CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FILOSOFÍA POLÍTICA DE THOMAS HOBBES

8/6/2019 CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FILOSOFÍA POLÍTICA DE THOMAS HOBBES

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CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA FILOSOFÍA POLÍTICA DE

THOMAS HOBBES

Por: Esteban Bedoya

INTRODUCCIÓN

El pensamiento político del filósofo inglés Thomas Hobbes (1588 - 1679) fue

estimulado en gran medida por dos acontecimientos históricos, esto es, las guerras

civiles de Inglaterra y la revolución científica del XVII. Hobbes fue testigo de la

preparación y posterior estallido de la guerra civil 1 la cual tuvo como actores, en

términos generales2

por un lado, a los partidarios protestantes de un estado regido

por los principios de un cristianismo primitivo, en el cual la gracia divina ha de

conducir a la salvación; y por otro lado, tenemos a los que adherían a la instauración

de una república tal como la entendían los antiguos, con base en la finalidad de l ser

humano y las diversas virtudes. Estamos hablando de la disputa entre un

republicanismo clásico, para el cual la naturaleza política de los hombres le s conduce

a gobernarse libremente, y un protestantismo con fuertes aspiraciones políticas que

tiene como idea directriz la gracia divina frente a la cual todo hombre que se encause

con pureza y humildad por la obtención de esta, de parte de Dios, necesariamente se

hará bueno al experimentar su luz y calor. 3 Se trataba de un conflicto estrictamente

de opiniones políticas y religiosas que al modo de ver de Hobbes carecían de

fundamentos y en esa medida cualquiera de las dos iba a ser ineficaz para reunificar

al pueblo. En efecto, la guerra le planteó a Hobbes diversas preguntas clave tales

como: ¿Cuáles son las causas de la guerra como tal? ¿Qué hace que los hombres

obedezcan? ¿Cómo superar la guerra entre los hombres en función de lareunificación del pueblo y la posterior instauración de la paz y la seguridad al margen

de la mera opinión? ¿A quién debemos obedecer? Respondamos con Hobbes: la

creación del Estado se constituye como la propuesta óptima para la solución de los

problemas planteados teniendo en cuenta que ni la naturaleza ni la gracia

proporcionan solución alguna, es a este, en tanto soberano absoluto, a quien

debemos obedecer. Ahora bien, ¿cómo conduce Hobbes su reflexión en función de la

solución de los problemas mencionados? Esta pregunta nos obliga a poner de

manifiesto el papel decisivo que jugaron las conquistas teóricas y metodológicas que

precipitaron la revolución científica del XVIII.

La filosofía de Hobbes es heredera del espíritu investigativo propio de la revolución

científica, un espíritu que se delimitaba al rigor matemático -geométrico4 y a la

preponderancia de la experiencia 5 por encima de todo concepto vacío; de ahí que su

adopción del pensamiento de Descartes no haya sido del todo completa considerando

el concepto negativo que tenía este de la experiencia sensible para la realización del

conocimiento objetivo, sin mencionar su tan problemát ica explicación de la relación

cuerpo-alma. Bajo estas exigencias se puede obtener definiciones claras y distintas 6

razones suficientes, y una visión satisfactoria de todas las relaciones causales que



determinan la naturaleza.7

En efecto, los métodos mediante los cuales Hobbes lleva a

cabo sus estudios son la inducción y la deducción. El primero consiste básicamente

en partir de hechos y datos particulares hasta llegar a principios generales y el

segundo opera de manera inversa, es decir, a partir de princi pios generales se

abordan las especificidades de la naturaleza.

Hasta aquí tenemos claro pues: el estado de cosas a partir del cual Hobbes se

planteó sus principales problemas de investigación y el método que su formacióncientífica8 le exigió para llevar a cabo tal tarea.

Pues bien, en conformidad con la metodología adoptada Hobbes distingue entre dos

tipos de cuerpos9: los cuerpos naturales (cosas de la naturaleza, astros, organismos

simples y organismos complejos como el cuerpo humano) y cuerpos sociales

(voluntad y acuerdos de los hombres que configuran el Estado). Del primer tipo de

cuerpos se ha de ocupar una filosofía natural mientras que del segundo tipo una

filosofía política.10

El texto de filosofía política por excelencia de Hobbes es el Leviatán (nombre de una

bestia o monstruo marino mencionado en la biblia) o la materia, forma y poder de unarepública, eclesiástica y civil (1651), es precisamente este el texto en el que nos

basaremos para exponer de manera general tres de los conceptos centrales de la

filosofía política de Hobbes a saber, estado de naturaleza, contrato social, y Estado

político o soberano absoluto, es decir, pretendo poner de relieve la significación de

cada concepto para después mostrar cómo se articulan en función de la res olución de

los problemas que se plantea Hobbes.

