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Contenido
EDITORIAL .......................................................................................................................................... 3
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DEL ACRETISMO PLACENTARIO ...................................................... 5
¨MORBILIDAD MATERNA EXTREMA: PREDICTOR DE LA CALIDAD DE LA ATENCIÓN OBSTÉTRICA¨ . 24
ENSAYO: PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD CON EQUIDAD Y CALIDAD DURANTE LA ATENCIÓN
MÉDICA EN EL PUERPERIO. ............................................................................................................... 42
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EDITORIAL
En este segundo número del año 2014 en la revista de la CEAMO, se toman temas de
trascendencia dentro de lo que se considera el marco constitucional de la prestación de
servicios y que de acuerdo con el plan nacional de desarrollo deberían ser considerados por
las instituciones prestadoras de los servicios, la inequidad y la calidad en la prestación de
los servicios son actualmente dos de los principales problemas por los que los ciudadanos
se alejan de las instituciones públicas de salud, principalmente relacionados con la falta de
capacitación al personal que brinda los servicios personales de salud, situación que impide
que estos servicios sean efectivos.
Por otra parte se tocan también dos temas que son de mucha trascendencia en la aplicación
durante la clínica y que están fuertemente vinculados al “saber hacer”, necesidad que
actualmente se agregado al aprendizaje ya que no basta sólo con poseer el conocimiento
sino que se tiene que saber aplicarlo, pasando entonces de la ciencia al arte que según
Aristóteles tiene que ver en cómo se aplica el conocimiento con la sabiduría suficiente para
alcanzar el grado de arte, estos conocimientos que se presentan en los artículos
relacionados con un el acretismo placentario y la morbilidad materna extrema, tienen que
ver con el establecer el estado del arte en que se encuentran, ya que actualmente con la
obstetricia moderna se empiezan a presentar mayores complicaciones que deben afrontarse
de manera científica para obtener los mejores resultados, el acretismo es una entidad que
actualmente se encuentra en incremento por los altos índices de Cesáreas por lo que se
debe retomar el camino para disminuir este indicador tan vergonzoso en la Obstetricia,
actualmente Oaxaca es el estado con mayor índice de Cesáreas en México y el tiempo que
llevará revertir este fenómeno puede acarrear que la morbilidad sea cada vez mayor si no
se detecta a tiempo y si no se sabe actuar con prontitud. Finalmente la Morbilidad Materna
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Extrema en la que se encuentra incluido el acretismo placentario es uno de los indicadores
que puede ser de mayor utilidad cuando se utiliza de manera correcta para hacer las
mejoras que el sistema de salud requiere, tanto desde la perspectiva de prestación de los
servicios personales como desde la perspectiva de los servicios no personales de salud, con
lo que puede estudiar mejor el fenómeno de muerte materna y hacer la reingeniería de
sistema para alcanzar los objetivos propuestos en el Programa de Acción Específico de
Salud Materna Y Perinatal 2013-2018.
De esta manera pues pretendemos que con estos artículos los lectores encuentren
respuestas a muchas de las inquietudes que pueden presentarse durante la práctica clínica
y que pueden ser resueltas de manera favorable para el paciente, y complementamos con la
necesidad de mejorar nuestro sistema de información en salud y las practicas negativas en
la prestación de servicios que nos pueden acarrear conflictos con los pacientes. Que sea de
su agrado la lectura y sobre todo de utilidad.
Dr. Omar Calvo Aguilar
Editor
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DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DEL ACRETISMO
PLACENTARIO
AUTORES:
Omar Calvo Aguilar. Especialista en Ginecología y Obstetricia, Especialista en Medicina
Materno Fetal, Maestro en Ciencias Médicas. Comisión Estatal de Arbitraje Médico de
Oaxaca.
INTRODUCCIÓN
El progreso en la reducción de la mortalidad materna como objetivo de desarrollo del
milenio se encuentra lejos de ser alcanzado en México, algunos de los problemas
observados que impiden el cumplimiento, se deben no solo a la falta de interés de los
involucrados en las actividades relacionadas con la meta, sino también al cambio
paradigmático en materia de salud en México que ocurre durante el año 2002, el
aseguramiento masivo de la población para garantizar el derecho a la protección a la salud
y la necesidad de cubrir los problemas relacionados con los objetivos propuestos en la
agenda 21 en materia de salud, ha generado la cada vez más evidente disminución, o mejor
dicho dilución en la disponibilidad de los recursos en salud1, como lo muestran los
resultados en la evaluación de CONEVAL 2014 en el periodo 2008-2012, la falta de
producción de servicios de salud ha ocasionado sobreocupación del segundo nivel de
atención, principalmente de los servicios de Obstetricia, en el que se observan brechas de
cobertura muy amplias entre la zonas urbana y rural2. Se observa además en este segundo
nivel de atención que el nacimiento es el principal motivo de prestación de servicios en los
hospitales, en donde la medicalización y tecnificación excesiva del parto asociados a la
medicina defensiva, ofrecen un panorama ideal para la Cesárea, intervención que ha ido en
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aumento en las últimas décadas ocasionando un incremento de costos notable, sin que el
estado se haya preocupado por implementar programas para disminuirla. Otra situación
que ha favorecido el nacimiento quirúrgico es la solicitud de las pacientes de manera
expresa del nacimiento por esta vía, independientemente de los inconvenientes que
ocasiona para la madre como la mayor morbilidad, la necesidad de disponer de espacios
para la prestación de los servicios suficientes y la necesidad de personal y equipo
especializado en mayor cantidad, según el reporte de la ENSANUT 2012 el índice de
Cesáreas en nuestro país se encuentra en 45.2%, el más alto del mundo3. Esta situación en
la que se encuentra el segundo y tercer nivel de atención ha resultado en un nuevo
inconveniente para la “Obstetricia moderna”, al generar una mayor cantidad de casos de
acretismo placentario.
El incremento de la incidencia de acretismo placentario es considerado una consecuencia
del intervencionismo médico en el nacimiento, debido a que la adherencia anormal de la
placenta al sitio de implantación que se altera por la presencia de cicatrices uterinas,
situación que está asociada a las intervenciones quirúrgicas en el miometrio, como lo son
la Cesáreas, legrados, miomectomías, etc, esta tendencia en la presentación de casos de
acretismo en los últimos años se ha incrementado en igual proporción que el índice de
Cesáreas, esperando que para el año 2020 se observe un caso por cada 1000 embarazos4.
La placenta acreta se define como la adhesión anómala de este órgano a la pared uterina, en
el contexto de la invasión del miometrio por parte del trofoblasto5, distinguiéndose los
casos en los que la penetración del miometrio es total como percreta y los casos de
penetración incompleta como increta, por otra parte en relación con la superficie
placentaria afectada se puede considerar focal cuando es solo un cotiledón , parcial cuando
se trata de una porción de la placenta o más de un cotiledón o completa cuando se
encuentra adherida de manera anormal toda la superficie placentaria en su cara materna, el
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mecanismo que explique esta adherencia anormal no es claro, pero este fenómeno se ha
observado asociado a determinantes de riesgo catalogadas en dos grupos, aquellas
relacionadas a intervencionismo médico y los relacionados con las características de la
mujer. En el primer rubro tenemos a los factores que se asocian de manera importante con
la presentación del acretismo como son la cicatriz uterina, en donde se observa asociación
hasta 3 veces más o el antecedente de dos cirugías con asociación de 8.6 a 29.8 veces más6,
los restantes factores incluidos, en su vasta mayoría, tienen asociación baja (menos de 3
veces), estando entre ellos la remoción manual de la placenta, la miomectomía, los
procedimientos de fertilización asistida, la embolización arterial uterina, la radioterapia, la
quimioterapia, y los curetajes. En el segundo grupo vinculados a las características de la
mujer se encuentra una amplia gama de factores, pero todos con asociación baja, aquí se
considera a la endometritis, las distrofias miotónicas, la edad materna mayor de 35 años, la
multiparidad y la implantación anómala del mismo órgano6.
Las alteraciones en la adherencia que se observan desde el punto de vista histológico,
tienen que ver con la ausencia total o parcial de la decidua que en ocasiones es sustituida
por tejido conectivo, en estas zonas puede observarse adelgazamiento del miometrio,
depósitos de fibrina y zonas de necrosis, sin embargo el estudio microscópico de las
vellosidades no muestra diferencia entre una placenta con acretismo y sin él, de la misma
manera que tampoco se observa diferencia en los índices de proliferación, ni tampoco en
las tasas de apoptosis de las células en el sitio de implantación del trofoblasto, todos los
hallazgos no difieren de los descritos en pacientes con placenta normal. Los estudios de
tipo molecular han documentado que la única diferencia que se observa entre placentas con
adherencia normal y anormal es la expresión de angiopoyetina 2 y receptor para
angiopoyetina 2 (Tie-2), encontrándose para los casos de adherencia anormal condiciones
de regulación a la alta en la angiopoyetina y regulación a la baja para su receptor
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correspondiente a nivel de sincitiotrofoblasto, a diferencia del citotrofoblasto o a nivel de
trofoblasto extravellositario, en donde hay regulación menor de angiopoyetina y mayor de
su receptor, y a su vez en estos dos últimos tejidos se encontraron expresiones similares,
situación que hasta el momento ha fundamentado la teoría que relaciona a las cicatrices
uterinas con la disfunción biológica del endometrio, y que sigue siendo la única que
explica este fenómeno adherencial7.
DIAGNÓSTICO
La relevancia que ha cobrado a últimas fechas el diagnóstico prenatal del acretismo
placentario tiene que ver con la limitación de los daños que puede permitir el abordaje
quirúrgico correcto; este hecho ha mejorado el pronóstico de la morbilidad, ya que la
identificación en etapas tempranas concede el tiempo suficiente para la planeación de la
técnica quirúrgica más adecuada a la problemática y de esta manera la morbilidad materna
extrema por hemorragia obstétrica masiva disminuye, a la vez que la morbilidad que
acompaña al acretismo placentario relacionada con la pérdida sanguínea, las lesiones a
otros órganos, la histerectomía de emergencia, la necesidad de transfusiones sanguíneas y
las complicaciones postoperatorias se reducen en gran medida8.
