Mucho por avanzar para cumplir con la Convención de Belém do Pará*

Esta semana se está realizando la VI Conferencia de Estados Parte de la Convención

Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres,

más conocida como Convención de Belém do Pará y la duodécima reunión de la

MESECVI, mecanismo que da seguimiento a este importante instrumento jurídico

internacional.

En este marco, el CMP Flora Tristán, presentó un balance sobre el grado de avance que

tiene el Estado Peruano, en la implementación de las recomendaciones emitidas por

Comité de Expertas de la Convención Belén do Pará.

Dicho informe señala que de 40 observaciones realizadas al Estado solo se han

tomado acciones en 33% de estas. Es decir, si bien se han realizado importantes

esfuerzos en materia de legislación, planes nacionales, acceso a la justicia, estadística,

presupuesto y prevención; no se logra erosionar las barreras estructurales y

culturales que sostienen la violencia, ni erradicar los estereotipos de género. Las

políticas creadas tienen dificultades en su implementación, entre otros factores, porque no

incorporan el enfoque de diversidad e interculturalidad y adolecen de presupuesto,

ello impacta también en el limitado acceso a la justicia de las mujeres, sobre todo de

zonas rurales e indígenas.

Este panorama insta al Estado Peruano a redoblar sus esfuerzos y tomar acciones para:

aprobar una ley integral en contra de la violencia hacia las mujeres, fortalecer

capacidades en los operadores de justicia y de servicios, mejorar y unificar la

estadística, implementar acciones para combatir la impunidad y afianzar la prevención,

todo ello con un enfoque intercultural y de género.

Así mismo, según las expertas de la MESECVI, hay muchos retos para los próximos años

no sólo en el Perú sino en la región de América Latina y el Caribe, entre los que se

destacan: abordar el vínculo entre violencia y maternidades infantiles, el acceso a la

justicia, enfrentar el acoso político, garantizar la autonomía de las mujeres y fortalecer el

ámbito de la prevención.

Como vemos, aquí y otros países de nuestra región aún hay mucho por avanzar para

garantizar el derecho a la igualdad y sobre todo el derecho de las personas a vivir libres

de violencia.

*Publicado el 16 de octubre en Exitosa Diario