras que en los manuscritos griegos, casi sin excepción, el orden es casi el mismo de nuestras Biblias, el Evangelio de Mateo en todos los casos se coloca al principio. Y como este Evangelio es de todos los cuatro el que posee marcas más evidentes de haber sido preparado teniendo en vista especialmente a los judíos, quienes ciertamente fueron los primeros en necesitar un evangelio escrito y los primeros en hacer uso del mismo, no cabe duda de que fué escrito antes de los demás. De que fué escrito antes de la destrucción de Jerusalén, es igualmente cierto; porque, como Hug observa (Introducción al Nuevo Testamento, pág. 316, traducción de Fosdick), cuando informa acerca de la profecía del Señor tocante a aquel terrible acontecimiento, al llegar a la advertencia acerca de la “abominación de desolación” que “estará en el lugar santo”, él interpone (contrario a su práctica invariable, que es la de relatar sin comentario) una llamada a sus lectores para que lean inteligentemente—“el que lee entienda” (Mateo 24:15)—una llamada para que presten atención a la señal divina para huir, lo cual sólo se podría comprender si está dirigida a los que vivieron antes del

COMENTARIO exegetico tomo 2

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COMENTARIOEXEGETICO Y EXPLICATIVO

DE LA BIBLIATOMO II: EL NUEVO TESTAMENTOPOR Roberto Jamieson A. R. Fausset David Brown TRADUCTORES: Jaime C. Quarles Lemuel C. Quarles

EL EVANGELIO SEGUN SAN MATEOINTRODUCCION El autor de este Evangelio era un publicano, o cobrador de impuestos, y resida en Capernaum, situada en la orilla occidental del mar de Galilea. En cuanto a su identidad con Lev del segundo y tercer Evangelios, y otros particulares, vase Nota sobre Mateo 9:9. Se sabe muy poco de sus trabajos apostlicos. Que, despus de haber predicado a sus compatriotas de Palestina, fu al Oriente, es el testimonio general de la antigedad; pero acerca del escenario, o escenarios de su ministerio nada se puede determinar. Que muri de muerte natural, es la conclusin a que se puede llegar basndonos en las creencias de los padres mejor informados, de que slo tres de los apstoles sufrieron martirio, a saber, Santiago (Jacobo) el Mayor, Pedro y Pablo. Que el primer Evangelio fu escrito por el apstol Mateo, es el testimonio de toda la antigedad. Acerca de la fecha de este Evangelio slo tenemos la evidencia interna, y sta dista mucho de ser decisiva. Por lo tanto, las opiniones al respecto estn muy divididas. Que fu el primero de los Evangelios en aparecer, se crea universalmente; de modo que, aunque en el orden de los Evangelios los escritos por los dos apstoles fueron colocados al principio en los manuscritos de la antigua versin latina, mientras que en los manuscritos griegos, casi sin excepcin, el orden es casi el mismo de nuestras Biblias, el Evangelio de Mateo en todos los casos se coloca al principio. Y como este Evangelio es de todos los cuatro el que posee marcas ms evidentes de haber sido preparado teniendo en vista especialmente a los judos, quienes ciertamente fueron los primeros en necesitar un evangelio escrito y los primeros en hacer uso del mismo, no cabe duda de que fu escrito antes de los dems. De que fu escrito antes de la destruccin de Jerusaln, es igualmente cierto; porque, como Hug observa (Introduccin al Nuevo Testamento, pg. 316, traduccin de Fosdick), cuando informa acerca de la profeca del Seor tocante a aquel terrible acontecimiento, al llegar a la advertencia acerca de la abominacin de desolacin que estar en el lugar santo, l interpone (contrario a su prctica invariable, que es la de relatar sin comentario) una llamada a sus lectores para que lean inteligentementeel que lee entienda (Mateo 24:15)una llamada para que presten atencin a la seal divina para huir, lo cual slo se podra comprender si est dirigida a los que vivieron antes del

acontecimiento. Pero cunto tiempo antes de este acontecimiento fu escrito el Evangelio, no es claro. Algunas evidencias internas parecen sealar una fecha muy temprana. Ya que los cristianos judos estuvieron por unos cinco o seis aos expuestos a persecucin a manos de sus compatriotasal grado de que los judos, siendo perseguidos por los romanos, tenan que cuidar de s mismosno es probable, argumentan algunos, que fuesen dejados por tanto tiempo sin un Evangelio escrito que los reafirmara y sostuviese, y el Evangelio segn Mateo es extraordinariamente adecuado para este propsito. Pero las recopilaciones de datos a las cuales se refiere Lucas en su introduccin (vase Nota sobre Lucas 1:14), bastaran por un tiempo, especialmente debido a que la voz viva de los testigos oculares y ministros de la palabra todava se dejaba or. Otras consideraciones en favor de una fecha muy tempranatales como la manera suave en que el autor parece referirse a Herodes Antipas, como si reinase an, y su referencia a Pilato como si estuviese an en el poderno parecen basarse en hechos, y por lo tanto no pueden constituirse en base de un razonamiento respecto a la fecha del Evangelio. Su estructura y matiz hebreos, aun cuando prueban, como creemos, que este Evangelio fu publicado en un perodo considerablemente anterior al de la destruccin de Jerusaln, no son evidencia en favor de una fecha tan temprana como el ao 37 o 38 despus de Cristo, segn algunos de los padres y los modernos Tillemont, Townson, Owen, Birks, Tregelles. Por lo contrario, la fecha sugerida por la afirmacin de Ireneo (3:1) de que Mateo public su Evangelio mientras Pedro y Pablo estaban en Roma predicando y fundando la iglesia, o sea despus del ao 60 aun cuando la mayora de los crticos est en su favor, parecera demasiado tarda, especialmente debido a que los Evangelios segundo y tercero, que sin duda fueron publicados, lo mismo que ste, antes de la destruccin de Jerusaln, tenan que aparecer an. Ciertamente afirmaciones como las que siguen: Por lo cual fu llamado aquel campo, campo de sangre, hasta el da de hoy; y este dicho fu divulgado entre los Judos hasta el dia de hoy (Mateo 27:8 y 28:15), denotan una fecha muy posterior a los acontecimientos que se relatan. Nosotros nos inclinamos por lo tanto en favor de una fecha intermedia entre la temprana y la tarda que se le asigna a este Evangelio, sin pretender una mayor precisin. Hemos llamado la atencin al carcter y colorido marcadamente judos de este Evangelio. Los hechos que el autor selecciona, los puntos que recalca, el molde del pensamiento y fraseologa, todo habla de un punto de vista del cual fu escrito y al cual fu dirigido. Esto se ha notado desde el principio, y se reconoce universalmente. Esto es de la mayor consecuencia para su correcta interpretacin; pero de la tendencia entre algunos de los mejores crticos alemanes de inferir, basados en este designio especial del primer Evangelio, una cierta laxitud por parte del evangelista en el tratamiento de los hechos, debemos guardarnos. Sin duda el punto ms interesante e importante relacionado con este Evangelio, es el idioma en que fu escrito. Un formidable nmero de crticos creen que este Evangelio fu escrito originalmente en lo que comnmente se llama hebreo, pero ms correctamente el arameo, o siro-caldeo, la lengua nativa del pas en la poca de nuestro Seor; y que el Evangelio de Mateo en griego que poseemos ahora, es una traduccin de aquel trabajo, bien sea por el evangelista mismo o por alguna mano desconocida. La evidencia en que se basa esta opinin es enteramente externa, pero ha sido mirada como concluyente por Grocio, Michaelis (y su traductor), Marsh, Townson, Campbell, Olshausen, Creswell, Meyer, Ebrard, Lange, Davidson, Cureton, Tregelles, Webster y Wilkinson. (La evidencia a la cual nos referimos, no puede darse aqu, pero se hallar, con observaciones a su carcter poco satisfactorio, en la Introduction to the Gospels que aparece en el prefacio del Commentary on the Bible, por Jamieson, Fausset y Brown, pginas 28 al 31).

Pero cules son los hechos en cuanto a nuestro Evangelio en griego? No tenemos ni un tilde de evidencia de que se trate de una traduccin, bien sea por Mateo mismo o por algn otro. Toda la antigedad se refiere a este Evangelio como obra de Mateo el publicano y apstol, del mismo modo que los otros Evangelios se atribuyen a sus respectivos autores. Este Evangelio griego fu recibido por la iglesia desde el principio como parte integrante del Evangelio cuadriforme. Y aunque los padres a menudo llaman la atencin a los dos Evangelios que fueron escritos por apstoles, y a los dos que fueron escritos por hombres que no eran apstoles para poder mostrar que as como el de Marcos descansa tan completamente en Pedro y el de Lucas en Pablo, as stos no son menos apostlicos que los otros dosaunque nosotros asignamos menos peso a esta circunstancia que ellos, no podemos dejar de pensar que es notable que ellos, al hablar as, nunca han dejado un vestigio de que han puesto en tela de duda la autoridad del Evangelio griego de Mateo, en el sentido de que no se trate del original. Adems no se descubre en este Evangelio ni siquiera una seal de que se trate de una traduccin. Michaelis trat de descubrir, y crey haber descubierto, una o dos de tales seales. Otros crticos alemanes, y Davidson y Cureton entre nosotros, han hecho la misma tentativa, pero el completo fracaso de todos esos esfuerzos se admite ahora generalmente, y los ingenuos defensores del original hebreo estn listos a reconocer ahora que no se halla ninguna seal de esa clase, y que si no fuese por el testimonio externo, nadie se habra imaginado que el Evangelio griego no era el original. Ellos interpretan este hecho como que indica cun perfectamente fu hecha la traduccin; pero los que mejor conocen lo que es traducir de una lengua a otra, estarn dispuestos a reconocer que esto es equivalente a abandonar la cuestin. Este Evangelio proclama su propia originalidad en un nmero de puntos sorprendentes, como ser su manera de citar el Antiguo Testamento y su fraseologa en algunos casos peculiares. Pero la ntima coincidencia verbal de nuestro Evangelio de Mateo en griego con los dos Evangelios siguientes, no debe perderse de vista del todo. Hay slo dos posibles maneras de explicar esto: O el traductor, sacrificando la fidelidad verbal de su versin, intencionalmente conform algunas partes del trabajo de su autor con los Evangelios segundo y tercero, en cuyo caso difcilmente se le podra llamar Evangelio segn Mateo; o por el contrario, nuestro Mateo griego es el original. Movidos por estas consideraciones, algunos defensores de la teora de un original hebreo, han adoptado la teora de un original doble; el testimonio externo, piensan ellos, requiere que creamos en un original hebreo, mientras que la evidencia interna es decisiva en favor de la originalidad del texto griego. Esta teora es defendida por Guericks, Olshausen, Thiersch, Townson, Tregelles y otros. Pero adems de que esta teora parece ser tambin artificial, inventada para resolver una dificultad, est completamente sin base histrica. No hay ni siquiera un vestigio de testimonio que la apoye en la antigedad cristiana. Esto debe ser decisivo en contra de ella. Concluimos, pues, que nuestro Mateo griego es el original de este Evangelio y que ningn otro original existi jams. Reconocemos la sinceridad del decano Alford, quien, despus de haber mantenido en la primera edicin de su Testamento Griego la teora de un original hebreo de este Evangelio, se expresa en la segunda edicin, y en las subsecuentes de su obra, del modo siguiente: Considerndolo todo, me siento constreido a abandonar el punto de vista mantenido en mi primera edicin y a adoptar el de un original griego. Hay un argumento que ha sido presentado por el lado contrario, en el cual se ha puesto no poca confianza, pero la determinacin de la cuestin principal, en mi opinin, no depende del punto a que alude. Se ha afirmado con mucha confianza que la lengua griega no era suficientemente comprendida por los judos de Palestina, cuando Mateo public su Evangelio, para que sea probable que l escribiese un Evangelio para beneficio de ellos en aquella lengua. Ahora bien, como esto meramente alega la

