4
Comisión para la Conmemoración del Centenario de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo Rodrigo Pardo Fernández, r esponsable . Ana Cristina Ramírez Barreto, Patr imonio cultura l. Helmut HorkheimerVázquezTorres, director de la Facultad Popular de Bellas Artes, Actividades artísticas A gradezco la distinción que han otorgado a la comunidad ju- rídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, por mi conducto, para remembrar, reflexionar y destacar la vida de un hombre que nos ha dado identidad como michoacanos. Deseo basar esta reflexión, más que en datos puramente histó- ricos, en el interés genuino para resaltar el sentimiento nicolaita en este 451 aniversario luctuoso de un hombre que ejerció como jurista y clérigo, dejando bases para la enseñanza de oficios en las comu- nidades, así como la instrucción formal a través del Colegio de San Nicolás de Obispo, sobre el cual a la postre se sentaron los cimien- tos de nuestra Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo... Continuar leyendo pág.2 ... COMITÉ DE CULTURA Discurso en homenaje a Vasco de Quiroga CDLI aniversario luctuoso Damián Arévalo Orozco

COMITÉ DE CULTURA - gacetanicolaita.umich.mx · En Quiroga desarrolló las artesanías de madera laqueada y la alfare- ... con diversas técnicas, como el tallado, el grabado, el

Embed Size (px)

Citation preview

Comisión para la Conmemoración del Centenariode la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Rodrigo Pardo Fernández, responsable. Ana Cristina Ramírez Barreto, Patrimonio cultural. Helmut Horkheimer Vázquez Torres, director de la Facultad Popular de Bellas Artes, Actividades artísticas

Agradezco la distinción que han otorgado a la comunidad ju-rídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, por mi conducto, para remembrar, reflexionar y destacar la vida de

un hombre que nos ha dado identidad como michoacanos. Deseo basar esta reflexión, más que en datos puramente histó-

ricos, en el interés genuino para resaltar el sentimiento nicolaita en este 451 aniversario luctuoso de un hombre que ejerció como jurista y clérigo, dejando bases para la enseñanza de oficios en las comu-nidades, así como la instrucción formal a través del Colegio de San Nicolás de Obispo, sobre el cual a la postre se sentaron los cimien-tos de nuestra Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo...

Continuar leyendo pág.2 ...

COMITÉ DE CULTURA

Discurso en homenaje a Vasco de Quiroga CDLI aniversario luctuoso

Damián Arévalo Orozco

C2 Lunes 11 de abril de 2016. Año 5 No. 96.

Rumbo al CentenarioRumbo al Centenario

Es un honor compartir una breve semblanza de la vida y obra de Vas-co Vázquez de Quiroga y Alonso de la Cárcel, a quien conocemos todos como Vasco de Quiroga o Tata Vasco.

Nuestro Estado ha tenido una presencia determinante en el devenir histórico de la nación mexicana. En Michoacán se han gestado los mo-vimientos ideológicos que dieron rostro y sentido al país; la Indepen-dencia y las Leyes de Reforma no se entenderían sin las aportaciones de grandes ideólogos michoacanos y de otros que encontraron en nuestro Estado el semillero para llevar a cabo sus ideales políticos libertarios.

El México de la actualidad encuentra gran parte de sus raíces en Mi-choacán, y es de elemental justicia señalar que ese Michoacán del que surgieron Hidalgo, Morelos y Ocampo, no habría existido nunca de esa manera, sin la presencia fecunda de Don Vasco de Quiroga, quien, con visión y dedicación constante pudo trasformar radicalmente la vida de nuestros hermanos indígenas.

Adelantado a su tiempo y espacio, Vasco de Quiroga anhelaba un mundo basado en el respeto fundamental de los derechos humanos, un mundo igualitario, pero con hondas raíces indígenas; Vasco de Quiro-ga dedicó su vida entera a construir el mundo que soñó Tomás Moro y que plasmaría en su obra “Utopía”. Para nadie es desconocido que el pensamiento de Moro fue la motivación intelectual de Quiroga; así, Mi-choacán fue la tierra fértil en la que construyó un lugar pacífico en el que todos compartieron la carga del trabajo y disfrutaron los frutos, de manera equitativa.

De este gran hombre, sabemos muchas cosas que nos revelan la construcción de un carácter firme. Nació en el año 1470 y falleció a la edad de 95 años en la actual ciudad de Uruapan.

