Costa de Oregón, Tras las huellas de la psicodelia, texto

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  • 8/3/2019 Costa de Oregn, Tras las huellas de la psicodelia, texto

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    La carretera

    que enlazaEugenecon la101 noes paralos que lesgusta pisarel

    aceleradorsino paradelei-tarse conel paisaje. Es elmomentode cargarel iPadcon todala msicade los 60y 70 y enchufarlo alestreodelcochea todo volumen. JanisJoplin, Joan Baez,Je-fferson Airplane,The Doors,Creedence Clearwater...

    Todossiguieronel caminode Oregnpor el quehabasubidodesde Californiaensu autobs de colores eles-critorKen Kesey con su co-muna de losMerryPranksters (LosAlegres Bro-mistas) y el grupo GratefulDead, dibujandoel mapa delapsicodelia hastasu Eugenede lainfancia.

    Susfiestas de lasPruebascidas se quedaron en losaos sesentay setenta, pero lasviejasfurgonetas Westfalia quellevanla casa dentrosiguen lle-nando lacarretera de lacosta. ElFurther (por Further Inquiry,ms exploracin), comoKeseybautiz a su famosoautobs ta-tuado de trippies,con lashuellasdeJack Keruak y Tom Wolfeensu mosaico de lapsicodelia,est

    aparcado desde 1989 en la fincaque dej enPleasantHill, a 15mi-nutos de Eugene,custodiado porlaviuda delhombre quevol so-bre elnidodelcuco y viviparacontarlo hasta en el cine. MichaelDouglas triunf conla versin ci-nematogrfico en Hollywood,quela premicon cincoOscars, ysu padre Kirk Douglas lo hizo an-tesen Broadway.Keseyelevasa arte su crtica contrael sistemay el autoritarismo, pero slo enEugenese celebra cada aosuaniversario.

    La lengua de asfaltoserpenteaa travs de la montaa abrazadapor las ramas de gigantescos abe-tos quese danla mano desde lacarretera. Cada vez que se atra-viesa uno de estos tneles arbo-lados la temperatura baja variosgrados y uno siente la bocanadahelada queemana del bosque.De cuandoen cuandodejan pasoa praderas de pelcula delOeste,conlagunas de pasto aterciopela-do y juncos mecidos porelviento.

    Nadie toca elclaxonLa comarcal129 se engarzaconlamtica101 en Florence y es fcilalucinar con el paisaje sintenerqueponerse de trippi. Esta es latierrade lascaravanas y si porelcaminose antojaexplorarlagos y

    cascadas intrincadosen lasmon-taasno faltan casasambulantesde alquiler para compartirlas no-ches conla naturaleza.Por el ladodelmar laofertaes alquilar unbuggi para repechar porlas gigan-

    tescasdunasque se disputan lacostacon losrboles.El desafoesproporcional a su altura. Detrsdecadaunase abreotra mayorhastaformarun desierto de du-nasque ahoganlos rboles hastaquese pierdela vista.

    Cada pueblocostero delcami-node Oregnno tienemsde milo dosmil habitantes, pero loscar-

    teles de NoVacancies cuelgandecasi todos losmoteles.A losturis-tasse lesreconoceporque condu-cendespaciopor lacarretera de l-nea continua,deleitndose encada recodocuandola costasedesnudabajo los acantilados. Na-dietocael claxon, solo hayqueesperar al prximo mirador paraadelantarles mientras escuchanel chasquidos de lasolas contralasrocas.Tambin hayquienes seembelesanal volante y acabanenlos matorrales, si tienensuerte.Como esafamiliaque ahoraespe-raal borde dela carretera a quelosbomberossaquensu coche.

    Enel Oesteel sol sedesperezaa las cinco dela madrugadaybaa de luzla costa hasta lasnue-ve de la noche.Paraentonces he-mospasadoCoos Bay, el pueblomsgrande de lazona,salpicadode aserraderos,y Port Orford, unapequea aldea queesconde algu-nas delasmejores vistasy noselasregateaa losvisitantes.OceanView Here (vistas delmar aqu),diceen letras gigantescaspinta-das enel asfalto.Eso encasodequese hallancansado de jugue-tear conlos senderos queentran

    y salen dela 101, porquela carre-tera escnicasabe cmo mante-nerla atencindel viajero.

    Lo queuno no puede perderseenel Oeste esla puesta desol,asque a las nueve dela noche tocaaparcar frenteal mar. Como sunombreindica, el Irish Rusty Lo-dgees unmotel oxidado que sinembargo ofrecechimeneas y vis-

    tasal Pacfico.Hay quedarseprisa,porque cuandoel astro de-saparecedel cielo cierran losres-taurantes, queesto noes Marbe-llasinoel plcido Oregnde loshippies.

    Al ayuntamiento de GoldBeach le ha dado hoy por pavi-mentar las calles del muelle don-de se alinean lospocos restau-rantes de pescado. Cerradohas-ta que acabe la pavimentacin,dicen los carteles. Y as es comoacabamos en El Nido del Cuer-vo, en uno de loscallejonesdelpuerto donde se esconden to-dos los locos, anuncia Lin, la ca-marera, una vezque ha superadola desconfianza hacia la recinllegada.

    Ests genial,carioLa primera reaccin ha sido:Oye,bonita, esperoque traigascontigo una identificacin.Tie-nes ms de21 aos?, diceconcara de pocos amigos. 41, latranquilizo. Lin superala sorpre-sa conuna carcajadasonora queresuena en todo el bardesoladoyporsialguien nola haodose locuenta a loscinco clientes quetiene sentados en labarra. Ospodis creer quele he pedidolaidentificacin y dice quetiene41?Estsgenial, cario, notie-nesni unaarruga!.

    El mense componede pizza,alitasde pollo y tacos de pescado,quepor supuestoson congeladospesea estar junto almar.Paraestapescetariana quese niega acomer carne y se resiste al trigoes

    lanicaopcin, junto a un vaso

    de agua.A Linle decepciona elpedido, si nohay cervezanotiene excusaparaver la identi-ficacin,pero no le importa,no piensaquedarse conladuda. Me enseas tu identi-ficacin?, ms que preguntarcasi ordena. Lamira deldere-cho y delrevs,no vayaa serfalsificada, y se acabaconfor-mando.Ests genial, cario,notienesni unaarruga! Ospodis creerque tiene 41aos?Vienede Nueva York.

    Enla pared cuelga una p-ginade peridicoen laqueelsherif ha publicadolos retra-tos delantesy eldespus devariosadictos a lametanfeta-mina quehan terminadoenla crcel, a versi asdesanimaa losincipientes. A alguien leha llegadotanto al coraznque incluso la ha plastificado.Esta corresponsalla mira conel mismo escrutinioque Lin

    el carnet de conducirneoyorqui-noy deprontole encuentraun li-gero parecido con lamujerdel pe-ridico en algunade susetapasintermedias.Si quieres evitarlasarrugas, bonita, mira lo quetemetes en el cuerpo, danganasde decir,perono estel ambientepara chulear.Estoslocales no tie-nencarade amistosos, aunquelosaspavientos de lacamarerales ha-

    yan dadoexcusapara interactuarcon la forastera.Kevin, quese muda Oregn

    desde su Montana natal,pide otrapintade cerveza mientras cuentaque suhijode 16aosquiere serprofesor de espaol porqueen esazona nohay ninguno. Todo elmundo dice BarSelona pero lpronuncia BarZelona, presumeexagerando el ceceo.Y luegovie-nenlas preguntasque dejan aesta corresponsalcon cara de p-quer.Porqu es el portugustan distinto del espaol estandoallado?Serporqueen Espaatenisvascos o porel tiempoquepasaron all losmoros? El francs,el alemn, el italiano...Todostie-nenalgode ingls, pero el espa-olme suena como unalenguaextranjera, no cojo ni unapala-bra!, protesta.

    Es difcil abordar la conversa-cin desde esosparadigmas,peronose lepuede dejarconla ideadequetodaslas lenguas europeasmenos el espaolderivan delin-gls, as que lehablo dealgo quele deja conel ceo fruncido: El la-tn. Es mejor aprovecharla sor-presapara retirarse,mientrasLinse cepilla el pelocompulsivamen-te detrs de la barra,vctima deun ataque de inseguridad.Naci-dospara pescar, Obligados a tra-bajar, rezaun cartel.

    Prximo captuloel mircoles 10 de agosto

    Lagos, cascadas,

    amaneceres juntoal mar... Aqu esfcil alucinar sin

    tomarse un cido

    Vancouver Frontera

    Healdsburg

    San Francisco

    5

    5

    OREGN

    Occidental

    Eugene

    Portland

    5

    Olympia

    Shelton

    Gold Beach

    Arcata

    Hopland

    Seattle

    CANAD

    WASHINGTON

    OCANO PACFICONORTE

    No ha y q ue perderse la p ues ta de so lf ren te a l Pacf ico. Aq u, desde e l mo te lIris h R us t y Lodge

    7Domingo 07.08.11EL CORREO V