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w-
V
\
Corrientemente estanxos acostumbrados a utilizar los conceptos
de espacio y tiempo bajo la idea de'que estas palabras se li
mitan a designar realidades externas y elementales.
Su aparición y uso no es debida la una ni exclusivo el otro a
las ciencias físicas ; por el contrario, están presentes en el
lenguaje más elemental de nuestra vida "diaria. Sin pretender
dar xana definición de ellos, podemos tratar de hacer explíci
ta su significación. El espacio, en términos nnuy generales,
funciona como sinónimo de receptáculo; se lo concibe como
una entidad material que sirve de escenario en que las cosas
y los seres tienen lugar, es como xm medio homogéneo, indis
tinto (así se lo piensa .en Occidente a partir de los siglos XV
y XVI), donde todo lo que es tiene cabida (aún los fantasmas
y almas errabundas entran en él); es el medio en que los se
res están y en que se desplazan: teatro de los acontecimien
tos.
< : : Í ^ Mientras que el espacio lo innaginamos quieto, en reposo, con
teniendo todos los procesos que se suceden, la experiencia
aporta otro aspecto, el de los cambios. El tiempo, quizá más
oscuro, más intangible que el espacio (mientras que éste per
manece, aquel fluye), acompaña estos cambios: es como el me-
2 3 3 4 0 •
dio por el cual las va r i ac iones , en cuanto puro cambio, se
rea l izan; en el fondo, pa rece s e r él quien, en su propio co*<
r r e r , posibili ta los cambios , los impulsa . . . conno s i las cosas
m i s m a s no se h ic ie ran cambia r unas a o t r a s .
Ambas ins tanc ias , espacio y t iempo, resu l t an s imples para
n o s o t r o s . Resul tan tan s imples que cas i nada podemos b a r r u n
t a r sobre el las cuando nos i n t e r rogamos por su sustancia ; nos
l imi tamos tan solo, un poco m e c á n i c a m e n t e , a r epe t i r es tas
pa l ab ras , espacio y t iempo, y a s en t i r que t raducen en t é r m i - •
nos verba les rea l idades ex te rnas e l ementa les : el espacio, m e
dio en que m o r a n los cuerpos y se desplazan, medio en que es
posible el movimiento, ' e s c e n a r i o del mundo; el t iempo, sus tan
cia que al c o r r e r o fluir ( a s í es más suave, más s i lencioso) ,
m a r c a un compás de cambio para todas las cosas , y l lega aún
a impulsa r estos cambios ; una vez que su imper io se ha r e
conocido, lo u t i l izamos como referen te , como telón de fondo
con que se compara cualquier o t ra va r i ac ión .
Mucho se ha inquirido en torno a e l los . Se han levantado m u
chas piedras., s e han husnxeado in-
nximerables recovecos buscando su esencia , cas i s i e m p r e con
el mi smo aplanchante resu l tado: s implemente es tán allí , es i m -
posible desmenuzar algo tan e lemental e ín tegro . Sabemos
(1)
muy bien, cas i per fec tamente bien o p e r a r con ellos , s a b e
mos que significan, pe ro su sus tancia solo nos es as ib le por
su nombre : espacio, t i empo.
_0-0-0-0-0-0-
En la física c lás ica se los cons idera magnitudes fundadoras, y
sobre la pantalla que ellos conforman la mecánica ha cons t ru í -
do un eficaz s i s t ema descr ip t ivo de muchos movimientos , la
c inemát ica , pero no se ha preocupado por inves t igar a que ex
per ienc ias aluden estos conceptos , los cataloga como intui t i -
vos e inmedia tos .
El c a r á c t e r de estos conceptos en la t eo r í a c lás ica , que se
convi r t i e ron en el Espacio y el Tiempo imperan te s desde en
tonces , se explícita de forma ex t r ao rd ina r i a en la obra de
Newton:
(1) Incluso ut i l izamos la m i s m a pa labra en contextos d i ferent e s , en cada uno de los cuales adquiere connotaciones e s pec i a l e s . Esta no es cosa t r iv ia l , pues, por ejemplo, la pa labra espacio la u t i l izamos tanto cuando decimos que en la habitación hay espacio sxificiente como cuando hab la mos del espacio newtoniano, en el p r i m e r caso la pa labra alude a una m e r a posibilidad de local ización; en el segundo nombra una entidad cuya exis tencia se supone autónonna.
