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La infecciones respiratorias aguas (IRA)s y la enfermedades diarreicas agudas (EDA)s, enfermedades recurrentes durante la infancia, podrían evitarse si la familia acude a los Controles de Crecimiento y Desarrollo del Niño Sano que ofrecen gratuitamente todos los establecimientos de salud del Ministerio de Salud (Minsa), aseguró la representante del equipo técnico de la Dirección General de Promoción de la Salud, María Elena Flores. “Todos los Hospitales, Centros y Puestos de Salud del Minsa brindan el servicio gratuito de Control de Crecimiento y Desarrollo de Niño Sano, donde se evalúa la talla y peso ascendente de las niñas y niños durante los primeros cinco años de años de vida, y con mayor intensidad durante los primeros 24 meses, para verificar una adecuada nutrición, así prevenimos que éste no padezca de enfermedades recurrentes, como las IRAs y EDAs”, reveló. En ese camino se asegura además un óptimo desarrollo cerebral, indicó la nutricionista. “Es fundamental que la madre acuda a este servicio donde especialistas vigilan la talla y peso del bebé. Recordemos, que éste es el único mecanismo que sirve para verificar su desarrollo cerebral, que en los tres primeros años de vida alcanza el 80% de su maduración”, enfatizó. La especialista informó que un recién nacido que cumplió los 9 meses de formación en el vientre de la madre, alcanza los 50 centímetros y pesa un promedio de 3 a 3.5 kilos, y cumplido el primer año de vida, debe crecer 24 centímetros y triplicar su peso. “Los padres, madres o cuidadores deben acudir con sus hijas e hijos a todos sus controles, el primer control es a los siete días de nacido, y las demás fechas serán indicadas por el personal de salud”, citó. Las gestantes en este servicio se benefician además con todo un paquete de atención integral al infante, aseveró Flores. “Adicionalmente, la madre accede a una orientación y consejería sobre la estimulación temprana, como la lactancia materna (exclusiva hasta los 6 meses), y la posterior alimentación complementaria a la leche materna, así como la orientación para propiciar un adecuado desarrollo psicomotriz de la función motora y fina de los infantes”, expresó. Asimismo, es importante que todas las gestantes acudan a sus controles pre natales para que los bebés nazcan saludables, citó la experta, estrategia que se complementa con el Control de Crecimiento y Desarrollo del Niño Sano. Finalmente, la funcionaria dio a conocer que se ha evidenciado una baja en la cobertura por este servicio, ya que las madres, padres, o tutores abandonan los controles porque no reconocen su importancia. “Los padres tienen la gran responsabilidad del cuidado infantil de sus hijos, por lo tanto, deben preocuparse por su bienestar continuando con este chequeo médico integral”, acotó. Desarrollo en la primera infancia Nota descriptiva N°332 Agosto de 2009 --------------------------------------------------------------------------------

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La infecciones respiratorias aguas (IRA)s y la enfermedades diarreicas agudas (EDA)s, enfermedades recurrentes

durante la infancia, podrían evitarse si la familia acude a los Controles de Crecimiento y Desarrollo del Niño Sano que

ofrecen gratuitamente todos los establecimientos de salud del Ministerio de Salud (Minsa), aseguró la representante

del equipo técnico de la Dirección General de Promoción de la Salud, María Elena Flores.

“Todos los Hospitales, Centros y Puestos de Salud del Minsa brindan el servicio gratuito de Control de Crecimiento y

Desarrollo de Niño Sano, donde se evalúa la talla y peso ascendente de las niñas y niños durante los primeros cinco

años de años de vida, y con mayor intensidad durante los primeros 24 meses, para verificar una adecuada nutrición,

así prevenimos que éste no padezca de enfermedades recurrentes, como las IRAs y EDAs”, reveló.

En ese camino se asegura además un óptimo desarrollo cerebral, indicó la nutricionista. “Es fundamental que la madre

acuda a este servicio donde especialistas vigilan la talla y peso del bebé. Recordemos, que éste es el único mecanismo

que sirve para verificar su desarrollo cerebral, que en los tres primeros años de vida alcanza el 80% de su maduración”,

enfatizó.

La especialista informó que un recién nacido que cumplió los 9 meses de formación en el vientre de la madre, alcanza

los 50 centímetros y pesa un promedio de 3 a 3.5 kilos, y cumplido el primer año de vida, debe crecer 24 centímetros y

triplicar su peso.

