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XI Jornadas de Economía Crítica Página 1 de 22 COMPARACIÓN DE LA MATRICES ENERGÉTICAS BRASILEÑA Y MUNDIAL: PERSPECTIVAS E INQUIETUDES SOBRE AGROCOMBUSTIBLES 1 Rodrigo Emmanuel Santana Borges Doctorando en Economía Internacional y Desarrollo Universidad Complutense de Madrid La energía es una de las bases centrales de una sociedad. Al ver el precio del petróleo superando los US$ 100,00 por barril (EFE 2008), o la alerta del Informe Mundial de Energía (IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY 2008), sobre problemas de abastecimiento energéticos, se nota la preocupación superficial sobre un problema de fondo (pero no de largo plazo) para la sociedad global. Por un lado la demanda de energía sigue creciendo. Aunque se haya creado y se intente dar importancia al concepto de desarrollo sostenible, el índice más utilizado y foco principal de varias naciones sigue siendo el crecimiento del PIB. Por otro lado, la oferta de combustibles líquidos se ve en un escenario complicado. La producción mundial de petróleo puede tocar techo en pocos años (Rifkin D.L.2002) si se cumplen las predicciones de varios investigadores sobre cuándo llegaremos a pasar el pico de producción absoluta de crudo. En ese contexto de gran posibilidad de que la sociedad mundial enfrente una encrucijada energética, se enmarca el presente trabajo. Este escrito busca poner en relieve la crisis energética que se dibuja en un horizonte cercano. Se centra en la posibilidad y significado de que la expansión de agrocombustibles represente una solución (parcial o definitiva) al problema inminente que se avecina. Particularmente, la investigación busca una aproximación al problema sobre la base de la comparación de matrices energéticas. Por un lado se vislumbrará la matriz energética mundial, focalizando el sector de combustibles líquidos y su evolución en los últimos años. Por otro lado, se estudiará el caso brasileño, pionero en el avance de agrocombustibles. Por fin, aparte de hacer un levantamiento cuantitativo buscando revelar potenciales y estimativas sobre la configuración de las matrices energéticas, se hace una reflexión cualitativa sobre lo que supone o puede suponer la progresivamente mayor participación como insumos energéticos, productos cuyo origen es la mismo del de los alimentos: la tierra cultivable. Para eso se siguen 4 apartados. El primero detalla mejor la afirmación hecha de que se aproxima, probablemente, un gran problema en el sector energético para el mundo capitalista. En ese mismo apartado ya se expone la matriz energética mundial como instrumento, bien como el sector de combustibles líquidos. Por fin también se muestran estimaciones de oferta y demanda mundial de energía. El segundo apartado desarrolla un análisis parecido, para la economía brasileña, elegida por pionera y avanzada en sus programas de agro-carburantes (etanol y biodiesel). 1 Versión preliminar. El autor agradece a la ayuda prestada por los colegas Everlan Elias Montibeler, Esther Solano, Antonio René Iturra y Ana Candida Nascimento Martins. Los errores son todos de responsabilidad del autor.

COMPARACIÓN DE LA MATRICES ENERGÉTICAS …webs.ucm.es/info/ec/ecocri/cas/Santana_Borges.pdf · angular de la producción de petróleo, ... 2 Santana Borges, Rodrigo E. Fragilidade

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XI Jornadas de Economía Crítica

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COMPARACIÓN DE LA MATRICES ENERGÉTICAS BRASILEÑA Y MUNDIAL: PERSPECTIVAS E INQUIETUDES SOBRE

AGROCOMBUSTIBLES 1

Rodrigo Emmanuel Santana Borges Doctorando en Economía Internacional y Desarrollo

Universidad Complutense de Madrid La energía es una de las bases centrales de una sociedad. Al ver el precio del petróleo superando los US$ 100,00 por barril (EFE 2008), o la alerta del Informe Mundial de Energía (IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY 2008), sobre problemas de abastecimiento energéticos, se nota la preocupación superficial sobre un problema de fondo (pero no de largo plazo) para la sociedad global. Por un lado la demanda de energía sigue creciendo. Aunque se haya creado y se intente dar importancia al concepto de desarrollo sostenible, el índice más utilizado y foco principal de varias naciones sigue siendo el crecimiento del PIB. Por otro lado, la oferta de combustibles líquidos se ve en un escenario complicado. La producción mundial de petróleo puede tocar techo en pocos años (Rifkin D.L.2002) si se cumplen las predicciones de varios investigadores sobre cuándo llegaremos a pasar el pico de producción absoluta de crudo. En ese contexto de gran posibilidad de que la sociedad mundial enfrente una encrucijada energética, se enmarca el presente trabajo. Este escrito busca poner en relieve la crisis energética que se dibuja en un horizonte cercano. Se centra en la posibilidad y significado de que la expansión de agrocombustibles represente una solución (parcial o definitiva) al problema inminente que se avecina. Particularmente, la investigación busca una aproximación al problema sobre la base de la comparación de matrices energéticas. Por un lado se vislumbrará la matriz energética mundial, focalizando el sector de combustibles líquidos y su evolución en los últimos años. Por otro lado, se estudiará el caso brasileño, pionero en el avance de agrocombustibles. Por fin, aparte de hacer un levantamiento cuantitativo buscando revelar potenciales y estimativas sobre la configuración de las matrices energéticas, se hace una reflexión cualitativa sobre lo que supone o puede suponer la progresivamente mayor participación como insumos energéticos, productos cuyo origen es la mismo del de los alimentos: la tierra cultivable. Para eso se siguen 4 apartados. El primero detalla mejor la afirmación hecha de que se aproxima, probablemente, un gran problema en el sector energético para el mundo capitalista. En ese mismo apartado ya se expone la matriz energética mundial como instrumento, bien como el sector de combustibles líquidos. Por fin también se muestran estimaciones de oferta y demanda mundial de energía. El segundo apartado desarrolla un análisis parecido, para la economía brasileña, elegida por pionera y avanzada en sus programas de agro-carburantes (etanol y biodiesel).

1 Versión preliminar. El autor agradece a la ayuda prestada por los colegas Everlan Elias Montibeler, Esther Solano, Antonio René Iturra y Ana Candida Nascimento Martins. Los errores son todos de responsabilidad del autor.

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A partir de los dos apartados descritos se construye el tercero, cuyo objetivo es el de buscar elementos adicionales para sacar a la luz oportunidades, desafíos y trabas a la expansión relativa de agrocombustibles en la matriz energética mundial total. Por último, se cierra el documento con consideraciones críticas y cuestiones cualitativas sobre que significaría una expansión en las dimensiones citadas de ese sector.

1 Crisis y matriz energética mundiales “Los recursos energéticos mundiales son adecuados para acompañar el crecimiento proyectado en la demanda de energía” (IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY 2006b):79). Así se resume en parte la sección de tendencias globales de energía del informe de la Asociación Internacional de Energía. El informe hace proyecciones hasta el año 2030 e indica algunas tendencias interesantes además de la afirmación expuesta. Esa lectura es compartida por algunas instituciones de renombre en el mundo sobre el tema energético. Nos dan la impresión de que vivimos una época en la cual hablar de crisis energética sería una inmensa precipitación generacional. Habría que hacer cambios, pero el plazo para implantarlos sería largo. Pero esa visión no es la única, consensual, y poco a poco va dejando de ser dominante entre aquellos que trabajan el tema energético. Se hará, seguidamente, una síntesis de argumentaciones que ponen en duda el optimismo relatado respecto a los recursos energéticos. Para eso, primero hacemos una breve aclaración de aquello que entendemos por crisis energética. A continuación, se analiza la matriz energética mundial, haciendo hincapié en su estrecha ligadura a los recursos fósiles, centrándonos en la submatriz de combustibles. Entendida someramente la configuración del sistema energético mundial, se expone el punto angular de la producción de petróleo, su posible y probable pico cercano y las consecuencias dada la relación dibujada con la matriz energética. Por fin, para cerrar este apartado dedicado al panorama mundial preocupante, se centra el escrito en la situación actual de la biomasa y agrocombustibles.

