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Jornada de Autismo. Conmemoración del Día Mundial sobre el Autismo 24.03 2010. Fundación Genes y GentesDepartamento de Servicios Sociales y Familia. Gobierno de Aragón Ministerio de Ciencia e Innovación. Gobierno de España 1 CONCLUSIONES DE LAS JORNADAS: Conmemoración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo Detección y diagnóstico en TEA: hacia una atención temprana precoz Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un conjunto de trastornos del desarrollo, de origen neurobiológico, que se manifiestan en los 3 primeros años de vida, y que equivalen a los Trastornos Generalizados del Desarrollo, de las clasificaciones internacionales vigentes (DSM y CIE). Todas las personas con TEA comparten dificultades en el área de la socialización, la comunicación y la imaginación, sin embargo, su manifestación es muy heterogénea y se presentan diferencias a lo largo de la vida de una misma persona, influenciadas en gran medida por las capacidades cognitivas y el nivel de lenguaje que muestre la persona. Los TEA afectan a un persona de cada 160 en la etapa educativa, lo que implica que este conjunto de trastornos es mucho más frecuente de lo que se pensaba hace unos años. Actualmente, los TEA no tienen cura, pero sabemos que en la medida en que se comience una atención temprana intensiva, individualizada y especializada su pronóstico puede mejorar muy significativamente. Para que esta atención pueda comenzar de forma precoz es fundamental mejorar y adelantar los procesos de detección lo máximo posible en el tiempo. En esta línea, la información aportada por los padres, así como el estudio de vídeos de los primeros años de vida, han aportado una información valiosa para establecer aquellos síntomas precoces en los primeros meses de desarrollo. En los últimos tiempos, el estudio y evaluación sistemática de hermanos de niños y niñas con Autismo desde el nacimiento, está aportando una información rigurosa que está evidenciando síntomas alterados desde los 12 meses de vida (Zwaigenbaum, 2009). Esta investigación nos está informando que los bebés con Autismo muestran alteraciones tempranas en conductas socio-comunicativas básicas como la orientación social, la atención conjunta o la imitación. Sin embargo, sólo tenemos pruebas de detección sensibles y validadas a los 18 y 24 meses, como el M- CHAT, con la que mediante 23 preguntas sencillas a los padres podemos determinar el riesgo de presentar un TEA desde la Atención Primaria del Servicio Sanitario. La detección precoz tiene que corroborarse con un proceso de diagnóstico y evaluación sistemático, que contemple las clasificaciones internacionales vigentes, utilice herramientas específicas y sea realizado por profesionales especializados. En la medida en que se utilicen pruebas específicas para la evaluación como son la entrevista para padres ADI-R, así como la escala de observación ADOS-G, y sean utilizadas por un profesional especializado, se puede diagnosticar de forma adecuada los TEA en el 95 % de los casos entre los 2 y los 3 años de vida (Lord, 1995). Además de confirmar las sospechas este proceso tiene que ir dirigido a ofrecer apoyos individualizados al niño o niña y su familia y orientar la intervención de forma ajustada. Las guías de buenas prácticas para el tratamiento en TEA (Fuentes y cols 2006) destacan la evidencia científica de intervenciones como los modelos conductuales, así como el uso de medicamentos como la Risperidona. Sin embargo, existen un conjunto de modelos en el contexto de la Atención Temprana que, aunque recomendados por las guías de tratamiento con débil evidencia, están demostrando progresivamente resultados positivos en la intervención con TEA, basando sus modelos en la comprensión evolutiva, incorporando conocimientos de la neuropsicología y estructurando los trabajos en las áreas socio-comunicativas del desarrollo temprano. Este tipo de modelos, como el modelo Denver, el SCERTS o el Floortime, centran el éxito de la intervención en el desarrollo de una buena interacción social, utilizando principios del aprendizaje e implicando y formando a la familia de forma intensiva para que se generalicen los aprendizajes a todos los contextos. Marcos Zamora Director Técnico de la Asociación Autismo Sevilla y Responsable del Área de Atención Temprana Vocal de AETAPI (Asociación Nacional de Profesionales del Autismo)

Conclusiones autismo Marcos Zamora

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Conclusiones de la Jornada y debate por el Día Mundial de Concienciación con el Autismo. 2010. Don Marcos Zamora.

