Comunidad Pasionista • Santuario de Santa Gema … · Nuestra Portada: Sgda. Familia Sebastián Conca, Escuela Romana, siglo XVIII ... ir comprendiendo un poco mejor el significado

Comunidad Pasionista • Santuario de Santa GemaDiciembre 2015 - Nº 1.012 - Año XCVIII - 28002 Madrid

Jesús, María y José,siempre los Tres,en caminos y en posadas¡y en Belén!

Venid, llegad a mi casa,que anhelo vuestra llegada¡yo también!

M.G.

CUBIERTA DICIEMBRE 2015.qxp_Maquetación 1 17/11/15 08:54 Página 3

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Revista PASIONARIO

SUMARIOnnn Desde mi ventana Miguel González, C.P.nnn Passio Caritatis José Luis Quintero Sánchez, C.P.nnn Ahora, en adviento J. Merodionnn Testimonio José Rico Pavésnnn Eterna infancia de Dios José Arreginnn Navidad: alegría, no despilfarronnn María la Virgen en la vida

del cristiano Hermano Roger (†)nnn “Queremos ver a Jesús” Miguel G.nnn Matrimonios bíblicos Julia Merodionnn El evangelio cada día Antonio San Juannnn Peregrinación a la tierra de Jesús (XXIV) Ezequiel Miranda de Diosnnn Año Santo de la Misericordia 20152016nnn Desde la otra orilla Gregorio Santos Zayasnnn Sínodo de la familia Miguel G., C.P.nnn La simpatía y la palabra del Papa Francisco en Filadelfie (USA) Sept. 2015nnn Otra juventud Alberto Bustonnn Encuentros al caminar Pepe Fernández del Cachonnn El testimonio, la vida y la fe de nuestros antepasados Sor Cati de la SS. Trinidad, C.P.nnn Rincón familiar “Santa Gema”nnn Encuentros con la luz Juan Carlos Prieto Torres

Nuestra Portada: Sgda. FamiliaSebastián Conca, Escuela Romana, siglo XVIII


Todo invita a celebrar esta Navidad 2015 cual conviene. A nacer y renacer en Dios y paraDios, cada uno, y la humanidad entera, un año más. Algo por demás difícil, con tantos conflictos, en las pantallas de TV y en la memoria de cada uno: Siria y Pakistán, Croacia, Israel yPalestina. Refugiados y exiliados, adultos y niños muriendo de hambre y de frío en tantasfronteras de Europa.

Todo ello a tener muy en cuenta, al seguir proclamando con Simeón, el personaje bíblico,y con Teresa de Ávila, “cantando y proclamando siempre las Misericordias del Señor”.

n Miguel González, C.P.

n n n desde mi ventana

Navidad 2 15:Misericordia entrañable de nuestro Dios

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Dios nace en Belén, y renace en nosotros, por amor, por amor solo, también en 2015. Y elDios que renace es el Dios del amor infinito, de la incomparable ternura, de la infinita misericordia. Por eso que Navidad es siempre la fiesta del amor más grande. ¡El amor de Dios alhombre!

Todos los demás sanos amores confluyen en aquel amor como los ríos grandes confluyenen el mar.

Celebrar aquel amor entrañable, misericordioso, divino, y celebrarlo en Navidad, en familia,es también motivo para el gozo más grande, un gozo incontenible, manifestado también enregalos, en abrazos, en tantas mesas familiares ampliadas y compartidas.

En Dios, todo ha sido, desde siempre, y es también hoy, amor y misericordia.La creación del mundo universo.La creación del hombre.La encarnación y nacimiento del Hijo de Dios.La redención de la humanidad, de todos nosotros.Todo ello, imposible sin el amor misericordioso de un Dios no visible, pero siempre cercano,

amigo, hermano, hasta decir basta.En Navidad impactan mucho la memoria viva y perenne del Niño en el portal, bajo la atenta

mirada interior de María, la madre, de José, de los pastores y los Reyes. Pero, un poco másadelante, sigue impactando, hasta el infinito,la estampa de un hombre anciano, y enaquel tiempo, que canta y proclama: “Porla entrañable misericordia de nuestroDios, nos ha visitado el SOL que nace delo alto” (Luc 2,25).

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“Dios nos ha dado la mayorprueba de su amor en el morir deCristo por nosotros cuando aúnéramos pecadores…Siendo enemigos, Dios nos reconcilió consigo mediante la cruz de su Hijo”(Rm 5,611).

Está claro que solo Dios podíaecharse a las espaldas el destinode la humanidad y salir victorioso.La reflexión cristiana concluyeafirmando: “La victoria de Cristoestá asegurada, aunque no lo estéla participación en ella de cadauno de nosotros”.

La humanidad está necesitadade reconciliación para no destruirse a sí misma y lo que revelael Dios de Jesucristo abre un camino sorprendente que demasiadas veces pasa inadvertido. Parair comprendiendo un poco mejorel significado de la redenciónreconciliación que Dios nos ofrecehemos de intentar responder a algunas preguntas esenciales: ¿Quéhizo Dios para reconciliarnos consigo y con todo lo creado? Y, sobre todo, ¿cómo lo hizo y por qué?Comenzamos con el modo de suacción que está directamente vinculado con su ser revelado en Jesucristo, con el “ser de Jesucristo” uno personalmente enhumanidad y divinidad.

La palabra clave respecto a laacción de Dios después de tantomal es “reconciliación”. Y para llevarla a cabo hizo uso de varias herramientas: El diálogo, la mediación, la memoria y el perdón. Loque Él decidió hacer ante el caosen que había quedado la humanidad fue reconciliar con el envíode “El Hijo” a quien le hizo “ElHermano”. Se trata de una arduay delicada tarea que es necesarioaplicar en tres órdenes: en el dela creación, permanentementeexpoliada; en el de la humanidad,llena de tensiones y divisiones internas; y en lo que toca a Dios, aquien se ignora y maltrata en suscriaturas.

La clave de su obra reconciliadora está en el ser de Quien la realiza pues así revela el compromiso y el modo de su realización.Obra del Dios Único y Trino quetoma los rasgos y el modo del HijoEncarnado.

El “modo de ser”

de Jesúscomo autor

de la reconciliaciónEl paso trascendental que el Se

ñor había dado hacia su criaturale llevó a asumir la Humanidad.Este hecho es absolutamente fundamental porque el modo de proceder de Dios en esta historia estávinculado estrechamente con elhecho de quién es realmente elque llevó a cabo la redención, esdecir, con ese Hijo, segunda persona de la Trinidad, en el que humanidad y divinidad se unieronsin perder cada una su naturalezapropia. La trascendencia de lo sucedido descansa justamente enesta unión hipostática. El significado de la salvación habría sidocompletamente distinto si en lugar de poseer la plenitud de las

dos naturalezas hubiera sido solamente hombre (porque entonces habría quedado en la mismaposición que nosotros, sin posibilidad de rescatarnos), o exclusivamente Dios (y en tal caso la salvación sería una imposición y unademostración de fuerza divina); oun poco más hombre que Dios (loque revelaría una Divinidad sometida al capricho y decisiones de sucriatura), o al contrario, alguiencon mayor peso divino que humano (donde la divinidad absorbería la humanidad dejándola enun segundo plano).

No es, por tanto, un detalle sinimportancia esta condición de Jesucristo que transmite un exquisito reconocimiento tanto de lohumano como de lo divino (ninguna de las dos realidades avasallaa la otra, aunque la divina es la queasume la humana y no al contrario), y de las dos naturalezas entresí. Que fuera Jesucristo, siendocomo era, y no otro, el que tomarasobre sí la responsabilidad inmediata del rescate (aunque estuviera apoyado tanto por el Padre,a quien obedece; como por el Espíritu, de quien recibe el aliento)dice mucho de Dios. Cristología ysoteriología no se pueden separar.El ser ”ensí” de Cristo está indisolublemente unido a su “serpara”. Porque “solo conocemosla esencia de una cosa a través desu manifestación, es decir, a partirde ser para lo diferente de sí, osea, por su importancia para lo dis

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La “Reconciliación” queen Jesús Dios Padre realiza por amor

SU MODO DE SER Y ACTUAR ES YA RECONCILIADOR



tinto de ella y su influencia en ello.De ahí que el significado concretode la profesión de fe en Jesucristoy del dogma cristológico solo senos haga patente cuando nos preguntamos por la importancia liberadora y redentora de Jesús.

En este sentido, la humanidadde Cristo posee una singularidadextraordinaria porque es el puntodonde Dios y el hombre se encuentran en su máxima potencia. Dichoencuentro, lejos de hacer que ambas realidades se desdibujen en supropia consistencia produciendoun hibrido, semidios y semihombre, conduce por el contrario a quela persona humana encuentre suauténtica medida, a que la humanidad se perfeccione y logre lameta que le es propia, en cuantotal y en su relación con Dios, aspectos que no son deslindables.

Esta peculiaridad propia y genuina de la persona de Jesucristoaporta a priori, solo por el hechode ser así –hombre y Dios–, variosdatos esenciales respecto al temade la reconciliación.

El “modo de lareconciliación”

que brotadel ser de Jesús

1. El muestra en su misma Persona que humanidad y divinidadno solo no son incompatibles sinoque lo humano alcanza su plenitud cuanto más cerca está de Dios.Que en Cristo “convivan” pacíficamente, en plena armonía, lo humano y lo divino ya nos da unaidea primera del carácter conciliador y reconciliador del Señor, de

su salvación. Su Ser es ensí puraconcordia de realidades diferentes. Toda una declaración desdeel principio de su mismo ser.

2. Que la redención sea misiónpropia de la segunda persona dela Trinidad arroja luz sobre la manera de rescatarnos: Por un ladosucede desde “dentro”, en estemundo, al haberse encarnado(contando, por tanto, con la humanidad, la suya y la de todos, alrepresentar lo que estábamos llamados a ser desde el principio);y, por otro, está impulsado desde“fuera” (pues la sola humanidadno basta para vencer el mal ni lamuerte) con el fin de llevar al serhumano “más allá” hacia una plenitud incoada imposible de seracogida sin haber sido previamente gratuitamente ofrecida.