1.1 Una breve definición de crisis energética El presente trabajo se encuadra en la línea de argumentación de que una crisis energética es posible y probable a medio plazo. Dado que se buscará en parte de este apartado debatir la segunda parte de la afirmación, cabe una calificación mínima de aquello que se entiende por crisis energética. A efectos del estudio, una crisis energética es el efecto derivado de una significativa diferencia entre la demanda de fuentes energéticas por un sistema y la oferta, siendo esta menor que la primera. Las consecuencias, según la seriedad de tal crisis, son variadas: un incremento muy grande del precio del suministro de fuentes de energía, racionamiento, además de los efectos macroeconómicos, que incluyen un aumento de probabilidad de recesión, y una presión inflacionaria fuerte (ambos fenómenos, en caso de que se materialicen simultáneamente, como en la década de 1970, se han denominado por vasta literatura de “estagflación”). Cabe destacar que, buscando una definición un poco más precisa de una crisis energética en el estudio se pretende entenderla cuando es estructural, o, en otras palabras, la causa de la crisis obedece a factores exógenos al conjunto sócio-económico (siendo debidos, fundamentalmente, por restricciones físicas). De esa manera, se comprende la crisis energética en términos históricos más amplios y profundos, no tomando con mucha importancia en esos términos varios eventos temporales de problemas energéticos (la crisis de la década de los setenta, por ejemplo, en la interpretación del autor se deriva más bien de problemas económicos2, no siendo sustancialmente una crisis energética en los términos aquí definidos). Hecha esa aclaración, a continuación nos focalizamos en el sistema energético sobre el cual se basa la sociedad capitalista actualmente (que se mantiene sustancialmente parecida desde por lo menos principios del siglo pasado).

2 Santana Borges, Rodrigo E. Fragilidade e dependência externa brasileira: Uma análise do balanço de pagamentos de 1990 a 2003

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1.2 La matriz energética mundial La asociación mundial de energía predice (IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY 2006b) que los combustibles fósiles seguirán dominando las fuentes de oferta energética hasta 2030 – siendo poco más de cuatro quintos de la demanda de energía primaria aún abastecidos con estas fuentes. Como se puede ver en el Gráfico 1, esa característica es estructural de la sociedad, lo que se remonta al siglo XIX, si fuésemos a buscar el origen de esta configuración. Esa característica permite afirmar que el sistema energético se basa en los combustibles fósiles. Esos combustibles, cabe realzar, además de no renovables son bastante contaminadores, lo que viene repercutiendo en una mayor presión social para limitar su producción, por los efectos significativos en el cambio climático. El mismo Gráfico 1 deja visualizar cómo ha disminuido parcialmente la dependencia del sistema del recurso petrolífero en términos relativos (pasando de representar poco menos de la mitad a suplir cerca de un tercio de la oferta energética mundial). Por otro lado, parte de esa disminución se ha trasladado a otros fósiles, especialmente el gas natural, que ha visto su participación aumentar cerca de 25% en términos relativos.

Gráfico 1: Producción mundial energética por fuente , 1973 y 2004

0,1

0%1

,80%

0,90%

11,2

0%

16,20%

24,80% 45,00%

0,4

0%

2,2

0%

6,50%

10,6

0%

20,90%

25,10% 34,30%

0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%

%

1973

2004

Año

Otros HídricaNuclear Combustibles Renovables y BasuraGas Natural CarbónPetróleo

Fuente:(IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY 2006a) Cabe recordar que en términos absolutos la producción de este último recurso ha crecido 136%, frente a un nada despreciable aumento de producción de crudo del 40%, mientras la producción de carbón ha casi duplicado en ese periodo de 30 años. La oferta total de energía ha crecido en esos 31 años casi el 100%. Si por un lado las demás fuentes primarias en su conjunto todavía no llegan al veinte por ciento, eso no quiere decir que no haya una estructura notablemente dinámica y en mutación en ese grupo. De una parte, vemos un incremento fortísimo en la participación de la energía nuclear, así como un avance respectivo considerable del uso de recursos hídricos. Es importante notar que si se cuenta según el consumo final por fuentes este sector representa cerca del 14% (y el de petróleo supera el 42%)

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Gráfico 2: Consumo Mundial de Energía por Sector (2 004)

19%

5%

38%

27%

11%

TRANSPORTE

RESIDENCIAL

COMERCIAL

INDUSTRIA

PERDIDO ENGENERACIÓNYTRANSMISIÓN

26%

15%

7%

52%

TRANSPORTE RESIDENCIAL

COMERCIAL INDUSTRIA

Fuente: Elaboración propia con base en(EAI, Energy Administration Information 2008)

Observando el consumo de energía mundial por sectores, al considerar la pérdida de energía en la generación y transmisión de energía eléctrica (Gráfico 2, izquierda), aparece la industria como gran consumidora de recursos energéticos (37%), seguida de la pérdida referida (27%)3. Aparece como tercer consumidor el sector del transporte. A parte el consumo industrial, queda claro que el factor de opción y limitación tecnológica (pérdidas de energía) y la forma de producción globalizada unida al gran traslado de personas y mercancías (incluidas, naturalmente, fuentes energéticas) generan unos costes energéticos muy altos. Si nos atenemos a la energía aprovechada, vemos que más de la mitad es usada por la industria, mientras más de una cuarta parte es dilapidada por el sector de transportes. El sector residencial responde por un nada despreciable 15% de consumo energético (en su centralidad consumo eléctrico y para calefacción). Por fin aparece el sector comercial absorbiendo cerca del 7% del total.

1.3 Combustibles, petróleo y el “oil peak” Al analizar la matriz energética ya queda claro el punto central de la dependencia del sistema energético respecto al petróleo. Pero teniendo en cuenta el foco-objetivo de los agrocombustibles, y además, que el sector transportes es el segundo gran consumidor de energía (a parte de que la industria aunque gaste mucho, tiene una especial consideración por la eficiencia energética, respecto a los demás sectores evidenciados), merece la pena ahondar un poco en la matriz de combustibles mundial. Según el documento “INTERNACIONAL ENERGY OUTLOOK” (EAI, Energy Administration Information 2008), el consumo de combustibles líquidos es del orden de 37,63% del total de la energía mundial consumida4. El incremento futuro esperado es del orden del 1,4% anual (bastante reducido si consideramos la evolución histórica). Si tomamos el consumo de esos combustibles por sector (Gráfico 3), se nota que aunque sea el gran consumidor, el sector transporte divide con el conjunto de los demás casi igualmente el consumo (teniendo el 52%). Enseguida aparece el sector industrial, con un consumo de un tercio de esa fuente energética, seguido de lejos por los sectores residencial y comercial (apenas 6% cada uno), y por fin con tan sólo 3% del consumo aparece el sector eléctrico.

3 Considerando una eficiciencia típica del 38%, se han gastado cerca de 5TW de energía para producir los 2TW consumidos. 4 168,17 cuadrillones de Btu (British Termal Units) consumidos de un total de 447 (EAI, Energy Administration Information. International energy outlook 2007)

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Gráfico 3: Consumo de combustibles líquidos por sec tor

52%

33%

6%

6%3%

Transporte Industrial Comercial Residencial Generación eléctrica

Fuente: (EAI, Energy Administration Information 2008)

Importa detallar que del total de combustibles líquidos consumidos en el mundo, apenas el 3,1% (EAI, Energy Administration Information 2008)EAI, 2007) proviene de fuentes no convencionales de combustibles líquidos fósiles. Al mirar la composición de esa pequeña parte del consumo mundial de carburantes líquidos (Gráfico 4), se nota que en primer lugar aparecen las arenas de petróleo canadienses, seguidas hasta el 2000 por los agrocombustibles. Aunque entre 2000 y 2004 se rompa la tendencia relativa declinante de los agrocombustibles (en términos absolutos siempre ha subido, pero ha empezado a competir más con otras fuentes), subiendo del 12% hasta el 14%, se nota que el mayor incremento relativo fue de aprovechamiento de fuentes no convencionales de petróleo (las arenas de petróleo canadienses y los crudos ultra pesados), que, en su conjunto, pasan de una participación del 50% en 2000 para cerca del 65% en 2004. Es importante notar que esa dominación de combustibles no convencionales fósiles seguirá por décadas, según las previsiones del EAI5.