Dentro de los diferentes métodos empleados para identificar datos de acretismo
placentario, el ultrasonido ha demostrado ser el que tiene el menor costo y mayores
beneficios pues es el que se tiene con mayor disponibilidad, no requiere de personal
altamente capacitado para su manejo, es seguro durante el embarazo y los resultados
muestran que la sensibilidad en el diagnóstico de acretismo es alta cuando se usan los
signos adecuados, por otra parte la técnica mediante resonancia magnética nuclear, que ha
mostrado sensibilidad poco mayor en el diagnóstico de acretismo con respecto al
ultrasonido, con similar tasa de falsos positivos, tiene el inconveniente de presentar costos
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mucho mayores, no se encuentra disponible y a pesar de ser seguro en el embarazo no es
fácil el contar con este medio en cualquier unidad médica, la disponibilidad es poca debido
a lo sofisticado del equipo. Por su parte la tomografía axial computada es un método que
por emitir radiaciones ionizantes no es el más idóneo en el embarazo, motivo por el cual su
utilidad es limitada y prácticamente no se usa como método de elección en el diagnóstico.
El diagnóstico prenatal de acretismo se ve limitado por la exposición a radiaciones del feto
de manera que sólo se debe optar por métodos imagenológicos con emisión de radiaciones
no ionizantes, que son los métodos seguros para el feto, siendo los principales el
ultrasonido y la resonancia magnética nuclear.
La ultrasonografía se ha convertido en el método de elección ideal y vital dentro del
proceso de investigación de adherencia anormal de la placenta, por supuesto sin dejar pasar
los antecedentes clínicos y quirúrgicos de la paciente, que son pruebas de tamizaje para la
selección del grupo de riesgo, en el que se incluyen la mayor cantidad de casos de
acretismo, pero también es conocido que aún sin contar con factores de riesgo es posible
encontrar algunos casos, por lo que actualmente el ultrasonido de nivel II realizado en el
primer y segundo trimestre son momentos de oportunidad para la identificación de este
fenómeno placentario.
Se ha observado que durante el primer trimestre es difícil realizar la evaluación de datos
de adherencia anormal de la placenta, pues en la comparación entre estudios se han
observado valores de sensibilidad más bajos respecto a el tercer trimestre, sin embargo
existen reportes de diagnóstico de acretismo placentario por ultrasonido desde las 5
semanas8, otros reportes antes de las 10 semanas también han venido a reforzar que en los
estudios de rutina de nivel II se haga la búsqueda intencionada a todas las mujeres que
acuden a realizarlo9.
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La metodología en la realización del ultrasonido para integrar los signos en la búsqueda de
acretismo placentario se basa en la ubicación que tenga la placenta; en los casos de
placenta previa la realización del ultrasonido por vía vaginal es la ideal, para además de
evaluar los signos de acretismo, determinar si se encuentra bloqueado el orificio cervical
interno, para aquellos casos en los que la ubicación de la placenta es en el segmento
anterior (lo más frecuente cuando hay antecedente de Cesárea) la revisión ultrasonográfica
se realizará por vía abdominal, salvo en los casos de búsqueda temprana como en el primer
trimestre del embarazo, la revisión deberá realizarse por vía vaginal para que tenga mayor
solidez. En cualquiera de las vías, llámese abdominal o vaginal, la búsqueda se va a centrar
en cuatro signos que son los principales en la identificación de caso8, estos son:
• Pérdida de la zona hipoecoica miometral retroplacentaria
• Adelgazamiento o disrupción de la serosa uterina y de la zona hiperecoica en
interfase con la vejiga
• Presencia de masas exofíticas
• Presencia de una gran área de sonolucencias placentarias (lagunas placentarias).
Cada uno de estos signos por sí mismo tiene importancia en el diagnóstico cuando se
utilizan de manera aislada, pero de manera conjunta son de mayor utilidad al mejorar la
sensibilidad de la prueba; la presencia de lagunas es el signo más importante porque ha
mostrado valores de sensibilidad de 79% antes de las 20 semanas y hasta 93% posterior a
la semana 20, por lo que se ha constituido como el signo principal en el proceso de
identificación, mientras que el signo que se observa con menor frecuencia tanto antes de la
semana 20 como después de ella es la pérdida de la zona hipoecoica miometrial, observado
en 7% de los casos10. La fisiopatología de las lagunas no está clara, ya que también se
observa en los casos de placenta previa sin acretismo, de ahí la importancia de establecer el
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diagnóstico con base en dos o más signos, ya que este signo de manera aislada presenta
baja especificidad, aclarar que tampoco es posible utilizar como criterio para diagnóstico el
tener todos los signos porque se perdería en sensibilidad dejando de incluir casos ciertos de
acretismo, aunque la prueba sería más específica, situación que no se busca dadas las
complicaciones de la patología . El observar la pérdida de la línea hipoecoica con
sensibilidad tan baja tiene que ver con el adelgazamiento miometrial que ocurre durante el
tercer trimestre, en el que solo se puede observar una delgada línea, lo que dificulta su
apreciación motivo de su baja prevalencia en los estudios de ultrasonografía.
Imagen I
En la revisión sistemática para establecer los mejores valores de sensibilidad del
ultrasonido en el diagnóstico prenatal de acretismo placentario, según D`Antonio8,
mediante ecografía básica en escala de grises mediante la presencia de dos signos al
menos, es de 90.72% (IC 95%: 87.2-93.6%), los valores de especificidad obtenidos fueron
de 96.94% (IC 95%: 96.3-97.5%), en este metanálisis se evaluaron 3707 embarazos con
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riesgo de adherencia anormal de la placenta debido a antecedente de cirugía uterina y
presencia de placenta anterior, en este grupo de riesgo se encontró incidencia de acretismo
placentario de 9.3%8, Cuando al estudio en escala de grises se agrega Doppler color en
búsqueda de vasos sanguíneos que penetren el miometrio o serosa, los valores de
sensibilidad se incrementan llegando a alcanzar según algunas series hasta el 100% de
sensibilidad11. Por su parte la resonancia magnética nuclear identificó 12 de 15 pacientes
(80% sensibilidad IC 95%: 60-100%) comparado con la ecografía en escala de grises que
detectó 14 de 15 casos12, sin embargo se ha observado que en situaciones en las que
existen dudas con la ultrasonografía, la resonancia puede ser una alternativa excelente para
aclararlas, de la misma manera que el Doppler de color, puede ayudar a esclarecer las
dudas, con el inconveniente de que aún presenta inconsistencia en los criterios que deben
observarse para establecer un diagnóstico más preciso de acretismo placentario.
Imagen II
Finalmente los marcadores de lesión tisular representan una alternativa a desarrollar en un
futuro cercano, los marcadores que han mostrado ser más efectivos son: la determinación
de células NK que muestran un incremento en los casos de Acretismo placentario y
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placenta previa, relacionados con mayor morbilidad13. Hay revisiones con más tiempo en
proceso de evaluación como es el caso de la alfa feto proteína que se ha observado con
asociación importante de cuantificaciones elevadas y la presencia de Acretismo
placentario, sin embargo no hay estudios concluyentes que la recomienden como marcador
sérico14.
TRATAMIENTO
Existen dos escenarios en los que nos vamos a posicionar en el caso del acretismo
placentario, el primero cuando es un hallazgo en el trasoperatorio o en el tercer periodo del
parto, o el segundo caso en el que tenemos el diagnóstico prenatal.