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Jornada de Autismo. Conmemoración del Día Mundial sobre el Autismo 24.03 2010. Fundación Genes y Gentes‐Departamento de Servicios Sociales y Familia. Gobierno de Aragón 

Ministerio de Ciencia e Innovación. Gobierno de España 

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CONCLUSIONES DE LAS JORNADAS: Conmemoración del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo

Detección y diagnóstico en TEA: hacia una atención temprana precoz

Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son un conjunto de trastornos del desarrollo, de origen neurobiológico, que se manifiestan en los 3 primeros años de vida, y que equivalen a los Trastornos Generalizados del Desarrollo, de las clasificaciones internacionales vigentes (DSM y CIE). Todas las personas con TEA comparten dificultades en el área de la socialización, la comunicación y la imaginación, sin embargo, su manifestación es muy heterogénea y se presentan diferencias a lo largo de la vida de una misma persona, influenciadas en gran medida por las capacidades cognitivas y el nivel de lenguaje que muestre la persona. Los TEA afectan a un persona de cada 160 en la etapa educativa, lo que implica que este conjunto de trastornos es mucho más frecuente de lo que se pensaba hace unos años. Actualmente, los TEA no tienen cura, pero sabemos que en la medida en que se comience una atención temprana intensiva, individualizada y especializada su pronóstico puede mejorar muy significativamente. Para que esta atención pueda comenzar de forma precoz es fundamental mejorar y adelantar los procesos de detección lo máximo posible en el tiempo. En esta línea, la información aportada por los padres, así como el estudio de vídeos de los primeros años de vida, han aportado una información valiosa para establecer aquellos síntomas precoces en los primeros meses de desarrollo. En los últimos tiempos, el estudio y evaluación sistemática de hermanos de niños y niñas con Autismo desde el nacimiento, está aportando una información rigurosa que está evidenciando síntomas alterados desde los 12 meses de vida (Zwaigenbaum, 2009). Esta investigación nos está informando que los bebés con Autismo muestran alteraciones tempranas en conductas socio-comunicativas básicas como la orientación social, la atención conjunta o la imitación. Sin embargo, sólo tenemos pruebas de detección sensibles y validadas a los 18 y 24 meses, como el M-CHAT, con la que mediante 23 preguntas sencillas a los padres podemos determinar el riesgo de presentar un TEA desde la Atención Primaria del Servicio Sanitario. La detección precoz tiene que corroborarse con un proceso de diagnóstico y evaluación sistemático, que contemple las clasificaciones internacionales vigentes, utilice herramientas específicas y sea realizado por profesionales especializados. En la medida en que se utilicen pruebas específicas para la evaluación como son la entrevista para padres ADI-R, así como la escala de observación ADOS-G, y sean utilizadas por un profesional especializado, se puede diagnosticar de forma adecuada los TEA en el 95 % de los casos entre los 2 y los 3 años de vida (Lord, 1995). Además de confirmar las sospechas este proceso tiene que ir dirigido a ofrecer apoyos individualizados al niño o niña y su familia y orientar la intervención de forma ajustada. Las guías de buenas prácticas para el tratamiento en TEA (Fuentes y cols 2006) destacan la evidencia científica de intervenciones como los modelos conductuales, así como el uso de medicamentos como la Risperidona. Sin embargo, existen un conjunto de modelos en el contexto de la Atención Temprana que, aunque recomendados por las guías de tratamiento con débil evidencia, están demostrando progresivamente resultados positivos en la intervención con TEA, basando sus modelos en la comprensión evolutiva, incorporando conocimientos de la neuropsicología y estructurando los trabajos en las áreas socio-comunicativas del desarrollo temprano. Este tipo de modelos, como el modelo Denver, el SCERTS o el Floortime, centran el éxito de la intervención en el desarrollo de una buena interacción social, utilizando principios del aprendizaje e implicando y formando a la familia de forma intensiva para que se generalicen los aprendizajes a todos los contextos.

Marcos Zamora Director Técnico de la Asociación Autismo Sevilla y  Responsable del Área de Atención Temprana 

Vocal de AETAPI (Asociación Nacional de Profesionales del Autismo)