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Configuraciones ciudadanas en ámbitos académicos
Carolina Alzate Bustamante1
Yuri Andrea Berrío Ruiz2
Resumen
El presente escrito da cuenta de la investigación que se dirige y proyecta hacia el eje de
crecimiento y aplicación de un posible ciudadano sensible de sí y de su mundo. Un ciudadano
que piense e interactúe sobre su entorno, con afectación e intereses de cambio, con concepciones
de transformación de su propio hábitat en tiempos de diálogos de paz, en respuesta a un sujeto
político corresponsal en su época y de sus propios conflictos.
Dentro del proceso investigativo se presentan cinco categorías que sirven de guía para la
construcción de un instrumento que se empleó para la obtención de datos, con los cuales se pudo
realizar una reflexión del papel de la ciudadanía en los ámbitos académicos. Entre los temas
medidos se encuentra el área cognitiva, emocional y cuidado de sí, dentro de un enfoque tanto
individual como social. Con el fin de buscar una mirada de conjunto, se evaluó desde la
perspectiva de convivencia y paz, y de las prácticas ciudadanas como elementos que permitieron
evidenciar la representación que se tiene de esas configuraciones.
Palabras clave: prácticas ciudadanas, cuidado de sí, cognición, emocional, convivencia y
paz.
1 Psicóloga, aspirante a Magister en Educación y Desarrollo Humano, [email protected] 2 Psicóloga, aspirante a Magister en Educación y Desarrollo Humano, [email protected]
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Abstract
This paper gives an account of the research that is focused and planned to an axe of
growth and the application of a possible citizen with personal and world sensitivity. A citizen
that thinks and interacts with its surroundings, concerned and interested in change, with
conceptions about transformation in its own environment especially in peace speaking times.
Also, as a response of a political correspondent subject of its times and phases.
Within the research process, there are five categories that can be identified as a guide to
the construction of the instrument that was used to obtain the data. After, a reflection about the
role of citizens in the academic fields was made. Besides, other topics were addressed such as
cognitive and emotional area, self-care, focusing them individually and socially. Related to the
whole view, it was evaluated from the cohabitation and peace perspective, as well as, the citizen
practices as elements to evidence the representations that are made with these configurations.
Key words: citizen practices, self-care, cognition, emotional, cohabitation and peace.
Introducción
La investigación relatada en el presente escrito está enmarcada dentro de una exploración
que se llevó a cabo durante el año de 2015 y 2016 en una institución de educación superior de la
ciudad de Armenia, Qundío. El propósito principal fue evidenciar cómo se encontraban
manifestadas las categorías de análisis antes mencionadas, en el ejercicio académico de los
estudiantes.
Retomando la concepción del Ministerio de Educación en Colombia, como política
educativa, “Promover una educación de calidad, que forme mejores seres humanos, ciudadanos
con valores éticos, respetuosos de lo público, que ejercen los derechos humanos, cumplen con
sus responsabilidades sociales y conviven en paz” (MEN, 2011), esta investigación se dirige y
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proyecta hacia el eje de indagación y evaluación de un ciudadano que se encuentra en un proceso
de formación universitaria, crecimiento y aplicación de un posible ciudadano sensible de sí y de
su mundo. Uno que piense e interactúe sobre su entorno con afectación e intereses de cambios,
con concepciones de apertura y comunión; con prácticas de transformación de su propio hábitat
en tiempos de diálogos de paz, en respuesta al sujeto político corresponsal en su época y sus
propios conflictos, como se evidencia en la sección de prácticas ciudadanas en cuanto al trabajo
en comunidad, las actitudes que se tienen frente al voto, respeto a la diversidad, cuidado al bien
común e identidad ciudadana.
En el planteamiento aquí mencionado se genera una tensión entre lo instituido, el ideal
social de ciudadano y lo instituyente, la individualidad potenciada al Ciudadano Planetario, en la
configuración del Ciudadano de hoy; pues, al haber trabajado el concepto de ciudadanía, además
de la importancia de la construcción de un ciudadano consciente a la sociedad, es necesario
evaluar qué tipo de acciones se están trabajando desde los ámbitos académicos para la búsqueda
de este sujeto, acciones que se evidenciarán en la encuesta más adelante expuesta.