El análisis del cuerpo político que lleva a cabo Hobbes en el Leviatán tiene como

objetivos principales: la dilucidación del hombre en tanto condición necesaria del

Estado, la manera como el hombre crea dicho Estado, el contrato mediante el cual se

crea, las características esenciales del Estado, incluyendo su análisis del Estado

cristiano, qué puede llegar a destruir el cuerpo social y finalmente la aclaración de lo

que significa un reino de las tinieblas.

1. Estado de naturaleza o la condición natural de la humanidad

Tratar de dilucidar al hombre en sus rasgos esenciales implica concebirlo de manera

aislada, es decir, en una situación previa a toda institución humana producto de la

asociación, por ello Hobbes nos propone imaginarnos, sin dejar de recurrir a nuestra

experiencia, o sentido interno, y sus implicaciones intersubjetivas, al hombre en unestado semejante al cual él llama estado de naturaleza o la condición natural de la

humanidad. Evidentemente, se trata de un principio de estructura análoga a la de

aquel otro a partir del cual se estudian y demuestran por inducción las leyes de los

cuerpos físicos, a saber, el principio del movimiento, es decir, de que todo cuerpo se

encuentra en relación causal con otros de manera necesaria, los fenómenos han de

ser estudiados exclusivamente como el resultado la interacción de las partículas

materiales. Esto último trae consigo el problema del determinismo y la libertad,



Hobbes opta por lo primero ya que para él no hay libertad entendida como causalidad

espontánea.

En efecto, Hobbes cuando va a estudiar a los hombres tiene como principio general el

estado de naturaleza a modo de hipótesis de trabajo. 11 Con esta es posible entonces

analizar las bases de las relaciones entre los humanos para así poder plantear con

confianza la pregunta por una sociedad civil y por ende justa. ¿En qué consiste el

estado de naturaleza?

Lo primero que tenemos que apuntar es que se trata de un estado poco o para nada

deseable, considerando que en este se respira miedo y desolación debido a la

incesante guerra que se impone como su esencia, esto es, la guerra de todos contra

todos. Pero si vamos un poco más allá veremos que es ta guerra se debe a un

elemento irreductible del ser humano, esto es, a ³un deseo perpetuo e insaciable de

poder tras poder, que sólo cesa con la muerte´. 12 Cabe señalar que dicho deseo no

es malo como tal si lo contextualizamos en el estado de naturaleza, lo cual aleja a

Hobbes de cualquier interpretación en términos de una humanidad presa del pecado

original.

En estado de naturaleza todos los hombres son más o menos iguales en fuerza bruta

e intelecto práctico (al margen del saber científico que es propi o de un estado civil).

Ocurre entonces que tal deseo de poder, teniendo en cuenta dicha igualdad natural,

conduce a tres conductas básicas que nos sirven para explicar la lucha a muerte: en

primer término conduce a la competición por riquezas, es decir, lucha por la obtención

de la mayor cantidad de bienes para subsistir esta tendencia competitiva al no tener

medida en el estado de naturaleza trae consigo el sometimiento, suplantación y hasta

el asesinato del rival; en segundo lugar, el deseo en cuestión ha ce que el hombre

desconfíe del semejante, ya que cualquiera por más débil que sea puede despojarle

de los bienes obtenidos mediante su propio trabajo, por tanto el hombre se veobligado a llevar a cabo planes de dominio, exhibición de poder y exterminació n

preventiva en virtud de su seguridad; y finalmente, este deseo hace que el hombre se

incline, sin ningún escrúpulo, por la obtención de la gloria y el reconocimiento

mediante la incrementación su poder. Tenemos pues tres causas de confrontación

que podemos delimitar claramente en la naturaleza humana: competición, inseguridad

y gloria, ³lo primero hace que los hombres invadan por ganancia; lo segundo por

seguridad; y lo tercero, por reputación´. 13 En estado de naturaleza las únicas virtudes

son la fuerza y la capacidad de fraude y por tanto la justica no es para Hobbes una

facultad natural (tal como lo sostenían los antiguos). Lo mío y lo tuyo son expresiones

carentes de sentido en el estado de naturaleza.