Este modo de rescatarreconciliar que aúna inmanencia y trascendencia tiene consecuencias importantísimas que están implícitasen la creencia en la resurreccióny en el perdón de los pecados,aunque habitualmente no se perciben con claridad. La salvación,incluso en su clave de reconciliación, transmite por el modo dehaberla llevado a cabo, una imagen de Dios y de su mirada sobreel ser humano, enormemente respetuosa. En primer lugar porque,al haber contado con la humanidad y hacerla suya evidenció que“no quiso salvar al mundo sin queel hombre hiciese algo grande”(San Anselmo). Con esta afirmación, San Anselmo, de forma lúcida y certera, transmitía que laHumanidad asumida por Dios salvaguardaba la dignidad del hombre. No hay nada que otorgue mayor valor que, por un lado, elreconocimiento de la diferencia yla asunción del otro tal y como es,y por otro, tenerlo en cuentacomo interlocutor y colaborador.De hecho, no ha prescindido delser humano para algo tan decisivocomo la liberación. El Señor ha rehabilitado a la humanidad devolviéndole su capacidad de ser cooperadora y participe de los planesdel Creador.

3. En esta dignidad de lo humano que tanto respetó Dios en

la Encarnación hubo un detalle especialmente importante para eltema de la reconciliación quetiene que ver con el “querer”tanto del hombre como de Dios.Y es el hecho de que en Jesucristosu aunaran de nuevo las dos voluntades, confluyeran los deseosy las intenciones de ambas naturalezas. Así lo afirma el Conciliode Constantinopla III en el año681: En el Verbo encarnado la voluntad humana y la divina son cooperantes, y por tanto, no existeoposición entre ellas. Así, lo quehabía quedado separado en el pecado por la desobediencia delhombre, se vuelve a unir en Cristoy gracias a Él. “En efecto, asícomo por la desobediencia de unsolo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así tambiénpor la obediencia de uno solo todos serán constituidos justos”(Rm 5,19).

Esta afirmación es trascendental. Por eso la Iglesia no aceptó latesis del monotelismo que defendía la existencia de una sola voluntad en Cristo donde el quererhumano quedaba completamente desdibujado. Solo Alguienque conciliara las dos voluntadespodía regenerar de nuevo la humanidad que se había distanciadoen sus deseos, intenciones y elecciones, de Dios. La máxima expresión de esta armonía recuperadaentre humanidad y divinidadacaece en Getsemaní, donde Jesús lleva al extremo la obedienciaal Padre y la confianza en su voluntad (aceptando que era mejorque la suya): “Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copapero no sea como yo quiero, sinocomo quieres tú” (Mt.26,39). “Eldrama del Monte de los Olivosconsiste en que Jesús restaura lavoluntad natural del hombre dela oposición a la sinergía, y restablece así al hombre en su grandeza. En la voluntad natural humana de Jesús está, por decirloasí, toda la resistencia de la naturaleza humana contra Dios. Laobstinación de todos nosotros,toda la oposición contra Dios estápresente, y Jesús, luchando, arrastra la naturaleza recalcitrante hacia su verdadera esencia” (Benedicto XVI). En esta decisión de


Jesús queda patente la vinculación entre la identidad de Cristo(hombre y Dios) y su modo deproceder. El “Quién” realizó la salvación, y el “cómo” lo hizo, se materializó en la libre obediencia alPadre. En Cristo es donde “elVerbo hecho carne, en su obediencia al Padre, ha querido humanamente todo lo que ha decidido divinamente con el Padre yel Espíritu Santo para nuestra salvación” (Benedicto XVI).

4. La liberación operada enCristo vivió un momento cumbrey decisivo en la cruz. Allí, laapuesta de Dios por la reconciliación se hizo especialmente clara,visible e irrevocable. En la condena de Jesús y sus consecuencias (tortura y muerte) hubo unaconcentración de violencia sobreÉl y sobre toda la humanidad enÉl representada. Ese instante seconvirtió en el lugar donde se condensaron las ofensas de los hombres hacia todos los inocentes dela historia. Allí Jesús sufrió el pesode la barbarie y la ignominia injustamente. Desde el juicio, que estuvo basado en falsos testimoniosy en la malevolencia (Mt 26,57),hasta la muerte, todo fue una concatenación de brutalidades sobresu persona.

La reacción de Jesús en esa situación resulta crucial tratándosedel Hijo de Dios. Porque lo quehizo en ese instante tampocopuede desligarse de su identidad.Si hubiera sido solo un hombre,habría quedado para la posteridad como una gran figura que realizó un acto sublime perdonando a sus enemigos en el momento de mayor dolor. El perdón,en ese caso, se asimilaría a ungesto heroico pero baldío res

pecto al ‘después’ de la tortura.A lo sumo podría ser valoradocomo un acto ejemplar o modélico con la idea de no alentar lavenganza en sus seguidores, peroincapaz al mismo tiempo de ofrecer un futuro ante la violencia delmal. ¿Por qué dice entonces SanPablo que la muerte ha sido devorada en la victoria? (1 Co 15,55).

La resurrección es la respuesta.Porque, tras la apariencia real dederrota o el fracaso “inicial”(Mc.15,46), hubo un acontecimiento que cambió radicalmenteel signo de la historia y que mostró la Vida que hay después vinculada a la nuestra. Dios ratificabala obra y el ser de Jesucristo al resucitarle de entre los muertos. Yno se trataba de otra figura distinta, que ‘saltaba’ por encima dela historia a otra existencia. No.El Resucitado es el Crucificado:Mirad mis manos y mis pies, soyyo mismo (Lc.24,39). El perdónhistórico quedaba, así, plenamente validado y la violencia deeste mundo hecha añicos. Lo quede verdad no tiene futuro es elmal. Hay un muro de contenciónpara el pecado que es precisamente la muerte. De ahí no puedepasar. No tiene posibilidad de continuar. El mal queda devorado ensu propia maldad: Genera muertey es aniquilado por la mismamuerte. Jesús enseña en la cruzque “el bien es infinitamente másgrande que toda la masa del mal,por más que éste sea terrible”. Lomuestra con el perdón, y lo “demuestra” al sancionarlo en la resurrección. Dios se ha puestocomo lugar de reconciliación enCristo.

Pero ¿a quién reconcilia el perdón de la cruz? El éxito del perdónda paso a la reconciliación porquepermite abrir un orden nuevo queposibilita el reencuentro de laspartes que se habían separado(aunque en el caso de la relacióndel ser humano con Dios, ha sidosolo el hombre quien ha dado laespalda y ha generado la distancia). Esta nueva comunicación sesustenta en la generosidad delperdonador que decide tratar alos ofensores yendo más allá deldaño que han causado. Ahorabien, para que ese gesto de Jesús

sea efectivo es necesario volversehacia Él para “recoger” la absolución. Si el victimario no camina hacia la víctima para dejarse abrazarpor ella el perdón queda brindado, pero no acogido. Así estáel Señor en la cruz, con el perdónpermanentemente ofrecido, paraser entregado a todo aquel quelo quiera recibir. La reconciliacióndel hombre comienza, por tanto,cuando éste inicia el camino deregreso a Dios, y continúa después de haber recibido la graciadel perdón que le abre a unanueva e inmerecida comunióncon el Señor.

Por ser quien es y por hacer loque hizo, Jesucristo ha reconciliado a la humanidad con Dios(en su propia Persona) y, además, ha posibilitado que cadauno en particular pueda volver aÉl acogiéndose a su perdón. Hasaneado de raíz lo humano (engeneral), y a los seres humanos(en su singularidad). Esto significa que cualquier sujeto, másallá de las creencias que tenga,está en la humanidad que Cristoha restaurado. A partir de aquíquedaría pendiente el reto de señalar cuáles son entonces los posibles caminos de regreso a Diospara cada persona (o grupos depersonas), incluidas las distintasreligiones. Lo único incuestionable es que, sea del modo quesea, la vuelta personal solopuede darse desde la libertad, yla reconciliación y recapitulaciónde todas las cosas únicamenteen Cristo (que la ha realizado yapara todos).

Desde esta perspectiva no sepuede sostener que el cristianismo sea una religión ‘colonizadora’ de todas las demás, porquela regeneración de los cimientosde la humanidad ha sido realizadaen su Persona más allá de cualquier creencia: Él es sustento del‘misterio de unidad’ de la humanidad con y en Dios. El desafíoaparece en un segundo momentoal plantear el valor salvífico del seguimiento o del conocimiento de Jesús(Mc 16,16; Jn 10,9.14).

n José Luis QuinteroSánchez, C.P.


n n n passio caritatis n n



Espero con ansia tu llegada, Señor.Necesito que vengas a calentar este frío mundo en el que habito.Quiero que deshagas esa helada niebla que me tapa la realidad.Porque necesito volver, al sendero que conduce, al verdadero encuentro contigo.

Adviento.–Bella palabra que me resulta grata, apacible, gozosa... pero que, comosu nombre indica se refiere a lo que ha de venir y pienso ¿cómo saber lo que vendrá? ¿Cómoconocer el futuro? La Palabra de Dios, me lo dice sin ambages: ¡Estad atentos a los signos!

Observo el entorno, la realidad actual, el mundo donde habito y presto atención ¿quésignos detecto en lo que me rodea?

La verdad es que no son demasiado halagüeños. Veo que:–Lo de Dios ya no vende.–Las Iglesias se vacían.–El consumo nos taladra.–La fama se concibe como un valor al alza.–El estar por encima de los demás nos sugestiona.–El estilo de vida que nos marca la sociedad nos va seduciendo...

¿Qué hacer?Por otro lado, puedo caer

en la trampa, de ver el Adviento como uno más ¡he vivido tantos Advientos! ¡Heescuchado, tantas veces,predicar sobre las mismasPalabras!

Pero llega Jesús y nos diceun año más: “Mirad quehago nuevas todas las cosas” ¡También vuestro Adviento!

Y las fichas del puzle comienzan a encajar. Y lo delAdviento deja de ser algo bonito, que sólo produce ternura, para convertirse envida, en tarea, en misión, enesperanza...

n n n ahora, en adviento

Las sorpresas de Dios


n nn n n ?

He llegado a lo nuclear. Todami vida es un Adviento y en ellano cabe lo etéreo sino lo real.

Todo está por aparecer, todopor llegar... Nada se me va a darhecho y la manera de hacerlo –bieno mal– tendrá una repercusión, nosólo en mí, sino en toda la sociedad, en la creación entera.

Y es que el Adviento, comotodo lo importante de la vida,“no necesita del mucho hablar,sino del sentir” de la manera enque hemos de trabajarnos cadauno, para vivir abiertos a las sorpresas de Dios.