improbabilidad de un original griego, basta confrontarlo con la evidencia que ya ha sido sealada, la cual es positiva, en favor de un original nico de nuestro Mateo griego. En verdad, la cuestin es saber hasta qu punto la lengua griega era comprendida en Palestina en la poca de referencia. Aconsejamos al lector que no se deje llevar a esta cuestin como si fuese esencial para la solucin de la otra. Constituye uno de los elementos, sin duda, pero no un elemento esencial. Hay extremos en ambos lados. La vieja idea de que nuestro Seor apenas hablara otro idioma que el sirocaldeo, ahora ha sido casi del todo desvirtuada. Muchos, sin embargo, no van tan lejos, al opinar de otra forma, como Hug (en su Introduccin, pg. 326, sig.) y Roberts (Discussions, pg. 25 y sig.). En cuanto a nosotros, aunque creemos que nuestro Seor en todas las escenas ms pblicas de su ministerio, habl en griego, todo lo que creemos necesario decir aqu es que no hay base para creer que el griego fuera tan poco conocido en Palestina como para que fuese improbable que Mateo escribiese su Evangelio exclusivamente en esa lengua, tan improbable que sobrepuja la evidencia de que lo hizo. Y cuando pensamos en el nmero de escritos, o narraciones cortas, tocante a los acontecimientos ms importantes en la vida de nuestro Seor que, segn Lucas (1:14), flotaban en el ambiente un poco antes de que l escribiese su Evangelio, de las cuales l no habla irrespetuosamente y la mayora de las cuales estaran en la lengua madre, no puede cabernos duda de que los cristianos judos y los judos en Palestina generalmente tendran desde el principio un material escrito de confianza suficiente para suplir todo requisito necesario, hasta que el apstol-publicano escribiese holgadamente el primero de los cuatro evangelios en un idioma que no era para ellos lengua extraa, mientras que para el resto del mundo era la lengua en la cual todo el cuadriforme Evangelio habra de ser reverentemente encuadrado. Los siguientes, entre otros, mantienen este punto de vista referente a la originalidad del Mateo griego: Erasmo, Calvino, Lightfoot, Wetstein, Lardner, Hug, Fritzsche, Credner, De Wette, Stuart, Da Costa, Fairbairn, Roberts. Hay otras dos cuestiones respecto a este Evangelio, de las cuales habra sido del caso decir algo, si no fuese por el hecho de que el espacio ya ha sido agotado: Las caractersticas, tanto en el lenguaje como en el fondo, que lo distinguen de los otros tres, y su relacin con los Evangelios segundo y tercero. En cuanto al segundo de estos tpicos, si uno o ms de los evangelistas hicieron uso de los materiales de los otros Evangelios, y en caso afirmativo, cul de los evangelistas copi a los otros? Las opiniones sobre este particular son tan numerosas como las posibilidades del caso; cada concebible manera tiene uno o ms escritores que la defienden. La opinin ms popular hasta hace poco, y en este pas todava la ms popular, es que el segundo evangelista hizo uso poco o mucho de los materiales del primer Evangelio, y que el tercero hizo uso de los materiales del primero y segundo. Sobre este punto deseamos expresar nuestra propia creencia de que cada uno de los tres primeros evangelistas escribi independientemente de los otros dos, mientras que el cuarto, familiarizado con los tres primeros Evangelios, escribi su Evangelio como suplemento a los otros, y aunque sigue la misma lnea de pensamiento, escribi independientemente de ellos. Este juicio que expresamos con todo respeto para los que tienen opiniones contrarias, es el resultado de un estudio bastante detenido de cada uno de los Evangelios en una ntima yuxtaposicin y comparacin con los otros. Sobre el primero de los dos tpicos, las peculiaridades de cada uno de los Evangelios han sido estudiadas ms detenida y acertadamente por Credner (Einleitung), de cuyos resultados se halla un buen sumario en la Introduccin de Davidson. Las otras peculiaridades de los Evangelios han sido sealadas oportuna y hermosamente por Da Costa en su libro Cuatro Testigos, obra a la cual referimos al lector, aunque tiene algunas cosas con las cuales no estamos de acuerdo. CAPITULO 1

Vers. 117. LA GENEALOGIA DE CRISTO. (Lucas 3:2338). 1. Libro de la generacinuna expresin puramente hebraica, que significa rbol genealgico. En Gnesis 5:1, la misma expresin aparece en este sentido. Tenemos aqu por lo tanto el ttulo de los primeros 17 versculos, y no el del Evangelio de Mateo entero. de JesucristoEn cuanto al significado de estas palabras gloriosas, vase nota sobre vv. 16, 21. Jess, el nombre dado a nuestro Seor en su circuncisin (Lucas 2:21) era aquel por el cual era conocido familiarmente en la tierra. La palabra Cristo, aunque se le aplica como un nombre propio por el ngel que anunci su nacimiento a los pastores (Lucas 2:11), y una o dos veces usada en este sentido por el propio Seor (cap. 23:8, 10; Marcos 9:41), slo comenz a ser usada por otros hacia la terminacin de su carrera terrenal (cap. 26:68; 27:17). La forma completa Jesucristo, aunque usada una vez por l mismo en su oracin intercesora (Juan 17:3), nunca fu usada por otros sino despus de su ascensin y de la formacin de iglesias en su nombre. Su uso, pues, en las palabras iniciales de este evangelio (y en los vv. 17, 18), revela el estilo del perodo posterior cuando escribi el evangelista, ms bien que el de los acontecimientos de los cuales iba a escribir. hijo de David, hijo de AbrahamAs como Abrahn fu el primero de cuya familia se predijo que el Mesas haba de nacer (Gnesis 22:18), as David fu el ltimo. Para el lector judo, por lo tanto, estos dos puntos se le presentaran como esenciales para una genealoga verdadera del prometido Mesas; de este modo, este primer versculo, al sealar al primer Evangelio como peculiarmente judaico, de inmediato tendera a conciliar al pueblo del escritor. Del ms cercano de estos dos padres se origin el nombre familiar del Mesas prometido: el hijo de David (Lucas 20:41), que fu dado a Jess bien sea en piadoso reconocimiento de su legtimo derecho al mismo (Cap. 9:27; 20:31), o como para insinuar la necesidad de investigar lo que hubiese de verdad en el caso (vase Juan 4:29; cap. 12:23, Notas). 2. Abraham engendr a Isaac: e Isaac engendr a Jacob: y Jacob engendr a Judas y a sus hermanosSlo el cuarto hijo de Jacob se nombra aqu, porque era de su familia de la cual el Mesas haba de nacer (Gnesis 49:10). 3. Y Judas engendr de Thamar a Phares y a Zara: y Phares engendr a Esrom: y Esrom engendr a Aram: 4. y Aram engendr a Aminadab; y Aminadab engendr a Naassn; y Naassn engendr a Salmn: 5. Y Salmn engendr de Rachab a Booz, y Booz engendr de Rut a Obed: y Obed engendr a Jess: 6. y Jess engendr al rey David: y el rey David engendr a Salomn de la que fu mujer de UrasCuatro mujeres se nombran aqu, dos de ellas gentiles de nacimiento, Rahab y Rut, y tres de ellas con una mancha en sus nombres en el Antiguo Testamento, Tamar, Rahab y Batseba. Este rasgo en la presente genealogaque difiere aqu de la que da Lucasguarda consonancia con aquel que se nombra a s mismo en la lista de los doce apstoles Mateo el publicano, lo cual no hacen las dems listas, como si de esta manera quisiese expresar desde el principio las riquezas inefables de esa gracia que no slo poda atraer a los que estn lejos, sino alcanzar a publicanos y rameras y elevarlos hasta sentarlos con los prncipes de su pueblo. David es mencionado aqu dos veces enfticamente como el rey David, no slo como el primero de esa lnea real de la cual el Mesas haba de descender, sino como el nico rey de esa lnea de la cual el trono que el Mesas haba de ocupar recibira su nombre, el trono de David. El ngel Gabriel, al anunciarlo a su madre virginal, lo llama el trono de David su padre, colocando al resto de los reyes intermedios de esa lnea en una posicin inferior simplemente como eslabones para conectar al primero y al ltimo de los reyes de Israel como padre e hijo. Se observar que Rahab se presenta aqu como la bisabuela de David (vase Rut 4:2022; 1 Crnicas 2:1115), cosa que en realidad no est ms all de las posibilidades, pero muy improbable debido a que los separan cuatro siglos. No puede haber duda de que uno o dos eslabones intermedios, estn omitidos. 7. Y Salomn engendr a Roboam: y Roboam engendr a Aba: y Aba engendr a Asa: 8. Y Asa engendr a Josaphat, y

Josaphat engendr a Joram, y Joram engendr a Ozas [o Uzzas]Tres reyes se omiten: Ocozas, Joas y Amasas (1 Crnicas 3:11, 12). Era del caso hacer algunas omisiones para acortar la lista en tres grupos de catorce (v. 17). La razn por qu stos ms bien que otros nombres fueron omitidos, debe buscarse en el aspecto religioso, bien sea en la relacin de esos reyes con la casa de Acab (como Lightfoot, Ebrard y Alford lo ven); en su mnimo derecho a ser mirados como verdaderos eslabones en la cadena teocrtica (como Lange lo considera); o en alguna descalificacin similar. 11. Y Josas engendr a Jechonas y a sus hermanosJeconas era nieto de Josas, ya que fu hijo de Joacim, el segundo hijo de Josas (1 Crnicas 3:15); pero Joacim pudo muy bien haber sido dejado de lado en vista de que era un mero ttere en las manos del rey de Egipto (2 Crnicas 36:4). Los hermanos de Jeconas en este lugar evidentemente significan sus tos, el principal de los cuales, Matanas o Sedecas, que ocup el trono (2 Reyes 24:17), es llamado su hermano en 2 Crnicas 36:10, como aqu. en la transmigracin de BabiloniaLiteralmente en la emigracin de ellos, porque los judos evitaban la palabra cautiverio que les sugera un recuerdo amargo, y nuestro evangelista respeta intencionalmente el sentimiento nacional. 2. Y despus de la transmigracin de Babilonia, Jechonas engendr a SalathielAs leemos en 1 Crnicas 3:17. Esto no contradice a Jeremas 22:30, que dice: As ha dicho Jehov: Escribid que ser este hombre (Conas o Jeconas) privado de generacin; ya que lo que sigue explica el sentido que se le daba a esa expresin: porque ningn hombre de su simiente que se sentare sobre el trono de David, y que se enseoreare sobre Jud, ser jams dichoso. Haba de tener descendencia, mas ningn hijo que reinara. Y Salathiel (o Shealtiel) engendr a ZorobabelAs dicen Esdras 3:2; Nehemas 12:1; Hageo 1:1. Pero parecera, por 1 Crnicas 3:19, que Zorobabel era nieto de Salatiel, siendo hijo de Pedaas, cuyo nombre por alguna razn desconocida se omite. 1315. Y Zorobabel engendr a Abiud, etc.Ninguno de estos nombres se halla en el Antiguo Testamento, pero sin duda fueron tomados de los registros pblico o familiar que los judos guardaban cuidadosamente, y la exactitud de ellos nunca fu puesta en duda. 16. Y Jacob engendr a Jos, marido de Mara, de la cual naci JessPor esto se ve claramente que la genealoga que se da aqu, no es la de Mara, sino la de Jos, lo cual nunca ha sido puesto en duda. Y, sin embargo, se ha proclamado cuidadosamente que Jos no era el padre natural, sino slo el padre legal de nuestro Seor. Su nacimiento de una virgen era conocido solamente de unos pocos, pero el reconocimiento de la descendencia de su padre legal de David, aseguraba que la descendencia de Jess mismo de David nunca fuese dudada. Vase Nota sobre v. 20. el cual es llamado el Cristoque significa ungido. En el Antiguo Testamento se usa esta palabra para designar a reyes (1 Samuel 24:6, 10), a sacerdotes (Levtico 4:5, 16, etc.), y a profetas (1 Reyes 19:16). Todos eran ungidos con aceite, smbolo de los necesarios dones espirituales para consagrarlos al desempeo de sus respectivas funciones; y se usa aqu en el sentido ms sublime y amplio para designar al Libertador prometido, puesto que l haba de ser consagrado a una funcin que abarcaba a las tres, en virtud de la extraordinaria uncin del Espritu Santo (Isaas 61:1, comp. Juan 3:34). 17. De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones; y desde David hasta la transmigracin de Babilonia, catorce generaciones, y desde la transmigracin de Babilonia hasta Cristo, catorce generacionesEs decir, el nmero completo puede dividirse convenientemente en tres grupos de catorce aos, cada uno de los cuales abarcaba una era definida, y cada uno terminaba con un acontecimiento notable en los anales israelitas. Estas ayudas artificiales para facilitar el recuerdo eran muy comunes para los judos, y algunas omisiones mucho mayores que las que se hallan aqu encontramos en algunas genealogas del Antiguo Testamento. En Esdras 7:15, se omiten nada menos que seis generaciones de sacerdotes, como se echa de ver si lo comparamos con 1 Crnicas 6:315. Se