Cuando el evento ocurre sin diagnóstico prenatal, lo consideramos evento de prioridad en
la emergencia obstétrica, la principal problemática estriba en estimar la pérdida sanguínea
para que se considere excesiva y luego asociarlo con datos relativos a falta de
desprendimiento de la placenta con tercer periodo prolongado, retención de fragmentos de
placenta o inversión uterina con placenta, todos estos secundarios a acretismo placentario;
en este escenario el tratamiento quirúrgico conservador para limitar las pérdidas
sanguíneas o mediante histerectomía obstétrica son las principales opciones a seguir. La
primera línea de acción del manejo propuesto por la OMS denominado código rojo,
siempre será el uso de fármacos que mejoren la contractilidad uterina, la terapéutica
propuesta es el uso de oxitocina, ergonovina, carbetocina y/o prostaglandinas, así como el
uso de taponamiento uterino15, dando paso inmediatamente a la segunda línea de acción,
mediante el tratamiento dirigido, en esta parte se encuentran los procedimientos
quirúrgicos conservadores que pueden limitar la pérdida sanguínea y los tratamientos
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radicales mediante histerectomía de urgencia total o subtotal. Los procedimientos
quirúrgicos identificados que ayudan a disminuir la hemorragia obstétrica son el
acolchonamiento uterino mediante las diferentes técnicas que han sido descritas a partir de
la propuesta de B- Lynch, teniendo al menos seis variantes descritas en la literatura con
éxito que va del 76 al 100% de los casos de acuerdo con el tipo de patología en la que se
aplica16, este manejo puede ser utilizado en los casos que se desea preservar la fertilidad o
bien cuando no se cuentan con los medios para realizar la histerectomía o únicamente
como medio de contención de pérdida en lo que se inicia el procedimiento final; otra
alternativa que se utiliza en los casos de contención de la hemorragia es la ligadura
selectiva de arterias uterinas, técnica que fue descrita en el año de 1974 por O`Leary, el
procedimiento es fácil de realizar, es rápido y no requiere de entrenamiento especial,
ayudará a disminuir la pérdida sanguínea hasta en 72% de los casos17,con fertilidad
posterior reportado en 12 de 40 casos tratados, la técnica muestra que se pueden realizar
cuatro ligaduras en diferentes etapas, sin embargo, la recomendación es realizar solo dos
ligaduras para evaluar por etapas, primero una ligadura alta en ambas uterinas, evaluar
disminución de la hemorragia, si no funciona realizar la ligadura baja en un solo lado y
evaluar remisión de hemorragia; sin remisión se realiza la ligadura baja del lado
contralateral para hacer una evaluación final del procedimiento, a pesar de ser cuatro tipos
de ligaduras las que se pueden realizar en una sola uterina, se recomienda solo el uso de
dos por tiempo y porque se ha observado que la ligadura baja es la que da los mejores
resultados según AbdRabbo, que reporta 100% de efectividad en resolución de hemorragia
obstétrica, con variante técnica de ligadura de ováricas en algunos de los casos, pero sin
seguimiento de la fertilidad18, en estas revisiones de ligadura de uterinas y/o ováricas no
mencionan si se realizó remoción de la placenta en los casos de acretismo total, sólo en la
primera se reporta 16 casos con falla, donde se encontraron 3 casos de acretismo, que
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requirieron del tratamiento resolutivo utilizando como técnica la ligadura de hipogástricas
acompañada de histerectomía obstétrica, ambos procedimientos de alta morbilidad
secundaria a la pérdida sanguínea. La contención de la hemorragia es vital para realizar el
procedimiento en las mejores condiciones hemodinámicas, porque como es sabido este tipo
de situaciones se presentan de forma súbita, situación que impide en muchos de los casos
el acceso a hemoderivados suficientes, y mientras se realiza el cruce o disposición, la
pérdida sanguínea puede ser masiva, por esta situación el enfoque de manejo agudo es a las
técnicas que permitan limitar la pérdida sanguínea mientras se tiene hemoderivados o se
realiza la histerectomía, por ende otra alternativa que puede utilizarse cuando se requiere
de iniciar la histerectomía sin hemoderivados es la ligadura temporal de uterinas mediante
la técnica del torniquete de Rubin, esta es una gran alternativa quirúrgica que limita la
pérdida sanguínea y permite realizar la histerectomía con mayor tranquilidad, permitiendo
un procedimiento más limpio, con menor lesión a órganos vecinos y por tanto con menor
presentación de eventos adversos, además que la pérdida sanguínea se ve disminuida
considerablemente, si bien el procedimiento fue descrito originalmente para los casos de
miomectomía con tiempo de sujeción de 10 min, en los casos de hemorragia por acretismo
la limitante del tiempo queda fuera de lugar, debido a que se realizará la extirpación del
órgano, por lo que la isquemia a que es sometido el útero no tiene repercusión en el
mismo19.
Imagen III
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En el escenario opuesto, cuando se cuenta con diagnóstico prenatal de acretismo
placentario, la forma de abordaje difiere notablemente, ya que permite contar con
hemoderivados disponibles en el procedimiento, contar con el mejor equipo para el
procedimiento, el personal con mayor capacitación y adiestramiento, además, de que de
acuerdo con los hallazgos ecográficos se pueda realizar la histerectomía obstétrica
mediante diversa variantes para limitar la pérdida sanguínea, que por supuesto según
reportes disminuye el consumo de hemoderivados y los días de estancia en unidad de
cuidados intensivos entre otras ventajas. En México la primera descripción en la que se
hace referencia a la modificación en el abordaje de la Cesárea Histerectomía para minizar
las pérdidas sanguíneas es en la referencia del Hospital de Guadalajara propuesta en el año
200819, donde modifican el abordaje de la Cesárea-Histerectomía realizando antes la
ligadura de las arterias hipogástricas, posterior a lo cual se realiza la extracción fetal,
presentaba el inconveniente de conocer la técnica de ligadura de hipogástricas con los
consecuentes riesgos, además de limitar la circulación fetal por el tiempo que llevará
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realizar la ligadura desconociendo que tanto afecta el fenómeno de reperfusión fetal.
Posteriormente se encuentra la revisión en la que se hace referencia al diagnóstico prenatal
y una nueva forma de abordaje con minimización de pérdidas de la Cesárea-Histerectomía,
en el año 2010, donde se hace referencia a la no movilización de la placenta de su lecho de
inserción, la ligadura del cordón, cierre de histerotomía e inicio de la extirpación del
órgano21, a raíz de estas modificaciones en diferentes hospitales de nuestro país que
realizan la histerectomía parcialmente hasta la ligadura de arterias uterinas con posterior
extracción fetal, las diferentes series de casos se reportan exitosas en cuanto a disminución
en la pérdida sanguínea y resultados perinatales22, 23, 24.
Imagen IV
Imagen V
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Todas las técnicas quirúrgicas de Cesárea-Histerectomía que se describen son válidas,
salvo por algunos inconvenientes que tienen que ver con el momento de la extracción fetal,
ya que de acuerdo con la fisiología se comenta que la extracción fetal podrá demorar hasta
5 minutos de acuerdo con el momento de la interrupción de la circulación feto-materna, sin
embargo no se ha evaluado en estas revisiones la repercusión que puede tener en el recién
nacido la disminución del aporte sanguíneo mientras se ligan las uterinas y el tiempo de
extracción, por lo que es conveniente el evaluar las condiciones fetales durante estos
procedimientos mediante el monitoreo continuo que no ha sido propuesto en ninguna de
las investigaciones que se han llevado a cabo, para darle mayor seguridad al
procedimiento. Finalmente existen otros procedimientos que se han reportado como
métodos alternativos para resolver la hemorragia secundaria al acretismo placentario, en
este tipo de terapéutica la radiología intervencionista ocupa un papel preponderante, el uso
de balones oclusivos colocados en las arterias iliacas es un procedimiento prometedor en el
manejo de caso, e inclusive asociado a la embolización de las arterias uterinas, ambos
procedimientos contribuyen a la disminución de la pérdida sanguínea y preservación del
útero, los reportes caso indican que hasta 89% de las mujeres con acretismo placentario
pueden ser manejadas exitosamente mediante estas técnicas25.
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CONCLUSIONES
Deben reconocerse cuatro situaciones por las que se no se lleva a cabo el tratamiento
adecuado en los casos de acretismo, el primero es la falta de identificación del acretismo
placentario, situación que tiene que ver con un adecuado protocolo de identificación de
riesgo por medio del antecedente quirúrgico de la paciente, seguida de la evaluación
ultrasonográfíca en escala de grises buscando los signos ecográficos para saber quiénes son
candidatas a procedimientos especiales de tratamiento y en los casos de duda utilizar el
Doppler y la resonancia magnética nuclear para establecer un mejor diagnóstico que
permita el tratamiento idóneo. La segunda situación que genera que el manejo no sea
adecuado es, que durante el cuadro agudo la falta de identificación de emergencia
obstétrica y subestimación del volumen sanguíneo perdido, acarrea demora en las medidas
terapéuticas de control hemorrágico y en la atención quirúrgica, agravándose el caso con la
subsecuente mayor morbilidad materna extrema o inclusive muerte materna. El tercer
punto es la falta de conocimientos en protocolos de manejo de hemorragia obstétrica, en
ocasiones por que no existen en las instituciones o bien por desconocimiento del
profesional que atiende el caso, en muchos de los hospitales no se cuenta con estos
protocolos y no existe la organización para resolverlos, existen varias forma de organizar la
atención de la hemorragia por acretismo placentario, la activación de código rojo y puesta
en marcha de equipos de atención en emergencias es una manera alternativa para crear esta
organización, que además debe franquear un obstáculo de suma importancia como es la
falta de comunicación, refiriéndose no solo al equipo quirúrgico, sino también a nivel
directivo. Finalmente la falta de conocimientos y entrenamiento, es otra barrera que impide
la atención correcta, la falta de actualización de los médicos, el desconocimiento de
técnicas quirúrgicas, practicar Medicina poco asertiva y la despreocupación de las
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instituciones por capacitar a sus servidores públicos son la última parte que integra el
manejo inapropiado del acretismo.
Podemos esperar que un futuro cercano contemos con marcadores bioquímicos o pruebas
inmunológicas que puedan predecir el riesgo de cualquier embarazada a manera de
tamizaje para acretismo, con ello la elección de pacientes para realizar ecografías será más
preciso, empleando los métodos de tratamiento más efectivos con menos daño,
optimizando recursos, teniendo mayor eficacia y por supuesto mejorando los resultados
obstétricos y perinatales.
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C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 24
¨MORBILIDAD MATERNA EXTREMA: PREDICTOR DE LA CALIDAD DE LA
ATENCIÓN OBSTÉTRICA¨
AUTOR:
Omar Calvo Aguilar. Postgrado en Ginecología y Obstetricia. Especialista en Medicina
Materno Fetal. Maestro en Ciencias Médicas. Comisión Estatal de Arbitraje Médico de
Oaxaca.
INTRODUCCIÓN
La morbilidad materna extrema (MME) es considerada como uno de los principales
indicadores de la atención otorgada a la embarazada, a partir del año 2006 se
promocionó su vigilancia y análisis por considerar que presenta mayores beneficios que
el estudio aislado de la mortalidad materna, basándose en el principio de que los casos
de MME son mayores en número que los casos de muerte materna, lo que permite
realizar un mejor análisis y llegar a conclusiones de mayor validez, considerándose
entonces como el mejor complemento al estudio de la muerte materna, además contar
con otras ventajas tales como el aprendizaje del manejo de caso que se puede utilizar
para evitar eventos similares, o el análisis de fallas en el sistema de salud, de manera
que estas bondades hacen de este indicador un evento trazador de calidad1.
