6
INTRODUCCIÓN En la actualidad se estima que aproximadamente el 60- 70% de pacientes intervenidos quirúrgicamente sufren dolor moderado a intenso en el postoperatorio 1-4 . El dolor postoperatorio induce sufrimiento e incrementa el gasto sanitario al aumentar la morbilidad perioperatoria, siendo uno de los principales factores predictivos para la aparición de dolor crónico postquirúrgico 5,6 . Se ha postulado que, entre otros factores, la elevada prevalencia del dolor posto- peratorio 7 podría estar en relación a una inadecuada (o nula) evaluación de la intensidad del dolor postoperatorio 8 , Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:273-278 273 Comparación de dos métodos para la recogida de datos clínicos utilizando el cuestionario de PAINOUT (base de datos europea para la gestión del dolor postoperatorio) J. García-López 1 , F. Domingo Vicent 2 , A. Montes Pérez 3 , C. Dürsteler 4 , M. M. Puig Riera de Conías 5 Servicio de Anestesiología y Reanimación. IMIM-Parc de Salut del Mar. Universitat Autònoma de Barcelona. Comparison of 2 methods of clinical data collection, one using the PAINOUT questionnaire (a European database for the management of postoperative pain) Abstract Objetive: To compare postoperative pain intensity and incidence of adverse events when the evaluation is performed by a visual numerical scale completed by the patient (PAINOUT), or using a verbal numerical scale completed by ward nurses or the staff of the acute pain unit. Methods: Fifty-two postsurgical patients of both sexes (age range 31-80 years) admitted to the general surgery ward were sequentially recruited and evaluated on postoperative day 1. All patients were assessed using both questionnaires, which measure postoperative outcomes using scales of 0 to 10; values 4 were considered clinically relevant. The test and Cohen coefficient were used for statistical analysis. Results: Using the PAINOUT questionnaire, the mean maximum intensity of referred pain was 5.40 (range, 0-10) and the minimum intensity was 1.83 (range, 0-5). Mean values obtained with the verbal numerical scales used by staff on the ward and in the pain clinic were 3.76 (range, 0-10) and 0.97 (range, 0-5), respectively. The differences between the 2 methods of pain assessment were statistically (P = .006) and clinically significant. When evaluating nausea with PAINOUT questionnaire, all patients provided a response; in 88.5% the intensity was less than 4. Six patients reported nausea on the PAINOUT but not in the UDA questionnaire. Moreover, 61% of patients reported drowsiness/sedation in PAINOUT instrument, whereas none reported that effect on the verbal scale. Conclusions: The intensity of pain and adverse events is significantly higher when the patient evaluates and records its intensity on visual numerical scales compared with verbal numerical scales. Keywords: Postoperative pain. Questionnaires. Clinical records. Data collection. Acute pain clinic. Resumen Objetivo: Comparar la intensidad del dolor postoperatorio y la incidencia de efectos adversos cuando la evaluación se realiza mediante una escala numérica visual completada por el propio paciente (PAINOUT) y una escala numérica verbal utilizada por el personal de la unidad de hospitalización/unidad de dolor agudo (UH/UDA). Métodos: Participaron 52 pacientes postquirúrgicos de ambos sexos, rango de edad 31-80 años, reclutados secuencialmente en la UH de cirugía general y evaluados durante las primeras 24 horas del postoperatorio utilizando los dos cuestionarios. Ambos tienen un rango del 0- 10 y valores 4 fueron considerados clínicamente relevantes. Resultados: En PAINOUT, la media de la intensidad máxima de dolor referido fue de 5,40 (rango 0-10) y la de la intensidad mínima de 1,83 (0-5); en la escala verbal numérica UH/UDA los valores fueron 3,76 (rango 0-10) y 0,97 (0-5), respectivamente. Las diferencias entre los dos métodos de evaluación del dolor fueron estadísticamente (p = 0,006) y clínicamente significativas. Al evaluar las náuseas mediante el PAINOUT, todos los pacientes registraron una respuesta por escrito y en el 88,5% de los pacientes la intensidad fue < 4; seis pacientes refirieron náuseas en el PAINOUT, pero no en el cuestionario UH/UDA. Además, un 61% de pacientes registró cansancio/sedación 4 en PAINOUT y ninguno en la evaluación UH/UDA. Conclusiones: La intensidad del dolor y los EA son significativamente mayores cuando el propio paciente evalúa y registra su intensidad mediante escalas numéricas visuales comparadas con las escalas numéricas verbales. Palabras clave: Dolor postoperatorio. Cuestionarios de evaluación. Bases de datos clínicos. Recogida de datos. Unidad de dolor agudo. ORIGINAL 1 Investigador. 2 Enfermera. 3 Jefe de Sección. 4 Especialista. 5 Prof. Titular Aceptado para su publicación en abril de 2011. y Director de la Cátedra. Correspondencia: M. M. Puig. Servicio de Anestesiología. Hospital del Mar. Passeig Marítim, 25-29. 08003 Barcelona. E-mail: [email protected]

Comparación de dos métodos para la recogida de datos clínicos utilizando el cuestionario de PAINOUT (base de datos europea para la gestión del dolor postoperatorio)

