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COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO SOBRE LAS NUEVAS FORMAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL COMO CONSECUENCIA DEL FUERTE INCREMENTO DEL DESEMPLEO PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MARÍA JESÚS SÁINZ GARCÍA celebrada el lunes, 8 de marzo de 2010 ORDEN DEL DÍA: Páginas Comparecencias para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión: .................. 2 — De la Secretaria Confederal de Política Social de Comisiones Obreras (CCOO), D.ª Rosana Costa Navarro, a petición del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 715/000249). .......... 2 — Del Secretario General de la Unión Sindical Obrera (USO), D. Julio Salazar Moreno, a petición del Grupo Parlamentario Popular en el Senado. (Número de expediente 715/000211). .............................. 10 Año 2010 IX Legislatura Comisiones. Núm. 288

COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO SOBRE LAS NUEVAS … file— Del Secretario General de la Unión Sindical Obrera (USO), D. Julio Salazar Moreno, a petición del Grupo Parlamentario Popular

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COMISIÓN ESPECIAL DE ESTUDIO SOBRE LASNUEVAS FORMAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL COMO

CONSECUENCIA DEL FUERTE INCREMENTODEL DESEMPLEO

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MARÍA JESÚS SÁINZ GARCÍA

celebrada el lunes, 8 de marzo de 2010

ORDEN DEL DÍA:

Páginas

Comparecencias para informar en relación con la materia objeto de estudio de la Comisión: .................. 2

— De la Secretaria Confederal de Política Social de Comisiones Obreras (CCOO), D.ª Rosana CostaNavarro, a petición del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 715/000249). .......... 2

— Del Secretario General de la Unión Sindical Obrera (USO), D. Julio Salazar Moreno, a petición delGrupo Parlamentario Popular en el Senado. (Número de expediente 715/000211). .............................. 10

Año 2010 IX LegislaturaComisiones. Núm. 288

Se abre la sesión a las once horas y cinco minutos.

La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías. Seabre la sesión.

COMPARECENCIAS PARA INFORMAR EN RELA-CIÓN CON LA MATERIA OBJETO DE ESTUDIO DELA COMISIÓN:

— DE LA SECRETARIA CONFEDERAL DE POLÍTICASOCIAL DE COMISIONES OBRERAS (CCOO),D.ª ROSANA COSTA NAVARRO, A PETICIÓN DELGRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA (Númerode expediente 715/000249).

La señora PRESIDENTA: Esta sesión se celebra un díamuy especial, el día 8 de marzo de 2010, día de la mujertrabajadora, aunque seguro que todos pensamos que lamujer trabaja no solo un día sino todos los días y ademásdoblemente.

Antes de comenzar con el orden del día vamos a proce-der, si les parece y si están en condiciones de hacerlo, a laaprobación del acta de la sesión celebrada el día 8 defebrero de 2010. ¿Se puede aprobar por asentimiento?(Asentimiento.)

Queda aprobada.Muchísimas gracias.Vamos a dar comienzo a la primera comparecencia del

orden del día de hoy, a cargo de doña Rosana Costa Navarro,secretaria de la Confederación de Política Social de Comi-siones Obreras, que viene para informar en relación con lamateria objeto de esta Comisión de estudio, que, comosaben, son las nuevas formas de exclusión social comoconsecuencia del fuerte incremento del desempleo. Cadadía escuchamos y vemos con preocupación desde todoslos ámbitos los problemas de exclusión social que en esesentido se están produciendo. Hemos tenido ya —y me lopreguntaba al inicio la compareciente— muchas e impor-tantes comparecencias, y algunas de ellas, como es lógico,nos han llenado de bastante preocupación. En todo caso,nuestro objetivo, como sabe, es tratar de elaborar unasconclusiones que puedan ayudar a salvar estas dificultadespor las que atraviesan tantas personas. Estamos seguros deque su visión será importante y nos ayudará a configurarel trabajo que consideramos tan necesario en la comisión.

Por tanto, tiene la palabra doña Rosana Costa Navarropor un espacio aproximado de unos veinte minutos para suprimera intervención.

La señora SECRETARIA CONFEDERAL DE POLÍTICASOCIAL DE COMISIONES OBRERAS (CCOO) (CostaNavarro): Muchas gracias, presidenta.

En primer lugar, me sumo a esta mención especial al díade hoy, al día 8 de marzo. Si les parece, voy a leer mi inter-vención en aras de no hacerla más larga de lo que puedaser y, por supuesto, así quedar a su disposición.

Buenos días, señorías. Comienzo mi intervenciónhaciéndoles saber que Comisiones Obreras saluda positi-vamente que el Pleno del Senado decidiera en su día laConstitución de esta Comisión Especial de estudio sobrelas nuevas formas de exclusión social como consecuenciadel fuerte incremento del desempleo. En todo caso, lesagradezco que hayan tomado en consideración nuestracomparecencia en ella, de manera que podamos participaren la reflexión, en el análisis y en la propuesta sobre exclu-sión, pobreza y empleo, cuestiones con las que este sindi-cato se siente particular y medularmente comprometido.En definitiva, les agradezco la posibilidad brindada a par-ticipar en el trabajo que esta comisión desarrolla.

Hace un año que fue aprobada su constitución y hacetambién aproximadamente un año que Comisiones Obre-ras presentó a los Gobiernos, a las instituciones y a lasociedad en general su análisis sobre las causas de la cri-sis financiera y económica internacional en la que noshallábamos inmersos. Caracterizábamos la situación inci-diendo también en la repercusión más aguda que esta cri-sis internacional presenta en el Estado español por coinci-dir con el agotamiento de nuestro propio sistemaproductivo y sus consecuencias, entre otras, las referidasal crecimiento del empleo de baja cualificación, a la bajaestabilidad laboral y a los bajos salarios. Simultáneamen-te poníamos el foco y la prioridad en la necesidad de pro-porcionar protección social a las personas que ya estabanperdiendo el empleo o no podían acceder a él para garan-tizar coberturas mínimas pero suficientes y evitar riesgosde exclusión ante el dramático crecimiento del desempleoy de hogares afectados por la pérdida de los ingresos pro-venientes del mercado de trabajo, todo ello junto con lasmedidas, tanto de carácter coyuntural como estratégicoque, entendíamos, había que adoptar para salir de esta cri-sis en mejor y distinta condición que la que nos había con-ducido a ella. Todo —decía— quedó recogido en nuestrapropuesta de pacto por la economía, el empleo y la cohe-sión social.

Para hacer frente de forma inmediata a la coyuntura,presentamos un paquete de medidas para reactivar la eco-nomía, frenar la destrucción de empleo y para revisar elsistema financiero y favorecer el flujo del crédito a perso-nas y familias. Con carácter de urgencia en Comisionesplanteamos también la necesidad de adoptar una serie demedidas para garantizar cobertura económica a los milesde trabajadores y trabajadoras que, ajenos a las causas deesta crisis, la estaban pagando y pagarían en primera per-sona con la pérdida del empleo, afrontando no solo laminoración de su nivel de vida, sino la imposibilidad dehacer frente a los más elementales gastos de subsistenciay de vivienda. En concreto, y para garantizar la protecciónsocial de manera inmediata, propusimos por una partemejorar la protección por desempleo incrementando losperíodos de prestación y ampliando el período de subsidiopara mayores de 45 años. Por otra, propusimos adoptarmejoras en la renta activa de inserción modificando algu-nos requisitos de acceso como ser mayor de 45 años, redu-cir el período de permanencia ininterrumpida en el desem-

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pleo durante un mínimo de doce meses y ampliar losperíodos de percepción. Finalmente, desde el Gobiernocentral se estableció una nueva prestación de 420 euroscon carácter extraordinario y temporal, que ha operado alo largo de 2009 y que recientemente ha sido ampliada ensu período de vigencia. No era la respuesta ideal ni setomó con la prontitud que las circunstancias requerían,pero ha sido y es una medida que ha venido a paliar situa-ciones absolutamente desprotegidas y descubiertas en elordenamiento actual del sistema de protección por desem-pleo de nuestro país, así como en la mayoría de los sistemasautonómicos de servicios sociales y de rentas mínimas.Nuestra organización valora positivamente la consignaciónde gasto público que el Gobierno ha hecho para la protec-ción de estas situaciones carenciales. Dicha medida fue pre-cedida en muchos casos por un esfuerzo económico hechodesde las entidades locales, que veían cómo ante el incre-mento de la demanda en el primer trimestre de 2009 ya seagotaban las partidas para prestaciones económicas decarácter asistencial previstas para todo el año.

En diferentes tiempos y con distinta intensidad lascomunidades autónomas también han incrementado loscréditos presupuestarios destinados a las rentas mínimasde inserción o salarios sociales, prestaciones que son de sucompetencia y que presentan distinta consideración yalcance real de protección según a qué comunidad autóno-ma o nacionalidad nos refiramos. Lo cierto es que se vivie-ron semanas y meses de incertidumbre y de necesidad porparte de las primeras personas y familias que eran vícti-mas de la dramática destrucción de empleo. Una parte sig-nificativa eran jóvenes, mujeres e inmigrantes, en definiti-va, aquellos grupos sociales que presentan mayorprecariedad en el mercado de trabajo expresada en unamayor concentración de contratos temporales, en salariosmás bajos y en la falta de tiempo necesaria de cotizaciónque les permita acumular suficientes derechos de protec-ción por desempleo.

También hay que poner de relieve cómo en esta ocasiónla tasa de paro del sustentador principal del hogar ha cre-cido más y más rápidamente que en otras etapas de desem-pleo, al igual que el mayor incremento de hogares dondetodos sus activos están en paro, circunstancias difícilestambién para los profesionales de los servicios socialesmunicipales y de empleo que en estos primeros mesesatendían una creciente e imparable demanda de prestacio-nes de carácter económico en medio de una ausencia demedidas ajustadas al perfil de las situaciones y una insufi-ciencia de medios para dar cobertura desde algunas pres-taciones existentes, pero con un marcado carácter asisten-cial y residual. En este contexto el Gobierno centralformuló la nueva medida de los 420 euros para dar unarespuesta paliativa, acotada en el tiempo y vinculada a lacrisis que viniera a cubrir este vacío de cobertura existen-te entre unas y otras medidas protectoras, entre unos yotros sistemas de protección social.

Pero a fecha de hoy, y en el seno de esta comisión espe-cial del Senado, queremos traer desde Comisiones unasreflexiones y consideraciones que puedan formar parte del

trabajo, del análisis y de la propuesta que esta comisióndeba trasladar al Pleno del Senado en relación con la pro-tección social de las situaciones de pobreza y exclusiónderivadas, en primera instancia, del desempleo. Entende-mos que el trabajo que acomete esta comisión se sitúa conuna proyección que va más allá de la primera respuestatransitoria y de coyuntura que ha supuesto esta nuevamedida y que se hace bajo la reflexión de las debilidadesque ha manifestado el actual sistema de protección social,caracterizado por la ausencia de una garantía de rentas y ladesarticulación e insuficiencia de la red de prestacionesexistentes en su conjunto. Dentro de estas consideracio-nes, la primera sería que no estamos hablando de nuevassituaciones de pobreza si nos referimos a su caracteriza-ción y origen. Me explicaré. La crisis financiera y la con-secuente caída de la economía han provocado una fortísi-ma destrucción de empleo, que en nuestro país se sitúa enel doble de la media europea. Este diferencial se explicacomo fruto de un patrón de crecimiento agotado queconfigura a su vez un mercado de trabajo estructural-mente muy precarizado, con especial incidencia en algu-nos ámbitos y sectores de la producción y en los servi-cios —también en los servicios públicos— y que afectade manera especial a determinados grupos poblaciona-les. Pero las situaciones de pobreza o exclusión socialderivadas de unas condiciones precarias de empleo y sala-rio o de la expulsión o inaccesibilidad al mercado de tra-bajo ya era una realidad que afectaba a un número impor-tante de personas y familias en este país que ya disponíande escasa protección social o carecían de ella. Hay quedecir también que las mujeres presentan una tasa de ries-go de pobreza 2,7 puntos superior a la de los varones.

