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Un huracán, granizos, fuertes tormentas que terminan encontrándose con los rayos del sol: el tiempo está loco. Investigadores de la UNL explican este fenómeno, que debe ser leído –dicen– a la luz de los cambios climáticos que pone en evidencia este comienzo de siglo. Para completar el enfoque: la ciencia avanza en la anticipación de los fenómenos meteorológicos. Y ya existen lecturas de cómo éstos inciden en actividades como la agricultura, y alteran índices económicos. La situación tiene, como siempre, una explicación científica, esta vez vinculada con una corriente oceánica que estaría incidiendo en el clima. ACOMPAÑA ESTE NÚMERO ~ ESCIENCIA Los chicos no solo aprenden ciencia sino que también se animan a contarla. Esta edición de ConCIENCIA se distribuye junto con EsCIENCIA, la revista de divulgación de la Escuela Primaria de la UNL. Revista semestral de divulgación científica Año 17, N° 21. Diciembre de 2012

ConCiencia - Volumen 21

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Publicación de trabajos científicos dentro de los campos disciplinares específicos.

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Page 1: ConCiencia - Volumen 21

Un huracán, granizos, fuertes tormentas que terminan encontrándose con los rayos del sol: el tiempo está loco.

Investigadores de la UNL explican este fenómeno, que debe ser leído –dicen– a la luz de los cambios climáticos que pone en evidencia este comienzo de siglo.

Para completar el enfoque: la ciencia avanza en la anticipación de los fenómenos meteorológicos. Y ya existen lecturas de cómo éstos inciden en actividades como la agricultura, y alteran índices económicos.

La situación tiene, como siempre, una explicación cientí�ca, esta vez vinculada con una corriente oceánica que estaría incidiendo en el clima.

ACOMPAÑA ESTE NÚMERO

~ESCIENCIALos chicos no solo aprenden cienciasino que también se animan a contarla.Esta edición de ConCIENCIAse distribuye junto con EsCIENCIA,la revista de divulgación de laEscuela Primaria de la UNL.

Revista semestral de divulgación científicaAño 17, N° 21. Diciembre de 2012

Page 2: ConCiencia - Volumen 21

2 revista ConCIENCIA

s

EditoresSecretaría de Ciencia y TécnicaDirección de Comunicación Institucional

DirectoraRomina Kippes

Coordinación de diseñoAlejandro Gariglio

Diseño y DiagramaciónLisandro Giménez CorteAlejandro GariglioColaboración: Juan Pablo Soto

Escriben en este númeroPriscila FernándezFernando LópezMariana RomanattiCarolina RevueltaLaura CorralViviana EdsbergSilvina ChávezAntonio Mangione

sumario

staff

ConCiENCia es editada por la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Litoral y por la Dirección de Comunicación Institucional, Bv. Pellegrini 2750 S3000ADQ Santa Fe.

teléfono: (0342) 4571100

E-mail: [email protected].

Revista semestral de distri-bución gratuita. issN: 0328-3992.

rectorAlbor Cantard

secretaria de Ciencia y técnicaErica Hynes

Directora de Comunicación institucionalRomina Kippes

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¿Qué está pasando con el tiempo?Salir con remera y volver con abrigo; despertar con sol y almorzar con lluvia. Ya nada parece normal. ¿Es culpa del Niño?

octubre, mes atípico para las lluviasOctubre lleva el promedio de la mayor cantidad de lluvia caída en el último tiempo. ¿Puede pronosticar-se con precisión?

Proponen usar el agua con más eficiencia para afrontar su escasezEspecialistas ya pronostican que habrá déficit en el recurso hídrico. ¿Se puede revertir la situación?

La variable clima y los cultivosLas variaciones en el clima influyen de manera di-recta en el agro. Para eso nació la agromática; la explicación de un especialista.

un radar meteorológico ayuda a predecir tormentasUn radar permite anticipar con precisión los eventos meteorológicos con relativa anticipación.

fotoimpresiones. Un paseo por las islas de Santa FeLas aves, el sonido del oleaje que genera el viento sobre el agua, el aroma a irupé y la majestuosidad del sexto río más grande del mundo pintan las posta-les del Litoral. Un paseo por tanta belleza, en fotos.

Entrevista. Esta vez, la radiografía de un hombre duro: Alberto Cassano, una institución científica.

actualidad científica.La cultura científica como articuladora de saberes.Un recorrido por los festivales de ciencia de la Facul-tad de Ingeniería Química.

Muchas manos en un plato hacen mucho garabato¡La Escuela Primaria ya tiene su revista de divulga-ción hecha por chicos!

Comunicar la ciencia hoyEcos del II Congreso Internacional de Comunicación Pública de la Ciencia.

La última.Publicaciones.Bases y condiciones para la presentación de trabajos.

revista ConCiENCia. Año 17 Nº 21

t El tema Tiempo loco

ú

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El lugar de la ciencia en la universidad del Centenario

EDitoriaL

Entre 2011 y 2012 la UNL ha dado señales muy claras del va-lor q ue asigna a la investigación, otorgándole a la generación de conocimientos un lugar entre sus funciones sustantivas, destacando a la investigación como una prioridad y destinando un importante esfuerzo institucional a la evaluación de la fun-ción de investigación y desarrollo.La importancia que la universidad brinda a la generación de conocimientos se hizo evidente desde el comienzo del diálogo y la construcción de consensos que precedieron a la aprobación del nuevo Plan de Desarrollo Institucional (PDI), que avizora la Universidad del Centenario, ya que se prolongará hasta 2019 cuando la UNL alcance su primer siglo de vida. En este do-cumento, donde explicita su política institucional, sus fines y los horizontes que persigue, la UNL brindó a la investigación un lugar destacado entre sus líneas de orientación prioritaria, estableciendo como un objetivo general el fortalecimiento de la investigación con proyección al medio social y productivo como un factor estratégico del crecimiento institucional, poniendo en juego para ello la articulación de acciones con organismos regionales, nacionales e internacionales, y potenciando la pro-ducción de conocimientos en todas las ramas del saber. La implementación del PDI trasciende la toma de posición, ya que se ha plasmado en proyectos concretos, muchos de los cuales ya se encuentran en ejecución. Entre ellos, se destaca el proyecto de mejora y expansión de la función investigación y desarrollo en la universidad, dirigido a consolidar las líneas de mayor fortaleza, y atender a aquellas de desarrollo todavía insuficiente, siempre en pos de la alta calidad de las investi-gaciones y la relevancia de dicha labor para la enseñanza de grado y posgrado y el desarrollo del sitio territorial. El proyecto de mejora y expansión de la función I+D dio inicio con una acción diagnóstica cuya primera etapa, consistente en un proceso de autoevaluación, finalizó en 2012 con la publica-ción y amplia difusión del informe ante la comunidad univer-sitaria. La etapa diagnóstica del proyecto continuará con una evaluación externa, para culminar con la elaboración de un plan de mejoras en 2013. Todo ello ha significado un gran esfuerzo y compromiso de toda la comunidad universitaria del Litoral.En 2012 la UNL modificó su Estatuto, llegando a plasmar en su norma basal el valor que otorga a las tres funciones sustan-tivas -la enseñanza, la investigación y la extensión-, aspirando a su integración y al mutuo fortalecimiento de unas y otras. Este anhelo de integración y sinergia académica constituye un desafío para toda la comunidad universitaria del litoral, y refle-ja la identidad y convicciones de la UNL desde su nacimiento reformista. Este compromiso marca nuestro futuro.

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3revista ConCIENCIA

t el tema tiempo loco

3revista ConCIENCIA

Huracanes, tormentas convectivas, llu-vias intensas, granizadas y ráfagas de viento fuera de lo común; todo se une en la pantalla del televisor, en los comenta-rios de redes sociales y en una sensa-ción que, en la calle, parece apuntar a una sola consigna: el tiempo está loco. La última primavera sorprendió a los santafesinos con fuertes tormentas, a la par de temperaturas imprevisibles, que alternaban el frío y el calor de una mane-ra inusual. Tales escenarios no sólo se vivieron en esta ciudad, sino también en distintas zonas del país, que se vieron sorprendidas por fenómenos similares. ¿Casualidad o causalidad?“El sistema climático es uno sólo y has-ta cierto punto, todo tiene que ver con todo”, comenzó su explicación Norberto García, climatólogo de la Facultad de In-geniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Y no sólo el sistema climático es uno, sino que nunca se encuentra en verda-dero estado de equilibrio: está sufriendo variaciones constantemente. “Esas modi-ficaciones pueden tener su origen en los océanos, en el balance de radiación en el tope de la atmósfera y/o en modificacio-nes en la circulación general de la atmós-fera que provocan la ocurrencia de fenó-menos fuera de temporada. Lo extraño no es que haya un tornado, sino que ocurra fuera de temporada”, subrayó García.Inesperados o no, los fenómenos extre-mos ocurren y la pregunta obligada es por qué. Si bien en estas condiciones suelen circular un sinfín de discursos con hipóte-sis de las más diversas, el factor común de muchas de ellas es el fenómeno de “El Niño”, nombre con el cual se denomi-na la fase de calentamiento de las aguas superficiales del Pacífico Ecuatorial. Esta corriente estuvo vinculada con numero-sos fenómenos climatológicos tristemen-te conocidos, por lo que culpar al Niño pa-reciera ser una fórmula redimitoria. Pero puede que no sea así esta vez.“Todo el mundo le hecha la culpa al Niño, aunque no es suficiente: si los océanos se calientan en otras regiones, también pue-den producir problemas”, afirmó García.

salir con remera y volver con abrigo, o despertar con

sol y almorzar con lluvia: ya nada parece normal.

Esta primavera sorprendió a muchos debido a la apa-

rición de fenómenos atípicos, el cambio inusual de

temperaturas, fuertes tormentas y ráfagas de viento;

y el incremento en las precipitaciones. algunos men-

cionan al Niño como responsable de los caprichosos

cambios. ¿Qué hay de cierto? ¿Por qué el tiempo

está tan loco?

¿Qué está pasando con el tiempo?

PRISCILA FERNÁNDEZ—

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4 revista ConCIENCIA

un Niño travieso

Aunque se tiene conocimiento de la sucesión de hechos que provoca este fenómeno conocido como la Corriente del Niño, su factor desencadenante es aún desconocido para la ciencia. El Niño tiene lugar en la zona de Ecuador; ocurre cada 3 a 6 años y tiene una duración de entre 12 y 18 meses. Los pescadores peruanos lo bautizaron de esta manera debi-do a que suele surgir en las últimas semanas de diciem-bre, coincidiendo con la llegada del Niño Jesús, como se conoce en algunas zonas de Sudamérica a Papá Noel. En cambio, se llama La Niña al fenómeno meteorológi-co que suele seguir a El Niño (aunque no siempre van unidos). Se le dio ese nombre porque sus efectos son, justamente, los contrarios. Se presenta en intervalos de 2 a 7 años, durante un período que va entre los 12 y los 18 meses. A pesar de que ambos se desarrollan en el Océano Pací-fico, también repercuten negativamente en otras partes del planeta.

El Niño hoy

Las temperaturas de la superficie del Pacífico Ecuatorial se mantienen elevadas en el orden de 1ºC. Por esto, se considera que la cuenca del Pacífico se encuentra en el borde entre condiciones de estado neutral de El Niño-Southern Oscillation (ENSO) o Niño débil. Si bien la ten-dencia es a la baja en las temperaturas, aún persisten regiones extensas con temperaturas por encima de los valores promedios.A futuro, la mayoría de los modelos indican que el borde entre condiciones del ENSO-neutral/El Niño débil conti-nuarán, y alrededor de la mitad sugieren que El Niño se desarrollará, pero permanecerá en un estado débil.

Desde los océanosDe acuerdo a los datos actuales, la os-cilación de temperatura que se registra corresponde a un “Niño leve”, es decir, a un calentamiento del orden de 1ºC por sobre los valores promedio. Para lograr dimensionarlo, García recordó que las grandes inundaciones sufridas por San-ta Fe en los años 1982/1983, 1992 y 1998 ocurrieron en fase Niño, con una diferencia de 5ºC, 6ºC y 7ºC con relación a la temperatura promedio.

