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Organización y Gestión del uso de las TIC en la Enseñanza
Maria Rosa Cantallops Sánchez
5 de abril de 2015
Máster en Tecnología Educativa: e-Learning y Gestión del Conocimiento
Lewisham College y Escuela de Hostelería de las Islas Baleares
Lewisham College del sud-este de Londres i la Escuela de Hostelería de las Islas Baleares son dos espacios de aprendizaje
profesional muy similares cuanto al espacio destinado al estudio de la gastronomía. A la hora de establecer una comparativa para
ver las semejanzas y las diferencias entre estos dos lugares partiremos de 5 criterios de observación: iluminación, mobiliario,
recursos tecnológicos, distribución del espacio y servicios.
Iluminación. La prioridad por la iluminación natural es una característica que cumplen ambos espacios. Las entradas de los dos
edificios están presididas por amplios ventanales que dejan pasar la luz del sol. De igual manera pasa en las aulas de cocina, que
combinan amplias ventanas con focos dirigidos a puntos estratégicos, como puede ser la tabla de trabajo.
Figura 1. Entrada de Lewisham College Figura 2. Entrada Escuela de Hostelería de las Islas Baleares
Mobiliario. El mobiliario es importante no sólo para la comodidad, sino para la función que sirve dentro del aula. El mobiliario del
aula de cocina de ambas instituciones es fijo pero responde a unas necesidades pedagógicas concretas. Se trata de un espacio de
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demostración y de docencia de la manipulación de alimentos y la cata de bebidas, no de trabajo colaborativo, y por ello la
disposición de las mesas y de las sillas es más estática, siguiendo los esquemas de una aula tradicional. Las mesas largas y de
líneas rectas están ordenadas en filas dispuestas sobre un suelo anivelado que permite que los alumnos de las filas de atrás
puedan atender las explicaciones del exponente sin molestias y puedan sentir-se involucrados en las explicaciones. En este caso,
la mesa del discente se trata de una cocina amplia donde hace las demostraciones.
Figura 3. Aula de cocina Lewisham College Figura 4. Aula de cocina Escuela de Hostelería de las IB
Si nos fijamos en la entrada, en el caso de la Escuela de Hostelería de las Islas Baleares no encontramos ninguna mesa ni mueble
destacable. Se trata de un espacio muy amplio, multidimensional, destinado a pequeñas exposiciones y recepciones, pero que
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pudiera haberse aprovechado parte de él para facilitar espacios sociales y de aprendizaje informales tanto colaborativos como
individuales. En el caso de Lewisham Collage no se puede apreciar en la imagen, en este caso concreto. No obstante podemos ver
como en ambas instituciones existen espacios de aprendizaje individual, pero que están cerrados i separados de los espacios
abiertos por motivos de sonoridad.
Figura 5. Biblioteca Lewisham college Figura 6. Biblioteca Escuela de Hostelería de las IB
Recursos tecnológicos. En el caso de las escuelas profesionales de cocina la integración de las tecnologías en el diseño de los
espacios de aprendizaje es fundamental para flexibilizar, facilitar y personalizar el aprendizaje de los estudiantes. En este sentido
se puede decir que ambas instituciones se encuentran adaptadas a las nuevas necesidades del siglo XXI puesto que como se ve
en las fotografías anteriores disponen de varias herramientas digitales. Tanto en el aula de cocina de Lewisham College como en
la de la Escuela de Hostelería de las Islas Baleares hay cámaras integradas en el espacio con el objetivo de capturar las
demostraciones de los expertos desde diversas ópticas para que los estudiantes puedan ver con facilidad los movimientos. En el
caso de la escuela de las Islas Baleares las grabaciones se proyectan en dos pantallas situadas en cada esquina de la habitación y
en una pantalla ligeramente inclinada se proyectan en forma de “lupa” los movimientos que los profesores hacen sobre la tabla de
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trabajo. De otra forma, seguramente no se podrían apreciar los detalles y habría desventajas entre los alumnos según donde
estuvieran distribuidos en el espacio. Otros recursos de los cuales dispone son: vídeo, proyector de transparencias, de opacos y
megafonía. Por otra parte, en el aula de Lewisham, las demostraciones se proyectan sobre una pizarra digital que permite que
posteriormente se puedan realizar explicaciones sobre ella. Esta aula, a diferencia de la otra, dispone de ordenadores individuales
para que los estudiantes controlen por ellos mismos qué imagen quieren ver de las que son ofrecidas por las cámaras que están
integradas en varios lugares estratégicos del aula. Como se pude ver en la imagen siguiente, en la escuela profesional de
Lewisham también hay plasmas y teclados enrollables dentro de las salas de cocina, espacios destinados a la práctica de los
aprendizajes, para que puedan ser fácilmente retirados si se necesita de más espacio. Tener equipos en estos espacios facilita
también la visualización del trabajo que se realiza y el repaso de las instrucciones que fueron vistas anteriormente en el aula de
demostraciones que hemos visto anteriormente.
