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La nueva banca Directora General: Carmen Lira Saade Suplemento Especial 25 de abril de 2013

Convención Nacional Bancaria y de Valores

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Suplemento de La Jornada: 2013/04/24

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Directora General: Carmen Lira Saade ■ Suplemento Especial ■ 25 de abril de 2013

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SUPLEMENTO ESPECIAL • 25 ABRIL DE 2013 2

El crédito bancario

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ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR

La transparencia en la contra ta-ción y destino de recursos es el me-

jor antídoto para evitar que los cré-ditos contratados por gobiernos es tatales y municipales se vuelvan un problema. Lo plantea Carlos Hank González, quien desde hace una dé-cada dirige el Grupo Financiero Inte-racciones. La subsidiaria bancaria de es ta fi rma ha hecho, dice, una especiali-zación del fi nanciamiento a la cons truc-ción de in fraestructura. “Somos un banco de ni cho, o de nichos”, apunta.

El aumento de la deuda bancaria de dichos gobiernos se volvió tema de discusión nacional a partir de la cam-paña electoral del año pasado. Hank González, en entrevista, considera que los cambios en la regulación de los créditos bancarios a las adminis-traciones locales –uno de los temas de la reforma financiera que impulsa el gobierno– abonarán en la transpa-rencia para la contratación de estos pasivos. “En México el crédito banca-rio a estados, respecto de otros paí-ses, es bajo. Apenas representa 2.6 por ciento del producto interno bruto (PIB). En la región, en naciones con desarrollo similar, es de más de 10 por ciento”, apunta.

La canalización de recursos para infraestructura es uno de los princi-pales nichos de actividad de Interac-ciones. Alrededor de 70 por ciento de su cartera de préstamos está concen-trada en los gobiernos estatales y mu-nicipales. Un nuevo estadio de beis-bol en Hermosillo, Sonora, y el recién inaugurado Gran museo del mundo maya, en Mérida, Yucatán, fueron fi-nanciados por el banco Interacciones.

“En Interacciones definimos desde hace unos 10 años que nuestro mayor

potencial de crecimiento estaba en enfocarnos a ciertos nichos en los que veíamos un enorme potencial y en co-nocer éstos en detalle”, afirma.

Uno de ellos es el financiamiento a pequeñas y medianas empresas que dan servicio a entidades gubernamen-tales, expresa. El año pasado, Interac-ciones las financió con 26 mil millones de pesos. En la última década ha cana-lizado recursos a ese tipo de negocios por 196 mil millones, subraya.

Otro es el financiamiento para in-fraestructura, segmento en el que Hank González considera que existe “un potencial muy importante”. Abun-da: “Entendemos las necesi dades que tienen los diferentes pro yectos de in-fraestructura. Hemos participado en financiar carreteras, hospitales, es-cuelas y cárceles. Ahora somos uno de los bancos líderes en ese sentido. Es to me lleva a otro de los nichos im-portantes, que van ligados, en el que hemos participado: financiamiento a estados y municipios”.

Asegura que 70 por ciento del cré-dito que otorga Interacciones a go-biernos estatales y municipales es destinado a financiar proyectos de infraestructura. “Desde una banque-ta hasta grandes proyectos estata-les”, comenta. Entender la necesidad de crédito que tienen los usuarios, apunta, ha llevado al banco a aumen-tar 20 veces sus activos en la última

década y, en el mismo periodo, a mul-tiplicar por 10 sus utilidades. –¿De qué manera va a evolucionar el crédito a estados y municipios?

–Ha habido mucho avance de las autoridades para una nueva regula-ción. Además, lo han hecho de mane-ra consensuada, preguntando a los gobiernos, entendiendo cuáles son sus necesidades. La regulación debe permitir a los estados tener mejor pla-neación crediticia, mayor acceso al crédito a mejores precios y de manera más ordenada. A nosotros, la banca, tener información que nos permita que nuestros clientes tengan mayor transparencia, hacer mejores análisis. El crédito, sin duda, es una herra-mienta importante para el desarrollo de cualquier estado o municipio.–¿Cómo evitar que una mayor re-gulación aumente el tiempo que un banco tarda en procesar la soli-citud de un crédito para un gobier-no estatal o municipal?

– Nuestro punto de vista es que, al revés, nos va a ayudar a tener más he-rramientas de análisis y permitir una mejor capacidad de respuesta, por el simple hecho de transparentar y po-ner ciertas reglas de qué se les va a permitir y cómo. Creo que el gobierno federal tiene claro qué se requiere para lograr esto. –En el caso de Interacciones, ¿la demanda de crédito por gobiernos

Interacciones se especializa en fi nanciar obra pública

Transparencia, antídoto para evitar problemas a gobiernos en la contratación de créditos: Hank

estatales y municipales se ha alte-rado desde que comenzó toda esta discusión?

– No, porque aún el crédito estatal es bajo. El financiamiento a éstos, por toda la banca, equivale a 2.6 por cien-to del PIB. Realmente se tiene po-tencial y hay una demanda muy im-portante de crédito. Esperamos que una vez resuelto esto no sólo no se afecte, sino nos ayude a agilizar los tiempos de respuesta, la capacidad de análisis y tengamos una mejor forma de entender las necesidades de los acreditados.–Las reformas que ha planteado el gobierno federal, como la de teleco-municaciones y la energética, están ligadas con la infraestructura. ¿Qué potencial pueden tener para la banca?