Madrigal de las Altas Torres, Ávila; una de las comunidades que pue-de presumir como pocas de un enorme patrimonio cultural y un pasado histórico notable, - baste añadir que ahí nació también la Reyna Isabel la Católica-, es una bella e importante ciudad, que llegó a contar con campanarios y altas torres, y aún se conserva la iglesia de San Nicolás de Bari, donde fue Bautizada la Reina Isabel la Católica y también nuestro prócer Don Vasco de Quiroga, en la pila bautismal que data del siglo XIII.

De su educación sabemos que realizó estudios de Leyes y Humanida-des en la Universidad de Salamanca, de la que llegó a ser Rector, fue un letrado cercano a los reyes católicos a quienes sirvió en Granada hacia 1492 y como Juez en Orán en 1525, que en 1529 fue nombrado Oidor de la Segunda Audiencia de México por el Rey Carlos V, con la finalidad de que resolviera los enormes atropellos cometidos por Nuño de Guzmán y que lograría el asentamiento jurídico en México.

Nombrado Obispo de Michoacán en 1536, la sede de esta diócesis se encontraba en Tzintzuntzan, ahí se estableció primero, pero luego se

trasladó a Pátzcuaro donde estableció en la iglesia de San Francisco de Asís la Catedral de la Diócesis Michoacana y junto a ésta instituyó el Co-legio de San Nicolás Obispo en 1540.

Llama la atención la vida longeva de Vasco de Quiroga y la disponibilidad generosa de emprender una nueva vida en tierras lejanas para compartir su sabiduría, él llegó a los sesenta años de edad a tierras michoacanas, todo su trayecto en estas tierras está lleno de creación constante a favor de los indígenas, poniendo en beneficio de ellos la preparación y la enorme convicción franciscana de dar amor al prójimo sin pedir nada a cambio.

Lo cierto es que Vasco de Quiroga tuvo una gran cercanía a través de su trabajo en la Segunda Audiencia, logró conocer a los indios, identi-ficar sus costumbres, comprender el amor por su tierra hasta mezclar-se completamente con ellos y sus tradiciones; la historia nos da varios ejemplos de que las personas solemos perder el rumbo y dejar a un lado nuestros ideales cuando enfrentamos grandes vicisitudes; sin embargo, Don Vasco de Quiroga siempre tuvo claro lo que quería crear, compartir y ofrecer a los indígenas, a quienes veía como hermanos. Para este per-sonaje histórico la acción siempre estuvo presente en su vida.

Aprovechando su conocimiento de la Cultura Tarasca, Don Vasco la impulsó hacia una nueva etapa de desarrollo, logró que los indígenas regresaran a sus pueblos y los reconstruyeran hasta convertirlos en ciu-dades, reconstruir el tejido social que había sido totalmente trastocado por Nuño Beltrán de Guzmán, primer Presidente de la Audiencia de la Nueva España y autor de las peores crueldades realizadas por los con-quistadores en contra de los indígenas, quienes se habían replegado a la sierra, horrorizados por este feroz asolador.

Entre las obras más importantes de este gran humanista, podemos destacar las escuelas Hospitales de Tzintzuntzan y en Santa Fe de la Laguna, su peregrinar y trabajo colonizante lo llevó a formar múltiples curatos, no solamente en el territorio de nuestra actual entidad; yendo de Indaparapeo a Charo, de Chucándiro a Zitácuaro y de Tlazazalca a Za-mora, además de los Estados vecinos como Guanajuato llegando a San Miguel de Allende, Salamanca, Irapuato y en el Estado de Jalisco, lugar en el que fundó el curato de Guadalajara.

Resulta difícil tratar de resumir una vida tan prolífica, ya que Vasco de Quiroga fue un hombre que tuvo como columna vertebral, el pen-samiento humanista, y nos obliga a asumir que en una persona había muchas otras, coincido con Antonio Arriaga y abro cita: “El espíritu de Vasco de Quiroga tuvo múltiples facetas permitiéndole ser pastor y guía, letrado y reformador, ideólogo y jurista, místico, militante, pacífi-co, español, criollo, indio, castellano y michoacano” fin de la cita.

Por lo anterior, es preponderante enfatizar una de sus mayores obras: la enseñanza a través de la instrucción.

C3Lunes 11 de abril de 2016. Año 5 No. 96.