  • Upload
    mm

  • View
    214

  • Download
    1

Embed Size (px)

Citation preview

INTRODUCCIÓN

En la actualidad se estima que aproximadamente el 60-70% de pacientes intervenidos quirúrgicamente sufrendolor moderado a intenso en el postoperatorio1-4. El dolorpostoperatorio induce sufrimiento e incrementa el gasto

sanitario al aumentar la morbilidad perioperatoria, siendouno de los principales factores predictivos para la apariciónde dolor crónico postquirúrgico5,6. Se ha postulado que,entre otros factores, la elevada prevalencia del dolor posto-peratorio7 podría estar en relación a una inadecuada (onula) evaluación de la intensidad del dolor postoperatorio8,

Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:273-278 273

Comparación de dos métodos para la recogida de datosclínicos utilizando el cuestionario de PAINOUT (base dedatos europea para la gestión del dolor postoperatorio)

J. García-López1, F. Domingo Vicent2, A. Montes Pérez3, C. Dürsteler4, M. M. Puig Riera de Conías5

Servicio de Anestesiología y Reanimación. IMIM-Parc de Salut del Mar. Universitat Autònoma de Barcelona.

Comparison of 2 methods of clinical data collection, one using the PAINOUTquestionnaire (a European database for the management of postoperativepain)

AbstractObjetive: To compare postoperative pain intensity and incidence of adverse events when the evaluation is performed by a visual numerical scale completedby the patient (PAINOUT), or using a verbal numerical scale completed by ward nurses or the staff of the acute pain unit. Methods: Fifty-two postsurgicalpatients of both sexes (age range 31-80 years) admitted to the general surgery ward were sequentially recruited and evaluated on postoperative day 1.All patients were assessed using both questionnaires, which measure postoperative outcomes using scales of 0 to 10; values ≥ 4 were consideredclinically relevant. The test and Cohen coefficient were used for statistical analysis. Results: Using the PAINOUT questionnaire, the mean maximumintensity of referred pain was 5.40 (range, 0-10) and the minimum intensity was 1.83 (range, 0-5). Mean values obtained with the verbal numerical scalesused by staff on the ward and in the pain clinic were 3.76 (range, 0-10) and 0.97 (range, 0-5), respectively. The differences between the 2 methods ofpain assessment were statistically (P = .006) and clinically significant. When evaluating nausea with PAINOUT questionnaire, all patients provided aresponse; in 88.5% the intensity was less than 4. Six patients reported nausea on the PAINOUT but not in the UDA questionnaire. Moreover, 61% ofpatients reported drowsiness/sedation in PAINOUT instrument, whereas none reported that effect on the verbal scale. Conclusions: The intensity of painand adverse events is significantly higher when the patient evaluates and records its intensity on visual numerical scales compared with verbal numericalscales.

Keywords: Postoperative pain. Questionnaires. Clinical records. Data collection. Acute pain clinic.

ResumenObjetivo: Comparar la intensidad del dolor postoperatorio y la incidencia de efectos adversos cuando la evaluación se realiza mediante una escalanumérica visual completada por el propio paciente (PAINOUT) y una escala numérica verbal utilizada por el personal de la unidad de hospitalización/unidadde dolor agudo (UH/UDA). Métodos: Participaron 52 pacientes postquirúrgicos de ambos sexos, rango de edad 31-80 años, reclutados secuencialmenteen la UH de cirugía general y evaluados durante las primeras 24 horas del postoperatorio utilizando los dos cuestionarios. Ambos tienen un rango del 0-10 y valores ≥4 fueron considerados clínicamente relevantes. Resultados: En PAINOUT, la media de la intensidad máxima de dolor referido fue de 5,40(rango 0-10) y la de la intensidad mínima de 1,83 (0-5); en la escala verbal numérica UH/UDA los valores fueron 3,76 (rango 0-10) y 0,97 (0-5),respectivamente. Las diferencias entre los dos métodos de evaluación del dolor fueron estadísticamente (p = 0,006) y clínicamente significativas. Alevaluar las náuseas mediante el PAINOUT, todos los pacientes registraron una respuesta por escrito y en el 88,5% de los pacientes la intensidad fue< 4; seis pacientes refirieron náuseas en el PAINOUT, pero no en el cuestionario UH/UDA. Además, un 61% de pacientes registró cansancio/sedación� 4 en PAINOUT y ninguno en la evaluación UH/UDA. Conclusiones: La intensidad del dolor y los EA son significativamente mayores cuando el propiopaciente evalúa y registra su intensidad mediante escalas numéricas visuales comparadas con las escalas numéricas verbales.

Palabras clave: Dolor postoperatorio. Cuestionarios de evaluación. Bases de datos clínicos. Recogida de datos. Unidad de dolor agudo.

ORIGINAL

1Investigador. 2Enfermera. 3Jefe de Sección. 4Especialista. 5Prof. Titular Aceptado para su publicación en abril de 2011.y Director de la Cátedra.