observar que la ltima de las tres divisiones parece contener slo trece nombres distintos incluyendo el de Jess como el ltimo. Lange cree que esto se hizo as con el propsito de sugerir tcitamente que Mara fuese includa como el dcimotercer eslabn de la ltima cadena, ya que es imposible concebir que el evangelista se equivocase en ese punto. Pero hay una manera ms sencilla de explicarlo: Ya que el evangelista mismo (v. 17) cuenta a David dos veces, como el ltimo del primer grupo de catorce y el primero del segundo, de igual modo, si miramos al segundo grupo de catorce como terminando con Josas, quien era contemporneo de la transmigracin de Babilonia (v. 11), y el tercer grupo como comenzando con Jeconas, hallaremos que la ltima divisin, como tambin las otras dos, abarca catorce nombres incluyendo el de nuestro Seor. Vers. 1825. EL NACIMIENTO DE CRISTO. 18. Y el nacimiento de Jesucristo fu as: Que siendo Mara su madre desposada [ms bien comprometida] con Jos, antes que se juntasen, se hall haber concebido del Espritu SantoPor supuesto fu solamente la realidad del hecho lo que fu descubierto; la explicacin de ste dada aqu es del evangelista mismo. Que el Espritu Santo es una persona consciente y viviente, se da a entender claramente aqu, como tambin es claramente enseado en otras partes (Hechos 5:3, 4, etc); y que, en la unidad de la Deidad, l es distinto del Padre y del Hijo, se ensea con igual claridad (Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14). En cuanto a la concepcin milagrosa de nuestro Seor, vase Lucas 1:35, Nota. 19. Y Jos su maridoComprese v. 20, Mara tu mujer. El compromiso era, segn la ley juda, un casamiento vlido. De modo que al abandonar a Mara, Jos tendra que recurrir a procedimientos legales para realizar la separacin. como era justo, y no quisiese infamariao ponerla de manifiesto; (vase Deuteronomio 22:23, 24) quiso dejarla secretamente(en privado), dndole la carta de divorcio que se requera (Deuteronomio 24:1) en presencia de dos o tres testigos solamente, y sin asignar una causa, en vez de llevarla ante el magistrado. Difcilmente se puede dudar de que no hubiera habido entre ellos alguna explicacin sobre el asunto directa o indirectamente, despus del regreso de Mara de la visita de tres meses que le hizo a Elisabet. Tampoco el propsito de divorciarla da a entender necesariamente falta de confianza de parte de Jos en cuanto a la explicacin que le hubiese sido dada. Aun cuando se suponga que l le hubiese concedido un asentimiento reverente (y el evangelista parece indicarlo as al asignar a un sentimiento de justicia de Jos, el propsito de protegerla), le podra parecer completamente fuera de lugar e incongruente en tales circunstancias el realizar el casamiento. 20. Y pensando l en estoQuin no simpatizara con l en aquellos momentos cuando se di cuenta de la situacin sin antes haber recibido luz de lo alto? Mientras cavilaba solo sobre el asunto, en las altas horas de la noche, frustradas sus perspectivas de formar un hogar y deshechada la felicidad de su vida; cuando iba tomando cuerpo la decisin de dar un paso doloroso, y al proponerse a hacerlo de la manera menos ofensiva, en el ltimo extremo, el Seor mismo se interpuso. he aqu el ngel del Seor le aparece en sueos, diciendo: Jos, hijo de DavidEsta manera de dirigirse a l sin duda fu escogida deliberadamente a fin de recordar a Jos aquello que todas las familias en la lnea de David esperaban tan ansiosamente, lo cual le preparara para el maravilloso anuncio que seguira. no temas de recibir a Mara tu mujerVale decir: Aunque una nube obscura se cierne ahora sobre estas relaciones, sin embargo, no se han contaminado. porque lo que en ella es engendrado, del Espritu Santo es. 21. Y parir un hijo Obsrvese que no se dice: te parir un hijo, como le fu dicho a Zacaras de su esposa Elisabet (Lucas 1:13). y llamars (t, como padre legal de l) su nombre JESUSdel hebreo que quiere decir Jehov el Salvador; en griego, Jess, el ms dulce y fragante de todos los nombres para el pecador consciente y preocupado, pues expresa breve y melodiosamente toda la obra y funcin salvadoras de Cristo. porque l salvarEl pronombre l recibe nfasis aqu: es l, el que salvar; l

personalmente y por actos personales (como lo expresan Webster y Wilkinson). a su pueblolas ovejas perdidas de la casa de Israel, en primera instancia, porque ellos constituan el nico pueblo que l tena entonces. Pero, en cuanto fu derribada la pared intermedia de separacin, el pueblo salvado inclua los redimidos para Dios por su sangre de todo linaje y lengua y pueblo y nacin (Apocalipsis 5:9). de sus pecadosen el ms pleno sentido de salvacin del pecado (Apocalipsis 1:5; Efesios 5:25 27). 22. Todo esto aconteci para que se cumpliese lo que fu dicho por el Seor, por el profeta [Isaas 7:14] que dijo: 23. He aqu la virgen concebir y parir un hijo, y Ilamars su nombre Emmanuel, que declarado, es: Con nosotros DiosNo es que fuera a tener ste como nombre propio (como Jess), sino que vendra a ser reconocido en este carcter, como Dios manifestado en la carne, desde entonces y para siempre. 24. Y despertando Jos del sueo [todas sus dificultades haban ahora desaparecido], hizo como el ngel del Seor le haba mandado, y recibi a su mujer Con qu gozo profundo y reverente lo hara de su parte; y qu blsamo habra de ministrar a su prometida, quien hasta ahora haba estado bajo la ms penosa de todas las sospechas para una mujer casta y santa, sospecha tambin que provena de aquello que para ella era un honor sin paralelo, aunque era completamente desconocido a las dems personas que la rodeaban! 25. Y no la conoci hasta que pari a su hijo primognito: y llam su nombre JESUSLa palabra hasta no necesariamente da a entender que vivieran en una relacin distinta despus (lo cual se hace evidente considerando el uso de la misma palabra en 1 Samuel 15:35; 2 Samuel 6:23; Mateo 12:20); como tampoco la palabra primognito decide la cuestin muy discutida de si Mara tuvo hijos de Jos despus del nacimiento de Cristo; pues como Lightfoot lo dice: La ley al hablar del primognito no se interesaba en si alguno haba nacido despus, sino solamente en si alguno haba nacido antes (vase cap. 13:55, 56). CAPITULO 2 Vers. 112. VISITA DE LOS MAGOS A JERUSALEN Y A BETHLEHEM. Los magos llegan a JerusalnEl Sanedrn, a peticin de Herodes, anuncia a Bethlehem como el lugar predicho en el cual haba de nacer el Mesas (Vers. 16). 1. Y como fu nacido Jess en Bethlehem de JudeaAs llamada para distinguirla de otra Bethlehem en la tribu de Zabuln, cerca del mar de Galilea (Josu 19:15); llamada tambin Bethlehem de Jud, por estar en esa tribu (Jueces 17:7); y Efrata (Gnesis 35:16), y la combinacin de estos dos nombres, Bethlehem-Efrata (Miqueas 5:2). Estaba ubicada a unos diez kilmetros al sudoeste de Jerusaln. Pero cmo ocurri que Jos y Mara viniesen all desde Nazaret, el lugar de su residencia? No fu asunto de su eleccin, y ciertamente no fu con el propsito de cumplir la profeca en cuanto al lugar del nacimiento del Mesas; no; estuvieron en Nazaret hasta que fu casi demasiado tarde para que Mara realizara el viaje con seguridad; no se habran movido de ese lugar, si no hubiesen recibido una orden que no podan desobedecer, lo cual les oblig a ir al lugar sealado. Una mano poderosa se hallaba presente en todos estos movimientos (Vase Lucas 2:16, Nota). en das del rey HerodesConocido como el Grande; hijo de Antpater, idumeo, hecho rey por los romanos. As fu como el cetro se apart de Jud (Gnesis 49:10), una seal de que el Mesas estaba cerca. Como se sabe que Herodes muri en el ao 750 de Roma, el ao cuarto antes de la iniciacin de nuestra era cristiana, el nacimiento de Cristo ocurri cuatro aos antes de la fecha que generalmente se asigna, aun cuando haya nacido en el mismo ao de la muerte de Herodes, como es muy probable que haya sido. he aqu unos magos vinieronProbablemente pertenecientes a las clases instrudas que cultivaban la astrologa y ciencias afines. La profeca de Balaam (Nmeros 24:17) y tal vez la de Daniel (cap. 9:24.), puede haberles llegado como una tradicin; pero nada definitivo se sabe acerca de ellos. del orientePero si de Arabia, de Persia o Mesopotamia es incierto. a JerusalemPor ser la metrpolis juda. 2. Diciendo: Dnde est el Rey de los Judos, que ha