La crisis ha venido a multiplicar exponencialmente elnúmero de personas y hogares afectados por la falta deempleo, por el empleo precario y por las carencias econó-micas que ello conlleva. La crisis ha puesto en evidencia yagudiza una realidad preexistente que no es otra que eneste país carecemos de una red de protección social bientejida que ofrezca seguridad económica ante la pérdida oausencia de ingresos provenientes del mercado de trabajo.La insuficiencia y falta de adecuación de algunas medidas,las lagunas entre prestaciones contributivas y no contribu-tivas, entre prestaciones sociales y prestaciones pordesempleo, el desarrollo inconcluso o deficiente de com-petencias en materia de protección de una u otra adminis-tración —laboral o social— y de uno u otro ámbito terri-torial —estatal o autonómico—, así como lasdesigualdades y desequilibrios interterritoriales entre elgrado de cobertura, niveles y perfiles de protección locertifican.

Expongo a continuación algunos datos basados en esta-dísticas oficiales que ilustran lo anterior.

La pobreza, en el conjunto del Estado español, tiene uncarácter crónico y estructural en la medida en que durantelos últimos veinticinco años la tasa de pobreza relativa haoscilado entre el 18,4% y el 19,7% de la población. A suvez, estamos en torno a 4 puntos por encima de la tasa depobreza media del conjunto de Europa. En 2007 ni la

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desaceleración ni la recesión económica se habían instala-do aún en nuestro país. Pero voy a darles unos datos queaparecen en un informe que les aconsejo se lean, el Siste-ma de garantías de ingresos mínimos en España y la res-puesta urgente que requiere la crisis, hecho por De laParra y Ayala en 2009. Como decía, este informe recogealgunos datos de interés. Decía: en 2007, el 5,7% de loshogares españoles —es decir, entre 800 000 y 900 000—,se encontraban en situación de pobreza severa o modera-da; en torno al 4% de estos, era severa. Tres de cada cua-tro casos de pobreza severa pertenecían a la etnia mayo-ritaria y vivía en barrios con buenas condiciones, lo queargumenta que ni siquiera en épocas de bonanza econó-mica la pobreza debe asociarse automáticamente a lamarginalidad.

La mitad de los hogares estaba en situación de pobrezaextrema no por falta de ingresos, sino porque los ingre-sos que percibían tanto del trabajo como los provenien-tes de los subsidios de desempleo, de las pensiones o delas rentas mínimas de inserción no eran suficientes paracubrir las necesidades básicas de la familia. Por otraparte, en 2008, había 213 000 hogares en los que ningúnmiembro percibía ni ingresos ni prestaciones de ningúntipo, sin embargo, tanto solo 114 157 hogares percibíanrentas mínimas de inserción.

Constatado que la pobreza no es una nueva realidad sinouna realidad dramáticamente aumentada, cabe incidir enque pobreza y exclusión no son situaciones que las perso-nas eligen para vivir, que pobreza y exclusión son situa-ciones a las que se llega o en las que se nace y que sonfruto de procesos dinámicos, siempre asociados a laestructura económica y a los cambios sociales de un país.Por tanto, si las causas de la pobreza y la exclusión sonestructurales, a su vez son evitables socialmente.

En Comisiones Obreras venimos insistiendo y propo-niendo actuaciones para incidir en esas causas, mejorandonuestro sistema productivo y cambiando el patrón de cre-cimiento y obviamente, dinamizando la economía y gene-rando empleo, pero con la misma fuerza y firmeza plante-amos la insoslayable necesidad de garantizar la protecciónde las personas que padecen los efectos de estos modeloseconómicos que generan mercados de trabajo precarios,excluyentes y socialmente injustos.

Entendemos que, sin más tardanza, el conjunto de lasadministraciones concernidas desde la corresponsabilidadque las vincula deben acometer la vertebración de una redde prestaciones que ofrezca verdadera seguridad económi-ca cuando se produce la expulsión del mercado de trabajoo la imposibilidad de acceder al mismo. Garantizar la pro-tección íntegra pasa por articular y poner en coherencia elconjunto de las prestaciones por desempleo y de las pres-taciones de carácter social, tanto en su definición como ensu diseño y suficiencia, situándolas en un entorno dederechos.

La siguiente consideración sería mejorar el empleo, lossalarios y las prestaciones sociales para salir de la crisis yerradicar la pobreza. Es sabido que en el periodo que abar-ca desde 1994 hasta 2007 se produce una gran expansión

de empleo, llegando al máximo volumen de empleo de lahistoria y a la menor tasa de desempleo habida en los últi-mos treinta años.

Pero no se puede obviar que simultáneamente se ha idoconfigurando una amplia zona de precariedad laboral, demanera que la suma de las personas que estaban en situa-ción de desempleo, junto con las que tenían unas condicio-nes laborales y salariales más precarias —temporalidad,rotación, contrato parcial no vinculado, etcétera—, alcan-zaba al 40% de la población.

Crear empleo superando esta gran componente de pre-cariedad, promover el crecimiento económico sostenido ysostenible, así como el cambio de modelo productivo sonprioridades para Comisiones Obreras.

Entendemos la razón económica y la razón social en tér-minos de interdependencia, no de subordinación de lasegunda a la primera. Asimismo, considerando el trabajocomo derecho, y, por tanto, en su dimensión económica ysocial para la vida de las personas, este es el principal biena promover. La protección social cuando este falta es elprincipal derecho a garantizar.

Nuestro sindicato no cesa en el empeño de defender lanecesidad de mejorar las rentas salariales por razones deri-vadas de una más justa redistribución de la riqueza y por-que es una respuesta anticíclica que favorece el consumoy contribuye al mantenimiento de la economía. Además,solo generalizando unas buenas condiciones salariales ylaborales para el conjunto de la población, la protecciónsocial puede cumplir su función eficaz y eficientementesin distorsionarla e incluso sin impedirla. Los salariospueden y deben mejorar, corrigiendo el desequilibrio exis-tente en la distribución de las rentas que se ha mantenidoen estos años de crecimiento económico.

Estudios recientes muestran cómo los salarios handecrecido en relación con los beneficios empresariales, altiempo que han aumentado las desigualdades intrasalaria-les, multiplicándose el número de trabajadores con sala-rios muy bajos, los denominados trabajadores pobres, queen el conjunto de Europa se estima alcanza el 8%.

Hemos sido críticos con el escaso incremento que hatenido el salario mínimo interprofesional este año. Situar-lo en el 60% de los salarios medios negociados es un obje-tivo marcado por la Carta Social Europea.

El salario mínimo español es uno de los más bajos de laUnión Europea, una situación que no se justifica por dife-rencias en los niveles de productividad por hora, sino poruna remuneración más baja de la hora trabajada. Este desa-cuerdo se fundamenta más, si cabe, si tenemos en cuentaque el INE estableció para 2008 el umbral de pobreza en646 euros al mes, mientras que el salario mínimo interpro-fesional se queda en 633,30 euros al mes. Asimismo, lapensión contributiva mínima es de 578 euros/mes.

Ciertamente, en cómputo anual, tanto el salario mínimocomo la pensión contributiva mínima referida superanescasamente en 1113 euros y 476 euros respectivamenteeste umbral establecido en 7753 euros anuales. Aún así, enel mejor de los casos, podemos decir que tanto los traba-jadores y trabajadoras que perciben el salario mínimo

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interprofesional como las personas que perciben la pensióncontributiva mínima en nuestro país perciben unos ingresosque los sitúan justo en el umbral de pobreza relativa.

A partir de ahí, señorías, y consecuentemente, todas laspersonas que en nuestro país perciben subsidio pordesempleo —426 euros/mes—, o renta activa de inser-ción —también, 426 euros—, o pensión no contributiva—339 euros—, o renta mínima de inserción —que varíasegún comunidades autónomas o nacionalidades, perocuya media está en 370 euros al mes—, les sitúa por deba-jo del umbral de pobreza relativa, en la pobreza severa oextrema si constituyen los únicos ingresos en una unidadfamiliar de varios miembros. Solo desde unos niveles sala-riales dignos podemos disponer de una protección socialdecente mediante prestaciones no contributivas.

Estos datos explican con claridad lo referido anterior-mente, cuando se decía que la mitad de los hogares ensituación de pobreza severa en España no obedecía a lafalta de ingresos, sino a la insuficiencia de los mismos.

Hemos dicho con anterioridad que a su vez, en 2008,alrededor de 100 000 hogares no tenían ningún ingreso, nisiquiera la renta mínima de inserción, también llamada laúltima malla de protección social. Todo indica que nocumple bien esta función. Desconocemos cuáles son lascifras actuales.

En efecto, en el conjunto del Estado español, los distintossistemas autonómicos de rentas mínimas presentannotables diferencias en cuanto a los requisitos de acceso,el periodo de tiempo protegido, la cantidad económica dela prestación —que oscila, según territorios, entre los 300y los 610 euros—, las situaciones objeto de protección, elporcentaje de población protegida, etcétera. Existe, portanto, un gran desequilibrio y desigualdad interterritorialen cuanto a la protección derivada de esta prestaciónsegún la comunidad autónoma o nacionalidad donde seresida, como decía.

La evolución de los últimos datos oficiales disponiblesrefleja que si bien ha habido mejoras generales, solo en elPaís Vasco, Navarra y Asturias esta prestación parece res-ponder al reconocimiento efectivo de un derecho subjetivo.

En Comisiones Obreras venimos desde hace años pro-nunciándonos a favor de la armonización de las rentasmínimas de inserción o salario social mediante una ley decontenidos mínimos de carácter estatal y el reconocimien-to del derecho subjetivo a esta renta. Existen otras vías. Entodo caso, esta armonización debe contar necesariamente,con la aprobación del conjunto de las comunidades autó-nomas y un compromiso de financiación a través de losPresupuestos Generales del Estado.

Cabe plantear también la mejora de las prestaciones pordesempleo y la redefinición de la renta activa de inserciónsi retomamos la propuesta anterior de vertebrar a su vez elconjunto de las medidas de protección.

Según el último informe del CES de España de septiem-bre de 2009, las políticas de gasto dirigidas a evitar la exclu-sión se sitúan entre las más bajas de la Unión Europea delos Veinticinco, un 1,3% frente a un 1,2%. Por otra parte,el informe sobre crecimiento, trabajo y progreso social de

la Unión Europea, presentado también en septiembre porla Comisión Europea, concluye que España es uno de lospaíses más ineficaces a la hora de luchar contra la pobre-za dado que la eficacia de las prestaciones se queda en un19% frente al 36% que se alcanza como media en la UniónEuropea de los Veinticinco. Quiero insistir en este sentidoen que no se puede actuar de manera efectiva mientrassiga habiendo personas y familias, que, presentando situa-ción de pobreza, perciban unas prestaciones cuya cantidadlas mantiene en ese umbral de pobreza relativa e inclusosevera.

