1

Click here to load reader

Cómo enfrentar una entrevista de trabajo roberto jorge saller

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Cómo enfrentar una entrevista de trabajo roberto jorge saller

Cómo enfrentar una entrevista de trabajo

Especialmente angustiante para los jóvenes con poca o ninguna experiencia pero también para los veteranos, la entrevista de trabajo se nos antoja una prueba de fuego difícil de enfrentar. Existen muchos consejos circulando por ahí referidos a tono de voz, lenguaje corporal o factores afines que pueden crear la falsa impresión de que, manejando determinados “trucos”, lograrás que el puesto sea tuyo aun cuando no estés preparado para ello. En realidad, como todo, esto es algo más que nada de sentido común.

Voy a proporcionarte un pequeño truco para enfrentar no sólo una entrevista de trabajo sino, en general, situaciones sociales angustiantes o difíciles. Trota, pedalea o haz algún ejercicio similar (asumo que no tienes problemas de salud que te lo impidan, obviamente). Luego, cuando estés con la respiración agitada, declama con voz calmada un parlamento ficticio dirigido, por ejemplo, a un potencial empleador. ¿Difícil, verdad? Bueno, hay que repetirlo y con el tiempo irá saliendo mejor y te ayudará a enfrentarte a esa clase de situaciones. Mejorará tu dicción, tu seguridad y tu lenguaje corporal.

Mantente seguro de tus capacidades y habilidades. Si sabes manejar Photoshop o Linux, recuérdatelo a cada instante. Sé humilde, pero recuerda siempre tus habilidades.

Vístete bien, correctamente. Esto es bastante obvio. No temas pasarte un poco. La corbata causa una buena impresión aun cuando no se te vaya a pedir que la uses.

Es probable que exista alguna pregunta incómoda como, por ejemplo, “¿ha sido despedido antes?”. Responde con la verdad pero con serenidad y diplomacia. No ataques a tus antiguos empleadores, tampoco te eches la culpa. Diferencias de opinión, desavenencias. Si te piden más detalles puedes darlos, con calma.

Por último, no temas dar sugerencias para empujar las cosas a tu favor, sobre todo si estás convencido de ser el hombre apropiado. “Probemos un día” o “Envíeme un trabajo por correo para probar”.