–Lo vemos de manera extraordina-ria y nos llena de motivación ver que el país vaya caminando en ese sentido. Por lo que hemos escuchado de esas reformas, el potencial de detonar un crecimiento más grande es extraordi-nario. En materia de infraes tructura se requiere más. Ha habido una inver-sión promedio de 3.5 a 4 por ciento del PIB por año. Necesitamos estar, míni-mo, entre 5 y 7 por ciento anual para mantenernos al nivel de crecimiento de las economías con que nos compa-ramos. Así, este tipo de cambios pue-de detonar el desarrollo •

El año pasado se dieron fi nanciamientos por $26 mil millones a pequeñas y medianas empresas, dice Carlos Hank

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La cartera de crédito,

concentrada en pocos

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se encuentra en

manos de cinco

intermediarios

ADALBERTO PALMA GÓMEZ *

Entre los proyectos centrales del gobierno del presidente Enrique

Peña Nieto aparece la reforma finan-ciera. Uno de los objetivos priorita-rios, se anuncia, es incidir en el proce-so de crédito, esto es, aumentar la cuantía, dirigirlo a los sectores iden-tificados conforme a la definición de la política económica y alentar la re-ducción de los costos para el usuario, o sea, la tasa de interés.

Entre los sectores preferentes de-finidos en la reforma está el de las pequeñas y medianas empresas, las denominadas Pymes. Este es un seg-

mento mayoritario de los estableci-mientos del país (según el Inegi habría más de 4 millones 700 negocios a 2009, de los cuales 99.8 por ciento son micro, pequeña y medianas em-presas). En ellas se aglutina casi 90 por ciento del total del personal ocu-pado en el país; las actividades más relevantes en ese segmento son: co-mercio, servicios y, en menor escala, manufacturas.

La diversidad en este vasto conjunto de empresas es enorme, en cuanto a su tipo y formas de funcionamiento. En general, prevalecen bajos niveles de incorporación a la tecnología y la inno-vación, los estándares administrativos

son reducidos y su mortandad es muy elevada. Esta circunstancia dificulta identificar a las que son susceptibles de generar el mayor beneficio económico y en términos de empleo derivado de un aumento en la oferta del crédito.

Este es un caso que permite apre-ciar la estrecha relación que existe entre el modo en que operan y se or-ganizan las corrientes de financia-miento en la economía, considerando tanto al sector privado como al go-bierno. Existen, pues, connotaciones de índole financiera y fiscal.

En este ámbito se aprecian des-ajustes e interacciones de tipo insti-

tucional; otros derivados de los dere-chos de propiedad; unos de carácter legal y otros más económicos en lo que puede concebirse como la arqui-tectura del sistema financiero. Toda reforma financiera deberá considerar esa arquitectura tanto en términos de su estructura como de su diseño.

La arquitectura del sistema finan-ciero en México muestra un rasgo re-levante que tiene que ver con la eleva-da concentración de la cartera de crédito en pocas instituciones (72 por ciento en cinco intermediarios finan-cieros). Han surgido en la última déca-da y siguen apareciendo instituciones de capital mayoritariamente mexicano

que operan en distintos nichos del mercado. Un dato llamativo es que desde la crisis de 1995, éstas han au-mentado su cartera de crédito a un ritmo comparativamente alto.

En el sistema financiero existen di-versas instituciones que realizan acti-vidades de crédito, ahorro e inversión bajo diferentes vehículos legales utili-zados para consumar las transacciones correspondientes. Éstas generan me-canismos y flujos de dinero y crédito, así como varios servicios financieros. Determinando entre ellos una comple-ja red de interrelaciones que da lugar a las múltiples corrientes de financia-miento y servicios en la economía.

Esto ocurre de manera primordial en el sector privado, participando igualmente el gobierno al demandar recursos para la administración de la deuda pública mediante la emisión de instrumentos, entre ellos los Cetes, que son los más comunes. Esa deman-da en ambos sectores se satisface me-diante la participación, por ejemplo, de los bancos, casas de bolsa, Siefores, Sofomes, Sofipos, cajas de ahorro, et-cétera. De manera significativa, en años recientes el gobierno compite por los recursos disponibles despla-zando relativamente al sector privado.

Esta es una parte constitutiva de la arquitectura a la que nos referimos. Los canales de transmisión entre dis-tintos agentes, instituciones y vehícu-los operan con diversos grados de eficiencia y provocan interacciones que tienen un efecto muy directo (tanto positivo como negativo) en las cantidades y precios del crédito, las deudas y las inversiones en los merca-dos. Con ello se crea una repercusión en el funcionamiento general del sis-tema productivo, la generación de ingresos y su distribución. En última instancia y de manera muy importan-te, incide en el desarrollo del país.

En la arquitectura financiera se pue-den distinguir tres grandes grupos de interés: el primero corresponde a la propias instituciones financieras y sus expectativas de ganancia; el segundo a las autoridades encargadas de la su-pervisión del sistema (Banxico, CNBV y CNSF, entre otros), que persiguen una operación eficaz con los menores riesgos posibles tanto para cada insti-tución financiera como para los que alcanzan riesgo sistémico. Este es el caso de la aplicación reciente de los criterios de solvencia y liquidez ema-nados de los acuerdos de Basilea III.

