COMISIÓN ARQUIDIOCESANA DE ANIMACIÓN MISIONERA · VÍA LUCIS MISIONERO ... Vamos a dejarnos iluminar por la acción de Jesús resucitado para que con valentía anunciemos ... Porque

COMISIÓN ARQUIDIOCESANA DE ANIMACIÓN MISIONERA

VÍA LUCIS MISIONERO

Se propone el rezo del vía Lucis, en el tiempo Pascual ya que en las estaciones – siguiendo el esquema

del rezo del vía crucis – se contempla la alegría de la Resurrección.

Recientemente, en diversos lugares, se está difundiendo este ejercicio de piedad. En él, como sucede en el

Vía Crucis, los fieles, recorriendo un camino, consideran las diversas apariciones en las que Jesús – desde la

Resurrección a la Ascensión, con la perspectiva de la Parusía – manifestó su gloria a los discípulos, en espera

del Espíritu prometido (cfr. Jn 14,26; 16,13-15; Lc 24,49), confortó su fe, culminó las enseñanzas sobre el

Reino y determinó aún más la estructura sacramental y jerárquica de la Iglesia.

Mediante el ejercicio del Vía lucis los fieles recuerdan el acontecimiento central de la fe – la

Resurrección de Cristo – y su condición de discípulos que en el Bautismo, sacramento pascual, han pasado

de las tinieblas del pecado a la luz de la gracia (cfr. Col 1,13; Ef 5,8).

Durante siglos, el Vía Crucis ha mediado la participación de los fieles en el primer momento del

evento pascual – la Pasión – y ha contribuido a fijar sus contenidos en la conciencia del pueblo. De modo

análogo, en nuestros días, el Vía lucis, siempre que se realice con fidelidad al texto evangélico, puede ser un

medio para que los fieles comprendan vitalmente el segundo momento de la Pascua del Señor: la

Resurrección.

(Del Directorio de Piedad de Popular del Vaticano- 2002 )


PARA REZAR EN NUESTRAS COMUNIDADES

(disponer de velas o similares para los fieles que lo recen – y todos los materiales para los gestos concretos de cada

una de las estaciones. Dichos objetos o signos pueden modificarse según cada comunidad lo vea conveniente y según

las posibilidades, manteniendo el espíritu y esencia de cada una de las estaciones)

Como misioneros anunciamos esta alegría del gozo Pascual: Jesús ha vencido a la muerte y nosotros

somos sus testigos.

Queremos hacer camino con Jesús, llevando la Buena Noticia a los hermanos que en medio de la

desesperanza necesitan encontrarse con el Resucitado para llenarse de fe y caminar en la Vida que Jesús nos

regala de manera misericordiosa.

Vamos a dejarnos iluminar por la acción de Jesús resucitado para que con valentía anunciemos a

otros que la Pascua nos da vida.

Encendamos nuestras luces para iniciar este camino juntos.

- Para la procesión del Vía Lucis es recomendable llevar cruz procesional, el cirio pascual u otro cirio, Biblia

grande, Imagen de María… Signos que animarán el camino y la oración.

- En cada una de las estaciones: se enuncia la misma, se proclama la Palabra de Dios, se realiza una reflexión,

se propone un gesto (opcional) y se continúa caminando.

- Se comienza haciendo la señal de la cruz.

- Canto apropiado.

- Luego de enunciada la estación decimos: Porque con tu Pascua das Vida al mundo.

✓ 1º estación: JESÚS HA VENCIDO A LA MUERTE, RESUCITÓ

Guía: Te adoramos Cristo Resucitado y te bendecimos

Todos: Porque con Tu Pascua das Vida al mundo.

Del Evangelio de Mateo:

Pasado el sábado, al aclarar el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a visitar el

sepulcro. De repente se produjo un violento temblor; el Ángel del Señor bajó del cielo, se dirigió al sepulcro,

hizo rodar la piedra de la entrada y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el relámpago y sus ropas blancas

como la nieve. Al ver al Ángel, los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos. El Ángel dijo a


las mujeres: "No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado

como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba" (Mt 28, 1-6).

Ha Resucitado! El kerygma se ha hecho vida. Esto es lo que anunciamos. Jesús con su muerte y su

resurrección nos revela la misericordia infinita del Padre.

