Con alas de mariposa

Mª Eugenia Ruiz Chaguaceda

Autora: María Eugenia Ruiz ChaguacedaIlustrador: Luis R. Gómez

Edita: Junta de Andalucía. Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales. 2013Diseño y maquetación: Kastaluna

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‘Este cuento se inscribe en el marco de la Estrategia ‘Al Lado’ de atención a los problemas graves de salud continuados en el tiempo, de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, como apoyo a la implementación del proyecto ‘Al lado con los menores en situación de adversidad en salud’.

RUIZ CHAGUACEDA, Mª Eugenia Con alas de mariposa [Recurso electrónico] / autora, Mª Eugenia Ruiz Chaguaceda ; ilustrador, Luis R. Gómez. -- [Sevilla] : Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, 2013 Texto electrónico (pps), 10 p. 1. Actitud frente a la salud 2. Salud del niño 3. Conductas saludables 4. Literatura infanto-juvenil I. Gómez, Luis R. II. Andalucía. Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales III. Título W 85

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-Sin obras derivadas 3.0 España

Texto: Mª Eugenia Ruiz Chaguaceda Ilustraciones: Luis R. Gómez

Con alas de mariposa

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Mi mejor amiga se llamaba Irene. Podía llevarse horas dibujando flores y mariposas. Me regalaba sus dibujos y decía: “Toma para que te acuerdes de mí”.

A menudo, paseábamos hablando de nuestras cosas. Siempre estaba alegre y nos divertíamos mucho.

Me dio muchos dibujos. Los tengo guardados en un álbum y, a veces, me pongo en mi cuarto a mirarlos y recuerdo cuando me los dió.

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Íbamos juntas al colegio, nos sentábamos juntas en clase, hacíamos las tareas juntas. En fin, todo lo hacíamos juntas.El primer dibujo de mi álbum es una mariposa de muchos colores, la tengo en la portada y me la dió cuando nos hicimos amigas. Me dijo: “Esta mariposa es como nuestra amistad: alegre, muy viva y libre”.

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Y así, uno a uno me fue dando muchos dibujos y con cada uno, una frase que perdura en mi memoria.

El segundo dibujo fue una flor en un tono amarillo dorado con muchos pétalos y un rabo muy largo.

Me dijo: “Es la flor de la

paciencia. Cuando estés agobiada por

algo deshójala poco a poco en tu

mente y verás como tu temor

desaparece”.

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A veces, miro las estrellas y cuando veo la más brillante

me lleno de alegría.

Un día cuando fui a buscarla la encontré

muy pálida. Su mamá me dijo que no se

encontraba bien y que no saldría de casa.

Me quedé a acompañarla. Ese día

no tenía ganas de dibujar, pero ni un

momento dejé de ver su sonrisa.

Fui a verla todas las tardes. Un día me regaló

un cielo lleno de estrellas y me dijo: “Si alguna vez me echas de menos

mira hacia el cielo y busca la estrella que más

brille”.

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Me había hecho otro dibujo. Se

había pintado ella con su turbante. Sólo que no era blanco sino de

muchos colores. Me dijo: “A

veces la vida es muy difícil y

tenemos que adornarla un poco” y me guiñó un ojo.

La ingresaron en el hospital y cuando fui a verla un gran turbante blanco rodeaba su cabeza.

Tenía los ojos un poco tristes, pero aún así no dejó de sonreír.

Así era Irene, fuerte como un roble pese a su debilidad.

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Fui a verla otro día y me tenía muchos dibujos preparados. “Toma, son para que los guardes, ya no podré hacerte más dibujos pero no quiero que estés triste. Has sido mi mejor amiga y me dio un fuerte abrazo”.

Pocos días después mi mamá me dijo que Irene ya no estaba en este mundo. De vez en cuando voy a ver a su mamá y la recordamos. Su mamá tiene otro álbum con dibujos. 9

Siempre la recuerdo al ver una mariposa, al ver una flor, al ver una estrella. Me la imagino con alas de mariposa volando libre de flor en flor y que, desde el cielo, me mira y me sonríe.

Nunca la olvidaré, me acompañará toda la vida. Me siento muy afortunada de haberla conocido. Le tiro besos a las estrellas más brillantes y me devuelven un guiño.

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