Comprendiendo y Definiendo Podemos Desde Los Círculos

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  • 8/18/2019 Comprendiendo y Definiendo Podemos Desde Los Círculos

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    Diego Mendoza Irigoyen, Círculo La Línea de la Concepción  

    Comprend iendo y definiendo Po demos desde los Círcu los

    Índice: 1. Introducción2. Las bases políticas de Podemos3. El Círculo y los movimientos, ¿representantes o altavoces?4. En las instituciones, ¿Gestión o ruptura?5. ¿Qué tipo de Podemos?6. Conclusión

    1. Introducción

    Para poder avanzar en firme y decidir cuestiones como el modelo organizativo y de toma dedecisiones, nuestros objetivos y prioridades es necesario plantearnos un debate de fondo en losCírculos: ¿Qué somos? El objetivo no es tener una conclusión muy clara y fija, pero abrir este

    debate nos tiene que servir para empezar a tener una visión común del proyecto que estamosconstruyendo y saber con qué sectores sociales y perfiles contamos principalmente en un iniciopara empezar a avanzar hacia el empoderamiento ciudadano y la democratización de la sociedad.Esta discusión que tiene por objetivo desarrollar un proyecto político no excluye la posibilidad deque el círculo desarrolle otros tipos de iniciativas caritativas, lúdicas, sociales, etc, siempreentendiendo que Podemos es un espacio eminentemente político.

    Partimos de la base que es necesario un proyecto local, o sea, empezar a dibujar una respuestacolectiva a qué es Podemos en la localidad o barrio. Sin duda formamos parte de algo más grande,un Podemos que aún está por definir. Pero si aceptamos la premisa que construir desde la basesignifica que nuestro Círculo es soberano, este tiene que dar respuesta como tal frente al debateglobal. Esperar a que nos digan qué somos desde arriba sería un completo error, pues nos llevaría

    a una situación en la que la gente o está de acuerdo con esa definición o no lo está, sin que seaposible tener un debate realmente democrático sobre nuestra autodefinición donde se escuchen yse incluyan todas las ideas, propuestas y visiones.

    Podemos es una marca con la que mucha gente se identifica pero que no es posible plantearla deforma cerrara o definitiva. Es proyecto dinámico, un sujeto por construir, que puede cristalizar elalgo que encaje más o menos con nuestro proyecto local, un proyecto construido en base a larealidad de local y la propia realidad de las personas que se han juntado en el Círculo. Si tenemosuna base política más o menos clara podremos dar una respuesta colectiva sólida a los retosinternos (sobre el proyecto de Podemos) y externos (sobre las elecciones municipales, nuestropapel en el empoderamiento ciudadano, etc.) que tenemos por delante, sin fracturarnos ni chocarentre nosotras mismas y nosotros mismos.

    2. Las bases políticas de Podemos

    Para relacionarnos con este contexto social y dar la respuesta adecuada tenemos que ver dedónde partimos. Sin duda estamos de acuerdo en que estamos contra la casta, conceptointerpretable que incluye como mínimo a las cúpulas de los partidos del sistema. Pero este es undiscurso muy básico o generalista que no va mucho más allá de las consignas del Movimiento 15M(no nos representan). La dificultad de llevar a cabo una traducción práctica de las propuestas fue latónica dominante en este movimiento, por eso no se trata de repetir el 15M si no de ir más allá.Podemos es un movimiento político que partiendo de la necesidad de una amplitud, unas formas

    inclusivas y un aprendizaje colectivo (movimiento) pretende acabar siendo una herramientaclaramente política.

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    Diego Mendoza Irigoyen, Círculo La Línea de la Concepción  

    Existen dos conceptos clave en el ADN de Podemos que lo caracterizan y que se relacionarse encierto modo de forma contradictoria entre ellos: por un lado el empoderamiento de la sociedad y porotro la voluntad de dar respuesta inmediata a sus problemas.

    Si esta es una herramienta de empoderamiento  ciudadano deberemos ver que significa esto,cómo afrontamos esa necesidad de empoderar a las personas. Por empoderar entendemosinvolucrar a las personas en política para avanzar hacia una ciudadanía crítica, autoorganizada,capaz de defender sus intereses independientemente de los poderes, con ideas propias y concapacidad para desarrollarlas.

     A su vez, dar una pronta respuesta a las necesidades sociales  puede tener muchastraducciones. La más intuitiva es la de presentar candidaturas que busquen acometer reformaslegislativas y económicas a favor de la mayoría. Más allá de la finalidad inicial del programa (sí esmás propagandístico o recoge unos puntos realmente irrenunciables), conseguir mejoras dirigidasa paliar la dramática situación de la gente de abajo es un claro consenso. Pero dar respuesta a losproblemas de las personas no tiene porqué pasar por hacerlo mediante las instituciones. Existenejemplos de sobra en que las calles, las luchas sociales y laborales han logrado grandes cambios.

    Con ello no afirmamos que estas dos vías se excluyan mutuamente.Llegados a este punto tenemos que empezar a responder a algunas preguntas claves paracomenzar a definirnos desde los Círculo, preguntas directamente relacionadas con estas basespolíticas de Podemos que continuaremos desarrollando en paralelo.