INTRODUCCIÓN
La Morbilidad Materna Extremadamente Grave es definida por la Federación
Latinoamericana de Sociedades de Obstetricia y Ginecología (FLASOG) en el año 2006
como una complicación grave que ocurre durante el embarazo, parto y puerperio, que
pone en riesgo la vida de la mujer o requiere de una atención inmediata con el fin de
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 25
evitar la muerte2. En el año 2007 es aceptada como criterio de calidad para evaluar en
países de Latinoamérica la atención obstétrica, generando los criterios para su inclusión
en el año 2009 por la OMS y adoptada por la Organización Panamericana de la Salud
(PAHO) en el año 2010 en la iniciativa Maternidad Segura, en la que se tiene la intención
no sólo de contabilizar la MME sino, también pretende incorporar a las sociedades
científicas en el esfuerzo para disminuirla, con fines de alcanzar el quinto objetivo de
desarrollo del milenio propugnado en la agenda 21 de salud, disminuir el 75% de las
muertes maternas para el año 2015, modificado en el año dos mil doce para acelerar el
proceso y alcanzar el objetivo en el año 2017. La propuesta incluida en el objetivo
número 5, tiene que ver con la equidad de género y con la desigualdad social que
prevalece en la atención a la embarazada en los países en desarrollo, no con la carga de
enfermedad que genera la mortalidad materna, datos obtenidos muestran la disparidad y
brechas muy amplias observadas entre países desarrollados y en desarrollo, razones de
mortalidad materna de 16 hasta 230 por cien mil recién nacidos vivos son la diferencia
entre los primeros y los segundos3, principalmente asociadas a pobreza, analfabetismo,
bajo estatus de la mujer, higiene y nutrición deficiente, transporte deficiente, servicios
médicos inadecuados, bajo desarrollo personal, etc4., situaciones todas que al resolverse
acabarían substancialmente con el problema de la mortalidad materna, ya que se ha
observado que tanto la MME como la mortalidad materna tienen las mismas causas, pero
estas condiciones de mejora económica no son factibles de tener en poco tiempo, sin
embargo existen otras condiciones que si pueden abatir la mortalidad materna,
disponibles hasta en el 90% de los países, que no representan un mayor egreso y que
podrían ser implementadas a través de su integración en diferentes programas de salud
que promuevan el acceso universal a la salud reproductiva, contemplando el concepto de
calidad para alcanzar la cobertura efectiva universal5. Esta integración propone aportar
nuevos conocimientos sobre una base científica del problema, y permitir la toma de
decisiones para la atención materna futura, con un análisis que facilite la oportunidad de
identificar los riesgos presentes en las gestantes durante el embarazo, el parto y el
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 26
puerperio, para poder utilizarlo en los programas maternos a nivel poblacional, estas
intervenciones se enfocan en cuatro aspectos fundamentales que son la atención
pregestacional en la que se incluye la planificación familiar, los cuidados prenatales,
atención del parto y puerperio por personal profesional con coberturas efectivas que
alcancen como mínimo 80%5.
ATENCIÓN OBSTÉTRICA DE CALIDAD
La calidad de la atención médica definida por Donabedian como el grado en el que los
medios más deseables se utilizan para alcanzar las mayores mejoras posibles en salud6
fue introducida a partir del año 1987 en la evaluación de programas de mortalidad
materna, si bien la definición fue descrita desde principios de los años ochenta, la calidad
no se considerada como una prioridad en la evaluación, hasta el surgimiento de la
iniciativa de maternidad segura, situación que la convirtió en una necesidad, pasando
entonces a la fase de utilización, para ello se proponen dos componentes de la atención
médica para evaluación, el diseño del sistema y la vigilancia del desempeño. En el primer
componente (diseño de sistema) se incluyen todas las características del sistema de
atención que se considera contribuyen a la calidad, como son las disposiciones que rigen
el reclutamiento, la educación, el entrenamiento de posgrado, la expedición de licencias,
la colegiación y la certificación del personal de salud que brinda servicios personales a
las embarazadas, todas las características y requisitos generadas por el órgano rector en
materia de salud y docencia, como lo son las universidades y la secretaria de salud,
ambas a su vez deben establecer los requisitos que las organizaciones de salud (públicas
o privadas) deben de utilizar para seleccionar y organizar a sus médicos, a su vez, esta
regulación de las organizaciones proveedoras de servicios de salud debe ser garantizada
por medio de acreditación de unidades o certificación de las mismas, junto con la
regulación jurídica de la práctica profesional, que contribuye a que los médicos se
obliguen a ser más cuidadosos, a su vez que se estimula a los pacientes a ser más
exigentes (empoderamiento), creando el ambiente propicio para la atención profesional
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 27
de la mujer embarazada. El segundo componente tiene que ver con la vigilancia del
desempeño, que es el seguimiento o la evaluación de la manera en que se ofrecen los
servicios de atención a la salud materna, componente en el que se encuentra la
Morbilidad Materna Extrema como indicador complementario de la muerte materna, que
no es el único que se puede utilizar, pero si es el único que puede ser evaluado desde la
perspectiva de efectividad en la atención, juzgando si se produjeron los mayores
beneficios posibles mediante la mejor de las atenciones útiles, evitando toda atención
dañina; esta consideración depende básicamente de los conocimientos, juicio y habilidad
de los médicos y personal paramédico, sin embargo no debe pasar inadvertido que la
efectividad de la atención, se encuentra íntimamente asociada a la eficiencia, pero no
deben confundirse los términos puesto que este último es utilizado para hacer la
comparación entre los costos de la atención y sus beneficios esperados, a través de la
ejecución de procedimientos de atención de manera tal, que se evite el desperdicio6. De
manera que la calidad de la atención obstétrica puede ser evaluada desde dos
perspectivas, la primera, del médico relacionado a los conocimientos, desempeño técnico
y resultado que pretende obtener; la segunda perspectiva tiene que ver con el paciente
en cuanto a los resultados reales obtenidos, el trato que recibió y los gastos generados
por la atención.
Es importante entonces considerar que la atención obstétrica de calidad no se reduce
exclusivamente a un indicador, sino contemplar que este indicador forma parte de un
conjunto y genera sinergia para poder establecer una mejor evaluación del componente
de calidad en la prestación del servicio.
TIPOS DE ANÁLISIS DE LA MORBILIDAD MATERNA EXTREMA
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El análisis de MME ofrece varias ventajas y desventajas (tabla 1) desde el punto de vista
cuantitativo, sin embargo también se puede revisar desde el enfoque cualitativo, pero
dependerá de la problemática y de los objetivos que se pretenda revisar, para decidir
cuál de estas metodologías es la más apropiada para su uso.
Tabla 1 Ventajas y desventajas del análisis cuantitativo de la Morbilidad Materna Extrema
(tomado de la referencia 6 modificado)
CRITERIOS DESCRIPCIÓN VENTAJAS DESVENTAJAS
Enfermedad
específica
Utiliza criterios
clínicos y condiciones
comunes
Fácil de interpretar e
identificar casos
retrospectivamente.
Calidad en los
cuidados de la
enfermedad
No se encuentran
cubiertas todas las
entidades.
Dificultad para
definir y cuantificar
la condición
Manejo Intervenciones
quirúrgicas o
tratamientos para la
enfermedad
Uso sencillo para
identificar los casos
Depende de otras
variables como la
disponibilidad de
cuidados intensivos,
bancos de sangre,
etc.
Falla orgánica Los marcadores de
disfunción o falla
orgánica son
específicos y se
asocian al deceso del
paciente
Identifican la gravedad
del cuadro.
Se enfocan en
enfermedades severas
Depende de la
existencia de un
mínimo de nivel
cuidados que
incluya laboratorio y
monitoreo
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 29
Análisis cualitativo de la MME
Las ventajas observadas en el análisis cualitativo tienen que ver con que el aprendizaje
de caso puede utilizarse para mejorar la prestación de los servicios de maternidad,
además de crear el ambiente propicio para que los proveedores de salud se sientan
menos intimidados ante el análisis de un caso no letal, situación que puede proporcionar
información directa de la gestante participante, con un panorama enriquecedor para
identificar las causas.
Fig 1 Perspectiva social de la salud
Fuente: Ref 9.