Finalmente, pero no por ello me-nos importantes, están los usuarios de los servicios (bajo la tutela de la Condusef).

Estos constituyen un universo su-mamente diferenciado en cuanto a sus necesidades de crédito, ahorro, inversión y capacidades de pago, de acuerdo con las fuentes de sus recur-sos y gasto en sus hogares. Este es un elemento estructural de la arquitec-tura por el vínculo que demanda con los criterios de operación de las insti-tuciones financieras, los productos que ofrecen, las cantidades que in-yectan en la circulación del sistema y los montos que cobran.

Para la Unión de Instituciones Fi-nancieras Mexicanas (Unif im), la identificación de la arquitectura pre-valeciente del sistema financiero en México el consecuente modo en que se interrelacionan sus partes, el aná-lisis de los obstáculos para que los recursos se usen de la manera más eficiente y la estructura de la regula-ción y supervisión que se ejerce son asuntos de la mayor importancia.

Consideramos sumamente rele-vante comenzar una amplia discu-sión, transparente, participativa y equi tativa, entre las partes interesa-das para apuntar hacia las condicio-nes de mayor expansión del producto y las me jores posibilidades de funcio-namiento de las micro, pequeña y medianas empresas del país, y, conse-cuentemente, de un desarrollo inclu-yente de la sociedad •

* Presidente ejecutivo de la Unión de Institu-ciones Financieras Mexicanas AC (Unifi m)

La arquitectura del sistema fi nanciero en MéxicoIncidir en el proceso de crédito, uno de los objetivos prioritarios

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25 ABRIL DE 2013 • SUPLEMENTO ESPECIAL5 2525 AABRBRILIL DDEE 20201313 • SUSUPLPLEMEMENENTOTO ESESPEPECICIALAL

“La baja de las

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El índice de capitalización del gremio es de 16%, no obstante que las nuevas reglas piden 10.5, asegura el vicepresidente de la Asociación de Bancos de México

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ISRAEL RODRÍGUEZ J.

La banca en México está sólida, bien capitalizada para acompañar el dina-mismo esperado de la economía, ase-gura el vicepresidente de la Asocia-ción de Bancos de México, Luis Niño de Rivera Lajous. Sin embargo, aclara, son precisas las modificaciones fiscal, financiera, en telecomunicaciones, energética y educativa, pero conside-ra que en la aprobación de éstas se deben evitar abusos.

En entrevista, el también director general de Banco Azteca admite que la banca opera con elevados costos y enfatiza que la baja de las tasas de interés sólo será resultado de la com-petencia.

Afirma que es necesario fortalecer el estado de derecho, para que la ban-ca pueda recuperar sus garantías de forma expedita. Descarta que haya peligro sistémico por el endeuda-miento de estados y municipios, aun-que destaca que en algunos casos “hubo malos manejos”.

En las oficinas centrales de Banco Azteca, expresa: “La banca está muy sólida, producto del trabajo realiza-do. Desde 1994 y 1995, cuando que-bró, se ha fortalecido. Se ha conforma-do, resultado del trabajo entre gremio y autoridades, para darle viabilidad y profundidad”.

–¿Qué quiere decir eso?–Viabilidad en el sentido económico y financiero, con balances sólidos en capital, liquidez y calidad de activos. El índice de capitalización anda en

aproximadamente 16 por ciento, no obstante que las nuevas reglas de Ba-silea III piden 10.5.

–Con la solidez y liquidez que tiene la banca, ¿está preparada para acompañar el crecimiento esperado?

–Ha venido acompañando el creci-miento y puede acelerar el desarrollo. No hay duda.

–¿A qué atribuye que no crezca más el país?

–Tenemos condiciones complejas en distintas industrias, hay jugadores dominantes y barreras. La idea es tumbar estas últimas. Una de las ra-zones por las que la banca no presta más y, dicen, lo suficiente, es porque no hay demanda.

Indica que tras las crisis de 76, 82, 87, la hiperinflación, la quiebra de Lehman Brothers en 2008 y la desace-leración de 2009, los mexicanos son más prudentes en la contratación de créditos.

–Ahora que se habla de una refor-ma fi nanciera, ¿qué aspectos debe-ría incluir para echar a andar esa maquinaria y dinamizar el crédito?

–La reforma financiera es el secre-to mejor guardado. Pero hay temas que se han discutido públicamente. Hay que bajar el costo del crédito, pe-ro mediante la competencia.

“Tenemos mejores condiciones en los últimos 10 años, porque hay más competencia. Pero también los costos tienen que ir en función de los ries-gos. No se pueden bajar la tasa sin reducirlos.

“Además hay un elemento impor-tante como mitigante del riesgo, que es el estado de derecho, porque no es posible que un juicio para recuperar una hipoteca dure hasta 7 años. Éste debe ser un elemento de la reforma financiera.”

–¿Cómo vislumbra el futuro del país, tomando en consideración la falta de capacidad de la economía para generar más empleos y me-jor pa gados?

– El futuro económico está atado a que hagamos las reformas adecua-das. Las de telecomunicaciones, ener-gía, financiera, fiscal y del Estado. To das son herramientas de transfor-mación, pero por sí solas no van a ha-cer que se crezca más rápido.

“Tenemos que hacer más compe-titivos los sectores, eliminar barreras y posiciones dominantes. Entonces, tenemos que abrir la competencia en todos los frentes permitiendo la inver-sión privada. Lo tenemos que hacer en un contexto que evite abusos, por-que cuando se privatiza la compañía telefónica y pasa de monopolio de Estado a privado se acaba inventan-do al hombre más rico del mundo.

