Conti - Jujuy en 1810

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LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010JUJUY EN 1810Viviana E. Conti

Esta seccin est dedicada a la vida en Jujuy alrededor de 1810. Aqu describiremos la vida cotidiana de los jujeos antes de la Revolucin de Mayo de 1810 y veremos cmo el estallido revolucionario en Buenos Aires trastoc la vida de sus habitantes, sin distinguir categoras sociales, econmicas o tnicas. Para ello, hemos dividido esta seccin en dos partes: la primera parte analiza distintos aspectos de la vida en Jujuy antes de la Revolucin, comenzando con la ubicacin de Jujuy en el mundo colonial, los caminos de acceso, distancias, formas de comunicacin y de transportes y descripciones de la ciudad de San Salvador y su jurisdiccin (el campo bajo su control), obtenidas a travs de documentos de la poca y viajeros que pasaron por entonces. El captulo segundo da cuenta de los habitantes, en cantidades, composicin tnica y formas de asentamiento, en especial pero no exclusivamente- dentro del mbito urbano. El tercer captulo est dedicado a las actividades econmicas, el papel de Jujuy en los circuitos mercantiles coloniales y las ocupaciones a las que se dedicaban sus habitantes. El cuarto y ltimo captulo de esta seccin est dedicado a describir distintos aspectos de la vida poltica y cotidiana en una sociedad que transitaba las ltimas dcadas coloniales. La segunda parte est centrada en el impacto que la Revolucin de Mayo provoc en la vida pueblerina de Jujuy, desde el arribo del Ejrcito Auxiliar del Alto Per, enviado desde Buenos Aires, acontecimiento casi anecdtico para sus habitantes, que ni soaron en las transformaciones que la nueva coyuntura de guerra traera a la calma pueblerina de Jujuy. Esta seccin est dividida en captulos que contienen distintos aspectos de los efectos de la guerra -que en esta zona dur quince aos- en la demografa, en las actividades econmicas y en la vida poltica y cotidiana de los hombres y mujeres que habitaban el suelo jujeo.

Agradezco a la prof. Dionila Baldiviezo por su inestimable colaboracin en la bsqueda de material documental. Todo lo escrito es responsabilidad ma.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010PRIMERA PARTE JUJUY ANTES DE LAS GUERRAS DE LA INDEPENDENCIA

1. DESCRIPCIN GENERAL DE LA JURISDICCIN DE JUJUY.

Localizacin, caminos y distancias con otros centros de poblacin

En el momento de su fundacin, la ciudad de San Salvador de Jujuy fue dotada de Cabildo, que era la institucin colonial encargada de ejercer el gobierno y la justicia, en todo su mbito territorial. Por tanto, posea un territorio ms all de la ciudad, sobre la cual ejerca su dominio; as la jurisdiccin de Jujuy abarcaba la ciudad de San Salvador y la campaa o campo con sus pueblos y aldeas. El territorio jurisdiccional de Jujuy se extenda por el Norte hasta los lmites de Chichas y Tarija, por el Sur hasta el territorio de Salta, por el Oeste hasta las altas cumbres y por el Este hasta la planicie chaquea, que era la autntica zona de frontera, en constante guerra con los indgenas. La frontera chaquea fue transformando el dominio que ejerca el cabildo de Jujuy sobre su territorio, al dotarla de fuertes y miradores que protegieran las entradas de los vecinos para recuperar terreno y extender las tierras de laboreo (haciendas y estancias) bajo la sujecin espaola; estas incursiones sobre el territorio chaqueo-indgena era aprovechado para capturar piezas, aborgenes que eran obligados a trabajar en las chacras cercanas a la ciudad1. La jurisdiccin de Jujuy comprenda una extensa superficie con distintos pisos ecolgicos: tierras altas en la Puna, valles secos en la Quebrada de Humahuaca, valles centrales hmedos y valles subtropicales de yungas, que la hacan poseedora de una gran variedad de producciones. El valle de Jujuy, donde se estableci la ciudad, est ubicado en la transicin entre los ambientes ridos y los climas subtropicales; es un valle hmedo, cerrado haciaEsta prctica fue legalizada por la Corona segn Auto general de 1666. Vase Gabriela Sica y Mnica Ulloa, Jujuy en la colonia. De la fundacin de la ciudad a la crisis del orden colonial, en Ana Teruel y Marcelo Lagos (dir.), Jujuy en la historia. De la colonia al siglo XX, Universidad Nacional de Jujuy, 2006, pgina 60.1

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010el Este por las sierras Subandinas. Es la zona con clima ms benigno de la regin; est ubicado entre los 1.000 y 1.500 metros sobre el nivel del mar, recibe lluvias abundantes y tiene una temperatura relativamente baja a causa de la altura. Es un valle amplio, surcados por ros, con suelos frtiles, donde hubo un temprano desarrollo agrcola. Est comunicado con el valle de Lerma, de similares caractersticas, donde se localiza la ciudad de Salta (por entonces capital de la intendencia de Salta del Tucumn, a la cual estaba subordinada Jujuy). Hacia el Norte, el Altiplano (que en Jujuy recibe el nombre de puna) se eleva a 3.500 metros sobre el nivel del mar, est limitado por cadenas montaosas de 5.000 a 6.000 metros de altura y cortado por estribaciones y depresiones. Es montono, desrtico, con suelo rido y con algunos arbustos resinosos; las condiciones climticas son poco benignas, caracterizadas por una gran amplitud trmica diaria y vientos constantes. Una vez que el viajero trepaba al Altiplano poda continuar la travesa hasta Potos o La Paz, siempre en la misma altiplanicie y bajar hasta Lima; en l se desarrollaron los centros mineros ms importantes del Alto Per. La conexin entre el valle de Jujuy y el Altiplano (puna) son la quebradas: valles secos, relativamente estrechos, con la direccin N-S, surcados por ros caudalosos (principalmente en verano) que nacen al 3.500 metros de altura y desembocan en los valles a 1.500 metros sobre el nivel del mar. Estas quebradas eran utilizadas como caminos de herradura2. La ms importante es la quebrada de Humahuaca, donde el clima es semirido, pero la menor cota sobre el nivel del mar determina temperaturas algo ms templadas. En lneas generales, estos valles fueron (y siguen siendo) zonas preponderantemente agrcolas donde prospera una gran variedad de vegetales, en cultivos bajo riego. Hacia el Este, la Cordillera Oriental est formada por un conjunto de cordones montaosos (serrana de Santa Victoria y cadena de Zenta, con picos que se elevan sobre los 4.500 metros sobre el nivel del mar), separados por valles profundos y quebradas que bajan a las yungas o selvas de altura, en la falda oriental, donde reciben la mayor cantidad de precipitaciones de la regin. Es una zona con diferentes pisos de vegetacin que incluyen selvas y bosques ubicados sobre la vertiente oriental andina y conforman una unidad ambiental que ocupa2

Los caminos de herradura eran aptos slo para el viaje a caballo, mula o burro, mientras que en los caminos carreteros podan transitar carretas.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010tambin el amplio valle de San Francisco en las sierras Subandinas. Esta ltima es una zona netamente subtropical ubicada a pocos centenares de metros sobre el nivel del mar, con elevadas temperaturas e intensas precipitaciones y humedad. Ms al Este, se baja hasta las estribaciones occidentales del gran Chaco, donde las temperaturas son elevadas y las lluvias son abundantes en verano. Hasta mediados del siglo XIX, estuvo ocupada por indgenas tobas, wich y otras parcialidades; la avanzada colonizadora fue una lnea zigzagueante de reducciones y fortines, detrs de las cuales se asentaban algunas haciendas3.

Mapa 1 Jujuy en el rea Andina

Escala 1: 5.000.000

Jujuy ciudad y campaa- form parte de la Gobernacin del Tucumn hasta la creacin de los nuevos virreinatos en el siglo XVIII. Desde entonces pas a integrar la Intendencia de Salta del Tucumn, dentro del Virreinato del Ro de La Plata. La ciudad

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La frontera fue una lnea mvil, en avanzada durante la segunda mitad del siglo XVIII y que en la primera mitad del siglo XIX presentaba una tendencia hacia el retroceso hacia el occidente. Vase: Alberto Gulln Abao, La frontera del Chaco en la Gobernacin del Tucumn (1750-1810), Universidad de Cdiz, 1993.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010de Salta, capital de la Intendencia, estaba ubicada a 18 leguas4 al sur, en el valle de Lerma. Por Jujuy pasaba el Camino Real, que una las ciudades virreinales de Buenos Aires y Lima; desde el Sur el Camino Real iba tocando las ciudades de Crdoba, Santiago del Estero, Tucumn, Salta y arribaba a Jujuy por una ruta actualmente inexistente- que iba de Vaqueros y la quebrada de los Sauces hasta la Almona pasando por San Antonio; la ruta llegaba hasta la ciudad de San Salvador, donde tomaba el lecho del ro grande y trepaba la quebrada de Humahuaca hasta las cercanas de Sapagua, donde enganchaba con la quebrada de la Cueva (por el cauce del ro La Cueva), suba por el abra de Cortaderas hasta Yavi5. Es la ruta en la que se estableci, en el siglo XVIII, el sistema de postas6. El camino poda hacerse en una jornada a caballo, con cambio de cabalgadura en la posta de La Cabaa, o en dos jornadas de trajn normal; este camino entre Salta y Jujuy era un camino de de herradura, pero el ms seguro y por tanto el ms usado. Exista otro camino carretero que iba por el fuerte de Cobos, ms largo e inseguro por la constante amenaza de los malones indgenas procedentes de las llanuras chaqueas. Entre la ciudad de Jujuy y Potos haba 130 leguas, que solan realizarse en 14 jornadas en mula con recambio de cabalgaduras; el camino era de herradura y el transporte de ganado o mercancas en arrias tardaba el doble y el triple de tiempo. La distancia con Buenos Aires (450 leguas) poda realizarse en 30 a 50 das a caballo, mientras que el transporte de mercaderas en carretas, duraba de 3 a 5 meses. Aunque los viajes de entonces eran muy incmodos sobre todo si los comparamos con los de la actualidad- la gente se desplazaba mucho; viajes de negocio, pero tambin de placer o por conocimiento, eran mucho ms frecuentes de lo que podemos pensar o tenemos en el imaginario de hoy. Debido a su situacin geogrfica, la ciudad de Jujuy era un centro de trnsito obligado entre la Altiplanicie y las tierras bajas pampeanas, donde los viajeros permanecan el tiempo necesario para equiparse con sus bastimentos. Esta ubicacinLa legua castellana (usada en Jujuy) era equivalente a 5.000 varas o a 4,33 kilmetros. Archivo Histrico de la Provincia de Jujuy (en adelante AHPJ), 1885, Caja 2, agosto 6. 5 Brackebusch indica el punto de bifurcacin en Atumpa, de all parta el camino grande, que antes segua en el abra de la Cortadera, por Yavi hasta Tupiza. Luis Brackebusch, Por los caminos del Norte, Universidad Nacional de Jujuy, 1990 [1881], pgina 47. 6 Vase Alonso Carri de la Vandera (Concoloncorvo): El lazarillo de ciegos caminantes. Barcelona, Biblioteca Ayacucho, 1985.4