“Todos preguntan actualmente qué pasa con El Niño y la verdad es que no pasa nada. Cuando el Niño es muy intenso nos afecta casi directamente y no hay duda, pero este no es el caso”, desestimó.De acuerdo con García, algunas explica-ciones sobre lo que está ocurriendo con el clima se pueden encontrar en otras zo-nas del Pacífico Sur. “En estos momen-tos se está calentando el Pacífico Sur, por eso las tormentas que traen agua no vienen de la Amazonia –como ocurre cuando hay Niño– sino que provienen del suroeste. Por eso hay tantas lluvias en Bueno Aires, La Pampa y el sur de Córdo-ba”, recalcó García.En este caso, el problema no es una va-riación importante de temperatura sino la cantidad de agua que se encuentra afec-tada. Un enorme volumen de agua más caliente, desde Australia hasta Sudamé-rica, forma un corredor donde soplan los vientos del Oeste.Si bien existe un consenso en la comu-nidad científica sobre las repercusiones que tienen los cambios de temperatura en el agua del Pacífico en el sistema cli-mático, no es posible afirmar qué efecto específico tendrá cada variación en una zona particular de un océano tan vasto como el Pacífico. “No estamos en condi-ciones de decirlo, en cambio el Niño es más simple porque ocurre en una zona de gran tránsito de buques y permite su estudio”, comparó.

Pero más allá de su bastedad, el océano Pacífico no es el único que influencia el clima que gobierna esta región del mun-do. El Atlántico, a pesar de ocupar la mi-tad de superficie que el Pacífico, también afecta lo que ocurre en el continente. “Los cambios son muy rápidos y a lo me-jor una temperatura fuera de lo normal -supongamos un aumento de 1ºC ó 2ºC en el Atlántico, en dos meses desapare-ce, y en el Pacífico no”, dijo García.

Lo que se vienePara poder hacer predicciones, los in-vestigadores del clima recurren a mo-delos climáticos. Se trata de sistemas sumamente complejos que se operan en súpercomputadoras y manejan datos a escala global. Si bien cada uno prevé escenarios distintos, al promediar sus proyecciones es posible obtener una ten-dencia, y en este caso se pronostica que el Niño vaya cediendo. Según se espera, entre mayo y julio del 2013 la tempera-tura del Pacífico ecuatorial llegaría a va-lores promedio. “Eso no quiere decir que cesen las lluvias o los fenómenos. No se-rán culpa del Niño porque tenemos muy caliente el Pacífico Sur y bastante calien-te el Atlántico. Tampoco significa que en el verano 2013/2014 no se genere un Niño, hay que ver cómo reacciona el sis-tema climático”, anticipó García.

t el tema tiempo loco

VariaCiÓN DE La tEmPEratura DEL PaCÍfiCo ECuatoriaL

Anomalías en la temperatura del agua superficial en el Pacífico ecuatorial en relación con los valores promedios del período 1981 - 2010

fuente: Climate Prediction Center - National Weather Service

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5revista ConCIENCIA

Algunos eventos meteorológicos tuvieron su momento de fama en redes sociales y medios de comunicación, debi-do a la dimensión del fenómeno, medida en agua caída, velocidad del viento y también tamaño del granizo. Al observar el Litoral y el río de la Plata no se piensa en tornados, pero la realidad es que dadas ciertas condi-ciones estos fenómenos pueden ocurrir. “Históricamente para que ocurran se requería que la litósfera (o el suelo) estuviera caliente”, destacó Norberto García.Así, el 10 de enero de 1973 San Justo fue golpeada por un tornado categoría F5 que dejó un saldo de 63 muertes. “Se produjo en la época de calor, que es precisamente cuando uno espera que aparezcan esos fenómenos. Pero que haya granizadas en los meses de junio, julio y agosto, así como el que haya tornados fuera de temporada, eso es lo que es-tamos viendo y no es esperable”, subrayó el climatólogo.

El calentamiento de los océanos genera vapor de agua, que llega al continente y llueve. “En nuestra zona llueve más, y mucho”, acotó García y destacó que hay 40% más de días de lluvia por año en comparación con lo que llovía antes del año 1980. Eso se ve tomando como referencia a la ciudad de Rafaela, por ejemplo, cercana unos 95 kilómetros de la capital de Santa Fe.“En este momento lo que está determi-nando la situación actual es, fundamen-talmente, la temperatura de los océanos, el balance de radiación en el tope de la atmósfera y la pequeña perturbación que puede haber en la circulación general de la atmósfera”, afirmó García. Según expli-có, las modificaciones en la temperatura provocan cambios en la circulación, de la cual dependen las precipitaciones. Algunos especialistas vinculan las modi-ficaciones en el clima con cambios en la radiación solar. “La realidad es que eso hoy no lo podemos medir con los instru-mentos que contamos. Por eso no se puede afirmar que no afecte, pero tam-poco se puede aceptar como un hecho cierto”, analizó.

¿Cambio o variabilidad?Los océanos, la atmósfera, los hielos continentales y marinos –la criósfera-, la vegetación y la litósfera; todos juntos conforman el sistema climático que “es uno solo y muy complejo”, recalcó Gar-cía. Y es en ese sistema que hay una cantidad de agua, “lo que sobra por un lado, le falta por el otro”, comentó.De este modo, mientras que en el nor-deste de Argentina, el sur de Paraguay y

de Brasil hay lluvias en exceso, en el nor-deste de Brasil y en Colombia sufren de sequía. “Esto último es gravísimo porque el río Magdalena, por ejemplo, genera el 85% de la energía de Colombia y si no tienen agua”, analizó.A pesar de esta dinámica permanente, no todo lo que cambia es señal de un “cambio climático”. Los climatólogos se refieren a la variabilidad climática para referirse a las variaciones propias de un estado atmosférico en su estado de equi-librio provisorio. Toman como referencia, para ello, períodos interanuales o inter-decadales.Mientras tanto, al referirse a un cam-bio climático se pone el énfasis en que precisamente lo que se modificó es la línea media de ese equilibrio y para ello se toman períodos de tiempo mayores. “Cuando hay un cambio se modifica el

promedio, la dispersión alrededor de ese promedio y se van modificando otras componentes del sistema climático que van cambiando el comportamiento”, des-tacó el especialista.En Santa Fe, por ejemplo, los investigado-res de la UNL identificaron tres períodos con diferencias climáticas significativas a lo largo del siglo XX y hasta la actuali-dad. Así, mientras que en los comienzos del 1900 y hasta la década de 1930 fue un período húmedo, le siguió otro, entre los años ´40 y los ´60, seco. Finalmen-te, en la década de 1970 comenzó un período que parece extenderse hasta la actualidad denominado como “hiperhú-medo”, ya que presenta un incremento en las lluvias del 20%, mientras que los caudales de los ríos de la región se incre-mentaron en un 35%. “Es un salto enor-me que marcó un período con grandes

inundaciones del Paraná y de los bajos submeridionales”, destacó.Estos escenarios de cambio no sólo son de interés para meteorólogos y climatólo-gos ya que las modificaciones en el clima de una región repercute en una variedad de dimensiones que incluyen su actividad productiva, organización territorial y obras de ingeniería. Según explicó García, las obras de infraestructura requieren una previsión en función de la cual se calcu-lan los márgenes de seguridad. Los que se tomaban de referencia hace décadas pueden ya no ser válidos.

GraNiZo—1. 29/10/2012MARCOS PAZ

BUENOS AIRES Piedras de 4 - 5 cm.

2. 28/10/2012RICARDONE

SANTA FEGranizo de 5 cm.

3. 28/10/2012ROJAS

BUENOS AIRESPiedras de 1 cm.

4. 22/10/2012GRANADERO

BAIGORRIA

SANTA FE

5. 19/10/2012CÓRDOBA

CÓRDOBA

6. 16/10/2012RESISTENCIA

CHACO

7. 09/10/2012CONCORDIA

ENTRE RÍOSGranizo entre los 2 y 3 cm.

8. 09/10/2012SANTA FE

SANTA FE

9. 02/10/2012SANTA FE

SANTA FE

10. 02/10/2012PARANÁ

ENTRE RÍOS

11. 18/09/2012EL COLORADO

FORMOSAGranizo menor a 1 cm.

12. 05/09/2012SAN AGUSTÍN

CÓRDOBA

rÁfaGas DE ViENto—13. 30/10/2012CÓRDOBA

CÓRDOBA

14. 23/10/2012GENERAL LAGOS

SANTA FE80 km/h.

15. 22/10/2012GENERAL LAGOS

SANTA FE70 km/h.

16. 16/10/2012GENERAL LAGOS

SANTA FERáfagas de 68 km/h

17. 19/09/2012URUGUAY

Vientos de 170km/h. en Punta del Este y 120 km/h. en Montevideo

18. 18/09/2012SALTA

SALTAVelocidades entre 80 y 120 km/h.

19. 18/09/2012GENERAL LAGOS

SANTA FE95 Km/h.

torNaDo—20. 03/11/2012CÓRDOBA

CÓRDOBA

21. 29/10//2012RÍO TALA

BUENOS AIRES 110 km/h.

22. 04/04/2012 4 TORNADOSBUENOS AIRES

Dos F2 zigzaguearon desde el sur de Luján, pasando por General Rodríguez, Moreno, Merlo, Ituzaingó, Castelar, Morón, Haedo, Ramos Mejía, zona sudoeste y sur de Capital Federal y finalmente Dock Sud.Otro F2 desde Ciudad Evita hasta Punta LaraF1 en Almirante Brown.

fuente: Servicio Meteorológico Nacional

Las tormentas que fueron noticia

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6 revista ConCIENCIA

En 2012, octubre fue el mes más lluvio-so del año, con nada menos que 256,6 mm caídos. El mes que le siguió fue fe-brero (157,4 mm) y el tercero fue marzo (135,2 mm). Pero este octubre fue aún más especial, si se analiza desde una perspectiva histórica a largo plazo: quedó registrado como el segundo octubre más lluvioso de los últimos 40 años. Lidera el ranking el de 1993, cuando precipitaron 484,2 mm. La pregunta es: ¿se trata de algún cambio que esté sucediendo en el sistema climático? Todo parece indi-car que para entender qué sucedió este 2012, hay que analizar cómo se distribu-yen las lluvias en la región cada año.Octubre de 2011 fue similar al de 2012. Sin embargo, que la mayor cantidad de llu-vias hayan caído en octubre se entiende desde el punto de vista de los fenómenos cíclicos que ocurren dentro de períodos de varios meses. “Cada año, en nuestra zona, la temporada de lluvias arranca a fines de septiembre o principios de octu-bre y termina en marzo o abril, pero gene-ralmente son éstos dos últimos los me-ses más lluviosos del año. Eso no quita que justo en octubre se puedan registrar las mayores lluvias acumuladas”, explicó Ignacio Cristina, integrante del Centro de Informaciones Meteorológicas (CIM), de-

pendiente de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH) de la UNL.Según acotó, si nos remontamos a dos años atrás, a 2010, en octubre hubo 57 mm de lluvias, la mitad de lo que se es-peraba según los datos históricos que dispone el CIM. En contrapartida, en febrero de ese mismo año, precipitaron 357 mm, mucho más de lo medido en octubre de 2012.“En general, los máximos picos de los últimos diez años se dieron mayormente en marzo, coincidiendo con el máximo de la temporada de lluvias en un año típico. No se puede decir que octubre marque una tendencia, sino que es una casuali-dad que se dio tanto en 2011 como en 2012. En 2009, por ejemplo, octubre no fue muy lluvioso, pero sí lo fue marzo, no-viembre y diciembre. Si nos remontamos un año más atrás, el mes más lluvioso fue febrero”, detalló.Un dato interesante, y que tocó de cer-ca a todos los santafesinos, es que en los años 2003 y 2007, en los meses de febrero, marzo y abril, se tuvieron condi-ciones de lluvias extraordinarias. Esos mismos años, la ciudad se inundó en marzo-abril producto de estos fenóme-nos. Para Cristina, esto marca un com-portamiento típico para nuestra región.

El décimo m

es de 2012

se caracterizó por las continuas precipitaciones,

al punto de ser el segundo más lluvioso de los últim

os 40 años en la región.