“Los padres, madres o cuidadores deben acudir con sus hijas e hijos a todos sus controles, el primer control es a los

siete días de nacido, y las demás fechas serán indicadas por el personal de salud”, citó.

Las gestantes en este servicio se benefician además con todo un paquete de atención integral al infante, aseveró

Flores.

“Adicionalmente, la madre accede a una orientación y consejería sobre la estimulación temprana, como la lactancia

materna (exclusiva hasta los 6 meses), y la posterior alimentación complementaria a la leche materna, así como la

orientación para propiciar un adecuado desarrollo psicomotriz de la función motora y fina de los infantes”, expresó.

Asimismo, es importante que todas las gestantes acudan a sus controles pre natales para que los bebés nazcan

saludables, citó la experta, estrategia que se complementa con el Control de Crecimiento y Desarrollo del Niño Sano.

Finalmente, la funcionaria dio a conocer que se ha evidenciado una baja en la cobertura por este servicio, ya que las

madres, padres, o tutores abandonan los controles porque no reconocen su importancia. “Los padres tienen la gran

responsabilidad del cuidado infantil de sus hijos, por lo tanto, deben preocuparse por su bienestar continuando con

este chequeo médico integral”, acotó.

Desarrollo en la primera infancia

Nota descriptiva N°332

Agosto de 2009

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DATOS CLAVE

La primera infancia es la fase más importante para el desarrollo general durante toda la vida.

El desarrollo cerebral y biológico durante los primeros años de vida depende en gran medida del entorno del lactante.

Las experiencias en edades tempranas determinan la salud, la educación y la participación económica durante el resto

de la vida.

Cada año, más de 200 millones de niños menores de cinco años no alcanzan su pleno potencial cognitivo y social.

Las familias y los cuidadores cuentan con formas sencillas y eficaces de garantizar el desarrollo óptimo de los niños.

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Durante la primera infancia (desde el período prenatal hasta los ochos años), los niños experimentan un crecimiento

rápido en el que influye mucho su entorno. Muchos problemas que sufren los adultos, como problemas de salud

mental, obesidad, cardiopatías, delincuencia, y una deficiente alfabetización y destreza numérica, pueden tener su

origen en la primera infancia.

Cada año, más de 200 millones de niños menores de cinco años no alcanzan su pleno potencial cognitivo y social. La

mayoría de estos niños viven en Asia meridional y África subsahariana. Debido a su desarrollo deficiente, muchos

niños son propensos al fracaso escolar y, por consiguiente, sus ingresos en la edad adulta suelen ser bajos. También es

probable que estas personas tengan hijos a una edad muy temprana y que proporcionen a sus hijos una atención de

salud, nutrición y estimulación deficientes, contribuyendo así a la transmisión intergeneracional de la pobreza y el

desarrollo deficiente. A pesar de las abundantes pruebas, el sector de la salud ha tardado en fomentar el desarrollo en

la primera infancia y en apoyar a las familias proporcionándoles información y conocimientos.

Desarrollo cerebral en la primera infancia

La primera infancia es el período de desarrollo cerebral más intenso de toda la vida. Es fundamental proporcionar una

estimulación y nutrición adecuadas para el desarrollo durante los tres primeros años de vida, ya que es en estos años

cuando el cerebro de un niño es más sensible a las influencias del entorno exterior. Un rápido desarrollo cerebral

afecta al desarrollo cognitivo, social y emocional, que ayuda a garantizar que cada niño o niña alcance su potencial y se

integre como parte productiva en una sociedad mundial en rápido cambio.

Cuanto más estimulante sea el entorno en la primera infancia, mayor será el desarrollo y el aprendizaje del niño. El

desarrollo lingüístico y cognitivo es especialmente intenso desde los seis meses a los tres años de vida. Los niños que

pasen su primera infancia en un entorno menos estimulante, o menos acogedor emocional y físicamente, verán

afectados su desarrollo cerebral y sufrirán retrasos cognitivos, sociales y de comportamiento. Estos niños, en

momentos posteriores de su vida, tendrán dificultades para enfrentarse a situaciones y entornos complejos. Los

niveles altos de adversidad y estrés durante la primera infancia pueden aumentar el riesgo de enfermedades

relacionadas con el estrés y de problemas de aprendizaje hasta bien avanzada la edad adulta.