Porque mi Adviento y el vuestro, ha de ser único. Y lo mismoque cada nuevo día es igual alanterior y somos nosotros losque lo hacemos diferente, lo

mismo tenemos que hacer con el Adviento.Por tanto, lo primero a tener en cuenta es que el Adviento no es algo que se irá cuando lle

gue la Navidad, es algo que permanecerá.El Adviento es consubstancial a la vida y, por lo tanto persistirá en ella. Porque toda

nuestra vida es un Adviento y cada uno tendremos que hacer el nuestro: único, intransferible;ni mejor ni peor que el de al lado, simplemente distinto.

De ahí que tengamos que aprovechar –este tiempo privilegiado que se nos regala– paraque, esos signos negativos y adversos que advertimos, vayan desapareciendo y las barrerasentre nosotros se desvanezcan y el mundo se llene de ilusión y los que nos rodean comiencena tener razones sólidas para esperar y seguir creyendo.

¿Cómo quiero hacer mi Adviento?

¿Cómo querría vivirlo este año?

¿Me gustaría aprender a esperarcomo esperó María?

n J. Merodio


n n n ahora, en adviento



n n n testimonio

Siendo seminarista visité en cierta ocasión laCapilla Real de Gra

nada junto a un compañerodel seminario. Mientras mirábamos algunas piezas delmuseo, una turista extranjera nos preguntó qué eraaquello que señalaba. El objeto era un espejo de Isabella Católica, convertido encustodia para exponer elSantísimo Sacramento. Con

palabras sencillas intentamos explicarle que ahí se colocaba el Cuerpo del Señor.Después de escucharnos,dijo: “¡Qué Dios tan pequeño!”; se dio media vueltay nos dejó.

Otras veces lo he recordado para agradecer a Diosel don inmerecido de la fe,por la cual puedo confesar loque los ojos no ven. Sin fe,los sacramentos no se en

tienden, como bien se lee enlos escritos atribuidos a Dionisio el Areopagita: “Si unapersona que no cree entraraen nuestras celebraciones yviera lo que hacemos, se reiría a carcajadas. Lo cual nonos debe sorprender, puescomo dice el profeta Isaías:si no creéis, no entenderéis”.

n José Rico PavésObispo Auxiliar de Getafe

Dios hecho pequeño

Nuestro Dios,

el Dios

cristiano,

es siempre

“un Dios

pequeño”

en Belén,

en la Cruz,

en el Sagrario,

en la Palabra.


n n n

Eterna infancia de DiosEn la fría mañana del 25 de

diciembre de 1886, un jovende 18 años, que luego llegaríaa ser gran poeta y dramaturgo, se dirigió a la catedralde Notre Dame de París. Habíahecho la primera comunión,pero había sido también la última. El mundo no era para élmás que un inmenso engranaje material sin corazón y sinrumbo. Fría materia y ciegoazar: no hay más. ¿Y los pobresseres humanos? ¡Oh, los pobres seres humanos! Nacensin haberlo pedido, disfrutanquienes pueden, y todos sufren; y luego mueren todos,jóvenes o viejos, de miseria ode enfermedad o de soledad.O de desesperación. Todosmueren, y no hay más.

Así pensaba el joven PaulClaudel, principiante de escritor, mientras caminabatriste hacia Notre Dame deParís, en la húmeda mañanade la Navidad. Buscaba untema para escribir, un motivo inspirador. Pero ¿Quiénsabe lo que buscamos? Hacía poco que había leído lasIluminaciones del poetaRimbaud, y le había producido un profundo sentimiento, casi físico, de Presencia «sobrenatural». Hacíapoco también que habíamuerto su abuelo, tras largos meses de un dolorosocáncer de estómago; desdeentonces, la angustia y la obsesión de la muerte no loabandonaban.

Siguió la misa sin muchointerés. Pero por la tarde,«no teniendo nada mejorque hacer», según noscuenta él mismo, volvió a Notre Dame para asistir al oficiode Vísperas. Estaba de pie,entre la multitud, junto a lasegunda columna del lado dela sacristía. Tarde gris de Navidad en París. Tarde oscuradel corazón en la catedral iluminada. De pronto, el corode niños, vestidos de roquetes blancos, entonó el Magníficat, que él no conocía: el

canto de María, la madre deJesús, el canto de los po

bres, el salmo de los humildes, el himno de la

Vida y de la Misericordia.

«Entonces se produjo elacontecimiento que dominatoda mi vida. En un instante,mi corazón fue tocado y creí.Tuve de repente el sentimiento penetrante de la inocencia, de la eterna infanciade Dios. Una revelación inefable». Y rompió a llorar. Ymientras el blanco coro de niños cantaba el Adeste, fideles,lloraba más y más. Y cuantomás lloraba, más se consolaba.

Eso es la Navidad: que todas las penas del mundo setransfiguren en lágrimas de consuelo, en lágrimas de compasión, hasta que laslágrimas transfiguren elmundo. Eso es lo esencial, ytodo lo demás es anécdota,son imágenes y palabras. Aveces, sin embargo, si lasimágenes son bellas y las palabras son inspiradas, se convierten en llamitas de luz yde calor, en poemas que iluminan la noche, tanta nochecomo queda todavía.

Que te suceda eso mismo,amiga, amigo, como sea ydonde fuere. Y lo llamescomo lo llames. Que contemples el Misterio como Inocencia y Ternura, que tusojos se abran, que tu corazón se conmueva, que tusnudos se desaten, que tus lágrimas fluyan, que tus penasse consuelen.

n José Arregi(en Rev. Misión)


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Navidad: alegría, no despilfarro

Es tan entrañable, tan rica de contenidos, tan portadora de alegrías, la fiesta de Navidad, quelos discípulos de Jesús, no podemos por menos de celebrarla “a bombos y platillos”. Quienes,

por no ser creyentes, no tienen ni celebran esta fiesta, nos la envidian, y con demasiada frecuencia,se suman a nuestros festejos.

Con frecuencia, también nosotros, los cristianos, desviamos el torrente de alegrías navideñaspor cauces menos apropiados; cuando menos, por el cauce del despilfarro. Nos permitimos puntualizar:

1. Navidad, no es para despilfarrar ni malgastar, “pasando la factura”, si se puede hablar así, alDios Niño de Belén.

2. Navidad, no es para “enriquecer” más, con juguetes, etc., a niños a quienes nada les falta.3. Navidad, es, más bien, para clavar la mirada del corazón en el Niño de Belén, y tender la mano

hacia niños más pobres, en cualquier lugar de nuestro ancho mundo.4. Navidad es, en primerísimo lugar, para adorar y agradecer al DiosNiño de Belén, desde el

corazón.

Desdeel corazón,

con los mejoressentimientos,

deseamos a todos¡Muy Feliz

Navidad!

Toda familia es sagradala tuya, la mía, la de todos.Toda familia es, debe ser, como un reflejo de la Familiade Nazaret, si en ella anidan la fe, el amor, la confianza.Toda familia es generadora de vida, es vida.Toda familia ha de defender la vida, y proclamar las excelencias de la vida, la de los niños, la de los ancia-nos, la de todos los enfermos.

¡Feliz fiesta de la Sagrada Familia!


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A través del mundo he descubierto muchos jóvenes que tienen confianza en la intuiciónde la Virgen María, cuando ella anuncia que por la venida de su Hijo, los pobres serán elevadosy los poderosos descenderán de sus tronos. Y yo quisiera esta noche, por primera vez, hablarpúblicamente de una aparición que tuvo lugar en Taizé y que marcó mis primeros tiempos.

Estaba todavía solo en Taizé, sin comunidad, acogiendo a refugiados políticos. Había en elpueblecito una vieja mujer. En ella se veía la confianza de María, su humildad, sabía compartirno lo supérfluo, sino lo necesario y ello con corazón. Sin educación, ella comprendía nuestrafutura vocación.

Esta mujer pobre del pueblecito, madre de nueve niños, me contó entonces lo siguiente:“Mi marido siempre me prohibió entrar en la vieja iglesia de Taizé para rezar. Pero una

noche en la que, no durmiendo aún, rezaba acostada al lado de mi marido, se me apareció laVirgen María. A la mañana siguiente me levanté curada de una parálisis de cadera que meimpedía caminar casi completamente. Yo nopude contar mucho a mi marido cómo habíasido curada”.

Así como para la Virgen María también para nosotros la oración supone la espera de un acontecimiento de Dios, en nuestrapropia existencia y en la dela humanidad. La oraciónno es entonces un camino de facilidad. Estaespera orante nosarrastra en la huella deun milagro de Dios...”.

Hermano Roger (†)Prior de Taizé,

en el CongresoMariano

internacional deZaragoza,

octubre de 1979

MARÍA LA VIRGEN EN LA VIDA DEL CRISTIANOTestimonio de un hombre que quiso de verdad a María

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“Queremos ver a Jesús”(como Sta. Gema lo veía)

Algunos hombres, buena gente ellos, se acercan a los discípulos de entre el gentío, pidiéndolesuna recomendación: “queremos ver a Jesús”. Querían ver no ya al hombreDios, sino más

bien al DiosHombre. Hombres importantes, ya veían muchos, pero a Dios encarnado en un hombre, nunca. Y la gente sesigue preguntando si aquel hombre quehacía tantos milagros no sería tambiénDios.

Todos queremos ver a Dios. Y cierto queya lo vemos, pero con los ojos del alma, losojos de la fe. Lo sentimos cercano, amigo,entrañable. Y cuando acudimos a SantaGema es para pedirle, en primer lugar, queincremente en nosotros la fe, la esperanza,el amor. Luego, todo lo demás, que vendrápor añadidura. Es decir, que le pedimos aGema como le pedían aquellas gentes a losApóstoles, “una recomendación” para ver,sentir y experimentar a Jesús.

Santa Gema es siempre modelo de oración. Más que pedir, ella agradece siempre, y proclama: “cuantas veces haacudido a ti, Jesús mío, me has dejadosiempre satisfecha”. Gema, nuncapidió Jesús que la librara de sus enfermedades, de sus dolencias, quefueron tantas. Sí, que nunca la dejaracaer en ninguna tentación.

Con todo, es legítimo, y es cristiano pedir también cosas, exponerlea Jesús, como Gema, con amor y confianza, nuestros pesares, del géneroque sean. Y exponérselos tambiénahora en Navidad, al Dios Niño al queGema también acudía. Y el DiosNiñoPequeño cómo no nos va a atender.

Cuando menos, presentará nuestros ruegos a María, la Madre, y nos regalará, en primertérmino, la paz para nuestros corazones, y fortaleza para llevar una vida serena, sencilla ycristiana.

n Miguel G.

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n nn n n matrimonios bíblicos


Un matrimoniosublime

El matrimonio de José yMaría es el que todos hubiésemos deseado para nosotros. Dos esposos ejemplares,un hijo perfecto, un hogarmodesto pero confortable...Una familia de las que llamaríamos idílica.