Se tienen como base las referencias de planteamientos que son vitales para la
construcción de lo expresado aquí, como se ha mencionado anteriormente, desde los criterios de
Lipovetsky, Chaux y la Constitución Política de Colombia, pasando por documentos guías que
aporta el Ministerio de Educación.
Teniendo en cuenta la perspectiva que del ciudadano nos brindan García & González,
(2014) se describe cómo en Colombia se ha entendido y vivido este concepto:
Si bien en Colombia se experimentó con los modelos de ciudadanía anteriores, las
dinámicas democráticas participativas del país han hecho que continuos fallos se
presenten en esta materia. El salto de una sociedad moderna a una sociedad globalizada
4
no permitió una sana transición de lo que al ciudadano le corresponde, una construcción
de identidad, de pertenencia, de reconocimiento de derechos y bienestar común; el afán
de entrar al mundo globalizado llevó al “modelo” de ciudadano a un vertiginoso mundo
consumista.
Categorías de análisis
Las presentes categorías se eligieron a partir de un ejercicio de indagación, se escogieron
las siguientes debido a que se consideran expresiones de la interacción individual y grupal que
tenemos como ciudadanos.
Convivencia y paz “incluye asuntos referidos a las relaciones interpersonales e
intergrupales propias de la vida en sociedad como los conflictos, la agresión, el
cuidado, las acciones pro sociales (por ejemplo, cooperar o ayudar) y la
prevención de la violencia” (Chaux, 2012, p. 67)
Es así, y pensando en un sujeto integral desde la democracia, libertad, justicia, la
filosofía, el teatro, lo estético y lo ético del ser, en la época de apogeo de Grecia se creyó y
apostó hacia una figura política de ciudadano consciente de sí y de sus acciones cívicas. Pero,
como suele suceder en la mayoría de los colectivos, Grecia no estuvo fuera de los problemas de
convivencia, por ello concibieron la democracia como mecanismo regulador del pensamiento
singular y plural de la ciudadanía de la época.
Espacios como la escuela, la familia y la sociedad, deben empoderar a ciudadanos en
formación, ciudadanos que se contemplen a vivir en sociedades basadas en la democracia, con un
estilo de vida de convivencia y paz; y educar sobre esta razón no de carácter obligatorio, sino
más bien pensado en un ciudadano emancipador, de ideales naturales, pues es necesario vivir y
sentir desde la experiencia, pensar en un ciudadano del mundo se hace desde la enseñanza basada
en la socialización con pares y ejemplo de vida.
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En las prácticas ciudadanas, se pretende evidenciar cuán relevante es ejercer la
práctica como ciudadanos hoy en día, la cual es un reto para cada uno de los
miembros de la sociedad que la actualidad está sobrecargada de información por
los medios. Esto puede llegar a afectar el interés en esta práctica debido a que, al
estar la atención en todos estos estímulos, la percepción individual se convierte en
el centro de las acciones cotidianas el estar enfocado en uno mismo; es decir, la
percepción social, al ser parte de un tejido interconectado se pierde y así también
el interés que se tiene como parte de la sociedad, los deberes que implica y los
derechos que acarrean.
En la actualidad, en nuestro país, las prácticas ciudadanas se enfrentan a un reto debido
al momento socio-político y económico que se está viviendo, toda vez que la identidad de los
colombianos se está transformando y las prácticas tienden a transformarse de igual manera. Es
ahora donde se puede destacar cómo han sido y cómo pueden ser en el ejercicio cívico. Con esta
premisa, el reto no es solo para la parte legislativa, sino también la educativa y formativa en
ámbitos institucionales y no institucionales. Lo anterior se debe a que la trasformación tiene
como implícito los cambios que representan un desafío en el ámbito educativo, que en la
actualidad es un foco de atención y parte importante para la sociedad. Esta sensación del cambio
se siente desde la normativa hasta los actos cotidianos que se están enfrentando.
El cuidado de sí Desde la perspectiva genealógica de Foucault, el cuidado de sí se
entiende como un conjunto de prácticas mediante las cuales un individuo establece cierta
relación consigo mismo y en esta relación el individuo se constituye en sujeto de sus propias
acciones. (Chirolla, citado por Garcés & Giraldo, 2013)
6
Si bien, cuando se evalúa la configuración del cuidado de sí o se toman cuestiones desde
perspectivas negativas, entendidas como maltrato y daño individual con eco en el colectivo, se
puede confirmar un número de hechos recurrentes. Es evidente que formamos parte de un
sistema con el resto de la humanidad y del planeta, mis subjetividades y las tuyas.