nacido?Segn esto aparentemente ellos no eran judos. (Comprese el lenguaje del gobernador romano, Juan 18:33, y de los soldados romanos, cap. 27:29, con el lenguaje muy distinto de los judos, cap. 27:42). Los historiadores romanos, Suetonio y Tcito, dan testimonio de una expectativa que prevaleca en oriente, de que de Judea saldra un soberano del mundo. porque su estrella hemos visto en el orienteMucho se ha escrito sobre el tema de esta estrella; pero basndonos en todo lo que aqu se dice, quiz sea ms seguro mirarla como un simple meteoro luminoso que apareci bajo leyes especiales y con un propsito especial. y venimos a adorarlea rendirle homenaje, que es lo que la palabra significa; la naturaleza de este homenaje dependa de las circunstancias del caso. Es claro que se trata de un homenaje religioso y no civil, en vista del sentido completo de la narracin, y particularmente del v. 11. Sin duda estos sencillos extranjeros esperaban que toda Jerusaln estara llena de las noticias de su rey recin nacido, y que el tiempo y el lugar y circunstancias de su nacimiento seran familiares a todos. Lejos estaban de pensar que el primer anuncio de su nacimiento provendra de ellos mismos, y menos an esperaban el efecto trastornador que esa noticia producira en vez de causar alegra. De otro modo, ellos habran procurado obtener de otra parte la informacin acerca del lugar de su nacimiento. Dios dirigi las cosas a fin de obtener el noble testimonio, en cuanto al lugar del nacimiento que haba sido predicho, de parte de la autoridad eclesistica ms alta de la nacin. 3. Y oyendo esto el rey Herodes, se turbPues lo miraba como un peligro para su trono; tal vez su conciencia culpable tambin le sugiriese otras causas para temer. y toda Jerusalem con l Temiendo las conmociones revolucionarias y tal vez la ira de Herodes. 4. Y convocados todos los prncipes de los sacerdotes, y los escribas del puebloLa clase de los prncipes de los sacerdotes inclua al sumo sacerdote que a la sazn lo fuese, junto con todos los dems que haban ocupado ese puesto; porque, aunque el que era entonces cabeza de la familia aarnica era el nico sumo sacerdote legtimo, los romanos los cambiaban cuando se les ocurra para dar lugar a sus protegidos. En esta clase probablemente eran includos los que representaban las veinticuatro suertes de sacerdotes. Los escribas eran al principio meros escribientes de la ley y lectores en la sinagoga; luego, intrpretes de la ley, tanto de la civil como de la religiosa, y por lo tanto, abogados y telogos al mismo tiempo. La primera de estas clases, una proporcin de la segunda, y los ancianos, es decir, segn lo piensa Lightfoot, aquellos ancianos de entre los laicos que no pertenecan a la tribu de Lev, constituan el supremo concilio de la nacin, Ilamado el Sanedrn, cuyos miembros, cuando el nmero estaba completo, eran setenta y dos. Es muy probable que este concilio fuese la reunin que Herodes convoc, dada la solemnidad lemnidad de la ocasin; pues, aunque los ancianos no se mencionan, hallamos una omisin similar donde con certeza todas las tres clases se hallaran presentes (comprese cap. 26:59; 27:1). Segn dice Meyer, se trataba de todos los telogos de la nacin a quienes Herodes convoc, puesto que l deseaba una respuesta teolgica. les preguntPor ser los autorizados intrpretes de las Escrituras, dnde haba de nacer el Cristoel Mesas, de acuerdo con la profeca. 5. Y ellos le dijeron: En Bethlehem de JudeaUn rpido y voluntario testimonio de parte del ms alto tribunal, el cual finalmente lo conden a muerte. porque as est escrito por el profeta [Miqueas 5:2]; 6. Y t, Bethlehem, de tierra de Jud, no eres muy pequea entre los prncipes de Jud; porque de ti saldr un guiador, etc.Esta cita, aunque verbalmente difiere del texto hebreo y de la Versin de los Setenta, sustancialmente est de acuerdo, pues el profeta dice: Aunque eres pequea sin embargo de ti me saldr el que ser Seor en Israel. Este honor haca ms que compensar su natural insignificancia; mientras que nuestro evangelista mediante un giro vivo le hace decir: no eres muy pequea, porque de ti saldr un guiador. Esta distincin la eleva del rango ms bajo al ms alto. Los millares de Jud, que menciona el profeta, significan las divisiones subordinadas de la tribu; nuestro evangelista en vez

de esto, nombra meramente a los prncipes o cabeza de familias, incluyendo los distritos ocupados por ellas. Que apacentar a mi pueblo IsraelEn el Antiguo Testamento los reyes, mediante una hermosa figura, se mencionan como pastores (Ezequiel 31, etc.). Los escritores clsicos usan esa figura. El gobierno pastoril de Jehov y del Mesas sobre su pueblo, es una representacin muy rica en su contenido que se halla presente en todas las Escrituras. (Vase Salmo 23; Isaas 40:11; Ezequiel 37:24; Juan 10:11; Apocalipsis 7:17). Que esta profeca se refera al Mesas, era admitido por los antiguos rabinos. Los magos, enviados a Bethlehem por Herodes para ver al nio y luego traerle a l un informe, presentan una ofrenda religiosa al nio-rey; pero advertidos divinamente, regresan a su tierra por otro camino (vers. 712). 7. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos Herodes hasta ahora ha tenido xito en su propsito criminal; se ha informado sobre el lugar donde se halla su vctima, un nio inconsciente del peligro en que se encuentra su vida. Pero tiene otro punto que arreglar, la fecha de su nacimiento, sin la cual podra cometer un error. El primer dato lo obtuvo del Sanedrn, el otro lo piensa recibir de los magos, pero esto lo hace en secreto para que su objeto no caiga bajo sospecha y por lo tanto sea estorbado. entendi de ellos diligentementees decir, con precisin, el tiempo del aparecimiento de la estrellapresumiendo que ste sera el mejor indicio para averiguar la edad del nio. Los ingenuos extranjeros le cuentan todo. Ahora l piensa que su deseo est para cumplirse y que pronto ha de tener entre sus manos a su vctima, pues en una edad tan temprana, como ellos indican, no era probable que lo hubiesen sacado del lugar de su nacimiento. Sin embargo, procede con astucia; enva a los magos como mensajeros suyos, y les pide que lo vuelvan a ver para que l pueda segur el piadoso ejemplo de ellos. 8. Y envindolos a Bethlehem, dijo: Andad all, y preguntad con diligencia por el nio; y despus que le hallareis, hacdmelo saber, para que yo tambin vaya y le adoreAstuto y sangriento hipcrita! y sin embargo, esta orden real servira entretanto como salvoconducto para los extranjeros. 9. Y ellos, habiendo odo al rey, se fueron Pero dnde estabais vosotros, oh eclesisticos judos, vosotros los prncipes de los sacerdotes y escribas del pueblo? Podais decirle a Herodes dnde haba de nacer Cristo, y podais or de los labios de estos extranjeros del lejano oriente que el Deseado de todas las naciones ya haba venido; pero no os veo marchando en tropel hacia Bethlehem; no hallo sino a estos devotos extranjeros dirigindose hacia all ellos solos. Sin embargo, Dios haba ordenado esto tambin, no fuera que las noticias se esparciesen y llegasen a los odos del tirano, antes de que el nio pudiera colocarse fuera de su alcance. De esta manera los errores y crmenes y fra indiferencia de los hombres son dejados sin efecto. y he aqu la estrella que haban visto en el orientelo cual, al parecer, da a entender que haba desaparecido en el intervaloiba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el nioSeguramente esto no podra ser otra cosa sino un meteoro luminoso y no muy alto. 10. Y vista la estrella, se regocijaron con muy grande gozoEl lenguaje es muy fuerte, y expresa exuberancia de sentimiento. 11. Y entrando en la casaNo en el establo; ya que tan pronto como los muchos visitantes se fueron de Bethlehem, Jos no debi haber tenido dificultad en encontrar una vivienda. vieronEl texto recibido tiene hallaron; pero en este punto el traductor de nuestra versin acertadamente se desva del texto griego, ya que carece de apoyo. al nio con su madre MaraEl bendito Nio naturalmente se menciona primero, luego la madre; pero Jos, aunque sin duda se hallaba presente, no se toma noticia de l, ya que era slo la cabeza del hogar. y postrndose, le adoraron Es evidente que el homenaje rendido por estos extranjeros. quienes haban sido guiados por una estrella, haban inquirido con tanto inters por el nio y se haban gozado tanto al encontrarle, no fu un homenaje civil ofrecido a un reyezuelo judo, sino un elevado homenaje espiritual. La clusula siguiente confirma esto. y abriendo sus tesoros, le ofrecieron donesEsta expresin, usada

frecuentemente en el Antiguo Testamento con referencia a las oblaciones que se presentaban a Dios, se emplea en el Nuevo Testamento siete veces, y siempre en el sentido religioso de ofrendas a Dios. Por lo tanto, y sin duda alguna, debemos entender que el ofrecimiento de los magos era una ofrenda religiosa. oro e incienso y mirraCasi nunca se hacan visitas a los reyes sin llevar regalos (1 Reyes 10:2, etc; comprese Salmo 72:10, 11, 15; Isaas 60:3, 6). El incienso era una gomorrecina aromtica que se usaba en ofrendas de sacrificio; la mirra se usaba en los ungentos perfumados. Estos, con el oro que ofrecieron. parecen indicar que los ofrendantes eran personas pudientes. Que el oro le fu ofrecido al nio rey en seal de su realeza, el incienso en seal de su divinidad, y la mirra en seal de sus sufrimientos, o que tenan el propsito de expresar su naturaleza divina y humana, o que las funciones proftica, sacerdotal y real de Cristo aparecen en estos dones, o que eran las ofrendas de tres individuos respectivamente, cada uno de ellos rey, cuyos nombres la tradicin ha trado hasta nuestros das, todo esto no es ms que suposiciones dudosas; pero que los sentimientos de estos devotos dadores se vislumbran en la riqueza de sus dones, y que el oro por lo menos haba de serles til a los padres del bendito Nio en su inesperado viaje a Egipto y durante su permanencia all, esto por lo menos no admite disputa. 12. Y siendo avisados por revelacin en sueos que no volviesen a Herodes, se volvieron a su tierra por otro caminoQu sorpresa les debe haber causado a los sabios esta visin, justamente cuando se preparaban para llevar al piadoso rey la grata noticia de lo que haban visto! Pero Dios conoca al viejo y sanguinario tirano lo suficientemente bien como para saber que no convena que ellos lo volviesen a ver. 1325. LA HUIDA A EGIPTO. LA MASACRE EN BETHLEHEM. EL REGRESO DE JOSE Y MARIA CON EL NIO, DESPUES DE LA MUERTE DE HERODES, Y SU ESTABLECIMIENTO EN NAZARET. (Lucas 2:39). La huda a Egipto (vv. 1315). 13. Y partidos ellos, he aqu el ngel del Seor aparece en sueos a Jos, diciendo: Levntate, y toma al nio y a su madreObsrvese esta forma de expresin repetida en el versculo siguiente, otra indicacin indirecta de que Jos no era ms que el guardin del nio. En realidad, considerado personalmente, Jos no tiene significado espiritual, y lugar muy pequeo en la historia del evangelio. y huye a EgiptoQue estando cerca, como dice Alford, y siendo una provincia independiente de Herodes y muy habitada por judos, constitua un refugio fcil y conveniente. Ah, bendito Salvador, en qu carrera tan accidentada te has iniciado aqu en la tierra! Cuando naciste, no haba lugar para ti en el mesn; ahora toda Judea te rechaza. Cun pronto comenz la espada a punzar el alma de la virgen (Lucas 2:35)! Cun pronto experimenta ella la clase de recepcin que este misterioso hijo de ella ha de encontrar en el mundo! Y a dnde es enviado? A la casa de servidumbre. Bien, eso lo era una vez. Pero Egipto fu una casa de refugio antes de ser casa de servidumbre, y ahora ha vuelto a ser lo primero. y estte all hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que Herodes buscar al nio para matarlo.Herodes concibi su propsito homicida antes de que los magos saliesen para Bethlehem. 14. Y l despertando, tom al nio y a su madre de nocheSin duda en la misma noche. y se fu a Egipto; 15. Y estuvo all hasta la muerte de Herodeslo que sucedi, por causa de una enfermedad terrible, no mucho tiempo despus de esto. Se pueden ver los detalles en Josefo (Antigedades, 17:6. 1, 5, 7, 8). para que se cumpliese lo que fu dicho por el Seor, por el profeta que dijo: [Oseas 11:1] De Egipto llam a mi HijoNuestro evangelista cita aqu directamente del texto hebreo, cautelosamente apartndose de la Versin de los Setenta, la cual tiene las palabras: De Egipto llam a sus hijos, significando los hijos de Israel. El profeta le recuerda a su pueblo cun querido le era Israel a Dios en los das de su juventud; de cmo Moiss recibi la orden de decirle a Faran: Jehov ha dicho as: Israel es mi hijo, mi primognito; ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir:

