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Construcción de un Modelo Educativo Fundamentado en Los
Principios De Universalización, Democratización e Integración y
Respeto a la Diversidad
Desde que fue firmada por la mayoría de estados miembros de las Naciones
Unidas la Declaración Universal de Derechos Humanos, a la fecha surge la
siguiente pregunta: ¿habrán realizado los gobiernos su mejor esfuerzo por cumplir
el compromiso adquirido de universalizar y democratizar la educación? Dado que
en esta declaración, el artículo 26 manifiesta que: “Toda persona tiene derecho a
la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la
instrucción elemental y fundamental…”, es preciso preguntar entonces:
¿Qué tan lejos se encuentra nuestro país de la universalización de la educación?
De acuerdo al Informe de la UNESCO sobre la Educación para Todos en el
Mundo, “Llegar a los marginados”, nos hallamos en una encrucijada, o bien
continuamos como si no hubiera ocurrido nada y corremos el riesgo de arruinar los
progresos considerables logrados en el último decenio, o bien hacemos que la
crisis constituya una oportunidad para crear sistemas educativos sólidos capaces
de fomentar la integración y poner un término a todas las formas de marginación.
Los avances conseguidos desde que se adoptaron las metas de la Educación para
Todos y los Objetivos de Desarrollo del Milenio son innegables: se han dado
grandes pasos hacia la universalización de la enseñanza primaria, se ha
incrementado el número de estudiantes en la enseñanza secundaria y superior, y
en muchos países se ha conseguido la igualdad entre los sexos en los sistemas
educativos, pero subraya que todavía queda un largo camino por recorrer. En
efecto, en el mundo hay todavía 72 millones de niños que se ven privados de su
derecho a recibir educación por el mero hecho de haber nacido en una región o en
una familia desfavorecidas. Son millones los jóvenes que salen de la escuela sin
haber adquirido la capacitación necesaria para integrarse con éxito en la población
activa y, además, a uno de cada seis adultos del mundo se le deniega el derecho
a aprender a leer y escribir.[1]
Según el mismo informe, los gobiernos no logran tratar las causas profundas de la
marginación en la educación. El nuevo conjunto de datos sobre la penuria de
educación y la marginación en la educación pone de manifiesto el grado de
exclusión en ochenta países.
En veintidós países, el 30%, o más, de los adultos jóvenes han cursado menos de
cuatro años de estudios, y ese porcentaje se eleva a un 50%, o más, en once
países del África Subsahariana.
En veintiséis países, el 20%, o más, los adultos jóvenes han cursado menos de
dos años de estudios, y ese porcentaje se eleva a un 50%, o más, en algunos
países como Burkina Faso y Somalia.
Las desigualdades se acumulan a menudo y agravan el riesgo de marginación. En
Turquía, el 43% de las niñas de las familias más pobres de habla kurda cursan
menos de dos años de estudios, cuando el promedio nacional es del 6%, y en
Nigeria el 97% de las niñas pobres de habla hausa reciben también menos de dos
años de educación.
La inacción contra las desigualdades, la estigmatización y las discriminaciones
emanadas del nivel de ingresos, la desigualdad entre los sexos, la etnia, el idioma
y la discapacidad están retrasando los progresos hacia la Educación para Todos.
En relación a este informe, el Lic. Felipe Rivas Villatoro[2] expone que si las
tendencias que hemos visto persisten, en 2015, habrá sin escolarizar unos 56
millones de niños en edad de ir a la escuela primaria, y así mismo:
• Actualmente están sin escolarizar unos 71 millones de adolescentes en edad
de cursar el primer ciclo de secundaria.
• Las disparidades entre los sexos siguen profundamente arraigadas: en 28
países en desarrollo, por cada 10 varones escolarizados en primaria, hay todavía
menos de nueve niñas que van a la escuela.
• Las mujeres siguen representando todavía el 54% del total de niños sin
escolarizar, y las que no están escolarizadas tienen muchas más probabilidades
que los varones de no ir nunca en su vida a la escuela.
• Se van a necesitar en todo el mundo más de 10 millones de docentes
suplementarios para lograr el objetivo de universalizar la enseñanza primaria de
aquí a 2015.
• Han sido escasos los avances hacia el objetivo de reducir a la mitad el
analfabetismo de los adultos: todavía 759 millones de personas en el mundo que
no saben leer ni escribir, y dos tercios de ellas son mujeres.