5 En 2030, el grupo de arenas de petróleo canadienses, crudos ultra pesados y transformaciones de carbón a líquido representarán cerca del 62% (contra 68% actuales).

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Gráfico 4: Producción mundial de combustibles líqui dos no convencionales (1980-2004)*

71%0%

24%

58%

0%

14%38%

12%12%

8%

19%

11%

43%

22%

14%

3%

11%

7%

0%5%0%

5%0%

23%

Arenas de petroleoCanadienses

Crudos Pesados

Agrocombustibles

Carbon a líquidos

Gas a líquidos

Otros

* Anillos desde dentro hacia fuera: 1980;1990;2000;2004 Fuente: (EAI, Energy Administration Information 2008)

1.3.1 El petróleo y su pico de producción En el WEO del 2005 se lee: “Global proven oil reserves today exceed the cumulative projected production between 2003 and 2030”. Lo que queda sin comentario es si la capacidad de extracción de las reservas existentes es suficiente para acompañar el aumento de demanda. Teniendo en cuenta las proyecciones hechas en el informe, se entiende que no habría problemas de escasez de petróleo por décadas. Incluso se entendería que no podría haberlos gravemente antes del 2030, según los datos usados en el estudio.

Tabla 1: Producción y reservas de Petroleo, en barr iles Producción acumulada 1859-1969* 227.000.000.000,00 Producción acumulada 1969-2006 879.183.159.744,53 Total Producción acumulada 1.106.183.159.744,53 Reservas Probadas (2006)* 1.208.241.771.870,77 Fuentes:*(Rifkin D.L.2002) **(BP 2007)

Aunque el volumen de reservas que hay sea mayor que el gasto predicho, analistas como Hubbert, Robelius, Campbell y Laherrère (Robelius ) y (Rifkin D.L.2002) van en contra de que el pico de producción de petróleo esté tan lejano. Por la propia teoría del último autor, que en 1956 ha previsto el pico de producción de petróleo en Estados Unidos ocurrido en 1970, el volumen de producción de petróleo de cualquier sitio sigue una curva en forma de campana (Gráfico 5). La teoría defendida por Hubbert es sencilla. La producción empieza en cero, sube, llega al pico cuando se llega a la mitad del total explotado de reservas recuperables, y para después caer hasta que llegue a cero. Por otro lado, la demanda energética tiene una tendencia claramente al alza. La población, actualmente en 6,5 mil millones de personas, se estima llegue a 8,05 mil millones (Nygaard ). Eso significa que, en caso de que se suponga que la demanda energética por persona actual se mantenga (algo discutible si se supone que el crecimiento de varios países supone incremento de ese valor), habrá un incremento anual de demanda energética del orden de 2% anual como mínimo6.

6 El papel primordial lo desempeñaran los países de Oriente Médio, que tienen la gran mayoría de las reservas restantes.

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Gráfico 5: Producción Petrolera anual por región y por tipo de hidrocarburo

Fuente: (ASPO, Association pour l´étude du pic mondial de la production pétrolière 2003)

Si se hace esa consideración, el pico de petróleo estaría mucho más cercano, probablemente para la década siguiente, salvo cambios de política significativos (Gráfico 5). Hay predicciones que llegan hasta a calcular el pico para cerca del año 20107. Como ejercicio muy preliminar, se nota que para ese año, utilizando los datos de la Tabla 1, con un crecimiento del 2% en la producción y la manutención constante de las reservas probadas (o sea, con un ritmo de descubrimiento de nuevas reservas igual al de extracción), la producción acumulada supera las reservas8, superando la mitad del total de petróleo que ya existió en el planeta. Aún en el caso de una predicción más modesta, como la de USGS, se pronostica un pico de producción en el año 2021, en caso de que el aumento de producción siga un ritmo cercano al 3% anual (ASPO, Association pour l´étude du pic mondial de la production pétrolière 2003). El significado de un pico de producción por límites físicos con una demanda creciente son alarmantes, si se recuerda la fuerte dependencia de la matriz energética mundial respecto a este combustible en particular (cerca de un tercio de la producción mundial de energía, véase Gráfico 1). De esa forma, se puede esperar una escalada en el precio del petróleo de forma estructural, con las consecuencias descritas en la sucinta sección destinada a definir la crisis energética. Frente a ese escenario, queda una última tarea propuesta para cerrar el cuadro mundial energético. Es la situación actual de las fuentes de energía centrales en el artículo: renovables y específicamente agrocombustibles.

1.4 Panorama de renovables y agrocombustibles Al retomar el Gráfico 1, en términos de producción de energía, en 2004 el 10,6% era representado por el sector de combustibles y basura renovables. Sumándolo con otros renovables y energía hídrica (renovable también), se ve que la participación en el total producido es de 13,2%, aproximadamente. En el informe de la IEA sobre energías renovables (IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY 2007) se indica que biomasa y basura renovables representan el 79,4% del sector renovable, siendo de esta cerca del 97% biomasa en formas no-comercial y comercial). Se debe recordar que las estimativas hechas por organismos internacionales no siguen necesariamente el único y más adecuado estándar para convertir y comparar las distintas fuentes de energía de distinta calidad. Utilizando los mismos datos base (Ruiz 2006), si, por

7 C.J. Campbell y J. H. Laherrère, “The End of Cheap Oil”, Scientific American, marzo de 1998, p. 80 8 Claro está que en ese ejercicio preliminar no están incluidas el total de reservas aún por descubrir, lo que en esa estimativa inicial añadiría hasta 10 años, en caso de que el total mundial descubierto pudiese ascender a 3 billones de barriles.

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ejemplo la misma regla aplicada por IEA o la comisión europea para evaluar la energía nuclear se usara para la renovable, el valor total energético de combustibles y basura renovables pasaría de representar actualmente un 10,6% de la producción mundial (Gráfico 1) a 14%, bien como el total de 13,2% obtenido en el párrafo anterior se volvería algo sobre el 17%.

Gráfico 6: Capacidad productiva mundial de energía renovable - 2005

SOLAR - CALOR6,78%

BIOMASA - CALOR16,94%

BIOMASA ELEC3,39%

EÓLICA4,54%

GEOTÉRMICA0,72%

CALOR GEO2,16%

OTROS0,05% AGRO-DIESEL

0,32%

ETANOL1,80%

FUERZA OCEANICA (TIDAL)0,02%

SOLAR - FUERZA TÉRMICA

0,03%

SOLAR0,42%

Gr HIDROELÉCTRICAS57,75%

Pq HIDROELÉCTRICAS5,08%

Fuente: (REN21, Renewable Energy Policy Network for the 21st Century 2006)

Es posible llegar a un nivel de disgregación bastante más detallado. En el Gráfico 6 se ve por varias fuentes la capacidad productiva mundial de energía renovable (REN21, Renewable Energy Policy Network for the 21st Century 2006) para el año de 2005. Comparando esta fuente con la anterior, hay que hacer hincapié en algunas diferencias significativas antes de proceder propiamente a un análisis de estos últimos datos. Hay que notar forzosamente que los datos del primer informe son de la producción efectiva; el gráfico 6 se basa en la capacidad instalada . Se nota que la participación de fuentes hídricas es, en el primer informe, del 16,7%, mientras en los datos del Gráfico 6 se observa una participación del 62,83%. Parte de la diferencia puede provenir de alguna diferencia significativa entre capacidad instalada y producción efectiva. Otra parte seguramente surge por la no consideración, para elaboración del Gráfico 6, de datos respectivos a algunos usos de biomasa9 – probablemente gran parte de la biomasa no comercial a la cual se refiere el informe de IEA10. Dentro del conjunto de renovables, que suple entre un octavo y poco más de un sexto de la energía mundial, aparece entonces como algo indudable el papel que tienen ciertas formas de biomasa (las no incluidas en el Gráfico 6 por falta de datos compatibles) y el papel de la