^
"Has ta aquí he es tablec ido la definición, de aque
l las pa labras que son menos conocidas, y he ex
plicado el sentido en que qu i s ie ra se entendiesen
en el siguiente d i s c u r s o . No defino el t iempo,
el espacio, el lugar ni el movimiento, por s e r
pa lab ras bien conocidas de todos . Únicamente he
de h a c e r no ta r que la gente común no concibe e s
t a s cantidades en otro contexto que el de l a s r e
lac iones que es tas guardan con los objetos s e n s i
b l e s . Y de aquí nacen c i e r to s pre ju ic ios , pa ra
cuya el iminación s e r á conveniente d is t inguir en
t r e cant idades absolutas y re la t ivas , ve rdade ra s
y apa ren tes , m a t e m á t i c a s y comunes .
" I . El t iempo absoluto, ve rdade ro y matemát ico ,
en s í m i smo y por su propia na tura leza , fluye
de una m a n e r a ecuable y sin re lac ión alguna con
nada externo, y se conoce también con el n o m b r e
de duración; el t iempo re la t ivo , apa ren te y común
es una medida sens ib le y externa (ya sea exacta
o inecuable) de la durac ión por medio del movi
miento, y se uti l iza co r r i en t emen te en lugar del
t iempo ve rdade ro ; ejemplos de ello son la hor-', el
día, el mes y el año.
'•II. El espacio absoluto, por su propia n a t u r a
leza y sin re lac ión con nada externo, pe rmanece
s i e m p r e s i m i l a r e inmovible . El espacio r e l a t i
vo es una dimensión o medida movible de los e s
pacios absolutos, que nues t ros sentidos d e t e r m i
nan de acuerdo con su posición con respec to a
los cuerpos y que por lo común se toma como e s -
p-^cio inmovible . ( . . . ) El espacio absoluto y el
espacio re la t ivo son iguales en forma y magnitud;
pe ro no s i e m p r e coinciden n u m é r i c a m e n t e . Pues
al m o v e r s e , por ejemplo, la t ie r ra , un espacio
cualquiera de nues t ro a i r e , que re la t ivamente y
con respec to a la t i e r r a pe rmanece s i e m p r e igual,
en un momento dado ocupará una c ie r t a pa r t e del
espacio absoluto por e l que a t r av i e sa el a i r e ; en
o t ro momento ocupará o t ra pa r t e dist inta del m i s
mo, y as í , entendido en sentido absoluto, i r á m o
dificándose con t inuamente . "
Más adelante agrega:
A s í como el o rden de las pa r t e s del t iempo es
inmutable, también lo es el orden de las pa r t e s
del espac io . Si desp lazamos dichas pa r t e s de
sus luga res , h a b r é m o s l a s desplazado ( p e r m í t a s e
nos la expresión) fuera de s í m i s m a s . Pues los
t iempos y los espacios son, como si d i j é ramos ,
los lugares tanto de s í m i smo como de todas las
demás c o s a s . Todas las cosas están colocadas
en el t iempo según un orden de sucesión, y en el
espacio segiix un orden de. s i tuación. Son lugares
por su propia esencia y na tu ra leza , y s e r í a absur
do que el lugar p r i m a r i o de las cosas fuese mov i
b l e . Es tos son por tanto, los luga res absolutos ,
y los únicos movimientos absolutos son las t r a n s
lac iones a pa r t i r de es tos l u g a r e s ,
" M a s , comoquiera que l a s pa r t e s del espacio no
s e pueden ver , n i d is t inguir una de o t ra por m e
dio de nues t ro s sent idos, es a s í que en su lugar
u t i l i zamos medidas sens ib les de e l l a s . De s u e r
te que a p a r t i r de l a s posic iones y d is tanc ias d e s
de un cuerpo cualquiera cons iderado como inmo-
vible definimos todos los l uga res , y luego, r e s
pecto a t a les l u g a r e s , e s t imamos todos los m o v i
mien tos , considerando los cuerpos en tanto que
t r ans fe r idos de uno de es tos luga res a o t ro . Y
as í , en vez de luga re s y movimientos absolutos ,
u t i l izamos movimientos y l uga re s re la t ivos ; lo cual
no supone inconveniente alguno pa ra los asuntos
comunes ; m a s en las d isquis ic iones filosóficas d e
bemos h a c e r abs t r acc ión de nues t ro s sentidos y
cons ide r a r las coaas en s í m i s m a s , dis t inguiéndo
l a s de lo que ún icamente son medidas sens ib les
de e l l a s . Pues pudiera s e r que no exista ningún
cuerpo que se hal le r ea lmen te en reposo y al cual
puedan r e f e r i r s e los l uga re s y movimientos de to
dos los d e m á s .