14

El estado de guerra que se funda en estas conduc tas intersubjetivas es

correspondido por el miedo a la muerte violenta cerrando así un círculo mortífero. Los

hombres se encuentran pues condenados a ³una vida, solitaria, pobre desagradable,

brutal y corta´.15 Hasta aquí el lector desprevenido podrá argüi r que la filosofía política

de Hobbes es de corte fatalista, sin embargo, no ocurre así.



2. El contrato

Hobbes además de este deseo mortífero de poder tras poder, que en el fondo no es

más que deseo de deseo16

, reconoce en el ser humano un deseo de conocimiento y

de las artes (entiéndase en este contexto arte como habilidad para) pacíficas, una

tendencia a la obediencia de un poder común que le proteja de la muerte y por ende

le ponga al margen del miedo. Dicho de otro modo, Hobbes concibe como pasiones

que nos impulsan a la realización de la paz: el temor a la muerte y el deseo de lacreación de mecanismos sociales de subsistencia como la industria, con la esperanza

de una autorrealización vital digna. Estas se constituyen como los motores para que

el hombre lleve a cabo un uso efectivo de su intelecto, el apremio nos obliga a ser

inteligentes. En efecto, gracias a la conjugación con unas pasiones positivas la razón

puede descubrir en la naturaleza unas leyes.

Al deseo de dominio corresponde el derecho natural mientras que al miedo

corresponde la ley de la naturaleza. En un plano más abstracto derecho natural y ley

natural constituyen una suerte de antinomia 17 que ayuda a comprender con mayor

claridad la razón de ser de la guerra.

El derecho natural ³es la libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder,

como él quiera, para la preservación de su propia naturaleza, es decir, de su propia

vida y, por consiguiente, de hacer toda cosa que en su propio juicio, y razón, conciba

como el medio más eficaz para aquello´. 18 Según la anterior definición la libertad

hobbesiana es la libertad negativa, concepto fundamental del liberalismo, es decir, la

capacidad para actuar sin ningún tipo de impedimento u obstáculo externo. Nótese la

inclusión del uso del juicio en tal derecho natural. 19

La ley de la naturaleza ³(«) es un precepto o regla general encontrada por la razón,

por la cual se le prohíbe al hombre hacer aquello que sea destructivo para su vida, o

que le arrebate los medios de preservar la misma, y omitir aquello con lo que cree

puede mejor preservarlo («)´.20

Tenemos pues que ley natural y derecho natural

difieren como obligación y libertad respectivamente.

Según Hobbes todo hombre en estado de naturaleza posee un peligroso derecho a

servirse como quiera de todas las cosas, animales y demás hombres. Sin un

mecanismo que limite el ejercicio de tal derecho será imposible superar el estado de

guerra. Es frente a este que se impone la ley natural hallada por la razón, una razón 21

impulsada por el deseo de conocimiento que en el fondo es instinto de

autoconservación.

No en vano Hobbes plantea dos leyes fundamentales de la naturaleza que se

constituyen como la condición de posibilidad para la vida civil: La ley fundamental de

la naturaleza y la segunda ley de la naturaleza. De estas dos Hobbes deriva diez y

nueve reglas de la vida civil. La primera ley conjuga ley fundamental con derecho

natural de este modo: ³(«) todo hombre debiera esforzarse por la paz, en la medida

en que espere obtenerla, y que cuando no puede obtenerla, puede entonces buscar y

usar toda la ayuda y las ventajas de la guerra («)´. 22 Esfuerzo por la instauración de

la paz, ley fundamental de la naturaleza; y, defenderse a muerte, derecho natural.



El cumplimiento de esta ley si no es reforzado por la segunda y sus derivadas es

infructuoso para alcanzar la tan anhelada paz. La fuerza y el fraude se hacen casi

nulos en un estado donde los hombres son más o menos iguales, por lo cual el

hombre obligado a ser inteligente tiene que pensar y develar las leyes de su acción.

