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Es necesario recuperar los valores perdidos
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En los tiempos que corren, vemos, amigo Carlos, que hay mucho predicador Comportamiento humano, valores, sociedad y empresa http://blogdecarlosbiurrun.es/ Javier López 03/10/2010
En los tiempos que corren podrás ver, amigo Carlos,
que hay mucho predicador… pero muy pocos
comportamientos ejemplares.
Es bien distinto decir lo que haces, que hacer lo que dices.
Parece que es más fácil hablar, que cumplir.
Y lo puedes constatar a todos los niveles.
Desde los políticos, que se dicen al servicio del pueblo,
pero lo que de verdad hacen es servirse del pueblo,
hasta los que predican el amor a los enemigos y luego
los excomulgan para que no molesten.
Hombre,… la ministra de la guerra, pregona que los
ejércitos son para la paz… así están las cosas.
Con los años he ido aprendiendo el inestimable valor
de los hechos y de las obras, frente al etéreo cortinaje
de las palabras. Siempre tengo presente eso de:
Por sus hechos los conoceréis, que se decía hace ya 2000 años.
En resumidas, que yo apuesto por el ejemplo como única vía
de convicción. Al final el personal, es como una cuerda…
no se la puede empujar, hay que arrastrarla.
Así que estas vacaciones he tenido presentes, todos los buenos consejos que te he ido
proponiendo en esta sección de fotografía lúdica y he procurado buscar modelos y dar
ideas, para que nuestros amigos del blog puedan ponerlas en práctica.
Estoy seguro de que recuerdas mi artículo sobre el ciclo del agua, la vida misma, que nace,
viaja, muere… y resucita. El agua ofrece muchísimas posibilidades y además, Carlos,… es tan
fotogénica.
Puede que también recuerdes el tema de las tipologías del alemán Bëcher al amparo del
positivismo de Comte y del realismo, su hijo adoptivo. Yo elegí para ilustrarlo el tema de las
chimeneas y como chimeneas, humeantes telegrafistas indios de nuestros anhelos y
claudicaciones, hay por todas partes, uno no se puede reprimir.
(Siguiendo esta tendencia realista, he desarrollado muchas tipologías, que ya te iré
mostrando si reúnes la paciencia suficiente para seguir atendiendo mis misivas).
En unas vacaciones como las mías, abducido por la naturaleza, no podían faltar sus
mensajeros predilectos, las guindas con alas del pastel biológico, las mariposas.
Ya ves que continúo a la búsqueda de la lengua enrollada en forma espiral, la que D Gregorio
les enseñaba a sus alumnos en la Galicia profunda, pero sigo sin conseguirlo.
Quizá alguno de nuestros amigos del blog lo haya logrado este verano.
Cómo me gustaría que compartiera su logro con todos nosotros. Seguro que se le aplacaba
el mal genio a D. Fernando Fernán Gómez.
Lo que parece imposible es no tropezarse con las florecillas silvestres, las embajadoras de
la sencillez y la belleza. Podemos descubrirlas en todos los parajes, sean costas o montañas,
incluso veraneando en el pueblo de la suegra. Yo, como siempre, he hecho acopio de
innumerables ejemplares para así amenizar, intentando ponerles nombre y apellido, las
tardes eternas del oscuro invierno.
Los castillos, paradigma emblemático del seguro y su fortaleza salvadora, también están
repartidos por el mundo y no es difícil encontrarse con alguno.
También si estás atento puedes obtener alguna textura interesante.
Otra de las evocadoras metáforas del seguro, la imagen de los puertos, es naturalmente
mucho más fácil de capturar si uno veranea en la costa, pero también hay puertos en el
interior, en los grandes lagos, por ejemplo. Sólo hay que buscar un poco.
Algo más difícil que encontrar puertos en la montañas, (no valen el Galibier o el Tourmalet),
es encontrar montañas en la costa. Tampoco es imposible. Hay bellos picos que caen a plomo
sobre las olas. Pero lo normal es encontrarlas algo lejos, tierra adentro. Ya sabes lo mucho
que a mi me atraen.
A veces, si consigues reunir en una sola foto los dos elementos, el agua y la montaña, se
logra esa relación de sinergia que alguna vez hemos comentado, ya que juntos siempre son
más bellos que separados.
Una de mis primeras sugerencias, no sé si lo recuerdas, fue prestar atención a las vidrieras
de las iglesias
Las vidrieras presentan iconografías de lo más variado. Pero si elegimos un tema, si
emprendemos una colección de nacimientos, por ejemplo, luego miramos las coloridas
ventanas con ojos escrutadores, mucho más interesados, tratando de ampliar la colección
con algún ejemplar interesante y sin duda las disfrutamos el doble.
Y por último no podía faltar la captura de algún cartel jocoso. En el extranjero hay muchos
carteles, pero hay que conocer muy bien el idioma para poder captar el efecto ingenioso,
conceptista, cuando lo tienen. Por eso te traigo hoy dos joyas descubiertas en tierras
asturianas, donde he estado “descansando”, después de mis vacaciones veraniegas.
Lo único que me resulta imposible capturar en verano, son los paisajes otoñales. Pero no te
preocupes, porque las hojas todavía pintadas de verde, vestirán en breve su túnica ocre y
amarilla, pues ya se aprestan para el viaje y pronto vagarán por los caminos danzando al son
del viento.
Bueno amigo Carlos, te certifico que
todas las fotos mostradas, excepto
la primera, pertenecen a las 2.260 que
he obtenido y clasificado en este
periodo vacacional y me despido
hasta la próxima, como siempre,
con el mejor de mis abrazos.
Javier
© Javier López