" P e r o el reposo y el naovimiento, absoluto y r e
lativo, cabe d is t ingui r los uno de o t ro por sus p r o
piedades, causas y e f e c t o s . . . Una propiedad del
reposo es que los cuerpos que se hallan r e a l m e n
te en él se encuentran también en reposo uno con
r e spec to al o t ro . Y connoquiera que es posible
2
que en las r emotas regiones de las e s t r e l l a s f i
j a s , o quizá mucho m á s 'al lá , exis ta algún c u e r
po en reposo absoluto, pe ro en cambio es impo
sible saber , a pa r t i r de las posiciones que ocu
pan unos cuerpos con respec to a o t ros en núes -
t r a s regiones , si alguno de ellos guarda o no la
m i s m a posición en relación con dicho cuerpo r e
moto, se sigue que el reposo absoluto no se pue
de de t e rmina r a p a r t i r de los cuerpos en n u e s t r a s (2)
r e g i o n e s . "
Las pa labras de Newton no pueden se r mas c l a r a s . Espacio
y Tiempo (absolutos) son señalados a l l í corno ins tanc ias b á s i
cas del xxniverso, e lementos cuya exis tencia indudable pos ib i
l i ta la de cualquier o t ra cosa, y que el lenguaje se l imi ta a
n o m b r a r .
Se p r e s c r i b e n a l l í todas sus propiedades y a t r ibu tos . El e s
pacio es el recinto inmóvil que contiene el un iverso , el lugar
de los l uga res , y es ta función le confiere ya una m a t e r i a . '
(2) Esta l a rga nota fue tomada de los apa r t e s de la obra "Phi losophiae na tu ra l i s pr incipia nnathematica", 1686, que apa recen reproducidos en la recopi lación " L a teor ía de la re la t iv idad" , de L. P e a r c e Wi l l iams , Alianza Univers idad, Madrid, 1973.
Inmóvil e invar iable , queda emparentado con la e ternidad. El
t iempo, fluyendo permanentemente , se convier te en un medio
que contiene los suces ivos ins tantes del un ive r so . . .
Concebidos así , con es te r igor de est i lo c lás ico , t e r m i n a r o n
por conve r t i r s e en el Espacio y el Tiempo que aún hoy en
día imperan en nues t ro pensanniento.
Pe ro , ex t rañamente , el acceso a es tos dos elementos nos e s
tá vedado. P a r a noso t ros , los que l eemos es te texto de New
ton, los que in t e rcambiamos e s t a s pa l ab ras , el Espacio y el
Tiempo resu l t an ina lcanzables . A p e s a r de s e r e lementos b á
s icos en la e s t ruc tu ra del un ive r so y de que se postule su
exis tencia " independiente de todo lo d e m á s " , según lo hace
Newton, asegurándoles a s í una ma te r i a l idad propia y autónoma,
a p e s a r de todo esto, paradój icamente , no podemos t r a b a r la
mas mínima relación con e l los . Existen, de esto no cabe du
da, se sabe como son y se detal lan todos sus poderosos a t r i
butos, pero , a l m i s m o t iempo, la única c e r t e z a sobre ellos
nos la dan l a s pa labras , solo a t r a v é s de el las podemos a l
canza r lo s . Ni el tacto ni la visión ni el oído ni nada nos p u e
den a p o r t a r algo de su m a t e r i a , solo sus n o m b r e s nos p u e
den da r constancia de su s e r .