Sin embargo, al sumergirnos en su intimidad, comenzamos a comprobar que, lomismo que en nuestra vidafamiliar, los desconciertos dela vida se van sucediendocon más frecuencia de la queson capaces de asimilar.

El matrimonio de José yMaría, como vulgarmente sedice, “no empieza con buenpie”. A su vida llega un hechodesconcertante que nadiepodía prever y que, así mirando de tejas para abajo, esimposible de creer.

En un pueblo pequeño loscomentarios corren como lapólvora y ellos han de soportar de sus conciudadanos lascríticas infundadas y los desprecios injustificados. Máscuando los comentarios empiezan a calmarse y pareceque les va a llegar el sosiego,lejos de la tranquilidad quebuscan, han de hacer unviaje a Belén donde nacerásu hijo.

De nuevo vuelve a su vidala incertidumbre; su hijo, elHijo de Dios, ha decidido veniral mundo participando denuestra naturaleza, nuestrodolor, nuestro sufrimiento,nuestra historia... Ha venidoa caminar por nuestros caminos polvorientos y llenos detropiezos, por lo que todoaquello que parecía “extraordinario”, es mucho más ordinario de lo que podían esperar. Pero Señor; ¿por qué

esto? ¿Acaso es necesario quelas cosas sean así de difíciles?

Con perplejidad ven nacera su hijo en una cueva, tienenque huir porque lo busca –nada menos que el rey–para matarlo; se pierde –comose pierden nuestros hijos–cuando hacen un viaje de lomás común... No se le ve sobresalir en casi nada, 30 añosviviendo en casa, sin un oficiodestacado, como personairrelevante.

José y MaríaEl mes de Diciembre no puede estar ocupado por otro matrimonio que no seael de José y María. Ellos son los protagonistas indiscutibles de cuantovamos a vivir en él. Son el punto de unión entre el Dios de la promesa yla novedad de Dios.



n n n ?

Una familia“normal”

El padre de familia, José,es un obrero seguramenteeventual, si no lo llaman parahacer un trabajo no percibesalario y la seguridad, en todos los terrenos, se tambaleacon facilidad.

Por tanto, ese hijo en elque habían puesto todas susesperanzas y del que el Ángelhabía dicho cosas admirables,es una persona normal quedecide vivir de manera contraria a la que sus padres habían pensado para él, quizá.

¿Acaso esta situación la vemos lejana a la nuestra? ¿Nonos identificamos en muchosde sus acontecimientos?

Quizá sea en este momento donde podamos ubicar ese: “pasando por uno detantos...”

Sin embargo, María y Josése aman, se valoran. Maríanunca se empeñó en sobresalir. José con gran humildady sabiendo su situación cuidade su esposa y su hijo, concariño y mimo especiales.

Su alianza hace que nopermitan tener vivencias porseparado, y menos en el momento del parto. Ellos buscan juntos a su hijo cuandose pierde, ellos rezan juntosy se apoyan en los momentos de dificultad.

La Sgda. Familiay nuestrasfamilias

¡Cómo debería conoceresto un mundo donde se ha

devaluado tanto la familia!Dónde cada uno exige sus derechos, sin tomar concienciade sus deberes; donde cadauno vive “su vida” separadadel otro; donde se viven situaciones de degradación, dependencia, maltrato... Cómodeberíamos aprender de esosesposos que viven al unísonosin dejar de ser ellos mismos.Esos esposos que se llamanMaría y José, a quienes Diosha elegido para ser los padresde su propio Hijo.

De ahí que, este mes os invite a dialogar, a buscar lascualidades de vuestro esposo/a, hijos... y a decírselas,pues eso hace vivir, crecer,confiar en sí, desarrollar losdones recibidos.

Os invito a acercarnos alHogar de Nazaret; a mirarcon detenimiento cómo viven; a fijarnos en el amorque se tienen, en lo feliz quees Jesús en medio de su familia. A observar en silenciosus actitudes y a caer en la

cuenta de que vivir en familia es:

• Encontrarnos con alguien que nos valora porlos que somos.

• Correr el riesgo de confiar en los nuestros.

• Notar que estamos vivos, porque somos capaces de dar vida.

• Descubrir que el verdadero amor exige y cuestiona.

• Notar como ello nos llevaa crecer y madurar.

• Aprender a ser tolerantes y comunicativos.

• Compartiendo: la vida,las inquietudes, la abundancia y la escasez...

• Sintiendo la ilusión y laesperanza en uno mismo.

• Y luchando porhacer –juntos–un mundo mucho mejor.

n Julia [email protected]

La familia, fuentede gozo y de esperanza


n nn n n el evangelio cada día


Como Jesús, y con los paisanos de su pueblo, entramos también nosotros en la sinagogade Nazaret. Cada sábado, en la sinagoga se reunían los judíos para la oración. Y en ella se proclamaba y comentaba la palabra de Dios. Aquel día, en su comentario, Jesús, “el hijo del carpintero”, se presenta como el que había venido a cumplir las grandes promesas de Dios, como

el misionero enviado por Dios a su pueblo. Para aquella gente suya, la pretensión de

Jesús era una exageración provocativa. Poreso le piden pruebas fehacientes: que almenos haga entre ellos alguno de los prodigiosque había realizado ya en Cafarnaún.

Y, sin embargo, Jesús no hizo ningún milagro entre sus paisanos, porque pensaban conocer bien al “hijo de José”, y no se fiaron desus palabras: no creían en él. Les pasaba comoa nosotros: que creemos conocer ya bien aDios. Y por eso mismo, solemos quedarnoscortos en las esperanzas que tenemos puestasen él. No acabamos de creernos lo que elSeñor nos promete, las maravillas que quierehacer a favor nuestro.

Y así nuestra vida de fe, tantas veces, nos resulta aburrida y sin aliciente alguno. Damos pordescontado que el futuro que nos espera noserá muy diferente del pasado que hemos vivido, ni del presente que estamos viviendo.Empequeñecemos así a nuestro Dios, y nos privamos de gozar lo mejor de sus promesas.

El misionero JesúsAquel sábado, comenzó Jesús a decir en la Sinagoga de Nazaret: “Hoy se cumple

esta Escritura que acabáis de oír”.Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que

salían de sus labios. Y decían: “¿No es este el hijo de José, el carpintero?”.Y Jesús les dijo: “Sin duda me recitaréis aquel refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo,

y haz aquí en tu tierra lo que hemos oído que has hecho en Cafarnaún”.Y añadió: “Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garan

tizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerradoel cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo,a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territoriopagano de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo;sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio”.

Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo,con intención de despeñarlo.

Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba. Lucas 4,2130).

Tu palabrame da vida.



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Y nuestra tentación de darlela espalda

Sí, nos pasa como a los judíos de Nazaret:que al conocer desde pequeños a Jesús, quenuestro saberle desde siempre como uno denosotros, nos impide reconocerle como elverdadero Enmanuel: como el Dios quequiere ser para los hombres. Como ellos,también nosotros vivimos pidiéndole signosextraordinarios. Sin darnos cuenta de quepedirle prodigios a Dios es dudar de su bondad. Esperar de él cosas extraordinarias, esignorar que el Señor es siempre extraordinario, aun cuando no se salga de lo ordinario.

Como los vecinos de Nazaret, nos perdemos lo mejor cuando solo esperamos de Dioslo que juzgamos bueno para nosotros, y nolo que El considera mejor para nosotros yestá dispuesto siempre a dárnoslo. La sabiduría cristiana que todos necesitamos es lade aceptar a Dios por lo que él es, y no porcuanto queremos que haga a favor nuestro.

Otra tentación que siempre nos ronda alos cristianos es la de compararnos conaquellos que no son creyentes o practicantes como nosotros, y hasta nos sentimosrelegados y desatendidos frente a ellos. ¿Ono has caído también tú alguna vez en latentación de pensar que los alejados son más agraciados que nosotros, practicantes detoda la vida?

Cuando no aceptamos a Dios como Dios quiere serlo para nosotros, corremos el riesgo deobligar a Jesús a alejarse de nosotros, como se alejó aquel día de sus paisanos ante el barranco de Nazaret.

Por eso oramos, Señor, tu palabra

Dándote gracias, porque tú siempre tienes palabras de vida para los tuyos. Porque hoyvuelves a pedirnos adhesión a tu persona y a tu Evangelio.

Y porque has vuelto de nuevo a recordarnos que, para hacer signos a favor nuestro, y queestos sean reconocidos como la llegada de tu Reino, necesitamos que aumentes nuestra fe;que nuestra fe sea humilde, agradecida y acogedora de tu palabra y de tu persona.

Y no nos dejes caer en la tentación de empeñarnos en hacerte un Señor y Dios pequeño,como nosotros te pensamos e imaginamos. Que no acudamos a ti exigiéndote nada,ni nos empeñemos nunca en ordenarte lo que tienes que hacer a favor nuestro. Puestú, siempre estás dispuesto a darnos mucho más de lo que podemos imaginar.

n Antonio San Juan

Tú, Señor, eres grandey bueno para con todos.


n

Cuando a primera hora deldía, los peregrinos hacíamosel más fervoroso ejercicio delVía Crucis de toda nuestravida, sabíamos que la tierraque pisábamos acaso no erala misma que pisó Jesús camino del monte llamado dela Calavera, al mediodía delprimer viernes santo. Eltranscurso de casi veinte siglos podrá haber alteradoalgo la configuración de la víadolorosa. Pero también sentíamos que nuestra emociónno estaba supeditada a unosmetros de profundidad o aalguna alteración de la dirección del camino que conducía del litóstrotos al lugar de

la crucifixión. Todo peregrinoen Jerusalén recorre lamisma vía. No todas las estaciones del piadoso ejerciciotienen el mismo apoyo histórico en los relatos evangélicos, aunque sí en deducciones lógicas o en venerablestradiciones.

MARÍAY LAS OTRAS MUJERES

Sabemos por Juan, testigode excepción, que, tras lacondena de Pilatos –se lo entregó para que lo crucificasen (ibis ad crucem!)– Jesúsinició el camino llevando sucruz, y por los tres sinópti

cos, que requisaron a persona que se presenta comoconocida e identificada puntualmente, Simón de Cirene,padre de Alejandro y Rufo,como precisa Marcos, que haquedado para siempre comoel Cireneo, para que lleve lacruz, añadiendo Lucas que“en pos de Jesús”.

