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NOMBRE: PIERNA CHERRES GUARNIZO CURSO: DEONTOLOGIA GRUPO: 04 RESUMEN: CAPITULO I EL ACTO MORAL DEBE SER ASI Hábitos y virtudes son la prueba máxima del ser humano Al nacer, todos llegamos a un mundo en el cual nuestros actos nos rigen como persona, donde somos duramente juzgados y en el cual debemos saber el significado de discernimiento; es allí, donde día a día vivimos con el dilema en saber si lo que realizamos es correcto o incorrecto. Muchas personas piensan que si algo trae placer a su vida es bueno y por el contrario algo que cause dolor es malo, que si una persona me ayuda a realizar lo que quiero, ese si es mi amigo, y la que no lo hace, es mi enemigo. Somos los que culpamos a los demás por nuestras derrotas, vacíos o fracasos, y no nos preocupamos por mirar lo que está ocurriendo dentro de nosotros, pensando que el fin justifica los medios con tal que conseguir lo que queremos. Dijo Jesús “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? (Lucas 6, 41-42); pero ¿por qué actuamos así?, y esto es porque la educación viene desde el primer lugar en el cual pasamos la mayor parte de nuestra vida, el hogar, y de acuerdo a esa educación es como ahora nos enfrentamos a la vida. Los padres deben educar a sus hijos

confianza

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Al nacer, todos llegamos a un mundo en el cual nuestros actos nos rigen como persona, donde somos duramente juzgados y en el cual debemos saber el significado de discernimiento; es allí, donde día a día vivimos con el dilema en saber si lo que realizamos es correcto o incorrecto. Muchas personas piensan que si algo trae placer a su vida es bueno y por el contrario algo que cause dolor es malo, que si una persona me ayuda a realizar lo que quiero, ese si es mi amigo, y la que no lo hace, es mi enemigo.

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Page 1: confianza

NOMBRE: PIERNA CHERRES GUARNIZO CURSO: DEONTOLOGIA GRUPO: 04

RESUMEN: CAPITULO I

EL ACTO MORAL DEBE SER ASI

Hábitos y virtudes son la prueba máxima del ser humano

Al nacer, todos llegamos a un mundo en el cual nuestros actos nos rigen

como persona, donde somos duramente juzgados y en el cual debemos saber

el significado de discernimiento; es allí, donde día a día vivimos con el dilema

en saber si lo que realizamos es correcto o incorrecto. Muchas personas

piensan que si algo trae placer a su vida es bueno y por el contrario algo que

cause dolor es malo, que si una persona me ayuda a realizar lo que quiero, ese

si es mi amigo, y la que no lo hace, es mi enemigo.

Somos los que culpamos a los demás por nuestras derrotas, vacíos o

fracasos, y no nos preocupamos por mirar lo que está ocurriendo dentro de

nosotros, pensando que el fin justifica los medios con tal que conseguir lo que

queremos. Dijo Jesús “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano

y no ves la viga que está en el tuyo? (Lucas 6, 41-42); pero ¿por qué actuamos

así?, y esto es porque la educación viene desde el primer lugar en el cual

pasamos la mayor parte de nuestra vida, el hogar, y de acuerdo a esa

educación es como ahora nos enfrentamos a la vida. Los padres deben educar

a sus hijos con amor, deben enseñarles a cómo actuar correctamente en

valores sin hacer daño a otro, a tener conciencia de todo el peligro que acarrea

el mal actuar; esto se ve asociado también en una empresa, ya que ésta es

también una familia.

Actuar correctamente siempre y tener la conciencia tranquila deben ser dos

principios que rijan nuestra vida, vemos a diario como en la mayoría de

nuestras sociedades, las personas están metidas en el mundo de la corrupción

y la falta de moral, pero esto ya no debe seguir así; en una organización las

actividades que realicemos deben ser honestas para poder exigir lo mismos a

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nuestros trabajadores, mostrando como primera cara el ejemplo, obteniendo

buenos resultados; es decir, buenas cosechas; ya que como dice Zig Ziglar,

“Creo que ser exitoso es tener un balance de historias exitosas en muchas

áreas de tu vida. No puedes ser exitoso en tus negocios si tu vida personal es

una vergüenza”

Hábitos, virtudes y educación: La ejemplaridad, el acto moral por

excelencia

Sabemos que la familia es el principal pilar de la sociedad, es un lugar donde

los miembros nacen, aprenden, se educan y se desarrollan en valores, los

cuales nos permitan enfrentar al mundo real; es decir, poner al servicio de la

sociedad todos esos hábitos y buenas costumbres aprendidas a lo largo de la

vida.

El libro La Confianza nos dice que el mundo en el que vivimos está lleno de

personas con comportamientos egoístas que buscan solo el bienestar propio,

que nunca están satisfechos con lo que tienen y que para conseguirlo no les

importa su mal actuar ya que sólo quieren obtener más y más, pasando por

encima de otros con tal de satisfacer su ambición; éstas personas se olvidan de

lo que les rodea y se sumergen en el egoísmo atrapadas por las garras de la

decepción y la insatisfacción lo que tarde o temprano les cobrará una factura.

Dijo Madre Teresa de Calcuta “El dinero sólo puede comprar cosas materiales,

como alimentos, ropas y vivienda. Pero se necesita algo más. Hay males que

no se pueden curar con dinero, sino sólo con amor”. Podemos estar seguros

que si en nuestro actuar diario, los hábitos y las virtudes van de la mano, será

la prueba máxima de que tanto el directivo, el maestro y el padre de familia

pueden llegar a ser ejemplos a seguir.