Es indiscutible que hacemos parte de un sistema complejo con el planeta. Somos
ciudadanos planetarios y hacemos parte de las decisiones que me afectan y afectan al otro. No es
suficiente con que no se vulnere el derecho a la vida si bien somos expectantes y nos quedamos
así. Existe un deber ético de hacer algo cuando se conoce del suceso, con más razón si sale de mi
zona individual. La idea de que lo malo no es sólo hacer algo que perjudique a otro, sino también
la falta de respuesta ante ello, es algo sobre lo que debemos reflexionar. Por lo tanto, la
responsabilidad individual ética y política tendrá una trascendencia y a la solidaridad como un
deber ético que se deriva de la interconexión de subjetividades.
Las competencias cognitivas desde la perspectiva de Chaux, Lleras y Velásquez (2004)
son “capacidades para realizar diversos procesos mentales. En este caso, son capacidades para
llevar a cabo procesos mentales que favorecen el ejercicio de la ciudadanía” (p. 21). Como
ejemplo de estas capacidades, se refieren la toma de perspectiva, interpretación de intenciones,
generación de opciones, consideración de consecuencias, metacognición y el pensamiento
crítico.
De las capacidades antes mencionadas se puede destacar que hay dos tendencias que se
siguen. Una de ellas, la manera cómo nos interrelacionamos con los otros y la otra, cómo
logramos hacer conciencia frente a cómo pensamos y la calidad de lo que pensamos. Son dos
categorías que se relacionan a pesar de sus contrastes, pues una se relaciona con lo externo y, la
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otra, con lo interno. Para lograr que en el ámbito cognitivo se dé un ejercicio ciudadano el
equilibrio entre ambas categorías es fundamental.
Dichas habilidades cognitivas fortalecen al ciudadano a la hora de enfrentarse a una
situación compleja. De la misma manera, si todos desde la formación cuentan con ello, la
sociedad puede fortalecerse en el momento en el que ocurra una situación que afrontar como
colectivo. La riqueza de poseer esta capacidad puede ser determinante en los momentos de
cambios que se presentan en la actualidad, mencionados anteriormente.
En la categoría emocional se definen las competencias, como “las capacidades necesarias
para identificar y responder constructivamente ante las emociones propias y las de los demás.”
(Chaux, Lleras & Velásquez, 2004, p. 22). Dichas capacidades se logran a través de diversas
características como la identificación y manejo de las propias emociones, empatía e
identificación de las emociones de los demás. La formación en estas competencias requiere un
valor agregado debido a que no es una tarea solo para el ámbito educativo, ya que se construyen
desde la familia, el entorno social y cultural. Todos sienten emociones, pero no todos tienen la
capacidad para lograr manejarlas e identificarlas, es de relevancia llegar a lograr desarrollar una
formación integral para que desde las emociones el ciudadano gestione un mejor convivir y
relacionar. Este cambio de enfoque puede llegar a contribuir de manera significativa el
desarrollo de una sociedad para un bienestar común y un accionar en pro de la identificación de
cada uno como ciudadano.
Desde esta categoría, el aporte que hace a una construcción de ciudadanía es que se tenga
una regulación emocional ya que, según Bisquerra & Pérez (2007) cuando existe una regulación
emocional puede haber un control de la expresión de emociones negativas, a la vez dicho autor
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considera de gran relevancia el fortalecimiento de emociones positivas que fortalecen una sana
convivencia.
Metódica
La metódica que se abordó se encuentra integrada a una perspectiva de carácter
hermenéutico desde la cual se implementó el tema de la interpretación a través de los
acontecimientos de las investigadoras que se han dado a la tarea del continuo debate sobre temas
de Ciudadanía frente a los diferentes procesos sociales, que llevan a pensar en las diversas y
posibles configuraciones pre-establecidas sobre un Ciudadano Planetario.