He aquí el primer anuncio: «Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día,

para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte». Cuando a este primer anuncio se le llama «primero», eso

no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es

el primero porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y

ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de nuestras misiones, en alguna

etapa o momento. (Cfr EG 164)

GESTO: Encendemos nuestros cirios, dándonos luz unos a otros, para que también nosotros podamos ver al

Resucitado.

Pidamos hoy que vayamos siempre sin miedo a anunciar la misericordia del Padre. Recemos para que nuestra

vida sea un anuncio creativo y fiel para quienes son los destinatarios del mensaje.

Rezamos PADRENUESTRO, GLORIA

✓ 2º estación: LOS DISCÍPULOS ENCUENTRAN EL SEPULCRO VACÍO



Del Evangelio de Juan:

Pedro y el otro discípulo salieron para el sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más

que Pedro y llegó primero al sepulcro. Como se inclinara, vio los lienzos tumbados, pero no entró. Pedro llegó

detrás, entró en el sepulcro y vio también los lienzos tumbados. El sudario con que le habían cubierto la

cabeza no se había caído como los lienzos, sino que se mantenía enrollado en su lugar. Luego entró el otro

discípulo, el que había llegado primero: él también vio y creyó (Jn 20, 3-8).


“El también vio y creyó”. Hoy también nosotros somos invitados a descubrirlo, a vivirlo. Cristo resucitado y

glorioso es la fuente profunda de nuestra esperanza, y no nos faltará su ayuda para cumplir la misión que

nos encomienda.

Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece

que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza

imparable. (Cfr. EG 276)

GESTO: como signo de los brotes de vida que nos trae Jesús, vamos a acercarnos a regar esta planta, para

que continúe creciendo por nuestra acción y la gracia de Dios

(disponer de planta pequeña y jarra con agua)

Pidamos poder siempre tener fe y dar fe para acrecentar la nuestra.

Rezamos PADRENUESTRO, GLORIA.

✓ 3º estación: JESÚS RESUCITADO SE ENCUENTRA CON MARÍA MAGDALENA




María se quedaba llorando fuera, junto al sepulcro. Mientras lloraba se inclinó para mirar dentro y vio a dos

ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y el otro a los

pies. Le dijeron: “Mujer, ¿por qué lloras?” Les respondió: “Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo

han puesto”. Dicho esto, se dio vuelta y vio a Jesús allí, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dijo:

“Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?” Ella creyó que era el cuidador del huerto y le contestó: “Señor, si

tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.” Jesús le dijo: "¡María!". Ella lo reconoció y le

dijo en hebreo: "¡Rabboní!", es decir, "¡Maestro!" (Jn 20, 11-16).

María Magdalena es ejemplo para la vida. Su llanto prepara para ver a Jesús. María lo ha visto y se ha sentido

interpelada porque el Maestro la llamó por su nombre. Pidamos hoy la “gracia de poder decir con la vida: "He

visto al Señor, no porque me ha aparecido, sino porque lo he visto dentro del corazón".


Que nuestras lágrimas limpien nuestra mirada, para verlo en cada uno de nuestros hermanos sufrientes,

desesperanzados o abatidos que necesitan de su misericordia.

GESTO: Vamos a lavarnos los ojos con esta agua, unos a otros, para limpiar nuestra vista y ver más

claramente a Jesús que se nos manifiesta.

(palangana con agua y toalla, cada uno pasa y lava los ojos del que tiene al lado)


✓ 4º estación: JESÚS EN EL CAMINO DE EMAÚS



Del Evangelio de Lucas:

Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblo llamado Emaús e iban conversando sobre todo lo que

había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con

ellos, pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Jesús les dijo: “¡qué poco entienden ustedes y qué

lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías

soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?" y comenzando por Moisés y continuando con todos

los Profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a Él (Lc 24, 13-15. 25-27).

Es hermosa la imagen de estos hombres que van caminando y el Señor que los sale a buscar y camina con

ellos. Ellos hace poco tiempo habían conocido a alguien que había cambiado su vida y que ahora, aquel que

prometió tanto había muerto. En realidad, está resucitado, pero en el corazón de ellos está muerto, no le

creen a las mujeres que dicen haberlo visto, lo han perdido. Al perderlo a Jesús se han perdido a sí mismos,

no tienen hogar, su corazón está rumiando una tristeza, están sufriendo una pérdida.