he aqu yo voy a matar a tu hijo, tu primognito (Exodo 4:22, 23); de cmo, cuando Faran rehus, habiendo Dios dado muerte a todos los primognitos de ellos, llam a su propio hijo de Egipto, mediante un acto de poder y amor. Mirando las palabras en esta luz, aun cuando el evangelista no las hubiese aplicado al llamamiento de Egipto del amado Hijo unignito de Dios, esta aplicacin habra sido inevitablemente hecha por aquellos que hubieran aprendido a penetrar debajo de la superficie, para entender la relacin ntima que Cristo mantiene con su pueblo, y la relacin de ambos para con Dios; y por aquellos que estn acostumbrados a encontrar la analoga en el tratamiento de Dios hacia cada uno de ellos respectivamente. 16. Herodes entonces, etc.Como Dbora cant de la madre de Ssara: La madre de Ssara se asoma a la ventana, y por entre las celosas a voces dice: Por qu se detiene su carro, que no viene? por qu las ruedas de sus carros se tardan?, as Herodes se extraa de que sus mensajeros, con celo piadoso, no regresen rpidamente con la noticia de que todo estaba listo para recibirlo a l como adorador. Qu los detendr? Se habrn perdido? Les habr acontecido algo malo? Al fin su paciencia se acaba. Hace averiguaciones, y se informa de que ya estn lejos, fuera de su alcance, de regreso a su patria. como se vi burlado de los magosNo, Herodes, t no has sido burlado de los magos, sino de uno mayor que ellos. El que mora en los cielos se re de ti; el Seor se burla de ti. El frustra los pensamientos de los astutos, para que sus manos no hagan nada; prende a los sabios en la astucia de ellos, y el consejo de los perversos es entontecido (Salmo 2:4; Job 5:12, 13). Ese bendito Nio morir por cierto pero no a manos tuyas. Como el mismo lo dijo ms tarde a un hijo tuyo (tan astuto e inescrupuloso como t mismo), cuando los fariseos le advirtieron de la necesidad de alejarse, debido a que Herodes lo buscaba para matarlo: Id, y decid a aquella zorra: He aqu, echo fuera demonios y acabo sanidades hoy y maana, y al tercer da soy consumado. Empero es menester que hoy, y maana, y pasado maana camine; porque no es posible que profeta muera fuera de Jerusalem (Lucas 13:32, 33). Stira amarga! se enoj muchoA nadie le gusta que lo traten de tonto, y menos todava a un orgulloso rey. Herodes arde de ira y se asemeja a un toro salvaje en una red, y envi [una banda de asesinos pagados], y mat a todos los nios [varones] que haba en Bethlehem y en todos sus trminos, de edad de dos aos abajo, conforme al tiempo que haba entendido de los magosAl tomar esta feroz medida Herodes se mostr tal como era, tan astuto como cruel. Arrolla con mucho para no equivocarse. Piensa que de ese modo alcanzar a su vctima. Y as hubiera acontecido, si ella hubiese estado all, pero el nio se haba ido. El cielo y la tierra pasarn, antes que t tengas a ese nio en tus manos. Por lo tanto, Herodes, debes contentarte con el deseo de tenerlo y llenar tu copa de tus amargas mortificaciones, bastante llena ya, hasta que mueras no slo de un corazn acongojado sino de una enfermedad repugnante y torturante. Por qu, preguntan los escpticos y los crticos escpticos, no ha relatado Josefo esta masacre, si realmente ocurri, ya que l relata con suficiente minuciosidad las crueldades de Herodes? Si consideramos cun pequeo era el pueblecito de Bethlehem. es de esperarse que no hubiese muchos nios varones all, menores de dos aos; y cuando pensamos en el nmero de peores atrocidades que Josefo ha relatado acerca de l, no es razonable hacer cuestin de su silencio respecto a sta. 17. Entonces fu cumplido lo que se haba dicho por el profeta Jeremas, que dijo(Jeremas 31:15, del cual la cita difiere slo verbalmente) 18. Voz fu oda en Ram, grande lamentacin, lloro y gemido: Rachel que llora sus hijos; y no quiso ser consolada, porque perecieronEstas palabras tal cual se hallan en Jeremas, sin duda se refieren a la cautividad babilnica. Raquel, la madre de Jos y Benjamin, estaba sepultada en las inmediaciones de Bethlehem (Gnesis 35:19), donde su sepulcro se ve todava. Ella est representada figurativamente como levantndose de la tumba y pronunciando un doble lamento por la prdida de sus hijos: primero por el amargo cautiverio, y ahora por una muerte sangrienta. Y qu hecho tan detestable

fu este! Oh madres de Bethlehem! Me imagino oros preguntar por qu vuestros inocentes bebs tendran que hacer las veces del cordero trabado en un zarzal, mientras Isaac escapaba. No puedo contestaros; pero una cosa s, que algunas de vosotras viviris hasta ver el da cuando ese Nio de Bethlehem ser el cordero trabado en otra clase de zarzal, para que vuestros bebs se libren de una sentencia peor que la que ahora sufren. Y si estos nios vuestros estn ahora en la gloria, mediante el bendito poder de aquel querido Nio, no mirarn como honor que la ira del tirano fuese descargada sobre ellos en vez de sobre su infante Seor? 19. Mas muerto HerodesMiserable Herodes! T te creas seguro y libre de un temido rival; pero era l en realidad quien estaba libre de ti y t mismo no has gozado por mucho tiempo de esta pretendida seguridad tuya (Vase Nota, v. 15). he aqu el ngel del SeorEl mismo ngel, al parecer, fu empleado en distintas ocasiones, y muy probablemente es aquel a quien Lucas le da el nombre de Gabriel (Lucas 1:19, 26). aparece en sueos a Jos en Egipto, 20. Diciendo: Levntate, y toma al nio y a su madre, y vete a tierra de IsraelNo a la tierra de Judea, porque ms tarde fu expresamente advertido de que no se estableciese all: ni a Galilea, pues slo se dirigi a ese lugar cuando hall que no era seguro establecerse en Judea, sino a la tierra de Israel, en el sentido ms amplio de la palabra, queriendo decir la Tierra Santa en general. La provincia en particular no haba sido an indicada. De modo que Jos y Mara tuvieron, como Abrahn, que salir sin saber a dnde iban, mientras que no recibiesen una direccin ms clara. que muertos son los que procuraban la muerte del nioUna expresin comn en muchas lenguas, aun cuando la referencia es a una sola persona, que en este caso es Herodes. Pero las palabras han sido tomadas de un caso sumamente anlogo en Exodo 4:19, que probablemente sugiri el plural aqui, donde la orden es dada a Moiss para que regrese a Egipto por la misma razn que al mayor que Moiss se le ordena ahora ser trado de all, es decir, la muerte del que atentaba contra su vida. Herodes muri en el ao 70 de su vida y el 37 de su reinado. 21. Entonces l se levant, y tom al nio y a su madre, y se vino a tierra de IsraelCon el propsito, como claramente se ve por lo que sigue, de regresar a Bethlehem de Judea, con la idea sin duda de que all se criase al nio rey, como en su propia ciudad natal, hasta que llegase el tiempo cuando era de esperarse que ocupara a Jerusaln, la ciudad del gran rey. 22. Y oyendo que Archelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padreArquelao sucedi a Herodes para reinar sobre Judea, Samaria e Idumea; pero Augusto rehus darle el ttulo de rey hasta saber cmo se conducira; le di solamente el ttulo de etnarca (Josefo, Antigedades, 17., 11, 4). Sin embargo, nunca se elev por encima de este ttulo. El pueblo en realidad lo reconoca como el sucesor de su padre y por eso se dice aqu que reinaba en lugar de Herodes su padre. Pero despus de desafiar durante diez aos la ley juda y ejercer una cruel tirana, el pueblo present contra l cargos muy serios, y el emperador lo desterr a Galia en Francia, reduciendo a Judea otra vez a una provincia romana. Entonces el cetro, del todo, se apart de Jud. temi ir allY no es de extraarnos, por la razn ya mencionada. mas amonestado por revelacin en sueos, se fu a las partes de GalileaTodo el territorio al oeste del Jordn en esta poca estaba dividido, como es bien sabido, en tres provincias: Galilea al norte, Judea al sur y Samaria, la provincia central. La provincia de Galilea estaba bajo la jurisdiccin de Herodes Antipas, hermano de Arquelao, ya que su padre le haba dejado esa provincia y la de Perea, al este del Jordn, como su parte en la herencia del reino, con el ttulo de tetrarca, que Augusto confirm. Aunque era astuto y licencioso segn Josefoprecisamente como lo declara la historia del evangelio (Vase Marcos 6:1430, y Lucas 13:3135, Notas)era de una disposicin menos cruel que Arquelao; y Nazaret, como estaba a buena distancia de la sede de su gobierno, y considerablemente recludo, se consider un lugar seguro. 23. Y vino, y habit en la ciudad que se llama NazaretUn pequeo pueblo de la baja Galilea que se encontraba en el territorio de la tribu de

Zabuln, y equidistante del Mediterrneo al oeste y del mar de Galilea al este. Si, basndonos en Lucas 2:39, llegsemos a la conclusin de que los padres de Jess lo llevaron de regreso directamente a Nazaret, despus de su presentacin en el templo, como si no hubiese habido la visita de los magos, la huda a Egipto, su permanencia all y su regreso sin ningn propsito de establecerse en Bethlehem, uno podra, por la manera en que nuestro evangelista habla aqu, concluir igualmente que los padres de nuestro Seor no haban estado en Nazaret hasta ahora. Si conocisemos exactamente las fuentes de las cuales los materiales de cada Evangelio fueron tomados, o la manera en que fueron usados, esta aparente discrepancia probablemente desaparecera al instante. En ninguno de los dos casos hay inexactitud. Al mismo tiempo es difcil, teniendo estos hechos por delante, el concebir que alguno de estos evangelistas escribiese su evangelio teniendo el otro a la vista, aunque muchos piensan que esto es una inferencia muy precaria. para que se cumpliese lo que fu dicho por los profetas, que haba de ser llamado NazarenoLa mejor explicacin del origen de este nombre parece ser aquella que lo relaciona con la palabra netzer en Isaas 11:1: que significa una pequea vara, vstago o retoo, a la cual el profeta se refiere cuando dice; Saldr una vara del tronco de Isa, y un vstago retoar de sus races. El pequeo pueblo de Nazaret, que no se menciona ni en el Antiguo Testamento ni en Josefo, probablemente recibi ese nombre por ser tan insignificante: una varita en contraste con un rbol; y de ah que se le mirase con desprecio: De Nazaret puede haber algo de bueno? (Juan 1:46). El desprecio era an mayor que aquel en que se tena a Galilea, debido al nmero de gentiles que se haban establecido en la parte alta de su territorio, que en opinin de los judos la degradaban. De modo que en el arreglo providencial mediante el cual nuestro Seor se cri en el despreciado e insignificante pueblo llamado Nazaret, se hallaba envuelta, en primer lugar, una humillacin local; en segundo lugar, una alusin a la prediccin de Isaas en cuanto a su humilde aparicin, a modo de retoo del tronco seco sin ramas de Isa; y en tercer lugar, un perenne monumento de la humillacin que los profetas haban aplicado al Mesas en varias de las ms destacadas predicciones. CAPITULO 3 Vers. 112. LA PREDICACION Y EL MINISTERIO DE JUAN. (Pasajes paralelos, Marcos 1:1 8; Lucas 3:118). Para hacer una introduccin adecuada a esta seccin, debemos acudir a Lucas 3:1, 2. En este pasaje, como Bengel correctamente lo observa, la cortina del Nuevo Testamento se descorre y la principal de todas las pocas de la iglesia comienza. Aun la edad de nuestro Seor est determinada aqu (Lucas 3:23). En ninguna otra parte del Nuevo Testamento se encuentra una claridad cronolgica tan precisa, y es muy adecuado que provenga de Lucas, pues l mismo dijo, refirindose a su Evangelio, que lo haba escrito despus de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia (Lucas 1:3). En este punto evidentemente comienza su propia narracin. Vers. 1. Y en el ao quince del imperio de Tiberio Csar, no en el ao 15 de su pleno reinado despus de la muerte de Augusto, sino contando desde la poca cuando l estuvo asociado con Augusto en el gobierno del imperio, tres aos antes, ms o menos al final del ao 779 de Roma, o sea unos 4 aos antes de la fecha indicada por los clculos acostumbrados. Siendo gobernador de Judea Poncio Pilato. Su ttulo exacto era Procurador, pero con un poder mayor que el que generalmente se asignaba a ese puesto. Despus de ejercerlo durante unos diez aos, fu llamado a Roma para responder a los cargos que contra l se haban presentado; pero antes de que llegara Pilato muri Tiberio (ao 35 D. de C.), y un poco despus el miserable Pilato se suicid. Y Herodes tetrarca de Galilea (Vase Nota, Marcos 6:14), y su hermano Felipeun Felipe distinto y superior a aquel cuyo nombre era Herodes Felipe y cuya esposa Herodas fu a vivir con Herodes Antipas (vase Nota, Marcos 6:17). Tetrarca de Itureasituada al nordeste de Palestina, llamada as de Itur o Jetur, hijo de Ismael (1 Crnicas 1:30), y que antiguamente