“Las reformas en los distintos secto-res son urgentes. Si cambian las re glas del juego hoy, mañana tiene nuevos inversionistas.

“Ahora, tenemos que tener claro cómo se va a desarrollar el contexto fino de lo que se está reformando. Hoy tenemos una descripción de las mo-dificaciones en telecomunicaciones muy amplia, de ciertas cosas en la ley reglamentaria, que tienen que quedar muy precisas.

“Las reformas tienen tres pilares. Uno es el cambio constitucional. Esa modificación tiene que tener equili-brio y buen propósito. Después la ley reglamentaria, que es lo que vamos a

aplicar en el día a día. Es ahí donde la batalla tiene que darse, para que las reglas sean más claras.

“Eso nos lleva a un tema muy dis-cutido, que es la transparencia y la rendición de cuentas. Vamos a tener claridad en qué se ofrece, cómo se li ci-ta, cómo se compite y cómo se asigna el resultado final.

“Por último, la aplicación de la ley va a determinar si la reforma funciona.”

–¿Hay peligro sistémico por el endeudamiento de es tados y municipios?

–En lo macro, no porque el monto total es arriba de 300 mil millones de pesos, y eso no mueve el “sismó-grafo”. No es un problema del siste-ma bancario. Entrando a los detalles por estado y municipio, creo que han fallado varias cosas que esta-mos en pro ceso de componer. Uno, los criterios contables, que en cada estado y municipio son distintos y se apl ican de manera diferente. Los números no son fáciles de entender. Cuánto deben, quién debe, eso es muy complicado.

“El segundo tema es la transparen-cia. Muchos estados y municipios han usado diferentes nombres para tomar créditos. Entonces, hay varios montos de distintos acreditados y esa infor-mación no está consolidada en nin-gún lugar.

“En algunos casos hemos tenido malos manejos con documentos, y en esas situaciones hemos encontrado sobreendeudamiento.

“Después se tiene el manejo de los recursos que toman los estados para distintos propósitos. Tampoco ha ha-bido disciplina en eso. Hay muchos estados y municipios sólidos y bien manejados.”

–¿Cuáles?– No voy a mencionar ninguno.

–¿Por qué?–Porque también le tengo que hablar de los poco serios, poco disciplinados.

–¿La banca es cara?–Si opera caro es porque tenemos

reglas nuevas, porque nos subieron los niveles de reservas y hay nuevos sistemas de evaluación de cartera.

“Segundo, tenemos mayores re-querimientos de información. Ello implica que los bancos tienen que contratar más gente, invertir más en tecnología y tener más oficinas dedi-cadas a esto, lo que es totalmente improductivo, porque ya no genera ingreso, sino costo. ” •

Sólida y bien capitalizada,

la banca: Niño de Rivera

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60 mil compañías

y 20 mil personas

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ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR

En un sistema bancario como el de México, en el que un reducido

grupo de instituciones concentra la mayor parte del crédito en los diferen-tes segmentos de actividad, Intercam apuesta a la especialización. “Somos un banco que atiende a los exporta-dores e importadores del país”, ex-presa Eduardo García Lecuona, presi-dente del Grupo Financiero Intercam.

“Los clientes, más que requerir un banco, necesitan un banquero que se siente con ellos, que los escuche, que entienda su negocio, la forma en que se dan sus flujos de dinero, sus ciclos”, apunta en entrevista con La Jornada. “Eso es lo que los grandes bancos no necesariamente tienen. No los descar-to porque trabajo con ellos, pero no-sotros vamos a jugar ese rol de ban-quero y tenemos e l tamaño para atender a los clientes”.

Intercam opera como banco desde hace un par de años, cuando adquirió una licencia que estaba en poder de Banregio. Hasta entonces funcionaba como sociedad financiera de objeto múl tiple, que ofrecía financiamien-to al comercio exterior, actividad que complementaba su principal nego-cio: la prestación de servicios de cam-bio de divisas, fianzas, coberturas, casa de bol sa y seguros para empresas exportadoras e importadoras.

García Lecuona ubica en el Tratado de Libre Comercio de América del

Nor te (TLCAN), al que pertenecen México, Estados Unidos y Canadá, en vigor desde el primero de enero de 1994, el crecimiento de la actividad de In ter cam, hasta convertirse en el grupo que es actualmente.

“Empezamos en 1987 con la idea de ofrecer servicios de compra y ven-ta de divisas y pagos internacionales a empresas. En 1994, cuando entró en vigor el TLCAN, crecieron las im-portaciones y las exportaciones. Por cada transacción comercial que su-cede entre México y otro país, siem-pre hay una monetaria. Y es ahí donde en tramos y comenzamos a crecer jun-to con la economía mexicana.”

Interbanco es, sostiene, un banco para los clientes de Intercam, un uni-

verso integrado por 60 mil compañías y 20 mil personas físicas con actividad empresarial. Con presencia en 27 es-tados y, particularmente, en las zonas fronterizas y portuarias, tiene una red de accionistas regionales. Cada socio es el responsable de la actividad del intermediario en su ciudad, condición que, lo acerca a los clientes, “porque los conoce y conoce sus necesidades”.