Los resultados aquí descritos dan pie para múltiples usos. Para el actual trabajo, es
fundamental destacar que los hallazgos no solo son un trabajo académico, sino que trasciende en
la vida de las autoras del mismo, las cuales tienen claro que una mirada unidimensional del
ciudadano en la actualidad no aporta lo necesario para plantear nuevas formas de ver y
trasformar la realidad, por eso se encuadran las cinco categorías trabajadas, teniendo en cuenta
que son diversas dimensiones que han mostrado una lectura del ciudadano desde la perspectiva
de esta obra.
Teniendo en cuenta el recorrido conceptual sobre temas de ciudadanía en ámbitos
académicos que se ha querido palpar en esta obra, es necesario vislumbrar que el propósito de
ello es comprender algunas prácticas ciudadanas en grupos de jóvenes que atienden a las aulas de
clase de una universidad pública de la ciudad de Armenia, localidad donde se propone esta
investigación.
Estos grupos de jóvenes hacen parte de las llamadas ciencias duras y ciencias humanas,
teniendo en cuenta la connotación social sobre este grupo, entendido desde el imaginario
colectivo como jóvenes que se encuentran en carreras en donde predomina la formación lógico
matemática.
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Es muy frecuente polarizar los grupos académicos universitarios en las categorías antes
mencionadas; es decir, las habilidades sociales frente a las lógicas matemáticas. Por esta razón,
se acude a estos grupos de estudiantes para entender y reconocer su posición frente a los temas
de ciudadanía, que la mayor parte del tiempo podría estar enfocado a las ciencias humanas y no a
las lógico matemáticas.
Las categorías consideradas relevantes para el instrumento a validar son los estudiantes
de carreras donde predomine la formación lógico matemática y en humanidades, con un nivel
educativo universitario y que hagan parte de una universidad pública.
Este estudio es de carácter mixto, puesto que pretende determinar el grado de prácticas
ciudadanas que ejercen estos grupos de jóvenes en sus respectivas carreras, desde una
perspectiva cualitativa comprensiva e interpretativa, teniendo en cuenta que la participación
social de todos los sujetos es determinante; además del trabajo que se efectuó por parte de los
investigadores frente a los procesos de investigación concernientes a la obra, al igual que los
procesos históricos de la misma.
Es importante destacar que la forma de recolección de los datos del estudio se efectuó a
través de un instrumento tipo encuesta, tomando categorías cualitativas que serán evaluadas
dentro del orden cuantitativo que otorgarán un acercamiento a la problematización inicial de la
investigación. Se seleccionó una muestra de 4 a 6 grupos de estudiantes de las aulas de clase
dentro de una universidad pública, utilizando un muestreo aleatorio en las facultades de
ingeniería, bellas artes y ciencias humanas en las que están inscritos los estudiantes.
Para la realización del instrumento se realizó una validación por tres expertos en ciencias
sociales con experiencia en cátedras de ciudadanía, además de la aplicación de una prueba piloto
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con estudiantes de una universidad de la ciudad de Armenia, tanto de ciencias duras y ciencias
blandas.
Análisis de resultados
En cuanto a los datos sociodemográficos, se preguntó por el género y la edad, dando
como resultado que en las ciencias exactas se presentó un 41.4% de género femenino, comparado
con un 89.7% en ciencias humanas. En cuanto al género masculino, en las ciencias exactas fue
de un 58.6%, y en las humanas, 10,3%.
Los datos obtenidos afirman que en ciencias exactas dieron respuesta más personas del
género masculino, a pesar de que la diferencia entre género femenino no fue muy alta, por lo
contrario, en las ciencias humanas se ve que existe una mayor representación del género
femenino al contestar la encuesta.
EDAD
DESCRIPCIÓN C. EXACTAS C. HUMANAS
15-20 años 10 6
21-25 años 14 10
26-30 años 3 3
Mayor a 31 años 2 10
En cuanto el rango de edad, en Ciencias Humanas se encuentra una representación
equitativa en los rangos de 21-25 años y de mayor de 31 años, con un 34.5%; la menor
representación es del rango de edad entre 26-30 años en ambas ciencias con un 10,4%. En la
mayor representación en ciencias exactas se encuentra el rango de 21-25 años, igual que en las
ciencias humanas ya con un 48,3% de los estudiantes encuestados.
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Cuidado de sí, en el contraste entre una ciencia y la otra, la diferencia es mínima en
cuanto a las respuestas de esta categoría.