El Salvador, de igual manera tiene mucho camino por recorrer para alcanzar la
meta establecida, ya que de acuerdo al censo educativo 2007:
* En educación, de los 433 mil 576 infantes de cero a tres años, menos del 2%
recibe atención estatal.
* En parvularia sólo se cubre al 51% del total de cuatro a seis años; es decir que
existen más de 190 mil infantes sin cobertura.
* La inversión promedio por alumno es de la más baja del sistema,
aproximadamente 222 dólares por estudiante. Esto responde a las limitantes de
inversión educativa nacional que representa el 18.3% del gasto público total y el
2.9% del PIB.
* Aún persisten diferencias importantes de género, ingresos y área geográfica.
Las mujeres representan el 20% de analfabetismo y en el área rural sigue siendo
el indicador más elevado (29%). Es importante mencionar que desde 1992 hasta
2007, la reducción ha sido de ocho puntos porcentuales a nivel nacional y 10 en el
área rural. Asimismo, la escolaridad promedio en personas de 15 años y más es
de 6.5 grados y en el área rural de 4.2%.
En vista de las estadísticas, El Salvador, a través del Ministerio de Educación, se
encuentra desarrollando el Plan Social Educativo “Vamos a la Escuela”, en el cual
se propone un modelo que agrupa programas insignia, entre los que está la
educación inclusiva, cuya concepción es brindar oportunidades equitativas de
aprendizaje a niños, niñas y jóvenes independientemente de sus diferencias
sociales, culturales y de género así como sus diferencias en las destrezas y
capacidades. La inclusión de la diversidad de la educación supone la eliminación
de las barreras institucionales, pedagógicas, curriculares y culturales que excluyen
o discriminan. Una inclusión exclusiva se logra mediante la generación de
ambientes inclusivos basados en el respeto, la comprensión y la protección de la
diversidad.
El origen de la idea de inclusión se sitúa en el foro internacional de la Unesco que
ha marcado pautas en el campo educativo en el evento celebrado
en Jomtien en 1990 en Tailandia, donde se promovió la idea de
una Educación para todos, que ofreciera satisfacción de las necesidades básicas
de aprendizaje al tiempo que desarrollara el bienestar individual y social de todas
las personas dentro del sistema de educación formal. En la conferencia
internacional de 1994 que concluye con la llamada Declaración de «Salamanca»,
se produce una amplia adscripción a esta idea entre los delegados y se pone
énfasis la urgencia de impartir la enseñanza a todos los niños, jóvenes y adultos,
con y sin necesidades educativas especiales dentro un mismo sistema común de
educación. La resolución de Salamanca generaliza la inclusión como principio
central que ha de guiar la política y la práctica de la construcción de una
educación para todos.
Una crítica frecuente a la pedagogía inclusiva se basa en el temor de que los
alumnos mejor dotados quedarían atrás y no serían suficientemente estimulados
por el sistema inclusivo. Sin embargo diversos estudios han demostrado
estadísticamente que la diversidad no sólo favorece a los más débiles, sino que
también los alumnos "mejor dotados" obtienen amplio provecho de ella. Así lo
demuestran los estudios realizados en torno al programa de valoración
internacional de estudiantes realizado por la OCDE.
Con base en lo anterior, este proyecto pretende dar una propuesta de política
pública que ayude a desarrollar procesos que enfrenten el problema disminuyendo
la brecha que separa al Estado de su compromiso señalado en el art. 53 de la ley
primaria: El derecho a la educación y a la cultura es inherente a la persona
humana; en consecuencia, es obligación y finalidad primordial del Estado su
conservación, fomento y difusión.
Caracterización del docente de educación como mediador de los aprendizajes,
orientador de la familia y líder comunitario es aquel docente o adulto significativo
que debe poseer las competencias básicas para poder desempeñarse en el
campo de la Educación inicial. Precisar y tener un profundo conocimiento del
desarrollo evolutivo del niño y la niña, de las formas como aprenden, de sus
intereses y necesidades básicas, de sus derechos, de sus potencialidades y de su
realidad sociocultural. Al docente le corresponderá entre otros roles el de
planificar, evaluar y mediar el proceso de aprendizaje, así como diseñar y propiciar
las situaciones en las que el niño y la niña se involucren de manera activa y
constructiva.
En su rol como mediador el docente propiciará la adquisición de nuevos
aprendizajes y potenciará el desarrollo, creará condiciones para que los niños
descubran, exploren, manipulen; atenderá a sus requerimientos cuando sea
necesario, además propiciará que el niño incorpore y relacione los nuevos
aprendizajes con sus conocimientos previos.