A s í las cosas , desconc ie r t a un tanto la segur idad do Newton
t o
al cons ide ra r los como los subs t r a to s m a t e r i a l e s de todo lo
demás , la m i s m a seguridad que se d e s a r r o l l a en nos t ros c o
mo eficacia de es tas dos pa lab ras , cuando a la vez se r e c o
noce su total inaccesibi l idad por una vía que no sea la de las
p a l a b r a s . Desconcier ta , porque si solo son aprehens ib les m e
diante la actividad verba l , mediante la disquis ición filosófica,
s i solo son tangibles como efectos de las pa labras que los
nombran , podría muy bien p e n s a r s e que no pasan de s e r p a
l a b r a s , conceptos; podría p e n s a r s e que moran exclusivamente
en el campo que es ta actividad ve rba l despl iega y en ninguna
o t r a p a r t e .
-0 -0 -0 -0 -0 -0 -
El desa r ro l lo de la m i s m a física ha puesto sobre el tapete el
c a r á c t e r absoluto y e lementa l que la t eo r í a c lás ica confirió a
estos conceptos . Tanto la f ís ica re la t iv i s ta como la mecánica
cuántica, cada una por distinto camino, se han visto en la n e
cesidad de r e e l a b o r a r l o s , de a po r t a r l e s significaciones nuevas
y apropiadas a sus c i rcuns tanc ias exper imenta les y t eó r i cas ,
abr iendo con esto campos l lenos de r i ca s p e r s p e c t i v a s . P e r o
en ningxino de los dos casos se puso espec ia l in te rés en b u s
c a r lo que podr íamos l l a m a r la fxindamentación exper ienc ia l de
//
los conceptos espacia les y t empora l e s c l á s i c o s .
El significado que t ienen estos conceptos en la teor ía c lás ica
se formó s imul táneamente con el la . Con an ter ior idad al r e
nacimiento, solo de mane ra marg ina l se aceptó para el e s
pacio una exis tencia independiente y prev ia a la de la m a t e
r i a que podía contener . Desde el punto de vis ta operat ivo,
ta l como o c u r r e hoy en día, e ran m a t e r i a co r r i en te en nnu
chas act ividades especí f icas : pa ra los a g r i m e n s o r e s , los c o n s
t r u c t o r e s , los navegantes , los a s t r ó n o m o s . P e r o en la a c t i
vidad teór ica , t^nto en 1T física a r i s to té l i ca como en U fi lo
sofía medieval , el espacio, pa ra s e r , tenía como condición a
l3 ma te r i a , e ra su co ro l a r i o . Solo a p a r t i r del renacimiento
la m e r a posibilidad de contener se convirt ió en m a t e r i a sucep -(3)
tibie de a segu ra r al espacio una vid? propia .
(3) Es te p roceso se denomina geonnetrización del espacio fís ico, pues reconoce para él l i s c a r a c t e r í s t i c a s que exhibe el espacio geomét r ico euclidiano. Es te cambio no d e jó de t ene r desde un comienzo consecuencias p rác t i cas de p r i m e r orden, que apa rec i e ron con mucha an te r io r idad a su c r i s t a l i zac ión en la f ís ica. En t é rminos genera les , l a s búsquedas de la pintura desde el t emprano Tena-cimiento tienen que ver con esto; pe ro hay un ejemplo conc re to muy bello y lleno de suge renc ias , expuesto por P i e r r e F r ancas t e l en su l ibro " P i n t u r a y sociedad", que se re f i e re a la cons t rucc ión de la cúpula en la ca t ed ra l de F lo renc ia (It. ). Es ta e m p r e s a fue acometida en r e p e t idas ocasiones con la técnica t rad ic iona l de la edad m e -
UNIVERSIDAD NAaOMi, BiBUOTÉCA CnmZt^
I I
De igual forma, solo en la época del Renacimiento, impulsan
do el perfeccionamiento de los re lojes has ta l l evar los a uni¿-
vel en que resul taba práct ico su uso, se hizo na tu ra l el r e f e -
dia europea: inicialmente se cons t ru ía una formale ta de m a d e r a apoyada sobre andamies , y luego se colocaban s o b r e esta formaleta los bloques de piedra tal lada que form a r í a n la cúpula. Pe ro en el caso de esta ca tedra l los sucesivos intentos f racasaron , pues la e s t ruc tu ra de andamies no sopDrtaba las ca rgas debido' a las enormes dimen s ienes (tanto en elevación sobre el piso conno en d i áme t ro y a l tu ra de la cúpula), y la obra pe rmanec ió inconclusa la rgo t iempo. La ciudad abr ió entonces un concurso par a t r a t a r de r e so lve r el problema, pero es te permanec ió des i e r to ce rca de S¿> años, has ta que en /- ^^J fue p r e sentado un proyecto por Brunel leschi , el g ran t ransfornna-dor de la a rqu i tec tura del t emprano renacimiento , que posibili tó la construcción de la cúpula. La propuesta de Brunel leschi supone la ut i l ización de un concepto de e s p a cio diferente del propio de la edad media , en la cual la espacial idad para la cúpula era sumin i s t rada d i r e c t a m e n t e por la formaleta, . es dec i r , el espafcio tenia por condición xana mater ia l idad , s in s e r un elemento independiente de aquello que contenia. La nueva propues ta no r e quer ía de formaleta alguna; en el a i r e , a p a r t i r de la ba se de la cúpula, los anil los de bloques tal lados habr ían de s e r colocados en posiciones definidas por medio de cálculos geométr icos rea l izados p rev iamen te . Es te p r o cedimiento, cuyo éxito fué completo, solo es posible a condición de que Brune l lesch i mane ja ra un concepto de espacio conno elemento independiente y previo a lo que contiene, un espacio que, como el de la geometr ía , se define como contendor de lo extenso, y en esa medida es sucept ible de cá lcu los .
El nuevo espacio fue forjado por los a r t i s t a s y a r q u i t e c tos renacent i s tas mucho antes de que la física lo t o m a r a . Inic ia lmente , fueron Brunel leschi y Paolo Ucello quienes m a s lo d e s a r r o l l a r o n ; pero l l egaron a p roduc i r se d e s a r r o llos t eór icos muy e laborados , dent ro de los l imi tes de es te nnarco de actividad, que cu lminaron en la obra de L., Bat is ta Alber t i .
15
r i r a la var iac ión t empora l los cambios producidos en o t r a s
m a t e r i a s p a r t i c u l a r e s . Desde entonces se ha producido xana
unificación cas i total de las re fe renc ias t e m p o r a l e s , lo que de
seguro t iene que ve r con el elevado grado de in terdependencia
que el capi ta l i smo neces i ta e impone, unificación que ha e n t r o
nizado el t iempo de t rabajo como tiempo social y que ha con
ver t ido su r i tmo y sus pautas en los que no rma lmen te las c o
sa s deben t ener .
En la física, la ut i l ización de es tos nuevos conceptos no se
hizo efectiva has ta finales del siglo X.VI, pero a pa r t i r de en
tonces se afianzó comple tamente . El imper io del Espacio y
el Tiempo se consolidó en la época c lás ica , e r ig iéndose en
nombres de las dos ins tancias que, de una forma u otra , con
t ienen todo lo posible, y revis t iendo el c a r á c t e r e lementa l e
intuitivo que aún hoy detentan.
• _o_o_o-o-o-o-
Pero tal c a r á c t e r de inmediatez se enturbia rápidannente si con
s ide ramos la cuest ión m á s en de ta l le . P a r a noso t ros resu l ta
cüaro que es el Espacio quien posibi l i ta los movimientos ; es el
medio en que los movimientos se d e s a r r o l l a n . Sin embargo .
/y
no es tá menos c la ro que los movimientos no neces i t an ni por
asomo de este concepto pa ra r e a l i z a r s e ; se producen de hecho,
independientemente de que pensemos o no, de que c r e a m o s o
no que se están desa r ro l l ando en algún escenar io o receptáculo
que l l amamos Espac io . Hay aquí, pues, una f isura en t re el
hecho explicado y la explicación que le d a m o s . El Espacio
es , según pensamos , el medio en que los movimientos se p r o
ducen; e l los , a su vez, no r e q u i e r e n del concepto de Espacio
para r e a l i z a r s e : él es n e c e s a r i o so lamente p a r a nues t r a expl i
cación del asunto .
En r igor , es el movimiento quien, desde un punto de vis ta for -
mativo, r e su l t a bás ico pa ra el concepto de espacio; sin naovi
miento es te concepto p ie rde significación. En xon mundo en
el que nada se mueva, donde el Espac io exhibir ía sus m e j o r e s
v i r tudes como contenedor de objetos, objetos inmóviles , un
mundo que se r i a algo a s í como una v is ta fija y pe rmanen te ,
en que no h a b r á ni s iqu ie ra tacto, en ta l mundo, pa radó j i ca -
m.ente, el concepto de espacio no t endr ía cabida ni fundamenta-
ci6n. Al l í no habr ía objetos como ta l e s ; en ausencia de tacto
y movimiento (el tacto, el pa lpar , conlleva r eco r r i dos ) , no
habr ía sino fo rmas co lo readas , const i tuidas de pura visión,
que no p lan tea r ían el las solas la exper ienc ia de la profvmdi-
/á-
dad; y sin profundidad no cabe hablar de xin medio que la po
s ib i l i te . (La pintura en perspec t iva , 'o la r ea l i s t a , o el cine
y la fotografía comprueban que la visión por s í sola no puede
fundamentar el concepto de espac io . En los t r e s casos se
t r a t a de ordenaciones planas que sin emb.argo vemos en p r o -
fvmdidad. A s í pues, la visión no dist ingue ordenac iones p la
nas de o t r a s que no lo sean, lo que indica que si vennos la
profxondidad es porque la visión se in tegra con o t r a s exper ien
c ias s enso r i a l e s ) .
El Espacio es una abs t racc ión , su único atr ibuto es el de con-
t ane r . Si no existe la posibilidad de desplazamiento , ni s i
quiera la de que nues t r a mano pueda r e c o r r e r , la profundidad
p ie rde su significación y ya no cabe pensa r los objetos como
contenidos; con esto, el Espacio p e r d e r í a su sus tancia de con
t inente, su función. Y si pa ra ex is t i r r equ ie re del movimien
to, la pa labra no puede n o m b r a r un elemento p r i m a r i o e in
dependiente del mundo.
El Espacio, por tanto, mas que des ignar tal e lemento, un m e
dio externo, lo que hace, en tanto concepto, es a p o r t a r un s e r
de m a t e r i a ve rba l que alude a una s e r i e compleja de exper ien
c ias , c reando, dentro de nues t ro lenguaje, un medio en que
/¿
los objetos existen y se desp lazan .
- 0 - 0 - 0 - 0 - 0 - 0 -
Algo s i in i lar o c u r r e con el T iempo. Pensamos s i e m p r e que
és te pasa, que fluye pe rmanen temen te , haciendo caso onniso
de nues t ros afanes y angustias(Si somos r igu rosos , toca a c e p
t a r que cuando es tamos a toda p res ión porque va a o c u r r i r
algo antes de que podamos l legar al sit io en cuestión, lo que
nos a to rmenta no es que el t iempo pase , sino lo que va a
o c u r r i r , el d e s a r r o l l o que el tal p roceso teriga según el r i tmo
que l leve, antes de que noso t ros , con nues t ro r i tmo, podamos •3 .
i n t e r cep ta r lo : a l l í la angust ia nace de yuxtaponer dos mov i
mientos , dos p rocesos , con la t e r r i b l e duda de que puedan
coincidir en el punto en oue que remos que lo hagan). Como
dij imos, pensamos que el t iempo c o r r e , marcando un r i tmo
de cambio para las cosas , a las que a r r a s t r a i r r e m i s i b l e m e n
te en su avance, somet iéndolas a la ley de lo que se va y no
vuelve; pensamos que las cosas ocur ren , que las cosas c a m
bian porque el t iempo pasa, y que su paso define un r i tmo y
xana d i recc ión de avance a los que los p r o c e s o s , ma l que bien,
t ienen que a d e c u a r s e .
/ #
Pe ro m a s allá de nues t ro pensamiento no hay ninguna sus t an
cia que fluya independientemente de todo lo d e m á s . Mas al lá
de nues t ro pensamiento solo se producen cambios en las c o
sas m i s m a s ; t r a s el los, no hay porque t emer lo , no fluye sub
rep t ic iamente nada. Los r i tmos de evolución de un p roceso ,
no dependen pa ra nada de un flujo que sea externo a ellos sino
de la forma en que in te rac tuan los fac tores que de te rminan su
evolución.
