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CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
Yo soy el pan de la vida: el que viene a mi no pasará hambre, el que cree en mí no pasará
nunca sed. Pero ya les he dicho: ustedes me han visto y sin embargo no creen. Los que el Padre me ha confiado vendrán a mí, y al que venga a
mí no lo echaré afuera; porque no bajé del cielo para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que
me envió. Y ésta es la voluntad del que me envió, que no pierda a ninguno de los que me
confió, sino que los resucite el último día.(Juan 6, 35-39)
YO SOY EL PAN
DE LA VIDA
REFLEXIONAl principio de la predicación del Reino de los
Cielos, Jesús se anunciaba así mismo como el pan de la vida, para atraer y convencer a sus
discípulos, ya que el alimento es lo principal para nosotros, pero muchos de ellos no creían, y por eso Jesús acudía a sus promesas de vida eterna, para que así pusieran su fé y su confianza en él; hoy en día no es mucha la diferencia, también
nosotros despreciamos ese cuerpo y esa sangre de Cristo, que es la Eucaristía y que sabemos que
nos alimenta para la vida eterna.
ORACIÓN
Señor Jesús te damos gracias por ser ese pan de vida para nosotros, al cual podemos acudir cada vez que sentimos esa hambre y esa sed de salvación; y ayúdanos para que sepamos mostrarte a los demás como ese
alimento de vida eterna.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo doy para la
vida del mundo es mi carne.
Les aseguro que si no comen la carne y beben la sangre del Hijo del
Hombre, no tendrán vida en ustedes. (Juan 6. 51, 53)
YO SOY EL PAN VIVO BAJADO DEL CIELO
REFLEXIONEn esta segunda lectura vemos que Jesús a ese anuncio: yo soy el pan de vida, le agrega que es vivo y que es bajado del cielo, lo cual significa
que el es Dios y que el que lo coma, ósea el que lo acepte, vivirá para siempre; pero con la
condición de que es una aceptación total de todo su ser incluyendo sus deseos, y entre ellos
el de estar presente en la Sagrada Eucaristía; por eso dice el pan que yo daré para la vida del
mundo es mi carne.
ORACION
Señor Jesús, haz que siempre deseemos recibir la Sagrada Eucaristía, que es tu
carne para la vida del mundo. Y que ese alimento nos lleve a fortalecer nuestra
esperanza en la vida eterna.
Porque yo recibí del Señor lo que les trasmití: que el Señor, la noche que era entregado,
tomó pan, dando gracias lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía. De la misma
manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: Esta es la nueva alianza sellada con mi sangre.
Cada vez que la beban háganlo en memoria mía. Y así, siempre que coman este pan y
beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor, hasta que vuelva. (1 Corintios 11, 23 - 26)
REFLEXION
Antes del cumplimiento de su misión, el Señor Jesús decide realizar su sueño de permanecer con sus discípulos y ser su
alimento espiritual; y por eso en la ultima cena decide convertir el pan en su cuerpo y
el vino en su sangre , para regalarnos esa presencia real de su Ser, que es la Sagrada
Eucaristía.
ORACION
Gracias Señor por quedarte presente en la Sagrada Eucaristía; que tu cuerpo
y que tu sangre siempre sean ese alimento que nos fortalezca y nos
ayude a llegar al reino de Dios.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es comunión con
la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es
comunión con el cuerpo de Cristo? Uno es el Pan y uno es el cuerpo
que todos formamos porque todos compartimos el único pan.
(1 Corintios 10, 16-17)
TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL
REFLEXION
Ahora en el recorrido de ese camino hacia el reino de los cielos, ó sea en el seguimiento de la
persona de Cristo Jesús, el nos pide que ese cuerpo y esa sangre de él sea la que nos una en la fé y en la caridad. Lo que Jesús quiere es que al compartir la Sagrada Eucaristía, ella nos lleve a la unión con él y con los hermanos ó sea a la
fraternidad.
PETICIONES
Que el Espíritu Santo, nos de el don del entendimiento, para que como buenos cristianos, podamos entender la voluntad del Padre.
Para que los que sufren, padecen hambre y sed física, descubran que Cristo Jesús, es el pan de la vida.
Para que esta adoración especial a la Sagrada Eucaristía nos ayude a fortalecer nuestra fe y a poner nuestra esperanza en esas promesas de vida eterna.
Para que los que comulgamos con Cristo nos comprometamos a vivir la comunión con los hermanos y trabajemos por una sociedad solidaria y fraterna.
Que Jesús pan bajado del cielo, fortalezca nuestra vida de fe y nos haga buenos cristianos.
Que al recibir el cuerpo y la sangre de Cristo, podamos ser fieles testigos del amor de Dios, para que con ello seamos dignos de la vida eterna.
ORACION
Señor Jesús, que tu cuerpo y que tu sangre, siempre sean para nosotros ese alimento que nos fortalece en la fé y nos une en la
caridad; para que se realice así tu sueño de hacer de toda la humanidad la gran familia
de Dios.
BENDICIÓN CON EL
SANTISIMO