Los anteriores datos, de indiscutible autenticidad histórica avalan seis de las estaciones en que la piedad cristianadivide la oración del Vía Crucis, las que se refieren a lacondena, a la toma de la cruz,al Cireneo y a las sucesivascaídas del Señor, que obligaron a los responsables de su

n n n peregrinación a la tierra de Jesús (XXIV)

La Vía Dolorosa, un caminoy muchas estaciones

Una piedra sacraen el camino del Calvario.



n n n ?

allí, y a los dos malhechoresuno a la derecha y otro a la izquierda”, y finalmente Juanprecisa que “tomaron, pues,a Jesús, que llevando su Cruz,salió al sitio llamado Calvario,que en hebreo se dice Gólgota, donde le crucificaron, ycon Él a otros dos, uno a cadalado y Jesús en medio”.

No era necesario que losevangelistas fueran más extensos a la hora de describirel hecho terrible de la crucifixión. El mismo verbo queemplean los cuatro es de porsí harto expresivo, sobretodo para las gentes a quieniban dirigidas los relatos.

PALABRAS DE VIDAY DE ESPERANZA

Crucificado Jesús, transcurrieron tres penosísimas horas de sufrimiento y agoníaque precedieron a la muerte.El Calvario, hoy desfigurado,como hemos observado, porlas grandes construccionesllevada a cabo a lo largo delos siglos es sin duda el lugarmás venerable entre todoslos de Tierra Santa. Allí fuecrucificado el Hijo de Dios, allípronunció las palabras quenos son conocidas por los relatos evangélicos, cuya meditación constituye una devoción complementaria delVía Crucis, de perdón, de promesa, de esperanza, de cuidado de su madre, de angustia suprema, de entrega finalconfiada al Padre, allí murió,operando así la Redencióndel mundo. Los Evangeliosproporcionaron tantos y tales datos que aquellas horas

Capilla de la caída bajo la cruzen el vía Crucis de Jerusalén.


conducción a buscar ayuda,y cuyas caídas, por otra parte,son lógica consecuencia delas gravísimas torturas que lehabían sido inferidas.

Lucas nos refiere que a lacomitiva de Jesús seguía unagran muchedumbre del pueblo y de mujeres, que se herían y lamentaban por Él, yconcretamente que Jesús sevolvió al grupo de mujeres yles dijo: “No lloréis por mí; llorad más bien por vosotrasmismas y por vuestros hijos,porque días vendrán en quese dirá: dichosas las estérilesy los vientres que no engendraron, y los pechos que noamamantaron; entonces dirán a los montes: caed sobrenosotros, y a los collados,ocultadnos, porque si esto sehace en el leño verde, en elseco ¿qué será?”.

Este encuentro y coloquiodel Señor con las piadosasmujeres es evocado en otrade las estaciones, y ¿quiénpodrá dudar de la realidad dela que rememora el encuentro con su Madre? Esta estuvo al pie de la cruz hasta elfinal. ¿Cómo se podría poneren tela de juicio su presenciaen el camino que recorriócon su Hijo?

CLAVADO Y ELEVADOEN LA CRUZ

Las cuatro estaciones querememoran lo ocurrido en ellugar de la crucifixión y la delentierro o sepultura de Jesústienen todas ellas base solidísima en los Evangelios.Efectivamente, Jesús fuedespojado de sus vestiduras.Concuerdan los tres sinópticos y Juan en este extremo,sin variación alguna esencial.Es prudente aceptar el textode juan, por su carácter detestigo presencial. “Los soldados –se lee en el cuartoevangelio–, una vez que hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, haciendocuatro partes, una para cadasoldado y la túnica, que erasin costura, tejida toda desdearriba, por lo que se dijeron:No la rasguemos, sino echemos suerte sobre ella para vera quien le toca, a fin de que secumpliese la escritura quedice, dividiéronse mis vestidosy sobre mi túnica echaronsuertes”. Jesús fue clavadoen la cruz. Mateo dice, “asíque le crucificaron”, Marcos,“le crucificaron”, Lucas,“cuando llegaron al lugar llamado Calvario, le crucificaron



n n n peregrinación a la tierra de Jesús (XXIV) n n

últimas de Jesús, que la piedad cristiana encuentra unafuente inagotable de oración.

El peregrino no se apartaría del lugar.

Las dos últimas estacionesdel Vía Crucis, el descendimiento del cuerpo muertodel crucificado y su inmediata sepultura completan loocurrido en la tarde de aquelviernes, que cuenta con unadescripción muy expresivade los cuatro evangelistas.

El santo sepulcro se hallaba muy próximo al puntode la crucifixión. Así lo explicita san Juan, con estas palabras: “Había cerca del sitiodonde fue crucificado unhuerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual nadieaún había sido depositado; allía causa de la Parasceve de losjudíos, por estar cerca el monumento, pusieron a Jesús”.Efectivamente, como gransolemnidad y día de descanso para los judíos, setrató de evitar un más largodesplazamiento.

EL ROSTRO DE JESÚSY EL VELO RASGADO

Queda solamente una estación sin apoyo directo enlos Evangelios. La Verónicaenjuga el rostro de Jesús.Pero no puede negarse lagran verosimilitud de un hecho tan conmovedor, en elconjunto de lo en ellos descrito, que avala más que suficientemente la inclusión.Una tan piadosa tradición escomprensible en el clima deseguimiento de Jesús por

parte de aquellas mujeres. ¿Aquién podrá parecer extrañoque una de ellas se sintieramovida a secar el rostro sangrante del Maestro?

Estas reflexiones me ibahaciendo mientras ascendíamos al Gólgota por la Vía Dolorosa, y, al llegar al Santo Sepulcro, cuya veneración nopueden disminuir el mayor omenor acierto de su actualpresentación o la división delos cristianos que queda reflejada a través de comportamientos discutibles, quise

ver el mismo lugar de la Resurrección, como ya he explicado. Allí tuvo lugar el hechoque es fundamento de nuestra fe y de nuestra esperanza. En él penetró Juan,tras ceder el paso a Pedro,en aquel primer día de la semana, y allí, “vio y creyó”;porque aún no se habíandado cuenta de la Escritura,según la cual era preciso queÉl resucitase de entre losmuertos (San Juan, 2089).

n Ezequiel Miranda de Dios



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En el atardecer del viernes13 de marzo de 2015, aproximadamente a la misma horay el mismo día, dos años después de su elección pontificia, Francisco anunciaba, enla basílica vaticana, la celebración de un Jubileo de laMisericordia, un año santoextraordinario y universal,que comenzará, con la apertura de la Puerta Santa, el 8de diciembre de 2015, festividad de la Inmaculada, y seclausurará el 20 de noviembre de 2016, fiesta de CristoRey.

El Papa anunció el Jubileodurante la homilía que pronunció en la celebración penitencial con la que dio comienzo la iniciativa «24 horaspara el Señor», promovida

por el Pontificio Consejopara la Nueva Evangelización (ECCLESIA número 3.770,página 35) y realizada entoda la Iglesia.

En el domingo de la DivinaMisericordia, fiesta instituidapor san Juan Pablo II, que secelebra en el segundo domingo de Pascua, este añodía 12 de abril, se leerá y publicará la bula del Año Santojunto a la Puerta Santa deSan Pedro.

El rito inicial del Jubileo esla apertura de la PuertaSanta. Se trata de una puertaque se abre solamente durante los años santos, mientras el resto de años permanece sellada. Tienen PuertaSanta las cuatro basílicas mayores de Roma: San Pedro,

San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María Mayor. El rito de la apertura expresa simbólicamenteel concepto que, durante eltiempo jubilar, se ofrece a losfieles una «vía extraordinaria» hacia la salvación. Tras laapertura de la Puerta Santaen la basílica de San Pedro,serán abiertas sucesivamente las puertas de lasotras basílicas mayores.

Los orígenes del Jubileose remontan al judaísmo.Aquel año santo se celebraba cada 50 años. La Iglesia inició la tradición del añoSanto con el Papa BonifacioVIII, en 1300, quien previó larealización de un jubileocada siglo. Desde el año1475 –para permitir a cadageneración vivir al menos unaño santo– el jubileo ordinario comenzó a celebrarsecada 25 años. Un jubileo extraordinario, como es el casodel que proclamará el PapaFrancisco, en cambio, se proclamará con ocasión de unacontecimiento de particularimportancia.

Los años santos ordinarioscelebrados hasta hoy hansido 26. El último fue el Jubileo del año 2000, proclamado por Juan Pablo II. Elaño santo extraordinarioconvocado por Franciscotiene como último precedente 1983, Jubileo de la Redención. n

Año Santode la Misericordia 2015-2016


n n

Tal vez a un estrato de laopinión pública le parezcahoy exagerado e inoportuno,e incluso molesto, que la Iglesia Católica siga presentandocomo una cuestión fundamental el respeto a la vidarecién concebida. El grito dela Iglesia en defensa del derecho a la vida es: “un asuntoinnegociable que prevalece sobre cualquier otro derecho”.

Desde una visión superficialdel problema, uno podría estarconvencido de que la legalización del aborto ha cambiadopocas cosas, tanto en la vidaprivada como en la realidadsocial. La impresión es quetodo sigue igual que antes.Todo se deja al albur de laconciencia: “quien no quieraabortar no se verá en la obligación de hacerlo”: y “quienlo hace con la aprobación dela ley, quizá lo haría en cualquier caso”. Asistimos a unutilitarismo bochornoso donde el fin justifica los medios;borrando la posibilidad de nacer es como si se sentenciaraque “el feto que no vea la luzes como si jamás hubiera existido”. A esto habría que añadirel “mantra” de que la mujeres dueña de su cuerpo y puedehacer lo que desee.

TODA VIDA HUMANAES SAGRADA

El reconocimiento de la sacralidad de la vida humana y

porque el hombre ha sidocreado a su imagen. Dios hainstituido la autoridad en lasociedad precisamente paragarantizar el respeto de esederecho fundamental que elcorazón pervertido del hombre ha puesto en peligro.

NO SE TRATA DEUN PROBLEMA MENOR

El reconocimiento de la sacralidad de la vida humana yde su inviolabilidad sin excepciones no es un problema menor o una cuestión que sepueda considerar relativa conrespecto al pluralismo de opiniones que impera en la sociedad moderna. Está biendefender la libertad, pero estatambién puede ser destructivacuando no se despliega en elamor, sino en la arbitrariedady en el capricho.

«No hay homicidios pequeños»; el respeto a toda vidahumana es condición indispensable para que pueda existir una vida social digna deese nombre. Cuando el hombre pierde conscientementeel respeto a la vida humanacomo realidad sagrada termina inevitablemente por perdersu propia identidad personal.