Figura 7. Cocina de Lewisham College
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En cambio, las pantallas y teclados móviles no existen en las cocinas de la Escuela de Hostelería de las IB.
Como señala la guía Designin Spaces for Effective Learning, la flexibilidad que ofrecen estos recursos digitales y las grabaciones
benefician el aprendizaje personalizado de los alumnos. La grabación de las imágenes y el papel activo que tienen los alumnos a
la hora de seleccionar las imágenes de una cámara concreta en sus monitores para poder visionar las acciones del profesor que
más le interesen es una ventaja considerable. De igual modo lo es el hecho que pueden acceder a la grabación de las
demostraciones todos por igual (profesores y alumnos) desde cualquier lugar y a cualquier hora. De este modo, podemos ver como
el aprendizaje se centra más en el alumno y que las tecnologías son un recurso que lo facilita y que añade calidad al aprendizaje.
Distribución del espacio. La entrada o hall de cualquier institución tiene un papel multifuncional. La entrada de los dos edificios
seleccionados es muy amplia y además de haber la recepción, son lugares que son empleados para hacer recepciones de
eventos, exposiciones, etc. Como se señala en Organisational experience una de las innovaciones sobre el diseño de los espacios
de aprendizaje en su institución ha sido el desarrollo de espacios flexibles interactivos y de colaboración. En el caso de la Escuela
de Hostelería de las IB sería necesario descongestionar ciertas áreas de aprendizaje más informal y colaborativo donde es posible
el diálogo como puede ser por ejemplo la cafetería, pero también las áreas de aprendizaje individual como es la biblioteca. En este
sentido la distribución del espacio podría ser más eficiente y aprovechar espacios infrautilizados como pueden ser los pasillos y la
entrada. El tamaño del aula de cocina de ambas instituciones es amplio, puesto que tiene que permitir que, si se requiere, algunos
de los estudiantes practiquen junto al discente. Si bien en la Escuela de les IB la mayoría de paredes son estáticas, algunos
espacios tienen paredes móviles, paneles o biombos que sirven para separar espacios o modificarlos según las necesidades de la
actividad que se va a llevar a cabo. Un ejemplo puede ser el aula magna, un espacio polivalente que permite diversos usos
(exámenes multitudinarios, reuniones, concursos, congresos, banquetes, aula de restaurante, etc.) gracias a sus paredes móviles.
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Figura 8. Aula Magna Escuela de Hostelería de las IB
La distribución de las aulas convencionales de aprendizaje en la Escuela de Hostelería de las IB siguen el esquema de diseño
tradicional: el centro de atención está focalizado en el profesor, favoreciendo así una única dirección de comunicación con largas
mesas establecidas en filas. Aunque se han instalado mecanismos tecnológicos como pizarras digitales, proyectores y red
inalámbrica raramente esto ha alterado la dinámica del diseño.
Servicios. Las dos instituciones tienen conexión wifi en todo el centro, así los estudiantes pueden acceder a internet en cualquier
lugar. Ahora bien, existe una diferencia importante cuanto a la cantidad de servicios que ofrecen. Lewisham College dispone de
ordenadores en todas las aulas y muchos de ellos estan connectados a herramientas audiovisuales como pizarras digitales.
Algunas aulas también disponen de tabletas. Concretamente en el área de cocina, un sistema compuesto por un conjunto de
pantallas planas y hardware adicional plegable connecta la cocina interactiva con la cocina de trabajo del restaurante con el
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objetivo de poner en práctica los aprendizajes hechos en el aula de cocina interactiva. Además, el centro ha instalado una aula
inteligente con cámaras integradas estilo “Gran Hermano” como espacio creativo para compartir ideas y reflexionar. Las
conversaciones se graban para poderse incluir en portafolios. Desconocemos si el centro tiene servicio de préstamo de material
tecnológico. En cambio, la Escuela de Hostelería de las IB no ofrece ordenadores individuales para cada aula y el alumnado debe
traer-se desde casa su ordenador puesto que el préstamo de ordenadores portátiles sólo es posible dentro del recinto bibliotecario.
Como hemos visto anteriormente, el centro tampoco ofrece acceso al servcio de equipos intalados en espacios poco aprovechados
como la entrada.
Esta comparativa nos ha hecho reflexionar sobre el diseño y la distribución de dos espacios de aprendizaje muy similares. Los
hemos seleccionado teniendo en cuenta cinco critérios de observación que nos han permitido ver las diferencias y las similtudes
organizativas de estos centros. Si bien Lewisham College tiene un ámplio abanico de recursos tecnológicos y servicios para el
alumnado, la Escuela de Hostelería de Les Illes Balears no queda atràs, aunque són possibles mejoras en estos aspectos.
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