Correspondencia: M. M. Puig. Servicio de Anestesiología. Hospital del Mar. Passeig Marítim, 25-29. 08003 Barcelona.E-mail: [email protected]

273-278-C15-12545.ANE-ORIGINAL-Garcia_404-412 24/05/11 16:14 Página 273

J. García-López et al

274 Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:273-278

así como con una limitada efectividad de los tratamientos9,3.Para subsanar el problema, muchos centros hospitalariosdestinan recursos humanos y materiales a las unidades dedolor agudo (UDA), una de cuyas funciones es asegurar laeficacia de los tratamientos utilizados mediante el adecua-do registro de la intensidad del dolor postoperatorio y de losefectos indeseables que pudieran aparecer. El registro sis-temático de la intensidad del dolor en los hospitales ha sidoimpulsado a nivel internacional por la disposición de la JCA-HO (Joint Commission on Accreditation of HealthcareOrganizations) de Estados Unidos, que considera la evalua-ción del dolor la quinta constante vital10, práctica que hasido ampliamente aceptada a nivel nacional e internacio-nal11.

Sin embargo, aún a pesar de disponer de analgésicoseficaces, protocolos actualizados, UDA y programas deeducación para el personal sanitario, la prevalencia deldolor postoperatorio sigue siendo elevada2,3. Los tratamien-tos actuales se basan en protocolos analgésicos diseñadosen función de la intensidad de dolor esperado después deun determinado tipo de cirugía/paciente12-14. Para determi-nar su eficacia es imprescindible evaluar la intensidad deldolor, que por lo general se lleva a cabo utilizando escalasvisuales analógicas (EVA), escalas verbales numéricas(NRS, Numerical Rating Scales) o escalas categóricas. Lasescalas son métodos de evaluación con un elevado com-ponente subjetivo en el que participan las experiencias pre-vias del paciente, pero que son capaces de reflejar la inten-sidad del dolor espontáneo y la eficacia del tratamiento.Existen métodos más objetivos que, además de la EVA,evalúan las consecuencias de la sensibilización nociceptivapostquirúrgica (hiperalgesia, alodinia) utilizando QST (Quan-titavie Sensory Testing), pero estos métodos no se em-plean de forma rutinaria porque requieren tiempo y perso-nal entrenado. Por lo tanto, en la práctica clínica se siguenutilizando la EVA o la NRS (u otras escalas categóricas)como medida básica de la intensidad del dolor postopera-torio. Otros métodos que pueden ser utilizados para evaluarel dolor incluyen los potenciales evocados somatosensen-soriales, el CPT (current perception threshold), el VsNCT(voltage-actuated sensory nerve conduction threshold), ytécnicas diagnósticas de imagen tales como la ultrasono-grafía (US), evaluación por Doppler, tomografía computari-zada (CT), y resonancia magnética (MRI y MRIf), entreotras.

La Comunidad Europea ha puesto de manifiesto su inte-rés por el problema del dolor postoperatorio al financiar elproyecto “Improvement in Postoperative Pain Outcome”(www.pain-out.eu), del 7th Framework Programme, quedenominaremos PAINOUT en el presente estudio. Partici-pan en el mismo diez países europeos (incluyendo España).Consiste en la recogida masiva de datos sobre dolor post-operatorio en toda Europa y la elaboración de una base dedatos. Tiene como objetivo principal establecer un registrode pacientes con dolor agudo postoperatorio, donde sealmacenan los datos del paciente/cirugía, el tratamientoanalgésico y los resultados obtenidos. Además, se registrandatos sobre los costes relacionados con el tratamiento y lasatisfacción del paciente. Esta base de datos tiene asocia-

das una serie de herramientas como son un Sistema deSoporte de Decisiones Clínicas Asistido por Ordenador(CDSS) para resolver casos de difícil tratamiento, y unaBiblioteca Electrónica de Conocimientos, que pondrá a dis-posición de los usuarios metaanálisis, revisiones y guías depráctica clínica.

La recogida de datos del PAINOUT se basa en pregun-tas formuladas utilizando escalas visuales numéricas, quedeben completar por escrito los propios pacientes. Antesde iniciar formalmente el proyecto, se realizó un estudiopiloto con cincuenta pacientes de cada centro participante,cuya finalidad era validar el método de recogida de datos.En este piloto los pacientes respondían por escrito a uncuestionario sencillo (PAINOUT) sobre la intensidad deldolor postoperatorio y los efectos adversos del tratamientorecibido.

El objetivo del presente trabajo es comparar en nuestrocentro, la intensidad del dolor postoperatorio registrado porel propio paciente (mediante el cuestionario autocompleta-do PAINOUT), con la intensidad de dolor obtenida y regis-trada por el personal de las UH/UDA, después de interro-gar verbalmente al paciente sobre la intensidad de sudolor. En ambos casos se utilizó una escala numérica del0-10. Como objetivo secundario hemos comparado siexisten diferencias en algunos efectos adversos comuni-cados por el paciente al utilizar cada método de evalua-ción. En ambos casos (objetivos principal y secundario)partimos de la hipótesis que no existen diferencias entrelas respuestas obtenidas cuando se evalúa la intensidaddel dolor y las náuseas postoperatorias utilizando uno uotro cuestionario.