Cuántas veces vamos caminando con nuestro corazón muerto, cuantas veces le damos lugar al desánimo, al

dolor.

Hoy Jesús sale a nuestro encuentro y nos anima a salir y caminar junto a los que van viviendo su propio

Emaús.


GESTO: Hoy le ofrecemos a Jesús nuestras manos para seguir misionando y amando.

(las extendemos para rezar el padrenuestro)


✓ 5º estación: JESÚS RESUCITADO SE MANIFIESTA AL PARTIR EL PAN




Al llegar cerca de Emaús, hizo como que quisiera seguir adelante, pero ellos le insistieron, diciendo: “Quédate

con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el día” Entró pues, para quedarse con ellos. Y mientras

estaba a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, luego lo partió y se lo dio. En ese momento

se les abrieron los ojos y lo reconocieron (Lc 24,28-31).

Nuevamente abrir los ojos para reconocerlo. El Pan, algo tan sencillo y necesario como el alimento, permite

que suceda.

Hoy pedimos que también lo reconozcamos al partir el pan, que anunciemos que Jesús está presente de una

vez y para siempre en la Eucaristía, que cada vez que compartimos la mesa, nos hacemos familia, amigos y el

Señor en medio nuestro.

Haberlo reconocido a Cristo en la fracción del Pan, habilita la misión, nos compromete e impulsa a la misión.

GESTO: Como signo de la presencia viva del Resucitado entre nosotros, vamos a partir y compartir el pan,

pidiendo la gracia de reconocerlo en nuestros gestos cotidianos y nos de la fuerza de sabernos amados

siempre. (pan grande para compartir entre los que rezamos el vía lucis)


✓ 6º estación: JESÚS RESUCITADO SE APARECE A LOS DISCÍPULOS





Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: “Paz a ustedes”. Quedaron atónitos y asustados, pensando

que veían algún espíritu, pero Él les dijo: “¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso? Miren

mis manos y mis pies, soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes

ven que yo tengo.” (Lc 24, 36-39).

La paz que vence los miedos, las incertidumbres. La paz que nos da la felicidad auténtica.

Hoy somos testigos como los discípulos de que Jesús Resucitado es el único capaz de darnos esa paz.

Paz que necesita el mundo, paz que exige ser vivida coherentemente y con la valentía de los hijos de Dios.

GESTO: Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles: La paz les dejo mi paz les doy. No tengas en cuenta

nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia y conforme a tu palabra, concédenos la paz y la unidad. Tu que vives

y reinas por los siglos de los siglos. Amén

Nos damos un saludo de paz. Rezamos PADRENUESTRO, GLORIA

✓ 7º estación: JESÚS RESUCITADO, DA EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS




Jesús les volvió a decir: “La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.

Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que

ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan" (Jn 20, 21-23).

“¡La paz de Jesús es una Persona, es el Espíritu Santo! El mismo día de su Resurrección, Él viene al Cenáculo

y su saludo es: ‘La paz esté con ustedes. Reciban al Espíritu Santo’. Ésta es la paz de Jesús: es una Persona,

es un regalo grande. Y cuando el Espíritu Santo está en nuestro corazón, nadie puede arrebatarnos la paz

¡nadie! ¡Es una paz definitiva!” (Homilía del Papa Francisco, 20/5/2014)

Y seguimos sumando gracias a nuestra vida como misioneros con el don de la paz, Jesús nos confirma en el

sacramento del perdón, un perdón que resucita y que con misericordia debemos hacer llegar a todos.


GESTO: En un minuto de silencio, pasamos por nuestro corazón a todas las personas que nos han ofendido

y que merecen nuestro perdón y ponemos en atención a aquellas personas a las que tenemos que pedir

perdón.


✓ 8º estación: EL RESUCITADO CONFIRMA LA FE DE TOMÁS




Ocho días después, los discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas

cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: “La paz esté con ustedes.” Después dijo a Tomás:

"Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas

incrédulo, sino hombre de fe". Tomás respondió: "¡Tú eres mi Señor y mi Dios!" Jesús replicó: “Crees porque

me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto! (Jn 20, 26-29).