perteneca a la media tribu de Manass. Y de la provincia de Traconitesituada un poco ms al nordeste entre Iturea y Damasco, un distrito rocoso infestado de bandoleros, y que Augusto haba entregado a Herodes el Grande para que lo mantuviese en orden. Y Lisanias tetrarca de Abilinia ms al nordeste an, as llamada, dice Robinson, de un lugar llamado Abila, dieciocho millas distante de Damasco. Vers. 2. Siendo sumos sacerdotes Ans y CaifsEl primero, aunque haba sido dispuesto, retuvo mucho de su influencia, y probablemente, en su calidad de Sagn o diputado, ejerca buena parte del poder del sumo sacerdocio junto con Caifs su yerno (Juan 18:13; Hechos 4:6). En la poca de David, tanto Zadoc como Abiatar actuaban como sumos sacerdotes (2 Samuel 15:35), y pareca ser una prctica fija el tener dos (2 Reyes 25:18). Vino palabra del Seor sobre Juan, hijo de Zacaras, en el desiertoEsta manera de hablar nunca se emplea con referencia a Jess, debido a que l mismo era la Palabra Viviente, mientras que para los dems, usados por Dios como sus mensajeros, la palabra que ellos hablaban era un elemento extrao. (Vase Nota, Juan 3:31). Estamos ahora preparados para las palabras iniciales de Mateo. 1. En aquellos dasde la vida recluda que Jess pas en Nazaret, donde el captulo anterior lo haba dejado. vino Juan el Bautista predicandounos seis meses antes que su Maestro. en el desierto de Judeael valle desierto de Jordn, muy poco poblado y privado de pastoreo, un poco al norte de Jerusaln. 2. Y diciendo: ArrepentosAunque la palabra estrictamente denota un cambio de mente, tiene referencia aqu, y en todo otro lugar donde se usa con referencia a la salvacin, primeramente a ese sentido de pecado que conduce al pecador a huir de la ira venidera, a buscar ayuda slo de arriba y ansiosamente a aceptar el remedio provisto. que el reino de los cielos se ha acercadoEsta sublime figura, que no es usada en ninguno de los otros Evangelios, aparece casi treinta veces en este Evangelio peculiarmente judaico. Y siendo sugerida por la gran visin que tuvo Daniel del Hijo del Hombre, quien vena en las nubes del cielo y llegaba hasta el Anciano de grande edad para recibir su investidura en un reino mundial (Daniel 7:13, 14), era adecuada al mismo tiempo, tanto para representar las esperanzas nacionales como para encaminarlas por el verdadero cauce. Un reino para el cual el arrepentimiento era la preparacin adecuada, tena que ser esencialmente espiritual. La liberacin del pecado, que es la grande bendicin del reino de Cristo (cap. 1:21), no puede ser apreciada sino por aquellos para quienes el pecado es una carga (cap. 9:12). La gran obra de Juan, por lo tanto, era la de despertar este sentimiento y presentar la esperanza de un rpido y precioso remedio. 3. Porque ste es aquel del cual fu dicho por el profeta Isaas, que dijo [cap. 11:3]. Voz de uno que clama en el desierto [vase Nota, Lucas 3:2]La escena de su ministerio corresponde a su naturaleza ruda. Aparejad el camino del Seor, enderezad sus veredasEsta prediccin se cita en los cuatro Evangelios, mostrando as que era considerada como grande y sobresaliente, y que el precursor profetizado era como un eslabn entre la dispensacin antigua y la nueva. El Prncipe de Paz, como los grandes de la tierra, haba de tener su prxima venida proclamada y el camino preparado; y la llamada que aqu se hace, tomndola en general, es una llamada a quitar del camino todo aquello que obstruya su progreso y estorbe su completo triunfo, ya sea que se tratase de obstculos pblicos o personales, externos o internos. En Lucas (3:5, 6) la cita contina como sigue: Todo valle se henchir, y baarse todo monte y collado; y los caminos torcidos sern enderezados, y los caminos speros allanados; y ver toda carne la salvacin de Dios. El nivelar caminos y dejarlos llanos son figuras lgicas cuyo sendo se expresa en las primeras palabras de esta proclama: Preparad el camino del Seor. La idea es que todo obstculo ha de ser completamente quitado a fin de revelar al mundo la salvacin de Dios en Aquel cuyo nombre es Salvador. (Comprese Salmo 98:3; Isaas 11:10; 49:6; 52:10; Lucas 2:31, 32; Hechos 13:47). 4. Y tena Juan su vestido de pelos de camellos es decir, tejido con ese material. y una cinta de cuero alrededor de sus lomosLa vestidura proftica

de Elas (2 Reyes 1:8, y vase Zacaras 13:4). y su comida era langostasLa bien conocida y de gran tamao langosta oriental, alimento de los pobres (Levtico 11:22). y miel silvestreproducida por abejas silvestres (1 Samuel 14:25, 26). La vestidura de Juan, su alimento y su potente voz en el desierto, haran recordar los das austeros de Elas. 5. Entonces sala a l Jerusalem, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del JordnDesde el centro metropolitano hasta los extremos de la provincia de Judea, la voz de este gran predicador del arrepentimiento y heraldo del Mesas que se acercaba, atrajo multitudes de penitentes llenos de una ansiosa expectativa. 6. Y eran bautizados de l en el Jordn, confesando [posiblemente en voz alta] sus pecadosEste bautismo era a la vez un sello pblico de la necesidad que sentan de ser librados del pecado, de su esperanza en el libertador que se acercaba, y de su disposicin para darle la bienvenida en cuanto apareciese. El bautismo en s causaba asombro, y con este propsito se haba institudo. Ellos estaban bien familiarizados con el bautismo de proslitos al cual se sometan los que se convertan del atesmo; pero este bautismo en que judos eran bautizados, era nuevo y extrao para ellos. 7. Y viendo l muchos de los Fariseos y de los Saduceos, que venan a su bautismo, decalesasombrado de semejante espectculo. Generacin de vboras Nidada de vboras, expresando la influencia mortfera de ambas sectas sobre la comunidad. A pesar de que su espritu y sus principios religiosos eran mutua y enteramente antagnicos, el austero profeta culpa a ambas sectas de ser envenenadoras de los principios religiosos de la nacin. En los caps. 12:34 y 23:33, este lenguaje fuerte del bautista es usado de nuevo por Jess, el Testigo fiel y verdadero, refirindose a los fariseos especficamente: el nico partido que tena suficiente celo para difundir activamente este veneno, quin os ha enseadoLa idea es, quin os di la sugestin? a huir de la ira que vendr?Qu os ha hecho venir ac? Juan sospechaba que no eran tanto sus inquietudes espirituales como la popularidad de su movimiento lo que los haba trado. Qu expresin esta: la ira que vendr! La ira de Dios en las Escrituras significa el disgusto justiciero de Dios contra el pecado y consecuentemente contra todo aquel en quien se halla alguna forma de pecado, disgusto provocado por la oposicin esencial y eterna de su naturaleza contra todo mal moral. A esto se llama la ira que vendr, no porque se refiera nicamente al futuroya que, siendo una sentencia merecida, recae sobre el pecador, y sus efectos, tanto internos como externos, se experimentan en alguna forma ahora mismosino porque el pecador impenitente no ser alcanzado por la ira de Dios, no ser sentenciado por ella pblica e irrevocablemente, ni experimentar sus funestos resultados, sin esperanza alguna, hasta que venga el juicio del gran da. Mirada de esta manera, se trata de una ira que pertenece del todo al futuro, como est indicado en la forma de expresin tan marcadamente diferente empleada por el apstol en 1 Tesalonicenses 1:10. Esto no significa que aun los verdaderos penitentes se sometan al bautismo de Juan conociendo todos estos puntos de vista tocante a la ira que vendr. Lo que quiere decir Juan es que ste era el verdadero significado del paso. Desde este punto de vista cun llamativa es la palabra que l emplea para expresar ese paso! huir como uno que, viendo una ola de fuego que avanza rpidamente, recurre a una rpida huda para escaparse. 8. Haced pues frutosla leccon correcta es fruto. dignos de arrepentimientoEl fruto que corresponde a un verdadero penitente. Juan, ahora que posee el talento para conocer el corazn humano, como un verdadero ministro de justicia que siente amor por las almas, les indica cmo deben arrepentirse y producir las evidencias correspondientes, dando por sentado que sea un arrepentimiento genuino; y en los siguientes versculos les advierte el peligro en caso de que no sea una experiencia genuina. 9. Y no pensis decir dentro de vosotros: A Abraham tenemos por padreese fundamento sobre el cual la nacin fatalmente descansaba; esa roca que al fin caus divisin entre ellos mismos. porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos a Abraham aun de estas piedrasEs decir, no os hagis ilusiones de que Dios os