El análisis cualitativo de la MME permite identificar las principales causales desde el
enfoque de los pacientes, a través de la entrevista con los involucrados para identificar la
“ruta hacia la vida”, frase en la que se basa el estudio cualitativo de caso, a través de la
identificación de la calidad en la prestación del servicio, desde la perspectiva de la
gestante, la metodología se enfoca en determinar, si es posible, algún indicio de atención
insegura, o detectar algún evento trazador, que a la vez se puede acompañar de un
evento adverso, con esto se estará documentando que existe deficiencia en la calidad de
la prestación de los servicios `personales de salud, situación que puede ser considerada
evitable. Si la atención revisada por el contrario no presenta evento adverso, quedará
catalogado como un incidente que no tuvo repercusión (cuasi error), ambas condiciones
quedan situadas como acciones que violan los principios de seguridad del paciente,
corregibles en su totalidad y que amerita la reingeniería del sistema para su mejoría. Por
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 30
otra parte cuando se evidencia la prestación del servicio de manera segura pero con
presencia de un evento adverso relacionado con una complicación, se considera como un
evento adverso no previsible en el cual se tiene que evaluar las características de la
persona (idiosincrasia) y la patología de base, así como otros situaciones que no tienen
que ver con el sistema, sino con acciones que no siempre podrán ser corregidas por el
personal que presta los servicios personales de salud. Durante este proceso de
evaluación de MME cualitativa, pueden identificarse las barreras que impidieron la
utilización del sistema y las herramientas que la paciente utilizó para franquearlas. En el
caso de las barreras podemos identificar principalmente cuatro tipos, las Geográficas:
cuando existe mala ubicación de los recursos de atención a la salud (para lo que la mujer
tiene que recorrer grandes distancias) y ejemplos existen al por mayor cuando se
identifica que el acceso y la disponibilidad de las unidades de salud es complicado,
porque no se encuentran en las comunidades, o porque la dispersión no permite contar
con la unidad de salud cerca, o porque son comunidades rurales que no cuentan con
cobertura de servicios. Pueden encontrarse también barreras de tipo Financieras: cuando
el costo excesivo de los servicios de atención a la salud le impide acceder y utilizar estos
servicios, situación que ocurre por la falta de seguridad social en la que aún se
encuentran algunos ciudadanos de nuestro país, pero que ha ido disminuyendo con la
afiliación al seguro popular y los convenios de colaboración con las otras instituciones de
salud para atender la emergencia obstétrica, sin embargo el costo de los traslados es una
situación que aún no se encuentra resuelta en el sistema y que sigue generando
dificultad en la atención por los costos secundarios al traslado del responsable o
familiares que además de erogar recursos dejan de producirlos, sin contar en muchas
ocasiones que la demora en la atención o que la unidad no cuente con un servicio de
salud le genera un incremento en el gasto de bolsillo, situación que hasta el momento en
nuestro país no ha sido disminuida con la afiliación al seguro popular. Las barreras de
tipo Organizacional: cuando se detecta que hay horarios inapropiados, tiempos de espera
prolongados, maltrato, etc, situaciones de índole administrativo y de actitud del personal
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 31
que presta los servicios personales de salud y que repercute en la utilización del servicio,
no se quiere hacer uso porque viola sus derechos como paciente, denostando la práctica
profesional e incurriendo en la mal praxis, lo que ocasiona inconformidades y quejas que
trastocan la relación entre médico y paciente rompiendo con la armonía que lleva al
conflicto legal, finalizando con la no utilización de los servicios de salud. Finalmente se
pueden identificar barreras de tipo Cultural: en las que la prestación de los servicios no se
encuentra adaptado a las condiciones culturales de las poblaciones (relacionado con
poblaciones indígenas en las que tienen otro lenguaje), falta de identidad con la
prestación de los servicios o adecuados al orden cultural de la localidad7. Este conjunto
de obstáculos genera la pérdida en la oportunidad de atención, generando las tres
demoras en la atención reconocidas que ocasionan tanto la MME como la muerte
materna, relacionadas con el retardo en decidirse a acudir a la unidad de atención, el
retardo en localizar la unidad de atención y la tercera el retardo en el inicio del
tratamiento, todas estas demoras raramente se encuentran de manera aisladas, más bien
siempre se encuentran juntas y vinculadas entre sí, las mujeres van a buscar atención
cuando ocurre la emergencia, sin embargo, los retrasos en la toma de la decisión para
buscar la atención, junto con la demora en llegar a las instalaciones genera que la
gravedad del cuadro sea mayor, lo que en ocasiones impide un manejo eficaz, a pesar
de que el personal de salud le preste la importancia y las atenciones necesarias al caso,
por lo que es importante destacar el papel de la primera y segunda demora, ya que tienen
gran influencia en el resultado final de la madre y el bebé4. Otra perspectiva que ofrece
este tipo de análisis de la MME, es el poder conocer de que medios se valió la paciente
para poder hacer uso de los servicios de salud, estos factores denominados facilitadores,
son aquellas características de la población que favorecen la búsqueda de atención,
como son: el ingreso, estatus de aseguramiento, cultura, nivel educativo, etc., junto con
las características de la prestación de los servicios de salud como son la disponibilidad de
la unidad en el lugar adecuado, insumos en cantidades suficientes, características
necesarias para poder enfrentar las necesidades de salud, y que se ofrezcan en un
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 32
marco organizacional adecuado, en conjunto denominado uso efectivo de los recursos
de atención a la salud, denominando a esta interacción de los factores facilitadores con
las barreras como nivel de accesibilidad o simplemente accesibilidad8. Cuando a este
nivel de accesibilidad se le agrega la calidad en la prestación del servicio tenemos la
cobertura efectiva en materia de salud materna.
Fig 2 Barreras para la cobertura universal
Fuente: ref. 7
Análisis cuantitativo de la MME
Por su parte el análisis cuantitativo de la MME permite medir la magnitud del evento
trazador o del evento adverso, siendo un indicador para identificar el manejo de la
emergencia obstétrica y de la calidad en la prestación de los servicios desde la
perspectiva de la calidad técnica y los resultados que se esperan obtener al aplicar
correctamente las normativas. La OMS propone en el año 2009 los criterios que
identifican los casos de MME conforme a la condición que pone en riesgo la vida de la
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 33
mujer, el análisis se acompaña de la verificación del resultado luego de la intervención del
profesional que mejora el estatus de gravedad de la paciente (intervención realizada)5.
Una vez que los casos cuentan con los suficientes criterios para ser considerados, se
promueve la realización de auditorías mediante un análisis estadístico para establecer las
ponderaciones a nivel institucional (razones, incidencias prevalencias, etc), de lo que se
obtiene la evaluación de los diferentes procedimientos utilizados (criterios explícitos y
mensurables) mediante indicadores propuestos de manera internacional o bien los
propios utilizados en la región o en la institución, para concluir y determinar si las normas
de atención fueron cumplidas conforme a protocolos obteniendo los resultados
deseados9. De manera común los datos se analizan a manera de que los patrones de
deficiencias en la atención y oportunidades para mejorar, resalten en el análisis,
favoreciendo la identificación de áreas de mejora. Este tipo de análisis cuantitativo de la
MME ha sido realizado en más de 30 países, mostrando que es una herramienta de gran
utilidad complementaria a la de mortalidad materna en el análisis de la prestación de
servicios de maternidad, porque permite crear y sostener un cambio en la práctica clínica
a través de la generación de información para la toma de decisiones que sea más
efectiva y con respuesta inmediata y a largo plazo, las auditorias en calidad por medio de
la MME son realizadas de manera periódica pero con la intención de contar con una
agenda que pueda ser revisada conforme a necesidades incumplidas en la prestación del
servicio.
Fig. 3 Requisitos de los servicios de salud que ofertan servicios de maternidad
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 34
Fuente: referencia 10
Se ha desarrollado también un índice de gravedad de la madre desarrollado a partir de
las estimaciones de la probabilidad de mortalidad entre las mujeres con complicaciones
relacionadas al embarazo, este índice facilita la evaluación, comparación y seguimiento
entre las instituciones de salud, permitiendo un mejor enfoque referente a la calidad de la
atención en casos de complicaciones graves; la estimación de gravedad es el indicador
para la institución o población que se esté evaluando. Finalmente la implementación de la
vigilancia prospectiva mediante la MME, contribuye al establecimiento de una cultura
institucional de la preparación para emergencias, situación que se puede mejorar por
medio de cursos o capacitaciones en las que se privilegia el componente de respuesta
activa, promoviendo la interacción dentro de los servicios de salud, incluyendo a
directivos, sistemas de información, finanzas, suministros, servicios de salud y recursos
humanos, condiciones que permiten no sólo la evaluación de caso sino de manera global
la atención de emergencias obstétrica como una condición del sistema de salud,
permitiendo que los involucrados participen junto con los profesionales de la salud y las
unidades centinela en la implementación de mejoras para la prestación de los servicios
de salud, las áreas involucradas también pueden tener participación, para el caso las
salas de urgencias, unidades de cuidados intensivos o bancos de sangre, a manera de
priorizar los factores evitables identificados en el análisis de la situación y el uso de
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 35
enfoques basados en evidencia para finalmente hacer que la respuesta para la atención
de la emergencia obstétrica sea eficaz.
RESULTADOS DE LA IMPLEMENTACIÓN
Después de varios años de haber implementado el análisis de la MME, se tienen ya los
primeros avances en la mejoría del sistema y calidad en la prestación de los servicios
maternos, la experiencia obtenida de la evaluación ha servido para crear políticas en
salud materna que permiten un acceso más equitativo.
Dentro de las mejoras que se han llevado a cabo desde la implementación de la
evaluación cuantitativa de la MME, se tiene el caso de la hemorragia obstétrica masiva,
entidad que representa uno de los principales problemas observados en la muerte
materna y MME, principalmente asociado a cuidados médicos inadecuados, falta de
apego a lineamientos de atención, que junto con la falta de capacitación y conocimientos
en el manejo han creado un entorno de incertidumbre en el tratamiento de la hemorragia
obstétrica masiva; a través de la evaluación se ha podido concluir que el contar con los
medios en centros de referencia, identificación de factores de riesgo como el acretismo
en las unidades que no disponen de los medios y el entrenamiento en técnicas
quirúrgicas ha permitido establecer protocolos de manejo óptimo, por medio de los cuales
la MME por hemorragia es menor al ser trasladadas con antelación a unidades que si son
de tipo resolutivo. Por otra parte también se han creado nuevas formas de atención de los
casos de MME incluyendo el uso de guías o lineamientos para este grupo de pacientes
con la recomendación de que cada unidad hospitalaria cuente con ellos detallando el tipo
de manejo a establecer y los tiempos en que deben ser aplicados, lo que ha generado
disminución de la morbilidad por hemorragia masiva11.
También desde la perspectiva cuantitativa ha permitido el diseño de programas para
formación de profesionales en la atención materna, como los implementados por la OMS
en Europa Central, en estos cursos de formación un equipo de consultores
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 36
internacionales (partera, obstetra y neonatólogo), mejoran los conocimientos, habilidades,
prácticas y la actitudes de profesionales de la salud involucrados en la atención perinatal,
demostrado por el seguimiento que se da al programa y por los cambios en las prácticas
del personal de salud, lo que ha redituado en menos carga de la enfermedad en el
periodo puerperal y menor cantidad de muertes maternas, en este tipo de programas se
incluye también la generación de nuevos lineamientos en el manejo de la complicaciones
(guías de práctica clínica) que han llevado a disminuir el número de casos
sobreestimados de gravedad12. Este tipo de programas están basados en las mejores
prácticas e intervenciones médicas basadas en efectividad, con evaluación econométrica
y sobre todo centrados en la familia, con respeto a la confidencialidad, privacidad y
cultura del individuo, de manera que se garantiza la participación de las mujeres en la
toma de decisiones, se brindan opciones de atención y se garantiza la continuidad
asistencial con el más alto nivel posible, respetando los derechos del paciente, haciendo
valer el trato humanitario y los derechos humanos en la prestación de los servicios.