9 Incluso haciendo estimativas con distintas capacidades utilizadas de las hidroeléctricas y añadiendo un sector denominado tentativamente de “biomasa no comercial y/o basura renovable”, fue posible llegar a valores idénticos para ambos informes en las proporciones relativas del sector hídrico y el de biomasas. Esa estimativa será llevada en consideración más adelante pues cambia de forma significativa la proporción de otras fuentes, como los agrocarburantes, centro de este artículo. 10 Cabe notar que en el informe utilizado como base para el Gráfico 6 hay datos respecto a otros usos de la biomasa, pero vienen en número de unidades (hornos, entre otros) que usan esas otras formas de biomasa. Esa manera de presentar esos datos ha hecho imposible convertir por el autor esa parte de los datos para unidades de energía comparables a los demás.

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energía hidroeléctrica. En el cuadro general de renovables, según el mismo gráfico, etanol y agro-diesel responden por entre 1 y 2% de la oferta de renovables. Si se mira el conjunto que queda sin considerar las dos grandes fuentes referidas, notamos que la fuente en que mayor capacidad instalada existe es la solar (en todas sus formas de aprovechamiento11 representa cerca del 43% de ese conjunto. Le sigue la energía eólica, con cerca del 27%. Por fin le siguen geotérmica en sus diversas formas12(17%), agrocombustibles (12,5%), quedando otros con cerca del 0,5%. En suma, la energía renovable ocupa todavía un papel modesto en la oferta energética mundial, y particularmente poquísimo significativa es la oferta de agrocombustibles. Por ser el centro del artículo, para terminar el apartado se focalizará en estos.

1.4.1 Agrocombustibles en el mundo Como hemos visto, los agrocombustibles representan un 14% de la oferta de combustibles líquidos de fuentes no convencionales (véase apartado 1.3), lo que les deja con un pequeño 0,5% de la oferta de combustibles líquidos. Tampoco en la matriz energética de renovables tiene gran relevancia, representando no más del 2,1% de oferta de renovables, y siendo apenas un octavo de la oferta de renovables excluyendo otras formas de biomasa y energía hidroeléctrica. Pero la particular relevancia de esta forma de ofertar energía es la madurez tecnológica respecto a sus competidores para el uso en el mercado de combustibles líquidos, los cuales tienen una delicada y grave dependencia respecto del petróleo, el cual como vimos no tiene perspectivas de largo plazo de continuar desempeñando ese papel preponderante (véase apartado 1.3.1). Por otro lado, se destaca de los demás al ser una actividad trabajo-intensiva, que puede generar más empleos, mientras las demás son capital-intensivas. En este conjunto, la producción de etanol responde por la gran mayoría de la oferta de estos combustibles (un 85%), aunque el crecimiento de la producción de agro-diesel13 viene siendo casi exponencial (apenas en el 2005 se estima que haya crecido un 85%). Ahondando un poco más apenas en el etanol14, aparece un escenario variopinto. Por un lado se verifican una serie de materias primas, y características muy diferentes en términos de tecnología15, rendimientos y costes. Por otro lado, vemos que la producción no es todo lo descentralizada que se podría esperar dado ser una fuente energética que tiene mucho más implícita esta posibilidad que los combustibles fósiles. Las materias primas utilizadas para la producción de ese agro-carburante son variadas, incluyendo material sintético (este respondía hasta 2003, no obstante, menos del 5% del total utilizado). Entre la materia prima originaria de la agricultura (>95%) los principales materiales son cultivos de azúcar (caña de azúcar, melazas y remolacha, principalmente) – que respondieron juntos por cerca del 61% de la producción (Berg 2004), con casi 40% producido a partir del maíz, y muy poco de otras fuentes como la celulosa. El panorama de productores cuenta con dos agentes en un casi duopolio: Brasil y Estados Unidos. Le siguen muy de lejos China, la UE y India (Gráfico 7). Brasil y E.E.U.U., juntos producen más del 70% de estos combustibles, siendo también los mayores consumidores. Estados Unidos y Brasil, en efecto cuentan con proporciones casi iguales del mercado mundial. Brasil ha estado en el liderazgo por años, aunque en 2006 E.E.U.U le ha sobrepasado, con una producción estimada en cerca de 18,4 billones de litros de etanol contra 17 de Brasil.

11 Térmica, foto voltaica y otras. 12 Para electricidad y para generar calor 13 Gran parte del aumento de producción vino de países de la UE, en particular Alemania (REN21, Renewable Energy Policy Network for the 21st Century. RENEWABLES GLOBAL STATUS REPORT: 2006 update). 14 Dada la muy poca relevancia del sector de agro-diesel en el total, y su menor aporte en el caso brasileño, como se verá más adelante, el trabajo se centrará en el etanol. 15 Incluso en términos de calidad podemos calificar el etanol en el anídrico y el hidratado.

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Gráfico 7: Producción mundial de etanol por país (2 004-2006)

36%

33%

9%

6%

4%2%1%

9%

35%

35%

8%

5%

4%2%1%

10%

33%

35%

8%

6%

4%

1%1%

12%

Brasil E.E.U.U. China UE

India Russia Africa del Sur Otros

Fuente:(Berg 2004) En el país norteamericano, la materia prima principal es el maíz. Este cultivo es altamente subsidiado, y se usa predominantemente en mezclas con otros combustibles. En Brasil la principal materia prima es la caña de azúcar, utilizándose también de melaza. Si en este país hubo un programa de fuerte incentivo desde la década de los 80, PROÁLCOOL, desde fines de los 1990 está el sector muy poco subsidiado, existiendo meramente un control indirecto a través de índices de mezcla16. La tercera gran fuente para producir este carburante es la remolacha, bastante utilizada en la UE, y que también cuenta con varios subsidios de la Política Agrícola Común. En el correspondiente apartado se comparan de forma más pormenorizada las distintas materias primas (2.3). En términos de panorama mundial, cabe destacar que el agrocombustible presenta en general un balance energético positivo, siempre y cuando no esté contabilizado un transporte por largas distancias. Otro punto interesante es que el impacto medioambiental es potencialmente mucho más bajo que el de los combustibles fósiles. La traducción de ese potencial en realidad depende mucho de las opciones, regulación y fiscalización del conjunto de producción y distribución17. Así se puede concluir que el sector de agrocombustibles tiene varias posibilidades en abierto, siendo de una gran dinámica. Su evolución dependerá de una serie de factores, esbozados parcialmente en el apartado 3.1. Terminado el reto de presentar el contexto mundial, la siguiente tarea propuesta es detallar el cuadro energético para un país muy interesante desde el punto de vista de energías renovables: Brasil.

2 Matriz energética y agrocombustibles en Brasil Este apartado para llegar al objetivo de transmitir la situación del sistema energético y particularmente del sector de agrocombustibles se divide en tres partes. En primer lugar se debate la Matriz Energética Brasileña. Enseguida, focaliza la Submatriz de combustibles líquidos y transporte en Brasil. Y por último toca el tema de los Agrocombustibles en Brasil.

2.1 Matriz Energética Brasileña La matriz energética brasileña ha tenido una especial dinámica desde la década de los 70. Mientras la oferta mundial de energía no ha llegado a duplicarse, en Brasil de 1971 hasta 2006

16 Una discusión más pormenorizada se hace en el apartado 2.3Agrocombustibles en Brasil 17 El abordaje más crítico de este tema se hace en la sección 3ª de este documento.

