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  • MARZO 2008 AO 5 - NMERO 48

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    Comienzan las obras del Metro

  • Edita: ACM.Alcal Comunicacin Municipal

    Presidente:Rafael Chacn

    Vicepresidenta:Guillermina Navarro Peco

    Director Gerente:Jos Luis Daz

    Redaccin:Tctica.Comunicacin e ImagenMara Jos Casal,y Alberto Mallado.Tlf: 95 568 65 [email protected]

    Fotografa:Alejandro CaldernRoco RuzMiguel A. OliverosFrancisco Romero

    Director Comercial:Rafael BlancoPublicidad: 954 979 230

    Diseo Grfico y Edicin:[email protected]

    Marzo 2008

    Editorial

    EL METRO, UNA REALIDAD

    SEMANA SANTALa Semana Santa es el tiempo en el que la ciudad se reencuentra con su historia y su pasado, ofreciendo una leccin de que el respeto hacia el mismo es el mejor camino para el desarrollo de las seas de identidad. En este sentido ofrece la enseanza de que las estampas repetidas crean conciencia de sociedad, de colectividad. En estos das ms que nunca se cumple aquello de que la ciudad es un libro que se lee con los pies. Y a ello debemos aprestarnos en estos das llenos de luz y de sentimientos.

    El Metro de Alcal ha comenzado a tomar forma, con el inicio de unas obras que estn llamadas a transformar profundamente la ciudad. No se trata simplemente de su fisonoma o de un cambio urbanstico. Es una obra que est llamada a cambiar la forma de vivir de los vecinos alcalareos.

    La forma de comunicarse con el entorno ya no ser la misma, porque acudir a Sevilla o a localidades del rea metropolitana ser algo al alcance de todos en pocos minutos. Eso supone nuevas oportunidades

    para relacionarse, para crecer econmicamente o para ganar para el ocio un tiempo que ahora empleamos en desplazamientos. El Metro est llamado a marcar un hito en la historia de Alcal, una etapa apasionante que empieza ahora.

    Imagen de portada: recreacin virtual del Metro a su paso por la Plaza Pablo Picasso y la Avenida de la Constitucin.

  • La Revista SEMANA SANTA

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    Prtico de gloriaDesde primera hora del domingo ms

    esperado del ao, hay un rebullir de gente subiendo las cuestas que llevan a la parro-quia de San Agustn. Saben que all est la estampa que confirma el comienzo de los das de gloria que vendrn. Las palmas son la bandera victoriosa que lucen mayores y nios con el orgullo de saberse continuado-res de algo hermoso.

    Alrededor de las cinco, el barco de la Borriquita enmarcar su palmera en el din-tel de San Agustn. Ya desde dentro suenan las cornetas para anticipar todo lo posible el gozo. En los jardines del templo, se podr comprobar como toma forma el proyecto del nuevo paso para el Seor de la Bondad, que cada ao incrementa su superficie talla-da y que est llamado a configurarse como una de las obras emblemticas de la Semana Santa alcalarea.

    El vistoso conjunto del Misterio de la Entrada en Jerusaln llama la atencin so-bre todo de los pequeos, cada ao son mu-chos los nios que descubren la capacidad de asombrar de la Semana Santa al compro-

    bar que tras el burro que lleva a Jess, va la pequea borriquita, y que entre las perso-nas que rodean a Cristo, tambin hay nios como ellos. Tras el Seor de la Bondad lle-gar la Virgen de la Oliva, tan alcalarea que tiene en su nombre grabado el re-cuerdo de las mujeres que sacaron adelante a sus hijos trajinando con el redondo fruto, el que tiene el mismo color que el palio que cobi-ja y da gloria a la Virgen de la Oliva.

    La cofrada hay que verla en su barrio. Inun-dada de luz a la salida o re-corriendo sus calles en la intimidad de la noche, casi madrugada. Pero tambin hay que verla en el centro, cuando las palmeras de La Plazuela multiplican la del paso y trazan estampas de Judea al paso del Misterio.

    BORRIQUITADOMINGO DE RAMOS

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    En la callejuela del Carmen anida la esencia del espritu salesiano. All en la capilla, los nios del colegio aprenden de devociones y de pasos; de tallas procesio-nales y de la historia de Jess; de la traicin de los apstoles y de la angustia de Cristo; del dolor de su madre y del consuelo que se puede encontrar en ella. En la tarde del Domingo de Ramos, todo ese cmulo de sentimientos se desata, pero el resultado es una palpable alegra, como quera San Juan Bosco, fundador de los Salesianos que aho-ra acogen a la hermandad del Rosario.

    El primer paso traza una nueva es-cena que nos sirve para conocer la Pasin de Cristo. Cambia el escenario. En lugar de palmera, un olivo preside la escena y cobija a los apstoles que duermen, des-preciando a Cristo. El ondulante olivo se derrama en las calles de Alcal despus de traspasar la puerta de la capilla apurando las leyes de la fsica. Sus ramas se mecen por un aire distinto a la brisa de la tarde, es el viento que sopla desde las trabajaderas, marcando un hermoso pasar por las calles de la ciudad. En el palio va la Virgen del Socorro, la delicada dolorosa vestida de blanco y transida de la luz de la tarde que se cuela por su palio.

