Conexiones Entre Migración y Fascismo en Argentina

Victoria Valdivia.Magíster en Estudios Internacionales.

Conexiones entre migración y fascismo en Argentina.

Victoria [email protected]

En el pensamiento clásico geopolítico, el lugar de emplazamiento territorial de un Estado podría

determinar su futuro y rol en la historia, así como también el carácter de sus nacionales, principales

actividades y cosmovisión: es que el hombre se encuentra profundamente religado al espacio geográfico

que habita e internaliza en su proceso de aprendizaje.

En éste sentido de relevancia geográfica, el Cono Sur de América Latina como región no reviste un

lugar especial dentro del Orden Internacional; sufre el mal de la irrelevancia debido a que su posición no

es estratégica en lo absoluto debido a su lejanía y pocas capacidades de acercarse al hearth-land. Cono

Sur se transformaría en el espacio por el cual competir dentro de las aspiraciones imperialistas de las

potencias mundiales, a fin de efectivamente lograr sumar sus territorios aumentando el tamaño de la

potencia.

En este sentido, es interesante mantener presente la composición demográfica de Cono Sur, en donde un

amplio sector de ésta es de origen extra-regional; mayoritariamente europeo, los cuales se han asentado

en el territorio y producido descendencia. Lo anterior no es relevante en términos estadísticos, sino en

cómo afecta la cultura e identidad local, debido a que el inmigrante trae consigo sus tradiciones, cultura

y una forma específica de integración con el medio en el que habita; estos componentes interactúan con

los que poseen la población local originaria y siendo distintos comienzan a integrarse; el sincretismo

cultural genera nuevas bases de identidad que contiene al total de la población: migrantes como locales,

en una sola convención social1.

Ese sincretismo, involucra necesariamente que para los Estados europeos, mayoritariamente, con

pretensiones imperialistas, fuera más simple el tratar de conquistar el territorio del Cono Sur, debido a

que no eran extraños; sus principales elementos identitario estaban contenidos en éste lejano lugar por

causa de las oleadas migratorias hacia Cono Sur.

Dado lo anterior, en el presente trabajo se pretende revisar el caso de migración italiana hacia Argentina

y el surgimiento del fascismo en dicho Estado.1 Es interesante visualizar éste punto con la incorporación de festividades religiosas europeas como lo es la novena de la Virgen del Carmen, la cual llega a la zona centro de Chile, producto de migrantes españoles y es festejada hasta el día de hoy con platos típicos chilenos. Una manifestación del sincretismo entre lo popular local y lo sacro externo que logra generar identidad cultural a las nuevas generaciones, frutos del encuentro de los dos mundos.

Magíster en Estudios Internacionales.Instituto de Estudios Avanzados- USACH.

Semestre primavera, 2014.

mailto:[email protected]


A fin de ello, se plantea la interrogante de ¿Es el fascismo argentino, producto de la composición de la

clase política de dicho estado, consecuencia de la propaganda de Italia en dichos términos? Esta

pregunta, es observada por la hipótesis de trabajo que versa sobre la existencia de correspondencia entre

Italia y Argentina, debido a que la clase política Argentina se componía fuertemente por italianos

altamente politizados; es por ello que el fascismo logra instaurarse con mayor facilidad, pero no

cualquier línea de fascismo, sino la de Mussolini, por resultar mucho más próximo en el imaginario, a la

sociedad civil de Argentina.

Como hemos ya señalado, en las oleadas migracionales, los primero migrantes en arribar en territorio

argentino, con todas las providencias para poder arraigarse y desarrollarse social y económicamente,

fueron los europeos de ultramar (denominados de ésta forma por provenir de lugares más allá de los

océanos que bañan nuestro continente). Ello, no sólo supuso las ventajas legales entorno a la mayor

facilidad de obtener la residencia, nacionalidad y ciudadanía argentina, sino que también implicó que

fueran éstos grupos humanos, los llamados a crear las bases de las clases políticas argentina.

No obstante, el lector no debe mantener el pensamiento de que el total de los europeos arribados durante

el fomento de la inmigración de éste sector del mundo, pudieron llegar a las cúspides de la élite política,

dado que del 100% de migrantes europeos, arribados, el 40% correspondía a población analfabeta, que

principalmente se asentó en las zonas rurales y litorales del Gran Buenos Aires, dedicándose a la

actividad agropecuaria.

El 60% restante, había recibido en Europa instrucción básica y/o avanzada. Es ésta población la que se

asienta en las zonas urbanas, produciendo una explosión demográfica cuya directa consecuencia fue la

creación de los barrios porteños. Son parte de éste porcentaje, quienes logran crear e influir en la élite

política, que conforma la actual clase política bonaerense.

Dentro de los migrantes europeos, el mayor porcentaje corresponde a migrantes de origen italiano,

seguido por los migrantes de origen español; son éstos dos grupos a los que prestaremos mayor atención,

a fin de ejemplificar la construcción de la clase política.

Los migrantes italianos, llegan a Argentina, siguiendo el modelo gravitacional, como consecuencia de la

Primera Guerra Mundial y las consecuentes crisis económicas y sociales que vivía Europa. Estos

migrantes, arribados entre 1900 – 1914, respondieron en un aproximado 50% a una migración del tipo




“golondrina”, lo que quiere decir que una vez que lograron aumentar sus propias arcas y lograr

estabilidad y mejoría económica, regresan a su lugar originario.