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la oferta de energía tuvo un incremento de cerca de 222%, más que triplicándose. Esa dinámica puede ser relacionada con la última oleada de industrialización en ese país siguiendo todavía el modelo de la ISI18. Las fuentes fósiles son levemente dominantes todavía (en su conjunto suman 53%, lo que contrasta con el casi 80% mundial) – véase Gráfico 8. Pero aunque individualmente dependan más de petróleo19 (37,7% contra 34,3% mundial), la participación de carbón y gas es mucho menor (6% y 9% - sumando 15% - mientras mundialmente sea de 45%). Por otro lado, se nota de manera aún más substantiva el aumento de la participación relativa del gas natural en la matriz energética a lo largo del tiempo, pasando de 0,4% a 9,6% en la participación. Otra diferencia significativa respecto de la matriz energética mundial, es que la brasileña deja ver la mayor importancia de la producción de combustibles renovables. La predominancia leve de los combustibles fósiles significa una gran participación de energías renovables, que totalizan 47% en 2006. Incluso la matriz energética del 1971 mostraba una predominancia de combustibles renovables (cerca del 57%). La gran diferencia ha sido entre los dos periodos la gran disminución relativa, llegando a ser disminución absoluta, el uso de leña y carbón vegetal como fuerte energética. El conjunto de biomasa representa casi un tercio de la oferta interna de energía, contra cerca del 10% del promedio mundial.

Gráfico 8: Producción energética por fuente en Bras il, 1971 y 2006

0,3%

5,3%

0,0%

45,2% 5,4%

0,4% 3,5%

39,8%

3,0% 14,8%

1,6%

12,6% 14,6% 9,6% 6,0% 37,7%

0% 20% 40% 60% 80% 100%

1971

2006

OTRAS RENOVABLES HIDRAULICA Y ELECTRICIDAD URANIO*

LEÑA Y CARBÓN VEGETAL CAÑA DE AZÚCAR* GÁS NATURAL*

CARBÓN* PETRÓLEO*

Fuente:(BRASIL, Ministerio de Minas y Energía 2007) Algunos indicadores ayudan a ofrecer más comparaciones respecto al cuadro energético brasileño y mundial. Si tomamos la oferta de energía per capita, vemos que en Brasil se sitúa en torno a 1,12 tep/habitante, bastante menor que el promedio mundial (1,78) y de Estados Unidos, por ejemplo – 7,89 (BRASIL, Ministerio de Minas y Energía 2007). Por otro lado, la estructura productiva brasileña es intensiva en energía, lo que se deduce por la razón entre oferta interna de energía y PIB, siendo en el año 2000 cerca de 0,31 tep/mil US$, mientras ese indicador en Estados Unidos asume el valor de 0,21, y en Japón 0,11. En una situación que ha venido mejorando en los últimos años con el descibrimiento de grandes reservas energéticas, Brasil ha llegado a tener la posibilidad recientemente de incluirse en el club de los países exportadores de petróleo. Entiéndase que eso significa más bien mayor holgura respecto al conjunto mundial en lo que toca al pico de petróleo, pero sin significar gran margen de maniobra ni mucho menos que este país pueda escapar de lo que significa el pico de producción de crudo (véase 1.3.1)

18 Industrialización por sustitución de Importaciones. En la década de los setenta, los gobiernos militares implementaron una serie de planes para avanzar en el proceso de industrialización brasileño, particularmente intentando cerrar las brechas en la industria pesada. 19 Aunque también se note pequeña disminución de la dependencia respecto a este recurso en el tiempo.

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El consumo energético por sector se visualiza en el Gráfico 9. En este caso presenta una apariencia más bien similar al conjunto de la economía mundial (véase Gráfico 2 en el apartado 1.2). El sector industrial es el que más energía consume (estrictamente el 39% - pero si sumamos agropecuario y sector energético, se llega al mismo porcentaje mundial – 52%). Le sigue el sector de transporte, con un consumo de poco más de un cuarto (similar al mundial del mismo modo). Con diferencia importante viene el sector residencial, que consume el 10% (mientras el mundial es 50% relativamente más alto – 15% del consumo total), seguido del sector comercial y público (con un consumo relativo de casi la mitad del promedio mundial). Con una representación también importante aparece un consumo final del 7% para usos no energéticos20.

Gráfico 9: Consumo final de Energía por sector en B rasil – 2006

9%

11%

4%4%

39%

7%

26%

NO-ENERGÉTICO SECTOR ENERGÉTICO RESIDENCIAL

COMERCIAL Y PÚBLICO AGROPECUARIO TRANSPORTES

INDUSTRIA

Fuente: (BRASIL, Ministerio de Minas y Energía 2007) En suma, podemos concluir que se encuentra mucho más una diferencia en la configuración de la oferta brasileña de energía respecto a la mundial, mientras entre los usos, por lo menos a nivel de destinación sectorial, predomina la similitud al alejamiento. Dicho eso, se procede a seguir a ahondar en la diferencia de estructura de oferta, particularmente en el sector de combustibles.

2.2 Submatriz de combustibles líquidos y transporte en Brasil Elaborando un gráfico a partir del uso de combustibles líquidos por sector en Brasil y añadiendo el uso de gas natural (por su gran importancia en el uso de vehículos, compitiendo con combustibles líquidos) y la energía de derivados de la caña (buscando dar relieve al uso adicional advenido del cultivo de ésta con fines energéticos), se obtiene el Gráfico 10.A. Aunque no sea directamente comparable a la matriz mundial (puesto que el sector industrial y energético utilizan intensivamente gas y desechos de caña), se nota una mayor predominancia del sector de transportes, que responde por poco más del 57% del total utilizado en ese conjunto21. Mirando al Gráfico 10.B, que no se lleva en cuenta las rubricas de gas y derivados de caña, el sector de transportes en Brasil resulta aún más dominante, con casi el 70% del uso de combustibles líquidos, bastante más que en el mundo (52%).

Gráfico 10: Consumo de combustibles líquidos por se ctor en Brasil – 2006 10.A* 10.B**

20 Cantidad de energía contenida en productos utilizados en diferentes sectores para fines no energéticos (BRASIL, Ministerio de Minas y Energía. Balanço energético nacional 2007: Ano base 2006).

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7%1%

9%

26%

57%

residencial comercio y públicoindustria transporteenergético

8%1%

16%

69%

6%

residencial comercio y públicoindustria transporteenergético

* incluidos también GNV y derivados de caña ** no incluidos GNV y derivados de caña

Fuente: (BRASIL, Ministerio de Minas y Energía 2007)

Una de las diferencias más notables entre las matrices de combustibles brasileña y mundial es la participación de agrocombustibles (Gráfico 11). Sumados etanol y otros oleos, tenemos una participación en Brasil (14,81% del sector transportes en 2005) que llega a ser casi 30 veces la participación de estos carburantes en el promedio mundial (0,5% del consumo total de combustibles líquidos, cerca del 1% del sector de transportes).

Gráfico 11: Matriz de combustibles en el sector de transportes – Brasil – 1971,1988 y 2005

2,9%55,6%

3,8%

18,7%

19,4%

1,54%

25,92%

13,27%

0,28%

34,1%

5,1%0,9%

1,3%0,0%

51,5%

6,1%

0,6%0,0%

50,87%

4,87%

3,26%

GAS NATURAL

DIESEL

OLEOCOMBUSTIBLE

GASOLINAAUTOMOT.