PACIENTES Y MÉTODOS

El estudio piloto fue aprobado por el Comité Ético deInvestigación Clínica de la Institución. Se llevó a cabo enel mes de mayo del año 2008, recogiéndose datos de 52pacientes de los cuales 30 (57,7%) eran hombres y 22(42,3%) mujeres, con un rango de edad comprendidoentre los 31 y 80 años. Los pacientes correspondían alservicio de cirugía general de nuestro hospital y fueronreclutados secuencialmente, sin utilizar ningún método dealeatorización; la muestra incluye por tanto diversos tiposde intervenciones y técnicas anestésicas. Todos los suje-tos (n = 52), aceptaron voluntariamente participar en elestudio y dieron su consentimiento verbal puesto que elCEIC de nuestro hospital consideró que no era necesarioel consentimiento por escrito (número de aprobación delCEIC 2008/2998/I): este hecho está en relación a quetanto la UDA como el PAINOUT, recogen informaciónsimilar. Para obtener los datos del cuestionario PAINOUT,los pacientes eran informados (verbalmente y por escrito)del tipo de estudio en el que participaban. Dos pacientesentrevistados decidieron no participar. Para entrar en elestudio era imprescindible ser mayor de edad y ser capazde cumplimentar el cuestionario por escrito sin ayuda:ausencia de barreras físicas (vendajes o inmovilización enextremidades superiores), psicológicas y de lenguaje

273-278-C15-12545.ANE-ORIGINAL-Garcia_404-412 24/05/11 16:14 Página 274

(comprensión del castellano). Los datos se recogieron enla habitación del paciente al día siguiente de la interven-ción (día 1 del postoperatorio) y la información obtenidase mantuvo anónima.

El cuestionario piloto de PAINOUT es cumplimentadopor el paciente una sola vez, 24 horas después de la inter-vención. Consta de dos partes: en la primera el investiga-dor registra el tipo de intervención/anestesia, el tratamien-to analgésico administrado, las características demográficasdel paciente y el nivel de sedación. La segunda parte delcuestionario, consiste en una página impresa que se entre-ga al paciente, contiene diez preguntas y se registran cadauna de las respuestas sobre una línea con divisiones mar-cadas del 0-10. Los contenidos de las preguntas están enrelación al dolor máximo y mínimo soportado durante el pri-mer día del postoperatorio, los efectos adversos (náuseas,vómitos, cansancio, sueño), el estado de ánimo, la presen-cia de dolor al toser o al moverse, y si padecía dolor cróni-co antes de la intervención.

En nuestro centro, los miembros de la UDA visitan a lospacientes aproximadamente 24 horas después de la inter-vención y completan una hoja de registro que incluye el tipode intervención/anestesia, el tratamiento analgésico y losrequerimientos de rescate. Se incluye también la intensidaddel dolor evaluada cada 6 horas por el personal de la UHmediante un interrogatorio verbal y una escala verbal numé-rica del 0 (sin dolor) a 10 (máximo dolor). Las constantesvitales de los pacientes y la EVA se recogen cada 6 hdurante las primeras 24 h del postoperatorio (4 veces aldía), ya sea por el personal de reanimación, las enfermerasde planta y/o el personal de la UDA, respetando en lo posi-ble el sueño de los pacientes.

En el estudio hemos comparado las EVA máximas ymínimas recogidas por el personal de enfermería durantelas primeras 24 h del postoperatorio, con las respuestasobtenidas a partir del cuestionario PAINOUT. Los efectossecundarios tales como sedación, náuseas, vómitos, cefa-lea, etc., si los hubiera, se anotaban de forma categórica(SÍ/NO) en el registro de enfermería/UDA; sin embargo enel cuestionario de PAINOUT estos efectos se miden en unaescala del 0 al 10. Con el fin de comparar los datos obte-nidos de ambos cuestionarios se han transformado losdatos de los efectos adversos del PAINOUT en datos cate-góricos del tipo SÍ/NO (es decir presencia/ausencia de sín-tomas). Se estableció que cualquier respuesta igual osuperior a 4 en la escala numérica visual (0-10) se consi-derase afirmativa (SÍ), mientras que si la respuesta era infe-rior a 4 se consideró negativa (NO) o clínicamente irrele-vante. En ausencia de datos registrados en la hoja de laUDA sobre náuseas y cansancio/sedación se le asignabaun NO, reflejando que el paciente no había notificado esteefecto después de la intervención. También se solicitó a lospacientes que indicasen en el cuestionario PAINOUT si seencontraban cansados después de la intervención, equipa-rado, para el propósito del estudio, con la sedación delpaciente (UH/UDA). Reconocemos que cansancio y seda-ción son parámetros diferentes originados por distintas cau-sas, sin embargo pensamos que reflejan a grandes rasgosla sensación de agotamiento o abatimiento que presentan

algunos pacientes después de una intervención quirúrgica,y se han evaluado como un objetivo secundario.

El análisis estadístico para establecer diferencias en laintensidad del dolor registradas por los dos cuestionarios seha llevado a cabo mediante la t de Student para datospareados. El nivel de significación de los efectos adversosse ha establecido utilizando el coeficiente kappa de Cohen,que mide la concordancia entre dos variables categóricas;ambos con el intervalo de confianza del 95%.