Según lo obtenido en la categoría Cuidado del sí, en un promedio que se realizó entre las
preguntas realizadas, un 68,9% en las ciencias exactas y un 65,5% en las ciencias humanas de los
estudiantes cuidan de sí mismos y de su ambiente circundante. Como dato a resaltar, se observa
que las respuestas relacionadas con el seguimiento de normas de tránsito, el uso de la tecnología
y la formación en ética y cuidado del sí contrastaron entre sí a comparación con el transporte
compartido y la ética presente en todas las profesiones, donde se evidencia la preferencia por una
respuesta.
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en esta categoría, y cotejándolos con la
teoría anteriormente expuesta, se evidencia que en los jóvenes universitarios al indagar cómo se
presentaban las diferentes características de esta categoría, se obtuvo que en cuanto a las
acciones pro sociales que tienen que ver con el respecto a las normas de tránsito, en mayor
porcentaje existe una preferencia por respetar siempre o casi siempre dichas reglas.
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En los rasgos del cuidado de sí, como eco en el cuidado del ambiente circundante, se
observa que los jóvenes toman acciones para aportar a la conservación ecológica, en cuanto a la
ética en un nivel profesional y personal, se presentó que las respuestas dan a relucir que en
ambas ciencias se está formando para que los profesionales del mañana cuenten con coherencia
en el cuidado propio, para que más adelante sus experiencias y acciones puedan guiarlos a
contribuir en un nivel social, en el campo que se desempeñe y en su vida cotidiana.
De aquí que dicha categoría se tenga en cuenta como parte de un rol cívico en la
actualidad, en tanto evidencia la relevancia que se tiene en la repercusión del trato individual
hacia uno mismo para derivarse al afectar a un trato comunitario y social.
El porcentaje que dio en la categoría convivencia y paz fue de un 57,2% en ambas
ciencias, lo cual indica una presencia mayor que la media en lo que tiene que ver unas relaciones
interpersonales e intergrupales. Como se explicó anteriormente, incluye el desarrollo de la
cultura, lo ético y la filosofía.
Dado a que las acciones de esta categoría se relacionan con la capacidad de resolver los
conflictos, de intuir cómo reaccionar frente a la agresión y en general saber cómo relacionarse en
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comunidad de una manera adecuada, los jóvenes universitarios afirman que se tienen actitudes
congruentes con la convivencia y paz; además, es necesario comprender que, aunque las
respuestas generadas para esta categoría prevalecieron en un entorno de convivencia y paz
pensando en el otro y en el deber ser, se observa que cuando se indaga sobre aspectos del vínculo
con el otro más cercano, en este caso la familia, el joven responde a ciertos estados de
inestabilidad entre el deber ser y su relación con el otro. Sin embargo, esta respuesta no es tan
alta como las demás.
En cuanto al promedio de esta categoría, se evidencia que en un 66,2% en ciencias
exactas y en un 67,6% en ciencias humanas cuentan con una estructura de pensamiento que habla
de una ciudadana consiente, lo cual representa más de la mitad de la población.
Teniendo en cuenta que en la presente categoría se evidencia si se tienen las capacidades
mentales y estrategias cognitivas necesarias al momento de contar con prácticas ciudadanas y
sociales que aporten a la construcción en comunidad, los resultados arrojados demuestran que los
jóvenes cuentan con la empatía, considerada una característica fundamental en la cognición al
relacionarse con otros, porque aporta al entendimiento sobre cómo el otro vive una situación
determinada, mostrando así una perspectiva de la realidad más amplia.
14
Esta categoría consta de las capacidades propias que se obtienen identificando cómo una
situación provoca una emoción determinada, cómo se actúa frente a esa emoción y cómo
reconocer estos mismos procesos en el otro, debido a que el sentir es uno de los motores del
actuar y reaccionar. Se evidenció en los resultados expuestos que se cuentan con dichas
capacidades, a pesar de que la prevalencia al contestar se dirigió no al contar permanentemente
con estas capacidades, sino con una alta frecuencia, lo que da pie a reflexionar puesto que aún se
puede trabajar en las capacidades emocionales que guían y motivan el relacionarse con el otro y
el ser parte de una comunidad y trabajar para el bien común y propio.