Por otra parte, superar la pobreza y la exclusión pasapor normalizar las condiciones de vida, no a las personas.En ese sentido, la inserción social y laboral debe concebir-se como el derecho de las personas a incorporarse al mer-cado de trabajo y en algunos casos incluso a reestablecersu estatus de ciudadanía. Por tanto, las medidas laboraleso sociales de carácter formativo o promocional que sevinculan a estas rentas deben diseñarse como instrumen-tos para favorecer el desarrollo de las capacidades perso-nales y el mayor grado de autonomía personal; sin embargo,en demasiadas ocasiones más bien parecen tener el carácterde ser una contraprestación en sí misma, concebida comoaquello que debe realizarse para ser merecedor de la pres-tación más que para alcanzar el éxito en los objetivos deinserción.

Es necesario que estas medidas sean suficientes paratodos, adecuadas a itinerarios personalizados de insercióny ajustadas a la realidad económica y productiva del entor-no. Además, han de estar coordinadas y planificadas terri-torialmente entre las administraciones concernidas ydeben contar con la participación de los agentes sociales.

Los servicios sociales públicos y los sistemas públicosde empleo deben estar bien dotados de medios técnicos yprofesionales y bien concebidos en sus funciones paraliderar la globalidad y calidad de estas medidas y progra-mas encaminados a la inserción laboral y social

La tercera y última consideración sería retomar compro-misos, establecer objetivos y actuar. La Unión Europea sehabía puesto como objetivo para el 2010 —Año de Luchacontra la Pobreza y la Exclusión Social—, lograr unimpacto decisivo en la erradicación de la pobreza. Lasituación económica de crisis y recesión, la pérdida masi-va de empleos y la incertidumbre en relación con la recu-peración económica han hecho inalcanzable este objetivo.

En España, el Plan nacional de acción para la inclusiónsocial 2008-2010 recogía entre sus objetivos garantizarunos recursos económicos mínimos en el conjunto delEstado a través de las rentas mínimas de inserción de com-petencia autonómica; asimismo, planteaba desarrollar lacoordinación entre administraciones, objetivo que tampo-co se ha alcanzado en estos términos.

Desde la Unión Europea se prepara una nueva comuni-cación sobre la Estrategia 2020 que retoma planteamientosy objetivos genéricos respecto a la lucha contra la pobrezay a favor de la inclusión y la cohesión social. Habrá queesperar a ver en qué compromisos y objetivos concretos sematerializan estas preocupaciones que son compartidas.

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Por otra parte, y con cierta preocupación, les transmitoque hasta la fecha nada se ha visto escrito con relación alos objetivos y acciones concretas que se plantean desde elEstado español para erradicar la pobreza y promover lainclusión; lógicamente, deberán desarrollarse de manerageneral en lo que se exponga también en la Estrategiaespañola 2020.

Si alguna lección puede darnos esta crisis es, como haquedado demostrado, que el crecimiento económico comoun fin en sí mismo, y sin que medien políticas sociales,públicas y redistributivas, no solo no elimina la pobrezasino que aumenta la desigualdad. Un país que no fortaleceel conjunto de sus políticas sociales y de empleo tiene las-trado su crecimiento económico. Está demostrado que lospaíses de la OCDE, que tienen los sistemas sociales másuniversales y consolidados, son al mismo tiempo los paí-ses que responden a un modelo económico más competi-tivo y a mercados laborales más fluidos.

Señorías, concluyo aquí mi intervención. Agradezcosinceramente la atención que me han prestado y quedo asu disposición para cuantas cuestiones, consideraciones uobservaciones quieran plantearme.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias a usted,doña Rosana Costa, por sus reflexiones y consideraciones,que nos ayudarán a abordar el tema que nos ocupa: laexclusión social.

A continuación, pasamos al turno de portavoces.En primer lugar, tiene la palabra por el Grupo Parlamen-

tario Mixto, doña María del Mar Caballero Martínez.

La señora CABALLERO MARTÍNEZ: Muchas gra-cias, señora presidenta.

Buenos días.En primer lugar, quiero agradecer a doña Rosana Costa

su presencia en esta comisión, así como la exposición tandetallada que nos ha hecho sobre la situación actual queestamos viviendo de crisis económica y las consecuenciasque tiene en la exclusión social por el fuerte incrementodel desempleo.

Voy a ser muy breve porque creo que su exposición hasido muy completa. Todos los que acuden aquí nos repi-ten continuamente los mismos diagnósticos y análisissobre la situación social, así que todos somos muy cons-cientes de ello. Como dependiendo de quién sea el com-pareciente tenemos la opción de ahondar en unas cuestio-nes o en otras, hoy quiero aprovechar la presencia de unarepresentante de un sindicato mayoritario para plantearalguna cuestión que me gustaría que me aclarase en elsegundo turno.

En esta crisis que vivimos todos estamos siendo cues-tionados: políticos, sindicalistas, empresarios y trabajado-res, porque cuando las cosas no vienen bien dadas tocarevisar las actuaciones de todos. En lo que a los sindicatosse refiere, ¿cómo sienten ustedes que pueden proteger alque sale del mercado laboral? Es decir, aquel que está den-tro del mercado se encuentra muy protegido por los sindi-

catos, que son los que siguen reclamando subidas entreotras cosas, pero ¿qué pasa con los que han caído en situa-ción de desempleo y desarraigo? ¿Llegan a sentir ciertoabandono o ustedes siguen haciendo un seguimiento espe-cífico o concreto de estos sectores?

En cuanto a las ayudas —y le adelanto que soy navarray que nuestra conciencia y respuesta social viene delargo—, se nos plantea cierta preocupación al ver que lacrisis se alarga y que seguimos aumentando el gasto parahacer frente a todas las medidas que se proponen, y ustedmisma ha valorado que suponen un incremento del gasto,que es precisamente lo que no tenemos.

Creo que las consideraciones que ha planteado al finalson muy positivas, pero me parece que en un momentoeconómico tan duro que nos está tocando vivir va a serdifícil mantener el nivel de prestaciones y de concienciasocial que requiere una sociedad como la nuestra cuandono hay dinero. Todos sabemos que 420 euros no es unacantidad que le solucione a uno el problema, más bien esun nivel que raya la pobreza cuando uno no tiene otracosa, pero tampoco tenemos mucho más. En este sentido,¿son ustedes conscientes de que existirá una economíasumergida considerable? ¿Cómo lo ven?

Retomo sus últimas palabras: el crecimiento económicocomo un fin en sí mismo, que, como ha quedado demos-trado en esta crisis, no erradica la pobreza. Entre todostendremos que estudiar un nuevo modelo porque, lógica-mente, el nuevo no parece dar resultado. ¿Qué solucionesconcretas plantean ahora mismo en su organización?¿Valoran más el consenso que todos pedimos para querealmente se puedan estudiar medidas concretas que nosupongan que cada uno tire para lo suyo?

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, senado-ra Caballero.

Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la palabra lasenadora Granado.

La señora GRANADO PANIAGUA: Muchas gracias,señora presidenta.

Señorías, en nombre del Grupo Parlamentario Socialis-ta quiero comenzar agradeciendo a la señora Costa sucomparecencia y dándole la bienvenida a esta comisión enel Senado de España. Por supuesto también agradecemosmuy sinceramente su intervención, que nos ha aportado unpunto de vista diferente al que hasta ahora teníamos, quees fruto del trabajo que sus distintas organizaciones vienendesarrollando. Usted, como sindicalista que es, nos haofrecido un punto de vista basado en el derecho al trabajo,a un trabajo digno y con mejores condiciones salariales.

Ha coincidido con anteriores intervinientes en quesiempre ha habido pobreza en nuestro país, y que nisiquiera en momentos de bonanza hemos sido capaces dereducirla, exceptuando quizá algunos momentos en los añosochenta y noventa; y evidentemente en estos momentos decrisis se ha aumentado. Asimismo ha destacado las cau-sas que han acentuado esta crisis, con las que estoy de

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acuerdo; una crisis global e internacional del sistemafinanciero provocada por un exceso de individualismoenfermizo, por la avaricia y afán de lucro de los mercados,que se han conducido sin reglas ni control, y han provoca-do esta situación. Una crisis que se ha agravado en nues-tro país con el derrumbe del sector de la construcción,que ha provocado el aumento del desempleo. Y coincidi-mos con usted en que las medidas adoptadas por elGobierno han contribuido a que no se produzca de formadramática una quiebra de la cohesión social. Así, por unlado, en 2009 se aprobaron medidas de carácter temporalque se han prorrogado en el 2010, y que han permitidodotar de prestaciones básicas a aquellos ciudadanos quehan sufrido con mayor violencia las consecuencias de lacrisis. Hablo, por ejemplo, de la ampliación de las presta-ciones por desempleo.

Coincidimos también con el análisis que hacen ustedessobre las causas de exclusión social motivada por las defi-ciencias de nuestro modelo productivo, y por ello conside-ramos que es necesario establecer medidas como las queva a recoger la ley de economía sostenible, medidas quedefiendan un nuevo modelo de crecimiento basado en laeconomía sostenible.

No estamos, pues, únicamente ante medidas temporalese inmediatas, sino también ante medidas a medio y largoplazo basadas en un desarrollo productivo más equilibra-do y sostenible. Nuestro grupo parlamentario consideraque tanto la salida de la actual crisis económica, como elnuevo modelo de desarrollo productivo deben basarse enel mantenimiento e incluso en la profundización de losderechos de los trabajadores, con una menor temporalidaden los contratos y una mejora de las condiciones salaria-les, entre otras cosas.

Consideramos que para mejorar la cohesión social debeexistir un compromiso de todas las administracionespúblicas que permita que todos los ciudadanos reciban lasmismas prestaciones con independencia de las comunida-des donde residan. Pero también quiero señalar que hasido este Gobierno el que desde el primer momento haincrementado el salario mínimo interprofesional, queha aumentado en estos años un 37,52%, situándonos enla actualidad en 633,30 euros frente a los 480,50 eurosde 2004. Y si bien es cierto que el incremento que se haproducido este año no ha sido el inicialmente previsto niel que hubiéramos querido, confiamos en poder llegar alfinal de la legislatura a los 800 euros a los que nos había-mos comprometido.

Asimismo también ha sido este Gobierno el que más hasubido las pensiones mínimas y las no contributivas, quehan experimentado un incremento del 32% en solo seisaños. Lo ha hecho en tiempos de bonanza y lo seguiráhaciendo en tiempos de crisis.

Es cierto que nos queda un largo y duro camino porrecorrer y que debemos hacerlo entre todos, pero no seríajusto olvidar de dónde venía este país a diferencia de lospaíses de nuestro entorno, de los países de la UniónEuropea, porque, señorías, treinta años no son nada en lahistoria de un país, treinta años no son nada para cambiarsus estructuras.

Para terminar, y teniendo en cuenta que hoy celebramosel Día Internacional de la Mujer —que no el de las muje-res trabajadoras, pues trabajamos todos los días del año—,quisiera señalar que las mujeres tenemos mucho que deciren esta lucha para erradicar la exclusión social y la pobre-za, y es que no debemos olvidar que es la mujer la que másla sufre. Así muchas veces decimos, y lo hacemos conrazón, que la pobreza tiene cara de mujer.

Mi grupo parlamentario considera que la contribuciónde las mujeres es fundamental para crear un nuevo ordenmundial más justo y con un mayor y mejor crecimientoeconómico, en el que se reparta a todos y a todas por igual.Un nuevo orden económico en el que las mujeres se incor-poren al mercado laboral en las mismas condiciones quelos hombres y en el que acabemos de una vez con esa lacrade la discriminación laboral y salarial entre hombres ymujeres.