Tomas se resiste a creer el testimonio de sus compañeros, él no estaba cuando Jesús resucitado se había

hecho presente en medio de ellos. Movido por el Espíritu, vuelve (se convierte) a su comunidad y pude ver

con sus propios ojos y palpar con sus propias manos al Señor, rey de la vida. Solo la comunidad nos ayuda a

encontrar la fe y a sostenerla, el Resucitado así lo quiere. En la comunidad de la Iglesia vive el Espíritu que

dispone y ayuda a ver las señales del Resucitado que está en el mundo operando. Haciendo nueva todas las

cosas. Un misionero nunca está solo en la tarea, siempre va en comunidad, pidamos al Señor la gracia de

sabernos llamados a vivirla.

GESTO: En voz alta nombramos a nuestra comunidad, pidiendo para ella la gracia, la sabiduría y la fuerza del

Espíritu para ser signos del Resucitado en medio del mundo.

Rezamos PADRENUESTRO, GLORIA.}


✓ 9º estación: JESÚS RESUCITADO ENCUENTRA A SUS DISCÍPULOS EN EL LAGO TIBERÍADES




Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discípulos no sabían que era El. Jesús les dijo:

“Muchachos, ¿tienen algo que comer? Le contestaron: “Nada” Entonces Jesús les dijo: “Echen la red a la

derecha y encontrarán pesca” Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de

peces. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: "¡Es el Señor!". Cuando Pedro oyó que era el Señor, se

ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Jesús dijo: "Traigan algunos de los

pescados que acaban de sacar"; se acercó, tomó el pan y se los dio, e hizo lo mismo con el pescado. Esta fue

la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos (Jn 21,4-7. 10. 13).

Los discípulos han vuelto a sus tareas de pescadores, y es ahí donde otra vez Jesús con su Palabra y sus

gestos se les aparece.

En medio de nuestras acciones cotidianas, Jesús se manifiesta y nos invita a adherirnos plenamente a Él. Hoy

somos nosotros llamados a tirar las redes y a poner lo que tenemos para que Jesús obre el milagro en

nuestras vidas y en la de tantos que precisan del Señor en as las suyas.

GESTO: de la red que está desplegada saquemos un pescado para compartir y encontrar en él un sencillo

mensaje de resurrección.

(disponer una red o algo similar, y en siluetas de pescados hechas en cartulina, escribir algún mensaje o cita

bíblica de resurrección)


✓ 10º estación: JESÚS RESUCITADO CONFIERE EL PRIMADO A PEDRO





"Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? Él le responde: "Si, Señor, tú sabes que te amo". Le dice:

"Apacienta mis corderos". (Juan 21, 15)

Nos encontramos en unos de los diálogos más bellos de Jesús con Pedro. Jesús que quiere llevarnos al primer

amor, a volver a pasarlo por el corazón.

Solo se anuncia y se vive lo que se ama. Y no se ama lo que no se conoce. Jesús nos lleva hoy también a

nosotros a ese instante con esa pregunta, para que, reconociéndolo, podamos quererlo y hacer que otros lo

quieran.

El primer amor jamás se olvida, pasemos por el corazón ese momento y esas personas que nos llevaron al

encuentro con Jesús la primera vez.

GESTO: Escribimos en ese corazón el recuerdo del nombre de la persona que nos llevó al primer amor.

(se precisan corazones de papel o cartulina y lapiceras para los participantes)


✓ 11º estación: JESÚS ENCARGA A SUS DISCÍPULOS LA MISIÓN UNIVERSAL



Del Evangelio de Mateo:

Los once discípulos partieron hacia Galilea al monte que Jesús les había indicado. Cuando vieron a Jesús, se

postraron ante Él, aunque algunos todavía dudaban. Jesús se acercó y les habló así: “Me ha sido dada toda

autoridad en el Cielo y en la tierra. "Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos

en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he

encomendado a ustedes. Y sepan que Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt 28,

16-20).

Estalla la misión. Los mismos discípulos que venían por el camino desalentados, vuelven a anunciar con

alegría, con paz.


La tarea recién comienza. La Resurrección espera ser anunciada por nosotros, los misioneros.

Todos los encuentros con Cristo resucitado se vuelven misión, se vuelven anuncio, para volver a la comunidad

y no quedarse en sí mismo. Siempre necesita el espacio del anuncio. La misión referida a la familia, los amigos,

quienes son importantes en nuestra vida.