Desde el siglo primero, laIglesia ha afirmado la maliciamoral de todo aborto provocado. Esta enseñanza noha cambiado; permanece invariable. El aborto directo,

n n n desde la otra orilla


El irrenunciable derecho a la vidade su inviolabilidad no es unasunto menor respecto al pluralismo de opiniones que impera en la sociedad moderna.Como creyentes, tenemos lacerteza del carácter sagradode la vida humana. La vida delhombre proviene de Dios, essu don, su imagen e impronta,participación de su soplo vital.Por tanto, Dios es el único señor de esta vida: el hombreno puede disponer de ella. Eltexto bíblico se preocupa desubrayar cómo la sacralidadde la vida tiene su fundamentoen Dios y en su acción creadora: “Porque a imagen de Dioshizo él al hombre” (Gn 9,6).

Dios reivindica la vida delser humano como posesiónpeculiar suya. La vida humanaestá directa e inmediatamente protegida por Dios, es cosa«sagrada». La sangre humanaque se derrama es un gritodirigido a Dios (cf GN 4,10),

La vidasigue...



n n n ?

es decir, querido como unfin o como un medio, es gravemente contrario a la leymoral La vida humana debeser respetada y protegida demanera absoluta desde elmomento de la concepción.Desde el primer momentode su existencia, el ser humano debe ver reconocidossus derechos de persona, entre los cuales está el derechoinviolable de todo ser inocente a la vida.

UN DERECHOINALIENABLE

Los derechos inalienablesde la persona deben ser reconocidos y respetados por partede la sociedad civil y de la autoridad política. Estos derechosdel hombre no están subordinados ni a los individuos ni alos padres, y tampoco son unaconcesión de la sociedad odel Estado: pertenecen a lanaturaleza humana y son inherentes a la persona en virtuddel acto creador que la ha originado. Entre esos derechosfundamentales es preciso recordar a este propósito el derecho de todo ser humano ala vida y a la integridad físicadesde la concepción hasta lamuerte.

¿A qué se debe la cobardíade no cambiar el modelo dela actual regulación sobre elaborto y reforzar así la protección del derecho a la vida?Más de cinco años lleva enel Tribunal Constitucional paraque sentencie sobre el recurso de inconstitucionalidad so

bre la llamada ley del aborto.Alegan responsabilidad y prudencia, y de momento. ¡cuántas vidas segadas por el camino!

LA MORAL Y LA CIENCIA

Junto al problema moral,nos encontramos con untema científico que nos informa que en el momentode la concepción ya hay uncódigo genético de la persona; no dejar que continúeavanzando el desarrollo deese ser que ya tiene todo elcódigo genético del ser humano no es ético.

El futuro no está escrito,pero nuestra obligación comocristianos es ir escribiéndolocon actos coherentes y comprometidos, cada uno en elámbito de sus responsabilidades y posibilidades. ¿Acasono estamos ante un genocidiointolerable? El aborto provocado no es cuestión de pactos

políticos, ni de supuestos, nide plazos, pues, ¿acaso hayalgún ser humano más inocente e indefenso que unacriatura en el vientre de sumadre?

Hago mías unas reflexionessacadas del pensamiento deJoseph Ratzinger (nuestropapa emérito Benedicto XVI):“No hay «homicidios pequeños»; el respeto a toda vidahumana es condición indispensable para que pueda existiruna vida social digna de esenombre”. Y, “Cuando el hombre pierde conscientementeel respeto a la vida humanacomo realidad sagrada terminainevitablemente por perder supropia identidad personal”:

El derecho a la vida es elprimero de los derechos humanos. Abortar es matar aquien no se puede defender.

n GregorioSantos Zayas

Barcelona

La niñez y sus encantos ¡La Vida!


n n

El 25 de octubre, el PapaFrancisco clausuraba enRoma el Sínodo extraordinario sobre la Familia. Todo Sínodo es un acontecimientoeclesial de primer orden.Este sobre la Familia, y en susegunda etapa, por doble otriple motivo.

Cabe afirmar que la Iglesia,y amplios sectores de la humanidad, han estado pendientes de este Sínodo. La Iglesia,de modo muy especial, en uncierto clima de oración.

La Asamblea Sinodal, en laque han participado, con elPapa, Cardenales, Obispos,religiosos, teólogos, pastoralistas, y también matrimonios, han analizado y enfocado soluciones a toda laproblemática de las familias,en situaciones y contextostan difíciles y tan diferentescomo los que se dan en la sociedad actual.

El Papa Francisco había yadado pautas muy concretasal respecto: abordar los diferentes temas con valentía,sinceridad, humildad, y sinmiedo a expresarse, cadauno, con la mayor libertad. Ysiempre atentos al querer deun Dios misericordioso, también con las familias en cualquier situación. Atentos también a los clamores, en cadauno y en el aula sinodal, delEspíritu Santo.

Como en toda convenciónhumana, en este Sínodo sedieron análisis, propuestas,contrapropuestas, algunastensiones. También algunasexpectativas desmedidas, loque quizá llegue a producirmuchos desencantos. Alguien ha escrito que el Documento Sinodal aprobadodeja un sabor agridulce. “Elmismo Papa Francisco lamentó que algunos padres

sinodales hayan utilizado aveces, por desgracia, métodos no del todo benévolos”.

El texto aprobado por elSínodo consta de 94 párrafos, aprobados en votaciónsecreta, uno a uno, por lospadres sinodales. Con todo,ha de tenerse en cuenta queesta no es textodocumentofinal, definitivo. Es, sí, un documento muy importantedel que el Papa se servirápara elaborar, él personalmente, un Documento Magisterial sobre la familia.

La mentalidad y trayectoria del Papa Francisco al respecto es suficientementeclara, tal y como se manifestóen su discurso de clausura delSínodo, y que fue acogidocon fuerte aplauso por todoslos participantes. Será oportuno recoger aquí algunasafirmaciones del Papa enaquel discurso:

n n n sínodo de la familia


Así fue el Sínodo de la Familia

algunas pinceladas

Sesión plenariao congregacióngeneraldel Sínodode los Obispos,el lunes5 de octubrede 2015.


“Gracias a todos por haber afrontado las dificultades sin miedo y

sin enterrar la cabeza en la arena”.

“El Sínodo ha dejado al desnudo «algunos corazones cerrados

que frecuentemente se esconden detrás de las enseñanzas de la

Iglesia para sentarse en la cátedra de Moisés, y juzgar, a veces

con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias

heridas”.

“La experiencia del Sínodo nos ha hecho entender mejor que los

verdaderos defensores de la doctrina no son los que defienden la

letra sino el espíritu, no las ideas sino la persona, no las fórmulas

sino la gratuidad del amor de Dios y su perdón”.

“El primer deber de la Iglesia no es repartir condenas y anatemas,

sino proclamar la misericordia de Dios, llamar a la conversión y

acercar a todos a la salvación del Señor”.

Discurso emblemático, rico en contenidos y con pautas nuevas para

alcanzar nuevos horizontes en la Iglesia, y en la pastoral familiar.

Gracias, Papa Francisco, por su clarividencia evangélica y por su

compromiso evangelizador, también de las familias, en estos tiempos

nuevos y nada fáciles.n Miguel G., C.P.


n n n ?

Misa

de clausura

del Sínodo,

el domingo25 de

octubre.


n n

«Una vez, un chico mepreguntó –ustedes sabenque los chicos preguntancosas difíciles–: Padre, ¿quéhacía Dios antes de crearel mundo? Les aseguro queme costó contestar. Y ledije lo que les digo ahoraa ustedes: Antes de crearel mundo. Dios amaba porque Dios es amor, peroera tal el amor que teníaen sí mismo, ese amor entre el Padre y el Hijo, enel Espíritu Santo, era tan

grande, tan desbordante... –esto no sé si es muyteológico, pero lo van aentender–, era tan grandeque no podía ser egoísta.Tenía que salir de sí mismopara tener a quien amarfuera de sí. Y ahí, Dios creóel mundo. Ahí, Dios hizoesta maravilla en la quevivimos. Y que, como estamos un poquito mareados, la estamos destruyendo. Pero lo más lindo quehizo Dios –dice la Biblia–

fue la familia. Creó al hombre y a la mujer, y les entregó todo, les entregó elmundo: Crezcan, multiplíquense, cultiven la tierra,háganla producir, háganlacrecer. Todo el amor quepuso en esa Creación maravillosa se lo entregó auna familia».

...«En las familias siempre, siempre, hay cruz;siempre. Pero en las familias también, después dela cruz, hay resurrección,porque el Hijo de Dios nosabrió ese camino. Por esola familia es –perdónenmela palabra– una fábrica deesperanza, de esperanzade vida y resurrección,pues Dios fue el que abrióese camino».

«A veces, en casa, veoalgunos de mis colaboradores que vienen a trabajar con ojeras. Tienen unbebé de un mes, dos meses. Y les pregunto: ¿Nodormiste? Y el: No, llorótoda la noche. En la familiahay dificultades, pero esasdificultades se superan conamor. El odio no superaninguna dificultad. La división de los corazones nosupera ninguna dificultad.Solamente el amor es capaz de superar la dificultad. El amor es fiesta, elamor es gozo, el amor esseguir adelante».

n n n


La simpatía y la palabra del Papa Franciscoen Filadelfie (USA) Sept. 2015



n n n otra juventud

Así definió alguien la Juventud. Y no le falta razón.Yo, por lo menos conozco jóvenes (tampoco son muchos) que se pasan la vidasembrando el bien, que prescinden de noches locas, debotellones, de juergas sinsentido, de tristezas disfrazadas de alegrías.

Se llama Ana y es profesora, maestra. Pero encuentra tiempo para aprendercada día más, para cultivaresos valores que pasan desapercibidos a la mayoría delas chicas y chicos de suedad.

Supe que había participado en el Encuentro Europeo de Jóvenes que se celebró el pasado mes de agostoen Ávila con motivo del VCentenario del nacimiento

de Santa Teresa de Jesús. Mefaltó tiempo para pedirleque, por favor, me contaracosas de las suyas para podercontarlas yo aquí.

¿Cuántos os juntasteis allí?Nos juntamos un grupito

del Colegio san Gabriel juntocon otros jóvenes de lasotras casas Pasionistas deEspaña, para compartir, rezar, bailar, cantar… Rodeados de casi 6000 jóvenes detodas las Diócesis de Españay de distintos lugares de Europa, y bajo el lema “Entiempos recios, amigos fuertes de Dios”, nos adentramos a descubrir a Santa Teresa de Jesús, una de lassantas más especiales denuestra Iglesia y en la quetanto se inspiró San Pablo de

la Cruz, fundador de los Pasionistas.