Finalmente quiero agradecer de nuevo a la señora CostaNavarro su intervención. Estoy segura de que sus reflexio-nes y aportaciones serán tenidas en cuenta en las conclu-siones de esta comisión.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias a usted,senadora Granado.

Para finalizar este turno de portavoces tiene la palabra,por el Grupo Parlamentario Popular, don Nicolás Fernán-dez Cucurull.

El señor FERNÁNDEZ CUCURULL: Muchas gracias,señora presidenta.

Señora Costa, quiero sumarme a la bienvenida que lehan dado el resto de los grupos parlamentarios a estacomisión. Consideramos muy interesante su aportacióndesde la perspectiva sindical, algo que hasta ahora nohabíamos tenido y que complementa otras visiones sobrelas consecuencias de esta crisis en el terreno del desem-pleo y la exclusión social que se nos han dado a lo largode los últimos meses.

En concreto, y enlazando con las menciones que se hanhecho al Día Internacional de la Mujer Trabajadora quehoy se celebra, me gustaría formularle una pregunta direc-tamente relacionada con ello, pues es probable que laactual crisis esté afectando de una manera singular a lamujer. En ese sentido me gustaría saber cuál es la percep-ción que tienen en su sindicato de esta evolución. ¿Handetectado algún cambio que suponga una mayor incorpo-ración de la mujer a la población activa o por el contrariose ha producido el fenómeno inverso en el sentido dedisuadir a las mujeres de incorporarse al mercado laboralcomo consecuencia de la crisis? Porque si se analizan lasestadísticas parece que hay un mayor número de desem-pleados varones que de mujeres e incluso se ha invertidola tendencia, pues antes de la crisis el número de desem-pleadas femeninas era mayor que el masculino.

Hay algo a lo que creo que no se ha referido, y es la rela-ción entre formación y empleabilidad, y entiendo quedebe haber una forma de verlo en concreto desde el punto

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de vista sindical. Probablemente podríamos estar deacuerdo en que una mayor formación mejora la empleabi-lidad de las personas y, por tanto, evita en gran medida eldesempleo, y consecuentemente la exclusión social. Y esoes singularmente aplicable a determinados colectivos,como el de los inmigrantes, el de los jóvenes, el de lasmujeres o el de los mayores de 45 años. En este sentidome gustaría conocer las actuaciones que desarrolla suorganización sindical en este aspecto de la formación delos trabajadores.

Por otra parte ha hecho usted una relación de las refle-xiones de su sindicato sobre las causas de la crisis y susconsecuencias sobre el empleo. Yo no voy a entrar a ana-lizar las causas de la crisis porque nos llevaría mucho mástiempo que los cinco minutos de que dispongo ahora, perosí le he oído decir que ha afectado especialmente a losempleos de baja cualificación, en situación de precariedady con bajos salarios. Me gustaría saber si piensa usted queeso puede tener una vinculación directa a la formación delos trabajadores.

En cuanto a la propuesta de medidas que usted resumíay que básicamente hacían referencia al sistema productivo,al financiero y a la atención a los trabajadores perjudicadoscomo consecuencia de la crisis, me gustaría saber cuál esla atención que se ha prestado por parte de las distintasadministraciones públicas, y en especial del Gobierno de lanación, a esas medidas a las que aludía.

Por último, usted ha hecho un comentario que, a lomejor, yo no he entendido bien, pero me ha parecido quedecía que las situaciones de pobreza no son nuevas y quela tasa de pobreza prácticamente se ha mantenido en losmismos porcentajes que en la situación anterior a la crisis.¿Podría deducirse de ello que, en su opinión, la actualsituación de crisis no ha aumentado los porcentajes depobreza relativa? Esto es algo que preocupa especialmen-te a esta comisión porque, de hecho, su título es ComisiónEspecial de estudio sobre las nuevas formas de exclusiónsocial como consecuencia del fuerte incremento deldesempleo. Por tanto, me gustaría que aclarara esaexpresión porque, probablemente por un defecto deentendimiento mío, me ha parecido escucharle que ustedno había apreciado una diferencia sustancial entre losíndices de pobreza anteriores y posteriores a la crisis.Esto, al menos desde mi modesto punto de vista, sería unpoco sorprendente porque no es lo mismo una situaciónde paro del 8 o del 9% que una de casi el 20%. Eso se tieneque traducir en algo.

Por otra parte, se han hecho diferentes alusiones al sala-rio mínimo. Me gustaría conocer su opinión sobre si elsalario mínimo tiene alguna relación con la productividad,y si un aumento del salario mínimo por encima de la pro-ductividad podría llegar a perjudicar el acceso de determi-nados colectivos al empleo. Considero que, por supuesto,todo el mundo está actuando con la mejor voluntad, y quecuando se trata de aumentar el salario mínimo se hace conla mejor voluntad, pero también sabe usted que el caminoal infierno está empedrado de buenas intenciones. Portanto, me gustaría saber su opinión sobre esa conexión

entre salario y productividad a la hora de analizar estacuestión.

Para finalizar, como usted sabe, nuestro grupo parla-mentario ha reiterado a lo largo del tiempo que la mejorestrategia para luchar contra la exclusión social es la pues-ta en marcha de políticas económicas que favorezcan lacreación de empleo. De hecho, en el Gobierno de la naciónse ha llegado a decir que lo que mide la bondad o no de unapolítica económica es que sea capaz de generar empleo. Ala vista de lo que ha sucedido en España en los dos últimosaños, no creo que sea exagerado decir que no se está acer-tando en ese camino. Por tanto, entre todos deberíamos lle-gar a poner en marcha esas políticas que consigan crear deempleo porque, sin duda, al menos desde nuestro punto devista, será la mejor estrategia de lucha contra esa exclusiónsocial producida por el desempleo.

Por mi parte nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias a usted,senador Fernández.

Volvemos a dar la palabra a la compareciente con el finde que pueda dar respuesta a las reflexiones que le hanhechos los portavoces de los distintos grupos parlamenta-rios, y en caso de no tener algunos de los datos que le soli-citan, si le parece oportuno se los puede hacer llegar enotro momento a la comisión.

Tiene la palabra doña Rosana Costa.

La señora SECRETARIA CONFEDERAL DE POLÍTICASOCIAL DE COMISIONES OBRERAS (CCOO) (CostaNavarro): Gracias, señora presidenta.

Haré una primera intervención y si, como decía la seño-ra presidenta, no doy respuesta a todo lo que me han plan-teado, me vuelven ustedes a preguntar.

En principio, además de valorar muy positivamente lacreación de la comisión dentro de este contexto, yo queríatraer aquí una reflexión sobre otras cosas que siempreestán más calladas, como es la protección social. Obvia-mente, he hecho referencia a todo el contexto, he habladode empleo, de las causas de las crisis, etcétera, pero laintención es poner de relieve lo que esta crisis ha puestode manifiesto en materia de protección social, y es que eneste país no tenemos bien articulada la red, la malla deprotección necesaria para casos y personas concretas, endistinto número, ante situaciones de falta de ingresos pro-venientes del mercado de trabajo. Por tanto, se puedehablar desde muchas perspectivas, pero yo lo he hechodesde la perspectiva de la protección social. No vengo conel ánimo de poner todo esto de relieve sin más, porque loteníamos ayer, lo tenemos hoy presente y multiplicado, ylo vamos a seguir teniendo mañana cuando salgamos de lacrisis. No lo hago con el ánimo de cuestionar a todos y, arío revuelto, ganancia de pescadores. Por tanto, no estoycuestionando a los políticos, lo que pretendo es que todoshagamos una reflexión sobre las políticas y, además, poneren valor la política que es fundamental.

En ese sentido, este sindicato entiende que nuestra pri-mera responsabilidad y derecho respecto a los parados,

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como decía la portavoz del Grupo Parlamentario Mixto es,primero, hacer un análisis, que es lo que estamos hacien-do, segundo, incluir propuestas y, tercero, tener la posibi-lidad de llevar estos análisis y estas propuestas al diálogoy la concertación social. Consideramos que este sindicato,que tiene un carácter sociopolítico y de clase, tiene queinfluir en todas las políticas de este país, también en lassociales. Vuelvo a decir que nos sentimos en el derecho yen la obligación de decir estas cosas en los marcos de laconcertación y el diálogo social para comprometernos másen el diseño de las políticas, contribuir y participar conpropuestas y con todo lo que podamos aportar.

Por tanto, no se trata de poner en cuestión, ni muchomenos, a los políticos, sino de contribuir en la parte y enlos marcos que nos corresponden, y no en otros, a diseñarpolíticas y a hacer una reflexión no solo con la vista pues-ta en la coyuntura, sino en todo el recorrido de la protec-ción social y sus debilidades; unas debilidades que —porqué no vamos a reconocerlo— en este momento se hanpuesto más en evidencia. Por tanto, hay que actuar amedio y largo plazo con vistas al futuro, y nosotros inten-tamos contribuir al consenso en la parte social con estosanálisis y propuestas.

Hemos venido aquí a poner de manifiesto las carenciaso debilidades, pero con el ánimo de superarlas. Efectiva-mente, siempre se ensalza más lo negativo, pero en mipropia intervención he reconocido como positiva la medi-da de los 420 euros tomada por el Gobierno. Se ha dado larespuesta que este país está en condiciones de dar en estosmomentos, porque si no hay mejores sistemas de protec-ción no se puede dar la respuesta óptima. Ya he dicho quedesde nuestro punto de vista fue una medida tardía, peroesto es responsabilidad de todos. Aparecieron situacionesque no estaban recogidas en ningún sistema de protección,ni en el del empleo, ni en los sistemas de protección decarácter estatal o autonómico, y fue la mejor respuesta quese pudo dar en ese contexto y ante ese vacío. Y cuandohablo de vacío me refiero a las lagunas que tiene nuestrared de protección. Había situaciones que no estaban reco-gidas porque no cumplían la edad, porque les faltabanmeses para cumplir el plazo, o porque no se sabía si erande empleo, de lo social, de las comunidades o del Estado.Yo creo que se dio una respuesta positiva.

He valorado que efectivamente se produjo un incremen-to del gasto social para darles cobertura, así como elesfuerzo que hicieron los ayuntamientos en estos primerosmeses, muchos de ellos agotando las partidas de sus pres-taciones económicas asistenciales, cuando no tienen esecometido ni están para eso, pero fueron las primeras quese pusieron a disposición. También ha habido diferentesritmos, e intensidades a la hora de dar respuesta con lasrentas mínimas de inserción de las comunidades autóno-mas. Cada uno hizo lo que pudo, desde donde pudo y,finalmente, salió esta medida que consideramos positiva.¿Qué es la ideal? No. ¿Qué es la mejor? No. ¿Qué es laque se pudo dar en ese momento? Probablemente. Nuestrapropuesta sí que iba encaminada a modificar el subsidio yla renta activa de inserción.

Pero lo cierto es que esto es lo que ha pasado y lo quese ha puesto en evidencia. Acometamos la crisis de lamejor manera posible y salgamos de esta haciendo lareflexión de que es una asignatura pendiente y que hay quetener la voluntad y la convicción política de que podemosmejorar esta red de protección desde todos los sistemas deprotección y desde todas las responsabilidades y compe-tencias de las distintas administraciones y gobiernos.

