¿Cómo lidiar con un adolescente en vacaciones?

A medida que los chicos crecen, las vacaciones familiares se van complicando. Cuando eran niños bastaba con organizar sus bolsos y llevarlos a cualquier lugar que los padres hubieran decidido sin previa consulta, para que los niños gozaran y se divirtieran en cualquier lugar con su familia.

Sin embargo al entrar a la adolescencia prefieren pasar tiempo entre sus amigos, y las vacaciones familiares no siempre están entre sus opciones favoritas para la temporada.

La adolescencia es una edad en la que los chicos empiezan a necesitar construir algo por fuera de sus familias, es el momento de los primeros gritos de independencia y autonomía, propios, sanos, normales dentro de esta etapa de vida.

En esta etapa los jóvenes se sienten contenidos por sus amigos y sienten que todas sus necesidades de comunicación están cubiertas con ellos, es por eso que surge un distanciamiento con los padres, pues estos son vistos como figuras de límites que, en algunas ocasiones, los reprenden demasiado.

Saber aprovechar las vacaciones con los hijos adolescentes es un desafío para los padres. Aprender a manejar los cambios de humor propios de la edad, actitudes que a veces van del silencio sepulcral a la verborrea, son algunas de las precauciones que los padres deben tener en cuenta al iniciar vacaciones.

Una forma de motivar a los chicos con este tiempo libre es permitirles que formen parte de la organización, poder decidir dónde irán en familia, hace que éste se sienta considerado en las decisiones; además es importante proponer actividades interesantes para ellos, lo cual va a variar dependiendo los gustos de cada hijo.

Si tanto adultos como hijos disponen de tiempo libre en vacaciones, el no estar sujetos a horarios ni obligaciones genera un ambiente propicio para la relajación y la conversación. Las vacaciones son un momento ideal para que surja la confianza y la comunicación. Esto suele hacer que el adolescente deje de estar a la defensiva y se integre más en el ámbito familiar. La tarea de los padres es aprender a respetar los tiempos y deseos de los hijos, y entender los cambios propios de esta etapa.

Consejos para los adultos

A la hora de elegir el destino de las vacaciones o de la salida es importante contar con las opiniones de los adolescentes, pero no hay que permitir que sea él quien lleve las riendas aunque se ponga impertinente.

Antes de salir o de proponer el plan que se quiere hacer con él, es bueno motivarlo con cosas que le gusten para propiciar un buen comportamiento.

Es clave explicarle al joven que si se porta mal o hace las cosas difíciles para todos en la familia, habrá consecuencias que muy posiblemente no sean de su agrado.

Una buena idea es motivar a los chicos para que hagan deporte, ya que si están cansados tendrán menos intenciones de pelear, su serotonina subirá y por lo tanto su nivel de estrés bajará. Además, ¡es posible que se divierta más!

Antes que prohibirle hacer algo, es mejor explicarle el por qué de cada situación en la cual se requiera o se espere algo del joven.

No hay que olvidar que también son las vacaciones de los padres, así que no hay que centrarlo todo en lo que le pasa al adolescente.

Los padres deben permitir que los adolescentes tengan actividades con sus amigos, a cambio de que hagan también dinámicas para compartir en familia.

A las buenas todos funcionan mejor que a las malas, y solo de vez en cuando una reprimenda es buena, pero la clave es ponerse en su lugar.

Aquí tienes algunas ideas para que tu hijo adolescente aproveche bien su verano:

1. Talleres de verano o campamentos. Existe actualmente una amplia diversidad de opciones para los muchachos, de acuerdo a sus preferencias, necesidades y presupuesto.

2. Voluntariado. Su hijo (a) puede beneficiarse ampliamente sirviendo a la comunidad, al participar como voluntario en una fundación de asistencia social, (TMONA, Cadenas de Ayuda) asilo de ancianos, recaudando fondos o reciclaje para alguna fundación con fines altruistas.

3. Trabajo de medio tiempo en alguna empresa familiar (esto le brinda sólidas herramientas para la vida y le permite desarrollar habilidades de socialización, resolución de problemas, además de darle una perspectiva más amplia de finanzas y aspectos básicos del mundo laboral).

4. Cursos de verano deportivos, de teatro, artes, danza, música, mímica, ajedrez, etc. Investiga opciones del agrado de tu hijo (a).

5. Aprender a cocinar (con supervisión) o practicar los platillos que aprendió en taller de cocina (según sea el caso)

Esperemos esta información le sea de utilidad

¡Felices vacaciones!