QUEROSENA

ETANOL

OTROS*

Fuente: (BRASIL, Ministerio de Minas y Energía 2007)

Pese esa gran diferencia, las fuentes fósiles (casi 85%) y particularmente derivados del crudo (81%) son indiscutiblemente y avasalladoramente las principales en el sector de transportes. Aunque en el caso de este país se pueda decir que no solamente ellas tienen papel importante. Existe la característica peculiar del uso del gas, cuya contaminación es menor y cuyo pico de producción se prevé para algunos años (quizás más de una década) después del petróleo. Volviendo al punto positivo del gran uso de etanol, apenas este combustible llegó a representar casi un quinto del total utilizado en los transportes en 1988 (19,4%). En 2005 este combustible ha representado cerca del 13,3%. País pionero si no único (Berg 2004) en que el agrocombustible se utiliza puro (lo convencional es utilizarlo en mezclas) a parte de las

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mezclas, en Brasil se ha desarrollado la tecnología “flex fuel”, por la cual los coches funcionan con gasolina, alcohol o cualquier grado de mezcla. Un éxito representado por cerca del 97% de nuevas ventas de coches en ese país que en 2006 fueron fabricados de esa tecnología(Iturra 2007). Es importante resaltar, no obstante, que la participación relativa de este sector ha venido disminuyendo desde la década de los 90. Eso se debe en parte por el periodo de precios bajos del crudo por los que ha pasado el mundo, evento que no se debe repetir y de otro lado, como ya se ha dicho, por el descubrimiento de muchos nuevos recursos en Brasil. Igualmente es lícito recordar que en los últimos años los precios de las commodities han sido elevados, y el producto energético de la caña compite con su uso como mercancía agrícola (representando ésta su coste de oportunidad). Y, no menos importante, debido a la continua retirada de subsidios a ese sector. El contraste grande de la estructura de oferta entre el mundo y la economía brasileña abre la perspectiva más claramente sobre cómo se debe tener especial atención al sector agro-energético. Asimismo, continuando con el esquema propuesto, se procede enseguida a un análisis específico de ese sector en Brasil.

2.3 Agrocombustibles 22 en Brasil Como ya se ha visto, aunque hayan presentado una gran expansión a lo largo del tiempo, lo agrocombustibles cubren en términos mundiales apenas cerca del 1% del consumo de transporte. La sustitución de gasolina en Brasil es, respecto a ese valor, gigantesca. Comparando los valores de consumo relativo de gasolina para vehículos y etanol en ese país (Gráfico 11) se ve que la sustitución ha llegado a ultrapasar el 50%; en 1988, se ha usado más etanol que gasolina para el sector de transportes. Actualmente se sitúa en poco más del 42%. En EE:UU:, históricamente segundo productor y actualmente primer productor de etanol, la sustitución no sobrepasa los 3% (EUOBSERVER 2007). Esos resultados tan sustanciales como visibles se deben a una serie de factores. La materia prima principal utilizada es una de ellas (como visto en el apartado 1.4.1), pues presenta unos costes y rendimiento competitivos respecto a un barril de crudo que se venda a partir de los US$ 35,00 (Evans-Pritchard 2008). En conexión directa con la materia prima, se ponen las condiciones climáticas y ambientales (tierra abundante – barata – y propicia al cultivo). Pero ninguno de estos factores conseguiría impulsar al nivel que fue la producción de esa fuente energética. En este sentido tiene un gran mérito el incentivo gubernamental que fue implementado a lo largo del tiempo. Veamos cómo.

2.3.1 Breve histórico de agrocombustibles en Brasil Por participaren de distintas sendas en el tiempo y distinta presencia en el sistema energético brasileño, dividimos el histórico de etanol y agro-diesel.

2.3.1.1 Etanol Las experiencias relacionadas con el etanol para mover vehículos se remontan a la década de los 20 en Brasil. Ya en 1931 se autoriza la adición de alcohol a la gasolina, siendo obligatoria a partir de 1938 la mezcla al 5%, pudiéndose aumentar según la necesidad el porcentual de alcohol. La 2ª Guerra Mundial impulsó esa iniciativa, fortaleciendo la práctica de la mezcla. En efecto, el gobierno tuvo que establecer en un 20% la mezcla máxima en 1966. Pero el gran salto hacia los agrocombustibles se realizó en la década de 1970. PROÁLCOOL El programa nacional del alcohol en Brasil fue motivado por la elevación del precio del petróleo en la década de los setenta, junto con la gran dependencia externa respecto a ese recurso, lo cual tenía un fuerte impacto negativo en la balanza de pagos (80% del consumo del crudo era importado). Entre otras medidas destinadas a enfrentar esos problemas, estuvo la sustitución de gasolina por alcohol23.

22 Dada la limitación de espacio y la poca representatividad del agro-diesel en el conjunto de la producción de agrocombustibles brasileñas, el artículo se centra más en la producción de etanol.

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El plan fue realizado en dos etapas. En la primera, de 1975 hasta 1979, se primó por utilizar la infraestructura existente, establecer y aumentar la mezcla de alcohol anhídrido en la gasolina obligatoria (20 a 25%). En el segundo momento, con el agravamiento de la crisis del petróleo, se avanzó al crear una gran infraestructura de distribución de alcohol por PETROBRÁS, aparte de impulsar la creación y difusión de vehículos movidos apenas por ese combustible, y crear varias destilerías autónomas. Entre las medidas de regulación implementadas, algunas fueron: establecer el precio del alcohol por debajo del de la gasolina; remuneración garantizada al productor; reducción de impuestos para coches movidos por etanol; financiación a productores para aumento de capacidad productiva; puestos revendedores obligados a vender etanol; mantenimiento de reservas estratégicas del combustible. Los resultados ya fueron parcialmente expuestos. Por un lado se consiguió un aumento de producción muy grande, a la vez que se disminuyó la dependencia respecto al petróleo. El conjunto de incentivos también ha posibilitado que la producción de etanol tuviese avances expresivos, mejorando la productividad del cultivo por área cultivada, como la cantidad de combustible por tonelada de materia-prima. Es así como el aumento del rendimiento medido por la cantidad de litros por hectárea ha sido del orden del 3,1% anual promedio entre 1975 y 2006 (Iturra 2007) LIBERALIZACIÓN DEL MERCADO En la segunda mitad de la década de los ochenta se dieron simultáneamente la reducción drástica del precio del petróleo para niveles próximos a los US$ 20 dólares el barril (valores bajos que se han mantenido hasta principios del siglo actual), y reducción de subsidios al programa del etanol. En 199124 finaliza el programa, y apenas queda de subvención el menor tipo tributario para coches movidos a alcohol. En esa década hubo gran pérdida de impulso al sector. A principios del siglo XXI, con el nuevo aumento de precios del crudo y la aparición del coche “flex-fuel” (2003) se dió nuevo impulso al sector de etanol.

2.3.1.2 Agro-diesel La historia del agro-diesel es más reciente. Las primeras experiencias en el país remontan a la década de 1940. Las materias primas utilizadas eran babasú, coco, semilla de algodón. En términos de incentivos políticos, en esta misma década se decretó la prohibición de exportar óleo de semilla de algodón, intentando bajar el precio para utilizarlo como combustible posible en trenes (Pousa et al. 2007). Un intento más decidido con relación a este combustible sólo vino poco después del PROÁLCOOL, en 1980. El PRO-ÓLEO definía la ruta tecnológica de la alcoholisis (en lugar de la metanólisis, por ejemplo) para la implementación en el país. El objetivo era llegar al 30% de mezcla para diesel y a largo plazo total substitución. Aunque como se ve presentaba metas ambiciosas, el programa fue abandonado en 1986. A finales del siglo vuelven discusión y estudios sobre el agro-diesel. En 2002, alcoholisis se recomienda como mayor ruta, en el lanzamiento del PROBIODIESEL. El mismo previó para 2005 la sustitución al 5%. y en 2020 al 20%. Aún siendo más complicada que metanólisis en términos de limitaciones tecnológicas, fue elegida por la gran producción de etanol en el país. Es sólo en los últimos años que se da la instalación de la primera industria de esteres en la provincia de Mato Grosso en 2000, a partir de soya.25

23 Otras medidas han sido la elevación del precio interno de la gasolina, para inhibir su consumo; el incremento de las exportaciones de bienes y servicios para compensar gastos con petróleo; la adopción de políticas externas con países productores de petróleo, para garantizar el abastecimiento de este producto y ampliar mercado para exportaciones brasileñas; la elevación de la producción nacional del petróleo (DORNELLES, Ricardo d. G. Política nacional de biocombustíveis) 24 La implementación de políticas neoliberales en la década de los noventa fue co-responsable de que la producción de coches a alcohol, que había llegado a tomar cerca del 90% del mercado de nuevas vendas a finales de los ochenta, cayera casi a cero entre 1995 y 2000. 25 Esta es considerada por la agroindustria de óleos vegetales como buena salida, sirviendo para regular mercado (POUSA, Gabriella P. A. G., SANTOS, André L. F. and SUAREZ, Paulo A. Z. History and policy of biodiesel in brazil. p. 5393-5398).