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010privilegiada en el camino que una a Buenos Aires con Potos y con Lima le imprima un gran dinamismo mercantil, ya que por ella pasaban mercaderes, comerciantes, tratantes, funcionarios y viajeros en general. Los negociantes llevaban y traan todo tipo de mercancas y, como veremos ms adelante, estas actividades generaban trabajo en muy diversas labores para los habitantes de la ciudad y la campaa. Al llegar a Jujuy, un viajero extranjero apuntaba en su diario de viaje lo siguiente: los encierros para ganado, trozos de terrenos cultivados y granjas anuncian al viajero que se aproxima a la populosa ciudad de Jujuy, que en un tiempo tuvo un movimiento y opulencia considerables7. El sistema de postas (utilizadas para el correo Real) establecido por la Corona Espaola para mantener comunicadas a las ciudades virreinales de Buenos Aires y Lima, atravesaba toda la jurisdiccin de Jujuy. Las postas eran paradores donde los viajeros podan hacer cambio de cabalgadura y seguir su camino o pararse a descansar, en cuyo caso reciban de los mozos y postillones la atencin de comida y albergue para ellos y los animales con los que viajaban. En las postas el viajero reciba informaciones sobre el estado de los caminos y, de ser necesario, baqueanos que lo auxiliaran en trayectos difciles de su travesa. La primera posta, entrando desde el sur, se ubicaba a orillas del ro Perico en la hacienda La Cabaa. La siguiente posta estaba en la misma ciudad de San Salvador, a orillas del ro Xibi-Xibi8. Los restantes paradores, en el camino hacia el norte, estaban ubicados en Hujra, Hornillos, Humahuaca, La Cueva, Cangrejos Grandes y La Quiaca9. La ciudad de Jujuy era la ltima ciudad de importancia de la va carretera del camino Real entre el Ro de La Plata y Potos; hasta aqu llegaban las carretas

Edmundo Temple, Crdoba, Tucumn, Salta y Jujuy en 1826, (Captulos extrados del libro Travels in various parts of Per, Londres, 1830, Traducido por Jaime Noguera con prlogo del Dr. Juan B. Tern), reimpresin de la Universidad Nacional de Jujuy, 1989, pgina 167. 8 Segn el plano de la ciudad elaborado por Ricardo Rojas, en 1808 el edificio de la Posta se encontraba en lo que hoy es la calle Lamadrid entre San Martn y la barranca del Ro Chico 9 Alonso Carri de la Vandera, El lazarilloop.cit., pgina 87 y subsiguientes. El viaje de Alonso Carri de la Vandera se realiz entre los aos 1771 y 1773, como funcionario de la Corona, designado por Carlos III Segundo Comisionado para el arreglo de Correos y ajuste de Postas entre Montevideo-Buenos Aires y Lima. En 1775 escribi sus experiencias en dicho viaje, en una obra que ha tenido diversas publicaciones a lo largo del tiempo y que es la que estamos citando.

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LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010procedentes de Buenos Aires, Crdoba o Tucumn cargadas con mercancas, con destino a los mercados del Alto y Bajo Per; en adelante el camino era de herradura, por lo cual slo se poda continuar el viaje en mula y las mercancas deban enfardarse para ubicarlas en tercios de mula o burro10. A pesar de ser una ciudad relativamente chica, tena mucho movimiento de personas: viajeros, arrieros y transentes que hacan el camino entre las provincia de arriba (Alto y Bajo Per) y las provincias de abajo (Ro de La Plata). Como era la ltima o primera ciudad del camino carretero -segn el destino y procedencia de los viajeros-, estos deban cambiar de medio de transporte, reemplazar la mula por la carreta o viceversa, lo cual obligaba a la permanencia en la ciudad del tiempo necesario para realizar esos preparativos y abastecerse de lo necesario para el viaje, todo tipo de bastimentos que adquiran en las pulperas y almacenes de la ciudad. Los compradores de ganado contrataban capataces, adiestradores y peones, que a su vez eran surtidos, por los comerciantes de la ciudad, de todos los efectos necesarios para realizar la travesa. Los transportistas de mercancas contrataban a arrieros especializados, dueos de arrias de mulas y burros, que tambin eran expertos conocedores de los caminos, aguadas y pastizales. El hecho de encontrarse Jujuy en relacin directa con las provincias del Alto Per y sobre el camino principal a Potos, contribuye a que tenga ventajas sobre Salta que se halla a nueve leguas fuera del camino. Llegan hasta Jujuy las carretas cargadas de mercaderas con destino a los mercados del Per, y como en adelante slo pueden continuar el viaje a lomo de mula, deben ser descargadas all. De ah que la ciudad sea un depsito general de artculos para viajes a travs de las sierras. La dificultad en pasar las cordilleras, hace necesaria la previsin. Es tambin por esto que despus de Buenos Aires ninguna otra ciudad presenta tanto movimiento comercial como Jujuy11.10

As la describieron los viajeros que la visitaron en la poca. Edmundo Temple, op. cit., pginas 167168. Alonso Carri de la Vandera, op. cit., pgina 88. Joseph Andrews, Las provincias del Norte en 1825, Universidad Nacional de Tucumn, 1957, pgina 104. 11 Joseph Andrews, Las provincias del Norte en 1825, Universidad Nacional de Tucumn, 1957, pgina 104.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Esta particularidad (la necesidad de arrieros al llegar a Jujuy), haba convertido a la profesin de la arriera en una de las ms importantes a nivel local y a sus integrantes en personajes muy requeridos por su experiencia y conocimientos.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010

2. LOS HABITANTES DE JUJUY

Los datos ms confiables con que contamos, relativos a la cantidad de poblacin de la jurisdiccin de Jujuy, provienen de fines del siglo XVIII. Luego, slo se conservan datos parciales por zonas hasta el primer censo nacional de 1869. Segn los datos arrojados por el Censo levantado por orden del rey Carlos III en 1778-177912, en la jurisdiccin de Jujuy vivan 14.694 personas (sin contar los curatos de Humahuaca y Ro Negro, para los cuales no se conservaron los datos). Su poblacin era mayoritariamente rural y tnicamente indgena. La zona de la Puna era la que contaba con el mayor porcentaje de poblacin indgena. En la quebrada de Humahuaca la composicin tnica de la poblacin era especialmente mestiza e indgena. En cambio, en los valles centrales (sin la ciudad) la mayora de los habitantes eran criollos mestizos; mientras que en los valles orientales o subtropicales haba una preeminencia de indgenas y mestizos. En la poblacin de la ciudad de San Salvador (poblacin urbana) era donde se encontraba la mayor diversidad tnica, ya que all se concentraban los espaoles, negros y mulatos, a la vez que contaba con la presencia de indgenas y mestizos. El Grfico 1 da muestra de la composicin tnica de toda la jurisdiccin de Jujuy, segn los datos del Censo de 1778-1779. Grfico 1Com posicin tnica de la jurisdiccin de Jujuy (1779)Indeterminados 13% M ulatos 6% N egros 2%

Espaoles 4% M estizos 19%

Indios 56%

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Ricardo Rojas, Archivo Capitular de Jujuy, Buenos Aires, Imprenta Coni, 1913. Tomo I, pginas 111 a 421. Este Censo ha sido trabajado y analizado por distintos historiadores y demgrafos, algunas de cuyas obras citamos ms adelante.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Fuente: elaboracin propia en base al Censo de 1779

La poblacin rural viva en haciendas, estancias, chacras y pueblos de indios, dedicados a tareas agrcolas y ganaderas. Los hacendados y estancieros ms importantes y ricos tambin tenan casa en la ciudad y solan desplazarse continuamente entre el campo y la ciudad con sus familias y sirvientes. Los criados y sirvientes (esclavos, libertos e indios) acostumbraban trabajar tanto en la casa de la ciudad, en los quintales (tras las casas) o bien eran enviados a las posesiones del campo a realizar diversas labores relacionadas con la produccin agrcola (siembra, cosecha, recoleccin), ganadera (matanzas, marca de ganado, elaboracin de grasas, sebo, etc.) u otras actividades relacionadas con la provisin de productos y bienes para el consumo cotidiano de la casa familiar13. La elite (compuesta por las familias prominentes) originariamente estuvo formada por los descendientes de los conquistadores, los primeros encomenderos y sus parientes. Sin embargo, a lo largo del siglo XVIII, y especialmente en las ltimas dcadas, fueron llegando a Jujuy inmigrantes espaoles que contrajeron matrimonio con mujeres de la elite local, dando lugar a la formacin de nuevos linajes, que ocasionaron el crecimiento de los sectores socialmente prestigiosos. Muchos de estos recin llegados, invirtieron sus ganancias obtenidas en el comercio y otros menesteres en la compra de tierras, engrosando as el sector terrateniente. En las haciendas y estancias vivan y trabajaban espaoles y mestizos dedicados a tareas especficas, tales como mayordomos, capataces, administradores, cuidadores, invernadores, arrieros y otras actividades de campo que conllevaban una cierta formalidad. Estas labores exigan, adems, una debida capacitacin, experiencia y responsabilidad, por cuanto sus detentadores eran reconocidos y gozaban de un prestigio social relativo, que antepona el apelativo de don a sus nombres14.

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Mnica Ulloa, Poblacin y unidades domsticas en una ciudad colonial: San Salvador de Jujuy 17551757, en Ana Teruel (compiladora), Poblacin y trabajo en el noroeste argentino siglos XVIII y XIX, Universidad Nacional de Jujuy, 1995, pgina 49. 14 El tratamiento de don como encabezamiento del nombre era sinnimo de honorabilidad, con marcada jerarqua tnica. Era usual en el sector de los espaoles, pero menos aceptado su uso entre los mestizos o indgenas. En 1794, Juan Antonio Moro Daz hizo un especial pedimento al Virrey para que tenga a bien corresponderle el Don por escrito y de palabra, debido a su nobleza de sangres y tambin por los empleos que anterior y actualmente obtiene. AHPJ, Seccin Ricardo Rojas (SRR), Caja XXVIII, Libro Capitular de 1769-1795, folios 370v a 376. Acta Capitular del 12 de julio de 1794.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010La ciudad de San Salvador estaba emplazada entre las barrancas del Ro Grande y el Xibi Xibi. A mediados del siglo XVIII la ciudad se extenda desde la Ermita de San Roque (barrancas del Xibi-Xibi), el Convento de La Merced (ambos ubicados en lo que actualmente es la calle Gorriti), segua por la calle Real (hoy calle Sarmiento) la calle de La Merced (hoy llamada Otero), la calle de San Francisco (actualmente Lavalle) y la calle Del Portal (hoy Necochea). Las cortaba perpendicularmente la calle del Comercio (hoy Belgrano), que comenzaba en la Plaza Mayor y conclua en los campos de la Tablada, paralela a la calle de San Roque (Independencia), y las barrancas de ambos ros. A orillas de este radio cntrico se ubicaban los rancheros15. As lo describa un viajero a fines del siglo XVIII: Se sale o se entra [a la ciudad] por una hermosa tablada de media legua de largo y la mitad de ancho, y se desciende por un corto barranco16. La ciudad estaba dividida en 2 cuarteles o barrios, cada uno al mando de un alcalde de barrio, nombrados por el Cabildo17 (como veremos ms adelante, esta divisin sufri transformaciones a partir de 1811). En ella convivan dos tipos de personas: los habitantes (permanentes) y los estantes (transitorios). A su vez, los habitantes, podan ser vecinos o simplemente residentes; indudablemente, la categora de vecino tena mayor status poltico y legal. Las condiciones que un habitante deba cumplir para alcanzar el ttulo de vecino eran ser propietario, estar casado (jefe de familia) y tener un empleo u oficio independiente y reconocido. En Jujuy, el hecho de tener un domicilio fijado en la ciudad era indispensable para el atributo de vecindad, no obstante no era necesario que viviera all en forma permanente, podan residir en la campaa parte del ao y ser vecino de la ciudad. S se consideraba obligatorio el requisito de poseer un trabajo independiente; en un documento de la poca pudimos observar que el electo regidor18 se negaba a recibir el cargo argumentando que tena un empleo de dependiente y por lo tanto no era lo suficientemente honorable para acceder al cabildo.