La fuerza individual no sirve para repeler a los demás por lo cual es necesario llevar a

cabo un acuerdo, un diálogo racional con el fin de ceder parte del derecho y la

libertad. De esto se trata precisamente la segunda ley fundamental: ³(«) que un

hombre esté dispuesto, cuando otros también lo están tanto como él, a renunciar a su

derecho a toda cosa en pro de la paz y defensa propia que considere necesaria, y se

contente con tanta libertad contra otros hombres como consentiría a otros hombres

contra él mismo´.23 El hombre toma conciencia de la antinomia entre obligación y

libertad y en esa medida decide renunciar a su derecho sobre todos los cuerpos tanto

inertes como vivos. Se compromete a renunciar en tanto sus semejantes lo hagan.

Así pues, renunciar es respetar la esfera privada del otro en tanto este haga lo mismo

con uno. La renuncia que tenemos entre manos es una renuncia mutua por

transferencia del derecho natural, 24 es decir, lo que se conoce popularmente como un

contrato. Este se ha de realizar mediante el logos, es decir, mediante la palabra en

pasado, presente o futuro.

3. El Estado o Soberano absoluto

Ahora bien, la transferencia de derecho tiene como depositario el Estado o soberano,

que bien puede ser un hombre, un grupo de hombres, o una totalidad de los mismos.

El hombre al hacerse inteligente por el miedo a morir violentamente, a su vez se hace

creador o artista, como diría Hobbes, de un cuerpo artificial compuesto por la voluntad

de cada uno de los ciudadanos, tal como lo observamos en la célebre portada del

Leviatán.



Decíamos que el contrato se realizaba mediante la palabra de las partes, sin embargo

esta no es suficiente para el pleno cumplimiento de la renuncia mutua. Es necesaria

la espada, es decir, la amenaza del castigo o sanción por parte del soberano. De

manera que la obediencia civil se fundamenta, no en una naturaleza o gracia que

impulse a la concordia entre los hombres, si no en la amenaza y el castigo. En este

orden de ideas el juramento por algún tipo de divinidad queda reducido al mero

ámbito privado de la vida civil.

El Estado surge pues, por institución mediante el contrato, como un gran monstruo

encargado de velar por el respeto de los derechos fundamentales de los miembros

del pueblo. La función esencial del estado es la seguridad de los particulares. Doble

seguridad: entre los miembros de una colectividad y respecto a los pos ibles invasores

extranjeros. La soberanía y ejercicio absoluto del poder del Estado depende de su

funcionamiento adecuado.

¿Qué es entonces el Estado para Hobbes? ³(«) es una persona cuyos actos ha

asumido como autora una gran multitud, por actos mutuos de unos con otros, a los

fines de que pueda usar la fuerza y los medios de todos ellos, según considere

oportuno para su paz y defensa común´. 25 El Estado se encarga de crear las

diferentes leyes que han de garantizar la paz y la seguridad. Así, la represent ación

del Estado trae consigo un nuevo bien, que de entrada supera la gracia cristiana y la

virtud antigua en tanto obedece a la estructura real del ser humano, esto es, el



derecho a la vida. Vale la pena poner de relieve la idea de representación que está

implícita en la definición del Estado.

La trasferencia del derecho a todas las cosas que cada individuo le hace al Estado

equivale a concebir las acciones de este como la de cada uno de aquellos, en este

sentido el soberano representa al individuo. Esto de ninguna manera significa que las

voluntad de este se confunda con la de aquel. El soberano es absolutamente

autónomo y el individuo desea que se mantenga este carácter de autonomía parapoder salvaguardar su autorrealización privada en los diversos aspec tos vitales. De

manera que el individualismo, la libertad negativa acorde a la ley, y el absolutismo,

soberanía sin límite, son dos aspectos inseparables de la filosofía política de Hobbes.

El individuo en sentido estricto es la fuente de la legitimidad po lítica, posee una

voluntad de hecho y de derecho.

La ley del soberano tiene un alcance limitado en lo tocante a la esfera privada del

individuo entendido como unidad cuántica de poder, es decir, las leyes formuladas y

protegidas por el soberano evitan los conflictos entre los miembros de la comunidad

más no llega al punto de restringirles por completo su libertad negativa. En este

sentido la ley se entiende como un artificio externo al individuo, esta es la

interpretación liberal de la ley civil hobbesiana. 26

Retomemos para finalizar: hemos, pues, visto en qué consiste cada uno de los tres

conceptos propuestos y en qué medida se relacionan. En el ser humano, entendido

como materia o unidad cuántica de poder del Estado, podemos hallar elementos que

no sólo explican la guerra sino también elementos que conducen a la asociación en el

voto y por ende a la creación, a través de la renuncia, del gran Leviatán. Por

consiguiente el gran aporte de Hobbes es sin duda el de una estructura compleja

compuesta por tres elementos teóricos: el estado de naturaleza, el contrato, y la

soberanía. De hecho las interpretaciones que hacen Locke y Rousseau de dichoesquema dan razones para sostener que los fundamentos de la filosofía política

hobbesiana poseen un sano carácter hipotético, por lo cual se puede decir que el

sistema de Hobbes queda abierto a pesar de su rigor científico.