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Una ventaja importante del agro-diesel respecto a su similar fósil es que aumenta vida útil de la máquina. En 2003 se solicita por parte del equipo gubernamental la elaboración de un plan nacional para el agro-diesel. Así surge el PROBIO en 2004. Además del objetivo en términos energéticos, tuvo como eje la inclusión social. Las metas en este plan son la mezcla al 2% opcional hasta 2008. A partir de esta fecha hasta 2013, esa mezcla como obligatoria, pudiendo ir hasta 5%. A partir del 2013, obligatoria la mezcla de por lo menos 5%. En términos de inclusión social se dan incentivos fiscales para el cultivo sostenible por agricultura familiar. También se buscará dar garantías de mejor financiación del BNDES y otros bancos públicos. La perspectiva de mercado es de crezca de 0,8 billones de litros en 2008 hasta 2 billones en 2013. Las fuentes son más diversificadas para este combustible que en la producción de etanol brasileño. En el semiárido se puede cultivar higuerilla, el algodón y girasol en el centro y sur y en el Amazonas la palma, por ejemplo.

2.3.2 La materia prima en Brasil – comparación La caña de azúcar es la principal materia prima para hacer el etanol en Brasil. Comparando las tres principales materias primas para producir etanol (Berg, 2004), se nota que la que representa el menor coste por litro es la caña (cerca de U.S. $ 0,08), mientras las demás (maíz y remolacha) son cerca de 3 veces más caras (llegando casi a los U.S. $ 0,25)26. Por otro lado, la proporción de retorno de energía por la energía invertida para la caña de azúcar está entre 8,3 y 10,2 (Smeets et al. 2006), mientras en el maíz, por ejemplo se sitúa en torno al 1,3, y el de remolacha no llega a 2 (Gráfico 12). El balance energético de agro diesel es aún más favorable. En el caso de extracción de la palma, por ejemplo, el balance llega a ser más elevado que el de la caña. Considerando que la madurez tecnológica es mucho menor en este sector, la perspectiva es positiva. Aún en el caso de la soja, que en Brasil será probablemente muy usada para producir carburantes (el país es de los principales productores mundiales de ese producto), ese indicador es más elevado que las otras dos grandes fuentes de agrocombustibles: remolacha y maíz. Comparando los costes por fuentes utilizadas en Brasil (Pousa et al. 2007), se nota que la semilla de algodón es la de menor coste promedio (US$ 0,42/L), seguida de la palma (US$ 0,61/L) y la soja (US$ 0,67/L)27.

26 “En un mercado perfecto, con un coste de US$35 por barril de petróleo, apenas la caña sería viable. Las demás son remolacha (103$), maíz (81$), trigo (145$), higuerilla(209$) y celulosa (305$)”. (EVANS-PRITCHARD, Ambrose. Why the price of 'peak oil' is famine) 27 El menor coste se da para soja en la región que más produce, siendo de cerca de US$ 0,43/L

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Gráfico 12: Balance energético de varios agrocombus tibles

0

1

2

3

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6

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9

10

Pal

ma

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oleo

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vege

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z

AGRO DIESEL AGRO ETANOL

Fuente:(Smeets et al. 2006)

2.3.3 La tierra y perspectivas de expansión Brasil tiene un area total de cerca de 851 millones de hectáreas. De ese total, se estima que menos del 7% es actualmente tierra cultivada (menos de 50 millones de hectáreas). El área libre cultivable se estima actualmente en 385 millones de hectáreas. El área disponible para la expansión, concentrado en la región central (de “cerrados”- sabanas, con condiciones propicias para la soja y caña, además de otros) es, como se puede ver en la Tabla 2, de cerca de 90 millones de hectáreas. Eso significa que el país podría triplicar su área de cultivo total sin llegar a competir físicamente con la producción agrícola actual.

Tabla 2: Área de expansión del cerrado brasileño (millones de hectáreas)

-Área Total 204

-Área Cultivable 137

-Pastos (35)

-Culturas Anuales (10)

-Culturas Perennes y Florestas (2)

Área Disponible 90

Fuente:(Eugênio de França,José G. 2006) Por otro lado, considerando el área destinada a cultivos de etanol (cerca de 3 millones de hectáreas) y la estimada para conseguir el la mezcla al 2% (1,7), tenemos un total inferior al 10% del área de cultivo. Comparando ambas estimativas, se nota el inmenso potencial, en términos de disponibilidad de tierra, que hay para la expansión del cultivo de agro-energía en Brasil. Por otra parte, el Plan Nacional de Agro-energía busca consolidar el liderazgo en agrocombustibles de 1ª generación (etanol y agro-diesel), desarrollar los de 2ª, además de desarrollar agro-biotecnología.

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El mercado para el agro-diesel se expandirá por la vía de la expansión del mercado interno, en primer momento (como en el principio de la utilización del alcohol), mientras la mayor dinámica del sector de etanol vendrá bastante del sector externo (véase el apartado 3), además de la toma del mercado de gasolina cuando el precio de ésta suba excesivamente.

3 Posibilidades, desafíos y peligros para los agroc ombustibles Esta sección buscará sucintamente trazar perspectivas de expansión de los agrocombustibles, proceder someramente a relatar los puntos favorables – muchos de los cuales ya han sido comentados – y exponer las críticas hechas a la expansión de este sector. Para eso, el abordaje de perspectivas se divide en los incentivos políticos y sociales, de un lado, y de otro lado la disponibilidad de recursos – analizando básicamente la tierra aprovechable. Completada esa tarea se expondrán una serie de argumentos tanto a favor de la expansión mencionada como en su contra, que para este autor son fundamentales cuando se reflexiona sobre ese tema (evitando caer en una apologética o en una crítica exagerada).

3.1 Perspectivas mundiales de agrocombustibles Los incentivos políticos, avances tecnológicos y volumen de inversión indican que se puede pensar en un crecimiento rápido y sostenido del sector por décadas, según la AIE (IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY 2004). El factor tecnológico es crucial no sólo en el aumento de productividad y reducción de costes de la producción de estos combustibles, sino también en la mejora de la eficiencia de los coches.

3.1.1 Incentivos políticos y socio-económicos En términos de costes de tierra y trabajo, factores principales para la producción de estas mercancías, la balanza pende para los países tropicales. Una gran palanca para el desarrollo de ese sector se relaciona con la magnitud de la subida en el precio del petróleo. Al ser la principal fuente de energías competidoras, la elevación de su precio permite que sean viables más fuentes. Las posibilidades de que aumente el incentivo a invertir en ese sector, según lo discutido en el apartado 1.3, son grandes. La Unión Europea ha cumplido un papel de líder global para tomar acciones efectivas contra el cambio climático. Como ya dicho, el factor medioambiental es uno de los grandes impulsores para intentar sustituir combustibles fósiles por renovables, y en parte agrocombustibles. Eso pues a parte de la destrucción del medioambiente, los efectos negativos económicos no son nada despreciables (Stern 2006). Con el objetivo de evitar un calentamiento global por encima de 2º C, tendría que reducir 30% la emisión de gases invernaderos. En marzo de 2007, han acordado los líderes de la Unión tener como objetivo obligatorio entre otros para el año 202028 aumentar la participación de agrocombustibles hasta alcanzar 10% del mercado de combustibles líquidos. En términos internacionales, Estados Unidos siguen siendo obstáculo a que se establezcan objetivos más firmes, como se ha demostrado en la Cumbre de Bali, a finales de 2007. No se debe olvidar, por último, que en varios países productores y/o en desarrollo se están estableciendo políticas de incentivo significativas para la producción. Tal es el caso en Brasil, India y Argentina, por ejemplo.