Mnica Ulloa, op. cit., pgina 47. Flix Infante, Calles de mi ciudad, Jujuy, 1980. Alonso Carri de la Vandera, op. cit., pgina 88. 17 AHPJ, Seccin Ricardo Rojas (SRR), caja IV, folios 148-149. Vase ms adelante en el captulo 4 La vida poltica y cotidiana las funciones y responsabilidades de los alcaldes de barrio. 18 Los cargos de cabildo, sus caractersticas y funciones, tales como regidor, alguacil, alcaldes y otros, pueden verse con mayor detenimiento en el apartado 4 La vida poltica y cotidiana.16

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LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010En la sociedad de Jujuy posea especial relevancia ser reconocido como vecino. En 1810, se cuestionaba a don Sebastin de la Mella el querer participar en el remate de la vara de alguacil mayor de la ciudad por ser vecino nuevo. En tal oportunidad debi intervenir el procurador del cabildo, con el argumento de que cuatro vecinos de honor haban manifestado su confianza en el joven19. En el centro de la ciudad se encontraban emplazadas las casas de las familias ms importantes; en ellas generalmente convivan los integrantes de la familia con algunos parientes, servidumbre, esclavos y, ocasionalmente, viajeros o transentes que se alojaban transitoriamente. Era bastante comn que la gente de paso por Jujuy se alojara en casas de las familias locales, quienes solan disponer de un cuarto para ese negocio extra20. A medidos del siglo XVIII, la calle de La Merced era donde se concentraba la mayor cantidad de poblacin (40% en 1757). Mnica Ulloa, al analizar este perodo, observa que, pese a la pequeez de la ciudad, ya se adverta una gran movilidad social, producto de una sociedad en continuo cambio y renovacin, donde se instalaban cada ao nuevos ncleos familiares, muchos de ellos constituidos por hombres forasteros y mujeres originarias (en el caso de los espaoles tnicos), estos matrimonios facilitaban a los hombres de otras regiones la posibilidad de establecerse con vnculos en la ciudad21. Exista un porcentaje importante de hogares cuyos jefes eran mujeres (alrededor del 34% para mediados del siglo XVIII), generalmente viudas22. Ambos elementos, matrimonios con forasteros y abundancia de viudas, nos estn hablando de una sociedad con un mercado matrimonial donde haba escasez masculina dentro del grupo tnico de espaoles. De all la importancia cualitativa que tuvo para la elite local el arribo de inmigrantes (espaoles europeos) en las ltimas dcadas coloniales. La llegada de dichos inmigrantes espaoles en las ltimas dcadas del siglo XVIII increment la cantidad de habitantes urbanos, lo que habra repercutido en el crecimiento de la ciudad, sobre todo de la zona cntrica donde se ubicaban las viviendas de los sectores ms acomodados. En el plano de la ciudad que poseemos para el ao

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AHPJ, SRR, Caja XXXVII, Legajo 1, documento. 19. Mnica Ulloa, op. cit., pgina 54 21 Mnica Ulloa, op. cit., pginas 48-49. 22 Mnica Ulloa, op. cit., pgina 55.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010180823, puede observarse que el casco urbano fue adquiriendo la extensin del actual radio cntrico, entre ambos ros y entre las actuales calles Argaarz y Patricias Argentinas, donde comenzaban los campos de la Tablada. Rebasando esos lmites estaban los suburbios, donde se ubicaban las quintas y los rancheros. Al interior del radio urbano, adems de casas y solares, estaban los edificios pblicos: el Cabildo y la Posta, los edificios eclesisticos: la Iglesia Matriz, el convento de La Merced, el convento de San Francisco, la capilla de Santa Brbara y la ermita de San Roque, as como establecimientos comerciales: en el plano estn especialmente sealizados el molino de Lpez Ovando, la carpintera de Santiago y la carnicera de Llamo (todos ubicados a la ribera del ro Chico), pero sabemos, a travs de la documentacin de la poca, de la existencia de distintos comercios de venta al pblico y mayoristas, as como talleres artesanales, jaboneras y curtiembres, sobre los cuales nos explayaremos ms adelante. Debido a su composicin social, la ciudad era el lugar donde se mezclaban espaoles, mestizos, indios, negros y castas, dando lugar al contacto entre distintas culturas, comportamientos, costumbres y formas de esparcimiento. El constante arribo de viajeros, estantes y forasteros de paso contribuy a la cotidianeidad multicultural y multitnica y favoreci los procesos de mestizaje. El Grfico 2 nos da una pauta de la diversidad tnica existente en la ciudad de San Salvador a fines del siglo XVIII, segn las cifras arrojadas por el Censo de 17781779.

Grfico 2Poblacin de la ciudad de San Salvador de Jujuy. Distribucin tnica segn datos del Censo de 1779Indeterm inados 1% M ulatos 14% N egros 8% Espaoles 13%

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M estizos Ricardo Rojas, Plano de ciudad en 1808, extrado de un legajo de contribuciones para gastos de la 36% invasiones inglesas, en Viviana Conti, Jujuy en sus documentos. Recopilacin del Archivo Capitular de Indios Ricardo Rojas, Universidad Nacional de Jujuy, 1992. 28%

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Fuente: elaboracin propia en base al Censo de 1779

La mayor cantidad de poblacin ticamente espaola viva en la ciudad o tena casa en ella. Como ya mencionramos, durante las ltimas dcadas del siglo XVIII arrib a Jujuy una migracin procedente del norte de Espaa (vascos y cntabros) quienes contrajeron matrimonio con mujeres de la elite local, formando nuevas familias. La mayora de estos inmigrantes se dedic a las actividades mercantiles en el circuito Buenos Aires Potos, mientras que otros llegaron para cubrir cargos militares y administrativos (funcionarios de la Real Hacienda y cargos menores en la burocracia local). Estos inmigrantes formaron nuevos linajes, que se perpetuaron durante los siglos XIX y XX. Apellidos como Snchez de Bustamante, Brcena, Tezanos Pinto, Quintana, Sandoval, Otero, Alvarado, Gmez, Veja, Gonzlez, Fernndez, Zegada, Rodrigo, Bado, Santivez, Revuelta, Olaso, Rivas, Prez, Martnez, Montes, Ramos, formaron parte de esta migracin espaola a Jujuy a fines del perodo colonial, a los que se sumaron otros inmigrantes de origen genovs: Carenzo y de La Rosa. En 1800, 56 vecinos, estantes y habitantes de la ciudad, realizaron donaciones voluntarias para las urgencias y gastos de la guerra que sostena el rey de Espaa con Inglaterra. Doce de ellos eran clrigos que no manifestaron su lugar de nacimiento; de los 44 restantes (que s explicitaron su origen), 22 eran espaoles europeos, 2 genoveses y 20 espaoles americanos (incluido 1 clrigo que dijo haber nacido en Jujuy). Descontando a los clrigos, los contribuyentes de Jujuy fueron 19 americanos, 22 espaoles y 2 genoveses, lo que estara mostrando la importancia relativa del grupo de espaoles europeos incorporados a la elite local24. Como vimos, debajo de la elite, exista un cmulo de espaoles pobres y mestizos, que cumplan tareas de relativo prestigio, tales como mayordomos, administradores, maestros artesanos, arrieros, pulperos y pequeos tratantes. A ellos se sumaban los esclavos y manumitidos, indios forasteros y mestizos muy pobres, algunos de ellos mendigos25.

AHPJ, SRR, caja XXXIII, Legajo 1, folios 50 a 53. Daniel Santamara, Memorias del Jujuy colonial y del Marquesado de Tojo, Universidad Internacional de Andaluca, Sede Iberoamericana de La Rbida, 2001, pgina 187 y subsiguientes.25

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LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Los esclavos negros arribaron a la ciudad de Jujuy en mayor cantidad a principios del siglo XVIII; ya en la segunda mitad del siglo, el nmero de mujeres esclavas superaba al de los hombres pertenecientes a las castas, elemento que propici el mestizaje. El alto valor de los esclavos (formaban parte del capital de las familias ms pudientes), influy en su establecimiento en la ciudad, donde fueron ocupados en tareas domsticas y artesanales26. Hasta aqu nos hemos referido a la ubicacin de Jujuy en el Virreinato de Ro de La Plata, describimos a la ciudad y su entorno llamada la campaa de Jujuy- y a sus habitantes, as como a los distintos sectores sociales y tnicos que vivan en la jurisdiccin antes de la Revolucin de Mayo. A continuacin veremos a qu se dedicaban estas personas, actores sociales sobre los cuales abati la guerra, para lo cual explicaremos brevemente el papel de Jujuy en los circuitos econmicos regionales, a fin de entender el papel mercantil de los sectores sociales ms encumbrados. Luego pasaremos a describir algunos aspectos de la vida poltica y cotidiana. Esperamos as, dar una semblanza de Jujuy antes del comienzo de las guerras de la independencia y juzgar mejor el impacto que caus, sobre estos protagonistas, una guerra que dur tres lustros y observar qu cambi y qu no, en la vida poltica, econmica, social y cotidiana de los jujeos desde 1810.