    3. El Círculo y los movimientos, ¿representantes o altavoces? 

    Para comenzar, es importante dilucidar qué relación establecemos con los movimientos socialesanteriormente citados, así como con las luchas laborales u otros espacios similares. A esterespecto podemos tomar dos posiciones distintas:

    La primera es querer que el Círculo sea el representante de los movimientos, representando losintereses de la gente de abajo e incorporando sus demandas para hacer que se cumplan. Así elCírculo y sus integrantes serían el espacio central y su influencia sería lo más importante. Dicho deotro modo, sería un fin en sí mismo como la herramienta capaz de impulsar medidas y en la quedelegar la lucha. Con la gran visibilidad mediática y social que tiene en estos momentos Podemosno sería difícil absorber movimientos de base ofreciéndonos como los y las garantes de lasdemandas populares.

    Como contrapartida esto supondría en la práctica ir substituyendo la autoorganización. De algúnmodo podríamos leer esto como otro tipo de instrumentalización de los movimientos (en este casoa priori bienintencionada) a fin de construir Podemos. También supondría que el Círculo estuviera

    atado a las dinámicas de los mismos movimientos: sufriría el efecto de sus derrotas, el papel de lasburocracias, actuaría como tapón frente a demandas que no pudiera cumplir, etc.

    La segunda es querer construir un proyecto que sea el altavoz de las luchas populares pero conla voluntad de que ambos espacios (los movimientos y el proyecto político) sean independientes.Se trataría de una herramienta al servicio de las luchas desde abajo donde las protagonistas a lahora de intentar lograr objetivos serían estas mismas y no el Círculo. Así seríamos una herramientacuyo fin sería contribuir a al fortalecimiento de los proyectos y luchas de la sociedad aportando unaperspectiva propia basada en una visión política más amplia y global. Los errores y problemas delos movimientos no repercutirían directamente sobre nuestro proyecto y sus demandas o ideas másavanzadas no se verían obstaculizadas al no tener porque pasar necesariamente por el Círculo. Aprenderíamos de esas propuestas siendo los movimientos los que nos marcarían la dirección enla que avanzar.

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    Diego Mendoza Irigoyen, Círculo La Línea de la Concepción  

     Apoyar activamente las luchas nos daría una imagen más “militante” y en cierta medida “radical”.Estaríamos partiendo de una base algo más exigente en que los propios intereses de cada una ocada uno serían una parte pero no el centro del proyecto. De algún modo estaríamos pidiendo unamayor coherencia e implicación. En decir: “no estamos para solucionarte los problemas, estamospara apoyar activamente tu lucha si tu tomas la iniciativa”, inicialmente estaríamos alejando delcentro del proyecto a personas no tan comprometidas.

    Es necesario matizar esta simplificación. Personas destacadas de los movimientos ya estántrabajando dentro del Círculo y tomando partido de esta discusión con que esa línea divisoria nosiempre es clara. También será necesario ver cada caso en su contexto y caracterizar cadamovimiento o lucha ya que no todas son iguales y estas consignas generales siempre deberánadaptarse a las realidades concretas.

    4. En las instituciones, ¿Gestión o ruptura? 

    Otra cuestión clave, imprescindible para poder responder a la recurrente pregunta de si nos

    presentamos o no a las elecciones municipales, es que papel deberíamos jugar en lasinstituciones. Aquí vuelve a haber dos enfoques:

    Por un lado pretender que nuestro papel en las instituciones sea el de gestionar el sistema actualde la mejor manera que sepamos. Esto significaría pasar a formar parte de la política clásica,aspirando a gobernar “benévolamente” aceptando el marco capita lista europeo e internacional. Sinduda personas comprometidas y cargadas de buenas intenciones pueden lograr muchas cosas enla institución. De ello tenemos ejemplos puntuales de sobra, sin ir más lejos en algunosayuntamientos gobernados por IU.

    Pero las contradicciones que esto acarrea no son una cuestión secundaria. Primeramente,gestionar las necesidades o demandas supondría avanzar hacia la substitución de las luchas

    sociales y laborales. Existiendo una herramienta institucional capaz de lograr los mismos objetivossin el desgaste que supone la lucha la gente entendería que ésta no es necesaria sino accesoria alpoder institucional. Pero además ya hemos hablado de los enormes retos que supone la situacióneconómica y social sin ni tan siquiera haber hablado de la crisis global por ejemplo. Si vamos a ser“lo que las izquierdas debían haber sido” corremos el riesgo de repetir sus mismos errores , vernosobligados a jugar a la política de pactos con “los menos malos”, etc, arrastrando en ese camino lasilusiones y aspiraciones de la gente con la que contamos. Querer regenerar el sistema (tapar susgrietas y apuntalarlo) supone en muchas ocasiones tener que plegarse a los interesesrepresentados tras el mismo por encima de la ciudadanía y sus necesidades. Y lo que es más,supone también que nuestras mayores fuerzas y mejores capacidades y personas se dediquenprincipalmente a idear medidas que no son capaces de atacar la raíz del problema más allá de unnivel superficial. Podríamos acabar repitiendo la vie ja historia de “se ha hecho todo lo que se ha

    podido, confía en mí porque he tomado la opción menos mala dentro de las posibles (dentro delsistema)”. 

