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CONVIERTA A LOS "HABLADORES" EN "HACEDORES" Seguramente trabaja, o ha trabajado, con alguien que se queja mucho. Estas personas prefieren lamentarse por los problemas en lugar de hacer algo al respecto. El problema es que cuando un compañero de trabajo se queja a menudo, la productividad de su entorno se puede ver negativamente afectada. Los motivos para quejarse pueden ser múltiples. Entre ellos: 1. Como una manera de captar la atención y de relacionarse con los demás. Esto es una técnica utilizada frecuentemente por aquellos que carecen de habilidades para comunicarse. 2. Para lidiar con situaciones frustrantes. Dicha situación puede ser interna del trabajo o externa a éste. 3. Como una forma de manipulación para ganar control e intimidar a los demás. 4. Para lidiar con la confusión, sobretodo cuando ocurren cambios en el ambiente laboral. La queja puede ser una forma de buscar información. 5. Como forma de informar a los “hacedores” para que sean ellos quienes hagan algo respecto a la situación. 6. O simplemente porque sí, porque forma parte de la naturaleza del individuo. Cuando un compañero de trabajo se le acerca para presentarle sus quejas, usted puede hacer la diferencia y ayudarlo a convertirse en un “hacedor” al prestarle atención constructiva. Siga estos consejos: Mantenga la calma y la objetividad: no responda emocionalmente ni rechace a la persona. Recuerde que la queja es una válvula de escape válida. Escúchelo activamente: su colega puede quejarse excesivamente porque siente que no ha sido escuchado. Si alguien lo escucha de verdad, sus quejas pudieran cesar. Escuchando con atención es posible identificar qué hay detrás de la queja. Escuchar es una técnica muy poderosa, que puede ayudarle a reducir la ansiedad y frustración.

Convierta a Los Habladores en Hacedores

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CONVIERTA A LOS "HABLADORES" EN "HACEDORES" Seguramente trabaja, o ha trabajado, con alguien que se queja mucho. Estas personas prefieren lamentarse por los problemas en lugar de hacer algo al respecto. El problema es que cuando un compañero de trabajo se queja a menudo, la productividad de su entorno se puede ver negativamente afectada. Los motivos para quejarse pueden ser múltiples. Entre ellos: 1. Como una manera de captar la atención y de relacionarse con los demás. Esto es una

técnica utilizada frecuentemente por aquellos que carecen de habilidades para comunicarse.

2. Para lidiar con situaciones frustrantes. Dicha situación puede ser interna del trabajo o

externa a éste. 3. Como una forma de manipulación para ganar control e intimidar a los demás. 4. Para lidiar con la confusión, sobretodo cuando ocurren cambios en el ambiente laboral. La

queja puede ser una forma de buscar información. 5. Como forma de informar a los “hacedores” para que sean ellos quienes hagan algo

respecto a la situación. 6. O simplemente porque sí, porque forma parte de la naturaleza del individuo. Cuando un compañero de trabajo se le acerca para presentarle sus quejas, usted puede hacer la diferencia y ayudarlo a convertirse en un “hacedor” al prestarle atención constructiva. Siga estos consejos:

Mantenga la calma y la objetividad: no responda emocionalmente ni rechace a la persona. Recuerde que la queja es una válvula de escape válida.

Escúchelo activamente: su colega puede quejarse excesivamente porque siente que no

ha sido escuchado. Si alguien lo escucha de verdad, sus quejas pudieran cesar. Escuchando con atención es posible identificar qué hay detrás de la queja. Escuchar es una técnica muy poderosa, que puede ayudarle a reducir la ansiedad y frustración.

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Averigüe lo que quiere: interrogue a su colega para determinar qué es exactamente lo que está buscando. Las preguntas le harán reflexionar y analizar mejor el problema.

Sea sincero: dígale con toda honestidad que capacidad tiene usted para ayudarlo, y que

no.

Evite el silencio: si usted no está de acuerdo con el planteamiento, dígaselo. Si por el contrario se queda callado, su colega puede interpretar el silencio como señal de aprobación.

Elévele la auto-estima: con unas simples frases que le indiquen a su colega que lo ha

escuchado y que entiende su situación, puede ayudar enormemente a aumentar la autoestima de su colega.

Póngalo a trabajar: sugiérale a su compañero que investigue a fondo el problema y

escriba un reporte. En otras palabras, ayúdelo a que busque él mismo la solución – si lo hace, habrá convertido un “hablador” en un “hacedor”.

MÁS QUE UNA TÉCNICA Leer y escribir son formas de comunicarse. También lo son hablar y escuchar. Estas cuatro, son las formas básicas de comunicación. Dedicamos a la comunicación la mayor parte de nuestras horas de vigilia. Pasamos años aprendiendo a leer y escribir; años aprendiendo a hablar... ¿pero a escuchar?

Qué entrenamiento o educación nos permite escuchar de tal modo que comprendamos (real y profundamente) a otro ser humano,

en los términos de su propio marco de referencia individual? Son relativamente pocas las personas que han tenido algún entrenamiento en la escucha. Si usted quiere interactuar efectivamente con otra persona (su cónyuge; su hijo; su vecino; su jefe; su colaborador; su amigo, etc.), lo primero que necesita es comprenderla. Y para hacerlo no basta con una "técnica". Si la otra persona siente que usted está empleando alguna técnica, percibirá duplicidad y manipulación. Se preguntará por qué lo hace, cuáles son sus motivos, y no se sentirá lo bastante segura como para abrirse. La clave está en su carácter. Su carácter está constantemente "irradiando" y comunicando, con algo mucho más fuerte que las palabras: sus acciones, su ejemplo. Es su carácter quien -en definitiva- hace que las personas confíen o desconfíen de usted. De modo que, si quiere ser realmente efectivo en la comunicación interpersonal, la técnica no habrá de bastarle. Tiene que desarrollar una capacidad, basada en el carácter, que suscita apertura y confianza: la escucha empática. Podríamos explicar la escucha empática diciendo: "Procure primero entender". La mayor parte de las personas no escucha con intención de entender, sino de contestar. ¿Por qué no comienza a practicar este tipo de comunicación? Cuando responda una pregunta (o cuando realice algún comentario, sugerencia, etc...), trate primero de entender a la otra

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persona. Revise lo que ella intentó decirle. No responda, hasta asegurarse de haber comprendido lo que le ha querido decir. Siga intentando comprenderla... y recién entonces conteste La comprensión es fundamental: si uno empieza por juzgar, nunca podrá comprender. Procurar primero entender es un principio correcto y perfectamente aplicable en todas las áreas de la vida, pero su mayor poder se pone de manifiesto en las relaciones inter-personales. Trabajando sobre nuestra propia persona, podemos mejorar nuestra manera de comunicarnos. Son los cambios profundos en nuestro "ser", los que transforman nuestras acciones, generan confianza. y mejoran nuestras relaciones, actuales y futuras.