15
En cuanto al promedio de la categoría prácticas, se puede observar un 79,3% en ciencias
exactas y un 77,9% en ciencias humanas, el cual es el mayor porcentaje de las cinco categorías,
lo que indica que en cuanto el accionar como un ciudadano se cuenta con fortalezas
comportamentales y cognitivas en la población encuestada.
Como se pudo observar en dicha categoría de las cinco evaluadas fue la que contó con
mayor presencia según los resultados obtenidos. Las prácticas ciudadanas, en el contexto de este
trabajo, tienen una repercusión destacada dado que en el momento, como país, se está
vivenciando a nivel socio-político y económico trasformaciones continuas. El ejercer acciones
cívicas cotidianas aporta a que la sociedad como comunidad pueda construir un entorno
saludable emocional, mental y físico hablando para todos los que hacemos parte de ella, la
población escogida en este trabajo manifestó con sus respuestas que contaba con un alto índice
de prácticas ciudadanas resaltando entre estas el respeto al otro.
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Destacando así no solo en esta categoría, sino en todas las presentes que el ser ético y ser
ciudadano van de la mano hacia un mismo objetivo que se representa en el vivir en conjunto,
respetándose a sí mismo como a los demás, contando con las capacidades emocionales, mentales
y corporales, teniendo en cuenta lo corpóreo como las prácticas del sujeto en el mundo y que
repercutan en la relación entre unos y otros, representando así a un equipo social que va más allá
de tradiciones e historias pasadas para construir un nuevo panorama.
Conclusiones y proyecciones
El realizar un contraste entre la parte teórica y la parte contextual permite enriquecer y
poner en discusión la realidad actual, en este caso sobre las configuraciones ciudadanas que se
dan en jóvenes universitarios desde una perspectiva hermenéutica, lo que se evidencia en la
importancia en cuanto a formación ciudadana se refiere y donde se enmarcarán aspectos como el
conocimiento propio y todas las categorías anteriormente discutidas que se encargan de recuperar
la mirada del ciudadano hacia así mismo y la otredad, ya que en la actualidad, según lo indagado,
la formación ciudadana se enmarca en la concientización de las leyes, los deberes y derechos que
se tienen al hacer parte de una sociedad pero en ocasiones se deja de lado el ser en conjunto.
Las categorías aquí desarrolladas son una parte de la mirada multidisciplinar del
ciudadano, ya que involucra tanto la formación interna como la externa; es decir que, hablando
de las emociones, del pensamiento y del cuidado del sí (prácticas intrínsecas) llegamos a como se
manifiesta las prácticas ciudadanas de un ser humano, así como la manifestación de la
convivencia y paz (prácticas externas).
Una mirada contextualizada de lo que es ser un ciudadano de la presente época, cómo
este ejercicio puede aportar desde las prácticas cotidianas a la configuración de una sociedad que
está en constante cambio por los hechos que nos marcan como ciudadanos planetarios; donde el
ser de un país o de una ciudad ya no define la cultura a la que nos arraigamos, pues la diversa
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información artística, musical, gastronómica, tecnológica, moral, ética que es la que hace parte
de lo cultural se tiene a la mano en donde quiera que estés y cada vez para más personas.
A pesar de que todo lo externo esté en constante movimiento y cambio, lo interno por
ahora mantiene su estructura cómo nos sentimos, pensamos y nos relacionamos con nosotros
mismos y los demás, tiende a cambiar poco cuando nuestra contexto o cultura es diferente,
seguimos siendo una misma raza, que puede formarse para lograr un trabajo en conjunto para el
bienestar común y propio. De aquí que la experiencia actual en lo educativo logra acercarse a la
preocupación que surge entorno a las prácticas ciudadanas, su trasfondo ético y su aplicación en
la cotidianidad sin diferenciación alguna.
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Referencias
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Colombiano: Desmemorias y Acontecimiento, De Cómo Olvidar Recordando’. Barcelona:
Universidad Autónoma de Barcelona.
Bisquerra, R., & Pérez, N. (2007). Las competencias emocionales. Educación , XXI (10),
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Chaux, E., Lleras, J., & Velásquez, A. M. (2004). Competencias ciudadanas: de los
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Ciencias Sociales, Departamento de Psicología y Centro de Estudios Socioculturales e
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