El docente debe tener la responsabilidad de organizar un ambiente que propicie
un clima favorecedor de los derechos y de los aprendizajes donde exista libertad
de acción, respeto por las personas, por los recursos y las producciones,
generando la oportunidad de variadas interacciones con elementos del entorno
que permita al niño conocer los fenómenos naturales y tener un conocimiento del
por qué se producen.
La mediación y el ambiente positivo de aprendizajes son elementos metodológicos
esenciales para la acción pedagógica en la educación inicial, es por ello que el
docente no puede dejar de lado su rol de mediador en el proceso de aprendizaje
del niño preescolar.
Siempre partiendo de experiencias, motivaciones y conocimientos previos de los
niños. Planteando retos y situaciones problemáticas que sean significativas y
funcionales para los niños y las niñas
El papel del educador en la Educación Preescolar o Inicial consiste en lograr que
el niño y la niña aprendan y logren su desarrollo integral. Por ello, facilita la
realización de actividades y medias experiencias significativas, vinculadas con las
necesidades, intereses y potencialidades de los mismos.
La característica más importante de un maestro esto quiere decir que el maestro:
• Sirve como una especie de catalizador produciendo una relación cognitiva
importante entre los niños y sus experiencias.
• Ayuda a los niños a entender el significado generalizado de sus experiencias, de
nuevos aprendizajes y relaciones.
La finalidad del docente con el niño es:
• Extraer de cada experiencia que los niños tengan el aprendizaje máximo de
principios generalizadores.
• Aplicar estrategias sobre cómo percibir el mundo.
• Profundizar en el pensamiento sistemático, claro y efectivo de aprender y
resolver problemas.
El maestro como facilitador cumple con las siguientes funciones de manera
efectiva para el aprendizaje:
• El profesor, preferentemente, estructura el material, el medio o la situación de
enseñanza, de modo que la interacción entre el estudiante y este ambiente
organizado defina el camino a seguir o el objetivo a alcanzar.
• Organiza un ambiente rico en estímulos donde se "dan" las estructuras que
quiere enseñar.
• Propone metas claras, apoya al estudiante en su elección. Desarrolla criterios
para determinar si se llegó o no a la meta deseada. Luego de aceptadas, apoya el
proceso de aprendizaje.
• En la función de apoyo mantiene una posición permisiva y atenta.
• Responde siempre a los aspectos positivos de la conducta del estudiante y
construye a partir de ellos.
• Interviene sólo si se lo solicitan o si es muy necesario. En ambos casos con
acciones más que con palabras.
• Acepta el error como un elemento natural e inherente al proceso de
investigación.
• No se muestra ansioso por llegar a resultados. El aprendizaje es un proceso, a
veces lento.
• Su actitud y actividad muestra a un adulto interesado en lo que sucede. Curioso
frente a los resultados, su actitud muestra que sabe que también él está
aprendiendo.
• Selecciona actividades que le interesan, demuestra saber que enseñamos lo que
sentimos, hacemos o somos rara vez lo que decimos.
• Recurre tanto como puede a preguntar. Cada vez que lo hace espera la
respuesta. Evita el uso de preguntas vacías, aquellas que no requieren o no
aceptan respuestas).
• Si pregunta, da tiempo, propone medios, reformula, acepta y construye sobre las
respuestas o las respuestas parciales.
• Al formular una pregunta no señala a un alumno en particular. (Con esto sólo se
logra aumentar la ansiedad del alumno señalado, disminuye su actividad mental,
por lo menos la actividad coherente) y crea una actitud de espera en el grupo muy
distinta de la actitud de búsqueda que se pretende).
• Si participa en un trabajo grupal, adopta el tono y la actitud de quien construye
con el grupo, no imponga su criterio, sugiere y deja actuar.
• Si sus argumentos no son aceptados, actúa como reconociendo que no son
convincentes para el grupo. No recurre a su autoridad, deja actuar, escucha. Si
procede, busca otro ángulo o las fallas de su argumentación.
• Usa un lenguaje matemático tan preciso como su auditorio puede aceptar y no
exige lo mismo de los estudiantes. Prefiere que ellos usen sus propias palabras.
• Apoya a los estudiantes individuales a relacionar el conocimiento nuevo con el ya
adquirido.
• Estimula la expresión personal de lo aprendido.