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Gabriela Sica y Mnica Ulloa, Jujuy en la colonia, op. cit., pgina 74.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,20103. LAS ACTIVIDADES ECONMICAS

Jujuy en los circuitos econmicos coloniales

Al tratar sobre temas relacionados con la historia econmica regional en Amrica del Sur colonial, especialmente en el rea Andina, es imprescindible recurrir a los trabajos realizados por Carlos Sempat Assadourian27, con quien tenemos una deuda intelectual insoslayable por habernos mostrado el camino hacia una realidad histrica compleja, problemtica y, al mismo tiempo, esclarecedora. Si tomamos como punto de partida el anlisis realizado por Assadourian para el siglo XVII, el actual Norte argentino y por ende la jurisdiccin de Jujuy- haba formado parte, durante los siglos coloniales, de una de las zonas integrantes de lo que dicho historiador llam el Espacio Peruano. Ese espacio econmico se superpona con la zonificacin poltica del Virreinato del Per28 y presentaba las caractersticas de estar cohesionado interiormente e integrado a nivel regional, adems de poseer un alto grado de autosuficiencia econmica y de integracin regional, basado en la especializacin productiva de cada regin y las vinculaciones mercantiles entre ellas. Las distintas regiones que formaban el espacio peruano, producan todo lo necesario para su subsistencia; o sea que casi todo lo que se consuma provena de la produccin al interior mismo del espacio y sus excedentes eran comercializados en distintos circuitos mercantiles que vinculaban a las regiones entre s. Ambos elementos, produccin y circulacin de bienes necesarios para el consumo, le brindaban al espacio peruano un alto nivel de autosuficiencia, ya que slo importaba desde Europa los textiles de lujo, hierro y esclavos, que se pagaban con la produccin de plata de las regiones mineras. Cada zona integrante del espacio peruano tena su especializacin productiva y del trabajo, en funcin de sus caractersticas particulares (ecolgicas, ambientales, culturales), lo que favoreca los intercambios con otras zonas y dibujaba vinculaciones comerciales de corta, media y larga distancia, a partir de las exportaciones de sus27

Carlos Sempat Assadourian, El sistema de la economa colonial. El mercado interior, regiones y espacio econmico, Mxico, Nueva Imagen, 1983. 28 El espacio peruano era una regin econmica que abarcaba los actuales pases de Ecuador, Per, Bolivia, Chile, Argentina y Paraguay. Carlos Sempat Assadourian, El sistema de la economa colonialop. cit.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010productos, la importacin de otros no producidos en la zona y el trnsito de los bienes procedentes de Europa y de la plata exportada en pago de ellos. Si bien dicho anlisis est centrado en el siglo XVII, los movimientos de vaivn que se dieron al interior del espacio peruano pueden rastrarse en la larga duracin, de manera tal que sus residuos an pueden detectarse en el presente. Las vinculaciones mercantiles de cada regin del espacio, permitan que se desarrollara un mercado interno colonial, conectado al mercado mundial por sus excedentes de plata29. Al entender este engranaje de produccin y circulacin interregional podemos comprender mejor el desarrollo de las actividades econmicas en la zona perteneciente a la jurisdiccin de Jujuy, as como la especializacin de sus hombres y mujeres en determinados trabajos y tareas, que imprimieron un sello a las actividades de sus habitantes. Sabemos que la fundacin de Jujuy form parte de los planes de la Corona espaola para conectar a Potos con el Atlntico a travs del puerto de Buenos Aireslo que nos revela que exista un primigenio papel asignado a Jujuy, como zona intermedia entre los Andes y las pampas. Los variados ambientes ecolgicos al interior de su jurisdiccin, tambin manifiestan su temprana participacin en el abastecimiento de las regiones mineras y por tanto, las labores desarrolladas por sus habitantes, desde el mismo asentamiento de la ciudad. Recordemos que la jurisdiccin de Jujuy contaba y cuenta- con ambientes geogrficos muy diferentes, las tierras altas y las tierras bajas, con marcadas diferencias orogrficas y climticas y, por tanto, en las actividades productivas y en la vida cotidiana. A su vez, en las tierras altas la produccin difiere en la Puna y en la Quebrada; mientras que en los valles, el rgimen pluvial y el coto de altura tambin provocan una notable diferencia entre la produccin de los valles intermedios y la de los valles subtropicales. En la zona de los valles centrales, donde se encuentra la ciudad de San Salvador de Jujuy, el ambiente de valle hmedo con clima templado, favoreci el establecimiento de haciendas, estancias, chcaras y pequeas unidades productivas, como molinos y almonas30 trabajadas con mano de obra asalariada y esclava. Predominaban las

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Ibd. La almona era el establecimiento donde se elaboraba el jabn, tambin llamadas jaboneras.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010pequeas y medianas propiedades y la mayora de los habitantes rurales se dedicaban a tareas agrcolas, que se complementaba con la ganadera. En los valles se produca trigo, distintos tipos de maz y de papas, habas, miel de abejas y cera; sus pastos y aguadas eran excelentes para la crianza de ganado vacuno y ovino, as como tambin para las invernadas de mulas; se caracterizaba por la produccin de leche, quesos, manteca, cueros y suelas para el comercio; contaba con una amplia variedad de rboles frutales, viedos -cuya produccin escasamente satisfaca el consumo local- y era la zona con mejores cosechas de trigo y maz, adems de producir algo de tabaco y de algodn; el jabn que se elaboraba en las almonas contaba con excedentes para su venta en otras jurisdicciones. En las quintas y huertas de las casas se cultivaban distintas variedades de papas, batata, mandioca, man, porotos, garbanzos, lentejas, habas, aj, zapallo, melones, sandas, tomate, frutas (duraznos, peras, manzanas, guindas, uva, membrillo, higos, naranjas, limones, mandarinas, paltas) y todo tipo de hortalizas para el consumo familiar. En la zona de Los Pericos, la ocupacin principal era el pastoreo de ganado vacuno y equino y la labranza de la tierra. En la zona de Monte Rico31 se invernaban las mulas que venan de Crdoba, Santa Fe y Buenos Aires, antes de enviarlas al Alto y Bajo Per. Ms al oriente, en los valles bajos con clima subtropical zona de frontera con los indgenas del Chaco- haba haciendas y estancias dedicadas a la produccin de todos los bienes imaginables en ambientes clidos: vid, trigo, algodn, maz, aj, garbanzos y legumbres en general; era tambin zona productora de caa de azcar, grana, y una gran diversidad de rboles frutales de regiones subtropicales. En los bosques de las zonas ms bajas, abundaban todo tipo de maderas para la construccin; tambin miel de abejas, cera, chaguar y frutas silvestres. En las haciendas de las zonas de Ledesma, Ro Negro y San Pedro, el cultivo de la caa de azcar y las manufacturas de sus derivados, eran los bienes con mayor

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Monte Rico, adems de sus condiciones ecolgicas excelentes para la invernada, se encontraba en el camino que una los dos centros urbanos y mercantiles de la zona, a corta distancia de Salta (16 leguas) y de la ciudad de Jujuy (9 leguas).

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010demanda en los mercados de mediana distancia32, sobre todo, iba destinado a los almacenes de azcares de las ciudades de Jujuy, Salta, Tucumn, Tarija y Tupiza. En las haciendas azucareras se usaba mano de obra estacional indgena para la cosecha, dedicada a cortar y pelar la caa. Para moler la caa se usaban trapiches de palo movidos por bueyes; el zumo de la caa se herva en tachos de hierro o cobre a fuego directo; el azcar se blanqueaba en hornos de barro cocido de forma cnica; se formaba una arcilla que tardaba unos 30 das en depurarse y se le daba la forma de panes o pilones de azcar. Adems de azcar, se procesaban otros productos que abastecan los mercados regionales; con el zumo de la caa se elaboraba el guarapo, que se consuma localmente de esta forma o se destilaba en alambiques para convertirlo en aguardiente de caa, bebida muy requerida a nivel regional, sobre todo en los centros mineros del Alto Per. Con la pasta de azcar tambin se manufacturaban las chancacas, alfeiques y las tabletas, con mucha demanda en los mercados andinos, as como la miel de caa33. Los valles secos interserranos actan como conexin entre la Puna (altiplanicie) y los valles hmedos; en general son valles encajonados entre cordones montaosos y surcados por ros, cuyos caudales aumentan considerablemente durante las lluvias de verano. De clima ms benigno, se encuentran entre los 1.600 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. El ms importante, como ya dijramos, es la Quebrada de Humahuaca, aunque hay muchas quebradas y vallecitos de importancia relativa para la regin. Fueron los ambientes agrcolas ms antiguos, donde se desarrollaron tcnicas de cultivo en andenes, terrazas, canchones de cultivo y sistema de riego desde pocas prehispnicas -el perodo de los llamados desarrollos regionales34-. Con la ocupacin espaola se introdujeron cultivos europeos, como el trigo, la vid, hortalizas y forrajeras32

Antonio King, Veinticuatro aos en la Argentina, Buenos Aires, Vaccaro, 1921, pgina 176. Antonio King era un aventurero norteamericano, que parti de Nueva York a los 14 aos de edad, en 1817; se embarc en Baltimore en un barco corsario con destino a Buenos Aires, donde fue abandonado. Gracias a un posadero irlands, consigui trabajo como dependiente en un almacn francs. Luego, de unos meses en Buenos Aires, se enganch como soldado para luchar en las guerras de la independencia. La estada de King en la Argentina fue entre los aos 1819 y 1845. 33 Benjamn Villafae, Orn y Bolivia a la marjen del Bermejo, Salta, Imprenta del Comercio, 1857, pginas 60 a 62 34 Mara Ester Albeck, La vida agraria en los Andes del sur, en: Nueva Historia Argentina, volumen 1, Buenos Aires, Sudamericana, 2000, pgina 189 y subsiguientes. Ana Mara Lorandi, El contacto hispano-indgena y sus consecuencias ambientales, en: Carlos Reboratti (compilador), De hombres y tierras una Historia Ambiental del Noroeste Argentino, Salta, Proyecto de Desarrollo Agroforestal en Comunidades Rurales del Noroeste Argentino, 1997, pginas 39 a 48.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010para el ganado. En los albores del siglo XIX, los valles secos fueron zonas agrcolas y ganaderas de gran importancia regional, con haciendas y pequeas unidades de produccin dedicadas a la crianza y engorde del ganado destinado a los mercados de mediana y larga distancia. En las quebradas de Tumbaya, Tilcara, Purmamarca y Valle Grande, las producciones predominantes eran la crianza de ganado vacuno y caballar y la agricultura de regado, aunque las tierras fuesen menos productivas que en los valles hmedos; el pastoreo se complementaba con las sementeras de alfalfa y cebada para las invernadas y cosechas de trigo, maz, papas, cereales y frutas35. La Quebrada de Humahuaca, en su tramo Norte, era una zona ms ganadera, con extensos alfalfares hasta Sapagua y el pastoreo de ganado ovino, cabras y asnos. Las ovejas se caracterizaban por poseer buen velln, que alimentaba a la manufactura textil familiar, para uso domstico o para la venta en el mercado. Adems de la alfalfa, se cultivaba maz, habas, qunoa, porotos, legumbres y frutales (sobre todo peras, manzanas y duraznos). El tramo Sur de la Quebrada de Humahuaca era ms agrcola y con mejores pastos, que permitan la crianza de ganado vacuno y equino. El cultivo de maz comprenda distintas variedades36, adems se producan papas, legumbres, hortalizas, frutales, cebada, alfalfa y algo de trigo. A lo largo de toda la Quebrada haba diversos molinos destinados a la molienda de los cereales y se manufacturaba cermica, quesos y chalona. Escaseaba la madera, a excepcin del algarrobo, sauce, distintos tipos de cardones, quoa, churquis, nogales, alisos y tola. En general, en los valles interserranos se produca ganado vacuno y equino y se adiestraba y engordaba el ganado mular procedente de regiones del sur, que se enviaba para el abastecimiento de los centros mineros en el Alto Per y la costa del Pacfico. El35