GESTO: ofrecemos en esta estación unas alpargatas, signo de nuestro andar, queriendo ser sus discípulos

misioneros, a donde se nos envía, a donde somos llamados y a donde nadie nos espera.

(Disponer de un par de alpargatas que se ponen en el camino del vía lucis)


✓ 12º estación: JESÚS RESUCITADO ASCIENDE AL CIELO



Del libro de los Hechos de los Apóstoles:

Jesús les dijo: “Recibirán la fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en

Jerusalén, en toda Judea y hasta los extremos de la tierra”. Dicho esto, Jesús fue levantado ante sus ojos y

una nube lo ocultó de su vista. Los discípulos seguían mirando fijamente al cielo mientras se alejaba. Pero de

repente vieron a su lado a dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Hombres de Galilea: ¿Por qué

siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera

que lo han visto partir" (Hech 1, 8-11).

Jesús se ha cubierto de gloria y ha ascendido a los cielos, pero nosotros no podemos quedar anhelando al

Señor, sino que debemos hoy hacer realidad el mandato misionero. No es tiempo de excusas, sino de gestos

concretos que abran cauces a la misión con creatividad, simpatía y esfuerzo.

GESTO: Sumamos otro signo de nuestra misión, ofrecemos un rosario misionero, pidiendo ser siempre

contemplativos en la acción.

Pidamos fuerza y alegría para no quedarnos mirando el cielo, sino que podamos hacer realidad el Reino en

nuestros ámbitos y que la misión sea el estilo de vida que vivamos, anunciando tu Pascua Señor.



✓ 13º estación: LOS DISCÍPULOS ESPERAN LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO




Entonces subieron a Jerusalén desde el monte de los olivos. Entraron en la ciudad y subieron a la habitación

superior de la casa donde se alojaban. Los apóstoles estaban íntimamente unidos, perseveraban juntos en la

oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la Madre de Jesús, y de sus hermanos (Hech 1, 12.14).

La comunidad cristiana se reúne en torno a María en la fe, en la oración constante y en el amor. Apóstoles y

fieles, hombres y mujeres, todos juntos alabando a Dios, dando testimonio de su fe en el Cristo Resucitado,

de la vida nueva, en la espera que se cumpla la promesa de Jesús de enviar al Espíritu Consolador "para que

permanezca con ustedes para siempre".

GESTO: Ofrecemos el libro de la Palabra, signo de la unidad de los cristianos reunidos en nombre del Señor.

Pidamos nosotros siempre permanecer junto a la Madre en actitud orante, sabiendo que El permanece con

nosotros y en nosotros mientras esperamos la fuerza de lo Alto.


✓ 14º estación: JESÚS RESUCITADO ENVÍA EL ESPÍRITU SANTO




Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De pronto, vino del cielo un

ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa donde se encontraban. Y vieron

aparecer unas lenguas como de fuego que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos


quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía

que se expresaran. (Hech 2, 1-4).

El Señor Jesús nos envió el espíritu prometido, que sería el primer animador y santificador en el mandato

misionero. Sin el Espíritu no hay mandato misionero posible, no hay gracia del Resucitado, no hay acción

misionera fecunda.

¡El soplo del Espíritu nos llena y permite que proclamemos gozosos que El Señor vive y está entre nosotros!

GESTO: encendemos el CIRIO PASCUAL del templo. El signo de la luz que el Espíritu nos infunde y nos

impulsa a la misión.

Pidamos siempre ver, ser dóciles y animarnos a la misión.

Que seamos promotores de un nuevo Pentecostés, que el Señor sea en todo y en todos.


BENDICIÓN SOLEMNE

Dios fuente de luz, que nos ha mandado el Espíritu consolador bendice nuestras familias y trabajos.

T: Amén.

El Señor resucitado les comunique el fuego de su Espíritu y los ilumine con su sabiduría.

T: Amén.

El Espíritu Santo, que ha reunido pueblos diversos en una única Iglesia, los vuelva perseverantes en la fe y

felices en la esperanza de vivir un día todos juntos en su Reino.

T: Amén.

Y la bendición de Dios omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes, y permanezca

para siempre.

T: Amén.

Canto final

• En el nombre del Padre del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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