necesite para cumplir su promesa de dar simiente a Abrahn, porque os declaro que aunque todos vosotros perezcis, Dios es capaz de levantar a Abrahn simiente de estas piedras, como lo fu al tomar al mismo Abrahn de la piedra de donde fu cortado y de la caverna de la fosa de donde fu arrancado (Isaas 51:1). Aunque el austero predicador al hablar tal vez sealase las piedras de los desnudos cerros arcillosos que se hallaban en las inmediaciones (segn Stanley, en su libro Sina y Palestina), sin duda se refera al llamamiento a los gentiles, quienes entonces estaban como piedras muertos en sus pecados y tan inconscientes como ellas, a ocupar el lugar de Israel incrdulo y desheredado. (vase cap. 21:43; Romanos 11:20, 30). 10. Ahora, ya tambin la segur est puesta a la raz de los rbolescomo si estuviera lista para cortar; una figura expresiva de un prximo juicio que slo se podra evitar de la manera que a continuacin se describe. y todo rbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuegoUn lenguaje tan personal e individual como ste apenas puede referirse a un juicio nacional, como la cercana destruccin de Jerusaln, que di por resultado la destruccin de la nacionalidad juda con la consiguiente prdida, por parte del pueblo escogido, de los privilegios peculiares de esa nacionalidad; aunque este hecho podra servir como un reflejo de la retribucin ms terrible que haba de venir. El fuego que en otro versculo se califica como que nunca se apagar, no puede ser otra cosa sino ese tormento futuro de los impenitentes, cuyo humo asciende por siempre jams y que el propio Juez califica de castigo eterno (Mateo 25:48). Qu fuerza de justa indignacin hay en esa palabra echado, o sea, arrojado en el fuego! El tercer evangelio. en el cap. 3:1016, aade tocante a este punto los siguientes datos significativos: Vers. 10. y las genteso sean las multitudes, le preguntaban, diciendo: Pues qu haremos?Es decir, para mostrar la sinceridad de nuestro arrepentimiento. Vers. 11. Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos tnicas, d al que no tiene; y el que tiene qu comeres decir, provisiones o vveres, haga lo mismoEstas palabras estn dirigidas contra la general avaricia y el egosmo del pueblo. (Comprense los correspondientes preceptos del Sermn del Monte, cap. 5:4042). Vers. 12. Y vinieron tambin publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, qu haremos?De qu manera especial se manifestar lo genuino de nuestro arrepentimiento? Vers. 13. Y l les dijo: No exijis ms de lo que os est ordenadoEsto est dirigido contra la extorsin que convirti la palabra publicano en apodo. (Vase cap. 5:46; Lucas 15:1) . Vers. 14. Y le preguntaron tambin los soldados, diciendo: Y nosotros, qu haremos?La referencia es a soldados en pleno servicio. Y les dice: No hagis extorsin a nadieLa palabra quiere decir sacudir fuertemente, y se refiere probablemente a la extorsin de dinero o de propiedades. Ni calumniissirviendo de informantes maliciosa y frvolamente, o sobre falsos pretextos. Y contentaos con vuestras pagaso raciones. Podemos tomar este dicho, dicen Webster y Wilkinson, como una advertencia en contra del motn que los oficiales procuraban apaciguar mediante largueza y donaciones. De modo que los frutos, que haban de ser evidencia de su arrepentimiento, consistan en resistir los pecados comunes, particularmente los de la clase a la cual el penitente perteneciese, y la manifestacin de un espritu opuesto. Vers. 15. Y estando el pueblo esperando en un estado de excitacin esperando algo nuevo, y pensando todos de Juan en sus corazones, si l fuese el Cristoo ms bien, si pudiera l ser el Cristo. La estructura de esta clusula da a entender que ellos apenas lo podran pensar pero no podan dejar de preguntarse a s mismos si no podra ser l; con lo cual se muestra cunto xito haba tenido en despertar la expectativa mesinica de una pronta venida, y la alta estimacin y aun reverencia que su carcter impona. Vers. 16. Respondi Juanbien sea a aquella comisin enviada desde Jerusaln, de la cual leemos en Juan 1:19, o en alguna otra ocasin, para borrar impresiones ofensivas en contra de su bendito Maestro, que l saba estaban ganando popularidad entre el pueblo. diciendo a todosen solemne declaracin. (Volvemos ahora al primer

Evangelio.) 11. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento [Vase Nota, v. 6]; mas el que viene tras m, ms poderoso es que yoEn Marcos y Lucas esto es an ms enftico: mas viene quien es ms poderoso que yo, los zapatos [o sandalias] del cual yo no soy digno de llevarLas sandalias eran atadas y desatadas, y llevadas de una parte a otra, por les sirvientes ms humildes. l os bautizarEl recibe nfasis; l, y ningn otro, os bautizar. en Espritu SantoLejos de acariciar el pensamiento de pretender los honores dignos del Mesas, los servicios ms humildes que yo pudiera prestar al que es ms poderoso que yo, son un alto honor para m; yo no soy ms que el siervo, mas el Seor est por llegar; yo no administro sino el smbolo externo de la purificacin; l, sin embargo, tiene la prerrogativa de obrar el verdadero cambio interior. Hermoso espritu que siempre distingue a este siervo de Cristo! y en fuegoMirar este bautismo como uno distinto al del Espritu, o sea un bautismo de los no arrepentidos can fuego del infierno, es algo fuera de lo normal. Sin embargo, sta era la idea de Orgenes entre los padres y de Neander, Meyer, De Wette y Lange. entre los modernos. No ayuda mucho tampoco el pensar en que este fuego se refiere al del ltimo da, cuando la tierra y las obras que hay en ella sern quemadas. En nuestro concepto, se trata del carcter flamgero de la obra del Espritu en el alma, que escudria, consume, refina y sublima; y es as como casi todos los buenos intrpretes entienden estas palabras. En dos clusulas sucesivas los dos emblemas ms familiares, el agua y el fuego, se emplean para destacar la misma operacin purificadora del Espritu Santo en el alma. 12. Su aventador en su mano estlisto para ser usado. Esto no es sino la predicacin del evangelio, que aunque est ahora en sus comienzos, su efecto sera el de separar lo slido de lo espiritualmente intil, como ocurre con el trigo ante el aventador que lo separa de la paja. (Comprese una representacin similar en Malaquas 3:13). y aventar su eraes decir, la iglesia visible. y allegar su trigoSus santos fieles y sinceros; asi llamados por su permanente valor (comprese Ams 9:9; Lucas 22:31). en el alfolel reino de su padre; como el alfol es hermosamente explicado en la Parbola del Trigo y la Cizaa (cap. 13:30, 43). y quemar la pajapersonas que meramente profesan ser religiosas, pero vacas e intiles, carentes de carcter y de slidos principios religiosos (vase Salmo 1:4). en fuego que nunca se apagarEs notable la fuerza de esta aparente contradiccin de figuras: el ser quemado, pero con un fuego que nunca se apaga. La primera figura: la completa destruccin de lo que constituye la vida real de cada ser; la otra, la continua y consciente existencia en esa terrible condicin. Lucas aade los siguientes datos importantes en el cap. 3:1820: Vers. 18. Y amonestando, otras muchas cosas tambin anunciaba al puebloEsto demuestra que aqu no tenemos ms que un resumen de sus enseanzas. Adems en Juan 1:29, 33, 34; 3:2736; se halla una alusin incidental tocante a Juan el Bautista, en el sentido de haber enseado a sus discpulos a orar (Lucas 11:1), de lo cual ni una palabra se dice en ninguna otra parte, lo cual muestra cun variada fu su enseanza. Vers. 19. Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por l a causa de Herodas, mujer de Felipe su hermano, y de todas las maldades que haba hecho HerodesEn esta ltima clusula que slo se menciona aqu, encontramos un hecho muy importante que muestra cun completa fu la fidelidad de Juan el Bautista a su oyente real, y cun fuerte tiene que haber sido la accin de la conciencia en aquel esclavo de la pasin, cuando no pudiendo resistir a tal franqueza, haca muchas cosas, y le oa (a Juan) de buena gana (Marcos 6:20). Vers. 20. Aadi tambin esto sobre todo, que encerr a Juan en la crcel. Sin embargo, esta prisin de Juan no tuvo lugar sino un tiempo despus, pero se menciona aqu meramente debido a que el evangelista no tena la intencin de volver sobre esa historia hasta que tuviese ocasin de relatar el mensaje que el Bautista envi a Cristo desde su prisin en Macaerus (Lucas 7:18, sig.). 1317. EL BAUTISMO DE CRISTO Y LA INMEDIATA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO SOBRE EL. (Relato paralelo en Marcos 1:911; Lucas 3:21, 22; Juan 1:3134). El Bautismo de Cristo

(vv. 1315). 13. Entonces Jess vino de Galilea a Juan al Jordn, para ser bautizado de l Moiss temerariamente esper el llamamiento divino para libertar a su pueblo, y por esta razn tuvo que huir de la casa de esclavitud y esperar en obscuridad durante cuarenta aos (Exodo 2:11, sig.). No le ocurri lo mismo a ste que es mayor que Moiss. Jess haba pasado treinta aos de vida privada en Nazaret, madurando gradualmente para su obra pblica, y esperando con calma el tiempo sealado por el Padre. El tiempo haba llegado; y este paso que lo trajo desde Galilea hasta el Jordn es, sin duda alguna, el de mayor inters para el cielo desde aquel primer paso que lo trajo a este mundo. Lucas (3:21) tiene esta importante adicin: Y aconteci que como todo el pueblo se bautizaba, tambin Jess fu bautizado, dando a entender que Jess esper hasta que todos los que deseaban bautizarse aquel da fueran bautizados, sin adelantarse, para no ser tomado meramente como uno de la multitud. As como al entrar en Jerusaln cabalg sobre un asno, en el que ningn hombre se ha sentado jams (Lucas 19:30), y fu puesto en un sepulcro en el cual ningn hombre haba sido colocado (Juan 19:41), del mismo modo en su bautismo tambin, se separ de los pecadores 14. Mas Juan lo resista muchoo ms bien, estaba por impedrselo o tratando de impedrselodiciendo: Yo he menester ser bautizado de ti, y t vienes a m?(Para saber cmo Juan vino a conocerlo, cuando l mismo dice que no lo conoca, vase Juan 1:3134). El nfasis en este extraordinario discurso se halla en los pronombres. Como si dijera Juan: Qu? Vendr el Seor a su siervo para ser bautizado? El Salvador sin pecado recurrir al pecador? Que esto se halla implcito en las palabras del Bautista, se puede ver claramente si se observa que l evidentemente miraba a Jess mismo como si no necesitase de ninguna purificacin, sino que estaba ms bien en condiciones de impartirla a los que la necesitaban. Y los dems testimonios de l a Cristo no dan el mismo sentido a las palabras de Juan? Pero sera una lstima si, en la gloria de este testimonio acerca de Cristo, perdisemos de vista el hermoso espritu con que Juan asumi esta tarea. Seor, debo yo bautizarte a ti? Puedo vo convencerme de que debo hacer tal cosa? Esta expresin de Juan nos hace pensar en la exclamacin de Pedro en ocasin de la ltima cena: Seor, t me lavas los pies?, aunque nuestro pasaje no contiene nada de la falsa humildad y presuncin que dictaron las palabras que Pedro en seguida pronunci: No me lavars los pies jams (Juan 13:6, 8). 15. Empero respondiendo Jess le dijo: Deja ahoraPermite que sea as por el momento; es decir, T te sorprendes, y con razn, porque la aparente incongruencia es sorprendente; pero en el caso presente haz como yo te ordeno. porque as nos convienenos, no en el sentido de t y yo, ni refirindose a los hombres en general, sino como se entiende en Juan 3:11. cumplir toda justiciaSi esto se traduce, como lo hace Scrivener, cada ordenanza, o como lo hace Campbell, cada estatuto, el significado es suficientemente obvio; y el mismo sentido aparece en la frase toda justicia, o sea, cumplir con todo lo ordenado, inclusive el bautismo. En verdad, si este es el significado, probablemente nuestra versin expresa mejor el sentido de la primera palabra empero. Pero nos inclinamos a pensar que el Seor quiso significar ms que eso. Aparentemente, la circuncisin y el bautismo tienen radicalmente la misma significacin. Y si lo que hemos dicho acerca de la circuncisin de nuestro Seor (Vase Nota, Lucas 2:2124), est bien fundado, probablemente l quiso decir: De esta manera me comprometo a ponerme bajo la justicia de la ley, y as, simblicamente, me propongo a cumplirla toda. El lector puede pesar el significado de todo esto. Entonces le dejcon verdadera humildad. cediendo a una autoridad superior y haciendo a un lado sus conceptos de rectitud. La venida del Espritu Santo sobre el Redentor bautizado (vv. 16, 17). 16. Y Jess, despus que fu bautizado, subi luego del aguaMarcos tiene de entre el agua. Lucas agrega (3:21): y orando, lo cual es una importante afirmacin. Puede haber alguna duda tocante al contenido de