Factores de riesgo

Numerosos factores pueden interrumpir el desarrollo del niño en la primera infancia; los cuatro siguientes afectan al

menos al 20–25% de los lactantes y niños de corta edad en países en desarrollo:

1.malnutrición suficientemente crónica y grave para frenar el crecimiento

2.estimulación u oportunidades de aprendizaje insuficientes

3.carencia de yodo

4.anemiaferropénica.

Otros factores de riesgo importantes son la malaria, el retraso del crecimiento intrauterino, la depresión materna, la

exposición a la violencia, y la exposición a los metales pesados.

El desarrollo de una conexión emocional temprana con un cuidador también es fundamental para el bienestar de un

lactante. Si el niño no cuenta con un cuidador habitual con el que establecer un vínculo afectivo —como ocurre en los

orfanatos gestionados deficientemente— puede sufrir efectos perjudiciales significativos en su desarrollo cerebral y su

función cognitiva.

Intervenciones

Para alcanzar su potencial, los niños de corta edad deben pasar tiempo en un entorno afectuoso y receptivo en el que

no sufran abandono ni castigos o muestras de desaprobación inadecuados.

Los progenitores y las familias son la clave del desarrollo en la primera infancia, pero necesitan apoyo para proveer el

entorno adecuado. La aplicación de políticas públicas de protección social “favorables a las familias”, que garantizan

que cuentan con ingresos suficientes, subsidios a la maternidad y apoyo financiero, y que permiten que los padres,

madres y cuidadores puedan dedicar tiempo y atención a los niños de corta edad, es beneficiosa para éstos.

A nivel mundial, las sociedades —ricas o pobres— que invierten en los niños y en sus familias durante su primera

infancia son las que cuentan con las poblaciones con mayores índices de alfabetización y destreza numérica, y las que

disfrutan de una mejor salud y menores índices de desigualdad en materia de salud del mundo.

Las intervenciones en pro del desarrollo en la primera infancia (DPI) proporcionan experiencias de aprendizaje directo

a niños y familias. Se caracterizan por:

dirigirse a niños de corta edad y desfavorecidos

ser de calidad alta y duraderas

estar integradas con sistemas y servicios de apoyo a las familias, la salud, la nutrición o la educación.

El sistema de atención de salud y los proveedores de asistencia sanitaria desempeñan funciones fundamentales, ya

que suelen ser los puntos de contacto temprano con un niño o niña y pueden facilitar su acceso a otros servicios de

atención a la primera infancia. Los dispensadores de atención de salud son fuentes fidedignas de información para las

familias y pueden proporcionar orientación crítica sobre:

la forma de comunicarse con los lactantes y los niños

formas de estimular a los niños para mejorar su desarrollo

el modo de solucionar problemas de desarrollo comunes, como los relativos al sueño, la alimentación y la disciplina

formas de reducir lesiones comunes en la infancia.

Repercusión económica

La inversión en los niños de corta edad es fundamental para el desarrollo de la economía de un país. Proporcionar

oportunidades de aprendizaje en la primera infancia, junto con una nutrición mejorada, aumenta la probabilidad de

que los niños sean escolarizados y, de adultos, obtengan mayores ingresos, tengan una mejor salud, no caigan en la

delincuencia y sea menor su dependencia de la asistencia social con respecto a los que no reciben apoyo a su

desarrollo en la primera infancia.

Respuesta de la OMS

La Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, creada por la OMS en 2005, ha señalado el desarrollo en la

primera infancia como una cuestión prioritaria.

La OMS y el UNICEF han desarrollado un conjunto de instrumentos para que los profesionales y proveedores

comunitarios de atención primaria de salud proporcionen asistencia a los padres y madres, las familias y las

comunidades sobre el modo de fomentar el desarrollo de los niños y de prevenir riesgos; se trata de una síntesis de los

enfoques que han resultado más eficaces en el contexto de países con pocos recursos.

Estos y otros esfuerzos en pro del desarrollo de los niños incorporan los principios de equidad, derechos de los niños,

integración de servicios, enfoque que abarca la totalidad del ciclo vital y participación de la comunidad.

oms

Crecimiento y desarrollo en niños

Los niños son seres que cambian y aprenden con una rapidez que muchos envidiamos. En ellos se encierra un potencial

infinito. Para lograr sacar provecho de él se requiere de condiciones adecuadas de crianza. Los niños, a diferencia de los

adultos, son seres con capacidades por desarrollar que deben ser vistos como una riqueza espiritual, social y material para

cualquier sociedad. En ellos recae no sólo el futuro de nuestra sociedad sino del planeta. En nosotros está el arroparlos y

acompañarlos en ese camino que los llevará a ser los líderes del futuro. Por mucho tiempo la salud se ha interpretado como

un estado de bienestar físico proporcionado por la ciencia médica. Sabemos que ésto no es del todo verdad pues son muchos

otros aspectos los que participan de la definición.