Vivisteis la experienciacon intensidad. Seguro.

Sí, fueron cinco días intensos en los que la alegría y lafe se palpaban por todos losrincones de aquella bonitaciudad de las murallas. Lasmañanas estaban programadas siguiendo tres itinerarios:Camino, Moradas, Vida. Gracias a ellas viajamos, reflexionamos y aprendimos auténticas maravillas de la vida deSanta Teresa de Jesús.

¿En qué empleabais latarde?

Por la tarde elegíamosnuestra propia aventura. Cantábamos con varios gruposde música, bailábamos a

Divino tesoroDivino tesoro


n nn n n otra juventud


ritmo de instrumentos traídosde diferentes países, rezábamos en compañía de unasmonjas que eran las Hermanas del Convento de las Agustinas de la Conversión.

Y las noches se hicieron paradescansar. Claro.

En Ávila las noches, paranosotros, todo estaba dinamizado en el Lienzo Norte. Eraun lugar de encuentro dondedisfrutábamos del espectáculos de luz y sonido de la mu

de la noche del sábado entorno a la Cruz y una Celebración Eucarística muy emotivala mañana del domingo 9 deagosto.

¿Y qué fue lo mejor deaquella experiencia vivida enÁvila?

Lo mejor para mi, y creoque para muchos, fue aprender con las palabras de SantaTeresa el verdadero significado del que se llama amigo.Amigo para afrontar los re

nos enfrentamos a lo largode nuestra vida. Amigo paracrecer, para vivir, para amar,paras esperar siempre conrenovada fe. Porque hayalgo más que vivir por vivirsin tener un porqué o una razón profunda. Porque hayalgo más detrás de la figurade Jesús que conocemos através de cuadros, estatuaso escritos.

Me pareció interesante loque en esta ocasión y en muchas otras me contó la joven

ralla: actuaciones de famososcomo Merche, el Padre Damián, Pablo López, Migueli…Y el monólogo de Santi Rodríguez, actor conocido por supapel en 7 Vidas o el Club de lacomedia. Todo dinamizadopor Toño Casado y acompañado por el Pulpo, presentador, y DJ, de la Cadena Cien.

Cuéntame más cosas.Mira, tuvimos un encuen

tro muy especial en la Vigilia

tos, los compromisos quenos ofrece la vida. Amigopara dar testimonio de esaesperanza que vivimos ennuestro corazón y que sabemos que da respuesta anuestro más profundo deseode encontrar la verdaderaamistad.

Sigue, por favor.Amigo para vencer las di

ficultades del “día a día”, las“noches oscuras” a las que

profesora de mi Colegio, Ana.Por eso lo traslado aquí. También para comprobar que aúnquedan jóvenes que cultivanvalores que no se ven, pero sesienten. Y en Ávila o en cualquier parte del mundo,cuando llega la ocasión, los siembranellos, los jóvenes, divino tesoro.

n Alberto [email protected]

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José Antonio Pagola nacióen junio de 1937, en Añorga(Guipuzkoa). Estudios de filosofía y teología en el Seminario Diocesano de San Sebastián. Ordenado sacerdoteen 1961. Estudios de teologíadogmática en la UniversidadGregoriana de Roma (19611962). Estudios de ciencias bíblicas en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (19621965) y en L´Ecole Biblique etArchéologique de Jerusalén(19651966). Profesor de Cristología y en la Facultad de

Teología de Vitoria. Rectordel Seminario Diocesano deSan Sebastián (19741979). Vicario General de esta mismadiócesis (19792000). Directordel Instituto Diocesano deTeología y Pastoral (VillaGentza) de San Sebastián(20002009). Autor de diversas publicaciones en torno aJesucristo y sobre temas teológicopastorales. Entre ellasdestaca su obra más elaborada: “Jesús. Aproximaciónhistórica” (PPC, Madrid 2007),obra que ha sido traducida a

diversas lenguas y Premio ala Excelencia Editorial 2014que concede anualmente laAssociation of Catholic Publisher (ACP) de los EstadosUnidos. Aunque si algo conmueve a José Antonio Pagolason “los cientos y cientos decorreos” de personas que lecuentan cómo, gracias a su libro, el encuentro con Jesúsha transformado sus vidas.

EL LIBRO SOBRE JESÚS

–¿Cómo asimila el éxito deuna obra traducida ya a unadocena de idiomas y con másde 200.000 ejemplares vendidos en todo el mundo?

–Mira, querido curita pasionista, yo soy hijo de mi madre. Sé quién soy. Eso que llaman “éxito” me da muchaalegría y me estimula a seguirtrabajando, pero no pasa deahí... Lo que me conmueveson los cientos y cientos decorreos que sigo recibiendode todas partes del mundo,de personas que me dicencómo se han encontrado conJesús y cómo Jesús ha transformado su vida, después demuchos años de indiferencia,agnosticismo e, incluso deateísmo militante... Jesús esnuestro centro. Su poder deatracción es increíble... Jesúsnos libera de imágenes mediocres y poco humanas deDios, nos atrae a vivir comoÉl haciendo la vida más hu

JOSÉ ANTONIO PAGOLA:volver al Evangelio

El libro “Jesús. Aproximación histórica”,me ha hecho más creyente,

afirma José Antonio Pagola.

n n n encuentros al caminar


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mana. Es apasionante seguirlo de cerca... Quiero contribuir con todas mis fuerzasa que en la Iglesia vivamos unproceso de conversión a Jesús y a su Evangelio. La renovación evangélica de la Iglesiaa la que nos llama el PapaFrancisco dependerá, enbuena parte, del desarrollode pequeños grupos y comunidades que se comprometan a actualizar hoy la experiencia primera que viviójunto a Jesús aquel primergrupo de discípulos y discípulas que escucharon su llamada y le siguieron... El PapaFrancisco no habla de “aggionamento” o adaptación de laIglesia a los tiempos de hoyni se queda en recuperar elespíritu y las líneas de fuerzadel Concilio Vaticano II, diceque hay que volver a Jesucristo, que puede romper losesquemas aburridos en loscuales pretendemos encerrarlo. Dice también que he

mos de volver a la fuente yrecuperar la frescura originaldel Evangelio.

EL LIBRO SOBRE JESÚS

–José Antonio Pagola esdirecto en sus exposicionespúblicas, así en la presentación de su libro “Grupos deJesús”, en la Parroquia delPilar, de la madrileña calle deJuan Bravo, dijo:

–“La Iglesia no puede estarencerrada caminando hacia elfuturo mirando hacia atrás,no... la tarea de la Iglesia noes juzgar ni condenar... hayque volver a Jesús, el Cristo yencender ese fuego que Jesúsquería con seguimiento apasionado y no con esa inerciahacia ningún lado en que, muchas veces, nos movemos...Hay que tomar más en serionuestra fe y dejar actitudes demiedo y de instinto de conservación y centrarnos en Él. Elcristianismo no es la religión

ni del pasado ni de la pasividad. Necesitamos una conversión radical a Jesús, impulsarel volver a Jesús. Sólo hay unadirección hacia el evangelio deJesús, volver a sintonizar consu Espíritu. Conversión a lacompasión. La compasión debiera ser el primer principiode la Iglesia... una Iglesia“sosa” sobra en la sociedad.No somos adeptos a una religión sino discípulos convencidos por nuestro encuentropersonal y directo con Él, conuna experiencia viva y no porhomilías de predicadores, teólogos o catequistas.

LOS GRUPOS DE JESÚS

–Reavivar la fe, vivir juntosun proceso de conversión individual y grupal a Jesús, elCristo, ahondando de manera sencilla en lo esencialdel Evangelio. Esto es lo primero y decisivo. Hacer juntosun recorrido que nos lleve a conocer mejor a Jesús, a reavivar nuestra adhesión total a su persona y a seguirlocolaborando con Él en el proyecto humanizador del Reinode Dios. La Iglesia ha de llevara Jesús: es el centro de la Iglesia. Si alguna vez sucedieraque la Iglesia no lleva a Jesús,sería una Iglesia muerta.

José Antonio Pagola es unenamorado de Jesús y, seguramente, uno de los sacerdotes más leídos, semanalmente, en sus homilías yartículos mediáticos. Gustoen conocerte, querido “curitavasco”...

n Pepe Fernándezdel Cacho

n n n encuentros al caminar

José Antonio Pagola y Pepe Fernández del Cachoen la presentación del libro “Grupos de Jesús”.




n n n el testimonio, la vida y la fe de nuestros antepasados

1. MONJE DE SAN SABAS

Juan Damasceno nació enDamasco hacia el año 675. Sufamilia cristiana vivía en Siria,conquistada por los musulmanes. Su padre era un altofuncionario en la administración: cobraba los impuestosy defendía los derechos civiles de los cristianos ante elpoder islamita. Juan tiene,como su abuelo y su padre,el título de “el Mansur” quesignifica victorioso. A pesarde una vida acomodada, dejael bienestar y el éxito delmundo para retirarse, juntocon su hermano adoptivoCosme, en el Monasterio deSan Sabas situado en el desierto de Judea.

Después de un tiempo, elpatriarca Juan IV le ordenópresbítero y le encomendóla predicación de las principales solemnidades que secelebraban en la Anástasis yen otros santuarios de Jerusalén. Por su elocuencia se lellamó Chrysorrhoas que significa río de oro, porque supalabra, como las corrientesde agua, fecundaba la Iglesiapor su ortodoxia y profundaespiritualidad.

Fue un gran defensor de lassagradas imágenes frente ala herejía iconoclasta. Realizóuna síntesis de la doctrina patrística precedente y se leconsidera el último de los Santos Padres del Oriente.

Falleció el año 749, probablemente el día 4 de diciembre, fecha en la que la liturgiade la Iglesia celebra su memoria. El Papa León XIII lo declaró doctor de la Iglesia universal el 19 de agosto de 1890.

2. GRAN PREDICADOR

La predicación de Juan Damasceno irradiaba unagrande y, a la vez, humilde luminosidad que provenía de suvida contemplativa y de suprofunda oración. Sus homilías llenas de belleza poéticadifundían esperanza y optimismo espiritual. Utilizaba,con frecuencia un lenguajesimbólico, y era frecuenteque, en sus sermones, prorrumpiera en plegarias.

Sus homilías se conservancon breves indicaciones quelas presentan como:

– Sermón del bienaventurado Juan Damascenoprebístero, acerca de...