aquella oracin? Fu una oracin probablemente pronunciada cuando aun se encontraba dentro del agua, su bendita cabeza sumergida en aquel elemento bautismal; una oracin que posiblemente continu al salir del agua y al pisar tierra seca. Con su tarea frente a l pensaba en la necesidad del Espritu Santo que pronto descansara sobre l y en la gloria que recibira su Padre quien lo haba enviado. No llenara esto su corazn y hallara consuelo al invocar a Dios en trminos semejantes a stos?: He aqu, vengo y me deleito en hacer tu voluntad, oh Dios. Padre, glorifica tu nombre. Mustrame una seal definida. Deja que el Espritu del Seor Dios venga sobre m, y predicar el evangelio a los pobres, y sanar a los quebrantados de corazn, y conducir el juicio a la victoria. y he aqu los cielos le fueron abiertosmientras hablaba. Marcos dice: vi abrirse los cielos. y vi al Espritu de Dios que descendaes decir, slo l y su distinguido siervo, como ste mismo nos lo dice en Juan 1:3234. Los espectadores aparentemente no vieron nada. como paloma, y vena sobre lLucas dice: En forma corporal, como paloma (Lucas 3:22); es decir, el bendito Espritu, asumiendo la forma corporal de una paloma, descendi sobre su sagrada cabeza. Pero por qu en forma de paloma? El uso que las Escrituras hacen de este emblema, ser nuestra gua. Mas una es la paloma ma, la perfecta ma, dice el Cantar de los Cantares (6:9). Aqu la palabra paloma est usada como smbolo de pureza y castidad. Cristo mismo dice: Sed inofensivos como palomas (Mateo 10:16). Aqu se encuentra la misma idea de que son inofensivas hacia los seres humanos. La expresin conciencia sin remordimiento acerca de Dios y acerca de los hombres que se encuentra en Hechos 24:16, expresa ambas cosas. Adems, cuando leemos en el Cantar de los Cantares (2:14): Paloma ma, que ests en los agujeros de la pea, en lo escondido de escarpados parajes (vase Isaas 60:8), mustrame tu rostro, hazme or tu voz; porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto, encontramos una admirable descripcin de lo que es la modestia, la mansedumbre, y la gentileza. En una palabra, sin hacer alusin al histrico emblema de la paloma que vol de regreso al arca trayendo en el pico la hoja de olivo de la paz (Gnesis 8:11), al leer (Salmo 68:13) Seris como las alas de la paloma cubierta de plata y sus plumas con amarillez de oro, encontramos que la paloma es un emblema de belleza. No fu descrito as aquel santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores?: Haste hermoseado ms que los hijos de los hombres; la gracia se derram en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre! (Salmo 45:2) Pero el cuarto Evangelio nos da aqu un poco ms de informacin, la cual est basada en la autoridad de uno que fu testigo ocular de este acontecimiento: Y Juan di testimonio, diciendo: Vi al Espritu que descenda del cielo como paloma, y repos sobre l.Y para que nadie fuese a pensar que esto era algo accidental, agrega que este ltimo detalle fu aadido expresamente como parte de la seal por medio de la cual l habra de reconocer e identificar al Hijo de Dios: Y yo no le conoca; mas el que me envi a bautizar con agua, aqul me dijo: Sobre quien vieres descender el Espritu, y que reposa sobre l, ste es el que bautiza con Espritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio que ste es el Hijo de Dios (Juan 1:3234). Y cuando comparamos este acontecimiento con la profeca tocante a la venida del Espritu Santo sobre el Mesas (Isaas 11:2) que dice: Y reposar sobre l el espritu de Jehov, no podemos dudar de que lo que estaba aqu visiblemente manifestado era este reposo perfecto y permanente del Espritu Santo sobre el Hijo de Dios, en su capacidad oficial. 17. Y he aqu una voz de los cielos que deca: Este esMarcos y Lucas lo expresan en una forma directa: T eresmi Hijo amado, en el cual tengo contentamientoEn el texto griego el verbo est en el tiempo aoristo para expresar complacencia absoluta, y significa que Dios se haba complacido y se seguira complaciendo en l. En el cual me deleito, se aproxima quiz ms a aquella inefable complacencia a la cual sin duda se hace referencia; y esta interpretacin es la que se debe preferir, pues conduce de inmediato nuestros pensamientos hacia la

augusta profeca mesinica a la cual claramente aluda la voz del cielo (Isaas 42:1): He aqu mi siervo, yo le sostendr ; mi escogido, en quien mi alma toma contentamiento. Tampoco deben pasar inadvertidas las palabras que siguen: He puesto sobre l mi Espritu, dar juicio a las gentes. (La Versin de los Setenta pervierte sta, as como casi todas las predicciones mesinicas, interpolando la palabra Jacob y aplicndola a los judos). Fu oda esta voz por los espectadores? Segn el relato de Mateo uno podra suponer que con este fin se haba dejado or; pero parecera que no fu as, y, probablemente, slo Juan oy y vi alguna cosa peculiar respecto a aquel gran bautismo. Por lo tanto, las palabras a l od, no se aaden, como en el caso de la transfiguracin. CAPITULO 4 Vers. 111. LA TENTACION DE CRISTO. (Pasajes paralelos, Marcos 1:12, 13; Lucas 4:113). 1. Entoncesuna nota indefinida de secuencia. Pero las palabras de Marcos (1:12) asientan lo que habramos naturalmente presumido que fuese el significado, es decir, que lo que sigue aconteci inmediatamente despus de su bautismo; y con esto est de acuerdo la afirmacin de Lucas (4:1). Jess fu llevadoes decir, del profundo valle del Jordn a un lugar ms elevado. del Esprituese bendito Espritu del cual se acababa de hablar como habiendo descendido y reposado sobre l en su bautismo. Lucas relacionando las dos escenas como si la una fuese secuela de la otra, dice: Y Jess, lleno del Espritu Santo, volvi del Jordn, y fu llevado, etc. La expresin de Marcos tiene una sorprendente vivacidad: Y luego el Espritu le impele, lo apresura, lo empuja. (Vase la misma palabra en Marcos 1:43; 5:40; Mateo 9:25; 13:52; Juan 10:4). El pensamiento aqu expresado con tanta fuerza, es el poderoso impulso del Espritu que lo constrea y bajo el cual l fu; mientras que la expresin ms suave de Mateo, fu llevado, da a entender cun verdaderamente voluntaria fu esta accin de su parte. al desiertoprobablemente el agreste desierto de Judea. El sitio preciso que seala la tradicin, se ha llamado por esto Quarantana, o Quarantaria, a causa de los cuarenta das. Se trata de una pared de roca casi perpendicular, de unos 400 a 500 metros de elevacin sobre la llanura. (segn Robinson en su libro Palestine). La suposicin de aquellos que se inclinan a creer que la tentacin de Jess tuvo lugar entre los montes de Moab, es, segn pensamos, muy improbable. para ser tentado La palabra griega peirzein significa simplemente probar, o poner a prueba; y cuando se refiere a Dios en su trato con los hombres, significa esto y no otra cosa. As en Gnesis 22:1: Y aconteci despus de estas cosas, que tent Dios a Abraham, o someti su fe a una prueba severa. (Vase Deuteronomio 8:2). Pero la mayor parte de las veces en las Escrituras, la palabra se usa en un sentido que implica maldad, y quiere decir inducir, solicitar o provocar al pecado. De ah el nombre que aqu se da al maligno, el tentador (v. 3). De modo que la expresin para ser tentado, en este caso, debe entenderse de ambas maneras. El Espritu lo condujo al desierto simplemente para probar su fe; pero como el agente en esta prueba iba a ser el maligno, cuyo solo propsito habra de ser el de seducirlo para apartarlo de su fidelidad a Dios, era una tentacin en el sentido malo de la palabra. La indigna inferencia que algunos tratan de sacar de esta expresin es rechazada enrgicamente por uno de los apstoles (Santiago 1:1317). del diabloLa palabra quiere decir calumniador, uno que lanza acusaciones en contra de otro. De aqu que se le d tambin este otro nombre (Apocalipsis 12:10): El acusador de nuestros hermanos, el cual los acusaba delante de nuestro Dios da y noche. Marcos (1:13) dice: era tentado de Satans, palabra que significa adversario, uno que est en acecho, o predispuesto en contra de otro. Estos y otros nombres dados al mismo espritu cado, sealan diferentes aspectos y funciones de su carcter. Qu era el alto propsito de todo esto? En primer lugar, pensamos que tena como fin que el Seor gustase un poco de lo que le esperaba en su obra que habra de llevar a cabo; luego, creemos tambin que tena por objeto probar el glorioso equipo que para eso acababa de

recibir; adems el Espritu quera animarlo por medio de la victoria que iba a ganar, para que siguiera adelante venciendo a principados y potestades, hasta que al fin los expusiese a escarnio pblico, triunfando sobre ellos en su cruz as tambin para que el tentador pudiese gustar desde el principio, la nueva clase de material que se hallaba dentro del hombre, con el cual tendra que enfrentarse; finalmente, para que l pudiera adquirir capacidad, mediante la experiencia, para socorrer a los que son tentados (Hebreos 2:18). La tentacin evidentemente abarc dos etapas; la una que continu durante los cuarenta das del ayuno; la otra, que aconteci al fin de este perodo. PRIMERA ETAPA: 2. Y habiendo ayunado cuarenta das y cuarenta nochesLucas dice: los cuales pasados. despus tuvo hambredando evidentemente a entender que durante los cuarenta das no tuvo sensacin de hambre, y slo la sinti al final, As ocurri aparentemente con Moiss (Exodo 34:28) y con Elas (1 Reyes 19:8), quienes ayunaron por igual nmero de das. Un poder sobrenatural le fu impartido al cuerpo, pero oper probablemente a travs de una ley natural: la absorcin del Espritu del Redentor en el terrible conflicto con el tentador (Vase Nota, Hechos 9:9). Si tuvisemos slo este Evangelio de Mateo, supondramos que la tentacin comenz despus de los cuarenta das. Pero, basados en lo que Marcos dice: estuvo all en el desierto cuarenta das, y era tentado de Satans, y en lo que Lucas dice: Fu llevado por el Espritu al desierto por cuarenta das, y era tentado del diablo, creemos, sin lugar a duda, que Jess fu tentado durante cuarenta das, antes de que ocurrieran las tres tentaciones mencionadas especficamente despus. Y esto es lo que llamamos la Primera Etapa. Cul haya sido la naturaleza y el objeto de los cuarenta das de tentacin, no se menciona en la Escritura; pero dos puntos aparecen bastante claros: Primero, el tentador haba fracasado completamente en su objetivo; de otro modo no lo habra renovado. Esto est sobreentendido por los trminos con los cuales comienza el segundo ataque. Pero, adems, todo el propsito del tentador durante estos cuarenta das, fu evidentemente el de conseguir que Jess dudase del testimonio celestial que recibi en su bautismo como Hijo de Dios, y conseguir que lo mirase simplemente como una magnfica ilusin, y, en general, tratar de desarraigar de su pecho la conciencia de su filiacin divina. Es fcil imaginar que los detalles de su historia previa, desde los primeros aos de su vida, vinieron a su mente para sostenerlo ante la tentacin. Aade apoyo a este punto de vista con respecto a la tentacin de cuarenta das, el hecho de que se ignoran los detalles de la misma, debido a que es muy difcil imaginarnos cmo se podran haber escrito stos cuando se trat de una lucha interna. Si nuestra opinin es correcta, con cunta naturalidad se inicia la SEGUNDA ETAPA de la tentacin. En el breve relato de Marcos, acerca de la tentacin, hay un detalle expresivo que no dan ni Mateo ni Lucas. Nos referimos a: estaba con las fieras, sin duda para aadir terror a la soledad y agravar el horror de la escena. 3. Y llegndose a l el tentador Evidentemente tenemos aqu una nueva escena. dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se hagan panms bien, panes, lo cual correspondera a piedras en el plural; mientras que Lucas, habiendo dic