RESULTADOS

Participaron en el estudio 52 pacientes postquirúrgicosde la UH de cirugía general de nuestro hospital. Todos lospacientes fueron evaluados utilizando los dos cuestionarios(UH/UDA y PAINOUT). Dos rehusaron participar. La Figu-ra 1 muestra la representación gráfica de los valores máxi-mos y mínimos de la intensidad del dolor durante las pri-meras 24 h del postoperatorio (escalas del 0-10) obtenidasutilizando los dos cuestionarios. Los resultados muestranque cuando los pacientes informan ellos mismos sobre laintensidad de su dolor mediante el cuestionario PAINOUT,la intensidad registrada es significativamente mayor(p = 0,006) que cuando se utilizan las evaluaciones obte-nidas por la UH/UDA. En ambos cuestionarios el rangoregistrado para la máxima intensidad del dolor fue desde el0 al 10. Para este valor (máximo dolor/24 h), los valores

Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:273-278 275

Comparación de dos métodos para la recogida de datos clínicos utilizando el cuestionario de PAINOUT

Figura 1. Comparación entre dolor máximo y mínimo registrado. Diagra-ma de cajas (box-plot) con los valores máximos y mínimos de intensidaddel dolor, según el tipo de cuestionario. Las líneas horizontales gruesasindican las medianas y las verticales, el rango. Las cajas están delimita-das por los cuartiles Q1 y Q3. Los círculos blancos muestran valores atí-picos que se desvían del rango. PAINOUT = escala numérica visual;UDA = escala numérica verbal; max, máximo dolor registrado por elpaciente; min, mínimo dolor.

ES

CA

LA V

ISU

AL/

VE

RB

AL

max.PAINOUT max.UDA min.PAINOUT min.UDA

10

8

6

4

2

0

273-278-C15-12545.ANE-ORIGINAL-Garcia_404-412 24/05/11 16:14 Página 275

J. García-López et al

276 Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:273-278

de las medianas fueron 6 (media ± ESM = 5,4 ± 0,4) y 3(3,8 ± 0,4) para el PAINOUT y la UH/UDA, respectiva-mente; existiendo por tanto una diferencia de 3 puntos enla mediana, que además de ser estadísticamente significa-tiva, podríamos considerar clínicamente relevante en latoma de decisiones.

Al comparar los valores del menor dolor expresado por elpaciente en las primeras 24 h, observamos también unadiferencia estadísticamente significativa entre los dos gru-pos de estudio (p = 0,016). Las medianas obtenidas fue-ron 2 y 0 para PAINOUT y UH/UDA, respectivamente, conun rango en ambas categorías del 0-5. Sin embargo, unadiferencia de 2 puntos (escalas del 0-10) en los nivelesinferiores de la escala de la EVA (que representan un dolorleve), podría no ser clínicamente relevante.

Cuando evaluamos la presencia de náuseas en el cues-tionario PAINOUT, todos los pacientes registran en unaescala del 0-10 si han sufrido o no náuseas; en caso nega-tivo marcan el valor 0, mientras que si se han tenido náu-seas marcan el nivel de intensidad en la escala del 1 al 10.Por tanto, en los cuestionarios PAINOUT siempre apareceuna respuesta registrada por el paciente, aunque en lamayoría de casos el nivel de intensidad de las náuseas fueinferior a 4, nivel que en nuestro estudio consideramos queno era clínicamente significativo. Nuestros resultadosmuestran que 6 pacientes evaluados mediante el PAINOUTy 2 mediante UH/UDA refirieron náuseas, mientras que elresto de pacientes (n = 44) no indicaron la presencia denáuseas en ningún cuestionario (Figuras 2 y 3). En la Figu-ra 2 mostramos el número de pacientes que comunicaronnáuseas, ya sea en el cuestionario PAINOUT o en la entre-vista de la UDA, mientras que en la Figura 3 comparamoslas respuestas de cada paciente según el tipo de cuestio-nario.

De los seis pacientes que indicaron sufrir náuseas enPAINOUT (intensidad � 4), ninguno de ellos fue identi-ficado y registrado en el cuestionario UH/UDA. Por otraparte, los dos pacientes que indicaron sufrir náuseas enla UH/UDA no consideraron que éstas fueran de unaintensidad suficiente como para reflejarlas en el cuestio-nario PAINOUT con un valor superior a 4. Ninguno delos encuestados comunicó náuseas en los dos cuestio-narios.

Para evaluar el nivel de significación de estos resultadosaplicamos el coeficiente kappa de Cohen, que mide la con-cordancia entre dos variables categóricas, obteniendo unvalor de κ = –0,061, para un intervalo de confianza del95%. Los resultados muestran por tanto que no existeconcordancia entre los valores obtenidos en los dos cues-tionarios de evaluación.

El cansancio/sedación fue evaluado en el cuestionarioPAINOUT mediante una escala visual numérica del 0-10,considerando un valor de 4 o superior como positivo (SÍ).En la Figura 4 se muestra en el grupo PAINOUT que un61% de pacientes refirieron cansancio ≥4 (escala 0-10).Ninguno de los pacientes evaluados mediante el cuestiona-rio verbal de la UH/UDA indicó la presencia de sedación.