Los programas de crecimiento y desarrollo en el niño pretenden dar a los padres y profesionales de la salud elementos

adecuados para valorar el niño desde un aspecto integral que evaloe no sólo el estado físico sino la parte mental, el entorno

social y familiar, las condiciones económicas y las posibilidades de desarrollo.

¿Qué es crecimiento y cómo se mide?

El crecimiento es un aumento celular, en nomero y tamaño, que puede medirse de dos formas principalmente; la primera es

la talla del niño como reflejo del crecimiento de su esqueleto y huesos. Para medir esta característica hay varios elementos

según la edad. En los recién nacidos utilizamos un infant-metro y en niños mayores de 2 años el tallímetro.

El segundo aspecto que se mide es el peso. Aquí también hay variaciones según la edad. En los bebés las balanzas y/o los

pesa bebés son los ideales, en los niños mayores de 2 años la pesa es el elemento de medición. En los niños existe una tercera

forma de medir indirectamente el crecimiento del cerebro al determinar la circunferencia del cráneo. Esta estimación es

muy importante los primeros dos años de vida.

Posteriormente debe controlarse cada año como parte de la consulta hasta los 6 años de edad donde se llega a 90% del

tamaño definitivo.

¿Cómo se logra un crecimiento adecuado?

Varios aspectos condicionan el crecimiento en niños. Los alimentos son los principales gestores del crecimiento y varían

según la edad. En recién nacidos hasta los 6 meses el principal alimento es la leche materna. En ella el niño encuentra no sólo

los mejores nutrientes sino que están en la cantidad adecuada, disponibles a todo momento, no producen alergias,

promueven el crecimiento del cerebro, son económicos y están en el mejor envase. Otras ventajas como las defensas que

pasan de la leche materna al niño y lo protegen de los gérmenes más comunes que causan enfermedades como la diarrea, el

resfriado común y otros males hacen de ella el mejor alimento. La leche de fórmula es una alternativa que el médico da al

niño cuando, por condiciones médicas de él o de la madre, no puede lactar. En ningún caso las leches deben ser auto

formuladas por la madre o la familia del niño. A partir del sexto mes se inicia la alimentación complementaria.

Otro elemento fundamental en el crecimiento es el proceso de dentición que se inicia hacia los 6 meses en promedio con la

aparición de los dos dientes inferiores centrales. El cuidado de estos primeros dientes se hace realizando una limpieza con

gasa y agua después da cada comida y es fundamental para evitar problemas posteriores como las caries. Los odontólogos y

los otorrinolaringólogos recomiendan el no uso del biberón para evitar daños a nivel del paladar y la dentición del niño. En

su reemplazo se sugiere alimentar al niño con vaso pitillo o taza y cuchara después de que abandone el seno.

El afecto es otro de los pilares para que el niño crezca de forma adecuada y en la literatura médica hay varias referencias al

respecto. Los niños con hospitalizaciones prolongadas sin visitas de sus padres, mal tratados o abandonados no ganan peso

en forma correcta. Un factor de suma importancia es la condición socioeconómica de la familia. La condición social

determina los alimentos que más consume y la condición económica sitoa al niño en una clase social con o sin privaciones

alimenticias. Si estos factores son favorables al niño podemos hacer una guía general de crecimiento.

Talla

El primer parámetro de medición es la talla o estatura. En ella no solo los factores de la alimentación influyen sino otros

como la herencia y el medio ambiente en mayor o menor grado. El mayor crecimiento lo experimenta el niño desde la

concepción hasta el nacimiento en donde pasa de ser del tamaño de dos células a medir entre 48 a 52 cm en nueve meses.

Este ritmo de crecimiento disminuye al nacimiento. En los primeros 3 meses de vida aumenta 9 cm de talla para luego crecer

7 cm de los 3 a 6 meses. El niño aumenta 5 cm de los 6 a 9 meses y unos 3 a 4 cm de los 9 a 12 meses de edad.