Nosotros los jóvenes tenemos acceso a conocimientos e informaciones que

nos ayudan a profundizar más sobre nuestros múltiples intereses y sobre algún

tema es especial, pero cómo podría ser esto posible si la gran cantidad de los

docentes no están lo suficientemente capacitados para desempeñar tal tarea,

preocupándose sólo por cosas insignificantes que no tienen nada que ver con

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brindarnos una educación de calidad que nos permita desenvolvernos

laboralmente en el mañana futuro; esto tiene mucha relación con las empresas,

el libro La Confianza también nos dice que el empresario hará patria trabajando

con y para el mismo dando lo mejor de sí, de tal manera que tanto sus

empleados como sus clientes se sientan a gusto y generen una respuesta

positiva creando hombres y mujeres de valor y éxito.

En la actualidad, gran parte de las organizaciones apuntan a la confianza

como un valor extra que el líder puede y debe entregar a las personas, que

trabajan con él y hacia a las que va dirigido su producto o servicio, para que así

las tareas que se ejecuten se realicen con entusiasmo, creatividad e

innovación, donde los empleados confían en sus gerentes, están orgullosos de

sus trabajo, y disfrutan de la presencia de sus compañeros de labores.

Para poder cambiar el mundo en el que vivimos, es necesario primero

empezar por hacernos un análisis de conciencia tratando de buscar cuales han

sido y son nuestros aciertos y desaciertos en el transcurso de nuestra vida,

para así tener la capacidad de influir en el actuar de las personas, es decir,

ayudarlas sin recibir nada a cambio porque “La virtud y la generosidad son

recompensadas de un modo inescrutable (Nelson Mandela)”. La confianza es

la esperanza firme que se tiene de alguien o algo; la seguridad que alguien

tiene en sí mismo, es el ánimo, el aliento, la fe y el vigor para obrar. Las

personas generalmente no actúan solas, siempre tienen a alguien que lo ayude

o apoye, en el que puedan confiar.

La confianza es fundamental para la vida en sociedad del ser humano y

fundamental en la amistad, siendo el primer secreto del éxito. Generalmente

ganamos la confianza de aquéllos en quienes ponemos la nuestra, no existe un

signo más patente de debilidad que desconfiar instintivamente de todo y de

todos. Según Aristóteles, los discursos inspiran menos confianza que las

acciones.

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La filosofía y la ética enseñan al hombre cómo debe actuar frente al otro

El libro La Confianza nos indica que desde sus inicios, al hombre, se le debe

enseñar a entablar relaciones con las personas que les rodean, de tal manera

que los puedan escuchar y ayudar en la solución de sus problemas, actuando

de acuerdo a las normas y valores establecidos.

El tipo de relación que debe enfrentar el hombre para con el mundo que le

rodea está relacionado con los tipos de inteligencia, en un primer lugar con la

inteligencia intrapersonal que viene a ser una situación en la cual la persona es

muy consciente de sus cualidades, de sus capacidades y de sus limitaciones,

en donde el hombre es capaz de estar en continuo contacto consigo mismo;

por otro lado tenemos a la inteligencia interpersonal que viene a ser la

capacidad que le permite al hombre entablar relaciones de una manera fácil y

accesible con variados tipos de personas, ya sea compañeros de trabajo, de

estudio, amigos, parejas o familia.

Es de vital importancia que nuestros conocimientos adquiridos a lo largo de

los años, basados en el amor, la fe, la confianza y la ética reflejen nuestras

actitudes tanto en nuestra familia, en la universidad y en las empresas para el

manejo de cualquier organización, ya que teniendo una conducta ideal nos será

fácil poder acercarnos a la meta y teniendo presente la frase de Roy Disney

"No es difícil tomar decisiones si uno tiene claro sus valores" porque todos y

cada uno de nosotros debemos tener siempre presente quiénes somos y de

dónde venimos. Debemos darnos un tiempo para ponernos a pensar en el

actuar de nuestra vida, y no llenarnos de riqueza y vanidades que solo vienen a

ser lujos que satisfacen parte de nosotros, pero no nos llenan del todo, pues es

allí donde radica la ética, en saber tomar daciones, donde debemos

cuestionarnos sobre los efectos benéficos o perjudiciales que puedan tener las

decisiones en otras personas, que pueden ser nuestros familiares, amigos,

trabajadores, socios o personas ajenos a nuestro círculo social.

“Los sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla

encontrado.” (Napoleón Bonaparte)

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Debemos estar en continuo aprendizaje, debemos buscar la justicia y

debemos tener la mente y los pensamientos claros para no caer en las

tentaciones que se presentaran a lo largo de la vida; y es allí, donde seremos

capaces de poner en práctica todo lo que se nos ha inculcado desde que

éramos unos niños, pero todo esto no sería posible si en cada uno de nosotros

no exististe la palabra Voluntad, pues esta forma parte del punto de partida de

nuestra realización como persona, pues si no tenemos la fuerza y la propia

voluntad no vamos a poder llegar a ningún lado y nos quedaremos estancados.

Debemos luchar por lo que queremos, hemos venido a este mundo para

luchar por nuestros sueños, no para vivir una rutina como forma de vida.

Somos seres excepcionales, y sólo si creemos en algo y queremos que ocurra,

ocurrirá. "Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Ni siquiera

yo. Si tienes un sueño tienes que protegerlo. Las personas que no son capaces

de hacer algo te dirán que tú tampoco puedes, pero si tienes un sueño,

persíguelo, y punto."(En busca de la felicidad)