Figura 2. Pacientes que comunicaron náuseas según el tipo de cuestio-nario.

Figura 3. Aparición de náuseas según el tipo de cuestionario. PAINOUT,escala numérica visual; UDA, escala numérica verbal. SÍ = con náuseasregistradas; NO = sin náuseas registradas.

Figura 4. Pacientes que reportan cansancio en el estudio PAINOUT, convalores > 4 en una escala numérica visual del 0-10.

Sin náuseas Con náuseas

Náuseas registradas

PAINOUT46

UDA50

50

40

30

20

10

0

45

40

35

30

25

20

15

10

5

0

paci

ente

s

paci

ente

sPAINOUT8

PAINOUT no

2

6

0

44

PAINOUT sí

UDA sí

Sin cansancio39%

Con cansancio61%

UDA no

UDA2

273-278-C15-12545.ANE-ORIGINAL-Garcia_404-412 24/05/11 16:14 Página 276

DISCUSIÓN

En el postoperatorio, el personal de las UH evalúa perió-dicamente la intensidad del dolor (por ejemplo cada 6horas, según es habitual en nuestro centro), utilizandoescalas verbales o visuales que por lo general, tienen unrango entre 0 (sin dolor) a 10 (máximo dolor). Si el valorobtenido es superior a 3-4, o el paciente solicita analgesia,se le administra medicación de rescate, volviéndose a eva-luar la eficacia del tratamiento. El rango de 3-4 en la EVAse ha utilizado sobre la base de la práctica clínica habitualen nuestro centro, respaldada por estudios publicados en laliteratura que establecen que a partir de estos valores lasensación dolorosa percibida justifica la administración deanalgesia8,15. Así Collins et al.15 en una muestra de 1.080pacientes, compararon la intensidad del dolor utilizando unaEVA y una escala categórica, observando que el 85% delos sujetos que referían dolor moderado en la escala cate-górica, lo indicaban a partir de un valor de 3 en la EVA. Delmismo modo cuando los pacientes se quejaban de dolorintenso, el 85% de ellos mostraba una media superior a los7,5 puntos en la EVA. Por lo general, las UDA son res-ponsables de revisar y analizar los datos recogidos en lasUH, aunque el modelo de actividad de las UDA varíaampliamente en los distintos centros. El registro del tipo deintervención, el tratamiento analgésico y la intensidad deldolor son datos esenciales para evaluar el conjunto del pro-ceso y poder mejorar los resultados.

La prevalencia del dolor postoperatorio sigue siendo ele-vada en nuestro entorno y se ha postulado que uno de losfactores determinantes es la falta de precisión de los méto-dos utilizados para su evaluación2. Nuestro estudio revelaque existen diferencias significativas entre los dos métodosde recogida de datos más habituales, como son las esca-las visuales y verbales y concuerda con los resultados obte-nidos por otros investigadores16,17. En la práctica clínica,ambos tipos de escalas se consideran válidas, fiables y porlo general, los resultados obtenidos presentan una buenacorrelación18; sin embargo sobre la base de los resultadosobtenidos en el presente estudio, consideramos que utili-zando el mismo rango de valores (0-10), la escala visualnumérica cumplimentada por escrito por el paciente, esmás precisa y rigurosa que la escala verbal numérica regis-trada por enfermería en la UH/UDA. Las escalas visualesnuméricas parecen más precisas, ya que facilitarían que elpaciente reflexione y dé una opinión más objetiva sobre sudolor, disminuyendo la posible influencia del personal sani-tario. Si se pregunta al paciente sobre su dolor sin que veadirectamente la escala (por ser verbal), es posible que sufrauna mayor influencia del interrogador que le induzca a ate-nuar (o exagerar) la intensidad del dolor que refiere. Seríapor tanto conveniente que las UH/UDA mostraran siempreal paciente una representación gráfica de la escala median-te una línea o regla. Como es lógico, cuando se utiliza unaescala categórica no se puede mostrar ninguna represen-tación gráfica de la misma.

En nuestro estudio, aunque la muestra de 52 pacienteses relativamente pequeña, la evaluación estadística mues-tra claramente que la población estudiada es suficiente

para alcanzar conclusiones válidas. El cuestionario PAI-NOUT fue aceptado por la mayoría de sujetos.

Al analizar los resultados observamos que los valores dedolor máximo y mínimo percibido por el paciente, son sig-nificativamente menores cuando los datos se recogen porel personal de la UH/UDA (Figura 1). Desconocemos lasrazones por las cuales el dolor máximo percibido es aproxi-madamente el doble cuando lo registra el propio paciente,sin la participación del personal sanitario. Cuando los datosobtenidos son de tipo ordinal o categórico, es preferible uti-lizar las medianas que dan un valor más preciso sobre ladistribución de los valores registrados. Por ejemplo ennuestro estudio, una mediana de 6 (dolor máximo en elcuestionario PAINOUT) indica que la mayoría de pacientesrefieren un dolor superior a 5,4 que es el valor de la media.