Finalmente desde el enfoque cuantitativo, se han identificación sitios de mejora en las
unidades de atención y puntos de mejora para los proveedores de salud. Los estudios
sobre las experiencias de las mujeres aportan un importante adicional a la perspectiva de
la atención de calidad que no puede ser proporcionado por los métodos cuantitativos, las
experiencias de mujeres y sus parejas revelaron una serie de importantes ejemplos de
atención de alta calidad que ayudaron a mejorar los resultados mediante la disminución
de las complicaciones del embarazo y que pueden ser reproducidos con facilidad en otras
unidades de salud. Adicionalmente, puso de relieve una serie de áreas en las que las
mujeres sentían que la calidad de la atención podría mejorarse, y de la importancia de la
calidad integrada de la atención (atención continua o cuidados continuos) a través de
todos los pasajes que experimentan en la etapa con el fin de mejorar el trato y los
resultados de las complicaciones13.
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 37
Finalmente debemos considerar a la MME como una herramienta para mejorar la calidad
de atención en los establecimientos, mantener vigilancia mediante el seguimiento, y
poder realizar la evaluación de la atención a los eventos adversos, lo que sirve como
herramienta para mejorar a través de las experiencias y resultados de la prestación de los
servicios personales a la mujer, a la vez que permite el fortalecimiento de los sistemas de
salud. Los países como México que se encuentran en progreso en la evolución de la
transición obstétrica de la mortalidad materna, no deben permitir que se disminuyan los
esfuerzos y mucho menos tener regresiones copiando sistemas de salud que se
encuentran en otra etapa de la transición, al contrario se debe cada vez más apostar por
propuestas novedosas para garantizar que el sistema de salud cuente con las
herramientas para medir y mejorar la calidad de la atención, este indicador que permitirá
esas condiciones es precisamente la MME, por medio de su estudio es posible realizar
política en salud que mejoren la toma de decisiones ayudando a reducir aún más la
mortalidad materna14.
CONSIDERACIONES FINALES
El análisis de la MME no debe verse como una carga para la institución ni tampoco como
el señalamiento o estigma que genere repercusiones, distanciamiento o sanciones por
parte de la entidad rectora, al contrario debe ser observada como una estrategia para
motivar a las instituciones en la mejora de la prestación de los servicios de salud para las
embarazadas, promoviendo la atención con calidad y la participación social, a través de
mecanismos de retroalimentación continua.
Siempre van a existir necesidades insatisfechas y siempre van a hacer falta recursos
para mejorar la salud de las mujeres gestantes, por ende la priorización de la
problemática a través de los estudios de MME, que pueden ayudar generar los
mecanismos que ayuden a que las determinantes sociales en salud sean minimizadas,
quitar las barreras de acceso y aumentar los medios que facilitan el acceso y utilización
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 38
mediante estrategias basadas en incrementar y mejorar la afiliación de las embarazadas,
aumentar el acceso real a los servicios de atención obstétrica de emergencia en zonas
marginadas, recordando que el problema de fondo en la MME y la MM es la inequidad
entre zonas rurales y urbanas y entre países con mayores y menores ingresos, tratando
de consolidar un sistema de salud que no se olvide de aumentar la infraestructura de los
servicios, la capacitación del personal para contar siempre y en todo momento con
profesionales para el parto, privilegie la identificación de los casos de gravedad y cuente
con los sitios de atención especializada para las emergencias obstétricas15.
La revisión de casos de MME tiene el potencial de iluminar la problemática y puede
contribuir a mejorar los programas de atención que existen en la actualidad, permitiendo
integrar el análisis con sus respectivas medidas correctivas de manera oportuna. De tal
forma que la implementación del sistema de vigilancia de la MME además de evitar la
muerte materna, disminuye las repercusiones sociales y económicas en el país. Los
nuevos conocimientos sobre cómo los servicios maternidad por medio de la MME
impactan en la salud de la mujer se mejoran por medio de las auditorias, las cuales
muestran consistentemente que el diseño de programas a gran escala puede mejorar los
resultados, pero que deben ser apoyados por medio de la inversión en salud, la
formación de recursos, la supervisión de las prácticas y técnicas de asistencia, con lo que
estaremos alcanzando la fórmula del éxito para alcanzar los mejores resultados posibles
en cuidados maternos16. El campo de la mejora de la calidad de la salud ofrece una
tecnología prometedora para abordar estas deficiencias en la atención clínica de las
mujeres durante el embarazo parto y puerperio, encierra también una amplia gama de
procesos administrativos que apoyan al clínico, por lo que de manera importante se
deben privilegiar las inversiones en investigación y evaluación hasta alcanzar la mejora
de procesos de atención con calidad.
CONCLUSIONES
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Se deben identificar y notificar el 100% de casos de MME que ocurren en las unidades de
primer, segundo y tercer nivel de atención.
Activar la respuesta institucional frente a los casos de MME que permita resolver la
complicación y evitar desenlaces fatales, asumiendo la responsabilidad que le
corresponde a los niveles municipal, jurisdiccional, estatal, regional y nacional.
Establecer planes de mejora institucionales y regionales dirigidos al fortalecimiento en la
calidad de la atención obstétrica, a través de los análisis de caso cualitativo y cuantitativo,
con lo que podrán establecer prioridades, generando las nuevas políticas en salud que
promuevan la equidad.
Medir el comportamiento de los indicadores de resultado a nivel interinstitucional,
interestatal e internacional para asegurarse de los avances en la consecución del 5º
objetivo de desarrollo del milenio, por medio de las auditorias de calidad en la prestación
de servicios maternos, basándose en las guías de atención para los casos de MME.
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ENSAYO: PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD CON EQUIDAD
Y CALIDAD DURANTE LA ATENCIÓN MÉDICA EN EL
PUERPERIO.
Omar Calvo Aguilar. Especialista en Ginecología y Obstetricia, Especialista en Medicina
Materno Fetal, Maestro en Ciencias Médicas. Comisión Estatal de Arbitraje Médico de
Oaxaca.
INTRODUCCIÓN
La prestación de los servicios de salud es una obligación que corresponde al estado luego
de establecer en el año 1982 el derecho a la protección de la salud, este derecho tiene que
ver con una de las garantías individuales que vienen establecidas en la declaración
Universal de los Derechos Humanos, en esta claramente menciona que deben incluirse en
la prestación de los servicios la calidad y la equidad como parte idónea, por parte tanto de
la institución a cargo así como también por parte de los servidores públicos.
DESARROLLO
Cada vez más las personas están conociendo sus derechos por medio de la promoción a
través de los diferentes medios de comunicación, lo que ha llevado al empoderamiento de
la sociedad, esto ha ayudado a que la información sea cada vez más horizontal entre los
prestadores de servicios y los usuarios; el acceso a los servicios de salud que está
garantizado en nuestra constitución y respaldado por medio de la ley general de salud, sin
embargo, a pesar de ello en muchas de las ocasiones el ciudadano no hace uso de este
derecho, debido a múltiples situaciones y condiciones que impiden su utilización.
En materia de salud reproductiva, se han incentivado recomendaciones y acuerdos que
permiten que las mujeres tengan libre acceso a los servicios de salud independientemente
de estar o no inscritas a seguridad social, como por ejemplo el programa embarazo
saludable en el año 2008 y el convenio interinstitucional para la atención de emergencias
obstétricas, logrando con esto que la carencia de acceso (El acceso se refiere a la
posibilidad de obtener atención en salud cuando se requiere y que ésta sea independiente
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 43
de características como el ingreso, el lugar de residencia, la condición laboral o la
pertenencia a un grupo étnico o minoría) a servicios de salud en general sea cada vez
menor como se reporta del año 2010 al 2012 según el CONEVAL, de 29.2 a 21.5%1.
La medición del acceso está fundamentada en la disponibilidad de los servicios, estos
muestran una clara disminución de manera general a raíz del cambio en la afiliación de la
población al Seguro Popular, disminuyen los indicadores de establecimientos de salud,
tanto unidades de hospitalización como unidades ambulatorias, camas, número de médicos,
enfermeras, quirófanos, ultrasonidos y salas de rayos X por cada mil afiliados, en general
todos los rubros que se utilizan para medir la disponibilidad se encuentran por debajo con
respecto a la comparación en el año 2008, lo que muestra que si bien el acceso se encuentra
garantizado en nuestra constitución, puede verse mermado debido a que se ha
incrementado el número de usuarios, esta dilución de los servicios se debe a que los
afiliados se han incrementado muy rápido y por otra parte la infraestructura y recursos se
han incrementado de manera muy lenta, el esfuerzo por contar con afiliación universal es
excelente. Sin embargo los recursos para que puedan tener acceso a estos servicios no
están del todo disponibles como queda de manifiesto por la disminución en su
disponibilidad, efecto paradójico que genera que las tasas de utilización reportadas estén
muy similares a las del año 2006 salvo para las hospitalizaciones reportadas en el último
año.
La utilización de los servicios de salud por las embarazadas se ha incrementado, los
programas de vigilancia prenatal y atención del parto, son los principalmente evaluados y
han presentado mejorías significativas en los últimos años luego del replanteamiento de los
objetivos del Milenio, a pesar de ello las coberturas durante el embarazo parto y puerperio
en América Latina y el Caribe son bajas, alcanzado entre 50 y 95% sin incluir a Haití. En
México, la cobertura de la atención prenatal reporta 77.5%, mientras que la atención del
parto institucional alcanza 92.7%, sin embargo no se reporta la cobertura en el puerperio2,
siendo este periodo en el que las mujeres presentan la mayor morbilidad y mortalidad, se
ha establecido que ocurren tres3 de cada cuatro muertes maternas en este periodo, sin
considerar la discapacidad que puede quedar como consecuencia de los casos de
morbilidad materna extrema.