¿Es el síntoma de que algo está cam

biando

o parte de los caprichos habituales del tiempo?

octubre, mes atípico para las lluvias

SO

BR

E MO

JADO

t el tema tiempo loco

FERNANDO LÓPEZ—

Page 7: ConCiencia - Volumen 21

7revista ConCIENCIA

ComParaCiÓN DE miLÍmEtros DE LLuVias

ENtrE sEPtiEmBrE Y oCtuBrE DE 2012

Promedios anualesPodría decirse entonces que octubre fue un mes muy húmedo que condice con un año extraordinariamente lluvioso. Pero, según los datos históricos, lo que va del año 2012 fue prácticamente normal. Sin ir más lejos, en 2011 hubo más precipi-taciones: entre enero y octubre cayeron 1008 mm, mientras que en el mismo período de 2012 fueron 919 mm. “Este año, a pesar de haber tenido lluvias muy importantes en febrero, marzo y octubre, en el resto de los meses se registraron precipitaciones normales o inferiores. En 2010 las precipitaciones acumuladas para el mismo período fueron de 952 mm, casi lo mismo que los dos años si-guientes”, contó Cristina.“Los promedios de lluvias anuales de San-ta Fe siempre rondan los 900 y los 1000 mm. Uno puede asombrarse porque las lluvias se duplicaron en octubre de 2012, pero en julio, por ejemplo, cayeron 9 mm. Casi nada. Sólo el día 20 de octubre se acumuló casi la misma cantidad de lluvia que llovió todo ese mes”, apuntó.Los datos de lluvias de que dispone el CIM comienzan desde 1901, pero por una cuestión de seguridad y exactitud del dato se toma desde la década del ´70, cuando se optimizó la manera de recopi-lar la información. Desde esa fecha hasta hoy, el año más lluvioso fue el 2000, con 1654,3 mm. Le siguen 1978 (1569 mm), 1973 (1409 mm), 2007 (1393 mm), año de una de las inundaciones por lluvias de Santa Fe, y 1981 (1377 mm), mien-tras que 2012 se encuentra ubicado en el puesto 32. “Se podría creer que 2003 (1056 mm), año en que se produce la otra inundación por lluvia, fue extraordinariamente lluvio-so. Pero el problema de la catástrofe que vivimos los santafesinos estuvo genera-do en que, si bien se produjeron muchas lluvias en esta región, también se regis-traron precipitaciones muy importantes en la cuenca del Salado”, destacó.

mes atípicoA la luz de esos datos, Cristina aclaró que octubre de 2012 puede ser califica-do como un mes atípico en cuanto a llu-vias, pero no uno extraordinario, debido a que si bien registró un monto elevado, cuando se refiere al total anual no repre-senta un valor significativo.“Octubre de 1993 sí puede ser catalo-gado como extraordinario, porque llovió casi la mitad del total anual de la región, o marzo de 2007, porque cayeron 551,5 mm”, argumentó.“Lo que pasó ahora nos cambió un poco el panorama de octubre, pero, en gene-ral, la tendencia se sigue manteniendo. Ahora hay una tendencia a que el fenó-meno Niño se mantenga en muy leve o que vaya decreciendo, por lo que se esperan condiciones muy típicas para lo que son nuestros veranos: lluvias norma-les, con posibilidades de montos un poco superiores, y temperaturas normales o superiores”, abundó.

tiempo caprichosoPero a pesar de toda la información dispo-nible, según Cristina es difícil saber qué sucederá el próximo octubre o en todo 2013. “Por ejemplo, para julio de este año esperábamos 23 mm y 22 mm para agosto. Sin embargo, tuvimos 11 mm y 121 mm, respectivamente. Esto sucede porque las estadísticas sirven como una herramienta para saber qué podemos esperar. Si alguien tiene que hacer una obra, sabrá que la deberá llevar a cabo entre junio y agosto, porque lloverá me-nos. Sin embargo, no quiere decir que no lloverá, sino que habrá menos probabili-dades. El problema es que la naturaleza es muy caprichosa”, destacó.A ese “capricho” se suma el hecho de que las personas que trabajan en meteo-rología, calculan qué puede suceder con el tiempo con sólo una pocas variables de estudio (presión atmosférica, tempera-tura, humedad, vientos y radiaciones, etc), cuando en realidad en estos fenómenos intervienen muchísimas más, muchas de ellas imposibles de ser medidas con las tecnologías con las que cuentan hoy. “Uno trata de dar un pronóstico lo más acerta-do posible, pero es una quimera decir que mañana lloverá tal cantidad de milímetros a una determinada hora”, finalizó.

fuente: CIM (FICH - UNL)

Page 8: ConCiencia - Volumen 21

8 revista ConCIENCIA

t el tema tiempo loco

Desde principios de 1800, basados en una clasificación del químico inglés Luke Howard, los meteorólogos conocen a las nubes altas (ubicadas a una altura que varía entre los 5 a 13 km) como Cirrus, Cirrocumulus y Cirrostratus; mientras que las nubes medias (2 a 7 km) pueden ser Altocumulus, Altostratus y Nimbostratus; y las bajas son Stratocumulus y Stratus. Las que se desarrollan verticalmente, por lo cual no se pueden clasificar por su al-tura, son Cumulus y Cumulonimbus. Según el meteorólogo y periodista científico Mauricio Saldívar, las nubes son producto de la condensación del agua que, dependiendo de su altura, se encuentra en estado líquido o sólido. Por otro lado, la forma de esas nubes res-ponde a su proceso de formación: “Por ejemplo, nubes tipo Cumulus se forman por el ascenso del aire desde capas más bajas de la atmósfera hacia arriba, lo que le da forma de copas invertidas o cúmu-los. Además, existen las de tipo Stratus o nubes estratificadas, que tienen un proceso de formación muy lento”, contó. “Por otra parte, los cirros o tipo Cirrus, son nubes situadas en niveles altos que se componen de cristales de hielo. A la vez, los Nimbus son nubes asociadas a las precipitaciones, son más densas y generalmente se dan en capas estratifi-cadas”, aseveró.

Cumulusnimbus Saldívar destacó además que los Cu-mulonimbus se pueden identificar por ser las nubes de mayor desarrollo vertical que cubren los tres niveles de altura: las ca-pas altas, medias y bajas: “Tiene entre 12 y 15 km de desarrollo y son las que generalmente están asociadas a las tor-mentas. En sus distintos grados de desa-rrollo, los Cumulus pueden producir chapa-rrones, mientras que los Stratus pueden provocar lloviznas y lluvias”, detalló. “Muchas veces los Cumulonimbus es-tán acompañados por un yunque, nube de forma aplanada de gran desarro-llo vertical debido a que las gotas van creciendo por choque. Cuando estas nubes alcanzan un determinado nivel, comienzan a solidificarse y formar gra-nizo que choca con otros cristales de agua y adquiere mayores dimensiones. Finalmente, ese granizo alcanza un peso que vence la resistencia del aire y cae al suelo”, apuntó.

Además, son esos mismos yunques los que generan intensa actividad eléctrica, según acotó. “Hay también Cumulonim-bus denominados calvus, que tienen for-mas redondeadas y pueden generar pre-cipitaciones. Pero hay muchos más: los Cumulus congestus, mediocris, humilis y otras formas de clasificación que depen-den del nivel de desarrollo vertical que posean”, enumeró. “Una nube curiosa es la mamatus, que crece debajo de las Cumulonimbus y que se llaman así porque tiene forma de mama. Además, hay otras con forma de platos voladores llamadas Altocumulus lenticularis, que se ven en zonas de mon-tañas y que indican turbulencias”, afirmó. Saldívar expresó por último que existen muchas más clasificaciones y que desde 1950 no se incorporan nuevas formas al atlas de nubes. Por ahora, basta saber que cuando se aproxime una nube tipo Cumulonimbus habrá que ir preparando el paraguas.

No es de agoreros sino cuestión de meteorología la

posibilidad de “leer” las nubes para saber qué suce-

derá (o no sucederá) con el tiempo cuando presen-

ten determinadas características. Es que la ciencia

ya se ha dedicado a sistematizar las formaciones

nubosas y así poder predecir mejor los fenómenos.

Mirar el cielo... y leer las nubes

CirrusEl nombre “cirrus” deriva del latín “hebra de cabello” o “mechones”. Un cirrus o cirro es un tipo de nube compuesto de cristales de hielo y caracterizado por bandas delgadas, finas, acompañadas por “copetes”. A veces estas nubes “en voluta” son tan extensas que virtualmente resultan indistinguibles una de otras, formando

una hoja o velo llamado “cirrostratus”.

Nimbus Nimbus es una palabra latina que significa ‘nube de lluvia’ o ‘tormenta de lluvia’. El prefijo ‘nimbo-’ o el sufijo ‘-nimbus’ indica una nube de precipitación; por ejemplo, una nube nimbostratus es una nube stratus de precipitación, y una nube cumulonimbus es una nube cúmulus de precipitación, que llega al suelo en forma de lluvia, granizo o nieve. Son de color gris oscuro y su base es irregular.

stratus Stratus o estrato -del latín “extendida, ensanchada”- es una nube caracterizada por capas horizontales con una base uniforme, en oposición a las nubes convectivas que son tan altas como anchas (las Cúmulus). El término Stratus se usa para describir nubes chatas, sin formas, de baja altitud. Estas nubes no suelen precipitar, transformándose, si están suficientemente bajas en altitud, en neblina, niebla, o en llovizna. Las formaciones de estratos vienen acompañados de precipitación con nimbostratus. Esas formaciones a altas altitudes de estratos incluyen a altostratus y cirrostratus.

Cúmulus Cúmulo, cumulus en latín, significa ‘por acumulación’. Los cúmulos o cúmulus son un tipo de nube que exhibe considerable desarrollo vertical, tiene bordes claramente definidos y un aspecto que a menudo se describe como algodonoso o parecido al algodón. Los cúmulos pueden formarse solos, en filas o en grupos. Dependiendo de los fectos de otros factores atmosféricos, como la inestabilidad, la humedad y el gradiente térmico, los cúmulos son precursores de otros tipos de nubes, como el cúmulonimbo.

FERNANDO LÓPEZ—

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9revista ConCIENCIA

El cambio climático está alterando el comportamiento de los sistemas natura-les. En los recursos hídricos, su impac-to puede disminuir la disponibilidad de agua en el futuro, modificar la frecuencia e intensidad de inundaciones, entre otros efectos. “La medida clave para mitigar-los consiste en mejorar la eficiencia en el uso de los recursos hídricos, incluso en situaciones de abundancia de agua, y cuantificar con precisión la disponibilidad del recurso en relación con la demanda. Es muy importante que la sociedad en su conjunto comprenda que los recursos hídricos constituyen un patrimonio natu-ral que debe ser protegido y no utilizado indiscriminadamente”, afirmó el Dr. Luis Garrote de Marcos, investigador de la Uni-versidad Politécnica de Madrid que visitó recientemente la FICH para desarrollar ac-tividades en el marco del proyecto Vulne-rabilidad, Impactos y Adaptación al Cam-bio Climático sobre los Recursos Hídricos en Iberoamérica (VIAGUA) del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, CYTED Investigación. Según el especialista, la disponibilidad de agua a fin de siglo en el sur de Europa se reduciría un 30%. Es una estimación que obtuvo a través de análisis predicti-vos a largo plazo (período 2070-2100), realizados en cuencas de ese continen-te. No obstante, “la metodología y las

herramientas de análisis utilizadas son aplicables en cualquier parte del mundo con escasez de agua”, aclaró Garrote de Marcos tras comentar que algunas regio-nes de Iberoamérica, como la patagonia argentina, comparten este problema que padece el mediterráneo europeo.