En el segundo año de edad el niño crece un centímetro por mes aproximadamente y los niños son más altos que las niñas. En

la edad escolar los niños aumentan unos seis centímetros por año con un incremento mayor en las niñas que en los niños. La

adolescencia presenta un nuevo período de crecimiento acelerado y se inicia alrededor de los 9 años en niñas y a los 11 - 12

años en niños. El momento de mayor crecimiento ocurre dos años después del inicio de la adolescencia y da un crecimiento

de 9 cm. por año en los varones y 8 centímetros en las mujeres en promedio.

Peso

El segundo parámetro que medimos es el peso. El niño recién nacido pierde un 10% de su peso inicial en los primeros 10

días. Esto ocurre porque el niño nace con exceso de líquidos para soportar primero la baja producción de leche de la madre

en los primeros días y segundo, porque viene de un medio líquido dentro del otero, el cual está constantemente tomando y

eliminando.

En los primeros tres meses el niño aumenta unos 25 - 33 gramos diarios, que suman un kilo por mes en promedio. Después

del tercer mes, baja su ritmo de crecimiento a un aumento de peso de 600 gramos al mes hasta el sexto mes. De ahí en

adelante el niño sube 500 gramos al mes hasta el año. Esto quiere decir que en el primer año el niño triplica su peso, pero

este ritmo de crecimiento cae drásticamente hacia el segundo año, cuando por mes el niño aumenta solo 200 gramos y es ahí

donde su apetito disminuye en forma importante. En general, los niños son más pesados que las niñas en los primeros 6

años de vida.

En la edad preescolar entre los 2 y 6 años aumentan en promedio dos kilos por año y ya en la edad escolar, entre los 6 y 11

años se aumenta 3 - 4 kilos/año y la velocidad de crecimiento es mayor en niñas que en niños.

Circunferencia de la cabeza

El último parámetro que medimos es la circunferencia de la cabeza. Ella nos muestra de forma indirecta cómo crece el

cerebro. El niño nace con una medida de 34 cm más o menos y crece 2 cm por mes en los primeros tres meses, luego entre

los 3 y 6 meses aumenta 0,5 cm al mes. Entre el año de edad y los dos años la circunferencia de la cabeza crece 3 cm y de ahí

hasta los 5 años de edad crece 2 cm, alcanzando 90% del tamaño definitivo, el cual se logra a los 15 años. Estos datos son

sólo un punto de referencia y no son iguales para todos los niños.

Desarrollo

El desarrollo del feto comienza con movimientos leves como respuesta a estímulos externos a partir de la séptima semana

de vida. Hay movimientos espontáneos en la semana 17 y se hacen más fuertes después del séptimo mes. El niño responde

calmándose a los estímulos auditivos como la mosica suave y con sobresaltos si la misma es muy fuerte o desagradable.

Algunos estudios muestran que los fetos voltean la cara hacia una fuente de luz tenue y la retiran si es muy intensa.

Hay cuatro patrones de comportamiento descritos en el feto y son sueño profundo, sueño ligero, alerta calmado y alerta

activo. Hacia los siete meses de embarazo el niño presenta patrones de sueño; iniciando con un sueño tranquilo el cual

mantiene 80% de su tiempo. En el niño el desarrollo se divide en cuatro grupos principales (movimientos gruesos,

movimientos fino adaptativos, lenguaje y persona social)

http://educacioninfantil.com/educacion-infantil/item/86-crecimiento-y-desarrollo-del-ni%F1o

Más del 30% de la población peruana es menor de edad, informa INEI

Lima, abr. 13 (ANDINA). En vísperas del Día del Niño Peruano, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que la población menor de edad en el país (0-17 años) es de 10 millones 496 mil 791, cifra que representa el 34.4% de la población total peruana, según la proyección a junio próximo.

La misma institución informó que, en el 2012, el 85,9% de

los niños que nacieron en un establecimiento de salud del

país fueron atendidos por un profesional de la salud, es

decir por un médico, obstetra o enfermera, resultado

superior en 2,1 puntos porcentuales con relación al 2011

(83,8%).

Por lugar de residencia, se observa que en el área urbana,

los niños que nacieron en un establecimiento de salud

representaron el 95,2% y en el área rural el 67,3%, cifra superior en 1,0 y 4,8 puntos porcentuales,

respectivamente.

Igualmente, en el 2012, a nivel nacional, el 73,9% de los niños menores de 36 meses de edad cuentan

con sus vacunas básicas completas para su edad, es decir que recibieron una dosis de BCG, 3 dosis

de DPT, 3 dosis contra la poliomelitis y 1 dosis contra el Sarampión. Al comparar este resultado con el

2011, se aprecia un incremento de 1,2 puntos porcentuales.

