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Complejidad y Geografía

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Prueba-ensayo realizado para el Magíster en Geografía de la Universidad de Chile.

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UNIVERSIDAD DE CHILE

Facultad de Arquitectura y Urbanismo

Escuela de Postgrado

Magíster en Geografía

Evaluación Curso Medio Ambiente

Prof. Enrique Aliste A.

Alumna: Mónica Pinto Verdugo

Descripción

En las sesiones trabajadas sobre el tema Medio Ambiente y Sociedad, se puso énfasis en temas

relativos a la manera de concebir la inclusión de las temáticas provenientes desde las ciencias sociales y

humanas en el abordaje de lo ambiental. Entre ellas, los énfasis desarrollados en las discusiones se

orientaron fundamentalmente a:

- Entender los marcos conceptuales y las dificultades epistemológicas desde donde estos los

temas relativos a las ciencias sociales y humanas intervienen en la cuestión ambiental.

- Visualizar que no sólo basta con incluir los datos sociales y socioeconómicos para entender

cómo se incluyen estos temas en el abordaje de lo ambiental.

- El papel de los enfoques provenientes desde la complejidad y desde la ciencia post-normal para

mirar los temas ambientales desde otras ópticas.

Considerando lo anterior, se le solicita desarrollar, en un máximo de 2 páginas, una reflexión

justificada (en estilo ensayado) frente a la siguiente pregunta:

Pregunta

¿Qué aportes y qué discusiones le son pertinentes a la geografía frente al desafío del abordaje

de las problemáticas ambientales contemporáneas? ¿Qué aspectos son necesarios de

fortalecer en la investigación y reflexión geográfica para avanzar en este desafío?

Se espera de usted una respuesta reflexiva que se apoye en las lecturas que se adjuntan a esta prueba.

Fecha de entrega: se le solicita entregar esta evaluación el día viernes 13 de agosto.

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1. APORTES Y DISCUSIONES PERTINENTES A LA GEOGRAFÍA La complejidad se nos presenta como una superación o replanteamiento de las estrategias cognitivas y epistemológicas de la modernidad, consistentes en “aislar” al objeto de estudio en primer lugar respecto del observador, y en segundo lugar de las disciplinas en las cuales se ha organizado el conocimiento “científico”. Así, se re-conceptualiza a la ciencia de la modernidad como una ciencia organizada parcelada y fragmentariamente (Morin 2008, Rodríguez 2008), en la cual priman paradigmas de simplificación, reducción y disyunción, y estrategias cognitivas reduccionistas y de elaboración de dicotomías. En consecuencia, desde la complejidad se impulsa la comprensión del ambiente, (o naturaleza), como un todo indisociable, posible de ser abordado mediante instancias como la multidimensionalidad, y la inter y trans disciplinariedad, poniéndose énfasis en las articulaciones, conexiones, o intersticios tanto inter o transdisciplinarios, como sociales o culturales. Ahora bien, respecto de lo mencionado planteo como motivo de discusión -y reflexión-, que la complejidad se instaura como una ciencia de “segundo orden”, pues necesariamente surge después del asentamiento y validación de aquellas de primer orden o “puristas”, las que corresponden a nuestras actuales ciencias sociales, humanas, o naturales. Así, no debemos menoscabar a dichas ciencias, sino considerarlas -parafraseando a Maturana-, como correspondientes a sistemas autopoiéticos de conocimiento, que poseen clausura operacional, plasticidad estructural, apertura comunicacional, y capacidad de acoplamiento estructural de características intersubsistémicas. En consecuencia, la complejidad necesita de las ciencias normales, y es más, como ciencia de segundo orden, la “labor” de la complejidad no se centraría en dar cuenta de fenómenos o hechos naturales o ambientales, sino que se focaliza en cómo el hombre intenta abordar a dichos fenómenos. Así, lo que denominamos o intentamos denominar como complejidad no es una condición o expresión de un sistema ambiental, sino la instauración de una dinámica relacional que le permite al observador, -inmerso en dicho sistema-, generar y otorgar sentido y “valor”. Ésta dinámica relacional surge a partir de la ignorancia del observador respecto de la relación sociedad-naturaleza, y posee características de autorreferencialidad en cuanto es un discurso que elabora un sujeto observador no respecto de, sino en relación con lo observado, conformando un sistema observante que se autoreproduce. (Lavanderos 2001). En consecuencia, mediante la “ciencia” de la complejidad no establecemos “realidad”, sino sistemas de observación legitimados, conformados por elementos conceptuales, discursivos, y territoriales, desarrollados al interior de la ciencia normal. Estos sistemas de observadores son consensuados por los actores que en ellos participan, y a diferencia de las ciencias en las cuales se sustentan, poseen clausura comunicacional, constituyendo un marco para la acción. Además como corolario de esta situación es posible establecer, -y discutir-, que deberíamos “cambiar” el concepto de realidad por el de co-circunstancialidad, a la vez que la realidad se constituye en un “ente” extra-discursivo, en donde la complejidad de un modelo es independiente de la complejidad de lo que entendemos como real. Morin dice “nunca pude aislar a un objeto de estudio de su contexto” (Morin, 2008:23), humildemente le augurio que nunca podrá “constituir o generar” complejidad, pues ambas instancias discursivas actúan como parámetros que sólo demarcan, regulan, el “imaginario” científico. En todo ello, al fin la Geografía aparece “sincerando” su rol de ciencia de frontera, en cuanto su función en el sistema de las ciencias -o disciplinas-, radica en enlazar sincrónica, diacrónica, o prospectivamente, la cosmovisión, epísteme epocal, e imaginario antropológico profundo, con