Es verdad que el Gobierno se comprometió a terminarla legislatura situando el salario mínimo interprofesionalen 800 euros, y entendemos que la subida del 1,5 porciento —creo recordar— dificulta ese cumplimiento. Nodecimos ni más ni menos que dificulta efectivamente elcompromiso de ese cumplimiento, que ahí está, de llegara los 800 euros. Y eso nos preocupa porque si realmentelos salarios no alcanzan un nivel más en concordanciacon la media europea, significa que estamos bajando eltecho de la protección social y estamos dejando un nivelde vida que no se corresponde con el nivel productivo deeste país. No es lógico que tengamos salarios situados enel umbral de la pobreza. Habrá que darle vueltas y vercómo se mejora, porque no tiene ninguna lógica y nopuede mantenerse que los trabajadores y trabajadoras deeste país sean pobres, que tengan unos salarios que se que-dan, en el mejor de los casos, justo el lo que está estable-cido como umbral de la pobreza relativa. Esto no tieneninguna justificación, y obviamente tiene soluciones.

He dicho anteriormente que el hecho de que el salariomínimo interprofesional sea más bajo que el de la mediade la Unión Europea no se justifica por el nivel de produc-tividad, sino por los bajos salarios.

El portavoz del Grupo Parlamentario Popular hablabasobre la formación. En una intervención no se puedehablar de todo, y yo quería resaltar todas las lagunas quetenemos en materia de protección social porque es unaasignatura pendiente en este país desde hace mucho, y yocreo que no la podemos seguir teniendo. Se ven menos,pero estas situaciones ya estaban; y se verán menos cuan-do salgamos de la crisis, pero seguirán estando mientrasno se mejore la economía, no tengamos mejor nivel deempleo, mejores condiciones laborales y mejor sistema deprotección. No hay que confundir las cosas. El sistema deprotección no viene a compensar situaciones generaliza-das de bajos salarios y de precariedad laboral, porque seríapervertir la propia función que tiene la protección social;y eso es lo que está pasando, se abren vías a ese nivel.

La función principal de la protección social respecto alas rentas mínimas o a los servicios sociales no es com-pensar de manera generalizada las pensiones que convier-ten a los pensionistas en personas pobres, o los salariosque siguen situando a los trabajadores en la pobreza. No.Por tanto, habrá que mejorar los sistemas de protección encuanto a las pensiones; habrá que mejorar la condición delos trabajadores y trabajadoras y, por tanto, habrá quedejar que estas rentas mínimas, salarios sociales, etcétera,cumplan la función que tienen.

Repito que la formación es fundamental, aunque no erahoy el tema que quería resaltar. Sí que he dicho que los

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programas destinados a favorecer tanto la inclusión socialcomo la vuelta al mercado de trabajo pasan por mejoresprogramas de formación, de inserción, etcétera, que acom-pañan normalmente estas rentas sociales, pero tambiénpara los trabajadores que están cobrando el desempleo o elsubsidio. Eso es fundamental. Es uno de los grandes retosque tiene este país, que creo que ya se está acometiendo yplanteando, y de ahí se pueden derivar mejoras para lo queprevé la ley de Economía Sostenible con respecto a la for-mación profesional y el empleo. A nuestro sindicato legustaría participar —repito, en la medida y en el ámbitoque nos corresponde— en la valoración de otros aspectos,pero también de este en concreto de la formación para elempleo y la formación profesional en esa ley de EconomíaSostenible; y también entiendo que pueden quedar recogi-das medidas y objetivos importantes encaminados a elloen el acuerdo del pacto por la educación. En estos momen-tos, tanto en el pacto educativo, como en la ley de Econo-mía Sostenible, se puede hacer un esfuerzo para, desde elanálisis previo, acordar medidas, objetivos y presupuestosque permitan vincular cada vez más y mejor el ámbitolaboral con el ámbito formativo, con el objetivo y el retode mejorar la cualificación de los trabajadores y trabajado-ras, de tener más éxito en los resultados en materia educa-tiva, menos fracaso escolar, etcétera. Este es uno de losgrandes retos, y si no lo abordamos, desde luego este paísse quedará atrás.

Por tanto, cuando hablamos de estas medidas, tambiénse tiene que hablar del mejor diseño, no de medidas pues-tas en contraprestación. Hay que diseñarlas para alcanzarrealmente el objetivo de la inserción, de la formación y dela cualificación en términos de derecho.

Cuando antes dije que no estábamos hablando de nue-vas situaciones de pobreza en cuanto a su caracterizacióny origen sabía que se trataba de una frase polémica; sabíaque podía generar un poco de incomprensión o que llama-ría la atención, pero era para poner de relieve que la nove-dad es el dramático aumento de estas situaciones en lasque, al no tener trabajo, tampoco se dispone de protección.Por eso decía que no era nueva en cuanto a su origen ocaracterización, sino que se había producido un incremen-to de estas situaciones ya preexistentes de personas que notienen ingresos suficientes porque tienen unas condicioneslaborales precarias, bien porque tienen problemas paraacceder al mercado de trabajo, bien porque pierden elempleo y se les acaba la protección. Estas situaciones yase daban, por eso he dado los datos de personas que, per-cibiendo ingresos, ya estaban en situación de pobreza enlos años 2007 y 2008. Estamos hablando de unas tasas quepermanecen en el mismo abanico desde hace veinticincoaños. Se trata de familias que ya en 2007 no percibían nin-gún ingreso ni disponían de ninguna medida de protecciónsocial. Lo que ha hecho la crisis es multiplicar el númerode estas situaciones, porque obviamente hay más personasque han perdido el empleo y se ha destruido un ingentenúmero de puestos de trabajo.

Repito, mi objetivo es que cuando este país empiece arecuperarse económicamente no se nos olvide que estas

situaciones siguen ahí, que necesitamos situarnos, más omenos, en la media europea y crear una red de seguridadeconómica bien establecida, bien vertebrada y bien coor-dinada entre la protección por desempleo, la protecciónsocial y el buen diseño de sus funciones, de su articula-ción, de su importe, de su acceso, etcétera.

En todo caso, me gustaría dejar claro cuál es la princi-pal inquietud de Comisiones Obreras: no dar nada porconcluido, e informarles de los deberes que tiene pendien-te nuestro país en cuanto a la adopción de medidas decarácter definitivo y permanente, además de las de coyun-tura que ya se han tomado, que nos permitan construir esared de protección.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, doñaRosana Costa.

Le reitero, en nombre de la comisión, nuestro agradeci-miento por sus reflexiones, por sus consideraciones paracontribuir a eliminar o reducir la exclusión social ligada alfuerte incremento del desempleo, conscientes del impor-tante papel que tienen los sindicatos en ese marco al queusted ha hecho referencia de diálogo y de concertaciónsocial.

Por último, hoy de manera especial, por ser el Día Inter-nacional de la Mujer Trabajadora, le voy a pedir su ayuda,por la importancia que tienen los sindicatos, para que losconvenios colectivos eviten las discriminaciones salarialesque todavía se siguen produciendo en nuestro país entrehombres y mujeres.

Le agradeceríamos que nos hiciese llegar cualquierotra aportación que surgiese mientras la comisión estétrabajando.

Muchísimas gracias.Se suspende la sesión por un cuarto de hora. (Pausa.)

— DEL SECRETARIO GENERAL DE LA UNIÓN SIN-DICAL OBRERA (USO), D. JULIO SALAZARMORENO, A PETICIÓN DEL GRUPO PARLA-MENTARIO POPULAR EN EL SENADO (Númerode expediente 715/000211).

La señora PRESIDENTA: Señorías, vamos a reanudarla sesión de la comisión. Y lo hacemos dándole la bienve-nida al secretario general de la Unión Sindical Obrera, donJulio Salazar Moreno, que viene a la comisión a informara los grupos parlamentarios sobre la cuestión que nospreocupa y que ha llevado precisamente a que se constitu-ya esta comisión para hacer un estudio y elaborar unasconclusiones sobre las nuevas formas de exclusión socialcomo consecuencia del fuerte incremento del desempleo.Trabajamos para que se elimine, para que disminuya lomás posible y para lograr la inclusión social que debeexistir en nuestro país.

Muchísimas gracias por estar presente hoy aquí. Sinmás preámbulos, damos la palabra al secretario general,don Julio Salazar Moreno.

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El señor SECRETARIO GENERAL DE LA UNIÓNSINDICAL OBRERA, USO, (Salazar Moreno): Muchasgracias, presidenta.

Buenos días a todas y a todos. Quisiera, en primer tér-mino, transmitirles el saludo y el agradecimiento de laUnión Sindical Obrera por habernos invitado a compare-cer en esta comisión y darnos la oportunidad de exponer asus señorías nuestro análisis y consideraciones respecto delas nuevas formas de exclusión como consecuencia deldesempleo.

Permítanme que con carácter previo haga llegar, pueshay una mayoría de señorías mujeres, a todas las mujeresque forman parte de esta Cámara un especial saludo ynuestro reconocimiento con motivo de la celebración en eldía de hoy del Día Internacional de la Mujer. Queremosasí destacar los logros que mediante el empeño colectivose van modestamente consiguiendo y queremos, sobretodo, renovar esfuerzos y fijar compromisos que noshagan avanzar para conseguir la igualdad entre hombres ymujeres y para que desaparezcan las desigualdades, entreotras, también en este asunto que hoy nos ocupa porque lapobreza y la exclusión tienen especial origen y relacióncon las mismas y tienen, asimismo, un especial rostro demujer, pues el 70% de los seres humanos que viven enniveles de pobreza extrema son mujeres.

La USO, tercera organización sindical de España, fiel asus orígenes, mantiene una inequívoca voluntad de trans-formación democrática de las estructuras sociales y eco-nómicas mediante un proyecto sindical autónomo, inde-pendiente, pluralista y profundamente humanista. Por ello,destaca indudablemente la importancia que tiene el queesta comisión se haya creado dada la existencia y configu-ración de la pobreza actual, así como la exclusión social,el previsible agravamiento de la misma como consecuen-cia de la expulsión de la ocupación laboral, muy especial-mente en estos dos últimos años, de centenares de miles detrabajadores y trabajadoras, y del progresivo agotamientode las prestaciones y subsidios por desempleo que perci-ben los mismos.

Contextualicemos. La situación de nuestro país seenmarca en un entorno nada favorable que tiene comofondo, en primer término, la declaración, muestra de lapreocupación internacional europea, de 2010 como AñoEuropeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social,con 80 millones de conciudadanos en tal situación, de loscuales 19 millones, el 8% de la población activa, son tra-bajadores pobres. Tal es el caso de los 189 países, entreellos España, que en el seno de la ONU suscribieron elcompromiso de cumplir los Objetivos del Milenio conel fin de reducir a la mitad la pobreza mundial en elperíodo 2000-2015, prioridades que, a buen seguro, tie-nen tan buena voluntad en su génesis como, lamentable-mente, tan desastrosos resultados tangibles, tanto a fechade hoy como, por las previsiones que se tienen, a la finali-zación de dicho período. Baste señalar el caso más extre-mo de los más de 800 millones de seres humanos vivien-do con menos de un dólar diario.

Si nos centramos en el caso de nuestro país, hemos designificar la coexistencia de una crisis propia inserta enuna crisis financiera, económica y social internacional,que, tras década y media de inusitado crecimiento econó-mico y del empleo en España, sin embargo, desatendióabsolutamente los imperativos de justicia social, igualdad,cohesión social y solidaridad, lo cual ha dado como resul-tado un conjunto de país más rico, con unas mayoríassociales de ciudadanos más pobres como consecuencia deun modelo de crecimiento que fue dando pábulo a la gene-ración de empleo de baja calidad y bajas rentas salariales,a la vez que elevados beneficios empresariales que llega-ron a multiplicar por 2,5 veces los beneficios de sus homó-logos europeos que —como pueden ustedes imaginarse—no eran mancos. Las rentas salariales se han ido incremen-tando significativamente y, a la vez, la distribución delproducto interior bruto ha ido variando sustancialmenteentre las rentas empresariales y salariales al haberse veni-do fraguando y consolidando un continuo desplazamientode los niveles de renta del trabajo a favor de las rentas delcapital con una incesante precarización y merma salarial,como lo demuestra el hecho de que dos de cada tres traba-jadores españoles tienen salarios inferiores a los 1100 eurosmensuales.