Jos B. Brcena, Industria lanar en Jujuy, en: Boletn Oficial de la Exposicin Nacional de Crdoba en 1871, volumen 7, serie Memorias N 12, Buenos Aires, Imprenta, Litografa y Fundicin de Tipos a Vapor, 1873, pgina 238. 36 Hacia fines del siglo XIX, Joaqun Carrillo enumera los nueve tipos de maz que se cosechaban en la Quebrada: Capia blanco, capia morado, capia toba, capia chulpi, amarillo comn, canario, morocho, pisingallo blanco y pisingallo negro. Joaqun Carrillo, Descripcin brevsima de Jujuy, provincia de la Repblica Argentina, en Eugenio Tello, Descripcin de la Provincia de Jujuy. Informes, objetos y datos que presenta el Comisionado Provincial, Senador Nacional D. Eugenio Tello a la Exposicin Universal de 1889 en Pars, Jujuy, [Imprenta Petruzzelli, 1888] Reimpresin de la Universidad Nacional de Jujuy, 1988, pginas 133-134.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010ganado menor, dedicado a la explotacin domstica, estaba constituido por asnos, ovejas y cabras. En las tierras altas o Puna, se produca ganado en haciendas y estancias de altura, ubicadas en los cuatro curatos37: Yavi, Santa Catalina, Rinconada y Cochinoca. Las estancias ubicadas en los 3.500 metros sobre el nivel del mar, en la elevada planicie, surcada por cordones montaosos menores, est sometida a rigurosas condiciones climticas, caracterizadas por una gran amplitud trmica diaria, fro, la sequedad del aire y la fuerte radiacin solar, con precipitaciones son estivales, de tipo monznico, al igual que toda la regin Andina. La presencia de pasturas en los fondos de cuencas y de vegas permanentes en las reas serranas, han permitido el desarrollo de la ganadera de camlidos, de gran importancia en pocas prehispnicas. Con la llegada de los espaoles y la introduccin de otros animales domsticos como cabras, ovejas, vacas y burros, disminuy la importancia de la cra de camlidos. Si bien al interior de la Puna se observa una diversidad ambiental que se traduce en una variedad de productos locales38, en lneas generales la produccin punea se destac por los bienes derivados de la ganadera: carne, cueros, lana y la manufactura de tejidos, pieles y alfarera; tambin la extraccin de algunos minerales y de sal. Las llamas, animales que los espaoles denominaron como carneros de la tierra, haban sido la principal produccin punea, asociada al trfico caravanero prehispnico y a la temprana circulacin mercantil espaola. Si bien a lo largo del siglo XVII las llamas fueron desplazadas por las mulas y los asnos en el transporte, siguieron constituyendo una fuente de lana y energa para las poblaciones puneas; en los inicios del siglo XIX su crianza se mantuvo dentro de la propiedad indgena, lo que permiti a los puneos especializarse en las tareas de arriera y transporte39.

Los curatos eran los territorios administrativos eclesisticos, cede de las parroquias. Posteriormente, en la segunda mitad del siglo XIX fueron la base de la divisin administrativa de la provincia. 38 Albeck marca, dentro de la Puna, cinco zonas ambientales con caractersticas diferenciadas. Mara Esther Albeck, El ambiente como generador de hiptesis sobre dinmica sociocultural prehispnica en la Quebrada de Humahuaca, en: Cuadernos, 3, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Jujuy, 1992, pgina 98. 39 Gabriela Sica, Maz y trigo, molinos y cananas mulas y llamas. Tierras, cambio agrario y participacin mercantil indgena en los inicios del sistema colonial, en: Daniel Santamara (compilador), Jujuy: arqueologa, historia, economa, sociedad, Jujuy, CEIC Cuadernos del Duende, 2005, pginas 106 a 123.

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LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Las vicuas y los guanacos, a pesar de su estado salvaje, siempre revistieron de gran valor productivo, gracias a la finura de sus fibras. El guanaco -casi extinto en la actualidad- en el siglo XIX an se mova libremente en la zona cordillerana y su carne era comestible, aunque el mayor aprecio provena de la fina lana que posea. La lana de vicua, famosa por los tejidos que con ella se elaboraban y apreciada en todo el mundo, se exportaba al mercado mundial desde los tiempos de la Colonia. En la segunda mitad del siglo XVIII, disposiciones Reales fomentaron su exportacin, lo que dio por resultado un aumento de la demanda para fines de ese siglo40. Como es la ms preciosa materia para sombreros de castor, pauelos y otros tejidos finos, se dedican muchos a cazar estos animalitos. Auque son en extremo ariscos y difciles de ser aprehendidos con escopeta o ballesta, se cogen casi a mano corrindolos por los cerros a que bajen en alguna quebrada o estrechura, donde se forma un crculo a manera de corral, con cuerdas delgadas, sostenidas a trechos de piedras grandes o ramas clavadas en tierra. Entre tanto all les causa tanto terror aquel corto embarazo, que como ovejas dentro de un corral, sin ser capaces de avanzar el crculo; y de este modo cogen cuantos quieren, con la mayor facilidad41. Chinchillas, vizcachas y suris (and del Altiplano), terminan de completar la fauna autctona del ambiente de Puna con posibles excedentes aplicables a intercambios. La chinchilla es un animal pequeo, de piel muy fina y requerida en el mercado mundial. Su hbitat son las tierras altas: En este mismo Partido [Lpez] hay mucha abundancia de chinchillas, cuya piel es de tanto aprecio aqu y an en Europa, para forros y regalillos de invierno; y tambin pueden servir para tejidos exquisitos...42.40

Pedro Vicente Caete y Domnguez, Gua Histrica, Geogrfica, Fsica, Poltica, Civil y Legal del Gobierno e Intendencia de la Provincia de Potos, ao de 1787, Potos, Coleccin de Cultura Boliviana, 1952, pgina 240. La Real Cdula dada en San Idelfonso el 30 de agosto de 1777, prohiba su matanza y slo permita su apresamiento, pero la Audiencia de Charcas mostr la imposibilidad de controlar la matanza, por la naturaleza misma de los animales, que antes se dejaban matar que esquilarse. Silvia Palomeque, Intercambios mercantiles y participacin indgena en la Puna de Jujuy a fines del perodo colonial, en: Andes, 6, CEPIHA, Universidad Nacional de Salta, 1994, pp. 15 y 16. 41 Pedro Vicente Caete y Domnguez, op. cit., pgina 240. 42 Pedro Vicente, Caete y Dominguez, op. cit., pgina 241.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Eran cazadas por los campesinos y vendidas en las pulperas de campaas. Se usaba humo para hacerlas salir de la madriguera y luego se cazaban con perros43. Un procedimiento similar se utilizaba en la caza de vizcachas, cuya carne constitua un complemento de la dieta lugarea. El suri no slo era utilizado como alimento, sino que tambin se usaban sus plumas en la confeccin de trajes rituales y eran, a la vez, un elemento de intercambio campesino. Con la introduccin de ganado espaol se diversific an ms la oferta productiva del ambiente puneo. En las zonas de vegas y pastizales naturales, sobre todo en los curatos de Cochinoca, Casabindo y Yavi, se constata la existencia de ganado vacuno44. Se trata de ganado trashumante que invernaba en los valles orientales detrs de la cadena del Zenta. En el perodo colonial, formaba parte del trfico interno dentro del Marquesado de Tojo y tambin alimentaba el trfico indgena con el valle de Tojo y con Lpez45. La cra y produccin de burros, se extendi a lo largo y a lo ancho de toda la Puna; formaban parte del ganado indgena-campesino, utilizado para transporte y acarreo y, junto con las ovejas, se traficaba en Lpez y en Atacama, dentro de circuitos mercantiles indgenas ajenos al control estatal, hasta bien entrado el siglo XX: Los habitantes de la Puna mantienen un fluido comercio con Atacama y Calama, sin pasar por ninguna Receptora. Es imposible controlar este contrabando, sobre todo la exportacin de ovejas desde la Puna de Jujuy hacia Atacama y Calama46 El ganado ovino y caprino constitua las producciones ms importantes de los habitantes de la Puna; provean lana, piel, carne y quesos. Junto a las llamas, formaban

Eugenio Tello, Descripcin de la Provincia de Jujuy. Informes, objetos y datos que presenta el Comisionado Provincial, Senador Nacional D. Eugenio Tello a la Exposicin Universal de 1889 en Pars, Jujuy, [Imprenta Petruzzelli, 1888] Reimpresin de la Universidad Nacional de Jujuy, 1988, pgina 41. 44 Mara Ester Albeck, op. cit. y Eulogio Solari, Geografa de la Provincia de Jujuy. [Buenos Aires, Peuser, 1907]. Reimpresin de la Universidad Nacional de Jujuy, 1990. 45 Guillermo Madrazo, Hacienda y encomienda en los Andes. La Puna argentina bajo el Marquesado de Tojo. Siglo XVII a XIX, Buenos Aires, Fondo Editorial, 1982 y Silvia Palomeque, op. cit. 46 Repblica Argentina, Memoria Presentada por el Ministro de Estado en el Departamento de Hacienda al Congreso Nacional en 1867, Imprenta del Siglo, 1867, Informe del Administrador de Rentas Nacionales de Jujuy, J. J. Bustamante, pgina 74.

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LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010parte de la economa de pastoreo simultneo, tpico del ambiente de puna, en lo que se ha denominado estrategia de hatos mltiples47. Las actividades productivas tpicas de los puneos eran el pastoreo y la fabricacin de textiles; estas actividades se podan complementar con la labranza (en las zonas donde el microclima lo permitiese), la manufactura de chalonas y alfarera, la extraccin de minerales y el transporte y arrieraje. Los excedentes productivos alimentaban los comercios intratnicos con ambientes de valle, que permita el acceso a bienes no producidos en la zona ecolgica (en especial maz, aj y coca)48. La agricultura era posible nicamente en reas muy restringidas y las variedades cultivadas se limitaban a vegetales resistentes a las bajas temperaturas, como las variedades de papas, oca o qunoa. La zona con condiciones climticas ms benignas para el cultivo era la Puna septentrional, correspondiente al curato de Yavi; en el valle de Yavi, tanto como en el valle de Sococha (su continuacin natural hacia el norte), existan y an persistencondiciones naturales para las prcticas agrcolas bajo riego. En el siglo XIX se cultivaba trigo, maz, papas, cebada y legumbres; en vallecitos como Yavi, Yavi Chico y Sansana haba superficies dedicadas al cultivo de la alfalfa, para alimento de mulas y ganado en trnsito. En el curato de Cochinoca, haba y an existen- pequeas quebradas sobre el faldeo de las sierras, donde hay climas locales ms benignos que han permitido el desarrollo agrcola desde perodos prehispnicos49. En estos microambientes se cultivaba alfalfa, cebada, habas y frutales. En el resto del ambiente de Puna, la vegetacin es de estepas como en las altas mesetas andinas; los vegetales distintivos son los bosques de quoa, montes bajos de churqui jujeo y arbustos de tola, que representan valiosos recursos naturales para los habitantes lugareos50.