La utilización de los servicios de salud se asocia a la calidad cuando la prestación de los
servicios de salud se hace con adecuado conocimiento técnico, apegado a la ética,
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 44
protección económica y con trato digno al paciente4, alcanzado así la cobertura efectiva,
esta se puede valorar mediante los indicadores de presentación de eventos adversos en
obstetricia, la atención de morbilidad materna extrema, el trato y la disminución en los
gastos de los usuarios. La falta de información durante el periodo puerperal acerca de la
morbilidad materna y los casos de eventos adversos son situaciones que hacen que la
evaluación sea incompleta, las fuentes de información reportan únicamente los gastos de
las usuarias, existen pocas revisiones acerca de la percepción del trato, ya que según estas
evaluaciones se reporta que en la mayoría de los casos no existe respeto a la dignidad de la
embarazada, que son presionadas y en ocasiones hasta maltratadas, mientras que los
médicos argumentan que los usos y costumbres en los pueblos son la causas principal de la
inasistencia a vigilancia prenatal5.
La problemática que se observa en este breve panorama es que la cobertura con se cuenta
para las mujeres en el contexto de la prestación de los servicios de salud en el puerperio se
encuentra limitada por el incremento en la afiliación con un crecimiento asimétrico de la
infraestructura y recursos. Esto constituye barreras que impiden el goce completo del
derecho a la protección de la salud, esta misma consideración hace que las mujeres en este
periodo busquen alternativas donde puedan ser atendidas en mejores condiciones debido a
la escasez de recursos humanos e infraestructura en las áreas que realmente son necesarias,
porque los grupos indígenas siguen siendo el principal grupo afectado por la mortalidad
materna.
La cobertura efectiva que se pretende alcanzar sólo podrá ser evaluada de manera
congruente cuando se abarquen todos los requisitos que implica como son: la morbilidad
materna extrema tanto desde la perspectiva de seguimiento de caso para enriquecer la
calidad en la prestación de los servicios, al identificar las principales barreras a las que se
enfrenta la mujer para recibir la atención con calidad, así como también la evaluación
cuantitativa con indicadores de razón de morbilidad materna extrema en función de que
representan la base del iceberg en el que la punta es la mortalidad materna. Ambos
métodos nos darán una mejor perspectiva de la problemática de la atención a la mujer.
Finalmente el que los datos durante el puerperio en materia de morbilidad, cobertura,
discapacidad y otras consideraciones no se encuentren plasmadas en la literatura de manera
completa, indican el grado de importancia que le dan a este periodo que es sin embargo
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 45
una ventana de oportunidad para estudiar mejor la prestación de servicios de salud con
calidad. Por otra parte el incrementar la utilización de los servicios de salud en el puerperio
puede llevarse a cabo mediante la elevación del nivel promedio de trato adecuado y abatir
las brechas en este mismo rubro que pudieran existir, ya que mejorar el trato para
incrementar la calidad en la prestación de los servicios médicos puede alcanzarse antes que
resolver la problemática de mortalidad materna, con lo que se estará alcanzado la cobertura
efectiva.
En lo que respecta a la prestación de los servicios de salud con calidad idónea, de acuerdo
con el plan Nacional de Desarrollo, en el objetivo 2.3 (México incluyente), “Asegurar el
acceso a los Servicios de Salud”, en la estrategia 2.3.1 se menciona el “Garantizar el
acceso y la calidad de los servicios de salud a los mexicanos con independencia de su
condición social o laboral”, al respecto en la estrategia 2.3.4. “Garantizar el acceso
efectivo a servicios de salud de calidad”, en una de sus líneas de acción dice: “Instrumentar
mecanismos que permitan homologar la calidad técnica e interpersonal de los servicios de
salud. Mejorar la calidad en la formación de los recursos humanos y alinearla con las
necesidades demográficas y epidemiológicas de la población”6. Estos objetivos y líneas de
acción ponen de manifiesto la necesidad de llevar a cabo acciones de capacitación y
desarrollo personal a los profesionales de salud para que presten los servicios con mayor
calidad, desde la perspectiva de mejorar el trato por dos mecanismos, el primero Respeto
por las personas (incluye Dignidad, Autonomía y Confidencialidad), y el segundo con
Orientación al cliente (incluye Atención pronta, Servicios básicos, Acceso a redes sociales
de apoyo y Capacidad de elección).
Se ha documentado que en la mortalidad materna, de acuerdo con el monitoreo realizado
por la Secretaría de Salud a nivel nacional que alrededor del 80 por ciento de las
defunciones maternas se debieron a una mala calidad de la atención; en 2008 esta cifra
asciende a 84 por ciento y que el 63 por ciento de estas muertes está directamente asociado
a deficiencias médicas de los prestadores de servicios, tales como: errores en los
diagnósticos durante la consulta prenatal y la atención del parto; inadecuado manejo de
urgencias obstétricas; equivocaciones en la solicitud e interpretación de estudios de
laboratorio; deficiencias en la técnica quirúrgica; atención ineficiente durante el puerperio
inmediato, mediato y tardío7.
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 46
Esta serie de problemas están relacionados directamente con los conocimientos y destrezas
que los médicos y personal que atiende a embarazadas, se considera que los médicos según
la ley no tienen obligaciones de resultados, sin embargo las obligaciones de medios
incluyen el actuar con diligencia para alcanzar la finalidad satisfactiva, empleando
determinados medios, conocimientos específicos o prácticas recomendadas de un
procedimiento con el anhelo de alcanzar un resultado sin que se garantice el mismo8 . Las
principales deficiencias observadas según el análisis de la Secretaria de Salud por el grupo
AIDEM son las que presentan mayor repercusión en la discapacidad y mortalidad materna
en el puerperio, estas carencias tienen que ver con las deficiencias técnicas en la atención
del parto y con la atención deficiente en el puerperio inmediato mediato y tardío. A partir
del año 2008 en México se ha apostado por el modelo de atención de emergencias
obstétricas, modelo promovido por diferentes instancias pero principalmente por grupos
como Averting Maternal Death and Disability Program (AMDD, Columbia University, N.
Y.)9, esta propuesta pretende que la atención de emergencias obstétricas esté disponible las
veinticuatro horas, los trescientos sesenta y cinco días del año, y que todo el personal de las
unidades de salud sepa atender este tipo de emergencias. Sin embargo esta iniciativa parece
estar lejos de poder ejecutarse de manera completa, porque no existe manera de homologar
los diferentes cursos que han sido propuestos como métodos de capacitación, además de
que el proceso es costoso y muchas veces no se cuenta con personal calificado suficiente
para poder realizar el entrenamiento.
Existe por otra parte otra iniciativa que ha mostrado resultados satisfactorios en el proceso
de disminuir la morbilidad y mortalidad materna con menor costo y de manera más
efectiva, esto es que la atención de la embarazada, atención del parto y seguimiento en el
puerperio sean dados por personal profesional no exclusivamente médicos, sino que se
incluya a grupos de enfermeras parteras y parteras profesionales que pueden brindar
atención, este proceso implica que las personas que se encarguen del cuidado de las
mujeres embarazadas, así como de sus partos y pospartos hayan pasado por un proceso de
entrenamiento profesionalizado lo que lleva a que todas las mujeres embarazadas sean
atendidas por médicos, enfermeras u obstetras profesionales capacitados para identificar
las emergencias, canalizándolas en caso de necesidad a la instancia hospitalaria de manera
oportuna9. Este último modelo propuesto por Family Care es de tipo más integrativo y
colaborativo, teniendo como fundamento que la participación de una mayor cantidad de
profesionales en la atención de las mujeres embarazadas puede genera una mayor cobertura
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 47
y mejorar la atención. Esto, implica una serie de ajustes dentro de la prestación de los
servicios de atención a las embarazadas en nuestro país como son el de tener contemplada
a la figura de la partera profesional en el modelo sanitario, porque no se cuenta con
espacios para este personal. Implica también que en las Universidades del país se cuente
ahora con una carrera sea de tipo técnica o profesional para la obstetricia, sin que se tenga
que pasar por ser médico y luego especialista para poder brindar la atención a
embarazadas.
Los resultados de este tipo de modelos colaborativos ha mostrado un incremento en el
nivel de satisfacción en la atención del parto y puerperio, porque la atención por parteras
conduce a menos hospitalizaciones durante el embarazo, menos uso de analgésicos
regionales durante el trabajo de parto y el parto, y más partos vaginales espontáneos, sin
que haya disminución de muertes neonatales10.
Todas estas condiciones nos hacen necesario definir indicadores de referencia con el fin de
dar seguimiento al progreso de la atención calificada del parto; elaborar políticas
nacionales que garanticen el derecho de toda mujer a la atención calificada durante la
maternidad, mediante el establecimiento de nuevas formas de atención por personal
calificado que mejore los resultados y que favorezca el mejorar el trato. Los modelos
colaborativos que se han desarrollado desde los años 90 han mostrado que pueden ser
eficaces en la disminución de la morbilidad y mortalidad materna, hace falta la estrategia
para incluirlos en modelos de atención continua que puedan mejorar el seguimiento con la
identificación más temprana de las complicaciones puerperales con lo que se disminuiría
la morbilidad materna extrema, desarrollarían menor discapacidad y menor mortalidad
materna.