BIBLIOGRAFÍA

- Carrillo, Lucy. La humanidad entre la barbarie y la civilización. T homas Hobbes o el

concepto de lo que debería ser la política. En: Los clásicos de la filosofía política.

Medellín. Editorial Universidad de Antioquia, 2003.

- Hobbes, Thomas. Leviatán. Buenos Aires. Editorial Losada, 2005.

- Manent. Pierre. Historia del pensamiento liberal . Buenos Aires, Emecé. 1990.

- Suarez Molano, Jose, Olimpo. Syllabus sobre filosofía política . Medellín. Editorial

Universidad pontificia Bolivariana. 2004.

- Williams, Garrath. Hobbes: Moral and political philosophy , en:http://www.iep.utm.edu/hobmoral/#H3 (consultado el 30 de marzo de 2011.

NOTAS:

1 Fueron básicamente dos guerras, de 1642 a 1646 y de 1648 a 1651 finalizando con la instauración de una forma

de gobierno republicano. Por su seguridad Hobbes se exilió en Francia de 1640 a 16512

Inglaterra se encontraba dramáticamente dividida: ricos y pobres diferían en cuanto a su apoyo al poder

monárquico para el recaudo de impuestos, asimismo los miembros del parlamento disputaban el poder con un rey

en el cual ya no creían y frente al que se encontraban en discordia religiosa. Esto trajo consecuencias de inequidad

gravísimas.3 Cfr. Manent. Pierre. Historia del pensamiento liberal . Buenos Aires, Emecé. 1990, p. 604 R igor exigido por R ené Descartes, filósofo francés que Hobbes contactó durante su exilio en Francia, a parte de

otros importantes intelectuales franceses como Gassendi, y el matemático Marsenne, este último llegó a ser su

amigo. Para esta época Hobbes ya gozaba de cierto prestigio filosófico.5 El principal defensor de este método fue el filósofo inglés Francis Bacon, Hobbes lo llegó contactar merced a la

celebridad obtenida por su traducción al inglés de La guerra del Peloponeso de Tucídides. 6 Esta es precisamente una de las características que hace de la geometría un saber imprescindible para Hobbes

llevar a cabo sus investigaciones; la otra característica es la exigencia de un conocimiento pleno de las causas

(dejando de lado las formales y finales pues son asunto del pensamiento escolástico) del objeto de estudio . No en

vano afirma Hobbes lo siguiente: ³la primera causa de conclusiones absurdas la atribuyo a la carencia de método;

a que no comienzan su raciocinio partiendo de definiciones, esto es, de significados convenidos para sus palabras,

como si pudieran confeccionar un cómputo sin conocer el valor de las palabras numerales uno, dos y tres.´

Hobbes, Thomas. Leviatán. Buenos Aires. Editorial Losada, 2005, p. 69.7 Hobbes define la ciencia como ³(«) el conocimiento de las consecuencias y de la dependencia de un hecho

respecto de otro, gracias al cual, además de aquello que podemos hacer actualmente, sabemos como hacer algo

más cuando queramos, o algo semejante en otro momento. Porque cuando vemos como se produce cualquier cosa,

sobre qué causas y de qué manera, al entrar en nuestro poder causas análogas sabemos como hacerlas producir

efectos análogos´ Ibíd., p. 71 8 Formación en gran medida independiente del principio medieval de autoridad magister dixit . Esto se encuentra

en correspondencia con una doble oposición: Hobbes rechazó tajantemente la injerencia de los argumentosaristotélico-teológicos en los asuntos políticos ya que el soberano estaba por encima de cualquier idea religiosa, y

de igual manera, se opuso a la metafísica aristotélica-teológica que entraba en contradicción con su principio de la

existencia única de cuerpos 9 Por cierto esto es lo único que para él existe y por ende sus estudios se enfocan exclusivamente en el análisis de

los mismos. Cfr Hobbes, Thomas. Leviatán. Op. Cit. p. 328 10 Que en el fondo supone una psicología y una ética de la naturaleza humana. Estas implican dos asuntos clave:

Hobbes en su breve introducción al Leviatán no sólo da cuenta de un análisis del hombre en términos

mecanicistas, para luego ponerlo en analogía con el cuerpo artificial estatal, sino que también nos muestra un

análisis introspectivo que consiste en delimitar en sí mismo a la humanidad en tanto piensa, opina, razona, espera,teme, etc. Ahora bien, ambos procedimientos podría decirse que son irreductibles entre sí puesto que la

introspección no se agota en la precisión el objeto de estudio teniendo presente, según Strauss, el carácter



incipiente de la psicología y la fisiología de su época. La aplicación del método científico para investigar lo

psíquico trae consigo resultados poco satisfactorios. Cfr. Williams, Garrath. Hobbes: Moral and political

philosophy, en: http://www.iep.utm.edu/hobmoral/#H3 (consultado el 30 de marzo de 2011.11 lo cual descarta una posible delimitación de un momento en la historia donde se dé un libre despliegue de una

situación exactamente igual. Aunque el mismo Hobbes dice que pese a que, desde el punto de vista histórico, no

hubo un estado de guerra generalizado, sí había algunos pueblos de América que vivían en una situación sin

gobierno alguno que temer. De todas maneras dicho estado se pensaba más como una posibilidad a futuro, dadas

las circunstancias inglesas12 Hobbes, Thomas. Leviatán. Op. Cit. p. 109 13 Ibíd., p. 129

14 Sin duda afirmar que en estado de naturaleza la ausencia de valores morales es harto problemático. Garrath

Williams nos hace percatar de esto cuando afirma que ³el problema aquí ± en el estado de naturaleza ±no es la

carencia de ideas morales ±lejos de esto ±más bien se trata de que tales ideas y los juicios difieren enormemente´

Williams, Garrath. Hobbes: Moral and political philosophy, Op. Cit. Williams hace esta afirmación apoyándose

en la misma definición que Hobbes hace del derecho natural, a saber, si bien nos apropiamos de las cosas, no lo

hacemos simplemente mediante la fuerza sino también con cierto uso libre y racional del juicio 15 Ibíd., 130

16 Una vez el hombre ha obtenido supuestamente el poder suficiente, emerge un nuevo deseo de poder, ³(«) enalgunos de fama por nuevas conquistas; en otros, de ocio y placer sensual; en otros, de admiración, o de ser

ensalzados por descollar en algún arte o en otra capacidad de la vida´. Ibíd., 10917 Cfr. Suarez Molano, Jose, Olimpo. S yllabus sobre filosofía política. Medellín. Editorial Universidad pontificia

Bolivariana. 2004, p. 10818 Hobbes, Thomas. Leviatán. Op. Cit. p. 132

19 Mirar nota 14

20 Hobbes, Thomas. Leviatán. Op. Cit. p.133

21 Hobbes entiende la razón como la capacidad para el cálculo, es decir, para adicionar y sustraer, a parte de

cantidades, ³consecuencias de nombres generales convenidos para caracterizar y significar nuestros pensamientos

(«)´. Ibíd., p. 67. De modo que, en términos de Hobbes, se lleva a cabo un proceso de caracterización cuando

calculamos para nosotros mismos, y de significación cuando llevamos a cabo demostraciones frente a un

determinado auditorio. En otros términos: la razón es la capacidad de ordenar, para sí y para otros, conceptos

lógicamente en virtud de una exposición. 22 Ibíd., p. 133

23 Ibídem

24 Hobbes distingue entre trasferencia del derecho a la cosa y trasferencia de la cosa misma: ³(«) la cosa puede

ser entregada junto con la traslación del derecho, como cuando se compra o se vende al contado o se intercambian

bienes o tierras, y puede ser entregada algún tiempo después´ («)´. Ibíd., p. 135. En esta misma línea Hobbeshabla de los pactos, es decir, de acuerdos o actos mediante los cuales se confía en la entrega de la cosa contratada

para un tiempo posterior. 25 Ibíd., p. 167

26 Cfr. Manent. Pierre. Historia del pensamiento liberal. Op. Cit. p. 83



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