    Por otro lado podemos ser un proyecto de ruptura con el sistema, que no acepte las limitacionesdel mismo frente a los valores y principios que defendemos. Esto nos aportaría un grado decompromiso fuerte con los colectivos oprimidos y desfavorecidos de la sociedad opuestogeneralmente a una voluntad pactista y conciliadora con los poderes fácticos. No aceptar elchantaje de del sistema supone dibujar propuestas más complejas aunque más coherentes. Noofrecer falsos atajos conlleva que la gente que participe o escuche estas propuestas se politice yadquiera una visión más crítica que parte no de confiar en sino de participar activamente delcambio y los logros.

    Como consecuencia, la ruptura plantea la movilización y la lucha social como herramienta principalpara avanzar frente a las limitaciones del sistema poniendo en un segundo término el papel del

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    trabajo institucional (sin dejar de hacer política en la institución se entiende). Para lograr objetivosno tan simples se requiere de un fuerte arraigo en la sociedad, la construcción de una ciudadaníamovilizada y activa, y una capacidad de exportar la lucha más allá de los límites locales. Éstasserían pues nuestras prioridades. Mantener un discurso radical (que va a la raíz delo problema)supone un choque con las ideas mayoritarias y las contradicciones de la sociedad, muchas vecesbasadas en el miedo, la desconfianza en las personas, etc.

    5. ¿Qué tipo de Podemos?

     Agrupando todas las ideas desarrolladas hasta ahora se puede dar pié a dos tipos de proyecto:

    Por un lado una propuesta política desde arriba en que unas cuantas personas con más recorridoy conocimientos políticos tienen el peso decisorio y el protagonismo frente al proyecto en sí (lamarca y sus estructuras). Esta visión va ligada indirectamente al electoralismo, ya que tener mayorrepresentación institucional otorgaría a estas personas la máxima influencia. En consecuencia lanecesidad de obtener el máximo de votos (ganar mayorías electorales) se transforma en la

    prioridad, independientemente de que esto suponga hacer renuncias o concesiones frente a ideasconservadoras arraigadas en la sociedad, sectores de influencia, etc. Esto sería proyectar líderesque fueran representantes de los movimientos y la sociedad como anteriormente mencionábamos,contribuyendo a la práctica a un modelo de delegación (“que me lo solucione otra u otro, no yo”) tanto en las decisiones internas (sobre el proyecto) como externas (las demandas de losmovimientos y sociedad). La imagen sería más importante que los contenidos mismos ya que loque primaría sería lograr que estos grandes líderes se hagan con el poder institucional. Una vez allíllevarían a cabo los cambios y reformas que la sociedad demanda. El peligro de acabar porgestionar el sistema como antes apuntábamos sería elevado.

    Por otro lado estos aspectos se pueden enfocar desde la perspectiva de un proyecto político desdeabajo, donde serían las estructuras de base las protagonistas de las decisiones tanto internas (los

    Círculos) como externas (los movimientos y espacios de autoorganización social). Esta propuestaestaría más alejada del electoralismo, pues no nos importarían tanto los votos obtenidos como elempoderamiento de la gente, el crecimiento cualitativo de las personas. Se trataría de dar fuerza alos contenidos frente a la estética aunque esto nos hiciera dejar de ganar algunos (o inclusomuchos) votos. Los círculos se transformarían en espacios de politización donde las personasaprenderíamos conjuntamente a superar las barreras que nos impiden tomar la democracia ennuestras manos generando así un verdadero liderazgo colectivo. La idea de aprender de lossectores más conscientes y comprometidos de la sociedad está ligada a que el proyecto seaaltavoz de las luchas, poniendo a estas por delante del mismo. Así, el papel que Podemos jugaríaen las instituciones sería necesariamente de ruptura con el sistema, en no renunciar a propuestasanticapitalistas dirigidas a la raíz de los problemas y no a paliar sus efectos.

    Este análisis es aplicable de forma similar tanto a pequeña escala, a nivel local o de Círculo, comoa escalas superiores, a nivel del proyecto Podemos.

    6. Conclusión

    Se puede matizar mucho respecto a lo dicho. Las dicotomías expuestas son simplificaciones dentrode las cuales siempre existen posiciones intermedias. Lo realmente importante es que cadapersona de Podemos se arme de sus propias ideas y herramientas análisis. Para avanzarcolectivamente muchas veces no es tan importante estar totalmente de acuerdo sobre a dóndequeremos ir si no sobre a dónde no queremos ir, reevaluando siempre nuestros pasos. Somos unproyecto por definir, un sujeto por construir y es responsabilidad de cada Círculo dibujar suspropias respuestas. ¿Qué es Podemos? Tú decides.