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nuestro concreto accionar sobre la superficie terrestre, el cual se establece de manera discursiva (ideacional o ideológica), y constructiva. Así, Geografía, Complejidad, y Ambiente constituyen un marco conceptual ideal para dar cuenta de un ser humano como un permanente sujeto observante y autoconstructor de sus condiciones de existencia. Otro punto de discusión entre la relación Geografía-Complejidad, es la dilución del resultado de una investigación o ciencia entendido como producto, a cambio de la valoración positiva del conocimiento entendido como diálogo, o como herramienta de gestión y construcción. Así, al afirmar que lo importante no es el producto, sino cómo el modo de producción de dicho producto se ha establecido de manera legítima, la Geografía posee una ventaja desconocida hasta el momento respecto de las demás ciencias, puesto que “históricamente” ha (hemos) sido deficientes en la generación de productos, (pues siempre hay una ciencia “normal” que nos supera en ello), teniendo al fin la opción de posicionarse dentro del marco “científico” o disciplinario, con una pertinencia de completa actualidad y necesidad. Recordemos que actualmente la Geografía constituye una ciencia o disciplina “holística y de síntesis”, que maneja un mar de conocimientos emanados o “chorreados” desde otras ciencias, pero con un milímetro de profundidad para cada uno de ellos, justo lo necesario para poder organizar diálogo y acción. Cabe discutir además el carácter totalizante de la noción de complejidad, puesto que pretende no abordar a segmentos de la realidad, sino a toda la realidad, conformando una nueva instancia de la tan antigua y ansiada “teoría del campo unificado”. Así la complejidad no superaría nuestra situación de posmodernidad, sino que la profundizaría de manera dicotómica, por una parte adoptando una postura universalizante y totalizante, -la cual critica-, y asumiendo por otra parte una postura local-global unicista y fragmentadora de realidades, a la vez que también critica la fragmentación. Entonces, la posmodernidad se ve profundizada en cuanto logramos creer en algo, pero logramos creer en algo que criticamos. 2. ASPECTOS NECESARIOS DE FORTALECER EN INVESTIGACIÓN Y REFLEXIÓN GEOGRÁFICAS. Conocer, y analizar cómo se constituyen los saberes y poderes “territoriales”, la estructuración de

los procesos de subjetivación y las políticas de representación. Conocer, analizar, y profundizar sobre el “problema” y naturaleza del conocimiento humano

versus conocimiento científico, como también sobre los sistemas de pensamiento. Pensar a la “realidad”, a la vez que pensar el pensamiento. Observar a la observación realizada,

intentando evidenciar constructos, ideologías, o reglas ocultas, aplicadas de manera “inconsciente”. Considerar al discurso geográfico como objeto de análisis. Identificar motivaciones, modos de control, fuentes de conocimiento, y modos de legitimación.