Al respecto, en el siguiente cuadro, graficamos los porcentajes de población italiana sobre el total de

población de Buenos Aires para los años señalados:

Año Cantidad de Italianos Total de Población % de italianos

s/ población total

1869 71.442 1.736.923 4,1

1895 492.676 3.954.911 12,4

1914 928.860 7.885.237 11,7

Cuadro de Migrantes Italianos y total de población en las tres oleadas migratorias de Argentina

(Saéz, 2001)

No obstante, el porcentaje de italianos que “decidieron quedarse”, no constituían cualquier tipo de

ciudadano italiano, dado que se constituían como una población altamente politizada (motivo por el

cual, dado las coyunturas históricas en Italia, probablemente les fuera riesgoso cualquier misiva de

retorno), dado que se trataba en su mayoría, de individuos seguidores de Bakunin y por tanto

perseguidos una vez que estalla la división entre marxistas y anarquistas. Dicha población, en Buenos

Aires, no abandonó sus ideales políticos y pretendieron construir en Argentina, una especie de República

Itálica.

Indudablemente, la idea de los politizados italianos, agitó la colonia bonaerense, estallando la

controversia en sus calles. Los grupos de italianos, iban ganando tanto adeptos como enemigos dentro

de la población bonaerense, con una gran significancia: conformarse como líderes de opinión y gestores

de una nueva e imponente clase política.

El segundo grupo de gran relevancia es el compuesto por los migrantes españoles, quienes representan

un aproximado del 20% del total de europeos en territorio argentino.

Los españoles, al igual que el grupo italiano, responden a un modelo gravitacional de migración,

respondiendo a situaciones de crisis económica en su país de origen. No obstante, en su mayoría, los




grupos de españoles, llegan a la Argentina, para integrarse en los campos laborales de las zonas rurales o

empleos de medio status. Dentro del grupo español, se constituyen sub-grupos de vascos y gallegos

principalmente, siendo éstos últimos los propulsores de la clase política española en Argentina.

En efecto, la población gallega, que en Buenos Aires se estaba desempeñando como postores o dueños

de posadas (conventillos, bares y similares en los barrios populares de Buenos Aires, como la Boca o

Caminito), comenzó a promulgar la actividad colectiva, entorno a la unificación de la población gallega,

que estaba siendo fuertemente excluida de la actividad política, como consecuencia de su empobrecida

situación.

Paulatinamente, el movimiento gallego, fue radicalizándose entorno a las variables de nacionalismo e

influencia política (desde la academia, en donde muchos de los nuevos gallegos, se habían logrado

insertar), valiéndose así de la legitimidad necesaria para poder imponerse en la arena política, como

referentes.

Otro grupo de españoles, gozaba de participación y relevancia política, dada la historia de colonización

de España en la región; eran individuos pertenecientes a la élite política colonizadora, ciertamente

herederos de un mejor pasar que sus pares gallegos.

De ésta forma, la clase política argentina, en sus primeros pasos dentro de una República constituida

como tal, se vio enriquecida por la actividad política experimentada, de grupos humanos migrantes,

provenientes de Europa, dado que son éstos migrantes los que ven facilitada su llegada a Argentina

como consecuencia de la política migracional que el Estado Argentino maneja y la situación coyuntural

histórica.

Como se logra plantear, la población total argentina, se encuentra, en su alba, constituida principalmente

por migrantes europeos, por lo cual, a años posteriores, el crecimiento demográfico se ve influenciado

por el mestizaje entre los paisanos argentinos y los europeos, lo que trae como directa consecuencia que

la población argentina, en su totalidad, se encuentre compuesta por descendientes europeos; en distintos

grados de descendencia, por lo cual la acción de una clase política europea, al tratarse de lo que los

“padres” hacen, es completamente legitimada por la población argentina, dado que quienes no eran

descendientes de europeos, reconocían en éstos superioridad cultural, por lo cual no se sentían

cualificados para ir en contra de sus acciones.




Quizás haya sido éste componente etnográfico en la clase política argentina, la que motivó a la

propaganda fascista de Mussolini a poner gran énfasis en “fortalecer el apoyo de militares argentinos, de

la Iglesia, de los nacionalistas y los políticos conservadores” (Finchelstein, 2010, pág. 179). El centro

gravitacional fue el convencimiento de la clase política, convenciéndola de que los problemas de

Argentina eran de relevancia para Italia; lo que generó que en Argentina naciera la idea de una posición

relevante en el mundo; sobre todo en los militares y los más conservadores, quienes adoptaron la idea

fascista bajo el nombre de “nacionalismo”; Argentina despertaba al sueño de una mejor posición; el

camino hacia configurarse como potencia y dejar la irrelevancia política, geográfica.

Finalmente, el fascismo se instaura en Argentina con mayor facilidad debido a que la clase política de

dicho Estado estaba mayoritariamente compuesta por italianos migrantes o sus descendientes; ellos

compartían códigos culturales con los gestores de la propaganda fascista y en éste sentido fue de más

fácil asimilación al identificarla como un producto producido por “semejantes”.

La idea de semejanza, llevó a Argentina a mirar con mayor frecuencia hacia la Europa italiana,

aspirando a los mismos ideales que ella; esto le desconectó profundamente de la realidad regional, por lo

cual Argentina no logró contextualizarse en el espacio y lugar que realmente ocupa en el Sistema

Internacional, produciendo una profunda fractura entre la realidad y lo aspiracional

BibliografíaFinchelstein, F. (2010). El Fascismo descrubre América Latina. En F. Finchelstein, Fascismo

Trasatlántico: Ideología, violencia y sacralidad en Argentina e Italia 1919-1945 (pág. 376). Buenos Aires : Fondo de Cultura Económica.

Saéz, J. (2001). Los migrantes y la discriminación en Argentina. Scripta Nova.

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