Rumbo al Centenario

Privilegió la enseñanza a personas de una cultura

que no era la propia

“Este hombre, Tata Vasco, supo ver y sentir las necesidades de una tie-

rra y una cultura que no era la propia, logró transformar las vidas de las personas asentadas en la meseta purépecha y benefició por muchas ge-neraciones las de sus descendientes hasta nuestros días, legándoles tra-bajos y oficios que hoy siguen menguando la pobreza de los pueblos en la zona purépecha de Michoacán.

El primer ejemplo lo encontramos en Santa Clara del Cobre. Don Vas-co estableció la industria del cobre que hoy se mantiene viva por los ha-bitantes de este lugar declarado pueblo mágico; la magia se basa en las artesanías que ahí podemos encontrar, trabajadas de forma esmerada por los artesanos del lugar que mantienen viva esta tradición.

En Tzintzuntzan, antigua capital del reino purépecha, destaca su magnífico convento franciscano, en cuyo atrio se encuentran los olivos que plantó Don Vasco de Quiroga, ahí permanecen creaciones magnifi-cas de barro, tule, paja y bordados multicolores, como un legado vivo de los diversos oficios que varios indígenas aprendieron.

En Quiroga desarrolló las artesanías de madera laqueada y la alfare-ría; actualmente, no solo se mantiene viva la enseñanza de Don Vasco, sino que se ha convertido en un centro regional para que muchos de los productores de nuestro Estado, se congreguen a ofrecer sus productos en el mercado de las artesanías.

En Cuanajo desarrolló la carpintería y los artesanos del lugar han lu-chado por preservar este oficio de generación en generación. Actual-mente la comunidad de Cuanajo se sigue autodefiniendo como la “cuna del mueble artesanal” y en ella podemos encontrar muebles elaborados con diversas técnicas, como el tallado, el grabado, el rústico y, debido a las exigencias de los nuevos tiempos, también el contemporáneo.

En Paracho implementó la producción de instrumentos musicales, so-bresaliendo por supuesto la elaboración de las guitarras, lo que ha sem-brado raíces profundas, ya que Paracho es considerado el reino de las mejores guitarras del mundo, lo que permite a este pueblo exportar sus guitarras no solamente a Estados Unidos y Canadá, sino prácticamente a todo el continente Americano y también a gran parte de Europa.

Paracho significa en chichimeca “ofrenda” y Don Vasco de Quiroga tuvo a bien utilizar la madera del cedro mexicano, para que los indios de ese lugar ofrendaran al mundo a través de la música que surge de sus guitarras.

En San Felipe estableció la herrería, por lo que hoy es conocido como San Felipe de los Herreros, lugar donde los artesanos trabajaron la he-rrería artística durante muchos años. En San Juan Parangaricutiro, Vas-co de Quiroga impulsó la producción de colchas utilizando el telar primi-tivo de los tarascos, actualmente en este poblado, su principal artesanía son los juguetes de madera, pero también se siguen comercializando las batas realizadas con tela grabada de cuadros y los rebozos.

En Uruapan podemos destacar hasta el día de hoy como herencia de Don Vasco de Quiroga, la elaboración de lacas, jícaras, máscaras y ba-teas elaboradas con la técnica “maque”; así también, se elaboran rebo-zos y mantas rusticas de algodón y acrilán, utilizando los telares de ma-dera y pedal, todo lo cual sigue siendo la principal actividad económica de los indígenas de la meseta purépecha en esa ciudad de Uruapan.

En Pátzcuaro lució el artesanado en todo su esplendor, ya que aquí se encontraban sus maestros, entre las artesanías que se destacaron están sin duda los Cristos de caña, las telas, las cobijas, los instrumentos musi-cales de latón, la platería, el vidrio soplado y las lacas pintadas.

Podríamos seguir señalando muchas de las buenas obras de este evan-gelista, sin embargo es ineludible resaltar la actividad económica que gene-ró a nivel estatal, la cual sigue viva y fecunda, permitiendo que Michoacán sea reconocido a nivel internacional por las eminentes manos indígenas que siguen maravillando al mundo con los oficios que él les enseñó.

Tan claro fue el pensamiento de este gran hombre desde su llegada a la Nueva España, que con la fundación del Colegio de San Nicolás Obis-po concretó su idea de orientar la educación como motor para el cambio social que buscaba.

Varios biógrafos han tratado de escribir la historia que relaciona a Vasco de Quiroga con la Universidad Michoacana y aunque no hay da-tos precisos, nuestra comunidad nicolaita abraza como una tradición de identidad la fundación del Colegio de San Nicolás Obispo en Pátzcua-ro, posteriormente trasladado a la ciudad de Morelia. El nombre que le asignó al Colegio, le brinda honor al santo patrono Nicolás de Bari de la basílica localizada en Madrigal de las Altas Torres.