En lo que respecta a la equidad, debemos considera que se refiere al derecho a la salud, en
donde la justicia es el principio ético. De acuerdo con este principio, existen varias teorías
que han definido la equidad: la teoría del derecho, la igualitaria, la basada en necesidades y
la utilitaria. Todas ellas se basan en el principio de justicia, y se ven respaldadas en la as
diferentes constituciones por el derecho a la protección de la salud, preocupación de la
OMS debido a que los aspectos de eficiencia y equidad en salud son prioridades en la
agenda de la mayoría de los países. Para los países europeos miembros, la Organización
Mundial de la Salud estableció que para el 2020 la brecha en salud entre los grupos
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 48
socioeconómicos deberá reducirse en por lo menos una cuarta parte, mejorando
sustancialmente el nivel de salud de los grupos en desventaja11.
La salud desde esta nueva perspectiva es definida como un estado de bienestar físico,
psíquico y social mediante la adaptación a los desafíos de dichas naturales en equidad y
sostenibilidad. Esta nueva definición de salud se ve respaldada por la justiciabilidad de los
derechos humanos en América Latina y el Caribe, intentando con esto la garantía a dicho
derecho, para que pueda llevarse a cabo a nivel país deben cumplirse ciertos criterios como
son el liderazgo inclusivo, enfoque al paciente, la cobertura universal y atender la salud en
toda la política que se realice. A nivel global se debe cumplir con los requisitos de
gobernanza, equidad y control de las determinantes sociales, ya que la falta de
jerarquización de riesgos permite la exclusión social (ejemplo: el global burden diseases no
tiene incluido el sexo inseguro como factor de riesgo) 12.
Por estos motivos y otros más, es importante adaptar la salud a la pirámide de Maslow,
tratando de que la salud sea ejercida ya que no es un ente pasivo, tomando en
consideración cuatro fundamentos para que pueda realizarse13:
1.- El marco legal del derecho a la protección a la salud (en nuestro país esto se encuentra
plenamente desarrollado sólo con deficiencias en el punto de vista de la ejecución por la
falta de conocimiento de los ciudadanos).
2.- Conocimiento dinámico y activo del derecho a la protección a la salud (se debe difundir
a todos que este derecho puede ser ejercido y exigido)
3.- Recursos para el disfrute (que los gobiernos sean los facilitadores para que este derecho
pueda ser plenamente satisfecho, por medio de marcos regulatorios y con los recursos
financieros necesarios para alcanzar el goce)
4.- Recursos ambientales (que los recursos e insumos estén concordancia con la ecología
para disfrutar de un mejor ambiente)
Cualquier situación que impida que alguno de estos fundamentos se cumpla nos llevará a la
inequidad (distribución injusta de la desigualdad que deberá ser medida para su
evaluación), la medición estará dada por indicadores que no generen estimaciones de
inequidad en salud, estos indicadores deben incluir una variable prevenible, mejorar la
salud de la población, ser factible y sostenible. Así por ejemplo se tiene la carga de
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 49
inequidad, en la que se mide el déficit en relación al ideal por ajuste de tasas de mayor
salud disponible, la inequidad medirá por metas y la desigualdad por datos.
Finalmente deberán integrarse modelos con equidad en la prestación de los servicios con
características como sistemas de vigilancia de equidad, mejores estándares de evaluación,
que sean transparentes y permitan la participación, que midan carga de inequidad
permitiendo de esta manera establecer los umbrales mínimos en un análisis por sexo edad y
otros determinantes13.
La calidad de la atención médica definida por Donabedian como el grado en el que los
medios más deseables se utilizan para alcanzar las mayores mejoras posibles en salud14 fue
introducida a partir del año 1987 en la evaluación de programas de mortalidad materna. De
esta forma se convirtió, convirtiéndose en una necesidad la evaluación de dos componentes
de la atención médica, el diseño del sistema y la vigilancia del desempeño. En el primer
componente se incluyen todas las características del sistema de atención que se considera
contribuyen a la calidad, como son las disposiciones que rigen el reclutamiento, la
educación, el entrenamiento de posgrado, la expedición de licencias y la certificación de
los médicos. , Todas estas generadas por el órgano rector en materia de salud y docencia, si
bien, deben de incluirse en su caso las provisiones adoptadas por las organizaciones de
salud (públicas o privadas) para seleccionar y organizar a sus médicos, a su vez,
La esta regulación de las organizaciones proveedoras de servicios de salud debe ser
garantizada por medio de acreditación de unidades o certificación de las mismas, junto con
la regulación jurídica de la práctica profesional, que contribuye a que los médicos se
obliguen a ser más cuidadosos, a su vez que se estimula a los pacientes a ser más exigentes
(empoderamiento).
El segundo componente tiene que ver con la vigilancia del desempeño, que es el
seguimiento o la evaluación de la manera en que se ofrecen los servicios de atención a la
salud materna, componente en el que se encuentra la morbilidad materna extrema como
indicador de mayor importancia. Si bien no el único, este puede ser evaluado desde la
perspectiva de efectividad en la atención, juzgando si se produjeron los mayores beneficios
posibles mediante la mejor de las atenciones útiles, evitando toda atención dañina. Esta
consideración depende básicamente de los conocimientos, juicio y habilidad de los
médicos y personal paramédico, sin embargo no debe pasar inadvertido que la efectividad
de la atención, se encuentra íntimamente asociada a la eficiencia. Es importante mencionar
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 50
que, pero estos términos no deben confundirse los término puesto que este último es
utilizado para hacer la comparación entre los costos de la atención y sus beneficios
esperados, a través de la ejecución de procedimientos de atención de manera tal, que se
evite el desperdicio15. Así pues la calidad de la atención obstétrica puede ser evaluada
desde dos perspectivas, la primera, del médico relacionado a los conocimientos,
desempeño técnico y resultado que pretende obtener; la segunda perspectiva tiene que ver
con el paciente en cuanto a los resultados reales obtenidos, el trato que recibió y los gastos
generados por la atención.
Es importante entonces considerar que la atención obstétrica de calidad no se reduce
exclusivamente a un indicador, sino contemplar que este indicador forma parte de un
conjunto y genera sinergia para poder tener una mejor evaluación del componente de
calidad en la prestación del servicio, también existen otros indicadores que han sido de
utilidad en el caso de la atención obstétrica como el control prenatal, la atención del parto
por personal calificado y la atención del parto institucional16, pueden considerarse
insuficientes por abarcar sólo una etapa del proceso de atención. T, pero también es
necesario considerar que existen pocos indicadores que puedan ser de utilidad en la etapa
del puerperio, y en el momento actual sólo pueden ser evaluados la morbilidad materna
extrema, la discapacidad genera por esta y la mortalidad materna.
Por otra parte la evaluación de la calidad no desde el punto de vista técnico como lo hemos
mencionado, sino desde el punto de vista del paciente, implica la evaluación forzada del
componente de la satisfacción del usuario. Este es un, indicador que en muchos de los
casos es considerado como único para medir la calidad de los servicios, y de acuerdo a
investigaciones realizadas la satisfacción tiene fuerte relación con el trato recibido por
parte del personal. De esta manera el hecho de mejorar el trato en el establecimiento de
salud va a mejorar la satisfacción del usuario, sin embargo no se puede afirmar que
mejorará la calidad de atención dentro de campos transcendentes, como sería el caso de la
calidad de atención del parto institucional. Además de lo anterior podemos considerar que
en la atención de calidad además de la percepción del paciente del trato, están vinculados
otros puntos que se relacionan con la idiosincrasia de la persona como son la limpieza de
las instalaciones, la prontitud del servicio, el tipo de instalación, etc., además de que en
muchas de las ocasiones la satisfacción va en relación a el nivel educativo y cultural de la
persona, porque los que tienen un mayor nivel educativo generalmente tienen perspectivas
más altas en cuento a nivel de satisfacción, por lo que no debe dejarse a un lado las
C E A M O , M a y o – A g o s t o 2 0 1 4 | 51
diferentes dimensiones en que la calidad se puede evaluar, teniendo como primordiales la
competencia profesional, acceso a los servicios, eficacia, satisfacción del usuario,
disponibilidad, eficiencia, continuidad, seguridad y comodidades.
Considerando todas estas esferas en que se puede evaluar la calidad de la prestación de
servicios, podemos entonces enfocar que no contamos con servicios de salud adecuados a
las embarazadas, ni en el control prenatal ni en el seguimiento durante el puerperio,
tampoco se encuentran regulaciones en la ley que faciliten que las mujeres tengan acceso a
una atención integral que incluya su cultura, su espiritualidad y cosmovisión, la NOM 007
de atención durante el embarazo parto y puerperio hace alusión a seguimientos
dogmáticos17, en los que se olvidan de la individualidad y las necesidades de cada una de
las mujeres, considerando que una vez resuelto el embarazo la mujer ya no puede presentar
complicaciones ni debe tener un seguimiento adecuado a sus necesidades, este tipo de
vigilancia de las mujeres en la etapa puerperal puede ser mejorado mediante modelos de
atención continua que han sido probados en diferentes sistemas de salud, seguimientos
domiciliarios por personal técnico, visitas domiciliarias por enfermeras o trabajadoras
sociales, centros de atención continuada para este tipo de pacientes, monitoreo telefónico,
etc18., ninguna de estas estrategias se encuentran en previstas en la normativa, a pesar de
saber que el puerperio tiene la cobertura más baja, que es cuando se presentan la mayor
cantidad de muertes maternas y que es el periodo en que las mujeres van tener
complicaciones que les van dejar con discapacidad el resto de sus vidas, todo ello
mejorable por medio de un seguimiento con calidad.
CONCLUSIÓN
La prestación de los servicios de salud es una obligación del estado, sin embargo no se ha
dado cumplimiento cabal al derecho a la protección de la salud debido a la falta de
crecimiento en estructura de la prestación de servicios, falta de equidad en los programas
institucionales de salud, falta de calidad que tiene que ver con la cobertura universal
efectiva y brechas muy amplias aún en materia de atención materna.
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