España es hoy un país con una de las mayores tasas detrabajadores pobres de toda la OCDE. Según los datosde 2007, el 11% de los trabajadores ocupados no genera-ban rentas suficientes para evitar que sus familias estuvie-ran por debajo del umbral de la pobreza; y en el caso delos trabajadores desempleados, el 37% se encontrabanigualmente por debajo del mismo umbral.

Las administraciones públicas del Estado han venidosorteando, hasta la fecha, la primera fase de la crisis eco-nómica, a la que le corresponde la mayor sangría de des-trucción de puestos de trabajo, mediante la protecciónsocial, bien por medio de los servicios centrales del Estadoo bien por medio de prestaciones de carácter asistencial,especialmente de las administraciones autonómicas, queson quienes tienen asignadas las competencias y que hancontribuido hasta la fecha a paliar los riesgos de mayorpobreza. Una vez más destaca España en el desdichadoranking de los Veinticinco países de la Unión Europea, alsituarse hace tres años tres puntos por encima de la mediade la Unión, y resulta significativamente alarmante la situa-ción del grupo de edad de menores de 16 años, un 53%por encima de la media europea, y la del grupo de mayoresde 65 años, con una tasa del 81% por encima de la mismamedia. Manejo datos de 2006 y 2007, años en los que o nohabía comenzado la crisis en nuestro país o se encontrabaen sus inicios y no tenía, ni por asomo, la virulencia quetiene actualmente.

Hoy, las necesidades de las familias y de los ciudadanostrabajadores han crecido exponencialmente por el aumen-to brutal del desempleo, que alcanza a 4 600 000 parados,de los cuales prácticamente un tercio, en torno al millón ymedio, no perciben ningún tipo de prestación o subsidiopor desempleo. Especial preocupación suscitan el colecti-vo de jóvenes, con el 40% de sus miembros en paro, el de

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mayores de 45 años, por las dificultades con que seencuentran a su edad para encontrar otro puesto de trabajo,y el de inmigrantes, con 603 700 parados extranjeros, quetienen mayores dificultades sociales para la supervivenciauna vez que agotan las prestaciones, porque en su caso seañade la falta de arraigo familiar y la falta, por tanto, de lasocorrida solidaridad entre los núcleos familiares, quehizo posible sortear mejor en el pasado los ciclos de crisiseconómica.

La pobreza y la exclusión social se hacen cada vez máspatentes. No hace falta más que salir a la calle para ver queson cada vez más los ciudadanos que rebuscan algo de uti-lidad en los contenedores de la basura o en los vertederos,o que duermen en los pasajes o en los cajeros bancarios, oque hacen largas colas en la puerta de los comedoressociales o de las asociaciones caritativas, que estánhaciendo un trabajo social encomiable que es justo reco-nocer y agradecer, aunque este sea un papel que deba asu-mir plenamente el Estado. Cada vez hay más desemplea-dos y, dentro de ellos, cada vez hay más parados de largaduración a los que se les van agotando las prestaciones pordesempleo y que no tienen más salida que la desesperanzaante los pagos que no pueden cubrir, como el de la hipote-ca de su vivienda, dramática situación a la que se ven abo-cadas innumerables familias: más de 100 000 amas de casasalen al mercado laboral en busca de empleo, se disparanlos casos de familias en quiebra económica que recurrenal concurso de acreedores, el 60% de los hogares tienendificultades para llegar a fin de mes y la economía sumer-gida crece de forma alarmante; un crecimiento que, segúnla fuente, se sitúa entre el 20% del producto interiorbruto, más o menos asumido por el Gobierno, y el 25%del producto interior bruto, según otros estudios.

Ante este desalentador panorama, al que se añade laausencia de convicción de que la crisis dé un giro signifi-cativo en el futuro inmediato, ante la incierta recuperaciónde la economía y del empleo, se hace más necesaria quenunca la lucha contra la exclusión social y la pobreza.Somos conscientes de la gravedad de la situación y cono-cemos las dificultades que hay para encontrar una salida acorto o medio plazo; no existen soluciones fáciles a pro-blemas tan graves y tan complejos. No obstante, la USOquiere aportar algunas consideraciones y propuestas, conla esperanza de que merezcan la consideración de estacomisión. Como es lógico, nos preocupa más nuestroentorno más inmediato, y consideramos que es imprescin-dible pensar y actuar en el marco internacional, por seresta la dimensión de la pobreza y especialmente la de lapobreza más extrema; es decir, que o se erradica la pobre-za o la obligamos a desplazarse. Tal como apuntan organi-zaciones internacionales como la Organización Internacio-nal del Trabajo o la Confederación Sindical Internacional,consideramos que es el trabajo digno —como lo definimosen la USO—, el trabajo decente —como lo denominanestas organizaciones— el instrumento que hace posible laerradicación de la pobreza. El trabajo con mayúsculas, pro-ductivo, con derechos, con retribuciones justas, con entorno

saludable, con protección social y con una distribución dela riqueza que generamos entre todos justa, equitativa ysolidaria, es el que puede erradicar la pobreza y el hambre;el que puede defender la salud y los derechos de las muje-res; el que puede cumplir con todos y cada uno de losObjetivos del Milenio, satisfacer las aspiraciones de lasmayorías sociales trabajadoras y dar un giro radical a laglobalización ensamblando el desarrollo económico con lajusticia social.

En el marco de la Unión Europea, consideramosimprescindible que se pongan las políticas al servicio delas personas, avanzando y reforzando la dimensión políti-ca, social y solidaria de Europa. En el caso de España,además de las implicaciones de las medidas anteriores yaunque reconocemos que se están realizando esfuerzos,como las medidas económicas para favorecer la inclusiónsocial y la lucha contra la pobreza que aprobó hace dossemanas el Consejo de Ministros, consideramos ineludibleque las administraciones públicas mantengan y acrecien-ten las redes de protección social para los ciudadanos quecarecen de recursos y de empleo, y que lo hagan conrecursos suficientes e iguales para todos; que medianteuna actuación cohesionada, unifique e incremente la rentamínima de inserción. Se trata, por tanto, de amparar a laspersonas mientras se reduce y se combate la pobreza.

Asimismo, consideramos necesario, como un factor einstrumento más junto al ya explicado de redistribuciónsocial, puesto que se hace más necesaria que nunca unaredistribución mejor y más justa de la riqueza, que secorrija la fiscalidad y que se realice una reforma fiscal afondo, para que todos los ciudadanos coticen realmente enfunción de su renta real. Por otra parte, la lucha contra elfraude fiscal podría liberar recursos ingentes para lucharcontra la pobreza y contra la exclusión social. Por fin, con-sideramos necesaria la implantación de un nuevo modelode crecimiento económico, que se constituya en revulsivopara la creación de empleo productivo, sostenible, redistri-butivo y social.

Igualmente, debe acometerse una reforma en profundi-dad de la negociación colectiva en España, porque elmodelo actual es inservible y ha fracasado en su funciónde cauce de justicia redistributiva. El nuevo modelo debeservir a las políticas de empleo laborales y sociales que sedeben establecer en el seno de las empresas. En este sen-tido, es necesario reequilibrar las rentas del trabajo respec-to a las rentas del capital, mediante la fijación de salariosdignos y suficientes, que no son precisamente los mileuros actuales que cobran ya la mitad de los trabajadoresespañoles. También debe revisarse el salario mínimo inter-profesional, para que su cuantía se ajuste al menos al 60%del salario medio. Su importe tendría que ser, por consi-guiente, superior al actual, que se sitúa ligeramente porencima del umbral de la pobreza estimado en España.

Es necesario, asimismo, invertir en la cualificación delos trabajadores españoles. Esta es otra de las más notablesy perjudiciales diferencias que nos significan respecto a lamedia europea, y tiene una enorme relación con la posibi-

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lidad de empleo y con el hecho de que este tenga unamayor remuneración y condiciones mejores.

Ante el impacto de la crisis económica, estas son, anuestro juicio, las principales orientaciones de actuaciónsobre el empleo y sobre las derivaciones sociales que su pér-dida origina en los trabajadores y trabajadoras en España,cuando pasan a una situación de vulnerabilidad social.

Muchas gracias, señorías, por su atención. Estoy a sudisposición para cuantas aclaraciones o preguntas deseenformular.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, don JulioSalazar, por su intervención. Le agradezco esa primerareferencia especial al Día Internacional de la Mujer Traba-jadora y, desde ese reconocimiento del papel que los sin-dicatos tienen tan importante, a través de los convenios,para eliminar la discriminación salarial que todavía sigueexistiendo, también quiero manifestarle nuestra peticiónde que trabajen, que seguro que lo están haciendo, en eseempeño para poder contribuir en su parcela, que no dejade ser importante para ese objetivo. Además, quiero agra-decerle esas sugerencias, esas orientaciones, como ustedlas ha calificado, por el impacto que la crisis tiene en lasituación de exclusión social que en este país existe.

Pasamos al turno de portavoces.En primer lugar, tiene la palabra, por el Grupo Parlamen-

tario Mixto, ¿doña María Mar Caballero? (Denegaciones.)Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra

doña Raquel Miriam Andrés Prieto.

La señora ANDRÉS PRIETO: Muchas gracias, pre-sidenta.

Buenos días a todas y a todos. En nombre del GrupoParlamentario Socialista, quiero agradecer a don JulioSalazar su comparecencia en el día de hoy en la CámaraAlta, que, sin duda, aporta visiones diferentes a lo queveníamos escuchando por parte de otros comparecientesen cuanto que su visión y la de la anterior compareciente,la de quien le ha precedido en el uso de la palabra, hablandesde el punto de vista del derecho del trabajo, como nopodía ser de otra forma proviniendo de representantes desindicatos.

Igual que la presidenta, quiero agradecerle ese saludosignificativo en el día de hoy hacia todas las mujeres. Meimagino que se esperaba encontrar en esta sala más muje-res que hombres, porque otro de los handicaps y estereoti-pos con los que nos encontramos cuando se habla, sobretodo, de servicios sociales, derechos sociales, etcétera, esque siempre hay una mayoría de mujeres. Es verdad queese saludo dirigido a la condición femenina, digámosloasí, en esta comparecencia y en el ámbito de esta comisiónes de agradecer.

Su sindicato —lo vi cuando me preparaba un poco lacomparecencia— afirma la solidaridad como valor funda-mental en todas sus propuestas. No puedo estar más deacuerdo en muchas de las afirmaciones que ha realizado,que van de camino o que están en el camino de la uniónindisoluble del empleo digno y de la redistribución de la

riqueza y de la justicia social. Sí que es verdad —y la ante-rior compareciente lo dijo y el portavoz del Grupo Popu-lar le pidió una explicación, aunque no son los primerosque hablan de ello y usted no se ha referido a ello, perocreo que se denota de la afirmación de que todavía no seredistribuye en términos satisfactorios la riqueza, inclusocuando este país tenía una época de bonanza—, sí que esverdad que no es la primera vez que oímos en esta comi-sión que cuando España tenía unos índices de ocupaciónaltos tampoco los niveles de pobreza disminuyeron pro-porcionalmente a esa tasa de ocupación. Estamos deacuerdo en que hace falta una reforma mucho más estruc-tural, que conlleve un nuevo modelo económico, comousted ha dicho, más sostenible. A este aspecto, me gusta-ría que me contestara si conoce el anteproyecto de la leyde Economía Sostenible y qué opina su sindicato delmismo.