A través de la educación humanista e integral que implementó en el Colegio de San Nicolás, Vasco de Quiroga logró una trasformación social, sembró la idea libera-dora de que la educación es el medio para salir avante, que son las bases y cimientos del desarrollo, de cerrar brechas de la desigualdad y de combatir la discriminación; la interculturalidad era la cotidianidad en los estudios realizados en este colegio, pues mientras los misioneros enseñaban a los niños indígenas que vivían en los con-ventos y colegios, éstos a su vez, enseñaban su lengua materna a los frailes.

Aunque el propósito principal del Colegio de San Nicolás Obispo era la forma-ción de clérigos que sirvieran al obispado, la interacción que se daba ahí permitía que se instruyera a los niños indígenas, españoles y mestizos, lo que facilitóque los frailes ordenaran el conocimiento indígena destacando la historia, mitología, cos-tumbres, valores, así como los conocimientos científicos de los pueblos originarios.

En la fructífera historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hi-dalgo, Vasco de Quiroga influyó en el pensamiento del nicolaicismo, que ha dado sentido y un sello distintivo a nuestra Universidad. Si bien es cierto que nuestra Universidad acompasa el pensamiento de Hidalgo una vez que logró secularizarse, los principios básicos de enseñanza, tradición, solidaridad y respe-to para todos los estudiantes sigue vigente, no es gratuito que tengamos una de las más altas matrículas de alumnado.

En ese sentido podemos decir, que el discurso desgastado de otros años en que nos hemos sentido como un pueblo sometido debe cambiar. Más allá de ali-mentar nuestro conformismo, apatía y poco compromiso con la sociedad mexi-cana, es momento de reflexionar; un hombre español dejó varios resultados po-sitivos que nos siguen dando identidad michoacana, sembró las bases de una de las Universidades Públicas que dan mayor cobertura a los estudiantes de todo el país. Su legado es tan grande que un jefe de estado tomó su báculo para oficiar una misa y pedir ayuda para la paz.

Vasco de Quiroga no es historia, es nuestra realidad, es de los hombres uni-versales que trascienden más allá de su muerte física, porque su vida está en los corazones, en la mente y en cada mano de los nativos de este Estado. Vasco de Quiroga es un ejemplo que nos obliga como sus herederos en el humanismo, en los valores de solidaridad y respeto. Hoy los nicolaitas somos el resultado de esa visión, sigue siendo nuestra motivación para que el pueblo michoacano no ceda a las malas prácticas. Orienta a cada hombre y mujer, a estudiantes y académicos para seguir sus pasos con nuestro quehacer diario, desde la Universidad y fuera de ella, como ¡Cuna de héroes, crisol de pensadores!

C4 Lunes 11 de abril de 2016. Año 5 No. 96.

Rumbo al Centenario

La herencia humanista que dejó Don Vasco de Quiroga en Michoacán, tuvo la inspiración en el libro Utopía del escritor y humanista inglés Tomás Moro.

Esta fue la conclusión en la que coincidieron los ponentes del II Coloquio Internacional La herencia humanista de Don Vas-co de Quiroga en Michoacán, la Universidad Nicolaita, su magna obra, efectuado el 15 de marzo en la Facultad de Derecho.

Gumesindo García Morelos, profesor nicolaita, señaló que uno de los legados de Vasco de Quiroga fue la dignidad humana, que la retomó de los pensadores Tomás Moro y Erasmo Róterdam. Ese dogma era impensable en el siglo XVI, época de la iglesia católica.

Joseph Benedict Warren, investigador invitado del Cole-gio de Michoacán, comentó que una de las pasiones de Vasco de Quiroga fue la educación de los originarios michoacanos. “Quiroga había leído la Utopía de Tomás Moro. Esta obra lo inspiró para hacer acciones como los hospitales –de Santa Fe, hospitales de los que se mencionan en dicho libro-”.

El concepto de hospitales de Utopía y de Vasco de Qui-roga, no es el mismo que en la actualidad, que es sólo para atender enfermos. En ese entonces eran para atender a toda clase de necesitados.