“No es lo mismo que el cliente lle-gue con el gerente de una sucursal de uno de los cinco grandes bancos y éste le pida documentos, cómo se llama la esposa, la novia, a que lo haga con una persona con la que se puede relacio-nar. Esta red de socios-accionistas-operadores del banco nos diferencia.”

La actividad crediticia del grupo, plantea, se va a enfocar a la prestación de servicios bancarios a la clientela de Intercam, compuesta principalmente por compañías y empresarios que su actividad los lleva a algún tipo de tran-sacciones internacionales.

“Estamos concentrados en la clien-tela que hemos creado en los últimos 25 años. No estamos saliendo a mer-cado abierto en este momento, pro-bablemente en un par de años, ya que hayamos tocado la puerta a todos nues-tros clientes.”

–Es una labor especializada la que hacen.

–Es como si tomaras la división in-ternacional de uno de los grandes bancos. Eso es Grupo Intercam. Esta-mos enfocados a ayudar empresas y personas con toda su actividad inter-nacional. Puede ser desde la importa-ción de una turbina de 100 millones

Grupo Financiero Intercam apuesta a la especializaciónAtención a exportadores e importadores

de dólares hasta una tarjeta precarga-da con 500 dólares porque se van de viaje con sus hijos. Es toda la gama. El financiamiento de la maquinaria, la carta de crédito para que le paguen sus exportaciones, créditos de cade-nas productivas ligados con algunos de estos grandes compradores, ase-gurar la mercancía mientras está en camino, el financiamiento del prepro-ceso de lo que va a exportar. En fin, todo este brazo financiero de la cade-na productiva para terminar en una venta al exterior. O que empieza con una compra del exterior.

La competencia en el segmento en que participa la ca lifica de “feroz”, por tener enfrente cinco grandes ban-cos que tienen una posición dominan-te en el país. “Pensamos que, al igual que hemos podido asir tramos de ne-gocio muy especializado trabajando de cerca con los clientes, de esa mane-ra vamos a poder agarrar nuestra cuo-ta de mercado de los grandes opera-dores ban carios de México.”

A su juicio, los usuarios de los ser-vicios financieros con que se relaciona el grupo, más que requerir un ban-co, “necesitan un banquero” que se siente con ellos, que los escuche, que entienda su negocio.

“Como parte de la comunidad em-presarial mexicana, lo que quiero es ayudar a las compañías a que desarro-llen su negocio internacional. Una empresa siempre va a estar limitada en su crecimiento por el tamaño de su capital, y para multiplicarlo necesita una institución financiera a fuerza. No hay otra manera.” •

“Empezamos en 1987 con la idea de ofrecer servicios se compra y venta de divisas y pagos internacionales a empresas”, expresa Eduardo García Lecuona

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ISRAEL RODRÍGUEZ J.

La banca móvil en México, enten-dida como el acceso a operaciones

y productos financieros mediante teléfono celular, abre un abanico de oportunidades de negocios para ban-cos, compañías de telefonía móvil y comercios.

Sin embargo, en el país es un ins-trumento relativamente nuevo, en el que los usuarios lo emplean marginal-mente, pese a que otorga diversos beneficios, como ahorro de tiempo y comodidad para realizar operaciones. Para los bancos, esta nueva herra-mienta permite abatir costos y obte-ner mayores ingresos al bancarizar a la población más joven.

De acuerdo con el cuarto Reporte de inclusión financiera, del Consejo Nacional de Inclusión Financiera, a di-ciembre de 2011 el número de usua-rios de la banca móvil sumaba 108 mil 811, lo que representa 0.12 por cien-to del total de poseedores de telé-fonos móviles, que son más de 94.5 millones, según la Comisión Federal de Telecomunicaciones.

Es importante señalar que la cifra de personas que utilizan la banca por celular se comenzó a reportar en el segundo trimestre de 2011.

Actualmente se buscan mejoras en la regulación y en los modelos de ne-gocios para lograr un mayor alcance de la red bancaria a través de medios tradicionales y alternos, sobre todo en zonas donde se presenta un alto porcentaje de personas sin acceso a servicios financieros formales.

Hoy día el porcentaje de la pobla-ción que tiene acceso a algún servicio bancario mediante cualquier figura es de 26 por ciento, lo cual evidencia un gran rezago en la bancarización de los mexicanos.

En 2010 apenas 14 por ciento de instituciones de crédito ofrecía servi-cios de banca móvil en México, según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

En el futuro la banca tendrá que emigrar a Internet. Ese tipo de produc-tos permitirán a los usuarios realizar operaciones más sofisticadas y de ma-yor valor agregado para los bancos.

Por el momento cada vez más ins-tituciones crediticias cuentan con productos de banca móvil, como BB-VA-Bancomer, Santander, Banorte, Banregio, Inbursa, Banamex, Banco Azteca y Banco del Bajío. En breve, HSBC lanzará su versión.

BBVA-Bancomer posee una versión móvil, la cual está disponible para todas las compañías telefónicas. Es un ser-vicio sin costo. Se pueden realizar ope-raciones como compra de tiempo aire, recibir alertas, consultar saldos, tras-pasos entre cuentas y pagar servicios.

Banorte Móvil es el servicio del Grupo Financiero Banorte. Funciona a través de un dispositivo móvil con ac-ceso a Internet.

Santander tiene Súper Móvil, que opera con los sistemas operativos de BlackBerry, IOS de Apple, Android y Windows Phone.