    Ver salir la cofrada emociona, pero hay un momento de especial intensidad en su recorrido. Al llegar a la residencia de La Milagrosa en la calle Nuestra Seora del guila, la Hermandad toma el encargo de toda Alcal de rendir homenaje a sus ma-yores. El misterio se vuelve para enfrentar la mirada de los abuelos con la anhelante expresin del Seor de la Oracin en el Huerto, que parece pedir con ellos. Y la Virgen lleva el consuelo de su dulce pre-sencia al comps que dictan los rosarios que penden de su varales.

    ROSARIODOMINGO DE RAMOS

    Espritu Salesiano

  • La Revista SEMANA SANTA

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    La Revista

    Dramtico escorzo

    El Cristo del Perdn deja en el aire del Martes Santo la gravedad de su expresin, del dramtico escorzo en el que busca el l-timo aire de la tarde para quedarse un poco ms con la gente de su barrio del Instituto. La Hermandad sale desde el templo de la Inmaculada en un entorno muy populoso, puesto que la zona norte es la ms poblada de la ciudad. Los vecinos saben que ese da es especial, engalanan balcones o se ponen sus tnicas negras para acompaar a los ti-tulares de la cofrada. En una barriada con-formada por bloques de pisos, no poda ser ms idneo el gesto de sus titulares, los dos miran hacia arriba como buscando en los balcones a sus vecinos, trazando complici-dades con ellos o devolvindoles los saludos cotidianos en su iglesia, un templo que ca-da vez ms va afianzando su papel de centro neurlgico del barrio.

    La del Perdn es una hermandad en fase de crecimiento. Estn dando forma a un patrimonio concebido con gusto ex-quisito. Este ao estrenarn el paso para el

    Cristo, que saldr con los volmenes en madera y con los candelabros tallados. Queda an mucho por ha-cer, porque el proyecto es ambicioso y tiene la inten-cin de hacer una aporta-cin novedosa a la Semana Santa de Alcal. Ser un pa-so dorado, pero en el que el protagonismo estar en las cartelas pintadas que irn en la canastilla y en la ima-gen de Santa Clara que ir en la delantera y que porta-r una reliquia de la santa, tan vinculada a la Hermandad.

    El paso de la cofrada por su barrio es un buen momento para verla, pero es fundamental seguirla hasta que pasa por la calle Nuestra Seora del guila. La Hermandad hace estacin de penitencia al convento de Santa Clara y all tiene su punto culminante.

    PERDNMARTES SANTO

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    La Hermandad del Cautivo tiene en sus titulares dos de los principales refe-rentes devocionales de la ciudad. El Se-

    or Cautivo y la Virgen de la Esperanza arras-tran a muchas perso-nas detrs de ellos. Lo hacen durante todo el ao, pero esa devocin se manifiesta pujante en la calle en la tarde del Mircoles Santo. La enhiesta figura del Seor Cautivo forma parte de la esencia al-calarea, tanto que es-t tallado en la madera de un rbol del Par-que que cay por su rayo y que volvi a re-verdecer con el verde de la Esperanza de la Virgen que lo acom-paa. La Virgen de la Esperanza es la encar-

    nacin de una guapa mujer alcalarea. Morena, joven y de expresivos ojos, so-bre su belleza cae el ligero velo de la pe-na por su Hijo.

    La Hermandad tiene muchos pro-yectos a la vista que van fraguando en su casa de hermandad de la calle San Se-bastin. All se habla del nuevo paso pa-ra el Seor que toma forma en el taller de Guzmn Bejarano y que estrenar la prxima Semana Santa. Ser un paso do-rado y barroco, que sigue la mejor tra-dicin de estas obras de arte en Sevilla. Llevar alrededor un apostolado com-pleto, as como las figuras de la Virgen de los Dolores y San Sebastin por ser el santo titular de su parroquia. El paso deber seguir creciendo en los siguientes aos con el dorado del mismo.

    Pero el nuevo paso abre la puer-ta a otro de los grandes proyectos de la corporacin que es sacar a la calle en su cortejo la imagen de la Virgen de los Do-lores, la tercera titular de la Hermandad y que puede verse todo el ao en su capi-lla de San Sebastin. La talla, obra de Pi-neda Caldern, podra salir en el actual paso del Cautivo. Ya este ao habr una representacin de la tnica nazarena que lucirn quienes acompaen a la Virgen y que por ahora ir con la insignia de la Virgen de los Dolores.

    El Cautivo es una hermandad de noche, aunque son tambin muchas las personas que acuden a verla salir con la ltima luz de la tarde. Su recorrido es muy vistoso por la Plaza del Paraso, ya prxima a su templo. Este ao hay una novedad en el recorrido. Se retoma el viejo trazado y la Hermandad no pasar por la Plaza de la Almazara. De esta for-ma, en su lugar tomar por la calle Santa Ana, como haca anteriormente.

    CAUTIVOMIRCOLES SANTO

    Devocin que apasiona

  • La Revista SEMANA SANTA

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    Sobria eleganciaLa cofrada de la Amargura ha sa-

    bido trazar en los ltimos aos un estilo procesional muy definido y de enorme personalidad. Es el complemento per-fecto a la