El antes y el después no definen una d i recc ión especia l de d e
s a r r o l l o ; en r igor , señalan a lo m a s . una diferencia, pero no
n e c e s a r i a m e n t e un avance . ' S i el después nos produce la i n
quietante sensación de que hace inalcanzable el antes , esto
o c u r r e porque no tenernos la capacidad de r ep roduc i r l a s con
diciones de es te an te s . Cuando s i es posible hace r lo , cuando
podemos reun i r de nuevo las c i r cuns tanc ia s que h ic ie ron un
antes (lo que se l l a m a r í a devolver el t iempo), el después a s í
obtenido produce la cu r iosa impres ión de s e r exac tamente igual (4)
al a n t e s .
(4) Es ta impres ión se vuelve desazonadora cuando es tas c i r -cvanstancias se reproducen pe r iód icamente imponiéndonos, día a día, una permanenc ia sin pe r spec t ivas , como o c u r r e -a menudo en el nnundo del t rabajo , en que a cada mañana se ab ren las puer tas que ofrecen a la v is ta el m i s m o campo donde se han de p a s a r nueve ho ra s d i a r i a s , todos los d ías , cinco veces por semana, haciendo exactamente el m i s m o \r-%-bajo .
IS
A cada mañana el sol devanea por los c ie los ; a cada mañana,
a cada a t a r d e c e r hay c i rcu i tos que se repi ten, o t ros que se
inician o declinan; o t ros , en su contexto s ingular , se e s t a n
can, o apenas se mantienen; de todas formas no hay ninguna
d i recc ión especia l de desenvolv imiento que sea común y g e n e
r a l a todos los p r o c e s o s .
Todo se mueve, aunque sea para r e p e t i r s e , y llega a o t ro
estado que, en principio, de una c ie r ta fornna, es exac tamen
te igual al an te r io r ; su diferencia se compagina con la que
exis te en t re lo que había y lo que hay, en t re lo que é r a m o s
y lo que sonaos. »•
A pe sa r de que pensemos que a 1- vez. que las cosas o c u r r e n ,
el Tiempo, inasibl e, es ta fluyendo, innpulsando los cambios y
marcándo les un r i tmo, a pe sa r de es ta ce r t eza , que rad ica
por entero en el pensamiento mi smo , mas alia de él no hay
ta l m a t e r i a ; de hecho, l a s va r i ac iones y t r ans fo rmac iones en
l a s cosas , la exper iencia lo impone, se producen al m a r g e n
de que pensemos o no que ella ex i s t e .
La sus tancia del t iempo es el t r a n s c u r s o puro . No xana v a
r iac ión en algxana m a t e r i a concre ta y s ingular , que se p roduz -
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ca en xana forma y d i recc ión p a r t i c u l a r e s , sino un puro t r a n s
c u r r i r , va r iac ión de nada, var iac ión en el sentido mas gene
r a l y a b s t r a c t o . Este se r , xana acción sin objeto accionado,
solo puede habi ta r en el lenguaje, aportando xana nnateria v e r
bal , el t r a n s c u r s o puro, que alude a n u e s t r a s exper ienc ias
pero sin t r a d u c i r ninguna en particxalar. Si al fluir el t iempo
no hay nada que var íe , no s e r á posible encon t ra r sxastancia
alguna dis t inta a la que l e apor ta el lenguaje que se le c o r r e s
ponda: es un concepto. Po r fuera de aquel solo hay v a r i a c i o
nes en m a t e r i a s pa r t i cu l a r e s y c o n c r e t a s , cada una con su
r i tmo y su sentido de d e s a r r o l l o : ->.
"Don Genero se levanta, se desayuna y a r r e g l a pa ra i r a l
t rabajo ; t r e s buses han sal ido de la estación, en m e d i o de l a s
luces t r a snochadas o f r e scas de la madrugada , y el noctámbulo,
legañoso y con los ojos i r r i t a d o s , los ve sa l i r , con sus la tas
re luc ien tes , ve rdes rojas y a m a r i l l a s ; el sol se ha estado l e
vantando, a i r e frío y ca lorc i lb , nebl inas en ascenso , máquinas
que ruedan y resuenan. Bocas que se ab ren y t r i t u r a n panes
y a r e p a s , cuerpos f rescos y bañados , cabezas mojadas , bocas
que se ab ren y bostezan, puer tas que se ab ren y ofrecen f r e s
cas camas que acogerán los cuerpos cansados en la luz l e cho
s a del a m a n e c e r " .
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