Cambio de paradigmaMejorar la eficiencia en el uso del agua supone, para su materialización en políti-cas públicas, un cambio de paradigma en la gestión de los recursos hídricos. “En muchos países del mundo es posible ob-servar este cambio, ya que no se trata de potenciar la utilización del recurso, sino de regular la demanda para garantizar su disponibilidad en el futuro. Se ha pasado de una visión centrada en los usos del agua a un enfoque basado en la protec-ción y conservación del recurso”, remar-có el especialista.Según Garrote de Marcos, esto exige es-tablecer un orden de prioridades de los di-ferentes usos del recurso, de acuerdo a la realidad de cada región donde se aplique. “Es decir, discriminar entre los usos en áreas urbanas y rurales, así como entre el consumo humano para satisfacer necesi-dades básicas o para realizar actividades económicas o recreativas”, explicó. Además de este cambio de paradigma, el investigador destacó la importancia cada

según el Dr. Luis Garrote de mar-

cos, investigador de la universi-

dad Politécnica de madrid, la dis-

ponibilidad de agua a fin de siglo

en el sur de Europa se reduciría

un 30%. mejorar la eficiencia en

su uso, incluso en escenarios de

abundancia, es una medida clave

para mitigar esta problemática

causada, entre otros fenómenos,

por el cambio climático.

vez más creciente de la participación ciudadana en la definición de políticas públicas. “En la década de los 70 y 80, las políticas vinculadas a la gestión de los recursos hídricos eran normalmente tomadas en ámbitos gubernamentales y por personal técnico especializado. En los últimos años, en numerosas partes del mundo se ha incremento la participación de distintos actores sociales, como aso-ciaciones de consumidores y organizacio-nes no gubernamentales, en los procesos de toma de decisiones”, concluyó.

sinergiaVIAGUA, coordinado por Garrote de Marcos, tiene como objetivo promover el intercambio de conocimientos y ex-periencias entre grupos y proyectos de investigación, basados en análisis de vulnerabilidad, evaluación de impactos e identificación de políticas de adaptación al cambio climático sobre los recursos hídricos. En Argentina, la UNL a través de la FICH es la única institución universita-ria que participa con sus investigadores Marta Marizza (coordinadora del grupo), Gustavo Ferreira, Leticia Rodríguez y An-drea Gómez. El taller realizado en Santa Fe tuvo como objetivo cuantificar el im-pacto del cambio climático en cuencas de llanura mediante métodos de evalua-ción confiables.

Proponen usar el agua con más eficiencia para afrontar su escasez

RECURSOS HÍDRICOS Y CAMBIO CLIMÁTICO

MARIANA ROMANATTI—

Page 10: ConCiencia - Volumen 21

10 revista ConCIENCIA

CorrimientoLas simulaciones agromáticas que utiliza Grenón tienen incorporada información meteorológica que les proporciona INTA Rafaela desde el año 1937. A la vez, se encuentran armando bases de datos de los suelos de la provincia.De ese modo, saben que desde hace unos 40 años el clima fue cambiado bastante en nuestra zona. “Hubo un pe-ríodo de bonanza en cuanto a lluvias, lo cual facilitó el corrimiento de la frontera agrícola. Las lluvias que antes se daban hacia el este se fueron corriendo hacia el oeste”, destacó.Grenón sostuvo además que, a futuro, para Santa Fe y el centro de la Argentina esperan una tendencia al incremento de esas lluvias: “Todo esto nos sirve para ir previendo un escenario con 10 o 15 años de anticipación y armar una infraes-tructura para adecuarnos a ese posible cambio”, adujo.Por otra parte, a nivel micro, afirmó que los productores no se muestran preocu-pados por esos largos plazos, sino sólo por saber qué sucederá en los lapsos que duran las campañas.“En cuanto a los escenarios del 2050, por ejemplo, no sabemos exactamente qué sucederá, porque puede ser que haya más o menos humedad que ahora, según los distintos modelos. Sin embar-

go, si a la humedad le sumamos aumen-to de temperatura y mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, será un escenario beneficioso para la agricultura en nuestra zona”, añadió.

CultivosGrenón precisó además que algunos cultivos también influyen en ese cambio climático del que tanto se está hablan-do: “Los arrozales, por ejemplo, favore-cen el efecto invernadero, porque emiten gas metano. En el país esa producción es relativamente importante, pero en el sudeste asiático, en Brasil o en África lo son mucho más”, recordó.“El maíz será un cultivo que será benefi-ciado por el cambio climático debido a la mayor temperatura invernal y a la menor cantidad de heladas. Pero otros cultivos de verano podrían llegar a sufrir en su productividad por períodos de sequía cortos, como tuvimos el año pasado o el anterior”, aseveró.En este sentido, puntualizó que cambios tan drásticos de lluvias y sequías como ocurrieron en los últimos años son alta-mente dañinos para los cultivos: “No es lo mismo una lluvia de 100 mm que diez lluvias de 10 mm, porque estas últimas se absorben menos y la planta puede aprovechar mejor el agua. Por su parte, la abundancia de líquido erosiona los suelos

o los inunda, y se aprovecha poco el recur-so, al tiempo que ahoga las raíces. La va-riabilidad es muy importante”, observó.A la vez, el cambio climático provocará más enfermedades en las plantas: “Ha-brá mayor necesidad de aplicar controles o de generar especies resistentes a las nuevas condiciones”, auguró.

adaptaciónAnte ese panorama, Grenón insistió en la necesidad de preparación y adaptación de los productores. “La gente deberá prepararse con tecnología que vayan pre-parando las empresas privadas o los ser-vicios públicos tecnológicos, con nuevas herramientas, además de capacitación”, subrayó.“También será necesario un nuevo or-denamiento territorial o aportes como el aislamiento de genes que permitan a cultivos de consumo masivo sobrevivir a períodos poco lluviosos, con lluvias in-termitentes o bien para soportar lluvias intensas”, enfatizó.A corto plazo, los modelos desarrollados por la agromática son útiles para la toma de decisiones antes de comenzar una cosecha: “Luego, sobre la marcha, se puede ir corrigiendo la ejecución de los programas en función de las lluvias, de los cambios de precios o de lo que pre-sente el mercado”, finalizó Grenón.

Aunque diversas variables influyen para pronosticar el futuro de los cultivos, por ejemplo, las plagas o los precios que se manejan en el mercado, una de las más importantes es la del clima. A la vez, es compleja y dinámica, por lo cual se uti-lizan diversos sistemas de simulación para poder estimar qué sucederá en el futuro del agro. “Es difícil tener todos los datos exactos para poder decir con pre-cisión cuál será el clima en una o dos semanas. Ni hablemos de predecir qué puede suceder en marzo o abril del próxi-mo año. Sólo tenemos escenarios pro-bables, tendencias”, dijo Daniel Grenón, que trabaja en Agromática, una discipli-na que usa la informática para procesar, capturar y distribuir información relacio-nada con los sistemas agropecuarios.Sin embargo, sostuvo que a nivel mun-dial se está proyectando el cambio climá-tico hasta el 2050-2100: “El problema es que esas perspectivas se basan en datos del 2012, aunque no sabemos a ciencia cierta cómo evolucionará el clima en el mundo. En el corto plazo, sabemos que estamos pasando por una etapa de un Fenómeno de El Niño que se suponía que sería moderado pero que no lo fue tanto. Pensamos que a mediados o fines de diciembre se atemperará y entrará en un proceso más normal”, acotó.En este sentido, el especialista comentó que con ese dato es suficiente para saber que habrá mucha humedad hasta fines de diciembre y que irá disminuyendo hasta febrero, algo que les sirve a los ingenie-ros agrónomos para crear planes de ferti-lización y de manejo ante la probabilidad de ataques de plagas. “Sin embargo, no sabemos otros datos como qué precios habrá o qué enfermedades tendremos”, planteó Grenón, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL.

La variable clima y los cultivosEn medio del cambio climático, la capacidad de adaptación de todo el sistema agronómico será fundamental. Los modelos de simulación podrían

ayudar a afrontar los cambios. Para eso se creó la “agromática”, una disciplina que combina las ciencias agronómicas con la informática.

t el tema tiempo loco

FERNANDO LÓPEZ—

Page 11: ConCiencia - Volumen 21

11revista ConCIENCIA

Prever la ocurrencia de fenómenos como tormentas convectivas o granizadas es un desafío para los modelos meteoroló-gicos. Esto se debe a que se trata de fenómenos intensos, con un tiempo de vida breve y que se desarrollan muy lo-calmente. La información recolectada por una estación meteorológica es puntual y puede no ser representativa para su área de influencia. Para poder estudiar y desarrollar mode-los que ayuden a prever la ocurrencia de estos fenómenos en la zona central de Santa Fe y Entre Ríos, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) procesan imágenes del radar meteoro-lógico instalado por INTA en la localidad entrerriana de Oro Verde. Si bien las imágenes satelitales mues-tran el desarrollo espacial de las nubes, no ofrecen el mismo nivel de detalle que permite un radar meteorológico. “Este equipo brinda información precisa y de-tallada en el tiempo y en el espacio. Por eso es una herramienta importante, no sólo para mostrar a través de la página web cómo va evolucionando una tormen-ta sino que permite usar esa información para estimar cómo puede evolucionar, qué puede pasar en media, una o dos horas”, explicó José Luis Macor, investigador del Centro de Estudios de Variabilidad y Cam-bio Climático (Cevarcam) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (FICH).“Recibimos información directa del ra-dar; llega en forma bruta a la terminal que se encuentra en la Facultad. Luego un software la procesa para la genera-ción de diferentes productos”, sintetizó.Una de estas producciones se vuelca en un sitio web (www.unl.edu.ar/cevarcam) que ofrece acceso libre a imágenes pro-cesadas que se actualizan cada diez minutos. Además, los investigadores ge-neran otro tipo de análisis que pueden servir de insumo para la toma de decisio-nes de diversas instituciones.

¿Cómo funciona?Los radares funcionan con ondas electro-magnéticas en el rango de las microon-das. Se trata de un tipo particular de onda que viaja en forma rectilínea por la atmósfera y que a medida que se aleja del emisor se va dispersando, formando un volumen de muestreo. Las ondas re-botan en los hidrometeoros que intercep-tan –como las gotas o partículas de hielo, por ejemplo- permitiendo medir su distan-cia relativa al radar, altitud y velocidad.El radar obtiene datos de reflectividad de los hidrometeoros, distribuidos espa-cialmente, que deben procesarse para detectar celdas de tormenta, conocer el desarrollo en altura de las nubes, deter-minar velocidad y dirección de viento y estimar cómo se distribuye la lluvia en el espacio. “Cada imagen corresponde a una superficie aproximada de 240km por 240km a una resolución de 1km cuadrado por píxel, esto genera informa-ción valiosa sobre la distribución de la lluvia, ya que es imposible instalar un número equivalente de pluviómetros que permita obtener la misma información”, destacó Macor. La tecnología de radar es muy útil pero tiene ciertas limitaciones que deben te-nerse en cuenta para obtener el mayor rigor en los datos. Por una parte existe un límite infranqueable en la distancia hasta donde puede ver un radar y eso está determinado por la curvatura de la tierra. “Como las ondas viajan rectilínea-mente, en cuanto se alejan también se van distanciando de la superficie de la Tierra. Por esto el alcance máximo de un radar es de unos 350km”, explicó Nor-berto García, director del Cervacam.

Para predecir“Describir matemáticamente la dinámica de la atmósfera de manera exacta es im-posible, las ecuaciones con las que se trabaja intentan, de manera aproximada, representar sus movimientos, pero son bastante limitadas”, recalcó Macor.Para poder predecir cómo se comporta-rá la atmósfera en las horas siguientes, los investigadores analizan secuencias

Gracias a una terminal de recepción de datos instalada en la uNL, inves-

tigadores son capaces de analizar la ocurrencia y distribución de fenóme-

nos meteorológicos en el centro de santa fe y Entre ríos. El radar –de-

pendiente del iNta– está ubicado en la localidad entrerriana de oro Verde.

un radar meteorológico ayuda a estudiar fenómenos extremos

de imágenes de radar. La evolución de cada fenómeno meteorológico es aleato-ria y depende de las condiciones atmos-féricas que lo determinan. Entonces, el trabajo consiste en analizar la serie de manera de encontrar una secuencia den-tro de la aleatoriedad. Esa búsqueda se hace con modelos matemáticos. “La idea es correr el modelo muchas ve-ces, generando distintas realizaciones posibles de ocurrencia de fenómenos, la más probable de ellas se toma como pre-dicción. Aunque todo esto se encuentra en etapa de investigación”, contó.