Otra de las preguntas que me gustaría hacerle es si ustedcree que existen nuevas formas de pobreza en cuanto alorigen o que simplemente con la crisis se ha producido unefecto multiplicador de esas formas de pobreza que yaexistían. Es fundamental la visión que usted pueda darnossobre ello porque, como bien dice la presidenta cuandointroduce todas las sesiones de la comisión, una de las raí-ces o de las cuestiones o de las preguntas fundamentalesque nos planteábamos desde esta Cámara era si esta crisiseconómica ha inventado nuevas formas de pobreza o hasacado a la luz de una manera más fuerte las formas depobreza que ya existían y lo único que ha hecho ha sidoeso, un efecto multiplicador.

Aunque no lo ha expuesto —ha hecho una intervenciónde veinte minutos y no da tiempo a todo—, es verdad quehe podido leer las propuestas que ustedes como sindicatohan lanzado al presidente del Gobierno y a los portavocesde los grupos parlamentarios, y lo que ustedes creen quedebe ser la solución o una de las posibles soluciones a estacrisis económica y he leído un poco los ejes del plan dereactivación económica que proponen, tanto la potencia-ción del capital humano, como el impulso a la investiga-ción, el desarrollo y la innovación, el desarrollo de infra-estructuras y el fomento de las tecnologías de informacióny comunicación, y estoy totalmente de acuerdo en queesos deben ser los cambios estructurales por los que debepasar la economía española para poder salir de esta crisisy que hayamos aprendido todos algo de esta crisis, que yocreo que es fruto de un modelo económico totalmentecaducado y fruto de un modelo económico que, además,no redistribuía la riqueza en absoluto y que no contribuíaa ese concepto de justicia social en el que coincidimos.

Por último, me gustaría preguntarle qué valoración hacedel plan extraordinario de inclusión social, si creen en ladistribución de los recursos que se han puesto encima dela mesa —la mitad para unas ONG que trabajan en esteámbito de exclusión social y la otra mitad para convocato-ria pública—, si comparten esa forma de distribuir losrecursos. Me gustaría saber si para su sindicato está bienconfeccionado este nuevo plan extraordinario de inclusiónsocial.

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Sin más, le vuelvo a agradecer su presencia aquí y nosponemos a disposición de su sindicato, como Grupo Par-lamentario Socialista, para lo que estime oportuno.

Gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, senado-ra Andrés Prieto.

Tiene la palabra, por el Grupo Popular, la senadora doñaBeatriz Marta Escudero Berzal.

La señora ESCUDERO BERZAL: Muchas gracias,señora presidenta.

En primer lugar, también quiero agradecer en nombrede mi grupo, del Grupo Parlamentario Popular, la presen-cia del secretario general de USO y agradecerle la inter-vención que ha desarrollado. Igualmente, como ya le hadicho la presidenta de la comisión, quiero darle las graciaspor las orientaciones de actuación, las soluciones o losmedios o los instrumentos que usted ha propuesto parapoder llegar a una salida o a intentar buscar solucionesque, sin duda, deberán ser tenidas en cuenta, analizadas yestudiadas.

Permítame que en mi intervención me dirija a ustedcomo representante sindical, no como secretario generalde USO, que lo es y, por supuesto, le felicitamos por ello.Mi compañera, la senadora por Navarra, antes aludía alpapel que estamos desempeñando todos y cada uno de losactores sociales en esta situación de crisis nacional, tantoempresarios, como sindicatos y políticos. Todos, además,tenemos unas responsabilidades y tenemos que buscarsalidas. Permítame que le pida que me aclare como repre-sentante sindical —no, le vuelvo a decir, como secretariogeneral de USO— el papel que ustedes pueden desarro-llar y una serie de cuestiones que a mí y a mi grupo nospreocupan.

Le he agradecido su contribución al debate en estacomisión, que, como ya he dicho, pretende hallar solucio-nes para las personas más afectadas por la crisis, sobretodo aquellas personas más desfavorecidas o que disponende menos herramientas para recuperar sus vidas; es decir,aquellas personas que ya se encuentran, como consecuen-cia de su exclusión laboral, al borde de la exclusión socialo padeciendo sus consecuencias.

Aprovecho su presencia en esta comisión, para que nosaclare dos cuestiones que me preocupan sobre el papel delas organizaciones sindicales en una crisis como esta, queahora afecta tan duramente a casi 4 600 000 españoles,cifra que representa un porcentaje realmente importantede la población española, como usted antes apuntaba. Laprimera de estas cuestiones es si realmente las organiza-ciones sindicales están sirviendo para proteger los dere-chos de los más desfavorecidos. Existe la percepciónsocial de que en el actual marco las organizaciones sindi-cales son útiles para apalancar los derechos de las perso-nas que trabajan, sobre todo, de aquellas que están engrandes corporaciones, en empresas con un gran númerode empleados o administraciones públicas. Este es unhecho innegable. Las organizaciones sindicales defienden

fieramente los derechos, las condiciones laborales y sala-riales de las personas que tienen trabajo, pero ¿suelen seresas persona contratadas, como le decía antes, en lasadministraciones públicas o las que pertenecen a grandesempresas o a grandes corporaciones, las que más dura-mente padecen los efectos de la crisis económica? Migrupo y yo nos atrevemos a afirmar que no, que son laspequeñas empresas, los autónomos quienes antes, y demanera más aguda, se ven arrastrados a los límites de laexclusión en una coyuntura de contracción económica.Por tanto, ¿qué hacen las organizaciones sindicales hoypara proteger los derechos de estas personas? Es una dudaque agradecería que nos aclarara.

Por otro lado, la presión de las organizaciones sindica-les para apalancar los salarios y las condiciones laboralesde las personas empleadas en grandes corporaciones endeterminados marcos y en las fases iniciales de la crisis,como la que nos ocupa, condicionan la acción de algunosGobiernos, hasta el punto de impedir a los mismos la tomade medidas que podrían atajar los efectos de la crisis oacelerar la salida de la misma. Esa presión en las fases ini-ciales de la crisis y el temor del Gobierno pueden influiren que se pierda competitividad y se dispare el déficitpúblico. Estos hechos, sin duda, terminarán de nuevo per-judicando inmediatamente a los autónomos, a las peque-ñas empresas y a la larga, incluso, a las mismas grandescorporaciones, a sus empleados y al país en general. Qui-siera saber si usted comparte este diagnóstico, o si parte deél, o si no lo comparte en absoluto.

Además consideramos que en fases avanzadas de unacrisis, como la que en estos momentos afecta a España, lasorganizaciones sindicales pueden jugar también un papeldistinto. Si en fases iniciales de la crisis su presión o eltemor a ella pueden conducir a un Gobierno a tomar unadecisión o medidas incluso contraproducentes, cuando lacrisis es evidente, se puede producir otro efecto perverso:el de anestesiar a la sociedad. Es decir, cuando se extien-de el temor o la psicosis de la pérdida del empleo, las orga-nizaciones sindicales pueden jugar un papel sedante en eltejido social que impida iniciativas de estímulo que obli-guen al Gobierno a tomar medidas. En situaciones concre-tas, un Gobierno puede decidir dedicar cantidades ingen-tes y crecientes de fondos públicos a las organizacionessindicales con el fin de sedarlas y a través de ellas, a lasociedad en general.

En España, durante los últimos años, la Administracióndel Gobierno del señor Zapatero ha dado miles y miles demillones de las antiguas pesetas a distintas organizacionessindicales. Acabamos de asistir en noviembre del añopasado, en 2009 —y no estaba su sindicato—, a un pactoentre UGT, Comisiones Obreras y CSIF con la señoravicepresidenta primera del Gobierno relativo a políticas ymedidas relacionadas con los empleados públicos, susretribuciones salariales e incremento de las mismas.Hemos asistido hace dos semanas al anuncio del secreta-rio de Estado de Economía de la congelación salarial delos empleados públicos e incluso de su disminución; nosolo su congelación, repito, sino incluso su disminución.

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Inmediatamente, al día siguiente, como consecuencia de lamovilización interna de organizaciones sindicales —noestoy hablando de su sindicato, sino de otras organizacio-nes sindicales— tuvieron que desdecirse de estas declara-ciones acerca de la congelación salarial de los empleadospúblicos o de que se iban a reducir sus retribuciones sala-riales. ¿Entiende lo que le quiero decir? (Asentimiento.)

Todo esto resulta chocante cuando el gasto público biendebiera recortarse para reducir un déficit público que las-trará la recuperación, bien debiera destinarse a estimular eltejido productivo o a políticas sociales que palíen la situa-ción de aquellas personas que padecen la exclusión. Hoyhablamos de medidas. La secretaria de Política Social deComisiones Obreras, en la anterior comparecencia, haceuna hora, nos decía que una de las primeras medidas quehabía que adoptar era luchar por el incremento de la retri-bución salarial mínima. Eso, hoy, a los 4 600 000 españo-les que se encuentran desempleados les da igual, porqueellos no es que tengan una retribución mensual baja, esque no tienen ninguna. Yo creo que es una responsabili-dad tanto de las organizaciones sindicales como de lospartidos políticos, como de los representantes parlamen-tarios y de los miembros del Ejecutivo buscar ya solucio-nes reales, no reformas legislativas laborales de futuro,que sí, que hay que estudiarlas, que hay que analizarlas yque hay que irlas poniendo en marcha. La base de estacomisión es analizar cuál es la raíz o las distintas raícesdel problema, cuáles son los medios y ver soluciones parael futuro, pero esos 4 600 000 españoles nos están deman-dando soluciones ya.

Para terminar —se lo digo con todo el cariño y respetoque me merecen tanto usted como el sindicato que repre-senta—, y hablo en general —se lo he dicho en mi inter-vención a principio—, las organizaciones sindicalesdebieran proteger un poco menos a quienes tienen empleoy un poco más a quienes no lo tienen y funcionar ante losGobiernos como alarmas tempranas de las situaciones decrisis, que puedan generar masas de personas excluidas.Desde mi punto de vista, señor Salazar, y, repito, no solose lo digo a usted como secretario general de la USO, sinoa las organizaciones sindicales en general: en la crisis quenos ocupa, todas las organizaciones sindicales han actua-do de una manera diferente.

Espero sus palabras y le agradezco de nuevo su compa-recencia y su sinceridad.

Muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, senado-ra Escudero.

Tiene de nuevo la palabra don Julio Salazar para comen-tar aquello que le parezca de interés sobre las reflexionesy las intervenciones que las dos portavoces de los gruposSocialista y Popular han hecho.

El señor SECRETARIO GENERAL DE LA UNIÓNSINDICAL OBRERA (USO) (Salazar Moreno): Muchasgracias, presidenta.

Quería decirle a la señora Prieto, que requería contesta-ción a algunas preguntas sobre el anteproyecto de ley de

Economía Sostenible, que, a juicio de la USO, es una leynecesaria pero, hoy por hoy, insuficiente y demasiado lar-vada en el tiempo. Se necesita y urge tomar medidas ya.Es una ley que se alarga demasiado en el tiempo, a la vezque es un saco roto donde se mezclan las más variopintaspolíticas. Consideramos, y, repito, siendo necesario, por-que la orientación es intentar crear un nuevo patrón de cre-cimiento económico que sea sostenible, que sea mássocial, que el Gobierno lo lleva de nuevo a la albur nosolamente de la concertación social, sino también de laconcertación política y ello va a retrasar mucho la toma dedecisiones.