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Vase: Juan Javier Garca Fernndez, Pastoreo, economa familiar y medio ambiente en la cuenca de laguna de Pozuelos, en: Juan Javier Garca Fernndez y Rodolfo Tecchi (compiladores), La reserva de la biosfera laguna de Pozuelos: un ecosistema pastoril en los Andes centrales, Universidad Nacional de Jujuy, Programa de Ecologa Regional, 1991. 48 Guillermo Madrazo, Comercio intertnico y trueque recproco equilibrado intratnico. Su vigencia en la Puna argentina y reas prximas, desde la independencia nacional hasta mediados del siglo XX, en: Desarrollo Econmico, volumen 21, N 82, Buenos Aires, 1981, pginas 213 a 230. 49 Mara Ester Albeck, op. cit., pgina 98. 50 Rolando Braun Wilke, Tres recursos leosos: queoa, churqui y tola, en: Juan Javier Garca Fernndez y Rodolfo Tecchi (compiladores), op. cit., pg. 43 y subsiguientes. Rolando Braun Wilke et al, Carta de aptitud ambiental de la Provincia de Jujuy, Universidad Nacional de Jujuy, 2000.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010La minera extractiva ms importante hacia fines del siglo XVIII y comienzos del XIX la constituan las arenas aurferas de Rinconada y Santa Catalina, algunas vetas de cobre y la recogida de sal de las Salinas Grandes. Las producciones de las haciendas jujeas estaban destinadas mayormente a la subsistencia, o sea al consumo en el mbito de la familia. Sin embargo, en los aos de buenas cosechas, cuando haba excedentes, stos animaban el circuito mercantil regional, de corta y mediana distancia; en esos aos, se exportaban trigo, maz, papas, aj, habas, arroz, frutas frescas, caa de azcar, manufacturas de sebo, jabn, cera, como as tambin las manufacturas derivadas del azcar, la lana, cuero, barro y textiles. Exista un fluido intercambio de bienes y productos entre las distintas zonas ecolgicas al interior de la jurisdiccin: entre las tierras altas y las tierras bajas. Sin embargo, los mejores negocios provenan de la venta de excedentes en otras jurisdicciones, lo que daba vitalidad a los circuitos de mediana y larga distancia y reportaba mayores ganancias. Los mercados donde se ubicaban los productos jujeos se encontraban principalmente en el la zona de Chichas zona minera al sur del Alto Pery en Atacama, pero tambin venda sus excedentes de azcar, jabn, aguardiente de caa y chancacas en Tucumn, Catamarca, Salta, Tarija y Per y enviaba algunos cueros al puerto de Buenos Aires51. Pero no slo la venta de los productos locales reportaba ganancias; junto con ellos circulaban hacia distintos mercados una variada cantidad y diversidad de artculos producidos en otras regiones distantes, que los traficantes llevaban y traan desde distintos mercados, entre los cuales Jujuy era paso obligado, por cuanto involucraba a sus comerciantes de distintas formas. El comercio de intermediacin de efectos inclua a productos de regiones remotas dentro del espacio peruano y artculos provenientes de Europa y llegados al puerto de Buenos Aires, desde su apertura al comercio mundial en las ltimas dcadas del siglo XVIII. En este comercio de larga y mediana distancia entre distintas zonas productoras, llegaban hasta las tiendas de Jujuy los tocuyos cochabambinos, textiles burdos de algodn, muy requeridos en los mercados rioplatenses. Eran trados por los mercaderes desde Cochabamba, junto a lienzos y ropa de la tierra, eventualmente tambin51

Archivo Histrico de Salta (AHS), carpeta 15, Expediente 57, Cuentas de Cargo y data de la Caja menor de Jujuy (1783-1788). Libro de Hacienda (LH) 204, Guas de Jujuy, 1806. LH 307, libro Manual de Jujuy, 1809-1810. LH 169, Libro Manual de Jujuy, 1810. LH 485, Libro de Alcabala de Jujuy, 1810. Carpeta de Gobierno de 1810, Cuaderno de la Tesorera menor de Jujuy.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010compraban bayetas del Cuzco, de Chorrillos, de La Paz y variados textiles de la tierra, que engrosaba las re-exportaciones que los comerciantes de Jujuy realizaban hacia Buenos Aires, desde donde se expandan por toda la campaa rioplatense y santafesina52. Los tocuyos cochabambinos fueron los textiles de algodn con mayor demanda regional hasta la introduccin de los lienzos ingleses producto de la revolucin industrial- en el siglo XIX y dibujaban sus propios circuitos mercantiles, desde la zona productora en el Alto Per, hasta las zonas consumidoras en las pampas y regiones intermedias. Desde las yungas del Alto Per, llegaba a Jujuy gran cantidad de coca hojas de coca en cestos- que cubra el consumo en toda la jurisdiccin de Jujuy y se exportaba a Salta, Tucumn, Catamarca y Crdoba. El comercio de coca estaba en manos de indgenas y mestizos. Indgenas de las yungas de La Paz llegaban hasta Jujuy para el expendio de coca en los almacenes de la ciudad; generalmente el circuito inclua la venta de algunos cestos en los pueblos intermedios, especialmente en las poblaciones de la Puna jujea53. Los expendedores de coca en Jujuy, solan dirigirse personalmente hacia los centros productores, a los efectos de conseguir buenos precios y calidad, que seran redituados en ventas en el almacn. Los cestos de coca, originarios de las yungas de La Paz, tambin llegaban de lugares intermedios, tales como Potos o Tupiza, donde la compraban los vendedores de ganado y de diversos artculos o la traan los arrieros de regreso de sus viajes, constituyndose as en un ingreso extra de sus negocios habituales. Desde el puerto de Buenos Aires arribaban a Jujuy diversos bienes para el consumo dentro de la jurisdiccin y, mayormente, para la re-exportacin hacia otros mercados regionales; las mercancas de mayor reventa eran la yerba mate paraguaya, los artculos provenientes de Europa y los esclavos54. Estos bienes eran destinados a los centros urbanos y mineros del Alto Per en especial a Potos- y la costa del ocano Pacfico Bajo Per-. Los comerciantes importantes de Jujuy, aquellos que manejaban grandes capitales, se dedican al comercio

52 53

AHS, LH 169 y LH 485, op. cit. AHS, LH 485, op. cit. 54 AHS, LH 485, op. cit.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010de intermediacin entre el puerto de Buenos Aires y Potos y Lima, cubriendo un amplio espectro en las zonas aledaas. Por su importancia y su cercana de Jujuy, la Villa Imperial de Potos era el mercado por excelencia para los comerciantes jujeos; algunos establecieron comercio en la misma Villa Imperial, mantenan fluidos contactos con comerciantes avecindados e incluso haba quienes actuaban como representantes e intermediarios de casas comerciales de Buenos Aires y de Potos. Los flujos de mercancas entre ambas ciudades incluan los llamados efectos de Castilla bienes provenientes del mercado mundial-, esclavos y yerba mate paraguaya destinados a Potos y de all a otros centros de venta. Los tocuyos, bayetas, coca, cacao de Guayaquil iban con destino a los mercados rioplatenses, junto a algunas pocas producciones locales, sobre todo pieles de vicua y chinchilla, lana de vicua, cueros y suelas. Como vemos, haba una gran gama de bienes y productos que circulaban por Jujuy, sin embargo, las mayores ganancias se obtenan del comercio de ganado en pie y del transporte de mercancas (arriera). La produccin de vacunos y la exportacin de cueros y pieles formaban parte de su especializacin en bienes lanzados a los mercados regionales. Mulas, vacas y cueros constituan los productos dominantes orientados hacia la exportacin -mercados de mediana y larga distancia- por los cuales se obtena el dinero necesario para la dinmica econmica regional55. En el siglo XVIII, el trato de mulas se haba convertido en el principal comercio de la regin. En la feria de Salta, que floreca en los meses de marzo y abril, cuando los productores de mulas de las jurisdicciones de Crdoba, Santa Fe y Buenos Aires arribaban con los animales que quedaran en invernada durante un ao, se encontraban los tratantes locales y los compradores arribados desde el Alto y el Bajo Per, quienes llevaban las mulas adiestradas y engordadas en los alfalfares de la jurisdiccin. En Jujuy, a las afueras de la ciudad, estaba la Tablada donde se efectuaba la compra y venta de animales y contribua al circuito de mulas con el Alto y Bajo Per, aunque en una proporcin nunca mayor del 25 % de lo que se exportaba por Salta56. Los55

AHS, LH 204, Libro de Sisa de Jujuy, 1806. LH 414, Libro de Sisa de Jujuy, 1809. LH 452, Libro de Sisa de Jujuy, 1810. 56 Nicols Snchez Albornoz, La extraccin de mulas de Jujuy al Per. Fuentes, volumen y negociantes, en: Estudios de Historia Social, 1, Buenos Aires, Facultad de Filosofa y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1965. Para los aos 1774 y 1784, que considera excepcionales, salieron de Jujuy alrededor de

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010tratantes de mulas (mercaderes) arribaban a vender sus mulas, que quedaban en invernada por un ao o ms, a cargo de tratantes-invernadores locales, quienes a su vez venderan los animales a los tratantes llegados desde el Per. En la feria de la Tablada se comercializaba el ganado mular engordado en los alrededores de la ciudad de Jujuy desde los campos de San Pedrito del Portal hasta Monte Rico-, ganado equino (yeguas y caballos) y vacuno criados y engordados en las haciendas y estancias de los valles jujeos. La produccin animal ms importante de la jurisdiccin de Jujuy era la vacuna, destinada a la venta en los centros mineros de Chichas y al Alto Per en general. A la feria de la Tablada llegaban todos los aos los comerciantes chicheos, que se provean de las vacas que se llevaban para Chichas y otras provincias de arriba, junto con cantidades de jabn producido en la zona. La demanda de ganado vacuno era tal, que hubo aos en que no alcazaba la produccin local y deban importarse novillos desde Tucumn57. La feria de la Tablada se reuna en el mes de abril para Pascua- y all convergan las producciones de las haciendas jujeas, pues era el momento anual en que se hacan los intercambios entre los habitantes de las distintas zonas ecolgicas. Hacendados, estancieros y campesinos concurran a la feria con sus excedentes de trigo, maz, papas, aj, habas, arroz, frutas frescas, caa de azcar, manufacturas de sebo, jabn, cera, como as tambin las manufacturas derivadas del azcar, la lana, cuero, barro y textiles (elaborados en unidades de produccin de tipo domstico). Desde los valles bajos e interserranos llegaba el ganado vacuno y equino criado en la regin y se adiestraba y engordaba el ganado mular procedente de regiones del sur. El ganado menor, dedicado a la explotacin domstica, tambin formaba parte de los negocios campesinos en la feria; estaba constituido por asnos, ovejas, cabras. Tambin formaban parte de los intercambios la lana de oveja, vicua y llama y textiles elaborados en el seno de las familias campesinas. Recapitulando hasta aqu, podemos afirmar que las exportaciones de ganados y de sus excedentes productivos, junto con el arrieraje eran la base de la economa de la jurisdiccin de Jujuy; eran las actividades ms importantes de sus habitantes y que

7.500 mulas, mientras que desde Salta, en esos mismo aos, salieron 26.000 y 28.000 mulas; en 1771, desde Jujuy salieron 3.400 y desde Salta 39.000 (pginas 108 y 109). 57 Nicols Snchez Albornoz, op. cit.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010conectaban a Jujuy con los circuitos mercantiles coloniales. De ellas viva la poblacin local, junto al comercio de intermediacin de diversos artculos de distintas procedencias.