Además de posibles factores relacionados con las carac-terísticas de las escalas utilizadas (visual y verbal), el hechoque las EVA sean superiores en los cuestionarios contesta-dos por escrito podría estar en relación a que el pacientedispone de más tiempo para recapacitar sobre su dolorantes de registrar una respuesta, y no se siente presiona-do por la presencia del personal de la UH/UAD. Asimismo,es posible que los pacientes al ser preguntados sobre sudolor por enfermería, manifiesten tener menos dolor paraevitar causar molestias o en algunos casos evitar la admi-nistración de más analgésicos. Otro factor a tener en cuen-ta sería que el exceso de trabajo del personal responsablede la evaluación del dolor dificulte llevar a cabo un interro-gatorio sosegado, con la consiguiente pérdida de precisiónen el registro de los valores de la intensidad del dolor.

Tampoco se puede excluir la presencia del efecto Hawt-horne19, que postula que el simple hecho de saber que unsujeto está bajo observación (o por ejemplo que participaen un estudio) puede alterar la manera en que se compor-ta. Al respecto, algunos autores consideran que este efec-to puede ser aplicado a la evaluación perioperatoria delpaciente quirúrgico, incluyendo el dolor postoperatorio y losrequerimientos de analgésicos. Nuestros resultados mues-tran que cuando el paciente es consciente que participa enun estudio y por tanto recibe atención adicional (tiempoempleado con el paciente por el investigador), la intensidadde dolor que refiere es mayor.

Para la comparación de los efectos adversos registradosen el PAINOUT, elegimos de forma arbitraria aceptar comopositivos valores de la escala numérica visual � 4, ya queconsideramos que en una escala 0-10 este valor podría serindicativo de un efecto clínicamente relevante. Al analizar lasnáuseas en nuestro estudio, observamos que los mismospacientes que en el cuestionario PAINOUT registraron porescrito valores de 9-10 no manifestaron tener náuseas alpersonal que recogió los datos en el cuestionario UH/UDA.De nuevo, este hecho podría estar en relación con que elpaciente prefiere no comunicar que tiene náuseas al serinterrogado, considera que son irrelevantes, o bien a que elpersonal responsable de su evaluación carece del tiemposuficiente para registrarlas. También hay que tener en cuen-ta que la falta de datos sobre las náuseas podría ser debi-da a que en nuestro hospital, la evaluación de la UDA secentra en el registro de la variable dolor y menos en otros

Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:273-278 277

Comparación de dos métodos para la recogida de datos clínicos utilizando el cuestionario de PAINOUT

273-278-C15-12545.ANE-ORIGINAL-Garcia_404-412 24/05/11 16:14 Página 277

J. García-López et al

278 Rev Esp Anestesiol Reanim. 2011;58:273-278

efectos adversos. Aunque el cuestionario PAINOUT contie-ne una pregunta sobre vómitos, éstos no han sido evalua-dos en el presente estudio puesto que no se registran deforma independiente en el cuestionario de la UH/UDA.

La sedación y el cansancio no son parámetros intercam-biables y representan variables diferentes, por tanto podría-mos considerar que este aspecto del estudio tiene escasarelevancia científica por tener un sesgo importante. Noobstante, en el periodo postoperatorio y desde un punto devista clínico, con frecuencia los pacientes confunden lasensación de cansancio y la sedación/somnolencia, siendoéste el motivo de la inclusión de estos datos en el presen-te estudio. Observamos que el 61% de pacientes evalua-dos mediante el cuestionario PAINOUT informaron estarcansados con valores superiores a 4, sin embargo ningunode los pacientes evaluados mediante el cuestionario UDAmostró sedación, lo que podría reflejar entre otros aspec-tos, la discordancia de las variables. De considerarse váli-dos, estos resultados podrían sugerir una vez más la rele-vancia de la entrevista al paciente y la mayor y más precisainformación obtenida mediante los cuestionarios cumpli-mentados por escrito por el propio paciente.

En el área del dolor agudo postoperatorio, la recogida dedatos internacionales, multicéntricos y a largo plazo estánpoco desarrolladas, aunque las bases de datos localesexisten desde la década de los 90 del siglo pasado. En losúltimos diez años se han desarrollado en distintos paísesgrandes bases de datos nacionales e internacionales dedolor (por ejemplo, QUIPS20, International Pain Registry).Los registros de datos de pacientes tienen objetivos diver-sos entre los que se encuentran la mejora de la calidadasistencial, la investigación, planificación y asignación derecursos a nivel local, regional, nacional o internacional.Aunque es un dato difícil de evaluar, los registros ejercenuna influencia positiva sobre los resultados21 y proporcionanademás una herramienta de revisión y retroalimentación alos usuarios. La importancia de este tipo de registros resi-de en la gran cantidad de datos acumulados, que una vezprocesados, pueden identificar mediante un proceso deBenchmarking, los mejores resultados obtenidos para undeterminado tipo de tratamiento y detectar las llamadas“mejores prácticas” ya sea en el propio hospital o a nivelregional, nacional o internacional.