Lluvias y drenaje urbanoAdemás de modelar los fenómenos me-teorológicos, los investigadores pueden relacionar esta información generada con una cuenca, como el sistema de drenaje de una ciudad. De este modo es posible realizar una modelación hidrológica que consiste en combinar los datos de medi-ción de lluvia con los valores de caudal a la salida de la cuenca. Actualmente, los científicos de la UNL están realizan-do este tipo de investigaciones sobre el sistema de drenaje de la ciudad de Espe-ranza, en Santa Fe. La ventaja de trabajar con imágenes de radar es que a cada subcuenca corres-ponde un cierto número de píxeles de la imagen, asociados con lluvia. “Para po-der usar esa información estamos desa-rrollando un algoritmo que permita tomar todos esos pixeles que cubren una sub-cuenca y obtener una precipitación me-dia ponderada. Ese valor de lluvia es el que se ingresa al modelo matemático de drenaje, y es diferente al valor de lluvia de las subcuencas vecinas”, dijo Macor.Además, trabajar con imágenes de radar presenta otra ventaja sobre la medición con pluviómetros: la instantaneidad de la información. “No todos los pluviómetros transmiten la información en forma online por lo que muchas veces se almacena y se la retira después que la tormenta pasó. Con las imágenes de radar, uno puede observar la evolución de las tormentas a intervalos de diez minutos y realizar una previsión casi online”, concluyó.

Imagen de probabilidad de granizo emitida por el radar el 2 de octubre de 2012 a la madrugada, cuando se produjo una de las últimas grandes granizadas en la ciudad de Santa Fe.

PRISCILA FERNÁNDEZ—

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14 revista ConCIENCIA

e entrevista

En más de 50 años de carrera dijo más veces no que sí. Aun así le alcanzó para trazar una biografía llena de logros de todo tipo: fundó el INTEC, creó el Docto-rado en Ingeniería Química en la Argenti-na y dirigió al primer doctor en ingeniería química de la Argentina; dirigió el diseño de la planta de agua pesada, militó en política, quiso ser sociólogo y no pudo, trabajó en una empresa y renunció “cuan-do la empresa intentó que haga cosas con las que no estaba de acuerdo”; y via-jó a Estados Unidos para hacer su pos-grado y fue el primer doctor en Ingeniería del país. Es padre de dos profesionales universitarios y de una adolescente. Se casó dos veces y todavía tiene aspiracio-nes políticas pendientes.Hoy alterna su día entre su actividad en el laboratorio que dirige en el Parque Tecnológico, su tarea en la gestión y la docencia, y dice que le alcanza el día: “Duermo cinco horas por día. Es más: eran cuatro, pero negocié media hora más con el cardiólogo y media hora más con el flebólogo”. Una entrevista en pro-fundidad con un científico polémico.

—Cuando eligió la ingeniería química como carrera, ¿sabía que quería dedicar-se a la investigación?—No. Yo elegí ingeniería química por una discusión con mi padre. Quería ser soció-logo, pero él se negó terminantemente, aduciendo razones que aun hoy no com-prendo. Entonces me enojé, y dije: ‘me da lo mismo, elijo cualquier cosa’. Ahí de-cidí estudiar ingeniería química, no digo

por descarte, pero casi: quise estudiar en Santa Fe, para seguir viviendo con mi familia. Fue una especie de reacción a la negación de mi padre.

—¿Y cuándo se enamoró de la ingeniería química?—Nunca me enamoré. Pero una vez que uno está en el baile, tiene que bailar lo mejor que puede. Hace 51 años que soy ingeniero químico, pero nunca me ena-moré de la profesión. Sí estuve enamora-do de muchas otras cosas. Siempre me gustó la política, y terminé dedicándole mucho tiempo a la política científica. Me gusta hacer cosas, de modo que fundé el INTEC, fundé el CERIDE... La ingeniería química es casi un accidente en mi vida, como consecuencia de esa discusión con mi padre.

—Pero también se doctoró en ingeniería química...-—Le repito: una vez que está uno en el baile, tiene que bailar lo mejor que pue-da. Y en contra de todos los que eran profesores míos, me fui a hacer un doc-torado en Estados Unidos, y volví a la Ar-gentina siendo el primer doctor en Inge-niería del país, cosa que no era común.

—Así como eligió la ingeniería química por accidente, ¿también fue investigador por accidente?—Cuando terminé mi carrera de ingenie-ro químico me fui a trabajar a una indus-tria. Y duré tres meses porque me peleé con todos. Entonces volví a la academia.

Alberto Cassano es un científico argentino especializado en el análisis y diseño de reactores químicos, en especial los reactores activados por radiación ultravioleta o fotorreacto-res. Su actividad actual se concentra en el estudio de nue-vos procesos de tratamiento de aguas y aire contaminados, los Procesos Avanzados de Oxidación.Es egresado de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), doctorado en la Universidad de California (EUA), y actualmente es docente en las carreras de Ingeniería Ambiental de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, y en el Doctorado en Ingeniería Ambiental. Además, es investigador superior del CONICET.Es el fundador del INTEC y del Centro Regional de Inves-tigación y Desarrollo (CERIDE) de Santa Fe y desde 1975 hasta 1982 fue el director general del Proyecto de la Planta Experimental de Agua Pesada por contrato con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Desde 2006 es profe-sor consulto de la UNL y miembro del consejo social.Es autor y coautor de varios libros y numerosas publicaciones científicas en la literatura internacional. Ha dirigido y codirigi-do cincuenta y cinco becarios y fue el supervisor de las tesis doctorales de los dos primeros doctores en ingeniería gra-duados en la Argentina. Ha recibido numerosas distinciones. Entre las más destacadas sobresalen el Premio Consagración Nacional en 1993, el Premio de la Fundación Alexander von Humboldt de Alemania y de la American Association of En-vironmental Science and Engineering Professors de EE.UU.Hace poco fue declarado Ciudadano Ilustre por el gobierno de la Ciudad de Santa Fe, y recibió el Premio Konex de la Ciencia en 2003 en la categoría Ingenierías.

Profesor ConsultoEn diciembre de 2006, el Honorable Consejo Superior de la Universidad Nacional del Litoral declaró al Dr. Alberto Cas-sano Profesor Titular Consulto de la casa de estudios. Esta es la primera vez que la Universidad entregó esta distinción y para ello el HCS tuvo en cuenta los antecedentes de refe-rencia como así también los vinculados con su participación institucional.En su oportunidad Cassano agradeció y también se discul-pó: “Nunca dejé de pedir permiso o golpear la puerta al menos dos veces, después me abrí paso a los codazos”, confesó el investigador y solicitó: “Por todos los golpes que di, que sin duda fueron muchos, quiero pedir disculpas y a quienes alguna vez herí, aunque sea intelectualmente, les pido que me perdonen porque nunca fue algo personal. La única excusa que tengo fue mi obstinado convencimiento de que debía alcanzar los objetivos propuestos aunque en el camino tuviera que dejar molestos a algunos”.

Pequeña biografía de un gran científico

ficha personal

Nombre

Alberto Cassano

Estado civil

Casado

Hijos

3

ocupación actual

Investigador superior

emérito CONICET

Profesor consulto

de la UNL

alberto Cassano no duda: ni cuan-

do renunció a la sociología para

seguir ingeniería química; ni cuan-

do renunció a su vocación política

para dedicarse de pleno a la inves-

tigación. radiografía de un cientí-

fico exitoso, que hoy cosecha los

reconocimientos sociales de una

carrera prolífica.

Page 15: ConCiencia - Volumen 21

15revista ConCIENCIA

Cuando regresé, me di cuenta de que lo que sabía no era suficiente para ser un buen profesor. Entonces decidí irme a es-tudiar a Estados Unidos, y cuando volví estaba casi decidido a dedicarme a la in-vestigación. Me pareció que mi caracter no me iba a permitir un progreso fácil en una empresa. Ya había tenido una expe-riencia desagradable: cuando la empresa intentó que haga cosas con las que no estaba de acuerdo, me fui. Por eso pen-sé que las libertades que yo quería tener sólo me las podía dar la vida académica, y no el trabajo en una empresa.Durante varios años de mi vida fui un empresario de la comunicación y la edu-cación: había que conseguir los fondos para hacer este edificio, los terrenos... Buena parte de mi vida mi actividad fue de tipo empresarial. Creo que hubiese podido ser un buen empresario si hubie-se llegado rápido a la cima de la empre-sa. Pero mucho antes que eso me hubie-ran echado.

—¿Compite la docencia con la investi-gación?—Creo que son complementarias. Es casi imposible concebir una persona que hace investigación sin hacer docencia. Me gusta ser docente, me atrae. Cuando volví de Estados Unidos estaba muy solo, pero tenía discípulos. Y les di siete cur-sos diferentes, para volcar lo que había traído de allá. Desde esa época doy cla-se. El trabajo real lo hacen los becarios. Además, cuando uno trabaja con gente joven, siente que tarda más en envejecer.

En general mis éxitos han sido logros de mis discípulos y de mi familia.

La ciencia y la política

—Usted ha planteado la necesidad de “federalizar” la ciencia. ¿De qué manera se logra esto?—Con decisiones políticas basadas en una justicia distributiva bien entendida, que deberían partir del Congreso. Y si se quiere tener más federalismo, de la parti-cipación de tan sólo una parte del mismo: la Cámara de Senadores, donde todas las provincias tienen igual representación. Ellos deberían fijar las pautas en cada presupuesto anual de ciencia y técnica acerca de la forma en que se deben apli-car los recursos en una forma similar a la co-participación de los impuestos en lugar de dejarles las manos totalmente libres a los ejecutores centralizados. Hay muy pocas provincias suficientemente or-ganizadas como para manejar en forma correcta las complejidades que este tema acarrea. Pero hay muchas maneras de ha-cer federalismo en ciencia y tecnología e ir resolviendo de a poco las grandes dife-rencias. Si no se aplican, es porque en realidad no se quiere.

—¿Cómo es la situación en otros países del mundo?—En países como Alemania existen las dos alternativas: el Gobierno Central y el equivalente a nuestras Provincias. Am-bos concurren al objetivo. Ocurre algo

similar en algunas regiones de España, pero el grueso es centralizado. En Brasil, el Estado de San Pablo financia mucho más la ciencia y técnica que el Gobierno Federal, pero sólo a los que pertenecen a su jurisdicción. Estados Unidos tiene el financiamiento centralizado, pero a través de muy diversas fuentes (la Ar-mada, el Ejército, la NASA, la National Science Foundation, el National Institute of Health, el Departamento de Energía, la Agencia Nacional del Ambiente, y la lista puede seguir mucho más). La Argentina es un caso complejo por lo reducido de la comunidad de ciencia y tecnología donde todos son amigos (o a veces muy poco amigos). De cualquier forma, una cosa es que el financiamiento esté centraliza-do y otra diferente es que los encarga-dos de la ejecución sólo piensen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus alrededores. En los hechos, hay regiones totalmente olvidadas y la Capital Federal se lleva siempre la parte más sustancial de los recursos.

—¿Qué rol cree que juega la divulgación científica en la consolidación de la cien-cia y la técnica como herramientas para el desarrollo?—La divulgación científica y tecnológica es sólo una herramienta más aunque muy poderosa. Lo que más falta hace es dotar a los colegios públicos (primarios y secundarios) de mejores maestros y profesores y como mínimo duplicar la in-fraestructura, para que la enseñanza de todas las ciencias (las denominadas du-

ras y también las blandas) se haga con “las manos en la masa”. El problema de los docentes se resuelve de una sola manera y con dos medidas costosas pero insustituibles: mejores salarios y designaciones en un único es-tablecimiento educativo, con una carga horaria que le permita, además de dar clase, capacitarse y ayudar a los alum-nos con dificultades. Con profesores bien remunerados, dedicados, actualizados, con laboratorios o ambientes de trabajo equivalentes según el área y con mucho mejor estado de ánimo en los docentes, se puede lograr en los alumnos dos co-sas fundamentales: que le pierdan el temor a los temas que “parecen” difíci-les; y despertar en ellos el interés por la visión científica de las cosas que van aprendiendo. Complementado esto con un acceso simple y eficiente a la infor-mación que hay en Internet y buena di-vulgación científica, las vocaciones van a aparecer solas. El país puede cambiar y puede despegar de la mano de la ciencia.

“El país puede cambiar y puede despegar de la mano de la ciencia”

ALBERTO CASSANO

Page 16: ConCiencia - Volumen 21

16 revista ConCIENCIA

a actualidad científica

integrar conocimientos, intereses

y espacios en torno a actividades

lúdicas y creativas que promuevan

la cultura científica, es uno de los

desafíos que se propone la facul-

tad de ingeniería Química de la

uNL para profundizar sus acciones

de extensión al medio. Lic. Carolina a. revuelta

Directora de Cultura Científica

Facultad de Ingeniería Química | UNL

[email protected]

FB / Cultura Científica

La cultura científica como articuladora de saberes

Ya nadie puede negar que se esté vi-viendo en sociedades del conocimiento, sociedades marcadas por los múltiples y vertiginosos avances científicos y tecno-lógicos que atraviesan el cotidiano mun-do de decisiones personales y grupales. La posibilidad de tomar contacto con estos conocimientos de manera situada y significativa, a partir de los propios va-lores, capacidades y criterios sociales y culturales, es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los ciudadanos, las instituciones y las comunidades.Desde esta mirada, la Facultad de Inge-niería Química (FIQ), emprendió en 2009 un recorrido que, como suele ocurrir en la historia de las construcciones colecti-vas, se inició con unos primeros “ensa-yos” surgidos de algunas mentes inquie-tas. Ese año se realizó la muestra “90 años produciendo ciencia” y el 1º Festi-val de Matemática de la FIQ, “aniMATE”, eventos orientados a estudiantes de escuelas primarias y secundarias y pú-blico en general. A partir de la respuesta

de la comunidad interna y externa, en 2010 la Facultad crea su Programa de Promoción de la Cultura Científica, ins-trumento institucional que articula en torno a objetivos más amplios e inclu-sivos, acciones que favorecen el vínculo entre las ciencias básicas y aplicadas y la comunidad.Entendiendo la cultura científica como compresión de la dinámica social de la ciencia, los actores se interrelacionan y participan del devenir continuo de la cul-tura, produciendo significados derivados de distintas prácticas, intereses y relacio-nes. Es por esto que el Programa incor-pora medios y recursos que den cuenta de estas singularidades, generando di-versidad de expresiones que influyen en el uso social del conocimiento. En este sentido, la FIQ, como institución de educación superior, es un actor privi-legiado para la generación y gestión de procesos de educación no formal que contribuyan a la enseñanza y aprendizaje de las ciencias.

animatE. Gigantojuegos: proponen a los participantes “entrar” en el juego para poner en acción no sólo la mente sino también el cuerpo. Diseñados en tamaños gigantes y producidos en diversas materialidades, apelan a la búsqueda de estrategias de juego creativas.

animatE. Juegos de mesa: buscan incentivar el pensamiento lógico y estratégico y la comprensión de conceptos matemáticos contenidos en cada propuesta. Para jugar individualmente o para compartir con otros, los juegos invitan a la interacción, el aprendizaje conjunto y a vivenciar la Matemática desde un abordaje lúdico.

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17revista ConCIENCIA

Los festivales como puertas abiertas Asumiendo su rol y las capacidades de sus recursos humanos para aportar a la comprensión de la ciencia como práctica social, la Facultad puso en marcha sus “festivales”. Estos eventos en las áreas de matemática, química y física, persi-guen diversos objetivos que se encuen-tran en un lugar común: la construcción de espacios de diálogos a muchas voces, donde todos tienen algo que decir y con-tar para avanzar colectivamente en un modo singular de abordar estos saberes.Cada festival, con su impronta discipli-nar, su identidad y su relato, convoca a estudiantes de escuelas primarias, se-cundarias y de profesorados, maestros, docentes y público de todas las edades, y les propone experimentar en primera persona distintos aspectos de las cien-cias básicas. Los festivales son una invi-tación y abren las puertas de la Facultad. Pero el desafío es también “trasponer umbrales”, salir a escuelas, barrios, y pueblos, social o geográficamente mar-ginados, y establecer intercambios que sean significativos en cada contexto y realidad particular. Por una parte, el eje de las actividades se centra en el apoyo a la tarea de los do-centes para la enseñanza de las ciencias

básicas en el aula. A través de talleres se facilita el intercambio de experiencias y expectativas, se enriquece el abordaje de temáticas socialmente significativas y con validez científica que resulten es-timulantes para los alumnos. Asimismo, se busca motivar a los niños y jóvenes desde su curiosidad y su interés por co-nocer, cuestionar, resolver y ensayar. Es por esto que los festivales apelan a re-cursos lúdicos, métodos experimentales, autoexperiencias y trabajos en equipos, vinculando personas, conocimientos, vi-vencias, habilidades e intereses. En esta interacción, lo que aparece como valioso no es sólo la originalidad de ar-tefactos y dispositivos, indispensables para captar la atención de grupos hetero-géneos. Lo que genera valor y sentidos, es el aporte de estudiantes, becarios, profesores e investigadores que ponen a jugar en cada festival sus saberes y trabajan en conjunto con la Dirección de Cultura Científica que planifica, gestiona y concreta las acciones del Programa. Así, la FIQ trabaja de manera sostenida en la generación de ideas innovadoras y propuestas inclusivas que refuercen su compromiso social como institución divulgadora, educadora y generadora de cultura científica.

alQuímica. Experimentos y autoexperiencias: a partir de recursos que invitan a los participantes a ser los hacedores de sus propias experiencias, se incentiva el abordaje significativo de la Química. Con la guía de docentes-investigadores, estudiantes y becarios, se habilita un espacio para ensayar, intervenir y observar múltiples fenómenos que atraviesan la cotidianeidad e interpretar sus fundamentos científicos.

alQuímica. Talleres: se propone el abordaje de la Química acercándola a situaciones o temas cotidianos. Para ello, se apela a métodos experimentales en el ámbito de los laboratorios, incentivando la articulación entre teoría y práctica, la capacidad de formular hipótesis, ensayar, analizar y compartir con pares y docentes procesos y resultados propios del método científico.

Quántico. Autoexperiencias: los participantes, individualmente o en equipo, protagonizan sus propias experiencias como modo de resignificar y reconocer distintos aspectos de la Física. Se busca abrir interrogantes y aprendizajes a través de pruebas, observaciones e interacciones con materiales y dispositivos que dan cuenta de la intervención de la Física en diversos fenómenos del entorno.

Quántico. Experiencias: a partir de actividades, dispositivos y artefactos demostrativos e interactivos, se busca generar vivencias que permitan comprender por qué las cosas suceden, provocando que sucedan.Las propuestas se orientan a evidenciar distintos principios de la Física y su interpretación teórico-práctica mediada por la guía de docentes, estudiantes y becarios de la FIQ.

Los fEstiVaLEs EN Cifras

117 escuelas participantes

89 de la ciudad de Santa Fe

28 de 21 ciudades de la región

38 de nivel primario

79 de nivel secundario

animatE

4 ediciones ~ 2009-2012

10.200 participantes

Quántico

3 ediciones ~ 2010-2012

3.600 participantes

alQuímica

2 ediciones ~ 2011-2012

5.200 participantes

Page 18: ConCiencia - Volumen 21

18 revista ConCIENCIA

Desde sus orígenes el hombre buscó explicaciones que le permitieran com-prender la realidad circundante. En estos últimos cuatrocientos años, la forma de conocer el universo en sus múltiples y complejas dimensiones se dio a través del desarrollo de la ciencia. La importan-cia de los avances científicos y tecnológi-cos se manifiesta en todos los ámbitos de la sociedad, por lo que en la actuali-dad ya nadie duda ni del lugar que este modo particular de explicar el mundo ocupa en la cultura, ni de la importancia de su socialización a través del sistema formal de educación. Sin embargo este reconocimiento está acompañado por la certeza de que su en-señanza no es fácil, ya que a la dificultad de carácter epistémico-pedagógica se le suma otra no menos compleja: la “signi-ficatividad” que la escuela le atribuye a la enseñanza de la misma. Esta signifi-catividad es condicionada o enmarcada por los compromisos que imponen una determinada cosmovisión y una determi-nada definición de ciencia. Durante mucho tiempo la enseñanza de la ciencia, concebida únicamente como un corpus de conocimientos o colección de verdades objetivas, se limitó, funda-mentalmente en la escuela primaria, a una transferencia de saberes disociada de la lógica del campo del conocimiento en que estos eran producidos. Creemos

que no podemos seguir trasmitiendo esta ciencia fosilizada, como si se tratara de un cuerpo cristalizado de ideas.Por el contrario, el concepto de ciencia que trabajamos está ligado no sólo al producto –conocimiento científico– de un área e la cultura humana, sino también al modo de trabajar de las personas que participan en dicha producción –comuni-dad científica– y la forma o formas en que dicho conocimiento se socializa –di-vulgación científica.Intentamos que los chicos de la escue-la primaria de la UNL participen, desde la más corta edad, de esta visión de la ciencia como producto de una actividad humana, que forma parte de la cultura y que se encuentra asociada a las ideas, lenguajes y tecnología correspondientes a procesos situados históricamente. Y, en este sentido, también producto de decisiones que se toman en un determi-nado marco social. Desde esta concepción la enseñanza no sólo deberá generar situaciones de aprendizaje para que los alumnos pue-dan conocer y apropiarse de los conoci-mientos científicos, sino que también deberá promover la comprensión de la di-námica misma de este proceso de cons-trucción, su modo de pensar, de hacer y de comunicar lo que produce.Apoyados en estas convicciones, los ter-ceros grados de la Escuela Primaria de la

Muchas manos en un

a actualidad científica

Lic. Laura Corral

Psicopedagoga

Directora Escuela Primaria UNL

Viviana Edsberg

Psicopedagoga

Docente Escuela Primaria UNL

LA ESCUELA PRIMARIA

DE LA UNL TIENE

SU REVISTA DE CIENCIA

Page 19: ConCiencia - Volumen 21

19revista ConCIENCIA

UNL desarrollan un proyecto denominado “A ciencia cierta y por amor al arte”, que tiene como objetivo que los alumnos comprendan, parafrasenado a Chalmers, “qué es esa cosa llamada ciencia” a través del análisis y la reflexión sobre el pensamiento científico, por oposición a otros modos de conocimiento, en diferen-tes contextos históricos. De esta manera, y acordando con Gard-ner en que una persona tendrá más pro-babilidad de pensar como científico si examina a fondo un tema concreto que si trata de asimilar cien ejemplos dife-rentes provenientes de distintos campos, el proyecto propone cada año una sola pregunta fundamental. En su primera edición, en 2009, año Darwiniano, la pregunta fue ¿De dónde venimos?; al año siguiente ¿Por qué se mueven las cosas?; en 2011, año mundial de la Química, ¿De qué está hecho todo lo que nos rodea?; y este año, la energía.Desde el marco de la historia de la cien-cia estas preguntas se constituyen en el punto de partida para experimentar, for-mular hipótesis, identificar regularidades, hacer generalizaciones e interpretar cómo funciona la naturaleza, procedimientos que reflejan el modo en que la comunidad científica construye el conocimiento.Ahora bien, es importante aclarar que los interrogantes formulados en el ám-bito escolar tienen un carácter diferente

Cuando estas incipientes respuestas son confrontadas con las que el hombre ha ido elaborando a lo largo del tiempo, se pone en evidencia ante los alumnos que el pensamiento

científico es subsidiario de un pensamiento mítico, originario, y que desde otra perspectiva también el arte tiene lo suyo para decir.

“Los chicos de los terceros grados de la Escuela Primaria de la UNL estuvimos trabajando sobre la teoría de la evolución. Conocimos a Cuvier, Lamarck y Darwin, aprendimos de sus discusiones y también tuvimos las nuestras”. Así comienza la Editorial de la revista número 1 de EsCiencia, pura creación de sus autores. En este espacio, se permiten –¡incluso!– reflexionar sobre la práctica de la ciencia: Cuando los científicos descubren una cosa lo publican, nosotros queremos hacer algo parecido a eso. Uno sabe una cosa y lo publica para que todos lo conozcan, porque es importante, y para que lo critiquen o no”.“Hicimos esta revista para que la gente sepa lo que aprendimos, para que sepa un poco más

Palabra de chicos

hacen mucho garabato

a aquellos que surgen en el seno de la comunidad científica. No se trata, como es evidente, de producir un nuevo co-nocimiento a nivel social sino de que los alumnos puedan poner a prueba sus propias ideas a la luz del fenómeno a explicar o el problema a resolver, ge-nerando de esta manera una evolución en sus concepciones espontáneas. Así por ejemplo, la primera hipótesis que los alumnos construyeron para dar respues-ta a la pregunta sobre el movimiento co-incidió con la concepción que luego iden-tificaron como aristotélica: “Las cosas se mueven porque algo las mueve o las obliga a moverse; las cosas al moverse dejan de estar quietas, por lo que el mo-

vimiento es una alteración de lo inmóvil”. Este primer modo de interpretar el movi-miento pudo ponerse a prueba, a través de diferentes estrategias planteadas en el aula, permitiendo que los alumnos lo refutaran avanzando hacia la construc-ción de también provisorias pero más complejas: “Existe el estado de reposo, todo es movimiento”.Cuando estas incipientes son confronta-das con las que el hombre ha ido ela-borando a lo largo del tiempo, se pone en evidencia ante los alumnos que el pensamiento científico es subsidiario de un pensamiento mítico, originario, y que desde otra perspectiva también el arte tiene lo suyo para decir.

de lo que es la ciencia y de la vida de los científicos. Para que sepan qué es la evolución”, agregan en esta primera editorial, en la que cuentan en carne viva el proceso de discusiones que fue parte relevante del aprendizaje: “Para hacer la revista tuvimos muchas discusiones: ‘Hay que poner esto’, ‘no, esto’, ‘¡no!’. Y también con las teorías: ‘¡Creacionismo!’, ‘no, evolucionismo!’, ‘fijismo!’ y así”. O también relatan los pasos que llevaron a la realización de la revista: “Nos gustó mucho hacer la entrevista, y también fue raro, porque nos habíamos imaginado a un científico con barba blanca, anteojos, guardapolvo y los pelos parados. Y no, era una persona común, peladito ¡y con cholas!”.

Entre garabatos, a

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cado camino del aprendizaje con una so

nrisa

en la nariz.

Page 20: ConCiencia - Volumen 21

20 revista ConCIENCIA

Luego, el proyecto también propone que este recorrido tenga como producto la publicación de una revista, que los alum-nos han denominado EsCiencia - grandes preguntas pensadas con chicos.Los chicos participan de los complejos procesos implicados en la edición de una revista de divulgación: determinación de la intención comunicativa, selección de la información a comunicar, elaboración de los textos teniendo en cuenta un deter-minado formato textual, diseño y diagra-mación e ilustración. Pero además, si la ciencia es, como decíamos, pensar, hacer y comunicar, la publicación materializa la posibilidad de socializar este trabajo de producción colectiva y pone en acto un compromiso con la democratización del saber. En palabras de los propios autores, se tra-ta de “dar a conocer lo que uno aprende, porque la gente se hace preguntas y uno puede decir algo de lo que se están pre-guntando; puede ayudar con sus respues-tas a que otros se sigan haciendo pregun-tas, se sigan preguntando”. O, siguiendo su razonamiento y sus palabras: “Porque al final del recorrido nos damos cuenta de que tenemos la necesidad de contar todo lo que trabajamos, porque entendemos que lo importante no es lo que sabemos sino cómo llegamos a saberlo”.De esta manera, en el año 2009 se publicó el primer número de EsCiencia: “Darwin, una idea, una vida”. En él se plasmó el desarrollo de las diferentes concepciones que se fueron construyen-do a lo largo de la historia para dar res-puesta a la gran pregunta sobre el origen de la vida, tanto como el intenso debate que suscitó la idea evolucionista en la escuela. En el año 2010 el segundo nú-mero de la revista, denominado “Universo en movimiento” intentó dar a conocer el

modo en el que las distintas cosmovisio-nes incidieron de manera directa en lo que significó y significa el movimiento. Hace pocos días se presentó “Energía y sociedad. Una historia particular”, edi-ción en la que los chicos se preguntan, averiguan y cuentan sobre aquello que “está presente en todo”, y que caracte-rizan como “el motor que mueve al mun-do”. El tema fue elegido en concordancia con el Año Internacional de la Energía, algo similar a lo que ocurrió con ante-riores números de EsCIENCIA (la última se había inspirado en el centenario del Premio Nobel otorgado a Marie Curie), y propone un recorrido por las fuentes de energía, la revolución industrial y un apartado destinado al desarrollo de la te-mática desde el área de inglés, siempre acompañado con las ilustraciones que impulsaron los docentes de plástica.Como docentes el desarrollo de este pro-yecto nos interpela, año a año, a elegir un camino entre muchos del laberinto de hechos y conceptos que pueblan la cien-cia. Esto implica tanto una selección cui-dadosa de conceptos y teorías cuanto la omisión responsable de otros. Sabemos que no estamos exentos de arbitrarie-dad, pero intentamos en todo momento no perder de vista el marco teórico nos sustenta y la convicción de que la cien-cia, como capital cultural, debe ponerse al alcance de todos.Ya podemos compartir, orgullosos, una publicación con cuatro ediciones que da cuenta de que las preguntas que movi-lizaron al hombre y se convirtieron en motor de la ciencia también puedan ser pensadas y reflexionadas por los chicos con el mismo grado de seriedad y com-promiso con el que son abordadas en el seno de la comunidad científica.

EsCiencia comenzó a salir en el año 2009, a partir de un proyecto generado por la propia escuela. A partir de entonces, y todos los años con los alumnos de tercero, los docentes proponen contenidos que son abordados de manera transversal por distintas áreas: plástica, inglés, ciencias y el aula. Las revistas hasta ahora fueron cuatro. Cada una tiene 20 páginas, está ilustrada por los propios alumnos e in-cluye contenidos redactados por ellos mismos, en apoyo constante de sus docentes. Paralelamente al proceso de aprendizaje de cada tema, los alumnos realizan un reco-rrido veloz por los pasos necesarios para la edición de una revista. Con la distribución de EsCiencia junto con la revista de divulgación de la UNL, completan el circui-to: hoy EsCiencia llega también a todos los lectores de ConCIENCIA.

El recorrido de EsCiencia

Babini, J. “El saber en la

historia”. Editorial CEAL.

México 1979.

Bunge, m. “Seudociencia e

ideología”. Editorial Alianza

Universitaria. Madrid, 1985

Chalmers, a. “¿Qué es

esa cosa llamada ciencia”.

Editorial Siglo XXI. Madrid,

1984.

Diaz, E. “El conocimiento

científico. Hacia una visión

crítica de la ciencia”. Editorial

Eudeba. Buenos Aires, 2000

Koyre, a. “Estudio de historia

del pensamiento científico”.

Editorial Siglo XXI. México,

1984.

Kuhm. t. “Estructura de las

revoluciones científicas”.

Editorial FCE. México, 1985.

Russel, B “La perspectiva

científica”. Editorial Ariel.

Barcelona, 1983.

Bibliografía

¿De dónde venimos?2009

¿Por qué se mueven las cosas?2010

¿De qué está hecho todo lo que nos rodea?2011

Energía y sociedad2012

a actualidad científica

Page 21: ConCiencia - Volumen 21

21revista ConCIENCIA

Recientemente una parte de la sociedad ha descubierto que se encuentra en el medio de una tensión entre los supues-tos (sobre los que no existen dudas) de los beneficios indiscutibles de las cien-cias y los problemas que generan sus usos y abusos. Claros ejemplos son la crisis energética mundial, el calentamien-to global, la contaminación del agua, el uso descontrolado de bienes comparti-dos como el agua, la madera y los sue-los. Aunque más sutiles, la humanidad también se encuentra en una compleja red de tensiones y conflictos generados desde el poder político y económico de empresas, laboratorios farmacéuticos, grandes desarrolladores de tecnología, en su mayoría de capital transnacional.En este sentido pensar las ciencias no es sólo pensar en descubrimientos sobre-salientes, en novedosos premios o en el último gadget. Requiere de una reflexión crítica, en el sentido recursivo, es decir en esta mirada que apunta a repensar nues-tras posturas, nuestras acciones como sociedad, como profesionales, como pe-riodistas, científicos o comunicadores.

Pensar la ciencia es una actividad que po-dría agotarse en sí misma, sino fuera por-que en algún momento es comunicada. Lo hacemos cuando aún no siendo exper-tos mencionamos algo sobre la ciencias. Lo hacen los científicos cuando difunden entre sus colegas sus trabajos y estudios científicos. Lo hacemos periodistas y co-municadores cuando contamos, decimos o enunciamos algo sobre las ciencias.El desafío entonces se multiplica. ¿De qué hablamos cuando hablamos de cien-cia? ¿Qué imagen, idea o sentido de las ciencias tenemos? ¿Qué idea de cien-cia profesamos o comunicamos? ¿Qué imagen de científicas y científicos se ha construido a lo largo del tiempo? Más crítico aún, ¿por qué debería comunicar-se la ciencia?No basta entonces saber cómo funcio-nan las cosas, o cuál fue el último descu-brimiento en medicina o física cuántica, mientras la sociedad no disponga de ele-mentos para reconocer las implicancias sociales, políticas y económicas de tales procesos o descubrimientos científicos. Ya no alcanza tampoco con proyectar

solamente los circuitos de traslación de los mensajes, desde la producción del conocimiento hacia las masas, indiscri-minadamente; también resulta imperio-so incluir la perspectiva del desarrollo humano y ciudadano, un ámbito al que la comunicación está siendo convocada para aportar ya no más desde una postu-ra meramente difusionista, sino también desde la dimensión dialógica y relacional, prestando atención al sujeto y al colecti-vo social al que pertenece. Se puede hacer un esfuerzo mayor: a la par de contar, divulgar, mostrar los resul-tados de la ciencia se puede además comunicar, divulgar y mostrar quiénes generan conocimiento científico, en qué instituciones, con qué fines y para quié-nes. Estos fueron los ejes sobre los que se desarrolló el COPUCI 2012, del 24 al 26 de octubre en el campus de la UNSL. La segunda edición del Congreso, cuya primera sede fue la Universidad Nacional de Córdoba, fue organizada por cuatro Fa-cultades y la Unidad de Extensión San Luis del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).Fue un espacio constituido desde la am-plitud de temas, abordajes, disciplinas y profesiones. Comunicadores, periodistas, científicos, artistas, educadores, autori-dades gubernamentales se dieron cita en COPUCI para presentar sus trabajos, contar sus experiencias en la comunica-ción pública de la ciencia, o expresarlas en formatos no convencionales.El Congreso involucró la realización de dos conferencias, cuatro paneles, tres foros de debate, más de veinte mesas de exposiciones, tres espacios para audiovi-suales y dos charlas de divulgación (una sobre cuestiones nucleares, otra sobre física), además de una obra de títeres, otra de teatro y muestras fotográficas, audiovisuales y gráficas. La gran diver-sidad de actividades y temas expuestos aún puede consultarse en la web del evento: www.copuci.net

Las ciencias son expresiones de la creatividad y la racionalidad humana, fuertemente condicionadas por

el contexto cultural de época. son manifestaciones culturales como tantas otras. sin embargo poseen

particularidades que las hacen de especial interés pero también sujetas a cuidadoso análisis. Las mismas

ciencias que nos han permitido curar enfermedades, prolongar nuestra expectativa de vida, aproximarnos

al menos, a entendernos como especie humana, son las mismas que en determinadas condiciones generan

desigualdad, promueven el desbalance de poder, la exclusión y la pobreza. además, aquello que se cuenta

de las ciencias condiciona la forma en que son concebidas por la sociedad. En el contexto de estas ideas

se realizó en san Luis el segundo Congreso internacional de Comunicación Pública de la Ciencia (CoPuCi

2012) en la universidad Nacional de san Luis (uNsL).