Profesiones, oficios y ocupaciones: las tareas de cada da

Las profesiones de mayor prestigio social, las que se encontraban en la cima de la escala social estaban conformadas por los profesionales (abogados, mdicos, escribanos), los empleados de la burocracia colonial y los grandes mercaderes, formados por los productores (hacendados y estancieros) y los comerciantes (importadores y exportadores). Para 1810, en la ciudad de Jujuy haba un mdico cirujano y un boticario autorizados por el cabildo. Desde 1806 el mdico nombrado por el cabildo era Pedro de la Torre y Varela58; hasta entonces, el mdico de Jujuy haba sido Manuel de Marmol y Tapia, quien en 1805 compr el cargo capitular de Regidor Fiel ejecutor y se present en el cabildo en 1806 renunciando al oficio que desempeaba el arte de boticario y cirujano59. Jujuy contaba con un escribano de cabildo y, eventualmente, un escribano pblico de gobierno. A principios del siglo XIX, el escribano Mayor era don Juan Antonio Moxos Das60, pero ese cargo fue cambiando de titular a lo largo de la dcada; as, en 1807, el cargo de escribano estaba en manos de Francisco Antonio Llanos61, quien continu en ese puesto hasta despus de la revolucin de 1810. Los empleados de la burocracia administrativa en Jujuy eran muy pocos, siendo los ms relevantes el Teniente de Gobernador, el subdelegado de la Real Hacienda, el Teniente Tesorero de esta Real Caja Menor y oficiales de los ramos de Correos y Tabaco. Los cargos militares ms destacados eran los de capitn de los Reales Ejrcitos,

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AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812. Acta de elecciones de 1 de octubre de 1805 para 1806. 59 AHPJ SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folio 87. Acta capitular del 2 de mayo de 1806. 60 AHPJ SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folio 8v. Acta capitular de 21 de febrero de 1801. 61 AHPJ SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folios 128v-129v. Acta capitular del 17 de diciembre de 1807.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010ejercido por don Toms de Martiarena, quien a su vez ocupaba los puestos de subdelegado de la Real Hacienda y Comandante de las armas de ella62. La ciudad de San Salvador de Jujuy se destacaba por su activo comercio de intermediacin de efectos y de provisin a los viajeros en trnsito, demostrado por las tiendas, almacenes y pulperas existentes. Se distingua por el nutrido movimiento mercantil que se viva en su seno y que concentraba la mayora de las actividades comerciales de la jurisdiccin. All se encontraban las grandes casas comerciales locales, que se dedicaban a la importacin y exportacin de artculos variados, as como los almacenes; ambos establecimientos surtan de variados productos a las pulperas de la ciudad y de los pueblos de la campaa. Tiendas, almacenes y pulperas se articulaban para manejar el comercio local y regional, vincularse en los distintos circuitos mercantiles y poner en circulacin todos los bienes disponibles en el mercado. Los tres tipos de establecimientos comerciales se diferenciaban entre s por el tipo de artculos que vendan y por el capital en giro que disponan, el cual se reflejaba en los impuestos que pagaban. La ciudad fue creciendo en poblacin y con ella las actividades mercantiles, las que se fueron incrementando al ritmo que se multiplicaban y diversificaban los establecimientos dedicados al ramo del comercio y se jerarquizaba la actividad mercantil. En la ciudad de Jujuy, a fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII, slo haba dos pulperos que pagaban la patente correspondiente63; sin embargo, para fines del siglo XVIII ya haba registradas 39 pulperas que pagaban la patente en la ciudad64. La tienda gozaba de la mxima jerarqua impositiva, pues era la empresa mercantil que manejaba los mayores capitales. Era el establecimiento o casa comercial, donde confluan varias actividades, mercantiles y financieras, aunque su caracterstica era la venta al mayoreo de artculos europeos durante la Colonia llamados efectos de Castilla y luego efectos de ultramar-. Sus propietarios constituan el sector de los grandes comerciantes, aquellos que tenan la tienda en la ciudad y sus crditos en las62 63

AHPJ, SRR, Caja XXXIII, Legajo 1, folios 50 a 53, abril 26 de 1800. Daniel Santamara, Mercaderes, tenderos y prestamistas. La mercantilizacin de la economa jujea (1690-1730), en Anuario IEHS 14, Tandil, Universidad Nacional del Centro, 1999, pginas 464 a 469. 64 AHS, Caja 7 Fondo de Gobierno 1785-1786: Expte. qe. manifiesta las pulperas en las ciudades de la Intendencia, en Jujuy haba 29 pulperas reales y 10 del Cabildo. Para esa misma poca en Tucumn haba 26 pulperas reales y 10 del Cabildo y en Salta haba 32 pulperas reales y 20 del Cabildo. Agradecemos a Mnica Ulloa por permitirnos el acceso a esta documentacin.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010casas comerciales del puerto de Buenos Aires y provean de mercaderas a los pequeos comerciantes y pulperos urbanos y rurales. Si bien la especialidad de la tienda era el expendio al mayoreo de las manufacturas y bienes de origen europeo, los comerciantes con tienda no se limitaban a este rubro, sino que tambin importaban productos regionales o de otras zonas de Amrica (como yerba mate del Paraguay, los tocuyos de Cochabamba, bayeta de La Paz, ail de Guatemala o cacao de Guyaquil), exportaban cueros y pieles al puerto de Buenos Aires, realizaban contratos eventuales con otros comerciantes para transacciones especficas, efectuaban prstamos de dinero y entraban en los circuitos ganaderos exportando mulares y vacunos. La tienda, como casa comercial era una empresa familiar, en la cual se concentraban actividades diversas y, como tal, no es extrao encontrar asociaciones entre padre e hijos o entre hermanos65; tambin observamos la propiedad de diversos establecimientos en manos de una persona o grupo familiar, que podan poseer, adems de la tienda, una o varias pulperas (a veces en distinta ubicacin). Como empresa importadora, la tienda adquira artculos europeos en el puerto de Buenos Aires, a travs de sus comisionistas. Esos mismos artculos llegaban a Jujuy en carretas y se vendan a las pulperas de la zona y tambin se enviaban para su venta a los centros mineros y urbanos del Alto y Bajo Per. All, los comerciantes de Jujuy adquiran productos locales o llegados de otras latitudes, como la coca, el ail, los tocuyos, el cacao, etc., que nuevamente vendan a los establecimientos locales o enviaban para su venta a Tucumn, Crdoba y Buenos Aires. Como empresa exportadora, la tienda acopiaba cueros vacunos y pieles de chinchilla y de vicua, para cuyos fines tenan sus propias barracas. Accedan a los cueros a travs de contratos con los curtidores y carniceros encargados del abasto de la ciudad. Las pieles las obtenan de sus negocios con las pulperas de la campaa, en especial de las zonas altas, donde los vicueros y chinchilleros entregaban las pieles producto de sus cazas a cambio de comestibles y artculos diversos. Una vez acopiados,65

Como ejemplo de empresa mercantil familiar, vase: Viviana Conti, Una empresa mercantil familiar en el espacio surandino. Tezanos Pinto y Ca. 1794-1854, en: Susana Bandieri, Graciela Blanco y Mnica Blanco (compiladoras), Las escalas de la historia comparada, Tomo 2: Empresas y empresarios. La cuestin regional, Buenos Aires, Mio y Dvila, 2008, pginas 29 a 55. Tambin vase: Viviana Conti y Mirta Gutirrez, Empresarios de los Andes de la colonia a la independencia. Dos estudios de casos de Jujuy, en: Amrica Latina en la Historia Econmica, nmero 32, Mxico, Instituto Mora, 2009, pginas 137 a 163.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010los cueros, las pieles y la lana de vicua eran enviadas al puerto de Buenos Aires, desde donde los comisionistas se encargaban de exportarlos a Europa. Como empresa financiera, la tienda efectuaba prstamos de dinero a particulares, cobrando los respectivos intereses, otorgaba crditos a otros comerciantes y actuaba como representante o apoderado de otras casas comerciales del Alto Per, del Interior rioplatense o de Buenos Aires. En suma, cumpla todos los roles de una empresa mercantil. En los ltimos aos de la colonia los propietarios de las tiendas ms importantes de la ciudad de Jujuy eran don Andrs Ramos, don Manuel Lanfranco, don Joseph Patricio de Sagardia, don Manuel de Tezanos Pinto, don Pedro de la Torre y Varela, don Domingo de Santibez y don Juan Manuel Snchez de Bustamante. Casi todos eran comerciantes nacidos en Espaa y que haban arribado a Amrica en las dos ltimas dcadas del siglo XVIII, radicndose en Jujuy, donde la mayora haba formado sus familias mediante matrimonios con mujeres de la sociedad local; la excepcin era Juan Manuel Snchez de Bustamante, nacido en Jujuy, hijo de Don Domingo Manuel Snchez de Bustamante (espaol vecino de Jujuy desde 1770). La segunda jerarqua estaba ocupada por los almacenes: almacn de caldos, destinado al expendio, al mayoreo, de vinos y aguardientes de uva, llegados desde San Juan, La Rioja y Catamarca, el almacn de azcar, que distribua el producto de las haciendas azucareras de los valles bajos (azcares, tabletas, miel de caa, aguardiente de caa) a las pulperas. Existan otros almacenes cuya importancia era relativamente inferior en los circuitos mercantiles, como almacenes distribuidores de madera o de ferretera. Finalmente, las pulperas, vendan al pblico minorista toda clase de productos, desde bebidas y alimentos, tabaco, jabn, velas y yerba mate, hasta ropa y herramientas. Una de las caractersticas de la pulpera era el expendio de bebidas alcohlicas para el consumo en el lugar, lo que las converta, no slo en un establecimiento mercantil, sino fundamentalmente en un espacio de socializacin, donde se reunan los clientes para beber y conversar66.