La principal conclusión del presente trabajo es que ennuestro centro, existen diferencias significativas cuando lamorbilidad postoperatoria se evalúa utilizando cuestionariosverbales (UH/UDA) o escalas analógicas visuales (PAI-NOUT). De esta forma, la intensidad del dolor postopera-torio registrada por escrito por los pacientes utilizando elcuestionario PAINOUT, fue significativamente mayor quecuando se registró por el cuestionario de la UH/UDA. Tam-bién fue significativamente mayor el número de pacientesque sufrieron náuseas en las primeras 24 h del postopera-torio. Nuestros resultados sugieren que en el periodo post-operatorio, los cuestionarios que utilizan escalas numéricasvisuales cumplimentadas por escrito por el propio paciente,son más fiables y reflejan de forma más precisa la intensi-dad del dolor percibido. El mayor tiempo que implica este

tipo de valoración en el día a día estaría justificado si con-duce a cambios sustanciales en los tratamientos utilizados,que se reflejen en una disminución en la intensidad y dura-ción del dolor postoperatorio.

El estudio ha sido financiado por el 7º Programa Marcode la Comunidad Europea FP7/2007-2013 (grant nº223590) y por el Ministerio de Ciencia e Innovación (EVS2008-03613).

BIBLIOGRAFÍA

1. Vallano A, Aguilera C, Arnau JM, Baños JE, Laporte JR. Manage-ment of postoperative pain in abdominal surgery in Spain. A multicen-tre drug utilization study. Br J Clin Pharmacol. 1999;47:667-73.

2. Sommer M, de Rijkea JM, van Kleefa M, Kesselsa AGH, Petersa ML,Geurtsa JWJM, et al. The prevalence of postoperative pain in a sam-ple of 1490 surgical inpatients. Eur J Anaesthesiol. 2008;25:267-74.

3. Dolin SJ, Cashman JN, Bland JM. Effectiveness of acute postopera-tive pain management. I. Evidence from published data. Br J Anaesth.2002;89:409-23.

4. Vidal MA, Torres LM. Estudio Observacional PATHOS sobre el dolorpostoperatorio leve o moderado. Comparación de los resultados deEspaña frente a Europa. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2008;55:393-400.

5. Wood S. Postoperative pain 1: understanding the factors affectingpatients' experiences of pain. Nurs Times. 2010;106:10-3.

6. Macrae WA. Chronic post-surgical pain: 10 years on. Br J Anaesth.2008;101:77-86.

7. Apfelbaum JL, Chen C, Mehta SS, Gan TJ. Postoperative pain expe-rience: Results from a national survey suggest postoperative pain con-tinues to be undermanaged. Anesth Analg. 2003;97:534-40.

8. Sinatra RS, de Leo-Casasola OA, Ginsberg B. Acute Pain Manage-ment. Qualitative and quantitative assessment of pain. Cambridge:University Press; 2009. pp. 147-72.

9. Gordon DB, Pellino TA, Miaskowski C, McNeill JA, Paice JA, Lafe-rriere D, et al. A 10-Year Review of Quality Improvement Monitoringin Pain Management: Recommendations for Standardized OutcomeMeasures. Pain Manag Nurs. 2002;3:116-30.

10. Phillips DM. JCAHO pain management standards are unveiled.JAMA. 2000;284:428-9.

11. Brennan F, Carr DB, Cousins M. Pain Management: A FundamentalHuman Right. Anesth Analg. 2007;105:205-21.

12. Allvin R, Brasseur L, Crul B, Dhal J, Lehmann K, Nicosia F, et al.European Minimum Standards for the Management of PostoperativePain. EuroPain Task Force. UK: Pegasus Healthcare Intl; 1998.

13. Página web del proyecto PROSPECT (Procedure Specific Postopera-tive Pain Management) disponible en: http://www.postoppain.org

14. APM:SE Working Group of the Australian and New Zealand Collegeof Anaesthetists and Faculty of Pain Medicine. Acute Pain Manage-ment: Scientific Evidence (3rd edition). 2010.

15. Collins SL, Moore RA, McQuay HJ. The visual analogue pain inten-sity scale: what is moderate pain in millimetres? Pain. 1997;72:95-7.

16. Williamson A, Hoggart B. Pain: a review of three commonly used painrating scales. J Clin Nurs. 2005;14:798-804.

17. Holdgate A, Asha S, Craig J, Thompson J. Comparison of a verbalnumeric rating scale with the visual analogue scale for the measure-ment of acute pain. Emerg Med (Fremantle). 2003;15:441-6.

18. Svensson E. Concordance between ratings using different scales forthe same variable. Statist Med. 2000;19:3483-96.

19. De Amici D, Klersy C, Ramajoli F, Brustia L, Politi P. Impact of theHawthorne effect in a longitudinal clinical study: the case of anesthe-sia. Control Clin Trials. 2000;21:103-14.

20. Meissner W, Mescha S, Rothaug J, Zwacka S, Goettermann A, UlrichK, et al. Quality Improvement in Postoperative Pain Management:Results from the QUIPS Project. Dtsch Arztebl Int. 2008;105:865-70.

21. Zaslansky R, Chapman R, Meissner W. Registries for Acute Pain: WillThey Advance Evidence-Based Practice? APS Bulletin. 2009.

273-278-C15-12545.ANE-ORIGINAL-Garcia_404-412 24/05/11 16:14 Página 278