Identificar y evidenciar los saltos conceptuales que inconscientemente aplicamos cuando analizamos datos (especialmente numéricos), y elaboramos una interpretación de ellos. Nos daremos cuenta de que ocultos en una pseudo-objetividad se encuentran nuestras preconcepciones y prejuicios, dado que no podemos escapar del sistema-lenguaje que utilizamos. No podemos pensar más allá de nuestro lenguaje, situación que se agrava al considerar que los conceptos geográficos se organizan de manera estructural, en cuanto la terraza es terraza por que no es talweg, y a la vez ambos no son ladera, etc, o la pobreza es tal porque no es clase media etc..

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Cuestionar si la realidad territorial puede ser absorbida en una idea, concepto, o conjunto de ellos. Buscar nuevos formatos de expresión. Pongo en duda que una realidad tridimensional, y menos multidimensional pueda ser abordada en un formato bidimensional: el papel.

Conformar “zonas homogéneas” una vez que exista claridad de las semejanzas y diferencias. Identificar rangos “alto”, “medio”, y “bajo”, a la vez que se evidencian aquellos territorios que pudieron quedar catalogados en uno u otro rango, dado que todo corte es arbitrario.

Considerar a la recursividad discursiva como una herramienta metodológica respecto de las afirmaciones, metodologías, o conclusiones realizadas. Por ejemplo si la Casen da cuenta de la pobreza, analizar la pobreza de la Casen.

Reconceptualizar a la secuencia tesis-antítesis-síntesis como un bucle. Identificar el modo de interacción disciplinaria, a modo de establecer “quantums” o mínimos

“paquetes” conceptuales. Diferenciar entre objetividad y objetivación, considerando que sólo esta última podemos

establecer, consistiendo no en instaurar verdad y/o realidad, sino en poner todas las cartas sobre la mesa, para que “un tercero” pueda llegar a las mimas conclusiones, lo que no implica que sean únicas, verdaderas, pero si serán válidas, y en consecuencia posibles de legitimar.

Diferenciar entre sistémico y sistemático. Sistemáticos son los listados de variables y superposición de “layers” o capas de información. Sistémico es un enfoque de interrelaciones.

Trabajar con opuestos: si se busca estudiar la pobreza, hay que analizar la riqueza; la estabilidad, la inestabilidad, el orden el caos... ..Si hay mucha argumentación a favor, probar argumentar en contra y viceversa, todo ello para aprehender la esencia (territorial) de los conceptos, su modo de definición, operatividad e inter-relación.

3. BIBLIOGRAFÍA CITADA Espina, Mayra. (2005) Complejidad y pensamiento social. En COMPLEXUS Revista de Complejidad, Ciencia y Estética. Vol2, N2. Lavanderos, Leonardo (2001). Cognición y modelación sistémica ambiental. Corporación Syntesis. Maturana, H. (2008). Autopoiesis acoplamiento estructural y cognición. Instituto Matríztico. Edición Electrónica. En http://www.matriztico.com/news/wp-content/2009/02/autopiesis_acoplamiento_ estructural_y_otras_nociones.pdf. Morin, Edgar (2008). Introducción al pensamiento complejo. Ediciones Gedisa. Rodríguez, Leonardo. (2008). Complejidad e interdisciplina: desafíos metodológicos y educativos para las ciencias sociales. UBA / CONICET / IIGG / CPC. Encuentro PRE-ALAS 2008 – Corrientes, Argentina – Foro temático Nº 1: