¿Cómo actúan nuestros estudiantes para adquirir aprendizajes?.

En el siglo XXI, el desafío de los maestro no es preparar a los alumnos para vivir en una sociedad determinada; sino dotar a cada alumno de competencias y criterios, que les permita comprender el mundo cambiante que le rodea y comportarse de forma responsable y solidaria. Por lo tanto la función principal de cada docente es proporcionar a todos los alumnos la libertada de pensamiento, sentimiento, reflexión, imaginación y creatividad, que necesitan para dar sentido e interés a lo que ellos quieren aprender. Ya que cada alumno posee distintas ideas, experiencias y conocimientos previos, y para lograr una verdadera enseñanza los docentes debemos interactuar con los estudiantes teniendo en cuenta sus necesidades e intereses. Pero para lograr que haya comunicación dentro del aula se debe brindar un clima afectivo favorable, donde haya confianza y respeto.

El aprendizaje dentro del aula se vuelve significativo cuando se vincula los conocimientos previos, para construir nuevos conocimientos; por ello nuestros alumnos son el centro de la enseñanza- aprendizaje, por que ellos son responsables de su propio aprendizaje, logrando modificar sus esquemas de conocimiento. Así mismo ellos logran establecer relaciones entre el nuevo conocimiento y los esquemas de los ya existentes. Los alumnos interactúan con los demás, logrando un trabajo en grupos, cooperativo, por la cual la interacción social, constituye uno de los elementos fundamentales en el aprendizaje.

Además debemos conocer que cada alumno es una realidad distinta, por ello es importante tener en cuenta sus intereses y necesidades para poder diversificar las capacidades que estén acorde con su realidad, y lograr que el aprendizaje sea funcional.

En conclusión aprenden y enseñan profesores y alumnos. Ambos desarrollan competencias cognitivas, comunicativas, afectivas, personales y sociales. El desafío es de cada uno de nosotros: la necesidad de educarnos para educar, de cambiar de mentalidad, nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos de manera propositiva y autorregulada en relación con los alumnos.

La UNESCO por su parte (Delors, 1996) ha señalado la necesidad de que el logro de los estudiantes vaya más allá de los aspectos cognitivos. En el conocido documento titulado “La Educación encierra un tesoro” se plantea lo que la UNESCO denomina “pilares del aprendizaje” aprender a conocer (la materia de estudio), aprender a hacer (habilidades), aprender a convivir y aprender a ser (dimensiones sociales, afectivas y éticas).

ROL DEL DOCENTE:

En la actualidad el docente es moderador, coordinador, facilitador, mediador y también un participante más. Él que brinda un clima afectivo , armónico, de mutua confianza para ayudar a los estudiantes a vincularse positivamente con el conocimiento.

Debe conocer los interese y necesidades de sus estudiantes y sus diferencias individuales; para contextualizarlas.

El aprendizaje es un proceso constructivo interno. Por lo tanto, no basta la presentación de una información a un individuo para que la aprenda, sino que es necesario que la construya mediante su propia experiencia interna.

¿A qué se denomina “error constructivo”?

Con este nuevo enfoque de la enseñanza-aprendizaje se destierra la concepción negativa que tradicionalmente se ha tenido del error, así como el tratamiento que se hacía del mismo

Tenemos que conseguir que nuestros estudiantes se enfrenten al error sin traumas ni complejos. Lo importante es enseñar que del error también se aprende. Si, por el contrario, se sienten todo el tiempo evaluados y sancionados crearán sus propias estrategias de defensa

"el error", -entendido como desajuste conceptual o de ejecución se debe incorporar en el aprendizaje como estrategia didáctica, El error está en la propia trama o proceso del aprendizaje. Es preciso esclarecerlo, diversificado y aprender a utilizarlo didácticamente. Debemos tener en cuenta que aprendamos a través de equivocaciones. Pero un error despejado es fuente de nuevos hallazgos y aprendizajes. Gracias al error la comunicación se hace dialógica, interactiva. El profesor toma conciencia de que el alumno está necesitando ayuda.

El profesor debe seguir de cerca las estrategias utilizadas por el alumno. Acepta el error como algo natural al proceso de aprendizaje, examina el porqué del mismo y lo utiliza como estrategia de nuevos aprendizajes. Los errores, dejan de tener su carga únicamente negativa para convertirse en categorías de información para el profesor y el alumno. La corrección de los errores no produce un efecto inmediato. Pero lo importante es que ha de verse como un acto positivo y no sancionador.

Por ello el componente afectivo tiene un papel relevante en el aprendizaje y en los errores.