3.1.2 Potencial real de expansión La Tabla 3 resume la tierra cultivable potencial en el mundo. Su análisis demuestra que el área cultivada se podría más que duplicar hasta llegar a usar todo el potencial descrito. Otro dato interesante es que las regiones donde se concentra el mayor potencial son África (36%) y América Central y del Sur (35%), regiones que no constan entre las desarrolladas.

28 Otros objetivos: aumentar la eficiencia energética en 20%, bajando el consumo energético; aumentar la participación relativa de renovables en el total de energía consumida hasta el 20% (CE, Comisión E. EU action against climate change: Leading global action to 2020 and beyond)

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La expansión en las regiones que más consumen combustibles líquidos (UE y EE.UU.) se ve como bastante más limitada si se mira bajo esa óptica. Para conseguir ambas sustituciones en etanol y agro-diesel al 5% para 2010 sería necesario dedicar un quinto en cada región del área cultivable. Para llegar al 2020 con la sustitución – mezcla – del 10% serían requeridos 43% y 38%29. Esas son claras evidencias de que es casi imposible que las metas conjuntas referidas sean conseguidas en esas regiones apenas por producción propia (WWI 2006).

Tabla 3: Área Potencial Arable según región geográf ica del mundo - 1994*

Área en uso del total potencial

arable (%)

Total potencial arable sin uso (millones de

hectáreas)

Total potencial arable sin uso (% del total)

Africa sub-sahariana 15% 892,5 37,41% Africa del Norte y Oriente Próximo 160% 0,0 -1,12% Asía del Norte, leste de los Urales 64% 100,4 4,21% Asia y Pacifico 64% 265,0 11,11% América Central y del Sur 15% 836,6 35,07% América del Norte 54% 198,2 8,31% Europa 63% 119,6 5,01% Total del Mundo 38% 2385,425

Fuente: (FAO, FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS 2006) * Tierra aprovechable con lluvias sin necesidad de grande cambios, excluyendo áreas protegidas y de asentamientos humanos.

La disponibilidad de población agrícola también está concentrada en esas regiones (FAO, FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS 2006). La existencia de capital en forma de infraestructuras y otros servicios que representan factores importantes para incentivar la producción es uno de los principales obstáculos para que se pueda aprovechar económicamente el potencial de recursos descrito.

3.2 Elementos favorables De manera muy sucinta, podemos agrupar los beneficios en ambientales, económicos, sociales. El avance en la producción de agrocombustibles tiene la ventaja de incrementar la seguridad energética, aumentar la protección ambiental por la vía de reducción de emisión de gases de efecto invernadero, e incluso reducir de la erosión y degradación de suelos. En términos económicos, puede suavizar la crisis energética que se asoma, además de crear nuevas oportunidades económicas en nuevas regiones y en áreas rurales, siendo una posible vía para conseguir más desarrollo en las zonas que más lo necesitan (rurales de países pobres o en desarrollo). También al utilizar productos agrícolas para fines no alimentares, la utilización de transgénicos podría ser más fácilmente implementada, con avances tecnológicos correspondientes más rápidos. Los efectos sociales se podrían definir en torno al hecho de que esas energías renovables son intensivas en el factor trabajo, y actúan en el sector rural. Así, tienen potencial de aumentar el empleo, mejorar los salarios del sector, y contribuir a evitar la aglomeración urbana excesiva consecuencia del éxodo rural, proporcionando más calidad de vida a los habitantes de centros urbanos y zonas rurales.

3.3 Críticas contundentes a la expansión Las principales preocupaciones y críticas se exponen muy concisamente como respuesta a cada uno de los beneficios anteriormente descritos.

29 La AIE sugiere a partir de eso un foco en la mezcla de etanol , por el hecho de que para la expansión de biodiesel la necesidad de tierra sería mucho más grande. (IEA, INTERNATIONAL ENERGY AGENCY. Biofuels for transport: An international perspective)

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Respecto a los beneficios ambientales hay varias críticas. Por un lado se expone la preocupación por la contaminación de fuentes acuíferas con la expansión de uso de agro-tóxicos (Vicente et al. 2007). Por otro lado se cuestiona el balance energético supuestamente positivo, puesto que no tiene en consideración el coste energético del transporte a larga distancia. En términos de contaminación, también existe la crítica a la omisión del efecto de la deforestación. En este punto hay cierto apoyo hasta en el informe Stern (Stern 2006), pues en este se estima que casi un tercio de la emisión de gases de efecto invernadero proviene de agricultura y cambios en el uso de la tierra (Vicente et al. 2007). Por ende, la destrucción de la diversidad biológica es señalada como probable, en la medida en que la gran expansión del sector, en el marco de agroindustria, prima por los monocultivos en extensas áreas. Del punto de vista económico, la crítica incide en la condición laboral de los trabajadores del sector. La tendencia sería que se extendiera la superexplotación en el campo. Por otro lado, la vía de abrir aún más el sector de alimentos a demandas de los países desarrollados, puede sentar la base para una mayor transferencia de recursos hacia estos países sin una contrapartida suficiente. Basta recordar que el modelo agro-exportador no ha llevado al desarrollo de muchos países. En el ámbito social, además del problema de las condiciones laborales, preocupa aún más la competición con la producción de alimentos. De hecho, hasta organismos como la FAO prevén una subida estructural que se mantendría al menos a medio plazo para los precios de varios alimentos. No menos cardinal es la competición por el uso del agua potable, en caso de que se avance en la cosecha irrigada. Este recurso también tiende a ser escaso, según varias proyecciones, lo cual pondría a competir la población pobre de varios países y los propietarios de coches de países ricos, éstos con solvencia mercantil, por ejemplo. Muchas de las críticas descritas se relacionan directamente con la forma de organizar la producción conocida como la agroindustria. No se quiere menoscabar con eso la profundidad e importancia de la misma. Por otro lado, también critican el hecho de no intentar cambiar los patrones de consumo, apenas las fuentes, cuando aquellos son depredadores también.

4 Consideraciones finales: el significado de una ex pansión de agrocombustibles Las razones por las cuales se busca la sustitución de combustibles fósiles no son apenas medioambientales y económicas. La humanidad Enfrenta la restricción física de la Tierra, lo que, a falta del cuestionamiento del consumismo occidental, impone la búsqueda de alternativas. Como hemos visto al comparar la matriz energética mundial y la brasileña, a parte de los potenciales existentes de expansión de cultivos, se nota que aunque no sea una panacea – que podría como único factor resolver los problemas energéticos que se avecinan – la producción de agrocombustibles puede ser un grande ayudante en esa labor. Pero no todo es tan sencillo y fácil. Como destacado, la expansión del sector mencionado puede tener costes variados. La manera como se elija la expansión, el modo de organizar la producción y distribución, y la forma como se aúne la prisa de la sustitución de un lado y la regulación estatal de varias dimensiones (ambientales, sociales y económicas) puede mitigar varios de los beneficios, si no casi todos, que poseerían la posibilidad de aparecer con la expansión de los cultivos energéticos. En suma, el tema es bastante delicado. De la manera como se organice puede resultar incluso apenas en mantener un patrón de consumo de pocos a costa de degradación en todos los niveles, incluyendo una mayor hambruna de la población. Lo cual Los peligros no son tan instantáneos como en el caso de uso inadecuado de la fuerza nuclear. Pero pueden ser incluso más devastadores.

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