Marco Antonio Lagunas Vázquez, director del Instituto del Artesano Michoacano y ex presidente municipal de Uruapan, consideró que Vasco de Quiroga fue un romántico de la igual-dad entre los hombres. “Vasco de Quiroga se inspiró en el libro de Utopías, de Tomás Moro, para implantar talleres ar-tesanales y crear hospitales pueblos, los cuales eran centros de reunión, eran las huatáperas de cultura y artesanía. Imple-mentó el modelo social como Santa Fe de la Laguna”.

El legado de Tata Vasco fue la elaboración de artesanías, así como su pensamiento filosófico y humanístico, la aten-ción a sus semejantes, sobre todo a los más necesitados”, dijo Lagunas Vázquez.

José Guadalupe Hernández Alcalá, diputado federal y ex titular de la Secretaría de Salud en el Estado, indicó que en la actualidad tenemos una idea de que el hospital es un lu-gar para atender enfermos, pero en aquella época la con-cepción de hospital era distinto, era un lugar caritativo, se atraía y atendía a personas necesitadas y desamparadas.

Vasco de Quiroga leyó la Utopía de Tomás Moro en 1492. Se percató que la Utopía era una república, una isla donde todos los habitantes hacen un trabajo común para ser fe-lices. Esa república de la felicidad tenía una capital y tenía hospitales. Tata Vasco puso en práctica la Utopía y fundó hospitales, alentó los talleres artesanales e impulsó la agri-cultura. Hizo realidad en Santa Fe de la Laguna la Utopía de Tomás Moro, agregando la atención médica, con médicos y enfermeras, expuso Hernández Alcalá.

“Los nicolaitas estamos impregnados por Tomás Moro, a través de la Utopía de Vasco de Quiroga. Pero el legado más importante del Tata es el término de justicia social, que aún no terminamos de implementar”, señaló el ex presidente municipal de Los Reyes.

Luis Fernando Anita Hernández, catedrático de la Facul-tad de Derecho, indicó que Vasco de Quiroga fue un per-sonaje instruido, que le dieron la encomienda de frenar la barbarie cometida por los responsables de la Primera Au-diencia en contra de los naturales.

Con la filosofía de Vaco de Quiroga, construyó una sociedad modelo. Tomó el ideal de la Utopía de Tomás Moro, para sentar las bases de un marco de orden social, administrativo y de gobierno.

Precursor de los derechos humanos en

México

*

Vasco de Quiroga hizo posible la Utopía

Don Vasco de Quiroga aplicó e hizo valer los derechos hu-manos de los originarios. Además de crear esa sociedad mo-delo, utópica, como el Colegio de San Nicolás Obispo, vino a cambiar mentalidades y a impulsar la coexistencia, expuso el profesor Luis Fernando Anita, quien alentó a los alumnos de la Facultad de Derecho a cuidar esos ideales y no dejarlos en los libros, hay que llevarlo a la práctica, alentó.

Pedro Tomé Martín, Jefe del Departamento de Antropo-logía, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Estado Español, comentó que Vasco de Quiroga se en-contró con pueblos originarios que carecían de derechos, los conquistadores no reconocían derechos, fue una aberra-ción. Pero Vasco de Quiroga tomó una posición radical en su tiempo y señaló que los naturales son sujetos con derechos y no sólo condenó las barbaridades de Nuño de Guzmán, sino que cuestionó el modelo jurídico y por tal razón se em-peñó en hacer otras leyes. Su reto fue generar una nueva humanidad y “construir nuevos hombres”.

Damián Arévalo, director de la Facultad de Derecho, des-tacó el humanismo de Vasco de Quiroga, “quien le dio otro rostro al encuentro de dos mundos en el siglo XV”.

Medardo Serna González, rector de la Universidad Mi-choacana de San Nicolás de Hidalgo, comentó en la inau-guración del Coloquio que Vasco de Quiroga dejó huella, fue un hombre visionario quien se adelantó a su tiempo, al res-catar los derechos humanos y la dignidad de los originarios de Nuevo Mundo. En los hospitales de su época se fomenta-ron los valores. “Vasco se atrevió hacer, pasó a la acción, no se quedó en la contextualización de los hechos”.

Ana Isabel Zurdo Manso, alcaldesa de Madrigal de las Al-tas Torres, España, apuntó que Vasco de Quiroga tuvo una mezcla de idealismo y determinación. Asimismo, anunció que existe un proyecto de Fundación de Estudios Vasco de Quiroga, con la colaboración de la Embajada Mexicana.

Tata Vasco puso en práctica la Utopía y

fundó hospitales, creó la república de la felicidad

que imaginó Tomás Moro

*

Antonio Robles