Comunicar la ciencia hoy, un desafío que se multiplica

silvina Chávez

Comunicadora Social

Directora de Comunicación

Universidad Nacional de San Luis

antonio mangione

Biólogo / divulgador

Profesor de Biología UNSL

Contacto: [email protected]

SEGUNDO

CONGRESO INTERNACIONAL

DE COMUNICACIÓN PÚBLICA

DE LA CIENCIA

El teatro, otra forma de divulgar la ciencia,

estuvo presente en el II COPUCI

Page 22: ConCiencia - Volumen 21

22 revista ConCIENCIA

a actualidad científica

CoPuCi 2012 en númerosEn COPUCI 2012 se expusieron más de 140 trabajos de investigadores de Argenti-na, Brasil, Chile, Colombia, España, Méxi-co, Uruguay, Reino Unido y Estados Uni-dos. Las investigaciones y experiencias presentadas abordaron temáticas de las más variadas como casos institucionales de comunicación pública de la ciencia, el rol de los museos como espacios de interacción con la ciencia, los públicos y los medios, las instituciones académicas y científicas, ciencia 2.0, blogs y webs destinados a la difusión de temas cientí-ficos, los conflictos en torno a la ciencia, el arte como vehículo para comunicarla, experiencias no formales en el campo y aportes teóricos en la materia.Durante tres días se abrieron espacios para el debate y la reflexión a través de los paneles y los foros que propuso COPU-CI. Los paneles contaron con la participa-ción de periodistas, comunicadores y cien-tíficos y fueron el escenario de planteos en torno a “Espacios institucionales de la comunicación pública de la ciencia”, “Co-municación pública de la ciencia: conteni-dos, percepción y públicos” y “La ciencia y tecnología en debate: controversias téc-nico- ambientales en América Latina”. Los foros, pusieron en debate las acciones comunicativas desde el llano, indagando y reflexionando sobre “El papel de los por-tales y agencias en la comunicación de la ciencia”, “Acceso abierto: cómo publicar para no perecer… y también para que nos puedan leer” y “¿De qué hablamos cuan-do hablamos de ciencia?”.

Debates abiertos…COPUCI culminó con varios debates abiertos que servirán de plataforma para futuros encuentros. ¿A qué audiencia nos dirigimos desde los espacios en los que trabajamos como comunicadores de la ciencia? ¿Pensamos en audiencia, en audiencias, o es mejor hablar de ac-tores? ¿El contexto en el que se hace investigación y en el que ésta se comu-nica, se vinculan? ¿Lo tenemos en cuen-ta? ¿Nos preocupa? ¿Para qué comuni-camos? ¿Qué sesgos nos imponen las tecnologías? ¿Cuál es la relación entre la ciencia, los gobiernos y la comunicación? ¿Cuál con los grupos económicos? El viernes 24 por la tarde culminó la se-gunda edición de COPUCI. Fueron tres días de reflexiones, intercambios, preguntas (y algunas respuestas) que interpelan y atra-viesan a la comunicación pública de la ciencia y la tecnología hoy. Desde el comi-té organizador se propuso que este cierre fuera abierto, participativo, en donde todos los presentes pudieran integrar aportes y reflexiones de lo que, a cada uno, le pasó durante las tres jornadas intensas de acti-vidades. Se escucharon sugerencias para mejorar, felicitaciones y propuestas. El plenario decidió continuar anualmente con este espacio de encuentro, diálogo e intercambio entre los actores de la comu-nicación pública de la ciencia que busca reflexionar y pensar propuestas para edi-ficar vínculos más sólidos con una socie-dad inquieta, ávida de información, que está cambiando y seguirá cambiando. COPUCI 2013 ya está en marcha.

La segunda edición del congreso tuvo lugar entre el 24 al 26 de octubre en el campus de la UNSL.

Los números de lo que pasó: Dos conferencias, cuatro paneles, tres foros de debate,

más de veinte mesas de exposiciones, tres espacios para audiovisuales y dos charlas de divulgación. También una obra de títeres, otra de teatro y muestras

fotográficas, audiovisuales y gráficas. Se expusieron más de 140 trabajos de investigadores

de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Uruguay, Reino Unido y Estados Unidos

+ info: www.copuci.net

sobre CoPuCi

Comunicadores, periodistas, científicos, artistas, educadores, autoridades gubernamentales se dieron cita en COPUCI para presentar sus trabajos, contar sus experiencias en la comunicacón pública de la ciencia.

Page 23: ConCiencia - Volumen 21

23revista ConCIENCIA

$45.00

ISBN 978-987-657-774-8

COMPILADORA: SILVIA REGOLI ROA

1a EDICIÓN 2012

COLECCIÓN: CIENCIA Y TECNOLOGÍA

AGUA POTABLE-SANEAMIENTO

154 PÁGINAS (25 X 17 CM)

agua potable y saneamientoSu organización y regulación en Argentina, Latinoamérica y Europa

Con el objetivo de contribuir a la comprensión de la pro-blemática relacionada con la regulación de los servicios de agua y su saneamiento, la presente edición está dirigida a estudiantes de grado y posgrado de Economía, Ciencias Hídricas, Administración Pública y Derecho.Asimismo, las autoridades y organismos, así como a las entidades intermedias relacionadas con estos servicios y con la generación de conocimientos para mejorar la organi-zación y regulación de este sector, encontrarán en este libro un amplio desarrollo del estado de la cuestión en Argentina, Latinoamérica y Europa.

$45.00

ISBN 978-987-657-763-2

AUTOR: ENRIQUE ALBIZZATI

1RA EDICIÓN 2012

COLECCIÓN: CÁTEDRA

ENERGÍA SOLAR

152 PÁGINAS (25X17 CM)

Energía solar térmicaPrincipios básicos y aplicaciones tecnológicas

En la actualidad, las prácticas más difundidas en materia de generación y aplicación de la energía no recuperan el con-cepto de energía sustentable. Por lo tanto, resulta imperan-te la utilización de nuevas tecnologías y la introducción de planes energéticos que favorezcan el desarrollo sustentable.En este marco, se dan a conocer la potencialidad de la ra-diación solar como fuente energética y el tratamiento de los aspectos técnicos y formativos involucrados en el aprove-chamiento de este abundante recurso. Se proporcionan, además, un amplio panorama sobre los dispositivos tecno-lógicos desarrollados para el empleo de la energía solar tér-mica a bajas, medias y altas temperaturas. Este libro está destinado a docentes y estudiantes de escuelas técnicas y agrotécnicas y de carreras universitarias relacionadas con la energía, el medioambiente y las nuevas tecnologías. Podrá ser también fuente de consulta para profesionales pertene-cientes a organismos e instituciones relacionadas con la problemática energética y medioambiental.

$30.00

ISBN 978-987-657-776-2

AUTORAS: MARTA DEL CARMEN PARIS; MARÍA FERNANDA PAGURA; GRACIELA VIVIANA ZUCARELLI

1RA EDICIÓN 2012

COLECCIÓN: TEMAS DE CÁTEDRA

TEMÁTICA: RECURSOS HÍDRICOS

80 PÁGINAS (17X17 CM)

Las miradas del agua

Las miradas del agua hacen referencia a la oportunidad de incorporar la plasticidad natural del agua para acercarnos de manera transversal a un sinfín de actividades humanas rela-cionadas con ella. Los objetivos de la presente edición son:Funcionar como un material educativo para que los docentes aborden la educación sobre el agua desde su propia discipli-na. Brindar acceso a distintos conocimientos sobre el agua.Proponer una visión de desarrollo que fomente la protección del agua, los ecosistemas y el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano.

$70.00

ISBN 978-987-657-717-5

COMPILADORA: ADRIANA COLLADO

1RA EDICIÓN 2012

COLECCIÓN: CIENCIA Y TECNOLOGÍA

ARQUITECTURA-ENSEÑANZA SUPERIOR

236 PÁGINAS (25X17 CM) + CD-ROM

El corredor de la costaConformación del paisaje y reconocimiento de sus recursos culturales

El eje de la Ruta Provincial N°1 (RP 1), el corredor de la Cos-ta, verdadera columna vertebral de una extensa fracción de la Provincia de Santa Fe, materializa un itinerario de signifi-cación sobre el que pueden relatarse más de cuatro siglos de historia territorial.El área objeto de estudio que dio origen a la presente publi-cación corresponde al segmento del Corredor que se extien-de entre las localidades de La Guardia y San Javier, segmen-to que enhebra un sinnúmero de pueblos, parajes y sitios que además de señalar el itinerario van narrando, desde la toponomía, un relato de fuerte contenido identitario.Se considera que las localidades comprendidas en el Corre-dor de la Costa poseen un alto potencial de desarrollo, pero resultan débiles las estrategias de conjunto que permitan un mayor aprovechamiento de las oportunidades y recursos disponibles.Atendiendo a este déficit, lo que se pretendió fue generar conocimiento y sistematizar información, desde la perspecti-va de los conceptos de paisaje cultural y red de localidades, sobre los elementos arquitectónicos, urbanos y paisajísticos de las localidades del Corredor, que resultan de alto valor por su relevancia histórica, estética o ambiental.

PUBLICACIONES

+ info: www.unl.edu.ar/ediciones

iNstruCCioNEs Para La PrEsENtaCiÓN DE CoNtriBuCioNEs

De la revista•ConCIENCIA es una revista de divulgación científica de periodicidad semestral. Su objetivo es difundir desarrollos científicos de investigadores de la UNL a la comunidad en general.•ConCIENCIA publica contribuciones en la sección “Aportes científicos”. Los escritos enviados deberán plantear estudios de casos, hipótesis o resultados de investigación o experiencias. También pueden ser nuevas versiones, especialmente redactadas para la divulgación, de artículos científicos que hayan sido pu-blicados en revistas del país o del exterior.•Pueden abarcar distintas áreas del conocimiento, pero en todos los casos tener una referencia concre-ta a problemas actuales.

De la evaluación•Los artículos enviados serán evaluados integrantes del Consejo Asesor de la revista y/o enviados a exper-tos de la UNL o de otras instituciones. Se evaluará: interés social; pertenencia a la revista; adecuación del lenguaje al público masivo; adecuación a las sec-ciones de la revista.

De los trabajos•La extensión máxima será de 1.300 palabras (el Con-sejo Asesor se reserva el derecho de considerar la publicación de trabajos que sobrepasen estos límites o de sugerir modificaciones en su extensión). •Los títulos no podrán tener más de 8 palabras y deben sintetizar el espíritu del trabajo.•Los trabajos deberán tener una exposición clara de la hipótesis, los datos obtenidos y la discusión de los resultados, en un lenguaje accesible para un público masivo, no necesariamente experto en la materia.•Las referencias a autores se realizarán incluidas en el texto con indicación del apellido del o los autores seguido del año de publicación entre paréntesis. Al final del artículo se consignará una lista completa de referencia o Bibliografía, según el siguiente formato: 1) Apellido del autor o autores 2) Título completo del libro y/o artículo o publicación 3) Volumen y Número de publicación 4) Páginas que abarca elartículo o capítulo 5) Ciudad de publicación 6) Edito-rial 7) Año de publicación. •Puede incluirse un breve glosario, en el caso de que existan vocablos/fenómenos/fórmulas de difícil comprensión para un público no entendido. En este caso, debe enviarse al final del texto, en el mismo formato. Pueden incluirse hasta 6 términos.

De las fotografías e ilustraciones•Las imágenes escaneadas en formato jpg podrán insertarse directamente en el texto y se enviarán ad-juntas en archivos separados (mínimo de resolución para fotos: 300 dpi; mínimo de resolución para ilus-traciones a lápiz o tinta: 600 dpi). Si son imágenes de cámara digital, deben presentar alta calidad de resolución. No se aceptarán diapositivas. En caso de tener títulos o leyendas explicativas estos se ubica-rán debajo de cada imagen y tendrán una numeración correlativa. •Las tablas podrán incluirse también en el texto; en caso de ser complejas deberán incluirse también por separado en formato de Excel (.xls).

Del autor•El autor deberá detallar su dirección postal, teléfono, fax, dirección de correo electrónico y su disciplina de formación, función, cargo docente o de investigación en la institución en la que se desempeña. •Los datos serán consignados en la “ficha personal” que encabeza los artículos. •Podrán presentar trabajos investigadores del siste-ma científico nacional e internacional, aunque Con-CIENCIA dará preferencia a investigadores de la UNL, pudiendo incluir –si se considera oportuno– artículos de investigadores del sistema científico nacional.

Dónde presentarLos trabajos deben enviarse a: Consejo Asesor Re-vista Conciencia - Dirección de Comunicación Institu-cional - UNL - Bv. Pellegrini 2750 - Santa Fe (3000); o por e-mail como attachment a la dirección: [email protected].

Page 24: ConCiencia - Volumen 21