– Homilía del humildemonje y presbítero JuanDamasceno sobre...

– Panegírico de... por elpobre y humilde monjey presbítero Juan Damasceno.

– Sermón de nuestro Sto.Padre el monje Juan Damasceno, el Mansur,acerca de...

3. EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN

S. Juan Damasceno nosdejó, en algunas de sus homilías, textos hermosos sobre el Misterio de la Navidad:

“El Hijo de Dios, sin aban-donar su majestad, se-cundando la benevolencia

S. JUAN DAMASCENO


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del Padre y del EspírituSanto, se abajó hasta elanonadamiento que diopaso a la exaltación; por-que el que está por en-cima de toda naturaleza,de un modo que tras-ciende toda naturaleza,asumió otra naturalezaen el seno de una mujer:porque siendo Dios sehizo hombre, permane-ciendo desde entonces enÉl estas dos naturalezas;porque no dejó la divini-dad cuando tomó nuestracarne y sangre... tuvo sumorada en un lugar an-gosto; porque, en fin, elcuerpo de la gloriosa vir-gen, que es material y li-mitado, fue el receptáculodel ardentísimo fuego dela divinidad y, sin em-bargo, quedó ileso, talcomo sucede con el oropuro y legítimo”.

La Obra de la Redenciónes descrita en este textocomo el inmenso Amor trinitario donado a la humanidad.Amor que al Hijo de Dios lelleva a abajarse, porquesiendo Dios como el Padre yel Espíritu Santo, al asumir lanaturaleza humana desciende, se humilla, se anonada.

Él está por encima de lanaturaleza humana, la trasciende por ser Dios y no desdeña venir al seno de una pequeña mujer: la Virgen SantaMaría, que siendo llena degracia no deja por ello de serun receptáculo material y limitado –como dice san JuanDamasceno.

Él es verdadero Dios y verdadero hombre. Ya nada ninadie podrán separar estasdos naturalezas unidas en laPersona de Jesucristo, nuestro Señor.

Y por este Misterio de laEncarnación nosotros tenemos morada en el cielo, senos ha abierto el camino hacia el seno del padre quenuestro pecado había cerrado.

Este es el Misterio confesado en el Credo: “Por obradel Espíritu Santo se encarnóde María Virgen y se hizo hombre” ante el cual –cada domingo, en la Sta. Misa, nosinclinamos y, en la Navidad yla Anunciación del Señor, nosarrodillamos.

¡Todo un Dios adorado enun pequeño recién nacido!Sin dejar de ser lo que era haasumido lo que no era paraque también nosotros,siendo naturaleza humana,podamos participar de la naturaleza divina.

4. ENCARNACIÓN Y REDENCIÓN. ¡EL GRAN MISTERIO!

Para esto María fue concebida sin pecado y llena deGracia.

Para esto el Hijo de Diosha venido a la tierra.

Para esto Cristo nos haamado y se ha entregado ala muerte por nosotros.

Porque el Corazón del Padre no podía dejar de amarnos cuando nuestro pecadonos había alejado de Él y seconmovió tanto que bajó en

la persona de su Hijo a buscarnos, nos halló y nos cargósobre sus hombros. Esta esla Misericordia de Dios conel hombre, con todo hombre, que celebramos en lasanta Navidad. ¿Qué más senecesita? Es preciso que estaGracia sea aceptada por cadacorazón humano, a lo largodel tiempo y de la historia yen todas las generaciones. Aesto nos ayuda la Iglesia consus Sacramentos, con su oración y su caridad. Unos aotros nos ayudamos y ayudamos al mundo para que todos puedan llegar a acogerla Gracia de la Navidad, lainestimable Misericordia deDios.

“Corresponde con tuamor a Auel que tanto teama. Ábrele lo más ín-timo de tu corazón, a finde que ponga allí su mo-rada junto con el Padre yel Espíritu Santo. Apartade tu corazón todo lo te-rreno para que Cristopueda entrar en él (...)Abre solamente para Él tucorazón y grítale: (...)*Habita en mí y paséatedentro de mí, según tupromesa veraz, oh Señor,y haz de mí un templo detu Espíritu Santísimo. Go-bierna mi corazón, Señor;tómame como posesióntuya y pon en mí tu mo-rada*”.

(S. Juan Damasceno,Exhortación a la Iglesia

esposa de Cristo)

n Sor Cati de la SS.Trinidad, C.P.

n n n el testimonio, la vida y la fe de nuestros antepasados




n n n rincón familiar “Santa Gema”

Súplicasn Santa Gema,

acoge en la casa delPadre Dios a Victorina Leal. Ella fallecióel pasado 23 de octubre: En vida fue devota fiel tuya, yayudó a difundir tudevoción en Arandade Duero y en toda lacomarca. Incansableen su entusiasmo,organizó peregrinaciones a tu Santuario de Madrid. Gran difusorade todo lo referente a ti, Gema, siempre tomómuy a pecho el reparto de tu Revista y boletínmensual, calendarios, estampas, etc. Siemprecon gran alegría y el entusiasmo de un corazón sinceramente creyente.

Ella, Victoria, seguirá siempre presente ennuestra oración y en nuestro recuerdo. Pilar yFamilia, Aranda de Duero (Burgos). n

n Una niña pequeña fue atropellada por elcoche de su propia madre. Trasladada en helicóptero a Sevilla, y ya en la UVI, los médicosdijeron que solo un milagro podía salvarla. Yoacudí a santa Gema en mucha confianza. Denoche, escuché una voz interior que me decía“la niña ya está bien”. La niña se salvó.

¡Gracias, santa Gema! Dolores Sánchez, ElCampillo, Sevilla. n

n Desde hace 30 años estás siempre presente en mi vida, Santa Gema. Hace 20 añosme recuperé de una enfermedad grave por tuintercesión.

Muchas gracias, y cuídanos siempre, Gema.Rafaela G.P. Comarca de la Vera, Cáceres. n

(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)

Sta. Gema que se venera en la Parroquia de S. Pablo (Málaga)(ARCHIVO ICONOGRÁFICO DE FRANCISCO SALLERAS)



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Comienzo a escribir esteartículo el día de los Fie

les Difuntos. No creo en lascasualidades, por lo tantoesto tendrá su razón de ser.Lo cierto es que el tema dela muerte me despierta curiosidad de un tiempo a estaparte. Aunque no me preocupa ni me angustia que micorazón deje de latir, puesme llevo bien con la hermanamuerte.

Leí hace unos meses un artículo sobre experiencias cercanas a la muerte, (ECM). Casos de personas clínicamentemuertas que “volvieron a lavida”. En todos ellos se danuna serie de características comunes, independientementedel lugar, época y creenciasde aquellos que pasaron poresta situación. Además, el autor hacía un recorrido histórico desde la época de Platónhasta nuestros días, relatandosucesos concretos. Me asombró constatar que elementoscomo la luz, el juicio “final”,la balanza, la presencia de seres espiritualesangelicales,paisajes de inenarrable armonía y otros tantos simbolismosse repiten aunque se haya vivido en el Tíbet, el antiguoEgipto, Canadá o Madagascar.Por lo visto, cada cual tenía visiones conforme su cultura,su contexto geográfico y sumomento histórico.

La expansión del alma humana no tiene límites nifronteras ni credos. Distintasreligiones se aúnan en fenómenos tan curiosos como éstos, haciéndonos una llamada a la unión como salvación de un mundo que algu

Según Kenneth Ring, profesor de psicología, “esta luminosidad es la expresiónuniversalmente reconocidade la manifestación espiritual de nuestro núcleo divino, el radiante resplandorde nuestra propia alma”. Unmonje anglosajón, conocidocomo Beda el Venerable, escribió en el S. VIII una experiencia de un ciudadanoque tras pasar por una ECM,recordaba la aparición de un hombre de semblante luminoso y vestimenta brillante que lo sacó de la oscuridad, llevándolo a una“atmósfera serena y luminosa”. Drythelm, que escomo se llamaba el hombre,cambió radicalmente de vida.Repartió sus posesiones y seretiró a hacer vida monacal,viviendo de forma sencilla.Esto mismo les suele pasar aotras personas que sientenque han tenido un pie en latierra y otro en el más allá.

Escribiendo todo esto,pensaba en el caso de Lázaro, aquel que revivió Jesús,porque tal vez algo de todo esto experimentaría. Locierto es que el encuentrocon la Luz cambia y transforma, no nos puede dejarindiferentes. Una vez descubierta y experimentada, esnecesario proyectar claridad,si no, tendremos que revisarnos el voltaje, pues estamosllamados a ser bombillas, focos, faros osencillamente cerillas.

n Juan Carlos Prieto [email protected]

Encuentros con la luz

nos se empeñan en fragmentar creando diferencias.

Será mi tendencia a buscarla claridad lo que me lleva afijarme en el tema de la luz.Algunos cuentan que penetran en un túnel con una luminosidad de indescriptiblebelleza y al fondo sentíanuna paz, armonía y una felicidad imposibles de expresarcon palabras. El Libro Tibetano de los Muertos noscuenta que, cuando cesa larespiración del moribundo,hace acto de presencia “laluz clara del conocimiento”;no se ha de tenerle miedo.Hay que dejar que nuestraconciencia trascendente sepose en ella. Muchos de losque han vivido una ECM sienten que dicho resplandor essu verdadero hogar y también el de todos los seres vivos de la creación. Nuestraconciencia forma parte deese brillo, origen de todaexistencia: Dios o como loqueramos denominar. En elpaís de los faraones depositaban al lado de los muertosunos libros que denominaban “salida al día” una alusión más a esas primeras luces al nuevo despertar.


Campanas de BelénYo las amo, yo las oigo,cual oigo el rumor del viento,el murmurar de la fuenteo el balido del cordero.

Como los pájaros, ellas,tan pronto asoma en los cielosel primer rayo del alba,le saluda con sus ecos.

Y en sus notas, que van prolongándose,por los llanos y los cerros,hay algo de candoroso,de apacible y de halagüeño.

Si por siempre enmudecieran,¡qué tristeza en el aire y el cielo!¡Qué silencio en las iglesias!¡Qué extrañeza entre los muertos!

Rosalía de Castro

No desdeñéis la palabra;el mundo es ruidoso y mudo,poetas, solo Dios habla.

Antonio Machado



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Comunidad Pasionista • Santuario de Santa Gema … · Nuestra Portada: Sgda. Familia Sebastián Conca, Escuela Romana, siglo XVIII ... ir comprendiendo un poco mejor el significado