Disminuye desnutrición crónica

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del 2012, el 13,5% de los niños menores

de 5 años presentó desnutrición crónica en el país según el Patrón de Referencia NCHS, cifra que

representa una reducción de 1,7 puntos porcentuales respecto a lo registrado en el 2011.

En tanto, de acuerdo con el patrón de la Organización Mundial de Salud (OMS), en el año 2012, el

18,5% de los niños menores de 5 años presentó desnutrición crónica, resultado inferior en 1,4% con

relación a lo registrado el año anterior.

Más niños estudian

De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares, al 2011, el 70,5% de la población

de los niños a nivel nacional solo estudia, es decir asiste a un centro educativo, el 19,3% estudia y

trabaja, el 5,4% solo trabaja y el 4,8% no estudia ni trabaja.

Al comparar los resultados con el año 2010, se aprecia que el porcentaje de niños que solo estudia se

incrementó en 1,2 punto porcentual y los que estudian y trabajan se redujo en 1,0 punto porcentual. En

ANDINA/Prensa Presidencia

tanto que, los que solo trabajan se incrementó en 0,1 punto porcentual y los que no estudian ni trabajan

disminuyó en 0,3 punto porcentual.

De igual manera, el INEI informó que al año 2012, el 91,6% de los niños de 6 a 11 años de edad a nivel

nacional asisten a educación primaria; el 80,3% de los menores de 12 a 16 años a educación

secundaria y el 70,8% de los niños de 3 a 5 años de edad asisten a educación inicial.

También, al año 2012, el 68,9% de los niños y adolescentes de 0 a 17 años de edad a nivel nacional,

cuentan con seguro de salud. De acuerdo al tipo de seguro de salud, el 43,0% se encuentra afiliado al

Seguro Integral de Salud, el 21,5% a EsSalud y el 4,5% a otro tipo de seguro de salud.

http://www.andina.com.pe/espanol/noticia-mas-del-30-

de-poblacion-peruana-es-menor-edad-informa-inei-

454832.aspx

El rol de la mamá es fundamental en el desarrollo

del bebé

Es sabido de la importancia que tiene la mamá en los primeros meses y año de vida. Tanto que de la

relación y del vínculo que se forme entre madre e hijo, dependerá cual será la personalidad del niño y

las conductas que más tarde tenga de adulto.

Las vivencias, relaciones y vínculos que el niño establezca en el primer año de vida, son claves en el

desarrollo de su personalidad.

Desde el mismo momento de la concepción, se establece entre madre e hijo, un vínculo muy estrecho a nivel

emocional, que se acrecienta con el momento del nacimiento, la lactancia, y más tarde con la crianza en los

primeros años de vida.

Según varios estudios realizados, la forma en la que interactúa la madre con su bebé, está relacionada

con el comportamiento que tendrán los niños hasta su adolescencia.

Y según estos mismos estudios, aquellos niños más caprichosos o con problemas serios de conducta, se

corresponden con aquellos niños que no había sido atendido en sus demandas o aquellos que habían sido

sometidos a diversos castigos, ya sean físicos o psicológicos, en los primeros estadios de su vida.

Por el contrario, aquellos niños más predecibles y menos caprichosos, han sido

aquellos que más habían sido estimulados cognitiva y emocionalmente por sus madres y a los cuales se les

había atendido en sus demandas.

Es por esto que se dice que a aquellos bebés que son sostenidos en brazos y atendidos rápidamente a sus

llantos y demandas, lejos de malcriárseles, se los está ayudando a ser niños y adultos más seguros,

menos conflictivos y estables emocionalmente.

¿Pero que ocurre en aquellos casos en los cuales la mamá no está presente?

Muchas veces, ya sea por motivos familiares o por el fallecimiento de ésta, el niño no tiene la suerte de contar

con la presencia materna.

Si bien una mamá es casi irremplazable, en estos casos, este rol puede ser asumido por alguna abuela o

alguien muy cercano al niño, que sea la persona encargada de su crianza.

A modo de conclusión, podemos afirmar que una crianza basada en el amor, en el respeto y en la

delineación de los límites, son las claves para una infancia y una adultez plena.

http://www.bebesychupetes.com/el-rol-de-la-mama-es-

fundamental-en-el-desarrollo-del-bebe.html