Banamex e Inbursa, en abril del año pasado, anunciaron junto con Telcel la puesta en marcha de Transfer.Banco del Bajío dispone de Bajío

Net Móvil, aplicación compatible con la mayoría de los celulares y otros dis-positivos móviles, como las tabletas.

Es un multi operador que funciona con Telcel, Movistar, Iusacell y Unefon.

Banco Azteca t iene Banca por Internet.

Sin embargo, la banca móvil basada en SMS para celulares menos avanza-dos continúa siendo una gran oportu-nidad, dado que la mayoría de los usua-rios potenciales siguen utilizando dispositivos simples. La firma Interna-tional Deloitte, en un estudio sobre la banca móvil en América Latina, señala, por otro lado, que los consumidores con mayor poder adquisitivo posible-mente requieran servicios de más valor. Para ellos, las pla taformas de más alto nivel, basadas en comunicaciones de

campo cercano y aplicaciones de red 3G, pueden resultar más atractivas que la banca móvil tradicional, mediante SMS.

Así, las instituciones que inviertan en tecnologías más complejas podrían atraer a esos clientes y hacer crecer sus negocios.

Estimaciones de la telefónica Améri-ca Móvil plantean que por cada usua-rio de servicios bancarios hay tres o cuatro personas con celulares.

Ahora, si se incluye la banca por In-ternet, el potencial de negocios se am-plía enormemente, si se considera que alrededor de 16 millones de mexica-nos recurren a la banca por Internet. El estudio Banca electrónica 2012, de la Asociación Mexicana de Internet (Am-pici), ofrece un resumen de los datos sobre los internautas nacionales.

De 40.6 millones de usuarios de In-ternet en el país, 52 por ciento posee

algún tipo de producto bancario. El 42 por ciento visita portales bancarios y 29 por ciento realiza transacciones en línea.

El estudio reveló que cada vez es más usual accesar a los servicios finan-cieros en línea. Pero, ¿cuál es el instru-mento financiero al que más acceden los usuarios? Treinta y cinco por ciento lo hace mediante su cuenta de nómi-na, 27 por ciento vía tarjeta de ahorro y 18 por ciento con una de crédito. El resto, con cuenta de cheques, mone-dero y otros.

Entre las principales actividades destacan: pago de servicios, transfe-rencias, pago de tarjetas de crédito,

compra de tiempo aire para celular o Internet, compra de productos y ser-vicios, y pago de impuestos.

De los usuarios que acceden a la banca móvil, 44 por ciento lo hace des-de tabletas, 27 por ciento vía aparatos con sistema Android, 20 por ciento con iPhone y 8 por ciento con BlackBerry.

El análisis revela que sólo 24 por ciento sigue a su banco en alguna red social buscando promociones, para hacer consultas o leer las noticias que generan. Al 76 por ciento no le intere sa seguirlos, porque no lo considera re-levante o piensa que no ofrecen bue-nos contenidos.

La seguridad es una de las inquietu-des principales de los consumidores.

Para la Amipci, casi la mitad (47 por ciento) de los internautas que no ha-cen uso de la banca electrónica es por-que no la consideran segura •

Abanico de oportunidades, la banca móvilEl servicio, subutilizado por los mexicanos

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ISRAEL RODRÍGUEZ J.

La importancia del crédito banca-rio en la economía mexicana tiene

especial relevancia ahora que el gobier-no del presidente Enrique Peña impulsa reformas en el sector fi nanciero para detonar el crecimiento de México.

La banca ha incrementado el otor-gamiento de créditos en los pasados seis años, pero aún es insuficiente pa-ra acompañar el dinamismo económi-co del país. Ésta tiene elevados índices de solvencia, por lo que el gran desafío será lograr una mayor derrama credi-ticia para las micro, pequeñas y media-nas empresas (Mipymes) –las mayores generadoras de empleo– y reducir las tasas de interés y los grandes márge-nes de intermediación.

Ello tiene importancia si conside-ramos que las principales fuentes de financiamiento de las compañías con-tinúan siendo los proveedores, según la encuesta Evolución del financia-miento a las empresas del último tri-mestre de 2012.

El Banco de México revela que di-chas fuentes, por tamaño de empresa, muestran que tanto en las compañías de más de 100 trabajadores co mo en las que emplean entre 11 y 100 per so-nas una proporción muy elevada, en-tre 82.6 por ciento y 84.2, respectiva-mente, recibe financiamiento de sus proveedores.

Por otra parte, los índices de difu-sión que miden la percepción sobre el costo del crédito bancario en el úl-timo trimestre de 2012 respecto del trimestre previo indican que para el to-tal de las empresas las tasas perma-necieron prácticamente sin cambio, mientras las comisiones y otros gastos asociados al crédito presentaron un balance negativo.

El año pasado la evolución del cré-dito bancario reportó un incremento de 12 por ciento, al pasar de 2 billones 337 mil millones de pesos en 2011 a

2 billones 610 mil millones en 2012, con lo que suma tres años consecu-tivos, desde 2010, de mantener un crecimiento de dos dígitos.

Del monto total de cartera crediti-cia de la banca comercial que opera en México, 85 por ciento, equivalente a 2 billones 214 mil millones de pesos, es destinado a financiar al sector pri-vado, monto que representó un au-mento de 11 por ciento respecto del billón 996 mil millones de 2011.