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Emma Raspi, Sobre tenderos y pulperos: minoristas urbanos de Salta y Jujuy (siglo XIX), en: Cuadernos N 21, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad nacional de Jujuy, 2003, pginas 23 a 39.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Si bien la clientela que concurra a las pulperas formaba parte de los sectores populares razn por la cual su asistencia era mal vista a los ojos de las elites, quienes consideraban que aquellos que beban en una pulpera eran de reputacin dudosa- sus propietarios no siempre pertenecan a los sectores humildes. Algunos propietarios de tiendas o almacenes tenan, adems, su propia pulpera (a veces ms de una), que eran atendidas por dependientes o por los hijos, como toda empresa familiar. Como lugares de sociabilidad popular, las pulperas fueron identificadas por las autoridades como espacios de dudosa reputacin proclives a las actividades ilcitas y prohibieron la entrada de los hijos de buenas familias; las peor consideradas eran las ubicadas en los suburbios de la ciudad, frecuentadas por vagos y mal entretenidos. La prctica de beber en pblico fue considerada tpica de los sectores populares y estrechamente vinculada al ocio, en el cual la borrachera formaba parte del intercambio social y comercial. Para reprimir la violencia y los comportamientos derivados de las borracheras, se prohiba a las pulperas la atencin al pblico durante las ceremonias religiosas y en fiestas de guardar67. Los pulperos gozaban de cierto prestigio entre los sectores populares, ya que poda vender al fiado, artculos bsicos de consumo y otorgar pequeos prstamos. Estas operaciones, consideradas el ltimo eslabn de las formas de crdito mercantil, eran por montos reducidos y efectuadas con total informalidad68. El manejo del crdito popular en manos de los pulperos y, pon ende su acceso al dinero, fue reconocido por las autoridades coloniales, quienes en 1808, al solicitar la contribucin econmica de los sectores adinerados de Jujuy para contribuir a la defensa del Reino de Espaa, que haba cado en poder de las tropas de Napolen, el cabildo de Jujuy, despus de establecer los montos de dinero con que deban contribuir los seores principales de la ciudad -letrados, hacendados y grandes comerciantes69-, decidi extender el tributo hacia los pulperos de la ciudad70. En el ao 1810, en Jujuy haba 37 pulperas, que manejaban distintos capitales y, por tanto, pagaban diferentes montos impositivos. Las pulperas ms importantes, las67

Emma Raspi, op. cit. Vase, en el apartado siguiente, los controles y represiones al expendio de bebidas alcohlicas durante las fiestas de guardar. 68 Emma Raspi, op. cit. 69 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folios 159-160v. Acta Capitular del 23 de septiembre de 1808. 70 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folios 162-162v. Acta Capitular del 24 de septiembre de 1808.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010que pagaban los impuestos ms altos, pertenecan a Alberto Puch, Juan Antonio Rodrigo, Mara Gandulla, Domingo Carenzo, Juan Machuca, Santiago Lpez, Juan Gmez Cu, Felipe Avendao, Joaqun Velsquez, Domingo Prez, Ramn Senz, Pedro Cuestas, Martn Roxas y Bartola Anteparra71. Ms all de los establecimientos estables, era frecuente la apertura de un almacn o pulpera por un tiempo determinado (generalmente un cuatrimestre72), a los efectos de vender un producto ocasional. Adems de los establecimientos mencionados, haba toda suerte de vendedores ambulantes y eventuales, que expendan pan, lea, alimentos elaborados, verduras, etc. Tanto en las calles principales como en la plaza o la recova del cabildo, pululaban vendedores ambulantes que dotaban a la ciudad de una dinmica fisonoma. Entre los numerosos leeros, placeras, empanaderas y chicheras, se destacaban los proveedores del agua, juntos conformaron el grupo de mayor marginalidad de los trabajadores urbanos. Los aguateros ocupaban las calles ofreciendo su mercanca al son del pregn, en carretillas que les servan de instrumentos de transporte y mostrador indistintamente. A pesar de la facilidad de su provisin, la venta implicaba frecuentar las fuentes pblicas, espacios considerados poco decentes para quienes gozaban de cierto status social73. Los vendedores ambulantes estaban estrechamente vigilados por las autoridades de la ciudad, quienes reglamentaban los lugares donde podan vender sus productos en la plaza pblica y arcos del cabildo-, los precios, calidades y las pesas y medidas74. Era de uso y costumbre que los productos introducidos desde el campo para su venta en la ciudad, deban expenderse slo en la plaza pblica y los precios de venta al pblico eran regulados por el cabildo, segn las estaciones del ao y la poca en que se

AHS, LH 344, Libro Auxiliar del Ramo de Alcabalas para el ao 1811 de la Real caja menor de Jujuy, Alcabalas de reventa del ao 1810. 72 Los pagos de las patentes de pulperas se realizaban en forma cuatrimestral. 73 Viviana Conti, con la colaboracin de Emma Raspi, De la guerras de la independencia a la organizacin del Estado. 1810, 1852, en: Ana Teruel y Marcelo Lagos (directores), Jujuy en la Historia. De la colonia al siglo XX, op. cit., pginas 87 a 137. 74 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folios 87-89. Actas de los das 23 de junio y 4 de julio de 1806. De acuerdo a la Leyes de Indias, Libro 5, Ttulo 17 y Libro 4, le corresponda al cabildo velar por el abasto de la ciudad, en especial referencia a precios y medidas. Vase el siguiente apartado en este libro.

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LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010expedan, lo que no parece haber sido acatado, pues desde mediados del siglo XVIII existe una reglamentacin muy exhaustiva y reiterativa al respecto75. Todo aquello que representaba abastecimiento de la ciudad era reglado y regulado por el cabildo, en especial la provisin de pan y de carne, elementos considerados esenciales para la alimentacin de la poblacin. La venta de pan estaba sujeta a estrictas normas respecto a la cantidad de harina y de agua que deban utilizarse en su elaboracin, las cuales diferan segn las distintas pocas de ao y la posibilidad de acceso al trigo. Normalmente, el trigo provena de los sembrados cercanos a la ciudad y era procesado en el molino ubicado en los suburbios. Las sequas que asolaron a la regin en la primera dcada del siglo XIX76, llev al cabildo a tomar diversas medidas tendientes al abastecimiento de trigo: se prohibi la tenencia de ganado en las tierras cercanas a la ciudad77, se regul el precio con que se deba vender el pan78, se prohibi la venta fuera de la jurisdiccin de trigo, as como de otros granos79, disposicin que fue acompaada con la prohibicin de acopio de grano y la ordenanza que obligaba a los productores a vender el trigo a la ciudad a un precio establecido por el cabildo, el cual se reverta en el precio del pan al pblico80. Conjuntamente con estas normas, el cabildo suscribi la prohibicin de alimentar al ganado con trigo y maz en buen estado81. Las disposiciones adoptadas por el cabildo para paliar los efectos de la sequa que asolaba a toda la zona andina, fueron acompaadas de procesiones rogativas por la

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AHPJ, SRR, Caja XXX, Libro Capitular de 1744-1768, folio 77, Acta del 23 de marzo de 1751. Prohiba expresamente la venta de productos alimenticios en las calles y esquinas de la ciudad. Repetido en los aos sucesivos. Vase el siguiente apartado en este libro. 76 La sequa afect considerablemente a amplias zonas del Alto Per, hacindose sentir con dureza en la Villa de Potos hasta 1805. Las sequas provocaron hambrunas y se consumieron todos los excedentes de alimentos, cosechas y ganados. Vase Enrique Tndeter, Vilma Milletich y Roberto Schmit, Flujos mercantiles en el Potos colonial tardo, en: Jorge Silva Riquer, Juan Carlos Grosso y Carmen Yuste, Circuitos mercantiles y mercados en Latinoamrica. Siglos XVIII-XIX, Mxico, Instituto de Investigaciones Dr. Jos Mara Luis Mora Instituto de Investigaciones Histricas UNAM, 1995, pginas 15 a 17. 77 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folio 2. Acta de 23 de octubre de 1800. 78 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folios 30-31. Acta del 27 de abril de 1802. 79 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folio 53v. Acta del 14 de abril de 1804. Reiterada en el acta de 4 de enero de 1806, Ibd., folio 76. 80 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folio 56. Acta del 9 de junio de 1804. 81 La Disposicin capitular estableca que el ganado slo podra ser alimentado con cebada y alfalfa y excepcionalmente con trigo y maz, cuando estos cereales se encontraran en mal estado y bajo la supervisin de un veedor del cabildo con la licencia adecuada. AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folio 87. Acta del 23 de junio de 1806.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010escasez de lluvias82 y solicitudes del mismo cuerpo capitular para que los sacerdotes de la iglesia matriz oficien una novena de misas cantadas a Mara Santsima en su advocacin de Nieves para que socorra con lluvias que impidan el completo desastre de los sembrados83. Slo las panaderas autorizadas podan elaborar el pan de trigo, cuyo peso y precio, tambin estaba reglado por la autoridad comunal, acorde al calendario agrcola. Los panaderos empleaban a esclavos y libertos, quienes trabajaban en la elaboracin del pan segn las antiguas pautas gremiales y bajo estricto control del cabildo. Segn la tradicin colonial, el cabildo arbitraba las medidas necesarias para el abasto de la carne al matadero de la ciudad, donde los carniceros deban proveerse de la carne que expedan al pblico, en los lugares determinados de antemano y a los precios reglados por el municipio. Este, a travs del Regidor Fiel Ejecutor, supervisaba los precios y el peso y medidas con que se venda la carne al pblico, a los efectos de proteger la alimentacin de las familias ms humildes84. La carne llegaba al matadero municipal a travs de los abastecedores de carne, quienes tenan la obligacin de enviar al matadero la cantidad estipulada en los contratos que firmaran con el cabildo. Para ello, compraban el ganado vacuno a los estancieros y hacendados de la jurisdiccin, teniendo prohibida la adquisicin de animales a forasteros. Los abastecedores de carne de la ciudad eran, al mismo tiempo, proveedores de cueros para las curtiembres: por un lado compraban ganado vacuno a los hacendados para abastecer de carnes a la ciudad y por otro lado, firmaban contratos con los curtidores a quienes repartan la corambre para confeccionar suelas. Los carniceros estaban obligados a faenar determinado nmero de reses por da, con lo cual se aseguraba la alimentacin de la poblacin y una cantidad previsible de cueros.

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AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folios 39-40. Acta del 31 de enero de 1803. AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folio 75. Acta del 4 de enero de 1806. 84 AHPJ, SRR, Caja IV, Libro Capitular de 1800-1812, folios 87-88. Acta del 23 de junio de 1806.

LAGOS,MarceloyCONTI,Viviana:JujuydelaRevolucina nuestrosdas.181019102010.EDIUNJU,2010Un gran nmero de personas trabajaba en los diversos talleres artesanales que haba en la ciudad. En 1808 ya estaba constituido formalmente el Gremio de artesanos y oficios mecnicos85, que reuna a los maestros de los talleres. Los talleres artesanales estaban organizados jerrquicamente, dirigidos por el maestro, con quien trabajaban sus oficiales y aprendices. Maestros, oficiales y aprendices generalmente convivan en el taller del maestro, que era a la vez la casataller, la unidad de produccin y el mbito de convergencia de la vida domstica familiar, la vida laboral y de educacin profesional del ncleo de artesanos. La legislacin espaola estipulaba que para ser admitido dentro del gremio de artesanos, una persona deba haber completado sus conocimientos trabajando por un lapso de tiempo como aprendiz y haber presentado la pieza examen o pieza maestra, que lo habilitaba como calificado y haber pagado cierta cantidad de dinero para obtener el ttulo de maestro. De no cumplir con esas formalidades, y aunque tuviera los conocimientos necesarios, slo poda trabajar como oficial a las rdenes de un maestro matriculado86. Por tanto, la tarea comenzaba con un lento y prolongado aprendizaje generalmente durante la infancia y adolescencia- por encargo del padre del aprendiz