El Gobierno, con este como con otros temas, ha pasadoel muerto a los concertantes sociales, cuando la concerta-ción social lamentablemente está más en los estertores delfracaso que en las soluciones reales que está aportando enlos últimos tiempos.

Efectivamente, tal y como decía la senadora Prieto,coincido en que la crisis, como efecto multiplicador, estáincidiendo muy considerablemente en los efectos de lapobreza y la exclusión en España. Lamentablemente no setienen cifras actualizadas, por lo que nos tenemos quebasar, como decía en la exposición, bien en datos anterio-res a producirse la crisis económica, bien en datos de loscomienzos de la propia crisis, pero los datos en todo casoson tremendos. Estos datos aportan ya que uno de cadacinco conciudadanos está por debajo del umbral de lapobreza —que según diversas fuentes, Cruz Roja, entreotras, son ya 9 millones— y que la pobreza extrema se vahaciendo cada vez más grande. Por lo tanto, realmente lacrisis tiene una relación directa con ese efecto multiplica-dor, como comentaba la senadora.

Comentaba antes también que no solo el Plan extraordi-nario de exclusión social, sino algunas políticas socialesque se están llevando a cabo nos parecen no solo necesa-rias, sino insuficientes —me refiero a determinadas rentascomo la de los 420 euros, sin ir más lejos—, aparte de queconsideramos que deberíamos ir a una unificación de lasrentas mínimas de inserción, ya que no considero justoque un trabajador vasco o un riojano, como yo conozco,que está empadronado en el País Vasco, porque es la fron-tera —sin ir más lejos Hoyón está a 6 kilómetros—, tengauna renta de inserción superior a la que puede cobrar otroriojano o un murciano. Creo que estos aspectos se debentener en cuenta.

Yo valoro positivamente el Plan extraordinario de exclu-sión social porque considero un acierto que una buenaparte de los fondos vayan directamente a las ONG, aunqueeste es el papel que debiera cumplir el Estado. Asimismoconsidero que son fondos muy insuficientes sabiendo delas carencias y de los problemas económicos que tienen enestos momentos los Presupuestos Generales del Estado.Pensamos que son cantidades muy insuficientes, aunquehay políticas, como en este caso, que son positivas y lasvaloramos como tales.

Respecto a las preguntas y consideraciones que hacía lasenadora Escudero, diré que coincido con alguno de susplanteamientos. Por una parte creo que se magnifican

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mucho algunas acciones de los sindicatos y, por otra, debeentender que hay una cierta contradicción, porque cuantomás explotado está un trabajador —permítame utilizar esaexpresión—, menos sindicalizado está, y cuando mejorescondiciones de remuneración y laborales tiene, más sindi-calizado está. Por lo tanto, desde esa premisa es lógico quela participación en los sindicatos sea fundamentalmentemás en la gran empresa que no en las pequeñas empresasde este país. Otra cosa es que los sindicatos —y ahí coin-cido con usted— estemos intentando, y seguramente noestemos acertando, llegar a los sectores que están en peorsituación como son los parados y los excluidos sociales,porque también están desarraigados de los sindicatos. Escierto que no llegamos a ellos con la fuerza y la convicciónque debiéramos, y es precisamente por esa contradicciónque se da en nuestro país. En otros países lo articulan dediferentes formas, pero sí hay ese desapego.

¿Qué hacen las organizaciones sindicales? Creo queaportamos, sobre todo con los parados, al menos en nues-tro caso, medios humanos con los que queremos que estostrabajadores tengan, como mínimo, las orientaciones parapoder encontrar un empleo. Nosotros no tenemos la facul-tad de dar puestos de trabajo, pero sí podemos orientarhacia ellos. Lo mismo hacemos, sobre todo, con el trabajode los inmigrantes. Le puedo decir que se hace una labormuy buena con el trabajo de los inmigrantes sabiendo lasdificultades de integración existentes. Porque también hayque ponerse en su pellejo. Seguramente no se ve y no sevalora el trabajo que se está haciendo desde las organiza-ciones sindicales, pero le puedo asegurar que, aunque nosgustaría hacer más, se está haciendo un buen trabajo.

Comparto el hecho que comentaba usted de que lasgrandes corporaciones son unos poderes fácticos tremen-dos en este país —en otros, por descontado—, cuandoresulta que en España la gran empresa es la pequeña ymediana empresa, —representa casi el 90% de la empre-sa de este país— y no se la tiene en consideración prácti-camente para nada. Además, en la propia patronal pesa másla CEOE que CEPYME, cuando esta última es la que aglu-tina al mayor número de empresas, que a su vez son las quedan el mayor número de puestos de trabajo —el 85% depuestos de trabajo están en esas pequeñas y medianasempresas—. Efectivamente, coincido en que tendríamosque tener más en consideración a las pequeñas y medianasempresas y a los autónomos y a las familias y menos a lospoderosos, sobre todo, a la banca, a la que no solamente sela ha dado ya una ayuda que representa un tercio del pro-ducto interior bruto de este país, sino que, encima, se leestá dando más recursos por los que no está fluyendo elcrédito, como sería lo deseable. Digo que se le está dandoporque la banca, en vez de ir a dar el crédito, sobre todo alos autónomos, a las empresas y a las familias, lo que estáhaciendo es comprar deuda pública y directamente elEstado le está dando unos porcentajes de beneficio queentendemos que debieran servir para otros fines y no paraseguir capitalizando a la banca. La banca no está haciendola función social que debe hacer en este país, y en elGobierno se tienen que articular medidas. Alguna ya ha

empezado a articular, como el tema del ICO, algo que nosparece importante. Consideramos que debe hacer unaespecie de banca pública ya que la banca privada no estácumpliendo su función. Fundamentalmente se están des-truyendo muchos puestos de trabajo precisamente porqueno se está dando el crédito a las pequeñas y medianasempresas; destrucción de puestos de trabajo que no tendríaque haberser producido si hubiera estado el crédito al ser-vicio de estas pequeñas y medianas empresas y sobre todo,al servicio de los autónomos.

He de decir respecto a la consideración que hacía sobrelos sindicatos y en relación con el acuerdo que se había fir-mado con las administraciones públicas que, efectivamen-te, UGT, Comisiones y CSIF firmaron un acuerdo salarial,que, como usted quizá recordará, consistió en el 3% deincremento salarial y otro 3% que se desvió hacia unos pla-nes de jubilación, de los que a su vez son rentistas —pordecirlo así— dos de los sindicatos firmantes, ya que deestos planes de jubilación son gestores, junto al BBVA y,por tanto, tienen una serie de beneficios económicossobre dichos planes. Lo que nosotros decimos es que esta-mos absolutamente en contra de esto ya que tambiénquieren trasladarlo a la empresa privada. Pero nosotrospensamos que en momentos como los que estamosviviendo —y más aún cuando está en el ambiente el temade la reforma de las pensiones— no debemos dejar quepor cada 100 euros que trasladan a estos fondos de pen-siones se le quiten 30 euros a la Seguridad Social ya queestán ahorrando esos 30 euros de cotizaciones de la Segu-ridad Social a las empresas. ¡Y qué más quieren lasempresas que trasladar a fondos y a planes de pensionesprivados este tipo de incrementos salariales! Nosotroscreemos que están haciendo un flaco favor a la SeguridadSocial y a los trabajadores. Porque, en lo que a estos serefiere, hay que decir que cada cual debe hacer con sudinero lo que quiera. Si después quieren ponerlo en planesy fondos de pensiones privados que así lo hagan, pero enprimer lugar los incrementos salariales tienen que ir a subolsillo para que, luego, como digo, cada uno haga libre-mente lo que quiera con ellos. En todo caso, no solo habíauna moderación sino un incremento salarial a la baja porparte de los funcionarios públicos. Yo no estoy de acuerdoni tan siquiera con la congelación, como proponía el secre-tario de Estado de Economía, porque los funcionariospúblicos no se merecen, máxime con la merma que tienende más de un 20% de sus retribuciones en la última déca-da y en algunos años más, tener que solventar por mediode su salario unas deficiencias económicas que atañen alGobierno y no a ellos.

Tengo que decirle en cuanto a algún comentario que hahecho también su señoría sobre las subvenciones que,efectivamente, en este país, los sucesivos gobiernos, nosolamente los centrales, los autonómicos y los localesestán haciéndole un flaco favor al sindicalismo con laspolíticas de subvenciones que están llevando a cabo ya quees un sindicalismo adormilado el que se ha creado, unbisindicalismo institucionalizado, en contra del que estoyradicalmente. Por eso, en la USO intentamos hacer un

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cambio sindical en positivo, también con los compañerosde Comisiones y de UGT, sacándoles, eso sí, de ese pozoen el que ellos están metidos al estar viviendo fundamen-talmente de los dineros públicos y no de las cuotas de losafiliados. Puedo asegurarle que los presupuestos confede-rales de la USO están basados en un 83% en las cuotas denuestros afiliados.

Finalmente, tengo que decirle, en cuanto a la alusiónque hacía usted relativa al incremento del salario mínimointerprofesional y a si no sería más deseable que repercu-tiera en los parados, que tienen una relación entre sí bas-tante directa, por una parte porque el salario mínimo inter-profesional, como usted sabe, está un poco por encima delos 600 euros mensuales, cuando resulta que el 60% de lamedia de los salarios en este país —según las indicacionesinternacionales— vendría a suponer unos 1200 euros y sítendría una repercusión respecto a los parados con presta-ciones o con subsidio puesto que estos van sobre el sala-rio mínimo interprofesional fijado en cada momento. Entodo caso, puedo decirle que esta es una preocupación quetienen los sindicatos; otra cuestión es que tengamos posi-bilidades para hacer otra cosa.

En cuanto a los parados y por supuesto los excluidos,puedo indicarle que, al menos para el sindicato en el queyo milito, nosotros estamos intentando que quien tiene esaposibilidad, que es el Gobierno y los gobiernos, en lamedida en que cada uno tiene unas responsabilidades yunas competencias, cambien esas políticas a favor precisa-mente de estos conciudadanos que son los que peor loestán pasando sin tener culpa alguna de que haya una cri-

sis económica. Por tanto, no tienen por qué ser los secto-res más débiles de la sociedad los que carguen y paguenesta crisis económica. A partir de ahí, estamos intentandocumplir con nuestra función de representar los intereses detrabajo y de vida de los trabajadores y trabajadoras de estepaís. Repito que coincido con usted en que no debemosestar haciéndolo suficientemente bien puesto que no lesestamos posibilitando una salida de la pobreza y de laexclusión social ya que el propio ritmo de la crisis nos estállevando a la derivada contraria.

La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, donJulio Salazar, por su intervención, por las respuestas queles ha dado a los grupos parlamentarios y también por lasorientaciones y sugerencias que ha ido haciendo a lo largode su intervención ante el impacto de la crisis que en estemomento está sufriendo la sociedad, no solo referida alárea del empleo sino también a la de la protección social.

Hacemos, por tanto, un reconocimiento del trabajo quesu organización y su sindicato realizan también en nuestrasociedad.

Como suelo decirles a todos los comparecientes, si a lolargo del tiempo en que esta comisión siga sus trabajos deestudio considera que pueda aportarnos alguna otra docu-mentación para el objetivo final de nuestros trabajos, se loagradeceríamos.

Muchísimas gracias de nuevo.Se levanta la sesión.

Eran las trece horas y treinta minutos.

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