Más de la mitad del crédito al sec-tor privado se destina a empresas: un billón 170 mil millones de pesos, con un crecimiento de 8 por ciento en 2012 respecto de 2011.

Sin embargo, pese a que el creci-miento de la cartera de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) tuvo un aumento de 30 por ciento durante 2012, con lo que se convirtió en el seg mento de más alto crecimiento, éste aún es insuficiente.

El crédito a la Pymes fue de sólo 188 mil millones de pesos, para bene-ficiar a 650 mil unidades productivas.

En los pasados seis años el número de micro, pequeñas y medianas empre-sas atendidas por la banca ha crecido más de cuatro veces, al pasar de 150 mil en 2006 a 650 mil en 2012.

Otro segmentos importante de la de rrama crediticia es el destinado a la compra de vivienda. En los pasados seis años ésta prácticamente se ha duplicado, al pasar de 231 mil millo-nes de pesos en 2006 a 457 mil mi-llones en 2012.

Por otro lado, de acuerdo con ci-fras de la Asociación de Bancos de

México, el crédito al consumo se ha recuperado por completo después de la crisis f inanciera de 2009. La cartera vigente es de 587 mil millo-nes de pesos, monto que representa un crecimiento de 19 por ciento res-pecto de 2011.

En tanto, el crédito de nómina ha estabilizado su incremento. En 2011 tuvo un aumento de 41 por ciento y en 2012 de 23, para sumar 113 mil mi-llones de pesos. Actualmente, el ín-dice de morosidad es de 4 por ciento.

La Comisión Nacional para la Pro-tección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) comunicó que el número de créditos de nómina con algún atraso en sus pagos asciende a 464 mil, de los cua-les 128 mil (27.5 por ciento) se encuen-tran en cartera vencida por presentar un retraso de más de 90 días, por lo que las instituciones bancarias po-drían “compensar” esos débitos to-mando recursos de los depósitos o in versiones que los morosos tuvieran en los bancos otorgantes.

De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Va-lores (CNBV), a octubre de 2012 el número de créditos que se encontra-ban con atraso iba incrementándo-se, ya que al cierre de 2011 la cifra fue de 447 mil.

La mayor parte de la cartera vi-gente de créditos de nómina está con-centrada en cuatro bancos: BBVA-Bancomer, 35 por ciento del total; Banamex, 33.2; Banorte, 12.8, y HSBC, 8.5. El resto se encuen tra distribuido entre Santander e IXE.

El crédito de nómina es una herra-mienta que puede ayudar al usuario a financiar algún gasto o salir de un apuro. Sin embargo, es conveniente señalar que, aunque las instituciones bancarias ofrezcan promociones en cajeros automáticos o llamadas tele-fónicas sobre créditos pre autoriza-dos, es importante analizar si real-mente es necesario contar con ese dinero, el cual, posteriormente, de-berá pagarse con el salario.

Entre las características de este producto bancario se puede mencio-nar, en primer lugar, que el usuario debe tener una cuenta de nómina. Generalmente el banco no pide ga-rantías o aval, porque el pago está respaldado con el sueldo, pero sí hace consultas en el Buró de Crédito. Los montos van en función de la antigüe-dad en el trabajo y el salario. Ofrecen plazos de pago de entre seis y 60 me-ses. Asimismo, los descuentos se ha-cen de manera quincenal, pero pue-den ajustarse a la periodicidad con que el trabajador recibe su sueldo •

El otorgamiento de créditos, en aumento desde hace seis años

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Elevar apoyos a Mipymes y reducir tasas de interés, labores pendientes

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25 ABRIL DE 2013 • SUPLEMENTO ESPECIAL11

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Cuando Banco Santander lanzó la oferta pública de acciones de

su subsidiaria en México por 4 mil 300 millones, en septiembre pasado, un mariachi y danzantes folclóricos pu-sieron la nota festiva en un desayuno ofrecido a los medios en un soleado salón en la azotea del edificio de la Bolsa Mexicana de Valores.

La oferta, la mayor en la historia de México, fue apenas uno de los signos de la fuerte recuperación del sector de servicios financieros en la nación.

Bancos globales y locales se pelean por suscribir emisiones de acciones. Compañías mexicanas buscan finan-ciamiento para expandirse y hacer adquisiciones. Nuevos productos fi-nancieros estructurados atraen miles de millones de dólares de fondos lo-cales de pensiones.

Y con la crisis persistente en Euro-pa y el deslucido crecimiento que las-tima a Estados Unidos y otras econo-mías, las perspectivas de crecimiento de México atraen bancos de inversión e inversionistas en busca de ganar mayor exposición a los mercados in-ternacionales.

“Es la mayoría de edad del merca-do mexicano”, afirma Eduardo Cepe-da, directivo de J.P. Morgan en el país.

Es un marcado cambio respecto de hace años, cuando la pérdida de em-pleos manufactureros ante China y la recesión en EU causaron un estanca-miento en la economía mexicana du-rante la mayor parte de una década.

La atmósfera actual no carece de riesgos: para ampezar, el nuevo go-bierno aún no presenta un plan con-vincente para enfrentar al crimen or-ganizado y los cárteles de la droga. Y la persistencia de bajos salarios tam-bién contribuye a mantener baja la demanda interna.

Con todo, han ocurrido cambios que alientan el optimismo. El nuevo gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha logrado transformar la ima-gen del país al promover con rapidez una legislación orientada a enfrentar problemas que son un lastre para el crecimiento.

Desde antes que Peña Nieto asu-miera el poder, las políticas prudentes habían reducido la deuda guberna-mental, elevado las reservas interna-cionales, controlado la inflación y estabilizado el peso. El crecimiento de alrededor de 4 por ciento en 2011 y de nuevo en 2012 superó el de Brasil.

“Los bancos de inversión se benefi-cian de las alzas y bajas”, señala Mau-ro Guillén, profesor de administración internacional de la Escuela Wharton, en la Universidad de Pensilvania.

La industria de servicios financie-ros compensa el tiempo perdido, vol-viendo a un mercado emergente que durante años pasó por alto. El creci-miento del sector es apoyado también por un recién llegado importante al mercado local: los fondos de pensio-nes, que manejan activos por 160 mil millones de dólares. Se espera que esa cifra se duplique en los próximos seis

años, según Carlos Ramírez Fuentes, presidente de la Consar, organismo regulador de ese sector.

“El sistema financiero mexicano es relativamente pequeño’”, comenta Ra-mírez. “Los recursos crecen con rapi-dez y se necesitan diferentes alterna-tivas de inversión.”

México creó hace 15 años un plan de pensiones que canaliza un porcentaje del salario de cada trabajador a un fon-do privado operado por una Adminis-tradora de fondos para retiro (Afore).

En la primera década, las Afores sólo podían adquirir deuda guberna-mental. A medida que las autoridades relajaron las reglas, los fondos se di-versificaron en deuda corporativa y luego incursionaron en el mercado de valores y en instrumentos financieros estructurados.

Los fondos de pensiones continúan “redefi niendo los mercados de capital” en el país, dice Jaime Martínez-Negre-te, presidente de Morgan Stanley Mé-xico, que abrió una sucural a fi nales de 2010 para atender el mercado local.

Para atraer inversión de esos fon-dos de pensiones, el mercado de va-lores y la industria financiera crearon

un vehículo especial, unos valores ac-cionarios estructurados conocidos como CKD (certificados de capital de desarrollo).

Los CKD permiten a los inversionis-tas ingresar en un fondo negociado públicamente que por lo regular in-vierte en infraestructura, bienes raí-ces y empresas privadas. Desde que se crearon, en 2009, se han realizado 29 emisiones, por unos 4 mil 800 mi-llones de dólares.

Un subconjunto de los CKD ha sido la versión mexicana de los fideico-misos de inversión en bienes raíces, cono cidos como Fibras. “Existe un enorme potencial de crecimiento y desarrollo para los CKD y los Fibras”, asegura Gema Sacristán, jefa de la división de mercados financieros del Banco Interamericano de Desarrollo, en Washington. “Las autoridades mexicanas deben continuar buscando nuevos esquemas de inversión e in-versionistas institucionales.”

El mercado mexicano de valores también muestra signos de recupera-ción, aunque aún es relativamente pequeño comparado con el de Brasil, su principal rival en América Latina.

Con sólo un puñado de nuevas emi-siones al año o aun menos, su monto total equivale apenas a 46 por ciento del producto interno bruto del país, en comparación con alrededor de 150 por ciento en el caso del de Brasil, apunta Luis Téllez, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores.

Pero las ofertas públicas iniciales muestran señales de vida. Téllez co-mentó que esperaba 15 este año, aun-que la cantidad total que recaben podría ser menor que la de 2012, dado el tamaño de la de Santander. El mes pasado, la subsidiria mexicana de Sem-pra Energy recaudó 600 millones de dólares en la tercera oferta pública corporativa de la bolsa en el año.

También entre las ofertas públicas de este año estuvo la de Grupo San-borns. Vendió acciones por 950 millo-nes para financiar su expansión.

Existen varios factores más sutiles que trabajan en favor de más ofertas de acciones, señalan banqueros. Uno es una evolución de las empresas de propiedad familiar, que han sido re-nuentes a enlistarse o tienen tan po-cas acciones flotando que son muy difíciles de generar liquidez.

Revive el sector fi nanciero en MéxicoEl mercado alcanza la mayoría de edad

Otro cambio puede ser una opera-ción de más trasnacionales, como San-tander y Sempra, para vender acciones de sus subsidiarias en México, donde las perspectivas de crecimiento son mayores que en sus países de origen.

El mercado del crédito también cre-ce. Luego de la crisis del peso de 1994, que puso a los bancos del país en caí-da libre, éstos fueron vendidos a con-sorcios globales. Pero los nuevos pro-pietarios fueron conservadores en cuanto a hacer préstamos en México. Los bancos están fuertemente capita-lizados y han cumplido con las nuevas normas internacionales conocidas como Basilea III.

Las finanzas sanas del gobierno significan que puede emitir bonos a 30 años denominados en pesos. Los fondos extranjeros compran junto a los locales. “Esto muestra gran confian-za en la moneda y en el crédito del gobierno”, observa Cepeda.

Al mismo tiempo, fabricantes ex-tranjeros regresan a México como plataforma de producción para el mer-cado estadunidense, que se recupera. A la cabeza de la lista están los fabri-cantes de automóviles, que invierten 100 mil millones de dólares en nuevas plantas armadoras •

TRADUCCIÓN: JORGE ANAYA

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